Charla Del Bullying

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¿Qué es el bullying verbal y cómo se manifiesta?

De acuerdo con McGuiness (2007), distintas investigaciones han mostrado que el


bullying verbal es el método de acoso escolar más frecuente. Ocurre en ratios
similares entre chicos y chicas, y los insultos se caracterizan principalmente por
componentes raciales y de género. Así mismo, los métodos de bullying verbal
más comunes son las calumnias, es decir, los enunciados falsos y
malintencionados, las burlas y el llamar a la persona con sobrenombres despectivos
o violentos.
Por su parte Serra-Negra, Martins, Baccin, et al (2015) nos dicen que el principal
detonante del bullying verbal es la dinámica de aceptación de unos miembros del
grupo a otros miembros, lo que está influenciado por factores como las
características físicas y el estatus socioeconómico de todos ellos.
Dicho de otra manera, además del canal por medio del cual se ejerce la violencia
(verbal, físico, etc.), los diversos tipos de intimidación pueden tomar múltiples focos.
Por ejemplo, el comportamiento ofensivo puede tener como objetivo el género, la
raza, la discapacidad o la clase social, entre otras categorías.
Cuando dichas características no se corresponden con las expectativas del grupo, el
individuo es rechazado y acosado. Así pues, los mismos autores nos dicen que el
bullying verbal están principalmente motivado por las siguientes cuestiones:

 Características físicas, como obesidad o mucha delgadez, el color de la


piel, el tipo de cabello, el modo de vestido, la discapacidad, entre otras.
 Prejuicios y estereotipos religiosos, raciales y de género, lo que
incluye homofobia, lesbofobia y transfobia.

Así pues, la detección del bullying verbal inicia con dar relevancia a cualquier
enunciado cuyo contenido esté centrado en las cuestiones anteriores. Esto puede
detectarse tanto en la escuela como en la casa. De hecho, a pesar de que el
bullying ocurre por definición en la escuela, es en los comentarios realizados
dentro del seno familiar donde muchas veces se hace más evidente. Una vez
detectado esto, puede ponerse en relación con manifestaciones individuales
y emocionales como las que veremos más abajo.

Consecuencias emocionales de estos ataques

De acuerdo con Elipe, Ortega, Hunter, et al (2012), el bullying puede generar


desajustes emocionales importantes, que, si se mantienen a mediano y plazo,
pueden tener consecuencias muy negativas y diferenciales para la víctima y para los
agresores. En este sentido, la expresión y la regulación emocional es uno de los
posibles predictores de la situación de bullying.
Así mismo, otras consecuencias del bullying en la persona que es víctima, y que son
a su vez indicadores de la victimización, son las siguientes:

 Deserción o fracaso escolar.


 Reportar sentimientos excesivos de culpabilidad.
 Inhibición en la comunicación y en la socialización.
 Enfermedades psicosomáticas repetitivas.
 Una apreciación negativa sobre sí mismo.

Estrategias de prevención e intervención

Considerar el bullying como un fenómeno no solo psicológico sino social es


importante porque nos permite analizar dinámicas y componentes que a veces
pasan desapercibidos, y que no obstante sientan las bases en las que se genera
y se reproduce la interacción violenta.
Tomar lo anterior en consideración es un elemento imprescindible en la planeación
de estrategias de intervención y prevención del acoso escolar, tanto a nivel familiar
como en el entorno educativo.
En tanto que estos últimos, el entorno familiar y el educativo, son los dos
principales sistemas de apoyo de los adolescentes, cualquier alteración en ambos
puede afectar significativamente el curso de su desarrollo (en lo negativo y en lo
positivo). Veremos a grandes rasgos algunas estrategias que pueden llevarse a
cabo en ambos contextos.

1. En el entorno educativo

Distintos estudios hablan de que existe un menor ajuste psicosocial y un escaso


nivel de empatía en los miembros del grupo que agreden a otros (Elipe, Ortega,
Hunter, et al, 2012). En este sentido, es importante que el entorno educativo
refuerce la empatía, y para esto, es necesario conocer y trabajar los esquemas de
reconocimiento que hay entre los distintos miembros. A partir de ahí, es
necesario facilitar entornos de convivencia libres de estereotipos y de acoso.

