La Utilización de Sondeos en Hidrogeología

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LA UTILIZACIÓN DE SONDEOS

EN
HIDROGEOLOGÍA Y
CAPTACIÓN DE
AGUAS
INTRODUCCIÓN

Se pueden definir los sondeos de agua subterránea como perforaciones que se realizan en el
terreno con el objetivo de proceder a la captación de aguas en el subsuelo y/o a la investigación
hidrogeológica.
La perforación de sondeos para captación de agua o como elemento de las redes de control de
los acuíferos, está sujeta a un conjunto de singularidades y especificaciones debidas
precisamente a la imperiosa necesidad de garantizar la protección de los acuíferos y la pérdida de
calidad en el agua como consecuencia de una posible deficiencia de cualquier tipo en la perforación
o en la instalación.

El agua de una instalación de captación de agua para abastecimiento debe cumplir lo establecido en
la legislación vigente sobre el agua para consumo humano. Por otro lado, las instalaciones se
diseñan y dimensionan con arreglo a unos criterios que permitan cumplir las exigencias de
caudal y presión establecidas por las compañías suministradoras.
Por todo ello, los materiales que se vayan a utilizar en la construcción de la instalación, en
relación con su afectación al agua que suministren, deben ajustarse a los siguientes requisitos:
• No producir concentraciones de sustancias nocivas que excedan los valores
permitidos por la normativa (en el caso de España, el Real Decreto
140/2003, de 7 de febrero).
• No modificar las características organolépticas ni la salubridad del agua suministrada.
• Ser resistentes a la corrosión interior.
• Ser capaces de funcionar eficazmente en las condiciones de servicio previstas.
• No deben presentar incompatibilidad electroquímica entre sí.
• Deben ser resistentes a temperaturas de hasta 40ºC, y a las temperaturas exteriores de su
entorno inmediato.
• Deben ser compatibles con el agua suministrada y no deben favorecer la migración de
sustancias de los materiales en cantidades que sean un riesgo para la salubridad y
limpieza del agua de consumo humano.
• Su envejecimiento, fatiga, durabilidad y las restantes características mecánicas,
físicas o químicas, no deben disminuir la vida útil prevista de la instalación.

POZOS Y SONDEOS
 Los pozos son de diámetros grandes (más de un metro) y poco profundos (rara vez
alcanzan los 10 y 12 metros). Se revisten de ladrillo hueco o de aros de hormigón, en
ambos casos con unos orificios destinados a permitir el paso del agua desde el acuífero
hacia el interior del pozo. Cuando en su construcción el pozo se complementa con unas
galerías horizontales o unos tubos radiales a modo de brazos para aumentar el caudal
que pasa hasta el pozo, reciben el nombre de “pozos radiales”.
• Los sondeos son estrechos y profundos (a veces llegan a 500 metros de profundidad).
Para sacar el agua, hay que instalar una motobomba y una tubería. Se revisten con
tuberías metálicas ranuradas o agujereadas en la zona
que atraviesa el acuífero para permitir el paso del agua. Cuando el acuífero tiene arenas
muy finas que son arrastradas por el agua en su movimiento, se colocan filtros de gravas de
tamaños adecuados, entre la pared del sondeo y la tubería ranurada.

Ambos requieren una forma de construcción que permita sacar el máximo partido al acuífero
facilitando el paso de las aguas desde éste el interior del pozo o sondeo. También en ambos
casos, las obras de captación deben cerrarse al nivel de la superficie para que no entren ni se
arrojen objetos extraños. Se evita así una eventual contaminación.

Las dos primeras etapas que se indican en la figura, son comunes tanto para sondeos de
explotación como para los de investigación, mientras que las dos últimas son exclusivas de los
sondeos de captación (explotación).

A modo de breve descripción, a continuación se describen cada una de estas fases


ESTUDIO
HIDROGEOLÓGICO
Es una de las etapas fundamentales, ya que la calidad en estos estudios previos
condiciona totalmente el éxito del conjunto del proyecto y, paradójicamente, en
muchas ocasiones no recibe ni el tratamiento adecuado ni se dispone de profesionales
capacitados para su realización. Los resultados de los estudios hidrogeológicos son la
base para el diseño de la captación (ubicación, geometría de acuíferos, niveles
piezométricos, caudales esperados, etc.) y la justificación de la construcción de pozos y
sondeos. Un mal estudio hidrogeológico o la ausencia del mismo, puede resultar en la
realización de costosas inversiones en construcción de pozos con resultados negativos,
cuando de estos estudios representan costes muy bajos con respecto a los presupuestos de
una obra de captación de aguas subterráneas.
Como se verá más adelante, los trabajos realizados en un estudio hidrogeológico
están constituidos por inventarios de puntos de agua, piezometrías, análisis químicos,
reconocimientos geofísicos de superficie y, en no pocas ocasiones, por sondeos de
investigación hidrogeológica. Como resultado e todo ello, se obtienen un conjunto de
datos de partida que sirven de base para la elaboración del proyecto constructivo.
Entre estos datos cabe destacar:

• Ubicación del pozo o sondeo.


• Accesos, suministros de agua y energía, así como condicionantes territoriales
(medioambientales, espacios naturales etc.).
• Columna litológica prevista y niveles productivos, indicando la profundidad
recomendada.
• Estimación del caudal de agua y rendimiento específico de la
captación.
• Previsión de las características hidroquímicas del agua.
• Consideraciones y recomendaciones para el diseño y seguimiento de la obra.

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