Víctor Raúl Haya de La Torre (1895-1979)

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Víctor Raúl Haya de la Torre.

Víctor Raúl Haya de la Torre (Trujillo, La Libertad; 22 de febrero de 1895-


Lima, 2 de agosto de 1979) fue un pensador y político peruano, fundador de la
Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) y líder histórico del
Partido Aprista Peruano, el más longevo y el de mayor consistencia orgánica
de la política del Perú. Es reconocido como un importante ideólogo político de
Latinoamérica y figura clave para la política peruana y americana. Dio nombre
al Caso Haya de la Torre, un caso de derecho internacional público sobre el
derecho al asilo político. .

Biografía.
Nació en Trujillo, ciudad de la costa norte peruana, en el seno de una familia
aristocrática venida a menos económicamente. Sus padres fueron Raúl
Edmundo Haya y de Cárdenas y Zoila Victoria de la Torre y de Cárdenas.
Cursó sus estudios escolares en el Colegio Seminario San Carlos y San
Marcelo. Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de
Trujillo y luego a la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor de San
Marcos. Destacó pronto como líder estudiantil apoyando a la clase
trabajadora. Luego participó en protestas contra el régimen de Augusto B.
Leguía, destacando como orador vigoroso y elocuente, de gran poder de
persuasión debido a la profundidad de sus ideas. Desterrado por Leguía en
1922, emigró a México, donde en 1924 fundó el APRA (Alianza Popular
Revolucionaria Americana), como movimiento político con proyección
continental y de orientación socialdemócrata, inicialmente de clara posición
antiimperialista. Luego viajó por Centroamérica y Europa, retornando al Perú
en 1931, en cuya escena política actuaría desde entonces de manera activa
hasta el fin de sus días. Sufrió prisiones, destierros y asilos. Fue candidato
presidencial en las elecciones de 1931. Fue encarcelado en 1932 por el
gobierno de Luis Sánchez Cerro, siendo liberado en 1933, para volver
nuevamente a ser perseguido, ya bajo el gobierno de Óscar R. Benavides. Se
mantuvo en la clandestinidad hasta 1945, cuando su partido volvió a la
legalidad, ocasión en la que apoyó al Frente Democrático Nacional, que elevó
a la presidencia a José Luis Bustamante y Rivero. En 1948 su partido fue
nuevamente proscrito y tras el golpe de estado del general Manuel A. Odría se
vio obligado a asilarse en la embajada de Colombia (1948-1954). En 1956,
coadyuvó al triunfo electoral de Manuel Prado Ugarteche, iniciando la
llamada “convivencia”. Nuevamente candidato presidencial, perdió
sucesivamente las elecciones de 1962 y 1963. Fue abrumadoramente elegido
para la Asamblea Constituyente de 1978-1979 que presidió magistralmente.
Falleció el 2 de agosto de 1979 y sus restos descansan en su ciudad natal.
"Aquí yace la luz", reza el epitafio de su tumba. .

Biografía ampliada.
Primeros años.
Víctor Raúl Haya de la Torre nació en Trujillo, fue hijo de los también
trujillanos Raúl Edmundo Haya y de Cárdenas, y Zoila Victoria de la Torre y
de Cárdenas, que eran además primos. Se conmemora su nacimiento como el
Día de la Fraternidad.

Haya estudió su primaria y secundaria en el Colegio Seminario San Carlos y


San Marcelo de Trujillo. Ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad
Nacional de Trujillo, donde se hizo buen amigo del destacado poeta César
Vallejo en el curso de literatura; ambos, junto con otros estudiantes y bajo la
conducción de Antenor Orrego y José Eulogio Garrido, integraron la llamada
"bohemia trujillana", donde fue conocido como "El príncipe de la desventura"
entre sus compañeros. Este grupo intelectual fue después fue bautizado como
el Grupo Norte. Posteriormente, prosiguió sus estudios en la Universidad
Mayor de San Marcos de Lima, donde siguió la carrera de Derecho. En 1917
conoció al político y literato Manuel González Prada y se convirtió en asiduo
visitante de su casa, y desarrolló inquietudes políticas derivadas del
radicalismo de dicho intelectual. En 1918, fue uno de los que cargó su ataúd. .

