Carta Por Semana Santa 2020

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Carta a los fieles de la Parroquia San Pedro Nolasco – Trujillo

Estimados hermanos en Cristo Redentor y María de la Merced, unidos


siempre en oración junto a la Iglesia Universal y esperando que se encuentren
bien de salud, nosotros los Padres Mercedarios estamos orando por cada por
ustedes.

Esta Semana Santa “nos acerca mucho más al misterio de la generosa entrega de
Jesús al Padre en la cruz. En la soledad total de Jesús, Dios se hizo definitivamente
cercano, al servicio del pueblo maltratado, desolado y enfermo, y desde allí todos sentimos
que en Jesús hay salvación gratuita y universal. Por ello, en los simples y preciosos gestos
de Jesús, la iglesia encontró la fuente para todos sus ritos. Estos días de luto y cuarentena
en la humanidad, son motivo para que en la fe palpemos con nuestras manos y veamos
con nuestros ojos, escuchen nuestros oídos y hablen nuestros labios, aquella Palabra de la
Vida que se nos manifestó, para recuperar la alegría y vivirla plenamente”. (Mons.
Carlos Castillo M.)

Para ello, mencionaré algunas indicaciones de guía para nuestras celebraciones:

1. Estamos enviando por medio de Whatsapp una guía (folleto) de como


celebrar en casa la Semana Santa.
2. Para que demos importancia a la celebración unitaria de la Semana
Santa como pueblo de Dios en Perú, sintonicemos por la televisión en los
horarios ya establecidos, y así “puedan unirse en oración desde sus
propias casas”.

a) Domingo de Ramos: Misa televisada en la Catedral de Lima 11 am.


b) Jueves Santo: Misa de la cena del Señor, televisada desde el Seminario,
7pm.
c) Viernes Santo:
• Sermón de las tres horas, televisado desde Nazarenas, 12m-3pm.
• Oficio de Viernes Santo, televisado desde Nazarenas, 3pm-5pm
d) Sábado Santo: Vigilia Pascual, televisada desde Catedral de Lima,
6pm-8pm.
e) Domingo de resurrección: Misa televisada desde Catedral de Lima, 11
am.

3. El Papa Francisco concede indulgencia plenaria a los fieles en las siguientes


condiciones y situaciones:

a) Se concede la Indulgencia plenaria a los fieles enfermos de Coronavirus,


sujetos a cuarentena por orden de la autoridad sanitaria en los hospitales o en
sus propias casas si, con espíritu desprendido de cualquier pecado, se unen
espiritualmente a través de los medios de comunicación a la celebración de la
Santa Misa, al rezo del Santo Rosario, a la práctica piadosa del Vía Crucis u
otras formas de devoción, o si al menos rezan el Credo, el Padrenuestro y una
piadosa invocación a la Santísima Virgen María, ofreciendo esta prueba con
espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de
cumplir las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión
eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), apenas les sea
posible.

b) Los agentes sanitarios, los familiares y todos aquellos que, siguiendo el


ejemplo del Buen Samaritano, exponiéndose al riesgo de contagio, cuidan de
los enfermos de Coronavirus según las palabras del divino Redentor: "Nadie
tiene mayor amor que éste: dar la vida por sus amigos" (Jn 15,13), obtendrán
el mismo don de la Indulgencia Plenaria en las mismas condiciones.

c) Esta Penitenciaría Apostólica, además, concede de buen grado, en las mismas


condiciones, la Indulgencia Plenaria con ocasión de la actual epidemia
mundial, también a aquellos fieles que ofrezcan la visita al Santísimo
Sacramento, o la Adoración Eucarística, o la lectura de la Sagrada
Escritura durante al menos media hora, o el rezo del Santo Rosario, o el
ejercicio piadoso del Vía Crucis, o el rezo de la corona de la Divina
Misericordia, para implorar a Dios Todopoderoso el fin de la epidemia,
el alivio de los afligidos y la salvación eterna de los que el Señor ha
llamado a sí.

d) La Iglesia reza por los que estén imposibilitado de recibir el sacramento de


la Unción de los enfermos y el Viático, encomendando a todos y cada uno
de ellos a la Divina Misericordia en virtud de la comunión de los santos y
concede a los fieles la Indulgencia plenaria en punto de muerte siempre que
estén debidamente dispuestos y hayan rezado durante su vida algunas
oraciones (en este caso la Iglesia suple a las tres condiciones habituales
requeridas). Para obtener esta indulgencia se recomienda el uso del crucifijo o
de la cruz.

Finalmente, les animo a cada uno de ustedes, ser perseverantes y no decaer


en el necesario espacio de oración y comunión con Dios. Somos conscientes que
el Señor de la Vida nunca defrauda a su Pueblo y, por eso, es muy importante
que nuestra oración sea una auténtica forma de implorar su presencia salvadora
en este momento de emergencia que vive nuestro país, demostrando
responsabilidad, solidaridad y salvaguardando la salud de cada uno de los
integrantes de vuestra familia.

Confiando el bienestar de vuestras familias a la dulce intercesión de


nuestra Madre, María de la Merced, me despido con un abrazo fraterno,
compartiendo la Oración del Papa Francisco a nuestra Madre, para estos
momentos difíciles que vivimos.

Oh María,
Tú resplandeces siempre en nuestro camino
como signo de salvación y de esperanza
Confiamos en ti, Salud de los enfermos,
que junto a la cruz
te asociaste al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.

R.P. Fr: Sabino Cari Cáceres, O. de M.


PÁRROCO

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