Medición de Los EECC. Paulone. CAPITULO II

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ERREPAR

MEDICIÓN DE ESTADOS CONTABLES

CAPITULO II
UNIDAD DE MEDIDA.
LOS CAMBIOS DE PRECIOS Y LOS ESTADOS CONTABLES
1. Introducción
Como expresamos en el capítulo anterior, el término contabilidad proviene de "coputare”, que remite a las
dos acepciones del término “contar". Contamos cosas y luego comunicamos, es decir, contamos el resultado
de nuestro conteo.
Podríamos, por ejemplo, presentar la información sobre la situación patrimonial de un ente, de la siguiente
forma.
Dinero en efectivo $ 10.000.
Dólares estadounidenses $ 50.000.
Euros € 40.000.
Saldos en cuentas corrientes bancarias $ 70.000.
Saldos a cobrar por ventas en cuenta corriente $ 50.000.
Saldos a cobrar por exportaciones dólares 50.000.
Bienes para la venta: 252 televisores XX de 20 pulgadas, 32 televisores XX de 29 pulgadas, etc.
Podemos continuar con: un local de 1.500 metros cuadrados ubicado en Corrientes 348, 30 escritorios de
roble de 1,20 m x 0,80 m x 0,90 m, etc.
No intentamos hacerlo con los resultados, pero el lector puede imaginarse la enorme dificultad que esto
acarrearía.
Como apreciamos, resultaría sumamente engorroso, dado que habría que informar el inventario completo
y, aun así, sería de muy difícil comprensión para la mayoría de los usuarios. Tampoco podrían efectuarse
comparaciones entre la información de este ente con otros entes, ni aun con información correspondiente a
otros momentos del mismo ente. Estas comparaciones son básicas para desarrollar una gestión adecuada.
Por ello es necesario adoptar un denominador común, una unidad de medida que sirva de patrón a fin de
expresar todos los elementos del patrimonio. Para ello, generalmente, se utiliza la moneda de curso legal en
el país.
El problema que trae la utilización de la moneda de curso legal es que no constituye un valor fijo,
inalterable con el transcurso del tiempo, a diferencia de otro tipo de patrones que mantienen inmodificables,
como los que se utilizan para pesos y medidas.
Si Carlos pesa 80 kilos y José 90 kilos no hay dudas de que José es más pesado que Carlos, y si José,
diez años atrás, pesaba 82 kilos, también podemos afirmar que José tiene más peso que hace diez años.
Si Carlos tiene un sueldo de $ 800 y José de $ 900, tampoco hay dudas de que el sueldo de Carlos es
menor que el de José, pero no podremos afirmar con tanta seguridad que si José hace diez años ganaba $
820, su sueldo actual en términos reales sea más alto.
La moneda (con excepción de las metálicas) es un bien que carece de valor intrínseco o, normalmente, el
mismo es poco significativo. Su valor real está dado por el poder de compra, y cambia en la medida en que
varía el precio de los bienes y servicios que pueden ser adquiridos. Esto, si bien es un problema universal, se
agudiza cuando nos enfrentamos con procesos inflacionarios.
La inflación es un fenómeno económico que se caracteriza por el alza sostenida en el nivel general de
precios. Deflación es la situación opuesta. Ambas generan cambios en el poder adquisitivo de la moneda,
por lo que ella pierde la cualidad de ser patrón de medición que permita la comparabilidad a través del tiempo.
Recordemos que esta cualidad es la que ameritó su elección como denominador común o unidad de medida.
Cuando existe un proceso inflacionario, la moneda pierde su poder de compra a través del transcurso del
tiempo; se precisan cada vez más unidades monetarias para adquirir los mismos bienes y servicios. Si no
atendemos esta cuestión y usamos el valor nominal de la moneda como si esto representase un valor en sí
16 mismo -es decir, que con los mismos pesos podríamos
HÉCTOR adquirir
MAURICIO PAUL0NE los mismos bienes y servicios, cuando la
- ALBERTO VEIRAS
realidad económica nos indica que ello no es así- realizamos comparaciones heterogéneas, que no tienen
mayor sentido.
Por lo tanto, si utilizamos la moneda de curso legal como patrón o unidad de medida, nos encontraremos
con que, en un contexto de inflación o deflación, no resolveremos las cuestiones de comparabilidad
planteadas.
Supongamos que un trabajador ingresa a una compañía con un sueldo de $1.000, monto con el cual
podrá adquirir determinada cantidad de bienes. Al segundo mes obtiene un incremento del 10%, es decir, su
nuevo salario será de $1.100. Podemos afirmar que en términos nominales obtendrá más dinero que antes, y
eso es así. Ahora bien, si en ese mes los precios subieron un 15%, con los actuales $1.100 de sueldo le será
posible adquirir menos bienes y servicios que los que podía comprar con los $1.000 del momento de su
ingreso. Para mantener su poder de compra, su sueldo debería ser de $1.150 ($ 1.000 x 1,15), en con -
secuencia, podemos afirmar que su salario real (medido en términos de capacidad adquisitiva) disminuyó.
Salario inicial 1.000
Salario actual 1.100
Aumento nominal 100
MEDICIÓN DE ESTADOS CONTABLES

