BojorgeHoracio QueLePasoANuestroAmor EditLumen2
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Respuestas divinas
a preguntas humanas
INDICE
1.- PRESENTACIÓN
5.- VARÓN Y MUJER BAJO EL PECADO ORIGINAL: LAS CULPAS Y LAS PENAS
El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su más íntima pureza
conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un doble sentido:
en cuanto implica exclusividad —sólo esta persona—,
y en el sentido del « para siempre ».
El amor engloba la existencia entera
y en todas sus dimensiones,
incluido también el tiempo.
No podría ser de otra manera, puesto que su promesa apunta a lo definitivo:
el amor tiende a la eternidad.
Ciertamente, el amor es « éxtasis »,
pero no en el sentido de arrebato momentáneo,
sino como camino permanente,
como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí
y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo,
más aún, hacia el descubrimiento de Dios:
« El que pretenda guardarse su vida, la perderá;
y el que la pierda, la recobrará » dice Jesús…
Estimado Lector:
Este librito que hoy pongo en tus manos resume un itinerario espiritual. Pasados los
años y mirando hacia atrás, puedo reconocer el camino que se le trazó a mi predicación y a los
escritos nacidos de ella, hasta llegar a esta obra que ahora te estoy presentando.
Y mirándolo en su conjunto ese itinerario se expresa en el título de este libro. Intrigado
y admirado, me pregunté: Pero ¿Qué le pasó a nuestro amor?
O como lo expresaba un corrido mexicano: ¡Ay corazón! ¿por qué no amas?
Y al decirlo me refiero a todos los amores humanos. ¿Qué le pasó al amor del hombre
hacia Dios? ¿Qué le pasó al amor de los hombres entre sí? ¿Qué le pasó al amor entre varón y
mujer? ¿Hay un camino de sanación para el amor herido? ¿Es posible que resucite un amor
muerto?
En realidad, la pregunta sobre el amor es la pregunta sobre el hombre, sobre la creatura
humana que hoy ama y mañana odia: a Dios, al otro, a sí mismo.
1
¡Para empezar! ¡Y con tal de que no se quede en el interés!
2
1) En mi sed me dieron vinagre. La civilización de la acedia. Ensayo de Teología pastoral. Editorial Lumen,
Buenos Aires, 1999. 2) Al que siguió completándolo: Mujer: ¿Por qué lloras? Gozo y tristezas del creyente en la
civilización de la acedia. Editorial Lumen, Buenos Aires, 1999
3
El lazo se rompió y volamos. Vicios capitales y virtudes. Grupo Editorial Lumen, Buenos Aires – México, 2001.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - Presentación
6
otros tres libros dedicados a mostrar el camino de la vida y de la oración filial, el camino para
vivir y orar como el Hijo, para vivir y orar como hijos: Anuncio del Sermón de la Montaña,
Las Bienaventuranzas y ¡Upa Papá! Elevaciones al Padre Nuestro 4 .
Y como del Padre se habla poco y de recibir la vida del Padre se dice poco o nada,
publiqué un cuarto librito sobre la espiritualidad filial y los principales desvíos con que el amor
al mundo, aparta a los hijos del amor al Padre y por lo tanto de la fuente de la vida: Vivir de
cara al Padre. Nacidos de nuevo y de lo Alto 5 .
Si hay un camino para levantar al hombre de la incapacidad de amar como conviene, es
el camino que señala el Hijo de Dios hecho hombre: el camino del Hijo, que enseña a los hijos
de Adán y Eva a convertirse en hijos de Dios Padre, a imitación suya y siguiéndolo como
discípulos por el camino de la filialización que solamente es posible transitar en el Espíritu
Santo, don del Padre y del Hijo y Vida divina.
De ahí la necesidad de estas enseñanzas sobre el amor esponsal, el amor de los esposos:
primero el amor humano según el designio de Dios, luego el amor humano caído y herido por
4
1) Primero se publicó: Las Bienaventuranzas. Comentario espiritual. Vivir como el Hijo, vivir como Hijos.
Grupo Editorial Lumen, Buenos Aires – México, 2003. 2) Luego: Anuncio del Sermón de la Montaña, Vivir como
el Hijo, vivir como Hijos, En cinco lecciones. Grupo Editorial Lumen, Buenos Aires – México, 2004.
3) Y por último: ¡Upa Papá! Elevaciones al Padre Nuestro. Orar como el Hijo, orar como Hijos. Grupo Editorial
Lumen, Buenos Aires – México, 2004
5
Editorial Lumen, Buenos Aires – México, 2009
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - Presentación
7
el pecado original, después cuáles fueron las consecuencias de esa caída en el varón y en la
mujer, cuáles fueron las penas, las heridas que eso produjo en uno y otro; y por fin cómo Dios
quiso sanar las consecuencias del pecado original.
Esa obra divina de sanación y restauración comienza en la Antigua Ley y culmina en el
Sacramento del Matrimonio, que es una acción divina de sanación del amor matrimonial, por
intervención de la Gracia de Dios que pasa a través del ministerio recíproco de los esposos.
Sí, mucha gente - sobre todo los adolescentes, los jóvenes, pero también muchos
mayores inmaduros - se creen que nadie tiene que enseñarles a amar porque ya saben lo que es
el amor. Cuando los seres humanos se asoman a la vida sienten en ellos esos movimientos
nuevos y desconocidos de la atracción de los unos por los otros y ya se piensan que basta
dejarse llevar por esos impulsos para amar.
Y resulta que el Creador - desde las Sagradas Escrituras que contienen la revelación de
su divina sabiduría - nos dice que es Él quien nos tiene que enseñar a amar.
Nos resulta algo sorprendente que tengamos que ser instruidos para amar. ¿De veras
tenemos que ser enseñados a amar? ¿Amar es algo que nos tiene que ser enseñado? ¿Que nos
tiene que enseñar Dios entonces? ¿O sea que nosotros no sabemos amar, no sabemos amar
como conviene?
Los tesalonicenses aprendieron a amarse como conviene entre ellos cuando aprendieron
a amar a Dios como Padre y a vivir como hijos. Hasta entonces no habían sabido amar como
conviene y posiblemente habían sufrido mucho por no saber amar.
Y el amor esponsal verdadero entre varón y mujer es un caso particular de este mapa
divino-humano del Amor.
6
1ª Tesalonicenses, 4, 9
7
Romanos 8, 26
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - Presentación
8
¡Es así! El hombre, después de la caída del pecado original, no sabe amar y sufre
mucho por no saber amar y porque aquellos a los que él ama y desea que lo amen, no lo saben
amar.
Este no saber amar no sólo es un mal de cada individuo aislado sino que es un mal de
la sociedad humana. ¡No nos sabemos amar entre nosotros! Y esto principalmente en el lugar
por excelencia del amor que es el amor esponsal; amor que es la fuente de todos los demás
amores: del amor fraterno, del amor de las familias entre sí. Saber amar es una Sabiduría que se
recibe por Gracia. Es un regalo de Dios.
Si el amor es una pasión de un ser espiritual y racional, algún papel tiene que jugar la
inteligencia en la dirección del sentimiento amoroso, del afecto, para que sea un amor humano,
un amor espiritual, un amor racional.
Por eso, no hay verdad acerca del amor humano si no dentro de la verdad del amor
divino.
8
Cantar de los Cantares 8, 6-7
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - Presentación
9
pecado original haya herido al amor, no logra destruir la obra de la creación divina. Es una
participación de las creaturas que las hace imagen y semejanza del Fuego de Dios. Y sin
embargo, aunque ese amor no puede ser extinguido por muchas aguas, ni por la muerte,
necesita ser sanado, como vamos a ver, porque está amenazado y herido. “Muchas aguas no
pueden extinguir el amor ni los ríos anegarlo”, o “Muchos mares no podrían sofocar al amor”.
Y “si alguien diera todos los haberes de su casa por el amor, sólo lograría desprecio” 9 . Si
alguien quisiera comprar el amor con todo lo que tiene, no podría obtenerlo. ¿Por qué? Porque
es una Gracia, un Don. Es algo que se recibe y al mismo tiempo es algo que necesita ser sanado
y salvado en el corazón de los hombres. Hay que estar preparado para recibirlo, ser dócil.
Las aguas del océano no podrán anegar y engullir el amor. A pesar del pecado original,
hay un designio divino que va a salvar al amor de desaparecer anegado por las aguas del mar 10 .
El arte de amar
Que hay que aprender a amar se lo dice también, a quien no crea en las Sagradas
Escrituras, el psicólogo Erich Fromm en su libro El arte de amar. Allí dice precisamente que
hay gente que piensa que le basta guiarse por sus sentimientos espontáneos, dejarse llevar por
ellos, sin ningún control. Él responde: “¡No! Amar es un arte”. Por lo tanto, entra la
inteligencia en la configuración de los sentimientos, en la purificación de los sentimientos y en
la dirección de los sentimientos. Amar es una obra de arte de la inteligencia que exige también
un talento práctico, como el del artista. Amar es una obra de arte de los esposos, que se va
realizando durante toda la vida. Una obra de arte que se ha de lograr en común. Amar es un
arte y hay que aprenderlo, Y no todos los artistas son buenos. Hay artistas buenos, artistas
malos y artistas pésimos. ¡El arte de amar!
Debo aquí una palabra de gratitud a la autora de la desgrabación pero también debo
respetar su voluntad de que no mencione su nombre. También los lectores que se beneficien de
su trabajo, sin el cual este escrito no estaría entre sus manos, le deben gratitud a quien
solamente pide a cambio una oración por ella y los que ama.
1) Los creyentes estamos sumergidos en una mezcla de culturas donde circulan muchas
ideologías acerca de la naturaleza del hombre. Muchas veces, esas concepciones del hombre no
son explícitas. Se dan por supuestas sin explicitar sus principios.
2) Así, por ejemplo, los psicólogos de algunas corrientes psicológicas, no dicen claramente
cuál es la idea de hombre que manejan en su práctica profesional. Y hay pedagogos que
formulan doctrinas pedagógicas pero no dicen cuál es la antropología, cuál es la filosofía de la
educación, cuál es la imagen de hombre o de la naturaleza humana que gobierna sus propuestas
metódicas. Se rehúye la discusión de los principios y se imponen simplemente los cambios
metódicos. Hay un extendido relativismo acerca de los principios debido al cual parece que
todas las opiniones acerca del hombre y de la naturaleza humana fueran lo mismo. Pero al
mismo tiempo hay una dictadura cultural que impone los rumbos de la educación pública y
privada.
3) Por eso quiero comenzar ubicando nuestra visión acerca del hombre y contrastarla con otras
opiniones diversas o antagónicas. Por poner un ejemplo: no se entiende nada de lo que pasa
actualmente con los matrimonios, si no se recupera la Sabiduría religiosa, católica, revelada por
Dios, acerca del hombre y la mujer y de las consecuencias del pecado original. El pecado
original es algo que el secularismo, irreligioso y aún antirreligioso ignora por principio,
aborrece y descarta del horizonte de los hechos atendibles. No está dispuesto a tomarlo en
consideración ni como hipótesis a tener en cuenta.
4) Las ideologías secularistas que prescinden de Dios y que prescinden de la revelación
histórica de Dios acerca del hombre se desentienden de la visión de la verdad revelada acerca
del hombre. Manejan en su lugar, muchas veces, doctrinas o teorías parciales, mutiladas, que
no reflejan la verdad total del hombre que Dios nos ha revelado y su situación. Por ignorar
entonces la revelación divina acerca del amor humano, han surgido ciertas doctrinas religiosas
o psicológicas que tienen consecuencias nocivas para el amor. Son dañinas y actúan como
ciegos que guían a otros ciegos.
Martín Lutero
7) Para Martín Lutero la naturaleza humana está corrompida total e irremediablemente. El
pecado original, realidad que Lutero admite, corrompió según él la naturaleza humana tan
radicalmente que esa naturaleza humana no puede ser restaurada. Ni Cristo ni la Gracia ni los
Sacramentos logran remediarla. La Gracia cubre su corrupción con la misericordia divina pero
no la sana.
8) Lutero, además, acepta solamente el Sacramento del Bautismo y la Eucaristía y por lo tanto
descarta que el Matrimonio sea un Sacramento. Para él el matrimonio es una institución
puramente natural, de carácter civil. Por lo tanto no hay una Gracia propia de los esposos, ni a
estos se les reconoce la calidad de ministros de la gracia recíprocamente, el uno para el otro,
que ellos tienen según la fe católica.
9) Por eso, ya en Lutero encontramos la raíz de la visión desacralizadora del matrimonio. De
Lutero y de Calvino derivan visiones pesimistas, puritanas acerca del estado de la naturaleza
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 2 – Diversas visiones acerca del Hombre
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humana, corrompida sin remedio. El hombre no tiene más remedio que pecar. Peca
inevitablemente. Y estas visiones pesimistas arrojan su sombra sobre la concepción del varón y
la mujer y de la naturaleza de la unión conyugal, que de deterioro en deterioro, termina en la
ideología de la unión libre.
10) Según esta visión de moral fatalista, el hombre, que por un lado no debe pecar, por otro
lado no puede evitarlo y peca necesariamente. Está preso en la cárcel de esta pena que lo hace
necesariamente culpable.
11) En las doctrinas puritanas posteriores se dice que uno tiene que tratar por lo menos de no
dar mal ejemplo. Se peca, pero que no se sepa. Lutero llegó a decir: “Peca pero cree. Peca
fuertemente y cree más fuertemente.” El hombre no tiene más remedio que pecar, pero
entonces tiene que creer.
12) ¿Cuál es la consecuencia de estas doctrinas en el matrimonio? Si por un lado el matrimonio
no es algo sagrado y, por otro lado, es irremediable pecar, si es irremediable ser adúltero, si es
irremediable ser violento, si va a haber pecado en el matrimonio y no hay remedio para ello,
entonces, una de las consecuencias lógicas que deriva de esta visión y sobre todo de esta
práctica es el divorcio, tal como se ha demostrado a lo largo de la historia sobre todo en los
países protestantes.
13) ¿Por qué surgió el divorcio primera y principalmente en los países protestantes, mientras
que fue resistido tenazmente en los países de cultura católica? Porque aquellos no tienen una
visión sacra del matrimonio y por lo tanto éste es un contrato puramente humano, sometido a
un desacuerdo inevitable, y por lo tanto rescindible. Si el matrimonio es una institución
puramente civil, también el Estado puede disolver lo que los individuos pactan civilmente.
Sigmund Freud
20) Sigmund Freud pertenece a una corriente de pensadores que, apartándose de Rousseau,
afirman francamente que la naturaleza humana es buena y el hombre no solamente no puede
hacer nada contra sus impulsos, sino que no debe reprimirlos sino dejarse conducir por ellos.
21) En mi exposición, naturalmente, simplifico estas doctrinas. Pero cuando se divulgan
también quedan simplificadas y funcionan así. “No te reprimas”. “Hacé la tuya”.
22) De esta corriente proceden las inculpaciones contra la fe cristiana y contra la Iglesia
católica. La Iglesia, la religión católica “es represora”. “No hay que reprimir los instintos”.
“Hay que dejarse llevar por los impulsos y las pasiones y que ellos nos conduzcan”.
De aquí también derivan las psicologías y pedagogías permisivas. Muchos psicólogos actuales
tienen esa orientación.
23) Hay una íntima correlación entre esta doctrina que propone la anarquía de las pasiones
independizadas de la autoridad de la razón y las doctrinas pedagógicas y políticas anarquistas
antes mencionadas. Rousseau y Freud están emparentados. Y ambos a su vez, emparentados
con los pensadores epicúreos y hedonistas de todas las épocas. Para unos la felicidad y el bien
del hombre es el bienestar y para los otros el placer.
24) Y, ¿cuáles llegan a ser las consecuencias para el matrimonio? El libertinaje, la infidelidad.
Se llega al intercambio de las parejas, que estamos viendo que se introduce en la cultura. Yo
me lo encontré con gran sorpresa en los años 1960 cuando fui a estudiar teología a Holanda.
Me horroricé de lo que escuchaba. Pero ahora lo estamos viendo acá. Se empieza por el amor
libre y se termina por perder la libertad para el amor verdadero que, entre otras cosas, es amor
fiel.
