Haendel

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Biografía

[editar] Halle y Hamburgo (1685-1706)

Nació en la ciudad de Halle, ubicada en el centro este de la actual Alemania. Su padre era barbero y cirujano de prestigio y
había decidido que su hijo sería abogado, pero cuando observó el interés de Händel por la música, la cual estudiaba y
practicaba en secreto, cambió de idea y se mostró dispuesto a pagarle los estudios de música. De esta forma, Händel se
convirtió en alumno del principal organista de Halle, Friedrich Wilhelm Zachau, quien le enseñó a tocar el órgano, el clave
y el oboe. A la edad de 17 años lo nombraron organista de la catedral calvinista de Halle.

Händel de joven tocando el clave.

Al cabo de un año, Händel viajó a Hamburgo, donde fue admitido como intérprete del violín y del clave en la orquesta de la
ópera. Al poco tiempo, en 1705, se estrenó en ese mismo lugar su obra Almira y poco después Nero.

[editar] Italia (1706-1710)

Poco más tarde, insistiendo en su deseo de conseguir prestigio como compositor de ópera, marchó a Italia. Su primera
parada fue en Florencia y en la primavera de 1707 viajó a Roma, donde disfrutó del mecenazgo tanto de la nobleza como
del clero. En Italia compuso óperas, oratorios y pequeñas cantatas profanas. Su estancia en Italia finalizó con el éxito de su
quinta ópera, Agrippina (1709), estrenada en Venecia.

[editar] Hanover y primeros años en Inglaterra (1710-1719)

En 1710, Händel regresa de Italia y se convierte en el director de orquesta de la corte de Hanóver. Un año más tarde se
estrena su obra Rinaldo en Londres con un considerable éxito. En vista de ello, en 1712 Händel decide establecerse en
Inglaterra.

[editar] Director en Royal Academy of Music (1720-1728)

Allí recibe el encargo de crear un teatro real de la ópera, que sería conocido también como Royal Academy of Music.
Händel escribió 14 óperas para esa institución entre 1720 y 1728, que lo hicieron famoso en toda Europa. En esta empresa
tuvo el privilegio de contar con los servicios de varios de los principales virtuosos vocales de primera línea de la ópera
italiana: el castrado contra-alto Senesino, las soprano Francesca Cuzzoni, Faustina Bordoni, y el bajo Montagnana, entre
otros. La estabilidad económica de la empresa, la disposición de los prestigiosos solistas y de una excelente orquesta, así
como el gran entusiasmo del público permitió a Händel llevar a la época de gloria de la Royal Academy que incluyó varias
de las piezas cumbre de la ópera seria: Ottone y sobre todo Giulio Cesare,Tamerlano y Rodelinda, entre muchas otras.

El 11 de junio de 1727 moría de apoplejía Jorge I, pero antes de morir había firmado el "Acta de Naturalización" de Händel.
El compositor era ya súbdito británico. Fue el momento de cambiar su nombre a «George Frideric Haendel». A Jorge I le
sucedió Jorge II y para su coronación se encargó la música a Händel. Así nacieron los himnos «Zadok the Priest», «My
Heart is Inditing», «Let Thy Hand be Strengthened» y «The King shall Rejoice». Las dimensiones de la orquesta y músicos
requeridos eran extraordinarias (se pudo leer en un periódico «habrá 40 voces, y unos 160 violines, trompetas, oboes,
timbales y bajos, proporcionalmente, además un órgano, que fue instalado detrás del altar»).

[editar] Covent Garden y la guerra operística (1729-1737)


Georg Friedrich Händel en 1733

[editar] Dublín y la consagración definitiva con los oratorios (1738-1751)

A partir de 1740, Händel se dedicó a la composición de oratorios, entre ellos El Mesías, que en el siglo XIX se convertiría
en la obra coral por excelencia.

[editar] La ceguera y los últimos años (1752-1759)

En 1751, Händel perdió la vista mientras componía el oratorio Jephta. A comienzos de abril de 1759 se sintió mal mientras
dirigía su oratorio El Mesías. Terminado el concierto, se desmayó y fue llevado presurosamente a su casa, donde se le
acostó; nunca más volvió a levantarse. Händel murió siendo venerado por todos; fue sepultado con los honores debidos en
la Abadía de Westminster, panteón de los hombres más célebres de Inglaterra. Su último deseo fue morir el Viernes Santo y
a punto estuvo de cumplirse: falleció el 14 de abril de 1759, Sábado Santo.

