Pino (2003)

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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN-TACNA

Facultad de Ingeniería

Escuela Académico Profesional de Ingeniería Geológica – Geotécnia

“Estratigrafía y Paleogeografía del intervalo


Paleozoico superior-Cretáceo inferior
en el extremo Sur del Perú”
(Area Mal Paso-Palca)

TESIS

PRESENTADA POR:

Bachiller ADAN MANFREDO PINO ZEBALLOS

Para optar el Título de:

INGENIERO GEÓLOGO – GEOTÉCNICO

TACNA – PERU

2003
A mi esposa, por ser la luz de

mi camino, por su dedicación y

apoyo incondicional.

A mis padres, por haber hecho

de mi un hombre de provecho,

y por su dedicación.

A la memoria de

Rolo, Rafaelita y mi

abuelo Ernesto.
AGRADECIMIENTOS

La formulación, desarrollo y conclusión de la presente tesis no hubiera sido


posible sin el apoyo de un gran numero de personas, por lo que perennizo mi
sincero agradecimiento a cada persona que se sienta involucrada con la presente
tesis.

Agradezco a Le Institut de Recherche pour le Développement (IRD) de Francia


por el auspicio al presente trabajo, sin el cual no hubiera sido posible.

Especial y sincero agradecimiento al Dr. Thierry Sempere (I.R.D.), responsable


del proyecto “Geología del Sur del Perú”, por la confianza depositada en mi
persona, por su desprendimiento en la enseñanza brindada durante las etapas de
campo y gabinete. Por el asesoramiento del trabajo y por la dedicación puesta en
la revisión del manuscrito.

Asimismo, quisiera agradecer al Ingº Javier Jacay, catedrático de la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos, por el gran apoyo brindado en algunas salidas de
campo, por los consejos y enseñanzas ofrendadas. Al Sr. José Berrospi por su
apoyo físico y moral.

Al Ingº Wilmer Arenas Oporto, catedrático de la Universidad Nacional Jorge


Basadre Grohmann y asesor de la presente tesis, por su apoyo y confianza dada a
mi persona. A los Ingºs Conrado Bedoya Jaén, Pio Coila Valdez y Edwin Pino
Vargas, catedráticos de la UNJBG, por su aliento constante y motivación.

Especial y sincero agradecimiento a mis compañeros y amigos Ingº Jorge Acosta


Ale y Bach. Alexander Flores Rojas por su desprendimiento e invalorable apoyo
físico y moral en cada etapa del presente trabajo. Así mismo doy un sincero
agradecimiento por su apoyo a los Ingºs Gualberto Tejada y Carlos Barrantes, a
los Bachs. Arturo Ramos, Roxana Quispe, Manuel Lara, Sandra Valdivia, Salome
Bedoya, Enzzo Viacava y Wilbert Chambi, y a los estudiantes Tony Canqui,
Rubén Cahuana y Gilmer Mamani.

Por último, un especial agradecimiento a mi esposa, a mis padres, mis hermanos,


mis suegros y amigos que fueron fundamentales con su apoyo y motivación en la
realización de la presente tesis.
RESUMEN

El estudio de la estratigrafía y paleogeografía del Area Mal Paso-Palca


(Tacna), basado en observaciones nuevas así como reinterpretaciones de
informaciones publicadas, ha permitido reformular la historia geológica a escala
local y regional. Esta reformulación manifiesta un largo proceso de
adelgazamiento litosférico a partir del Paleozoico superior (Devónico -
Misisipiano), además del crecimiento local de un arco volcánico a partir del
Cretáceo inferior.

Durante los inicios de este proceso se apertura un rift incipiente donde se


depositaron sedimentos mayormente clásticos (Formación Machani y Grupo
Ambo).

Durante el Pensilvaniano, el adelgazamiento litosférico alcanzó un estado


capaz de producir cantidades considerables de magma básico (Formación
Junerata), siendo posible la creación de una cuenca marginal. El evento efusivo
Junerata terminó en el Jurásico basal, iniciándose un proceso sedimentario entre el
Sinemuriano y el Valanginiano. La serie sedimentaria registra una profundización
de la cuenca durante el intervalo Sinemuriano – Toarciano medio y un inicio de
somerización del Caloviano medio al Valanginiano. El período de inundación
máxima se ubica en el intervalo Toarciano superior – Caloviano inferior.

Así mismo, el registro estratigráfico indica el desarrollo de un arco


volcánico en las cercanías de la zona de estudio (Formación Chulluncane)
probablemente a partir del Hauteriviano.

De acuerdo con las evidencias de campo, el Sistema de fallas Incapuquio


(SFI) ya estaba activo durante la formación de la cuenca marginal, la cual
profundizaba hacia el suroeste. Así mismo, hacia el noroeste de la zona de estudio
(en el Sector de Yura), la dirección que presenta una serie de fallas
sinsedimentarias, generadas en el Jurásico inferior y medio, concuerda con la
orientación del Sistema de fallas Incapuquio y Challaviento, lo que también
sugiere que el SFI estuvo activo durante el rifting.
CONTENIDO

CAPITULO I
INTRODUCCIÓN............................................................................... 01
1.1 Ubicación................................................................................... 02
1.2 Accesibilidad............................................................................. 04
1.3 Objetivos................................................................................... 05
1.4 Método de Trabajo....................................................................05
1.4.1 Fase de Recopilación de información........................... 05
1.4.2 Fase de campo y procesamiento de datos..................... 06
1.4.3 Fase de representación e interpretación de los datos.... 08
1.5 Trabajos anteriores................................................................... 09

CAPITULO II
GEOMORFOLOGÍA........................................................................ 12
2.1 Introducción............................................................................. 12
2.2 Descripción de las Unidades Morfotectónicas........................ 12
2.2.1 Ladera Pacífica de los Andes...................................... 13
2.2.2 Cadena Volcánica del Barroso.................................... 14
2.2.3 Altiplano...................................................................... 14
2.3 Descripción de las unidades geomorfológicas locales............. 15
2.3.1 Zona de Montañas........................................................ 15
2.3.2 Superficie Huaylillas.................................................... 17
2.3.3 Escarpas y escombros de deslizamientos..................... 18
2.3.4 Incisión de valles.......................................................... 20
2.3.5 Terrazas Aluviales........................................................ 22
2.4 Hidrología................................................................................. 23
2.5 Clima......................................................................................... 24
2.6 Vegetación................................................................................ 26

CAPITULO III
CONTRIBUCIÓN A UNA SÍNTESIS ACTUALIZADA DEL
MARCO GEOLÓGICO REGIONAL............................................. 28
3.1 Introducción.............................................................................. 28
3.2 Estratigrafía............................................................................... 29
3.2.1 Basamento metamórfico............................................... 29
3.2.2 Devoniano?-Misisipiano............................................... 33
3.2.2.1 Formación Machani........................................... 33
3.2.2.2 Grupo Ambo...................................................... 35
3.2.3 Intervalo Pensilvaniano-Cretáceo inferior..................... 39
3.2.3.1 Formación Junerata............................................ 40
a) Introducción................................................... 40
2

b) Descripción Litológica.................................. 42
c) Espesor.......................................................... 43
d) Edad.............................................................. 44
e) Evolución Vertical......................................... 45
f) Contexto Volcánico....................................... 46
g) Correlación................................................... 47
3.2.3.2 Formación Pelado............................................. 47
a) Introducción................................................... 47
b) Descripción Litológica.................................. 49
c) Espesor.......................................................... 50
d) Edad.............................................................. 50
e) Análisis Secuencial y Evolución Vertical.... 52
f) Medio Ambiente Deposicional..................... 58
g) Correlación................................................... 60
3.2.3.3 Formación San Francisco................................. 62
a) Introducción................................................... 62
b) Descripción Litológica.................................. 64
c) Espesor.......................................................... 65
d) Edad.............................................................. 66
e) Análisis Secuencial y Evolución Vertical.... 68
f) Medio Ambiente Deposicional..................... 70
g) Correlación................................................... 71
3.2.3.4 Grupo Yura s.s.................................................. 72
a) Formación Ataspaca..................................... 73
a.1 Introducción............................................ 73
a.2 Descripción Litológica............................ 74
a.3 Espesor.................................................... 75
a.4 Edad......................................................... 75
a.5 Análisis Secuencial y Evolución Vertical 77
a.6 Medio Ambiente Deposicional............... 81
a.7 Correlación.............................................. 83
b) Formación Chachacumane .......................... 84
b.1 Introducción............................................ 84
b.2 Descripción Litológica............................ 85
b.3 Espesor.................................................... 85
b.4 Edad......................................................... 86
b.5 Análisis Secuencial y Evolución Vertical 87
b.6 Medio Ambiente Deposicional............... 91
b.7 Correlación.............................................. 92
3.2.3.5 Formación Chulluncane.................................... 93
3.2.4 Cenozoico..................................................................... 97
3.2.4.1 Formación Tarata.............................................. 97
3

3.2.4.2 Formación Huilacollo....................................... 100


3.2.4.3 Formación Huaylillas....................................... 101
3.2.4.4 Depósitos antiguos de escombros de
deslizamientos.................................................. 103
3.2.4.5 Grupo Barrosos................................................ 105
3.2.4.6 Conglomerados Calientes................................ 106
3.2.4.7 Toba Tala......................................................... 108
3.2.4.8 Depósitos aluviales recientes.......................... 109
3.3 Rocas Intrusivas...................................................................... 110
3.3.1 Complejo Plutónico Mal Paso.................................... 110
3.3.2 Unidad Intrusiva Challaviento.................................... 113
3.3.3 Unidad Intrusiva Lluta................................................ 114
3.3.4 Pórfido Dacítico de Palquilla...................................... 116
3.3.5 Sills y diques básicos.................................................. 117
3.4 Tectónica................................................................................. 117
3.4.1 Sistema de fallas Incapuquio y Challaviento.............. 118
3.4.1.1 Tectonitas Incapuquio..................................... 120
3.4.2 Edad de la actividad del Sistema de fallas Incapuquio
y Challaviento............................................................. 121

CAPITULO IV
EVOLUCION PALEOGEOGRAFICA Y PALEOTECTONICA
EN EL INTERVALO PALEOZOICO SUPERIOR-CRETACEO
INFERIOR ....................................................................................... 123
4.1 Interpretación geodinámica en la zona de estudio.................. 123
4.1.1 Introducción................................................................ 123
4.1.2 Evolución Paleogeográfica en el
Devoniano?-Misisipiano............................................. 123
4.1.3 Evolución Paleogeográfica del
Pensilvaniano al Hetangiano...................................... 124
4.1.4 Evolución Paleogeográfica del
Sinemuriano al Valanginiano..................................... 126
4.1.5 Invasión de la Cuenca por una sedimentación
Volcanodetrítica a partir del ?Hauteriviano............... 133
4.2 Interpretación geodinámica en otros sectores de la cuenca... 137
4.2.1 Introducción............................................................... 137
4.2.2 Estudios referentes al sur del Perú............................. 138
4.2.2.1 Evolución de la Cuenca de Arequipa............. 138
4.2.2.2 Comparación con el área de estudio.............. 142
4.3 Estudios referentes al margen occidental de Sudamérica
(Gondwana)........................................................................... 145
4

CAPITULO V
GEOLOGÍA ECONOMICA............................................................ 148
5.1 Introducción............................................................................. 148
5.2 Depósitos Metálicos................................................................. 148
5.3 Depósitos No-Metálicos.......................................................... 149
5.4 Hidrocarburos......................................................................... 151
5.4.1 Posibles Rocas Madre................................................. 151
5.4.2 Posibles Rocas Reservorio......................................... 151

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES............................ 153


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS............................................. 158
ILUSTRACIONES
TABLAS
ANEXOS
5

CAPITULO I

INTRODUCCIÓN

La Cordillera de los Andes es una de las principales cadenas montañosas


existentes en la corteza terrestre. Desde muchos años, el conocimiento de su
evolución geodinámica a través del tiempo es el principal objetivo de muchos
estudios científicos.

Dentro del marco del Convenio firmado entre el Institut de Recherche pour
le Développement (IRD) de Francia y la Universidad Nacional Jorge Basadre
Grohmann, representada por la Escuela de Ingeniería Geológica-Geotécnia de la
UNJBG de Tacna, se vienen realizando investigaciones en la parte central de la
Cordillera de los Andes, principalmente en el lado centro-occidental del llamado
Oroclino boliviano (Fig. 1.1). El objetivo principal es entender los procesos
sedimentarios, magmáticos y tectónicos, preorogénicos y sinorogénicos, que se
desarrollaron en este segmento de la cadena andina.

La actividad de la cuenca triásico?-jurásica en el sur del Perú (cf. Sempere


et al., 2002) constituye una etapa preorogénica de mayor importancia. Esta cuenca
ha sido mayormente estudiada en la zona de Arequipa donde se propusieron
modelos evolutivos que no han sufrido muchas variaciones hasta la actualidad.

El interés científico sobre los proceso preorogénicos y la importante


actividad de esta cuenca motivaron la realización del estudio “Estratigrafía y
Paleogeografía del intervalo Paleozoico Superior-Cretáceo inferior en el extremo
Sur del Perú” (Area Mal Paso-Palca), en el cual se presenta datos nuevos
referentes al origen y actividad de los procesos sedimentarios que se produjeron
durante este intervalo estratigráfico, y su relación con la fuerte actividad
magmática registrada en la zona de estudio Mal Paso - Palca.

1.1 Ubicación

El área Mal Paso-Palca se ubica, morfológicamente, sobre la


Ladera Pacífica de la Cordillera de los Andes (ver más adelante), a unos 58
km al noreste de la ciudad de Tacna. Se extiende dentro de las provincias
de Tacna y Tarata; los poblados que se encuentran dentro de esta área son:
Palca, Palquilla, Ataspaca, Challaviento, Toquela, Ancoma y Caplina,
6

además de los caseríos: Huanune, Huanune Chico, Causuri, Chulpapalca,


Ingenio, Mal Paso, Huacano Grande y Huacano Chico.

El área de estudio tiene forma de un polígono irregular (Fig. 1.2),


cuyos vértices presentan las siguientes coordenadas (UTM-Sistema
WGS84) :

1.- 378 000 E 8 058 000 N


2.- 383 000 E 8 043 000 N
3.- 393 000 E 8 038 000 N
4.- 395 000 E 8 031 000 N
5.- 409 000 E 8 028 000 N
6.- 407 000 E 8 045 000 N
7.- 393 000 E 8 057 000 N

El perímetro de este polígono irregular alcanza los 98.9 km.,


mientras que el área calculada es de 512.2 km2 aproximadamente. El área
ha sido dividida en cuatro sectores: noroeste(NO), noreste (NE), sureste
(SE) y suroeste (SO), con el fin de brindar una mejor ubicación dentro de
la zona de estudio.

La región tacneña aun se encuentra poco estudiada. Su ubicación


dentro del sector centro-occidental de la Cordillera de los Andes (Fig. 1.1)
muestra la importancia del conocimiento de su estratigrafía. Estos puntos
fueron fundamentales en la determinación del Area Mal Paso-Palca como
zona de estudio.

1.2 Accesibilidad

Se puede tener acceso a la zona de estudio por medio de las


siguientes vías (Fig. 1.2):

• Carretera Tacna-Calientes-Pallagua, asfaltada desde Tacna hasta la


localidad de Calientes (aproximadamente 20 km), continuando un
tramo afirmado de 15 km hasta las cercanías de Pallagua.

• Carretera Tacna-Tarata, asfaltada desde Tacna hasta las cercanías del


caserío de Huacano Grande continuando afirmada hasta Tarata.
7

• La carretera Tacna-Palca-Bolivia, asfaltada hasta la zona de Lluta


continuando afirmada hasta Bolivia.

Además de estas vías existe un sinnúmero de caminos de


herradura que atraviesan diferentes partes del área Mal Paso-Palca.

1.3 Objetivos

• El objetivo científico y principal de este trabajo es contribuir a


mejorar el conocimiento geológico del área ubicada al norte y noreste
de Tacna, especialmente en lo que se refiere a las rocas de edad
Paleozoico superior a Cretáceo inferior.

• El objetivo personal para la presente tesis es obtener el grado de


Ingeniero Geólogo-Geotecnista.

1.4 Método de Trabajo

1.4.1 Fase de Recopilación de Información

En esta fase se trató de obtener toda la información


disponible relacionada con el interés científico que se tiene sobre la
zona de estudio. Esto comprendió la interpretación de fotos aéreas e
imagen satelital, con el fin de realizar un mapeo geológico y
estructural preliminar. Para el tratamiento de la imagen satelital se
hizo uso del software de procesamiento digital ENVI 3.5.

Si bien no existen muchos estudios sobre el intervalo


Paleozoico superior - Cretáceo inferior en esta parte de la región, se
obtuvo una base de datos suficiente para plantear una estratigrafía
local preliminar, y así mismo se evaluó los modelos de evolución
paleogeografía del extremo sur del Perú planteados por diferentes
autores.

1.4.2 Fase de campo y procesamiento de datos

En esta fase se llevó a cabo una serie de campañas de


campo de 4 a 5 días de duración, cuyo objetivo era trazado
previamente en gabinete. Finalizada cada una de las campañas de
campo, se procesaban los datos recolectados, planteándose
8

hipótesis iniciales de trabajo que posteriormente iban madurando y


confluyendo conforme se realizaban las siguientes campañas de
campo.

Para las campañas iniciales se planteó como objetivos


principales la comprobación y corrección del mapeo geológico y
estructural, obtenidos de la interpretación de las fotografías aéreas y
de la imagen satelital; y segundo, la selección de secciones
estratigráficas que brinden las mejores condiciones para el
levantamiento de columnas.

Para cumplir con los objetivos de la tesis se seleccionaron


cuatro secciones; tres en la zona de Palca y una en la zona de
Palquilla. Las columnas se levantaron en campañas siguientes, en
donde la búsqueda de fósiles fue muy minuciosa, con el fin de
obtener un porcentaje elevado de ejemplares en buen estado que
valgan para su determinación y una definición cronológica óptima.

Las plantas encontradas en Mal Paso fueron estudiadas por


el Dr. Roberto Iannuzzi (Universidade do Rio Grande do Sul, Porto
Alegre, Brasil; Pino et al., 2002). Los ammonites encontrados
fueron rotulados y enviados a Francia donde fueron estudiados por
el Dr. Luc Bulot (CNRS - Universidad de Marsella).

En los casos de duda sobre la naturaleza de las rocas


encontradas, se procedió a un muestreo para un posterior estudio en
secciones delgadas.

También se muestreó algunas rocas ígneas para su eventual


datación en el Laboratorio de Geocronología de la Universidad de
Nice (Francia), es decir en caso de que se pudiera comprobar una
ausencia de alteración de los minerales datables.

1.4.3 Fase de representación e interpretación de los datos

Culminada la etapa de campo, se procesó toda la


información recolectada con la finalidad de interpretarla y, por
último, establecer las conclusiones de la investigación realizada.
Las interpretaciones del presente estudio fueron confrontadas con
teorías propuestas por otros autores en investigaciones anteriores.
9

La producción gráfica que se presenta como resultado de


esta investigación, está conformada por: un mapa geológico-
tectónico a escala, georeferenciado en el sistema de coordenadas
WGS84 (Base topográfica obtenida en: Hojas 36-v y 36-x a escala
1:100 000 del Instituto Geográfico Nacional-2da. Edición); cuatro
columnas estratigráficas, con su respectiva descripción e
interpretación; por último, esquemas paleogeográficos del intervalo
Paleozoico superior - Cretáceo inferior.

También se presenta un mapa geomorfológico donde han


sido definidas las unidades morfológicas presentes en la zona de
estudio.

Por último se realizó la redacción de la presente tesis donde


se presenta el producto de dos años de trabajo. En este trabajo se
usan las edades absolutas indicadas por Palmer y Geissman. (1999)
para el Paleozoico, y Hardenbol et al. (1998) para el Mesozoico y
Cenozoico.

1.5 Trabajos anteriores

• En 1921, J. Felsh presenta un estudio titulado “Indicios de Petróleo


en Capas del Calloviano-Jurásico Superior, en la quebrada Chichaja”
(Palca-Tacna) publicado en Chile. El texto no ha podido ser
encontrado en la bibliografía nacional, por lo que no se tiene mayor
referencia.

• En 1962, J. Wilson y W. García realizaron el levantamiento


geológico de los cuadrángulos de Pachía y Palca, como parte del
programa de la Carta Geológica Nacional, presentando un boletín
para las cartas geológicas 36–V (Pachía) y 36–X (Palca).

• En 1981, el Dr. Jean-Claude Vicente publica su trabajo titulado


“Elementos de la Estratigrafía Mesozoica Sur-Peruana” (Vicente,
1981), donde trata de establecer una correlación entre las formaciones
jurásicas presentes en el extremo sur del Perú y las formaciones
clásicamente conocidas de la Cuenca de Arequipa.

• En 1985, Edgar E. Salinas presenta su trabajo de tesis de grado,


titulado “Evolución Paleogeográfica del Sur del Perú a la luz de los
10

Métodos de Análisis Sedimentológicos de las Series del


Departamento de Tacna”, en la Facultad de Geología, Geofísica y
Minas de la Universidad Nacional de San Agustín.

• En el 2000, el INGEMMET da inicio al programa de actualización


del Mapa Geológico del Perú a escala 1:50 000, con la revisión y
actualización de las cartas geológicas pertenecientes a la franja 1
(región sur del Perú). La revisión de las cartas de los cuadrángulos de
Pachía y Palca estuvo a cargo de R. Monge y J. Cervantes.
CAPITULO II
GEOMORFOLOGÍA

2.1 Introducción

En la región sur del Perú se han definido 4 unidades


morfotectónicas: La Cordillera de la Costa, el Pie de Monte Pacífico, la
Ladera Pacífica de los Andes, la Cordillera Occidental y el Altiplano (Fig.
2.1). Dentro del departamento de Tacna, la Ladera Pacífica de los Andes se
encuentra coronada en su borde noreste, por una serie de aparatos
volcánicos que conforman una morfología denominada “Cadena Volcánica
del Barroso” o “Cordillera del Barroso”, la cual pertenece a la Codillera
Occidental (Wilson y García, 1962; Salinas, 1985). La zona de estudio se
ubica dentro de la Ladera Pacífica de los Andes (Fig. 2.1).

2.2 Descripción de las Unidades Morfotectónicas

De acuerdo con la ubicación geográfica y geomorfológica de la


zona de estudio, se cree conveniente hacer una descripción de las unidades
morfotectónicas ubicadas al noreste del departamento de Tacna.

