Aguas Del Silala

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AGUAS DEL SILALA

INTRODUCCION 

El agua constituye sin duda alguna uno de los recursos naturales más importantes
del planeta, siendo esto demostrado mediante el uso imperecedero que se da a
este líquido elemento; durante casi toda la existencia del ser humano a empleado
este elemento, principalmente como sostén de vida, así como en innumerables
procesos científicos – tecnológicos, que han desarrollado varias naciones del
mundo; constituyendo parte indisoluble de la actividad humana y el más
importante recurso que la naturaleza ha señalado en la vida de todos los seres
habientes de este mundo. 

Bolivia, en el transcurso de su vida republicana y a través de los diferentes


gobiernos de turno, siempre ha demostrado poco interés en la comprensión del
significado y protección de sus recursos hídricos. La preservación y aún defensa
de las aguas de vertientes, lagos, ríos y cuencas que nacen en el sistema de
montañas y que constituyen una preciada herencia otorgado por la naturaleza al
territorio boliviano, merece constituir preciado privilegio. 

Chile nación vecina poco amistosa hacia Bolivia y carente de recursos hídricos en
el norte de su territorio busca desde hace un siglo usurpar aguas bolivianas de
manera sigilosa e ilegal ha venido usufructuando dichas aguas bajo diferentes
esquemas; como es el SILALA en el altiplano en pleno territorio boliviano, sin
pagar costo alguno en beneficio del país. La riqueza hídrica de Bolivia, ha
despertado, desde hace mucho tiempo, la ambición extralimitada de los países
vecinos, para vivificar con nuestras aguas extensas zonas desérticas de sus
territorios, como está sucediendo ahora con las aguas del SILALA que están
abasteciendo a muchas poblaciones en el desierto de Atacama. 

Chile invoca el elevado espíritu de integración latinoamericana e integración


económica no se inmuta por las reclamaciones bolivianas para obtener una salida
soberana al pacífico, sin que entable ninguna negociación en este delicado
asunto, es que estas invocaciones sirven únicamente para que Chile se aproveche
de nuestros recursos hídricos, tal el caso del SILALA, nos despoje de territorios
como la guerra de 1879 y la desviación de las aguas del Mauri y el Lauca
producido el año de 1962, situación que originó airadas protestas por nuestra
nación ante Chile y luego ante los foros de justicia internacional, sin haber
obtenido resultado favorable para nuestra soberanía e integridad nacional, cuyas
aguas fueron trasladadas de la Cuenca del Altiplano a la Cuenca del Pacífico,
actitud que está plenamente prohibida por las leyes internacionales y el derecho
de gentes que rigen el uso y aprovechamiento de aguas internacionales. 

Es así que el SILALA fue totalmente descuidado desde hace 100 años. El Tratado
de 1904, nefasto para Bolivia, no contiene en ninguno de sus artículos que Bolivia
tiene que ceder Agua a Chile. No existe ningún acuerdo ni convenio legal para que
Chile recoja las aguas de los bofedales de la cuenca cerrada del SILALA. Si bien
es cierto que esta región potosina es despoblada, posiblemente porque es
totalmente seca y árida, no es pretexto para que el vecino país, se beneficie
gratuitamente y vivifique sus desiertos con aguas ajenas en forma por demás
prepotente, hasta atentar contra la soberanía nacional. 

Existen bases sobre las normas jurídicas nacionales e internacionales sobre uso y
aprovechamiento de aguas, este caso doloroso y lamentable y desde todo punto
de vista ilegal, ya que establecemos que la concesión o adjudicación dada por el
Prefecto de Potosí de entonces, a la empresa Ferrocarrilera en el año de 1908 es
nula de pleno derecho. Esta empresa no contaba con un Contrato del gobierno
central para la utilización de las aguas del SILALA, tal cual se establece en los
procedimientos cuando se trata de aguas internacionales y posteriormente esta
empresa ferrocarrilera, dejó de utilizar agua por haber cambiado locomotoras a
diésel, desde entonces automáticamente desapareció el objeto de la concesión. 

UBICACIÓN DE LAS AGUAS DEL SILALA

Las fuentes de las aguas del Silala están ubicadas en el Cantón Quetena,
provincia Sur Lipez del departamento de Potosí, entre los puntos de límite del
tratado de Paz y Amistad firmado en 1904: el Cerro Norte (Volcán Apagado) Nº
15, cerrito del Silala Nº 16 y el cerro de Inacaliri o del Cajón Nº 17.
Esta es una cuenca volcánica de 41 km2, despoblada y cubierta con manantiales
o bofedales que forman a su alrededor áreas húmedas cubiertas de pasto.
Estas áreas húmedas están esparcidas desde la parte superior de las mesetas
(5300 msnm) hasta la parte inferior (4300 msnm). Las fuentes de las aguas del
Silala están en una hoyada y las vertientes se encuentran ubicadas a 5 kilómetros
de la frontera con Chile, existiendo por lo menos unas 1000 vertientes que fluyen
en dirección de Este a Oeste llegando a concentrarse todo el volumen de agua en
un cañadón donde se tienen obras civiles hidráulicas ejecutadas entre 1908 y
1914 por grupos chilenos.
Las mesetas donde se sitúan las vertientes del Silala están rodeados por macizos
volcánicos (ubicación entre 22º8" de latitud sur y 68º30" de longitud oeste del
meridiano de Greenwich). Los cerros volcánicos que conforman la cuenca son: Al
Norte el Cerro Silala Grande y Cerro Negro; al Sureste el Cerro Nacaliri y el
Volcán Apagado; Al Suroeste el Cerro Cahuana.
Orografía: Los macizos volcánicos tienen alturas superiores a 5000 msnm, la
altitud del terreno donde se encuentra la laguna colorada es 4288 msnm; Las
pampas con bofedales, donde se encuentran mas de 90 manantiales o vertientes
están dispuestos en terrenos de poca pendiente con alturas de entre 4300 y 4800
msnm.
Precipitación anual: El promedio anual es de 40 mm/año.
Temperatura: Menor a 5ºC
Evotranspiración: 100 a 200 mm
Fisiografía: Existen fuentes termales con presencia de fuentes geotérmicas cerca
de laguna colorada. La región es inhóspita. La diferencia de temperatura entre el
día y la noche es de 50ºC.
Hidrografía: No existen trazos de cursos de aguas naturales, es decir no existe un
cauce natural de un río nacional o internacional. Estudios mas rigurosas han
demostrado que no existe la posibilidad de formación de un curso de agua
permanente o río.
Simplemente existen áreas húmedas o bofedales aislados unos de otros de las
cuales brotan aguas subterráneas conocidas como vertientes.
El afloramiento de las aguas subterráneas (manantiales) forman los vertientes con
un caudal de 5 a 9 litros/seg.; entre estos bofedales no hay intercomunicación
debido a la diferencia de nivel y a la baja pendiente del terreno que impide el
escurrimiento de los pocos litros de agua que emanan del subsuelo que por otro
lado debido a su permeabilidad impide la formación de un riachuelo.
En los Anexos "A" y "B" se observa la relación de acequias o canales de
recolección de aguas construidos por la compañía Inglesa "The Antofagasta and
Bolivian Railway Company Limited" para transportar las aguas recolectas hasta el
territorio chileno.
Para la recolección de las aguas se tienen numerosas bocatomas y acequias; 27
Km. de canales revestidos con mampostería; 2,5 Km. de canales revestidos con
mampostería y hormigón; 17 Km. tubería de 25 cm. de diámetro y 46 Km. de
tendido de tubería de 30 cm. de diámetro.
El agua es tratada en el cañadón para posteriormente ser transportada desde un
pequeño estanque por medio de un canal y dos cañerías (una enterrada y la otra
al aire libre) para luego desembocar en un estanque ubicado a 20 metros en
territorio chileno donde todo el agua es concentrada y tratada.
Mas abajo, a 8 kilómetros de la frontera existe una represa en la cual los chilenos
cuidan y almacenan las aguas del Silala para luego ser llevada mediante cañerías
a las ciudades de Calama, Chuquicamata, Antofogasta, Mejillones, Tocopilla,
Cobija y otras poblaciones menores del norte chileno en la región del desierto de
Atacama.