---oOo---
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 2 – Diversas visiones acerca del Hombre
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3. - LA VERDAD REVELADA POR DIOS
ACERCA DE LA NATURALEZA HUMANA
1
Ver la doctrina de los Sacramentos en el Catecismo de la Iglesia Católica en los números 1210 y siguientes.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - 3. – La Verdad Revelada por Dios acerca de la naturaleza humana
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Los relatos del Génesis no son cuentitos,
proyectan luz de Sabiduría divina sobre la condición humana
11) Este relato de la creación del varón y la mujer en el libro del Génesis no es un cuentito de
niños para que la catequista se lo cuente a mis hijos pero que la gente grande no puede creer.
Además le agregan cosas: una manzana donde hubo un fruto, distintas interpretaciones…
Pasan irrespetuosamente por encima de la profundidad de la Sabiduría divina que tiene ese
relato. Tiene una profundísima Sabiduría. Hay quienes pasan por encima de él como diciendo:
“¡Es un mito! ¡Son los cuentos que nos contaron cuando éramos chicos!”. A veces Dios se hace
el tonto para que el soberbio pase de largo, menospreciando el relato. En cambio le abre el
sentido oculto al humilde, al que recibe esa Palabra y abre su corazón a la Sabiduría que
encierra.
12) El relato de origen, llamémosle el epos 2 , o el gran poema épico de los orígenes del hombre,
es un relato de la obra divina, de la epopeya divina, de las obras de Dios. Ese epos, relato del
origen, revela la Sabiduría para la vida, a la que podemos llamar el etos, el comportamiento
humano.
13) Los relatos del origen iluminan la vida de hoy. Y si esos relatos del origen no nos dicen
nada, si nos resultan oscuros, nuestra vida de hoy también queda a oscuras. En cambio, si esos
relatos se hacen luminosos, con su luz iluminan nuestra vida. Vale la pena que pidamos la Luz
del Espíritu Santo para comprender estos relatos de los primeros capítulos del libro del
Génesis, esas revelaciones divinas acerca de nuestra naturaleza, porque van a iluminar nuestra
biografía, van a arrojar luz sobre nuestra vida actual y sobre nuestra historia personal.
14) Por eso es importante considerar el matrimonio en el principio. Cómo comenzó el
matrimonio según el designio de Dios. Qué les pasó a los primeros esposos por el primer
pecado original 3 .
2
Epos o también Epopeya es un canto lírico que narra los orígenes gloriosos y las hazañas de los héroes
fundadores de ciudades o autores de otras gestas dignas de ser recordadas y que deben servir como ejemplo para
las generaciones futuras. El Génesis es una epopeya de la raza humana, que narra sus orígenes. Y esos orígenes
pautan todos los tiempos de la humanidad. Son como una expresión histórica de la naturaleza del hombre de todos
los tiempos a la luz del relato del origen.
3
Pecado original: el primer pecado, el que está en el origen de todos los pecados y es como el modelo que da a
entender lo que es el pecado.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - 3. – La Verdad Revelada por Dios acerca de la naturaleza humana
17
de que la humanidad quedó presa de un ciclo fatal en que las penas dan lugares a culpas y las
culpas aumentan las penas, retroalimentándose unas a otras indefinidamente. Leemos en el
libro del Génesis: “Viendo el Señor que la maldad del hombre cundía en la tierra y que todos
los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó al Señor de haber
hecho al hombre en la tierra” (Gen 6, 5-6)
19) Se puede decir que la obra de restauración de la humanidad caída comienza con una
familia, la de Noé, pero que continúa y se afianza con otro matrimonio: éste sin hijos, el de
Abraham y Sara. Así comienza, mediante la restauración de la santidad del matrimonio, del
varón y la mujer en común la regeneración de la humanidad caída en la historia que nos narra
el Antiguo Testamento.
20) Sabemos qué larga es esa historia y su recorrido. En el Antiguo Testamento Dios habla de
nuevo con el varón para restaurar, alianza tras alianza, el vínculo roto por la desobediencia
original.
---oOo---
4
Catecismo de la Iglesia católica, Nos. 1601 – 1617. Recomendamos encarecidamente su atenta lectura y
meditación. La meditación es un ejercicio que fortalece la razón y la fortalece para gobernar las pasiones.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge - 3. – La Verdad Revelada por Dios acerca de la naturaleza humana
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¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 4.- Varón y Mujer en el Principio
20
en la Sagrada Escritura, como se dice en el teatro, el “libreto” de la Voluntad del Padre sobre
Jesús, que es nuestra Cabeza, y sobre su Cuerpo, que somos nosotros.
9) Todo ello es consecuencia de lo que nos dice la Escritura acerca de la creación del hombre.
De cómo Dios tomó a Adán del barro de la tierra y sopló en él un alma de vida. Por su
condición espiritual, por su inteligencia, por su voluntad libre, por sus pasiones anímicas, el
Hombre es un ser espiritual. Por su condición animal, instintiva, sensitiva y por sus pasiones
físicas, un ser más próximo al animal. Y por la combinación de lo animal y de lo espiritual, de
lo sensitivo, del apetito concupiscible 1 y del apetito irascible 2 , sus instintos 3 obedecen a la
razón y a la voluntad.
Hagamos al hombre
13) El autor del relato de la creación en el primer capítulo del libro del Génesis hace una
diferencia entre lo que Dios dice cuando va creando cada creatura y lo que dice cuando crea al
hombre. Mientras crea las creaturas anteriores al hombre Dios va diciendo: “Hágase…”,
"Hágase la luz” Pero cuando llega al hombre dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza”. “Hagamos al hombre”.
14) Este “hagamos” revela el consejo de las tres Divinas Personas para hacer al hombre a su
imagen y semejanza. Varón y mujer los creó. Por lo tanto, Persona y Comunidad de Personas.
Y ahí ya tenemos el origen divino de la familia. La familia es de origen divino porque es una
imagen del Dios Trino.
15) Cuando desaparece de una cultura la perspectiva del Dios Trino se debilita y hasta se
esfuma también la familia. Ya no se comprende el arquetipo divino de la familia sobre la tierra
ni la naturaleza mística, sagrada, sacra de las relaciones entre las personas.
1
Apetito concupiscible se llama a la potencia del alma que desea y disfruta de los bienes presentes.
2
Apetito irascible se llama a la potencia del alma que la hace capaz de esforzarse por alcanzar el bien ausente,
arduo o futuro. Por ejemplo el del estudiante que se fatiga estudiando por alcanzar el saber, el título, la profesión y
todos los bienes que derivan de ello.
3
Los instintos no están en la creatura humana de la misma manera que lo están en el animal, en el que no existe
razón que los gobierne ni libre albedrío. En el hombre la instintividad debe estar sujeta a la razón. En el animal el
principio directivo es el instinto. En el hombre es un principio que debe ser dirigido por las potencias espirituales.
4
No quiere decir que a consecuencia de poder adherirse al bien libremente no pueda también no adherirse a él,
pero el pecar no es la finalidad de la libertad sino una consecuencia lamentable de la libertad.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 4.- Varón y Mujer en el Principio
21
5
Un huerto cerrado, que eso significa la palabra hebrea Ganan; el Gan Edén, un jardín cercado y delicioso.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 4.- Varón y Mujer en el Principio
22
una expresión un poco enigmática de la Sagrada Escritura: “un auxilio semejante a él” o
“frente a él” 6 . Detengámonos un momento para meditar esta expresión y pidamos gracia para
comprenderla.
23) La palabra “auxilio” en hebreo ézer, es la misma con que se designa el auxilio divino en el
Salmo 120. En ese Salmo, el peregrino que va hacia Jerusalén dice: “Levanto mis ojos a los
montes. ¿De dónde me vendrá el auxilio? [ézer]”. Y prosigue “el auxilio me viene del Señor
que hizo el cielo y la tierra”. El auxilio para ir hacia el templo del Señor, la fuerza de caminar
en la peregrinación, el auxilio en todos los peligros del camino. Es el conocimiento y el amor a
Dios, lo que sostiene al peregrino en las fatigas de la peregrinación al Templo y la fuerza que
lo impulsa. Es el imán del amor religioso lo que lo atrae.
24) Dios, Creador de cielo y tierra, era el Auxilio de Adán antes de que tuviera mujer e hijos.
Pero el mismo Señor quiso que Adán no tuviera sólo el auxilio divino sino “un auxilio
semejante a él frente a él”. Y se prepara aquí la creación de Eva, que se presenta como una
iniciativa divina y un don de Dios. Eva no es posesión de Adán sino don de Dios para Adán.
Pero también nos dice el relato que, en la intención divina, Eva es para Adán y no Adán para
Eva.
9
En hebreo, el verbo banáh, de cuya misma raíz vienen las palabra ben = hijo y bat = hija.
10
1ª Corintios 11, 11. San Pablo enfrenta las consecuencias del pecado original en el mundo grecorromano que
impactan a sus cristianos de Corinto. Y en este pasaje de su Carta evangeliza la discordia y la rivalidad que, en
aquella cultura, ponía oposición entre “hombre y mujer”, tanto como entre judío y pagano y entre esclavo y libre.
La cultura actual trata de remediar la tensión entre los sexos igualándolos, es decir aboliéndolos.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 4.- Varón y Mujer en el Principio
24
35) Estas son, según la revelación divina, las destinaciones del varón y la mujer. Después
sobrevendrá la corrupción por el pecado original. Veremos precisamente que una de las
consecuencias del pecado original es que el varón deje de apreciar esta ayuda; que en vez de
alegrarse con la amistad de la mujer y con la comunicación espiritual con ella, se aburra; hunda
la cabeza en el diario o se enfrasque en la tele. ¡Eso le pasa por el pecado original! Porque en el
Paraíso, donde no había ni televisión ni diario ni nada (y aunque los hubiera habido) ¿cómo
pasaba sus ratos agradables Adán? En compañía de Eva. Supongo que Eva cantaría, no sé. Pero
el espectáculo del Paraíso para Adán era Eva, escucharla y comunicarse. Y era la maestra de la
amistad para Adán.
36) Como veremos, la caída en el pecado original precisamente es lo que hace que el varón
tienda a hacerse polígamo. En cambio, la mujer, que mantiene su deseo de ser amada y ser la
única, es monógama. Y ella es la que tiene que enseñar al varón cultivando la amistad y
hacerse única. Pero esto no pertenece al plano de la sexualidad sino al plano de la amistad.
¡Qué importante esta visión!
11
Gertrudis von Le Fort, La Mujer eterna, (Ed. Patmos, Madrid 1965) pág. 26
12
Las primeras obras de la creación son por separación. Como sucede cuando Dios va creando durante los tres
primeros días, en que separó la luz de las tinieblas, las hizo distintas; separó las aguas de arriba del firmamento de
las de abajo del firmamento, las distanció; o separó la tierra del mar creando la orilla. Separa para oponer la luz a
las tinieblas o para mantener alejadas las aguas de arriba de las de abajo.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 4.- Varón y Mujer en el Principio
25
procede en la creación de Eva por partición. Es como cuando uno parte un pedazo de queso; es
de la misma naturaleza el pedazo que el resto del queso. Lo parte pero no lo hace de otra
naturaleza. No separa lo diverso sino que parte lo semejante. Ella es una parte: participa de la
misma naturaleza que el todo.
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¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 4.- Varón y Mujer en el Principio
27
Recapitulemos
1) Retomemos el hilo de lo expuesto en el capítulo anterior. El varón fue creado con una
destinación laboral, física: cultivar el jardín de Edén. Y la mujer fue creada con una destinación
amorosa, espiritual: ser amiga del varón. Son dos destinaciones distintas: una hacia afuera, a la
acción exterior y la otra hacia adentro, hacia lo espiritual, hacia el vínculo, hacia la vinculación
amorosa, hacia la amistad, al cultivo de los amores.
2) Ella es más afín a lo espiritual, a lo angélico. Tiene una mayor profundidad de alma.
Satanás, que a pesar de ser un ángel malo es un ángel – un ángel caído, malvado pero ángel –,
prefiere hablar con ella porque ella es un ser más espiritual y un adversario de Satanás
potencialmente más peligroso. Es importante recordar que Adán es amasado del barro y Eva es
sacada de una parte de Adán. La carne de Adán es ya materia humana, no materia inerte. Y a
consecuencia de eso Eva tiene desde el principio una complejidad espiritual mucho mayor. 3)
El varón, puesto que está destinado a trabajar el Paraíso, que su misión es exterior a él, hacia
afuera, hacia el mundo, no tiene la complejidad de alma que tiene Eva, que está destinada a una
función espiritual, a ser amiga, maestra de amor y de amistad. Por eso comparo al varón con
uno de esos Ford viejos que tienen cinco relojitos y pocas funciones mientras que, en cambio,
el alma de la mujer es compleja como un avión Boeing 707 con su complicado tablero. ¿Quién
lo entiende? ¡Hay que hacer un curso para comprenderlo!
4) Dice San Pablo que el varón y la mujer tienen que ser “instruidos por Dios para amaros
mutuamente” 1 . Creo que lo dice para que, a consecuencia del pecado original, esa diversidad
de la mujer no sea para el varón motivo de irritación: “¡Ufa! ¿Quién las entiende?”. Y para que
la simplicidad del alma del varón no sea un motivo de escándalo para ella; que aprenda
también a amar a alguien que no tiene una complejidad de alma tan grande y al cual tiene que
enseñarle a escuchar su alma y a no aburrirse con lo que ella le dice.
5) Ella tiene que educar el oído del novio y el oído del esposo para que sea un espejo acogedor
de su imagen interior de mujer. Porque la mujer necesita un oído de novio y un oído de esposo
que escuche su alma. El varón que la ama es como un espejo donde ella se puede mirar, con tal
que se reconozca en la imagen que un varón de corazón limpio le puede devolver. Y así como
ella no puede arreglarse sin tener un espejo delante, tampoco puede acomodar su alma sin
mirarse en el espejo del oído de su esposo: necesita que su esposo la refleje para conocer su
imagen interior; necesita verse en la comprensión de su esposo. Y el esposo tiene que ser
acogedor de esa necesidad de mirarse a sí misma porque si no, ella no se entiende.
6) Después del pecado original esto sería imposible y lo es, sin la ayuda de la Gracia sanante y
santificante. Sin santidad de alma, o de espaldas a la profundidad del misterio de su alma, la
mujer ya no se busca a sí misma en su profundidad velada entregándose al esposo y a los
demás, sino que se muestra a sí misma en su exterioridad visible. Y mirándose solamente a sí
misma despersonaliza al varón como espejo y lo hace prescindible.
7) Pero queda en pie que aunque ella es mucho más profunda que Adán, sin embargo ella
necesita del espejo de Adán para mirarse en él. Me comentaba un amigo que el padre siempre
le decía: “M’hijo, a la mujer no se la puede entender. Hay que atenderla y complacerla”. ¿Un
poco pesimista? No. Creo que expresa la experiencia de alguien que ha comprobado el hecho
que estamos exponiendo. Cuando ambos esposos son santos es cuando se puede lograr algo de
la bienaventuranza del principio, que el pecado original arruinó. Un esposo santo no solamente
1
1ª Tesalonicenses 4, 9
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 5.- Varón y mujer bajo el pecado original - Las culpas y las penas
28
logrará atenderla y complacerla, sino también entender mucho, no todo, del misterio de su
esposa santa.
8) Aún hoy y aún entre esposos que no son santos, en el fondo, ella siempre aspira a tener en el
esposo un oído que escuche. Pero es verdad que la mujer tiene una profundidad de misterio que
nunca se llega a calar del todo. Como dice Gertrudis von Le Fort: “Sólo Dios puede levantar el
velo bajo el cual Él mismo ocultó a la mujer” 2 .
9) De modo que el Señor pone a Eva como la auxiliadora para Adán en vistas a que llegue a ser
un ser social, que tenga hijos, que tenga una familia, una casa, una ciudad. ¡Es importante esto!