Líder estudiantil (1919-1923).


En enero de 1919 integró la comisión universitaria que apoyó la lucha obrera
por el establecimiento de la jornada de las ocho horas de trabajo. Contrario a
la creencia popular, Haya de La Torre no asumió un papel protagónico en el
desarrollo de la huelga, sino que tuvo un pequeño papel de dirigente
estudiantil. Este episodio marcó el inicio de la activa participación de Haya en
la política peruana, que se prolongaría hasta el final de sus días. En octubre de
ese mismo año, fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes del
Perú. Estuvo vinculado con todos los sectores de la sociedad. Encabezó
movimientos a favor de la reforma universitaria en el Perú y las
organizaciones obreras. Participó en el primer Congreso Nacional de
Estudiantes, realizado en el Cusco (marzo de 1920), donde se aprobó el
proyecto de creación de las “universidades populares”, que en 1922 tomaron
cuerpo con el nombre de “González Prada”.

Emprendió numerosas protestas contra el gobierno de Augusto B. Leguía


cuando éste, hacia 1923, empezó a maquinar su perpetuación en el poder
(dicho régimen sería después conocido como el Oncenio). Una de las más
significativas de dichas protestas fue la campaña de oposición a la proyectada
consagración oficial del país al Corazón de Jesús, promovida por el arzobispo
de Lima Emilio Lisson para legitimar al régimen dictatorial. Durante la
protesta callejera murieron un estudiante y un obrero (23 de mayo de 1923), lo
que se convirtió en símbolo de la unidad obrero-estudiantil. La ceremonia de
consagración fue finalmente suspendida por el arzobispo. Luego, Haya editó
la revista radical obrero-estudiantil Claridad, en colaboración con José Carlos
Mariátegui, como “órgano de la juventud libre del Perú” y de las
universidades populares. En octubre de 1923, cuando era profesor del colegio
limeño Anglo-Peruano (hoy Colegio San Andrés) fue apresado y recluido en
el penal de El Frontón, donde se declaró en huelga de hambre; a seis días de la
huelga fue embarcado en el pequeño vapor Negada y deportado a Panamá. .

Destierro. Fundación del APRA.


En Panamá, Haya permaneció dos semanas, para luego dirigirse a Cuba. De
allí pasó a México, invitado por José Vasconcelos, entonces Ministro de
Educación Pública, para que le colaborara como su secretario. Arribó a la
Ciudad de México el 16 de noviembre de 1923. Trabó entonces contacto con
la Revolución mexicana, apreciando los cambios socio-económicos operados
en dicho país.

Se puso en contacto con los estudiantes mexicanos para incentivarlos a


desarrollar una fraternidad estudiantil y laboral a nivel continental. Fue
precisamente en la ciudad de México donde, el 7 de mayo de 1924, fundó la
Alianza Popular Revolucionaria Americana. Como se deduce de su nombre, la
opción política inicial de Haya de la Torre buscaba consolidarse en un
proyecto para toda la llamada Indoamérica.

En una sencilla ceremonia, entregó a los estudiantes de México la bandera de


Indoamérica, ocasión en la que dijo: «Esta bandera que yo os entrego,
flameará primero sobre las soñadoras muchedumbres de la juventud que van
abriendo el camino, y más tarde serán los pueblos los que la agiten en el
tumulto estremecido de sus luchas». Sus fundamentos doctrinarios los
presentó dos años después, en el manifiesto titulado What is the APRA?
(¿Qué es el APRA?) publicado inicialmente en inglés en la revista Labour
Monthly de Londres, en diciembre de 1926, siendo luego traducida al
castellano y reproducida en diversas publicaciones de América Latina. En
dicho documento expone los cinco puntos básicos de la doctrina aprista:
1.- Acción contra el imperialismo yanqui;
2.- Por la unidad política de América Latina;
3.- Por la nacionalización de tierras e industrias;
4.- Por la internacionalización del Canal de Panamá;
5.- Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidos del mundo.