ANTECEDENTES DEL PROBLEMA

El 14 de febrero de 1879 el Ejército chileno invadió Antofagasta y se dio inicio a


la guerra del Pacífico que enfrentó a los países de Perú y Bolivia que firmaron una
alianza para enfrentarse a Chile.
Como resultado de la guerra se tuvieron desmembraciones territoriales de parte
de Perú y Bolivia, que fue el más afectado ya que perdió su zona Litoral y por
consiguiente su espacio de salida al mar.
El pacto de tregua entre Bolivia y Chile fue firmado el 4 de Abril de 1884 y a partir
de esta fecha se crearon una serie de comisiones bilaterales destinadas a
determinar los nuevos límites y los alcances de las compensaciones. En el tiempo
estos acuerdos fueron sistemáticamente diferidos, modificados y replanteados por
la hábil diplomacia chilena, contando además con la inefectiva y reactiva
diplomacia boliviana que en muchas situaciones por falta de una
adecuada coordinación a nivel de gobierno no consiguieron obtener mayores
compensaciones y beneficios de parte de Chile, consiguientemente la mayoría de
los tratados resultaron enteramente favorable a los invasores.
Durante la fase de demarcación final de límites participaron comisionados
ingleses, bolivianos y chilenos, y ya entonces se pudo percibir la importancia que
iba a tener el agua en la economía y el desarrollo del norte chileno. En uno de los
recorridos al sector del Silala ya se realizaron algunas excavaciones que
permitieron identificar la riqueza acuífera del sector.
Las locomotoras de la época utilizaban grandes cantidades de vapor para generar
la energía la fuerza de locomoción, en ese entonces las aguas del río San Pedro
estaban quedando insuficientes para abastecer semejante cantidad de energía
requerida.
En 1900 el Inglés Josias Harding emite un informe a la compañía inglesa The
Antofagasta and Bolivian Railway Company Limited, en sentido que en el sector
boliviano del Silala existían reservas de agua cuya cantidad era suficiente para
abastecer por completo las necesidades de la empresa. Este informe dio lugar al
inicio de los estudios de explotación, uso, aprovechamiento de las aguas en el
sector de la estación ferroviaria de San Pedro.
En 1908 la compañía inglesa The Antofagasta and Bolivian Railway Company
Limited se adjudicó el uso, aprovechamiento y explotación de las aguas del Silala.
Esta adjudicación estuvo basada en la ley del 28 de Noviembre de 1906 en la cual
se elevó a rango de ley el "Reglamento de Aguas" promulgado por decreto del 8
de septiembre de 1879.
El artículo 204 de esta ley señala que "En concesión del aprovechamiento de
aguas públicas se observará el siguiente orden de preferencia":
 1. Abastecimiento de Poblaciones
 2. Abastecimiento de Ferrocarriles
 3. Riegos
 4. Canales de Navegación
 5. Molinos y otras fábricas; Barcas de paso y puentes flotantes
 6. Estanque para viveros o criaderos de peces
Dentro de esta clase, se dará preferencia a las empresas de mayor importancia
y utilidad, y en igualdad de circunstancias a las que antes hubiesen solicitado el
aprovechamiento de las aguas.
CRONOLOGÍA DE SUCESOS