2.2.1 Ladera Pacífica de los Andes

Esta unidad conforma una faja con dirección general NO-


SE, que se encuentra disectada por numerosas quebradas,
resultando en una topografía muy accidentada con un predominio
de pendientes fuertes (Wilson y García, 1962). En el límite con el
Pie de Monte Pacífico se registran cotas entre los 600 y 1000
msnm; mientras que por su lado noreste, en la zona limítrofe con la
Cadena Volcánica del Barroso, se tienen cotas entre los 4000 y los
4500 msnm (Fig. 2.2).

Dentro de esta unidad se encuentra parte de las cuencas


receptoras de los principales ríos del departamento de Tacna (ríos
Locumba, Sama y Caplina). El río Caplina, cuyo valle presenta una
forma en “V”, atraviesa la parte central de la zona de estudio. Este
valle, tal como lo describiera Wilson y García en 1962, alcanza
profundidades resaltantes (más de 1000 m de socavación) cerca de
las nacientes del río (Fig. 2.3).
13

2.2.2 Cadena Volcánica del Barroso

Esta cadena volcánica, como ya se mencionó, se encuentra


al noreste de la Ladera Pacífica de los Andes y presenta una
orientación noroeste-sureste y localmente norte-sur. En esta unidad
se registran algunos de los puntos más altos de la región, como por
ejemplo el Nevado del Barroso que culmina en 5700 msnm.

La Cadena Volcánica del Barroso está conformada por un


conjunto de aparatos volcánicos, así como vestigios de grandes
conos, que manifiestan que la actividad magmática fue importante
en los últimos millones de años. Las cumbres de estos conos se
encuentran cubiertos por cascos permanentes de nieve (Fig. 2.2).

2.2.3 Altiplano

En la región tacneña se tiene una pequeña área altiplánica,


ubicada al este del departamento, en el lado nororiental de la
Cordillera del Barroso (Fig. 2.1). Esta unidad alcanza su mejor
desarrollo en Bolivia.

Consiste en extensas pampas situadas sobre los 4100


msnm. Estas superficies están formadas por depósitos
fluvioglaciares. El drenaje está compuesto por riachuelos y valles
pantanosos de poca profundidad (Wilson y García, 1962).

2.3 Descripción de las unidades geomorfológicas locales

Se han definido 5 unidades geomorfológicas locales dentro de la


zona de estudio, que a su vez se hallan dentro de la Ladera Pacífica de los
Andes. En la Figura 2.4 (en Anexos) se muestra un mapa morfológico
donde se diferencia estas unidades locales descritas.

2.3.1 Zona de Montañas


14

Esta unidad ocupa el 60 % de la zona de estudio. Las


montañas presentan elevaciones que oscilan entre los 3100 msnm
(Cerro Negro) y los 4655 msnm (Cerro Chulluncane), en los
sectores noroeste y sureste respectivamente.

Las elevaciones que superan los 4000 msnm se encuentran


predominantemente en los sectores noreste y sureste de la zona de
estudio, podemos mencionar los cerros Chulluncane, Llaullacane,
Achocollo, Junerata, Pelado, Challavilca, Sino, Sarani, Agua de
Milagro, Sale, Palquilla y Talane.

Estas elevaciones son predominantemente escarpadas y


rugosas, ya que están formadas en su mayoría por rocas volcánicas
basálticas y por cataclasitas-milonitas (Fig. 2.5), las cuales
presentan un alto grado de dureza. Los cerros Pelado, Chulluncane,
Llaullacane y Sarani están formados por rocas sedimentarias, por lo
que presentan formas menos rugosas a excepción de las escarpas
formadas por potentes niveles de conglomerados y areniscas
cuarcíticas en la cumbre del cerro Chulluncane.

El sistema de drenaje preponderante en esta unidad local,


es de tipo dendrítico, presentando algunas variaciones, en cuanto a
su densidad y forma, debido a los diferentes tipos de rocas que
afloran en la zona. Cada sistema de drenaje tiene una confluencia
hacia los principales ríos o quebradas presentes en el área de
estudio, como la quebrada Huacano Grande, el río Caplina y la
quebrada Palca.

2.3.2 Superficie Huaylillas

La Superficie Huaylillas corresponde a la superficie de


deposición de las últimas ignimbritas que conforman la Formación
Huaylillas, datadas en ~18 Ma en Tacna y ~12 Ma en Chile (ver
Capítulo III). Esta superficie tiene por lo tanto una edad Mioceno
inferior en la región de Tacna, y por consiguiente en la zona de
estudio. Se preservó en varios sectores de la región debido a la
existencia de un clima desértico y a la debilidad de los fenómenos
erosivos.
15

Fue descrita inicialmente por J. Wilson (1962) en el


cuadrángulo de Huaylillas, donde se puede apreciar una topografía
que se distingue ampliamente de la circundante (Fig. 2.6). Esta
distinción se basa en un drenaje paralelo conformado por pequeñas
quebradas no muy profundas en forma de “V”, que presentan una
dirección casi constante, con un promedio hacia N 75° E. Hacia el
noroeste, la dirección del drenaje varía progresivamente,
presentando una tendencia a orientarse más hacia el este.

En la región de Tacna, a lo largo de la Cordillera


Occidental, se pueden apreciar remanentes de esta superficie
Huaylillas en las cumbres de algunas elevaciones. Sólo en el
cuadrángulo Huaylillas alcanza una gran extensión.

Esta morfología se puede apreciar en el extremo inferior


izquierdo del sector sureste de la zona de estudio, en la cumbre del
cerro Huanune y parte del cerro Condorine (Fig. 2.7), y, además, en
parte del cerro Niquela (flanco izquierdo de la quebrada Palca). En
estos vestigios de la Superficie Huaylillas la dirección del drenaje
presenta una variación hacia el sur, registrándose un promedio de
N45ºE, aproximadamente.

2.3.3 Escarpas y escombros de deslizamiento

Existe una serie de deslizamientos asociados a los


afloramientos de la Formación Huaylillas, que han dejado restos
como escarpas y depósitos de escombros (Fig. 2.6), que forman una
topografía particular que merece ser diferenciada de las demás
unidades geomorfológicas (ver más adelante).

Esta unidad ha sido descrita en la cuenca del río Callazas


(C. Bedoya, 1988), donde presenta una escarpa de deslizamiento de
aproximadamente 10 km de longitud. También ha sido definida en
la cabecera de algunas quebradas que conforman la cuenca del Río
Caplina (Wilson y García, 1962; Flores, en prensa).
16

Dentro de la zona de estudio, esta unidad se ubica en el


mismo sector donde se describió la superficie Huaylillas, en ambos
flancos de los cerros Huanune y Condorine (Fig. 2.7), y en el flanco
suroeste del cerro Niquela. Presenta pequeñas escarpas con una
longitud máxima de 4 km (flanco noroeste del cerro Huanune), esto
debido a los reducidos afloramientos de la formación Huaylillas. La
inclinación de las escarpas varía entre 50º y 60º.

El fracturamiento y deslizamiento de grandes bloques de la


formación Huaylillas generó la acumulación de depósitos de
escombros en la base de las escarpas. Estos depósitos están
conformados por bloques angulosos de ignimbrita soportados en
una matriz generada por la trituración de la misma roca. Estos
depósitos presentan una topografía suave e irregular, así como un
drenaje escaso e irregular.

2.3.4 Incisión de Valles

Dentro de la zona de estudio es muy visible la presencia de


grandes socavaciones. Las dimensiones que presentan estas
socavaciones, en comparación con el resto del sistema de drenaje,
permiten diferenciarlas como una unidad geomorfológica local
(Fig. 2.3 y fig. 2.8).

Las incisiones que forman parte de esta unidad, y sus


profundidades, son las siguientes:

• la quebrada Huacano Grande con 850 m,


• la quebrada Contañane con 1420 m,
• el valle del río Caplina con 1090 m,
• la quebrada Ataspaca con 500 m,
• la quebrada Palca con 600 m.
Las profundidades han sido definidas en los puntos con
mayor socavación dentro de su curso.
17

La incisión de los valles se debe a un proceso erosivo


controlado por dos factores:

• el desnivel entre el nivel de base (el Océano


Pacífico) y la Ladera Pacífica de los Andes, el cual
es una consecuencia de la orogenia andina.
• la cantidad de aguas pluviales recibidas por la
vertiente.

En el Area Mal Paso-Palca, estos valles transversales


presentan una dirección noreste-suroeste, y registran sus zonas más
profundas en el lado noreste (sus nacientes), con profundidades que
superan los 1000 m (ver en párrafos superiores). Estos valores
demuestran la intensidad del proceso erosivo.

2.3.5 Terrazas Aluviales

En el sector noroeste de la zona de estudio, en los


alrededores del caserío Huacano Grande, se han reconocido
depósitos cenozoicos compuestos por facies de origen aluvial.
Estos depósitos han formado una terraza de aproximadamente 7 km
de longitud por 1.5 km de ancho, que se encuentra colgada en el
margen izquierdo de la quebrada Huacano Grande (Fig. 2.4, en
Anexos). Fuera del Area Mal Paso-Palca, terrazas homónimas
alcanzan un mayor desarrollo en la curso inferior de la quebrada
Huacano Grande, donde toma el nombre de quebrada Chero,
formando extensas zonas de pedimentos.

La terraza presenta una superficie regular, con una ligera


inclinación de 8º en dirección noroeste-oeste. La superficie es
atravesada por una serie de quebradas paralelas con dirección
noreste. Estas pequeñas quebradas confluyen en la quebrada
Huacano Grande en forma diagonal.

2.4 Hidrología
18

El área de estudio Mal Paso-Palca se extiende, principalmente,


dentro de la cuenca receptora del río Caplina, solo el sector noroeste se
encuentra dentro de la cuenca de la quebrada Huacano Grande.

El río Caplina, así como los ríos Sama y Locumba, pertenecen a la


Hoya Hidrográfica del Pacífico. Estos tres ríos forman los principales
valles del departamento de Tacna.

La cuenca receptora del río Caplina se extiende desde la Cordillera


del Barroso (Nevados Barroso, Chipiquiña y Yurimani) hasta la localidad
de Calientes, 18 km al SW de la zona de estudio, presentando un área
aproximada de 1200 km2 (Salinas, 1985). La zona de mayor aporte al
escurrimiento superficial se encuentra entre los 3900 y 5500 msnm,
denominándola cuenca “húmeda” (Programa de Adecuación y Medio
Ambiente-PAMA, INADE, 2000).

La información hidrométrica de la Cuenca Caplina data desde el


año 1939, estableciéndose una descarga media mensual multianual de
0.992 m3/s, con mínimas de 0,105 m3/s y máximas de 21,904 m3/s
(PAMA, INADE, 2000).

La cuenca hidrográfica de la quebrada Huacano Grande nace en


los alrededores del poblado de Palquilla y se extiende, con dirección
noreste, hasta la pampa de Layagache donde se encuentra su cono
deyectivo. El canal principal alcanza una longitud aproximada de 37 km,
desde sus nacientes hasta la desembocadura en su cono deyectivo. La
cuenca presenta una escasa escorrentía superficial durante el año, solo en
los meses de enero, febrero y marzo (temporada de lluvias) se registran
descargas excepcionales; debido a su reducida importancia hidrológica no
existe ningún estudio de esta cuenca ni información hidrométrica
disponible.

2.5 Clima (Fuente de datos: ONERN, 2000)

En la Ladera Pacífica de los Andes se presentan Unidades


Bioclimáticas caracterizadas por la aridez, las altas temperaturas, las bajas
precipitaciones, la escasa escorrentía y la ocurrencia de huaycos
19

excepcionales asociados a años húmedos y al fenómeno El Niño (PAMA,


INADE, 2000).

Conforme se asciende en la morfología de la Ladera Pacífica de


los Andes se presentan variaciones en la temperatura y las precipitaciones
pluviales. En general, el clima dentro de la zona de estudio es desértico.
Entre los 2600 y 3600 msnm ocurren precipitaciones pluviales que varían
entre 50 y 100 mm/año; temperaturas medias entre 6,5 y 13º C; con un
clima árido y templado cálido, y una humedad relativa baja. Entre los 3600
y 3800 msnm se registran precipitaciones que varían entre 100 y 150
mm/año, y una temperatura promedio entre 6,5 y 12ºC , en los meses de
junio y julio la temperatura desciende a menos de cero grados centígrados.
El clima es semi-árido y templado frio.

La zona comprendida entre 3800 y 4600 msnm presenta


precipitaciones entre 100 y 200 mm/año y temperaturas medias anuales
entre 3 y 5ºC.

Durante todo el año existen vientos fríos en las quebradas


principales y en las partes altas de las montañas, que pueden alcanzan
velocidades importantes.

2.6 Vegetación

La vegetación natural de la zona es del tipo desértico, siendo


escasa en la morfología, esto debido a las condiciones climáticas descritas
anteriormente. En los fondos de los valles, principalmente en el río Caplina
y la quebrada Palca, se presentan escorrentías de agua que permiten un
mayor desarrollo de vegetación (Fig. 2.9). Entre las plantas más
representativas se puede mencionar: la grama, cola de caballo, paja
cortadera, hierba buena silvestre, arbustos y también árboles, como el
molle. La escasa cobertura vegetal de las montañas es dominada por las
plantas cactáceas, teniendo como principal variedad el Zancayo, el cual
llega a medir 2 m de altura (Fig. 2.10). Así mismo, se observa gran
cantidad de arbustos leñosos espinosos.

Los habitantes de los diferentes poblados y caseríos que se


encuentran dentro de la zona de estudio se dedican a la actividad agrícola,
teniendo como principales cultivos el orégano, maíz, la alfalfa, y la papa,
20

así mismo, el haba y la tuna. La siembra y tala de árboles también es una


actividad que se realiza en esta zona. El eucalipto es uno de los principales
árboles utilizados como material de construcción y como leña para uso
doméstico y comercialización. Para el desarrollo de su agricultura hacen
uso de un sistema de irrigación artesanal por gravedad.
CAPITULO III
CONTRIBUCIÓN A UNA SINTESIS ACTUALIZADA DEL MARCO
GEOLÓGICO REGIONAL

3.1 Introducción

Para los fines científicos de la presente tesis, se ha replanteado con


mayor detalle la geología del Area Mal Paso-Palca (Fig. 3.1, en Anexos)
con el objetivo de realizar una reconstrucción lito y cronoestratigráfica
(Fig. 3.2) que se acerque más a la realidad. Dentro del replanteo geológico
se ha considerado conveniente mantener los nombres sensu stricto de las
formaciones locales, dejando de lado la extensión regional de algunos
nombres formacionales propuesta por otros autores, por considerar de que
existen variaciones laterales en un ámbito regional que dificulta este tipo
de definición como sucede con las unidades estratigráficas definidas en la
región arequipeña.

La geología de la zona de estudio está representada por rocas del


zócalo precámbrico, paleozoicas y sobretodo mesozoicas; también se
tienen reducidos afloramientos de rocas cenozoicas en algunos sectores.
Las rocas precámbricas y paleozoicas afloran principalmente en el sector
noroeste, mientras que las rocas mesozoicas ocurren en los cuatro sectores
del área de estudio.

La estructura tectónica de la región y sobretodo de la zona de


estudio es dominada por el sistema de fallas Incapuquio; existen varios
afloramientos de rocas cuyo origen se encuentra aparentemente ligado al
funcionamiento del sistema Incapuquio. Asimismo, se han descrito rocas
magmáticas intrusivas en diferentes zonas del área Mal Paso-Palca.

3.2 Estratigrafía

3.2.1 Basamento metamórfico

En la región de Tacna el basamento metamórfico


solamente se conoce en una zona de afloramientos, en el sector
noroeste de la zona de estudio. Una de sus mejores exposiciones se
encuentra en ambos flancos de la quebrada Huacano Grande, a la
29

altura del Cerro Machani. La zona de afloramientos se extiende en


forma alargada con dirección NNO-SSE a través de los cerros
Ancocalani y Chinchillane. Este basamento metamórfico es
suprayacido por la Formación Machani (Wilson y García, 1962).

El basamento metamórfico se encuentra conformado por


rocas metamórficas foliadas. Se trata mayormente de gneises
aluminosos (Salinas, 1985) que presentan una alternancia de zonas
ricas en minerales ferromagnesianos alterados y de leucosomas
cuarzo-feldespáticos subordinados de 1 a 5 mm de espesor (Fig.
3.3). La foliación del gneis se mantiene similar en toda la zona de
afloramientos; en diferentes puntos se midió 130/78NE, 132/83NE,
135/60NE, 125/65NE, 130/80NE, 102/51NE.

Las rocas metamórficas que afloran entre Tacna y Tarata


son gneises que quedan sin estudio detallado. Dado su ubicación
geográfica, estos gneises se pueden comparar con 3 áreas que sí
cuentan con estudios:

• Las rocas precámbricas del bloque Mollendo-Camaná registran


un intenso metamorfismo a ~1000 Ma de un protolito viejo de
~1900 Ma (Wasteneys et al., 1995; Martignole y Martelat,
2003). Sus afloramientos más orientales (Cocachacra) se
encuentran ~190 km al ONO de Huacano y presentan facies
metamórficas de muy alta temperatura (Martignole y Martelat,
2003), distintas de las presentes en Huacano.

• Las rocas precámbricas del Cerro Uyarani (Bolivia; 18°30’S,


68°40’W) afloran a 180 km al ESE de Huacano. Consisten de
granulitas foliadas máficas y félsicas, charnockitas, y
anfibolitas, que son facies distintas de las de Huacano. Su
estudio geocronológico evidencia que registran el
metamorfismo a ~1000-1150 Ma de un protolito viejo de
~2000 Ma (Wörner et al., 2000), y en eso se asemejan a las del
bloque Camaná-Mollendo.

• Las rocas metamórficas de Belén (norte de Chile; 18°30’S,


69°30’W) afloran a 120 km al SSE de Huacano y consisten de
anfibolitas, gneises, esquistos, y cuarcitas menores, facies que
en parte son similares a las de Huacano. Los circones de su
30

protolito sugieren edades de 1700-1900 Ma pero podría tratarse


de circones detríticos (Wörner et al., 2000). Estas rocas han
registrado dos transformaciones metamórficas, respectivamente
durante los períodos 540-460 Ma (Cámbro-Ordoviciano) y
390-360 Ma (Devoniano medio y superior), y por lo tanto se
pueden considerar como de edad paleozoica (Wörner et al.,
2000).

Dado esta variedad de rocas y edades en las tres áreas


donde se conocen rocas metamórficas a una distancia menor a 190
km, se tiene que recomendar un estudio petrológico y
geocronológico de las rocas metamórficas de Huacano.

Stewart et al. (1974) publicaron una edad aparente (K-Ar


sobre muscovita) de 187 Ma (Jurásico inferior) para un gneis
muestreado en los alrededores del Cerro Pallagua, en el sector
suroeste de la zona de estudio. Pese a que existen dudas acerca de
la ubicación exacta de esta muestra, es evidente que se trata de una
roca del basamento metamórfico cuyo sistema K-Ar fue
probablemente reinicializado en ~187 Ma, es decir alrededor del
Toarciano. Esta edad aparente, por lo tanto, indicaría la finalización
de una anomalía térmica responsable de la reinicialización local del
sistema K-Ar.

3.2.2 Devoniano?-Misisipiano

3.2.2.1 Formación Machani

La Formación Machani (Wilson y García, 1962)


aflora dentro del sector noroeste de la zona de estudio. El
afloramiento se extiende sobre los cerros Machani y Lluta
(Fig. 3.4), donde se puede observar el contacto entre esta
formación y el basamento metamórfico. El contacto entre
ambas unidades se extiende en dirección sur-sureste sobre
parte de los Cerros Ancocalani y Chinchillane. Este
afloramiento es el único descrito en esta parte de la región.

La Formación Machani se encuentra suprayaciendo


en discordancia angular al basamento metamórfico. Al este
31

de su zona de afloramiento, existe una serie sedimentaría


carbonífera, reconocida por ahora como Grupo Ambo (Pino
et al., 2002) (ver más adelante Fig. 3.27). El contacto entre
la Formación Machani y el Grupo Ambo aún no ha podido
ser observado. La Formación Machani, tal como fue
definida en el Cerro Machani, sea representa una unidad
anterior a este Grupo Ambo, sea forma su parte basal.

Los estratos de esta unidad litoestratigráfica


presentan un rumbo comprendido entre N150 y N190, y un
buzamiento promedio de 45º hacia el suroeste. La unidad ha
sido afectada por la actividad del Sistema de fallas
Incapuquio, por lo que presenta una sección incompleta de
aproximadamente 400 m de espesor. La Formación Machani
es una serie sedimentaria granodecreciente; en su base se
observan niveles conglomerádicos intercalados con
areniscas finas oscuras. Los conglomerados están
compuestos principalmente por clastos redondeados de
gneis envueltos en una matriz arenosa (filarenitas). Prosigue
una alternancia de conglomerados finos, areniscas gris
oscuras y lutitas negras. Por último, se observa una potente
sucesión de delgados bancos de lutita negra, donde se han
hallado restos fósiles de plantas que no pudieron ser
extraídos para su determinación, debido a la alta fisibilidad
de la roca.

Se propuso inicialmente una edad triásica para esta


unidad (Wilson y García, 1962). Todos los fósiles
encontrados hasta la fecha en estratos atribuidos a la
Formación Machani provenían en realidad de los
afloramientos vecinos del Grupo Ambo. Por lo tanto, se
desconoce la edad de la Formación Machani, en caso de que
represente una unidad anterior al Grupo Ambo; sin
embargo, es probable que se trate entonces de un rango
cronológico cercano, tal como Carbonífero basal o
Devoniano. El rango propuesto se ubica dentro del intervalo
400-330 Ma. Cabe notar que la finalización de un
metamorfismo está datado en 390-360 Ma en Belén, a sólo
120 km al SSE de Machani (Wörner et al., 2000; ver más
arriba), y es muy posible que la reanudación de la
32

sedimentación representada por la Formación Machani esté


vinculada con este evento.

3.2.2.2 Grupo Ambo

Esta unidad sedimentaria aflora en el sector


noroeste de la zona de estudio y su afloramiento forma una
franja angosta de dirección NNE-SSO (Fig. 3.1, en Anexos).
Se expone a lo largo del flanco oriental de los cerros
Ancocalani y Chinchillane, así como en parte del flanco
occidental del Cerro Chare.

