La Revista4 2copia 1
La Revista4 2copia 1
La Revista4 2copia 1
Sumario
octubre
2018
Publicación de la Facultad
de Comunicación Social
de la Universidad Central
2 del Ecuador
Editor
Fabián Guerrero Obando
Consejo Editorial
Expreso móvil 51 Fabián Guerrero Obando
Roque Rivas Zambrano
Imagen de la portada:
Caballo y luna,
Washington Iza
Doble sentido 77
Diseño y diagramación
Sonia Vega Burbano
Debiera ser significativo, en ese sentido, el lugar que los Tzántzicos ocu-
pen en la historia de la cultura ecuatoriana, nos sugieren los autores de
los textos sobre este tema. Insisten en que los Tzántzicos crearon un
vasto cuadro humano, histórico, cultural y literario, a fuerza de un trabajo
consecuente. Que formaron parte de ese grupo de artistas, intelectuales
y escritores que pretendieron enriquecer la palabra integridad, oponién-
dola ante ese arranque constante de la deshumanización. Como en
una conversación fluida, inteligente, se hacen presentes las voces de
Editorial
Susana Freire, Fernando Oña, Sophía Yánez, Raúl Arias y Juan Carlos
Fabián Guerrero Obando
Decía Emerson que tal como se es, así se ve. Para ver más hay que
ser más, y estos seres que pueblan estas páginas nos dan las pistas
hacia más ser y mayor ver.
Editorial
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La automarginación tzánzica
Susana Freire García ...................................................................................................... 7
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Susana Freire García*
La automarginación tzánzica
Resumen
Este ensayo busca demostrar la forma en que los integrantes del movimiento 7
tzántzico configuraron a su alrededor una consciente y necesaria automargi-
nación, que les permitió desarrollar su propuesta estética fuera de los cánones
establecidos, y al mismo tiempo asumir su calidad de trabajadores de la cultura
con una ética acorde al contexto histórico, político y social propio de la década
del sesenta. Desde esta perspectiva se colocarán en primer plano las múltiples
estrategias utilizadas por los tzántzicos para conseguir dicho objetivo, y la
forma en que las mismas modificaron el quehacer cultural en Quito. Al mismo
tiempo se analizará el legado del movimiento no desde un punto de vista
académico, sino mas bien bajo una postura vanguardista que evidenciará la
vigencia de varios de los planteamientos realizados por el movimiento tzánt-
zico.
H
nunca dejamos de seguir revolote-
acía tiempo que no escri- ando cerca de él más allá del
bía acerca del movimiento transcurso del tiempo, así que si
La automarginación tzánzica
tzántzico, así que este texto -con bien varias de las hipótesis que
todas las distancias del caso-, re- planteé en el mencionado libro si-
presenta en varios sentidos un reto guen en pie, existe una nueva a la
muy parecido al que afronté que he dado cabida en mis conti-
cuando decidí publicar el libro nuas reflexiones acerca del tzant-
Tzantzismo: tierno e insolente zismo, y que estará presente a lo
(Quito, Libresa, 2008). Digo esto largo de este ensayo. Claro que
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ese solo hecho ya dice bastante mentalidad actual, así que quienes
de ellos, más allá de la simpatía o deseen acercarse al movimiento
antipatía que pudieron haber ge- tzántzico deben ubicarlo en el con-
nerado sus respectivas obras, al texto histórico en el que nació. Es
igual que la del resto de sus com- así que nos remontaremos a 1962,
pañeros tzántzicos. Lo importante año clave en la irrupción del movi-
es que luego de 56 años seguimos miento en el ambiente cultural qui-
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Susana Freire García*
teño. Año clave también para las mando el nombre del ritual de los in-
inquietudes existenciales de un dígenas shuar del Alto Amazonas,
grupo de estudiantes de la Facul- quienes convertían las cabezas de
tad de Filosofía de la Universidad sus enemigos en tzantzas, es decir en
Central del Ecuador (cuando la cabezas reducidas. (…) El nombre
misma funcionaba en la calle era una provocación, un gesto ira-
Chile), quienes al cuestionar lo que cundo para llamar la atención sobre la 9
pasaba tanto en el país como en necesidad de cambiar el ambiente es-
América Latina (no hay que olvidar tático, esclerotizado, sumiso y depen-
el triunfo de la Revolución Cubana diente que se vivía cultural y
en enero de 1959), comprendieron políticamente en el país. (Estrella
tempranamente que no podían 2003, pp. 9-10).
quedarse de brazos cruzados ante
la vertiginosidad con que estaban Al escoger tal denominación estos
ocurriendo los hechos, y la presen- jóvenes decidieron colocarse al
cia de nuevos actores que aboga- margen de la cultura oficial, y por
ban por la reivindicación de grupos ende establecer un parangón entre
sociales marginados. el ritual indígena y lo que ellos pre-
tendían hacer con aquellos intelec-
Las primeras inquietudes se gestaron tuales “engrandecidos”, - que
en las aulas universitarias. Nos en- según ellos- no solo manejaban a
contrábamos estudiando filosofía: su antojo los círculos intelectuales
Fernando Tinajero, Luis Corral, Bolí- del país, sino que además no res-
var Echeverría y yo. Un afán de abrir pondían ni con su actitud menos
espacios para el nuevo pensamiento, aún con sus obras, a la indigna-
nos llevó a organizar programas cul- ción propia de la época. Entonces
turales en radiodifusoras, escribir para al desconocer lo realizado por sus
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Susana Freire García*
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Susana Freire García*
La provocación aunque parecía cuela de Psicología) y varias de
improvisada – en el caso de los sus creaciones pertenecientes al
tzántzicos- fue bastante meditada. poemario Infierno y sangre, y el
Si bien al decir de Ulises Estrella argentino Leandro Katz con sus
“no fueron tiempos de reflexión poemas titulados Urnas. Al res-
sino de acción”, esto no quiere pecto el poeta Euler Granda
decir que los poetas no estudiasen (1935- 2018) que más tarde se 11
con antelación las herramientas uniría al movimiento, escribió la si-
que utilizaron para irrumpir en la guiente reseña titulada “Sobre un
vida pública a inicios de 1962. Ins- recital de poesía” en diario El Co-
pirados en la filosofía estética del mercio de abril 15 de 1962:
Agitprop1 inglés (agitación y pro-
paganda) y de los happenings2, Como todos los hechos energéticos,
empezaron a delinear estrategias la actividad literaria está supeditada a
para darse a conocer, y una de un perpetuo devenir y hacerse; todo
ellas fueron los actos recitantes. El estancamiento, toda rémora, es in-
movimiento integrado por nuevos compatible con ella. Sin embargo en
integrantes como Simón Corral, nuestro medio, esto no tiene cumpli-
Marco Muñoz, Leandro Katz, miento; sentimos idolatría supersti-
Jorge Escobar, Teodoro Murillo y ciosa por lo caduco, vivimos de
Álvaro San Felix, presentó un pri- espaldas a las nuevas corrientes lite-
mer acto recitante el 5 de abril de rarias, a las nuevas inquietudes,
1962 en el Salón Máximo de la Fa- somas incapaces de renovar y nos
cultad de Filosofía de la Universi- convertimos como máxima aspiración,
dad Central, con la participación en parásitos de fórmulas y maneras de
de Marco Muñoz (alumno de la Es- decir ajenas (…) Por eso la realización
La automarginación tzánzica
1 Este término tuvo su origen en la Rusia bolchevique como una estrategia política, difundida por medio
del arte y la literatura, a través de la agitación y la propaganda, con el fin de obtener resultados in-
mediatos. En el caso de los tzántzicos y según testimonio del poeta Ulises Estrella, la amistad enta-
blada con el artista inglés John Hoyland, en los inicios del movimiento tzántzico en 1962, les permitió
a los fundadores, conocer el trabajo de los iracundos ingleses vinculados al movimiento teatral Agit-
prop, que desmitificaba la solemnidad burguesa, y abogaba por un acercamiento directo de los artistas
hacia el pueblo, sin protagonismos ni intermediarios.
2 Término inglés que significa acontecimiento, ocurrencia, suceso. Constituye una experiencia teatral
originada en la década de los cincuenta, que se basa en la provocación directa al público para con-
seguir su participación.
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Susana Freire García*
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blico. Este acto recitante combinó digo que no cesaré hasta que no logre
no solo la influencia estética del hacer botar sangre de vuestros ojos,
Agitprop y de los happenings, sino de los cuales tiene que salir mi pan y
el trabajo colectivo de los poetas, mi vida.
que buscaron un sello propio para
darse a conocer. No fue casuali- Este poema3 leído por Simón Co-
dad que optasen por utilizar un de- rral carece de todo cuanto dicta la 13
terminado espacio de la Casa de métrica literaria, ya que como se
la Cultura Ecuatoriana ya que al dijo anteriormente, los tzántzicos
transgredir el statu quo, enviaron se colocaron fuera de los modelos
un mensaje directo en contra del tradicionales. Su contenido directo
monopolio cultural. Había llegado y cuestionador, exigía una res-
el momento de modificar las re- puesta inmediata de partes de
glas, y de abrir la posibilidad de un quienes lo escuchaban, en sinto-
relevo generacional. nía con aquella frase del escritor
francés Frantz Fanon “todo espec-
Yo grito a vosotros que estáis ahí y os tador es un cobarde o un traidor”,
digo: ¡Levantaos! ¡Creedme! Hay hun- que los tzántzicos la aplicaron
didos aún bajo el sol más candente, como propia.
aún bajo el amor de una madre hay
quienes se corrompen las entrañas y Como era de esperarse, la opinión
se dejan escupir sobre los ojos, y se pública en Quito estuvo dividida.
dejan guillotinar por una burguesía. Hubo quienes desde una posición
Pero yo sé que mi grito llegará hacién- conservadora, negaron la validez
dose hojas de fuego a donde los indo- artística del acto recitante tzánt-
lentes, y descuartizará a los que nos zico, intentando a través de la
descuartizan. Y yo grito este momento burla, hacerlos ver como “unos jó-
La automarginación tzánzica
3 Este poema ha sido extraído del guión original de “Cuatro gritos en la oscuridad”.
4 En el periódico La Calle dirigido por el escritor Alejandro Carrión, salió publicado un artículo con fecha
1 de mayo de 1962, en el que irónicamente se llamaba a los tzántzicos “Zancitas”, sugiriendo que los
poetas utilizaban raros procedimientos como recitar versos en la oscuridad con sospechosos gritos,
para anunciar la llegada de una nueva edad, en la que estos jóvenes podrían actuar juntitos, señalando
de paso que desde que subió al poder el velasquismo, proliferaban “jóvenes de esa naturaleza”.
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JULIO - 21 - 62
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SIMON CORRAL
ULISES ESTRELLA
MARCO MUÑOZ V.
ALFONSO MURRIAGUI
Recital tzánzico Municipal Tennis Club, julio 21 de 1962. Archivo Suana Freire García
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Susana Freire García*
pleados de la Fábrica La Internacio- meno interesante tomando en
nal; la lectura del Primer Manifiesto cuenta que la opinión pública es-
Tzántzico en el Salón Máximo de la taba divida en Quito, por el com-
Facultad de Filosofía de la Univer- portamiento de los poetas que
sidad Central (agosto de 1962), y el llevaban prendas de jean antes
recital Manifiesto y Galope en la que terno y corbata, o que se co-
Casa de la Cultura Núcleo del Gua- locaban de espalda al público para 15
yas (septiembre de 1962). incitar aún más a los presentes. Al
respecto Ulises Estrella en su obra
La ética y estética tzántzicas fue- Memoria incandescente, reseña
ron tan innovadoras como polémi- una frase acuñada en la época,
cas, así que los poetas ampliaron que encierra toda la conmoción
su accionar a distintas áreas. Lo- que suscitaron estos actos recitan-
graron llevar su poesía a sitios tes:5 “Ir al próximo recital para
marginados de los circuitos cultu- echarles agua hirviendo, pero de
rales oficiales, y de repente fábri- todas maneras ir”.
cas, aulas universitarias, recintos
populares, comenzaron a llenarse Esta polarización social motivó a
de un público nuevo y receptivo que los tzántzicos incursionaran
ante esta manera de producir arte. en el mundo de la radiodifusión a
Las notas periodísticas de la través del programa radial “Ojo del
época señalan que en cada acto Pozo” en Radio Nacional del Ecua-
recitante concurrieron entre 200 y dor, para seguir formando un
300 personas, lo cual fue un fenó- nuevo público:
La automarginación tzánzica
5 Durante los siguientes años los tzántzicos presentaron una serie de actos recitantes entre los que se
pueden nombrar: Contrapunto, Recital para nosotros mismos, Anfiteatro, Oratorio por el hombre,
Pepe salta la llama, La muerte del cisne, Contra candela candela, Ciber propagus mentis, Historia de
una reforma agraviante, Estipendio de las Armañas de los Democraso Inocentes, A golpe de cascos,
Salto al monte, Manifiesto a 10 voces, Fábula del ascenso y descenso de la vaca y cómo acarreó en
su pendiente a cuántos semovientes más, y Piscis viaja.
