Psiquatria

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Nombre: Risangela Soriano

Matricula: DN-19-10449
Materia: psiquiatria viernes 7am a 1pm
El alcoholismo

El alcoholismo es la incapacidad de controlar el consumo de alcohol debido a una


dependencia física y emocional.
Los síntomas incluyen consumo recurrente de alcohol a pesar de los problemas legales
y de salud relacionados. Las personas alcohólicas pueden beber al comienzo del día,
sentirse culpables por el consumo y tener el deseo de reducir la cantidad de alcohol
que ingieren.
El tratamiento incluye el asesoramiento por parte de un profesional del cuidado de la
salud. Una opción para aquellos que necesitan ayuda adicional son los programas de
desintoxicación en hospitales o instalaciones médicas. Existen medicamentos que
reducen el deseo de consumir alcohol.

Sintomas
Incapacidad de mantenerse sin consumir alcohol.
Promesas incumplidas de controlarse o abstenerse.
Descuido en la higiene personal y la alimentación.
Trastornos del sueño.
Ausencia, errores y retrasos recurrentes en el trabajo.
Angustia o presión en el pecho por las mañanas.
Mentir sobre la cantidad ingerida o esconder botellas.
Pérdida de tiempo y/o dinero en planear el consumo, consumiendo o por la resaca.
Beber solo o juntarse con personas con las cuales el único vínculo es la bebida.
Tener algún tipo de consecuencia por el consumo de alcohol y no ser capaz de
controlarse.
Sentimientos de culpabilidad el día siguiente.
Lagunas mentales.
Ponerse a la defensiva al hablar sobre el problema.
Incapacidad para divertirse sin la presencia del alcohol.
Episodios de cambio de personalidad bajo los efectos del alcohol.

el alcoholismo genético
Desde hace mucho tiempo está reconocido que los factores genéticos juegan un papel
importante en la adicción al alcohol. Si tu padre o hermanos han padecido
alcoholismo, es de tres a cuatro veces más probable que tú puedas sufrir alcoholismo y
convertirse en un alcohólico. Esto no significa que con seguridad podrías desarrollar
una adicción al alcohol, y tampoco que no puedas recuperarte de ella si padeces
alcoholismo en algún momento

los otros factores de riesgo


Cualquier combinación de una variedad de factores genéticos, psicológicos y
ambientales pueden jugar un papel en el desarrollo de la adicción al alcohol.
Psicológico
Rasgos de personalidad tales como baja autoestima
Estrés y ansiedad
Problemas de salud mental como la depresión.
Social
Educación adversa
Fácil disponibilidad de bebidas alcohólicas
Aceptación cultural
Empleo - ciertos grupos están en mayor riesgo, aunque el desempleo es también un
riesgo.

Patrones de comportamiento - familia, amigos, comunidad, ídolos


"Cuando era estudiante, formé una banda con un amigo. Entramos en un concurso, el
“NOS Meervaart Jazz Contest”, y ganamos. Seis meses después estaba tocando 200
conciertos al año. Eso significaba viajar en carretera y conducir por todo el país, y
también por Europa. Tocábamos mucho en Alemania.

Fue una gran fiesta. Era una especie de vida de rock 'n' roll. Y beber era parte de ello.
¡Eso y todo lo demás! Eso está bien, hasta que se convierte en un hábito... Antes de
que te des cuenta, han pasado diez años, y se ha convertido en un algo fijo de tu vida.
Cuando te quieres dar cuenta, han pasado otros diez años, y tienes un problema...
Todos mis referentes consumían drogas, básicamente. No puedo nombrar a nadie que
no lo hiciese. Nunca me di cuenta de que estaba jugando con fuego. No empecé a
drogarme porque ellos consumían, por supuesto. Pero era un gran argumento para
silenciar mi alter ego". Ben, músico y maestro.

consecuencias del el alcoholismo


El consumo de alcohol produce, por un lado, daños a nivel físico y de las capacidades
intelectuales, y, por otra parte, afecta al plano social de la persona como consecuencia
de las acciones y comportamiento que la bebida causa en las personas.

A nivel individual, el alcohol provoca, con afección de mayor o menor gravedad, según
los casos, desinhibición al hablar, pérdida del autocontrol, mareos, vómitos,
convulsiones, delirium tremens, coma etílico y muerte por alcohol.
El consumo de bebidas alcohólicas es también responsable de enfermedades del
sistema nervioso, cardiovasculares, cerebrales, sistema digestivo, cáncer y anemia,
entre otras.

A la vez, el alcohol puede producir en las personas la ejecución de agresiones verbales


y físicas, destrozos materiales y provocar accidentes e incluso la propia muerte o de
terceros por conducción en estado de embriaguez

Es una adicción muy extendida


El consumo de alcohol es, desde hace años, uno de los hábitos más extendidos en la
sociedad. Forma parte de la llamada “cultura popular” y del ocio de un amplio
segmento de población. Es, sin lugar a dudas, la droga legal sobre la que se tiene un
menor sentido de peligro y de la gravedad de las consecuencias de su consumo
excesivo. La estadística refleja que algo menos de la mitad de los jóvenes siguen sin ver
un problema el consumo de alcohol.
Los datos a nivel internacional reflejan que cada año mueren 3,3 millones de personas
en el mundo por problemas de salud relacionados con el consumo de alcohol, lo que
supone una muerte cada diez segundos.

Según los datos de la Dirección General de Tráfico, el alcohol estaría implicado en un


25 por ciento de los accidentes que se producen en las carreteras y, anualmente, más
de 100.000 conductores dan positivo en controles de alcohol y otras drogas.

Prevencion del alcoholismo


La prevención del alcoholismo debe iniciarse en la adolescencia o incluso antes. La
recomendación es no beber nada de alcohol antes de la edad adulta. Para fomentar la
abstención alcohólica es fundamental la actitud de la familia del menor; así, hay padres
que no quieren que sus hijos beban pero consumen bebidas alcohólicas con frecuencia
en presencia de sus hijos, o hacen comentarios sobre “cuánto bebían de jóvenes”. Esta
conducta pro-alcohol puede hacer que el joven considere que el consumo de alcohol
es algo normal y deseable en algunas ocasiones (por ejemplo cuando se está con
amigos).

En segundo lugar, es preciso informar al adolescente sobre las consecuencias reales


del alcohol. Afortunadamente cada vez son más los jóvenes que conocen los efectos
del alcohol y las graves consecuencias que puede tener sobre su salud y su calidad de
vida, pero si no se acompaña de medidas efectivas de prevención, la información no es
suficiente.

Por eso, un tercer pilar fundamental para evitar la adicción, será dotar al adolescente
de las estrategias necesarias para eliminar los factores de riesgo que le pueden inducir
a consumir alcohol, como mejorar su autoestima y sus habilidades sociales. En este
sentido, será fundamental también ayudar al joven a soportar la presión del grupo y
mostrarle formas alternativas de diversión.

En esta línea, la FAD (Prevención de Ayuda Contra la Drogadicción) ha desarrollado un


programa de prevención del alcoholismo desde el ámbito familiar. Sus objetivos son
desarrollar una visión adecuada del uso y abuso del alcohol, y proporcionar estrategias
de intervención que ayuden a los padres a prevenir el consumo de alcohol en el
ámbito familiar.

Tipos de alcoholismo según la clasificación de Jellinek

Existe un gran número de causas y pautas de consumo del alcohol en personas


dependientes.
En este sentido se han establecido un gran número de clasificaciones, destacando la
propuesta por Jellinek. Este autor clasifica a los bebedores y a los alcohólicos en cinco
grupos distintos, con el fin de indicar los problemas sociales y terapéuticos propios de
cada grupo.
1. Bebedores tipo Alpha
Este tipo de bebedor realiza un consumo exagerado y excesivo con el objetivo de
mitigar los efectos de una enfermedad mental o médica. En estos bebedores no hay
una verdadera dependencia, con lo que en realidad esta clasificación no entraría
dentro del concepto de alcoholismo.

2. Bebedores tipo Beta


En este tipo de bebedores no existe tampoco una verdadera dependencia alcohólica.
Se ven incluidos en esta clasificación los bebedores sociales, que consumen
excesivamente cosa que les puede provocar una lesión somática.

3. Alcoholismo tipo Gamma


Este tipo de individuos presentan una verdadera adicción, manifestando una clara
pérdida de control ante la bebida, craving o deseo desmesurado por acceder a ella,
tolerancia al alcohol y adaptación a sus metabolitos. Dentro de este grupo se
encontrarían los sujetos alcohólicos crónicos.

4. Alcoholismo tipo Delta


Los sujetos incluidos en esta categoría presentan también una adicción al alcohol,
presentando incapacidad para mantener la abstinencia pero sin presentar una pérdida
de control ante la bebida. Dicho de otro modo, necesitan beber de forma asidua, pero
sin llegar a estar ebrio.

5. Alcoholismo tipo Epsilon


El llamado alcoholismo periódico se da en los sujetos que presentan pérdida de control
ante la bebida y problemas conductuales, pero consumiendo de forma esporádica,
pasando largos periodos entre toma y toma.

Trastornos derivados del alcoholismo


El consumo abusivo de alcohol puede provocar problemas graves en la salud física y
mental de los consumidores.

Intoxicación alcohólica
Entre ellos destaca la intoxicación etílica, es causada por la ingestión reciente de una
cantidad elevada de alcohol (o bien consumido con una velocidad excesiva) y se
caracteriza por la presencia de cambios psíquicos y conductuales como agresividad,
euforia, control muscular deficiente, enlentecimiento mental y físico, farfulleo,
alteraciones de memoria, percepción y atención. Puede ir de la simple ebriedad al
coma etílico y la muerte.

Síndrome de abstinencia
Otro de los trastornos relativos al consumo de alcohol es el síndrome de abstinencia.
Este síndrome, que se da ante el cese o interrupción brusca en consumidores crónicos,
suele iniciarse con temblores entre las siete y cuarenta y ocho horas el último
consumo.
Son frecuentes la ansiedad, agitación, temblor, insomnio, náuseas e incluso las
alucinaciones. Las alteraciones de este síndrome dependen en gran medida del tiempo
y cantidad de consumo frecuente, pudiendo presentarse convulsiones y crisis
epilépticas, alucinosis alcohólica o incluso delirium tremens como una de las
manifestaciones más graves de abstinencia.

En el caso del delirium tremens, es muy importante recurrir a ayuda médica con
urgencia, ya que un 20% de los casos son mortales en caso de no acudir al hospital, e
incluso contando con intervención de especialistas, un 5% de las personas mueren.
Este cuadro clínico aparece en 3 fases:

Primera fase: ansiedad, taquicardia, insomnio y mareos.


Segunda fase: 24 horas después, los síntomas anteriores se agravan y aparecen
temblores y abundante sudoración.
Tercera fase: alucinaciones, desorientación, taquicardia, delirios y estupor.
Amnesias inducidas por alcohol
También son conocidos los blackout, o amnesias parciales, que se pueden clasificar en
amnesia dependiente del estado (en que se olvidan acciones realizadas durante la
ebriedad que solo se recuerdan en estado de embriaguez), fragmentaria (amnesia de
lo ocurrido durante la embriaguez con algunos momentos intermedios preservados) o
en bloque (olvido total de lo ocurrido durante la borrachera).

El abuso habitual del alcohol hace que mueran muchas neuronas del hipocampo, y
como consecuencia aparecen problemas a la hora de crear recuerdos sobre lo que
ocurre cuando el nivel de alcohol en sangre es alto. A la vez, los problemas de memoria
declarativa pueden permanecer en el largo plazo.

Trastornos del sueño


Se producen también dificultades de sueño, disminuyéndose el sueño REM e
incrementándose las fases 2 y 3 del sueño no REM para producirse en la segunda
mitad de la noche un repunte del sueño REM que puede despertar al individuo.