Los estratos del Grupo Ambo se encuentran


bastante plegados, por lo que es difícil determinar su
espesor total, sólo se observa la parte superior de esta
unidad. De acuerdo con la polaridad determinada en estratos
de calcarenitas, el Grupo Ambo se encuentra infrayaciendo
un conjunto de coladas basálticas asignado a la Formación
Junerata. Este contacto puede ser observado en las
quebradas Teninguirre y Ancosontine principalmente. Como
ya se mencionó, aún no se ha encontrado la base inferior de
esta unidad, mientras la Formación Machani aflora al oeste
del basamento metamórfico. Esto constituye un problema
estratigráfico que viene siendo investigado por el grupo de
investigación de la UNJBG.

El afloramiento de esta secuencia carbonífera está


constituido por una variedad de facies sedimentarias. Hacia
su parte inferior existe una alternancia de calizas fosilíferas
y calcarenitas que presentan una fina laminación ondulada.
Continua una sucesión finamente estratificada de lutitas
verdosas intercaladas con calizas negras. Los niveles de
lutitas contienen abundantes plantas y troncos fósiles.
Finalmente, hacia el contacto con las coladas volcánicas de
la Formación Junerata, se observa una predominancia de
areniscas blanquecinas de grano grueso y hasta
conglomerádico, que se intercalan con algunos niveles
calcáreos.
33

Las plantas fósiles recolectadas en los niveles


lutáceos verdosos fueron identificadas como:
Nothorhacopteris cf. kellaybelenensis (Fig. 3.5) y
Tomiodendron sp. (Fig. 3.6) (Pino et al., 2002), las cuales
indican el Misisipiano superior (Viseano superior –
Serpukhoviano inferior; ~340-325 Ma). Ambos taxones,
sobre todo la especie Nothorhacopteris cf. kellaybelenensis,
han sido reconocidos ampliamente en las zonas de Ocoña-
Puerto Viejo y Paracas (Grupo Ambo, costa del Perú) como
parte del registro del Reino Florístico de Paracas (Alleman y
Pfefferkorn, 1988); así como en la Península de Copacabana
(Bolivia) donde se han realizado estudios más detallados
sobre una mayor variedad florística (Azcuy y Suárez-
Soruco, 1993; Iannuzzi et al, 1993, 1994) hallada en niveles
lutáceos verdosos de la Formación Siripaca (miembro
superior del Grupo Ambo de Bolivia).

La similitud litológica y florística entre el Grupo


Ambo (peruano y boliviano) y la secuencia descrita dentro
del área de estudio, permite correlacionarlos sin ninguna
duda. Esta secuencia carbonífera aun no ha sido estudiada
con detalle, por lo que se cree conveniente establecerla, por
ahora, como Grupo Ambo, dentro de la zona de estudio.

En estratos ubicados en la zona de afloramiento del


Grupo Ambo, pero que fueron inicialmente considerados
como parte de la Formación Machani, se hallaron en niveles
calcáreos pelecípodos identificados como Myalina
pliopetina (Newell), que indican una edad Pérmico inferior
(Salinas, 1985). En el relevantamiento geológico de los
cuadrángulos del sur del Perú a escala 1:50 000, realizado
por INGEMMET en el año 2000, se identificaron en la
misma zona los pelecípodos que fueron determinados como
Phestia cf. P. brevirostris (Hall & Whittfield), Limoptera
macroptera (Conrad), Paracyclas rugosa (Goldfuss),
Pterinopecten sp., Dysodonta sp., Paraprothyris sp. y
Mytilarca sp. Estos pelecípodos, sin embargo, indican una
edad Devoniano inferior-medio (Aldana, 2002) que discrepa
con la edad brindada por la flora fósil Nothorhacopteris cf.
kellaybelenensis y Tomiodendron sp. Dado que en el
34

Paleozoico superior las plantas son mucho más diagnósticas


que los pelecípodos, se considera que es la edad misisipiana
que se tiene que tomar en cuenta, y se recomienda por lo
tanto una nuevo estudio de los pelecípodos.

3.2.3 Intervalo Pensilvaniano - Cretáceo inferior

El intervalo estratigráfico comprendido desde el


Pensilvaniano hasta el Cretáceo inferior es el principal motivo de
investigación en la presente tesis. Este intervalo se encuentra
conformado por cinco unidades litoestratigráficas (Fig. 3.2):
Formación Junerata, Formación Pelado, Formación San Francisco,
Grupo Yura, que a su vez está conformado por las formaciones
Ataspaca y Chachacumane, y Formación Chulluncane.

Se seleccionaron cuatro secciones para el levantamiento de


columnas: el Cerro Huanuane (formaciones Junerata, Pelado y San
Francisco), el cerro Palquilla (Formación Pelado), la quebrada
Ammos (Formación San Francisco) y la quebrada Cuviri-Quilla
(Grupo Yura y Formación Chulluncane). En particular, en los
siguientes párrafos se presenta un análisis sedimentológico de las
formaciones Pelado, San Francisco, Ataspaca y Chachacumane en
base a las columnas levantadas.

3.2.3.1 Formación Junerata

a) Introduccion

Esta unidad fue definida y descrita por Wilson y


García (1962), en el Cerro Junerata (cuadrángulo de
Palca). Fue redefinida por Salinas (1985), Monge y
Cervantes (2000), como Formación Chocolate, dada su
correlación estratigráfica con la Formación Chocolate s.s.
(i.e., sensu: Jenks,1948; Sempere et al., 2002) descrita en
Arequipa. Sin embargo, se prefiere mantener el nombre
original de Formación Junerata, por tratarse de facies
locales. La localidad tipo aflora en el Cerro Junerata,
ubicado al sureste inmediato del poblado de Palca, dentro
del sector sureste.
35

Los afloramientos de la Formación Junerata


(Wilson y García, 1962) se ubican en los sectores
noroeste, noreste y sureste, y se alinean con una
dirección NO-SE sobre los cerros Vilaccollo, Chare,
Yerbabuenani, Sino, Chontacollo, Junerata y Tarujane
(Fig 3.1). También se puede observar en ambos flancos
de la quebrada Palca, entre los caseríos Huanune y
Huanune Chico.

La Formación Junerata sobreyace


concordantemente al Grupo Ambo e infrayace de igual
manera a la Formación Pelado (Fig 3.2); además, en el
contacto superior se observa una superficie erosiva,
encima de la cual descansa una sucesión turbidítica que
conforma la base de la Formación Pelado.

b) Descripción Litológica

La Formación Junerata está compuesta de una


serie de coladas basálticas que en algunos niveles se
encuentran interestratificadas con delgados bancos de
sedimentos finos, descritos como lodolitas silíceo-
calcáreas (Pino et al, 2002). Se registran coladas de hasta
50 m de espesor, aunque es difícil determinar el contacto
entre ellas debido a la litificación y fracturamiento de la
roca. Los basaltos presentan cristales de plagioclasa
envueltos en una matriz afanítica. Las coladas exponen
una coloración gris violácea a verdosa debido a que las
rocas registran un alto grado de alteración que ha
provocado la transformación de la plagioclasa en epídota
y el rellenamiento de sus vacuolas por calcita y/o
calcedonia.

En la sección considerada, la parte aflorante de


esta serie volcánica corresponde a una sola secuencia
dividida en dos miembros. El miembro inferior culmina
con una superficie almohadillada que es cubierta por un
banco de sedimentos de 0,4 m de espesor (Fig. 3.7),
compuesto de lodolitas siliceo-calcáreas de color gris
oscuro a negro donde no se han encontrado fósiles.
36

En la sección del Cerro Vilaccollo también se


han observado delgados bancos de sedimentos finos
cubriendo coladas de basalto con superficies onduladas,
y posiblemente almohadillas (Fig. 3.8).

c) Espesor

Los afloramientos de esta formación han sido


afectados por el sistema de fallas Incapuquio, por lo cual
no existe una sección completa dentro de la zona de
estudio. En la sección del Cerro Huanuane aflora sólo la
parte superior de la formación, que está en contacto con
las facies calcáreas de la Formación Pelado; la parte
inferior de esta sección está en contacto con las
Tectonitas Incapuquio. En esta localidad la Formación
Junerata alcanza un espesor de 170 m, mientras que en la
sección de los cerros Vilaccollo y Junerata se calcula un
espesor aproximado de más de 300 m, a pesar que no se
observa su base en ambas secciones.

d) Edad

No se ha realizado ningún análisis de datación


sobre los basaltos de esta formación. El grado de
alteración que presenta la roca es un factor que impide la
determinación de una edad isotópica por decaimiento
radioactivo del potasio. Además, los niveles
sedimentarios carecen de elementos fósiles.

Dado que la Formación Junerata suprayace al


Grupo Ambo, que contiene flora fósil del Carbonífero
inferior (Misisipiano) a menos de 100 m por debajo del
contacto, mientras que la sobreyacente Formación Pelado
contiene ammonites del Sinemuriano inferior (Salinas,
1985), y suponiendo que no se produjo ninguna
interrupción estratigráfica mayor, se propone que el
vulcanismo básico de la Formación Junerata podría
haberse desarrollado entre el Carbonífero superior
(Pensilvaniano) y el Jurásico inferior temprano
(Hetangiano-Sinemuriano), es decir durante algún
período dentro del intervalo 320-200 Ma.
37

e) Evolución Vertical

En la columna del Cerro Huanuane (Fig.3.9), la


Formación Junerata se divide en dos secuencias
volcánicas.

La secuencia 1 está formada por dos coladas de


15 y 50 m de espesor respectivamente. Principalmente
presentan basaltos macizos, sin estructura alguna. Al
tope de la segunda colada se observan basaltos
almohadillados, que están cubiertos por un banco de 0,4
m de espesor compuesto por lodolitas siliceo-calcáreas
macizas (Fig. 3.7).

La secuencia 2 está integrada por cinco coladas


basálticas macizas de distintos espesores. El tope de la
primera colada de 30 m de espesor presenta una facies
brechada, que manifiesta un enfriamiento rápido de la
superficie del flujo volcánico.

f) Contexto volcánico

Estas dos secuencias corresponden a un conjunto


de pulsos volcánicos, que expulsó un abundante magma
básico fluido. Estos flujos se acumularon bajo agua,
como lo indican los basaltos almohadillados intercalados
con lodolitas.

Las lodolitas manifiestan cortos períodos de


calma en la actividad volcánica, que permitían una
acumulación de sedimento sobre una colada recién
depositada.

g) Correlaciones

Los niveles superiores de la Formación Junerata


son coetáneos de los niveles basales de la Formación
Chocolate del litoral tacneño. Por otro lado, la parte
inferior de la Formación La Negra del norte chileno, de
edad Hetangiano-Sinemuriano (Muñoz et al., 1988), fue
38

aparentemente sincrónica con los niveles más superiores


de la Formación Junerata. La Formación Chocolate s.s.
del Triásico superior-Jurásico inferior es sincrónica con
las coladas basálticas presentes en la zona de estudio.

3.2.3.2 Formación Pelado

a) Introduccion

Esta denominación fue dada por Wilson y García


(1962), quienes establecieron su sección tipo en el Cerro
Pelado (Fig. 3.10), ubicado en el extremo SE de la zona
de estudio. La Formación Pelado aflora principalmente
en los sectores noreste y sureste. Esta formación presenta
sus mejores exposiciones en los cerros Pelado, Sino y
Palquilla (antes identificado como Taracollo, al sur del
poblado de Palquilla).

En el Cerro Pelado, así como en los cerros


Palquilla y Sino, la Formación Pelado se encuentra
suprayaciendo, en contacto concordante y con una
superficie erosiva, a las coladas basálticas de la
Formación Junerata. El contacto de esta unidad calcárea
con la suprayacente Formación San Francisco es
transicional. En los cerros Pelado y Palquilla el tope de la
Formación Pelado se encuentra fallado; en la quebrada
Cuviri, cerca al caserío de Chulpapalca, las formaciones
Pelado y San Francisco se encuentran plegadas, lo que
hace difícil determinar el contacto entre ellas. También
aflora a lo largo de la quebrada Palca, en los cerros
Huanune y Huanuane, donde presenta un espesor
reducido (26 m), en comparación con las demás
secciones observadas.

La Formación Pelado marca el inicio de un


proceso continuo de sedimentación dentro de la cuenca y
de la reducción correspondiente de la actividad
magmática.

b) Descripción Litológica
39

La Formación Pelado se compone de una


secuencia basal clástica de 40 m de espesor, formada por
areniscas de coloración gris verdoso a verdoso, de grano
grueso a fino. Varios niveles presentan clastos de basalto
de diferentes diámetros.

Se sobreponen a esta secuencia basal tres


secuencias calcáreas, que presentan una evolución
vertical parecida. En la base de cada secuencia se
observan calizas en bancos gruesos, con laminación
ondulada, bioturbación y fragmentos de conchas. La
parte superior de cada secuencia es margosa, con algunas
intercalaciones de calizas oscuras en sus niveles iniciales.
En estas tres secuencias calcáreas se han encontrado
varios niveles fosilíferos.

c) Espesor

La Formación Pelado presenta un espesor de 475


m en la sección del Cerro Palquilla; en el Cerro Pelado
su sección mide 510 m (Wilson y García, 1962). La
sección del Cerro Huanuane, ubicada al suroeste del
Sistema de fallas Incapuquio, registra un reducido
espesor de 26 m.

d) Edad

Inicialmente se estableció una edad


Sinemuriano-Toarciano inferior para esta formación
(Wilson y García, 1962). Un estudio más detallado de
ammonites permitió precisar que la edad de la Formación
Pelado está comprendida entre el Sinemuriano inferior y
la base del Toarciano superior (Salinas, 1985), es decir
entre ~202 y ~184 Ma (Tabla 3.1).

En la parte inferior de la Formación Pelado se


han identificado los ammonites: Arietites sp., Arnioceras
cf. ceratitoides, Arnioceras cf. miserabile, y Asteróceras
cf. obtusum, que indican el Sinemuriano inferior
(Salinas, 1985).
40

En su parte media los ammonites Crucilobiceras


(Metadoceras) cf. venarense (Oppel), Uptonia cf.
obsoleta (Simpson), Tragophylloceras sp., y
Fanninoceras cf. behrendseni (Jaworski) indican el
Pliensbachiano inferior (Salinas, 1985).

Por último, en la parte superior, se identificaron


los ammonites Nodicoeloceras sp. o Dactylioceras
(Orthodactylites) sp., Peronoceras cf. subarmatum
(Young & Bird), Peronoceras cf. desplacei (d’Orbigny),
Hildaites? sp., y Harpoceras cf. chrysanthemum
(Yokoyama), así como ammonites de las familias
Dactylioceratidae e Hildoceratidae. En conjunto estos
ammonites indican una edad Toarciano medio. En los
niveles más superiores, se determinó el ammonite
Phymatoceras copiapense, que indica el Toarciano
superior (Salinas, 1985).

El estudio preliminar de los ammonites


recientemente recolectados en la sección del Cerro
Palquilla indica una edad toarciana en la parte media
superior de la Formación Pelado (L. Bulot, comunicación
personal).

e) Análisis Secuencial y Evolución Vertical

Columna del Cerro Palquilla (código P)

Dentro de esta sección (Fig. 3.11) se identifican


4 secuencias de segundo orden (P1, P2, P3 y P4), que a
su vez están divididas en varias secuencias elementales
(primero orden).

La secuencia P1 (40 m) está conformada por 6


secuencias elementales (numeradas P1a a P1f), en
general granodecrecientes. La secuencia P1a presenta
areniscas macizas con niveles microconglomerádicos y
base erosiva, además de niveles de areniscas con
gradación normal (turbiditas de tipo Ta-b) que retrabajan
un material basáltico y son afectadas por fallas
sinsedimentarias. La secuencia P1b contiene areniscas
con clastos flotantes y base erosiva, y niveles de
41

areniscas con gradación normal (Ta-b). La secuencia P1c


está compuesta por areniscas con laminación en artesa,
areniscas con estructuras de escape de agua (“dish
structure”) y areniscas con gradación normal (Ta-b). La
secuencia P1d está conformada por areniscas con
laminación en artesa y niveles de areniscas gradadas de
grano grueso (turbiditas de tipo Ta). La secuencia P1e
está compuesta por areniscas macizas y areniscas
turbidíticas con gradación inversa. Y por último, la
secuencia P1f es conformada por areniscas turbidíticas
con gradación normal.

La secuencia P2 (59 m) está conformada por dos


secuencias elementales (numeradas P2a a P2b). La
secuencia P2a está compuesta principalmente por calizas
con laminación algácea, calizas con brechificación y
calizas con bioturbación, además de areniscas turbidíticas
con gradación normal. La secuencia P2b está
caracterizada por la abundancia de lodos calcáreos
(mudstones) con laminación fina, además de lodos
calcáreos con bioturbación, margas, calcarenitas y
areniscas con rizaduras (ripples).

La secuencia P3 (77 m) consta de 5 secuencias


elementales (numeradas P3a a P3e). La secuencia P3a
consiste de areniscas microconglomerádicas
granodecrecientes de matriz calcárea y lodos calcáreos
bioturbados, con presencia de ammonites aplastados y
pelecípodos. La secuencia P3b está compuesta por
calizas con bioturbación, calizas con laminación algácea
y calizas con bioclastos. La secuencia P3c presenta
calizas con bioclastos, calizas con laminación ondulada
intercaladas con margas que presentan ammonites, y
calizas nodulares. La secuencia P3d está conformada por
calizas, margas intercaladas con calizas y principalmente
margas. La secuencia P3e está formada por facies
calcáreas con algunos niveles fosilíferos.

La potente secuencia P4 (302 m) se compone de


10 secuencias elementales (numeradas P4a a P4j). La
secuencia P4a compuesta por calizas con contenido de
bivalvos, calizas con bioclastos y calizas con rizaduras
42

(ripples), además de algunos niveles ricos en materia


orgánica, casi siempre fétidos. La secuencia P4b se
caracteriza por la abundancia de calizas con laminación
ondulada, que en algunos niveles registran bioclastos. La
secuencia P4c presenta calizas macizas y calizas rojizas
con laminación fina horizontal. La secuencia P4d está
conformada por calizas bioclásticas y calizas bioclásticas
con chert negro bandeado, los bioclastos en su mayoría
están conformados por fragmentos de pelecípodos y
braquiópodos. La secuencia P4e está compuesta por
calizas arenosas y facies turbidíticas bioclásticas;
también presentan algunas calizas macizas. La secuencia
P4f está conformada por calizas con laminación ondulada
que presentan bioturbación y huellas de reptación de
anélidos, calizas de tipo grainstone y calizas bioclásticas.
En la secuencia P4g se presentan calizas fosilíferas y
calizas con laminación ondulada que registran
bioturbación por madrigueras. Las secuencias P4h a P4j
se componen principalmente de facies margosas, además
de calizas intercaladas con margas y nódulos calcáreos;
en estas secuencias es notable la presencia de ammonites.

En resumen, en la sección del Cerro Palquilla, la


Formación Pelado registra un espesor de 475 m; se
observa un nivel basal clástico (P1) de 40 metros de
espesor, dividido en 6 secuencias elementales (P1a-P1f)
compuestas principalmente por una alternancia de
areniscas masivas gruesas microconglomerádicas y
areniscas verdosas con gradación normal. Ambas facies
presentan sedimentos que consisten principalmente de la
retrabajación de basaltos. Por encima de este nivel basal,
existe una potente serie de facies carbonatadas de 435 m
de espesor dividida en tres secuencias (P2, P3 y P4).
Estas secuencias registran un desarrollo similar, una
primera fase caracterizada por facies someras (P2a; P3a-
P3c; P4a-P4g), resaltando la presencia de calizas con
laminación algácea, calizas bioclásticas y calizas
bioturbadas. Y una segunda fase con facies relativamente
profundas (P2b; P3d-P3e; P4h-P4j), dada la presencia de
margas, lodos calcáreos (mudstone), intercalaciones de
calizas con margas y calizas fosilíferas (principalmente
con ammonites).
43

Columna de la quebrada Ammos (codigo A)

En esta columna (Fig. 3.12) sólo se tiene la parte


superior de la formación (33 m), donde se han
identificado dos secuencias elementales (primer orden)
que forman parte de una secuencia mayor A1,
probablemente de segundo orden.

La secuencia A1a (22 m) está conformada


íntegramente por calcarenitas bioclásticas. La secuencia
A1b (11 m) se compone de calizas lutáceas intercaladas
con calizas margosas, en una manera rítmica, ambas
color gris oscuro a negro.

Columna del Cerro Huanuane (código H)

En la columna (26 m) se han identificado 3


secuencias menores (primer orden), las dos superiores
formando una secuencia mayor (Fig. 3.9).

La secuencia H1 está conformada por areniscas


macizas.

La secuencia H2 está conformada por 2


secuencias menores. La secuencia H2a compuesta por
calizas con bioclastos y demás facies que se presentan
muy alterada, lo que impide su identificación. La
secuencia H2b está conformada por lodos calcáreos.

f) Medio Ambiente Deposicional

En la columna del Cerro Palquilla, las facies de


la Secuencia P1 corresponden a flujos turbidíticos de alta
densidad (megaturbiditas). La secuencia P2 corresponde
a una secuencia de plataforma carbonatada interna
tranquila (P2a) que fue afectada por una transgresión
marina (P2b). La secuencia P3 se inicia con una fase
regresiva, representada por el desarrollo de una
plataforma carbonatada interna somera (P3a y P3b), que
posteriormente se ve afectada por una transgresión,
pasando a un ambiente de plataforma externa no muy
44

profunda (P3c) y seguidamente a un ambiente de


plataforma externa abierta (P3d y P3e); la secuencia
culmina con facies de plataforma interna, indicando una
nueva regresión. La secuencia P4 indica un ambiente de
plataforma carbonatada interna, moderadamente
tranquila (P4a y P4b), que a continuación pasa a un
medio más agitado sugiriendo un ambiente de barrera
(P4c-P4f); por último se instala un ambiente muy
profundo (P4g-P4j); el conjunto se interpreta como
producto de una lenta transgresión marina.

En la columna de la quebrada Ammos, se


aprecia una transgresión marina en la parte superior de la
Formación Pelado, pasando de una sedimentación
carbonatada somera (A1a) a una sedimentación
carbonatada pelágica (A1b).

