LA JUSTIFICACIÓN

Adaptado de John Gerstner “Justificación”

Módulo I
Lutero llamó la justificación la doctrina “sobre la cual la iglesia avanza o cae”. Lutero les
advirtió a sus seguidores, “Si ustedes dejan de entender y afirmar esta doctrina, la iglesia
protestante dejará de existir en poco tiempo”. Calvino llamó justificación el eje de la Reforma.
Esta doctrina es el núcleo del evangelio; así que DEBEMOS entenderla. Sin entenderla, no
podrás ser salvo.
La Biblia enseña mucho acerca de la justificación, pero hay diferentes modos de entender lo
que significa “justificación”. Voy a presentar 4 perspectivas, pero solo una es la Bíblica y
verdadera.

LIBERAL: Obras  Justificación - Fe

(Transformación produce justificación menos fe)
Los liberales típicamente creen que ganamos la justificación por nuestras
obras. Si uno vive con suficientes obras y deja de pecar, se hace aceptable
para que Dios lo acepte y lo considere una persona justa. Para la mayoría ADVERTENCIA
de los liberales, la justificación significa “llegar a ser aceptado ante Dios por
Información sin
su propio esfuerzo”. Ellos tienen una religión de obras, y creen que logran Transformación
su propia salvación por sus propios esfuerzos. produce
El evangelio (las buenas nuevas) para el liberal es el descubrimiento de hipocresía y
su propio potencial; creen que no necesitan a nadie, ni siquiera Dios, para fariseísmo.
lograr esto. No se necesita un Salvador (Cristo), porque se creen
suficientemente capaces como para lograr sus metas.
Para el liberal, “fe” significa “creo que puedo lograr mis metas”. Ellos sinceramente creen que
pueden cumplir las perfectas exigencias del Dios perfecto. Pero niegan la necesidad de
redención por Cristo para salvación. No tienen fe en la sangre derramada de Cristo en la cruz.
No confían en la obra de otro – solo en su propio esfuerzo y mérito. Creen que fe que los hace
depender de Cristo es una muleta para personas débiles. Creen que con su propio esfuerzo y
religiosidad pueden agradar a Dios, y no necesitan a Cristo. Los liberales en el Nuevo
Testamento eran los Fariseos, quienes confiaban en su propia justicia para salvarse. Jesús les
dijo, “No vine para llamar a los justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. Para el liberal, el
concepto que “necesitamos a Cristo para salvarnos” es ofensivo. Los liberales niegan la caída del
hombre, el pecado, la necesidad de salvación, la revelación de Dios y la inspiración de la Biblia,
la existencia de milagros, así que rechazan el nacimiento virginal de Cristo, su resurrección y
ascensión, y niegan su segunda venida. La persona que niega los fundamentos de la fe cristiana,
no es Cristiano. El liberalismo ha existido desde los primeros años de la iglesia – primeramente
en la forma de “Pelagianismo”, luego durante la Reforma en la forma de “Socianismo”, y ahora
dentro de la Iglesia Católica en la forma de “Modernismo”. En la iglesia Protestante se llama
“Liberalismo”. Esto no es cristianismo porque la Biblia enseña que la salvación es por fe en
Cristo Jesús; y los liberales creen que ellos mismos se salvan por sus propios esfuerzos.
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 ANTINÓMICO: Fe  Justificación Transformación
(Fe produce justificación menos transformación)
La perspectiva antinómica de la justificación dice, “por la fe somos justificados”, pero creen
que no es necesario hacer ninguna obra después de ser salvos. Entre los “Evangélicos” hay
Antinómicos quienes aman y se aferran a la Biblia: creen que la justificación es tan solo por la fe
en Cristo. Confían en la obra redentora de Cristo en la cruz. Creen en la Trinidad, en el
nacimiento virginal, en la muerte y resurrección y ascensión de Cristo. Su fe es en Cristo, el Hijo
de Dios y Salvador del mundo; confían solo en Cristo para su salvación. Proclaman a Cristo
crucificado, y se aferran a la inspiración de la Biblia como la Palabra de Dios. Creen que solo
por fe en Cristo somos salvos. Para ellos fe significa, “fe en el mérito de Cristo, Dios en la carne,
quien murió en la cruz por los pecados del mundo”. Creen que esta fe no solo es una fe
intelectual, sino que para salvarnos tenemos que entregarnos a Cristo, confiando solo en El para
redimirnos. Entonces hasta este punto son bíblicos. Pero dejan las obras fuera del esquema, lo
cual en realidad hace que la posición Antinómico no sea Evangélica. No es que se oponen las
buenas obras. No es que hacen malas obras; más bien, siempre hablan del valor de las buenas
obras. Enseñan que las buenas obras son necesarias para que seamos premiados en el cielo.
Dicen que si dejamos de hacer buenas obras, esto lastimará nuestra relación con Dios; sin
hacerlas no tendremos paz y gozo. Animan a los cristianos para hacer buenas obras para poder
recibir un premio en el cielo y gozo del Señor. El “menos” aquí no significa una actitud negativa
en cuanto a obras. Significa que ellos creen que obras no son necesarias después de ser salvos –
que la gracia significa que igual vamos a llegar al cielo. Ellos no recomiendan una vida así, pero
dicen que existe la posibilidad de ser justificados y luego no ser obedientes a Cristo. Dicen que
una persona puede ser justificada por la fe, aun cuando no haga ninguna buena obra en su vida
después de convertirse. Dicen que lo que importa es que una persona deposite su fe en Cristo,
no importa cómo vive, igual heredará el Reino de los Cielos. Pero la Biblia afirma que la misma
fe por el cual somos justificados es la misma fe por el cual estamos santificados (Col 2:6,7). Si
Jesús no es nuestro Señor no es nuestro Salvador.
La Biblia es clara –fe sin obras es fe muerta. Ojo, esto no significa que nos salvamos por
nuestro mérito cumpliendo los mandatos de Cristo. La salvación es por la gracia de Dios que nos
lleva al arrepentimiento y fe en Cristo, nada más. Pero si nuestra justificación es real, Dios nos
transformará (1 Cor 5:17). Esta es la obra del Espíritu Santo usando la Palabra de Dios dentro de
nosotros (Fil 1:6; 2:13). Si nuestra “salvación” no produce ningún cambio en nuestras vidas,
podemos saber que no somos salvos.
La Biblia dice que “sin la santidad, nadie verá al Señor” – la santidad es algo que Jesús
produce en nosotros como resultado del acto de justificación y por el proceso de santificación.
Solo los que permanecemos en la Palabra de Cristo somos sus discípulos (Juan 8:31). Si alguien
no toma su cruz, y no permanece en la Palabra de Dios, y no se niega a sí mismo, entonces
sencillamente NO está siguiendo a Cristo. Santiago 2:21 es claro, “La fe sin las obras es muerta”.
No dice que la fe sin las obras es enferma, o muriendo; dice que es muerta, no existe. Cristo
dice lo mismo hablado de las ramas conectadas a la vid. Lo que no produce fruto no
permanece en El. Si no hay fruto, no hay conexión a la vid que es Cristo.