[editar] El arte de Händel


«El incomparable Händel, el Orfeo de nuestro tiempo»

Barthold Feind.Hamburgo, 17151

El estilo de Händel es una extraordinaria síntesis de los principales estilos nacionales musicales de su época, tomando los
mejores elementos y características de cada uno de ellos y superándolos por separado, como sus contemporáneos Bach y
Telemann, donde además se añade el estilo inglés de Purcell, al que Händel le da un nuevo y vigoroso empuje, siendo el
verdadero continuador de este compositor.2 3 Todo ello fruto de sus estancias en Inglaterra, Alemania e Italia, dando prueba
de que Händel era un auténtico cosmopolita de su tiempo.15

Su estilo tiene la solidez y el contrapunto de la música alemana, la melodía y el enfoque vocal del bel canto de la italiana, la
elegancia y solemnidad de la escuela francesa y la audacia, sencillez y fuerza de la inglesa.3 Händel es un fiel continuador
de estos estilos y técnicas, en que no aporta ninguna novedad a todas estas corrientes musicales de la primera mitad del siglo
XVIII, aunque como Rameau, su música, especialmente en óperas y oratorios, adquiere un nuevo y especial sentido
dramático y monumental, triunfante, poderoso y solemne que es único entre la música de su tiempo.3 14

Generalmente, su producción tiene una estructura simple16 y sencilla,16 de lenguaje vocal en la línea del bel canto italiano17
pero templado y conteniendo un pudor expresivo que recuerda a Purcell en vez de a los compositores italianos,17 cuyas
cualidades cautivan rápidamente al auditorio,16 donde domina la melodía y la homofonía. Es, en esencia, de corte
mayormente italiano, que es el estilo más presente en su música y el que más ha influenciado en todos los aspectos de su
obra.18

[editar] Obra musical

La vasta y abundante obra de Händel, muy prolífico como era la norma de la época, se compone de más 600 obras y se
divide en 7 grandes grupos, agrupados en dos grandes bloques: música vocal (dramática, oratorios, profana y religiosa) y
música instrumental (orquestal, de cámara y para clave) donde abarca todos y cada uno de los géneros de su época.19

En cuanto a música vocal, los géneros y obras que el compositor compuso, que suman 290 piezas en total, son 43 óperas en
lengua italiana, alemana e inglesa, 2 músicas incidentales para espectáculos en inglés, 26 oratorios en italiano, alemán e
inglés, 4 odas y serenatas en italiano e inglés, 100 cantatas en italiano y español, 21 dúos, 2 tríos, 26 arias sueltas, 16 obras
para conciertos espirituales, 41 anthems, 5 Tedeum, 1 Jubilate y 3 himnos ingleses.19 20 21 22

En música instrumental, 78 en el ámbito orquestal: 34 conciertos para solistas, 23 concerti grossi, 4 oberturas, 7 suites, 2
sinfonías, 6 movimientos de danzas y conciertos sueltos, y 2 marchas.19 23 68 en el ámbito de cámara: 22 sonatas para un
instrumento solista y bajo continuo, 25 sonatas en trío y 19 movimientos sueltos de danzas, marchas y sonatas.19 24 Y 186 en
el ámbito del clavicémbalo: 30 suites y oberturas, y 156 movimientos de suite sueltas.19

[editar] Las óperas


Las 43 óperas de Handel, o 46 si se añade Sémele, Acis y Galatea y Hércules,25 26 25 27 componen el punto central de su obra
junto con los oratorios, siendo uno de los más importantes compositores de ópera universal, el mayor en el ámbito de la
barroca,28 y el más destacado en el subgénero dramático de la ópera barroca, la ópera seria del siglo XVII. Dentro del
transcurso de la ópera seria, sin embargo, Händel no puede ser comparado con sus antecesores, Alesandro Scarlatti, y
sucesores, Hasse, Gluck, Porpora, siendo diferente de ellos por sus formas poco italianas,29 utilizando recursos de la ópera
alemana y ópera francesa.6

A excepción de sus primeras óperas en Hamburgo, Almira, Nero, Florindo y Dafne, que están escritas en alemán y
pertenecen al subgénero singspiel,30 y Alceste, su última ópera, escrita en inglés ya al final de su vida, todas están escritas en
italiano dentro de la tradición de la ópera seria de la primera mitad del siglo XVIII.6 En relación con Acis y Galatea, Semele
y Hércules, todas escritas en inglés como Alceste, es un grupo muy ambiguo en lo referente a su catalogación de género,
siendo considerados por su autor en el caso de Semele y Hércules como oratorios, pero aptos para representación escénica,
considerándose en algunos casos como óperas y englobados dentro de las óperas handelianas.25 En el caso de Acis y
Galatea, se estrenó en 1718 como una masque, siendo la primera obra escrita en inglés de Händel.27 Sin embargo, en 1732
se amplió añadiendo nuevos números y con muchas modificaciones, y se estrenó como una ópera.27

Senesino y Francesca Cuzzoni, dos de las grandes estrellas de la ópera del siglo XVIII, gracias a los que, en parte, se deben
la dificultad y virtuosismo del estilo vocal de las óperas de Händel.

