01-Timmons-Teoria Moral-Timmons-cap 1
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Teoría Moral
Una Introducción
Mark Timmons
Capítulo 1
¿Por qué un acto es correcto o incorrecto? ¿Qué hace que los individuos sean
moralmente buenos o malos? ¿Cómo podemos llegar a conclusiones correctas sobre
la moralidad de lo que debemos hacer y qué tipo de personas debiéramos ser? La
teoría moral intenta dar respuestas sistemáticas a esas muy generales preguntas
morales sobre cómo actuar y cómo ser. Dado que los teóricos morales han dado
respuestas variadas a esas preguntas, nos encontramos con una variedad de teorías
morales que compiten entre sí. Este libro contiene un panorama de algunas de las
más importantes teorías morales – teorías de interés histórico y también
contemporáneo.
Pero ¿qué es la teoría moral? ¿Qué resultado intenta obtener dicha teoría? ¿Cuáles
son los conceptos centrales utilizados por la teoría moral? Más aun, ¿cómo podemos
evaluar una teoría moral?
Este capítulo es una introducción a la teoría moral; aquí habremos de tratar estas
cuestiones y algunas relacionadas y por ende preparar para los capítulos que siguen.
Los tipos de cuestiones morales generales que preocupan a la teoría moral, y la
necesidad aparente de tal teoría, se plasman fácilmente reflexionando sobre temas
morales álgidos incluyendo, por ejemplo, la moralidad del suicidio.
para Promover la Reducción del Dolor, cuyo objeto era promover políticas de
reducción de dolor en pacientes, pero también prohibir el uso de sustancias
controladas para causar la muerte o para ayudar a otros a causar su muerte. Esta ley
efectivamente abolió la ley de Oregón. Hay muchas otras cuestiones legales que estas
dos leyes ilustran, pero nuestra preocupación se centra en la controversia moral que
la ley de Oregón gatilló.1
Estos supuestos morales frecuentemente expresan ideas sobre qué hace que un acto
sea correcto o incorrecto, y por ende sobre la naturaleza de estos actos. Y preguntas
sobre la naturaleza de lo correcto y lo incorrecto, como también la naturaleza de lo
bueno y lo malo, son centrales en el estudio de la teoría moral. Y de esta manera,
reflexionando sobre debates y discusiones morales cotidianas, que contienen
argumentos morales, nos lleva a considerar las cuestiones que la teoría moral intenta
responder.
Nos ayudaría entender qué es una teoría moral si consideramos los propósitos
principales de la teoría moral – los objetivos que persigue dicha teoría. Hay dos
objetivos principales de la teoría moral: uno práctico y el otro teórico.
El objetivo práctico tiene relación con el deseo de construir un método para, por
ejemplo, razonar sobre lo que es bueno o malo. Los científicos utilizan el método
científico para llegar a conclusiones científicas sobre los problemas a investigar, y
dicho método provee medios para resolver disputas científicas. De la misma manera,
esperamos descubrir una metodología moral – un procedimiento de decisión como
frecuentemente lo llaman los filósofos morales – que pudiera ser utilizado en pensar
y debatir temas morales y que pudiera ayudar a resolver conflictos morales.
El objetivo teórico de la teoría moral tiene que ver con llegar a entender la naturaleza
subyacente de lo correcto e incorrecto, de lo bueno y lo malo. Cuando alguien dice
que un acto es moralmente incorrecto, tiene sentido preguntarle por qué piensa que
el acto es incorrecto. Por ende, suponemos que cuando un acto es moralmente
correcto o incorrecto, algo concerniente al acto lo hace correcto o incorrecto. (Lo
mismo podría decirse en relación con afirmaciones sobre la bondad o maldad de una
persona. Pero por motivos de simplicidad, focalicemos por el momento en cuestiones
sobre la corrección o incorrección de las acciones.)
