Tema II Desnudo Femenino en El Siglo XIX

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Tema II: EL DESNUDO FEMENINO EN EL SIGLO XIX

Desde el punto de vista artístico el cuerpo humano ha representado un lugar


primordial; dentro de los estudios de esta índole, es inevitable recurrir al desnudo para
representar la figura humana. La representación del desnudo en la mujer en la historia del
Arte ha vivido una evolución, ya que el ideal de belleza a lo largo de los siglos ha sido muy
variable, incluso lo que se buscaba exaltar o representar a través de los mismos también
ha ido cambiando. Se puede asimismo afirmar que el tema del desnudo no ha sido un
tema específico de una época o un artista sino que ha representado diferentes cuestiones
según la época.
El estudio del desnudo es la mejor forma para captar la belleza del cuerpo, el
movimiento, la carne, los pliegues, las texturas. El artista del siglo XIX parte del
conocimiento de esta historia del desnudo que lo precede y creara una imagen nueva. La
protagonista como viene siendo habitual seguirá siendo la mujer, si bien se trata de una
mujer asimismo nueva.
Con esto queremos decir que en el siglo XIX se evoluciona en la representación del
cuerpo humano desde un desnudo clásico, bello e idealizado a uno más realista. La pintura
se irá desligando de las normas estrictamente académicas en busca de otros medios de
expresión más libres, dando lugar a nuevos movimientos tales como el romanticismo, el
impresionismo. Hacia el siglo XX los desnudos representaran imágenes transgresoras que
busquen la provocación, así el desnudo en la pintura adquirirá un nuevo sentido.

Dentro de los estilos y movimientos artísticos del siglo XIX podemos destacar el
neoclasicismo, estilo que se practicará desde la segunda mitad del siglo XVIII y que tendrá
vigencia en el siglo XIX. En todo el arte neoclásico es argumento común la crítica del arte
anterior, defendiendo la superioridad del arte clásico, en el que se habría alcanzado la
perfección.
El desnudo neoclásico se inspira en la antigüedad, en sus Venus de piedra, también
en la belleza de las diosas del renacimiento, como la Venus de Tiziano. Se mueve dentro
del más puro academicismo, muestra una belleza idealizada ya que justamente la creación
de las academias de arte que establecen normas artísticas recomienda imitar lo antiguo.
Los pintores neoclásicos fueron grandes dibujantes y dejaron en general de preocuparse
por la luz. En el caso de los desnudos pueden considerarse grandes estudios anatómicos.
No se tratan de desnudos gratuitos sino que siempre son justificados por el tema
mitológico, histórico que lo requiere.
Entre los neoclásicos encontramos a Jacques Louis David, máximo exponente de
la pintura de dicho estilo. Para este la pintura suponía ante todo una lección de filosofía,
no cultivará muchas pinturas donde predomine el desnudo, más bien sus temáticas
tendrán un fuerte contenido ideológico.
Dominique Ingres fue alumno y heredero de la trayectoria de David, aunque es un
pintor difícil de encuadrar en un estilo artístico concreto por la diversidad que
encontramos en sus obras. Su devoción por Rafael y el acabado de sus cuadros son
características puramente clásicas, pero tiene también rasgos románticos como la
sensualidad y el orientalismo.
Su principal obsesión es la mujer y el desnudo femenino,
entre sus obras más destacadas encontramos “el bañista”-1808, “el baño turco” -1862,
“La Gran Odalisca” -1814,”La Fuente”- 1854.
En La fuente de Ingres podemos encontrar un cuadro claramente neoclasicista, en
ese oleo sobre Lienzo se muestra una mujer desnuda que es una Odalisca , presenta un
desnudo integral ,esta mujer aparece de pie frente al espectador mostrando al completo
su desnudez, presentando un rostro inexpresivo, con una mirada perdida. Posee una
belleza idealizada que evoca las proporciones de las Afroditas griegas.