En
términos de
poder
adquisitivo
actual.
Salario inicial 1.150
1.100
Salario actual Disminución real
50

17 HÉCTOR MAURICIO PAUL0NE - ALBERTO VEIRAS


UNIDAD DE MEDIDA. LOS CAMBIOS DE PRECIOS Y LOS ESTADOS CONTABLES

Entendemos que el ejemplo es claro y refleja la realidad de cualquier asalariado en cualquier época que
se vea afectada por la inflación.
Otro ejemplo: si en el mes de enero compramos mercaderías por $1.000, que son vendidas en diciembre
por $1.500 y en junio tuvimos gastos por $300, el estado de resultados mostrará la siguiente información.
Ventas 1.500
Costo de (1.00
ventas 0)
Utilidad Bruta 500
Gastos (300)
Resultado final 200

Si existiera un proceso inflacionario, cada peso del mes de diciembre tendría un poder de compra
diferente del mes de junio o del mes de enero, por lo que la comparación realizada en el estado de
resultados, entre ingresos y egresos, carecería de sentido.
Un ejemplo más: nada aclara respecto de cuál fue el resultado de un período, si decimos que al inicio
tenía 1.000 pesos uruguayas y al cierre 1.200 pesos paraguayos, o si tenía 1.500 litros de helado y ahora,
800 kilos. Para que pueda arribarse a alguna conclusión lógica, debemos homogeneizar la unidad de medida.
En el primer caso, trasladar todo a pesos uruguayos o paraguayos o ambos a una tercera moneda; en el
segundo, trabajar con litros o con kilos.
En el capítulo anterior decíamos que existe ganancia (o superávit) cuando hay un incremento del
patrimonio que no se origina en transacciones (aportes o retiros) con los propietarios (o socios) del ente.
Luego vimos que para efectuar la comparación entre dos patrimonios resulta necesario definir cuál es el
concepto de capital a mantener, pero con eso no basta para poder determinar el resultado de un período en
un contexto de cambios en el poder adquisitivo de la moneda.
El valor de la moneda está dado por su poder adquisitivo, por lo tanto, cuando se realiza la comparación
entre patrimonios correspondientes a momentos diferentes, debe procurarse que se utilicen bases
homogéneas.
Para sintetizar, podemos afirmar que existen dos maneras de tratar el problema de la unidad de medida;
una es la que no da cuenta de las modificaciones en el poder adquisitivo de la moneda, que normalmente se
denomina "unidad de medida heterogénea” y otra que sí lo hace y habitualmente se la conoce como “unidad
de medida homogénea”.
2. Nivel general de precios y precios específicos
y Para analizar los efectos de la inflación sobre los estados contables, es necesario comprender dos
conceptos diferentes: el nivel general de precios con sus cambios y el precio específico de cada bien o
servicio con los suyos.
El primero representa el promedio ponderado de un conjunto de bienes y servicios con un criterio que
intenta ser abarcativo y general.
En cambio, el segundo se refiere al precio específico individualmente considerado y refleja el valor de
determinado bien o servicio. Tiene una evolución propia que puede establecerá de manera anticipada
(intereses de un crédito o una deuda), o no, dado que está sujeto a la evolución de un mercado (precio de los
bienes de cambio, de acciones con cotización, de la moneda extranjera, etc.).
Los índices que miden la evolución de los precios en nuestro país son varios; históricamente, las normas
contables no han recurrido a aquellos vinculados con el consumo del publico en general, sino con los
denominados “mayoristas”.
Actualmente se utiliza el IPIM, este es el índice de precios internos al por mayor: mide la evolución de los
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precios de los productos de origen nacional e importado ofrecidos en el mercado interno. Los precios
observados incluyen IVA, impuestos internos y otros gravámenes contenidos en el precio, como el impuesto a
los combustibles.
De acuerdo con lo que informa el INDEC1, la estructura de precios para este índice es la siguiente.
% de participación
1 Nivel general 100
1.1 Productos nacionales 92,71
1.1.1 Primarios 19,36
1.1.1.a Agropecuarios 13,55
1.1.1.b Pesqueros 0,68
1.1.1.c Minas canteras 5,13
1.1.2 Manufacturados y energía 73,35
1.1.2.a Productos manufacturados 71,49
1.1.2.b Energía eléctrica 1,86
1 www.indec.gov.ar, diciembre de 2007.
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1.2 Productos Importados 7,29

La apertura continúa dentro de cada ítem. Si tomamos, por ejemplo, el de productos agropecuarios,
tenemos la siguiente desagregación.
Agrícolas
Cereales y oleaginosas.
Hortalizas y Legumbres.
Frutas.
Ganaderos
Ganado vacuno y leche.
Ganado porcino y productos de granja.