Asimilada totalmente desde 1707 con Rodrigo la tradición del drama italiano, casi todas sus óperas tiene la formula clásica
de 3 actos, alternando la dualidad arias da capo-recitativos, sin danzas ni conjuntos, ni ritornellos instrumentales, a
excepción de coros como números finales y duos y tríos en muy contadas ocasiones. Alceste, Teseo, Ariodante, Serses y
otras óperas, sin embargo, rompen el esquema clásico, añadiendo coros y danzas en mitad de la ópera en Ariodante, Alceste
y Serse, teniendo más de 3 actos como Teseo o Alceste,29 o abandonando la rigidez y seriedad de la temática de la ópera
seria haciendo un drama más compacto en Serse.29 Serses, además, añade muchos elementos cómicos y tiene un estilo más
moderno,28 que se acerca a la música galante de mediados del siglo XVIII,28 siendo única en el catálogo de Händel. Serse
también tiene airosos que se interponen entre los recitativos, que muchos de ellos son acompañados, y arias o ritornellos
instrumentales. Sin embargo, Händel siempre fue fiel en esencia en las formas básicas convencionales: arias, recitativos
secos y acompañados, ariosos, grandes conjuntos (coros), dúos y tríos, las formas básicas de la ópera del siglo XVIII.31 29 6

Argumentalmente, gran parte de las óperas son de tema heroico, tan de boga en la ópera seria de principios del siglo XVIII,
aunque algunas, como Il pastor fido, es de temática pastoral, de moda y auge en Italia a finales del siglo XVII y principios
del siguiente. Otra temática presente en algunas óperas, y de singular importancia, es la llamada ópera mágica, como
Rinaldo, Orlando, Ariodante y Alcina, donde en el argumento, extraído de la literatura épica y caballeresca, tiene una gran
importancia y presencia la magia y el encantamiento.32

La gran mayoría de las óperas tienen una instrumentación muy reducida, aunque su lenguaje orquestal utiliza matices en
abundancia y es muy colorista. Las arias da capo son las grandes protagonistas en ese sentido, con un grandioso vigor
melódico, teniendo un ritmo y melodía con gran supremacía y grandes solos obligados, como en la aria "Vo fa la guerra" de
Rinaldo, donde hay un gran interveción solista de un clave.28

La influencia del contrapunto germano, aprendido de Zachow, se encuentra en el acompañamiento instrumental de las arias,
donde se muestra la facilidad y el dominio que tiene Händel en ese campo, estando más presente en las piezas
instrumentales de las óperas, donde a veces se hallan fugas. Si el estilo germano está presente a través del contrapunto, el
estilo francés aparece en las oberturas de sus óperas y las danzas y ballets, especialmente en Alcina y Ariodante. Las
oberturas, siempre compuestas a la moda francesa, tiene siempre un esquema de dos movimientos: empezando por una lenta
y solemne introducción y acabando uno rápido con secciones fugadas.32

El estilo vocal de sus óperas es muy depurado, siendo deudor de Scarlatti y Caldara en su aprendizaje italiano, entre 1706 y
1710, hecho a base de componer sin descanso miles de cantatas. Estas poseían una torrencial fluidez melódica
indudablemente forjada en su estancia en Italia.32 Escrita y pensada la parte vocal para lucir la técnica y capacidades vocales
de los grandes castrati y las grandes divas del siglo XVIII, cantantes superdotados,32 exige un gran virtuosismo en algunos
pasajes, ya extendiéndose muchos compases sobre una vocal, ya desafiando y poniendo al límite la capacidad de los
cantantes, amén de otras difíciles técnicas virtuosas como notas agudas y graves y sonido aflautado.32 Así, los intérpretes
actuales, aunque estén muy capacitados, no pueden igualar la técnica de los castrati y las divas del siglo XVIII.32 En ese
sentido, Händel siempre estuvo a disposición, aunque temporalmente, para cantar sus difíciles y exigentes óperas de casi
todos los mejores intérpretes italianos32 de su época, como los célebres Farinelli, Cuzzoni, o Senesino, aunque el público de
Londres no apreciaba ese reparto.32

[editar] Los oratorios

Su oratorio más famoso es el renombrado Mesías, compuesto en 1741. Según la tradición, fue realizado tras un largo
período de escasez en la producción musical del compositor debido a una inspiración divina. Lo cierto es que Händel se
encontraba en un momento creativo interesante, ya que junto a esta obra escribió el drama coral Samson, que junto a Saul,
Jephta y Belshazzar marcan la cumbre del drama coral. Su coro más famoso es el majestuoso "Hallelujah".