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mente dar lectura a los textos poéti- trunca o un proyecto mal empezado
cos. (Murriagui 2008, pp.44-45). (…) el ser de cultura nativa empezará
a aparecer tan solo cuando hayamos
Con música de Dvorak, Stravinski meditado todos en conjunción: cam-
y Debussy como telón de fondo, pesinos, obreros, oficinistas, estudian-
los poetas empezaron a producir tes, profesionales o artistas de cómo
su programa radial con el afán de somos, qué elementos constitutivos
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Susana Freire García*
han dado lugar a nuestro especial “intelectualidad” tenía una posición
modo de ser, en qué circunstancia fí- oscilante, que se definía en veces por
sica vivimos, qué proyección tenemos la consagración, en veces por el opor-
como pueblo. tunismo, en veces por la traición (…)
Creemos en la revolución, y que ésta
A la incursión en el mundo radial la va a hacer el pueblo”. Tzántzicos,
se unieron otras iniciativas. En el Revista Pucuna Nº 8, Quito, octubre 17
año de 1964 entablaron relación de 1967.
con el director italiano de teatro
Fabio Pacchioni, que dio origen a En su condición de poetas trashu-
la fundación del Teatro Ensayo, di- mantes los tzántzicos se propusie-
rigido por el tzántzico Antonio Or- ron desarrollar una cultura de
dóñez. Además en ese mismo año riesgo, que tuvo en el Primer Ma-
fundaron el Cine Club Cultural, nifiesto Tzántzico (1962) sus line-
para proyectar por vez primera en amientos filosóficos. A través del
Quito películas de Fellini y Anto- mismo denunciaron la complicidad
nioni. A la par y como parte del de los actores culturales con un
compromiso del creador con la so- sistema que desde sus raíces evi-
ciedad, impulsaron tanto la Asocia- taba el debate, y privilegiaba un
ción de Artistas y Escritores del premeditado silencio que se exten-
Ecuador, como la creación del
Frente Cultural en 1968, mismo
que consolidó el trabajo de los
tzántzicos a nivel sindical con el
Teatro Obrero, y a nivel estudiantil
con el Teatro Politécnico.
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Susana Freire García*
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letra por el autor6, y que encierra de la que sostendrán coloquios, darán
aquel espíritu de solidaridad que conferencias sobre diversos tópicos
existía entre los poetas trashu- de la cultura contemporánea actual, y
mantes de América. En esta así mismo se proveerán de libros y re-
misma línea y sin más auspicios cogerán impresiones sobre los movi-
que su voluntad de compartir su mientos intelectuales que en ellos
poesía, varios tzántzicos salieron existen. El día de ayer establecieron 19
del país haciendo efectiva la cul- contacto con jóvenes poetas de los di-
tura del riesgo. Mientras el poeta versos grupos literarios existentes en
Estrella hizo un recorrido por va- nuestro medio.
rios países de Centroamérica
hasta llegar a México y posterior- Esta conexión con movimientos li-
mente a Estados Unidos de Norte- terarios de otros países les permi-
américa para dar a conocer el tió a los tzántzicos superar las
trabajo del movimiento; los poetas barreras de provincianismo cultu-
Raúl Arias, Rafael Larrea y Alfonso ral, y comprender que lo que pro-
Murriagui realizaron una gira cultu- vocaba el anquilosamiento
ral por América Latina en 1965. artístico y social del país, era pre-
Prueba de ello es la nota periodís- cisamente la sobrevaloración que
tica publicada en el periódico La se había otorgado a ciertos intelec-
Industria de la ciudad de Trujillo tuales y ciertas obras, por el des-
(Perú) de octubre 17 de 1965, titu- conocimiento que se tenía de lo
lada “Tres poetas del Ecuador en que se producía en el exterior. Y
Trujillo”: este provincianismo también se
extendía a la forma en que ciertas
Tres poetas jóvenes ecuatorianos (…) instituciones culturales eran dirigi-
se encuentran en Trujillo. Ellos son das, ya que solamente entre unos
La automarginación tzánzica
6 Este manuscrito me fue obsequiado por el poeta Ulises Estrella (+), años después de que publiqué
el libro sobre el movimiento tzántzico, de ahí que haya mantenido inédito este material.
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desde 1962, tuvo su hito más im- 1967, los tzántzicos denunciaron
portante en el año de 1966, con la la actitud de Carrión, quien lejos de
toma de la Casa de la Cultura promover la reforma de la CCE,
Ecuatoriana por parte de la Asocia- defendió el criterio de la restaura-
ción de Escritores y Artistas Jóve- ción, comprendida como el re-
nes del Ecuador AEAJE liderada greso del viejo orden que ellos
20 por los tzántzicos. Al respecto es impugnaron. Esta crisis llegó a su
válido mencionar que en el Tercer punto culminante, cuando Carrión
Congreso realizado por la AEAJE ofreció un homenaje el 18 de no-
en 1966, sus integrantes decidie- viembre de 1967 en casa del pintor
ron reorganizar la Casa de la Cul- Oswaldo Guayasamín, al presi-
tura Ecuatoriana, en vista del dente de la república Otto Arose-
entreguismo de su presidente mena, en donde además
Jaime Chávez hacia el mandatario Arosemena le ofreció a Carrión el
de turno Clemente Yerovi. El 25 de cargo de Embajador en México,
agosto de 1966, los miembros de ofrecimiento que fue aceptado por
la AEAJE, ocuparon las instalacio- el escritor. Esta conciliación con la
nes de la CCE, cuya acción fue cúpula del poder de parte de Ca-
respaldada en Guayaquil, Lata- rrión, fue denunciada por los
cunga y Cuenca. El pedido fue di- miembros de la AEAJE, ocasio-
recto: una orientación democrática nando además la salida de la CCE
de la CCE y la renovación de los de varios intelectuales jóvenes
miembros de la misma. Tras varias que fueron parte del movimiento
reuniones, el 12 de noviembre del renovador del año 19667. Como
mismo año, la Junta Plenaria eligió bien lo expresó Agustín Cueva: “no
nuevamente como presidente de habíamos cuestionado a un hom-
la CCE a Benjamín Carrión. Apa- bre, sino hecho algo mucho peor:
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7 Entre los intelectuales que renunciaron se hallaban Agustín Cueva, Manuel Agustín Aguirre, Ataúlfo
Tobar, Rafael Larrea, Raúl Arias, Ulises Estrella, Juan Andrade, Francisco Proaño, Jaime Galarza,
Nela Martínez, Egberto Espinosa, Hugo Cifuentes, Gilberto Almeida, Aníbal Villacís, Alejandro Morea-
no, Ricaurte Miranda y Oswaldo Moreno.
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Más allá de la crítica romántico, ya que las circunstancias
exigían otra clase de comunicación.
“Los Poetas han dejado de estar re- Y aquí reside precisamente la con-
ducidos a su buhardilla, y no se en- tribución del tzantzismo a la litera-
sueñan ni evaden, ya no se tura ecuatoriana: una oxigenación
tranquilizan con la muerte. Ahora los del lenguaje, una libertad creativa,
Poetas existen entre las multitudes, una literatura reflexiva y no propa- 21
rehacen las alegrías de los hombres, gandística o de cartel. Además la
viven con el sonido de la vida y se en- crítica no toma en cuenta, el público
tregan a él”. Tzántzicos, Revista Pu- que en la década del sesenta se
cuna Nº 4, Quito, abril de 1964. formó alrededor de los actos recitan-
tes tzántzicos. Un segundo aspecto
Entre las críticas reiterativas al mo- vinculado al quehacer tzántzico, fue
vimiento tzántzico está la descalifi- la creación de tres revistas8 emble-
cación de la poesía producida por
sus miembros, aduciendo que la
misma tiene una gran carga política.
Si se analizan a diversos movimien-
tos literarios no solo en el Ecuador
sino en otros países, se podrá con-
cluir que en su momento, los actores
culturales defendieron una determi-
nada ideología política, y no por ello
su obra literaria carece de validez.
No es justo caer en el maniqueísmo
y decir “esta poesía es buena y esta
no lo es”, sin tomar en cuenta las
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8 Pucuna contó con nueve números desde octubre de 1962 a febrero de 1968. Indoamérica con ocho
números desde enero de 1965 hasta 1967. La Bufanda del Sol (primera época) con tres números
desde junio de 1965 hasta julio de 1966.
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9 Cabe mencionar que alrededor del movimiento tzántzico estuvieron intelectuales de la talla de Agustín
Cueva, Alejandro Moreano, Francisco Proaño Arandi, José Ron, Esteban del Campo. Por su parte
Abdón Ubidia y Humberto Vinueza formaron parte del movimiento en años posteriores.
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crítico norteamericano Michael tura burguesa”, y prefirieron com-
Handelsman: partir oralmente su poesía, y publi-
car con medios propios sus
En lo que se refiere al boom cultural y revistas, sin afanes comerciales. El
teórico del Ecuador, el tzantzismo es lema era irse en contra de las con-
su primera manifestación de relieve sagraciones y los aplausos, dado
(…) Para sacudir y despertar concien- que el interés primordial del movi- 23
cias (…) los tzántzicos llevan su poe- miento tzántzico fue promover un
sía a las calles, a las universidades, a debate ético y estético en torno a
los sindicatos, y en vez de publicar la situación cultural del país y al
sus poemas en un medio donde las compromiso de los creadores, que
publicaciones todavía llegan a pocos hasta el día de hoy sigue teniendo
lectores, deciden acercarse directa- vigencia.
mente al pueblo con hojas mimeogra-
fiadas y recitales públicos (…) En todo
momento los tzántzicos fomentan una
actitud clara de rechazo, y una toma
de conciencia que une al escritor con
su pueblo (Handelsman, 1987, p.14).
10 Al respecto es necesario mencionar que durante la década del sesenta, fueron publicados tres poe-
marios tzántzicos de trascendencia como aporte literario: Treinta y tres abajo de Alfonso Murriagui,
Ombligo del Mundo de Ulises Estrella, y Levantapolvos de Rafael Larrea.
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Esa experiencia vivencial de crear das por el poeta, o si por el con-
a partir de una visión humanística trario seguimos sumidos en una
y comprometida, esa versatilidad situación similar a la denunciada
para plasmar su propuesta en di- en el pasado siglo XX:
versos campos estéticos, esa va-
lentía para enfrentar al poder con Existe en nuestro país, desde hace
poesía, representa una impronta mucho tiempo, un manifiesto provin- 25
irrepetible en la historia de la lite- cianismo en la cultura. Los horizontes
ratura ecuatoriana, mas aun en que se nos presentan acerca de los
momentos como los actuales en campos o de las novedades que se
los que la creación artística tiende desenvuelven en otros lugares son los
a la individualidad, y en casos más más reducidos. Apenas “los escogi-
graves a la comercialización y dos” que han logrado salir fuera de las
lucro mediante el uso de corrien- fronteras, logran ponerse en comuni-
tes literarias de moda, o al “inteli- cación con hombres de cultura del
gente acomodo” con la argolla mundo (…) Y se agudiza más la situa-
cultural de turno. Y como la histo- ción en cuanto, agrupados en cerra-
ria es cíclica, el estudio y com- dos círculos, -en tres ciudades del
prensión de los hechos pasados, país-, independientemente se trabaja.
nos permiten enfrentar el presente Así en Quito muy poco se conoce
con conocimiento de causa, caso sobre la actividad que se realiza en
contrario nos vemos avocados a Guayaquil y viceversa. (…) ¿Las ra-
ser simples piezas de un sistema zones? Están claras; siempre han es-
que ataca lo diferente y ensalza lo tado claras, a pesar de que se ha
común. Por eso y a manera de cerrado los ojos ante ellas. La funda-
provocación tzántzica me permito mental: la ineficaz labor de los orga-
cerrar este ensayo con la repro- nismos culturales especializados, y de
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Susana Freire García*
BIBLIOGRAFÍA
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Raúl Arias*
Tzántzicos dentro y fuera
27
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Raúl Arias*
En casa del pintor Oswaldo Guayasamín, de izquierda a derecha: Simón Corral, Antonio Ordóñez, Raúl Arias,
Alfonso Murriagui, Marco Muñoz, Euler Granda y Luis Corral.