Trastornos crónicos
Al margen de estos trastornos de carácter agudo, también pueden presentarse
trastornos crónicos tales como el Síndrome de Wernicke-Korsakoff, alteraciones
cognitivas (pérdida de memoria, disminución de capacidad de juicio y planificación o
deterioro de la atención entre otras) o disfunciones sexuales, de personalidad
(incluyendo celos patológicos en las relaciones de pareja) y otros trastornos
neurológicos y hepáticos.

Tratamientos eficaces establecidos


A nivel farmacológico, se emplean distintos medicamentos para tratar la dependencia
al alcohol. Destaca el uso de disulfiram para producir una respuesta aversiva a tomar
alcohol y la naltrexona para frenar el craving o deseo de consumo.

Respecto al tratamiento psicológico, a lo largo del tiempo se han creado múltiples


programas y tratamientos con el fin de combatir el alcoholismo. De entre ellos algunos
de los más eficaces en la actualidad son la aproximación al refuerzo comunitario, la
terapia cognitivo-conductual y la terapia familiar y de pareja.

1. Aproximación al refuerzo comunitario o "Community Reinforcement Approach"


(CRA)
Programa ideado teniendo en cuenta la importancia de la familia y la sociedad a la
hora de reforzar la sobriedad del alcohólico. Se emplean en él técnicas motivacionales
y refuerzo positivo. El objetivo principal del programa es reducir el consumo y
aumentar el comportamiento funcional.

Se emplea disulfiram, entrenamiento en habilidades de comunicación, entrenamiento


en técnicas de búsqueda de empleo, actividades lúdicas no compatibles con el alcohol
y entrenamiento en manejo de contingencias para resistir la presión social a beber
mediante sensibilización encubierta. Se trata del programa con el mayor nivel de
eficacia comprobado.

2. Terapia cognitivo-conductual
Incluye entrenamiento en habilidades sociales y afrontamiento y prevención de
recaídas.

En el primer paso se pretende producir un aumento de la capacidad de manejo de las


situaciones que desencadenan el deseo de beber, preparando para el cambio,
enseñando habilidades de afrontamiento y generalizándolas a la vida cotidiana.

Respecto a prevención de recaídas, se incide en la posibilidad de que el sujeto vuelva a


beber en una ocasión (caída), diferenciándolo de la recaída (reinstauración del hábito)
para que no se dé un efecto de la violación de la abstinencia (creando disonancia
cognitiva y auto atribución personal de la adicción, cosa que a la larga provoca una
culpabilidad que facilita la recaída).

3. Terapia familiar y de pareja


Componente esencial en los programas de tratamiento. Por sí solo también resulta de
una gran efectividad. Al margen del propio problema, se focaliza en cómo éste afecta a
la relación de pareja y refuerza la comunicación, negociación y actividades que facilitan
mantener la relación de forma correcta.

El tratamiento consiste en terapia y sedantes


El tratamiento incluye el asesoramiento por parte de un profesional del cuidado de la
salud. Una opción para aquellos que necesitan ayuda adicional son los programas de
desintoxicación en hospitales o instalaciones médicas. Existen medicamentos que
reducen el deseo de consumir alcohol.

CASOS CLÍNICOS
• Caso 1: Hombre de 50 años de edad, con nivel escolar de secundaria básica, casado,
con 2 hijos (una hembra y un varón), jubilado, proveniente de una familia extensa y
disfuncional, quien refirió que consumía bebidas alcohólicas desde lo 37 años de edad
(por un período de 13 años) para olvidar los problemas. También expuso que había
crecido en un medio social donde se bebía bastante y se adquirían las bebidas
alcohólicas fácilmente.
− Observación
Durante el estudio el paciente se mostró colaborador, tuvo un lenguaje claro, acorde a
su
nivel escolar, no se apreciaron signos clínicos de depresión ni ansiedad. Presentó
inadecuados hábitos higiénicos, lo que hizo que su aspecto físico y general no fuese
adecuado. Al aplicar los instrumentos evaluativos, el afectado explicó que se sentía
bien,
no le dolía nada, le disgustaba la mala forma y sufría por lo que no tenía. También
expresó que sus nervios estaban alterados y siempre había sido así, que había perdido
muchas cosas en la vida, especialmente parte de su familia, que la economía era su
principal problema y su salud física no era buena, por lo que la muerte le sabía a gloria.
Asimismo, dijo que no esperaba nada en la vida, siempre pensaba en lo bueno y lo
malo,
necesitaba bastante cosas y recuperar muchas otras; había perdido muchos amigos y
familiares y, por otra parte, sus problemas trataba de resolverlos con calma y se
MEDISAN 2012; 16(7):1085
“refugiaba” en la bebida. Finalmente, afirmó que le gustaría estar bien y restaurar su
familia, pues creía que así podría lograr ser feliz, aunque también quería seguir
bebiendo.
− Diagnóstico
Los factores psicosociales de mayor incidencia que provocaron la dependencia
alcohólica
en este paciente fueron la influencia del medio social, favorable para el consumo y la
adquisición de bebidas alcohólicas, y la evasión a los problemas que le afectaban. Se
identificaron, además, dificultades económicas, ideas depresivas asociadas a muchas
pérdidas, por lo que se afianzaba la idea de continuar el consumo y, con ello,
permanecer
en su condición de enfermo. Se valoró la utilización de afrontamiento pasivo sin
control,
puesto que no lograba controlar las emociones negativas y facilitaba la retórica para
evadir la realidad mediante el alcohol. Se observó un fuerte arraigo a mecanismos
esquivos para enfrentar los problemas de la vida.
Se observó la existencia de problemas psíquicos frecuentes que señalaban la presencia
de trastornos en esta esfera de larga evolución. No se declaró un evento vital fuerte
como desencadenante del problema, al menos referido por el paciente como algo
importante en su visión sobre las posibles incidencias de factores causantes de su
adicción, ni se manifestó algún acontecimiento de este tipo durante el momento de la
evaluación.
Oligofrenia
Deficiencia mental congénita, caracterizada por alteración del sistema nervioso,
deficiencias intelectuales y perturbaciones afectivas. Es producida por la interrupción
del desarrollo de la inteligencia durante el periodo intrauterino o a muy corta edad
(siempre antes de los 18 años).

Características
Es también un trastorno permanente, producido en los momentos iniciales de la
maduración psicosomática, que se traduce por un déficit de todas o algunas de las
funciones intelectuales, por una alteración de las estructuras orgánicas, y por una
perturbación de la vida instintiva, volutiva y afectiva que provoca una conducta
actitudinal problemática en su adaptación a la vida.

Causas
Hereditarias, por transmisión de un gen degenerativo.
Genéticas, por alteración cromosómica del digote.
Blastofóricas, por una alteración cornológica, tióficas, infecciosa, tóxica o física del
gameto masculino o femenino.
Embiopáticas o fenopáticas, por alteración del desarrollo debida a enfermedades
infecciosas, tóxicas o metabólicas de la madre.

Síntomas
Deficiencia mental.
Incapacidad para hablar y para llevar a cabo cualquier tarea sencilla solos, etc.
Diagnóstico
El diagnóstico de la oligofrenia debe realizarlo un personal especializado en el uso de
técnicas psicometrías estandarizadas; por lo tanto, el docente deberá hacer la consulta
a un centro de salud mental o directamente a un psicopedagogo.

Tratamiento
Para el tratamiento de la oligofrenia es importante una buena rehabilitación a cargo de
un personal especializado. Aunque la oligofrenia es incurable, lo que sí se puede y
debe hacer es preparar al enfermo para que con arreglo a su capacidad se adapte a
unas condiciones de vida y trabajo apropiadas. Para esta adaptación hay que
proporcionarle al oligofrénico un ambiente adecuado. En esto tiene que actuar y
colaborar la sociedad, los familiares etc.

El mongolismo o sindrome de down


Requiere diagnóstico médico
El síndrome de Down se caracteriza por una apariencia física típica, discapacidad
intelectual y retrasos en el desarrollo. Además, puede estar asociado con
enfermedades cardíacas o de la glándula tiroides.

Las personas pueden sufrir:


Desarrollo: desarrollo tardío, discapacidad de aprendizaje, talla baja o retraso del habla
en un niño
Ojos: manchas o ojo vago
También comunes: dificultad para pensar y comprender, braquiocefalia, fisuras
palpebrales inclinadas hacia arriba, apnea obstructiva del sueño, cardiopatía
congénita, dermatitis seborreica, desplazamiento de la lengua, enfermedad de la
tiroides, engrosamiento de la piel de las palmas y las plantas, exceso de piel en la nuca,
inestabilidad atlantoaxoidea, inmunodeficiencia, meñique doblado, músculos flácidos,
obesidad, orejas bajas, pliegue simiesco, policitemia, pérdida de la audición,
respiración por la boca o trastorno de la visió.

El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una


copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales,
por ello se denomina también trisomía del par 21. Se caracteriza por la presencia de un
grado variable de discapacidad cognitiva y unos rasgos físicos peculiares que le dan un
aspecto reconocible. Debe su nombre a John Langdon Down que fue el primero en
describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas
que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérôme Lejeune
descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.

No se conocen con exactitud las causas que provocan el exceso cromosómico, aunque
se relaciona estadísticamente con una edad materna superior a los 35 años. Las
personas con síndrome de Down tienen una probabilidad superior a la de la población
general de padecer algunas enfermedades, especialmente de corazón, sistema
digestivo y sistema endocrino, debido al exceso de proteínas sintetizadas por el
cromosoma de más. Los avances actuales en el descifrado del genoma humano están
revelando algunos de los procesos bioquímicos subyacentes a la discapacidad
cognitiva, pero en la actualidad no existe ningún tratamiento farmacológico que haya
demostrado mejorar las capacidades intelectuales de estas personas.

Fenilcetonuria
La fenilcetonuria, también denominada «PKU», es un trastorno hereditario poco
frecuente que provoca la acumulación de un aminoácido denominado «fenilalanina»
en el organismo. La fenilcetonuria es causada por un defecto en el gen que ayuda a
crear la enzima necesaria para descomponer la fenilalanina.

Sin la enzima necesaria para procesar la fenilalanina, puede formarse una peligrosa
acumulación si una persona con fenilcetonuria come alimentos con alto contenido de
proteínas o ingiere aspartamo —edulcorante artificial—. Esto puede provocar, con el
tiempo, graves problemas de salud.

Por el resto de sus vidas, las personas con fenilcetonuria (bebés, niños y adultos)
necesitan seguir una dieta que limite la fenilalanina, que se encuentra mayormente en
alimentos con proteínas.

Los bebés en los Estados Unidos y en muchos otros países son examinados después del
nacimiento para detectar si tienen fenilcetonuria. Reconocer la fenilcetonuria de
inmediato puede ayudar a prevenir mayores problemas de salud.
Síntomas
Los recién nacidos que tienen fenilcetonuria al principio no presentan ningún síntoma.
Sin embargo, sin tratamiento, los bebés suelen manifestar signos de fenilcetonuria en
pocos meses.
Los signos y síntomas de la fenilcetonuria pueden ser leves o graves y comprenden los
siguientes:

Olor similar al de la humedad en el aliento, la piel o la orina de tu hijo, provocado por


demasiada fenilalanina en el cuerpo
Problemas neurológicos que pueden incluir convulsiones
Erupciones cutáneas (eccema)
Piel clara y ojos azules, porque la fenilalanina no puede transformarse en melanina (el
pigmento responsable del color de la piel y del cabello)
Cabeza anormalmente pequeña (microcefalia)
Hiperactividad
Discapacidad intelectual
Retraso en el desarrollo
Problemas de comportamiento, emocionales y sociales
Trastornos psiquiátricos
La gravedad varía
La gravedad de la fenilcetonuria depende del tipo.