Para explicar aún más: consideremos una analogía. Lo que hace que un líquido sea
agua (y no amoníaco o algún otro líquido) es su composición química. Lo que subyace
en todo cuerpo de agua – grandes y pequeños – es que el líquido en cuestión está
compuesto de un apropiado número de moléculas de hidrogeno y oxígeno. El hecho
de que algún líquido sea H2O es lo que lo hace agua. Algo similar puede ser cierto
sobra la moralidad. Suponemos que cuando un acto es correcto o incorrecto, hay algo
en el acto que lo hace correcto o incorrecto. Más aún, es natural suponer que debiera
haber algunas características subyacentes e invariables que hacen que los actos
fuesen correctos o incorrectos. Quizás exista una característica de ese tipo, o quizás
exista más de una. Pero, nuevamente, podríamos descubrir que la corrección o
incorrección de los actos depende de ciertas características subyacentes de los actos,
pero que dichas características cambian tanto de un caso al otro que no podemos
develar un conjunto de características inmutables.
Los propósitos práctico y teórico de la teoría moral se supone que están relacionados
en el sentido de que satisfacer uno es necesario para satisfacer el otro, o por lo menos
es la mejor manera de hacerlo. Para explicar este punto, y para profundizar nuestra
5
Una acción es correcta si, y solo si, la acción no interfiere con el bienestar de
aquellos individuos que serán probablemente afectados por la acción.
Por el momento no nos preocupemos por qué significa interferir con el bienestar de
los individuos, o si el principio es verdadero. Lo importante para destacar de este
principio es que asevera una conexión entre la corrección de una acción y su no
interferencia con el bienestar de ciertos individuos. Acabamos de notar que una
teoría moral posee tanto objetivos prácticos como teóricos. Los principios morales
han jugado un papel central en los intentos de los filósofos morales de alcanzar ambos
objetivos. Veamos cómo.
Supongamos que Brittanny afirma que sería incorrecto mentir en su currículum, aun
cuando ella está razonablemente segura de que dicha mentira sería de muy difícil
detección. Supongamos además que se le pide las razones para tomar dicha postura
y, dado que es una persona capaz de reflexionar, dice que la mentira podría
menoscabar la oportunidad de otros postulantes de obtener el puesto y, por lo tanto,
interferiría en el bienestar de otros. De modo que podríamos imaginarnos su intento
de justificar su postura de que mentir es incorrecto basándose en el ejemplo
antedicho de principio moral. El razonamiento de Brittanny podría resumirse de este
modo:
La idea que quiero fijar con este ejemplo es que el objetivo práctico de proveer un
procedimiento de decisión para llegar a veredictos morales justificables con respecto
a actos (y otros ítems de preocupación moral) frecuentemente ha sido visto como un
esfuerzo de razonar en base a principios morales para llegar a conclusiones con
respecto a actos (u otros ítems de preocupación moral). Comprendido como un
procedimiento de decisión, un principio moral guía un razonamiento moral
apropiado indicando aquellas características de las acciones cuyo reconocimiento nos
puede llevar a veredictos bien razonados sobre la moralidad de las acciones.
Por supuesto, no todo vetusto principio moral sirve para satisfacer este objetivo
práctico. Para proveer un proceso de decisión que pueda guiar un razonamiento
moral correcto, los principios morales utilizados deben ellos mismos ser correctos. Y
eso nos lleva al objetivo teórico de la teoría moral y al papel de los principios en
alcanzar ese objetivo.
Tratando de cumplir el objetivo teórico de explicar qué hace que una acción sea
correcta o incorrecta o qué hace que algo sea bueno o malo, los filósofos morales han
tratado típicamente de formular principios morales que expresan esta información.
Cumpliendo con este objetivo teórico, un principio moral que se refiera a acciones
correctas o incorrectas comprenderse como indicando las características más básicas
de las acciones que las hacen ser correctas o incorrectas. De acuerdo con el principio
moral que utilizamos como ejemplo, son los hechos que establecen de qué modo una
acción afectaría el bienestar de un cierto grupo de individuos los que explican qué
hace que dicha acción sea correcta o incorrecta.