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Raúl Arias*
Los actos recitantes de los vera acusación social que luego
tzántzicos formularía de manera directa.
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Raúl Arias*
siva que le oponen los detentado- Damos por sentado que es impo-
res del poder socio-político. sible la existencia de un arte que
defienda la injusticia y la explota-
La herencia: proseguir en la ción del hombre por el hombre.
lucha. Sabemos que existe solo una po-
sibilidad para lograr una buena
30 El tiempo, en su implacable reco- obra y una verdadera actitud: la re-
rrido, se ha ido llevando uno a uno beldía.
a estos poetas de la resistencia y
la formación de una conciencia so- Sin plantear una norma estética,
cial que permita enfrentar y dete- reclamamos una actitud del crea-
ner a los detentadores del poder. dor. Su obra tiene que ser cum-
Sus voces permanecen, su poesía plida como respuesta a ese
es vigente, y en ella se alienta la requerimiento, a esa aspiración del
lucha y la posibilidad de cambios medio que estrechamente le rodea
estructurales. Dejaron huellas im- y de la humanidad con todas sus
borrables, que son recogidas por complicaciones.
poetas de nuevas generaciones a
las que es difícil engañar. No tenemos más que esta vida
para vivir y tenemos que hacerlo
Un texto del año 62, publicado en en medio de esta revolución y por
la revista Pucuna, anotaba: este mundo.
Tzántzicos dentro y fuera
* Raúl Arias. (Quito, 1943). Formó parte del grupo de los Tzántzicos en la década de los años 60 y publicó
en la revista Pucuna sus primeras producciones literarias. En los años 70 se incorporó a la revista La
bufanda del sol. Entre sus obras literarias se encuentran: ‘Poesía en bicicleta’ (1975), ‘Lechuzario,
poesía’ (1983), ‘Espejo: un zapador de la colonia americana’ (1989), ‘Pedal de viento, antología poética’
(2004). También ha trabajado en varias producciones radiofónicas como ‘Pensamiento y cultura de
Nuestra América’ (1980), ‘Escritores Ecuatorianos’ (1981), entre otras.
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Sophía Yánez*
El legado poético tzántzico como
una actitud de vida para entender
el presente.
31
“Los jíbaros saben que el aliento de las palabras, que pone en movimiento potencias…
y es lo único invencible ante cualquier conjuro, lo único que conseguiría liberar al ánima
de la cabeza y reunirla con el ánima de su cuerpo”.
H
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
ay cosas sobre las que la noviembre del 2017, decapitaron
Academia nunca nos ense- al chico de la túnica bordada. Se
ñará a escribir. Son experiencias llamaba Samuel Chambers y su
duras que rebasan el espacio de la muerte, ocurrida en Guápulo y es-
hoja, coagulando como un espacio pecialmente sañosa por el des-
en blanco o un grito que se adhiere membramiento del cuerpo, fue
sanguijuela voraz, pero piel aden- reportada por la policía como inde-
tro, sin explicación. Hoy por hoy, terminada2. Años antes, por el
por ejemplo, el Ecuador está gol- 2013, desapareció también David
peado por el secuestro y asesinato Romo, estudiante de la Facultad
de 3 comunicadores más a manos de Comunicación Social de la UCE
del narcotráfico colombiano1. de Quito, cuyo cuerpo, hasta el día
Hace pocos meses, a finales de de hoy no aparece3.
1 Lenin Moreno confirma asesinato de 3 periodistas ecuatorianos. El Universo. Viernes 13 de abril del
2018. https://www.eluniverso.com/noticias/2018/04/13/nota/6711781/probable-muerte-periodistas-dia-
rio-comercio
2 Un ser de luz llamado Samuel Chambers. La Hora. 21 de noviembre del 2017.
https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102115712/un-ser-de-luz-llamado-samuel-chambers
3 La Historia sin fin de David Romo. Plan V. Sociedad, historias. 21 de abril 2018.
http://www.planv.com.ec/historias/sociedad/la-historia-sin-fin-david-romo
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Sophía Yánez*
Aunque es verdad que las formas acercarse (…) a lo divino del Uni-
en que suceden las desaparicio- verso5. Se señala de otra parte,
nes mentadas son todas muy dis- que la evasión de este esfuerzo y
tintas y que apenas he de las preguntas más esenciales
mencionado algunas, todas conflu- de la existencia, suelen sumirnos
yen a indicar que el Ecuador vive como sociedad en un estado de
32 un estado de impunidad, sin men- impavidez y ataraxia frente a la in-
cionar la corrupción que ha sido justicia y a la corrupción imperan-
develada en las más altas esferas tes6. A esto, el autor Fausto
de la administración de este país4. Segovia le llama el “endograma im-
Esto hace necesario repensar las perante” de una sociedad.
formas de vida y condicionamien-
tos que no nos sirven para caminar Frente a todo ello, la poesía erige
en sociedad y que se han multipli- su credo esperanzado en que el ser
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
4 Ecuador por primera vez en el Indice Global de Impunidad. El Comercio. 28 de agosto del 2017.
http://www.elcomercio.com/actualidad/ecuador-informe-impunidad-mexico-udlap.html
5 Piñón Gaytán, p. 8. Y también cito: “A María Zambrano le duele el hombre en un tiempo desacralizado,
donde Dios aparece como ausente”( Piñón Gaytán, p.9)
6 El endograma, según los estudiosos de las ciencias de la cultura, explica en parte el fenómeno de la
corrupción. El endograma es una impronta o matriz mediante la cual los sujetos internalizamos valores,
actitudes y creencias propias o ajenas, que se expresan en prácticas sociales conocidas como ‘ethos’.
Segovia en El Comercio. http://www.elcomercio.com/blogs/la-silla-vacia/corrupcion-impunidad-lectu-
ras-alternativas-faustosegovia.html
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Sophía Yánez*
El poeta peruano César Calvo7 re- gente. No era como ahora, así: troce-
cupera, en ese sentido, la vivencia ado. Hoy solo algunos brujos, atzibo-
de un tiempo mítico, ya sin bordes, réri o brujos fumadores: shirimpiáre,
en que el sentir cobra cuerpo por pueden conseguir que aquel tiempo
sobre esa distribución mezquina vuelva… y no más de una noche”
del tiempo Occidental que es el (Calvo: 2015. pp. 139-140).
tiempo de la producción o del utili- 33
tarismo alienantes. Calvo, en su vi- Asimismo, el poeta venezolano,
sita al mundo de los asháninkas de Rubén Ackerman (1954 -2017)
la Amazonía Peruana, comparte lo dice en un texto llamado Ars Póe-
siguiente: tica que es necesario suspender el
tiempo, morar en la emoción, vol-
“ …el tiempo no servía para encua- ver a la liviandad del aire, que-
drar el ciclo de lo viviente. No era su dando suspendidos en una
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
profesión marcar el paso de lo que metáfora8. Al parecer ambas pro-
vive a lo que muere y de lo que muere puestas de aproximación a un sen-
a lo que vuelve a vivir distintamente, tir cósmico o mítico del tiempo, es
eternamente. No (......) El primer oficio decir, un retorno a un sentido de lo
del tiempo fue fabricar felicidad; impe- que es esencial en nuestras vidas,
dir los daños en la vida, en esta y en el tiempo del crecimiento espiritual
las otras, más allá. Si algo o alguien y el tiempo de las imágenes que
era ocupado por el mal y lo conta- velan y delimitan las partes más
giaba, el tiempo hacía que ese algo o profundas de nuestro ser individual
alguien dejara de crecer. (.......) Enton- y colectivo. Son coordenadas que
ces no existía este tiempo que se fa- demarcan un territorio ontológico
tiga y se echa a descansar igual que
7 César Calvo forma parte del grupo de poetas peruanos de la década de los 60s, junto con Javier He-
raud, Luis Hernández, Antonio Cisneros y Rodolfo Hinostroza, por mencionar algunos de los repre-
sentantes de esa década de las letras peruanas. La obra de César Calvo se alínea en contenido a la
crítica que hacen los poetas tzántzicos ecuatorianos respecto de la hipertrofia de la razón occidental
y el desconocimiento de occidente respecto de las prácticas autóctonas.
8 Lo mejor es detener el tiempo / cuando los dados/ están en el aire a punto de cer/ y ermanecer con
la emoción para siempre(…)Lo mejor es el espacio/ entre la inspiración y la expiración / cuando los
pensamientos se ausentan/ somos livianos como el aire/ ardientes como el sol/ inocentes como un
niño (…….) Lo mejor es quedar suspendidos en una metáfora / Trazarla, sin regresar jamás/ al polvo
y a la tierra” Ruben Ackerman. Ars Poética.
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Sophía Yánez*
9 ( Sobre el término tzántzico) “ El término proviene del shuar (“jíbaro”) tzántzico: “hacedor de tzantzas”,
reductor de cabezas humanas. Se ha considerado que el grupo surgió como reacción a la degradación
literaria y al aburguesamiento, caracterizándose por su actitud revolucionaria tanto en arte como en
política, manifestándose en la publicación de revistas y en recitales, “actos” en espacios como cole-
gios, sindicatos, barrios populares y sindicatos. Se ha valorado al movimiento por su impacto y decisiva
contribución al cambio en la forma de ver el mundo en el país. Así, y aunque aún las versiones son
encontradas al respecto, se reconoce que filosóficamente el grupo se nutrió especialmente del exis-
tencialismo en su vertiente sartreana y en alguna medida de Heidegger, en los intentos de superación
de la metafísica, cuestionar la razón ontológica y revalorar la experiencia vital.” Murragui, Alfonso.
Los tzántzicos http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/3205/1/T1187-MEC-O%C3%B1a-Sig-
nificado.pdf
10 Ulises Estrella. (1939-2014) Hombre de cine y poeta “Antes de su invento, el cine ya estuvo en nos-
otros. Hemos proyectado hacia dentro universos de sueño que la vigilia jamás conocerá ” nos dice
revalorando el lugar prevalente de la imagen en la creación. Tiene por obra: Clamor (1962) co-autor
con Alejandro Katz
• Ombligo del Mundo (1966)
• Apenas de este mundo (1967)
• Convulsionario (1974)
• Aguja que rompe el tiempo (1980)
• Fuera del Juego (1983) ganador del Premio Jorge Carrera Andrade, Quito
• Sesenta Poemas (1984)
• Interiores (1986)
• Cuando el sol se mira de frente (1989)
Ver: Diario EL TELÉGRAFO. https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/carton/1/ulises-estrella-hombre-
solar-y-poeta
11 El movimiento tzántzico tuvo su máxima expresión en los años 60s. Entre los fundadores del movi-
miento tzántzico, según Iván Carvajal, “ se pueden nombrar como famosos reductores de cabezas
tradicionales y contraventores a Ulises Estrella, Rafael Larrea, Marco Muñoz, Raúl Arias, Antonio Or-
dóñez, Simón Corral, Alfonso Murriágui y Marco Velasco, quienes fueron sus iniciadores; posterior-
mente se incorporaron Humberto Vinuesa, Abdón Ubidia, Alejandro Moreano e Iván Carvajal. Muy
cercanos a este movimiento, aunque no pertenecientes a él, estaban Agustín Cueva y Fernando Ti-
najero” ( Ver Carvajal, El tzantzismo en el Ecuador. op. cit)
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Sophía Yánez*
tornar, en cambio, al camino y al que existe a veces, por los lengua-
tiempo de la espiral cósmica del co- jes diferentes o aquello que se per-
razón, del sentir visionario y de la cibe como indómito o salvaje. En
imagen intuitiva, desde los que es esos lenguajes diversos radica qui-
posible el ensamblaje sano de una zás la poética que nos vuelve
sociedad, su cultura y tradiciones, seres posibles, en medio del tedio
es decir, el retorno a la médula y el sin tiempo al que nos conmina 35
desde la cual nos llaman a ser sen- la lógica de Occidente. Vuelvo
sibles y conscientes las cosas y el pues, con esto, el ojo del corazón
mundo que nos rodea o, si se al tiempo de la metáfora.
quiere, parafraseando al autor Se-
govia, antes citado, revisando De Euler Granda (1935-2018) me
nuestro “endograma”. interesa la actitud denuncia de las
desigualdades sociales sobre todo
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
Los tzántzicos sabían que el en dos poemas: el Poema sin
tiempo ni la médula que habita en llanto y Los sentimientos puros:
las cosas no podía ser medido. Sa- hay que tenerse duro, Juana Tixe.