Porque en el designio de Dios, Eva es para Adán, no Adán para Eva. Esto a las feministas las
pone mal. No sé por qué, dado que, como hemos dicho más arriba, siempre Dios pone lo más
noble, lo más perfecto y lo más fuerte al servicio de lo menos perfecto y lo menos noble y lo
más débil. Así Eva, que es más compleja espiritualmente, más rica, más espiritual, es puesta al
servicio de Adán. También mi Ángel de la Guarda, que es mucho más digno que yo, como
naturaleza pura, es puesto a mi servicio. Y precisamente una de las causas de la rebeldía de
Satanás que explican los Santos Padres es “No serviré” porque no quiere servir al Verbo
Encarnado, no quiere servir a Cristo. En la Carta a los Hebreos dice que a Él le fueron
sometidos todos los ángeles 3 . Es esa la sumisión que rechaza Satanás. Y me parece que es el
engaño de cierto feminismo, una especie de soberbia en que la mujer no quiere servir. Y no se
da cuenta de que precisamente lo más digno está al servicio de lo menos digno en el designo de
Dios. Y por eso ese tipo de feminismo tiene algo de demoníaco, algo de la soberbia del “No
serviré”.
10) ¿De qué admirarse entonces de que Eva sea más noble, más perfecta, creada de una materia
mejor, más espiritual y que tenga una misión que no es trabajar la tierra? ¿Por qué a la mujer la
ponen a trabajar ahora en esta cultura? ¿Se han olvidado de la Sabiduría Divina? ¡No es ésa su
destinación! Los hombres le están dando una destinación a la mujer que no es la que Dios le
quiso dar. ¡Y así nos va! No la puso a trabajar la tierra, la puso a ser la amiga de Adán. Y por
eso ella va a ser la maestra de la amistad. La hace más perfecta, la hace más compleja. No fue
creada para trabajar el Jardín del Paraíso sino para ser la amiga del jardinero, porque el
jardinero estaba solo.
La tentación
11) Pero viene Satanás en forma de serpiente y habla con Eva. Yo pienso que a Adán la
serpiente lo mira con desprecio como diciendo: “Ese bicho hecho del barro…”. Con el
jardinero ni se molesta en hablar; tiene las manos llenas de tierra plantando el jardín. En
cambio, en Eva encuentra un interlocutor válido. Pero a la vez, un enemigo en potencia al que
conviene convertirlo en vasallo y aliado contra Dios. Convertir a Eva en rebelde como el
demonio es la forma demoníaca de oponerse a Dios en la intención de su obra. Pero es también
envenenar las fuentes de la vida en la Humanidad.
12) Porque Dios se la dio a Adán como compañera, como amiga: “No es bueno que Adán esté
solo. Le voy a dar una ayuda semejante a él.” Semejante a él… Dios ya era una ayuda para
Adán desde el principio, porque como vimos Adán era un ser religioso antes de ser un ser
social; antes de recibir a su esposa él ya estaba en relación con Dios. El carácter religioso del
varón es anterior a su carácter social. Es cierto que es un ser social pero es ante todo un ser
religioso.
13) Aunque también es cierto que, a consecuencia del pecado original, el hombre puede
tomarse a sí mismo por Dios. Puede ser un ser religioso que se idolatra a sí mismo. La idolatría
es la corrupción de lo religioso y la adoración de sí mismo. Es lo que hace el hombre de hoy,
2
Gertrudis von Le Fort, La Mujer eterna, (Ed. Patmos, Madrid 1965) pág. 57
3
Hebreos 1, 4
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 5.- Varón y mujer bajo el pecado original - Las culpas y las penas
29
que se adora a sí mismo y considera que él puede prescindir de Dios pero en el fondo se
sustituye a Dios. No es irreligioso, es idólatra. No puede dejar de ser religioso.
14) Cuando Adán recibe a Eva como compañera ya tenía a Dios como el primer vínculo. Más
todavía, después que Dios le da a Eva, lo tiene a Dios como el “suegro”. Entra en parentesco
político con Dios.
15) Adán le debe a Dios su mujer, pero después que Eva peca y le da de comer, Adán, por
amor a su mujer desobedece a Dios. Ahí está el desorden y el pecado propio de Adán: el haber
preferido a su mujer a Dios, siendo que su mujer era un Don de Dios. Se quedó con el don y se
olvidó del dador. Y eso puede pasar en el matrimonio también. Es una realidad posible
actualmente porque vemos que sucedió en el origen. Y vemos que sucede ahora también.
4
Génesis 3, 16
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 5.- Varón y mujer bajo el pecado original - Las culpas y las penas
30
¿vendrá bien? ¿vendrá mal? Las inquietudes que tironean el amor materno sería muy largo
enumerarlas aquí.
La desobediencia
21) Volvamos a cuando la Serpiente le promete a Eva un bien pero se lo propone por el camino
de la desobediencia. Es fuente de culpa el mal uso de la voluntad que hace Eva, pues la usa
para desobedecer y no para obedecer. La voluntad nos está dada para obedecer con mérito. Las
estrellas obedecen pero no pueden desobedecer: están en su órbita. Los árboles obedecen las
leyes naturales pero no tienen libertad para crecer para abajo si quieren: están determinados a
crecer para arriba. En la creatura humana la voluntad no está determinada y ahí está
precisamente su mérito. La voluntad es meritoria cundo se mueve por amor: adherirse a la
voluntad del que ama. En este caso Dios, el Creador, el Padre, el Suegro divino.
22) Pero la consecuencia de poder obedecer libremente es que se puede desobedecer, y eso es
lo que hace Eva. Y cuando uno usa su voluntad contra la Voluntad Divina, entonces
voluntariamente incurre en culpa. Culpa es precisamente usar la voluntad para elegir el mal en
vez de usarla para abrazar el bien al que está destinada. Es un hecho de experiencia: podemos
hacer el mal sabiendo que está mal. Yo sé que está mal y sin embargo lo hago. Lo dice San
Pablo en la Carta a los Romanos: “Hago el mal que no quiero y no puedo hacer el bien que
quiero” 5 ; “¿Quién me podrá librar de este cuerpo de muerte? … Soy yo el mismo que con la
razón sirve a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado” 6 .
23) Como resultado entonces de la culpa sobrevienen las penas. Las penas no son culpas, son
consecuencia de la culpa. Por haber querido el mal sobrevienen males que no quiero. Por haber
querido el mal me pasan después cosas que yo no quería y que quizá, si hubiera previsto antes
que ese era el precio de cometer el mal, no lo hubiera cometido. Penas le llamamos a los males
no queridos que sobrevienen a consecuencia de la culpa. Y culpa es querer hacer el mal.
25) Al primero que crea Dios es al varón, Adán. Y es a Adán a quien le dice que no tiene que
comer del fruto del Paraíso. No hubo problema. Adán lo sabía, después viene Eva. Dios le
había dicho a Adán que no comiera del árbol antes de que existiera Eva. Por lo tanto, Eva no
había escuchado la prohibición de comer del fruto del árbol de labios de Dios, porque leemos
en el Libro del Génesis que esta prohibición es anterior a la creación de Eva. De modo que
cuando Eva desobedece, yo no sé si desobedece primero a su marido y después a Dios o
primero a Dios y después a su marido. Adán era santo en ese momento antes del pecado;
desobedecer al marido no era lo mismo que ahora, que estamos después del pecado. Porque
ahora suelen dar motivo los maridos para que sus esposas no los obedezcan. Pero en ese
momento no había motivo. Eva desobedece entonces a su esposo y a Dios.
5
Romanos 7, 14-23
6
Romanos 7, 25
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 5.- Varón y mujer bajo el pecado original - Las culpas y las penas
31
26) Desobedece a Dios desobedeciendo a su marido, que le había trasmitido la prohibición.
Eva lo sabía perfectamente. Se lo explica muy bien a la serpiente. Adán se lo había dicho y ella
se acordaba. Pero Eva en su diálogo con la serpiente se suelta de la autoridad del marido. Y no
solamente come ella, sino que le da de comer a Adán. Éste, por complacer a su mujer,
desobedece a Dios y come. Consideremos cómo se corrompe la inocencia del primer Adán y de
la primera Eva y cómo este proceso de corrupción es como un bosquejo, como un esquema de
pecado que se va a ir repitiendo generación tras generación y que va a causar la ruina de la
humanidad, la destrucción de los pueblos.
27) Para comprender el daño que se produce con esta culpa no debemos perder de vista que la
primera relación que tenía Adán era directamente con Dios. Después viene su relación con el
jardín, con los animales y por fin su relación esponsal con Eva, que va a ser la que aumente sus
relaciones sociales para formar primero una familia, después una ciudad y por fin toda la
sociedad humana. Pero el primer vínculo del varón es con Dios. El varón está llamado a ser un
ser religioso.
28) Se oye preguntar a menudo ¿por qué actualmente son más religiosas las mujeres que los
varones? Esto es consecuencia del pecado original. No debería ser así. Tendrían que ser los
varones los primeros en su religiosidad. Pero Satanás lo aparta al varón de Dios por medio de
su mujer. Precisamente aquella que, por vocación, había sido llamada a ser el auxilio divino
para el varón. Porque según el designio divino la esposa estaba destinada a ser ministro del
Amor de Dios para el esposo. Eso será lo que va a restaurar el Sacramento del Matrimonio.
Para remedio de lo que falta en esta sociedad y en toda sociedad humana desde la caída.
29) Eva, que era una inquilina del Paraíso, quiso ser dueña. Se apoderó del Paraíso. No podía
ser que ahí, en el Paraíso, que era su jardín, hubiera un árbol del que ella no pudiera comer. Se
olvidó de que ella era - digamos - inquilina y no dueña. Lo que le propuso Satanás fue ser
como Dios: el ejercicio ilegal de la divinidad y la usurpación de la Divina Providencia. Se dijo:
¿por qué no?
30) Adán ¿qué tendría que haber hecho? Tendría que haber protegido a su mujer de la
tentación. Adán estuvo distraído. Él era el justo, cuya primera y más importante relación era
con Dios, el que había recibido el encargo del cuidado del Paraíso, el que había recibido de
Dios tanta ayuda y por fin a su mujer como auxilio. ¿¡Cómo él se olvidó de la relación con
Dios por la relación con su esposa!?
31) Y todavía, después la acusa: “La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol y
comí” 7 . No se da cuenta Adán de que cuando él no cuida a su esposa, el Demonio la utiliza
como puerta para destruirlo. Si el varón no es religioso y no ayuda a su esposa a mantenerse
religiosa, la religiosidad desviada de la mujer o la mujer tentada, se vuelve contra él y lo
destruye. Porque lo aparta de la relación con Dios. Hay muchas mujeres que se ponen celosas
del marido cuando es religioso porque son hijas de Eva y no se dan cuenta de que el varón
religioso es también su mejor protector contra el enemigo. Otras bregan media vida para que el
marido se convierta a la fe o a la piedad, y cuando el Señor les concede lo que tanto pidieron,
se disgustan y no saben ya qué hacer con un esposo convertido.
7
Génesis 3, 12
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 5.- Varón y mujer bajo el pecado original - Las culpas y las penas
32
33) Podemos decir que en el Antiguo Testamento Dios, por la Alianza, contrae parentesco con
el pueblo de Dios. Siendo Él pariente del pueblo, le exige al pueblo que sea santo porque Él es
Santo. Dios entra en la familia humana y la santifica con su Presencia. En el Antiguo
Testamento Él entró en el nosotros humano.
---oOo---
11
1ª Corintios 7, 2
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 5.- Varón y mujer bajo el pecado original - Las culpas y las penas
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1
Recordemos la diferencia entre culpa y pena. Culpa es el mal uso de la voluntad para hacer el mal. Culpable es el
hombre por hacer el mal voluntariamente. Pena es lo que le sobreviene contra su voluntad por aplicar su voluntad
al mal.
2
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte 1ª.2ae. Cuestión 85 Art. 3, Resp.
3
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte 2ª.2ae. Cuestión 15 Introducción
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 6 – Las penas comunes al varón y la mujer
36
su intimidad. En cambio, tanto el embotamiento de la inteligencia como la ceguera de la mente
se lo impiden” 4 .
5) El ser humano, debido a la herida de la ignorancia, conoce menos a Dios, se conoce menos a
sí mismo. ¡Cuánto desconocemos de nosotros mismos, queridos hermanos! A veces nos
sorprende lo que nos dicen los demás acerca de nosotros mismos. Los demás nos conocen
como nosotros no logramos conocernos. A veces nos examinamos y no logramos comprender
cómo estamos delante de Dios. Nos examinamos para ir a confesarnos y no logramos ver nada.
Y a veces, ¡cuánto nos engañamos respecto de los demás!
6) Nuestra inteligencia, nuestra razón, no solamente está herida por el pecado original con la
ignorancia de Dios y de los demás, sino que también tomamos el bien por mal. Por ejemplo,
cuando envidiamos tomamos el bien ajeno por mal nuestro. ¿No es eso un error? Con la acedia,
tomamos el bien de Dios y de los que sirven a Dios por mal nuestro. ¡Cuánta gente no puede
aguantar un buen sermón! 5 ¡Cuánta gente menosprecia a los santos, los persiguió y persigue.
“Venid, persigamos al justo” 6 dicen los impíos.
7) El libro de la Sabiduría resume así los objetos del error y la ignorancia: “Así piensan, pero
se equivocan, pues los ofusca su maldad. No conocen a) los secretos de Dios, b) ni esperan
recompensa para la virtud, c) ni valoran el premio de una vida intachable” 7 .
8) Otra consecuencia de esta herida en la inteligencia es que se encandila con el brillo de los
bienes creados y ya no puede conocer al Creador de ellos. Por eso los hijos de Adán y Eva nos
sumergimos en el amor a las creaturas con olvido del Creador y preferimos los bienes creados
al Creador, que es el Bien supremo y nuestro Fin último. Eso es lo que les pasó a Eva y a
Adán, y lo que nos pasa a sus hijos también. A esta herida se refiere San Pablo cuando dice:
“los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer,
está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación
del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de
forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a
Dios, ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón
se entenebreció” 8 .
4
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Parte 2ª.2ae. Cuestión 15, Art. 2, Resp.
5
Cuando es realmente bueno. Cuando es malo es explicable que sea insoportable y motivo de irritación del justo.
6
Sabiduría, 2, 10-20
7
Sabiduría, 2, 21-22
8
Romanos 1, 18-21
9
San Agustín, en La Ciudad de Dios, Libro 14, capítulo 15
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 6 – Las penas comunes al varón y la mujer
37
apreciado, el apetito de la propia excelencia. En sí mismas estas pasiones, sea física, sea
anímicas, son buenas.
11) Pero a consecuencia del pecado original se desordenan, se exageran. El apetito de propia
excelencia se hace soberbia; el deseo de ser considerado se hace vanagloria; el deseo de
disponer de las cosas se hace codicia, y así con todos.
12) Por haber desobedecido a Dios, ahora le desobedecen sus propios impulsos instintivos o
anímicos: gula, lujuria, avaricia, vanidad, soberbia, ira, miedo y tristeza por la frustración de
los deseos. Es decir, los vicios capitales. A las pasiones les corresponden por su desorden estos
vicios.
13) Es decir que, como dijo san Agustín, por haber desobedecido la creatura humana a Dios
ahora le va a suceder que él va a ser desobedecido por una parte de sí mismo. Va a perder el
auto-dominio. Se paga desobediencia con desobediencia. Y en particular va a ser la
desobediencia de sus propias pasiones a su razón. Sus mismas pasiones no le van a obedecer.
14) Por eso San Pablo dice que hay una ley interior en nuestros miembros que hace que
hagamos el mal que no queremos y no hagamos el bien que queremos, que nos sintamos
impotentes para dominarnos a nosotros mismos 10 . Y que el desconocimiento del Creador hace
que el hombre quede a merced de pasiones infames 11 .
15) Esta pena o herida consiste pues en el desorden de las pasiones que no obedecen a la razón.
