Kotler, P.Tipos de Museos PDF
Kotler, P.Tipos de Museos PDF
Kotler, P.Tipos de Museos PDF
M U S E O S D E ARTE
donadores que aportan obras de arte y otros recursos para sostener los mu-
seos. Los elevados precios de estas obras refuerzan el status de los mecenas
y coleccionistas, de modo que una fuerte implicación en un museo de arte
simboliza o incluso confiere un elevado rango social. La segunda audiencia
está compuesta por los visitantes, amigos del museo y el público en general.
Se comprende, pues, que los museos de arte evidencien una división de tra-
bajo entre las necesidades e intereses de los patronos y de los visitantes; por
ejemplo, los museos de arte suelen tener programas extensos que atienden
a las exigencias de los donadores y patronos. Los museos de arte están cons-
tituyendo colecciones que van m á s allá del énfasis tradicional en las bellas
artes (pinturas, esculturas, dibujos y grabados). Cada vez es m á s habitual
que también coleccionen artesanía y artes decorativas, materiales de dise-
ño, arquitectura y fotografía.
Los museos de arte se enfrentan al reto de adquirir obras que son ca-
ras y valiosas. En este aspecto, compiten con otros museos y con socieda-
des y coleccionistas privados acaudalados. También compiten entre sí por
las donaciones y el patrocinio. Asimismo, los museos de arte tienen políti-
cas activas de ampliación de la colección deshaciéndose de partes de ella, y
utilizan los fondos obtenidos por las ventas o transferencias con el fin de re-
modelar sus colecciones. En algunos casos puede considerarse que la com-
pra de una obra de arte costosa repercute negativamente en las funciones
de conservación, educación y servicios museísticos. Los usos alternativos
del presupuesto de un museo de arte pueden convertirse en una cuestión su-
mamente polémica.
Los museos de arte se enfrentan a un reto particular para atraer a los vi-
sitantes. Es menos probable que el público se identifique con las artes que
con otras áreas de conocimiento, como la ciencia. La historia del arte, los ta-
lleres artísticos y la educación artística están sufriendo recortes significativos.
La falta de sensibilización de los jóvenes sobre el valor de las bellas artes pue-
de conducir al desinterés en etapas posteriores de su vida. Los museos, por
tanto, tienen un papel educativo añadido. Un ejemplo excelente de educación
artística que puede impartir un museo es el Visual Learning Center del High
Museum of Art de Atlanta. El centro posee pantallas interactivas de ordena-
dor con información sobre las pinturas, dibujos y grabados que cuelgan de
las paredes circundantes. En una pantalla, el visitante puede descubrir el di-
bujo de las obras de arte; en otra, el color; en una tercera, la luz; y en una
cuarta, la composición. Así, el aprendizaje interactivo integra y refuerza el con-
tacto visual con las obras expuestas en la galería.
Los museos de arte pueden provocar controversia y confusión. Ciertas
formas de arte contemporáneo resultan desconcertantes para amplios seg-
mentos del público e incluso son de mal gusto para algunas personas. La
creación artística se asocia a menudo con individuos que albergan ideas «van-
guardistas» y a veces antisociales. El propio impulso de los artistas para en-
sanchar las fronteras de lo consuetudinario puede interpretarse como un
signo de radicalismo, decadencia o provocación.
Muchos museos de arte están entrando en la era de la información elec-
trónica con un enorme vigor. Desde su perspectiva, las autopistas de la in-
E L HETEROGÉNEO MUNDO D E LOS MUSEOS 45
Un estudio sobre el interés del público por los museos de historia y los
lugares históricos revela dos tendencias contradictorias: un gran potencial
de interés público y, sin embargo, un nivel estancado o decreciente en el nú-
mero de visitas. «Los países desarrollados —observa Víctor Middleton (1994)—
han vivido un periodo extraordinario de interés creciente por el patrimonio.
Esto refleja, en parte, el interés y la demanda del público; en parte, el inte-
rés de las organizaciones dedicadas a la conservación... Este aumento del
interés es una manifestación de sociedades acomodadas, educadas y relati-
vamente maduras, capaces y dispuestas a renunciar a una parte del consu-
mo potencial actual de recursos en provecho de la posteridad» (p. 6). Kevin
Britz (1995) hace referencia a la memoria colectiva en su crónica sobre el
auge de los museos y las sociedades históricas en las pequeñas ciudades.
Destaca, en su opinión, el interés creciente de las comunidades por honrar,
registrar e interpretar el pasado y transmitir los valores locales a las futu-
ras generaciones. El interés del público por la historia y los museos histó-
ricos se ve reforzado durante las fiestas y actos conmemorativos, como la
celebración del segundo centenario de los Estados Unidos, en 1976, que
propició la aparición de un gran número de nuevos museos y lugares his-
tóricos.