2. En el entorno familiar

Las estrategias de prevención e intervención en el entorno familiar dependen en


gran medida de la dinámica generada por los adultos.
En este sentido, es importante empezar con una detección de los indicadores de
bullying que se hacen presentes a nivel verbal, y luego explorar cuáles son los
esquemas de fondo que están provocando que el adolescente tenga una percepción
despectiva sobre las características del compañero al que agrede. Intervenir
mediante la modificación de dichos esquemas es importante para contrarrestar la
tendencia a la agresión.
Así mismo, tanto en la familia como en la escuela, es importante contar con
información detallada y confiable sobre el tema, que haga posible realizar
estrategias educativas basadas en la empatía y en el reconocimiento respetuoso de
los demás.
3. Empoderamiento de la víctima

Es también importante trabajar con los estilos de afrontamiento de las víctimas de


bullying. Para esto, es indispensable comenzar por reconocer la situación de
bullying y saberse víctima de ella. No obstante, lo que sigue es reforzar el
reconocimiento de sí misma como una persona que también puede generar
recursos para contrarrestar la relación violenta.
Dicho reconocimiento inicia desde la forma en la persona que se siente tratada por
los adultos y sus contextos de referencia, así como por sus pares. La interacción
que la víctima establece con sus entornos más cercanos puede reforzar la situación
de vulnerabilidad, lejos de contrarrestarla, por lo que este es un elemento que
también debe ser analizado.

Bullying sexual
El bullying sexual es una forma de maltrato muy común entre adolescentes, en la
cual los agresores acosan a sus víctimas a través de comentarios y acciones que
son de naturaleza sexual. Este tipo de acoso puede ocurrir de forma física, verbal,
en persona o por vía electrónica.

La mayoría de los jóvenes que reciben este tipo de acoso sexual son propensos al
igual a recibir otros tipos de bullying o intimidación.

Algunas imágenes, chistes, lenguajes y contactos son llamados inapropiados por


una razón. Si te sientes incómodo por alguna conducta o interacción con otro
compañero que sea de manera constante, puede caer en la categoría del bullying y
acoso sexual.

El bullying sexual tiene como objetivo ridiculizar o humillar a la víctima y puede


incluir algunos actos como:

 El hacer bromas sexuales, comentarios o gestos de o para alguien.


 La difusión de rumores sexuales (en persona, por el texto, o en línea).
 El escribir mensajes sexuales de la gente en puestos de baño o en otros
lugares públicos.
 El mostrar a alguien vídeos o imágenes sexuales inapropiadas.
 La publicación de comentarios sexuales, imágenes o vídeos en redes
sociales como Facebook, o el envío de mensajes de texto explícitos.
 El hacer comentarios sexuales o las ofertas fingiendo ser otra persona en
línea.
 El tocar, agarrar, o pellizcar a alguien de una manera deliberada sexual.
 El tirar de la ropa de alguien y cuando rozamos una manera deliberadamente
sexual.
 El rechazar, denigrar o intimidar a alguien por su preferencia sexual.

En muchas ocasiones el acosador no se siente atraído sexualmente por la víctima,


sino que lo hace por el simple hecho de disfrutar del ejercicio de poder.  Hay que
evitar que estas agresiones se tornen en eventos donde se les obligue a las
víctimas a realizar actos en contra de su voluntad.
El forzar a personas a hacer cosas que no quieren hacer, como besar, tener sexo
oral, o hacer el amor, va más allá de bullying sexual. El forzar a alguien a llevar a
cabo actos sexuales sin su deseo se convierte en una violación, el cual es un
crimen.

Algunas de las razones por las cuales los adolescentes le hacen bullying sexual a
otros están: el sentirse poderosos o superior sobre los demás (mayormente los
débiles); aparecer sexualmente maduro o madura por la presión del grupo; para
incrementar su estatus social;  para generar emoción y prosperar de la miseria de
otros; reducir su propia inseguridad al molestar a los otros y hacerlos sentir
inferiores; eliminar a la competencia al hacer que el otro se vea menos deseable; y
el imitar el ejemplo de los demás.

Estrategias para prevenir o hacer frente al bullying sexual

Díselo a un adulto. Es importante que de inmediato le hagas saber a un adulto lo


que pasa. Habla con un adulto en quien confíes sobre lo que pasó y sobre lo que
debes hacer para evitar que eso continúe.
Si no estás seguro de con quién hablar, considera hablar con uno de tus padres,
con un profesor o con un entrenador.

Dile al acosador que se detenga. Si bien no siempre es el caso, existen ocasiones


en las que el acosador puede no darse cuenta de que lo que hace o dice te hace
sentir incómodo. Empieza por decirle a esa persona que lo que hace es inadecuado
y que quieres que se detenga.
Algunas veces simplemente decirle al acosador que se detenga será suficiente y el
acosador te dejará solo o dejará de hacer su conducta inadecuada.

No te culpes. Las personas que intimidan o acosan sexualmente a otras pueden


algunas veces ser muy manipuladoras. Pueden tratar de hacerte sentir como si tú
fueras el que está mal por rechazar sus insinuaciones o por decirle que se detenga.
No te dejes engañar: esa persona no tiene derecho a hacerte sentir incómodo de
esa manera.

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