Por lo tanto, siendo un ser racional obramos como irracionales. El hombre puede llegar a
comportarse como animal. A consecuencia del pecado original puede perder la condición
racional y espiritual. Por eso, el profeta Daniel ve surgir del fondo del mar a las naciones de
este mundo en forma de animales 12 . ¡Claro! Vienen de la enemistad con Dios y tienen forma
de animal porque han perdido lo que los configura como hombres, que es su razón y su
capacidad de relación con Dios. Al Hombre, en cambio, Daniel lo ve bajar de las nubes, del
Trono del Anciano 13 . Éste sí, tiene figura humana.
16) Jesús siempre se atribuyó a sí mismo el título de Hijo del Hombre 14 . ¡Él es el Hombre! El
nuevo Adán que ha recobrado su figura humana, su imagen y semejanza con Dios. Sólo si
vivimos de acuerdo a la Voluntad del Padre, obedeciendo, recobramos el poder de nuestra
razón. El amor filial nos hace recuperar el poder de nuestra razón sobre nuestros instintos. ¡Y
no hay otro camino en que se sane la pena del pecado original que el vivir como hijos; la fe en
Jesús, en el Hijo del Hombre! Él nos saca del fondo del mar, donde estábamos por el pecado y
donde, desfigurados, teníamos aspecto de animales.
17) En cuanto a la cuarta bestia, no es ninguno de los animales conocidos, pero tiene aspecto
de una serpiente o dragón de muchas cabezas, que dice grandes cosas, pero grandes cosas
perversas, grandes mentiras. Es la perversión de lo más noble que tiene el hombre y lo hace
semejante al Verbo o Palabra de Dios. La bestia habla, pero pervierte el Logos. Lo convierte en
propaganda de las ideologías inhumanas del padre de la mentira, que es Satanás, que nos está
atronando por todos lados con falsos pastores y maestros. El Logos divino dice la verdad. La
bestia habla para mentir. Los hijos de Adán y Eva, quedamos inclinados a la mentira y a
convertirnos en hijos de la serpiente, homicida y mentirosa desde el principio y padre de la
mentira.
10
Romanos 7
11
Romanos 1, 26
12
Daniel 7, 1-8 Un león con alas de águila, un oso, un leopardo, una bestia terrible que habla
13
Daniel 7, 13
14
Hijo de Hombre [ben adam] es una locución aramea, que significa simplemente, Hombre, Ser humano.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 6 – Las penas comunes al varón y la mujer
38
impaciencia o falta de tolerancia ante el mal y el sufrimiento y b) la cobardía, la huida ante el
peligro que uno podría vencer.
19) En resumen, las penas comunes al varón y a la mujer descendientes de Adán y Eva a
consecuencia del pecado original son:
primero, en la inteligencia, la ignorancia.
Segundo, en la voluntad, la malicia y a consecuencia de la malicia, la injusticia.
Tercero, en el deseo del bien, la concupiscencia, la falta de moderación en el uso de los bienes.
Y cuarto, en el deseo irascible, la debilidad, la impaciencia, la cobardía y/o la pereza.
20) Estas son las consecuencias del pecado original que Santo Tomás, siguiendo a Beda, llama
las cuatro potencias del alma. Esas cuatro potencias del alma a las que Santo Tomás se refiere
aquí son
1.- Dos potencias espirituales: la inteligencia y la voluntad
2.- Dos potencias sensitivas:
a) el apetito concupiscible –ante el bien presente se mueve necesariamente mi apetito
b) el apetito irascible –ante el bien ausente tengo que hacer un trabajo para conseguir mover mi
apetito.
21) El concupiscible es, por ejemplo el que me hace moderarme en el comer, el dormir, el
trabajar, y en la moderación en todo lo placentero. Por su debilitamiento se instala la adicción:
un deseo que avasalla la voluntad. El irascible, por ejemplo, es lo que me hace estudiar para
llegar a recibirme, que es un bien futuro, o el tolerar males presentes, ahorrar por ejemplo, para
poder después obtener un bien; privarme de muchos bienes en aras de otro bien
25) Pero, además de esta herida inicial, el varón y la mujer sufren las penas que derivan de sus
pecados personales y de sus culpas propias. La inclinación al bien de la virtud disminuye en
cada uno, aún más por el pecado actual. No se trata ya sólo de la carga del pecado original. Ella
es motivo de pecados personales míos que aumentan y agravan las consecuencias del pecado
original. Aumentan mi ignorancia. Aumentan mi imprudencia. Soy capaz de mayor injusticia.
Tengo menos continencia frente a los bienes que se me ofrecen y me adicciono
inmoderadamente y hasta con daño propio. Soy más cobarde y más impaciente. Mi razón se
embota, especialmente en saber qué es lo que debo hacer. Mi voluntad se endurece respecto del
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 6 – Las penas comunes al varón y la mujer
39
bien y de darle a cada uno lo que le corresponde. Empiezo a hacer discreción de personas y a
ser injusto con unos para ganarme a otros. Todas esas son consecuencias del pecado original,
agravadas por las penas de los pecados personales.
---oOo---
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 6 – Las penas comunes al varón y la mujer
41
1) Veamos ahora cómo el pecado original hiere de manera distinta al varón y a la mujer de
modo que las penas comunes se presentan en forma disimétrica. Ya la Sagrada Escritura nos
dice que las penas que Dios le anuncia a Eva y a Adán son distintas 1 . No son tanto castigos
impuestos por Dios, sino consecuencias penosas de la culpa cometida, del mal elegido 2 . No es
que Dios tenga la Voluntad de castigar vengativamente, sino que enuncia indicativamente las
consecuencias de su pecado.
2) Volvamos al relato revelador del Génesis. Después de relatar cómo Eva desobedece y hace
desobedecer a Adán comienza el relato de las consecuencias del pecado. Es como un juicio de
Dios, en que se declaran las penas a cada uno de los infractores, que son juzgados por orden de
gravedad de la culpa.
La pena de la Serpiente
3) Lo primero que hace Dios es encarar a la Serpiente: “Por lo que has hecho te arrastrarás
sobre tu vientre y Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya” 3 .
Esa pena que le declara Dios a Satanás tiene consecuencias para la mujer de todos los tiempos,
y para los hijos de Eva de todos los tiempos. Porque la enemistad que Satanás va a tener con la
mujer, enemistad que se extiende a la descendencia de ambos, tendrá sus consecuencias
permanentes: tanto en la antigüedad como cuando venga María. Cuando comience la nueva
descendencia de la Mujer a través del Hijo de María, la nueva raza de los hijos de Dios va a
padecer la enemistad de la raza de la Serpiente. San Juan vio una prefiguración de este misterio
en el relato de Caín y Abel 4 .
4) En el Nuevo Testamento, Nuestro Señor Jesucristo está hablando continuamente de la raza
de víboras 5 , los hijos del diablo 6 , la generación perversa o malvada 7 , los que no creen, en
oposición a los hijos de Dios, a los que creen en Él, a sus hermanitos más pequeños. Esa
enemistad va a continuar, y es la que tenemos hoy en día. No tenemos que extrañarnos.
Jesucristo lo dijo: “Si a mí me han perseguido, a vosotros os perseguirán” 8 . Esa enemistad
entre la raza de la Serpiente y la raza de los hijos de Dios continúa. Y si bien es pena que sufre
la Serpiente como instigadora del pecado original y su descendencia, es causa también de
sufrimiento para la descendencia de la mujer.
1
Pueden leerse en Génesis 3, 16-19
2
Repito una vez más la importante distinción entre culpa y pena: Culpa es el mal que yo hago voluntariamente,
pero el mal que yo hago voluntariamente va a tener consecuencias involuntarias y esas son las penas. Si hoy me
complazco en el mal (culpa), mañana tendré que sufrir otros males (penas). El mal que hago voluntariamente es la
culpa; las consecuencias involuntarias que voy a sufrir a consecuencia de mi culpa son las penas.
3
Génesis 3, 14-15. Aquí Dios habla de una descendencia de la serpiente. Es una palabra misteriosa. ¿Satanás tiene
hijos? La respuesta hay que buscarla en las palabras de Jesús, cuando se refiere a los incrédulos como raza de
víboras, y afirma: “vuestro padre es el diablo” (Juan 8, 44)
4
“Este es el mensaje que oísteis desde el principio: que nos amemos unos a otros. No como Caín, que, al ser del
Maligno, mató a su hermano. Y ¿por qué le mató? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano
eran justas. No os extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece”(1ª Juan 3,11-15)
5
12, 34; 23, 33 Y también, ya antes, Juan Bautista: Mateo 3,7
6
Juan 8, 44
7
Mateo 11, 16; 12, 39; 23,36; 16,4, Lucas 11,29
8
Juan 15, 20
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
42
9
La palabra “humilde” deriva del latín “humus”, tierra fértil.
10
La palabra latina “fiat” significa “hágase, suceda”. Y se encuentra en la frase de la Virgen: “Fiat mihi secundum
Verbum Tuum”: “Hágase en mí según tu palabra”. Es la expresión de la obediencia de María, que corrige la
desobediencia de Eva.
11
Gertrudis von Le Fort, La mujer eterna, Ed. Rialp, Col Patmos 26, Madrid 1965, págs. 25-26
12
Génesis 3, 15
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
43
terminado. Pero predomina la acción de la Gracia. El mal no es más fuerte que el bien. Y
entonces, aunque a veces el enemigo logre hacer de la auxiliadora una arruinadora, como
rémora destructora del varón, eso no puede ser la ley general. ¡Pero pasa! ¡Y cuántas veces!
que ella es para Adán y para darle hijos al esposo. A la mujer la han mareado. Ella cree más
bien que ella es para sí misma y que Adán es para ella. La mujer de esta cultura, como está
pensando tanto en su propio bien, se desinteresa del bien de Adán. Dice: “Para no sufrir más
vale no amar. Si mi amor es fuente de temor, tristeza e ira, más vale no amar. Yo mejor no me
caso, ni tampoco quiero hijos.” Algunas he conocido, que sí querían el hijo, por lo menos uno,
y que no querían irse de esta vida sin tener al menos uno. Y fueron capaces de robar un hijo
mediante una aventura ocasional. Y se unieron a un hombre para robarle un hijo, que fue, en su
intención y en el resto de su vida, un hijo para sí mismas. Su deseo apasionado, su capricho por
un hijo, les impedía pensar. Y en su egoísmo, condenaron a ese niño que ellas “tanto querían” a
la triste carencia de crecer y vivir sin padre.
17) Así obra la mujer que vive para sí. En el fondo: por miedo… “En la sociedad del bienestar
siempre vas a estar mejor sin marido y sin hijos”. La sociedad que plantea que el bienestar es la
felicidad le aconseja a la mujer que ni se case ni sea madre. Ella quiere a la mujer para exhibir
modelos de alta costura en una pasarela. ¡Lo estamos viendo en el mundo! Esto ocurre por
olvido de la Sabiduría revelada por Dios. En cambio, si la mujer sabe que la Voluntad de Dios
es que sea para Adán y que eso implica riesgos y la maternidad también, si tiene la capacidad
de relacionarse con Dios y aceptar con fe ese designio divino sobre su vida, confiará también
en que, junto con el designio, el Señor le dará la fortaleza para vivir y realizar su misión.
Tentaciones frecuentes
18) A veces ocurre también que cuando la mujer se vuelve religiosa, el esposo se pone celoso
de Dios y aparece un conflicto, pareciendo que hablaran en lenguas diferentes. Porque estamos
en una cultura que ya no es la cultura católica del matrimonio. La cultura católica restauraba la
inocencia primera. La actual incita al varón a la lujuria durante el noviazgo y en el matrimonio.
Los convierte a menudo desde novios en varones lujuriosos, a veces en verdaderos obsesivos
sexuales. Y siguen siéndolo en el matrimonio. Adictos que no quieren ser sanados por la
Gracia. No se dan cuenta de que su lujuria los destruye a ellos también y que los va
incapacitando cada vez más para la relación con Dios, que tendría que ser la prioritaria para un
hijo de Adán. Es un hombre no religioso: un anti-Adán. Son hijos del Adán que prefirió su
mujer a Dios. Hay que orar mucho.
19) Las jóvenes deben aprender que tienen que ayudar a su novio y exigirles la castidad,
porque ellas tienen el poder de exigir la castidad. Si el novio la quiere verdaderamente, ella
debe ser su amor, no para condescender con su lujuria sino para exigirle la castidad. De esa
manera lo va a llevar hacia el Señor. Con un varón lujurioso está siempre el peligro de que otra
mujer se lo lleve por su lujuria. Y por supuesto que el varón lujurioso se pone celoso de la
religiosidad de la esposa. Lo que pasa es que no hay que provocar los celos. Ella debe ser muy
prudente, muy discreta, sin ceder sus derechos religiosos. A veces la mujer no se da cuenta
pero se dedica demasiado a su parroquia y es verdad que el marido la necesita, aunque sea un
pecador. La necesita.
20) Y a veces sucede también que los padres descuidan a sus hijos y la vida de familia por
alguna actividad apostólica. Y los hijos después dicen: “Nuestros padres estaban siempre en la
Iglesia; a nosotros no nos atendían”. Cuando Satanás no nos puede hacer pecar, trata de que
exageremos en la virtud. Cuando no nos puede frenar ni torcer la dirección, pisa el acelerador.
Entonces uno quiere salvar el mundo y resulta que pierde su familia.
21) La esposa debe rezar por el esposo, acompañarlo. Y él debe darse cuenta de que cuando la
esposa se acerca a Dios es mejor esposa. Ella no debe descuidarlo. Que él no se sienta
descuidado, aunque a veces los celos son irracionales.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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22) Para la mujer la casa es fundamental. Se ha dicho a mi parecer con mucha razón que: el
varón quiere tener una casa para tener una mujer, y la mujer quiere tener un esposo para tener
una casa. Es una disimetría de las prioridades.
23) El corazón es también el lugar de la lucha de la mujer contra la Serpiente. Satanás lucha en
el corazón de la mujer, muchas veces, a través de las revistas femeninas, para tratar de destruir
al varón por medio de ella. Yo veo cada vez más casos en que la mujer se cansa del marido y lo
echa de la casa. No tiene más necesidad de él, le molesta, ¡que se vaya!
tentaciones y aunque para él también sus amores serán motivo de temor, de tristeza o de ira.
Pero no será esto la pena principal para él porque su sensibilidad para lo interior, para los
sentimientos y los afectos es menor que en la mujer o es diversa. En las mismas situaciones
parece como que tiene el corazón más embotado En cambio, la mujer tiene el corazón en carne
viva.
La esposa:
de ministro del auxilio divino a ministro del espíritu homicida
32) Aunque no lo mencione el Señor, no es pequeña pena, para el varón, el hecho de que la
mujer que Dios le dio como auxilio se convierta, a consecuencia del pecado, en destructora.
Esto que sucede con Eva al principio lo vemos suceder frecuentemente a nuestro alrededor.
Este relato del origen nos ilumina acerca del sentido de este hecho que tantas veces vimos
suceder y no comprendíamos cómo era posible ni por qué sucedía. El enemigo procurará por
todos los medios convertir el amor primero en acedia, menosprecio, despecho, rivalidad,
rencor, odio… Logrará así muchas veces convertir a la amiga y auxiliadora en agente del
espíritu destructor. Hay que estar atento a esta tentación. Porque además, a medida que la
mujer conoce más al varón, más conoce sus limitaciones. ¡Si es un ser pecador! ¿Cómo no lo
va a conocer? ¡Pero más despreciable puede hacerse a sus ojos! El demonio no necesita
inventar nada para ponerla contra el marido. Basta que la envenene. Con razón se ha dicho:
“¡No te pongas de enemigo a tu mujer!”. Aunque la enemistad de cualquier mujer es muy
temible, la de la esposa es la peor.
33) Pero esto que puede suceder en uno que otro hogar, puede ir convirtiéndose en cultura.
Cuando la animosidad de la mujer contra el varón se hace conducta y pauta de comportamiento
en una cultura, entonces la mujer puede llegar a anular la figura del varón, como esposo y
padre.