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 CATÓLICA ROMANA: Fe + Transformación  Justificación
(Fe y transformación producen justificación)
Este fue el gran debate de la Reforma. Católicos Romanos y Protestantes estaban de acuerdos
en muchas cosas: en la Trinidad, la deidad de Cristo, su muerte, la necesidad de fe en Cristo. La
gran diferencia se veía en la pregunta, “¿Cómo somos justificados por Cristo?” Los Católicos
decían, “Por NUESTRAS OBRAS que salen de fe en Cristo”. Los Protestantes decían, “Solamente
por fe en Cristo, y nada más”. Roma tiene todos los “ingredientes correctos”: fe, obras, y
justificación. Para ellos “Fe” significa creer en Cristo, hijo de Dios, nacido por la virgen María,
sacrificado por nuestros pecados, aunque es una fe intelectual.
El concepto de “obras” de los Católicos incluyen los 10 Mandamientos y la Ley Dorada,
aunque añaden tradiciones no-Bíblicas (tienen que confesar ante un sacerdote, conformarse a un
sistema de penitencias y días santos). Pero donde se vuelve un error la doctrina Católica es en
el punto de la “justificación”. La Biblia dice que la justificación es el acto de Dios donde Él nos
declara justos por la obra de Cristo en la cruz. Para Roma, la justificación es un proceso donde
uno LLEGA A SER justo por las obras que imparten justicia dentro de nosotros.
Martín Lutero cuando era sacerdote trató de hacer esto esforzadamente, y
luego concluyó que es imposible y anti-bíblico por su estudio de Romanos.
La Biblia dice que la justificación es un regalo de Dios y no el resultado de
esfuerzos humanos. Nadie puede lograr esta justificación equivocada de los
ADVERTENCIA
Catolicismos. El error se encuentra en su posicionamiento de obras antes de,
y en vez de, la justificación. No hay un “menos” antes de las obras, el cual Información sin
Transformación
sería correcto. Pero hay obras antes de la justificación, y esto es un error
produce
fatal. Para ellos, las obras se vuelven el fundamento de la justificación. ¿Por hipocresía y
qué? Roma dice que la justificación es por la fe, tratando de concordar con fariseísmo.
lo que dice la Biblia. Fe, para ellos, es la raíz de la justificación, según el
Concilio de Trento. Esto significa que una fe verdadera lleva a buenas obras
(correcto), pero su error es hacer que las buenas obras se convierten en el
“titulo” de la vida eterna. Es decir, con la ayuda de Cristo ayudándonos a
obrar, el creyente puede lograr su propia justificación. Esta enseñanza es falsa
por 2 razones:
Primero, menosprecia la obra completa de la redención, insistiendo que nuestras obras son las
que consigue nuestra justificación, así niegan que la obra de Cristo (solo Su obra) es lo que nos
salva. Segundo, suponiendo que nuestras obras pudieran conseguirnos la vida eterna, ellos
ponen un valor grande a nuestras obras. Pero Dios dice que nuestras mejores obras son trapo
de inmundicia para Él. Mateo 5:20 y Lucas 17 dicen que Dios requiere perfección para que
seamos salvos (esta perfección es algo que tan solo Cristo logró con su vida perfecta – Romanos
3-5).
Pero Roma requiere las obras de los cristianos para merecer la gracia de Dios. Colocando las
obras delante de la justificación, hacen que ni las obras ni la justificación funcionen. Porque
obras de mérito no son las obras que Dios acepta, y justificación que nosotros logramos no es
justificación que Dios da.

