Lectio Divina Mateo 5,1-12
Lectio Divina Mateo 5,1-12
Lectio Divina Mateo 5,1-12
Lectio
Lunes, 8 Junio , 2020
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y
concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda.
Por nuestro Señor.
2) Lectura
3) Reflexión
• A partir de hoy, inicio de la 10ª Semana del Tiempo Ordinario, hasta final de
la 21ª Semana del Tiempo Ordinario, los evangelios estarán sacados del
evangelio de Mateo. A partir del inicio de la 22ª Semana del Tiempo
Ordinario, hasta fin del año litúrgico, estarán sacados del evangelio de Lucas.
7. Bienaventurados los que trabajan por la paz => serán hijos de Dios
• Mateo 5,4-9: El nuevo proyecto de vida. Cada vez que en la Biblia se intenta
renovar la Alianza, se empieza estableciendo el derecho de los pobres y de los
excluidos. Sin esto, ¡la Alianza no se rehace! Así hacían los profetas, así hace
Jesús. En las bienaventuranzas, anuncia al pueblo el nuevo proyecto de Dios
que acoge a los pobres y a los excluidos. Denuncia el sistema que ha excluido
a los pobres y que persigue a los que luchan por la justicia. La primera
categoría de los “pobres en espíritu” y la última categoría de los “perseguidos
por causa de la justicia” reciben la misma promesa del Reino de los Cielos. Y
la reciben desde ahora, en el presente, pues Jesús dice “¡de ellos es el Reino!”
El Reino ya está presente en su vida. Entre la primera y la última categoría,
hay tres otras categorías de personas que reciben la promesa del Reino. En
estos tres dúos transpare el nuevo proyecto de vida que quiere reconstruirla en
su totalidad a través de un nuevo tipo de relaciones: con los bienes materiales
(1er dúo); con las personas entre sí (2º dúo); con Dios (3er dúo). La
comunidad cristiana debe ser una muestra de este Reino, un lugar donde el
Reino empieza a tomar forma desde ahora.
• Los tres: Primera dúo: los mansos y los que lloran: Los mansos son los
pobres de los que habla el salmo 37. Se les quitó su tierra y la van a heredar de
nuevo (Sal 37,11; cf Sal 37.22.29.34). Los afligidos son los que lloran ante la
injusticia en el mundo y entre la gente (cf. Sl 119,136; Ez 9,4; Tob 13,16; 2Pd
2,7). Estas dos bienaventuranzas quieren reconstruir la relación con los bienes
materiales: la posesión de la tierra y el mundo reconciliado.
Segundo dúo: los que tienen hambre y sed de justicia y los misericordiosos.
Lo que tienen hambre y sed de justicia son los que desean renovar la
convivencia humana, para que esté de nuevo de acuerdo con las exigencias de
la justicia. Los misericordiosos son los que tienen el corazón en la miseria de
los otros porque quieren eliminar las desigualdades entre los hermanos y las
hermanas. Estas dos bienaventuranzas quieren reconstruir la relación entre las
personas mediante la práctica de la justicia y de la solidaridad.
Tercer dúo: los puros de corazón y los pacíficos: Los puros de corazón son los
que tienen una mirada contemplativa que les permite percibir la presencia de
Dios en todo. Los que promueven la paz serán llamados hijos de Dios, porque
se esfuerzan para que la nueva experiencia de Dios pueda penetrar en todo y
realice la integración de todo . Estas dos bienaventuranzas quieren reconstruir
la relación con Dios: ver la presencia actuante de Dios en todo y ser llamado
hijo e hija de Dios.
• Mateo 5,10-12: Los perseguidos por causa de la justicia y del evangelio. Las
bienaventuranzas dicen exactamente lo contrario de lo que dice la sociedad en
la que vivimos. En ésta, el perseguido por la justicia es considerado como un
infeliz. El pobre es un infeliz. Feliz es el que tiene dinero y puede ir al
supermercado y gastar según su voluntad. Los infelices son los pobres, los que
lloran. En la televisión, las novelas divulgan este mito de la persona feliz y
realizada. Y sin darnos cuenta, las telenovelas se vuelven el patrón de vida
para muchos de nosotros. ¿Quizás si en nuestra sociedad todavía hay lugar
para estas palabras de Jesús: “¡Bienaventurados los perseguidos por causa de
la justicia y del evangelio! ¡Felices los pobres! ¡Felices los que lloran!”? Y
para mí que soy cristiano y cristiana, de hecho ¿quién es feliz?
• Todos queremos ser felices. ¡Todos y todas! Pero ¿somos realmente felices?
Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Cómo entender que una persona puede ser pobre y
feliz al mismo tiempo?
• ¿Cuáles son los momentos en tu vida en que te has sentidor realmente feliz?
¿Era una felicidad como la que fue proclamada por Jesús en las
bienaventuranzas, o era de otro tipo?
5) Oración final