En la columna del Cerro Huanuane, la secuencia


H1 corresponde a una sola turbidita de facies “Ta”, de
baja densidad, depositada en un ambiente relativamente
profundo. La secuencia H2 corresponde a una
sedimentación carbonatada en un medio moderadamente
tranquilo, que puede ser asignado a un ambiente de
plataforma carbonatada externa abierta (H2a); luego se
presenta una sedimentación carbonatada pelágica que
indica un ambiente profundo (H2b).

g) Correlaciones

La Formación Pelado (Sinemuriano inferior-


Toarciano superior) se correlaciona con los niveles
calcáreos presentes en el tope de la Formación Chocolate
s.s., de edad Sinemuriano inferior (Vicente, 1981) y con
la base de la formación Socosani (Toarciano inferior-
Bajociano inferior; Vicente et al, 1982), del sector de
Yura. En la zona altiplánica, se correlaciona con la
unidad calcárea inferior del Grupo Lagunillas de edad
Sinemuriano inferior-Bajociano inferior (Vicente, 1981).
En la Cordillera Oriental, se correlaciona con los
carbonatos del Grupo Pucará de edad Noriano-Liásico
(Mégard, 1978; Stanley, 1994).
45

La Formación Pelado también se correlaciona


con el miembro clástico inferior de la Formación
Livilcar, de edad Sinemuriano-Toarciano, del norte
chileno (Arica; Muñoz et al., 1988); y asimismo se
correlaciona con el miembro superior de la formación
Cerros de Cuevitas, de edad Sinemuriano, de la
Cordillera de la Costa de Antofagata (Muñoz et al.,
1988).

3.2.3.3 Formación San Francisco

a) Introducción

Esta formación fue definida por Wilson y García


(1962), quienes describieron algunos centenares de
metros de areniscas, lutitas y calizas infrayacentes al
Grupo Yura, cerca de la desembocadura de la quebrada
Palca, en la Pampa San Francisco, es decir a unos 10 km
aproximadamente al suroeste de la zona de estudio. La
Formación San Francisco presenta sus mejores
exposiciones en los cerros Huanune y Huanuane; en la
quebrada Ammos; y en la quebrada Cuviri. Estos
afloramientos se encuentran en el sector sureste (Fig 3.1,
en Anexos).

La Formación San Francisco suprayace a la


Formación Pelado con un contacto concordante y
transicional. De igual forma, infrayace a la Formación
Ataspaca (Fig 3.2).

En los cerros Huanune y Huanuane,


aproximadamente 3 km al suroeste del poblado de Palca,
aflora la Formación San Francisco suprayaciendo
concordantemente a la Formación Pelado. En esta
sección, la formación es afectada por el emplazamiento
46

tabular concordante del plutón Lluta (ver más adelante).


Debido a este fenómeno, la continuación de la
Formación San Francisco aflora en la desembocadura de
la quebrada Palca (Fig. 3.13), a la altura de la Pampa San
Francisco.

En la quebrada Ammos, los estratos forman un


anticlinal apretado afectado en ambos flancos por
estructuras del sistema de fallas Incapuquio (Fig. 3.14).
En la quebrada Cuviri, tal como se mencionó en el
acápite anterior, las formaciones Pelado y San Francisco
son afectadas por un fuerte plegamiento.

b) Descripción Litológica

La Formación San Francisco conforma una


potente serie granodecreciente de sedimentos muy finos
(calcilutitas y chert) donde se intercalan algunos bancos
de areniscas finas, y que se puede dividir en dos
miembros. En la quebrada Ammos, el miembro inferior
se compone de delgados bancos de areniscas finas
calcáreas que gradan a calcilutitas (Fig. 3.15), mientras el
miembro superior consiste de calizas lutáceas, en algunos
casos fosilíferas, y de calizas margosas. En el miembro
superior también se intercalan escasos y delgados niveles
de areniscas calcáreas; existen horizontes con nódulos,
casi siempre con ammonites. La coloración de las calizas
varia de gris azulino a negro, y en varios niveles son
fétidas. En sección delgada, las calizas presentan
globigerínidos y radiolarios del tipo Spumellaria
(Salinas, 1985). Dentro del miembro superior, cerca de la
base de la secuencia A2b (ver más adelante), resalta la
presencia de un nivel compuesto por una abundante
acumulación de ammonites, que representa un horizonte
de condensación estratigráfica.
47

En el Cerro Huanuane, el miembro inferior se


compone de areniscas muy finas que gradan a lodolitas
silíceas (chert), y presenta algunos niveles de slump;
mientras que el miembro superior se compone
integramente de chert (Fig. 3.16), dispuesto en bancos de
10 a 15 cm de espesor. Se observa una gran variedad de
coloraciones: gris, gris claro, gris verdoso, verdoso y, en
algunos casos, rosado.

c) Espesor

En el curso medio e inferior de la quebrada Palca


aflora la sección completa de la Formación San
Francisco, con sus contactos infra y suprayacentes. La
unidad, sin embargo, ha sido afectada por el
emplazamiento del plutón tabular de Lluta. La parte de la
Formación San Francisco que infrayace al plutón tiene
un espesor medido de 164 m; la parte que suprayace al
plutón tiene un espesor aproximado de 624 m (según los
datos de Wilson y García, 1962). Esto permite estimar un
espesor total de aproximadamente 788 m para la sección
completa de la Formación San Francisco en esta área.

d) Edad

La edad de la Formación San Francisco


inicialmente fue propuesta como Toarciano superior-
Bajociano (Wilson y García, 1962); posteriormente se le
atribuyó una edad Toarciano superior-Batoniano superior
(Vicente, 1981; Salinas, 1985), que corresponde al
intervalo ~184-165 Ma (Tabla 3.2).

El miembro inferior de la Formación San


Francisco proporcionó los géneros Sonninia, Witchelia,
Hammatoceras y Phylloceras, y el miembro superior el
género Fontannesia y las especies Eumedtoceras
klimaklomphalum Vacek y Emileia cf. E. multiforme
Gottsche (Wilson y García, 1962). En conjunto estos
ammonites indican el intervalo Toarciano superior -
Bajociano medio.
48

En el nivel de condensación de ammonites


ubicado en la base de la secuencia A2b proporcionó
Catulloceras sp. y Pleydellia sp., que indican la biozona
de P. fluitans (Toarciano superior). Un horizonte rico en
nódulos fosilíferos ubicado 20 m encima del nivel de
condensación proporcionó Dumortieria pusilla Jaworski,
Cylicoceras (?) n. sp., Sphaerocoeloceras brochiiforme
Jaworski, Bredyia manflasensis Westermann y Bredyia
delicata Westermann que indican la biozona de B.
manflasensis (Aaleniano inferior). En conjunto estos
fósiles indican el intervalo Toarciano superior -
Aaleniano inferior (von Hillebrandt, en Salinas, 1985).
En la zona de Copapuquio, al norte del Cerro Pelado, se
colectó ejemplares de Epistrenoceras sp. que brinda una
edad Batoniano superior (Vicente, 1981).

Se realizó una nueva colección de ammonites en


la sección de quebrada Ammos. Su estudio, en curso,
sugiere que representan el intervalo Aaleniano-Bajociano
(L. Bulot, comunicación personal).

Estas determinaciones permiten concluir que la


Formación San Francisco se depositó durante el intervalo
por lo menos Toarciano superior - Batoniano superior
(184-165 Ma). Cabe notar, además, que una superficie de
condensación se desarrolló en el Toarciano superior (es
decir entre 184 y 180 Ma), indicando que en esta época
la cuenca había profundizado de manera marcada.

e) Análisis Secuencial y Evolución Vertical

Columna de la quebrada Ammos (Fig 3.12)

En esta columna (77 m) se ha reconocido una


secuencia mayor (A2), compuesta por 5 secuencias
menores (numeradas A2a a A2e).

La secuencia A2a (9 m) está conformada por


turbiditas calcáreas (presentando facies Ta-b, Ta-c y Ta,e
49

(Fig. 3.15)) con presencia de belemnites en las facies e.


La secuencia A2b (17 m) presenta calizas macizas, un
nivel de condensación con ammonites (Fig. 3.17) y
calizas con niveles de nódulos fosilíferos. En la
secuencia A2c (7 m) las calizas también son macizas y
con algunos niveles de nódulos fosilíferos. La secuencia
A2d (38 m) esta conformada por calizas macizas, calizas
margosas y algunos niveles con turbiditas calcáreas (Ta).
Y concluye la secuencia A2e (6 m) compuesta solamente
por calizas macizas.

Columna del Cerro Huanuane

La columna del Cerro Huanuane (164 m) está


conformada por una secuencia mayor (H3) integrada por
3 secuencias menores.

La secuencia H3a (44 m) sólo presenta areniscas


macizas, de grano medio, matriz calcárea y sin ningún
tipo de estructura. La secuencia H3b (87 m) es
estratodecreciente y granodecreciente, integrada por
turbiditas (Ta,e); las facies “a” corresponden a areniscas
finas, mientras que las facies “e” están representadas por
chert. La secuencia H3c (33 m) está conformada por
chert finamente estratificado (Fig 3.16).

f) Medio Ambiente Deposicional

En la columna de la quebrada Ammos, la


secuencia A2 se inicia con la sedimentación de
calciturbiditas (A2a), que corresponden a un ambiente de
pendiente de plataforma carbonatada (según James,
1984). Posteriormente se sedimentan carbonatos
pelágicos (A2b y A2c) que indican un ambiente profundo
donde el aporte de sedimentos era débil, como lo indican
las facies pelágicas y sobre todo la existencia de un nivel
de condensación. Las condiciones de sedimentación no
varían mucho en los niveles superiores (A2d y A2e): el
ambiente de sedimentación continua siendo profundo
pero sufre la llegada de esporádicos flujos turbidíticos de
volumen reducido.
50

En la columna del Cerro Huanuane, la secuencia


H3 también se inicia con un flujo turbidítico (H3a) cuya
facies podría representar la parte media de un abanico
submarino. Luego, se deposita una sucesión de finas
secuencias turbidíticas (H3b) que indican un ambiente
más profundo y distal (abanico externo). Las facies de la
secuencia H3c indican una mayor profundización de la
cuenca, en comparación con las secuencias infrayacentes,
las cuales son características de una ambiente de llanura
pelágica.

g) Correlaciones

En el sector de Yura, la Formación San


Francisco (Toarciano superior - Batoniano superior) se
correlaciona con la Formación Socosani (Toarciano
inferior - Bajociano superior) (Vicente, 1981; Vicente et
al., 1982; Sempere et al., 2002). También se correlaciona
con el miembro inferior, de edad Batoniano inferior, de
la Formación Puente (Sempere et al., 2002a). Mientras
que en el litoral, se correlaciona con la base, de edad
bajociana-batoniana, de la Formación Guaneros (Romeuf
et al., 1993, 1995). En el norte de Chile, se correlaciona
con la parte inferior de la Formación La Negra (Muñoz et
al., 1988a, 1988b).

3.2.3.4 Grupo Yura s.s.

El Grupo Yura (Wilson y García, 1962) está


conformado por una serie sedimentaria terrígena continua,
dividida en dos miembros: el miembro inferior formado
por la formación Ataspaca; y el miembro superior por la
formación Chachacumane (Wilson y García, 1962) (Fig.
3.18). Esta diferenciación permitió elevarla por primera
vez al rango de grupo (Wilson y García, 1962). En el sector
sureste se tiene una sección completa de esta unidad, de
2145 m de espesor, mientras que en el sector noroeste
aflora únicamente el miembro inferior.

En base a la investigación realizada en la presente


tesis, se propone una redefinición para el Grupo Yura (ver
Capítulo VI).
51

a) Formación Ataspaca

a.1 Introducción

La Formación Ataspaca fue definida por


Wilson y García (1962) en la quebrada
Chachacumane, donde describieron areniscas pardas,
lutitas oscuras y calizas grisáceas, interestratificadas
en capas delgadas. Identificaron la Formación
Ataspaca como miembro inferior del Grupo Yura
local.

La zona de afloramiento de la Formación


Ataspaca (Wilson y García, 1962) tiene una forma
alargada, con una dirección norte-sur, en el sector
sureste (Fig. 3.1, en Anexos). Una segunda zona de
afloramiento se presenta a lo largo del curso inferior
de la quebrada Ataspaca, prolongándose con una
dirección noroeste hasta la quebrada Huacano
Grande.

La Formación Ataspaca suprayace a la


Formación San Francisco e infrayace a la Formación
Chachacumane. Ambos contactos son concordantes
y transicionales.

a.2 Descripción Litológica

La unidad comprende tres secuencias


mayores de segundo orden. La secuencia inferior
está conformada principalmente por lutitas oscuras
que se intercalan con bancos delgados de areniscas
grises macizas, calizas macizas oscuras, algunos
niveles de margas y niveles de nódulos calcáreos (en
esta parte de la sección se ha recolectado un gran
número de ejemplares de ammonites). En la
secuencia media, las lutitas alcanzan un gran
desarrollo, presentando algunas intercalaciones de
bancos de areniscas grises macizas y laminadas. La
secuencia superior está formada por bancos de
areniscas y lutitas.
52

a.3 Espesor

La Formación Ataspaca registra un espesor


total de 1056 m en la sección de la quebrada Cuviri.
En el valle Caplina, entre Challatita y Calientes, se
registra un espesor aproximado de 1250 m (Wilson y
García, 1962).

a.4 Edad

A la Formación Ataspaca se le asignó


inicialmente una edad caloviana (Wilson y García,
1962). Posteriormente, a partir de un estudio
detallado de la fauna fósil (principalmente
ammonites), se le atribuyó una edad Caloviano-
Kimeridgiano (Salinas, 1985) (Tabla 3.3).

En la parte inferior de la formación, se han


identificado los ammonites Neuqueniceras sp.,
Xenocephalites sp. y Euricephalites sp. que marcan
el Caloviano inferior (von Hillebrandt, en Salinas,
1985). En la parte media se han identificado las
especies Reineckeia aff. R. (Kellawaysites) stehni
Zeiss y Reineckeia multicostata Stehn que indican el
Caloviano medio (von Hillebrandt, en Salinas,
1985). En la parte superior se reconocieron formas
pertenecientes a la subfamilia Perisphinctinae y a la
familia Oppeliidae, que brindan una edad oxfordiana
(von Hillebrandt en Salinas, 1985).

Estas determinaciones indican que la


Formación Ataspaca se depositó durante el intervalo
Caloviano inferior - Oxfordiano (165-154 Ma).
Salinas (1985) consideró hipotéticamente que los
niveles superiores de la Formación Ataspaca
llegarían hasta el Kimeridgiano, pero se subraya que
ningún dato concreto autoriza la propuesta de tal
rango de edad y que por lo tanto éste debería
restringirse al rango indicado por los fósiles.

a.5 Análisis Secuencial y Evolución Vertical


53

En la columna estratigráfica levantada en la


quebrada Cuviri (1056 m), se pueden diferenciar tres
secuencias mayores (Fig. 3.19) de segundo orden
(codigo C). Asimismo se puede observar un amplio
predominio de las facies finas (lutitas).

La secuencia C1 (275 m) está conformada


por las facies siguientes:

• lutitas con laminación muy fina,


generalmente de color gris oscuro a negro;
• algunos niveles margosos de color plomizo
con pelecípodos y en algunos casos
ammonites;
• lutitas negras con niveles de nódulos
calcáreos;
• calizas oscuras con estratificación fina;
• areniscas macizas sin ningún tipo de
estructura;
• y areniscas laminadas, de color gris azulino
con clastos de caliza.

La secuencia C2 (651 m) se compone de 5


secuencias menores (segundo orden, numeradas C2a
a C2e) que presentan una evolución vertical
parecida: un miembro inferior con facies finas y un
miembro superior con facies gruesas. En las cinco
secuencias el miembro inferior presenta un mayor
espesor y está compuesto principalmente de lutitas
negras a gris oscuras finamente laminadas, que
registran algunas intercalaciones de bancos delgados
de turbiditas (de tipo Ta-b, Ta-c, Tb-d, Tc-d),
areniscas macizas o, en algunos casos, areniscas con
laminación plana paralela.

En cuanto al miembro superior, la secuencia


C2a presenta areniscas macizas cuarzosas, sin
estructura interna y casi siempre con base erosiva, en
bancos de 0.10 a 0.40 m de espesor que conforman
una estratocrecencia.
54

En el miembro superior de la secuencia C2b


se observan areniscas cuarcíticas macizas de color
gris a gris claro con base erosiva. Algunos bancos
presentan laminación en el tope. El espesor de los
bancos varía entre 0.10 y 1 m. Esta secuencia
culmina con turbiditas (Ta-b y Tc-d) ordenadas en
bancos de 0.01 a 0.2 m de espesor.

En la secuencia C2c, su miembro superior se


compone principalmente de areniscas macizas con
laminación al tope de cada banco, cuyo espesor va de
0.25 a 0.70 m. Aunque en los bancos iniciales se ha
observado areniscas con laminación plana paralela y
areniscas con laminación ondulada. La secuencia
concluye con bancos de 0.1 m de espesor
compuestos por turbiditas Tb-d.

En el miembro superior de la secuencia C2d


se observan areniscas macizas, en algunos casos con
laminación al tope de cada banco, y también
areniscas con laminación plana paralela. Se
presentan en bancos de 0.10 a 0.40 cm de espesor.

La secuencia C2e presenta un miembro


superior conformado por areniscas macizas y con
laminación plana paralela. En los bancos inferiores
se observan facies con laminación ondulada.

Finalmente, la secuencia C3 (130 m) está


conformada por lutitas negras con laminación fina y
algunas intercalaciones de areniscas en bancos de 0.5
a 1 m de espesor. Las areniscas presentan facies con
laminación plana paralela y facies cuarcíticas
macizas; en algunos niveles se observa facies con
laminación cruzada plana y facies con laminación
ondulada.

Recapitulando, en la sección de la quebrada


Cuviri se pueden definir tres secuencias mayores
dentro de la Formación Ataspaca. La secuencia C1
está conformada principalmente por lutitas con
laminación fina, además de areniscas macizas y
55

laminadas, y algunas intercalaciones de calizas


oscuras, margas y horizontes de condensación. La
secuencia C2 está conformada por cinco secuencias
menores estratocreciente, cada una con un miembro
inferior lutítico y un miembro superior compuesto
principalmente por arenisca masivas. Cabe resaltar
que en las cinco secuencias existe un mayor
predominio del miembro inferior. Por último, la
secuencia C3 presenta lutitas negras y algunas
intercalaciones de areniscas con laminación plana
paralela y areniscas cuarcíticas macizas.

a.6 Medio Ambiente Deposicional

La secuencia C1 presenta facies de borde de


abanico externo (lutitas con laminación fina,
areniscas macizas y areniscas laminadas). En este
ambiente de abanico externo se interdigitan facies de
cuenca o de llanura pelágica; estas facies están
representadas por calizas oscuras, margas y
horizontes de condensación. Esta interdigitación
sugiere el inicio de una progradación turbidítica en el
Caloviano inferior.

En la secuencia C2 se manifiestan cinco


períodos progradantes (C2a - C2e). Ellos se inician
en un ambiente de borde de abanico externo, donde
se acumula un gran volumen de facies finas; se
produce luego una progradación de un ambiente de
tipo abanico medio, dado la presencia de areniscas
macizas con base erosiva y laminación al tope que
caracterizan depósitos de lóbulo proximal. Estos
cinco períodos progradantes indican que las
condiciones de sedimentación no sufrieron grandes
variaciones, un prolongado período inicial de
tranquilidad, que posteriormente era interrumpido
por el avance del abanico medio. También se puede
deducir que la organización secuencial se debe a que
la cuenca se encontraba en una etapa tectónicamente
tranquila.
56

La sedimentación de la secuencia C3 indica


la transición hacia los ambientes más someros
correspondientes a la Formación Chachacumane.

a.7 Correlaciones

La Formación Ataspaca se correlaciona con


los miembros medio y superior, de edad caloviana,
de la Formación Guaneros (Bellido y Guevara, 1964;
Vicente, 1981), que aflora en la Cordillera de la
Costa. En el sector de Yura, se correlaciona con las
formaciones Puente y Cachíos, que representan el
intervalo Batoniano-Caloviano (Vicente et al., 1982;
Vicente, 1989).

Hacia el sur (Arica) se correlaciona con las


formaciones El Morro, de edad caloviana, y Los
Tarros, de edad oxfordiana (Cecioni y García, 1960).

b) Formación Chachacumane

b.1 Introducción

La Formación Chachacumane fue descrita y


definida como miembro superior del Grupo Yura por
Wilson y García (1962). La sección tipo de esta
unidad fue reconocida en la quebrada
Chachacumane, ubicada en el sector sureste de la
zona de estudio. La formación aflora como una
estrecha franja con dirección norte-sur en el sector
sureste (Fig. 3.1 y fig. 3.18).

Esta unidad litoestratigráfica suprayace


transicionalmente a la Formación Ataspaca en una
manera concordante (Fig. 3.18). Areniscas líticas
grises con laminación cruzada curva, que marcan la
base de la Formación Chulluncane, se sobreponen
concordantemente a las cuarcitas blancas de la
Formación Chachacumane con una discontinuidad.

b.2 Descripción Litológica


57

Esta formación se compone principalmente


de areniscas cuarcíticas grises y cuarcitas gris claras
a blancas, en su mayoría macizas, que se alternan
con niveles de lutitas negras a gris oscuro. Se la
puede dividir en tres secuencias mayores grano y
estratocrecientes, que se componen principalmente
de areniscas cuarcíticas grises y cuarcitas gris claras
a blancas, en su mayoría macizas. Se alternan con
bancos no muy potentes de lutitas o limolitas de
color gris oscuro.

b.3 Espesor

El espesor medido de la Formación


Chachacumane en la columna estratigráfica
levantada en la quebrada Quilla es de 1089 m. Entre
Challatita y Calientes, en el valle de Caplina, al
suroeste de la zona de estudio, Wilson y García
(1962) calcularon un espesor aproximado de 400 m
para la Formación Chachacumane. Este contraste
indica una notable reducción del grosor de la
formación en dirección suroeste, lo que refleja la
misma profundización de la cuenca registrada al
suroeste del Sistema de fallas Incapuquio para la
Formación Pelado.

b.4 Edad

Wilson y García (1962) le atribuyeron una


edad probable Cretáceo inferior por la presencia de
restos de tallos y hojas vegetales en los niveles
lutáceos. Dentro de niveles de lutitas y areniscas
arcillosas fosilíferas se ha encontrado el ammonite
Hoplites lorensis Lisson (Tabla 3.3), que indica una
edad valanginiana, y los lamelibranquios Panopea
carteroni (Castro, 1960). La presencia de Hoplites
lorensis en Tacna es particularmente interesante
dado que esta especie valanginiana fue también
descrita en las formaciones Santa (Perú central y
norte) y Herradura (Morro Solar, Lima). Dado que
los niveles superior de la Formación Ataspaca han
brindado ammonites del Oxfordiano (von
58

Hillebrandt en Salinas, 1985), se propone que la


Formación Chachacumane se depositó durante el
intervalo Kimeridgiano-Valanginiano (154-132 Ma).

b.5 Análisis Secuencial y Evolución Vertical

En la columna estratigráfica de la Formación


Chachacumane levantada en la quebrada Quilla (Fig.
3.20), se puede observar que está integrada por tres
secuencias mayores estratocrecientes (C4, C5 y C6).
En las secuencias C4 y C5, se observa un amplio
predominio de las facies silicoclásticas.