Según el INDEC2, el aumento del IPIM en el período diciembre 2007-diciembre 2001 fue de alrededor del
223%.
En el mismo período se registraron aumentos de alrededor del 600% en petróleo y gas, mientras que el
aumento en los precios de grabaciones y reproducciones no alcanzó al 30%. ¿Cuánto aumentaron los
sueldos y honorarios? Cada lector tendrá su respuesta y su correspondiente conclusión.
El nivel general de precios representa el poder adquisitivo de la moneda como contrapartida general del
precio de los bienes y servicios que pueden adquirirse con ella. La variación en el índice general de precios
sirve de base para calcular la tasa de inflación, por lo que los conceptos de inflación, pérdida de poder
adquisitivo de la moneda o incremento en el nivel general de precios son similares y podemos usarlos de
manera indistinta al referirnos a la medición de su impacto sobre los estados contables.
En primer lugar, podemos decir que la inflación afecta la unidad de medida en la que están expresados los
estados contables, consecuentemente, para analizar sus efectos debemos considerar los saldos expuestos
en los estados contables en forma integral, es decir, tomarlos en conjunto.
Paralelamente, la variación en el precio específico de un bien o servicio individualmente considerado es
un concepto distinto del fenómeno general descrito. Para analizar el efecto de la inflación sobre cada uno de
estos ítems debemos considerarlos individualmente.
3. Estados contables
La RT163, ya mencionada en el capítulo anterior, en la parte final de su punto 2 expone que “Sobre la
base del criterio adoptado, se considera que la información a ser brindada en los estados contables debe
referirse -como mínimo- a los siguientes aspectos del ente emisor:
a) su situación patrimonial a la fecha de dichos estados;
b) la evolución de su patrimonio durante el período, incluyendo un resumen de las causas del resultado
asignable a ese lapso;
c) la evolución de su situación financiera por el mismo período, expuesta de modo que permita conocer los
efectos de las actividades de inversión y financiación que hubieren tenido lugar;
d) otros hechos que ayuden a evaluar los montos, momentos e incertidumbres de los futuros flujos de fondos
que los inversores y acreedores recibirán del ente por distintos conceptos (por ejemplo: dividendos,
intereses)".
La doctrina contable coincide, en general, con que esa es la información que deben presentar los estados
contables, por lo tanto, partiremos de ellos a fin de evaluar el efecto de los cambios de precios sobre los
mismos.
Tanto el estado de situación patrimonial -que muestra los elementos que componen el patrimonio del ente
a una fecha determinada con un enfoque estático- como el estado de resultados, el de evolución del
patrimonio neto y el de flujo de efectivo -que exponen los factores
ERREPA
R

2 www.indec.gov.ar, diciembre de 2007.