15
Sacrificium laudis: Salmo 49, 23
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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34) El P. Tony Anatrella describe en uno de sus libros 16 cómo las consecuencias del pecado
original están vigentes en nuestra cultura, donde la mujer, en vez de ser la auxiliadora del
varón, se ha convertido en su rival y su enemiga, en la familia y en la sociedad. En el capítulo
que se llama “El padre despedido” dice que vivimos en una sociedad que ha erosionado
progresivamente los roles del varón, especialmente su rol de padre. Ha destruido así lo que el
varón tiene de más noble. Esto va junto con la desaparición del Padre Dios: “Vivimos en una
sociedad – dice – que ha devaluado progresivamente y rechazado la imagen del padre. Los
padres tienen dificultad para luchar contra esta representación social. En efecto, si ejercen su
paternidad respecto de sus hijos y son capaces de recurrir a la simbología paterna no pueden
luchar contra el modelo dominante, difundido por los medios de comunicación, del padre
ausente humillado, indigno o incompetente. Así en la mayor parte de los guiones de las series
televisivas, es presentado como incapaz de situarse en la relación educativa, de ocuparse de
adolescentes, menos todavía de proclamar las exigencias necesarias de la vida en sociedad,
incluso de reprender cuando es necesario…”
35) La que está valorada sobre todo en esta sociedad – prosigue señalando Anatrella – “es la
relación madre/hijo y el padre cree que tiene que ser una segunda madre para hacerse aceptar.
Pero hay que subrayar igualmente aquí que muchas mujeres reprochan a los hombres no
cumplir con el papel de padre cuando, más o menos conscientemente, ellas se las han arreglado
para no dejarles el lugar que les corresponde. La madre aleja así al padre, con el riesgo de
culparlo en un proceso perverso que le permite confirmar su poder y su sentimiento de
omnipotencia sobre los hijos, sobre el hombre y sobre el padre” 17 .
36) Hemos visto que según el designio divino del principio, el varón Adán tenía una relación
primera y por lo tanto prioritaria con Dios. Adán era el Homo religiosus. Y eso le aseguraba
también su sitio en el conjunto armónico de las demás relaciones, con la tierra, los animales, la
esposa, los hijos, la familia y la sociedad. Si el varón se aparta de Dios, como sucedió a Adán
por complacer a su mujer, entonces también la presencia y la unión de los hombres con Dios se
debilita.
37) Por eso el Verbo eterno de Dios se encarna como varón. Para restablecer el vínculo justo
entre el Hombre y Dios. Y al revelar al Padre muestra el modelo del padre terrenal. El varón ha
de tener en Dios su modelo para ser esposo y padre.
38) Hay actualmente un eclipse de Dios Padre que es correlativo y simultáneo con un eclipse
de la figura del varón y del padre en la tierra. Esto se ve incluso en los ámbitos cristianos,
donde se está hablando cada vez menos de Dios Padre. El cardenal Joseph Cordes dice en su
libro “El eclipse del Padre” 18 que incluso en la teología católica y protestante se nombra poco
al Padre: se habla de Dios pero poco del Padre. Y que la presentación de la figura de Jesucristo
se hace prescindiendo de su relación con el Padre. De modo que se presenta a un Cristo sin
Padre 19 .
39) Sabemos nosotros que la conducta de los hombres sobre la tierra se deriva de la causa
ejemplar celestial: “así en la tierra como en el Cielo” rezamos en el Padrenuestro. Si desparece
el Padre del Cielo, desaparecen los padres en la tierra. Y si los hombres en la tierra se olvidan
de Dios Padre, se olvidan de ser padres. No se casan para ser padres, sino para tener mujer. Y
así como los hombres relegan a Dios en el asilo de ancianos del Cielo, después relegan a sus
padres en el asilo de ancianos de la tierra. Van a visitar a Dios Padre una vez por semana…
16
Tony Anatrella, La diferencia prohibida, Ed. Encuentro, Madrid 2008
17
Tony Anatrella, La diferencia prohibida, Ed. Encuentro, Madrid 2008, Pág. 60
18
Mons. Paul Josef Cordes, El eclipse del Padre, Ed. Palabra, (Col. Biblioteca Palabra 23) Madrid 2003
19
M.J. Le Guillou, El Misterio del Padre. Fe de los Apóstoles. Gnosis actuales. Ed. Encuentro, Madrid 1998
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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cuando van, y muchas veces se olvidan del domingo. Muchos también van al hogar de
ancianos a las cansadas a visitar al padre…
40) Vivimos, entonces, la crisis del varón como padre. El psicólogo Claudio Risé, ha estudiado
este fenómeno 20 . El padre está ausente, dice Risé, no porque no esté presente sino porque se lo
está excluyendo. (Aunque hay que reconocer que la cultura forma varones que se autoexcluyen
porque no han sido formados para ser padres.)
41) Traemos estos hechos a colación porque son consecuencia del pecado original. De alguna
manera la desaparición de la figura del varón es consecuencia de una especie de enemistad que
empieza a surgir entre el varón y la mujer, una especie de rivalidad de los que deberían ser
complementarios. Como hemos oído a Anatrella: los padres tienen dificultad para luchar contra
esta representación social. No es que no haya padres. Hay padres, pero los que hay y quieren
serlo tienen el mundo en contra. El mundo les vota leyes por las cuales no tienen derecho a su
hijo y su mujer lo puede abortar, su mujer se puede divorciar de ellos por su sola voluntad y sin
embargo él tiene que seguir pagando. Es decir, el hombre va siendo desposeído de su
autoridad, de su patria potestad. Los abogados saben cómo se ha ido despojando
progresivamente al padre de su autoridad en las leyes. Si ejercen su paternidad respecto de sus
hijos, es decir si son buenos padres, igualmente les es muy difícil luchar contra el modelo de
Los Simpson: el padre es un estúpido, los inteligentes son los niños.
42) Sin embargo, es el padre el que debe poner los límites, porque es el único que
psicológicamente sabe ponerlos. Al padre le toca, digamos, sacar al hijo de la simbiosis con la
madre, que no le permite tomar riegos, y hacer que el hijo tome riesgos. Al padre le toca
exponer al hijo al sacrificio y enseñarle a sacrificarse por la causa justa y por el amor. En
primer lugar, con su ejemplo. Y eso no se lo permite a veces su misma esposa. Hemos oído a
Anatrella: lo que está valorado no es la relación padre-hijo sino la relación madre-hijo,
valorada por las leyes y por el modelo dominante.
43) Muchas veces, sin tomar en consideración la inconducta de la madre, el juez le adjudica los
hijos a ella. Y aunque los hijos quieran ir con el papá, el juez se los adjudica igual a ella siendo
cruel con la voluntad de los niños. Hay como una especie de presupuesto de que la mujer es la
buena. El presupuesto legal es que ella es víctima y buena. Parece que el legislador no pudiera
tener en cuenta que a veces la mujer puede obrar mal. Que como Medea puede sacrificar a un
hermanito para que su padre no logre alcanzarla. Que puede matar a un hijo para vengarse de
su esposo o de su novio; que a veces puede ser infiel y abandonar a su marido para irse con
otro por distintos motivos: porque es mejor que el marido, porque tiene más plata… ¿Que hizo
la mujer de Herodías? Dejó al hermano del rey y se fue con el rey, porque a una mujer
ambiciosa le conviene uno que le pueda dar más. Es decir que la mujer puede ser mala. ¡Claro
que puede ser mala! Puede ser demoníaca. Para los legisladores parece que no: la mujer es
siempre la buena. ¿Recuerdan cuando hablábamos de esas doctrinas psicológicas o
antropológicas que dicen que el hombre es bueno, que la naturaleza humana es buena? Aquí
hay precisamente una suposición hemipléjica por la cual la mujer siempre es buena y el varón
siempre es el sospechoso o el culpable. No es así; esto no es justo. Y esta injusticia está
dominando a esta sociedad. Ambos están heridos por el pecado original de manera diversa. Esa
es la verdad.
44) Da que pensar lo que dice Anatrella, que la que está valorada sobre todo es la relación
madre-hijo y el padre cree que tiene que ser una segunda madre para hacerse aceptar. El padre
tiene que imitar la conducta de la madre. No puede hacer algo distinto de lo que hace la madre.
Si no, no lo aceptan ni la mamá ni los hijos. Pero hay que subrayar que igualmente aquí
muchas mujeres reprochan a los hombres no cumplir con el papel de padres cuando más o
menos conscientemente ellas se las han arreglado para no dejarles el lugar que les corresponde.
20
Claudio Risé, Il Padre, l’assente inaccettabile, San Paolo 2000
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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45) Estamos hablando en términos generales. Por suerte esto no es universal y en el medio
católico este mal todavía no ha dominado totalmente. Pero es el que nos sitia e invade. El
mundo católico, la familia católica, está como en un islote rodeado por la inundación de esta
cultura promovida principalmente en revistas femeninas… Porque la acción de ingeniería
psicológica esta apuntada a la mujer. Las revistas que más daño hacen son las que les cambian
el corazón a ellas. Una cierta literatura psicológica ampliamente difundida por semanarios
femeninos tiene una parte de responsabilidad en esta devaluación del hombre y del padre.
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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53) El varón se desordena más por la ira animal (caliente), la gula (glotonería) y la lujuria
(adicción sexual). Si bien también en la mujer hay ira, gula y lujuria, se manifiestan de distinta
manera; hay una disimetría entre ambos. En ella la ira es predominantemente fría, que no
eclipsa la razón, como en el varón, sino que agudiza la inteligencia para herir con la palabra.
En ella hay también gula, pero es golosinería, más que glotonería. Cuando incurre en
glotonería es por descarga ansiosa de sus problemas afectivos. En ella también hay lujuria, pero
es por búsqueda de afecto y ternura. Y si no por utilización del sexo con otros fines
premeditados: seducción, manipulación, prostitución.
54) Una mamá subió al bus con un nenito y una nenita. Cuando apareció un vendedor de
alfajores la mamá le compró uno a cada uno. Yo los observaba: el varón se lo comió en tres
bocados, con voracidad animal mientras la nena lo fue chupando durante todo el viaje,
degustándolo.
Ira
55) Con relación a la ira, por ejemplo, si bien los dos se enojan por una frustración del deseo o
por un mal presente, el varón lo hace tipo perro y la mujer tipo demonio. Cuando el varón se
enoja, pierde la razón, pierde la cabeza; actúa irracionalmente, patea, golpea, tira un plato, las
hijas se aterran, la mujer se disgusta sin entender por qué él perdió su dignidad de ser racional.
A la mujer, en cambio, cuando se enoja se le agudiza la inteligencia; pareciera que piensa
mejor lo que va a decir para lastimar más; es una ira fría y racional. Cuanto más se enoja él,
más serena se pone ella y mejor piensa lo que le va a decir. En Entre Ríos hay un refrán que
dice: “Afilado como lengua de china”, que corta –“china” se le dice a la mujer. La de la mujer
es una ira más espiritual, y la del varón más animal. Esto también puede pasarle al varón así
como la mujer también puede agarrarse a los arañazos y tirarse de los pelos. Pero lo más propio
es esto: que el varón pierda la cabeza por la ira o por la lujuria y que a la mujer se le agudice su
inteligencia. Una mujer va con un ojo negro ante el juez, pero éste no escucha la grabación de
lo que ella dijo; habría que ver qué dijo para que le pusieran el ojo así, pero la grabación no
está.
Sexualidad
56) Algo parecido ocurre con la sexualidad, que es tan importante como manifestación del
amor y dentro del marco del amor. En el varón, la pasión sexual desordenada es mucho más
evidente, porque él cae hacia el polo animal en todos los desórdenes instintivos, se
deshumaniza, se deja llevar por el instinto sexual como un animal, se desconecta, se
despersonaliza, se hace incapaz de vivir su sexualidad de manera integrada con su capacidad de
amar, pierde la capacidad de manifestar su amor y de mantener una relación amorosa. Hay
como una especie de eclipse de la conciencia y de la capacidad interpersonal.
57) No así en la mujer, donde la sexualidad expresa su amor, su personalidad y su capacidad de
entrega y de ternura, la manifiesta a ella misma como persona en su capacidad de amar, su
entrega amorosa. La lujuria, es decir, el desorden de la sexualidad, se expresa en la mujer más
bien como instrumentación calculada de la sexualidad separada del amor, pero no por sí misma
como en el varón. Es decir que si hay en la mujer una corrupción de la sexualidad puede venir
por la manipulación de la sexualidad al servicio de su posesividad amorosa o, en el caso de la
prostitución por ejemplo, al servicio de la codicia, para ganar dinero, o también para tratar de
conquistar el amor de un varón, aunque es un mal camino porque precisamente así no se
conquista a un varón sino que se lo hunde en su polo instintivo.
58) En la mujer la sexualidad está armónicamente integrada mientras que en el varón hay como
un hachazo del pecado en que involuntariamente, por la pena del pecado original, cae hacia el
polo instintivo y tiene que luchar contra eso con la Gracia. Por eso el varón tiene que trabajar
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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mucho la virtud contraria a la lujuria, que es la castidad, y debe ser ayudado por la novia y
luego la esposa a que logre el dominio casto de sí mismo, no solo para el bien del varón sino
también para la felicidad de la esposa.
59) Esta es la razón por la cual si hay relaciones prematrimoniales, como no se ha fortalecido
todavía suficientemente el marco de la amistad, si se da un ejercicio de la sexualidad temprano
antes de que se haya creado un marco fuerte de amistad no erotizada, se produce un
desinflamiento o un impedimento en el crecimiento de la amistad en el noviazgo.
60) El noviazgo es la escuela de la amistad matrimonial: el varón debe ser enseñado por la
novia a dominar su sexualidad. Si no, al poco tiempo no pensará en ella sino en el cuerpo de
ella. Será un encuentro en el que cada vez se va a ir haciendo menos fuerte el vínculo amistoso
y más fuerte el pasional a costa del amistoso.
61) De ahí vienen muchas veces las crisis de la relación de noviazgo y más tarde en el
matrimonio. La novia o la esposa no se explican por qué la infidelidad del varón. Lo que
asegura la fidelidad es la amistad, no la sexualidad. En el confesionario muchas veces he dicho
a las chicas que dicen que han tenido relaciones sexuales con sus novios: “No sabés el mal que
le hiciste”, o “Le pusiste el collarcito y ahora cualquiera le pone la cadena” o “Cebaste al tigre
con carne”. Y muchas lo reconocían.
62) Después la mujer se asombra de que haya infidelidad en el varón pero no se da cuenta de
que ella misma no lo ayudó a ser dueño de sí mismo y de su sexualidad creando el marco de
una amistad casta. Muchas piensan que tener relaciones sexuales es una manera de “agarrarlo”
cuando en realidad lo sumen en una indiferenciación afectiva que lo puede ser atraído por todas
o cualquiera. El varón es potencialmente polígamo. Si la mujer no lo “ata” por una amistad, es
como el fuego fuera de la hornalla.
63) Por ignorar estas cosas tan sencillas estamos viendo una catástrofe. Es necesario que se
entiendan estas diferencias entre el varón y la mujer y se enseñen a los hijos, ya desde niños,
antes de que despierten las pasiones. Es muy importante cultivar una amistad fuerte en el
noviazgo, que debe seguir cultivándose en el matrimonio porque la esposa tiene que seguir
ayudando al esposo. Por eso el matrimonio es un ministerio entre bautizados. ¡Qué hermoso
ministerio! Un ministerio de sanación. Un ministerio de enseñanza. Un ministerio de pastoreo.
Un ministerio de santificación.
64) La ignorancia entre las diferencias que hay entre el modo de herir los vicios capitales al
varón y a la mujer produce un malentendido entre ambos. Hay un libro del siglo XIV del
Arcipreste de Talavera, Enrique Martínez de Toledo, que se llama “El corbacho”, que en
español antiguo significa látigo, el latiguillo, porque fustiga los pecados y los vicios capitales.
Él pone como vicio capital de la mujer la avaricia y como vicio capital del varón la lujuria. La
avaricia está en la mujer principalmente conexa con su deseo de seguridad. Sobre todo la mujer
se mueve a la avaricia cuando no encuentra la seguridad en el varón que tiene al lado; cuando
ella se siente desprotegida del amor que debería protegerla se mueve a buscar su seguridad en
el dinero. Por eso, cuando hace crisis un matrimonio, en una crisis de divorcio van a observar
ustedes que la pelea es por los bienes, porque ella pierde la seguridad que le da el amor y
entonces necesita la seguridad que le da el dinero. Pero eso es una corrupción del alma de la
mujer.