En septiembre de 1924 viajó a Rusia, donde se puso en contacto con la


Revolución rusa de 1917, que sirvió de fuente de inspiración para su
ideología. Viajó también por Suiza, Italia y Francia. En 1925 se estableció en
Inglaterra, donde, entre los años 1926 y 1927, estudió Economía en London
School of Economics and Political Science y luego Antropología en la
Universidad de Oxford, en la que años después sería profesor (en 1964).

Se dedicó íntegramente a formar un gran movimiento que pudiera representar


a las masas excluidas de la "América India". La Alianza tuvo su primera
“sección” en París (fundada el 22 de enero de 1927) y luego se crearon
comités en Buenos Aires, Ciudad de México y La Paz. El Apra nació como
una fuerza eminentemente antioligárquica y antiimperialista. Estuvo
tempranamente ligado al marxismo pero discrepaba claramente del
comunismo por considerar a este un sistema político totalitario. En 1927
publicó su primer libro, titulado Por la emancipación de América Latina,
donde expuso la doctrina aprista. En mayo de 1928 terminó de escribir su libro
El anti-imperialismo y el APRA, obra que por motivos económicos no saldría
a la luz sino en 1935.

En febrero de 1927 participó en el Primer Congreso Antiimperialista de


Bruselas en el cual planteó la diferencia entre el APRA y el comunismo. En
noviembre de ese año dejó Europa y retornó a América, pasando por Nueva
York antes de volver a México. Luego emprendió una gira por Guatemala, El
Salvador, Costa Rica y, nuevamente, Panamá, siendo impedido de
desembarcar en la Zona del Canal y, antes bien, lo desterraron otra vez hacia
Europa el 16 de diciembre de 1928. Estuvo algún tiempo en Berlín y en otras
ciudades del viejo continente hasta junio de 1931. En el ínterin, cayó el
gobierno de Leguía (agosto de 1930) y en Lima fue fundado el Partido Aprista
Peruano, como “sección peruana” del APRA (21 de septiembre de 1930). .

Retorno al Perú. Candidato presidencial en 1931.


Luego de haber vivido en el exilio como consecuencia de su lucha en contra
del Oncenio de Leguía, Haya de la Torre volvió al Perú, al haber sido
postulado como candidato presidencial en las elecciones generales de 1931
por el entonces joven Partido Aprista Peruano. Llegó primero a Talara (12 de
julio de 1931), fue recibido en su ciudad natal (25 de julio) y finalmente
ingresó a Lima (15 de agosto), donde ante una inmensa multitud reunida en la
Plaza de Acho, expuso el programa mínimo de su partido, en la que enfatizaba
la intervención del Estado en la economía (23 de agosto). La campaña aprista
introdujo medios nunca antes vistos en las elecciones en el Perú: pintas
callejeras en todas las ciudades del país; candidatos llamados por sus nombres
—"Víctor Raúl", "Luis Alberto", etcétera—; inclusión de los no votantes —
JAP (Juventud Aprista), CHAP (Chicos Apristas)—; himno propio, que
sobreponía la letra a la música de la Marsellesa francesa —la Marsellesa
aprista—; una bandera para el partido que identificara a los partidarios;
partidarios llamados "compañeros" alzando pañuelos blancos, y el famoso
"seasap" ("Sólo el APRA salvará al Perú"). Se inició dentro del partido una
especie de culto a la figura de Haya, que era a la vez "Víctor Raúl", "el jefe",
"el guía" y "el maestro".

Según el Tribunal Electoral que dirigió esta elección, Víctor Raúl ocupó el
segundo lugar por detrás de Luis Miguel Sánchez Cerro (Unión
Revolucionaria); sin embargo, Haya de la Torre y el APRA nunca
reconocieron los resultados oficiales ni al nuevo gobierno. .

La revolución aprista de Trujillo (1932).


El gobierno de Sánchez Cerro se mostró autoritario y represivo. Haya de la
Torre fue apresado. Las protestas populares aumentaron por todo el país.11 En
la ciudad de Trujillo se produjo un fallido levantamiento armado aprista que
desencadenó en enfrentamientos entre el pueblo aprista y la fuerza armada. La
insurrección fue duramente reprimida, cientos de apristas fueron detenidos y
un número indeterminado fue fusilado en las ruinas peruanas de Chan Chan
(en las afueras de Trujillo). La llamada "revolución de Trujillo", como la
conocen los apristas, fue paralela a otros movimientos revolucionarios en
diversos puntos del país (como en Huaraz y Huari).