Más aun, principios morales que sirven para explicar qué hace que las acciones sean
correctas o incorrectas, por lo tanto, unifican la moral revelando aquellas
características básicas que determinan la corrección o incorrección una acción.
(Observaciones similares se aplican a principios de bondad y maldad.) Identificar la
unidad subyacente en los diversos fenómenos morales ha sido un objetivo de la teoría
moral tradicional – un objetivo que supuestamente podría alcanzarse descubriendo
principios morales que satisfagan el objetivo teórico principal de la teoría moral.4
Más arriba, habíamos notado que la teoría moral se refiere a cuestiones sobre la
moralidad de los actos (qué hacer) como así también sobre las personas (cómo ser).
Y he dicho que las teorías morales tradicionales se ocupan principalmente de
formular y defender principios sobre la moralidad de las acciones y las personas.
Habiendo explicado los dos objetivos principales de la teoría moral y el papel de los
principios en satisfacer dichos objetivos, veamos más detenidamente algunas de las
categorías básicas de la evaluación moral.
La palabra “deóntico” proviene del griego deon, que significa deber. Las categorías de
evaluación deóntica se utilizan principalmente para evaluar la moralidad de los actos
– su corrección o incorrección. Existen tres categorías deónticas básicas (que yo
llamaré también categorías de la acción correcta): obligatorio, incorrecto, y optativo.
Consideremos brevemente cada una en ese orden.
La Figura 1.1 resume lo dicho, donde “correcto” se usa en su sentido amplio de “no
incorrecto”. En los capítulos siguientes, cuando me referiré al tipo de evaluación
moral que estamos considerando ahora, hablaré sin diferenciar del estatus deóntico
de un acto o de la corrección o incorrección de un acto. Estas expresiones se deben
entender como una forma resumida de decir que una acción es obligatoria, optativa,
o incorrecta.
Hablar del valor de algo es decir que es bueno o malo, o ni bueno ni malo (algunas
cosas no tienen valor, ni positivo ni negativo). Ya he mencionado que una de las
preocupaciones de la teoría moral es responder a la pregunta de que hace que una
persona sea buena o mala. La bondad o maldad de las personas no es el único valor
que preocupa a la teoría moral, como explicaré en breve. Pero comencemos por
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clarificar las categorías de lo bueno y lo malo distinguiendo entre las cosas con valor
intrínseco y las cosas con valor extrínseco.
Decir que algo tiene valor intrínseco – que es intrínsecamente bueno – es decir que
hay algo sobre ese algo que lo hace bueno en sí mismo. En otras palabras, su bondad
está basada en algo que es interno a esa cosa. Por otro lado, decir que algo es
extrínsecamente bueno es decir que posee bondad por la manera en la que está
relacionada con “algo” que es bueno. He aquí un ejemplo. Muchos podrían acordar
que el dinero es algo bueno. Pero, ¿cuál es la fuente de su bondad? Es obvio que la
bondad del dinero no es algo de alguna manera interno a los trozos de papel o las
piezas de metal que lo componen. Lo que hace que el dinero sea bueno tiene que ver
con cómo se relaciona el dinero con otras cosas que son buenas. Decimos que su
bondad es extrínseca.
Obviamente, para que algo sea extrínsecamente bueno, debe existir alguna otra cosa
a la que ese “algo” se relaciona y que sea buena. Pero si esa otra cosa también es
extrínsecamente buena, su bondad también es prestada. Pero toda la bondad no
puede ser prestada de esta manera; deberían existir algunas cosas cuya bondad sea
intrínseca. En resumen, para que algo A sea extrínsecamente bueno de alguna
manera, debe existir otro algo B (con lo que A se relaciona) que sea intrínsecamente
bueno y que es la fuente última de la bondad de A. Por ende, el concepto de bondad
intrínseca es más básico que el de bondad extrínseca, y lo mismo se puede decir de
los conceptos de maldad intrínseca y extrínseca.
