Circunstancias Agravantes Unidad 4

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Circunstancias agravantes

Garraud las define como: "Hechos que, uniéndose a los elementos materiales o


morales del delito, aumentan la criminalidad de la acción o la culpabilidad del
agente".

Son circunstancias determinadas por la ley, que se unen a los elementos


generales y a los específicos de la infracción, y tienen como consecuencia
necesaria, una pena mayor que la establecida en la ley, al definir las diversas
figuras de delitos.

La doctrina divide las circunstancias agravantes en: circunstancias


agravantes objetivas y subjetivas.

Son llamadas objetivas, cuando se unen a los elementos materiales de la


infracción, como las de que un robo se cometa de noche, en casa habitada,
con escalamiento o fractura (Art. 386 Código Penal).

Se dice que son subjetivas, cuando se unen a la culpabilidad, a la


individualidad del autor de la infracción, tales como la premeditación, la
asechanza, los lazos de consanguinidad y la edad de la víctima (art. 295 y
355).

Del mismo modo han sido clasificadas como especiales y generales. Las
primeras no se aplican sino a algunas infracciones. Las segundas se aplican a
todas las infracciones o a muchas de ellas. De esta clase tenemos la
reincidencia y la condición de funcionario público del autor del hecho (prevista
esta última en el Art.198 del C.P.).

7.1 Circunstancias atenuantes:

Las circunstancias atenuantes son hechos accidentales de la infracción, no


previstos taxativamente por la ley, que el juez aprecia soberanamente y cuyo
efecto es disminuir la pena normalmente aplicable a la infracción. Así como
existen, circunstancias agravantes legales y judiciales, en nuestro derecho
penal, existen circunstancias, que en vez de agravar, atenúan la pena o
impiden su aplicación. Estas instituciones jurídicas están consagradas en los
artículos 463 y 483 del Código Penal y expresan lo siguiente:

Art. 463 del C. P. "Cuando en favor del acusado existan circunstancias


atenuantes, los tribunales modificarán las penas, conforme a la siguiente
escala:

1ro.- ( Modificado implícitamente por el artículo 8 de la Constitución de la


República) Cuando la ley pronuncie la pena de treinta años de reclusión mayor,
se impondrá el máximum de la pena de reclusión mayor. Sin embargo, si se
trata de crímenes contra la seguridad interior o exterior del Estado, el tribunal
criminal por su sentencia de condenación, pondrá los reos a disposición
del Gobierno, para que sean extrañados o expulsados del territorio;

2do.- Cuando la pena de la ley sea la del máximum de la reclusión mayor, se


impondrá de tres a diez años de dicha pena, y aún la de reclusión menor, si
hubiere en favor del reo más de dos circunstancias atenuantes;

3ro.- (Modificado Ley No. 5901 del 14 de Mayo de 1962) Cuando la Ley


imponga al delito la de reclusión mayor que no sea el máximum, los tribunales
podrán rebajar la pena a la de reclusión menor, o de prisión correccional cuya
duración no podrá ser menos de un año, salvo que la ley permita una reducción
de la prisión a menor tiempo;

4to.- ( Modificado implícitamente por el artículo 8 de la Constitución de la


República) Cuando la pena sea la reclusión menor, detención, destierro o
degradación cívica, los tribunales impondrán la prisión correccional, sin que la
duración mínima de la pena pueda bajar de dos meses;

5to. Cuando el Código pronuncie el máximum de una pena aflictiva, y existan


en favor del reo circunstancias atenuantes, los tribunales aplicarán el mínimum
de la pena, y aún podrán imponer la inferior en el grado que estimen
conveniente;

6to.- Cuando el Código pronuncie simultáneamente las penas de prisión y


multa, los tribunales correccionales, en el caso de que existan circunstancias
atenuantes, están autorizados para reducir el tiempo de la prisión, a menos de
seis días, y la multa a menos de cinco pesos, aún en el caso de reincidencia.
También podrán imponerse una u otra de las penas de que trata este párrafo, y
aún sustituir la de prisión con la de multa, sin que en ningún caso puedan
imponerse penas inferiores a las de simple policía."

Las circunstancias atenuantes no se encuentran establecidas en la ley, por lo


que el juez podrá valorarlas subjetivamente, las más comunes en la practica
judicial dominicana, son: La del delincuente primario, llámese aquel que comete
por primera vez un hecho de esa naturaleza, la juventud, la inexperiencia, la
falta de orientación social, las circunstancias en especifico que rodearon el
suceso, en fin, claro está que los jueces deberán motivar en sus sentencias,
aquellas circunstancias que lo llevaron a atenuar la pena de la persona
culpable de un hecho.

