Apocalipsis Escuela Dominical, Leccion 2
Apocalipsis Escuela Dominical, Leccion 2
Apocalipsis Escuela Dominical, Leccion 2
su fin esencial es dar consuelo a una iglesia que lucha contra el mal, es
animar a la iglesia del siglo I, que se sostenga y continúe firme en la
persecución y la dificultad; el libro descubre a un Dios que ve y oye a Su
pueblo, no se escribió para asustar, no para miedo el libro, es para generar
ánimo, confianza y seguridad en el pueblo de Dios. Cristo vencedor debe
animarnos a seguir:
Conquista a la muerte, al Hades, al dragón, a la bestia, al falso profeta y a
las personas que adoran a la bestia. Es victorioso; y con él se levanta la
iglesia victoriosa, triunfante. «Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los
vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con
él son llamados y elegidos y fieles» (17:14).
Apocalipsis comienza y termina con lo mismo: en el capítulo 1 la iglesia en
Cristo espera la nueva era de gloria; en el 22 la iglesia sigue esperando la
nueva era en gloria en Cristo, en el Hijo del Hombre (16-20). Cristo viene se
anuncia en 1:7, viene con las nubes… 8… el que es, el que era, el que ha
de venir… y Cristo viene se anuncia en 22:20, el que da testimonio de estas
cosas dice: ciertamente vengo en breve... Y está el clamor: sí, ven Señor
Jesús.
Les dije la vez pasada que Apocalipsis está escrito bajo el esquema del
paralelismo progresivo, que consiste en la duplicación de un escrito
ampliando en detalles en el siguiente relato. Por ejemplo, en Génesis 1 se
tiene la creación del universo, pasando por la creación del hombre y
finalmente Dios estableciendo el día de descanso en el capítulo 2 versos 1-
3. Luego hay un segundo relato de la misma creación, en el capítulo 2 del
verso 4 en adelante, de Génesis se anota: Estos son los orígenes de los
cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la
tierra y los cielos… comienza a narrarse la creación pero en esta se hallan
otros detalles, se describe la zona geográfica donde Adán es puesto, los
árboles de la vida y de la ciencia del bien y del mal, lo que el hombre debe
comer y la narración de la creación de la mujer y cómo estaban viviendo en
el huerto sin avergonzarse. El cuadro es la misma creación, pero en las
narraciones hay diferencias, la segunda habla con otros detalles que no
aparecen en la primera narración.
En Daniel se tiene otro claro ejemplo, en el capítulo 2 se tiene el sueño de
Nabucodonosor, donde ve una estatua con cabeza de oro, pecho y brazos
de plata, vientre y muslos de bronce; piernas de hierro y pies de hierro y
barro. Cuatro reinos que gobernarán con su poder y maldad, pero una gran
piedra destruye la imagen, y se establece un nuevo reino inconmovible. La
escena se repite en el capítulo 7, 4 imágenes: Como león con alas de águila
y corazón de hombre, la segunda como oso que tiene costillas en sus
dientes, tiene poder para devorar; la tercera como leopardo con alas y con
cuatro cabezas, le fue dado dominio, la cuarta con dientes de hierro y 10
cuernos, pero que el mismo texto aclara que son 4 reinos perversos
perseguirán y oprimirán al pueblo de Dios, pero al final, serán vencidos por
el Juez Eterno, el Hijo del Altísimo.
No son dos relatos diferentes, es el mismo mostrado de otra manera. Cuatro
bestias que son cuatro reinos diferentes que mostrarán su maldad entre los
hombres, pero aparecerá el Hijo del Hombre que al fin dominará con Su
poder y gloria y los santos se gozarán en él. El mismo relato, pero uno
amplía al otro. Cuatro cuadros que en el relato duplicado dicen lo mismo.
Esto pasa en Apocalipsis, el relato de Juan se da en un periodo de tiempo
que he dicho se denomina en teología PERÍODO INTERADVENTUAL, es
decir, entre la primera venida de Cristo y Su segunda venida. El relato es
para todo este período y Juan lo hace de modo que, en cada relato va
ampliando para que se entienda lo que pasa con la iglesia hasta el final de
gloria. Describe en el mismo periodo interadventual, hasta alcanzar
progresivamente la gloria eterna al final cuando Cristo viene.
Apocalipsis está dividido en dos grandes secciones, la primera, del capítulo
1 al capítulo 11; en donde se describe el conflicto entre los hombres, es
decir, entre los creyentes y los incrédulos. El mundo ataca a la iglesia. La
iglesia sale victoriosa, es vengada y protegida por Cristo.
La segunda sección, del capítulo 12 hasta el 22, nos enseña que este
conflicto aquí en la tierra tiene un significado más profundo, es
consecuencia de algo mayor. El trasfondo del ataque a la iglesia es el
ataque del diablo al Hijo de Dios. El dragón ataca al Cristo Señor y a lo que
representa a Cristo, es decir, a la iglesia. Dirige toda su furia contra el Señor
y contra la iglesia. En el relato aparecen tres ayudas que el diablo usa: las
dos bestias, la del mar y la de la tierra y la gran ramera, al final vemos cómo
todos estos enemigos de Cristo y la iglesia son derrotados. La sección
presenta una historia continua. El dragón, las bestias y la ramera atacan a la
iglesia. La ramera, las bestias y el dragón son derrotados por Cristo.