La Constitución de 1933 proscribía a todo partido internacional. Basándose en


esto e invocando que la nación se encontraba en peligro, el gobierno declaró
ilegal al Partido Aprista en 1932. Sin embargo, el Presidente fue asesinado con
varios disparos a quemarropa el 30 de abril de 1933 en el Campo de Marte de
Lima. El autor del magnicidio fue un militante aprista llamado Alejandro
Mendoza Leyva, que fue victimado en el acto, aunque no se pudo sindicar a la
dirigencia aprista como autora intelectual del crimen, por falta de pruebas. .
La gran clandestinidad (1933-1945).
Tras la muerte de Sánchez Cerro asumió el poder el general Óscar R.
Benavides, quien quiso ensayar una política de “paz y concordia”. Haya fue
liberado el 10 de agosto de 1933, los demás presos apristas salieron también
de las cárceles y muchos otros regresaron del destierro. Pero esta apertura no
duraría mucho. A raíz de la conspiración aprista de El Agustino, en noviembre
de 1934, el gobierno reinició la persecución antiaprista. Se inició así, para
Haya y sus partidarios, la etapa de “la gran clandestinidad”, la cual sólo
concluiría, de manera oficial, en 1945 (para arreciar nuevamente entre 1948 y
1956, bajo el Ochenio de Manuel Odría).

En las elecciones de 1936, el entonces clandestino APRA apoyó a Luis


Antonio Eguiguren quien resultó electo; sin embargo, el Congreso invalidó la
elección aduciendo que los votos a favor de Eguiguren provenían de militantes
de un partido proscrito, argumento inaudito, aún más si se tiene en cuenta que
el voto era secreto. .

El Frente Democrático Nacional (1945-1948).


Es en 1945 cuando el APRA volvió a la legalidad al participar en la coalición
del Frente Democrático Nacional (FDN). Haya de la Torre y el mariscal Óscar
R. Benavides se pusieron de acuerdo para lanzar como candidato a la
presidencia por el FDN al jurista arequipeño José Luis Bustamante y Rivero.
El 20 de mayo de 1945, Haya reapareció en público, tras diez años de estar en
la clandestinidad, ocasión en la que pronunció su “Discurso del Reencuentro”,
ante una multitudinaria concentración de sus partidarios en la Plaza San
Martín.

Las elecciones generales se celebraron el 10 de junio y en ellas triunfó el


FDN, resultando así elegido Bustamante y Rivero como Presidente
Constitucional de la República. Gracias a su triunfo electoral, Haya y el
APRA controlaban la bancada del Frente y el Legislativo en su conjunto;
desde allí, lograron aprobar diversas medidas a favor del pueblo peruano,
además de exigir mayor celeridad para las reformas que Bustamante intentaba
detener. Hicieron vigorosa presión para lograr sus objetivos, provocando la
reacción de la derecha lo cual originó una etapa de desgobierno y anarquía que
puso en jaque al régimen. Ante esto, la bancada oficialista no aprista inasistió
al Legislativo provocando su receso. Se produjeron levantamientos en todo el
país, incluyendo el aprista realizado en el Callao. Bustamante se vio obligado
a gobernar mediante decretos leyes y a proscribir nuevamente al APRA
mientras la oligarquía tocaba la puerta de los cuarteles. Finalmente, todo esto
desembocó en el golpe de Manuel A. Odría, digitado por el poder económico.
Sobrevino entonces, una vez más, la represión antiaprista. .

Asilo en la embajada de Colombia (1949-1954).


Haya de la Torre fue perseguido y Bustamante, deportado. Haya se refugió en
la embajada de Colombia en Lima en la que estuvo sesenta y tres meses
asilado puesto que la dictadura odriísta se negaba a otorgar el salvoconducto
para que saliera del país, situación que se constituyó en un importante caso de
referencia en el Derecho Internacional. .