 Año 1889 La compañía Huanchaca forma una sociedad anónima con una


compañía inglesa denominada "The Antofagasta (Chili) and Bolivian railway
Company Lmt." Que contiene capitales ingleses y chilenos.
Esta compañía pasa a controlar toda la red de ferrocarriles de Antofagasta a
Bolivia incluyendo ramales y desvíos, además de monopolizar el uso y
aprovechamiento de las aguas en el departamento de Antofagasta y la
concesión de las aguas del Cebollar y Polapi.
Posteriormente se les otorga los derechos de usos y aprovechamiento de las
aguas del río San Pedro (Afluente del río Loa), cuyas aguas nacen en las
faldas del volcán San Pedro (50 kilómetros de la frontera con Bolivia).
 Año 1904 La firma inglesa "The Antofagasta (Chili) and Bolivian railway
Company Lmt." Se hace cargo de la explotación y administración de la
compañía ferrocarrilera FCAB y de los derechos de exploración, uso y
explotación de las fuentes de agua en Antofagasta incluyendo los
manantiales de Palpana, Ujira, Ujira Grande y Puquios.
En la época, por la utilización de las aguas de los ríos Loa y San Pedro,  la
empresa era obligada a dar gratuitamente el 5% del agua distribuida a la
población y el 10% a las poblaciones asentadas a lo largo de la ruta. Todos
los demás usuarios estaban obligados a pagar 1,4 pesos chilenos por metro
cúbico comercializado.
 Año 1906-1907 El gerente de FCAB, Hosias Harding es autorizado por el
gobierno chileno a incursionar en territorio boliviano a objeto de aprovechar
los numerosos manantiales de donde brotaban de forma natural el agua de
los acuíferos subterráneos.
 Año 1908 La FCAB solicita a la sub-prefectura de Potosí la concesión del
uso de las aguas subterráneas de las pampas del Siloli o Silole.
La autoridad boliviana autoriza el 30 de septiembre de 1908. El objetivo de la
concesión es dotar de agua a las locomotoras de vapor y destinar una
tercera parte del agua al consumo de la población boliviana.
 Año 1940 El Sr. Pablo Baudain establece el 24 de junio, una demanda en
La Paz en sentido que la FCAB estaba utilizando las aguas concesionadas
de las vertientes del Silala para la venta de agua potable a la población de
Antofagasta y para uso industrial de la región; que de hecho resultaba
contrario a los objetivos iniciales de la concesión.
Ese mismo año el Cónsul Boliviano en Chile confirma la distorsión en el uso
de las aguas, resaltando además el importante volumen de reservas de la
región.
 Año 1962 Una comisión oficial del gobierno Boliviano presidida por el Ing.
Augusto Valdivia Altamirano viaja a la región del silala y comprueba que las
aguas de los manantiales y vertientes han sido colectadas mediante
la construcción de canales. En esta oportunidad el Ing. Valdivia indica que se
trata de un río por basarse en un mapa del IGM en el cual se lee "Río Silala"
canalizado.
 Año 1965 Se realiza una nueva inspección a la región a cargo de
funcionarios y técnicos de la Dirección General de Límites quienes en su
recorrido confunden las aguas con un río de curso sucesivo (al ver correr las
aguas por medio de un canal colector general), estableciendo también el
volumen de agua traspasada a territorio chileno (0,45 Mt3/seg).
 Año 1997 El periódico "Presencia" publica un artículo del Ing. Antonio
Bazoberry titulado "En la región del Silala no hay ningún río", lo cual causa
una sorpresa general en todos los que sostenían que existía un desvío de las
Aguas del "río" Silala.
 Año 1997 La Cancillería contrata a la firma consultora Gómez García, en
cuyo informe final se establece que no se ha encontrado ningún río en la
zona, sino mas bien se tienen construcciones y obras civiles para la
recolección de sus aguas y para su transporte a territorio chileno.