3 Resolución técnica 16 de la FACPCE, sancionada el 8/12/2000.
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que generaron la evolución de ese patrimonio y la situación financiera durante un período de tiempo, con
un enfoque dinámico- son afectados en su totalidad por los cambios de precios. Ninguna partida sale indemne
del efecto de la inflación y algunas, aquellas que lo tienen, deben considerar conjuntamente con la inflación la
evolución de su precio específico.
La profesión contable ha evolucionado con el paso del tiempo; en un principio no contemplaba los efectos
de la inflación sobre los estados contables. Posteriormente, comenzó a considerar algunos ajustes parciales,
es decir, sobre determinados rubros, pero no sobre todos. A partir de la sanción de la RT 6 (con los
antecedentes del dictamen 2 del ITCP y la RT 2 del CECYT que nunca llegaron a estar en vigencia en su
totalidad) se encara el problema de la inflación de manera integral.
4. Distorsiones que produce la inflación sobre los estados contables
Para comprender el ajuste o la reexpresión por inflación de los estados contables, es necesario tener en
cuenta las principales distorsiones que produce sobre ellos la falta de consideración de los efectos de la
inflación.
En general, el no tener en cuenta los cambios en el poder adquisitivo de la moneda, es decir, suponer que
la moneda de curso legal mantiene un valor estable implica no cumplir con la principal característica por la
que se eligió la moneda de curso legal para expresar la medición de la información contable. Esa
característica es la de ser denominador común de los elementos heterogéneos que componen los estados
contables.
a. Falta de comparabilidad de la información contable
Una primera distorsión, casi obvia en función de lo expuesto, es que los estados contables presentan
partidas valuadas en moneda de diverso poder adquisitivo, es decir, en moneda heterogénea. Por ello se
perjudícala comparación de datos dentro de un mismo estado contable, entre los estados contables de una
empresa a distinta fecha, o entre estados contables de distintas empresas, aun a una misma fecha. Esta
situación se acentúa, ya que hay cifras que, en sí mismas, se muestran distorsionadas porque surgen de la
suma de partidas no homogéneas.
b. Falta de consideración de los resultados por exposición a la inflación
Otra distorsión que emerge como consecuencia directa de la aparición de la inflación es el no contemplar
el resultado por mantener rubros que representan una suma fija en moneda de curso legal, durante un
período en el cual hay inflación. Cabe aquí profundizar nuestro análisis.
Los elementos que componen los activos de los entes tienen un precio específico, es decir, su valor
evoluciona en función propia por diversas causas. Esa evolución puede ser predecible (una tasa de interés
previamente pactada) o impredecible (variación en la cotización de una moneda extranjera, de las acciones,
de los títulos públicos, del valor corriente de un bien de cambio, etc.). Queda una minoría mínima,
imprescindible para funcionar, o inevitable, que constituye una suma fija en moneda de curso legal (fondo fijo,
caja, saldos en cuenta corriente bancaria, algún crédito fiscal que no se ajuste ni devengue intereses, etc.).
Por otra parte, los pasivos de las compañías también tienen un precio específico. No hay deudas
bancarias que no devenguen un interés (independientemente de la modalidad de su cálculo), ni hay
proveedor que financie sin costo (explícito o implícito), etc. No obstante ello, dejamos un margen mínimo a la
posibilidad de que alguien financie sin costo. Lo que sí ocurre es que algunos pasivos, comunes a la mayoría
de las empresas (por ejemplo: sueldos, im-

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UNIDAD DE MEDIDA. LOS CAMBIOS DE PRECIOS Y LOS ESTADOS CONTABLES

puestos y cargas sociales), por su modalidad de registración y pago, generan un resultado por su
mantenimiento en períodos de inflación, dado que representan una suma fija en moneda de curso legal desde
el momento de su devengamiento (al cierre del mes al que corresponden) hasta la fecha de vencimiento del
pago (primeros días del mes siguiente). Recordemos que, al utilizar coeficientes mensuales, desde el punto
de vista de la determinación del resultado por exposición a la inflación, da lo mismo que una deuda se
cancele el día 3 o el 30 de un mes.
c. Otras
En la abundante bibliografía que hay sobre esta materia se detallan algunas distorsiones más.
Consideramos que gran parte de ellas son variantes de la primera, ya que entre las distorsiones que presenta
la heterogeneidad en la comparabilidad, encontramos la sobrevaluación del resultado bruto por comparar
ventas expresadas en moneda de un momento posterior ala moneda del momento en el cual está expresado
el costo de esas ventas. La sobrevaluación del resultado por tenencia por comparar valores corrientes del
cierre del período con saldos contables en moneda de un momento anterior al momento de cierre. También el
resultado por la venta de un bien de uso o por la venta de una inversión, por la misma causa.
Respecto de los intereses, cabe aclarar que la no segregación de los componentes financieros implícitos
contenidos en los precios de compra y venta (ver capítulo III), no implica una distorsión asociada con la
inflación de manera particular, sino con el valor de origen de las partidas. Esta segregación debería hacerse
con o sin inflación, no obstante la opinión de algunos autores que la consideran optativa. Sí, en cambio, es
una distorsión no segregar de los intereses devengados la porción que corresponde a la cobertura
inflacionaria, también denominada sobreprecio por inflación, del interés real.
Como ya expusimos, para corregir estas distorsiones debe efectuarse el ajuste o reexpre- sión integral por
inflación, ya que el problema planteado es la falta de homogeneidad en la unidad de medida en la cual están
expresadas todas las partidas de los estados contables.
La solución propuesta por la profesión, al considerar la disposición legal de presentar los estados en
moneda constante, es convertir todas las partidas de los estados contables a moneda de cierre; de esta
manera, aplica una unidad de medida uniforme, homogénea. Básicamente, esa propuesta consiste en
reexpresar expresiones monetarias de distinto poder adquisitivo a equivalentes de moneda de un mismo
poder adquisitivo, en este caso, en moneda de cierre. En sentido amplio, esa conversión a moneda de cierre
es aplicable también a cualquier expresión monetaria, no sólo a los estados contables.
5. Comportamiento de los rubros frente a la inflación
Como ya ha sido dicho, la inflación afecta todas las partidas de los estados contables. Sin embargo, no las
afecta a todas de la misma manera, ya que el comportamiento de los rubros frente a la inflación varía de
acuerdo con su naturaleza. La doctrina y las normas contables han ensayado diversas clasificaciones de los
rubros con el objeto de sistematizarlos en función del proceso de reexpresión por inflación de estos.
A continuación se exponen las más utilizadas.
a) Sobre la base del impacto que en ellos ejerce la pérdida del poder adquisitivo de la moneda: expuestos y
no expuestos a la inflación.
b) Según su relación esencial con la moneda de curso legal del país: monetarios y no monetarios.