7.2 Condiciones requeridas para aplicar una y otra:

Para poder aplicar circunstancias atenuantes es preciso ponderar la norma


penal que se aplica, en razón de que el legislador, en algunas infracciones ha
prohibido la acogencía de circunstancias atenuantes, como por ejemplo en el
crimen de secuestro y en el de porte, comercio y tenencia ilegal de arma de
fuego.
Los jueces pueden apreciar circunstancias atenuantes en relación con los
crímenes, con los delitos y las contravenciones previstas en el Código Penal y
son apreciadas por los jueces de fondo, que conocen del mismo hecho. Y para
poder incrementar la pena de una persona, partiendo de la existencia de
circunstancias agravantes, es preciso que las mismas hayan sido probadas, del
mismo modo que se prueba el hecho, en razón de que ellas, por decirlo así,
acompañan los elementos constitutivos especiales de la infracción y para que
un procesado sufra de la severidad de las mismas, es preciso demostrar la
ocurrencia de éstas.

7.3 Diferencias las judiciales y las legales: Las circunstancias agravantes


han sido clasificadas en legales y judiciales. Las primeras son las que están
previstos de una manera especial en la ley y las segundas, las que el Juez
puede apreciar libremente al juzgar el hecho. Las circunstancias agravantes
judiciales son hechos que demuestran una mayor culpabilidad del agente, a
consecuencia de los cuales, el juez, moviéndose dentro de los límites normales
de la ley, aplica una pena mayor o menor según su arbitrio, sin tener que
especificarlas. Las agravantes legales deben ser declaradas y caracterizadas
por el juez en su sentencia, mientras que las judiciales no.

DISPOSICIONES GENERALES

Art. 463.- Cuando en favor del acusado existan circunstancias atenuantes, los
tribunales

modificarán las penas, conforme a la siguiente escala: 1o.- Cuando la ley


pronuncie la

pena de treinta años de trabajos públicos, se impondrá el máximum de la pena


de

trabajos públicos. Sin embargo, si se trata de crímenes contra la seguridad


interior o

exterior del Estado, el tribunal criminal por su sentencia de condenación,


pondrá los reos

a disposición del Gobierno, para que sean extrañados o expulsados del


territorio; 2o.-

Cuando la pena de la ley sea la del máximum de los trabajos públicos, se


impondrá de

tres a diez años de dicha pena, y aún la de reclusión, si hubiere en favor del
reo más de
dos circunstancias atenuantes; 3o.- cuando la Ley imponga al delito la de
trabajos

públicos que no sea el máximum los tribunales podrán rebajar la pena a la de


reclusión, o

de prisión correccional cuya duración no podrá ser menos de un año, salvo que
la ley

permita una reducción de la prisión a menor tiempo; 4o.- Cuando la pena sea la

reclusión, detención, destierro o degradación cívica, los tribunales impondrán la


prisión

correccional, sin que la duración mínima de la pena pueda bajar de dos meses;
5o.

Cuando el Código pronuncie el máximum de una pena aflictiva, y existan en


favor del reo

circunstancias atenuantes, los tribunales aplicarán el mínimum de la pena, y


aún podrán

imponer la inferior en el grado que estimen conveniente; 6o.- Cuando el Código

pronuncie simultáneamente las penas de prisión y multa, los tribunales


correccionales, en

el caso de que existan circunstancias atenuantes, están autorizados para


reducir el

tiempo de la prisión, a menos de seis días, y la multa a menos de cinco pesos,


aún en el

caso de reincidencia. También podrán imponerse una u otra de las penas de


que trata

este párrafo, y aún sustituir la de prisión con la de multa, sin que en ningún
caso puedan

imponerse penas inferiores a las de simple policía.

LIBRO CUARTO

Contravenciones de Policía y sus penas.

CAPÍTULO I
De las penas.

Art. 464.- Las penas en materia de policía son: el arresto, la multa y el comiso
de ciertos

objetos embargados.

Art. 465.- El arresto por contravenciones de policía, es de uno a cinco días,


según los

casos y distinciones que más adelante se establecerán. Los días de arresto


constan de

veinticuatro horas.

Art. 466..- Las multas por contravenciones de policía, se impondrán desde uno
hasta

cinco pesos inclusive, según los casos y distinciones que más adelante se
establecen.

Art. 467.- El producto de las multas ingresará en la caja comunal del lugar
donde se

cometió la contravención.