SITUACIÓN ACTUAL DEL CONFLICTO

El tema de las aguas del Silala comenzó a tomar un nuevo curso luego de una
denuncia realizada en 1996 obligaba al estado boliviano a prestar atención a un
asunto olvidado durante 90 años.
Mediante Decreto Supremo Nº 24660 del 20 de Junio de 1997, se estableció la
revocación del uso y aprovechamiento de las aguas manantiales del Silala que
fuese otorgada mediante escritura pública Nº 48 del 23 de septiembre de 1908,
quedando los señores ministros de Relaciones Exteriores, de la Presidencia y de
Gobierno, encargados de la ejecución y cumplimiento de este Decreto Supremo.
La posición chilena es que las aguas del silala provienen de un río de curso
internacional, cuyo nombre aparece inclusive en el tratado de paz y amistad
firmado en 1904 y que sería un error de parte de Bolivia el tocar esas aguas o
licitarlas, pues significaría afectar el normal aprovisionamiento de agua en las
regiones del norte chileno.
En concepto de Chile, la ley internacional establece que un curso natural de agua
que baña a dos países no puede ser dispuesto de forma unilateral por uno de ellos
y que este sería un asunto que debería ser tocado en tribunales internacionales.
La concesión inicial de 1908 establecía la utilización de las aguas del Silala por
parte de la empresa The Antofagasta and Bolivian Railway Company, por medio
de la cual se autorizaba a canalizar sus vertientes a objeto de transportarlas a
territorio chileno para ser utilizadas en el uso de las locomotoras a vapor del
ferrocarril Antofagasta-La Paz.
Bolivia jamás obtuvo un retorno por dichos contratos, que tampoco establecían los
montos que debían ser pagados y luego que las locomotoras a vapor dejaron de
funcionar, las aguas fueron utilizadas para abastecer el consumo privado de la
ciudad de Antofagasta y otras ciudades norteñas.
El primer trimestre de 1999 se inició una serie de análisis y consideraciones sobre
el uso y explotación que debería darse a las aguas del Silala, sin embargo no se
tenía una estrategia clara al respecto.
En marzo de 1999 tanto el Canciller Javier Murillo y el Ministro de la presidencia
Carlos Iturralde confirmaron que Bolivia no tenía una estrategia definida sobre las
aguas del Silala y que se estaba arrastrando un problema de mas de 90 años de
duración durante los cuales existió un total desinterés de parte de las autoridades
bolivianas para lograr una solución a este problema. Se estima que Chile se
beneficia con mas 6,3 millones de metros cúbicos de agua al año y que Bolivia
deja de percibir mas de 2 millones de dolares anuales por concepto de utilización
de las aguas.
En Septiembre de 1999 el Vicecanciller de Relaciones Exteriores de Bolivia,
Fernando Messmer reiteraba que el Silala no es un río Internacional, tal como lo
afirmaban las autoridades chilenas, siendo mas bien un manantial que nace y está
en Bolivia, sin embargo ninguno de los países terminó cediendo posiciones. La
posición Boliviana está sustentada por datos históricos, de justicia y derecho
internacional.
La mayoría de las autoridades bolivianas sostienen que el problema es un asunto
centenario, por lo tanto no es posible exigir soluciones inmediatas; el tema de las
aguas del Silala ha comprometido a muchos gobiernos y muchas gestiones de
cancillería y los temas de política internacional deben ser tratados con gran
ponderación y no con apresuramiento o intereses que posibiliten salir a la palestra
política.
En Agosto de 1999 se promulgó el Decreto Supremo 25500 que encomendaba a
la Superintendencia de Aguas a licitar las aguas del Tunari, destinada solamente a
empresas nacionales.
El 5 de Septiembre de 1999 fue aprobado el Decreto Supremo 25500 que
autorizaba a la Superintendencia de Aguas a realizar la licitación pública nacional
para la utilización de las vertientes del Silala para fines de comercialización
y/o exportación. Por la ubicación de los manantiales, esta licitación estaría
ajustada al artículo 25 de la Constitución Política del Estado que señala:" Dentro
de los 50 Km. de las fronteras, los extranjeros no pueden adquirir ni poseer, por
ningún título, suelo ni subsuelo, directa o indirectamente, individualmente o
en sociedad, bajo pena de perder, en beneficio del estado,
la propiedad adquirida, excepto en caso de necesidad nacional declarada por el
estado"
Los ingresos estarían destinados en su totalidad a favorecer el desarrollo socio-
económico del departamento de Potosí.
El 10 de Septiembre de 1999 se realizó la convocatoria y la venta de pliegos de
especificación para la licitación de las aguas de las vertientes del Silala. Este
pliego constó de 8 capítulos y 4 anexos, siendo la concesión de las aguas
basadas en el proyecto SIRESE (Ley 1600 del 28 de Octubre de 1994).
La licitación tomaba en consideración las condiciones legales,
administrativas, técnicas, económicas y recomendaciones para la adjudicación;
siendo el objeto de la licitación: " el otorgamiento de la concesión para el uso y el
aprovechamiento de las aguas de los manantiales del Silala, en la
industrialización, comercialización interna y/o externa y su transporte mediante
tuberías, canales o envasada en botellones y la dotación de agua potable".
Los sobres con las propuestas fueron abiertos el 16 de diciembre de 1999,
habiendo existido 15 ofertas, sin embargo el Comité Cívico Potosino (COMCIPO)
mostró desde un inicio su oposición a esta licitación por considerarla amañada y
corrupta considerando que todo el proceso estaba dirigido a favorecer los
intereses chilenos y que previamente debía realizarse el pago de mas de 90 años
de utilización de las aguas sin ningún tipo de retorno para el departamento. El
Comité Cívico sostenía además que entre las empresas licitantes existían
capitales extranjeros con lo cual se estaba violando el artículo 25 de la
Constitución Política del Estado además de violar la reglamentación de las
licitaciones
La posición potosina estaba referida a que previo, a cualquier licitación
internacional, la ex empresa Anglo-Chilena The Bolivian Railway Company,
debería proceder al pago de más de 100 años de utilización de las mencionadas
aguas sin haber percibido ningún tipo de compensación en el tiempo.
La propuesta potosina estaba orientada a la administración de las vertientes del
Silala por parte del estado Boliviano, a través del departamento de Potosí,
sugiriendo además que cada región chilena beneficiada merezca un tratamiento
diferenciado.
En este escenario surgió la figura pública de Milton Lérida (Asesor cívico de las
cinco provincias del sudeste potosino: Daniel Campos; Antonio Quijarro; Enrique
Valdivieso; Nor Lipez; Sur Lipez) quien comenzó a tomar protagonismo debido a
sus numerosas intervenciones en el parlamento, a los artículos publicados y a
representaciones publicas que realizó en diferentes medios de comunicación del
país. Según sus estimaciones, el estado perdía anualmente una suma aproximada
de 10 millones de dolares, debido principalmente a la falta de interés del estado
boliviano como resultado de la falta de una estrategia geopolítica clara.
El 15 de septiembre de 1999 el departamento de Potosí realizó un paro cívico
demandando entre otros aspectos el resarcimiento por la utilización de las aguas
del Silala y rechazando la nueva propuesta de licitación.
En la fase de la aprobación de la licitación, aparecieron una serie de diferencias
entre los gobiernos de Bolivia y Chile, que obligó a la participación del propio
presidente Banzer, quien tomó parte en el problema declarando que Bolivia no
