El Genocidio Armenio - Una Herida Abierta
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Fuente: ANCAP
El historiador y sociólogo Vahakn Dadrian[2] definió al genocidio como el intento, por parte
de un grupo dominante, para reducir mediante la coerción a un grupo minoritario hasta el
Abdul Hamid II (1876-1909), como un mecanismo estatal viable para doblegar y diezmar a la
población minoritaria (armenia) para la resolución de conflictos (Hintlian, 2003).
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El ascenso al poder por parte del sultán Abdul Hamid II puso fin al período reformista,
abriendo uno de violencia, muerte y persecución. Los otomanos reorganizaron los distritos
hamidianas (1894-1896).
Para Hintlian (2003), el consiguiente fracaso de las potencias para movilizar y aplicar una
justicia penal preparó el terreno para el genocidio. La única potencia que se proclamó en
contra de semejantes actos fue Gran Bretaña. En consecuencia, Alemania se pronunció
alegando que las masacres eran una invención británica con propósitos políticos. Según
Hintlian (2003), aquello consagró el éxito diplomático para el sultán Abdul Hamid II, ya que
mantenía a las grandes potencias en un celoso equilibrio. La política de equilibrio de
poderes de la diplomacia otomana se combinó con el juego de enfrenar a una potencia con
otra. Mediante este mecanismo se logró archivar la causa armenia, y cayó la cortina sobre el
primer acto del drama armenio (Hintlian, 2003).
A mediados del siglo XIX, inició un proceso de modernización del Imperio Otomano del que
surgió una nueva clase social, conformada por intelectuales, docentes, artistas y
funcionarios, que comenzó a tomar contacto con las ideas políticas y filosóficas que
recorrían Europa (Derkrikorian, 2014)[3]. De allí, emergieron los líderes que conformaron el
Comité Unión y Progreso (CUP), también conocido como Jóvenes Turcos. Opositores al
sultán, proclamaban establecer un gobierno con igualdad de derechos, sin distinción de
“raza” ni de religión.
En 1908, los Jóvenes Turcos tomaron el poder y, en contraposición con sus ideas liberales,
alzaron las banderas del nacionalismo extremo. Los ideólogos CUP optaron por un modelo
nacional-religioso que reavivaba los viejos ideales del panislamismo —unidad de todos los
muertes.
En 1913, se produjo un golpe de Estado que dio lugar a un régimen dictatorial encabezado
por los principales referentes del CUP: Talaat, Enver y Cemal. El nuevo gobierno buscó
imponer la turquización, que tenía como fin último la homogeneización de la sociedad
Las autoridades turcas comenzaron una campaña de propaganda que presentaba a los
armenios que vivían en el Imperio como una amenaza para su seguridad y los acusaba de
ser aliados del ejército ruso. La noche del 24 de abril de 1915, 300 intelectuales de origen
armenio, residentes en Constantinopla, fueron detenidos y asesinados.
Seguidamente, el CUP aprobó la Ley Temporal de Deportación (Ley Tehcir), la cual permitió
que un millón de armenios sean enviados sistemáticamente a las “marchas de la muerte” en
el desierto sirio. Los desiertos de Deir Zor se transformaron en los mayores cementerios de
los deportados (Hintlian, 2003). Durante la travesía, además de morir de hambre y sed, los
armenios sufrieron brutales ataques, torturas y asesinatos. Muchas mujeres y niños fueron
abusados y apropiados. Los sobrevivientes murieron por inanición o por las pandemias que
atestaban los campos de concentración instalados en la región de las fronteras del imperio
con Irak y Siria. Las masacres continuaron hasta 1923 y se cobraron la vida de 1 500 000
armenios. Las tierras de Asia Menor y la histórica armenia del oeste fueron expugnadas por
la barbarie otomana.
Finalizada la Gran Guerra, los intentos de procesar a los responsables de la masacre del
pueblo armenio fracasaron. Aquello se explica, en parte, por un vacío legal en el derecho
internacional respecto a los delitos contra la humanidad y por la ausencia de una jurisdicción
Némesis, por la cual la Federación Revolucionaria Armenia buscó vengar a los responsables
Home de la masacre.
Notas DebatesEn 1921, Soghomon
Participación Tehlirian Política
juvenil “ajustició” a Mehmet
Local Talaat Pasha, uno
Investigación de los en Jaque
Candidatxs
organizadores del genocidio. La absolución del jóven armenio despertó el interés del
abogado polaco Raphael Lemkin, quien años después acuñaría el término “genocidio”.
Las aberrantes violaciones de derechos humanos que tuvieron lugar durante la Segunda
Guerra Mundial llevaron a gran parte de la comunidad internacional a aunar esfuerzos para
Unidas (AGNU) definió al genocidio como “los actos perpetrados con la intención de destruir
total o parcialmente a un grupo nacional, racial, étnico o religioso como tal” y dos años
genocidio del siglo XX”. La presión del Estado turco consiguió su supresión, de modo que el
documento fue ratificado sin referencias a la cuestión armenia. Sin embargo, en 1985, tras
un trabajo plagado de resistencias por parte de la diplomacia turca, la Subcomisión de
llamado “informe Whitaker”, que incluyó al Genocidio Armenio como uno de los crímenes
internacionales del siglo XX.
condenado por el Tribunal Penal de Lausana por negar públicamente el genocidio armenio
una sanción penal por sus declaraciones, había violado el derecho a la libertad de
expresión. Al mismo tiempo, el TEDH manifestó que no existe un “consenso general” sobre
la cualificación jurídica del genocidio armenio.
batalla de Gallípoli. Mientras tanto, el Parlamento Europeo instó a todos los Estados
miembros de la Unión Europea a reconocer el genocidio armenio legalmente. En particular,
En diciembre de 2019, el Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución que declara
que es una determinación del país norteamericano “conmemorar el genocidio armenio a
Comunicaciones de la Presidencia turca, Fahrettin Altun, afirmó en la red social Twitter que
la decisión de Estados Unidos “pone en peligro el futuro de las relaciones bilaterales” entre
Erdogan, amenazó con cerrar dos bases militares estadounidenses (Incirlik y Kürecik)
situadas en su país.
Conclusión
La impunidad del genocidio armenio representa una dolorosa injusticia para la comunidad
Birmania, entre otros, dan prueba de ello. De este modo, el ejercicio de la memoria es
necesario, pero no suficiente para evitar los crímenes internacionales: la comunidad
prevención.
Referencias
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[1] George Hintlian (2003). Historia y política: Ideas, procesos y movimientos sociales, ISSN
1575-0361, N.º 10, pp. 65-94.
[3] Derkrikorian, Jorge (2014). El Genocidio Armenio. Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina: Editorial Lea.
[4] Ministerio de Educación de la Nación (2015), Adamoli Celeste (Cord) Genocidio Armenio:
Preguntas, respuestas y propuestas para su enseñanza. Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, Argentina.
[6] Despouy, Leandro (2007). “Presentación” en Yalcin, Kemal. Regocijas mi corazón. Viaje
entre los armenios escondidos en Turquía. Buenos Aires: Editorial Armerías.
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