En 1954, Haya fue autorizado a salir del Perú gracias a la presión


internacional –era amigo de diversos personajes, como Albert Einstein–, y
publicó un artículo en la revista Life donde empezó a esbozar el
"antiimperialismo democrático sin imperio". Es en ese momento, según
algunos analistas, que el Apra abandona sus banderas primigenias y tiene un
viraje conservador. .

La convivencia (1956-1962).
Recién en 1956, los tres principales candidatos presidenciales aseguraban la
vuelta a la legalidad del partido aprista; en virtud de este ofrecimiento, Haya
de la Torre apoyó inicialmente a Hernando de Lavalle y más tarde a Manuel
Prado y Ugarteche, símbolo del poder económico, que gracias a este apoyo
resultó triunfador. Fue cuando el país vivió una megacoalición que sustentó al
segundo gobierno pradista: el mismo Manuel Prado y Ugarteche, Víctor Raúl
Haya de la Torre, Manuel A. Odría, Pedro G. Beltrán, Eudocio Ravines y Julio
de la Piedra. Fue, pues, "un régimen al cual ha sostenido con probada lealtad y
decisión el Partido Aprista Peruano". Con ello, Haya y su partido —en sus
inicios claramente antioligárquicos— sustentaron así, un régimen claramente
oligárquico, probablemente con la esperanza de llegar al poder por vía legal y
ya en ejercicio de este, hacer las reformas convenientes. Años más tarde,
consultado por Julio Cotler sobre el asunto, Haya respondió que "había
juzgado mal la situación y que pensó que la oligarquía tenía más fuerza de la
que realmente tenía". .

Candidato presidencial en 1962 y 1963.


En las elecciones generales de 1962 se lanzó por segunda vez como candidato
presidencial, esta vez por la "Alianza Democrática", que agrupaba al Partido
Aprista —el viejo partido de izquierda— con el Movimiento Democrático
Pradista —que representaba a los mayores sectores del poder económico—.
Haya obtuvo 558,237 votos frente a los 534,824 de Fernando Belaúnde Terry
(Acción Popular) y a los 48,404 del expresidente Manuel Odría (Unión
Nacional Odriísta). Como no obtuvo el porcentaje necesario para ser
proclamado presidente, la elección iba a ser decidida por el Congreso a
instalarse el 28 de julio, tal y como lo establecía la Constitución de 1933.
Aparentemente, las Fuerzas Armadas del Perú temían que Haya llegara al
poder y acudieron a Palacio para informar de su contrariedad; informado de
esto por el presidente Prado, Haya habría tratado de efectuar una alianza con
Fernando Belaúnde pero llegaron a un punto muerto, con lo que sólo pudo
consolidar una con Manuel A. Odría por la que cedería los votos apristas al
odrísmo. Las Fuerzas Armadas denunciaron fraude en diez departamentos y se
pronunciaron también en contra del virtual presidente Odría (y no contra
Haya, según posición del historiador Percy Cayo Córdoba). Finalmente, el 18
de julio se produjo el primer golpe institucional de las FF.AA., encabezado
por el general Ricardo Pérez Godoy, que derroca el gobierno de Manuel Prado
y Ugarteche, declara nulas las elecciones e instala una junta militar de
gobierno. El golpe fue respaldado por Acción Popular y tardíamente por el
APRA. Ya en las elecciones generales de 1963, ganó Fernando Belaúnde
Terry con 39% frente al 34% de Haya. .

La coalición apro-odriísta (1963-1968).


Durante los años del gobierno de Belaúnde, Haya y su partido se mantuvieron
en la oposición junto a Manuel Odría, formando la coalición APRA-UNO, la
que por su número controlaba el Legislativo y se oponía fuertemente al
belaundista. Se opusieron a las medidas propuestas por el gobierno,
provocando que la primera ley de reforma agraria tuviese un alcance mínimo:
el Parlamento declaró inafectables las explotaciones 'eficientes' y dedicadas a
los cultivos de exportación, decidió que las afectaciones en las áreas atrasadas
fueran supervisadas por una oficina del Legislativo y recortó sistemáticamente
los recursos destinados a los bonos gubernamentales de pago por las
expropiaciones; la primera Reforma Agraria sólo expropió el 3% de las tierras
expropiables y benefició sólo a 13 500 familias. Asimismo, el Congreso
Nacional de mayoría APRO-odriísta, censuró seis gabinetes y casi cien
ministros del gobierno de Fernando Belaunde. .