cedería ante las presiones de Chile de llevar el problema ante un tribunal
internacional ya que el país tiene todos los respaldos jurídicos que establecen
su soberanía sobre esas vertientes y tiene la suficiente capacidad para encarar el
problema ante tribunales internacionales. La reacción del presidente Banzer fue
inmediata, comprometiendo su participación directa y firme en caso de progresar
el reclamo chileno.
El gobierno chileno pretendía que el tema del Silala esté incluido en la agenda de
negociaciones bilaterales, ya que consideraban un tema dificultoso de las
relaciones entre ambos países que se sumaba al reducido avance en los acuerdos
comerciales. Chile sostenía que se mantiene vigentes los derechos que la
empresa del ferrocarril de Antofagasta a Bolivia tiene como sucesora de los títulos
que le fueron otorgados en 1906, el ministro de relaciones exteriores chileno Juan
Gabriel Valdez manifestaba que su país recurriría inmediatamente a un tribunal
internacional de mantenerse la controversia que vulnera los derechos de
concesión de las aguas suscrito en 1908.
A criterio del experto Antonio Bazoberry, consultor en asuntos internacionales,
Bolivia no debería ingresar en un juicio internacional debido a que sería prestarse
al juego chileno en un conflicto de muchos años, del que no saldría nada claro,
mientras que Chile seguiría usufructuando las aguas.
Entre todas las empresas interesadas solo DUCTEC y Aguas del Illimani
confirmaron su voluntad de continuar en la licitación; habiendo existido una serie
de observaciones de parte de sectores políticos y cívicos que refutaban el curso
de la licitación debido a que el proceso había pasado por alto las normas legales
de adjudicación considerando además que ninguna de las empresas había
realizado una oferta mayor a la exigida por la Superintendencia de Aguas que
consistía en 1,2 millones de dolares anuales. Ambas propuestas fueron analizadas
en detalle, DUCTEC ofertó 46,8 millones de dolares por 40 años de concesión,
mientras que Aguas del Illimani ofertó simplemente 6,6 millones de dolares por el
mismo tiempo de adjudicación.
El 19 de marzo del 2000 se suscribió el acuerdo definitivo con la empresa
DUCTEC (Resolución Nº SSSB15/2000 de la Superintendencia de Saneamiento
Básico), acordándose que todos los recursos económicos obtenidos estarían
íntegramente dirigidos al desarrollo de la provincia Sur Lipez en Potosí. A los
pocos días la empresa adjudicada advirtió sobre el riesgo de que Chile no quiera
comprar las mencionadas aguas movidos por una interferencia del gobierno
chileno debido principalmente a las diferencias históricas que dividen a Bolivia y
Chile.
Según informes oficiales, Chile dio inicio a un proyecto de desanilización de las
aguas marinas para poder de esta forma prescindir de las aguas del Silala, pese a
que en la fase previa de la adjudicación se había observado mucho interés de las
empresas privadas del norte chileno pero ahora se observaba una interferencia de
parte del gobierno de Chile.
Varias empresas multinacionales que operan con la explotación de minas
de cobre en el norte chileno iniciaron un proyecto destinado a la construcción
de plantas desanilizadoras del agua del mar debido, a que desean evitar el riesgo
político y la falta de interés del gobierno boliviano por vender el recurso a
un precio razonable. Este proyecto está favorecido por la sobreoferta de energía
eléctrica en el norte chileno proveniente de plantas termoeléctricas que
utilizan gas natural argentino y que facilitan la construcción de las plantas
desanilizadoras.
Paralelamente a la adjudicación, se estableció una comisión para trabajar en el
calculo científico y jurídico del cobro por la utilización de las aguas por parte de la
empresa anglo-chilena; este "Cobro Histórico" estaría a cargo de una comisión
interministerial que fue conformada por el presidente de la república Gral. Hugo
Banzer Suárez y que quedo a cargo del Ministro de Justicia Juan Antonio
Chain. El trabajo de la comisión está orientado a la ejecución de un estudio
jurídico internacional de forma de poder presentar un proyecto de reclamo.
A disposición de la comisión están los órganos técnicos como ser la
Superintendencia de Aguas; La Superintendencia de Minería y el Instituto
Geográfico Militar que son los encargados de dar los datos elementos técnicos del
proceso que deberán establecer las fechas desde las cuales la empresa Anglo-
Chilena comenzó a utilizar indebidamente las aguas del Silala teniendo en cuenta
que en 1908 se concedió el uso limitado de esa vertiente. Desde el momento que
las locomotoras dejaron de utilizar el agua de las vertientes, se puede establecer
un plazo para verificar el porque del uso de las aguas para otros fines. También se
establecerá un calculo técnico sobre el precio del agua en los años en que sucedió
tal uso indebido.
El 20 de Abril del 2000, el superintendente de Aguas Luis Uzín anunciaba
oficialmente la suscripción del contrato para la explotación de las vertientes del
Silala con la empresa DUCTEC S.R.L., por este concepto el departamento de
Potosí pasará a recibir 1,9 millones de dólares anuales durante los próximos 40
años, montos que estarán destinados íntegramente al desarrollo regional de uno
de los departamentos mas pobres de Bolivia. Con la adjudicación de esos
manantiales, la Superintendencia de Aguas da por concluido su trabajo en el
mencionado tema.
El 27 de Abril del 2000, Chile anunciaba oficialmente su desconocimiento al
contrato de concesión de las aguas del Silala, por entender que el mencionado
recurso hídrico debería ser compartido por ambas naciones, en una declaración
oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores se manifiesta que el contrato
desconoce los derechos de Chile sobre las aguas del Silala y por ese motivo
cualquier contrato afecta el derecho de su país. La posición chilena fue expresada
en notas dirigidas al gobierno boliviano en fechas 20 de mayo, 15 de septiembre,
14 de octubre, 3 de diciembre de 1999 y es la misma posición que se mantiene
ahora.
A raíz de este problema se emitió oficialmente una invitación al gobierno boliviano
para entablar un dialogo. El Presidente Chileno Ricardo Lagos expresó que cree
firmemente en la posibilidad de reanudar relaciones diplomáticas con Bolivia antes
de la culminación de su periodo constitucional el año 2006. El gobierno del Chile
analizará el tema de las relaciones diplomáticas con Bolivia en el marco del
consejo asesor de política exterior, que es un organismo integrado por ex
cancilleres, ex embajadores, académicos y expertos en el área.
La ministra chilena de Relaciones Exteriores Soledad Alvear manifestaba que las
discrepancias con Bolivia significaban una dificultad importante para el dialogo que
su país pretende impulsar con Bolivia.
Como respuesta el 28 de Abril, el Canciller boliviano Javier Murillo rechazaba las
objeciones de Chile al contrato del Silala y manifestaba su pleno respaldo al
superintendente Luis Uzin en su defensa del derecho boliviano a explotar sus
aguas por encima de cualquier reclamo chileno, ya que la concesión de las aguas
a la empresa The Antofagasta Chile and Bolivian Railway Ltd. Fue revocada el 15
de mayo de 1997 y se dio paso a la última licitación ganada por DUCTEC.
Ambos gobiernos expresan sus deseos de que las relaciones binacionales no se
vean afectadas por estos sucesos tomando en cuenta las agendas de dialogo que
existen entre ambos países.