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 EVANGÉLICA: Fe  Justificación + Transformación
(Fe produce justificación más transformación)
La justificación es algo que tan solo Cristo logró por su muerte en la cruz. Cuando
afirmamos, esta verdad (“sola fide”) no estamos diciendo que nuestra fe (fe dada por Dios) es la
que nos salva. No, estamos diciendo que Dios nos salva! Nuestra fe nos hace confiar en Cristo,
entonces nuestra fe nos justifica de inmediato haciendo que Cristo nos salve. Nuestras obras
afirman que somos justificados, pero no contribuyen NADA a la justificación. Cuando mi hija
era niña le expliqué esta verdad de esta manera: ¿Quién salva a Sarita? ¿Es Sarita y Jesús? ¿O
solo es Jesús? Le dije, “Sarita, si tú te metes en tu salvación, estás perdida. Tiene que ser SOLO
Jesús que te salva, caso contrario no hay justificación para ti”. Las obras vienen después de
nuestra salvación, mostrando que la salvación fue real. Pero no hay que confundirnos: nuestras
obras no traen mérito para justificarnos. La actitud del Publicano es la actitud de la personas
justificada por Dios, “Ten misericordia de mí, un pecador” (Lucas 18:9-14).
Si no entendemos esta verdad tan esencial de la fe cristiana, no somos salvos. Sin ser
justificado como lo define la Biblia no somos salvos. Sin embargo, no es suficiente solo afirmar
la verdad de esto – debemos SER justificados, y esto es algo que tan solo Cristo puede hacer en
nosotros. (Romanos 4:5) Es por esto que dependemos 100% de Cristo para nuestra salvación.
Y cuando Él nos salva, Él también nos transforma.

¡¡¡ADVERTENCIA!!! Información sin Transformación produce hipocresía y fariseísmo

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