Fenilcetonuria clásica. La forma más grave del trastorno se llama «fenilcetonuria


clásica». La enzima necesaria para convertir la fenilalanina es inexistente o está
disminuida en extremo, lo que produce niveles elevados de fenilalanina y un daño
cerebral grave.
Formas menos graves de fenilcetonuria. En las formas leves o moderadas, la enzima
conserva alguna función, por lo tanto, los niveles de fenilalanina no son demasiado
elevados, lo que produce un menor riesgo de daño cerebral significativo.
Sin embargo, la mayoría de los niños que tienen este trastorno aún requieren una
dieta especial para la fenilcetonuria a fin de prevenir la discapacidad intelectual y otras
complicaciones.

Embarazo y fenilcetonuria
Las mujeres que tienen fenilcetonuria y quedan embarazadas corren el riesgo de
padecer otra forma de la enfermedad llamada «fenilcetonuria materna». Si las mujeres
no siguen la dieta especial para la fenilcetonuria antes del embarazo y durante este,
los niveles de fenilalanina en sangre pueden llegar a ser altos y dañar el feto en
desarrollo o provocar un aborto espontáneo.

Incluso las mujeres que padecen formas menos graves de fenilcetonuria pueden poner
en riesgo al feto si no siguen la dieta para la fenilcetonuria.

Los bebés nacidos de madres que tienen niveles altos de fenilalanina no suelen
heredar la fenilcetonuria. Sin embargo, pueden tener consecuencias graves si el nivel
de fenilalanina es alto en la sangre de la madre durante el embarazo. Las
complicaciones al nacer pueden incluir las siguientes:
Bajo peso al nacer
Retraso en el desarrollo
Anomalías faciales
Cabeza anormalmente pequeña
Defectos cardíacos y otros problemas cardíacos
Discapacidad intelectual
Problemas de conducta

La microcefalia
La microcefalia es un defecto congénito en donde el tamaño de la cabeza del bebé es
más pequeño de lo esperado en comparación con el tamaño de la cabeza de bebés de
la misma edad y sexo. Los bebés con microcefalia con frecuencia tienen un cerebro
más pequeño que podría no haberse desarrollado adecuadamente.

La microcefalia es una afección en la cual la cabeza del bebé es mucho más pequeña
de lo esperado. Durante el embarazo, la cabeza del bebé aumenta de tamaño porque
el cerebro del bebé crece. La microcefalia puede ocurrir porque el cerebro del bebé no
se ha desarrollado adecuadamente durante el embarazo o dejó de crecer después del
nacimiento, lo que produce un tamaño de la cabeza más pequeño. La microcefalia
puede ser una afección aislada, lo que significa que puede ocurrir sin que ocurran otros
defectos graves, o puede presentarse en combinación con otros defectos de
nacimiento graves.

La microcefalia grave
La microcefalia grave es una forma más grave y extrema de esta afección, en la cual la
cabeza del bebé es mucho más pequeña de lo esperado. La microcefalia grave puede
ocurrir cuando el cerebro del bebé no se desarrolla adecuadamente durante el
embarazo, o cuando el cerebro se empieza a desarrollar correctamente, pero en algún
momento del embarazo ocurren daños y el cerebro deja de crecer.

Otros problemas
Los bebés con microcefalia pueden tener una gama de problemas adicionales,
dependiendo de lo grave que sea esa afección. La microcefalia se ha asociado a los
siguientes problemas:

Convulsiones.
Retraso en el desarrollo, como problemas del habla y con otros indicadores del
desarrollo (como sentarse, pararse y caminar).
Discapacidad intelectual (disminución de la capacidad para aprender y funcionar en la
vida diaria).
Problemas con el movimiento y el equilibrio.
Problemas para alimentarse, como dificultad para tragar.
Pérdida de la audición.
Problemas de la vista.
Estos problemas pueden variar desde leves hasta graves, y con frecuencia duran toda
la vida. Debido a que el cerebro del bebé es pequeño y no se ha desarrollado
completamente, los bebés con microcefalia grave pueden tener más de estos
problemas, o tener más dificultades debido a ellos, que los bebés con microcefalia
leve. La microcefalia grave también puede poner en peligro la vida. Debido a que es
difícil predecir al momento del nacimiento los problemas que tendrá el bebé con
microcefalia, estos bebés necesitarán con frecuencia que un proveedor de atención
médica les haga un seguimiento de cerca mediante chequeos regulares para vigilar su
crecimiento y desarrollo.

Causas y factores de riesgo


Se desconocen las causas de la microcefalia en la mayoría de los bebés. Algunos bebés
tienen microcefalia por cambios en sus genes. Otras causas de la microcefalia, incluso
de la microcefalia grave, pueden incluir las siguientes exposiciones durante el
embarazo:

Ciertas infecciones como la rubéola, la toxoplasmosis o por el citomegalovirus.


La desnutrición grave, es decir la falta de nutrientes o no alimentarse lo suficiente.
La exposición a sustancias dañinas, como alcohol, ciertos medicamentos o sustancias
químicas tóxicas.
La interrupción del flujo de sangre al cerebro del bebé durante su desarrollo.
Los investigadores están estudiando un posible vínculo entre la infección por el virus
del Zika y la microcefalia.

Los CDC continúan estudiando los defectos congénitos, como la microcefalia, y la


forma de prevenirlos. Si usted está embarazada o planea quedar embarazada,
pregúntele a su médico cómo puede aumentar su probabilidad de tener un bebé
saludable.

Diagnóstico
La microcefalia se puede diagnosticar durante el embarazo o después de que nazca el
bebé.

Durante el embarazo
Durante el embarazo, la microcefalia se puede diagnosticar a veces con una ecografía
(un examen que crea imágenes del cuerpo). Para detectar la microcefalia durante el
embarazo, la ecografía debe realizarse a finales del segundo trimestre (20 a 22
semanas) o después. Para obtener más información sobre las pruebas de detección y
de confirmación durante el embarazo, visite la página web de los CDC sobre
diagnóstico de los defectos de nacimiento.

Después de que nace el bebé


Para diagnosticar la microcefalia después del nacimiento, el proveedor de atención
médica medirá la distancia alrededor de la cabeza del recién nacido, también llamada
circunferencia de la cabeza (perímetro cefálico), durante un examen físico. Después, el
proveedor comparará las medidas con los parámetros de la población por sexo y edad.
La microcefalia se define como una medida de la circunferencia de la cabeza que es
más pequeña que cierto valor para los bebés de la misma edad y sexo. El valor de la
medida de la microcefalia es, por lo general, menos de 2 desviaciones estándar (DE)
por debajo del promedio. La microcefalia grave se define como una circunferencia de
la cabeza que es aún menor que el valor de la medida más pequeño; por lo general,
menos de 3 desviaciones estándar (DE) por debajo del promedio en los bebés de la
misma edad y sexo. Esto significa que la cabeza del bebé es extremadamente pequeña
en comparación con la de los bebés de la misma edad y sexo.

Con frecuencia, los proveedores de atención médica deberían tomar la medida de la


circunferencia de la cabeza cuando el recién nacido tenga por lo menos 24 horas de
nacido. Esto permite garantizar que se ha resuelto la compresión debida a su paso por
el canal del parto. Si el proveedor de atención médica sospecha que el bebé tiene
microcefalia, puede ordenar una o más pruebas para ayudar a confirmar el
diagnóstico. Por ejemplo, pruebas especiales como la tomografía computarizada (CT,
por sus siglas en inglés) o las imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en
inglés) pueden proveer información crucial sobre la estructura del cerebro del bebé, lo
cual puede ayudar a determinar si el recién nacido tuvo una infección durante el
embarazo. También pueden ayudar al proveedor de atención médica a detectar otros
problemas que podrían estar presentes.

Tratamientos
La microcefalia es una afección que dura toda la vida. No existe una cura ni un
tratamiento estándar para la microcefalia. Debido a que la microcefalia puede variar
de leve a grave, las opciones de tratamiento varían también. Los bebés con
microcefalia leve con frecuencia no presentan otros problemas diferentes al tamaño
pequeño de la cabeza. Estos bebés necesitarán chequeos rutinarios para vigilar su
crecimiento y desarrollo.

Los bebés con microcefalia más grave necesitarán atención y tratamientos


concentrados en el control y manejo de sus otros problemas de salud (mencionados
anteriormente). Los servicios de atención del desarrollo tempranos con frecuencia
ayudan a los bebés con microcefalia a mejorar y maximizar sus capacidades físicas e
intelectuales. Estos servicios, conocidos como intervención temprana, pueden incluir
terapias del habla, ocupacional y física. Algunas veces también se necesitan
medicamentos para tratar las convulsiones y otros síntomas.

La hidrocefalia
a hidrocefalia es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo
en el cerebro. Normalmente, este fluido protege y amortigua el cerebro. Sin embargo,
demasiado líquido ejerce una presión dañina para el cerebro.

La hidrocefalia puede ser congénita, que se presenta al nacer. Sus causas incluyen
problemas genéticos y problemas que se desarrollan en el feto durante el embarazo. El
principal signo de la hidrocefalia congénita es una cabeza con un tamaño fuera de lo
normal.

La hidrocefalia también puede presentarse después de nacer. Esto se llama


hidrocefalia adquirida. Puede ocurrir a cualquier edad. Las causas pueden incluir
traumatismos en la cabeza, derrames cerebrales, infecciones, tumores y hemorragia
cerebral.

Los síntomas de la hidrocefalia pueden incluir:

Dolor de cabeza
Vómitos y náusea
Visión borrosa
Problemas de equilibrio
Problemas para controlar la vejiga
Problemas con el pensamiento y la memoria
La hidrocefalia puede causar daños permanentes en el cerebro y provocar problemas
con el desarrollo físico y mental. Cuando no se trata, suele ser mortal. Con
tratamiento, muchas personas llevan una vida normal, con ciertas limitaciones. El
tratamiento suele incluir una cirugía para implantar una derivación. Una derivación es
un tubo flexible pero robusto. Este desvía el flujo del líquido cefalorraquídeo a otra
zona del cuerpo donde pueda ser absorbido. Las medicinas y la rehabilitación también
pueden ayudar.

Diagnóstico
Un diagnóstico de hidrocefalia, generalmente, está basado en lo siguiente:

Tus respuestas a las preguntas del médico sobre signos y síntomas


Un examen físico general
Un examen neurológico
Pruebas de diagnóstico por imágenes del cerebro
Examen neurológico
El tipo de examen neurológico que se realice dependerá de la edad de la persona. El
neurólogo puede hacer preguntas y llevar a cabo pruebas relativamente simples en el
consultorio para evaluar el estado de los músculos, el movimiento y el bienestar,
además del funcionamiento de los sentidos.

Diagnóstico por imágenes del cerebro


Las pruebas por imágenes pueden ayudar a diagnosticar la hidrocefalia e identificar las
causas de fondo de los síntomas. Algunas de estas pruebas son las siguientes:

Ecografía. Las ecografías, que utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para producir
imágenes, a menudo se utilizan para una evaluación inicial en el caso de lactantes
porque es un procedimiento relativamente simple y con bajo riesgo. El dispositivo para
ecografías se coloca sobre el punto blando (fontanela) en la parte superior de la cabeza
del bebé. La ecografía puede detectar hidrocefalia antes del nacimiento si el
procedimiento se utiliza durante los exámenes prenatales de rutina.
La resonancia magnética (RM) utiliza ondas de radio y un campo magnético para
producir imágenes detalladas en 3D o transversales del cerebro. Esta prueba no
produce dolor, pero es ruidosa y requiere que el paciente permanezca quieto.
Las RM pueden mostrar ventrículos agrandados causados por el exceso de líquido
cefalorraquídeo. También sirven para identificar las causas de fondo de la hidrocefalia
u otras enfermedades que contribuyan a estos síntomas.