Art. 468.- Cuando los bienes del condenado no basten para cubrir todas las

condenaciones que se pronuncien, tendrán preferencia sobre la multa, el pago


de las

restituciones e indemnizaciones que se deban a la parte agraviada.

Art. 469.- El pago de las restituciones se exigirá aún por la vía de apremio, y el

condenado permanecerá en prisión hasta perfecto pago.

Art. 470.- Los tribunales de policía pronunciarán también, en los casos


determinados por

la ley, el comiso de las cosas útiles, e instrumentos destinados, producidos o


tomados en

contravención.

CAPÍTULO II

Contravenciones y penas.
SECCIÓN 1RA.

Primera clase.

Art. 471.- Se castigará con multa de un peso:

1.- Los que descuidaren la reparación y limpieza de hornos, chimeneas, y


máquinas

donde se haga uso de fuego y lumbre.

2.- Los que disparen fuegos artificiales en lugar vedado por la autoridad.

3.- Los fondistas y otras personas que descuidaren el alumbrado, cuando este
deber les

sea impuesto por los reglamentos municipales.

4.- Los que descuidaren también la limpieza de las calles o lugares de tránsito,
en los

municipios donde se deja ese cuidado a cargo de los habitantes.

5.- Los que estorbaren una vía pública, depositando o dejando en ella, sin
necesidad,

materiales o cualesquiera otras cosas que impidan la libertad del tránsito, o


disminuyan

su seguridad.

6.- Los que infringieren las reglas de seguridad relativas al depósito de


materiales en

calles o plazas, y a la apertura de pozos y excavaciones.

7.- Los que infringieren los reglamentos concernientes a los caminos


vecinales.

8.- Los que arrojaren o depositaren delante de sus edificios, materiales y


objetos que por

su naturaleza puedan perjudicar en su caída, o ser nocivas por sus


exhalaciones

insalubres.
9.- Los que en calles, caminos, plazas, lugares públicos o en los campos,
dejaren

máquinas, instrumentos o armas de que puedan abusar los ladrones y


malhechores.

10.- Los que apagaren el alumbrado público, o el del exterior de los portales o
escaleras

de las casas.

11.- Los que en propiedad ajena cogieren y comieren frutas, siempre que no
medien en

el hecho otras circunstancias previstas por la ley.

12.- Los que escandalizaren con su embriaguez.

13.- Los que salieren de máscara, en tiempo no permitido, o de manera


contraria a los

reglamentos.

14.- Los que se bañaren en lugar público, quebrantando las reglas de la


decencia.

15.- Los que arrojaren animales muertos en sitios vedados.

16.- Los que sin haber sido provocados injuriasen a alguna persona salvo los
casos

previstos en el tratado de la difamación e injurias.

17.- Los que por imprudencia arrojaren inmundicias sobre una o más
personas.

18.- Los que sin derecho entraren en terreno ajeno, sembrado o preparado
para las

siembras. Para los efectos de esta disposición, se considera sin derecho a los
que no son

propietarios, colonos o arrendatarios del terreno, o que no son agentes o


encargados de

éstos, o que no tienen el derecho de paso por el terreno.

19.- Los que dejaren pastar sus ganados o bestias en terreno ajeno, antes de
que se
cosechen las siembras.

20.- Los que infringieren los reglamentos dados por la autoridad administrativa
en el

círculo de sus atribuciones.

21.- Los que no se sometieren a los reglamentos y decisiones publicadas por


la autoridad

municipal, en virtud de las facultades que le dan las leyes.

Art. 472.- En los casos previstos en los párrafos 2 y 9 de este artículo, caerán
en comiso

los fuegos artificiales, máquinas e instrumentos de que se hace en ellos


mención.

Art. 473.- El arresto de uno a tres días, podrá pronunciarse simultáneamente


con la

multa, en aquellos casos en que según las circunstancias, y a juicio del juez
que conozca

de la contravención, merezcan esta pena los culpables.

Art. 474.- En caso de reincidencia, y cualesquiera que sean las circunstancias,


se

impondrá siempre a los culpables la pena de arresto, durante tres días a lo


más.

SECCIÓN 2DA.

Segunda clase.

Art. 475.- Incurrirán en la pena de multa de dos a tres pesos inclusive:

1.- Los que infringieren los bandos y reglamentos relativos a las cosechas de
frutos.

