Las Cualidades de Ish
Las Cualidades de Ish
Las Cualidades de Ish
Era un tonto de tal calibre que el Sultán se lo llevó a vivir a su Corte, y le ofrecía grandes sumas de dinero en
recompensa de sus muchas tonterías.
Era tan tonto que, cuando murió, se puso su nombre a un barrio entero de la ciudad, para que una estupidez
como la suya jamás fuese olvidada.
En los tiempos de Ish-ha el Tonto, vivían en la ciudad de Fez quince hermanos que eran ladrones. Uno de
ellos se metió una noche en la casa de Ish-ha el Tonto y, como al dueño de la casa se le tildaba de ser el
mayor tonto del reino, no le impor- tó hacer ruido. Después de forzar la puerta de en- trada, anduvo por allí
tropezando y dando golpes sin ningún cuidado, como si estuviese en su propia casa.
Pero, en una habitación interior, estaba Ish-ha en la cama con su mujer y, al oír cómo forzaban la puerta, ella
lo despertó:
El ladrón, al escuchar eso, se quitó toda la ropa y bajó al pozo. Entonces, Ish-ha salió sin hacer ruido, cogió la
ropa del ladrón y se volvió a la cama.
No había ninguna bolsa de cuero en el fondo del pozo, y el agua estaba fría. Y cuando el ladrón salió de allí,
su ropa había desaparecido. Sabía de sobra que Ish-ha se la había llevado, conque esperó tiritando a que Ish-
ha se volviese a dormir, para poder deslizar- se en la habitación de dentro y recuperarla. Pero Ish-ha estaba
ahora muy despejado y, cada vez que el ladrón ponía la mano sobre el pomo de la puerta, empezaba a toser,
que era tanto como decirle: «Estoy despierto. Te oigo».
Así continuó la cosa hasta el amanecer, y el ladrón perdió la esperanza de recuperar su ropa. Si no que- ría
que se lo encontrasen de día paseando desnudo por las calles de Fez, tenía que irse inmediatamente; y eso
fue lo que decidió hacer. Pero, mientras estaba saliendo, Ish-ha lo oyó y le llamó en voz alta: