Fallo Por Fatiga en El Aluminio PDF

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Técnicas de Obtención de Grano Metalográfico en

el Rango Milimétrico y Centimétrico Mediante


Diversos Tratamiento Térmicos y Mecánicos
Proyecto Fin de Carrera

Mariola Roldán Galán

8 de julio de 2007
Índice general

1. El fallo por fatiga en el Aluminio 2


1.1. Mecánica de la fractura en aleaciones de Aluminio . . . . . . . . . . . 2
1.2. Resistencia a fatiga de las aleaciones de Aluminio . . . . . . . . . . . 3
1.2.1. Influencia del material . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2.2. Influencia de la solicitación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2.3. Influencia del estado superficial y del ambiente . . . . . . . . . 6
1.2.4. Influencia de la temperatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.3. Comportamiento a la rotura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

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Capı́tulo 1

El fallo por fatiga en el Aluminio

1.1. Mecánica de la fractura en aleaciones de Alu-


minio
El parámetro KIC aporta una medida de la tenacidad a la fractura basada en
el estado elástico. La mayorı́a de aleaciones de aluminio tienen una gran capacidad
de deformación, de forma que la zona plástica en el fondo de grieta es grande y el
valor de KIC para medir la tenacidad no tiene mucho significado. Se usa el valor de
la energı́a de propagación unitaria UPE (kJ/m2) obtenida en ensayos de desgarro.
Sin embargo, en las aleaciones de mayor resistencia (series 2XXX y 7XXX) la zona
plástica en fondo de grieta es menor y puede emplearse dicho parámetro como me-
dida de la tenacidad.

En general se observa que un aumento del lı́mite elástico lleva aparejado una
disminución de la tenacidad. Esto se puede explicar con dos hipótesis:

o Al aumentar el lı́mite elástico de una aleación mediante un tratamiento térmico


se produce una gran cantidad de intermetálicos (muy duros) por precipitación, que
impiden la propagación de las dislocaciones, por lo que no será raro que aparezcan
tensiones muy altas. El propio intermetálico puede romperse debido a la alta tensión
e inclusive puede llegar a despegarse de la matriz. Por ambos motivos van apare-
ciendo microhuecos alineados que pueden llegar a propagar por la matriz y formar
una grieta. En definitiva si se aumenta el lı́mite elástico, aumenta el número de gri-
etas en la aleación y como consecuencia disminuye la tenacidad a la fractura de ésta.

o Tratamiento térmico defectuoso. Si se lleva a cabo un temple (después de la


homogeneización) lento, la nucleación puede ser heterogénea, apareciendo segundas

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CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 3

fases en los lı́mites de grano o de subgrano. Esto puede hacer que las zonas adya-
centes se queden sin el elemento de endurecimiento, de modo que se tiene un núcleo
muy duro y las zonas de los lı́mites de grano muy blandas. Como consecuencia apare-
cen grietas en las zonas blandas que tenderán a propagarse.

Otros factores que influyen en la relación inversa KIC−σE son:

Pureza de la aleación: el Al disuelve a un pequeño número de metales y el resto


forma intermetálicos. Se acumulan por tanto las dislocaciones aumentado la
propagación de grietas por el material. Recordemos que la designación de las
aleaciones de Aluminio puede contener un número separado por un punto que
indica la pureza de la misma. Esta designación da también una idea de la
tenacidad a la fractura.

Tamaño de grano. Granos de tamaño más fino generan mejores valores de


tenacidad a la fractura. El grano fino obliga a la grieta a cambiar su dirección
de propagación, exige mayor energı́a y por tanto mayor será el valor de KIC .
Este aspecto se tendrá que considerar en aquellos tratamientos que puedan
producir recristalización, donde el tamaño de grano se ve aumentado.

Tratamiento de hipertemple: temple lento y maduración hasta alcanzar el


máximo de dureza. Implica un valor de tenacidad bajo.

En la gráfica 2.1 se muestran los resultados obtenidos mediante ensayos que


relacionan la tenacidad y lı́mite elástico en diversas aleaciones de Aluminio.