La secuencia C4 (428 m) está conformada


por 10 secuencias menores (numeradas C4a a C4j)
que presentan una evolución vertical parecida. En la
base se observan limolitas con laminación fina de
color gris azulado; prosiguen areniscas con
laminación ondulada y/o laminación plana paralela.
Las secuencias culminan con areniscas cuarzosas y
cuarcíticas, macizas y con laminación plana paralela.
Las areniscas se ordenan en bancos de 0.07-0.10 m
de espesor promedio, formando paquetes hasta de 45
m de espesor. En varios niveles de areniscas y
limolitas se han hallado restos de plantas en mal
estado de conservación, así como rastros de
bioturbación.

La secuencia C5 (380 m) está formada por 6


secuencias estratocrecientes menores (numeradas
C5a a C5f), cuyas características evolutivas también
son parecidas. La parte inferior de cada secuencia
menor está compuesta por limolitas gris oscuras, casi
siempre con intercalaciones de areniscas macizas o
con laminación ondulada. Su parte superior está
conformada principalmente por areniscas cuarzosas
macizas de color gris y areniscas cuarcíticas macizas
blancas, en algunos niveles se observan facies con
laminación plana paralela, ondulada y laminación
cruzada plana (C5e). Estas areniscas forman bancos
de 0.02 a 0.15 m de espesor. En las secuencias C5e y
59

C5f, los bancos llegan hasta los 2 m de espesor. En


la secuencia C5d se observan rastros de bioturbación.

La secuencia C6 (281 m) se compone de 3


secuencias menores estratocrecientes poco
expresivas (numeradas C6a a C6c), donde el
porcentaje de finos es mayor que en las dos
secuencias anteriores. Las secuencias C6a y C6b
están formadas por limolitas grises a negras con
laminación ondulada en ciertos niveles; incluyen
además areniscas cuarcíticas macizas grises claras,
pardas y blancas, con laminación plana paralela y
con laminación cruzada plana en algunos bancos,
además de areniscas muy finas con estructuras de
tipo flaser (C6a). La secuencia C6c está compuesta
por limolitas negras finamente laminadas con
algunas intercalaciones de areniscas cuarcíticas
blancas; esta secuencia, y por lo tanto la propia
formación, concluyen con un potente paquete (65 m)
de areniscas cuarcíticas blancas con laminación
plana paralela en bancos de 8 a 10 m; al tope del
paquete se presentan facies con laminación cruzada
plana.

Resumiendo, las facies de las secuencias C4


y C5 se ordenan en secuencias elementales
estratocrecientes (Fig 3.21), donde dominan las
facies arenosas. Generalmente se observan limolitas
gris oscuras, areniscas cuarzosas y cuarcíticas
macizas, con laminación ondulada y/o laminación
plana paralela, en bancos delgados. La secuencia C6
presenta secuencias menores estratocrecientes (Fig.
3.21) con un mayor porcentaje de finos, compuestas
por limolitas grises a negras y areniscas cuarcíticas.

b.6 Medio Ambiente Deposicional

El ordenamiento que presentan las


secuencias C4 y C5 se interpreta como un ambiente
de mar abierto (“offshore”) sobre el cual progradó un
60

ambiente de anteplaya inferior. Las facies finas


caracterizan un ambiente de mar abierto, las
areniscas con laminación ondulada una fase
transicional, mientras que las areniscas macizas y,
sobretodo, los bancos delgados con laminación plana
paralela indican un ambiente de anteplaya inferior.
Este ambiente es una zona de muy baja energía, ya
que en ella todavía no rompen las olas. La
abundancia y variedad de bioturbaciones puede ser
una característica distintiva de este ambiente
tranquilo (Howard, 1972). En la secuencia C4 es más
notable la presencia de bioturbaciones y restos de
plantas.

En la secuencia C6, el ordenamiento de las


facies también indica un ambiente de mar abierto
sobre el cual progradó un ambiente de anteplaya
inferior, pero en este caso se nota un mayor
predominio de las facies finas. La secuencia
concluye con una espesa acumulación de areniscas
con laminación plana paralela, representando un
ambiente de playa inferior, que es sobrepuesta por
areniscas con laminación en artesa (Formación
Chulluncane) que podrían corresponder a un
ambiente de canal mareal.

El predominio de facies de mar abierto en la


parte inferior de la secuencia C6 manifiesta un nuevo
pulso transgresivo (aunque mucho más moderado
que el registrado por la sucesión Pelado - San
Francisco).

b.7 Correlaciones

La Formación Chachacumane
(Kimeridgiano-Valanginiano) se puede correlacionar
en parte con la parte superior de la Formación Labra
(Oxfordiano-Kimeridgiano) del sector de Yura
(Vicente, 1989). En el sector de Majes, la Formación
Chachacumane es correlacionable con la Formación
Zuñimarca (Reyes y Pérez, 1978) si se confirma la
edad valanginiana de ésta.
61

3.2.3.5 Formación Chulluncane

El afloramiento de la Formación Chulluncane


(Wilson y García, 1962) se restringe al extremo derecho
del sector sureste (Fig. 3.1, en Anexos). Aflora
principalmente en el Cerro Chulluncane, extendiéndose
hasta el Cerro Pantatire. Se estableció de que esta
formación se encuentra en discordancia angular tanto en su
contacto superior como inferior (Wilson y García, 1962),
suprayaciendo a las cuarcitas de la Formación
Chachacumane e infrayaciendo a las rocas volcánicas de la
Formación Huilacollo. Observaciones hechas al
afloramiento, tanto en la quebrada Quilla como en el corte
de la carretera Tacna-Collpa-La Paz, muestran un contacto
concordante con la Formación Chachacumane (Fig. 3.18),
mientras que el contacto con la Formación Huilacollo es
efectivamente en discordancia angular.

La serie se inicia con una intercalación de


areniscas mayormente líticas grises (Fig. 3.22), de grano
fino a mediano, que presentan bancos con laminación
cruzada curva (artesa). Estas facies marcan un cambio en el
ambiente de deposición y, por lo tanto, el contacto con las
cuarcitas blancas infrayacientes de la Formación
Chachacumane. La Formación Chulluncane conforma una
sucesión estratocreciente de 300 metros de espesor
aproximadamente, compuesta de limos negros y areniscas
mayormente líticas grises de grano medio con
estratificación cruzada curva en algunos bancos. En la
parte superior, se describen bancos de conglomerados
compactos con guijarros bien redondeados de cuarcitas,
calizas y rocas volcánicas oscuras (basálticas a andesíticas)
principalmente (Fig. 3.23), intercalados con estratos de
areniscas líticas de grano medio. Dentro de esta sección, en
la parte superior sobretodo, se han observado unos
derrames de rocas volcánicas básicas a andesíticas,
confirmando las observaciones de Wilson y García (1962).
La Formación Chulluncane indica por lo tanto un nítido
cambio en la zona de aporte, perceptible desde su misma
base. El material cuarzoso característico de la Formación
Chachacumane provenía de la región continental ubicada al
62

norte o noreste, mientras que la composición de la


Formación Chulluncane indica que este mismo punto de la
cuenca era alimentado en material clástico desde un arco
volcánico cercano, como lo refleja también la ocurrencia
en ella de derrames volcánicos. La discontinuidad que
separa las formaciones Chachacumane y Chulluncane se
tiene por lo tanto que interpretar como producto del
desarrollo de un arco volcánico al sur o suroeste de la zona
de estudio.

Salinas (1985) estimó que se podían reconocer las


formaciones Gramadal y Hualhuani en el tope de la
formación Chachacumane. Pero la correlación de la
sección levantada en la quebrada Quilla con las
descripciones litológicas presentadas por Salinas (1985)
muestra que en realidad se trata de facies pertenecientes a
la Formación Chulluncane. Por lo tanto, el intervalo
estratigráfico comprendido por las formaciones Gramadal,
Hualhuani y Matalaque, propuesto por Salinas (1985) y
también por Monge y Cervantes (2000) para este sector, en
realidad corresponde a la sección completa de la
Formación Chulluncane. Además ammonites encontrados
en la Formación Gramadal de la zona de Arequipa datan
esta unidad del Titoniano inferior (Vicente; 1989), lo que
discrepa con la edad considerada para la subyacente
Formación Chachacumane. Evidentemente, la base de la
Formación Chulluncane, que es post-valanginiana, no
puede correlacionarse con la Formación Gramadal de
Arequipa, que es titoniana. Por tal motivo se considera
prudente mantener por el momento la denominación de
Formación Chulluncane. Este problema litoestratigráfico
debe ser motivo de posteriores investigaciones.

Por sus relaciones estratigráficas, la edad de la


Formación Chulluncane fue definida como Cretáceo
inferior-Neógeno (Wilson y García, 1962). Posteriormente,
se hallaron restos de tallos y hojas de helechos (Salinas,
1985) en la “Formación Gramadal” (= parte inferior de la
Formación Chulluncane), determinada como pteridofitas
(helechos) filicales, leptosporángeas y matoniáceas, con el
género Laccopteris. Esta determinación indica una edad
neocomiana. En cuanto al límite superior de la Formación
63

Chulluncane podría extenderse hasta el pre-Santoniano


(Salinas, 1985). Por ahora se necesita ser prudente y
proponer un rango de edad probable Hauteriviano-Aptiano
(~132-110 Ma) para esta formación, ya que la sucesión
observada aparentemente no registró la transgresión mayor
que se desarrolló en todo el Perú a partir del Albiano
inferior (Robert et al., 2002).

3.2.4 Cenozoico

3.2.4.1 Formación Tarata

Dentro de la zona de estudio, la Formación Tarata


(Jaén, 1965) sólo presenta un restringido afloramiento en
los alrededores del poblado de Palquilla (Fig. 3.1 y Fig.
3.24), en el sector noreste. Esta serie volcano-sedimentaria
alcanza un espesor de 1400 m (Wilson y García, 1962;
Salinas, 1985).

La Formación Tarata descansa en discordancia


aparentemente paralela sobre la Grupo Toquepala, aunque
localmente se describe una discordancia angular (Wilson y
García, 1962).

La Formación Tarata consta de un miembro


riolítico inferior compuesto por brechas, conglomerados y
algunos derrames porfiríticos andesíticos de color marrón,
gris o rojizo (Wilson y García, 1962). El miembro superior
está conformado por rocas piroclásticas de composición
andesítica, algunos horizontes de tobas riolíticas y
sedimentos (Wilson y García, 1962). Las tobas son
andesíticas y dacíticas, con un alto contenido de feldespato
y biotita, mientras que los conglomerados están formados
por guijarros redondeados de andesitas cementados en una
matriz tobácea y biotítica (Wilson y García, 1962). En la
sección del Cerro Lapana (norte del pueblo de Tarucachi,
al noreste del área de estudio), se han encontrado bancos de
calizas intercalados con piroclásticos (Wilson y García,
1962). Las calizas contienen ostrácodos probablemente de
ambiente lacustre (Jaén, 1965).
64

Las facies del miembro inferior de la Formación


Tarata son difíciles de diferenciar de las facies volcánicas
del Grupo Toquepala por lo que es difícil establecer el
contacto entre estas dos unidades (Wilson y García, 1962).
Este hecho sugiere que la Formación Tarata podría en
realidad pertenecer al Grupo Toquepala. En la región de
Moquegua, el Grupo Toquepala es por lo menos de edad
Cretáceo superior-Paleógeno inferior (James et al., 1975;
Beckinsale et al, 1985; Clark et al., 1990).

Por sus relaciones estratigráficas, la edad de la


Formación Tarata fue propuesta como Cretáceo superior-
Paleógeno (Wilson y García, 1962) y Oligoceno (Salinas,
1985). La Formación Tarata infrayace en discordancia
angular a la Formación Huilacollo, que proporcionó una
edad de 28.33 + 3.76 Ma (France et al., 1985), indicando el
Oligoceno. Estos datos sugieren que la edad de la
Formación Tarata sería eocena. Sin embargo, existen 2
dataciones radiométricas de esta formación en el
cuadrángulo de Tarata (35-V): 15.85 + 0.3 Ma (Bellon y
Lefèvre, 1976) y 20.36 + 0.8 Ma (De la Cruz y De la Cruz,
2000). La Formación Tarata, en el Cerro Tacata entre los
poblados de Palquilla y Estique (al norte de la zona de
estudio), proporcionó un edad aparente de 19.5 + 0.4 Ma
(Monge y Cervantes, 2000). Estas dataciones discrepan
profundamente con las edades establecidas anteriormente
por relaciones estratigráficas, y, si provienen efectivamente
de la Formación Tarata, descartan su pertenencia al Grupo
Toquepala. Se necesita un estudio detallado para resolver
estas contradicciones cronológicas.

3.2.4.2 Formación Huilacollo

En el extremo este de la zona de estudio se


presentan tres afloramientos mapeados como Formación
Huilacollo (Wilson y García, 1962). Esta formación
infrayace concordantemente a la Formación Huaylillas; así
como, en algunos sectores, infrayace en discordancia
angular a la Grupo Barroso (Wilson y García, 1962).

La Formación Huilacollo registra un espesor que


varía de 200 a 1000 m (Wilson y García, 1962). Se
65

compone de derrames y piroclastitas andesíticas y en


menor proporción dacíticas, con un predominio de brechas,
aglomerados y tobas de grano grueso (Wilson y García,
1962).

Sobre la Formación Huilacollo se obtuvo una


datación de 28.33 + 3.76 Ma (Oligoceno), a 11 km al este
de Causuri (France et al., 1985) (Tabla 3.4).

3.2.4.3 Formación Huaylillas

La Formación Huaylillas (Wilson, 1962) presenta


dos reducidos afloramientos en el sector sureste de la zona
de estudio; el primero en los cerros Huanune y Condorine,
donde forma una plataforma muy singular; y el segundo en
el Cerro Niquela (ver capitulo anterior, Fig. 2.7). En ambos
afloramientos los niveles volcánicos de la Formación
Huaylillas descansan en discordancia angular sobre las
formaciones jurásicas. A nivel de la estratigrafía regional,
suprayace concordantemente a los niveles conglomerádicos
de la Formación Moquegua Superior, contacto que no
puede ser apreciado en la zona de estudio. Regionalmente
infrayace en forma concordante al Grupo Barroso.

La sección del Cerro Huanune presenta un espesor


aproximado de 100 m, pero en otras zonas la Formación
Huaylillas alcanza entre 500 y 600 m de espesor (Wilson,
1962; Wilson y García, 1962; Salinas, 1985). Se describe
un potente paquete de ignimbrita riolítica soldada de color
rosado compuesta principalmente por cristales bien
desarrollados de cuarzo, biotita, plagioclasa y además por
fragmentos pequeños de pómez, envueltos en una matriz
tobácea.

Por relaciones estratigráficas e hipótesis


cronológicas, se propuso una edad Plioceno inferior a
medio a esta formación (Wilson y García, 1962).
Posteriormente, dentro de la región tacneña, la Formación
Huaylillas proporcionó edades de 18.15 + 0.43 Ma (France
et al., 1985), 18.35 + 0.5 Ma (Bellon y Lefèvre, 1976),
20.65 + 0.94 Ma (France et al., 1985), 21.6 + 0.7 Ma
(Tosdal et al., 1981) y 23.77 + 0.48 Ma (France et al.,
66

1985) (Tabla 3.4). Estas dataciones determinan una edad


Mioceno inferior para esta unidad ignimbrítica en esta
región.

El origen de esta potente unidad volcánica,


acumulada durante un intervalo de tiempo corto (entre ~24
y ~18 Ma, es decir ~6 Ma), se relaciona muy
probablemente con centros de erupción cubiertos por los
aparatos volcánicos del Barroso (Wilson y García, 1962;
Salinas, 1985).

3.2.4.4 Depósitos antiguos de escombros de deslizamientos

Los depósitos antiguos de escombros de


deslizamientos (Wilson y García, 1962; Conrado, 1988;
Flores, en prensa) están asociados a los afloramientos de la
Formación Huaylillas, por lo que generalmente se ubican
en los alrededores de los mismos (Fig 3.25). Dentro del
área de estudio se encuentran en los sectores suroeste y
sureste.

Están compuestos por bloques angulosos de


ignimbrita y/o tobas soldadas de la Formación Huaylillas, y
están soportados por una matriz limo-arcillosa tobácea,
proveniente de la trituración de la roca volcánica. En
algunos sectores de los afloramientos están compuestos
únicamente por tobas retrabajadas.

Estos depósitos definitivamente son post-


Huaylillas, por lo que tendrían un límite inferior Mioceno
medio. Por otro lado, en el curso inferior de la quebrada
Huacano Grande, al suroeste de la zona de estudio, estos
depósitos están infrayaciendo a la unidad Conglomerados
Calientes, de edad supuestamente Mioceno terminal-
Plioceno superior (Flores y Sempere, 2002). Pero, este tipo
de eventos también ha ocurrido después del inicio de la
deposición de los Conglomerados Calientes (Flores, en
prensa). Por esta razón se atribuye a esta unidad un rango
Mioceno medio-Cuaternario (Flores, en prensa).

3.2.4.5 Grupo Barroso


67

El Grupo Barroso (Mendivil, 1965) conforma los


estrato-volcanes andesíticos que coronan la Cordillera
Occidental en la región sur del Perú y norte de Chile.
Dentro del Area Mal Paso-Palca, aflora en forma muy
reducida en el sector noreste.

El Grupo Barroso está compuesto de lavas


andesíticas y traquiandesíticas grises, interestratificadas
con piroclastitas (Salinas, 1985). La roca contiene
fenocristales de sanidina y cristales microscópicos de
biotita (Wilson y García, 1962).

En la región tacneña las dataciones disponibles


sobre el Grupo Barroso van desde 8.4 + 0.4 Ma (OLADE,
1980) hasta 0.7 + 0.02 Ma (Tosdal et al, 1981) lo que
corresponde al intervalo Mioceno superior-Pleistoceno
(Tabla 3.4).

3.2.4.6 Conglomerado Calientes

Esta unidad fue recientemente definida en la


localidad de Calientes (Flores, en prensa; Flores y
Sempere, 2002), en el valle del río Caplina a unos 18 km al
SO de la zona de estudio, donde se observa una unidad
conglomerádica compuesta por cantos y guijarros
subredondeados de baja esfericidad y mal sorteados. Esta
unidad está organizada en secuencias granodecrecientes
depositadas en un ambiente fluvial proximal. Conforma el
inicio del relleno del valle de Tacna (Flores y Sempere,
2002).

En el valle de Tacna, el conglomerado Calientes se


encuentra suprayaciendo en discordancia erosional a la
Formación Moquegua superior e infrayaciendo a una
unidad volcánica denominada Toba Pachía (Flores et al.,
2002).

Dentro de la zona de estudio esta unidad aflora en


la quebrada Huacano Grande, en los alrededores del
poblado de Huacano, donde suprayace en discordancia
angular al basamento precámbrico y a la Formación
Machani. Estos afloramientos presentan secuencias de
68

flujos de clastos (debris-flow) angulosos que alcanzan


diámetros de 1 m. Las secuencias están formadas por
clastos de gneis, leucogranito y de diferentes rocas
sedimentarias envueltos en una matriz areno-arcillosa, con
algunos niveles de arcillas en sus topes. Los espesores de
estos depósitos varían entre 10 y 15 m y consiguen un
mejor desarrollo en el curso inferior de esta quebrada, fuera
de la zona de estudio, donde la quebrada toma el nombre
“Chero”.

La edad de estos conglomerados aún no está


definida con precisión pero se puede afirmar que se
depositó antes del evento volcánico Pachía de edad
probable Plioceno superior (Flores et al., 2002). Esto
sugiere que la deposición de la unidad Calientes puede
haberse iniciado a finales del Mioceno superior. Por
consiguiente, la edad probable estaría entre el Mioceno
terminal y el Plioceno superior (Flores y Sempere, 2002).

3.2.4.7 Toba de Tala

En la zona de Tala, en el sector suroeste de la zona


de estudio, se ha observado pequeños depósitos volcánicos
sobre algunas elevaciones y que corresponden a un mismo
evento volcánico. Estos depósitos presentan un espesor
aproximado de 15 a 20 m.

Estos afloramientos se componen de tobas


soldadas de color rosado claro con poco desarrollo de
cristales, algunos fragmentos líticos y abundante matriz de
ceniza.

Por su litología y su ubicación topográfica (Fig.


3.26), esta toba podría correlacionarse con la toba Pachía,
la cual presenta un menor grado de soldamiento. La toba
Pachía a su vez se correlaciona por sus relaciones de
campo y características físicas con la toba Lauca de Chile y
Pérez de Bolivia (Flores et al., 2002), datada en 2.7-2.8 Ma
(Ar-Ar; Wörner et al., 2000; Tapia et al., 2000). Sin
embargo, la correlación de la toba Tala con la toba Pachía
deberá comprobarse con la datación radiométrica de
ambas.
69

3.2.4.8 Depósitos Aluviales recientes

Son depósitos compuestos por gravas polimícticas,


arenas y flujos de lodo que han sido transportados y
depositados por los ríos y avenidas de aguas temporales.
Por lo general, estos depósitos presentan formas de fajas
alargadas en los ríos y quebradas principales. Solo los
depósitos que alcanzan un gran desarrollo han podido ser
mapeados en el plano geológico.