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c) De acuerdo con el poder adquisitivo de la moneda en la cual se encuentran expresados a la fecha de


cierre: actualizados y no actualizados.
Una variante de la alternativa indicada en a) es la de clasificar los rubros de la siguiente manera.
1) Sin cobertura: son aquellos totalmente expuestos a la inflación. Poseen un valor fijo en moneda nacional.
Ejemplo, saldos en caja, bancos y cuentas por cobrar o pagar sin intereses o ajustes explícitos o
implícitos.
2) Con cobertura limitada: son aquellos cuya evolución está prefijada o se pacta en el origen de la
operación. Se trata de cuentas por cobrar o pagar con intereses fijos, si bien estos se determinan
considerando la inflación esperada. Puede suceder que si se estima una inflación del 10%, se agreguen
intereses (explícitos o implícitos) que cubran dicha cifra. Ese será el límite de cobertura.
3) Con cobertura ilimitada. El resto de los activos no tienen límites de cobertura. Su precio específico varía
(en el largo plazo) de manera similar a la inflación (ver punto 4.b del presente capítulo), los bienes de
cambio, los bienes de uso, inversiones con cotización, etc.
6. Agrupamiento de los rubros
El análisis del comportamiento de los rubros frente a la inflación amerita un agrupamiento de estos a fin
de facilitar su comprensión. Por otra parte, si bien el tema principal que nos ocupa es el efecto de la
inflación, no podemos dejar de reconocer que la cuestión de la unidad de medida es parte de una instancia
superior de la problemática de los estados contables, como lo es el tema de la medición. Ello implica que no
puede disociarse totalmente de la cuestión de la medición, no tanto cuando se analicen los aspectos
técnicos particulares de la reexpresión por inflación, sino apenas ese análisis se incluye en su contexto.
Un primer agrupamiento que podemos ensayar se basa en cuentas que representan operaciones ya
"consumadas”, “cerradas” o “irreversibles” y aquellas que representan activos y pasivos.
En el primer grupo, incluimos las cuentas de resultado, las del patrimonio neto y las que se exponen en
el estado de flujo de efectivo que, más allá de su denominación a los efectos de agruparlas, la idea es
mostrar que representan importes medidos en una moneda de poder adquisitivo del momento de origen de
la partida. Para ellas, excepto aquellas que se generaron en el mes de cierre, corresponde su reexpresión
por inflación desde el momento de origen hasta el cierre.
En el segundo grupo están las cuentas que representan activos y pasivos; como ya dijimos, están
distorsionadas en su totalidad por los efectos de la inflación y, por lo tanto, debemos considerarlos en
conjunto y sobre cada partida.
Resuua usual la clasificación en monetarios y no monetarios, aunque algunos autores (entre los cuales
nos incluimos) e incluso normas utilicen alguna de las otras clasificaciones que se expusieron en el punto
anterior.
Con independen da de la denominación que se adopte, lo relevante es si varía su precio específico o
no. Consecuentemente, consideramos “expuestos” o “monetarios” a aquellos que representan una sur . a
fija en moneda de curso legal, es decir, su valor se mantiene invariable a través del tiempo y siempre están
expresados en moneda de la fecha a la cual se realiza la medición. Su precio específico, en términos
nominales, no varía.
Como expusimos antes, en el caso de los activos constituyen una minoría mínima necesaria para
funcionar (fondo fijo, caja, cuenta corriente bancaria, etc.), algún crédito fiscal que no se ajuste ni devengue
intereses, o algún otro activo “no deseado” cuya tenencia no se ha podido evitar. La tenencia de estos activos
durante un período de inflación genera un resultado por exposición a la inflación, negativo. Su pérdida de
poder adquisitivo surge de la aplicación directa de la tasa de inflación sobre ellos.
Sus saldos al cierre no se ajustan porque ya están expresados en moneda de cierre. Sí, en cambio, deben
reconocerse en el estado de resultados, las pérdidas por exposición a la inflación que genera su tenencia.
En cuanto a los pasivos “expuestos” o “monetarios", hemos dicho que nadie financia sin costo, por lo que
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su existencia también es mínima como en el caso de los activos, o aun menor a estos. Sí, como fue explicado
previamente, hay algunos pasivos de este tipo, recurrentes en la mayoría de las empresas, que generan un
resultado por exposición a la inflación porque representan una suma fija en moneda de curso legal desde el
momento de su devengamiento (al cierre del mes al que corresponden) hasta la fecha de vencimiento del
pago (primeros días del mes siguiente). La tenencia de estos pasivos durante un período de inflación genera
un resultado por exposición a la inflación positivo. Su pérdida de poder adquisitivo surge de la aplicación
directa de la tasa de inflación sobre ellos.
Sus saldos al cierre no se ajustan porque ya están expresados en moneda de ese momento. Sí deben
reconocerse en el estado de resultados las ganancias por exposición a la inflación que genera su tenencia.
El resto de los rubros son, en este esquema, “no expuestos” o “no monetarios”, ya que su precio es
susceptible de variaciones a través del tiempo. Estas variaciones pueden ser “predecibles”, como en aquellos
que devengan una tasa de interés previamente pactada, o “impredecibles”, si su precio varía en función de
diversos factores. Esta distinción ayuda a comprender el concepto, pero es indiferente a los efectos de la
reexpresión por inflación. En estos rubros debemos medir, además del impacto de la inflación, la evolución de
su precio específico; de su comparación se determinará su resultado por tenencia en términos reales. Este
UNIDAD DE MEDIDA. LOS CAMBIOS DE PRECIOS Y LOS ESTADOS CONTABLES