Los niños pueden necesitar sedación leve para algunas RM. Sin embargo, algunos
hospitales usan una versión muy rápida de la RM que generalmente no requiere
sedación.

La tomografía computarizada (TC) utiliza tecnología de rayos X especializada que


puede generar imágenes transversales del cerebro. La exploración es indolora y rápida.
Pero esta prueba también requiere que el niño se quede quieto, por lo que
generalmente recibe un sedante leve.

Los inconvenientes de la exploración por TC incluyen imágenes menos detalladas que


las de una RM y la exposición a una pequeña cantidad de radiación. Las TC para
detectar hidrocefalia suelen utilizarse como exámenes de emergencia.

Tratamiento
Uno de estos dos procedimientos quirúrgicos puede usarse para tratar la hidrocefalia.

Derivación
Sistema de derivación Sistema de derivación Open pop-up dialog box
El tratamiento más frecuente para la hidrocefalia es la inserción quirúrgica de un
sistema de drenaje denominado «derivación». Consiste en un tubo largo y flexible con
una válvula que mantiene el líquido cerebral fluyendo en la dirección correcta y en la
velocidad adecuada.

Un extremo del tubo, generalmente, se coloca en uno de los ventrículos del cerebro.
Luego el tubo se guía bajo la piel hacia otra parte del cuerpo en la que pueda
absorberse más fácilmente el exceso de líquido cefalorraquídeo, como el abdomen o
una de las cavidades del corazón.

Por lo general, las personas que padecen hidrocefalia necesitan un sistema de


derivación de por vida y también requieren control periódico.

Ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo


La ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo es un procedimiento quirúrgico
que puede realizarse en algunas personas. En el procedimiento, el cirujano utiliza una
pequeña cámara de video para tener una vista directa dentro del cerebro. El cirujano
realiza un orificio en la parte inferior de uno de los ventrículos o entre ellos para
permitir que el líquido cefalorraquídeo fluya hacia afuera del cerebro.

Complicaciones de la cirugía
Ambos procedimientos quirúrgicos pueden presentar complicaciones. Los sistemas de
derivación pueden dejar de drenar el líquido cefalorraquídeo o regular escasamente el
drenaje debido a malfuncionamientos mecánicos, obstrucciones o infecciones. Entre
las complicaciones de la ventriculostomía se hallan el sangrado y las infecciones.
Todas las fallas requieren atención de inmediato, revisiones quirúrgicas u otras
intervenciones. Algunos de los signos y síntomas de los problemas son:

Fiebre
Irritabilidad
Somnolencia
Náuseas o vómitos
Dolor de cabeza
Problemas de visión
Enrojecimiento, dolor o sensibilidad de la piel a lo largo de la trayectoria que recorre el
tubo de derivación
Dolor abdominal cuando la válvula de derivación se encuentra en el abdomen
Recurrencia de alguno de los síntomas iniciales de la hidrocefalia
Otros tratamientos
Algunas personas con hidrocefalia, en especial los niños, podrían requerir tratamiento
adicional. Esto dependerá de la gravedad de las complicaciones a largo plazo de la
hidrocefalia.

Un equipo de atención para niños comprende:

Un pediatra o fisiatra, que supervisa el plan de tratamiento y la atención médica


Un neurólogo pediátrico, que se especializa en el diagnóstico y el tratamiento de
trastornos neurológicos en niños
Un terapeuta ocupacional, que se especializa en la terapia para desarrollar habilidades
cotidianas
Un terapeuta del desarrollo, especializado en la terapia para ayudar a tu hijo a
desarrollar conductas y habilidades sociales e interpersonales adecuadas para su edad
Un profesional de salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra
Un asistente social, que asiste a la familia con el acceso a los servicios y la planificación
de transiciones en la atención médica
Un maestro de educación especial, que aborda dificultades de aprendizaje, determina
necesidades educativas e identifica recursos educativos adecuados
Los adultos con complicaciones más graves también pueden requerir los servicios de
terapeutas ocupacionales, asistentes sociales, especialistas en la atención médica de la
demencia u otros especialistas.

Intoxicacion por plomo


La intoxicación por plomo ocurre cuando el plomo se acumula en el organismo, a
menudo, durante meses o años. Incluso las cantidades pequeñas de plomo pueden
provocar problemas de salud graves. Los niños menores de 6 años son especialmente
vulnerables a la intoxicación por plomo, que puede afectar gravemente el desarrollo
físico y mental. En niveles muy altos, la intoxicación por plomo puede ser mortal.

Las pinturas a base de plomo y el polvo contaminado con plomo en los edificios más
antiguos son las fuentes más frecuentes de intoxicación por plomo en los niños. Otras
fuentes son el aire, el agua y el suelo contaminados. Los adultos que trabajan con
baterías, o que realizan renovaciones en el hogar o trabajos en talleres mecánicos
también podrían estar expuestos al plomo.

Si bien existe un tratamiento para la intoxicación por plomo, tomar algunas


precauciones simples puede ayudarte a protegerte a ti y a tu familia de la exposición al
plomo antes de que se produzcan daños.

Síntomas
Al principio, la intoxicación por plomo puede ser difícil de detectar —las personas que
parecen sanas pueden tener niveles altos de plomo en la sangre—. Los signos y
síntomas no suelen aparecer hasta que se acumulan cantidades peligrosas.

Síntomas de intoxicación por plomo en los niños


Los signos y síntomas de la intoxicación por plomo en los niños comprenden:

Retraso en el desarrollo
Dificultades de aprendizaje
Irritabilidad
Pérdida de apetito
Adelgazamiento
Pereza y fatiga
Dolor abdominal
Vómitos
Estreñimiento
Pérdida de la audición
Convulsiones
Comer cosas que no son alimentos, como pedazos de pintura (pica)
Síntomas de intoxicación por plomo en los recién nacidos
Los bebés que se exponen al plomo antes de nacer pueden:

Nacer de forma prematura


Tener peso más bajo al nacer
Tener retraso en el crecimiento

Síntomas de intoxicación por plomo en adultos


Si bien el riesgo principal lo corren los niños, la intoxicación por plomo también es
peligrosa para los adultos. Los signos y síntomas en adultos pueden comprender:

Presión arterial alta


Dolor articular y muscular
Problemas de memoria o concentración
Dolor de cabeza
Dolor abdominal
Trastornos del estado de ánimo
Disminución del conteo de espermatozoides y anomalías en estos
Aborto espontáneo, muerte fetal o nacimiento prematuro en mujeres embarazada.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer intoxicación por plomo
comprenden:

Edad. Los bebés y los niños pequeños son más proclives a la exposición al plomo que
los niños más grandes. Pueden masticar láminas de pintura que se desprenden de las
paredes y la carpintería, así como contaminarse las manos con polvo que contenga
plomo. Los niños pequeños también absorben el plomo con mayor facilidad y es más
nocivo para ellos que para los adultos o los niños más grandes.
Vivir en una casa antigua. Aunque el uso de pinturas a base de plomo está prohibido
desde la década de los setenta, las casas y los edificios más viejos suelen tener
residuos de estas pinturas. Las personas que renuevan casas antiguas corren un riesgo
mucho mayor.
Ciertos pasatiempos. Hacer vitrales y joyas requiere el uso de soldadura con plomo.
Restaurar muebles antiguos puede exponerte a capas de pintura a base de plomo.
Vivir en países en desarrollo. Los países en desarrollo, a menudo, no tienen reglas tan
estrictas en relación con la exposición al plomo comparados con los países
desarrollados. Las familias estadounidenses que adoptan a un niño de otro país
deberían llevar a analizar una muestra de sangre del niño para verificar si tiene
saturnismo. Los niños inmigrantes y refugiados también deberían realizarse un
análisis.
El plomo puede ser nocivo para un feto, por lo que las mujeres embarazadas, o que
tienen probabilidad de quedar embarazadas, deben procurar evitar la exposición al
plomo.

Complicaciones
La exposición incluso a niveles bajos de plomo puede provocar daños con el tiempo,
especialmente en los niños. El riesgo principal se presenta en el desarrollo cerebral,
donde podrían producirse daños irreversibles. Los niveles más elevados pueden dañar
los riñones y el sistema nervioso tanto en los niños como en los adultos. Los niveles
muy elevados de plomo pueden provocar convulsiones, pérdida de la conciencia y la
muerte.

Prevención
Algunas medidas simples pueden ayudarte a ti y a tu familia a protegerse del
saturnismo:

Lavar las manos y los juguetes. Lava las manos de tu hijo después de jugar al aire libre,
antes de comer y antes de acostarse. De esta manera, el polvo o la tierra
contaminados tendrán menos posibilidades de transferirse de la mano a la boca. Lava
sus juguetes con regularidad.
Limpia las superficies polvorientas. Limpia los pisos con una mopa húmeda y pasa un
paño húmedo por los muebles, los marcos de las ventanas y otras superficies
polvorientas.
Quítate el calzado antes de entrar a casa. Eso te ayudará a mantener la tierra con
plomo afuera.
Deja correr agua fría. Si tu instalación sanitaria contiene tuberías o accesorios de
plomo, deja correr agua fría durante al menos un minuto antes de usarlas. Cuando
cocines o prepares la leche maternizada para tu bebé no uses el agua caliente del grifo.
Evita que los niños jueguen con tierra. Ofréceles una caja de arena que pueda taparse
cuando no se usa. Siembra césped o tapa la tierra con mantillo.
Sigue una dieta saludable. Las comidas regulares y una buena nutrición podrían ayudar
a reducir la absorción de plomo. Los niños, en particular, necesitan una cantidad
suficiente de calcio, vitamina C y hierro en sus dietas para ayudarlos a que no absorban
el plomo.
Mantén tu hogar ordenado. Si tu casa tiene pintura a base de plomo, revísala de
manera periódica en busca de pintura descascarada y soluciona los problemas de
inmediato. Intenta no lijar, ya que eso genera partículas de polvo que contienen
plomo.

Profilasix
La prevención de enfermedades, clínica o sanitaria, es el conjunto de medidas
necesarias para evitar el desarrollo o progreso de enfermedades. A nivel asistencial se
aplica desde la atención primaria hasta la especializada, englobando el Programa de
Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS)1 de medicina de familia o
los Servicios de Prevención Ajenos de medicina del trabajo, hasta las políticas de
promoción de la salud, vacunación y cribado poblacional de medicina preventiva y
salud pública. Tiene distintas facetas según la evolución de la enfermedad, y se pueden
distinguir cuatro tipos de prevención en

Tipos de prevención

Prevención primaria
Son un conjunto de actividades que se realizan tanto por la comunidad o los gobiernos
como por el personal sanitario antes de que aparezca una determinada enfermedad.
Comprende:

La promoción de la salud, que es el fomento y defensa de la salud de la población


mediante acciones que inciden sobre los individuos de una comunidad, como por
ejemplo las campañas antitabaco para prevenir el cáncer de pulmón y otras
enfermedades asociadas al tabaco.
La protección específica de la salud como por ejemplo la sanidad ambiental y la higiene
alimentaria. Las actividades de promoción y protección de la salud que inciden sobre el
medio ambiente no las ejecuta el personal médico ni de enfermería, sino otros
profesionales de la salud pública, mientras que la vacunación sí son llevadas a cabo por
personal médico y de enfermería.
La quimioprofilaxis, que consiste en la administración de fármacos para prevenir
enfermedades, como por ejemplo la administración de estrógenos en mujeres
menopáusicas para prevenir la osteoporosis.
Según la OMS, uno de los instrumentos de la promoción de la salud y de la acción
preventiva es la educación para la salud, que aborda además de la transmisión de la
información, el fomento de la motivación, las habilidades personales y la autoestima,
necesarias para adoptar medidas destinadas a mejorar la salud. La educación para la
salud incluye no sólo la información relativa a las condiciones sociales, económicas y
ambientales subyacentes que influyen en la salud, sino también la que se refiere a los
factores y comportamientos de riesgo, además del uso del sistema de asistencia
sanitario.

