La Nueva Representación Simbólica
La Nueva Representación Simbólica
La Nueva Representación Simbólica
Enrique Robira
INTRODUCCIÓN
Los símbolos, alegorías e imágenes constituyeron un
importante componente en la resignificación cultural en los
procesos revolucionarios que gestaron los nuevos Estados en
América.
El proceso de la independencia fue forjando muy
pronto una pedagogía política de la festividad en la que la
iconografía y el ceremonial sirvieron como instrumento en la
consolidación estatal. La proclamación de la independencia
revestía de un acto de solemnidad semejante a la lealtad que se
brindaba al monarca español y al régimen que fue suplantado.
Esta tenía lugar en la plaza mayor.
P á g i n a | 259
SIMBOLOGIA E ICONOGRAFIA
Ernesto Cassirer concibe al hombre como animal
simbólico, sin este sentido, nos advierte, se vería empobrecido y
reducido a satisfacer, solo, necesidades biológicas y básicas.1 Para
los griegos la palabra symbolon significaba "juntar lo que está
separado o disperso." Es decir el símbolo media entre dos
realidades; una que es conocida tangible y otra desconocida,
abstracta o menos perceptible.
Desde esta perspectiva, podemos afirmar que los
símbolos también construyeron el Estado nacional y
referenciaron, tanto a los orígenes en cuanto a determinados
acontecimientos temporales como a lugares donde estos
acontecieron.
La iconografía, la escritura y la simbología que el
Estado adoptó, fue de carácter republicano. Tal es el caso del Río
de la Plata, que desde la Asamblea de 1813, fue preparando y
ambientando el camino a la declaración de la independencia en
1816 y tuvo continuidades luego en la década del veinte cuando
concluye el dominio hispánico en Sudamérica con la batalla de
Ayacucho (1824). El cambio estético mas notorio fue la
finalización de la ornamentación de la corte barroca y la adopción
del neoclásico institucional de carácter sobrio afín con la república
romana. Ya el Inca Garcilazo estableció semejanzas entre la capital
del incario y la antigua Roma, entre otras cosas por su "doctrina
urbana". El Cosco como umbilicus urbis desde donde parten los
cuatro caminos del incario, la comparó con la capital imperial
denominándola “Otra Roma” en la primera parte de sus
Comentarios Reales.
También podemos citar el juramento de Simón Bolivar
en la misma ciudad de Roma sobre el Monte Sacro en 1805,
donde el libertador le asignó al Nuevo Mundo una misión
histórica: la resolución de la incógnita misteriosa del problema de
la libertad. Todo esto fue un campo posible para construir la
identidad de la nueva república emergente y del ciudadano.
El primer paso de este proceso de la independencia fue
sustituir del virreinato del Río de la Plata los símbolos que lo
identificaban y aún estaban presentes a través de pendones,
estandartes, papel sellado con el escudo de armas de la corona,
P á g i n a | 260
Revista Dos Puntas Año VIII - Nº 14 /2016
P á g i n a | 261
Frente a este cuadro de situación se generó la necesidad de crear
un sentimiento homogéneo de patria, a partir de figuras fundantes.
Dentro de la iconografía se distinguen períodos
importantes en los cuales los símbolos y los héroes jugaron una
función decisiva. El primero se inicia en 1811 con la decisión de la
Junta de Gobierno para los festejos cívicos en Buenos Aires que
adoptan el nombre de «Fiestas Mayas» y el primer símbolo
conmemorativo es un obelisco provisional que se levantó en el
centro de la plaza de la Victoria. Desde entonces esa imagen
simbólica pasó a denominarse como "la pirámide" o "altar de la
patria"
En 1813, los nuevos símbolos (escudo, moneda,
himno, escarapela) que representan a las Provincias Unidas del Río
de la Plata fueron adoptadas por la Asamblea Constituyente.