Este oratorio fue representado en el Covent Garden y dirigido por Händel todos los años en la época de Pascua hasta el día
de su muerte.

El Mesías presenta préstamos de otras obras anteriores del propio compositor. En especial se pueden encontrar cuatro de los
coros más famosos de la obra en los movimientos iniciales y finales de dos cantatas italianas:

- And He shall Purify: "L'ocaso a nell'Aurora", de la cantata "Quel fior che al alba ride"

- For unto us a child is born: "Non, di voi non vo fidarmi"

- His yoke is easy: ""Quel fior che al alba ride"

- All we like sheep: "So per prova" de la cantata "Non, di voi non vo fidarmi".

Otra particularidad de esta gran obra es que no responde al esquema del oratorio händeliano más típico, con personajes
concretos a la manera de una ópera sin escenificación, según la tradición del oratorio romano que el propio Händel
frecuentó (La Resurrezione), y con coros que representan personajes colectivos (Sussana), o el pueblo de Israel (Jephta,
Joshua, Judas Macabeo, etc.), o bien varios pueblos enemigos (Athalia, Belshassar, Deborah, etc.).

El Mesías es más bien una colección de tres cantatas con textos poéticos y narrativos, pero no dramáticos, lo cual es
totalmente atípico en Händel (sólo ocurre, además de en esta obra, en Alexander's Feast, Israel in Egypt y L'allegro, il
penseroso ed il moderato).

[editar] La música orquestal

Al margen de sus oratorios sobresalen sus conciertos, sonatas y suites para diversos instrumentos y dos obras orquestales
particulares: Música para los reales fuegos de artificio (compuesta por encargo del rey Jorge II de Inglaterra, estrenada en
el Green Park de Londres en 1749 en medio del regocijo popular) y Música acuática (compuesta en 1717 para una travesía
que el rey Jorge I de Inglaterra hizo en su lujosa embarcación, navegando por el Támesis, entre Whitehall y Chelsea;
durante el viaje se realizó una fiesta en la que se disfrutó enormemente de la obra de Händel).

[editar] La música para teclado

Las obras para teclado de Händel, en especial las destinadas al clavicémbalo, son una de las cimas, junto con Bach, Rameau,
Couperin y Domenico Scarlatti, de la música barroca para estos instrumentos. Sus obras más importantes y conocidas son
dos colecciones de suites (HWV 426-433 y HWV 434-438), seis fugas (HWV 605-610) y doce conciertos para órgano (Op.
4 y Op. 7). En este ámbito, su maestro Zachow le familiarizó con la escuela alemana del clave y órgano, donde recibió
influencias de Kunhau, Froberger, Kerll y Buxtehude.33 Esta música tiene un aspecto libre y espontáneo, al igual que el resto
de su música instrumental.33

Toda esta música está escrita para clavicémbalo, a excepción de 16 conciertos para órgano solista y orquesta, Op.4 y Op.7, y
varios sueltos, compuestos en la década de 1730. Este novedoso y poco común género, que se adaptaba muy bien al carácter
de Händel, lo interpretaba él mismo en los intermedios de sus oratorios.11 34 Händel, en estos conciertos, demostraba su
talento como organista;11 y su original sonoridad35 donde con su carisma fascinaba y entusiasmaba al público,33 sin embargo,
se tiene una imagen incompleta de cómo debía de sonar realmente esa música, ya que en las partituras no aparecen las
ornamentaciones ni las secciones reservadas a la improvisación.33 No es de extrañar, pues, que Händel, como Bach, fue un
notable improvisador al teclado.33

Händel compuso bastantes suites y oberturas en la música destinada al clavicémbalo, y su principal aportación a este género
de origen francés son las 8 grandes suites (HWV 426-433), publicadas en Londres en 1720. Estas suites tienen una
originalidad y una variedad muy grande en varios aspectos, en referencia a la suite francesa para teclado, siguiendo la norma
como el resto de su obra instrumental.36 Adopta variados patrones y movimientos de diversos géneros: la sonata de iglesia,
como en el caso de la Suite 2, la estructura clásica de la suite, como en el caso de la Suite 1, o una combinación de ambos
géneros, como en la Suite 7, y diversos estilos, como el concierto en la Suite 4.36 Estas suites tienen una gran potencia y
sentido dramático, un aire de grandeza que casi desborda el marco del clave, y utilizan tonalidades poco usadas en la
primera mitad del siglo XVIII, como en el caso de la Suite en fa sostenido menor, y, entre la producción de teclado, es en
estas obras donde está más patente la originalidad de Händel.17

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