Prevención secundaria
También se denomina diagnóstico precoz, cribado, o screening. Un programa de
detección precoz es un programa epidemiológico de aplicación sistemática o universal,
para detectar en una población determinada y asintomática, una enfermedad grave en
fase inicial o precoz, con el objetivo de disminuir la tasa de mortalidad y puede estar
asociada a un tratamiento eficaz o curativo.

La prevención secundaria se basa en los cribados poblacionales y para aplicar estos


han de darse unas condiciones predeterminadas definidas en 1975 por Frame y
Carslon para justificar el screening de una patología.

Que la enfermedad represente un problema de salud importante con un marcado


efecto en la calidad y duración del tiempo de vida.
Que la enfermedad tenga una etapa inicial asintomática prolongada y se conozca su
historia natural.
Que se disponga de un tratamiento eficaz y aceptado por la población en caso de
encontrar la enfermedad en estado inicial.
Que se disponga de una prueba de cribado rápida, segura, fácil de realizar, con alta
sensibilidad, especificidad, alto valor predictivo positivo, y bien aceptada por médicos y
pacientes.
Que la prueba de cribado tenga una buena relación coste-efectividad.
Que la detección precoz de la enfermedad y su tratamiento en el periodo asintomático
disminuya la morbilidad y mortalidad global.

Prevención terciaria
Es el restablecimiento de la salud una vez que ha aparecido la enfermedad. Es aplicar
un tratamiento para intentar curar o paliar una enfermedad o unos síntomas
determinados. El restablecimiento de la salud se realiza tanto en atención primaria
como en atención hospitalaria.

Prevención cuaternaria
La prevención cuaternaria es el conjunto de actividades sanitarias que atenúan o
evitan las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema
sanitario.

Son «las acciones que se toman para identificar a los pacientes en riesgo de
sobretratamiento, para protegerlos de nuevas intervenciones médicas y para
sugerirles alternativas éticamente aceptables». Concepto acuñado por el médico
general belga Marc Jamoulle y recogido en el Diccionario de medicina general y de
familia de la WONCA.
Precauciones sobre la prevención
Las expectativas sobre las posibilidades de la prevención, a veces, son excesivas.3
En muchos casos no se cumple el “más vale prevenir que curar”.
Toda actividad preventiva tiene efectos adversos. Es un error creer que es inocua la
prevención.

La anorexia
La anorexia nerviosa, a menudo simplemente denominada «anorexia», es un trastorno
de la alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el
temor intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso. Para las
personas con anorexia, es muy importante controlar su peso y su figura corporal, y
hacen todo tipo de sacrificios que suelen interferir en su vida de forma significativa.

Para evitar aumentar de peso o para seguir adelgazando, las personas anoréxicas
suelen restringir demasiado la cantidad de comida que consumen. Para controlar el
consumo de calorías, pueden vomitar después de comer o usar de modo indebido
laxantes, suplementos dietéticos, diuréticos o enemas. Además, para intentar bajar de
peso, pueden ejercitarse en exceso. No importa cuánto baje de peso, la persona
continúa sintiendo temor a aumentar de peso.

En realidad, la anorexia no se trata de la comida. Es una manera extremadamente


poco saludable y, en ocasiones, mortal de intentar afrontar los problemas
emocionales. Cuando tienes anorexia, lo que haces con frecuencia es equiparar la
delgadez con la autoestima.

La anorexia, al igual que otros trastornos de la alimentación, puede tomar el control de


tu vida y volverse muy difícil de sobrellevar. Pero con tratamiento, puedes lograr una
mejor percepción de quién eres, volver a tener hábitos de alimentación más saludables
y revertir algunas de las complicaciones graves que causa la anorexia.

Síntomas
Los signos y síntomas físicos de la anorexia nerviosa están relacionados con la
inanición. Este trastorno también incluye problemas emocionales y conductuales
asociados con una percepción irreal del peso corporal y con un temor muy intenso a
aumentar de peso o a engordar.

Puede ser difícil advertir los signos y síntomas debido a que la noción de peso corporal
bajo es diferente para cada persona, y es posible que algunas no parezcan
extremadamente delgadas. Además, las personas con anorexia suelen esconder su
delgadez, sus hábitos alimentarios o sus problemas físicos.

Síntomas físicos
Los signos y síntomas físicos de la anorexia pueden ser los siguientes:

Pérdida de peso excesiva, o no lograr el aumento de peso previsto para el desarrollo


Aspecto delgado
Recuento de células sanguíneas anormal
Fatiga
Insomnio
Mareos o desmayos
Pigmentación azulada en los dedos de la mano
Cabello fino o quebradizo, o pérdida de cabello
Vello suave como pelusa que cubre el cuerpo
Ausencia de menstruación
Estreñimiento y dolor abdominal
Piel seca o amarillenta
Intolerancia al frío
Ritmo cardíaco irregular
Presión arterial baja
Deshidratación
Hinchazón de los brazos o las piernas
Erosión dental y callosidades en los nudillos por la provocación de vómitos
Algunas personas con anorexia tienen episodios de atracones y purgas, similar a lo que
les ocurre a las que tienen bulimia. Sin embargo, las personas que padecen anorexia
por lo general luchan contra un peso corporal anormalmente bajo, mientras que
aquellas que padecen bulimia suelen tener un peso normal o por encima de lo normal.

Síntomas emocionales y conductuales


Los síntomas conductuales de la anorexia pueden incluir intentos de bajar de peso de
las siguientes maneras:

Restringir estrictamente la ingesta de alimentos mediante las dietas o el ayuno


Hacer ejercicios de forma excesiva
Darse atracones y provocarse vómitos para eliminar los alimentos, lo que puede incluir
el uso de laxantes, enemas, suplementos dietarios o productos herbarios
Estos son algunos de los signos y síntomas emocionales y conductuales:

Preocupación por los alimentos, que a veces incluye cocinar comidas elaboradas para
los demás, pero no comerlas
Saltar comidas o rehusarse a comer con frecuencia
Negar el hambre o poner excusas para no comer
Comer solo unos pocos alimentos «seguros», por lo general, con bajo contenido de
grasas y calorías
Adoptar rituales rígidos para las comidas o la alimentación, por ejemplo, escupir la
comida después de masticarla
No querer comer en público
Mentir sobre la cantidad de comida que se ingirió
Sentir temor a aumentar de peso, que puede incluir pesarse o medirse el cuerpo
repetidas veces
Mirarse con frecuencia al espejo para ver los defectos que se perciben
Quejarse por estar gordo o tener partes del cuerpo que son gordas
Cubrirse con capas de ropa
Estado de ánimo indiferente (falta de emociones)
Retraimiento social
Irritabilidad
Insomnio
Disminución del interés en las relaciones sexuales.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la anorexia. Al igual que con muchas enfermedades,
probablemente sea una combinación de factores biológicos, psicológicos y del
entorno.

Factores biológicos. Si bien aún no está claro qué genes están involucrados, podría
haber cambios genéticos que hacen que algunas personas presenten un mayor riesgo
de padecer anorexia. Algunas personas pueden tener una tendencia genética al
perfeccionismo, la sensibilidad y la perseverancia: características vinculadas a la
anorexia.
Factores psicológicos. Algunas personas con anorexia pueden tener rasgos de
personalidad obsesiva compulsiva que les facilitan seguir dietas estrictas y privarse de
comer aunque tengan hambre. Es posible que tengan una tendencia extrema al
perfeccionismo, lo que hace que piensen que nunca están lo suficientemente delgadas.
Además, pueden tener niveles altos de ansiedad y restringir su alimentación para
reducirla.
Factores del entorno. La cultura occidental moderna resalta la delgadez. El éxito y la
valoración suelen estar equiparados con la delgadez. La presión de grupo puede
ayudar a fomentar el deseo de estar delgado, especialmente en las mujeres jóvenes.

Factores de riesgo
La anorexia es más frecuente en niñas y en mujeres. Sin embargo, cada vez más, los
niños y los hombres presentan trastornos de la alimentación, que, posiblemente, están
relacionados con el aumento de las presiones sociales.

La anorexia también es más frecuente en adolescentes. De todas maneras, este


trastorno de la alimentación puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien
es poco frecuente en mayores de 40. Los adolescentes pueden presentar un riesgo
mayor debido a todos los cambios corporales que atraviesan en la pubertad. También
es posible que enfrenten mayor presión de grupo y que sean más sensibles a las
críticas o incluso a comentarios casuales sobre el peso o la figura.

Ciertos factores aumentan el riesgo de sufrir anorexia, por ejemplo:

Genética. Los cambios en genes específicos pueden hacer que ciertas personas tengan
un riesgo mayor de sufrir anorexia. Aquellos que tienen un familiar de primer grado
(padre, hermano o hijo) que haya padecido el trastorno presentan un riesgo mucho
mayor de tener anorexia.
Dieta y hambre. Estar a dieta es un factor de riesgo de padecer un trastorno de la
alimentación. Existen pruebas contundentes de que muchos de los síntomas de la
anorexia, en realidad, son síntomas de hambre. El hambre afecta el cerebro e influye
en los cambios del estado de ánimo, la rigidez en el pensamiento, la ansiedad y la
reducción del apetito. El hambre y el adelgazamiento pueden cambiar la menara en la
que funciona el cerebro en personas vulnerables, lo cual puede perpetuar las
conductas alimentarias restrictivas y dificultar el regreso a los hábitos alimentarios
normales.
Transiciones. Ya sea cambiar de escuela, casa o trabajo, cortar una relación o la
muerte o enfermedad de un ser querido, los cambios pueden causar estrés emocional
y aumentar el riesgo de anorexia.
Complicaciones
La anorexia puede tener muchas complicaciones. En su forma más grave, puede ser
mortal. La muerte puede ocurrir de manera repentina, incluso cuando una persona no
está excesivamente delgada. Puede ser resultado de ritmos cardíacos anormales
(arritmias) o de un desequilibrio de los electrolitos (minerales como el sodio, el potasio
y el calcio que mantienen el equilibrio de los líquidos en el cuerpo).

Otras complicaciones de la anorexia comprenden las siguientes:

Anemia
Problemas del corazón, como prolapso de la válvula mitral, ritmos cardíacos anormales
o insuficiencia cardíaca
Disminución de la masa ósea (osteoporosis), lo que aumenta el riesgo de sufrir
fracturas
Pérdida muscular
En las mujeres, ausencia de la menstruación
En los hombres, disminución de los niveles de testosterona
Problemas gastrointestinales, como estreñimiento, hinchazón o náuseas
Anomalías electrolíticas, como bajo nivel de potasio, sodio y cloruro en la sangre
Problemas renales
Si una persona anoréxica está en estado de desnutrición grave, todos los órganos del
cuerpo pueden sufrir daños, incluido el cerebro, el corazón y los riñones. Es posible
que este daño sea irreversible, incluso cuando la anorexia está bajo control.

Además de un sinnúmero de complicaciones físicas, las personas con anorexia también


suelen tener otros trastornos de salud mental. Algunas de estas pueden ser:

Depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo


Trastornos de la personalidad
Trastornos obsesivos compulsivos
Consumo indebido de alcohol y sustancias
Autolesiones, pensamientos suicidas o intentos de suicidio.