Otro de los principales movimientos artísticos sobre todo de la primera mitad del
siglo XIX es el romanticismo. Si el neoclasicismo bebió de las fuentes de la antigüedad, el
romanticismo tomó como punto de referencia la Edad Media, implicara una idealización y
vuelta a ella. Este movimiento aparece como respuesta a las inquietudes que mueven a
poetas, pintores, que buscan vías de expresión más libres, no sujetas a las estrictas
normas de la academia.
En la pintura este movimiento se destacara por su rica policromía, cotidianeidad,
admiración por la naturaleza ya que hay un fuerte interés en ella, así como por los seres
fantásticos, extraños, monstruosos. Podemos observar como el romanticismo supone un
quiebre con lo anterior, no solo en cuanto a las características formales, sino respecto al
significado profundo dado por el artista, donde el mismo proyecta su yo interior.
Formalmente en cuanto al desnudo femenino seguirá los principios generales de
la pintura romántica, empleando una técnica mucho más libre y expresiva, desnudos
donde se observa un predominio del color sobre la línea, una pincelada suelta y cierto
sentido dramático o melancólico del mismo.
Dentro de la poética romántica podemos encontrar desnudos femeninos que
participan de diversos contextos y por lo cual el artista buscará reflejar por medio de su
representación diferentes sensaciones en el espectador. Por un lado, desnudos vinculados
con el exotismo, el universo oriental, etc., y por el otro desnudos más vinculados hacia el
dramático.
En ese primer caso sobre todo en lo referido al orientalismo también destacamos
a Ingres. Obras como la Gran Odalisca, o el Baño Turco; son claras muestra de la atracción
del hombre romántico por paraísos exóticos, lugares lejanos, llenos de placeres; cuerpos
voluptuosos que despiertan el atractivo de quien los observa.

En el caso del Baño turco, con fuerte contenido


oriental el artista representa a un grupo de mujeres desnudas en un harén. El cuadro
muestra una visión casi clandestina, como la de un espectador que penetra en la intimidad
del baño a través de un agujero en la pared.

Por otra parte en la


“Gran Odalisca” también podemos observar la fascinación que Ingres tenia por oriente.
Este cuadro como ya hemos dicho de Dominique Ingres, es una obra pintada en
1814, que mide 91 cm de largo por 162 cm de ancho, en el que se representa una mujer
desnuda, pintada en un escenario de lujosas telas, rodeada de signos típicamente
orientales, como el abanico, la pipa y el turbante, lo cual muestra esta fascinación por el
oriente a la que ya referimos.
Este cuadro fue encargado por Carolina, hermana menor de Napoleón, en aquel
momento reina de Nápoles. La palabra odalisca designa al turco Odalik, denomina una
mujer del Harén. Actualmente el mismo se encuentra en el Louvre de Paris.
Técnicamente se trata de un oleo sobre lienzo, con un tratamiento sutil de la
pincelada. La composición se articula por medio de una suave curva que arranca desde el
ángulo superior izquierdo contrapesándose con el gran cortinaje de la derecha.
Se destaca un fuerte predominio de la línea sobre el color, principalmente en la
definición de los perfiles, igualmente vemos un trabajo de degradaciones cromáticas, el
pintor contrapone las gamas cálidas a las telas frías y menos luminosas. La luz es suave e
incide directamente sobre el modelo quedando en penumbras el fondo; vemos una gama
cromática leve y monótona. La suavidad en la piel se ve no solo por la luz, también por la
oposición de las telas que la rodean.
En el cuadro se resalta la voluptuosidad de la mujer, pero los críticos de la época
destacaron ciertos defectos como el ser particularmente larga, el pintor es totalmente
consciente de ello. En mi opinión Ingres hasta busca resaltar dicho defecto ya que retrata
a la mujer vuelta de espaldas. También se le ha criticado la palidez de la misma, lo
inexpresivo de sus muslos.
De todas formas se plasmo en la figura una sensualidad calma y serenidad con un
fuerte grado de idealización, muy sugerente de espaldas destapando su figura entre ricos
almohadones, finas sabanas y lujosas cortinas.

Como ya hemos dicho el desnudo romántico utiliza el cuerpo de la mujer no solo


para contemplar un cuerpo bello y atractivo, estas mujeres a diferencia de las odaliscas
orientales manifiestan un sentimiento dramático, trágico.
Podemos verlo claramente en Gericault, en uno de sus primeros trabajos
importantes “la balsa de la medusa”, tanto el tema de la pintura como su dramática
representación significaron un quiebre con respecto al orden de la escuela neoclásica. Su
cuadro revive uno de los sucesos más impactantes de Francia, un cuadro cuya exposición
fue prohibida por más de dos años generando un fuerte escándalo social. Gericault realiza
una exposición de los cuerpos sobre una balsa media desecha, cuerpos desnudos,
aparecen muertos, putrefactos, mutilados cargados de una intensidad dramática.