3.3 Rocas Intrusivas

3.3.1 Complejo Plutónico Mal Paso

Aflora en el sector noroeste de la zona de estudio,


extendiéndose principalmente sobre los cerros Ancocalani y
Chinchillane con una orientación norte-sur. Por su lado oeste está
en contacto con el basamento metamórfico, al cual intruye,
mientras que por su lado este está en contacto fallado con el Grupo
Ambo (Fig. 3.27). Este complejo plutónico se encuentra
emplazado en forma de cuerpos aparentemente tabulares dentro
del basamento metamórfico. Está compuesto por rocas ácidas
descritas como leucogranitos, de color mayormente blanquecino,
blanco rosáceo a rosado claro. El tamaño de los granos es grueso,
sobretodo en la parte norte del complejo, donde la roca está
compuesta de ortoclasa, cuarzo, biotita (generalmente cloritizada)
y muscovita. Hacia el sur, este cuerpo presenta una variación de
facies marcada por una menor abundancia de la muscovita, un
mayor desarrollo de los cristales de ortoclasa y un incremento
notable del porcentaje de cuarzo, manteniéndose la presencia de
biotita.

Cerca al borde norte de esta zona de afloramiento, se


observa dos conjuntos de diques emplazados en el basamento
70

metamórfico. El conjunto más antiguo está compuesto por diques


básicos que presentan cierto grado de alteración. El conjunto más
reciente consiste de filones de leucogranito (y aplita) (Fig. 3.28),
de granos muy gruesos, con muscovitas de hasta 1 cm de
diámetro, además de biotita (cloritizada), ortoclasa y cuarzo. Este
conjunto de diques leucograníticos se conecta a cuerpos de
composición similar pertenecientes al complejo plutónico y se
considera cogenético.

En el Cerro Negro, a 1 km al suroeste del borde sur del


complejo plutónico Mal Paso, aflora un pequeño granito de color
claro. Este granito forma parte del complejo plutónico Mal Paso.

Al oeste del complejo plutónico Mal Paso, en la quebrada


Chinchillane, se observa un pequeño afloramiento, de 6 m de largo
por 3 m de ancho, de un cuerpo intrusivo netamente básico que
también se encuentra emplazado en el basamento metamórfico.
Las rocas que lo componen muestran tamaños de grano que varían
de muy grueso a medio. Las facies son oscuras y se componen
principalmente de hornblenda, además de reducidos porcentajes de
plagioclasa, piroxeno(?) y mica. Este cuerpo presenta masas de
hornblenditas (Fig. 3.29a) hasta de 1.5 m de ancho, donde los
cristales de hornblenda llegan a medir 6 cm de largo (Fig. 3.29b).
Dado su composición básica, este cuerpo se puede vincular con el
conjunto de diques básicos observado en la misma área, ambas
facies conformando expresiones distintas pero cogenéticas de un
mismo magmatismo básico.

Las relaciones cronológicas observables en el campo


muestran que el conjunto básico se emplazó antes del conjunto
leucogranítico, el cual ha proporcionado una edad Triásico
superior (Ar-Ar sobre muscovita; M. Fornari, Laboratoire de
Géochronologie, Géosciences Azur, Francia, inédito; Tabla 3.4;
ver capítulo IV). Es lógico plantear la posibilidad de que el
conjunto de diques básicos represente los conductos de
alimentación del vulcanismo evidenciado por la Formación
Junerata, mientras que el cuerpo intrusivo rico en hornblenda
representaría una manifestación plutónica del mismo.
71

3.3.2 Unidad Intrusiva Challaviento

La Unidad Intrusiva Challaviento (Monge y Cervantes,


2000) presenta una orientación general noroeste-sureste y se
extiende desde los alrededores del poblado de Vilavilane hasta
unos 4 km al noroeste del poblado de Ticaco. Alcanza una
longitud aproximada de 45 km. Está formado por una serie de
plutones que presentan las mismas facies y, además, registran
dataciones en algunos de ellos que indican edades similares. En el
extremo este de la zona de estudio afloran varios plutones de esta
unidad, el plutón de Challaviento, el de Ataspaca, el de
Chulpapalca y pequeños afloramientos de intrusivos ubicados en
el flanco noroeste del Cerro Condorine, en la quebrada
Chulluncane y en la quebrada Yangane.

En los plutones de Challaviento y de Ataspaca se registran


facies granodioríticas y monzodioríticas, mientras que en el plutón
de Chulpapalca y los pequeños intrusivos presentan facies
granodioríticas (Monge y Cervantes, 2000). Estas rocas plutónicas
son de color gris claro y el tamaño de grano varía de grueso a
medio.

El plutón de Ataspaca proporcionó edades de 39.9 + 1.00


Ma (Sánchez, 1983b), 39.15 + 0.85 Ma, 40.22 + 0.65 Ma, 40.65 +
0.88 Ma, 42.58 + 0.96 Ma y 45.21 + 4.21 Ma (Clark et al., 1990)
(Tabla 3.4). Estás dataciones brindan una edad Eoceno medio.

3.3.3 Unidad Intrusiva Lluta

La Unidad Intrusiva Lluta (Wilson y García, 1962)


presenta en mapa una forma alargada con dirección noroeste-
sureste. Esta unidad forma un cuerpo aparentemente tabular de 1.8
+ 0.5 km de espesor (Sempere, conferencia, 2002) emplazado en
forma concordante en la Formación San Francisco, separando las
partes inferior y superior de esta unidad (Fig. 3.30).
72

La Unidad Intrusiva Lluta presenta una variación de facies


en forma vertical. En su base se observan facies gabroicas que
gradan progresivamente a facies dioríticas. Por encima de estas, el
porcentaje de feldespatos se incrementa, formando así facies
granodioríticas, que en la parte cuspidal del plutón pasan a facies
graníticas con un nítido desarrollo de feldespatos y biotita. Por
último, la zona de contacto del plutón con la roca de caja de su
techo (Formación San Francisco superior) presenta una
epidotización como metamorfismo de contacto, producto de un
proceso hidrotermal.

En el sector sureste, en la quebrada Palca, a la altura del


caserío Huanune Chico, aflora la base gabroica de esta unidad y la
subyacente parte inferior de la Formación San Francisco.

El plutón Lluta proporcionó edades de 62.12 + 1.94 Ma y


60.33 + 1.3 Ma (40Ar/39Ar sobre biotita y K-Ar sobre biotita,
respectivamente; Clark et al., 1990) (Tabla 3.4), lo que indica una
edad paleocena.

3.3.4 Pórfido Dacítico de Palquilla

Esta unidad presenta un pequeño afloramiento en el sector


noreste, en el mismo poblado de Palquilla. Se trata de un pórfido
con textura porfiroafanítica que parecer corresponder a una
intrusión subvolcánica superficial (Salinas, 1985).

Está compuesto de cuarzo, plagioclasa y hornblenda


envueltos en una matriz parcialmente vítrea (Salinas, 1985), con
minerales accesorios, biotita, granos de circón y algunos minerales
opacos (Salinas, 1985).

Dado su ubicación geográfica en la hilera de intrusivos


que conforma la Unidad Intrusiva Challaviento, es posible que
este Pórfido Dacítico de Palquilla pertenezca a la misma. Su
datación isotópica podría confirmar o descartar esta hipótesis.
73

3.3.5 Sills y diques básicos

Dentro de la zona de estudio, se observa que las unidades


jurásicas inferiores (formaciones Pelado y San Francisco) son
afectadas por el emplazamiento de una serie de sills y diques
básicos (basaltos y gabros); en algunos casos éstos se hallan
mineralizados (mayormente, en cobre).

Como ya se mencionó, el borde norte del basamento


metamórfico es atravesado por una serie de diques básicos
alterados.

Sólo se tiene inferencias indirectas sobre las posibles


edades de estos filones básicos (ver Capítulo IV).

3.4 Tectónica

El Sistema de Fallas Incapuquio es un sistema estructural de


carácter regional con rumbo sureste-noroeste. Se extiende sobre los
departamento de Tacna y Moquegua a lo largo de 140 km, con un ancho
de 4 km como máximo (Jacay et al., 2002). En el departamento de Tacna
es conocido como Sistema de Fallas Incapuquio y Challaviento, mientras
que en su extensión hacia el noroeste, en el departamento de Moquegua, es
conocida bajo el nombre de fallas Incapuquio, Micalaco y Capillune
(Jacay et al., 2002).

3.4.1 Sistema de fallas Incapuquio y Challaviento


74

En la zona de estudio, este sistema forma un rombo


estructural asimétrico (Sempere et al., 2002a, 2002b; Jacay et al.,
2002; Pino et al.,2002), bordeado por tectonitas (es decir rocas de
origen tectónico). En efecto, el origen de estas rocas está
relacionado con la actividad de este sistema de fallas.

El Sistema de fallas Incapuquio y Challaviento presenta,


dentro de la zona de estudio, un rombo estructural (Fig. 3.1, en
Anexos) que corresponde a una estructura en flor positiva (Jacay
et al., 2002)(Fig. 3.31). La parte noroeste de este rombo estructural
representa un primer bloque con mayor exhumación, donde
afloran el basamento metamórfico y la Formación Machani.
Continuando hacia el sureste, se tiene un segundo bloque donde
afloran el Grupo Ambo (Carbonífero inferior) y la Formación
Junerata (Carbonífero superior-Jurásico basal). Por último, existe
un tercer bloque formado por los niveles superiores de la
Formación Junerata.

Asimismo, existe una serie de pliegues apretados que


afectan a unidades litoestratigráficas próximas a alguna falla de
este sistema. Tal es el caso del Grupo Ambo y la Formación
Junerata al este del rombo estructural; de la Formación Ataspaca
en la quebrada del mismo nombre; y de la Formación San
Francisco en las quebradas Cuviri y Ammos. Se observa que los
ejes de los pliegues son paralelos al rumbo de las fallas.

Estas características estructurales y la asimetría del rombo


evidencian que se trata de un sistema transcurrente sinestral
(Sempere et al., 2002a, 2002b; Pino et al., 2002), que funcionó
principalmente en forma transpresiva (Jacay et al., 2002; Sempere
et al., 2002).

3.4.1.1 Tectonitas Incapuquio (cataclasitas - milonitas)

En la quebrada Palca, a la altura de los caseríos


Huanune y Causuri, se observan rocas de aspecto silíceo, de
grano muy fino, con coloraciones que varían de gris verdoso
a gris y que presentan dentro de su composición unos
pequeños cristales angulosos transparentes. Estas rocas
corresponden a tectonitas por pasar lateralmente a rocas de
falla y presentar a menudo facies y microfacies cataclásticas
a miloníticas (Pino et al., 2002). En ciertos casos, el estudio
75

de estas rocas en secciones delgadas (Alejandro, en prensa)


indica que la roca que fue sometida a cataclasis era una
riolita.

En el área de Mal Paso, la quebrada Huacano


Grande es atravesada por dos fajas de cataclasitas/milonitas;
la más septentrional muestra fragmentos alargados de
basaltos (Fig. 3.32), pertenecientes a la vecina Formación
Junerata, en una matriz milonítica. Otras fajas, más
angostas, de rocas similares han sido encontradas en la zona
de Tala y en el flanco izquierdo de la quebrada Ataspaca.

Todas estas fajas de tectonitas fueron descritas


anteriormente como diques de riolitas. En algunos casos el
estudio petrográfico (Alejandro, en prensa) ha comprobado
que el protolito de estas tectonitas ha sido efectivamente
constituido por rocas de composición riolítica.

3.4.2 Edad de la actividad del Sistema de fallas Incapuquio y


Challaviento

Inicialmente se le asignó tentativamente una edad


Oligoceno superior por relaciones estratigráficas (Salinas, 1985).
Sin embargo, la Formación Huaylillas (Mioceno inferior) está
afectada por el sistema al sureste de la zona de estudio, el cual es el
lugar actual de terremotos corticales (J. Barriga, com. oral; C.
David, tesis doctoral en curso).

En el área de Moquegua, a este sistema está asociada una


serie de pórfidos coetáneos del Grupo Toquepala, cuyos ascensos se
vieron probablemente favorecidos por su régimen transcurrente, lo
que sugiere que el sistema Incapuquio ya estaba activo durante el
Cretáceo superior-Paleoceno (Jacay et al., 2002). Además, los
conglomerados gruesos del borde noreste de la cuenca Moquegua
evidencian la continuidad de la actividad de este sistema durante el
resto del Paleógeno (Jacay et al., 2002).

Los pocos datos cronológicos disponibles hasta la fecha


sugieren que el Sistema de fallas Incapuquio es activo por lo menos
desde el Cretáceo superior. Es probable, por lo tanto, que ha tenido
76

una actividad compleja durante todo o gran parte del Cenozoico,


controlando a la vez la expresión superficial del magmatismo así
como los rasgos topográficos principales y las cuencas de
piedemonte correspondientes.
CAPITULO IV
EVOLUCIÓN PALEOGEOGRÁFICA Y PALEOTECTÓNICA EN EL
INTERVALO PALEOZOICO SUPERIOR-CRETÁCEO INFERIOR

4.1 Interpretación geodinámica en la zona de estudio

4.1.1 Introducción

En la zona de estudio, el intervalo Paleozoico superior -


Cretáceo inferior se puede dividir en cuatro grandes períodos que
reflejan la evolución regional del contexto geodinámico.

La geografía del continente, exactamente del borde oeste


de Gondwana, fue evolucionando durante el desarrollo de cada
evento, generándose así diferentes ambientes deposicionales
durante el paso del tiempo geológico (Fig 4.1).

4.1.2 Evolución Paleogeográfica en el Devoniano?-Misisipiano

Pese a que se carece de un estudio detallado del


basamento metamórfico de Huacano, se tiene que considerar la
posibilidad que su historia tenga puntos comunes con las rocas
metamórficas de Belén (Norte de Chile) debido a sus similitudes
litológicas. En la zona de estudio, la iniciación de la
sedimentación en el Devoniano o Carbonífero inferior (Formación
Machani) coincide prácticamente con la finalización, entre 390 y
360 Ma (Devoniano medio a superior), de un episodio
metamórfico en Belén (Wörner et al., 2000). En la zona de Belén,
sin embargo, la sedimentación se reanudó más tarde,
aparentemente recién en el Carbonífero superior, con sedimentos
clásticos marinos de poca profundidad que contienen
braquiópodos (Jahnke, 1996, in Wörner et al., 2000).

La iniciación de la sedimentación en Huacano refleja


forzosamente un cambio notable en el contexto tectónico regional
(Fig. 4.2), que se discutirá a continuación.

4.1.3 Evolución Paleogeográfica del Pensilvaniano al Hetangiano

El período comprendido entre ~320 y 202 Ma tuvo una


duración de ~120 Ma. Se caracterizó por la acumulación de
124

volúmenes considerables de rocas volcánicas mayormente básicas.


Algunas observaciones indican que las coladas correspondientes
se derramaron bajo agua.

Este voluminoso magmatismo básico refleja


evidentemente una fusión parcial del manto por descompresión, y
luego sugiere fuertemente un contexto de adelgazamiento
litosférico. Además, semejante contexto pudo favorecer la
erupción de grandes cantidades de lavas, ya que la litósfera se
encontraba progresivamente adelgazada, así como la fusión parcial
de rocas corticales evidenciada en el Complejo plutónico de Mal
Paso. Este magmatismo generado por fusión cortical se debió a
altos flujos de calor que originó los grandes volúmenes de magma
básico. Magma básico estancado en el basamento pudo cristalizar
como gabro; las hornblenditas de la quebrada Chinchillane
podrían resultar de este fenómeno.

Los continuos esfuerzos de tensión formaron fisuras en


gran parte del basamento de la cuenca y especialmente en la zona
de mayor adelgazamiento. Estas fisuras se comportaron como
conductos para el flujo de los magmas basálticos y corticales. Los
diques básicos y graníticos presentes en el borde norte de la zona
de afloramiento del basamento metamórfico representan
probablemente conductos de ambos magmatismos.

La Formación Junerata es importante para el


entendimiento de la evolución general de la región puesto que su
litología y espesor son característicos de un proceso de fusión
mantélica de gran escala, que difícilmente puede ser generado por
un fenómeno que no sea un adelgazamiento litosférico. Tal
proceso tectónico tuvo que generar subsidencia en la zona donde
se desarrolló, lo que está reflejado por el espesor importante de la
unidad y el hecho que por lo menos parte de ella fue derramada
bajo agua. Esta evolución se puede interpretar como el resultado
de un proceso de rifting que progresivamente dio lugar al
desarrollo de una cuenca marginal (Fig 4.3).

4.1.4 Evolución Paleogeográfica del Sinemuriano al Valanginiano

Este intervalo, de 70 Ma de duración, corresponde a la


acumulación continua de depósitos sedimentarios en el borde
noreste, subsidente, de la cuenca marginal creada durante el
125

intervalo Junerata. La zona de estudio se ubica en lo que era el


margen noreste de esta cuenca marginal. En efecto, la repartición
de las facies y de los espesores en la zona de estudio demuestra
que la cuenca profundizaba hacia el suroeste, y sugiere que el
Sistema de fallas Incapuquio (SFI) ya estaba activo como sistema
normal (Figs. 4.4 y 4.5 mapa).

La parte de la cuenca cubierta por la zona de estudio


estaba aparente y profundamente estructurada por el Sistema de
fallas Incapuquio (Fig. 4.5 mapa):

• El bloque ubicado al noreste del SFI está caracterizado por


facies siempre menos profundas que en los demás bloques.
• El bloque ubicado el suroeste del SFI está caracterizado por
facies sistemáticamente más profundas que al noreste.
• El rombo estructural que existe actualmente dentro del SFI
registra facies de paleoprofundidad intermedia, por lo cual se
lo denomina “bloque intermedio” a continuación.

La topografía generada por el fallamiento normal activo a


lo largo del borde noreste de la cuenca y su relación con el nivel
del mar controlaron en parte la distribución de las facies
sedimentarias. El análisis sedimentológico y los medios ambientes
reconstruidos manifiestan que una región continental emergida
existía al noreste de la cuenca. La intensidad de los procesos
erosivos continentales y submarinos generó un gran volumen de
sedimentos, que se acumuló en la cuenca subsidente. Es lógico
plantear que las partes elevadas de los semigrábenes fueron
sometidas a estos procesos, y es probable que las turbiditas
observadas en la base de la Formación Pelado, las cuales
retrabajan un material basáltico, fueron generadas de esta forma.

Evidentemente, los depósitos turbidíticos de la base de la


Formación Pelado y la plataforma carbonatada alcanzaron su
mayor desarrollo en el bloque noreste (40 y 438 m de espesor
respectivamente, en la sección del Cerro Palquilla), mientras que
en el bloque suroeste hundido la sedimentación de estos conjuntos
fue mucho menor (1 y 25 m de espesor respectivamente, en la
126

sección del cerro Huanuane)(Fig. 4.4). Es probable que hacia el


interior de la cuenca la sedimentación de carbonatos fue nula. Esta
notable variación de facies y espesores en tan sólo 9 km de
distancia, en dirección suroeste, indica una rápida profundización,
corroborando así la presencia de una paleotopografia
relativamente abrupta, que descendía en dirección aproximada
suroeste. Además, algunas medidas de paleopendiente (slumps) y
palocorriente (ripples) indican aproximadamente un sentido de
paleotransporte sedimentario hacia el suroeste.

La evolución registrada por la sucesión estratigráfica en la


zona de estudio comprende tres etapas:
• La profundización progresiva de la cuenca corresponde a la
Formación Pelado (Sinemuriano - Toarciano medio; ~202-
184 Ma, con una duración de 18 Ma). Durante este período
se depositaron facies en conjunto cada vez más profundas,
como lo evidencia el análisis sedimentológico presentado
más arriba (Fig. 4.4). La superposición de estas facies
equivale a una transgresión de primer orden, que fue muy
probablemente producida por el hundimiento tectónico de
esta parte subsidente de la cuenca.
• La época de mayor profundidad de la cuenca, y de mayor
inundación, corresponde a las formaciones San Francisco y
Ataspaca inferior, es decir al intervalo Toarciano superior-
Caloviano inferior (~184-162 Ma; duración: 22 Ma). Las
facies registradas son mayormente calcilutitas, chert y lutitas
negras espesas con fauna pelágica (posidonias y ammonites).
• El inicio de la somerización de la cuenca está marcado por la
progradación clástica registrada en la parte media de la
Formación Ataspaca, y ocurrió aproximadamente en el
Caloviano medio (~162-161 Ma). La somerización de esta
parte de la cuenca prosiguió sobre todo durante la
sedimentación de la Formación Chachacumane, con la
progradación desde el noreste de facies clásticas cuarzosas
organizadas en secuencias estratocrecientes. En conjunto, el
período de somerización por progradación desde el noreste
abarca el intervalo Caloviano medio - Valanginiano (~162-
132 Ma; duración de 30 Ma).
127

La primera etapa se inició con la deposición de calizas en


una parte distal de una plataforma carbonatada (Fig. 4.6), como lo
sugiere la fauna relativamente pelágica que contiene (ammonites
abundantes). Esta plataforma carbonatada fue afectada por
transgresiones marinas, que son mejor registradas en el bloque
somero del noreste (secciones de los cerros Palquilla y Pelado)
con la sedimentación de facies margosas. En el bloque hundido del
suroeste (sección del Cerro Huanuane), estos carbonatos muestran
un espesor reducido, reflejando que la profundización se
desarrolló ahí más temprano y más rápidamente que al noreste.

La sedimentación registrada en este intervalo refleja una


importante subsidencia de la cuenca, que ocasiona una
retrogradación de las facies. En esta zona de la cuenca, se pasó
transicionalmente de una sedimentación calcárea de profundidad
mediana (Formación Pelado) a una sedimentación turbidítica distal
y posteriormente a una sedimentación pelágica por decantación
(Formación San Francisco). Estas facies pelágicas indican que la
profundidad aumentó considerablemente en la cuenca durante el
intervalo Toarciano superior - Aaleniano. En el bloque intermedio,
se registra una sedimentación pelágica netamente calcárea, así
como por lo menos un nivel de condensación, mientras que 2 km
al suroeste, en el bloque suroeste, la sedimentación pelágica es
inicialmente netamente silícea (cherts). Por lo tanto la distribución
de los depósitos de la Formación San Francisco confirma que la
profundidad de la cuenca aumentaba rápidamente hacia el
suroeste.

Esta etapa de alta profundidad (Fig. 4.7) continuó durante


la deposición de los potentes espesores de lutitas negras
registradas en la parte inferior de la Formación Ataspaca, con su
fauna pelágica bentónica (posidonias de conchas muy delgadas) y
nectónica (ammonites). Entonces, dado las características de las
facies en las formaciones San Francisco y Ataspaca inferior, se
puede decir que este intervalo corresponde al “máximo
transgresivo” y por consiguiente a la segunda etapa de la
evolución de la parte de la cuenca abarcada por la zona de estudio.