Las teorías sobre la naturaleza del valor son, por ende, teorías sobre la naturaleza del
valor intrínseco. Y aquí también vemos que hay tres categorías básicas (ver figura
1.2). Más allá de las categorías de lo intrínsecamente bueno (o valioso) y malo (o
disvalioso), existe la categoría de lo que podemos llamar intrínsecamente de valor
neutral. Esta tercera categoría comprende todas las cosas que no son intrínsecamente
buenas o intrínsecamente malas (aunque estas cosas pueden tener valores
extrínsecos positivos o negativos).
Cuando los filósofos dicen que algo tiene valor moral o bondad moral (estas
expresiones se utilizan indistintamente), se refieren típicamente a personas. Esto es
así porque nos referimos al valor moral o bondad moral de los objetos sujetos a
evaluación con respecto a los cuales tiene sentido alabarlos o censurarlos
moralmente por lo que son y lo que hacen. Por ello, las personas son el tipo de objetos
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que pueden ser moralmente buenos o moralmente malos, porque se las puede
responsabilizar por lo que son y lo que hacen.
Pero muchos teóricos de la moral, en tren de explicar qué hace que una acción sea
correcta o incorrecta, se apoyan en cosas, experiencias, o estados de cosas que se
suponen que tienen valor intrínseco. Por ejemplo, de acuerdo a la teoría utilitarista
clásica (que examinamos en el capítulo 5), el estatus deóntico de una acción (su
corrección o incorrección) es función de cuánto valor intrínseco esa acción habrá de
producir, y donde lo que es intrínsecamente valioso o bueno, de acuerdo a esa teoría,
es la felicidad. La felicidad es algo que las personas pueden (o pueden no) poseer,
pero el estado de ser feliz o la experiencia agradable que la felicidad conlleva no son
en sí mismos agentes responsables. Entonces, cuando se dice que la felicidad es
intrínsecamente buena (como mantienen algunos filósofos), el tipo de bondad que se
le asigna a la felicidad se la llama apropiadamente bondad “no moral.” Se le da esta
apelación, no porque la bondad de la felicidad sea moralmente irrelevante – es
moralmente relevante para determinar el estatus deóntico de los actos, por lo menos
de acuerdo a algunas teorías morales – sino porque, como espero haber aclarado,
cosas que no son personas que son intrínsecamente buenas no son agentes
responsables, y son solo los agentes responsables aquellos que son candidatos a ser
moralmente buenos o malos.
Teoría Moral
Teoría de la Conducta Correcta Teoría del Valor
Una cuestión para la teoría moral es cómo está internamente organizada. ¿Cómo se
relacionan las consideraciones de la conducta correcta con las consideraciones de
valor? Las respuestas a estas preguntas se relacionan con la estructura de una teoría
moral: cómo se relacionan las diversas sub-teorías comprendidas en una teoría
moral.
Al dar cuenta de la naturaleza de la conducta correcta y del valor (tanto moral como
no moral), las teorías morales organizan y relacionan las variadas categorías de
evaluaciones morales. Por ejemplo, en algunas teorías los conceptos (y categorías
conexas) de valor son más básicos que los conceptos deónticos (y categorías
conexas). En esas teorías, los principios de la conducta correcta definen y caracterizan
la conducta correcta e incorrecta por aquello que tiene valor. La teoría utilitarista
clásica, por ejemplo, comienza con una explicación del valor intrínseco de acuerdo
con la cual la felicidad tiene dicho valor. A partir de allí, la teoría dice que una acción
es correcta si, y solo si, produce el máximo de aquello que tiene valor intrínseco, es
decir, felicidad. Así, la teoría utilitarista intenta explicar los actos correctos e
incorrectos en función de aquello que tiene valor intrínseco. Consideraciones de valor
intrínseco para esta teoría son básicas, y la explicación de la naturaleza de los actos
correctos e incorrectos se sustenta en esas consideraciones. En esas teorías el valor
es la base, o el fundamento, y el resto de la teoría se construye sobre ese fundamento.