DEFENSA JURÍDICA DE LAS AGUAS DEL SILALA

En toda su historia republicana, Bolivia ha demostrado siempre poco interés en la


importancia y en la protección de sus recursos hídricos, ya que en el tiempo no
han existido políticas de estado dirigidas a preservar las aguas de las vertientes,
lagos, ríos y cuencas que nacen en los sistemas de las montañas en el territorio
boliviano.
Por el contrario, Chile siempre ha demostrado interés en la riqueza hídrica
boliviana debido a la escasez de agua en sus territorios desérticos del norte, por lo
que de manera sigilosa e ilegal ha venido usufructuando nuestras aguas como
acontece en el caso de las vertientes del Silala que merced a una serie de obras
realizadas dentro del territorio boliviano, sirven para abastecer de agua a varias
poblaciones del norte chileno, sin recibir a cambio ninguna retribución económica
que permita compensar en parte la explotación del recurso y favorezca a
desarrollar la región proveedora.
El tema de la explotación de las aguas del Silala tiene un descuido de mas de 90
años, ya que no existe ningún convenio legal para que Chile recoja las aguas de
los bofedales, por este motivo surge la necesidad de establecer bases jurídicas
nacionales e internacionales que permitan internacionalizar la defensa legal de los
mencionados recursos ya que por una parte la concesión otorgada por el Prefecto
de Potosí en 1908 a la empresa de Ferrocarriles es nula de todo derecho ya que
no existe un contrato avalado de parte del gobierno central que avale la utilización
de las aguas tal cual establecen los procedimientos cuando se trata de aguas
internacionales, y por otro lado, nunca existió convenio bilateral de gobierno a
gobierno.