En la tercera etapa, a partir del Caloviano medio (parte


media de la Formación Ataspaca), se percibe una tendencia hacia
una somerización de la cuenca, que se confirma por la
128

progradación de facies arenosas deltaicas y/o de anteplaya sobre


las facies pelágicas anteriores expresada por la Formación
Chachacumane (Fig 4.8). La potente sucesión de areniscas y
lutitas depositada en este intervalo indica que la subsidencia
continuó en esta parte de la cuenca, aunque ciertamente en forma
menos intensa que en el intervalo Sinemuriano - Batoniano. Esta
inversión en la evolución de la cuenca tal vez se debe también al
notable aumento en los aportes detríticos continentales, puesto que
traduce una inversión del balance entre subsidencia tectónica y
aportes sedimentarios. Cabe subrayar, por lo tanto, el contraste
entre la unidad somera carbonatada del inicio de esta evolución (la
Formación Pelado), donde la fracción detrítica era obviamente
reducida, y la unidad somera cuarzosa del final (la Formación
Chachacumane), dominantemente compuesta por una fracción
detrítica arenosa. Evidentemente, la paleogeografía continental
durante el intervalo Kimeridgiano-Valanginiano era dominada por
sistemas de ríos que llevaban un abundante material clástico a la
cuenca, a diferencia del intervalo Sinemuriano-Batoniano.

4.1.5 Invasión de la cuenca por una sedimentación volcanodetrítica a


partir del ?Hauteriviano

Como recalcado más arriba, la Formación Chulluncane


muestra una litología netamente diferente de la subyacente
Formación Chachacumane, por tratarse de areniscas mayormente
líticas derivadas desde un arco volcánico, mientras el material
clástico de la segunda es exclusivamente cuarzoso. Además, la
Formación Chulluncane incluye derrames volcánicos que
corroboran la cercanía de un arco volcánico.

Estos hechos son suficientes para poder afirmar que la


discontinuidad Chachacumane / Chulluncane corresponde al
desarrollo de un arco volcánico en las vecindades de la zona de
estudio (Fig. 4.9). Aunque necesitan confirmación, unas
imbricaciones de clastos medidas en un conglomerado de la
Formación Chulluncane sugieren que este material
volcanodetrítico provenía del oeste.

4.1.6 Síntesis

La historia geológica regional fue dominada por el


desarrollo de un proceso de rifting durante el intervalo
129

Pensilvaniano - Hetangiano. La identificación de este proceso es


una clave fundamental para explicar la acumulación posterior de
una espesa serie sedimentaria continua, del Sinemuriano al
Valanginiano. También puede explicar la acumulación de la
Formación Machani y del Grupo Ambo registrados en el área de
Huacano, aunque existe sólo una zona de afloramiento en la zona
de estudio. En efecto, es lógico considerar que estos depósitos
mayormente continentales representan los primeros sedimentos
acumulados en la etapa incipiente del proceso de rifting.

Por lo tanto, siguiendo esta hipótesis, la evolución


geológica reconstruida en la zona de estudio se puede resumir de
la manera siguiente:

• Un proceso de adelgazamiento litosférico se inició en el


Paleozoico superior (Devoniano o Misisipiano inferior). El
rifting incipiente produjo grábenes donde se depositaron la
Formación Machani y el Grupo Ambo.

• En el Pensilvaniano, el adelgazamiento litosférico alcanzó


un estado suficiente para producir cantidades considerables
de magma básico, como lo evidencian las numerosas
coladas basálticas de la potente Formación Junerata. Es
probable que este proceso mantélico, como manifestado por
este abundante magmatismo que duró por lo menos 120 Ma,
llegó a crear una cuenca marginal.

• En la zona de estudio, que se encontraba sobre el borde


noreste, “pasivo”, de esta cuenca marginal, el proceso
efusivo terminó en el Jurásico basal, mientras prosiguió en
áreas ubicadas más al sur (en Arica existen lavas
almohadilladas calovianas; Douglas, 1920).

• Entre el Sinemuriano y el Valanginiano, la zona de estudio


era parte del margen subsidente, de tipo pasivo, de la cuenca
marginal. Ahí se acumuló una potente serie sedimentaria,
que registra una profundización durante el intervalo
Sinemuriano-Toarciano medio, un estado de cuenca
profunda del Toarciano superior al Caloviano inferior, y una
somerización por progradación clástica cuarzosa, desde el
noreste, a partir del Caloviano, hasta el Valanginiano.
.
130

• Aproximadamente en el límite Valanginiano-Hauteriviano,


el registro estratigráfico indica un profundo trastorno en la
cuenca, puesto que su parte estudiada empezó a ser invadida
por una sedimentación volcanodetrítica desde el oeste o
suroeste.

4.2 Interpretación geodinámica en otros sectores de la cuenca.

4.2.1 Introducción

Como analizado más arriba, la zona de estudio se ubica en


el borde noreste de una cuenca marginal desarrollada en el intervalo
Paleozoico superior - Cretáceo inferior. Esta cuenca fue
probablemente generada por un proceso de rifting, producto de un
adelgazamiento litosférico.

En el presente capítulo se presentan indicios o evidencias


descritas en otros estudios científicos realizados en el Perú y en
Sudamérica, que manifiestan una actividad distensiva en el
Mezosoico inferior.

El sistema de rift donde se acumuló el Grupo Mitu


(Pérmico superior-Triásico) en asociación con un magmatismo
intenso, proporciona un claro ejemplo, en la Cordillera Oriental
del Perú, de un contexto magmático, generado por un proceso de
adelgazamiento litosférico (Sempere et al., 2002a).

4.2.2 Estudios referentes al sur del Perú

4.2.2.1 Evolución de la Cuenca de Arequipa

El estudio principal referente a esta área fue


publicado por Vicente et al. (1982). Posteriormente,
Sempere et al. (2002) propusieron una síntesis para el Perú y
Bolivia, que para la Cuenca de Arequipa utilizó
ampliamente los datos proporcionados por Vicente (1981),
Vicente et al. (1982) y Vicente (1989).

La mayor parte de la Formación Socosani se


depositó en una plataforma carbonatada relativamente
somera. Su miembro cuspidal registra calcilutitas gris
oscuras (facies profundas de “starved basin”) que contrastan
131

notoriamente con las facies más someras anteriores. Este


contraste señala que la paleoprofundidad aumentó
considerablemente en el Bajociano superior.

Notaron la presencia de numerosas fallas


sinsedimentarias en la base de la Formación Socosani.
Describen además una clara falla sinsedimentaria de
orientación noroeste-sureste que separa dos bloques: en el
bloque elevado suroeste se desarrollaron biostromas con
Plicatostylos mientras en el bloque hundido se depositaban
calcilutitas. Estas observaciones prueban la actuación en el
sector de Yura de una fuerte tectónica distensiva durante la
sedimentación de la Formación Socosani, que explica las
rápidas variaciones de facies que se registran en ella (León,
1981).

En el sector de La Capilla (50 km al sureste de


Yura), una falla produjo un hiato estratigráfico de más de
500 m de serie en el bloque este elevado. Mientras que en el
sector de El Toro del Río Tambo, se llegan a observar
verdaderas discordancias angulares dentro de los sedimentos
bajocianos (Formación Guaneros) que implica en estos
casos además basculamiento y ladeadas de series. Con estos
ejemplos se aprecia la real importancia de esta tectónica
sinsedimentaria distensiva en la individualización de la
Cuenca de Arequipa, que produjo una rápida subsidencia de
la misma.

Las fallas sinsedimentarias se organizan en un


sistema con orientación sensiblemente noroeste-sureste
(Yura) y noreste-suroeste (La Capilla), es decir
respectivamente paralelo y ortogonal al futuro eje mayor de
la cuenca. Estos autores sugieren que la orientación propia
de los Andes centrales (noroeste-sureste) se delineó en el
Jurásico.

Además, la Formación Labra (Titoniano-


Neocomiano) presenta facies de muy poca profundidad y
registra una resaltante potencia, poniendo de manifiesto la
importante subsidencia de la cuenca y plantea la cuestión
del balance entre la tasa de subsidencia y la tasa de
sedimentación.
132

Todos los trabajos referentes al Mesozoico del sur


del Perú contemplan la existencia de un arco volcánico
hacia el suroeste, y por lo tanto de un contexto de
subducción, como fue comprobado por Romeuf et al.
(1995). Siguiendo las sugerencias de Vicente et al. (1982),
Sempere et al. (2002a) propusieron que la Cuenca de
Arequipa se originó por un proceso de adelgazamiento
litosférico de tipo rifting que probablemente se desarrolló en
un contexto de trasarco distensivo. El adelgazamiento
litosférico parece haber culminado en el Bajociano superior
- Caloviano inferior (~172-162 Ma), época de máxima
profundidad de la cuenca.

El espesor de la Formación Chocolate s.s. y la


abundancia de rasgos sinsedimentarios extensionales en las
formaciones Socosani y Puente reflejan una subsidencia
tectónica intensa. El emplazamiento de la super-unidad
Punta Coles (gabro-monzotonalitas) debe haber ocurrido en
este mismo contexto; el área de mayor magmatismo
probablemente sufrió mayor adelgazamiento litosférico.

4.2.2.2 Comparación con el área de estudio

Los rasgos distensivos descritos por Vicente et al.


(1982) se correlacionan con los descritos en el Area Mal
Paso-Palca y, tal como lo manifestaron Sempere et al.
(2002), indican que la Cuenca de Arequipa fue generada por
adelgazamiento litosférico. Ambos trabajos plantearon la
existencia de un arco volcánico, y por lo tanto de un
contexto de subducción, por lo menos en el Jurásico. Dado
la importante subsidencia evidenciada por las formaciones
Chocolate y Junerata, Sempere et al. (2002) sugirieron
además que estas potentes series volcánicas se acumularon
en una cuenca de trasarco distensivo.

En el presente trabajo se propone que, en la zona de


Palca-Mal Paso, la iniciación del rifting se produjo durante
el Devoniano? y/o Misisipiano, período que representa la
primera etapa del adelgazamiento litosférico. En el mismo
133

sector, la actividad magmática se desarrolló durante su


segunda etapa (Pensilvaniano-Hetangiano), mientras que
continuó hasta por lo menos el Caloviano en el área de
Arica (Douglas, 1920), y hasta el Toarciano en el área de
Arequipa (Vicente, 1981).

La dirección noroeste-sureste que presenta el


sistema de fallas syn-rift en el sector de Yura concuerda con
la orientación del Sistema de fallas Incapuquio y
Challaviento que controló la estructura de la cuenca en la
zona de estudio. Este hecho sugiere que el Sistema de fallas
Incapuquio y Challaviento estuvo activo durante el rifting, y
por lo tanto plantea la posibilidad de una antigüedad mayor
a la que se ha considerado hasta la fecha. De acuerdo con la
dirección de este sistema y con la dirección de variación de
facies descrita en la zona de estudio, el eje del rift habría
tenido una dirección noroeste-sureste, paralela a la actual
orientación de la Cordillera Occidental.

La sedimentación en el borde noreste de la cuenca


(sectores de Yura, Chapi, La Capilla y Mal Paso-Palca)
presenta una evolución vertical parecida, presentando
algunas variaciones laterales en facies y espesores. En el
área de Arequipa, el período de mayor profundidad
corresponde a las formaciones Socosani terminal, Puente y
Cachíos inferior, es decir al intervalo Bajociano superior-
Caloviano inferior (~172-162 Ma; duración: 10 Ma),
revelando que la región de Tacna se hundió ~12 Ma antes
que la de Arequipa.

Cerca de Arequipa, el conjunto progradante


formado por las formaciones Labra, Gramadal y Hualhuani
(Oxfordiano-Neocomiano) equivale claramente a la
Formación Chachacumane de la zona de estudio; presenta
en gran parte facies de poca profundidad pese a registrar una
resaltante potencia, poniendo de manifiesto la importante
subsidencia de esta zona de la cuenca, y planteando la
cuestión del balance entre la tasa de subsidencia y la tasa de
sedimentación.

Hacia el norte chileno, se plantea la existencia de un


“par paleogeográfico Arco Magmático-Cuenca de Trasarco”
134

(Muñoz et al., 1988). En la Cordillera de la Costa entre


Arica e Iquique, se observan “flujos lávicos andesíticos
subacuáticos almohadillados y subaéreos” (Muñoz et al.,
1988).

En cuanto a la estratigrafía, la actividad volcano-


sedimentaria syn-rift descrita en la zona de estudio muestra
una evolución continua, controlada por la tectónica
distensiva de la cuenca; las unidades de la fase sedimentaria
presentan contactos concordantes y transicionales,
confirmando la continuidad del proceso sedimentario. Por
esta razón se propuso (Sempere et al., 2002) que la
denominación “Grupo Yura” debería reflejar en su totalidad
la actividad de la cuenca de tipo marginal, propuesta con la
cual se coincide en las conclusiones de este trabajo. En la
zona de estudio, según esta propuesta, el Grupo Yura estaría
conformado, de la base al tope, por las formaciones
Junerata, Pelado, San Francisco, Ataspaca y Chachacumane.

4.3 Estudios referentes al margen occidental de Sudamérica (Gondwana)

Sempere et al. (2002) evidenciaron que el borde oeste de


Gondwana sufrió un proceso distensivo intenso durante el Pérmico superior
- Jurásico medio, como consecuencia de la dislocación de Pangea (Tankard
et al., 1995). Este estiramiento de la corteza continental de Gondwana
occidental generó la formación de una serie de cuencas alargadas de tipo
rift, con una orientación general SE-NO, a lo largo de lo que hoy en día es
la Cordillera de los Andes.

Son ejemplos claros de cuencas de tipo rift formadas durante el


adelgazamiento litosférico del borde oeste de Gondwana las cuencas La
Ramada y Mendoza-Aconcagua, ubicadas en el extremo sur de los Andes
Centrales (límite Chile-Argentina), las cuales se formaron durante el
Triásico superior - Jurásico inferior (Alvarez et al., 2002). En el Oroclino
Boliviano, el sistema de rift Pérmico superior - Jurásico medio de la
Cordillera Oriental del Perú y Bolivia (Kontak et al., 1985; Sempere et al.,
2002).

En la zona de estudio, los datos obtenidos en el curso del presente


trabajo permiten extender el período de adelgazamiento litosférico al
Paleozoico superior, dado que no parece existir un hiato cronológico entre
el Grupo Ambo observable en Mal Paso y la sobreyacente Formación
135

Junerata. Por lo tanto, el estiramiento al cual fue sometido el margen


occidental de Gondwana se habría iniciado en el Devoniano o Misisipiano,
produciendo la deposición de estratos sedimentarios en una cuenca ubicada
a lo largo de la costa sur del Perú (como parecen confirmarlo estudios en
curso en Pocoma, Cocachacra, Chira, Ocoña, Atico, Puerto Viejo, Paracas;
T. Sempere, com. personal). Esta conclusión está de acuerdo con el hecho
que un magmatismo misisipiano está registrado en varias zonas de la
Cordillera Oriental del Perú (Jacay et al., 1999), la cual fue el sitio de un
notable proceso de rifting a partir del Pérmico superior.
CAPITULO V
GEOLOGIA ECONÓMICA

5.1 Introducción

En la zona de estudio existen depósitos minerales de interés


económico en asociación con rocas de origen magmático. La sucesión
sedimentaria acumulada en la cuenca que estuvo activa del Paleozoico
superior al Cretáceo inferior cuenta con potentes espesores de lutitas y
calizas ricas en materia orgánica, por una parte, y de areniscas, por otra
parte, todas estas facies siendo propicias para la generación y
almacenamiento de petróleo. Calizas y areniscas presentan un interés
cierto para su explotación como depósitos no metálicos.

5.2 Depósitos Metálicos

En el poblado de Ataspaca aflora un plutón perteneciente a la


Unidad Intrusiva Challaviento, que se encuentra emplazado en calizas de
las formaciones Pelado y San Francisco. Este emplazamiento fue
acompañado por fluidos mineralizantes, principalmente en cobre. En
general, casi todos los plutones registrados en esta parte de la región
presentan mineralización de cobre.

En los alrededores del poblado de Huanune, se observan sills y


diques básicos emplazados en las facies silíceas (cherts) de la Formación
San Francisco. Macroscópicamente, se puede observar gran porcentaje de
mineral diseminado, principalmente pirita, pero también chalcopirita.

Sin embargo, un mayor interés económico está presentado por el


Sistema de fallas Incapuquio y Challaviento. Se ha propuesto en muchas
oportunidades que el Sistema de fallas Incapuquio controlaría la posición
de grandes yacimientos minerales como Toquepala y Cuajone (y, más al
noroeste, Cerro Verde) (Sempere et al., 2002b,c).

5.3 Depósitos No-Metálicos

La potente Formación Chachacumane está compuesta


principalmente por bancos de areniscas cuarzosas y cuarcíticas. En las
secuencias superiores, los bancos cuarcíticos no presentan muchas
impurezas, además de tener afloramientos continuos, y son depósitos
potencialmente explotables. De hecho, varios niveles de areniscas de esta
149

formación están siendo explotados actualmente. La cuarcita es utilizada


por la Empresa Minera Southern Peru Copper Corporation como material
refractario en su fundición de Ilo.

Las formaciones Pelado y San Francisco están compuestas


principalmente por facies calcáreas. En el sector de Yura, las calizas de la
Formación Socosani son usadas como principal materia prima en la
elaboración de cemento. Dado el espesor y la buena accesibilidad de los
afloramientos de estas unidades locales en la zona de estudio, podrían ser
usadas como canteras para la elaboración de cemento.

La industria de la roca ornamental no está muy desarrollado en el


país, dado su costo elevado y la necesidad de contar con grandes
volúmenes de agua para el pulido de la misma. A pesar de esto, se han
observado rocas principalmente intrusivas que cuentan con facies
adecuadas para su explotación como roca ornamental. En particular, las
rocas del plutón de Ataspaca presentan facies granodioríticas muy vistosas,
pero su alto grado de fracturamiento dificultaría su utilización. Asimismo,
las facies graníticas del plutón Mal Paso son apropiadas para su uso como
roca ornamental: este plutón no registra un fracturamiento intenso, y el
mayor inconveniente sería la falta de agua en el sector.

5.4 Hidrocarburos

5.4.1 Posibles Rocas Madre

Las facies calcáreas de las formaciones Pelado y,


sobretodo, San Francisco, presentan un alto contenido de materia
orgánica, dado la tonalidad oscura de sus facies y el olor fétido que
expide la roca al ser fracturada. Estas evidencias indican que las
facies de estas formaciones pueden ser consideradas buenas rocas
madre.

Además, la Formación Ataspaca contiene un gran volumen


de lutitas negras. Estas facies suelen ser buenas rocas madre de
hidrocarburos.

5.4.2 Posibles Rocas Reservorio

Dentro de la secuencia jurásica, no se han observado facies


que puedan ser consideradas como roca reservorio. Las areniscas de
la Formación Chachacumane son finas y litificadas, y no presentan
150

muy buenas condiciones de porosidad intergranular y menos aún de


permeabilidad. Sólo el fracturamiento de estas areniscas podría
proveer una posibilidad de reservorio.

También cabe la posibilidad de que las calizas de la


Formación Pelado, por porosidad o fracturamiento, puedan
entrampar hidrocarburo.

Sin embargo, se tiene que plantear la cuestión de la


evolución térmica de las rocas madre. En efecto, la actividad del
arco volcánico Toquepala en la región sur del Perú ha
probablemente afectado la zona de estudio, y quizás reducido
ampliamente la posibilidad de hallar algún yacimiento de
hidrocarburos en el área.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

1º El estudio de la estratigrafía y paleogeografía del intervalo Paleozoico


superior-Cretáceo inferior en el Area Mal Paso-Palca brinda evidencias
que sugieren fuertemente la generación de una cuenca marginal tipo rift
dentro de un contexto de adelgazamiento litosférico. En esta cuenca se
desarrolló una actividad volcano-sedimentaria continua. Este tipo de
proceso es común en el borde oeste de Gondwana, debido a un proceso
distensivo intenso originado por la dislocación de Pangea (Tankard et al.,
1995). Este estiramiento de la corteza continental de Gondwana occidental
generó la formación de una serie de cuencas alargadas de tipo rift, con una
orientación general SE-NO, a lo largo de lo que hoy en día es la Cordillera
de los Andes

2º Se propone que el inicio del proceso distensivo ocurrió en el Paleozoico


superior (Devoniano? o Misisipiano), dado la aparente ausencia de un
hiato estratigráfico importante entre el Grupo Ambo y la Formación
Junerata.

3º Entonces, el proceso de adelgazamiento litosférico se inicia en el


Devoniano? y/o Misisipiano, con la apertura de una cuenca incipiente tipo
rift y con la deposición de estratos sedimentarios (Formación Machani y
Grupo Ambo). Durante el Pensilvaniano-Hetangiano, este proceso alcanzó
un estado suficiente para producir cantidades considerables de magma
básico (Formación Junerata), así como la fusión parcial de rocas corticales
(Complejo plutónico Mal Paso) debido a altos flujos de calor. Dado este
contexto es probable la formación de una cuenca marginal.

Posteriormente, entre el Sinemuriano y el Valanginiano, se acumuló una


potente serie sedimentaria en el borde noreste, subsidente, de la cuenca
marginal. Registra una profundización progresiva durante el intervalo
Sinemuriano – Toarciano medio, manifestada por el desarrollo de una
plataforma carbonatada (Formación Pelado). También se muestra una
somerización por progradación clástica cuarzosa, desde el noreste, a partir
del Caloviano, hasta el Valanginiano (Formación Ataspaca medio y
superior, Formación Chachacumane). El período de inundación máxima se
ubica en el intervalo Toarciano superior-Caloviano inferior (Formaciones
San Francisco y Ataspaca inferior).
154

Finalmente, a partir del Hauteriviano aproximadamente, el registro


estratigráfico indica el desarrollo de un arco volcánico en las cercanías de
la zona de estudio. La presencia de diques y sills basálticos emplazados en
las unidades syn-rift seguramente esté vinculada con el desarrollo de este
arco volcánico. Este hecho marca un cambio en las condiciones de
sedimentación.