En el caso de Delacroix máximo exponente del romanticismo también vemos


claramente como los desnudos cobran este sentido, tal es el caso de su obra “Muerte de
Sardanápalo”, el artista acentúa la carga dramática en un acontecimiento fatal. En esta
obra aparecen varios cuerpos desnudos de mujeres que están siendo asesinadas. Sus
cuerpos se retuercen intensamente tratando de escapar de su cruel destino. La obra nos
presenta una escena llena de dinamismo con un acusado caos y dramatismo.
Uno de los
desnudos mas celebres de este autor lo representa “La libertad guiando al pueblo”.
El lienzo representa una escena del 28 de julio de 1830, muestra al pueblo unido,
luchando por la liberación. Delacroix crea una obra en la que representa una escena del
levantamiento en Paris contra la monarquía de Carlos X. Esta obra muestra la alegoría de
una mujer representando la libertad, cuyo personaje es el centro de la escena. Aquí vemos
claramente como el desnudo de la mujer deja de representar un ideal de belleza, exenta
de connotaciones sexuales, siendo la manifestación de una idea central en el
romanticismo, la libertad.
Conforma una pintura cargada de elementos simbólicos: niños, jóvenes, adultos, la
clase obrera. Todo en defensa de un único ideal. En el centro la imagen, la mujer que
muestra su pecho (lo cual escandalizo a parte de la sociedad francesa) y alza
enérgicamente la bandera francesa. A su derecha el hombre con sombrero representa la
burguesía, conforma un autorretrato de Delacroix quien no participo en la revolución; a su
lado izquierdo un niño portando un arma en cada mano representa en futuro de la
sociedad francesa. “Aunque hay presencia de obreros y campesinos, el artista cree más en
la capacidad de la burguesía .De ahí que sea un burgués quien está más cerca de la
alegoría femenina”
En esta obra además de los muchos elementos románticos (ideal de libertad,
expresión de los sentimientos, dramatismo, predominio del color), también refleja
elementos realistas tal es el caso de las vestimentas y los rifles de la época.
En cuanto a la composición del cuadro “El esquema no puede ser más clásico. Las
figuras se distribuyen de arriba abajo, formando una pirámide. La sensación de estabilidad
se ve reforzada por la división del cuadro en dos mitades, las figuras de pie y el perfil de
Notre Dame marcan la conexión entre albas partes.”
Como dijimos vemos una clara triangulación (muy similar a la balsa de la medusa)
con una base estable conformada por los muertos, estos apilados en el suelo. Un claro
vértice formado por la figura de la libertad. La imagen de la libertad recuerda por su forma
a la Venus de Milos aspecto que remarca la influencia clásica.
Como podemos observar es una escena cargada de teatralidad y fuerte
dramatismo, cuyos colores son vibrantes, se destacan los que representan el pabellón
francés ( rojo, blanco y azul) que agregan fuerza dramática a la escena destacados entre
una gama de grises, ocres y marrones. Los fuertes claros oscuros aumentan la tensión y
movimiento en la obra.
El ligero pincel y la fuerza luminosa de sus colores exaltan la vitalidad de sus
cuadros. La luz del cuadro es irreal, Ilumina claramente la libertad con la bandera tricolor
con el objetivo de potenciar el movimiento. Por otra parte la sensación de perspectiva
está presente por los edificios de fondo y la multitud que se va alejando y reduciendo al
fondo del lienzo.
No podemos dejar de mencionar a Francisco Goya y Lucientes, artista que no
podemos encasillar en un único estilo. Algunos autores como Argán lo ubican como un
pintor romántico, para otros es un pre romántico. Su obra abarca desde los cartones para
tapices, hasta la pintura de mural, el gravado y el dibujo. Goya trabajara la mayor parte
de su vida como pintor al servicio del rey, y realizará numerosas obras por encargo de
organismos públicos.
Este pintor pertenecía al círculo de ilustrados de la corte, aunque sus pinturas son
fruto de una constante reflexión y experiencia producto de un reformismo ilustrado.

Entre sus obras


más destacadas podemos destacar “la maja desnuda” y “la maja vestida”.

