Puente Bayley Diseño Moderno
Puente Bayley Diseño Moderno
Puente Bayley Diseño Moderno
18 de marzo del 2017. Kilómetro 515 de la Panamericana Norte. El río crece y el puente
Virú se desploma. La parte central termina en el agua. Kilómetro 443 de la Panamericana
Norte. Ese mismo día el puente Coishco, que conecta Chimbote con el norte del país,
sufre la misma suerte. Un mes después Provías Nacional instala en su reemplazo puentes
portátiles de tipo Bailey de 1’000,000 de ciclos de vida útil, que en el Perú se usan en
situaciones de emergencia.
Todo bien hasta ahí. Desde el año 2009 el Estado está comprando este tipo de tecnología,
y hasta la fecha se han instalado 632 puentes modulares a nivel nacional. Son
maravillosas obras de ingeniería militar que soportaron el peso de los tanques modernos.
Fueron diseñadas por Donald Bailey, un ingeniero que trabajaba en la oficina de guerra del
Ejército británico durante la Segunda Guerra Mundial. Las piezas modulares se
transportaban en camiones y su ensamblado duraba solo unas horas porque no requerían
de herramientas o equipos especiales, ni se necesitaba maquinaria pesada para hacerlo.
Era una tarea que se podía realizar incluso durante el fragor de los combates.
La época de los megapuentes como el Brooklyn Bridge, el Golden Gate o los puentes de
madera de Madison parece haber dado paso a tecnologías provisionales más funcionales
para esta era de cambios climáticos en los que se multiplican los desastres naturales, y en
la cual los enormes puentes de concreto parecen dinosaurios destinados a desplomarse
con mayor frecuencia.
Esta tecnología que utiliza el metal para confeccionar paneles intercambiables no se había
usado en el Perú, donde con cierta frecuencia se produce el colapso de los puentes de
concreto. Por ejemplo, el puente Virú, en plena Panamericana Norte, se ha caído dos
veces, en 1998 y en 2014 cuando era de asfalto.
La ventaja de los puentes Bailey es que si una de sus piezas se malogra, simplemente se
cambia y sigue en función. Por eso es que esta tecnología de piezas importada de la
guerra es la que se está usando actualmente en el país. Desde los años 40 hasta la
actualidad, su sistema es el mismo. Se basa en paneles metálicos que se unen con pines
de acuerdo a los requerimientos de longitud y capacidad de carga del puente.
Estas piezas de acero son idénticas, intercambiables, suficientemente ligeras para ser
transportadas en contenedores, de fácil instalación y desinstalación. Su longitud
dependerá de la cantidad de módulos que se instalen, pero la máxima luz sin necesidad de
un pilar intermedio es de 60 metros aproximadamente.
Ricardo Bernales, exdirector ejecutivo de Provías Nacional, sostiene: “La compra de estos
puentes responde a las necesidades de la emergencia por periodos definidos, hasta que
se ejecute la construcción de un puente definitivo; aunque también se puede contemplar el
uso de estos puentes por periodos más largos en rutas de bajo tránsito”.
La característica principal y limitante de los puentes que se han comprado es que son
provisionales: su vida útil depende de las características del acero que se use en su
construcción, y están hechos para soportar solo 1’000,000 de ciclos. (Ciclos: las veces que
un camión de 40 toneladas puede pasar por un puente).
Otra de sus limitaciones es que este tipo de estructuras no puede ser muy larga. Por
ejemplo, el puente Huaycoloro, instalado el año pasado en el distrito de Lurigancho,
Chosica, tiene una extensión de 42 metros y soporta 42 toneladas de peso. Hay otros un
poco más largos, como el puente provisional de Virú, que mide 112 metros, tiene dos
carriles, su capacidad de soporte es de 48 toneladas y sus estructuras metálicas se
diseñaron para soportar una carga americana HL 93 de 48 toneladas, de acuerdo a la
norma AASHTO para 1’000,000 de ciclos de carga.
Según Provías, hay puentes que ya fueron comprados pero no instalados. Son módulos
que están almacenados, esperando la próxima emergencia.
¿Todo bien hasta ahí?
El 2017 la empresa Acrow Corporation of America firmó un acuerdo con Provías para
venderle 101 puentes de acero. Anteriormente ya había instalado otros 65 puentes para
Provías Descentralizado y 60 para Provías Nacional. El número total de puentes instalados
por esa empresa es de 231. Esta y la china Harzone-Catic han cubierto toda la demanda
proveniente de las emergencias.