bían que la imagen y la metáfora En ambos textos, el poeta canta a
eran las cerbatanas y el veneno seres marginales, cuya condición
con el que la sociedad habría de indígena, hace de ellos víctimas de
despertar, a pesar de si misma. la antropofagia de las castas socia-
Apropiarnos del legado poético les que heredamos desde la colo-
tzántzico es entonces, abrazar una nia. Pero no solo eso. Son textos
actitud de vida que nos sirve para cuyo mensaje transforma al lector.
sobrellevar un presente en donde, Desde el inicio hasta el final de
como sociedad, pareceríamos estos poemas, Euler Granda toma
haber dejado de crecer. Intentaré de la mano al lector y lo guía por
señalar y dialogar, entonces, con el camino de cardos y espinos que
dos de los poetas tzánticos Euler viven estos personajes de tal ma-
Granda y de Humberto Vinueza, nera que, cuando el viaje de los
para reflexionar sobre la moderni- versos termina, hemos sido toca-
dad y su violencia, sobre la nece- dos por la espada de la justicia de
sidad de volver los ojos también, si su poesía e, inevitable y mágica-
no sobre todo, hacia aquel terror mente, nos ha salvado de la indo-
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Sophía Yánez*
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Sophía Yánez*
mana que era, en los tejidos del El poeta siembra ternura así donde
sufrimiento, como si buscando una habría indolencia. Vuelve sobre la
respuesta para las pruebas de la agonía de Juana Tixe, a causa del
existencia o como si quisiera un desgaste físico y de la tuberculo-
camino posible de salvación. Así, sis. El legado que nos deja el
en Los sentimientos puros ( quizás poeta Granda es claro y sigue la
haciendo una venia a Pedro Jorge línea de la denuncia social ya tra- 37
Vera y su obra magna Los Anima- zada magistralmente por un Galle-
les Puros) se dirige a Juana Tixe, gos Lara en Las Cruces sobre el
para llamarle a que se tome con Agua, de un Pedro Jorge Vera en
fuerza de la vida, a pesar de que Los Animales Puros o de un Bal-
su existencia parecería repetirse domera de Alfredo Pareja Diezcan-
sin fin en la interminable tarea de seco.
cargar ladrillos. Hay, sí, un eco del
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
Mito de Sisifo mito trabajado por “Me pateó por la espalda la noticia
el existencialista Albert Camus), un y no es que el hecho sea insólito
personaje destinado al castigo de ni caiga de sorpresa,
cargar piedras hasta la cima de porque todos los días
una montaña para verlas caer y suelen morir así
luego recogerlas y cargarlas y así, las gentes de mi pueblo
ad infinitum. Cito: y nadie se conmueve
y nadie ofrece recompensas
“ Hay que tenerse duro Por hallar al culpable…”
Juana Tixe (Granda: 2017. Op. cit. p. 106)
porque la vida corcovea
Y como si esto fuera poco, Existe, sin embargo, la otra cara
nos empujan. de la moneda. Euler Granda nos
Aunque te maten los dos brazos; deja en los poemas La duda y La
aunque te ahogue en ambas piernas, droga, los elementos empoderado-
aunque drogas te embutan res de la esperanza y de la juven-
a cambio del total de tu sonrisa, tud. Con sus versos restituye el
con fuerza valor y la templanza para continuar
hay que abrazarse de la vida.” haciendo camino. La esperanza y
(Granda: 2017, op. cit. p.106) el espíritu de la juventud, compren-
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Sophía Yánez*
dida como pasión, son centrales a “se torna pertinaz el aullido sin abece-
la actitud de vida del creador. Cito dario o el llamado desde toda la len-
del poema La duda: gua. Y al fin, en medio de camaretas
y cohetes sensibles se produce la sig-
“No sé si para bien o mal, nificación en el verso que ilumina la
pero algo siempre nos rescata: diferencia, la humana identidad,
38 una nueva mujer, hecha con el poder de natura que
un trozo de palabra, fluye hacia el alumbramiento con jú-
o algún sueño en hilachas bilo de unidad primigenia, pero tam-
(………………) bién con palabras insustituibles e
Cayendo y recayendo indispensables silencios, bajo los de-
en la trampa de ratas vaneos de la embriaguez de alguna
que llaman esperanza” certeza. Unas veces se configura con
(Granda. Op. cit. p.71) la invisibilidad y otras, con la voz des-
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
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Sophía Yánez*
alza la esperanza que recae en la entre la teoría y la práctica
serendipia: aquel descubrimiento está un hombre indefenso contra la ti-
feliz que acaece sin ser buscado niebla
necesariamente y que pone en tela y de espaldas al vacío o al revés
de duda todo lo que la teoría po- o sea la tiniebla indefensa
dría querer decirnos. El poeta, tal contra la teoría
como si advirtiera en contra del el vacío de espaldas a la práctica 39
amaestramiento o la domestica- y en todo este revés el hombre al
ción, adscribe a una fuerza mayor, medio."
que es absurda para el pensa-
miento racional, pero que libera al Para ir cerrando este breve artí-
alma y eleva a la poesía a un acto culo, pienso que es importante res-
de fe sin el cual no es posible tituir también como legado de este
constatarse realmente vivo. Here- grupo poético, aquel tiempo de las
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
damos pues, de este poeta tzánt- metáforas que congrega a las per-
zico el regalo de confrontar las sonas a reunirse más allá de las
ambivalencias y ambages como prácticas utilitaristas y pragmáticas
lugares de partida y de llegada de a las que nos llama el sistema. Re-
la espiral siempre viva y móvil del cuérdese que era una práctica de
conocimiento. Cito el mencionado vida para este grupo poético el
poema de Humberto Vinueza: reunirse el viernes por la noche en
el Café Águila de Oro, al que lla-
"Entre la teoría y la práctica maron "77 Café", para discutir
hay una tórtola empollando huevos de sobre poesía, política y otros
tortuga o al revés temas culturales. En este sentido,
entre la tórtola y la tortuga el crítico Slavoj Zizek señala que
la teoría empolla huevos de práctica la pérdida del contacto emocional
o al revés directo entre los seres humanos,
nada hay tan esperanzador como la ahora asolados por la tecnología
chiripa cibernética, ha alterado las formas
la continuidad en la variación de relacionarse de los seres huma-
la metamorfosis de lo viable en eficaz nos. Los espacios de comunión
y la incesante ponedera entre algo y social interpersonal requieren es-
algo pacios de discusión para hacer
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Sophía Yánez*
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Sophía Yánez*
guardo del tiempo de las esencias acostumbra la tecnología que ali-
y de la ontología sagrada que pro- menta la antropofagia entre los
vee la poesía y de otra parte, la ne- hombres. Sin contar el “phubbing”
cesidad de replantearnos qué es lo y el desconocimiento del patrimo-
civilizado y qué es lo salvaje ante nio y legado cultural propio y que
ciertas actitudes de indolencia y persiste, más de lo que quisiéra-
complicidad tácita a las que nos mos, dentro de las aulas. 41
BIBLIOGRAFÍA
El legado poético tzántzico como una actitud de vida para entender el presente
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Centro de publicaciones PUCE, Ecuador.
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Eli Terán Rojas, Fabián Guerrero, Sophía Yánez.
https://www.youtube.com/watch?v=NRtk6IC32ig
• VINUEZA, HUMBERTO. Un gallinazo cantor bajo un sol de a perro. http://reposi-
torio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/3205/1/T1187-MEC-O%C3%B1a-Signifi-
cado.pdfhttp://poetahumbertovinueza.com/gallinazo-cantor-sol-perro/
• MURRAGUI Alfonso. Los tzántzicos
http://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/3205/1/T1187-MEC-
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• OÑA PARDO, Fernando. (2013) Significado y trascendencia de 5 poemarios tzán-
ticos. Tesis de Maestría UASB. Quito, Ecuador.
• PAZOS BARRERA, Julio. Tendencias de la poesía ecuatoriana después de 1950.
Revista Kipus. UASB, Quito
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Sophía Yánez*
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
El método tzántzico fue la “crítica” a
mansalva
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
Antonio Ordóñez.
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
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Raúl Arias
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
dían la polémica con los medios de via por el ejército de ese país,
comunicación, los restantes estre- poco antes de capturaban el Che
naban recitales en escenarios de Guevara. Los tzántzicos arremetie-
renombre en la ciudad como los de ron en contra de políticos locales y
la Casa de la Cultura o del Munici- el presidente de los Estados Uni-
pal Tenis Club. El sarcasmo, por lo dos Lindon B. Johnson. En un va-
visto, era parte de su arsenal. liente texto escrito por Ulises 47
Estrella denunció su actitud hostil
¿Eran tan fieros los vándalos? durante la guerra de Vietnam.
Susana Freire
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
Basta decir que como colectivo si- tono, hasta paulatinamente ser
guen inéditos, no se ha editado ni sustituidas por nuevos colectivos
una sola antología del grupo. Mo- como la Pedrada Zurda o la Bu-
lesta (duele) encontrar a un fanda del Sol. Ya no se trataba de
enorme poeta como Raúl Arias, reducir cabezas, era momento de
buscando a sus 78 años un editor que los incendios de la mente se
48 para una antología 50 años des- extingan de a poco.
pués de que circulara la última Pu-
cuna. Vale destacar la visión del Los tzántzicos siguen campantes
Consejo Nacional de Cultural y el con un cigarrillo en la boca y la in-
extraordinario trabajo de Susana tensidad de sus ideas reflejada en
Freire autora de “Tzantzismo: la mirada, construyendo la utopía
tierno e inocente” (Freire: 2008). y destruyéndola a la vez, con el
Sin esos aportes, este artículo no rostro azotado de ideas y utopías.
se habría escrito o la convocatoria Siempre tendrán 17, 20 o 24 años,
de la Facultad de Comunicación, como se nota en las escasas fotos
no tendría interés alguno. De ahí de grupo, prendados de una eter-
que cualquier nuevo texto que se nidad evanescente y la mente sa-
escriba sobre ellos es una forma turada de la filosofía de Heidegger,
de extraerlos del olvido al que fue- Camus, el Che Guevara, Mariáte-
ron condenados. gui y Martí, por citar algunos.
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
BIBLIOGRAFÍA
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Juan Carlos Cabezas Aguilar*
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El método tzántzico fue la “crítica” a mansalva
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Fernando Oña Pardo*
Los tzántzicos, poetas de una
propuesta de vida
51
Resumen
L
historia de la libertad humana;
a alquimia indisoluble de la como un proceso (…) del adveni-
Los tzántzicos, poetas de una propuesta de vida
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Fernando Oña Pardo*
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Fernando Oña Pardo*
53
2 Alejandro Moreano, “Vigencia del pensamiento y el imaginario de los 60´s y 70¨s, en la fubanda del
sol, Ensayo, Quito, La palbra, p.5.
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Fernando Oña Pardo*
Coherentes con el tiempo que les Fue, también, una poesía de ur-
tocó vivir y asumir, los tzántzicos gencia, de la inmediatez de con-
guiaron su accionar político en la fi- cienciar y sensibilizar al pueblo
losofía marxista; en ensayo ideal, acerca del momento histórico que
solidario y humanista del “Hombre registró, Y, por qué no mencio-
nuevo”, escrito por el ‘Che’ Gue- narlo, utópica, porque sus versos
vara; y en el existencialismo sartre- no conquistaron el poder.
ano y su concepción del
compromiso del escritor, que devol- Discusión
vía a la literatura su función social.
Artísticamente, sus vectores fueron La esencia inconmovible de la cre-
las vanguardias culturales y litera- ación tzántzica, verso y política, rei-
rias de Europa y América, de las dé- vindica la función de la poesía como
Los tzántzicos, poetas de una propuesta de vida
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Fernando Oña Pardo*
nos con necesidad de abrir (…) una una producción literaria de calidad:
verídica brecha de esperanza”3. “(Carvajal) pone en cuestión la pro-
blemática del compromiso, dado el
Esta posición ideológica y artística riesgo, desde su lectura, de utilizar
causó polémica (como toda verda- la política como justificación de
dera rebeldía). El debate se centró una pobre producción estética (…
en la vinculación de la actividad li- )”5. No obstante, Susana Freire 55
teraria con la denuncia política; es avala el nexo entre la poesía tzánt-
decir, en la utilización de la poesía zica y su mensaje político explícito:
como una herramienta para la con- “Los primeros aportes del tzant-
frontación ideológica. “El problema zismo a la literatura nacional (fue-
real es la diferenciación objetiva ron) hacer de la poesía un acto
entre la praxis política y la creación vivencial y ejercer a través de la
artística y literaria como proceso misma una crítica política y social.
productivo, a los que un mismo Esta crítica desemboca, a su vez,
hombre se enfrenta, en tanto escri- en un afán por apartar a las expre-
tor y político. Pero, entonces, no siones culturales del academi-
estaban dadas las condiciones cismo y hacerlas más accesibles a
para su cabal comprensión”4. los distintos sectores de la socie-
dad”6. En esta misma línea, Abdon
Al respecto, existieron detractores Ubidia manifiesta: “Lo que los
y defensores. Iván Carvajal, por tzántzicos hicimos (…) fue una li-
Los tzántzicos, poetas de una propuesta de vida
ejemplo, señala que los tzántzicos teratura joven que no podía ser
privilegiaron el mensaje político, la ajena al mundo real. En todo caso,
actitud propagandista, en desme- lo más rescatable del movimiento
dro de una propuesta estética, de tzántzico fue su poesía”7
3 Pucuna No. 1, agosto 1962 (Edición facsimilar), Quito, Consejo Nacional de Cultura, 210, portada in-
terior.