Ya en el periodo rivadaviano (1821 a 1827) se decretó
en la conmemoración del décimo aniversario de la declaración de
la independencia (1826) que el 9 de julio, fuese "día feriado". Las
demostraciones públicas que en él se hagan, según dice el decreto,
se reducirán á las tres salvas de costumbre de la fortaleza, baterías
y escuadra nacional, con iluminación en la víspera y en el día. En
este contexto histórico hay un intento de afianzamiento
institucional republicano. De ahí que el símbolo, en este caso es el
nuevo recinto para la nueva Legislatura de la Provincia de Buenos
Aires o Sala de Representantes, concebido para la representación
ciudadana. Adquirió importancia el otorgamiento de un espacio
para su construcción en contraposición, al edificio de la
representación vecinal, del extinguido cabildo (1821), de planta
rectangular, caracterizada por el arco de medio punto y bóveda.
La nueva sala, en cambio, visibiliza el cambio
institucional, se diseñó en hemiciclos bajo el principio de síntesis
formal y el ascetismo geométrico, con predominio del ángulo
recto en sus palcos.
Otro período en las representaciones simbólicas fue
durante el gobierno de Rosas (1828-1852) cuando se difundió una
iconografía destinada a fin de lograr cohesión e identidad en la
Confederación.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, decretó
el día de la fundación de Buenos Aires, 11 de junio de 1835, la
P á g i n a | 262
Revista Dos Puntas Año VIII - Nº 14 /2016
P á g i n a | 263
alegoría que seleccionaba y sintetizaba en la imagen sus
características esenciales. Conviene detenernos en la
caracterización que el autor dedica al continente americano como
una:
"[...] Mujer desnuda y de color oscuro, mezclado
de amarillo. Será fiera de rostro, y ha de llevar un velo
jaspeado de diversos colores que le cae de los hombros
cruzándole todo el cuerpo, hasta cubrirle enteramente las
vergüenzas. Sus cabellos han de aparecer revueltos y
esparcidos, poniéndosele alrededor de todo su cuerpo un
bello y artificioso ornamento, todo él hecho de plumas de
muy diversos colores. Con la izquierda ha de sostener un
arco, y una flecha con la diestra, poniéndosele al costado
una bolsa o carcaj bien provista de flechas, así como bajo
sus pies una cabeza humana traspasada por alguna de las
saetas que digo. En tierra y al otro lado se pintará algún
lagarto o un caimán de desmesurado tamaño[...]. El
cráneo humano que aplasta con los pies muestra bien a las
claras cómo aquellas gentes, dadas a la barbarie,
acostumbran generalmente a alimentarse de carne
humana, comiéndose a aquellos hombres que han vencido
en la guerra, así como a los esclavos que compran y otras
diversas víctimas, según las ocasiones. En cuanto al
Lagarto o Caimán es un animal muy notable y abundante
en esta parte del Mundo, siendo tan grandes y fieros que
devoran a los restantes animales y aún a los hombres en
ciertas ocasiones [...]" 5
Desde entonces cimentó esta representación que
generalmente coincidía en cuanto a la desnudez como
representación de lo primitivo e incivilizado y la voluptuosidad
femenina con su diadema de plumas sobre la cabeza rodeada de
animales exóticos para los europeos. Era la imagen de la
naturaleza pródiga y providente en riquezas, el paisaje virginal que
se ajustaba al Nuevo Mundo que asombró a los europeos
expresadas por los cronistas del siglo XVI.
A principios del siglo XIX, la doctora María Luisa
Soux, observa un cambio en las representaciones iconográficas de
América, la apelación a la hermandad y solidaridad de los reinos
P á g i n a | 264
Revista Dos Puntas Año VIII - Nº 14 /2016
P á g i n a | 265
Retomando la tradición ancestral andina del culto solar
el General José de San Martín mandó acuñar la primera moneda
republicana acuñada en Lima (1821) donde aparece el sol radiante
al igual que el collar de la Orden del Sol como máxima
condecoración otorgada por el país.