Presidente de la Asamblea Constituyente (1978-1979).


Tras la llegada del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, los partidos
políticos –entre ellos el APRA– son proscritos y perseguidas sus bases
populares. No obstante, en 1970, en el Día de la Fraternidad, reclamó la
paternidad intelectual de las reformas que realizaban los militares, protestando
porque estos no reconocían la deuda intelectual que le tenían: "Debemos estar
insatisfechos porque no es manera, aceleradamente y furtivamente, de llevar
esas ideas adelante y de esconderlas, sobre todo ocultando su origen y
procedencia".

Haya de la Torre encabezó la presión popular ejercida contra el gobierno de


Francisco Morales Bermúdez para que los militares volvieran a sus cuarteles y
se restituyera la democracia. Una Asamblea Constituyente había sido
anunciada el 28 de julio de 1976 pero las elecciones recién se realizan en
1978. El Partido Aprista tuvo la primera mayoría, seguido del Partido Popular
Cristiano. Haya de la Torre fue elegido con la más alta votación como
diputado constituyente y fue designado unánimemente para ejercer la
presidencia de la Asamblea Constituyente. En un acto simbólico, su sueldo
por el ejercicio del cargo fue de solo 1 sol de oro. El mismo día de la
instalación de la asamblea, Haya de la Torre marcó su clara independencia con
respecto al régimen militar:

"Esta Asamblea encarna el Poder Constituyente y el Poder Constituyente es la


expresión suprema del pueblo como tal, y el primer Poder del Estado. Este
Poder no admite condicionamientos, limitaciones ni parámetros; no reconoce
poderes por encima de ella misma porque es fruto indiscutido y legítimo de la
soberanía popular. En un día como hoy, hace 157 años, el Perú declaró su
independencia fundándose en la voluntad general de los pueblos; el 28 de julio
de 1978, fundándose en esa misma voluntad general de los pueblos claramente
expresada en las elecciones de junio, sin más limitaciones que las que ella
misma quiera darse, se proclama libre y autónoma. (...) Es obvio que la
búsqueda de armonías y coincidencias que ofrezcan al texto constitucional un
amplio consenso no significa en modo alguno el abandono de posiciones
ideológicas ni de ideas ni programas; es más, una constituyente resulta
palestra natural para la confrontación de posiciones, un planteamiento político
de diversos caminos; una constituyente no legisla no legisla para un partido ni
para un sector, sino para todo el pueblo. (...) si la defectuosa Constitución de
1933, con un obsoleto estilo y espíritu, es la última constitución del siglo XX;
la que se dicte ahora deberá ser la primera constitución del siglo XXI".
Haya - 28 de julio de 1978.

El 12 de julio de 1979 Víctor Raúl Haya de la Torre firmó la Constitución de


1979 poco antes de su deceso.

Vida privada.
Recientemente, ha renacido el interés por desentrañar la vida íntima del
patriarca aprista. Distintas biografías sobre él se han publicado, al igual que
dos libros que escudriñan en su desconocida vida privada: Las mujeres de
Haya/ Ocho historias de pasión y rebeldía de María Luz Díaz Paredes, y
Llámalo amor, si quieres de Toño Angulo Daneri.

Angulo ha documentado el testimonio del poeta y peruanista francés André


Coyne, estudioso de César Vallejo y César Moro, discípulo y amigo de Haya.
Este, relata que Haya siempre estaba rodeado de jóvenes. Coyne en una
reciente visita al país por el centenario vallejiano confirmó sus declaraciones. .

Sepulcro de Haya de la Torre en Trujillo.


