Exclavos
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UN TRANSPORTE INHUMANO
El viaje en barco, conocido como middle passage o «pasaje medio», duraba
entre dos y tres meses, dependiendo de los puertos de salida y llegada. El
abolicionista británico William Wilberforce (1759-1833) declaró que «nunca
se vio tanta miseria condensada en un pequeño espacio como en un barco
negrero durante el middle passage». En una de estas naves podían
hacinarse más de cuatrocientos cautivos, separados en tres grupos:
hombres; adultos jóvenes, y mujeres y niños. A las mujeres se les
entregaba ropa ligera, y a menudo sufrían violaciones por parte de la
tripulación y el capitán. Los hombres permanecían desnudos cuando hacía
buen tiempo y por la noche se los trababa juntos bajo la cubierta.
Las condiciones del viaje eran pésimas y las tasas de mortalidad llegaron al
doce por ciento a lo largo de cuatro siglos, pese a los esfuerzos de los
esclavistas para preservar el valor de sus cargamentos conservando la
salud de los esclavos. Un medio para conseguirlo era el ejercicio físico. Se
forzaba a los cautivos a subir a cubierta para que cantasen y bailasen, y si
se negaban a participar en estas actividades podían ser golpeados. Pero los
esclavos morían pese a la seudociencia y a las supersticiones europeas. La
disentería y otros trastornos intestinales eran las causas de muerte más
comunes, aunque también se cobraban muchas vidas las enfermedades
transmitidas por los mosquitos, como la malaria y la fiebre amarilla, junto al
escorbuto y las dolencias respiratorias.
LOS MARINEROS
Es importante recordar que los marineros europeos también sufrieron en los
barcos negreros. Para ellos, la costa occidental africana era el peor de
todos los destinos posibles, y con frecuencia se enrolaban tan sólo por la
desesperación y debido a la falta de otras opciones. Un comerciante de
esclavos del siglo XVIII consideraba a su tripulación «esclavos blancos»,
llamándolos de forma despectiva «la hez de la comunidad». La mitad de los
europeos que viajaron al África occidental en el siglo XVIII perecieron, sobre
todo debido a la malaria y la fiebre amarilla. Los marineros europeos que
sobrevivieron colaboraron activamente en el control de su cargamento
humano. Solían mantener el orden entre los esclavos, aplacando el
descontento y administrando castigos corporales. La amenaza de
rebeliones era algo real, y las medidas para prevenir las insurrecciones
cuando los barcos negreros debían transportar una carga humana mayor de
lo habitual incrementaban el coste total del viaje.
¿GRANDES BENEFICIOS?
Los beneficios del comercio de esclavos han sido objeto de grandes
debates. Algunos historiadores, como Eric Williams, opinan que estas
ganancias fueron la base de la Revolución Industrial europea. Sin embargo,
otros autores afirman que los beneficios medios de cada viaje negrero
individual suponían tan sólo, de media, de un 5 a un 10 por ciento. Un punto
de vista diferente sobre esta cuestión consistiría en examinar cuántas vidas
y cuántos negocios se basaron en el tráfico de esclavos y en la esclavitud,
desde los agentes de seguros de los barcos, el capitán y la tripulación,
pasando por los suministradores de alimentos para el viaje y, finalmente, los
propietarios de esclavos y los intermediarios que vendían los productos
producidos por los esclavos.