En el siglo XVIII español, con el nombre de “majas” se designaban a las mujeres de


clase popular madrileñas que gozaban de cierta libertad de costumbres y desparpajo
popular en el trato. Algunas mujeres de clase alta se vistieron de maja haciendo que este
tipo de mujer se pusiera de moda en los círculos aristocráticos; incluso según Alejandra
Val algunos piensan que Goya representó a una mujer disfrazada de maja.
Godoy fue el comprador de la Maja desnuda. En 1792 fue nombrado ministro y al
mismo tiempo adquirió el titulo de protector de la Real Academia de Nobles Artes, cargo
que le dio posibilidad de acceder a innumerables pinturas. En España en el siglo XVIII era
común que personajes reconocidos tuviesen gabinetes privados donde guardaban las
pinturas que podrían resultar problemáticas. En 1807 Fernando VII se la confisco a Godoy
por considerarla obscena, en 1815 se le obligo a Goya a presentarse a declarar en el
Tribunal para explicar sobre los motivos que lo llevaron a realizar tal obra. Finalmente la
Maja desnuda fue a parar al Museo del Prado por real orden en 1901.
La maja desnuda es la primera figura femenina que muestra el vello púbico justo
en el centro del cuadro, esto la hace una mujer real, de carne y hueso alejada de las
imágenes mitológicas. Se sabe que en un principio ambos cuadros, la maja desnuda y la
maja vestida que eran propiedad de Godoy, en su gabinete, la vestida se encontraba sobre
la desnuda, de tal forma que mediante un mecanismo se descubría este último cuadro.
En ambas pinturas se retrata el cuerpo entero de una misma mujer recostada
plácidamente en su lecho y mirando directamente al espectador, Goya pintó un desnudo
distendido como si ella no supiera que estaba desnuda, sin tensión, se exhibe y provoca al
espectador. Es un desnudo sin disimulos, marca sus senos separados pero firmes
retrayendo sus brazos, y coloca las piernas de manera muy elegante.
El pintor define claramente el contorno de la dama y la luz sobre ella destaca su
palidez y su piel nacarada.
Ahora bien, es de destacar que hasta Manet la mayoría de los artistas pintaron
desnudos para gabinetes privados o exposiciones de arte siempre de mujeres entre las
clases altas, en interiores lujosos. Con Manet vino el escándalo ya que fue este quien puso
al descubierto la hipocresía de la sociedad al pintar de forma realista una prostituta.
Muchas de las obras de Manet eran rechazadas por los salones académicos como es el
caso de uno de sus cuadros “Almuerzo campestre” donde dos mujeres desnudas
acompañadas por dos hombres vestidos miraban al espectador provocándolo.
En el caso de la Olimpia si bien fue inspirada en la Venus de Urbino de Tiziano, y en
la Maja desnuda de Goya, el personaje central resultó ser una prostituta parisina. Esta
obra fue fuertemente criticada en la época tildada de impúdica y destacando la falta de
técnica del pintor.

En el ámbito regional es de destacar la figura de la Cautiva, objeto de diversas


representaciones artísticas. La imagen de la cautiva surge en la plástica rioplatense en las
primeras décadas del siglo XIX, según Malosseti “la cautiva es una imagen erótica, ya sea
como objeto y víctima del erotismo salvaje del indio en medio de escenas de sangre y
destrucción, sea como objeto del deseo civilizado de sus esposos, sea como pretenda de
amor del blanco, la imagen visual contribuirá a subrayar el aspecto sensual de las escenas
del rapto”.
En el mundo de los blancos la cautiva ya no es una heroína casta que logra
mantener su pureza más allá de todo, es ahora un personaje de fronteras, sin identidad,
condenada. El rapto representa un impulso primitivo del erotismo masculino, desde el
siglo XV el mismo se instaló como topos erótico en la plástica europea. Esta larga tradición
iconográfica se instala en el ámbito rioplatense con la llegada de pintores viajeros de
formación romántica, entre los que se destaca Rugendos (llegó al rio plata en 1888
impresionado por el poema “la cautiva”).
Inspirado en los versos del poeta argentino Etchevarria, Blanes recurre a la figura
de una mujer cubriéndose en rostro como representación de una patria humillada por el
sistema político imperante.
Bibliografia:

- ( agregar libro)

- ARGAN, G “El Arte Moderno”

- Malosseti, Laura.”Rapto de las cautivas Blancas” Universidad de Buenos Aires.1994.

- Val Cubero, Alejandra “La percepción social del desnudo femenino en el arte”. Minerva
Ediciones. Madrid.2003.

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