4 Alejandro Moreano, “El escritor y la sociedad y el poder”, en La literatura ecuatoriana de los últimos
30 años (1950-1980), Quito, El Conejo / Diario Hoy, 1983, p. 117-118.
5 Iván Carvajal citado por Alicia Ortega, edit., Sartre y nosotros, Quito, Universidad Andina Simón Bo-
lívar, Sede Ecuador / El Conejo, 2007, p.42.
6 Susana Freire, Tzantzismo: tierno e insolente, Quito, Libresa, 2008, p.125.
7 Entrevista realizada por Susana Freire a Abdon Ubidia, Tzantzismo: tierno e insolente, p.178.
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Fernando Oña Pardo*
9 Fernando Balseca, “La lírica en el período: primera parte (1960-1985), en Historias de las literaturas
del Ecuador volumen VII, Alicia Ortega (coord.), Quito, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecua-
dor / Corporación Editora Nacional, 2011, p.61.
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Fernando Oña Pardo*
Agustín Cueva también se pronun- Obrero, el Teatro Politécnico, entre
cia en este sentido: “Aquella poe- otros.
sía, producida y escenificada por Históricamente relevantes, los “re-
el grupo Tzántzico, fue el acto más ductores de cabezas”, sin em-
renovador que conocieron las le- bargo, representan la esperanza y
tras nacionales desde la genera- el fracaso de nuestra cultura, pues
ción del 30 (…) Todo lo cual sus postulados artísticos e ideoló- 57
implicó una suerte de profunda re- gicos, si bien ayudaron para con-
volución cultural de nuestra inte- cienciar acerca de nuevas
lectualidad, que modificó no sólo perspectivas económicas, políticas
sus formas de escribir y de sentir, y culturales, no se concretaron en
sino también sus manera de vivir”10 la dialéctica histórica.
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Fernando Oña Pardo*
BIBLIOGRAFÍA
* Fernando Oña Pardo. Fernando Oña Pardo es Licenciado en Comunicación Social, especialización
Prensa Escrita, por la Universidad Central del Ecuador. Además es Magíster en Estudios Culturales,
mención Literatura Hispanoamericana, por la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador. Su tema
de maestría fue la trascendencia y el significado de los cinco primeros poemarios tzántzicos publicados.
Es catedrático universitario hace 10 años.
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Perfil periodístico: un género para retratar personajes
Roque Rivas Zambrano .............................................................................................. 61
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Roque Rivas Zambrano*
Perfil periodístico: un género
para retratar personajes
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E
municación e In-
s un género que consiste en formación
describir las características Escrita de la Fa- Perfil periodístico: un género para retratar personajes
de un personaje. Incluye datos bio- cultad de
gráficos, rasgos de personalidad, Comuni-
hobbies, hábitos cotidianos, activi- cación de
dades principales y más. Hoy, los la Universidad de Navarra, Es-
medios de comunicación publican paña, cada vez se escriben más
textos para abor- artículos sobre personas concre-
dar un tema de tas, vayan o no etiquetados por la
actualidad cen- cabecera correspondiente: perfil,
trándolo en retrato, personaje de la semana.
sus protagonis-
tas. Según La popularidad de este género se
Belén Ro- evidencia en todos los campos del
sendo, oficio, aun cuando no se haya de-
Expreso móvil
Roque Rivas Zambrano*
Expreso móvil
Roque Rivas Zambrano*
30 pasos para escribir un perfil es la capacidad de ingresar por
esas pequeñas ventanas que
Género periodístico se abren sólo en un instante.
Debe adquirir un séptimo sen-
1. El perfil es un género periodís- tido. Leer los signos que se
tico que refleja ‘la realidad’ de están lanzando desde el in-
las personas en todas las di- consciente (Moreno 2005). 63
mensiones posibles y se apro-
xima a la biografía… Un perfil 3. Para elaborarlo, necesita
busca múltiples voces que ayu- hacer descripción física; forma
den a descifrar al personaje. de vestirse y de peinarse: in-
Se convierte en una herra- cluye adornos y accesorios,
mienta con la que se pueden perfume que usa, cómo se ma-
explorar, a través del protago- quilla. Carácter: su forma de
nista, temas históricos, socia- expresarse a través del len-
les o políticos, cruciales para guaje, de los gestos y de la mi-
entender el mundo contempo- rada. Si es homosexual,
ráneo (Moreno 2005). drogadicto o alcohólico. Senti-
mientos: miedos, dudas, obse-
2. El perfil se centra en un perso- siones, depresiones, ilusiones,
naje o una historia de vida. pasiones, frustraciones y Perfil periodístico: un género para retratar personajes
Exige un trabajo arduo encami- sueño. Creencias: conviccio-
nado a hacer un retrato de un nes religiosas y políticas. Cos-
personaje desde diferentes tumbres: preferencias en
perspectivas. Además, no hay música, libros, cine, teatro y te-
reglas estáticas ni sagradas. levisión; ‘hobbies’, deportes
Tampoco existe un manual, ni que practica. Su vivienda ac-
una Biblia, ni un libro que se tual: ubicación, descripción del
pueda abrir para encontrar las barrio o zona; si es casa o de-
respuestas. Se recomienda uti- partamento; dimensiones, an-
lizar la intuición. Cada historia tigüedad, mobiliario, decora-
genera su propio camino. Leer ción y adornos, personal do-
aquello que conduce a encon- méstico, mascotas (Camps y
trar algo revelador. La intuición Pazos 1996, 146).
Expreso móvil
Roque Rivas Zambrano*
Expreso móvil
Roque Rivas Zambrano*
su interior, la natu- Espiarlo despo-
raleza del protago- jado de sus atuen-
nista (Moreno 2005). dos. Surcar al
personaje y acer-
8. El perfil busca iluminar carse con cautela. Ol-
un lugar recóndito del fatearlo. Ir tras sus
personaje. Develar lo que huellas y su pasado. Ver 65
no se sabía y las contradic- cómo fue su infancia y el con-
ciones internas. Demues- tra al texto en la que trascurrió. Sur-
lado de tinieblas cuando el per- car aspectos que muestren un
sonaje ocupa cargo público o personaje redondo. Demues-
de poder. Ir tras lo oculto. tran todos los rasgos posibles
Busca un nuevo pliegue. Un del personaje (Moreno 2005).
aspecto que parecía impene-
trable. Ubicarlo dentro de un 10. El buen perfil es ver al perso-
espacio formal, dentro de un naje como es. Para obtener un
contexto. Incluso es necesario acercamiento vital. Inspeccio-
explorar escenarios importan- narlo por dentro. Hacerse mu-
tes en la vida del personaje. Allí chas preguntas. Cómo es su
se conseguirá uno de los obje- vida. ¿Quién es? ¿Cuál es su
tivos del buen perfil: contar las historial? ¿Cómo contar los Perfil periodístico: un género para retratar personajes
fibras íntimas del personaje múltiples lados? ¿Cómo
(Moreno 2005). piensa? ¿Cuál es su psiquis?
¿Cuál es la relación de ese
Los movimientos personaje con la historia del
país? ¿Cuáles son sus as-
9. Un escenario ideal, pectos vulnerables?
para la construc- ¿Cuáles son sus
ción de un buen aspectos fuertes?
perfil, es caminar ¿Cómo aprender
alrededor del per- a leer en él, las
sonaje, un día, una señales que son
semana y verlo com- importantes? Hay
pletamente desnudo. que establecer las
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Roque Rivas Zambrano*
dudas que existen en torno al 12. Hay que tener una convicción
personaje, aquellos aspectos interna de los motivos por los
que el público no conoce. El que se quiere descubrir a ese
objetivo del perfil es responder personaje. Sólo si se estable-
a esos interrogantes (Moreno cen esas razones, se podrá na-
2005). rrar bien la historia. Se podrán
66 transmitir al lector las razones
11. Si es posible, se convive con el internas que existieron para
personaje; verle en la mañana hacer el perfil. Se le podrán
-prestando mucha atención a contar, tácitamente, las obse-
cómo es antes del desayuno- ir siones que estuvieron detrás
al trabajo con él, comer con él, de la historia. Hacer un perfil
observar cómo se comporta sobre alguien que no interesa,
con sus compañeros de tra- puede conducir con una proba-
bajo, el director, su mujer, sus bilidad muy alta al error (Mo-
hijos. Hay que fijarse en su reno 2005).
modo de vestir, en el mobiliario
de su oficina y los cuadros de Sus sentidos y el trabajo del
las paredes; escuchar su modo sastre
de hablar, captar los ritmos de
su discurso, las inflexiones, los 13. Elaborar un perfil, exige tener
Perfil periodístico: un género para retratar personajes
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Roque Rivas Zambrano*
momento clave, puede abrir Herramientas y el poder
caminos para desentrañar lo
que estábamos buscando. Las 15. El perfil es una herramienta
oportunidades son únicas y no para tratar temas como el
se pueden desaprovechar. Le- poder. El poder siempre será
yendo el cuerpo, el periodista un tema de interés. Además,
puede hacer que el entrevis- comenta el pasado, vigente y 67
tado se sienta cómodo, en con- futuro. Como los personajes lo-
fianza (Moreno 2005). gran acceder al poder, la forma
como lo adquieren, o qué
14. Elaborar un perfil es un trabajo hacen con esas fuerzas. En
parecido al del sastre, que general, toda la relación
hace el vestido que se genera con el
para un perso- poder, desde diferen-
naje y busca tes ángulos, llama la
siempre que atención. Los perio-
quede bien ajus- distas buscar qué
tado. Hilvanar. hay detrás. El perio-
Recortar. Ajustar. En- dismo indaga sobre
tallar. Son todos verbos esas personas. El poder
comunes a ambos oficios. adquirido por la fuerza, Perfil periodístico: un género para retratar personajes
No es fácil tejer la estructura siempre deja víctimas. Si el
de la obra. No es fácil encon- poder está bien ejercido, no
trar el tono. Por lo general, hay tiene por qué ser oscuro o tur-
que intentarlo muchas veces. bio y si lo es, es porque no es
Mover las piezas una y otra legítimo. El perfil va tras la ver-
vez. Recortar, entallar y empe- dad, como el periodismo (Mo-
zar de nuevo. No existe un reno 2005).
manual que permita estable-
cer cada paso de una forma Redacción: ritmo y tono
predeterminada. La pieza se
debe ir armando naturalmente, 16. Un perfil no es un género pe-
como un río que fluye (Moreno riodístico puro, se mezcla de
2005). varios géneros. Para escribirlo
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Roque Rivas Zambrano*
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19. Como en una novela, en el per- vayan mostrando los aspectos
fil debe aparecer el tiempo más relevantes del personaje.
como una línea que articula las Tienes que guiar al lector para
escenas; esa línea se puede que siga leyendo. Hay que atra-
alterar, en el relato se puede ir parlo. Pero no se trata tampoco
adelante y atrás, expandir y de darle todas las conclusiones.
contraer, narrar en pasado, en Todos los puntos de anclaje. Es 69
presente y vislumbrar una mejor darle las herramientas al
parte del futuro. Al lector, mos- lector para que saque sus pro-
trarle que hay un tiempo que pias conclusiones, para que sea
transcurre y la cronología de la él el que genere sus propios jui-
historia, sin llegar a excesos, cios, sus propias valoraciones.
por ejemplo, con las fechas, Es mejor que sea el lector el
que pueden llegar a confundir que decida (Moreno 2005).
(Moreno 2005).