La estructura de una teoría moral está determinada por cómo relacionan las
ramas de la teoría moral (y las categorías que dichas ramas contienen).
Esto concluye mis observaciones introductorias sobre teoría moral. Aquellos lectores
que se topan con la teoría moral por primera vez quizás puedan encontrar que lo
presentado es difícil de absorber completamente con una sola lectura. Sin embargo,
a medida que el libro avance, los puntos que he considerado serán ilustrados con las
teorías a examinar; esto debería ayudar al lector a profundizar su comprensión sobre
los elementos de la teoría moral.
En lo que resta de este capítulo, explicaré brevemente cómo evaluar una teoría moral,
y después ofreceré algunas observaciones generales sobre el campo de la ética.
Terminaré con un resumen de los capítulos por desarrollarse.
En esta sección, intento explicar cómo se evalúa una teoría moral. Recomiendo usar
esta sección como referencia cuando, al final de cada capítulo, pasamos a evaluar cada
teoría considerada en ese capítulo. (Instaré al lector a hacer precisamente eso en
lugares relevantes del texto, y como referencia rápida, he listado en el apéndice los
estándares utilizados para evaluar una teoría moral.)
Consistencia
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Una teoría moral debería describir principios cuya aplicación lleva a veredictos
morales consistentes sobre aquello que se juzga moralmente. Una forma obvia en la
que una teoría moral fracasa en su consistencia es cuando sus principios (sumados a
la información fáctica relevante) implican que una conducta es tanto correcta como
incorrecta. Por ejemplo, si los principios de alguna teoría implicasen que mentir en
una instancia especifica es tanto obligatorio como no obligatorio, violaría el principio
de consistencia.5
Una teoría moral debe ser consistente en el sentido de que sus principios,
sumados a la información fáctica relevante, producen veredictos morales
consistentes respecto a moralidad de conducta, personas, u otros objetos de
evaluación moral.
La razón de este estándar puede ser fácilmente explicada con referencia a los
objetivos prácticos y teóricos de la teoría moral. Una teoría moral que no produce
veredictos morales consistentes en un rango de casos dejará de ofrecer (por lo menos
en dichos casos) un procedimiento de decisión como el que deseamos. Que se diga
que cierta conducta es tanto obligatoria como no obligatoria no se puede utilizar para
decidir cómo actuar. Más aún, si una teoría de la conducta correcta implica, por
ejemplo, afirmaciones inconsistentes sobre la moralidad de ciertos actos, entonces la
teoría misma debe estar equivocada; no puede entonces darnos una explicación
correcta de la naturaleza de la moral.
Determinación
Decir que una teoría moral es determinada es decir que sus principios, cuando se los
aplica a casos concretos, llevan a veredictos morales definitivos con respecto a
aquello que se está evaluando. Una manera en la que una teoría moral no sería
determinada es cuando sus principios básicos son excesivamente vagos y por ende
dejan de ofrecer en un rango importante de casos un veredicto moral. Supongamos,
por ejemplo, que una teoría moral nos dice que un acto moral es correcto si, y solo si,
es respetuoso de las personas. Salvo que la teoría también definiera explícitamente
qué es ser respetuoso de las personas, la teoría no ofrecería conclusiones morales
definitivas sobre la moralidad de los actos en un rango amplio de circunstancias. Por
ejemplo, ¿respeta la pena de muerte a las personas? ¿Y mentir con el objeto de salvar
una vida? Etcétera.
Una teoría moral debe ofrecer principios que, aunados con información
fáctica relevante, establecen veredictos morales sobre la moralidad de los
actos, personas, u otros objetos de evaluación moral en un amplio rango de
casos.