Una cuestión importante para los museos de historia es la presentación
de su oferta. Los libros sobre un tema histórico concreto pueden aspirar a
ser globales, y generalmente incluyen bibliografías exhaustivas. Las confe-
rencias permiten aprender mucho sobre un tema particular de alcance l i -
mitado, y con frecuencia permiten los comentarios o preguntas de la au-
diencia. Las exposiciones, sin embargo, son forzosamente m á s selectivas y
concentradas que los libros, y a menudo responden peor a las consultas de
la audiencia que las conferencias con una fase de preguntas y respuestas. La
46 ESTRATEGIAS Y MARKETING D E MUSEOS
M U S E O S INFANTILES Y J U V E N I L E S
M U S E O S ÉTNICOS Y COMUNITARIOS
Los grandes centros urbanos de los Estados Unidos, con colectivos im-
portantes de inmigrantes y minorías étnicas, atestiguan el crecimiento de
los museos comunitarios dedicados a la representación e interpretación
de culturas étnicas locales. Chicago, por ejemplo, tiene un museo polaco, un
museo lituano, un museo ucraniano, un museo mexicano, un museo judío,
un museo sueco y un museo afroamericano, entre otros. Los museos co-
munitarios muestran sus culturas locales desde una perspectiva positiva,
primero a los miembros del grupo cultural representado en el museo y, se-
gundo, a los miembros de la sociedad general. Estos museos pretenden con-
solidar nexos comunitarios alimentando, a través de objetos y obras de arte,
las ideas y símbolos que refuerzan sus identidades culturales.
El problema surge, sin embargo, cuando los museos étnicos y comuni-
tarios atraen de forma casi exclusiva a los miembros de sus propias comu-
nidades, sin alcanzar a otros grupos ni difundir sus ideas culturales a la so-
ciedad en general. El personal de estos museos tiende a implicarse en las
cuestiones y preocupaciones cotidianas de su comunidad, desviando recur-
sos y energías de la investigación e interpretación de las colecciones. El Ukrai-
nian Institute of Modern Art de Chicago ha intentado llegar a un público
más amplio por medio de exposiciones de artistas ucranianos —o de ascen-
dencia ucraniana— y representaciones de música contemporánea escritas
por compositores de su misma nacionalidad. El Mexican Fine Arts Center
Museum, también en Chicago, ha elaborado una diversidad de programas
para comunicar y promocionar las tradiciones culturales del colectivo me-
xicano en la ciudad. Al mismo tiempo, se esfuerza por atraer a un público
más amplio patrocinando manifestaciones artísticas públicas en los barrios,
clases de arte para los niños y seminarios docentes que combinan los re-
corsos museísticos con la educación formal.
M . S E : s ESPECIALIZADOS
MUSEOS GENERALES
M U S E O S ENCICLOPÉDICOS
P E Q U E Ñ O S MUSEOS
Tres de cada cuatro museos en los Estados Unidos se definen como pe-
queños museos. Muchos de ellos acusan déficit de recursos y una demanda
creciente de servicios. El Institute of Museum and Library Services indicó
en 1992 que el 97 % de los pequeños museos norteamericanos necesitaba fi-
nanciación adicional; el 94 %, mayor dotación de plantilla; el 94 %, mejor
equipamiento, y el 87 %, formación del personal.
Los pequeños museos se enfrentan a una serie de problemas. En gene-
ral, están situados en pequeñas comunidades rurales que han experimenta-
do pérdidas de población. No suelen ser destinos turísticos. Y tienen difi-
cultades para conseguir exposiciones itinerantes u obtener préstamos de otros
museos.
Mary Kay Ingenthron, consultora de pequeños museos (entrevistada el
22 de enero de 1996), considera que una preocupación importante de los
museos más pequeños es la falta de recursos y la imposibilidad de acceder
54 ESTRATEGIAS Y MARKETING D E MUSEOS
ciones públicas con otros pequeños museos de la zona. También pueden de-
sarrollar acciones de publicidad consorciada ante las agencias de viajes, sin
olvidar los sectores turístico y hostelero. Por último, pueden animar a las
empresas a que apoyen a un grupo de museos en un área determinada con
el fin de crear un marco para actividades culturales. Los museos locales y
regionales contribuyen a la calidad de vida de los residentes y empleados,
ventajas que las empresas probablemente sabrán apreciar y secundar.
Los pequeños museos de los Estados Unidos han instituido un foro de
marketing, comunicaciones y desarrollo en el Small Museums Administra-
iors' Committee (SMAC), un comité profesional permanente de la American
Association of Museums. La publicación del SMAC informa sobre las prác-
ticas idóneas en los pequeños museos y describe el perfil de las institucio-
nes de éxito. La colaboración entre los pequeños museos de los Estados
Unidos ha espoleado el desarrollo de mailings de amigos de museos y me-
ores comunicaciones, inventarios de colecciones y partenariados regionales
con fines de promoción y marketing.