Tratamientos
Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los
trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido
aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar
un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es
sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse
como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:
Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los
médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico
debe observar.

Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y


pediatría.

Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas
regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una
desconexión del entorno que puede perjudicar el desarrollo normal del adolescente.
Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos ambulatorios.

El ingreso en un centro médico es necesario cuando:

La desnutrición es muy grave y hay alteraciones en los signos vitales.

Cuando las relaciones familiares son insostenibles y es mejor aislar al paciente.

Cuando se agravan los desórdenes psíquicos.


El tratamiento ambulatorio es eficaz cuando:

Se detecta de manera precoz.

No hay episodios de bulimia ni vómitos y existe un compromiso familiar de


cooperación.
De esta manera se inicia el tratamiento con la realimentación, que en ocasiones puede
provocar molestias digestivas, ya que el cuerpo no está acostumbrado a ingerir
alimentos. Con el tiempo se restablece la situación biológica y vuelve la menstruación.
Después comienza el tratamiento psicológico, que intenta reestructurar las ideas
racionales, eliminar la percepción errónea del cuerpo, mejorar la autoestima, y
desarrollar las habilidades sociales y comunicativas entre el enfermo y su entorno. La
familia debe tomar parte de manera activa en el tratamiento porque en ocasiones el
factor desencadenante de la enfermedad se encuentra en su seno y, además, la
recuperación se prolonga inevitablemente en el hogar.

La colitis ulcerosa
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria del colon (el intestino grueso) y del
recto. Está caracterizada por la inflamación y ulceración de la pared interior del colon.
Los síntomas típicos incluyen diarrea (algunas veces con sangre) y con frecuencia dolor
abdominal.

El diagnóstico definitivo lo establece la endoscopia digestiva baja con toma de


biopsias. Los gastroenterólogos son los especialistas que suelen diagnosticar y tratar
esta enfermedad.

La colitis ulcerosa también se conoce en algunos países (especialmente en México[cita


requerida]) como Colitis Ulcerativa Crónica Idiopática o Colitis Ulcerosa Crónica
Indeterminada y frecuentemente se abrevia como CUCI o CUI. Es una enfermedad
crónica; sin embargo se puede mantener en remisión por largos períodos. Esto quiere
decir que la enfermedad puede cursar con períodos de actividad e inactividad. Los
períodos de actividad se conocen como brotes.

Esta enfermedad pertenece a las Enfermedades Inflamatorias Intestinales que incluyen


también la Enfermedad de Crohn y la Colitis indeterminada.

Algunas fuentes la citan como una enfermedad autoinmunitaria; esto quiere decir que
está originada por anticuerpos producidos por nuestro propio organismo que
reaccionan en su contra dañándolo. Su causa específica no está bien descrita: puede
ser desencadenada por factores ambientales como algunos casos que se desarrollan
posterior a una infección intestinal.

La inflamación normalmente comienza en el recto y en la porción inferior del intestino


(sigmoide) y se propaga hacia arriba por todo el colon. La afectación del intestino
delgado sólo se produce en la zona final de este, llamada íleon, y como inflamación de
vecindad.

Si bien existen diversas hipótesis sobre las causas de la colitis ulcerosa, ninguna de
ellas ha sido comprobada y actualmente no hay cura, excepto a través de la
extirpación quirúrgica del colon. Una hipótesis sugiere que algún agente, que puede
ser un virus o una bacteria atípica, interactúa con el sistema inmunitario del cuerpo y
desencadena una reacción inflamatoria en la pared intestinal.

Aunque existe evidencia científica que demuestra que las personas que tienen colitis
ulcerosa padecen anomalías del sistema inmunitario, se desconoce si estas anomalías
son una causa o un efecto de la enfermedad.

Diagnóstico y evaluación
Su edad de presentación típica es antes de los primeros 40 años de vida; sin embargo,
se ha llegado a establecer el diagnóstico en personas de edad avanzada.

La manifestación más típica es la aparición de sangrado rectal o de una hemorragia


digestiva baja que suele ser intermitente. Además se puede observar presencia de pus
en las heces (debido a la inflamación de la mucosa) o incluso de moco. El color de la
sangre es determinante: cuanto más oscura la afección puede haber interesado un
tracto mayor de colon. En los casos en los que el sangrado sea profuso habrá que
recurrir a transfusiones sanguíneas para corregir la anemia derivada de la pérdida de
sangre. Además suele producir en el paciente dolor abdominal cólico, generalmente en
hipogastrio y flancos, junto con tenesmo, fiebre, diarrea, y taquicardia. No tienen por
qué aparecer todos de manera simultánea, pero son sugerentes de enfermedad
inflamatoria intestinal (EEI).

La confirmación se establece realizando una endoscopia digestiva baja (rectoscopia o


colonoscopia). Durante este examen se puede examinar por medio de una cámara, la
mucosa del colon. En el caso de la colitis ulcerosa/CUCI, la mucosa se observa con
evidentes signos inflamatorios como enrojecimiento mucoso, ulceraciones, presencia
de moco y material fibrinoide y los llamados pseudopólipos. Para su confirmación
definitiva se deben tomar biopsias, que deben ser examinadas por un patólogo. La
presencia de abscesos crípticos es un buen indicio de esta enfermedad.

La afección inicia siempre en el recto y se extiende desde ese punto a los demás
segmentos del colon, siendo la enfermedad más grave cuanto mayor porcentaje del
colon esté comprometido. La inflamación suele ser continua sin respetar segmentos.

Tras diez años padeciendo la enfermedad, aumenta ligeramente el riesgo de sufrir una
malignidad colónica; por este motivo el paciente debe seguir un control exhaustivo con
seguimiento endoscópico.

Se puede asociar a enfermedades autoinmunitarias como la colangitis esclerosante


primaria, que afecta el hígado y sus vías biliares.

Puede presentar manifestaciones extraintestinales como artralgias, artritis y uveítis.

Manifestaciones extraintestinales
Orales
Se observan vesículas fibrinopurulentas que pueden localizarse en las encías o el
paladar; se les llaman estomatitis vegetantes y tienen un aspecto similar al de la
estomatitis herpética primaria.También se ha descrito una mayor prevalencia de
periodontitis apical en individuos afectos.

Diagnóstico diferencial
La colitis ulcerosa se puede semejar a otras colitis dadas por parásitos, isquemia
intestinal o sobrecrecimiento bacteriano (Colitis pseudomembranosa). La historia
clínica, hallazgos endoscópicos y de biopsia ayudarán a clarificar el diagnóstico.

Con frecuencia es difícil diferenciarla de la Enfermedad de Crohn que es otra


Enfermedad Inflamatoria Intestinal. La Enfermedad de Crohn da una inflamación
mucosa que es parecida endoscópicamente a la inflamación de la colitis ulcerosa, pero
hay características que las diferencian, como por ejemplo las afección de las capas del
intestino.

La colitis ulcerosa afecta por lo general a recto y colon en una forma continua iniciando
en el recto y solo en raros casos afecta íleon terminal. El Crohn puede afectar cualquier
región del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano. Esto provoca
manifestaciones del Crohn que la colitis ulcerosa no tiene, como la obstrucción
intestinal y la presencia de sangrados digestivos altos. El área de afección más
frecuente de la Enfermedad de Crohn es el íleon terminal, por lo que biopsias a ese
nivel son de mucha utilidad para su diagnóstico.
El Crohn afecta todas las capas del intestino incluyendo la muscular y la serosa por lo
que puede fistulizar o presentar abscesos; la afección de la colitis ulcerosa se limita a la
mucosa. En el Crohn es frecuente el hallazgo de fístulas y abscesos perianales que son
de difícil manejo.

Histológicamente (en el análisis de las biopsias) el hallazgo de granulomas es más


indicativo de la Enfermedad de Crohn y están generalmente ausentes en la colitis
ulcerosa.

La Colitis No Clasificada o Indeterminada es una categoría para colocar a los pacientes


que tienen características compatibles con ambas enfermedades y se denomina Colitis
Ulcerativa Crónica Inespecífica / CUCI.

Tratamiento

Farmacológico
El tratamiento farmacológico se basa en antiinflamatorios e inmunorreguladores.

El ácido 5 aminosalicílico (5-ASA) es un compuesto antiinflamatorio similar a la aspirina


que constituye uno de los principales tratamientos de esta patología. Se encuentra en
fármacos como la sulfasalazina y mesalamina o mesalazina, como uno de sus
componentes. La molécula debe manipularse farmacológicamente porque si se
administra pura, sería absorbida por el intestino delgado y no llegaría a colon, donde
ejerce su efecto. Es un efecto tópico, por contacto con la mucosa afectada. En el colon
las bacterias de la flora bacteriana descomponen la molécula de sulfasalazina en una
sulfa y el 5-ASA, o la molécula de mesalamina en dos moléculas de 5-ASA y entonces
ejerce su efecto antiinflamatorio sobre la mucosa. Suelen administrarse en forma
crónica a los pacientes.

Los corticoesteroides son antiinflamatorios más poderosos y por ende con mayores
efectos secundarios. Se pueden administrar por vía oral, intravenosa o en enemas. Se
utilizan cuando el empleo de la 5-ASA no es suficiente para que el paciente entre en
remisión (se inactive la enfermedad). Lo ideal es utilizarlos a la menor dosis posible por
el menor tiempo posible; sin embargo, algunos pacientes los necesitan en dosis altas
durante las crisis graves y otros a dosis bajas de forma crónica para poderse mantener
con baja actividad inflamatoria.

Otros inmunorreguladores como la azatioprina se pueden utilizar en los casos más


graves para controlar una crisis o para dar mantenimiento de la terapéutica. La
utilización de estos medicamentos podría facilitar el bajar la dosis de corticoesteroides.

Dieta
Ciertas dietas pueden tener un efecto beneficioso sobre los síntomas de la
enfermedad, si bien hasta la fecha no se han realizado suficientes estudios y no hay
pruebas de que permitan la curación de la mucosa intestinal. Las dos dietas que han
demostrado mayor eficacia son la dieta sin gluten y la dieta baja en FODMAP, en
combinación con el tratamiento farmacológico.
Ulcera peptica
Las úlceras pépticas son llagas abiertas que se desarrollan en el revestimiento interno
del estómago y en la parte superior del intestino delgado. El síntoma más frecuente de
una úlcera péptica es el dolor de estómago.

Entre las úlceras pépticas se incluyen las siguientes:

Úlceras gástricas que ocurren en el interior del estómago


Úlceras duodenales que ocurren en el interior de la parte superior del intestino
delgado (duodeno)
Las causas más frecuentes de úlceras pépticas son infecciones con la bacteria
Helicobacter pylori (H. pylori) y el uso prolongado de aspirina y medicamentos
antiinflamatorios no esteroideos (AINE) (Advil, Aleve, otros). El estrés y los alimentos
picantes no causan úlceras pépticas. Sin embargo, pueden empeorar los síntomas.

Síntomas
Dolor por ardor estomacal
Sensación de estar lleno, inflamado y con gases.
Intolerancia a las comidas grasosas
Acidez estomacal
Náuseas
El síntoma más frecuente de la úlcera péptica es dolor por ardor estomacal. El ácido
estomacal hace que empeore el dolor, al igual que tener el estómago vacío. El dolor a
menudo se puede aliviar con ciertos alimentos que controlan la acidez estomacal o con
medicamentos que reducen la acidez, pero luego puede reaparecer. El dolor puede ser
peor entre las comidas y a la noche.

Cerca del 75 % de las personas que tienen úlceras pépticas no presenta síntomas.