1.2. Resistencia a fatiga de las aleaciones de Alu-


minio
Uno de los aspectos de mayor importancia en el mundo aeronáutico consiste en
conocer las propiedades a fatiga de los materiales metálicos utilizados, particular-
mente las aleaciones de aluminio.La fatiga es una forma de rotura que ocurre en
estructuras sometidas a tensiones dinámicas y fluctuantes.Puede ocurrir a una ten-
sión menor que la resistencia a tracción o el lı́mite elástico para una carga estática.
CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 4

Figura 1.1: relación entre la tenacidad y lı́mite elástico en el Aluminio

Para el estudio a fatiga de un material hay que tener en cuenta la composición,


el estado y el procedimiento de obtención del mismo, hay que considerar la clase
y frecuencia de las solicitaciones. En las aleaciones de aluminio para laminación y
forja existe una clara diferencia entre las no endurecibles y las endurecibles. Esto
se manifiesta en el siguiente gráfico, donde la aleación AlMg es la no endurecible
térmicamente y la AlZnMgCu es la endurecible térmicamente.

Figura 1.2: valoración estadı́stica de ensayos de fatiga por esfuerzos alternativos

El lı́mite de fatiga del Al es de aproximadamente 109 ciclos y está muy por enci-
CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 5

ma del lı́mite del acero106 ciclos.En aviación es más interesante estudiar los casos
de bajos ciclos puesto que de esta forma se puede continuar aumentando la tensión
ya que la vida útil será menor que el número de ciclos . A diferencia de los aceros,
el lı́mite de fatiga y la resistencia a la fatiga tienen una relación menos precisa con
la resistencia a la tracción (en aceros una es más o menos la mitad de la otra) Los
factores que producen concentradores de deformación en la microestructura favore-
cerán las roturas o agrietamientos locales:

Deformación inhomogénea por rotura de partı́culas cizallables (coherentes).


Las partı́culas coherentes con la matriz son las que producen el endurecimien-
to; además provocan un deslizamiento partı́cula-matriz, que si llega a la su-
perficie provocará una grieta de fatiga.

Deformación intensa en lı́mites de grano con zona libre de precipitados. Es una


zona blanda en la que es fácil que se produzca el deslizamiento.

El comportamiento a ciclos se mejora con:

o Sobremaduración. La sobremaduración produce partı́culas no cizallables (in-


coherentes) frente al sub-envejecimiento que produce partı́culas cizallables (coher-
entes). Por tanto, el sobre-envejecimiento dificulta la activación de concentradores
de deformación y la aparición de microagrietamientos.

o Adición de elementos formadores de precipitados finos. La adición de elementos


como el Mn y el Cr permiten la formación de partı́culas de 0,1 a 0,2 µ incoherentes
(no cizallables) que ayudan a afinar el grano y producen una deformación más ho-
mogénea, sin bandas de deslizamiento.

o Disminución del grado de recristalización de una matriz. Una estructura no


recristalizada contiene una subestructura de dislocaciones que dificulta la deforma-
ción inhomogénea, reduciendo la longitud de deslizamiento. Este efecto es menor o
nulo en materiales sobremadurados con precipitados no cizallables.

o Disminución del tamaño de grano (adición de Zr). El tamaño de grano fino


reduce la longitud de deslizamiento, el tamaño de las estriaciones en la superficie y
obliga (Von Mises) a activar sistemas múltiples de deslizamiento en la zona libre de
CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 6

precipitados.

En general, la velocidad de crecimiento de grietas en ambientes no agresivos, cae


dentro de una banda de dispersión relativamente estrecha, observándose un efecto
sistemático pequeño de la composición, prácticas de fabricación o resistencia. Existen
pocos tratados significativos de los procedimientos para la mejora de la resistencia
al crecimiento de grietas por fatiga en estas aleaciones.

1.2.1. Influencia del material


La resistencia a la fatiga se aumenta mediante la formación de soluciones cristali-
nas, la conformación en frı́o y el endurecimiento. Sin embargo, los dos últimos méto-
dos no consiguen la misma proporción comparados con la resistencia a la tracción o
el lı́mite elástico.

Numerosas investigaciones recientes, sobretodo en materiales altamente resistentes,


han demostrado que con la elección apropiada de composición (en particular, la es-
tricta limitación de constituyentes insolubles) y del proceso de fabricación, se pueden
conseguir considerables mejoras frente a los materiales ordinarios.