La primera sección, que va de los capítulos 1al 11, se divide en tres partes:
Cristo en medio de los siete candeleros de oro (las iglesias) (1-3). El libro
sellado con siete sellos (4-7), la iglesia es perseguida. La tercera parte: Las
siete trompetas de juicio (8-11).
Veamos una síntesis de la primera sección, capítulos 1,2,3: aquí se muestra
a Cristo Jesús que ha sido y es el primogénito de los muertos, el soberano
de todo, que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con Su sangre. Es el
que era, el que es y el que ha de venir, el Hijo del Hombre sabio, que lo
penetra todo, poderoso en gran manera, el que vive, pero estuvo muerto y
es el Señor de la iglesia y que está en la iglesia y la lleva con Su luz; Aquel
que viene en las nubles y todo ojo le verá. Aparece luego lo que sucede en
la iglesia de aquel tiempo, pero que será lo que vivirá la iglesia de todos los
tiempos. Lo negativo: Sufrirá la presión del descenso del amor, de la fe y de
no testificar firmemente en el mundo, en donde la hipocresía sobresale; la
falsedad de doctrina será acogida por muchos, aparecerán pastores
perversos, fornicarios, adúlteros; la iglesia no temerá el pecado la tibieza y
la falta de decisión para testificar, que generará castigo si no hay
arrepentimiento.
Por otro lado, se hallarán también creyentes fieles, valientes, firmes que
serán sal y luz, pero que serán perseguidos. Aunque al final la victoria la
dará Cristo.
En cada carta a la iglesia respectiva se resalta la expresión: el que venciere,
implica la lucha seria del cristiano en esta vida hasta que Cristo venga, ese
recibirá una recompensa: comerá del árbol de la vida del paraíso de Dios,
no sufrirá daño en la segunda muerte, comerá del maná escondido y
recibirá una piedrecita blanca con un nombre nuevo, desconocido para
otros; recibirá autoridad sobre las naciones y regirá con poder; será vestido
de vestiduras blancas y su nombre permanecerá escrito en el libro de la
vida; será columna en el templo de Dios al que pertenecerá para siempre y
se sentará con Cristo en el trono de Dios. La primera sección de esta
primera parte presenta a la iglesia en Cristo luchando en la tierra y su
recompensa al final de los tiempos.
Luego presenta un cuadro de Cristo: que viene con las nubes, este hecho
implica que viene con poder, dominio, majestad, glorioso, sublime,
invencible. Cristo es alfa y omega, o completa revelación del Padre, primera
y última revelación perfecta de Dios, de la cual no habrá más como él,
eterno, infinito, poderoso. Esta revelación debe comunicarla Juan, el testigo
que sufre por causa de Cristo, a las iglesias de Asia Menor y quedará para
todas las iglesias en la historia humana, la recibió en Patmos.
Las imágenes que Juan ve en la visión el día del Señor: siete candeleros de
oro, que representan las siete iglesias de Asia; en medio de los siete
candeleros o de las siete iglesias (o de la plenitud de la iglesia de todos los
tiempos) ve a Cristo, Hijo del Hombre, que posee unas cualidades sublimes
y únicas:
Ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro,
esta ropa y cinto nos habla de la realeza, señorío y gloria de Cristo. Cabeza
y cabellos blancos, que implican pureza, sabiduría, prudencia,
entendimiento de las cosas. Ojos como llama de fuego, la idea es que
descubre todo, penetra todo, saca a la luz todo, nada escapa a Su mirada
profunda y sabia. Pies parecidos a bronce bruñido, refulgente como en un
horno, el bronce era el metal que implica resistencia y fuerza, era más
apreciado que el oro para muchas cosas, pies de bronce, pies que pisan
seguros, firmes, dominan, no hay temor, hay fuerza. voz como estruendo de
muchas aguas: voz que advierte, que avisa, que cuando se expresa habla
verdad irrefutable.
En Su diestra siete estrellas; el verso final aclara que son los siete ángeles o
siete pastores que dirigen las iglesias y estos están en la mano de poder de
Dios, en la derecha; boca de donde sale espada aguda de dos filos, Cristo
es el que puede hacer juicios verdaderos, porque de Su boca sale la verdad
siempre; Su rostro como el sol resplandeciente, de nuevo, el Señor lo
ilumina todo, lo aclara todo, lo descubre todo, pero da vida a todo. Es el que
pone la mano en el hombro para dar fuerza y vida, para levantar, afirmar,
asegurar en la fe; él vive para siempre, es el primero y el último, muerto que
vive para siempre, fuera de él nada tiene sentido, fuera de él nadie puede
ejercer justicia, fuera de él nadie tiene poder, pero es Dios eterno salvador y
redentor, es él quien tiene el control de la muerte, él determina la muerte de
sus santos, y la ve como algo maravilloso y sublime y quien envía al infierno
a los malos, está en su control vida y muerte física, vida y muerte eterna.
DESCRIPCIÓN DE CRISTO EN DESCRIPCIÓN DE CRISTO EN EL
CAPÍTULO 1 y LOS CAPÍTULOS 2 Y 3:
Se reafirma, Jesús en medio de la iglesia, amándola, salvándola,
protegiéndola, dándole fuerza y gracia hasta que venga, y ella que le
reconoce Señor y digno de toda adoración.