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¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 7.- La disimetría de las penas para el varón y la mujer
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1) El ser humano fue creado como varón y mujer a imagen y semejanza de Dios. Dios es amor y el
ser humano fue creado para amar a Dios y para amarse entre si el varón y la mujer y sus
descendientes. Fueron creados para amar. En un estado inicial de santidad y perfección que los
hacia semejantes a Dios en el amor.
2) Cristo vino a salvar al ser humano. Dicho de otra manera: Cristo a salvar el amor. La principal y
la peor consecuencia del pecado original consistió precisamente en la pérdida de esta capacidad de
amar a Dios y de amarse entre si con un amor santo y perfecto.
3) Una de las peores consecuencias – si no la peor - que tuvo el pecado original para el varón y la
mujer, fue que contaminó el amor con el amor propio y la capacidad de amar al otro por el amor
propio. El amor entre varón y mujer quedó herido a veces de muerte. Surgieron así: el
malentendido por la ignorancia; la falta de misericordia y de comprensión de la herida del otro por
la malicia; la incapacidad por hacer algo para sanarlo y salvarlo; el reproche, la inculpación. Cristo
vino a salvar al ser humano de todo esto.
4) Para salvar al hombre tenía que empezar por salvar el amor humano. Primero el amor el
esponsal, que es la fuente de todas las demás formas del amor familiar, social y civil. Si el amor
esponsal está herido, todos los demás vínculos humanos nacen llagados y prontos a infectarse.
5) Para salvar el amor humano entre esposos, era necesario volver a reconectar ese amor con el
Amor de Dios. Dios esa Amor y fuente de todo amor creado. El amor creado que se suelta del
Amor de Dios se corrompe y muere. Para eso vino el Hijo de Dios hecho Hombre. Para
enseñarnos a vivir como hijos, a vivir como el Hijo.
6) Para eso hizo del matrimonio - que por su origen creado era santo y por el pecado se había
visto menoscabado y deteriorado - algo más que santo. Hizo algo sagrado. Un sacramento de
sanación y santificación a la vez, por medio del cual los hijos de Dios pudieran divinizarse a través
de su mismo amor esponsal, recibido como un don divino y vivido divinamente.
7) Si en el Antiguo Testamento Dios es miembro de la familia santa, porque es como el Dios
pariente de la familia del Antiguo Testamento, ahora por el matrimonio los esposos bautizados,
que han sido introducidos en la vida divina por el Bautismo, son introducidos en el Nosotros
Divino y por eso el Sacramento es sagrado, no sólo santo sino sagrado. Introduce a los bautizados
a través del matrimonio en la comunión con el Amor de la Santísima Trinidad.
Qué es un sacramento
8) Con ese fin Jesucristo hizo del amor esponsal entre los creyentes un Sacramento. Pero, ¿qué
entendemos por Sacramento? Ante todo debemos decir que el único que puede instituir los
Sacramentos es Jesucristo con su poder divino.
9) Un Sacramento es un signo sensible que produce Gracia divina; es causante de Gracia.
Jesucristo dota a ciertas realidades sensibles de una eficacia espiritual, hace de realidades sensibles
instrumentos y vehículos de Gracia. El agua del Bautismo, por ejemplo, es materia del Bautismo y
tiene una eficacia espiritual.
10) El que obra en un Sacramento es Dios mismo por acción de Jesucristo glorificado. En el
Bautismo es Dios-Padre quien nos engendra. Obra - en y por el Sacramento, por la materia y por la
forma, por el signo sensible y la palabra y la fe del que lo recibe y del que lo imparte -, acciones
divinas y efectos divinos.
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11) Aunque Dios obre siempre por medio de un ministro humano, la acción del Sacramento no es
humana sino sobrehumana, divina. Los Sacramentos no son de institución humana sino de
institución divina y fueron instituidos por Cristo mismo para poder actuar desde donde está
sentado a la Derecha del Padre por medio del ministerio visible de su Iglesia, que es su Cuerpo
Místico. 12) De modo que los ministros de los Sacramentos actúan en nombre de Cristo. Es Cristo
el que obra en ellos y a través de ellos. Como yo obro a través de mi mano, Cristo obra a través de
sus miembros, que actúan como ministros de los Sacramentos en aquellos que los reciben.
13) Cristo está sentado a la Derecha del Padre, nos dice la Escritura 1 . El Padre ha entronizado al
Hijo por su obediencia y lo ha hecho Señor de todas las cosas. Está pues sentado a la Derecha del
Padre pero está desde allí derramando el Espíritu Santo sobre su Cuerpo, que es la Iglesia. Cristo
actúa ahora durante el tiempo en que aguardamos su Venida Gloriosa por medio de los
Sacramentos instituidos por Él para comunicarnos su Gracia, hacernos hijos 2 .
14) Los Sacramentos son necesarios para nuestra santificación. Y como decíamos, son signos
sensibles: palabras y acciones que percibimos por los ojos y por los oídos, y que son accesibles así
a nuestra humanidad actual.
15) Estos signos sensibles, son, además, eficaces. Realizan eficazmente la Gracia que ellos
significan, en virtud de la acción de Cristo y por el Poder del Espíritu Santo. Un Sacramento es,
pues, - como nos lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica - un acto de Cristo mismo 3 .
16) Así que vamos a ver que en el matrimonio es Cristo mismo el que actúa en el esposo para la
esposa y en la esposa para el esposo Cristo que sentado a la Derecha del Padre obra la sanación de
las consecuencias del pecado original y la santificación de los esposos, por medio del ministerio
esponsal recíproco. El ministerio esponsal es el ministerio de dos bautizados, que obran en nombre
y con el poder y la misión de Cristo.
17) La eficacia sacramental no es una eficacia mágica. Los ministros no son magos. Operan por
misión de Dios y asumiendo en fe el ministerio sacramental. Y cuando el Sacramento se vive en
fe, uno va experimentando los efectos del Sacramento. La Gracia en sí misma no es
experimentable pero los efectos de la Gracia, después que uno los ha ido recibiendo, se
manifiestan en la vida. Reconocemos la acción de Dios mirando hacia atrás en nuestra vida.
18) “Los Sacramentos, - dice el Catecismo de la Iglesia Católica - , como fuerzas que brotan del
Cuerpo de Cristo, siempre vivo y vivificante, y como acciones del Espíritu Santo que actúa en el
Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, son las obras maestras de Dios en la nueva y eterna Alianza” 4 .
1Es una frase tomada del Salmo 109-110: “Siéntate a Mi Derecha. Yo pondré a tus enemigos como escabel de tus
pies”.
2La Gracia también puede venir por fuera de los Sacramentos. Puede venir por medios extraordinarios. Pero el medio
ordinario es el eclesial: el de los Sacramentos.
3 CIC 1127 Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan
(cf Cc. de Trento: DS 1605 y 1606). Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; El es quien
bautiza, él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento
significa. El Padre escucha siempre la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la epíclesis de cada
sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. Como el fuego transforma en sí todo lo que
toca, así el Espíritu Santo transforma en Vida divina lo que se somete a su poder.
4 CIC 1116
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19) El Bautismo es una obra maestra, la Confesión o Perdón de los pecados también. Y el
Matrimonio también es una obra maestra; yo diría que es la cumbre de las obras maestras de Dios.
Es el Sacramento al cual están ordenados todos los demás Sacramentos. Incluso el Sacramento del
Orden Sagrado, que está ordenado a la consagración de la Eucaristía y el perdón de los pecados,
está ordenado a la santificación de los esposos 5 . Los sacerdotes estamos al servicio de los fieles y
la vocación ordinaria de los fieles es la matrimonial.
5 También por supuesto de los solteros, pero apunta a la santidad del matrimonio.
56
El Bautismo
28) El Bautismo, como ustedes saben, tiene un sentido simbólico, sumergir. Nosotros lo hacemos
echando el agua encima de la cabeza. Se puede hacer también por inmersión. Propiamente el
Bautismo es una inmersión. La inmersión hace más visible el signo y expresa más claramente la
realidad aludida.
29) En la Sagrada Escritura, como ya vimos al referirnos a la cita del Cantar de los Cantares sobre
el amor 8 , el fondo del mar es el lugar donde están los hombres enemigos de Dios. La generación
del Diluvio, la generación malvada, va al fondo del mar. El ejército del Faraón, que es enemigo de
Dios y del pueblo, va al fondo del mar. El profeta Daniel 9 ve, en un sueño, que del fondo del mar
surgen unas bestias que son los imperios de este mundo que tienen formas animales, uno de oso,
otro de leopardo, animales que no hablan y una cuarta bestia que habla, que dice grandes cosas,
pero que es el anti-verbo. Y todos ellos surgen del fondo del mar. Miqueas dice: “Tú arrojarás
nuestros pecados al fondo del mar” 10 . Jonás, el profeta recalcitrante, huye de Dios y se precipita en
su caída; y no para hasta el fondo del mar y el vientre del monstruo marino.
30) Nuestro Señor Jesucristo dice, consecuentemente con este sentido bíblico, que al que hace
tropezar a uno de los pequeños que creen en Él en el camino que los conduce al Padre, más vale
que le aten una piedra de molino al cuello y lo arrojen al fondo del mar. Enseña también que la
oración cristiana va a hacer que el monte de Sión, es decir su Templo, vaya al fondo del mar. Es
decir que el culto sea sustituido por otro tipo de oración.
31) Cuando Nuestro Señor Jesucristo es bautizado, toma sobre sí nuestros pecados, los arroja al
fondo del mar y sale del Jordán. Él asume todos los pecados y los lleva al fondo del mar. Les dice
a los apóstoles que los hará pescadores de hombres porque, con su predicación, sacarán a los que
están en la lejanía, la ignorancia y la enemistad con Dios y los van a salvar, sacándolos del fondo
del mar.
32) Por eso la orilla en el Nuevo Testamento es un lugar bautismal y Jesús suele predicar a la orilla
del mar. Ese es el simbolismo del Bautismo. Somos arrojados y somos rescatados del fondo, de la
lejanía de Dios, nacemos nuevas criaturas. Nuestros pecados son arrojados al fondo del mar, el
hombre viejo que había en nosotros es arrojado al fondo del mar y por la fe sale del agua. Entonces
la materia agua es necesaria, ya sea en forma de inmersión o en forma de efusión sobre la cabeza.
7 Ordinariamente el ministro es el sacerdote o el diácono, pero en caso de necesidad cualquier cristiano puede bautizar
y aún un no cristiano siempre que lo haga con la intención de hacer lo que hace la Iglesia.
9 Daniel 7, 1 y siguientes
10 Miqueas 7, 19 Es decir, ya no a nosotros, sino a nuestros pecados. Miqueas anuncia el Bautismo cristiano.
57
Y la forma del Bautismo es la fórmula: “Yo te sumerjo en el Nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo”.
33) Te saco de la lejanía de Dios, del fondo del mar, y te sumerjo en la intimidad con Dios, en el
Seno de la Trinidad. Somos divinizados por el Bautismo. Somos arrojados al seno del Nosotros
Divino. Y por eso los Sacramentos solo pueden ser recibidos por los bautizados, los que han sido
arrojados a la intimidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
La Eucaristía, Confirmación y Penitencia
33) En la Eucaristía la materia es el pan y el vino y la forma son las palabras de la Consagración
que dice el sacerdote: “Este es Mi Cuerpo”, no el cuerpo de él sino el Cuerpo de Cristo, “Esta es
Mi Sangre”, la Sangre de Cristo. El ministro es el obispo o el sacerdote.
34) En la Confirmación y en la Unción de los enfermos la materia es el aceite. En la Penitencia la
materia son los pecados y el arrepentimiento del penitente, del bautizado que ha pecado. La forma
son las palabras de la absolución: “Yo te perdono tus pecados en el Nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo”. El sacerdote ordenado, como ministro de Cristo, recibe de éste el poder y el
ministerio de perdonar. Este poder lo confiere a sus apóstoles Jesús Resucitado en el día mismo de
su resurrección. Soplando sobre los apóstoles y les dice: “Recibid el Espíritu Santo; a los que les
perdonéis los pecados les son perdonados”. Así como el Padre me envió yo os envío a vosotros. Se
trata de una transmisión y comunicación del mismo envío que el Padre le dio a su Hijo.
Los sacramentos son acciones de Cristo mismo
35) Nos hemos detenido en la exposición de la doctrina acerca de los sacramentos, porque ella nos
permite comprender mejor la naturaleza del matrimonio como sacramento de la sanación y
santificación del amor humano, herido por el pecado original y necesitado de salvación.
36) Recordemos que los Sacramentos son obras de Cristo 11 . Cristo es el que bautiza. Cristo es el
que perdona los pecados. Cristo es el que alimenta con su Cuerpo y nos da su Sangre. Cristo es el
que, por el sacramento del matrimonio, ama al esposo en la esposa y el que ama a la esposa en el
esposo. Es el Amor de Cristo que pasa a través de los esposos en forma de amor de ella y de él.
Ese amor de ella y de él no se puede privatizar como si fuera algo puramente humano. Es sagrado,
es divino. ¡Viene de Dios!
37) Los esposos son ministros del Amor de Dios a través de Cristo Resucitado. ¡Qué maravilla!
¡Qué grandeza! ¡Y qué pocos son incluso los bautizados conscientes de esta posibilidad divina que
se les ofrece! ¡Cómo la envidia de Satanás oculta esto para que a nadie se le ocurra! Y nuestros
bautizados están pecando en el noviazgo, iniciando su relación amorosa con el pecado…. ¡Qué
ignorancia! ¡De lo que se privan! ¡Lo que se están perdiendo!
---oOo---
11 CIC 1127
59
9.- EL MATRIMONIO:
SACRAMENTO DE SANACIÓN
1) Repasemos un poco lo que vimos en el capítulo anterior. En el matrimonio los ministros son
los esposos mismos. El sacerdote que asiste al matrimonio no asiste como ministro del
Sacramento, asiste como testigo de la Iglesia. Bendice sí el Sacramento, por supuesto, pero los
ministros del Sacramento son los esposos. Se confieren el Sacramento del Matrimonio el uno al
otro, recíprocamente.
2) Cristo obra en la esposa por el ministerio del esposo y obra en el esposo por el ministerio de
la esposa. De alguna manera, no sería posible el “Sí” de los dos si cada uno no hiciera posible
el “Sí” del otro.
3) La materia, la realidad sensible, son los esposos mismos en cuerpo y alma. Ellos son
ministros y a la vez materia del Sacramento. Y la forma es el consentimiento que se dan
públicamente ante el sacerdote y ante la Iglesia y que se siguen dando durante toda la vida,
hasta que la muerte los separe, por el amor recíproco.
4) Por eso, es un Sacramento que como el Bautismo se celebra una sola vez porque se da para
siempre. Y hay que vivirlo siempre. Todos los días tengo que vivir de acuerdo a mi Bautismo
como hijo. Y todos los días deben vivir los esposos su matrimonio como hijos de Dios y
hermanos. Tengo que realizar en mi vida filial por la gracia que recibí en mi bautismo y de la
misma manera en el matrimonio tengo que vivir en mi vida el “Sí” que pude dar porque mi
Padre lo puso en mi corazón junto con el ministerio esponsal.
5) Vimos que el ministro y el sujeto son recíprocamente el esposo para la esposa y la esposa
para el esposo. El esposo es ministro del Amor y de la Gracia de Cristo para la esposa y la
esposa es ministro del Amor y de la Gracia de Cristo para el esposo. Cristo actúa en el uno para
el otro. Y por eso el matrimonio sacramental no es solamente algo santo, sino que es algo
sagrado, Porque es un acontecimiento divino. Es participación en la intimidad del Amor
Divino, en la realidad divina y por lo tanto, si se vive bien, en Gracia, es divinizador. Por el
ministerio del esposo, diviniza a la esposa y por el ministerio de la esposa está llamado a
divinizar al esposo.