METODOLOGÍA, CONCEPTOS Y MARCO TEÓRICO

En 1908 se suscribió el acuerdo entre el prefecto de Potosí y la empresa inglesa


The Antofagasta and Bolivian Railway Company Limited para el aprovechamiento
de las aguas del Silala para el aprovisionamiento de las locomotoras a vapor.
De manera unilateral, Chile procedió a la construcción de depósitos de agua con
hormigón armado dentro de territorio boliviano para desviar el curso natural de las
aguas a través de canales construidos para tal fin, que en la actualidad abastecen
varias poblaciones del norte chileno como ser Antofagasta, Mejillones, Tocopilla,
Calama y Chuquicamata.
Existen varios ejemplos de usurpación de aguas bolivianas por parte de Chile,
como ya aconteció con el desvió de las aguas de los ríos Lauca y Mauri y el actual
tema en conflicto, de las aguas del Silala cuya importancia radica principalmente
en que estas son aguas dulces y potables.
En la actualidad Chile usufructúa el 100% de las aguas del Silala, que de hecho ya
contravienen las normas internacionales y está fuera de todo marco legal por lo
que resulta imperioso actualizar las políticas de protección de los recursos
nacionales y la propia protección de la soberanía.
Como base de defensa se plantea la siguiente hipótesis: " El Estado Boliviano
debe adoptar políticas, medios jurídicos y diplomáticos con el objeto de resguardar
la soberanía nacional y efectivizar la compensación real por el uso y
aprovechamiento ilegal de las aguas del Silala, en beneficio de las poblaciones de
la región de Sur Lipez. Puesto que actualmente el Silala abastece de agua potable
a varias poblaciones del norte chileno, mientras que los pobladores de la región
boliviana del silala atraviesan una crisis económica y social debido a la carencia
de agua".
A Bolivia le asiste la potestad de disponer y aprovechar sus recursos naturales
dentro de su territorio.
El agua es muy importante y vital para la vida de las personas y el desarrollo de
los pueblos; antiguamente las guerras se originaban por el dominio del oro, plata
y petróleo, se prevé que las próximas guerras ocurrirán por el dominio de las
reservas de agua.
Según la definición jurídica, río es toda corriente de agua que desemboca en otro
rió o en el mar, siendo nacionales si se encuentran integralmente en el territorio de
un solo estado, perteneciendo jurídicamente al mismo, en completa soberanía y
propiedad; su uso está restringido por la ley interna del estado y está fuera del
derecho internacional.
Los ríos internacionales son aquellos que separan o atraviesan el territorio de uno
o mas estados. Las cuencas se definen como el territorio cuyas aguas fluyen
todas a un mismo rió, lago o mar. Desde el punto de vista jurídico implica los
elementos constituidos por un rió, sus afluentes y las aguas subterráneas
del sistema.
Cuando los ríos son considerados internacionales se presentan tres problemas
jurídicos que son los referidos a la Soberanía, la Navegación y la Utilización de
sus aguas para generar energía, riego y otros usos domésticos e industriales.
Bolivia, por su posición geográfica posee muchas cuencas internacionales, por lo
que el manejo jurídico de su explotación debe ser conducido con mucho criterio.
Los Estados que comparten aguas internacionales contiguas tienen entre sí, una
dependencia física que implica no ejercer el derecho exclusivo por ningún lado. En
la declaración de Asunción (1971) aprobada por los Cancilleres de los países de la
Cuenca del Plata se establece que en los ríos internacionales de curso sucesivo,
no siendo la soberanía compartida, cada estado puede aprovechar las aguas en
razón de sus necesidades siempre y cuando no cause perjuicio sensible al otro
estado de la cuenca.
El concepto de perjuicio sensible se centra que los daños producidos por una obra
de ingeniería hidráulica sean graves. El derecho prohíbe la modificación del curso
del rió, de su caudal, del volumen de aguas o de su calidad en la medida que se
cause perjuicio sensible.
En el caso de las aguas del Silala, se ha causado un perjuicio sensible dado que
se ha desviado el curso natural de su agua, cual era el de sumergirse en el
bofedal creando condiciones de humedad para mantener la flora de la zona. El
perjuicio es que ha disminuido considerablemente la flora y la fauna de la zona y
no existe agua para implementar proyectos de desarrollo en la zona y llevar
adelante asentamientos humanos.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y JURÍDICOS DEL SILALA

A partir del tratado de 1904, Chile ha continuado avanzando sobre territorio


boliviano, convencidos de que la clase dirigente boliviana no ofrece
ninguna resistencia, recorriendo sistemáticamente los hitos fijados hasta
apoderarse de la totalidad de los bofedales en las nacientes de los grandes ríos
que irrigaban el altiplano occidental: Santos, Lauca, Silala, depredando además
los depósitos de azufre ubicados al oriente de la nueva línea de la frontera.
Existen en total 96 hitos que tienen observación de posición de los "Mojones", con
los que Chile ha ganado territorio y recursos naturales de casi imposible
recuperación. La oligarquía chilena se ha dado cuenta que pese a la imposición
del tratado de 1904, por el que Bolivia se quedó sin salida al océano Pacífico, han
quedado muchas riquezas en territorio nacional sobre los que pretende lanzarse
valiéndose de la amenaza, el chantaje y la corrupción de la oligarquía boliviana, y
como explica Guillermo Rosso: "Chile destruyó los yacetales de territorios
bolivianos fronterizos, arreó a sus territorios capturados las tropas de vicuñas y
guanacos de los Lípez y Salinas hasta el Mauri, erradicó de la frontera boliviana la
chinchilla, el azufre y donde pudo el agua".
Chile ha experimentado en los últimos años un incremento alarmante de su
potencial bélico a través de la compra de aviones F16, tanques de guerra y un
potenciamiento general de sus fronteras con Perú y Bolivia.
Entre 1904 y 1906 el ingeniero Ingles Josias Harding, consejero
del gobierno chileno, tomó parte en la demarcación de la frontera para el pacto de
tregua de 1884 y el trazado de la ruta del ferrocarril Arica-La Paz; se internó a
territorio boliviano con un grupo de técnicos a objeto de realizar exploraciones en
las que realizó el hallazgo de las vertientes del Silala.
Los antecedentes de los usos del Silala se remontan al 29 de noviembre de 1888
cuando la Compañía de Ferrocarril y Salitre Antofagasta suscribió con el
estado boliviano un contrato para la explotación del salitre y le fue concedido el
uso de las vertientes del silala.
En esa época la situación jurídica del departamento del Litoral no estaba definida,
por cuanto se encontraba vigente el pacto de tregua del 4 de Abril de 1884, por
cuyo artículo segundo, Chile estaba en posesión de nuestros territorios hasta la
firma de un tratado definitivo de paz que se efectivizó en 1904.
Los derechos de la compañía Antofagasta fueron adquiridos por Don Aniceto Arce
con la razón social de Compañía Huanchaca Bolivia que continuo con
la construcción de la sección boliviana del ferrocarril hasta Uyuni; posteriormente
los derechos de esta compañía fueron transferidos a una empresa de capitales
ingleses el 21 de marzo de 1889 quienes finalmente concluyeron la obra del
ferrocarril en noviembre del mismo año. La empresa denominada Antofagasta
Chile and the Bolivian Railway Company Limited siguió mas tarde operando los
ferrocarriles de Bolivia con el nombre de Bolivian Railway Company que mas tarde
fue estatizada.
En 1906 se estableció que el aprovechamiento de las aguas públicas en un
determinado orden de preferencia. En 1908 la representación de la Railway en
Bolivia solicitó al prefecto de Potosí René Calvo Arana, la concesión de las aguas
del Silala de acuerdo a las preferencias establecidas en la ley de aguas
protestando dejar una tercera parte de las aguas colectadas para
cualquier servicio que pueda ser necesario para mejorar el servicio público y el
progreso.
El 21 de Septiembre de 1908 el prefecto del departamento Calvo Arana concedió y
adjudicó las aguas de las vertientes del Silala a favor de la empresa The
Antofagasta Chile and the Bolivian Railway Company Limited. El 30 de septiembre
se certificaron las firmas y las rúbricas de las escrituras del testimonio.
La primera denuncia oficial sobre los usos de las aguas del Silala con distintos
fines a los otorgados al ferrocarril datan de 1940 y estuvo a cargo de Pablo
Baudain quien señaló que la compañía no solamente continuaba utilizando las
aguas sino también venía negociando con ellas, vendiéndolas a la ciudad de
Antofagasta y defraudando al estado boliviano que dejaba de percibir mas de
500,000 pesos chilenos de forma mensual.
Una comisión oficial del parlamento boliviano se encargó mas tarde de esclarecer
la naturaleza de las aguas, estableciendo que estas no eran parte de un río de
curso continuo sino mas bien una cuenca cerrada y por lo tanto por su generación
y su recurso que nace y permanece dentro del territorio boliviano debería ser
renumerado.
En el supuesto caso de que las aguas de las cuencas del Silala fuesen
consideradas en calidad de río internacional de curso sucesivo, el Estado Chileno
debería seguir los procedimientos establecidos en el derecho internacional y
refrendados en las distintas reuniones de cancilleres del área.