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Los estándares adicionales para evaluar teorías morales tienen todos que ver con
querer que nuestra teoría moral y los principios morales que esta ofrece estén
relacionados apropiadamente con (1) nuestras creencias sobre la moralidad, (2)
nuestras convicciones morales consideradas, (3) nuestras creencias y supuestos no
morales.
Atractivo Intuitivo
Una teoría moral debe desarrollar y dar sentido a las creencias e ideas
intuitivamente atractivas sobre la moralidad.
Apoyo Interno
A pesar del hecho de que las personas están en desacuerdo sobre la moralidad de
actos como el aborto, la experimentación con animales, el suicidio, la eutanasia, y
otros temas moralmente controvertidos, la mayoría está de acuerdo con respecto a la
moralidad de un amplio conjunto de actos. Estamos de acuerdo que la violación es
incorrecta, que matar a personas inocentes es incorrecto, que la tortura es incorrecta,
etcétera. Es decir, existen muchas convicciones morales que son profundamente
sentidas y ampliamente compartidas que seguiríamos sosteniendo si
reflexionásemos cuidadosamente sobre su corrección. Llamémoslas convicciones
morales consideradas.
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Por el contrario, una teoría moral cuyos principios están en conflicto con nuestras
convicciones morales consideradas son (de acuerdo a este estándar) erróneas. Así, de
acuerdo al estándar de apoyo interno,
Una teoría moral cuyos principios, junto con información fáctica relevante,
implica lógicamente a nuestras convicciones morales consideradas, recibe
apoyo – apoyo interno – de esas convicciones. Por el contrario, si los
principios de una teoría están en conflicto con nuestras convicciones morales
consideradas, esto es evidencia en contra de la corrección de dicha teoría.6
Es obvio que la justificación de este estándar tiene que ver con el objetivo teórico de
descubrir criterios morales que sostengan nuestros juicios morales.
Poder Explicativo
Una teoría moral no solo intenta descubrir principios morales que lógicamente cuajan
con nuestras convicciones morales consideradas, sino también principios que
explican qué hace que los actos sean correctos o incorrectos (o que algo sea bueno o
malo). Claramente, esto es deseable en una teoría que aspira a satisfacer el objetivo
teórico que proveer criterios morales.
Una teoría moral debe exhibir principios que explique nuestras convicciones
morales consideradas, ayudándonos por lo tanto a explicar por qué actos,
personas, u otros objetos de evaluación moral son correctos o incorrectos,
buenos o malos.
Se dice que los principios morales sobre la conducta correcta que satisfacen este
estándar unifican la moralidad porque, en efecto, revelan la naturaleza subyacente de
los diversos actos que son correctos (o incorrectos). Descubrir principios que
explican y por lo tanto unifican la moral responde directamente al objetivo teórico de
una teoría moral.
Apoyo Externo
La idea principal detrás del estándar de apoyo externo fue plasmada por J.L.Mackie
(1912-82), quien dijo que “principios morales y teorías éticas no existen solas: afectan
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y son afectadas por creencias y supuestos de otros campos, sin duda la sicología, la
metafísica, y la religión.” (Mackie 1977, 203). Mientras el estándar de apoyo interno
tiene que ver con el apoyo que pudiera recibir un principio moral de las convicciones
morales consideradas que dicho principio implica, el estándar de apoyo externo tiene
que ver con el apoyo que una teoría moral en general, y sus principios en particular,
puedan recibir de perspectivas y supuestos no morales, incluyendo de aquellos
campos de investigación que Mackie menciona. La idea detrás de este estándar es
que una teoría moral refleja con mayor probabilidad a una teoría correcta sobre la
naturaleza de la moralidad (y por ende satisface el objetivo teórico de dichas teorías)
si sus principios quedan confirmados por creencias sólidamente establecidas y
teorías de otras áreas del conocimiento.