2- RIO DE LA PLATA
En el ámbito rioplatense, el sol tuvo su primera
representación en forma radiante y flamígera en la numismática.
En la primera moneda acuñada por la Asamblea General
Constituyente la figura solar aparece en forma completa y en
forma naciente en el escudo de las Provincias Unidas del Río de la
Plata. El sello aprobado en 1813 fue diseñado por el grabador de
origen peruano Juan de Dios Rivera Tupac Amaru 8, conocedor
de los ritos y símbolos ancestrales peruanos.
En forma naciente fue ornamentado con los rayos
extendidos el cielo raso de la nueva Sala de Representantes de la
provincia de Buenos Aires, construida en 1821. También en el
ámbito rioplatense el sol fue incorporado en la bandera de la
confederación Argentina y en la bandera del Uruguay.
De esta manera se asociaban dos ideas, el sol como
símbolo máximo de las culturas ancestrales precolombinas y la
tradición occidental fotocentrista proveniente del iluminismo
simbolizado en la luz de la razón que disipa las tinieblas.
EL GORRO FRIGIO
En la antigüedad, en Grecia y Roma, se usaba un gorro
sobre la cabeza llamado "gorro de liberto", procedente de Frigia
para manifestar y visualizar la nueva condición libre del esclavo en
la sociedad. Tenía forma cónica y lo usaban los esclavos en el
momento de ser libertados o manumitidos. También lo hacían los
cautivos y liberados para participar en el desfile triunfal del general
vencedor.
El Gorro frigio es semejante al gorro de liberto, del que
se diferenciaba por su punta caída hacia la frente. La distinción
entre el gorro del liberto y el frigio se basa en las orejeras. El gorro
de la libertad es un producto esencialmente de la Revolución
francesa.
P á g i n a | 266
Revista Dos Puntas Año VIII - Nº 14 /2016
P á g i n a | 267
posterior a la misma no hizo mas que consolidar ese concepto e
incluso profundizarlo.
Los símbolos constituyeron la primigenia identidad y
afirmación del naciente Estado-nacional. El sol y el gorro frigio y
la alegoría de la libertad fueron los mas significativos. Estas
imágenes-símbolo se ven unificadas en el escudo nacional y
reiteradas en la bandera de la confederación
La pluralidad de las culturas del área andina (Bolivia,
Perú) fueron integrando gradualmente la simbología tradicional
con la europea de tradición griega y romana en la conformación
de sus Estados.
El principio republicano de soberanía del pueblo marca
el inicio de un tempestuoso camino hasta la consolidación de los
estados nacionales. Las elites ilustradas asumieron la "misión"
propia de la modernidad, es decir la educación del soberano a
través de la elaboración de una memoria histórica nacional. Este
objetivo se instrumentó a través de rituales, símbolos y una
insistente iconografía que reforzaron la identidad nacional en un
mismo espacio territorial. Para lograrlo se emplearon las diversas
disciplinas tradicionales: pintura, escultura, numismática,
sigilografía, banderas y con posterioridad la filatelia como medio
de circulación interna y externa.
Bibliografía consultada:
AMDERSON, Benedit, Comunidades imaginadas,
Buenos Aires, Fondo de cultura Económica, 1993
CASSIRER, Ernesto, Antropología Filosófica, México,
Fondo de Cultura Económica, 1975.
Recopilación de las Leyes y Decretos promulgados en
Buenos Aires, desde el 25 de Mayo de 1810, hasta fin de
diciembre de 1835. Imprenta del Estado. Buenos Aires, 1836
Revista Argos
Revista Estudios Bolivianos, Nº.19, La Paz, 2013.
Revista de Indias, vol. LXIV, Nº. 232, 2004.
GUTIERREZ VIÑUALES, Rodrigo, Construcciones
iconográficas de las naciones americanas y España, Madrid,
Fundación MAPFRE, 2006.
P á g i n a | 268