resultado por tenencia tiene una denominación específica según el rubro que tratemos, serán intereses en el
caso de créditos y deudas, diferencias de cambio en el caso de activos y pasivos en moneda extranjera,
diferencias de cotización en el caso de títulos públicos y acciones, etc.
7. Ejemplo práctico
Podemos apreciarlo en el siguiente ejemplo.
El 30/11/2007 se constituye una sociedad y los socios suscriben y aportan $ 15.000 en efectivo.
Opción 1. El mismo día se compran mercaderías por $ 10.000 en efectivo. Al 31 de diciembre de 2007, el
costo de reposición de las mercaderías es de $ 11.000.
Opción 2. El mismo día se compran 2.500 dólares a $ 4 cada uno, en efectivo. Al 31 de diciembre de 2007, la
cotización del dólar es de $ 4,40 c/u.
Opción 3. El mismo día se realiza un depósito a plazo fijo por $ 10.000 en efectivo. El plazo fijo vence el
01/01/2008 y devenga un interés del 10%.
Para las tres opciones, considerar como fecha de cierre el 31 de diciembre de 2007 y una inflación del
8%.

ERREPAR 23
MEDICIÓN DE ESTADOS CONTABLES

Opción 1.
En moneda heterogénea
15.1
Caja 5.000 Capital
Mercaderías 11.000 Resultado 000
Total del activo 16.000 Total patrimonio neto 16.000
Resultado
Resultado por tenencia generado por activos 1.000
Ajuste
Mercaderías
Valor original: 10.000 x 1,08 = valor reexpresado Valor
corriente
Resultado por tenencia real positivo Capital 10.800
Valor original: 15.000 x 1,08 = valor reexpresado En
11.000
moneda homogénea
200
Caja 5.000 Capital
Mercaderías 11,000 Resultado
Total del activo 16.000 Total patrimonio neto
Resultado 16.200
Resultados por tenencia generado por activos Resultados
inflación generado por activos Resultado final
Resultado por inflación 16.200
generado por activos Caja (200)
$5.000x8% = $ (400) 16.000
Opción 2.
En moneda heterogénea
Caja 5.000 Capital
200
Caja dólares 11.000 Resultado
(400)
Total del activo 16.000 Total Patrimonio neto
(200)

15.1
000
16.000

24 HÉCTOR MAURICIO PAUL0NE - ALBERTO VEIRAS


UNIDAD DE MEDIDA. LOS CAMBIOS DE PRECIOS Y LOS ESTADOS CONTABLES

Resultado
Diferencia de cambio generada por activos 1.000

Ajuste Caja
dólares
Valor original: 10.000 x 1,08 = valor reexpresado 10.800
Valor corriente Diferencia de cambio real 11.000
200

Capital
Valor original: 15.000 x 1,08 = valor reexpresado 16.200

En moneda homogénea
Caja 5.000
Capital 16.200
Caja dólares 11.000
Resultado (200)
Total del activo 16.000
Total patrimonio neto 16.000

Resultado
Diferencias de cambio generadas por activos 200
Resultados inflación generado por activos (400)
Resultado final (200)

Resultado por inflación generado por activos


Caja $ 5.000 x 8% = $(400)

Opción 3.
En moneda heterogénea
Caja 5.000 Capital 15.000
Plazo fijo 11.000 Resultado 1.000
Total del activo 16.000 Total patrimonio neto 16.000