Con menor frecuencia, las úlceras pueden causar signos o síntomas graves como los
siguientes:

Vómitos o vómitos con sangre que puede ser de roja u oscura


Sangre oscura en las heces, o heces negras o alquitranosas
Tienes dificultad para respirar
Sensación de desmayo
Náuseas o vómitos
Pérdida de peso inexplicable
Cambios en el apetito

Causas
Las úlceras pépticas se producen cuando el ácido del tracto digestivo carcome la
superficie interna del estómago o el intestino delgado. El ácido puede crear una llaga
abierta dolorosa que puede sangrar.
El tracto digestivo está revestido por una capa mucosa que normalmente lo protege
del ácido. Pero si la cantidad de ácido aumenta o la cantidad de moco se reduce,
puedes tener una úlcera. Entre las causas frecuentes se incluyen las siguientes:

Una bacteria. Las bacterias Helicobacter pylori frecuentemente viven en la capa


mucosa que cubre y protege los tejidos que recubren el estómago y el intestino
delgado. A menudo la bacteria H. pylori no provoca problemas pero pueden generar
inflamación de la capa interior del estómago y producir una úlcera.

No queda claro cómo se propaga la infección de la H. pylori. Puede transmitirse de una


persona a la otra por contacto cercano, por ejemplo, al besar. Las personas también
pueden contraer la H. pylori a través de los alimentos y el agua.

Uso habitual de determinados analgésicos. Tomar aspirina, como también otros


analgésicos de venta libre y con receta llamados medicamentos antiinflamatorios no
esteroides (AINE) puede irritar o inflamar el recubrimiento del estómago y el intestino
delgado. Estos medicamentos incluyen el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, entre otros), el
naproxeno sódico (Aleve, Anaprox, entre otros) y el ketoprofeno y otros. No incluyen
el paracetamol (Tylenol).

Las úlceras pépticas son más frecuentes en adultos mayores que toman estos
analgésicos con frecuencia o en personas que usan los medicamentos para la artrosis.

Otros medicamentos. Tomar otros medicamentos específicos junto con los AINE, tales
como esteroides anticoagulantes, aspirina en dosis bajas, inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS), alendronato (Fosamax) y risedronato (Actonel),
puede aumentar en gran medida las probabilidades de desarrollar úlceras.
Factores de riesgo
Además de tomar AINE, el riesgo de padecer úlceras pépticas se incrementa si ocurre
algo de lo siguiente:

Fumas. El tabaquismo puede aumentar las probabilidades de tener úlceras pépticas en


personas infectadas con H. pylori.
Bebes alcohol. El alcohol puede irritar y erosionar el revestimiento mucoso del
estómago, y aumentar la producción de ácido gástrico.
Sufrir de estrés no controlado.
Comer alimentos picantes.
Por sí solos, estos factores no provocan úlceras, pero pueden hacer que éstas
empeoren o que se dificulte la curación.

Complicaciones
Si no se tratan, las úlceras pépticas pueden dar como resultado:

Sangrado interno. El sangrado puede ocurrir como una pérdida de sangre lenta que
conduce a la anemia o una pérdida de sangre grave que puede requerir hospitalización
o una transfusión de sangre. La pérdida grave de sangre puede causar vómito negro o
con sangre o heces negras o con sangre.
Infección. Las úlceras pépticas pueden hacer un agujero (perforar) a través de la pared
del estómago o intestino delgado, lo que deriva en riesgo de una infección grave de la
cavidad abdominal (peritonitis).
Obstrucción. Las úlceras pépticas pueden bloquear el paso de los alimentos a través
del tracto digestivo, ya sea por la hinchazón de la inflamación o por la cicatrización, lo
que causa una rápida sensación de estar lleno, vómitos y pérdida de peso.
Prevención
Puedes reducir el riesgo de presentar úlceras pépticas si sigues las mismas estrategias
recomendadas como remedios caseros para tratar úlceras. También puede ayudar a:

Protegerte de infecciones. No se sabe cómo se propaga el H. pylori, pero hay pruebas


que sostienen que podría transmitirse de una persona a otra, o mediante el consumo
de agua o alimentos.

Puedes tomar precauciones para protegerte de las infecciones, como por ejemplo el H.
pylori, al lavarte las manos de manera frecuente con agua y jabón, y al comer
alimentos que hayan sido cocidos por completo.

Ten cuidado con los analgésicos. Si utilizas regularmente analgésicos que aumentan el
riesgo de presentar úlceras pépticas, toma medidas para reducir el riesgo de tener
problemas estomacales. Por ejemplo, toma los medicamentos con las comidas.

Colabora con el médico para encontrar la dosis más baja posible que pueda aliviar el
dolor. Evita consumir alcohol cuando tomas medicamentos, ya que la combinación de
ambos puede aumentar el riesgo de padecer malestar estomacal.

Si necesitas un antiinflamatorio, tal vez también necesites tomar un medicamento


adicional, como un antiácido, un inhibidor o bloqueador de ácido, o un agente
citoprotector. Un tipo de antiinflamatorio, que se llama inhibidores de la COX-2, puede
tener menos probabilidades de causar úlceras pépticas, pero puede aumentar el riesgo
de tener un ataque cardíaco.

La obesidad
La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener una cantidad excesiva
de grasa corporal. La obesidad no es solo un problema estético. Es un problema
médico que aumenta tu riesgo de enfermedades y problemas de salud, tales como
enfermedad cardíaca, diabetes, presión arterial alta y ciertos tipos de cáncer.

Hay muchas razones por las que algunas personas tienen dificultad para evitar la
obesidad. Por lo general, la obesidad es el resultado de una combinación de factores
hereditarios con el entorno, la dieta personal y las opciones de ejercicio.

Lo bueno es que, incluso una modesta pérdida de peso puede mejorar o prevenir los
problemas de salud relacionados con la obesidad. Los cambios en la dieta, un mayor
nivel de actividad física y los cambios de conducta pueden ayudarte a bajar de peso.
Los medicamentos recetados y los procedimientos para bajar de peso son opciones
adicionales para tratar la obesidad.
Síntomas
La obesidad se diagnostica cuando el índice de masa corporal (IMC) es igual o mayor
que 30. Para determinar tu índice de masa corporal, divide tu peso en libras por tu
altura en pulgadas cuadradas y multiplica por 703. O divide tu peso en kilogramos por
tu altura en metros cuadrados.

IMC Estado del peso


Inferior a 18,5 Bajo peso
De 18,5 a 24,9 Normal
De 25,0 a 29,9 Sobrepeso
30,0 o superior Obesidad

Para la mayoría de las personas, el IMC brinda un cálculo aproximado de la grasa


corporal. Sin embargo, el IMC no mide directamente la grasa corporal, por lo que
algunas personas, como los atletas musculosos, pueden tener un IMC en la categoría
de obesidad aunque no tengan exceso de grasa corporal.

Causas
Aunque existen influencias genéticas, conductuales, metabólicas y hormonales en el
peso corporal, la obesidad ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se
queman con el ejercicio y las actividades diarias normales. El cuerpo almacena ese
exceso de calorías en forma de grasa.

La mayoría de las dietas de los estadounidenses son demasiado altas en calorías, a


menudo de comida rápida y bebidas altas en calorías. Las personas con obesidad
podrían comer más calorías antes de sentirse satisfechas, sentir hambre antes o comer
más debido al estrés o la ansiedad.

Factores de riesgo
La obesidad suele ser el resultado de una combinación de causas y factores
contribuyentes:

Herencia e influencias familiares


Los genes que heredas de tus padres pueden afectar la cantidad de grasa corporal que
almacenas y dónde se distribuye esa grasa. La genética también puede jugar un papel
importante en la eficiencia con la que tu cuerpo convierte los alimentos en energía, en
la forma en que tu cuerpo regula tu apetito y en la forma en que tu cuerpo quema
calorías durante el ejercicio.

La obesidad tiende a presentarse en toda la familia. Eso no es solo por los genes que
comparten. Los miembros de la familia también tienden a compartir hábitos
alimenticios y de actividad similares.

Opciones de estilo de vida


Dieta no saludable. Una dieta con muchas calorías, con mucha comida rápida, bebidas
altamente calóricas y con porciones demasiado grandes, pero pocas frutas y vegetales
contribuye al aumento de peso.
Calorías líquidas. Las personas pueden beber muchas calorías sin sentirse satisfechas,
especialmente las calorías provenientes del alcohol. Otras bebidas altas en calorías,
como los refrescos azucarados, pueden contribuir a un aumento significativo de peso.
Inactividad. Si tienes un estilo de vida sedentario, es muy fácil que todos los días
ingieras más calorías de las que quemas cuando haces ejercicio y realizas actividades
cotidianas normales. Mirar las pantallas de computadoras, tabletas y teléfonos es una
actividad sedentaria. La cantidad de horas que pasas frente a una pantalla está
altamente asociada con el aumento de peso.

Ciertas enfermedades y medicamentos


En algunas personas, la obesidad puede tener una causa médica, como el síntoma de
Prader-Willi, el síndrome de Cushing u otros trastornos. Los problemas médicos, como
la artritis, también pueden hacer disminuir la actividad física, lo que puede provocar el
aumento de peso.

Algunos medicamentos pueden provocar aumento de peso si no los compensas con


dieta o con actividad física. Entre estos medicamentos, encontramos a algunos
antidepresivos, medicamentos anticonvulsivos, medicinas para la diabetes,
medicaciones antipsicóticos, esteroides y betabloqueantes.

Problemas sociales y económicos.


Hay factores sociales y económicos relacionados con la obesidad. Evitar la obesidad es
difícil si no tienes áreas seguras para caminar o hacer ejercicio. De manera similar, es
posible que no te hayan enseñado formas saludables de cocinar o quizá no tengas
acceso a alimentos más saludables. Además, las personas con las que pasas tiempo
pueden influir en tu peso; es más probable que desarrolles obesidad si tienes amigos o
parientes obesos.

Edad
La obesidad puede ocurrir a cualquier edad, incluso, en niños pequeños. Sin embargo,
a medida que envejeces, los cambios hormonales y un estilo de vida menos activo
aumentan el riesgo de padecer obesidad. Asimismo, la cantidad de músculo en el
cuerpo tiende a disminuir con la edad. Generalmente, la disminución de la masa
muscular conduce a una disminución del metabolismo. Estos cambios también
reducen las calorías que necesitas, por lo que pueden hacer que resulte más difícil
evitar el exceso de peso. Si no controlas de forma consciente lo que comes y no haces
más actividad física a medida que envejeces, es probable que aumentes de peso.

Otros factores
Embarazo. El aumento de peso es común durante el embarazo. Para algunas mujeres,
después del nacimiento del bebé, es difícil perder ese peso que aumentaron. Ese
aumento de peso puede contribuir al desarrollo de la obesidad en las mujeres. La
lactancia materna puede ser la mejor opción para perder el peso ganado durante el
embarazo.
Dejar de fumar. Con frecuencia, dejar de fumar está asociado con el aumento de peso.
Y para algunas personas, puede llevar a un aumento de peso suficiente para calificar
como obesidad. A menudo, esto sucede cuando la gente usa los alimentos para hacer
frente a la abstinencia del hábito de fumar. Sin embargo, a largo plazo, dejar de fumar
sigue siendo un beneficio mayor para la salud que continuar fumando. El médico te
puede ayudar a prevenir el aumento de peso después de dejar de fumar.
Falta de sueño. No dormir lo suficiente o hacerlo en demasía puede provocar cambios
hormonales que aumentan el apetito. También es posible que sientas ganas de comer
alimentos con alto contenido de calorías e hidratos de carbono, que pueden contribuir
al aumento de peso.
Estrés. Muchos factores externos que afectan el estado de ánimo y bienestar pueden
contribuir a la obesidad. Las personas a menudo buscan más alimentos ricos en
calorías cuando sufren situaciones estresantes.
Microbioma. Las bacterias intestinales se ven afectadas por lo que comes y pueden
contribuir al aumento de peso o a la dificultad para bajar de peso.
Intentos previos de perder peso. Los intentos previos de pérdida de peso seguidos de
una rápida recuperación de peso pueden contribuir a un mayor aumento de peso. Este
fenómeno, a veces llamado dieta yo-yo, puede ralentizar el metabolismo.
Incluso si tienes uno o más de estos factores de riesgo, esto no significa que estés
destinado a desarrollar obesidad. Puedes contrarrestar la mayoría de los factores de
riesgo mediante dieta, actividad física y ejercicio, así como a través de cambios de
comportamiento.

