Analisis Caso Clinico Ana O

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Universidad Andrés Bello, Facultad de Educación y Ciencias Sociales, Carrera de

psicología.

“El caso de Ana O. y su incidencia en el surgimiento del psicoanálisis ”

Integrantes:
Yanira Baeza
Claudia Castro
Sofía Rojas
Mariel Troncoso
Daniela Vergara
Jonathan Vilches.
Docente:
Rodrigo Cornejo.
Ramo:
Psicoanálisis 1.
Fecha:
16 de marzo del 2020
El presente texto relata el caso de la paciente de Breaur, Anna O., quien en el año 1880 y a sus 21
años dio señales de contraer una enfermedad, pareciendo tener un lastre neuropatico. Siendo
posteriormente diagnosticada de histeria, otorgándole como efecto, producto de la enfermedad antes
mencionada, una serie de síntomas que recorrían distintos espectros entre ellos parálisis en las
extremidades del lado derecho de su cuerpo, trastornos de visión, audición y habla, así como
alucinaciones y pérdida de conciencia.

Anna O. se nos describe como una muchacha poseedora de una gran inteligencia y de una voluntad
enérgica, tenaz, persistente, la podían llevar a la testarudez, la cual era controlada por su bondad y
amor por los demás. La monotonía de su vida era contrarrestada por su vitalidad espiritual,
cultivaba lo que denominaba su “teatro privado”, que era el soñar diurno, donde revivía cuentos que
la acompañaban mientras realizaba los quehaceres del hogar. Esta manera de embellecer su vida,
este constante estado de ensoñación pudo resultar decisivo para su enfermedad. Posteriormente se
explica “cómo esa ensoñación habitual de la mujer sana pasó directamente a la enfermedad” (S.
Freud, 2012, p.48).

Parte de los síntomas que presentaba la enferma contemplaban, una grave afección en la esfera del
lenguaje, esto producto de que Ana hablaba en inglés mientras que leía en francés, italiano, está
denominada parafasia del lenguaje la llevó en ocasiones a perder el habla y con ello su capacidad de
comunicarse e interactuar con otros, puesto que en ocasiones sólo hablaba en inglés no dándose a
entender con personal médico y de cuidados en servicio, no entendiendo a su vez lo que se le
comunicaba en alemán.

El ciclo de la enfermedad de Anna O. es resumido por Breaud en cuatro etapas, las cuales son:

Incubación latente: Esta etapa va desde de julio de 1880 y hasta aproximadamente el 10 de


diciembre, momento en que la enfermedad de Anna empieza a emerger de forma clara.

Contracción manifiesta de la enfermedad: En esta etapa los síntomas están en su punto más
culminante, pero paralelamente Anna empieza a mostrar una cierta recuperación gracias al
tratamiento, pero desgraciadamente esta recuperación se ve interrumpida por el fallecimiento de su
padre.

Sonambulismo persistente: En los periodos de abril y diciembre de 1881, Anna experimenta un


sonambulismo periódico, pero su comportamiento es aparentemente normal.

Progresiva involución de esos estados y fenómenos: Que se traduce en la recuperación de Ana en


el año 1882.
En julio de 1880, el padre de la paciente contrajo un absceso de peripleuritis que no sanó y a
consecuencia del cual murió en abril de 1881. Durante los primeros meses de esa enfermedad, Anna
se dedicó al cuidado de su padre con toda su energía lo que le causó una gran debilidad. Nadie, ni
ella misma se dio cuenta de que su estado de avance de la enfermedad se complejizo por esta
emoción tan violenta que fue la muerte de su padre.

El 11 de diciembre la paciente cayó en cama, y siguió en ella hasta el 1 de abril. Es en este período
cuando Anna comienza a manifestar diversos síntomas muy variados, desde una tos, incluyendo el
sonambulismo, parálisis en el brazo y la pierna derecha, problemas de visión, letargo y dificultades
de lenguaje, Anna comenzó a hablar en varios idiomas, lo hacía aparentemente sin darse cuenta, y
finalmente fue incapaz de hablar durante dos semanas.

En ese estado se empezó a tratar a la enferma, y pronto Berner se convenció de estar ante una grave
alteración psíquica. Según él “existían dos estados de conciencia enteramente separados; alternaban
entre sí muy a menudo' y sin transición, y fueron divorciándose cada vez más en el curso de la
enfermedad” (S. Freud, 2012, p.49).