Resultado
Intereses generados por activos 1.000

Ajuste
Plazo fijo
Valor original: 10.000 x 1,08= valor reexpresado 10.800
Valor corriente Interés real 11.000
200

ERREPAR
MEDICION DE ESTADOS CONTABLES

Capital
Valor original: 15.000 x 1,08 = valor reexpresado 16.200
En moneda
homogénea
Caja 5.000 Capital 16.200
Plazo fijo 11.1 Resultado (200)
Total del activo 16.1 Total patrimonio neto 16.000
Resultado
200
Intereses generados por activos
Resultados inflación generado por (400)
activos Resultado final (200)

Resultado por inflación generado por activos Caja $5.000x8% = $


(400)
Como puede observarse, el resultado por exposición a la inflación, en los tres casos, es el mismo y es
provocado por el mantenimiento del único activo expuesto que aparece en el ejemplo, es decir, el dinero en
efectivo, representado por la cuenta Caja.
Para los otros activos, la diferencia es que en el caso del plazo fijo su precio específico se incrementará
por una tasa fija, de manera que podemos predecir el monto que alcanzará a su vencimiento, mientras que en
el caso del resto de los activos (moneda extranjera o bienes de cambio), el precio de liquidación es
impredecible al momento de su ingreso al patrimonio. Reiteramos que esta distinción ayuda a comprender el
concepto, pero es indiferente a los efectos de la reexpresión por inflación. En todos los casos, el resultado
real de cada rubro surge de la comparación entre su valor reexpresado en moneda de cierre y su valor
corriente a ese momento que, independientemente de su comportamiento previo, siempre es conocido al
cierre.
8. Las normas contables vigentes
8.1. En la Argentina
La primera norma contable de aplicación práctica en su totalidad que dispone un ajuste por inflación
integral es la RT 6 “Estados contables en moneda constante”, tal su denominación original, sancionada el
30/05/1984. Esta norma estableció el mecanismo necesario para hacer efectiva la reforma en la ley de
sociedades dispuesta por la ley 22903, que requiere la presentación de estados contables en “moneda
constante”. La norma menciona partidas monetarias o expuestas al cambio en el poder adquisitivo de la
moneda, de manera indistinta pero sin definirlas. Quizás pudo haberlo hecho en su “Anexo B. Glosario” donde
explicaba los conceptos de: moneda de cierre, componentes financieros implícitos, resultados por tenencia y
modelo.
Entre sus antecedentes al momento de la sanción, cita como el más antiguo al dictamen 2 del Instituto
Técnico de Contadores Públicos, sancionado en noviembre de 1972. Este dictamen, si bien nunca tuvo
aplicación práctica en su totalidad (sólo en versiones simplificadas), se reconoce como la primera norma
contable profesional que establece un ajuste integral por

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UNIDAD DE MEDIDA. LOS CAMBIOS DE PRECIOS Y LOS ESTADOS CONTABLES

inflación. En su punto: “III. Determinación del resultado por variación del poder adquisitivo de la moneda",
los rubros monetarios “o de valor actualizado (son) aquellos que al cierre de un determinado balance están
automáticamente expresados en la moneda de cierre; pero son también aquellos rubros que en el transcurso
del tiempo pierden valor por el hecho de estar expresados y ser representativos de moneda corriente del
propio país”. En su punto “4,6 Rubros monetarios y no monetarios” asimila los monetarios con los que “no se
ajustarán" y como ejemplo incluye: 'Disponibilidades en moneda de curso legal, Créditos por una cantidad
cierta de moneda legal, Cargos diferidos asimilables a créditos por una cantidad cierta de moneda legal,
Préstamos, deudas y previsiones por una cantidad cierta de moneda legal y utilidades diferidas relacionadas
con activos monetarios”. La resolución técnica 2 del CECYT, de diciembre de 1976, aunque con algunas
variantes en la terminología utilizada, no se aparta mayormente de estos conceptos.
Respecto de las resoluciones posteriores, la RT 10 (derogada a partir de la vigencia de la RT 17)
estableció que debía utilizarse una unidad de medida homogénea bajo la aplicación de la RT 6, pero no
mencionaba los rubros como monetarios o no monetarios.
En el año 1996 la FACPCE sanciona la resolución 140, que estableció que no era necesario realizar el
ajuste por inflación cuando el índice de precios no aumentara más del 8% en el ejercicio.
La RT 164 dispone que “Los estados contables deben expresarse en moneda homogénea, de poder
adquisitivo de la fecha a la cual corresponden. En un contexto de estabilidad monetaria, como moneda
homogénea se utilizará la moneda nominal”.
Por último, la RT 175 sigue la línea de la RT 10 en cuanto a que dispone que deben aplicarse las normas
de la RT 6, y enuncia cuáles son las cuestiones a evaluar por parte de los organismos profesionales para
determinar si existe o no un período de estabilidad monetaria: "En un contexto de inflación o deflación, los
estados contables deben expresarse en moneda de poder adquisitivo de la fecha a la cual corresponden. A
este efecto deben aplicarse las normas contenidas en la resolución técnica 6 (Estados contables en moneda
homogénea).
En un contexto de estabilidad monetaria, se utilizará como moneda homogénea a la moneda nominal.
La expresión de los estados contables en moneda homogénea cumple la exigencia legal de
confeccionarlos en moneda constante.
Esta Federación evaluará en forma permanente la existencia o no de un contexto de inflación o deflación
en el país, considerando la ocurrencia, entre otros, de los siguientes hechos:
a) corrección generalizada de los precios y/o de los salarios;
b) los fondos en moneda argentina se invierten inmediatamente para mantener su poder adquisitivo;
c) la brecha existente entre la tasa de interés por las colocaciones realizadas en moneda argentina y en una
moneda extranjera es muy relevante;
d) la población en general prefiere mantener su riqueza en activos no monetarios o en una moneda
extranjera relativamente estable”.
En febrero de 2002, la FACPCE y el CPCECABA sancionaron las resoluciones 240 (3068/2002 del
CPCEPBA) y 03/2002, respectivamente. Mediante estas resoluciones se estableció la derogación de la
resolución 140/1996 y se determinó como último mes de estabilidad monetaria diciembre de 2001.