2.- Los dueños o encargados de hoteles o de fondas, o de casas de


huéspedes, que

omitieren inscribir, en los registros que deben ser llevados para tal fin, los
nombres de las

personas que durmieren o que pasaren un día o una noche en sus


establecimientos; así
como su edad, estado civil, color, profesión u oficio, nacionalidad y domicilio
habitual, lo

mismo que el lugar de procedencia, la fecha de entrada, el lugar de destino y la


fecha de

salida, con anotación del número y la serie de la Cédula Personal de Identidad


y del

número del sello de Rentas Internas correspondiente al impuesto del último


año; o que al

hacer las inscripciones dejaren espacios en blanco entre líneas; o que hicieren
borraduras

en los escritos que dificulten su lectura o intercalaciones que los altere; o que
se negaren

a rendir a las autoridades de policía los informes relativos a tales inscripciones;


o que en

cualquier forma impidieren el libre ejercicio de las autoridades citadas en


investigación de

un caso cualquiera relacionado con las mismas; sin perjuicio de la


responsabilidad que les

impone el artículo 73 del presente Código, por los crímenes y delitos que
puedan o hayan

podido cometer los que se hubieren hospedado en sus establecimientos, y


cuyos

nombres y demás datos personales no aparezcan regularmente inscritos en


sus

registros.

3.- Los arrieros o recueros, carruajeros y carreteros que desamparen sus


bestias en

medio de una calle, camino o plaza.

4.- Los que embargaren el tránsito público con sus carruajes o bestias de
carga.

5.- Los que ataren sus bestias de las puertas, interrumpiendo el paso por las
aceras.
6.- Los que corrieren en las calles y plazas carruajes, o caballerías con
perjuicio de las

personas y violación de los reglamentos de la autoridad pública.

7.- Los que infringieren las reglas establecidas respecto de la carga que deban
llevar los

carros, carruajes y bestias.

8.- Los que dejen de inscribir sus carros en el Ayuntamiento, y numerarlos en


el lugar

que se les indique.

9.- Los que en las calles, caminos, plazas o lugares públicos establecieren
rifas o juegos

de azar.

10.- Los que vendieren bebidas falsificadas, sin perjuicio de penas más
graves, en el

caso de que las bebidas contengan mixtiones nocivas a la salud.

11.- Los que dejaren vagar locos o furiosos confiados a su cuidado, o animales
feroces o

dañinos.

12.- Los que no sujetaren sus perros, o los azuzaren cuando atacan o
persiguen a los

transeúntes, aunque no causen daño alguno.

13.- Los que tiraren piedras, inmundicias u otros objetos arrojadizos, sobre
casas,

edificios o cercados ajenos.

14.- Los que arrojaren sobre los transeúntes inmundicias, piedras u otros
cuerpos duros.

15.- Los que tuvieren en balcones, ventanas, azoteas u otros puntos exteriores
de su

casa, tiestos u otros objetos, con infracción de las reglas de la policía.


16.- Los que sin ser propietarios o usufructuarios, o que sin tener el goce de un
terreno, o

el derecho de pasaje, entraren en él, cuando las siembras estén en plena


producción, o

cuando los frutos en cáscaras o mazorcas estén para cosecharse o próximos a


ello.

17.- Los que dejaren entrar ganado o bestias mayores en heredad ajena
sembrada.

18.- Los que rehusaren recibir las monedas nacionales de buena ley, por el
valor que

tengan en su circulación legal.

19.- Los que en momentos de accidente, tumulto, naufragio, inundación,


incendio u otras

calamidades, así como en los casos de salteamiento, pillaje, flagrante delito,


clamor

público o ejecución judicial, pudiendo hacerlo, se negaren a prestar los


servicios, auxilios

o ayuda que les exija la autoridad pública.

20.- Los que se hallen en los casos de los artículos 284 y 288 de este Código.

21.- Los que vendan comestibles dañados, corrompidos o nocivos.

22.- Los que para su propio consumo, hurtaren frutas pendientes de árboles o
siembras,

siempre que no concurra ninguna de las circunstancias previstas por el


artículo 388.

23.- Los que ejercieren sin título, actos de una profesión que lo exija.

24.- Los que usaren uniformes u otros distintivos que no les correspondan.

25.- Los que infringieren las reglas higiénicas o de salubridad, acordadas por
la autoridad

en tiempo de epidemia o contagio.

26.- Los que faltando a las órdenes de la autoridad, descuidaren reparar o


demoler
edificios ruinosos.

27.- Los que dieren espectáculos públicos sin licencia de la autoridad, o


traspasaren la

que se les hubiere concedido.