6) Dios instruye a los esposos cristianos no sólo con doctrina sino en el ejercicio mismo de su
amor matrimonial. Los va instruyendo interiormente para poder ser ministros recíprocamente el
uno del otro.
7) Esto sucede, muchas veces, de manera no muy consciente. Los esposos que viven en gracia
son movidos por los dones del Espíritu Santo para vivir su matrimonio santamente como por
un instinto divino no razonado. Pero evidentemente sucede con mucha mayor eficacia y fruto
cuando se lo vive conscientemente. Es como cuando nosotros oramos: siempre hay fruto y
comunicación de la Gracia, pero si lo hacemos conscientemente y con fervor hay más fruto; es
decir, hay más percepción de los frutos.
8) Cada cónyuge recibe del ministerio del otro, la Gracia de Cristo que el otro le administra. La
Gracia no es experimentable, es invisible, es imperceptible, pero sus efectos se experimentan,
se van viendo a lo largo de la vida. Todos conocemos esposas que han logrado que su esposo
llegara a la fe con su obra santificadora. Y también viceversa. El uno para el otro son ministros
de la acción de Cristo. Es maravilloso lo que hace Cristo en el esposo a través de la esposa
cuando ella es santa; y lo que hace en la esposa a través de su esposo cuando él es santo. Por
eso el esposo debe empeñarse en que su esposa sea santa y la esposa debe empeñarse en que el
esposo sea santo. Así cada uno recibe la acción de Cristo a través del otro. ¡Cuando los dos se
empeñan en la mutua santificación los efectos de la gracia son maravillosos!
9) Hemos dicho que todos los sacramentos, de alguna manera, coadyuvan al Sacramento del
Matrimonio, porque en la vida ordinaria de los cristianos, que es la vida esponsal, culmina la
obra de Cristo. Esta obra consiste en sanar al amor esponsal de las heridas del pecado original y
generar sobre la tierra un amor esponsal conforme al designio de Dios “en el Principio”. De
esta manera se hace posible, como, dice el Cantar de los Cantares, una amor que es como
flecha encendida, desprendida del Fuego de Dios. ¡Lo que nos estamos perdiendo, queridos
hermanos! Esto es posible y nos está siendo ofrecido. No lo perdamos. Aprovechemos la oferta
de Dios. Está regalado. Es Gracia. El Cielo está regalado para los esposos.
10) Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La alianza matrimonial por la que el varón y la
mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural
al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo
Nuestro Señor a la dignidad de Sacramento entre bautizados” 1 . El matrimonio es una realidad
santa y sagrada y si no se la comprende y no se lo vive religiosamente, nunca se llega a
comprender lo que es en verdad.
11) Por ejemplo, cuando se recibe el Sacramento por motivos que no son religiosos, en realidad
se comete un sacrilegio porque se está tomando lo sagrado como un medio para otra cosa, que
no es su fin propio. Se está tomando algo que Cristo instituyó con un fin haciéndolo servir a
otro fin; se está cometiendo una usurpación, un “abuso del poder”, una desviación de la
intención divina. Y eso es sacrilegio.
12) La fe católica nos revela esa verdad y nos permite vivir plenamente y en toda su plenitud el
misterio grande que es el matrimonio. Vivirlo según su designio divino. Así, luego de herido
por el pecado, fue sanado y restaurado por la Gracia del Sacramento.
13) Toda la Sagrada Escritura comienza con un matrimonio entre varón y mujer y termina con
un matrimonio entre Dios y la humanidad. Lo uno apuntaba a lo otro. Y de ese modo todos los
matrimonios de bautizados son introducidos como la esposa en el Amor divino, en el seno del
Amor divino.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La Sagrada Escritura se abre con el relato de la
creación del hombre y de la mujer a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26- 27) y se cierra con
la visión de las "bodas del Cordero" (Ap 19,7.9). De un extremo a otro la Escritura habla del
matrimonio y de su "misterio", de su institución y del sentido que Dios le dio, de su origen y de
su fin, de sus realizaciones diversas a lo largo de la historia de la salvación, de sus dificultades
nacidas del pecado y de su renovación "en el Señor" (1 Co 7,39) todo ello en la perspectiva de
la Nueva Alianza de Cristo y de la Iglesia (cf Ef 5,31-32)” 2 .
14) En el Sacramento del Matrimonio, los esposos bautizados, hijos de Dios y por lo tanto que
están recibiendo continuamente la vida divina –si viven realmente su Bautismo están siendo
engendrados día por día por el Padre, están siendo divinizados. Naturalmente, esto no sucede
mágicamente. Sucede si los cónyuges hacen lo que al Padre le agrada y evitan lo que al Padre
le desagrada, si viven como hijos realmente, teniendo en cuenta la Voluntad del Padre como
guía de su vida. Si viven así, entonces están siendo dirigidos por el Padre y engendrados por el
Padre–, en el Sacramento del Matrimonio. Entonces, se administran, el uno al otro, un amor
que no es puramente natural y humano, laico y desacralizado, sino que es inseparable del Amor
de Dios.
15) Amándose el uno al otro con amor esponsal de hijos de Dios, se administran el uno al otro
un amor que viene de Dios y los lleva a Dios. Un amor que Dios obra por generación en el
corazón de ambos. Dios no se interpone entre los esposos sino que es la fuente y la meta de su
amor esponsal. Y por eso ambos se casan no mirándose el uno al otro sino mirando ambos en
1
CIC 1601 citando el Código de Derecho Canónico can. 1055, 1
2
CIC 1602
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 9 El matrimonio: Sacramento de sanación
61
la dirección de Dios y es ese mirar de cada uno hacia Dios el que los une entre sí. Si se miraran
el uno al otro, al poco tiempo en vez de amor surgiría el cansancio, el aburrimiento o el odio.
Lo que los mantiene precisamente en la dirección de la fidelidad es ese casarse y vivir los dos
de cara al Padre. Y eso los mantiene unidos. Su vínculo con el Padre refuerza el vínculo entre
ellos.
16) Hay otro número del Catecismo de la Iglesia Católica muy hermoso que dice: “Dios que ha
creado al hombre por amor lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de
todo ser humano. Porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es
Amor (cf 1 Jn 4,8.16). Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se
convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre. Este amor
es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador (cf Gn 1,31). Y este amor que Dios bendice es
destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación. "Y los
bendijo Dios y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla'" (Gn
1,28)” 3 .
17) “La Sagrada Escritura afirma que el hombre y la mujer fueron creados el uno para el otro:
"No es bueno que el hombre esté solo". La mujer, "carne de su carne", su igual, la criatura más
semejante al hombre mismo, le es dada por Dios como una "auxilio", representando así a Dios
que es nuestro "auxilio" (cf Sal 121,2). "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se
une a su mujer, y se hacen una sola carne" (cf Gn 2,18-25). Que esto significa una unión
indefectible de sus dos vidas, el Señor mismo lo muestra recordando cuál fue "en el principio",
el plan del Creador: "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt 19,6)” 4 .
18) Ya hemos visto al comienzo cómo el Cantar de los Cantares celebra el origen divino del
amor humano y de su grandeza cuando lo presenta como una flecha encendida o una centella
que procede del Fuego del Amor de Dios y se enciende en el corazón humano. Porque es fuerte
el amor como la muerte o más que la muerte, es implacable la pasión como el Sheol 5 es
centella de fuego, llamarada divina –es decir, una llama de fuego que es Fuego Divino–, las
aguas torrenciales no podrían apagar el amor ni anegarlo los ríos; si alguien quisiera comprar el
amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable –es algo que no se puede
comprar 6 .
19) ¡Cuanto más sublime y grande es una realidad, peor es su corrupción! Así también sucede
con esta grandiosa y sublime realidad del matrimonio, destinada por creación a reflejar el amor
divino. De ahí que Dios aborrezca el adulterio. Se dice que una cosa está adulterada cuando
está corrompida, pero por una intención corruptora. Adulterar un producto es con intención. Y
así adulterar el matrimonio es corromper intencionalmente algo que es sagrado y divino. El
adulterio está en la esfera del sacrilegio y por eso le desagrada a Dios, porque va directamente
contra el amor. Y el amor es lo más parecido a Dios entre sus creaturas. Es su epifanía más
acabada y perfecta. Por eso la infidelidad, por decirlo de alguna manera: “le duele” a Dios, lo
hiere. Y, al hombre, lo aparta del querer divino y por lo tanto lo separa del Padre; lo deforma
como hijo, más: deja de ser hijo. Por eso Jesús insiste en esa gravedad del adulterio.
20) El primer pecado tuvo terribles consecuencias para las relaciones entre el varón y la mujer.
El Catecismo las describe así: “El primer pecado, ruptura con Dios, tiene como consecuencia
primera la ruptura de la comunión original entre el hombre y la mujer. Sus relaciones quedan
distorsionadas por agravios recíprocos (cf Gn 3,12); su atractivo mutuo, don propio del creador
(cf Gn 2,22), se cambia en relaciones de dominio y de concupiscencia (cf Gn 3,16b); la
hermosa vocación del hombre y de la mujer de ser fecundos, de multiplicarse y someter la
3
CIC 1604
4
CIC 1605
5
El Abismo, el lugar donde van los que mueren, son los infiernos donde están las almas separadas de sus cuerpos
6
Ver Cantar 8, 6-7
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 9 El matrimonio: Sacramento de sanación
62
tierra (cf Gn 1,28) queda sometida a los dolores del parto y los esfuerzos de ganar el pan (cf Gn
3,16-19)” 7 .
21) A estas consecuencias del pecado original nos hemos referido ya, pero ahora las vuelvo a
traer dichas por el Catecismo en relación precisamente con la sanación de estas heridas por el
Sacramento del Matrimonio: donde abundó el pecado se puede decir, con san Agustín, que
sobreabundó la Gracia. Es la victoria de Dios sobre el pecado: “Grandes aguas no pudieron
extinguir el Amor”, aunque Satanás quiso anegar el amor con el pecado. El amor fue al fondo
del mar, pero salió bautizado por Dios en forma de Sacramento divino, de camino de
divinización. El Sacramento del Matrimonio es una victoria de Dios sobre el pecado.
22) Como enseña la Iglesia “Todo hombre, tanto en su entorno como en su propio corazón,
vive la experiencia del mal. Esta experiencia se hace sentir también en las relaciones entre el
hombre y la mujer. En todo tiempo, la unión del hombre y la mujer vive amenazada por la
discordia, el espíritu de dominio, la infidelidad, los celos y conflictos que pueden conducir
hasta el odio y la ruptura. Este desorden puede manifestarse de manera más o menos aguda, y
puede ser más o menos superado, según las culturas, las épocas, los individuos, pero siempre
aparece como algo de carácter universal”8 .
23) ¡Conocemos tantos ejemplos! De ahí que el Sacramento del Matrimonio tenga un efecto de
sanación de las heridas del pecado original en el varón y en la mujer. Es un sacramento de
sanación, en el que Dios da la gracia necesaria para sanar las consecuencias del pecado
original: “Para sanar las heridas del pecado, el hombre y la mujer necesitan la ayuda de la
gracia que Dios, en su misericordia infinita, jamás les ha negado (cf Gn 3,21). Sin esta ayuda,
el hombre y la mujer no pueden llegar a realizar la unión de sus vidas en orden a la cual Dios
los creó ‘al comienzo’” 9 . “Tras la caída, el [sacramento del] matrimonio ayuda a vencer el
repliegue sobre sí mismo, el egoísmo, la búsqueda del propio placer, y a abrirse al otro, a la
ayuda mutua, al don de sí” 10 .
24) “Jesús […] viniendo para restablecer el orden inicial de la creación perturbado por el
pecado, da la fuerza y la gracia para vivir el matrimonio en la dimensión nueva del Reino de
Dios. Siguiendo a Cristo, renunciando a sí mismos, tomando sobre sí sus cruces (cf Mt 8,34),
los esposos podrán "comprender" (cf Mt 19,11) el sentido original del matrimonio y vivirlo con
la ayuda de Cristo. Esta gracia del Matrimonio cristiano es un fruto de la Cruz de Cristo, fuente
de toda la vida cristiana” 11 .
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7
CIC 1607
8
CIC 1606
9
CIC 1608
10
CIC 1609
11
CIC 1615
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 9 El matrimonio: Sacramento de sanación
63
10.- EL MATRIMONIO:
SACRAMENTO DE SANTIFICACIÓN
manifiestan el amor el uno al otro - y por la cual también dan la vida, es decir traen hijos al
mundo y al Cielo, con destinación celestial – ¡es una acción sagrada!.
17) Este ministerio matrimonial es un ministerio sagrado. Los esposos son tan ministros de una
acción divina como lo soy yo por el Orden Sagrado. Como ya dijimos, tanto el Orden Sagrado
como el Matrimonio son los Sacramentos de santificación de los demás: el sacerdote para
santificar a todos y los esposos para santificar cada uno al otro. Por eso, ambos, se casan
poniéndose los dos de cara a Dios y no mirándose el uno al otro.
18) Por eso, también, la Iglesia está allí presente, el sacerdote o el diácono, la comunidad
orante de los fieles, como testigos del “Sí” que se han dado.
19) Los ministros del sacramento del matrimonio son ambos contrayentes. Y contraen
matrimonio para ejercer su ministerio a favor del cónyuge y a la vez beneficiarse con el
ministerio del cónyuge. De modo que los ministros son ellos dos.
20) En todos los sacramentos hay también una materia. Por ejemplo, el agua en el bautismo, el
pan y el vino en la Eucaristía, los pecados del penitente en la Penitencia. ¿Cuál es la materia
del Sacramento del matrimonio? Es la misma persona de ambos cónyuges en cuerpo y alma
expresándose en el sí quiero. El sí es la forma del Sacramento que se imparten en ese momento
inicial, pero que seguirán dándose toda la vida, renovándolo cada día, hasta que la muerte los
separe.
21) Hay que vivir el Matrimonio como Sacramento. Hay bautizados que tienen dificultad en
comprender esto porque ellos no están viviendo de acuerdo a su Bautismo, a la plenitud de
Sabiduría de su Bautismo. Hay mucha falta de esperanza entre los fieles. No esperan que Dios
los pueda hacer felices. Dios más bien les parece un obstáculo. A las clases que se dan a los
novios antes de casarse muchos de ellos van forzados, o resignados: como diciendo: “¡Ufa!
¿Qué tiene que ver Dios en este tema? Es un asunto nuestro”.
22) No deberían casarse por la Iglesia los bautizados que habitualmente no conceden espacio a
Dios en sus vidas y, en particular, en su noviazgo. El matrimonio es un sacramento y por lo
tanto exige estar encuadrado en una vida sacramental, donde se practiquen los demás
sacramentos: penitencia, eucaristía.
23) Sin embargo muchísimos bautizados no viven como tales sino que ya desde su noviazgo
mantienen relaciones sexuales. Pero contraen matrimonio sin conciencia de pecado y sin
confesarse, recibiendo así, sacrílegamente, el sacramento del matrimonio. Un matrimonio
sacrílego no es un comienzo promisorio para una vida matrimonial en la gracia de Dios. ¡Así
les va después!... a no ser que, por una Misericordia milagrosa, el Señor actúe. Lo que están
diciendo las estadísticas es muy grave. Existe una ignorancia generalizada acerca de la
naturaleza sacramental del matrimonio, y de la vida sacramental en general. Una ignorancia
que no se remedia en la catequesis infantil, ni luego, en los cursos prematrimoniales.
24) Esto se debe a que los bautizados no viven según la visión revelada por Dios acerca de la
naturaleza humana, el pecado original y sus consecuencias, sino que comparten las visiones no
católicas del hombre que ya comentamos al comienzo. Ellos contraen un matrimonio
sacramental pero no están en las disposiciones debidas para percibir los frutos de gracia del
sacramento. Por eso, no reciben los remedios para el mal de la naturaleza caída que el
matrimonio en Cristo les aportaría, y terminan separándose.