Posteriormente se descubrió que estos dos estados de conciencia. Freud (2012)

Se sucedían alternados, y siempre así: desde la mañana, y a medida que avanzaba el


día, las ausencias (es decir, la «condition seconde») se volvían cada vez más
frecuentes, para subsistir ellas solas hacia el atardecer; esos dos estados, decía, ya
no difirieron meramente como antes, a saber, que en uno (el primero) ella era
normal y en el segundo alienada, sino que en el primero vivía como los demás en el
invierno de 1881-82, mientras que en el segundo vivía en el invierno de 1880-81 y
había olvidado por completo todo lo sucedido después. (p.57)

A lo largo del tratamiento se observó que cuando Anna se encontraba en un estado de hipnosis
profunda,( esta hipnosis profunda para la cual ella había hallado la designación técnica de
«nubes») era capaz de describir las alucinaciones diarias a través de este estado de trance, y los días
que ella era capaz de relatarlas, podía dormir mejor y era capaz de despertar más tranquilamente
pero al avanzar la noche volvía a intranquilizarse y a la mañana nuevamente se le encontraba dentro
de otro círculo de representaciones. En ocasiones, ni siquiera en la hipnosis era fácil hacerla
declarar, se rehusaba a hablar, ya que sabía que perdería parte de su voluntad. También Anna había
inventado a un nombre para este procedimiento «cura de conversación» y más humorísticamente,
«limpieza de chimenea».
Fue recién por una declaración casual no provocada, en una hipnosis del anochecer, que desapareció
un síntoma que llevaba largo tiempo en su cuadro histérico, este hacía referencia a su incapacidad
de beber agua. En la declaración explicó haber visto al perro de su dama de compañía, a quien no
amaba, acercarse a beber de un vaso, haciendo que sintiera repulsión ante la idea de compartir su
vaso con el perro. Al poder expresar el enojo que cayó en el momento que sucedieron los hechos, la
perturbación de la “hidrofobia” desapareció para siempre.

Tras esto se descubrió que los fenómenos histéricos desaparecían tan pronto como en la hipnosis se
reproducía el suceso que había ocasionado al síntoma. A partir de allí, se desarrolló un
procedimiento técnico-terapéutico donde “cada síntoma de este enredado cuadro clínico fue
abordado por sí; el conjunto de las ocasiones a raíz de las cuales había emergido fueron relatadas en
secuencia inversa, comenzando desde el día anterior a aquel en que la paciente cayó en cama y
yendo hacia atrás hasta la ocasión de su primera emergencia, hecho esto, el síntoma quedaba
eliminado para siempre.” (Freud, 2012, p.59) Así las dolencias por contractura y anestesias, las
diversas perturbaciones de la visión y la audición, neuralgias, tos, temblores, etc., y por último
también las perturbaciones del lenguaje desaparecieron y desde ese momento gozó de una salud
perfecta (Freud, 2012).

Según el autor, el desarrollo de la enfermedad de Anna O., se vio favorecida por dos grandes
predisposiciones encontradas en ella. Por un lado, se trata de una joven llena de inteligencia,
espiritualidad y vitalidad, enfrentada a una vida familiar monótona, por otro lado, poseedora de una
gran imaginación que utiliza para acompañar sus quehaceres hogareños, a través de cuentos,
cultivando así el soñar diurno. Cabe destacar que estas condiciones no predisponen a un individuo a
alguna perturbación patológica de la personalidad, pero en Anna O. estas características junto a la
angustia y expectativas de la ensoñación constante que recreara como ausencia alucinatoria lo que
dio pie para el desarrollo de una consciencia segunda que se organizaría posteriormente como
«double conscience» . Se tiene entonces, que la enfermedad recorre dos estados de consciencia, el
estado primario que es psíquicamente normal y el estado segundo lleno de fantasmas y
alucinaciones, por la falta de recuerdos.

Aquí aparece el concepto de «lo inconsciente», muy importante en el psicoanálisis, ya que cuando
algún estímulo proveniente del estado segundo actúa sobre lo inconsciente esto afectaba el estado
normal, llevando a la paciente a manifestar alguna variedad de psicosis histérica.
Finalmente podemos decir que gracias a la utilización de la hipnosis la paciente logra liberar y
declarar lo que estaba oculto en su mente, relatar las distintas historias relacionadas con la aparición
de sus síntomas, logrando eliminar de manera efectiva los diferentes estímulos provenientes del
estado segundo, llegando a lograr después de un tiempo de tratamiento la fusión de los estados de
consciencia y con ello, la superación de la enfermedad.

Referencias Bibliograficas

Freud, S. (2012) Historiales clínicos. En Obras completas: Sigmund Freud (Vol. 2,


pp. 47-70). Buenos Aires: Amorrortu

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