4º La parte de la cuenca cubierta por la zona de estudio estaba aparentemente


estructurada por el Sistema de fallas Incapuquio y Challaviento (SFI). La
repartición de las facies y de los espesores en la zona de estudio sugiere
que este ya estaba activo como un sistema normal durante la formación de
la cuenca. La topografía generada por este fallamiento normal activo a lo
largo del borde noreste de la cuenca y su relación con el nivel del mar
controlaron en parte la distribución de las facies sedimentarias, la cual
manifiesta que la cuenca profundizaba hacia el suroeste. De acuerdo con la
dirección del SFI y con la dirección de la variación de facies descrita en la
zona de estudio, el eje del rift habría tenido una dirección noroeste-sureste,
paralela a la actual orientación de la Cordillera Occidental.

5º La evolución de la actividad volcano-sedimentaria syn-rift descrita en la


zona de estudio es continua; las unidades de la fase sedimentaria presentan
contactos concordantes y transicionales, confirmando la continuidad del
proceso sedimentario. Es por esto que se propone que la denominación
“Grupo Yura” debería reflejar en su totalidad la actividad de la cuenca de
tipo marginal, estando de acuerdo con Sempere et al. (2002a) en redefinir
el Grupo Yura, de manera que incluya todas las formaciones relacionadas
con la actividad de la cuenca dentro de esta gran unidad estratigráfica.
Entonces, el Grupo Yura en esta parte de la región tacneña esta
conformado de base a tope por las formaciones Junerata, Pelado, San
Francisco, Ataspaca y Chachacumane.

6º Se cree necesario realizar un estudio geoquímico del magmatismo


basáltico para determinar con mayor precisión su(s) contexto(s)
geotectónico(s) tanto en la zona de estudio como en la zona costera.

7º Se recomienda realizar estudios estratigráficos y sedimentológicos en la


región de la costa para evaluar su posición tanto paleogeográfica como
paleotectónica, y asimismo comprobar la hipótesis de una cuenca
marginal.
155

8º Se recomienda intentar obtener dataciones sobre los sills y diques


emplazados en los estratos syn-rift y entender su relación con el desarrollo
de un arco volcánico evidenciado por la Formación Chulluncane después
del Valanginiano.
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ILUSTRACIONES

Fig. 1.1 Segmentación de la Cordillera de los Andes.


Fig. 1.2 Mapa de ubicación de la zona de estudio.
Fig. 2.1 Mapa Morfotectónico Regional.
Fig. 2.2 Unidades morfotectónicas presentes en el departamento de Tacna.
Fig. 2.3 Sección de la unidad morfológica “Zona de Montañas”.
Fig. 2.4 Mapa geomorfológico de la zona de estudio (en Anexos).
Fig. 2.5 Elevaciones escarpadas y rugosas en la quebrada Palca.
Fig. 2.6 Imagen satelital donde se aprecia la unidad Superficie Huaylillas.
Fig. 2.7 Imagen satelital del sector SE de la zona de estudio.
Fig. 2.8 Valle en “V” perteneciente a la quebrada Palca.
Fig. 3.1 Mapa geológico de la zona de estudio.
Fig. 3.2 Cuadro cronoestratigráfico del Area Mal Paso-Palca.
Fig. 3.3 Gneises del basamento metamórfico.
Fig. 3.4 Contacto entre el basamento metamórfico y la formación Machani.
Fig. 3.5 Nothorhacopteris cf. kellaybelenensis.
Fig. 3.6 Tomiodendron sp.
Fig. 3.7 Colada de basalto con superficie almohadillada
Fig. 3.8 Colada de basalto con superficie ondulada.
Fig. 3.9 Columna estratigráfica levantada en el cerro Huanuane.
Fig. 3.10 Vista panorámica del cerro Pelado.
Fig. 3.11 Columna estratigráfica de la Formación Pelado.
Fig. 3.12 Columna estratigráfica levantada en la quebrada Ammos.
Fig. 3.13 Contacto entre la Unidad Intrusiva Lluta y la parte superior de la
Formación San Francisco.
Fig. 3.14 Anticlinal de la quebrada Ammos.
Fig. 3.15 Miembro inferior de la Formación San Francisco en la quebrada
Ammos.
159

Fig. 3.16 Cherts finamente estratificados en la parte inferior de la Formación


San Francisco (Cº Huanuane).
Fig. 3.17 Diferentes ejemplares de ammonites que conforman el nivel de
condensación.
Fig. 3.18 Vista panorámica de la sección Cuviri-Quilla.
Fig. 3.19 Columna estratigráfica de la Formación Ataspaca.
Fig. 3.20 Columna estratigráfica de la Formación Chachacumane.
Fig. 3.21 Secuencias estratocreciente que conforman la Formación
Chachacumane.
Fig. 3.22 Bancos de areniscas líticas grises de la formación Chulluncane.
Fig. 3.23 Conglomerados polimícticos de la formación Chulluncane.
Fig. 3.24 Afloramiento de la Formación Tarata en los alrededores del
poblado de Palquilla.
Fig. 3.25 Depósito de escombros asociado a un afloramiento de la Formación
Huaylillas.
Fig. 3.26 Correlación de la toba Tala con la toba Pachía y toba homónima.
Fig. 3.27 Contacto fallado entre el Complejo Plutónico Mal Paso y el Grupo
Ambo.
Fig. 3.28 Filones de leucogranito emplazados en el basamento precámbrico.
Fig. 3.29 Masa de hornblenditas, cristal de hornblenda.
Fig. 3.30 Geometría y variación de facies de la Unidad Intrusiva Lluta.
Fig. 3.31 Sección geológica A-A’.
Fig. 3.32 Cataclasitas/milonitas que afloran en la zona de Mal Paso.
Fig. 4.1 Principales períodos en el intervalo Paleozoico superior-Cretáceo
inferior.
Fig. 4.2 Esquema Paleogeográfico durante el Devoniano?-Misisipiano.
Fig. 4.3 Esquema Paleogeográfico durante el Pensilvaniano-Hetangiano.
Fig. 4.4 Variación de facies y espesores en las formaciones Pelado y San
Francisco.
Fig. 4.5 Sector de la cuenca estructurada por la distribución del Sistema de
Fallas Incapupuio .
160

Fig. 4.6 Esquema paleogeográfico durante el Sinemuriano-Toarciano


superior.
Fig. 4.7 Esquema paleogeográfico durante el Toarciano superior-Caloviano
inferior.
Fig. 4,8 Esquema paleogeográfico durante el Caloviano medio-
Valanginiano.
Fig. 4.9 Esquema paleogeográfico a partir de Hauteriviano.
TABLAS

3.1 Determinaciones de fauna presente en la Formación Pelado.


3.2 Identificación de ammonites presentes en la Formación San
Francisco.
3.3 Identificación de fauna presente en las formaciones Ataspaca y
Chachacumane.
3.4 Dataciones isotópicas mencionadas en el texto.
159
Ladera Pacífica de los Andes

Piedemonte Pacífico

Fig. 2.2 Unidades Morfotectónicas presentes en el departamento de Tacna. Se observa el casco permanente
de nieve en la cumbre de la Cordillera del Barroso
159
Fig. 2.5 Elevaciones escarpadas y rugosas presentes en la quebrada Palca, formadas por
afloramientos de cataclasitas-milonitas.

Superficie Huaylillas

Escombros de Zona de estudio


deslizamientos

Fig. 2.6 Imagen satelital donde se aprecia la clásica morfología de la Superficie Huaylillas,
además de las escarpas y escombros de deslizamientos.
159

Escombros de
deslizamientos
e a
Cº Condo
ri n da Palc
Quebra
Superficie
Huaylillas

PALCA
ne

u
an
Cº Hu Cº Junerata
Escombros de
deslizamientos

nuane
Hua
Cº Cº Niquela
Superficie
Huaylillas

Fig. 2.7 Imagen satelital del sector SE de la zona de estudio, donde se aprecia
tanto la Superficie Huaylillas como las Escarpas y escombros de
deslizamientos.

Fig. 2.8 Valle en “V” perteneciente a la quebrada Palca, que registra hasta
600 m de socavación.
160

Fig. 2.9 La vegetación tiene un mayor desarrollo sólo en el fondo de la


quebrada Palca mas no en sus flancos.

Fig. 2.10 Zancayo, principal variedad de las plantas cactáceas y que


forman parte de la escasa cobertura vegetal presente en la
Zona de Montañas.
161
162

Fig. 3.3 Gneises del basamento metamórfico, conformado por la alternancia


de zonas ricas en minerales ferromagnesianos alterados y de
leucosomas cuarzo-feldespáticos subordinados.

Cº Machani

Form
ación
M ac
Basa hani
mento
meta
mórf
i co
as
Tecto tonit
n itas Tec

Fig. 3.4 Contacto entre el basamento metamórfico y la formación Machani,


presente en el cerro Machani.
163

Fig. 3.5 Flora fósil presente en niveles lutáceos verdosos del Grupo Ambo. Esta
flora ha sido identificado como: Nothorhacopteris cf. Kellaybelenensis.

Fig. 3.6 Flora fósil presente en niveles lutáceos verdosos del Grupo Ambo. Esta
flora ha sido identificado como: Tomiodendron sp.
164

Basaltos
Lo
do
li ta
s

Basalto

Fig. 3.7 Colada de basalto con superficie almohadillada, cubierta


posteriormente por un banco de lodolitas silíceo-calcáreas.

Basaltos

Lodolitas

Basaltos

Fig. 3.8 Colada de basalto con superficie ondulada y posiblemente


almohadillada, también cubierta por un banco de lodolitas
silíceo-calcáreas. Basalto
165
Cº Pelado

eo
bro calcár
Miem

co
sa l clásti
bro ba
Miem

Fig. 3.10 Vista panorámica del cerro Pelado, donde fuera definida la Formación Pelado. Se aprecia su miembro basal formado por conglomerados y
arenisca, y el predominante miembro calcárerao.
160

Estratigrafía Fauna Identificación Edad Rango Fuente


Ammonite Phymatoceras copiapense Toarciano superior ~184 Ma
Harpoceras cf. chrysanthemum (Yokoyama)
Hildaites ? sp.
Parte superior Salinas (1985)
Ammonite Peronoceras cf. desplacei (d’Orbigny) Toarciano medio
Peronoceras cf. subarmatum (Young & Bird)
Nodicoeloceras sp. o Dactylioceras (Orthodactylites ) sp.
Aún sin identificación Toarciano Presente Tesis
Formación Pelado Fanninoceras cf. behrendseni (Jaworski)
Parte media Ammonite Tragophylloceras sp.
Pliensbachiano inferior
Uptonia cf. obsoleta (Simpson)
Crucilobiceras (Metadoceras ) cf. venarense (Oppel)
Salinas (1985)
Arietites sp.
Arnioceras cf. ceratitoides
Parte inferior Ammonite Sinemuriano inferior
Arnioceras cf. miserabile
Asteróceras cf. obtusum ~202 Ma

Tabla 3.1 Determinaciones de fauna presente en la Formación Pelado, en la sección de Palquilla


160
Formación San Francisco (Parte superior)

M e ta m
orfism
o de c
o ntac to

Plutón Lluta (facies graníticas)

Fig. 3.13 Contacto entre la Unidad intrusiva Lluta y la parte superior de la Formación
San Francisco, cerca a la desembocadura de la quebrada Palca.

Verticales

127/37NE

Fig. 3.14 Estratos de la Formación San Francisco que afloran en la quebrada Ammos
y que forman un anticlinal apretado.
160
Fig. 3.17 Diferentes ejemplares de ammonites que conforman el nivel de condensación presente en la sección de la quebrada Ammos
160

Estratigrafía Lugar Identificación Edad Rango Fuente


Copapuquio Epistrenoceras sp. Batoniano superior Batoniano superior Vicente (1981)
Bredyia delicata Westermann ~165 Ma
Bredyia manflasensis Westermann
Sphaerocoeloceras brochiiforme Jaworski Aaleniano inferior Hillebrandt en Salinas (1985)
Cylicoceras (?) n. sp.
Qº Ammos
Dumortieria pusilla Jaworski
Aún sin identificación Aaleniano-Bajociano Presente Tesis
Formación Pleydellia sp.(nivel de condensación)
Toarciano superior Hillebrandt en Salinas (1985)
San Francisco Catulloceras sp.(nivel de condensación)
Emileia cf. E. multiforme Gottsche
Qº Palca-curso inferior Eumedtoceras klimaklomphalum Vacek Bajociano Medio
Fontannesia
Sonninia Bajociano Medio Wilson y García (1962)
Hammatoceras
Qº Ammos
Witchelia Toarciano superior Toarciano superior
Phylloceras ~184 Ma

Tabla 3.2 Identificación de ammonites presentes en la Formación San Francisco


161

Cº Challavilca
Cº Pantatire

Formación Chulluncane

Formación Chachacumane
Formación Ataspaca
viri
Qº Cu
Qº Cuviri
Qº Quilla

Fig. 3.18 Vista panorámica de la sección Cuviri-Quilla, donde se observa el contacto concordante y transicional entre las formaciones
Ataspaca y Chachacumane (Grupo Yura),además del contacto concordante entre las formaciones Chachacumane y Chulluncane.
162

Estratigrafía Fauna Identificación Edad Rango Fuente


Lamelibranquio Panopea carteroni
Formación Chachacumane Castro (1960)
Ammonite Hoplites lorensis Lisson Valanginiano
familia Oppeliidae 154 Ma
Parte superior Ammonites Oxfordiano
subfamilia Perisphinctinae
Reineckeia multicostata Stehn
Parte media Ammonites Caloviano medio
Formación Ataspaca Reineckeia aff. R. (Kellawaysites ) stehni Zeiss Hillebrandt, en Salinas (1985)
Euricephalites sp.
Parte inferior Ammonites Xenocephalites sp. Caloviano inferior
Neuqueniceras sp. 165 Ma

Tabla 3.3 Identificación de fauna presente en las formaciones Ataspaca y Chachacumane


h acumane C6
c
ación Cha
Form
C5

cia
C4 crecen
Estrato
ocre cencia
c recenc
ia Estrat
Estrato

Fig. 3.21 Secuencias estratocrecientes que conforman la Formación Chachacumane y que se observan en el flanco suroeste del cerro
Pantatire.
Fig. 3.22 Bancos de areniscas líticas grises de la Formación Chulluncane,
estas facies marcan un cambio en el ambiente de deposición.

Fig. 3.23 Conglomerados polimícticos, con guijarros bien redondeados de


cuarcitas, calizas y rocas volcánicas oscuras (basálticas a
andesíticas) principalmente.
Formación Tarata (Pe?)

Poblado de Palquilla

Formación Junerata (Cp-Ji)

Fig. 3.24 Afloramiento de la Formación Tarata ubicado en los alrededores del poblado de Palquilla. La actividad del Sistema de fallas
Incapuquio (SFI) a colocado esta unidad cenozoica en contacto con la Formación Junerata (Cp-Ji)
160

Formación H
uaylillas

Depósitos de escombros

Qº Palca

Fig. 3.25 Depósito de escombros asociado a un afloramiento de la Formación Huaylillas en el margen izquierdo de la quebrada Palca,
cerca del poblado del mismo nombre .
161

Coordenadas material o
Edad
Unidad Formación Carta Hoja Nº tipo de roca mineral Método ± 1 sigma Referencia Año
° lat ' lat "lat ºlong long "long (Total)
datado
Pachia 36V 17 34 0 70 1 40 --- Roca total K/Ar 19.5 ± 0,40 Bellon-Lefèvre 1976
Formación Tarata
Tarata 35V 17 26 0 70 4 0 --- Roca total K/Ar 15.85 ± 0,30 Bellon-Lefèvre 1976
Formación Huilacollo Palca 36X 17 46 4 69 51 15 andesita Plagioclasa K/Ar 28.33 ± 3.76 France et al. 1985
Pachia 36V 17 57 0 70 15 0 Roca total K/Ar 18.35 ± 0,50 Bellon-Lefèvre 1976
Pachia 36V 17 59 0 70 15 0 Roca total K/Ar 18.4 ± 0,50 Bellon-Lefèvre 1976
inf. Pachia 36V 17 54 14 70 5 17 toba riolítica Biotita K/Ar 23.77 ± 0.48 France et al. 1985
sup. Pachia 36V 17 54 22 70 5 38 toba riolítica Biotita K/Ar 20.65 ± 0.94 France et al. 1985
Palca 36X 17 46 0 69 50 15 --- Roca total K/Ar 22 ± 1,20 Bellon-Lefèvre 1976
inf. Palca 36X 17 46 25 69 58 11 toba Biotita K/Ar 21.44 ± 0.82 France et al. 1985
Formación Huaylillas inf. Palca 36X 17 46 25 69 58 11 toba Hornblenda K/Ar 20.99 ± 1.50 France et al. 1985
Palca 36X 17 46 52 69 49 51 toba riolítica Biotita K/Ar 21.21 ± 0.90 France et al. 1985
Palca 36X 17 46 25 69 58 16 toba riolítica Biotita K/Ar 21.23 ± 0.58 France et al. 1985
Palca 36X 17 46 58 69 49 39 toba riolítica Biotita K/Ar 22.21 ± 0.50 France et al. 1985
Tarata 35V 17 17 29 70 13 55 ash-flow Biotita K/Ar 21.6 ± 0.70 Tosdal et al. 1981
Tarata 35V 17 20 47 70 8 31 toba riodacítica Biotita K/Ar 18.15 ± 0.43 France et al. 1985
Tarata 35V 17 23 42 70 11 7 toba riodacítica Biotita K/Ar 18.34 ± 0.41 France et al. 1985
Tarata 35V 17 20 52 70 7 32 toba dacítica Biotita K/Ar 22.03 ± 0.51 France et al. 1985
Tarata 35V 17 1 17 70 23 1 dacita pilotaxítica Biotita K-Ar 0.7 ± 0.02 Tosdal et al. 1981
Tarata 35V 17 7 12 70 24 36 andesita Roca total K-Ar 3.23 ± 0.5 Kaneoka y Guevara 1984
Tarata 35V 17 8 42 70 16 30 andesita Roca total K-Ar 6.23 ± 0.10 Kaneoka y Guevara 1984
Grupo Barroso
Rio Maure 35X 17 7 25 69 57 10 andesita Roca total K-Ar 2.7 ± 0.1 OLADE 1980
Rio Maure 35X 17 19 0 69 41 40 dacita Roca total K-Ar 8.4 ± 0.4 OLADE 1980
Rio Maure 35X 17 20 22 69 43 0 andesita Roca total K-Ar 5.5 ± 0.3 OLADE 1980
Complejo Plutónico Mal Paso Pachía 36V -- -- -- -- -- -- Leucogranito Muscovita Ar-Ar Triásico sup. Fornari, inédito 2002
Palca 36X 17 44 16 69 56 39 granodiorita Biotita K/Ar 39.9 ± 1.00 Sanchez 1983b
Palca 36X 17 42 24 69 55 1 cuarzo-monzodiorita Biotita K/Ar 39.15 ± 0.85 Clark et al. 1990
Palca 36X 17 42 43 69 55 10 granito Biotita Ar/Ar i 40.22 ± 0.65 Clark et al. 1990
Unidad Intrusiva Challaviento
Palca 36X 17 42 24 69 55 1 alteración potásica Biotita K/Ar 40.65 ± 0.88 Clark et al. 1990
Palca 36X 17 43 36 69 55 16 cuarzo-monzodiorita Biotita K/Ar 42.58 ± 0.96 Clark et al. 1990
Palca 36X 17 42 43 69 55 10 granito Hornblenda Ar/Ar i 45.21 ± 4.21 Clark et al. 1990
Pachia 36V 17 48 48 70 0 17 monzodiorite Bi K/Ar 60.33 ± 1.30 Clark et al. 1990
Unidad Intrusiva Lluta Pachia 36V 17 50 28 70 6 13 monzodiorite Bi K/Ar 60.9 ± 1.83 Clark et al. 1990
40 39
Pachia 36V 17 50 19 70 2 17 monzodiorite Bi Ar/ Ar 62.12 ± 1.94 Clark et al. 1990
162
163

Cº Ancocalani

Formación Machani

Complejo Plutónico Mal Paso


Fal
la inv Basamento precámbrico
ers
a (SF
Grupo Ambo I)

Qº Ancosontine

Fig. 3.27 Vista desde el Cº Yarancirca en dirección SO. Contacto fallado entre el Complejo Plutónico Mal Paso y el Grupo Ambo.
to
ni
ra
og
uc
Le

Gneis

Leu
Gneis

cog
r
ani
to

Fig. 3.28 Filones de leucogranito emplazados en el Basamento precámbrico, cerca


del borde norte de la zona de afloramiento del Complejo Plutónico Mal
Paso.

Hornblendita
b

a
Fig. 3.29a Masa de hornblendita en cuerpo intrusivo básico. B) Cristal de hornblenda
is c o
r a nc
n F r)
a
S erio
n
a ció te sup Cu
m r
For (Pa

i sco
a nc
F r )
a n rior
n S fe
c i te in
ó
m a ar
r (P
Fo

Fig. 3.30 Geometría y variación de facies de la Unidad Intrusiva Lluta, emplazada en la Formación San Francisco
(Figura tomada de Sempere, conferencia, 2002)
159
Periodos y Procesos principales Procesos secundarios Unidades Estratigráfias Tiempo Geológico Rango
390 - 360
Finalización de un episodio metamórfico Basamento Metamórfico Devoniano medio a superior
Ma
Inicio de un proceso de adelgazamiento Formación Machani 360 Ma
1 litosférico:generación de un rift incipiente
Inicio de sedimentación
Grupo Ambo
Devoniano + Misisipiano
325 Ma
Progreso del proceso de adelgazamiento litosférico: Fusión parcial del manto Formación Junerata 325 Ma
2 Generación de una Cuenca Marginal
Abundante actividad magmática
Fusión parcial de rocas corticales Complejo Plutónico Mal Paso
Pensilvaniano-Hetangiano
202 Ma
Transgresión 202 Ma
Profundización progesiva de la cuenca Formación Pelado Sinemuriano.Toarciano medio
Subsidencia 184 Ma
Mayor profundidad y Formación San Francisco Toarciano superior-Caloviano 184 Ma
3 Acumulación contínua de depósitos sedimentarios mayor inundación inf inferior 162 Ma

Grupo
Regresión

Yura
Formación Ataspaca med 162 Ma
Somerización Progradación de facies detríticas
sup Caloviano medio-Valanginiano
Subsidencia derivadas del NE
Formación Chachacumane 132 Ma
Invasión de sedimentos volcanodetríticos desde el O o SO Hauteriviano 132 Ma
4 Desarrollo de un arco volcánico
Actividad magmática básica
Formación Chulluncane

Fig. 4.1 Principales períodos en el intervalo Paleozoico superior-Cretáceo inferior que reflejan la evolución regional del contexto geodinámico
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