COMPENSACIÓN POR EL USO ILEGAL DE LAS AGUAS DEL SILALA

El Senador Guillermo Rosso fue uno de los primeros en plantear un pago como
forma de compensación por el uso de las aguas del Silala por parte de Chile, y
basándose en formulas técnicas y matemáticas llegó a establecer la suma de
857,352,000 dólares americanos que Chile debe pagar a Bolivia. Este valor total
toma en cuenta un interés del 3% anual en un tiempo de 83 años.
La resolución administrativa 71/97 del 14/05/97 resuelve la anulación de la
concesión de las aguas del silala y el Poder Ejecutivo eleva a Decreto Supremo la
decisión de revocar el acuerdo al tratarse de territorio boliviano sujeto a legislación
y soberanía.
Chile se niega a pagar por el usufructo abogando que se trata de un cauce que
tiene uso internacional. El Dr. Cusicanqui, experto en derecho Internacional se
inclina a favor de una denuncia ante las instancias multilaterales de la OEA.
A Bolivia le corresponde reclamar por la aplicación de normas internacionales por
el uso y aprovechamiento de las aguas como fue establecido en la Declaración de
Montevideo en 1933 y el Convenio de Buenos Aires de 1997.
CONCLUSIONES

 A. El jurisconsulto, político Sueco y Profesor Universitario Rudolf Kjellen,


considera al Estado como un organismo biológico, un ser vital
supraindividual, con vida, conciencia propia, que nace, crece y muere en
medio de permanentes luchas y conflictos biológicos. Allí se señala al
Estado, dominado por dos influencias principales: El Medio Geográfico y la
Raza y por tres influencias secundarias: La Economía, la Sociedady el
Gobierno.
 B. La importancia que el agua ha tomado a nivel mundial la convierte en
uno de los elementos estratégicos y con mayor trascendencia económica en
nuestros días. Para lograr un aprovechamiento común y evitar la disputa
entre regiones y países se requieren políticas de cooperación y utilización
racionales para evitar focos de tensión que eventualmente puedan conducir a
enfrentamientos armados.
 C. Los problemas limítrofes y las disputas territoriales entre países vecinos
no desaparecerán pese a existir un marco de globalización, integración y
acercamiento comercial entre países, por lo cual el Estado Boliviano debe
permanecer en posición de apronte ante cualquier intento de violación de la
soberanía nacional. Este concepto es particularmente importante si
consideramos que para la geopolítica chilena la teoríadel Espacio Vital es
fundamental y en el tiempo este país ha demostrado que tiene una marcada
ambición por poseer las riquezas naturales que posee Bolivia a lo largo de su
frontera.
 D. En base a la documentación existente, queda demostrado que en el
tiempo, el uso de las aguas del Silala, ha sido dirigido para el
aprovechamiento de las poblaciones del norte chileno, con lo cual incumple
el objetivo inicial acordado en 1908 y por otro lado beneficia
económicamente a empresas que lucran con la venta de este recurso sin que
el estado boliviano reciba nada a cambio.
 E. Las aguas del silala no han sido ni pueden ser consideradas cursos
naturales de agua (ríos) debido a que si no existirían las canalizaciones
artificiales ejecutadas por empresas chilenas, esta agua se reinsumirían en
territorio boliviano; además, el acuerdo de 1908 no hubiese sido realizado de
haberse establecido que era un río de aguas internacionales lo cual
significaba reconocer la propiedad del estado boliviano sobre la totalidad de
las aguas.
 F. La geopolítica chilena muestra claramente los fines expansionistas que
históricamente practicaron y que aún se manifiestan, amenazando la
supervivencia del Estado Boliviano.
 G. La Constitución Política del Estado señala que el Estado es dueño y
soberano de los recursos naturales que se encuentren dentro del territorio
boliviano; por lo tanto la política de comercialización de las aguas del Silala a
Chile debe estar enmarcada dentro de las políticas de Estado dirigidas a la
reintegración marítima.
 H. La licitación de las aguas del Silala no ofreció ningún tipo de garantías a
los adjudicatarios debido a que el tema bilateral entre Bolivia y Chile no está
resuelto; por lo tanto existe la posibilidad de que ninguna empresa chilena
esté dispuesta a comprar el agua ofertada por considerarla aguas
internacionales. La empresa DUCTEC SRL tiene como mercado ideal el
norte de Chile ya que al ser una zona desértica requiere de agua dulce para
el consumo humano, riego y el desarrollo de la minería.
 I. Para solucionar el tema de uso, explotación y aprovechamiento actual de
las aguas del Silala por parte de Chile se conformó una comisión de alto nivel
en la cual intervino de forma directa la propia Cancillería y el Parlamento
Nacional con su comisión de Política Internacional a objeto de revisar
las leyes vigentes y redefinir una utilización racional que convenga a los
intereses bolivianos.
 J. Pese a que las aguas del Silala han sido oficialmente adjudicadas a la
empresa DUCTEC SRL y se espera el ingreso de recursos que contribuyan a
mejorar el nivel de vida de la población de la región, el Estado Boliviano no
debe descuidar el pago pendiente de la "Deuda Histórica" ya que este pago
constituye un precedente de nuestra soberanía y nuestros derechos
internacionales.
 K. Chile mantiene su posición de llevar el conflicto del Silala a un "Tribunal
Internacional" debido a que considera ilegal la licitación y la explotación de
sus aguas por parte de una empresa privada Boliviana, ya que la geopolítica
Chilena considera al Silala como un río de curso internacional cuyo
aprovechamiento debe ser compartido.
 L. Pese a no existir relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, se nota un
marcado desequilibrio a nivel de balanza comercial a favor de Chile y un
crecimiento alarmante de su armamentismo con divisiones militares
terrestres y aéreas desplegadas a lo largo de su frontera con Bolivia y Perú
que denota el interés chileno de mantener vivas sus ambiciones
expansionistas, por lo cual Bolivia debe fortalecer su presencia en las
fronteras, desarrollando políticas de asentamiento y
diseñando estrategias dirigidas a incentivar la inversión de la empresa
privada que pueda estar asociada a capitales extranjeros siempre y cuando
no sean chilenos; así mismo debe fortalecer las relaciones comerciales,
económicas y militares con Perú y Argentina a objeto de formar un bloque
sólido que frene los ímpetus expansionitas chilenos.
 M. La explotación de los recursos naturales dentro del Estado debe estar
dirigida al incremento de una economía potenciada para la ardua misión del
autoabastecimiento. Existen condiciones naturales excepcionales que bien
planificadas y ejecutadas, pueden permitir soluciones adecuadas para
satisfacer nuestras necesidades mas premiosas.
 N. La aguas del Silala tienen una importancia fundamental para los pueblos
del norte Chileno, en cambio para Bolivia solamente tendrían una utilización
como bofedales y pastizales.
El problema actual de las aguas del Silala radica en el hecho que Chile considera
que se trata de un río de curso sucesivo y que por lo tanto sus aguas deben ser
aprovechadas y compartidas por ambos países.
La actitud boliviana en el momento debe ser cauta y oportuna, ya que tiene la
oportunidad de demostrar en el campo que las vertientes del Silala no conforman
un río internacional, que las aguas han sido desviadas a Chile mediante la
construcción de cañerías y obras civiles y por lo tanto el uso y aprovechamiento de
sus aguas no tienen porque ser compartidas con ninguna nación.
Se tiene toda la documentación respaldatoria respecto al contrato firmado en 1908
entre la prefectura potosina y la empresa ferrocarrilera, de la cual no recibió
ningún pago en los últimos 90 años y se tienen evidencias que esta empresa ha
venido lucrando con la venta ilegal de esta agua que no le pertenecen, por lo tanto
la licitación y la adjudicación de las aguas a una empresa privada es legal y
correcta desde cualquier ángulo de análisis.
En el plano jurídico se tiene la complicación de la denominación de las aguas, que
en varios documentos aparece señalado como Río, inclusive en el propio tratado
de 1904 y en documentos recientes de la Cancillería Boliviana; por lo tanto Chile
tiene todo el derecho a querellar internacionalmente pero corresponderá a las
autoridades Bolivianas y a los organismos nacionales de defensa de la soberanía
demostrar al mundo que si bien existen documentos estos están equivocados en
su denominación y por lo tanto es el momento poner en orden todas estas
situaciones y restablecer el clima de dialogo y acercamiento, en el cual ambos
países están comprometidos y cuyo objetivo final para Bolivia es recuperar su
salida al océano pacífico para lo cual debe avanzar en su propuesta de "canjear"
una salida soberana al Océano Pacífico a cambio de agua para regar el desierto
de Atacama.
La deuda histórica, si bien es justa, es poco probable que sea pagada por el
gobierno chileno debido a la grandeza del monto y de hecho representaría otro
factor de sesgo entre los dos países.
Lo mas prudente en este momento será recuperar la soberanía total de las aguas
del Silala, el reconocimiento de Chile y de la comunidad Internacional y lograr a
partir de la fecha algunos beneficios económicos por la venta de las aguas que
permitan mitigar de alguna forma la pobreza de la región del conflicto y focalizar
los esfuerzos nacionales en lograr un mayor acercamiento con Chile, lograr
mayores acuerdos comerciales y buscar mercados de exportación de
nuestros productos especialmente al norte chileno para de esta manera procurar
equilibrar el déficit comercial crónico que tenemos con Chile y mantener vivos y
vigentes nuestros postulados de un retorno soberano al Litoral Boliviano.
A nivel interno se deben establecer y desarrollar Políticas de Estado dirigidas a
"ocupar" las fronteras con Chile con masiva presencia civil y militar; para esto se
debe invertir en el desarrollo industrial del salitre de Uyuni e impulsar los proyectos
geotérmicos de Laguna Colorada, a la par de desarrollar el potencial agrícola de la
región dotando de agua potable para consumo y riego de las poblaciones rurales,
elevando el nivel de vida de sus habitantes y otorgando confiabilidad e
infraestructura para promocionar probables inversiones en el área
de turismo andino.
La Cancillería boliviana debe atender el llamado de su par chileno y debe
promover reuniones que nos permitan acuerdos satisfactorios en todos los
problemas pendientes con ese país, para lo cual el tema del Silala debe dejar de
ser un factor de división y convertirse mas bien, en un factor de beneficios
económicos para Bolivia, que por ser un país rico en recursos naturales debe
preocuparse en sacar el máximo beneficio y el mayor valor agregado posible por
toda su riqueza.
A nivel interno, el Estado debe desarrollar una política de integración coherente y
pujante para lograr un desarrollo social, económico, político y cultural equitativo
para eliminar el estigma de algunos geopolíticos de países vecinos que sostienen
que Bolivia "ocupa" pero "No domina" su espacio geográfico y aunque duela
admitirlo, este es un razonamiento correcto pero potencialmente peligroso para
la Seguridad Nacional.

BIBLIOGRAFIA

 Informe Anual OMS, 1998


 Milton Lerida A., “Las Fuentes de las Aguas del Silala”
 Antonio Bazoberry, Aguas del Silala (Prefectura de Potosí Ferrocarril
Antofagasta Bolivia)
 Extractado de reportes de Periódicos, Semanarios y Revistas y recopilación
de información a través del CEDIB (Centro de Documentación e
Información Bolivia)
 Luis Rudy Molina Gemio; “Defensa Jurídica del Silala”, El Diario, Julio de
1998
 http://www.monografias.com/trabajos86/aguas-del-silala/aguas-del-silala2

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