El hecho de que una teoría moral sea apoyada por alguna teoría no moral es evidencia
a su favor, e igualmente el hecho de que una teoría moral esté en conflicto con
perspectivas no morales bien establecidas es un punto en su contra. No discutiré esto
más abundantemente; habrá muchos ejemplos en el material siguiente de cómo un
estándar de apoyo externo juega un papel importante en la evaluación general de
teorías morales.
El hecho que los principios de una teoría moral sean apoyados por creencias y
supuestos no morales, incluyendo creencias y supuestos bien establecidos de
otras áreas de investigación no morales, es una evidencia en su favor. Por el
contrario, el hecho que los principios estén en conflicto con creencias y
supuestos bien establecidos es evidencia contra dicha teoría.
morales consideradas, y así también con respecto a los otros estándares de nuestra
lista.
Segundo, será bueno recordar que a más de establecer lo bien que una teoría satisface
estos estándares, parte de la evaluación de teorías morales impone compararlas entre
sí para ver lo bien que satisfacen dichos estándares. Como buscamos varias categorías
deseables en cada teoría moral, podríamos encontrar que varias teorías satisfacen
algunos, pero no todos, estos estándares en una u otra medida. Los medios para
evaluar una teoría moral pueden ser muy complicados.
Finalmente, algunos de los estándares son controversiales, otros no. Los estándares
de atractivo intuitivo y consistencia no son controversiales, pero otros, como por
ejemplo el principio de apoyo interno, son cuestionados por algunos filósofos
morales. Cuáles son los estándares apropiados para evaluar teorías morales son
preguntas de un sub-campo de la ética llamado metaética, que procedo a describir
brevemente en la próxima sección.
La relación entre teoría moral y ética aplicada se puede pensar como similar a la
relación entre la ciencia pura (como la física) y la ingeniería. Precisamente, así como
las cuestiones de ingeniería involucran la aplicación de principios científicos a
proyectos y problemas de la vida real, del mismo modo en cuestiones de ética aplicada
frecuentemente se consideran temas que requieren la aplicación de principios de
teoría moral a problemas de la vida real.
No obstante, como veremos en los capítulos que siguen, teorías morales que coexisten
nos dan respuestas que compiten con otras en temas generales de teoría moral. Esto
naturalmente nos lleva a preguntarnos cómo establecer cuál teoría moral es la
correcta. Preguntas sobre el conocimiento son parte de la rama de la investigación
filosófica llamada epistemología, que proviene del griego espisteme, o conocimiento.
De modo que una importante pregunta filosófica se refiere a cómo se puede conocer
afirmaciones morales en general y principios morales en particular. La rama de la
epistemología que trata esos temas se llama epistemología moral.
Existen también cuestiones metafísicas sobre la moralidad. Por ejemplo, ¿hay hechos
morales cuya existencia causa que una declaración moral verdadera sea verdadera?
Si es así, ¿qué tipo de hecho es un hecho moral? ¿Es un hecho que puede ser
científicamente investigado? Si es así, ¿qué tipo de hecho científico es? ¿Biológico?
¿Sociológico? ¿Antropológico? ¿Quizás una combinación de estos? ¿Son los hechos
morales (suponiendo que dichos hechos existen) algún tipo de hecho no científico?
Quizás hechos morales son hechos sobre la voluntad de alguna deidad. Algunos
filósofos han sido escépticos respecto a la existencia de hechos morales, negando que
existan. La rama de la metafísica que se ocupa de estas cuestiones se llama metafísica
moral.