25) Así, en el matrimonio de estos bautizados, como en cualquier otro matrimonio puramente
natural: la culpa la tiene el otro. Uno mismo se considera inocente, se cree bueno por
naturaleza, y que es la sociedad la que lo hace malo y por lo tanto el socio o la socia es quien lo
hace malo. La culpa la tiene el otro: es un ping-pong de la culpa y el reproche mutuo y
recíproco que desgarra los vínculos matrimoniales. Y si hay que dejarse llevar por los impulsos
no es raro que lleguen al intercambio de parejas. Está llegándose a eso, está sucediendo; se
sientan a una mesa, tiran el llavero y sortean quién se lleva a la mujer o al marido del otro. En
una sociedad se llega a esos extremos porque se considera que todo es bueno y no hay que
reprimirse… Se está llegando a la aceptación jurídica de la unión homosexual como si fuera un
matrimonio. Una unión homosexual podrá ser una sociedad. ¡Podrá ser reconocida legalmente
como una sociedad, pero no como matrimonio! Esa es la consecuencia de la visión freudiana
que está dominando actualmente la mentalidad de la así llamada ciencia psicológica.
26) En cambio, es posible un matrimonio sano, fiel, que puede superar las consecuencias de las
dificultades de la vida, en el que cada uno es para el otro misericordiosamente maestro,
médico, pastor y sacerdote. Es posible en el Sacramento del Matrimonio. Pero esto sin Dios y
sin una relación con Dios no se puede vivir. ¡No se puede vivir sin Dios! Porque nuestro
egoísmo sólo puede ser sanado por la Gracia. Si bien es difícil mantenerse en el amor, porque
estamos heridos por el pecado y el egoísmo siempre le pone límites al amor al otro; y porque
amamos hasta donde nuestro egoísmo nos permite amar; sin embargo, la gracias es más
poderosa que el pecado. El amor es más fuerte que la muerte y el fuego de Dios no puede
apagarlos los mares ni ríos del pecado ¡Esta es la noticia! ¡Este es el evangelio del Buen Amor!
Así se puede vivir el matrimonio sacramental.
27) Aunque alguien lo haya recibido sin darse cuenta de lo que recibía, si reamente dijo “Sí” y
estaba en Gracia en el momento de decirlo, aunque después peque, en el momento en que los
dos estén en Gracia, el Sacramento vuelve a revivir; vuelve Dios a tomarlos como ministros
recíprocos de la gracia divina.
28) Pablo le llama al matrimonio misterio grande: “Gran misterio es éste, lo digo respecto de
Cristo y de la Iglesia” 1 . Cristo, el Verbo eterno de Dios, es el Esposo divino, que viene a salvar
a la humanidad, invitándola a una alianza esponsal. Y la humanidad que le responde con amor
de Esposa, es la Iglesia. El matrimonio tiene, pues, su modelo en el amor salvador de Dios y en
su capacidad de morir por amor a la esposa. De este modo, el matrimonio, que es por un lado el
lugar del amor, es por otro lado también el lugar del sacrificio por amor, de la autoinmolación
del esposo por amor a la esposa. Es el lugar del martirio. A esto se refiere, a mi parecer, lo que
afirma San Pablo, de que los que se casan tendrán tribulación en la carne. ¡Es así! Es el lugar
de la tribulación.
29) El Matrimonio es, de alguna manera, el Sacramento al que apuntan y a cuyo servicio están
todos los demás, para permitirle ser, en el singular concreto de cada matrimonio, la
culminación de la obra santificadora de Jesucristo. Todos los demás están ordenados a él. Hasta
la Eucaristía está al servicio de la sanación del amor. Y el amor, que comienza a ser sanado en
la Eucaristía, termina por ser sanado, en cada matrimonio, por el Sacramento del Matrimonio.
30) El amor humano está hecho a imagen y semejanza del Amor divino. No hay nada más
grande en la creación que el amor humano. Yo diría: todo el universo está hecho para el
hombre y el hombre está hecho para amar y por eso Dios los hizo varón y mujer a imagen y
semejanza de Él. Es decir, los hizo a imagen y semejanza de la Trinidad y Dios es relación
consigo mismo. No son tres dioses pero es un Dios que se relaciona consigo mismo y se
relaciona con la creación y crea al hombre para la relación amorosa esponsal, y de ese amor
que es fecundo nace una familia, nace una sociedad, nace la humanidad. ¡Los vínculos
amorosos! Para eso somos creados: para que el hombre encuentre en el amor su felicidad. No
en el bienestar. El amor sabe sacrificar. Hay que anunciar el amor sufriente. El que ama sufre
pero tiene fuerzas para sufrir porque el gozo del amor le permite sufrir. A veces hay gente que
dice: “No quiero tener perro porque muere y sufro”. Yo le digo: “Entonces no te cases ni
tengas hijos porque vas a sufrir.” Si amas, vas a sufrir. En esta vida, si no quieres sufrir no
ames. Pero entonces, ¿para qué quieres vivir?
31) La ideología del liberalismo radical destruye la familia porque plantea como meta de la
sociedad los individuos aislados, separados. El sujeto de derechos es el individuo. A él se le
1
Efesios 5, 32
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 10 El Matrimonio: Sacramento de santifcación
67
debe todo pero él no debe nada a los demás. Es un hombre desvinculado, sin vínculos. Se
vincula consigo mismo. Él tiene todos los derechos pero no le debe nada a nadie. Esa es la
ideología de este liberalismo salvaje.
32) Pero ese hombre desvinculado es un hombre absolutamente desgraciado. Lo vemos correr
detrás del bienestar. Pero el bienestar, cuando lo alcanza, tampoco le da la felicidad. Y es lo
que estamos viendo. Se está viendo en Europa, sobre todo en Suecia. En los países más
adelantados, más prósperos, es donde el hombre tiene bienestar pero se está extinguiendo por
falta de amor. Tienen el índice más alto de suicidios. Es que no hemos sido creados para el
bienestar sino para el amor y el amor exige sacrificios, pero no hay que temerle al sacrificio.
33) Nuestro Señor nos dio el ejemplo de que por amor al Padre se sacrificó en la Cruz. Tuvo la
fuerza que le daba el amor de Hijo para el sacrificio más extremo. Jesús nos enseña a no temer
el sacrificio. Es como si, con su ejemplo nos dijera: “No teman al sacrificio”. Y lo mismo nos
enseña María a los pies de la Cruz. No salió corriendo. No le dijo a su Hijo: “Bájate”. Al
contrario, lo sostuvo en la Cruz para que cumpliera su misión de Hijo y nos enseñara a
nosotros que el camino de la felicidad está en el amor aunque sea sufriente. ¡Vale la pena sufrir
con tal de amar! Si no quieres sufrir, no vas a amar pero entonces te pierdes todo, te pierdes a ti
mismo.
34) El que no quiere amar por miedo a sufrir está en camino de perdición y necesita ser
salvado. Este mundo precisamente plantea ese erróneo concepto. Aristóteles ya dijo que el
placer y el bienestar no dan la felicidad trescientos años antes de Cristo refutando a los
epicúreos y a los estoicos. El bienestar no es la felicidad.
35) Contemplemos a María. Todo el mundo la proclama Bienaventurada. Y Ella dice: “Todas
las generaciones me proclamarán Feliz“. Y su profecía se cumple ante los ojos de nuestra
generación. Ella dijo eso hace dos mil años. Una jovencita cantó ese himno de alabanza
visitando a su prima Santa Isabel, que la llamó “Bienaventurada”. Y se está cumpliendo. Hoy
vemos cuánta gente la llama feliz, la considera madre suya. En el mundo no hay una madre con
tantos hijos; ni a través de los siglos. A pesar de que en su vida hubo dificultades y
contrariedades, como cuando va la Templo y el anciano Simeón le dice: “Una espada de dolor
atravesará tu corazón”, no temió al sufrimiento.
36) San Juan dice que el amor perfecto exorciza el temor, exorciza el miedo 2 . Es decir que uno
teme el sufrimiento porque no ama bastante o porque no tiene motivos para comprenderlo, le
falta todavía crecer en el amor, es algo infantil. El dicho de Juan implica que el miedo tiene
algo de demoníaco y que debe ser exorcizado. Y que el amor es la forma adecuada de exorcizar
el miedo, porque es participación en el poder divino.
37) Es muy propio de los padres, del papá sobre todo, del varón, animar a sus hijos al
sufrimiento. Está bien que la mamá proteja al niño, ¡pero hasta ahí! Después tiene que
permitirle al papá que le enseñe a tomar riesgos, que le enseñe a sufrir porque el padre es el que
tiene que sufrir, ganar el pan con el sudor de su frente, lastimarse con los cardos y las espinas.
Es el varón sobre todo el que debe asumir el sacrificio de los dolores por amor. Y entre ellos
está precisamente la castidad, que supone un autodominio de su lujuria, del placer sexual y un
mortificar la carne. Es el varón sobre todo el que está hecho para el sacrificio. No tanto la
mujer: la mujer está a su lado para sostenerlo en el sacrificio.
38) Es enemiga del varón la mujer que quiere ahorrarle al varón el sacrificarse por amor. Por
eso también la novia le tiene que exigirle la castidad al novio. Esto también le significa a la
novia renunciar a aquellas manifestaciones de ternura que ella desearía, pero que dañarían a su
novio, excitando su pasión en detrimento de su autodominio. Es el varón el que tiene que morir
por los suyos. Por eso el sacerdote es varón. Porque es el que se ofrece como víctima. Ofrece la
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1ª Juan 4, 18
¿Qué le pasó a nuestro amor? Horacio Bojorge 10 El Matrimonio: Sacramento de santifcación
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Víctima pero después, en el fondo, es él quien tiene que ser víctima. Él, quien debe ser capaz
de morir por los suyos.
39) Por eso el Verbo de Dios se encarna en varón, no en mujer. Porque Él venía a dar su vida
por nosotros, venía a morir por nosotros y a enseñarnos a los varones cristianos a no tener
miedo a la muerte. Enseñarnos que, si amamos realmente, verdaderamente, si nos dejamos
invadir por el Amor divino, ese amor va a expulsar el temor. Debemos luchar contra nuestro
miedo, naturalmente. El caballero cristiano fue el hombre capaz de arriesgar su vida por las
causas de la justicia, por el bien, por los débiles y también por su dama.
40) Ya hemos dicho que la ignorancia es una de las consecuencias del pecado original. Cuando
se ignora lo que es el Sacramento del Matrimonio, no se lo puede vivir porque los esposos no
se preparan. También se ignora lo que es el Bautismo, lo que significa ser hijo de Dios y que el
Padre me da la vida, que Dios Padre realmente me da la vida, que esto no es una teoría sino una
realidad comprobable. El que cree en esto ve en su vida lo que sucede por creer y por
comportarse haciendo lo que al Padre le gusta y no haciendo lo que al Padre no le gusta. Ve lo
que sucede si toma por norma de su vida la Voluntad del Padre. Pero, claro, hay que tomar a
Dios en serio… Hay que tomarse en serio que Dios es alguien real.
41) Hay gente que se ilusiona diciendo: “Yo pienso en Dios y eso es Dios”. ¡No! Tu idea de
Dios no es Dios. Dios existe. Tú no lo puedes imaginar, pero tienes que creer en Él, que envió
a su Hijo, y vivir de acuerdo a Cristo. Él ha dicho lo que al Padre le gusta y lo que no le gusta.
Si tú haces lo que Le gusta como hijo, entonces eres hijo. Si haces lo que no le gusta y no te
importa, no eres hijo. Si no te importa lo que el Padre quiere, no me digas que eres hijo y no te
ilusiones pensando que vas a recibir vida divina. ¡Es así! Y si no eres hijo en tu vida privada,
individual y personal, no lo vas a ser en el matrimonio, no vas a poder ser un buen esposo
cristiano, no vas a ser ministro del amor de Dios para tu esposa o para tu esposo. Vas a ser
ministro de tu propio amor, que muchas veces en vez de amor es pasión y otras veces tiene un
alambrado de púas que es tu egoísmo: hasta ahí llegó tu amor y el que quiere pasar de los
límites de tu egoísmo se desagarra en el alambrado de púas.
42) Hay que tomarse en serio a Dios. No se puede vivir sin Dios. Y por eso la desacralización
del matrimonio trae la desacralización de la sociedad y equivale a una especie de suicidio de la
humanidad. Cuando la familia pierde su carácter sagrado y su carácter santo se destruye la
fuente de toda otra relación social. Y esto significa la abolición no solo de la familia sino de la
sociedad. Es la sociedad la que se aboca a su disolución total. La humanidad va al suicidio
apartándose de Dios. Va a la abolición del hombre, a la muerte de los vínculos amorosos.
Realmente es una civilización de la muerte. Se acaba el verdadero amor esponsal. Se acaba el
verdadero amor paterno y materno.
43) Afortunadamente, hay en la humanidad reservas muy grandes. La agresión de los medios
del gobierno mundial y de los poderes de este mundo, a pesar de todo el dinero que invierten
en propaganda contra la naturaleza humana y sobre todo tratando de enconar las heridas de la
naturaleza, no logra destruir del todo la obra de Dios.
44) Nunca hay que olvidar que el mal no puede sobre el bien. Ya vimos que el Cantar de los
Cantares dice que el amor esponsal que viene de Dios, por ser de Dios, es más fuerte que la
muerte. La cultura del amor es más fuerte que la cultura de la muerte, porque la cultura del
amor se basa en la Gracia divina. Si no, es imposible. Y la Gracia divina es más fuerte que el
señor de la muerte, el homicida, Satanás.
45) También vimos que dice el Cantar de los Cantares que el amor es una llamarada divina que
grandes aguas no podrán extinguir. Esa llamarada divina, esa chispa, por creación, por
redención y por salvación por el Bautismo está actuante en la humanidad. La semilla de trigo
está mezclada con cizaña y es imposible separarla, pero es invencible. Y habrá un día en que se
haga la cosecha y se separe a quienes vivieron amando y a quienes no vivieron amando, a
quienes vivieron recibiendo el Amor de Cristo y del Padre como hijos y a los que vivieron
ignorando a Dios y pensaron que podían vivir de espaldas a Él, los viñadores homicidas que
quisieron apoderarse de la viña que pertenece al Señor.
46) Cristo vino a sanar en nosotros el amor. Vino a sanar el amor humano. Vino a sanar el
amor esponsal. Vino a llamar a la humanidad a unas Bodas Eternas con Dios para que
pudiéramos vivir nuestra vida humana en unión con Dios de forma divinizada, sagrada. La vida
humana es sagrada. Y hoy vemos la violencia desatada contra ella. La vida humana no vale
nada… Y los niños se educan mirando televisión, donde se ve una muerte cada tres segundos.
Se habla del derecho al propio cuerpo, así lo llaman las feministas que se dicen católicas por el
derecho a decidir…
cosa”. Y ella dice: “Realmente es así”, no porque se lo dijo él sino porque la razón del esposo
fue como un reflector proyectándose sobre la oscuridad del alma de la esposa permitiéndole a
ella ver.
51) Ya hemos hecho la comparación de que el oído del esposo es como un espejo donde ella se
ve. La mujer necesita un espejo, siempre necesita un espejo. Sin espejo le cuesta mucho
arreglarse. Y necesita el oído del corazón del esposo como un espejo de su alma para poder
verse en lo que el esposo entiende de ella. Pero todo debe comenzar en el noviazgo. Si la novia
le da relaciones prematrimoniales, el varón está superdistraído del alma de ella. Está pensando
en su cuerpo; de su alma, aunque quiera, no puede interesarse. Y la novia no se da cuenta
porque su sexualidad está integrada con su amor mientras que en el joven la sexualidad se
desintegra y cada vez se desintegra más si no entra en la integración de la castidad, que es una
virtud que exige del varón un sacrificio de su pasionalidad sexual por amor a ella.
52) La amistad matrimonial debe ser renovada diariamente. Si no, las heridas se van enconando
y el amor se va corrompiendo. O quizás hubo una falla en los cimientos, al comienzo, y cuando
llegó la prueba no resistió. Esta imagen de la casa sobre roca es muy importante y es en el
noviazgo donde se pone el cimiento. Es practicar la Palabra de Cristo. Y si no les importa su
Palabra y ellos saben más que Dios, porque los mandamientos los tienen claros pero no los
cumplen, lo que es muy común entre los jóvenes, luego pagan cara esa soberbia.
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