28.- Los que infringieren las reglas de policía con la elaboración de objetos
fétidos o

insalubres, o los arrojaren a las calles.

29.- Los que arrojaren escombros en lugares públicos, contraviniendo a las


reglas de

policía.

30.- Los que amontonaren basuras en casas destruidas.

31.- Los farmacéuticos que, sin autorización del juez local o del médico,
vendieren

sustancias venenosas.

Art. 476.- Además de la multa que señala el artículo anterior, están facultados
los

tribunales para imponer, según las circunstancias, la pena de uno a tres días
de arresto, a

los carreteros, carruajeros, cocheros y conductores que estén en


contravención; a los

que infringieren los reglamentos que determinen la carga de los carros, o de las
bestias; a

los vendedores de bebidas falsificadas, a los que arrojaren cuerpos duros e


inmundicias.

Art. 477.- Se embargarán y confiscarán:

1.- Los enseres que sirvan para juegos y rifas, y los fondos y demás objetos
puestos en

rifa o juego.

2.- Las bebidas falsificadas, que se encuentren en poder del vendedor y le


pertenezcan;
las cuales de derramarán.

3.- Los escritos y grabados contrarios a las buenas costumbres; estos objetos
se

romperán.

4.- Los comestibles dañados corrompidos o nocivos; estos comestibles se


destruirán.

Art. 478.- En caso de reincidencia, se impondrá a todas las personas


mencionadas en el

artículo 475, la pena de uno a cinco días de arresto. Los que reincidieren en
cuanto al

establecimiento de juegos y rifas en calles, caminos y lugares públicos, serán


remitidos al

tribunal correccional, donde se castigarán con prisión de seis días a un mes, y


multa de

cinco a cincuenta pesos.

SECCIÓN 3RA.

Tercera clase.

Art. 479.- Se castigará con una multa de cuatro a cinco pesos inclusive:

1.- A los que, fuera de los casos previstos por los artículos 434 hasta el 462
inclusive

causaren voluntariamente daños en propiedades y muebles ajenos.

2.- A los que, por efecto de la divagación de locos o furiosos, o de animales


dañinos o

feroces, causaren la muerte o heridas de ganados u otros animales.

3.- A los que causaren el mismo daño, a consecuencia de la rapidez o mala


dirección de

las bestias, carruajes o carreteras de que son conductores, o de la excesiva


carga que les

pongan.
4.- A los que hayan causado los mismos accidentes por la vetustez, el
deterioro o la falta

de reparación o entretenimiento de casas o edificios, o por la destrucción o la


excavación

o cualesquiera otras obras en o cerca de las plazas, caminos o vías públicas,


sin las

precauciones o señales de uso.

5.- A los que causaren los mismos daños por torpeza o falta de precaución
necesaria en

el manejo de armas.

6.- A los que causaren el mismo daño, arrojando piedras u otros cuerpos
duros.

7.- A los que usaren en su tráfico pesas o medidas no contrastadas.

8.- A los farmacéuticos que despacharen medicamentos, en virtud de recetas


que no se

hallen debidamente autorizadas.

9.- A los farmacéuticos que despacharen medicamentos de mala calidad o


sustituyeren

unos por otros.

10.- A los que usaren en su tráfico, pesas o medidas distintas de las que están

establecidos por las leyes en vigor.

11.- A los panaderos o carniceros que vendan pan o carne de mala calidad, y
sin tener el

peso por el que deban vender.

12.- A los que con objeto de lucro interpreten sueños, hicieren pronósticos o

adivinaciones; o que de otro modo semejante abusaren de la credulidad.

13.- A los que tomaren parte en cencerradas u otras reuniones ofensivas a una
persona

cualquiera, y que turben la tranquilidad de los habitantes.


14.- A los que de intento quitaren o rompieren los carteles o avisos, fijados por
mandato

de la autoridad.

15.- A aquellos que lleven bestias de cualquiera especie a heredad ajena, y

principalmente a los potreros, cañaverales, maizales, cafetales, cacaguales, a


las

siembras de granos, y a la de árboles frutales o semilleros y plantíos de


cualquiera

especie, dispuestos por la mano del hombre.

16.- A los que deterioraren de una manera cualquiera los caminos públicos, o
que

usurparen parte de su anchura.

17.- A los que sin estar debidamente autorizados, quitaren de los caminos
públicos las

gramas, tierras o piedras, o que en los lugares pertenecientes a los municipios


tomaren

barro o materiales, a no ser que exista un uso general que lo autorice.

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