Quiero hacer un comentario final pero importante sobre la distinción entre ética
normativa y metaética. La descripción que he dado sugiere una clara y limpia
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divisoria entre ambas. Pero, como veremos, no existe tal clara y limpia diferencia. Una
teoría moral no solo intenta descubrir principios morales verdaderos y correctos,
sino que también se aboca a justificar o demostrar dichos principios. Por ende,
cuestiones relativas a la manera correcta de justificar o demostrar principios morales
en particular y afirmaciones morales en general, están necesariamente involucrados
en la creación de una teoría moral normativa. Es decir, cuestiones epistemológicas
con respecto a la justificación (como así también toda suerte de cuestiones
semánticas y metafísicas metaéticas que surgen naturalmente en relación con
cuestiones epistemológicas) yacen bajo la superficie cuando nos involucramos en
teoría moral. He restringido al mínimo las discusiones metaéticas. Sin embargo,
como el lector descubrirá, las cuestiones metaéticas surgirán a lo largo de este libro.7
Ética
(Investigación filosófica de la moralidad)
Teoría moral Ética aplicada Semántica moral Metafísica moral Epistemología moral
(cuestiones (cuestiones (cuestiones (cuestiones sobre (cuestiones sobre el
morales morales par- sobre el por ejemplo la conocimiento y la
generales; ticulares significado naturales y justificación de
que hacer sobre de afirma- existencia de afirmaciones
como ser) aborto, ciones hechos morales) morales)
violencia, morales)
sexo, etc.)
Un comentario final: todas las teorías morales descriptas en los siguientes capítulos
se construyen en base a ideas ampliamente reconocibles que serán familiares para la
mayoría de los lectores. (Recuérdese el estándar del atractivo intuitivo.) La idea de
que la moral está basada en los mandamientos de Dios es familiar y es central para la
teoría del mandato divino. La idea de que la moral es simplemente relativa a la
cultura es igualmente familiar y es la llave en versiones del relativismo moral. La idea
de que la moral requiere que no nos opongamos a la naturaleza o hagamos algo que
no sea natural se relaciona con la teoría del derecho natural. La teoría moral
utilitarista trabaja con la idea que la moralidad de una acción depende de cómo afecta
la felicidad humana, mientras que la idea de que la moralidad involucra respetar a las
personas es central en la teoría moral de Kant. Se puede pensar en estas teorías como
un esfuerzo en pos de desarrollar estas ideas conocidas en forma filosóficamente más
rigurosa.
Por ende, aunque el estudio de estas teorías morales pudiera ser una experiencia
nueva para muchos de los lectores, muchas de las ideas que estas reflejan son bien
conocidas. Este libro es una invitación a explorar ideas que frecuentemente son
dadas por supuesto y frecuentemente comprendidas solo vagamente.
Notas
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1 Por ejemplo, en 1997, la Corte Suprema Federal de los EEUU consideró que, aunque los individuos no poseen el derecho de
suicidarse con ayuda médica, nada impide a los estados (provincias) establecer dicha práctica.
3 Frecuentemente se comparan los principios morales con reglas morales. Una regla moral (que concierne a la conducta
correcta) es menos general que un principio y declara que un tipo particular de conducta es correcta o incorrecta. Cada uno de
los Diez Mandamientos, por ejemplo, expresa una regla moral. El papel que juegan las reglas morales en la teoría moral será
explorado en capítulos siguientes.
4 En el capítulo 10 discutiremos en más detalle la relación entre principio moral y los supuestos sobre la unidad subyacente
de los fenómenos morales.
5 Nótese que una teoría moral no viola el estándar de consistencia por afirmar meramente que sus principios implican, por
ejemplo, que mentir en general es incorrecto y a la vez produce el veredicto de que en un caso particular la instancia particular
de la mentira no es incorrecta (siempre y cuando la teoría pueda explicar la diferencia entre las mentiras que son incorrectas y
aquellas que no lo son).
6 En capítulos posteriores será útil distinguir entre un sentido fuerte y un sentido débil de apoyo interno. Un principio moral
recibe un fuerte apoyo interno de creencias morales consideradas cuando el principio (junto con información fáctica
relevante) implica lógicamente la creencia considerada. Un principio moral recibe apoyo interno débil cuando el principio es
simplemente consistente con la creencia moral considerada.
7 Un panorama más detallado del campo de la metaética se puede encontrar en Timmons, 1999, capítulo 1.