Por otro lado, Díaz examina las relaciones del líder con las principales
mujeres de su vida. Revisa así, la figura de su madre Zoila de la Torre y la de
la hermana de esta, Ana Lucía. Dice el libro: "En 1907 (Ana Lucía) se casó
con el acaudalado industrial chileno Marcial Acharán Smith. Se dice que el
sobrino predilecto (Haya) se molestó con la noticia. El niño Raulito, ya con 12
años de edad, se había enamorado de su tía". Más tarde, se ubica la relación
con Anna Billinghurst, que el APRA se ha encargado de convertir en un
noviazgo pero que Díaz describe como un amor platónico que puede que haya
llegado a algo más con esta señora casada. Dice al respecto el mismo libro:
"Anita parecía un trofeo por disputar. Su belleza y su herencia la hacían
codiciable y estaba en boca de todos. Víctor Raúl ya tendría ideas alborotadas
en su mente. Estaba impactado. Para ella, él era solamente un conocido de
Andrés, así que se las ingenió para tratar de acercársele".32 Además, el
mencionado libro revisa las supuestas relaciones del jefe aprista con Emilia
González Orbegoso, con Alice Hochler y Marilucha García Montero. .

Deceso.
Víctor Raúl Haya de la Torre murió el 2 de agosto de 1979 en la ciudad de
Lima. En su lecho de muerte fue condecorado con la Orden El Sol del Perú, en
el grado de Gran Cruz. En sus funerales, estuvieron presentes varios líderes
del partido, entre ellos Luis Alberto Sánchez Sánchez, Ramiro Prialé, Andrés
Townsend, Javier Valle Riestra y Armando Villanueva, así como una enorme
multitud, que acompañó el traslado de sus restos desde Lima hasta su ciudad
natal. Fue enterrado en el Cementerio General de Miraflores de la ciudad de
Trujillo. Su ataúd reposa debajo de una gran roca con la frase "Aquí yace la
luz". .

Pensamiento.
Haya de la Torre corresponde a uno de los procesos ideológicos más
particulares, evolutivos y complejos de la historia del Perú. El conjunto de sus
escritos, pronunciamientos y posiciones hacen de él un personaje heterogéneo
e incluso contradictorio, su mensaje se ha prestado a distintas y diversas
interpretaciones. Según conceptos generales apristas, Haya aplicó el
materialismo histórico a la revisión de la historia y condiciones objetivas de
Latinoamérica, deduciendo de ello una teoría original de la acción política
para conducir dichas sociedades hacia el socialismo; en el plano teórico su
pensamiento, aunque cercano al marxismo en un principio, resultará diferente
y aún contrario del leninismo respecto a la estrategia socialista en sociedades
coloniales o periféricas.

Haya postula que el imperialismo es la máxima expresión del capitalismo, que


es, a su vez, el modo de producción económica superior a todo lo que el
mundo conocía. En virtud de lo cual, concluye que el capitalismo es una fase
inevitable en el proceso de civilización contemporáneo. El capitalismo, según
Haya de la Torre, no será eterno y tiene contradicciones dentro de sí que
terminarán finalmente con él pero, para que eso suceda, debe evolucionar
completamente, esto es, existir y madurar. El proletariado de los atrasados
países latinoamericanos es demasiado joven como para hacer la gran
revolución que supere al capitalismo.

Sigue indicando que el imperialismo es la última fase del capitalismo en los


países desarrollados, pero en los subdesarrollados, como los es el Perú, es la
primera fase. En estos países, no se trata de una etapa de industrialización
avanzada sino de explotación de materias primas, porque es el tipo de
producción que le interesa hacer allí al mundo desarrollado del que vienen los
capitales imperialistas; no a los ciudadanos de estos países. Por esta causa,
dice, su desarrollo inicial es lento e incompleto. De esta manera, el problema
de la América es político: cómo emanciparse del yugo del imperialismo sin
retrasar su progreso. En tanto se trata de América y no de Europa, en tanto
llegó al capitalismo por el imperialismo, tiene que adoptar una aptitud de
enfrentamiento del problema que sea propia.

Víctor Raúl estima que serán las tres clases oprimidas por el imperialismo las
que harán avanzar esta etapa de la sociedad: el proletariado industrial joven, el
campesinado y las clases medias empobrecidas. Con la alianza de estas clases
en el poder, el Estado ya no será instrumento del imperialismo sino defensor
de las clases que represente. Así, tomarán de los países desarrollados lo que
les interese y negociarán con estos de igual a igual, no sometidos, porque se
necesitan mutuamente.