ERREPAR

4 Resolución técnica 16 de la FACPCE, punto 6.1.


5 Resolución técnica 17 de la FACPCE, punto 3.1.
MEDICIÓN DE ESTADOS CONTABLES

Por resolución 287/2003 (3150/2003 en el CPCEPBA y 041/2003 del CPCECABA) la FACPCE estableció
la existencia de un período de estabilidad monetaria a partir del 1 de octubre de 2003. Esta situación subsiste,
pese a que desde ese momento hasta agosto de 2008 el IPIM reflejó un aumento de alrededor de un 60% de
la canasta de precios que mide la evolución de los precios mayoristas.
El gobierno nacional, en el año 2003, sancionó el decreto 664 por el cual suspende, a través de una
incorrecta interpretación de lo dispuesto por el artículo 10 de la ley 23928 6, la aplicación del ajuste por
inflación a partir del 1 de marzo de 2003 e instruye específicamente, para su inmediata aplicación, a los
organismos que se detallan a continuación.
• Inspección General de Justicia.
• Banco Central de la República Argentina.
• Superintendencia de Seguros de la Nación.
• Superintendencia de Aseguradoras de Riesgos de Trabajo.
• Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.
• Comisión Nacional de Valores.
• Administración Federal de Ingresos Públicos.
• Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social;
• y todo otro Organismo de Contralor en el ámbito de la Administración Pública Nacional.
Este decreto, muy similar al 316 del año 1995, fue denostado por la gran mayoría de los tratadistas de la
profesión contable.
8.2. Las normas contables internacionales
Las normas del IASB7 sólo contemplan el ajuste por inflación en casos de económicas hi-
perinflacionarias.
La NIC 29, de manera similar a la resolución técnica 17, da una serie de pautas para deter minar cuándo
existe una economía hiperinflacionaria, entre ellas, aparece que la tasa de inflación acumulada en tres años
se aproxime o sobrepase el 100%.
8.3. Las normas contables de los Estados Unidos “USGAAP”8
Si bien las USGAAP no permiten el ajuste por inflación de los estados contables de las empresas
estadounidenses, el EITF 93-9 establece que las empresas extranjeras que operan en países con alta
inflación podrían preparar estados contables reexpresados por inflación de acuerdo con normas contables
estadounidenses.

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6 Deróganse, con efecto a partir del 1 de abril de 1991, todas las normas legales o reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por
precios, actualización monetaria, variación de costos o cualquier otra forma de repotenciación de las deudas, impuestos, precios o tarifas de los
bienes, obras o servicios. Esta derogación se aplicará aun a los efectos de las relaciones y situaciones jurídi cas existentes, no pudiendo aplicarse ni
esgrimirse ninguna cláusula legal, reglamentaria, contractual o convencional -inclusive convenios colectivos de trabajo de fecha anterior- como
causa de ajuste en las sumas de australes que corresponda pagar, sino hasta el 1 de abril de 1991, en que en tra en vigencia la convertibilidad del
austral.
7 IASB, International Accountant Standard Board, el funcionamiento, la misión y funciones de esta institución se desarrollan en el capítulo IV de esta
obra.
8 USGAAP, ídem anterior.

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