Complicaciones
Es más probable que las personas con obesidad manifiestes diversos problemas de
salud potencialmente graves, tales como:

Enfermedad cardíaca y accidentes cerebrovasculares. La obesidad aumenta las


probabilidades de tener hipertensión y niveles anormales de colesterol, que son
factores de riesgo para la enfermedad cardíaca y los accidentes cerebrovasculares.
Diabetes tipo 2. La obesidad puede afectar la manera en que el cuerpo usa la insulina
para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Esto aumenta el riesgo de resistencia
a la insulina y diabetes.
Ciertos cánceres. La obesidad puede aumentar el riesgo de cáncer uterino, cuello
uterino, endometrio, ovarios, mama, colon, recto, esófago, hígado, vesícula, páncreas,
riñón y próstata.
Problemas digestivos. La obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar acidez
estomacal, enfermedad de la vesícula y problemas hepáticos.
Problemas ginecológicos y sexuales. La obesidad puede causar infertilidad y períodos
irregulares en las mujeres. La obesidad también puede provocar disfunción eréctil en
los hombres.
Apnea del sueño. Las personas con obesidad son más propensas a tener apnea del
sueño, un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y se
reanuda en forma repetida durante el sueño.
Artrosis. La obesidad aumenta la carga sobre las articulaciones con carga completa del
peso corporal, además de facilitar la inflamación dentro del cuerpo. Estos factores
pueden ocasionar complicaciones como la artrosis.
Calidad de vida
La obesidad puede disminuir tu calidad de vida en general. Es posible que no puedas
hacer cosas que hacías antes, como participar en actividades placenteras. Tal vez
evites los lugares públicos. Las personas con obesidad pueden incluso sufrir
discriminación.

Otros problemas relacionados con el peso que pueden afectar tu calidad de vida son
los siguientes:

Depresión
Discapacidad
Problemas sexuales
Vergüenza y culpa
Aislamiento social
Menor rendimiento en el trabajo
Prevención
Si tienes riesgo de obesidad, si actualmente tienes sobrepeso o un peso saludable,
puedes tomar medidas para evitar el aumento de peso no saludable y los problemas
de salud relacionados. No es de extrañar que las medidas para evitar el aumento de
peso sean las mismas que para perder peso: ejercicio diario, dieta saludable y el
compromiso a largo plazo de controlar lo que comes y bebes.

Haz ejercicio con regularidad. Debes realizar de 150 a 300 minutos de actividad física
de intensidad moderada por semana para evitar el aumento de peso. Las actividades
físicas de intensidad moderada pueden ser caminar rápidamente y hacer natación.

Sigue un plan de alimentación saludable. Concéntrate en los alimentos ricos en


nutrientes y bajos en calorías, como frutas, vegetales y cereales integrales. Evita las
grasas saturadas y reduce el consumo de dulces y alcohol. Haz tres comidas normales
por día y pocos bocadillos. Incluso puedes disfrutar de pequeñas cantidades de
alimentos con alto contenido calórico y graso para darte un gusto de vez en cuando.
Solo asegúrate de elegir alimentos que promuevan un peso saludable y la buena salud
la mayor parte del tiempo.

Reconoce y evita las trampas de comida que hacen que comas. Identifica las
situaciones que hacen que comas fuera de control. Intenta llevar un diario en el que
escribas lo que comes, cuánto comes, cuándo comes, cómo te sientes y cuánta hambre
tienes. Luego de un tiempo, deberías ver ciertos patrones. Puedes planificar y
desarrollar estrategias para manejar este tipo de situaciones y mantener el control de
tus conductas alimentarias.

Controlar tu peso regularmente. Las personas que se pesan al menos una vez por
semana obtienen mejores resultados para evitar el exceso de peso. Controlar el peso
puede indicarte si tus esfuerzos están dando resultado y ayudarte a detectar los
pequeños aumentos de peso antes de que se conviertan en un gran problema.
Sé constante. Respetar tu plan de peso saludable tanto como sea posible durante la
semana, los fines de semana, los feriados y las vacaciones aumenta tus probabilidades
de obtener resultados a largo plazo.

Asma
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Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen.
Esto hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y
tos.

Causas
El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando
se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se
tensionan y su revestimiento se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede
pasar por estas.

En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden
desencadenarse por la inhalación de sustancias llamadas alérgenos o
desencadenantes.

Los desencadenantes comunes del asma incluyen:

Animales (caspa o pelaje de mascotas)


Ácaros del polvo
Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico o aspirin y otros AINE)
Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío)
Químicos en el aire o en los alimentos
Ejercicio
Moho
Polen
Infecciones respiratorias, como el resfriado común
Emociones fuertes (estrés)
Humo del tabaco

Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden


desencadenar los síntomas de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los
desencadenantes más comunes son el polvo de la madera, el polvo de los granos, la
caspa animal, los hongos o los químicos.

Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias,


como la fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema. Otros no tienen tales antecedentes.

Tratamiento
La prevención y el control a largo plazo son la clave para detener los ataques de asma
antes de que se manifiesten. El tratamiento, generalmente, implica aprender a
reconocer los desencadenantes, tomar medidas para evitarlos y controlar la
respiración para garantizar que los medicamentos diarios para el asma mantengan los
síntomas bajo control. En caso de un ataque de asma, es posible que necesites usar un
inhalador de alivio rápido, como salbutamol.

Medicamentos
Los medicamentos adecuados para ti dependen de una serie de cuestiones, como tu
edad, tus síntomas, los desencadenantes del asma y lo que sea más efectivo para
mantener el asma bajo control.

Los medicamentos preventivos de control a largo plazo reducen la inflamación de las


vías respiratorias que produce los síntomas. Los inhaladores de alivio rápido
(broncodilatadores) abren rápidamente las vías respiratorias inflamadas que restringen
la respiración. En algunos casos, es necesario tomar medicamentos contra la alergia.

Los medicamentos para el control del asma a largo plazo, que, generalmente, se toman
a diario, son el eje fundamental del tratamiento del asma. Estos medicamentos
mantienen el asma controlada de manera permanente y disminuyen la probabilidad de
que tengas un ataque de asma. Los tipos de medicamentos de control a largo plazo son
los siguientes:

Corticoesteroides inhalados. Estos medicamentos antiinflamatorios comprenden


fluticasona (Flonase, Flovent HFA), budesonida (Pulmicort Flexhaler, Rhinocort),
flunisolida (Aerospan HFA), ciclesonida (Alvesco, Omnaris, Zetonna), beclometasona
(Qnasl, Qvar), mometasona (Asmanex) y furoato de fluticasona (Arnuity Ellipta).

Es posible que debas consumir estos medicamentos durante varios días o semanas
antes de que obtengas el beneficio máximo. A diferencia de los corticoesteroides
inhalatorios, estos corticoesteroides conllevan un riesgo relativamente bajo de efectos
secundarios y son, generalmente, seguros para el consumo a largo plazo.

Modificadores de leucotrienos. Estos tipos de medicamentos orales, como


montelukast (Singulair), zafirlukast (Accolate) y zileutón (Zyflo), ayudan a aliviar los
síntomas del asma hasta por 24 horas.

En raras ocasiones, estos medicamentos se han relacionado con reacciones


psicológicas, tales como nerviosismo, agresión, alucinaciones, depresión y
pensamientos suicidas. Busca asesoramiento médico de inmediato si tienes alguna
reacción inusual.

Agonistas beta de acción prolongada. Estos medicamentos inhalatorios, los cuales


comprenden salmeterol (Serevent) y formoterol (Foradil, Perforomist), abren las vías
respiratorias.

Algunas investigaciones indican que pueden aumentar el riesgo de un ataque grave de


asma, así que es necesario que solo se tomen en combinación con un corticoesteroide
inhalatorio. Y debido a que estos medicamentos pueden enmascarar el deterioro
producido por el asma, no deben consumirse ante un ataque agudo de asma.
Inhaladores de combinación. Estos medicamentos, como fluticasona-salmeterol
(Advair Diskus), budesonida-formoterol (Symbicort) y formoterol-mometasona
(Dulera), contienen un agonista beta de acción prolongada junto con un
corticoesteroide. Debido a que contienen agonistas beta de acción prolongada, estos
inhaladores de combinación pueden aumentar el riesgo de tener un ataque grave de
asma.
Teofilina. La teofilina (Theo-24, Elixophyllin y otros) es una píldora diaria que ayuda a
mantener las vías respiratorias abiertas (broncodilatador) al relajar los músculos
alrededor de las vías respiratorias. En la actualidad, no se usa tanto como en el pasado.
Los medicamentos de alivio rápido (de rescate) se usan según la necesidad para el
alivio inmediato y a corto plazo de los síntomas durante un ataque de asma o, si así lo
recomienda un médico, antes de hacer ejercicios. Los tipos de medicamentos de alivio
rápido son los siguientes:

Agonistas beta de acción rápida. Estos broncodilatadores inhalatorios de alivio rápido


actúan en cuestión de minutos para aliviar rápidamente los síntomas durante un
ataque de asma. Comprenden salbutamol (ProAir HFA, Ventolin HFA y otros) y
levalbuterol (Xopenex).

Los agonistas beta de acción rápida pueden tomarse utilizando un inhalador manual y
portátil o un nebulizador (una máquina que convierte los medicamentos para el asma
en rocío fino) para que puedan inhalarse mediante una mascarilla o una boquilla.

Ipratropio (Atrovent). Al igual que otros broncodilatadores, el ipratropio actúa


rápidamente para relajar de inmediato las vías respiratorias, lo cual facilita la
respiración. El ipratropio se utiliza, principalmente, para tratar el enfisema y la
bronquitis crónica. En ocasiones, se usa para tratar los ataques de asma.
Corticoesteroides orales e intravenosos. Estos medicamentos, como la prednisona y
metilprednisolona, alivian la inflamación de las vías respiratorias producida por el asma
grave. Pueden causar efectos secundarios graves cuando se consumen a largo plazo,
por lo que se emplean solamente a corto plazo para tratar los síntomas intensos de
asma.
Si tienes un ataque de asma, un inhalador de alivio rápido puede aliviar los síntomas
de inmediato. Pero si los medicamentos de control a largo plazo son efectivos, no
deberías tener que usar el inhalador de alivio rápido con mucha frecuencia.

Lleva un registro de cuántas veces por semana usas el inhalador. Si necesitas usar el
inhalador de alivio rápido con una mayor frecuencia que la recomendada, consulta con
el médico. Es probable que necesites ajustar los medicamentos de control a largo
plazo.

Los medicamentos contra la alergia pueden ser útiles si las alergias son las que
provocan o empeoran el asma. Algunos de ellos son los siguientes:

Vacunas contra la alergia (inmunoterapia). Con el tiempo, las vacunas contra la alergia
reducen, gradualmente, la reacción del sistema inmunitario a alérgenos específicos.
Las vacunas, generalmente, se aplican una vez por semana durante algunos meses y
luego una vez por mes durante un período de tres a cinco años.
Omalizumab (Xolair). Este medicamento, administrado como inyección cada dos a
cuatro semanas, es específico para personas con alergias y asma grave. Actúa
mediante la alteración del sistema inmunitario.

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