Estos datos, así como las especificaciones técnicas de las licitaciones, ha generado
alarma entre los competidores, algunos de los cuales sostienen que en los últimos años
las licitaciones de la Gerencia de Intervenciones Especiales de Provías Descentralizado
parecen tener nombre propio: Acrow. Ante estas acusaciones, dicho organismo se
defiende con el argumento de que “ambas empresas cuentan con patentes de diseño y
funcionalidad de las estructuras de acuerdo a la normativa internacional”.
Es cierto que la revisión de las características técnicas exigidas en las licitaciones para la
adquisición de puentes modulares provisionales, en reemplazo de los que colapsaron por
los efectos de El Niño Costero, da como resultado casi un calco y copia de las de dicha
empresa. A continuación ponemos un extracto de una licitación publicada este año que
ejemplifica lo que hemos dicho:
“Las estructuras metálicas se diseñarán para la sobrecarga americanas HL 93, para un
mínimo de 1’000,000 de ciclos de carga vinculados con el rango de esfuerzo”. “El sistema
de conexiones entre paneles deberá ser del tipo pasador (pines o bulones), y para los
demás elementos (vigas, pisos, arriostres) serán del tipo perno”. “Los elementos
principales de los paneles y cordones/perfiles de refuerzo deberán ser de acero
equivalente a ASTM A572 grado 65 o sus equivalentes entre otros estándares”. “Los
elementos de las vigas transversales y los elementos de piso serán de acero ASTM a 572
Grado 50 o sus equivalentes a otros estándares”. “Los pasadores serán de acero
equivalente a ASTM a 668/A 668 M-04 o sus equivalentes en otros estándares, con un
límite elástico variable entre 650 a 800 N/mm2”.
Los puentes Acrow tiene la misma conexión entre paneles (tipo pasador con pines y
bulones) y acero de grado 65. Y así sucesivamente, se especifican todas las
características de la marca en cuestión.
Uno de los aspectos que más sorprenden son los criterios para la adjudicación. No se le
otorga un puntaje mayor a la propuesta que ofrezca más de un millón de ciclos, o una
garantía de mayor duración, o un acero de mejor calidad, o una mayor solidez o una
menor vibración. Sostienen que al momento de otorgar el puntaje, el elemento más
importante es el precio.
Provías ha respondido que para ellos, en efecto, la diferencia sustancial entre un producto
y otro es el precio. Sostienen: “De acuerdo a los manuales de los productos ofrecidos por
las empresas, podemos indicar que las características son muy similares toda vez que
este tipo de puentes mantienen las mismas características del puente Bailey original”.
Al parecer Provías no está valorizando debidamente la vida útil de los puentes. En la
evaluación de las propuestas no califican de forma diferenciada la cantidad de ciclos de
carga que puedan soportar. (Le otorgan el mismo puntaje a un puente diseñado para
soportar un millón de ciclos que a otro diseñado para soportar 10 millones de ciclos).
Tampoco se valoriza bien la garantía de los puentes. A pesar de que Provías reconoce
que la garantía es un elemento constitutivo de la calidad de un bien ante cualquier
situación de deformaciones prematuras o desprendimiento del galvanizado, en las
licitaciones se estipula que las estructuras modulares que ofrezcan garantía de fábrica por
siete años a más obtendrán 100% del puntaje. Si una propuesta ofrece una garantía mayor
de siete años recibe el mismo puntaje, como si no importara dicho plus.
“Las licitaciones no permiten obtener el mayor valor para la red vial nacional peruana ni
garantizar la seguridad vial de los usuarios. Al contrario, fomentan que los postulantes
ofrezcamos menores plazos de garantía que los que ofrecemos en otros países”, sostiene
un fabricante de puentes.
La fuerza de carga que piden es de 65 libras por pulgada cuadrada. Algunos especialistas
recomiendan el de 50 libras por pulgada cuadrada porque es más seguro, a pesar que
tiene menos capacidad de carga.
Uno de los especialistas asegura que “es una mentira que la capacidad de carga del acero
es mejor para un puente. Lo que hacen es hacer vigas más delgadas. Es mejor poner más
soportes y repartir el peso. La excusa de subirle a 65 mil la fuerza del acero, baja la
cantidad de acero, cuesta menos y se quiebra. Se quiebra porque no hay control sobre las
carreteras en el Perú. Se pueden poner más vigas de acero o ponerle refuerzos
transversales y es más seguro”.
Debe distinguirse entre puentes de uso temporal y los de duración temporal. Los primeros
se instalan de forma rápida para satisfacer una urgencia ambiental, y se retiran cuando
uno definitivo lo reemplaza. La urgencia determina que sea modular, con piezas
intercambiables (pero reutilizables) como las de un lego, que se puedan desarmar e
instalar en otro lugar, de fácil armado por personal no especializado y de rápida
desinstalación.