22. Hay que encontrar los detalles,
20. Como técnica narrativa, el pe- sus conflictos internos, ver más
riodista sólo debe aparecer allá del estereotipo. Hay que
cuando sea necesario. Una con- dejar espacio para que el lector
versación puede revelar algo respire. Aunque bien escrito, un
que de otra manera se vería for- texto lleno de información Perfil periodístico: un género para retratar personajes
zado. Es bueno que en el trata- puede ahogar al lector. Lector
miento del perfil, no se note necesita oxígeno. Es mejor pro-
tanto la incursión del autor. Así ponerle al lector un camino, que
el personaje podrá ser más libre intentar inducirlo de una ma-
(Moreno 2005). nera explícita. Hay que
contar con que nuestro
El lector lector es inteligente. Un
texto sin reservas de
21. Es necesario evitar aire, sin detalles, es
que el lector nave- como una casa bien
gue sin ancla, sin diseñada por fuera,
rumbo, sin pis- pero que por dentro no
tas que le es acogedora, le falta intimi-
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Roque Rivas Zambrano*
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Roque Rivas Zambrano*
deslumbrar por el poder pone sión de la historia, salir de su
en juego su ética, entra en di- modelo generacional. Sólo de
lemas y cuestionamientos. La esa manera se puede transmi-
actitud ética se debe conservar tir una conciencia desde los
frente al personaje, pero sobre medios (Moreno 2005).
todo frente al gran público. Qui-
zás nadie logra un balance per- Fuentes 71
fecto, pero, el periodista no
puede convertirse en un vo- 27. Para elaborar un perfil se ne-
cero del perfilado. Si se pierde cesita fuentes variadas. Por
la distancia, el periodista per- ejemplo: los amigos y socios.
derá capacidad crítica, y un Además, hay que hablar con
elemento que se debe tener es sus competidores, observado-
ese: el de buscar que el trabajo res que le conocen en el nego-
genere crítica sobre los proce- cio o comercio, con gente que
sos o los perfiles que se escri- haya trabajado con él en acti-
ben (Moreno 2005). vidades sociales. Las fuentes
no tienen por qué ser sólo ami-
Memoria colectiva gos: algunas veces una ex-
mujer o un antiguo compañero
26. Un perfil puede ayudar a evitar que pueden proporcionar toda Perfil periodístico: un género para retratar personajes
el camino de la amnesia colec- clase de percepciones. Las
tiva. Hecho con profundidad fuentes hay dos tipologías:
puede desentrañar aspectos
oscuros de la historia. De esta 1) orales y documentales
manera, un perfil revela esos (estas últimas hacen referen-
baches históricos, denuncia cia a diferentes tipos de docu-
crímenes mayores, hechos si- mentos públicos y privados:
niestros que dejaron víctimas. registros, archivos, informa-
El ejercicio periodístico tiene el ción emitida por los medios de
deber de hacerle saber al lec- comunicación.
tor las dificultades históricas de 2) positivas y negativas (res-
un país. Un reportero tiene que pecto a la postura adoptada
estar consciente de la dimen- por la fuente ante el sujeto).
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Roque Rivas Zambrano*
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La historia y el perfil como un género propio
de las revistas, que permite estu-
La revista The New Yorker, pionera diar a los personajes con mayor
en la consolidación del perfil, bau- profundidad. Aunque algunos sket-
tizara el género como: "profile". En ches de personalidad son tan lar-
un ensayo, Belen Rosendo, cita a gos como los perfiles de revistas,
Hyde, en su Newspaper Reporting los sketches generalmente son 73
and Correspondence de 1912, breves y van directamente al
cuando se refiere a un tipo de artí- grano. El sketch tiene la función de
culo denominado sketch, que aun- ofrecer un rápido vistazo del indi-
que procede de la entrevista se viduo y contarnos por qué ese su-
centra más en la persona misma jeto es importante. A estos
que en lo que ésta pueda haber artículos les falta la profundidad de
dicho. Rosendo señala que Bleyer, los perfiles.
en su manual Newspaper Writing
and Editing de 1913, incluye el Otro nombre que recibe el perfil
sketch de personalidad, un artículo es el de artículo biográfico. Para
que ofrece una impresión de la José Luis Martínez Albertos, cate-
personalidad, como un tipo más de drático español, una modalidad de
artículo de fondo. Con estas dos las entrevistas de personalidad
definiciones quedan establecidas son los reportajes biográficos. Perfil periodístico: un género para retratar personajes
las principales pinceladas que Estos se definen, según el autor,
otros autores estudiados -Bond, por su gran extensión, porque ha-
Patterson y Hanley- han podido blan sobre la vida del entrevistado
ofrecer acerca del sketch, pero y porque alternan narración y diá-
que no permiten distinguirlo del logo.
perfil. Para poder ver la relación
que guardan las dos fórmulas hay José Javier Muñoz, otro docente
que acudir a los autores que reco- español, habla del artículo biográ-
nocen la existencia de ambas. fico, que es el que resume la vida
y la obra de una persona que cobra
El sketch ha sido identificado por interés por una acción destacada.
los expertos como un artículo de Añade que una biografía, o perfil,
personalidad propio del periódico no debe ser plana, debe tener re-
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1. m. Postura en que no se deja ver sino una sola de las dos mi-
tades laterales del cuerpo.
Perfil periodístico: un género para retratar personajes
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7. m. Geom. Figura que representa un cuerpo cortado real o
imaginariamente por un plano vertical.
medio perfil
corromper los perfiles un aprendiz Perfil periodístico: un género para retratar personajes
de perfil
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Roque Rivas Zambrano*
BIBLIOGRAFÍA
• Camps, Síbila y Pazos, Luis (1996). Así se hace periodismo: manual práctico
del periodista gráfico. Argentina: Paidós Ibérica.
• Moreno, Danilo (2005). El arte de dibujar, con palabras, a una persona. Argen-
tina: Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).
• López Hidalgo, Antonio (2002). La ‘historia de vida’ periodística, un género poco
76
usual en la prensa española. España: Revista Latina de Comunicación Social.
• La Paniagua, Pedro (2001). La biografía como contemporaneidad. Estudios
sobre el Mensaje Periodístico. España: Revista Científicas Complutenses.
• Rosendo, Belén. (1997) El perfil como género periodístico. España: Universidad
Navarra.
Perfil periodístico: un género para retratar personajes
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Doble sentido
Línea recta
Ensayos y microensayos de Hernán Rodríguez Castelo
Francisco Proaño Arandi ........................................................................................... 79
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
Ensayos y microensayos de Hernán
Rodríguez Castelo
U n acierto editorial y un
acontecimiento de trascen-
dencia constituye la aparición del
Cultural Benjamín Carrión, obra
que, en dos enjundiosos volúme-
nes de 500 páginas cada uno, está
número 8 de la Serie “Estudios li- dedicado a la producción ensayís-
terarios y culturales” del Centro tica de Hernán Rodríguez Castelo,
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
estudioso cimero de las letras y la nil, el cuento infantil. Todo ello está
cultura ecuatorianas y universales. representado y sintetizado, con
El número lleva el sugestivo título grandeza, en estos dos tomos.
de Ensayos y microensayos, y
abarca una selección del inmenso Conocí a Hernán en mis años ju-
caudal que en estos dos géneros veniles en el Colegio San Gabriel
80 produjo la pluma del egregio escri- donde él dictaba clases de litera-
tor, una selección que él mismo tura, filosofía, y era, además, no
pudo dirigir antes de que se produ- solo un suscitador de vocaciones
jera su lamentable y repentino de- en las áreas de la creación literaria
ceso, el 20 de febrero de 2017. No y el pensamiento, sino de otras ac-
obstante la gran extensión de los tividades inspiradoras, entre ellas,
dos volúmenes que hoy se presen- el andinismo y el debate y la dis-
tan, no están allí, por razonables e cusión creativas en ámbitos como
insalvables motivos de edición, la Academia Literaria de ese plan-
otros textos que el autor dedicó a tel, que él refundara y promoviera
diversos temas, en especial algu- y en la que se congregaban algu-
nos relacionados con el devenir de nos jóvenes estudiantes que se
la literatura ecuatoriana, su gran han destacado luego en los cam-
pasión y verdadera aguja de ma- pos del ensayo, de la creación po-
Ensayos y microensayos de Hernán Rodríguez Castelo
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
ola francesa, de los iracundos in- tencial de la que él mismo da
gleses, del neorrealismo italiano, cuenta en la introducción de estos
de Bergman, entre otros. Y en la li- Ensayos y microensayos. Según
teratura, nos llevó a las páginas de recuerda, se vinculará pronto con
autores como Thomas Mann, las revistas Reseña, Humanidades
Kafka, Proust, Joyce, los trágicos y La Estafeta Literaria. Allí escri-
griegos, los grandes del Siglo de birá, proyectando en los artículos y 81
Oro español. ensayos que envía a dichas publi-
caciones, su espíritu inquieto, re-
Años después Rodríguez Castelo novador y contestatario, lo que
daría a la imprenta sus Diarios del finalmente le acarreará el disgusto
San Gabriel -1959-1962-, un va- de las autoridades religiosas; era el
lioso texto testimonial en el cual, tiempo, hay que recordarlo, de la
infatigable escritor como fue desde dominación franquista en España.
siempre, había registrado, con in-
tensidad y pasión, las experien- Concluye así su período de reli-
cias, intelectuales y existenciales, gioso jesuita y, de retorno en
de aquellos tiempos juveniles. En Quito, se vincula con el diario El
las páginas de estos diarios es po- Tiempo, donde aparecerán, entre
sible reconocer, vívidas, sus in- otros materiales, la notoria sección
quietudes primordiales, que luego creada por él, “Idioma y estilo”, Ensayos y microensayos de Hernán Rodríguez Castelo
se irían plasmando en una obra sus artículos de crítica literaria y
magnífica, como pocas por su hon- los celebrados microensayos, va-
dura y magnitud en el panorama rios de los cuales se incluyen en la
de la literatura ecuatoriana. Y es presente selección.
dable también reencontrar en esas
páginas algo que Rodríguez Cas- Ya desde entonces y aún antes, en
telo cultivó siempre con cuidado y su etapa española, estaba ya pre-
rigor: la amistad. sente el gran ensayista. Precisa-
mente el tomo segundo de esta
Terminada esta primera etapa ma- selección se abre con un magistral
gisterial, viajó a España, hacia trabajo, publicado en Humanida-
1963, para estudiar Teología en la des en 1964, sobre Los Hermanos
Universidad de Comillas, fase exis- Karamazov, la gran novela de Dos-
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
Esta concepción del ensayo coin- Y Alejandro Moreano señala2:
cide con la de otros destacados
exponentes del género en el Ecua- El ensayo es totalmente distinto
dor. Juan Valdano, por ejemplo, (al lenguaje de la investigación
dice en su texto “El ensayo como empírica, de la investigación so-
tentativa”1: cial). Lejos de negar la individua-
lidad, afirma la intervención del 83
La prosa ensayística adquiere ca- sujeto en el mundo, y se postula
lidad literaria cuando en ella está a sí mismo como intrusión en la
presente cierto ánimo estético, vida social. Se propone organizar
una voluntad de estilo, ese ele- y movilizar las pasiones, las ideas,
mento subjetivo y personal del los gustos, los estados de ánimo.
autor que la confiere esa calidad y Un discurso político y una forma
que la convierte en un producto literaria, a la vez una visión litera-
estético. Un ensayo llega a ser li- ria del mundo y un lenguaje polí-
terario cuando lo sugestivo de su tico. El ensayo pone en juego no
forma pesa tanto como lo persua- solamente la función referencial
sivo de su contenido. El ensayo li- sino otras funciones del lenguaje.
terario es prosa que discurre entre La expresividad del emisor y el im-
dos corrientes: la función estética pacto en el destinatario. E incluso
y la aspiración pragmática y en la la función poética centrada en el Ensayos y microensayos de Hernán Rodríguez Castelo
que, desde el punto de vista del mensaje mismo. El ensayo no
lenguaje y la eficacia cognitiva, prueba ni demuestra nada. Afirma
triunfa siempre lo primero sobre lo y niega. Expresa y agita. Y a
segundo. veces también canta.
1 Valdano, Juan (2016). “El ensayo como tentativa”, en Brújula del tiempo, ensayos y otros intentos,
Tomo I. Quito: Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, p. 31.
2 Moreano, Alejandro (2014). “Elogio del ensayo”, en Pensamiento crítico-literario de Alejandro Moreano,
la literatura como matriz de cultura. Tomo II. Cuenca: Universidad de Cuenca, p. 25.