Haya de la Torre tiene una visión americanista de hacer política. Cree que lo
que el llama "Indoamérica", tiene que integrarse y luchar en conjunto para
avanzar. Por ello su partido tiene un nombre en el que figura el concepto de
alianza americana. En síntesis, dice que hay que crear la resistencia
antiimperialista en América y darle forma de organización política. Esto es lo
que Haya considera que debe ser el Apra.

En la actualidad las reinterpretaciones y análisis del "hayismo" desde dentro y


fuera del Partido Aprista son cada vez mayores. Obviamente, la obra reciente
más destacada sobre el asunto corresponde a la autoría del actual líder del
PAP y ex Presidente del Perú, Alan García Pérez. García ha publicado
recientemente La revolución constructiva del aprismo/Teoría y práctica de la
modernidad (Lima, 2008); el libro esboza una historia ideológica del APRA
con vistas a explicar la actual perspectiva del aprismo de este tiempo y su
expresión gubernamental. La obra pretende mostrar a un Haya de la Torre
concurrente con un proceso de maduración intelectual y política; explica,
además, que durante el período 1970-1990, el Apra "resultó más velasquista
que hayista". García dice que su partido cometió un error al interpretar la
revolución militar como la "realización de lo que había propuesto el Apra
desde 1931", lo que los habría llevado a que "adoptaran como propias las
estatizaciones, el modelo colectivista en la agricultura y el manejo estatal del
comercio de muchos servicios y bienes", lo que eran conceptos "totalmente
ajenos a la ideología de Haya y su trabajo dialéctico". La tesis de García ha
sido rebatida, o por lo menos discutida, por diversos intelectuales peruanos
como Hugo Neira, Sinesio López, Nelson Manrique y Martín Tanaka.

Obras
Dos cartas de Haya de la Torre (1923)
Por la emancipación de América Latina (Buenos Aires, 1927)
Ideario y acción aprista (Buenos Aires, 1930)
Teoría y táctica del aprismo (1931)
Impresiones de la Inglaterra imperialista y la Rusia soviética (Buenos Aires,
1932)
El plan del aprismo (Guayaquil, 1932)
Construyendo el aprismo (Buenos Aires, 1932); Política aprista (1933)
¿A dónde va Indoamérica? (Santiago de Chile 1935, 1936 y 1954)
El anti-imperialismo y el APRA (Santiago de Chile, 1936, y varias ediciones
posteriores)39
Ex-combatientes y desocupados (Santiago de Chile, 1936)
La verdad del aprismo (1940)
La defensa continental (Buenos Aires 1942; Lima, 1946)
Cartas a los prisioneros apristas (1946)
¿Y después de la guerra, qué? (1946)
Espacio-tiempo-histórico (1948)
Treinta años de aprismo (México, 1956)
Mensaje de la Europa nórdica (Buenos Aires, 1956)
Toynbee frente a los problemas de la Historia (Buenos Aires, 1957). .

Legado.
Haya de la Torre dejó un gran legado en la historia de la política peruana.40
Sus pensamientos que llevaron a la fundación del Partido Aprista, mantiene
una inusitada vigencia, siendo el APRA es el partido vivo más antiguo del
Perú. Y sus ideas influyeron significativamente en históricos partidos social
demócratas de otras naciones latinoamericanas como Acción Democrática de
Venezuela.

Algunas de sus frases han quedado en la cultura popular:

"¡Ni con Washington ni con Moscú, sólo el Aprismo salvará el Perú!"


"¡Pan con Libertad!"
"Joven, prepárate para la acción y no para el placer."
"El que sabe poco, aprende, el que sabe mucho, enseña."
"Canta y haz cantar, que el canto es de hombres libres y optimistas."
"Fe, Unión, Disciplina y Acción."
Cada 22 de febrero los miembros del Partido Aprista, se reúnen, celebran y
conmemoran el día del nacimiento de su líder que es también su Día de la
Fraternidad. La bandera de los Estados Unidos de Indoamérica que él creó ha
servido de inspiración para la bandera de la Unión de Naciones
Sudamericanas.

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