En las aleaciones para laminación y forja existe una clara diferencia entre las no
endurecibles y las endurecibles. Con frecuencia se observa un aumento en la resisten-
cia a la fatiga al disminuir el espesor de la probeta, especialmente en la solicitación
a flexión. Además de esto, la rugosidad y los defectos superficiales también influyen
aunque menos en las probetas delgadas que en las gruesas.

1.2.2. Influencia de la solicitación


Al juzgar los valores de resistencia a la fatiga se ha de tener en cuenta el tipo
de solicitación: tracción, compresión, flexión alternativa o rotativa y, ante todo, la
posición de la tensión media o la relación de tensiones R, respectivamente.

1.2.3. Influencia del estado superficial y del ambiente


Los puntos defectuosos, sobre todo las rayas de mecanizado, los arañazos, las
mellas, las huellas de corrosión por mordentado o picaduras de corrosión, facilitan
CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 7

Figura 1.3: curvas de Wöler en flexión alternativa para un material endurecible y


otro no endurecible

Figura 1.4: Influencia de la estructuración superficial en la resistencia a la flexión


alternativa de chapas de AlCuMg1 de diversos espesores

Figura 1.5: Resistencia a la flexión alternativa de algunas aleaciones de aluminio


para laminación y forja
CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 8

el origen de rotura por fatiga y hacen descender, con ello, la resistencia a la fatiga.

También puede disminuirse, en parte, considerablemente, la resistencia a la fati-


ga de todos los materiales metálicos mediante la acción de medios agresivos antes y,
sobretodo, durante la aplicación de cargas oscilatorias.

1.2.4. Influencia de la temperatura


Ha de destacarse un descenso en la resistencia a la fatiga con el incremento de
temperatura. El efecto se refuerza, en las aleaciones endurecidas, por tratamiento
de sobreenvejecimiento, en el cual influye también notablemente la duración de la
prueba, o la frecuencia de la alteración de la carga. Al descender la temperatura
aumenta la resistencia a la fatiga de los materiales de aluminio.

Figura 1.6: Resistencia a la fatiga por flexión alternativa rotativa en función de la


temperatura

Salvo que aparezcan comportamientos plásticos, puede tener lugar un aumento


muy pequeño de las fisuras ya producidas por la concentración de tensiones en cuyo
caso, esos métodos de la mecánica de la rotura ya no son utilizables. A temperaturas
moderadamente altas la tenacidad a la rotura parece tener los mismos valores que
a temperatura ambiente. Al contrario que en los aceros y otros materiales cúbicos
centrados en el cuerpo, en los materiales de aluminio aumenta ligeramente la tenaci-
dad a las fisuras con el descenso de la temperatura a bajas temperaturas.
CAPÍTULO 1. EL FALLO POR FATIGA EN EL ALUMINIO 9

1.3. Comportamiento a la rotura


El comportamiento en cuanto a la resistencia a la rotura de un material es impor-
tante. En los elementos de construcción se presupone que existen siempre fisuras de
un determinado tamaño y que se dimensionan los elementos de tal modo que estas
fisuras no sobrepasan una magnitud crı́tica, dentro de un perı́odo de vida previsto
y sobre todo, que no aumenten de modo inestable. La carga puede ser monótona
estática u oscilante. También se puede tener en cuenta la carga de fluencia (método
más apropiado para los materiales de aluminio) o las grietas de corrosión bajo ten-
sión.

Entre los valores de resistencia habituales obtenidos del ensayo de tracción y la


tenacidad a las fisuras no existe, en general, ninguna dependencia. Desde el punto
de vista cualitativo, la tenacidad a las fisuras desciende al aumentar la resistencia.
El objetivo de la investigación de los materiales es desarrollar los que tengan más
resistencia y al mismo tiempo mayor tenacidad a la rotura.

Salvo que aparezcan comportamientos plásticos, puede tener lugar un aumento


muy pequeño de las fisuras ya producidas por la concentración de tensiones en cuyo
caso, esos métodos de la mecánica de la rotura ya no son utilizables. A temperaturas
moderadamente altas la tenacidad a la rotura parece tener los mismos valores que
a temperatura ambiente. Al contrario que en los aceros y otros materiales cúbicos
centrados en el cuerpo, en los materiales de aluminio aumenta ligeramente la tenaci-
dad a las fisuras con el descenso de la temperatura a bajas temperaturas.

Figura 1.7: Influencia de la temperatura en la tenacidad a la rotura de AlCuSiMn.


Bibliografı́a

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