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
Hay, sin embargo, una concepción la vez que impulsa una intelección
del ensayo como género literario de la escritura como un campo de
que parece retratar de manera extremas tensiones, tema o eje
más exacta el arte literario de Her- central en el devenir de la creación
nán Rodríguez Castelo. Se trata artística4.
de Roland Barthes, el conocido crí-
84 tico y pensador francés, quien Esta tensión literaria, o propia-
afirma: mente poética, torna a los ensayos
de Rodríguez Castelo particular-
Dejad que el ensayo confiese ser mente sugestivos, atravesados por
casi una novela. ese hálito creativo, artístico, que
reclama Barthes, y al que se refie-
Al referirse a este aserto de Bar- ren Juan Valdano y Alejandro Mo-
thes, la escritora norteamericana reano. Basta leer al respecto
Susan Sontag dice: textos como lo que dedica a Los
Hermanos Karamazov, que hemos
El acto de escribir marca nuevas citado más arriba; a Efraín Jara
formas de tensión dramática, refe- Idrovo; a los tres grandes del pos-
ridas a ese mismo acto: escribir se tmodernismo ecuatoriano (Jorge
convierte en el testimonio de com- Carrera Andrade, Gonzalo Escu-
Ensayos y microensayos de Hernán Rodríguez Castelo
3 Sontag, Susan (1983). “La escritura misma: sobre Roland Barthes”, epílogo a Ensayos críticos, Roland
Barthes. Barcelona, España, Editorial Seix Barral, p. 342.
4 Proaño Arandi, Francisco (2012). La literatura, eje central en la obra ensayística de Alejandro Moreano.
Quito: Revista Malidea, No. 3, p. 135.
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
Sn. Yldefonso, ensayo biográfico historia patria –dice- me fascinó
crítico que forma parte del libro Li- casi desde que comencé a leer. Y
teratura quíteña del siglo XVII, o el ya en sexto grado -11 o 12 años-,
que dedica a la biografía de la así como otros niños querían llegar
santa quiteña, Mariana de Jesús, a ser presidentes de la República,
escrita por el autor colonial, “in- o a ricos con carros de los mejores
quieto, problemático y brillante”, que por entonces se veían en 85
Jacinto Morán de Butrón. nuestras calles de recoleto vivir, a
mí se me había dado por ser quien
En la arquitectura de las grandes completase la Historia General del
novelas que solía leer y recomen- Ecuador de González Suárez, que
darnos, señalaba como un ele- mis padres, profesores ambos, la-
mento estructural digno de mentaban se hubiese quedado
relievarse, ciertas connotaciones antes de los tiempos republica-
que, al repetirse, resonaban en el nos”.
texto como los acordes de una sin-
fonía o las iluminaciones de una Años después, la literatura, enten-
catedral gótica. En sus ensayos, dida como iluminación profunda de
me ha impresionado encontrar ele- la historia, extrapola ese afán in-
mentos estéticos estructurales fantil al emprendimiento de otro
como aquel que el maestro subra- proyecto, tanto más vasto y com- Ensayos y microensayos de Hernán Rodríguez Castelo
yaba en sus profundas lecturas: plejo: la Historia crítica de la litera-
señalamientos de orden metafísico tura ecuatoriana. No es frecuente
o que tienen que ver con la refle- que un escritor, en este caso un
xión detenida y honda sobre as- ensayista y crítico, se proponga la
pectos problemáticos de la elaboración de un proyecto seme-
condición humana, o que, expre- jante en magnitud y profundidad.
san, a veces de una manera súbita Antes de él, podríamos citar a Fe-
y casi surrealista, la verdad de una derico González Suárez con res-
época. pecto a la historia, o a Pedro
Fermín Cevallos, o, para el caso
De los episodios autobiográficos de la literatura, el de Isaac J. Ba-
que relata en su prólogo, rescato rrera. Causa sin duda admiración
uno realmente significativo: “La Hernán Rodríguez Castelo,
Doble sentido
Francisco Proaño Arandi*
Doble sentido
Hernán Rodríguez Castelo*
Hernán Rodríguez
Casteló
87
Encuentro de escritores
Hernán Rodríguez Castelo
Incorporación AEL.
Doble sentido
Hernán Rodríguez Castelo*
88
Hernán Rodríguez Casteló con el acuarelista César Hernán Rodríguez Casteló con Gerardo Guevara.
Tacco
Ensayo monólogo
* Hernán Rodríguez Castelo. Fotografías del Archivo Particular de Hernán Rodríguez Castelo. Las
últimas tres son del archivo del CCBC.
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
Hernán Rodríguez Castelo
en mi camino de lector
89
H ay un lugar y un tiempo en
que el encuentro con Her-
nán Rodríguez Castelo se dio y se
impacto por estar lleno de signifi-
cado para la vida.
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
Esta obra infantil, sin tener un en- En este texto, mezcla de manual
foque religioso, al igual que “Ton- de los manuales con enfoque psi-
toburro”, “Memorias de Gris, el cológico, didáctico, pedagógico,
gato sin amo”, “Historia del niño que debería ser de lectura obliga-
que era rey y quería casarse con toria para todo aquel que tiene re-
Hernán Rodríguez Castelo en mi camino de lector
1 Hernán Rodríguez Castelo, El Fantasmita de las Gafas Verdes, Editorial Círculo de Lectores, Quito,
1978
2 Hernán Rodríguez Castelo, El Camino del Lector, Banco Central del Ecuador, 1988, página 195.
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
riscos3, pues son los clásicos lite- su sorpresa al aspecto de su
rarios adecuados; sin embargo, no abuela sin vestidos, y le dijo:..”5
es negociable el saltar el orden
cronológico, –si se desea que el En mis 20 años no había leído ni
guagua desarrolle su motricidad escuchado esta versión, pero de
gruesa y su independencia espa- inmediato esas líneas tuvieron
cial sensomotriz, el guagua pri- sentido, eran la esencia, el cora- 91
mero debe gatear…si se desea zón que mantenía vivo al cuento,
ser un lector de calidad se debe me pregunté cuánto de lo que me
iniciar por las lecturas sugeridas habían enseñado y yo había
para niños de 6 años– aprendido era igual que Caperu-
cita Roja, una verdad a medias,
Siendo un aprendiz, tal cual el fan- letra sin sentido.
tasmita, fui a la biblioteca de la
PUCE a leer los cuentos de Char- El filósofo René Descartes, en su
les Perrault, en las ediciones que Discurso del Método; indica “era el
cumpla el criterio de Hernán “Por primero, no aceptar nunca cosa al-
supuesto, hablamos siempre de la guna como verdadera que no lo
versión original, íntegra.”4. conociese evidentemente como
tal, es decir, evitar cuidadosa-
Inicié por “Caperucita Roja”, un mente la precipitación y la preven-
cuento que en dos líneas acabó ción y no admitir en mis juicios
Hernán Rodríguez Castelo en mi camino de lector
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
Hernán y los estudiantes en su Ahora sí, lectura a la obra! Todo
estructuración emocional y cog- iba bien, los estudiantes sabore-
nitiva. aban su victoria, hasta que llegué
a la línea donde dice “Caperucita
El aprendiz de lector, unos años roja lo hizo, se desnudó y se
después de haber dejado la comu- metió en la cama”9; ellos a sus 15
nidad religiosa, estaba como pro- años no habían escuchado de 93
fesor en un colegio particular de sus padres, profesores o en pelí-
clase media alta, impartiendo ma- culas Disney tal horror; el asom-
terias de filosofía, lógica y ética. bro y desconcierto inundó el aula.
Siendo así, con responsabilidad en Las protestas fueron “nadie sabe
hombros, sólo tenía una certeza, esa línea”, “en ningún libro está
exfoliar la masa gris de sus jóve- esa parte”, “mi mamá me leyó,
nes estudiantes para posibilitar la ella no me miente”, “como crees
formación de lectores críticos. tener la verdad y que el resto esté
equivocado”.
El primer día de clases partimos de
una propuesta al estilo de los más Mi fama creció como la espuma, el
arriesgados juegos de azar, un re- segundo día tenía a pocos padres
presentante del curso debía relatar y muchas madres exigiendo una
la versión que conocía de Caperu- explicación y la expulsión del pro-
cita Roja, si ésta era la correcta ga- fesor, sus hijos habían contado la
Hernán Rodríguez Castelo en mi camino de lector
9 http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/caperucita-roja--0/html/004a3704-82b2-11df-acc7-
002185ce6064_2.html#I_0_
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
El 25 de julio, los desengañados Hernán se convirtió en catalizador
estudiantes decidieron pegar en para los estudiantes, los ayudó a
las puertas de las aulas, la página ordenar sus ideas mediante la es-
de los tres periódicos donde ha- cucha y diálogo activo, les acom-
cían la aclaración de fechas. Nos pañó en la pérdida de esa
encontramos con que la verdad no inocencia de que la verdad es de-
siempre trae buenas nuevas. Los seada y buscada por la comunidad 95
profesores de Estudios Sociales quedando en un ideal lejano, pues
tomaron una prueba de una sola habían experimentado que no era
pregunta ¿cuál es la fecha de la así, sus precisiones les habían
Fundación de Guayaquil?, valga causado inconvenientes en el co-
acotar que ésta venía con una legio. Entendieron que la verdad
sutil advertencia, si la respuesta no está al alcance, no se la rega-
era agosto se quedaba para suple- laba ni se imponía, se empezaron
torio. La mayoría aceptó la intimi- a sentir como el “Fantasmita de las
dación. Unos estudian para gafas verdes”, siendo en ese mo-
conocer la verdad y generar nue- mento el único que los entendía su
vas realidades, otros no logran instructor Hernán.
asumir el reto que aquello implica.
Hernán conoció este episodio De su parte Hernán manifestó que
junto con mi pedido de apoyo, nos estos conversatorios fue una de sus
visitó en el colegio para compartir mejores experiencias, por el compar-
Hernán Rodríguez Castelo en mi camino de lector
con los estudiantes, éstos investi- tir de criterios con jóvenes lectores.
garon sobre la vida y obras de Her- En una sola ocasión Hernán me su-
nán, prepararon charlas motivando girió no dé a conocer a los estudian-
la lectura de sus textos, tuvieron tes de universidad un texto; hasta
cercanía con otras figuras del pen- ahora no lo promociono y más des-
samiento ecuatoriano, como pués de haberlo leído a María de
Cazón Vera, David Samaniego, Lourdes, mi esposa, me hizo prome-
Aminta Buenaño, Jaime Villa, Ro- ter que ese libro jamás recomiende
dolfo Pérez Pimentel, Jenny Es- a los jóvenes, pues ellos fuera del
trada, finalmente entendieron que entorno institucional deben buscar
Guayaquil es una ciudad de escri- por sí solos el conocimiento. ¿La
tores para lectores. verdad nos hace libre?...
Doble sentido
Pablo Molina Sánchez*
Los jóvenes estudiantes que co- mientas para crear criterios pro-
nocieron a Hernán en Guayaquil, pios y mantenerse en la realidad
todavía lo recuerdan, con su con ellos. Sé que algunos leye-
“Camino del lector. Guía de lec- ron a sus enamorados/as, espo-
tura” y su acompañamiento, vi- sos/as, hijos/as la obra de
vieron el poder de la duda sobre Hernán y están formando a sus
96 un texto, conocieron las herra- hijos como lectores.
Hernán Rodríguez Castelo en mi camino de lector
Doble sentido
Marco Antonio Rodríguez*
Hernán Rodríguez Castelo,
el hombre y su obra
97
¿
inacabables de una de las más lú-
Qué ocurre con el tiempo en cidas inteligencias que ha dado
seres humanos como Her- nuestra patria. Repliegue o expan-
nán Rodríguez Castelo: drama- sión de esa sustancia escurridiza
Hernán Rodríguez Castelo, el hombre y su obra
Doble sentido
Marco Antonio Rodríguez*
98
telo conmina a ese ejercicio. ¿De mento erigido por su talento crea-
dónde emergieron tantos proyec- dor y su arduo, ejemplar, trabajo
tos y realizaciones intelectuales, investigativo. Son 679 artistas
tantos ensayos teóricos, tantas plásticos estudiados. Estos perte-
empresas humanas concretadas o necen a todas las provincias de la
no —¡qué importa!— por este patria; algunos residen en el ex-
Hernán Rodríguez Castelo, el hombre y su obra
Doble sentido
Marco Antonio Rodríguez*
tas, sí de poetastros —peyorativo cos de todos los tiempos están en
de poetas en las viejas retóricas— deuda impagable con Hernán Ro-
o, dicho por los popes de aquel dríguez Castelo. Su monumental
tiempo que estaban atentos a las Historia general y crítica de la lite-
novedades, que en esa obra había ratura ecuatoriana, contenida en
excesos de paraliteratura. millares de páginas constará entre
lo más encumbrado de nuestra 99
Pero es que allí, precisamente, se cultura. Capítulos inéditos o sub-
devela la magnanimidad de Rodrí- valorados de nuestra nación,
guez Castelo y aparece nítida su todas buidas de inteligencia y be-
faceta de gran suscitador de nues- lleza, se erigirán como soporte
tra cultura que ha sido escamote- único de nuestra historia. Obras
ada y casi nunca reconocida. En como las de Hernán son aportes
nuestro país, dos estereotipos — excepcionales para que cuajemos
entre otros de menor incidencia— en nación.
han mantenido incólume nuestra
asincronía histórica: mezquindad El aire y los recuerdos
y sentimiento de minusvalía. Com-
plejo de inferioridad —que cientí- Conocí a Hernán en el colegio San
ficamente es el único que existe, Gabriel. Nunca fui alumno desta-
por lo que los soberbios no son cado, pero creo que es hora de
sino especímenes que protegen dejar testimonio escrito de cómo
Hernán Rodríguez Castelo, el hombre y su obra
con ese escudo la compasión que atendía sus clases magistrales (no
sienten por ellos mismos—. Y en nos diferencian sino pocos años
lo que se refiere a los numerosos en lo que a edades concierne,
poetas estudiados por Rodríguez pero ya Hernán estaba precedido
Castelo en la obra citada —igual de justa fama), cuánto hicieron sus
ocurre en todos los otros géne- palabras para mi conversión de
ros—, cuánto bien hizo, pues, gra- pésimo estudiante a lector de ofi-
cias a su incentivo, varios de ellos cio y a preocuparme de las otras
se han superado día a día hasta asignaturas. Sucede que ese gran
convertirse, en efecto, en poetas. sacerdote Marco Vinicio Rueda
Pensadores, ensayistas, historia- había visitado el Pensionado Borja
dores, narradores, artistas plásti- Número 1, recabando una lista de
Doble sentido
Marco Antonio Rodríguez*
Doble sentido
Marco Antonio Rodríguez*
endilgar dulías admirativas por do-
quier persiguiendo algún favor o
exaltar porque sí, porque es una
buena práctica para quedar bien
con todos. Creo que los seres hu-
manos tenemos deberes que cum-
plir y los deberes no se impetran, 101
solo están para ser realizados. Por
eso enaltezco vida y obra de uno
de los grandes ecuatorianos del
siglo XX, Hernán Rodríguez Cas-
telo. Grande por su vida y por su
obra. Por eso, justamente en este
tiempo del desprecio que vivimos,
seres humanos como Hernán hon-
ran no solo a la patria sino a la es-
pecie humana. escritura, ortografía y sus excep-
cionales aportes en beneficio de
La obra nuestro idioma cubren con sobra
de méritos su ámbito de lingüista.
Sabio es quien procura conocer la Y es en el ensayo —ese “centauro
razón de ser y el principio de las de los géneros” que lo llamara Or-
Hernán Rodríguez Castelo, el hombre y su obra
Doble sentido
Marco Antonio Rodríguez*
Doble sentido
Perdigones
Línea recta
Odisea inmóvil. Presentación del poemario Ardid,
de Fabián Guerrero (2018)
Martha Albán .......................................................................................................................105
Perdigones
Martha Rodríguez Albán
Odisea inmóvil.
Presentación del poemario Ardid, de
Fabián Guerrero (2018)
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Perdigones
Martha Rodríguez Albán
Perdigones
Martha Rodríguez Albán
En ocasiones, la voz interpela, en incluye cuando dice: “Errantes,
primera persona, a ese otro que es somos un rumor, goteo, sombras/
plural: “A pesar de nosotros mis- humeantes/ como un repentino
mos/ buscamos en el pecho algo desahogo/ que sale de la noche”.
inesperado/ Como los enamorados (30)
buscan/ los restos del amor./ Acu-
ciados/ A lo largo de la noche en En otras ocasiones, la voz se en- 107
que se pierde todo” (19). Esta voz tretiene, y juega con el lector; no lo
amatoria, ¿se dirige acaso al ob- deja asentarse en una convicción.
jeto amoroso? ¿O es uno de los De repente le pone, como apari-
ardides que empieza a perfilarse? ción repentina, un par de nuevos
Es decir, ¿le habla en sentido me- personajes: como en acto de pres-
tafórico al objeto amado, o le habla tidigitador, suelta a una tercera
al lector, llamándolo a la confiden- persona: “Aquí hay un hombre. An-
cia, a la confianza fácil del terreno tiguo como el dolor:/ ficcional o au-
Perdigones
Martha Rodríguez Albán
que haría pensar en el hablante, largo del libro; entonces, todos los
en coro, con su propio corazón: trucos y apoyos de su historia han
“Nos hemos conformado con muy sido eso: “Primero fue un trompo,/
poco:/ con la sombra de esa malabaristas y titiriteros;/ luego
misma mujer,/ o el filo quemado de fue una barca./ Y un buen día:/ Ri-
palabras como miedo o soledad/ votril/ Efexor/ Xanax/ Mirtapax”. Y,
No fuimos más que una ordinaria añado yo, los interminables bu-
pérdida de tiempo/…/. Aunque cles de las metáforas, el desfile
cada vez nos descubrimos más enceguecedor de imágenes.
oscuros./ Esa forma tan nuestra de
sostenernos entre las puntas de Las piedras de este Sísifo son, en-
los dedos”. (83) tonces: la palabra y sus promesas
fallidas; el dolor; el agotamiento; la
No resuelto el misterio de quién noche; ese “miedo feroz que en el
es la voz lírica, se abren las pre- hombre se estanca./ En el fondo.
guntas de por qué el oculta- Allá en el fondo.” (80) Sobre todo,
miento. A ratos confiesa que se está lo que parece ser el desen-
trata de un truco, de falacias y jue- gaño mayor, que resulta de una
gos de malabares: “Es una treta vital tensión entre “las necesidades
Perdigones
Martha Rodríguez Albán
del amor” y la búsqueda de las había mencionado el punto de lle-
grandes palabras/ o la palabra mi- gada en aquel mismo poema ini-
nuciosa./ Y por lo que hace a las cial. Era un indicio como caído al
cosas, ya no miramos hacia/ descuido: “Aunque todo eso no
atrás./ Aún cuando un montón de sea sino una memoria soterrada,/
palabras se sitúa hora/ mismo/ en que habla por todo lo perdido,/
esa cal parecida al corazón”. En pero también por lo que nunca 109
efecto, el desamor y su recuerdo fue”. La nada, lo que nunca fue, el
parecen ser las pérdidas más in- vacío. Los versos adquieren su
tensas: “Todo espuma invernal e pleno sentido al final del texto. Al
incógnita/ Ese mar/ Nuestros cuer- inicio no lo vimos, y dimos vuelta
pos” (88); por otro, están las trai- a la primera página, ya engancha-
ciones y falacias de la palabra: “el dos, tras la pista los enigmas: la
poema ya no anda/ y tampoco es pregunta por ese “nosotros”, por
posible volver atrás./ Apenas un su drama. Sin saber que intentaba
Perdigones
la derrota del guerrilero urbano en tres novelas latinoamericanas Santiago Aguilar Morán*
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Extramuros
Extramuros
Línea recta
A propósito de La Revista No. 3
Patricia Noriega ..................................................................................................................113
Deterioro
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Extramuros
Patricia Noriega*
A propósito de La Revista No. 3
Extramuros
Patricia Noriega*
centes universitarios.
Fernando Guerrero Maruri desarro-
Por ejemplo, Roque Rivas Zam- lla otro tema categórico: El perio-
brano realiza un estudio sobre el dista no debe temerle a la
reportaje periodístico, en el que tecnología. Esta es una conversa-
aborda de manera didáctica y ción desarrollada con Noemí Ramí-
concreta la definición, caracterís- rez, la Directora de Desarrollo
ticas, canales por donde se emite, Digital de EL PAÍS. Ella explica todo
Extramuros
Patricia Noriega*
lo referente a la organización del Dios, en oposición al texto jurídico,
área digital, así como de las nuevas donde la palabra abstracta e inde-
narrativas que se manejan y las es- clinable de la ley se encuentra
trategias para capturar audiencias. cada vez más lejos del hombre y
Se desarrolla en una entrevista cor- sus preocupaciones, la palabra po-
dial en la que Noemí responde de ética pone al hombre en contacto
manera frontal sobre la crisis de los con aquello que le es más propio 115
medios tradicionales. Pero con la y más íntimo: es decir, con su pro-
seguridad de que un periodista pia existencia.
debe ser fiel a sí mismo. No debe
temerle a la tecnología y debe A continuación de este gran estu-
poner al usuario en el centro para dio, encontramos otro maravilloso
la definición de la estrategia. y profundo en la fugacidad: Los
Haikus no bailan, pero sus huesos
Luego aparece Juan Carlos Ju- sí, de Gisela Galimi. Ella hace una
rado Reina, con un texto profundí- analogía entre Ezra Pound y Basho
simo titulado: La obra de arte, la y con voz categórica manifiesta que
poesía y el retorno de los dioses. “le gustan los Haikus porque logran
En él hace un recorrido magistral bailar sin el cuerpo, desde su esen-
por varios filósofos como Platón, cia zen vacía de deseo. Y desde allí
Aristóteles, Eurípides, y más, pero justamente refinar su sutileza del yo
aterriza en exponer que el texto poético occidental.
poético de un lado, pone al al-
cance de los lectores la voz del in- Pensar la oposición creación / pro-
finito, y, por otra parte renueva la ducción, es el artículo de Óscar
confianza en el anuncio, no de un Llerena Borja. Él, por medio de
A propósito de La Revista No. 3
Extramuros
Patricia Noriega*
Extramuros
Patricia Noriega*
se ha heredado de los ancestros. cana, Ximena Grijalba y natural-
Me ha resultado gratificante y en- mente a Fabián Guerrero Obando,
riquecedor acceder a la lectura de por tan magnífico trabajo.
esta revista. Es muy complejo
hacer un estudio pormenorizado, Dieciocho años han pasado, para
por cuestiones de tiempo, pero he que regrese a mi Facultad y me
caído de asombro en asombro en sienta feliz y agradecida por haber 117
cada uno de los análisis vertidos sido tomada en cuenta para esta
con tanta maestría, por su fuerza grata tarea.
y profundidad, por la investigación
que ha sido generada en cada uno Buenos días y gracias con todos.
de los textos. Mi felicitación cari-
ñosa a esta Facultad, al Decano
doctor Dimitri Madrid, a la sub de- Patricia Noriega
Extramuros
Pedro Gil Flores
Línea recta
Deterioro
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Línea recta
y se colgaron en los muros porque de todo lo que me habita y de la
no soportaron el dolor de tu ausencia nada absoluta en la que aleteo
de los cuentos de terror y maldad
eres el dueño de todo que pueblan mi dormitorio
de los colores de mi arcoíris y de y de la fatalidad de este amor que
este habitante oscuro que cada es como la muerte
120 vez intenta ser más oscuro donde te extraño con la misma in-
de este conjuro que hago a mis tensidad que si te odiara
muertos siempre a la misma hora y con el mismo regusto a sangre
y que me arrastra al fondo de los en la lengua y en el poema"
espejos cuando el maligno sonríe
y se apagan las velas
y de esta fe con la que rezo
Línea recta
Sistema mediático y propaganda en
la Rusia de Putin
—un estudio pormenorizado del
sistema ruso de medios de comu- 121
nicación, caracterizado por su con-
centración en manos del Estado y
la oligarquía financiera.
Línea recta
Por su parte, el bloque dedicado al Cinco de los autores de este libro
estudio de la propaganda política son miembros del Observatorio
en Rusia es abordado desde dos Eurasia, adscrito al Grupo de In-
puntos de vista: vestigación ‘Compolíticas’ de la
Universidad de Sevilla. El Obser-
—La propaganda de consumo in- vatorio Eurasia, dirigido actual-
122 terno y las bases ideológicas del mente por Adrián Tarín Sanz
proyecto «neoconservador» pro- (Universidad Central del Ecua-
mocionado por Putin —autorita- dor), fue fundado en 2004 por Mi-
rismo, jerarquía y unidad del guel Vázquez Liñán (Universidad
Estado— objetivo que gira, en de Sevilla). Marta Ter Ferrer es
buena medida, en torno a la idea investigadora del Observatorio
de Rusia como un país permanen- Eurasia y una reconocida experta
temente amenazado, tanto desde en el área del Caúcaso. Ana Sán-
el interior como, sobre todo, desde chez Resalt y Antonia Ceballos
el exterior: «el marco de la guerra». Cuadrado son periodistas e in-
vestigadoras del Observatorio
—La propaganda orientada hacia Eurasia.
las audiencias extranjeras: el soft
power ruso y su entramado de me- Asímismo, se cursó invitación a
dios internacionales. Los casos de participar en este volumen a la pro-
Sistema mediático y propaganda en la Rusia de Putin
Línea recta
Línea recta
La automarginación tzánzica Susana Freire García*
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