DIOS EL HIJO Encarnacion
DIOS EL HIJO Encarnacion
DIOS EL HIJO Encarnacion
Encarnación.
Es un acto de humillación por el cual Jesucristo siendo Dios se hizo hombre de carne y
hueso (Juan 1:14)
También es evidente que Jesucristo nunca dejo de ser Dios. Desde el bautismo,
cuando el Padre declaró: Tu eres mi Hijo amado, Mr. 1:11, en ningún momento el
Señor perdió la conciencia de su dignidad como el Enviado del Padre, pues lo afirmaba
a amigos (Jn. 14: 6-11) y a enemigos (Mr. 14:62). Sin embargo, la maravilla de la
encarnación, es que Dios, el Hijo, también fue plenamente hombre.
En ese sentido, vemos que su encarnación fue total. Se despojó de su gloria y de la
forma de Dios (Fil. 2: 6-8). El Omnipresente se limitó al cuerpo del carpintero de
Nazaret. El Omnisciente tuvo que aprender la ley en la escuela de la sinagoga e
ignoraba lo que el Padre no le había revelado (Mr. 13:22). El Omnipotente sufrió fatiga,
hambre y sed, y finalmente la flagelación y crucifixión. El Santo de Israel “fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero son pecado” (Heb. 4:15).
En esa misma línea Juan 1:1 declara: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios. Que Cristo, quien era uno con Dios y era Dios desde toda la
eternidad, se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn. 1:14). Cristo como Dios fue eterno
y nunca creado (Heb. 1:1-3; 2:14-18)
Asimismo, Pablo declara que Cristo, quien era en forma de Dios, tomó sobre sí mismo
la semejanza de hombre (Fil 2: 6-7) Pablo afirma que Jesús ha sido Dios por toda la
eternidad. En todo sentido, Jesús es igual a Dios y así lo afirmó siempre durante su
ministerio terrenal (Jn. 5:18; 10:33, 38; 14:9; 20:28; Heb. 1:1-3)
También, Dios fue manifestado en carne (1ª Tim. 3:16) es una referencia clara a
Cristo, quien manifestó al Dios invisible a la humanidad (Col. 1:15; Heb. 1:3) y Él, quien
fue la total revelación de la gloria de Dios, fue la exacta imagen de su persona.
También Lucas presenta el hecho histórico de su encarnación, así como ambos su
concepción y nacimiento (Lc. 1:26-38; 2:5-7)
De igual manera, la Biblia presenta muchos contrates, pero ninguno más sorprendente
que aquel que Cristo en su persona debería ser al mismo tiempo verdadero Dios y
verdadero hombre. Las ilustraciones son muchas.
Ejemplos:
De igual manera, aunque había existido desde la eternidad (Jn. 8:58) Él creció en
edad, como crecen todos los hombres (Lc. 2:40), sufrió la tentación (Mt. 4:1), como
Dios, no podía ser tentado. Se limitó a sí mismo en su conocimiento (Lc. 2:52), aun
cuando Él era la sabiduría de Dios.
Igualmente, a su humillación por la cual fue hecho un poco menor que los ángeles
(Heb. 2:6-7) Él dice: Mi Padre es mayor que yo (Jn. 14:28); y yo, y el Padre somos uno
(Jn. 10:30), y el que me ha visto a mí, ha visto al Padre (Jn. 14:9), Él oraba (Lc. 6:12),
y Él contestaba las oraciones (Hch. 10:31).
También, lloró ante la tumba de Lázaro (Jn. 11:35), y resucitó a los muertos (Jn. 11:43)
Él pregunto ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? (Mt. 16:13); y no
tenía necesidad de que nadie les diese testimonio del hombre, pues Él sabía que lo
había en el hombre (Jn. 2:25)
Igualmente, cuando estaba en la cruz exclamó: Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has
desamparado? (Mr. 15:34) pero el mismo Dios quien así clamó estaba en aquel
momento en Cristo reconciliando al mundo (2ª Co. 5:19). Él es la vida eterna, sin
embargo, murió por nosotros. Él es el hombre.
Además, Él vivió su vida terrenal como humano y en la esfera espiritual divina. A pesar
de su humanidad nunca puso límite de ningún modo, a su ser divino, ni le impulsó a
echar mano de sus recursos divinos para suplir sus necesidades humanas. Él tenía el
poder de convertir las piedras en pan a fin de saciar su hambre; pero jamás lo hizo.
EL HECHO DE LA HUMANIDAD DE CRISTO.
2. Cada tipo y profecía del A.T concerniente a Cristo, anticipa el advenimiento del
Hijo de Dios en su encarnación.
- Por el hecho de que poseía cuerpo, alma y espíritu humanos (Mt. 26:38;
Jn. 13:21; 1ª Jn. 4: 2,9)
1. Cristo vino al mundo para revelar a Dios ante los hombres (Mt. 11:27; Jn. 1:18;
14:9; Rom. 5:8; 1ª Jn. 3:16). Por medio de la encarnación, el Dios, a quien los
hombres no podían comprender, se revela en términos que sean accesibles al
entendimiento humano.
2. Cristo vino a revelar al hombre, Él es el hombre ideal para Dios, y como tal, se
presenta como un ejemplo para los que creen en Él (1ª P. 2:21), aunque no para
los inconversos, pues el objeto de Dios encuanto a ellos no es meramente
reformarlos, sino salvarlos.
3. Cristo vino a ofrecer un sacrificio por el pecado. Por esta causa, Él da alabanza
por su cuerpo a Dios, y esto lo hace en relación con el verdadero sacrificio que
por nuestro pecado Él ofreció en la cruz (Heb. 10: 1-10).
4. Cristo se hizo carne a fin de destruir las obras del diablo (Jn. 12:31; 16:11; Col.
2: 13-15; Heb. 2:14; 1ª Jn. 3:8).
5. Cristo vino al mundo para ser “misericordioso y fiel, sumo sacerdote en lo que a
Dios se refiere” (Heb. 2:16-17; 8:1; 9:11-12, 24)
6. Cristo se hizo carne para poder cumplir el pacto davídico (2ª S. 7:16; Lc. 1:31-
33; Hch. 2:30-31,36; Rom. 15:8) Él aparecerá en su cuerpo humano glorificado y
reinará como Rey de reyes y Señor de señores, y se sentará en el trono de
David su padre (Lc. 1:32; Ap. 19:16)
7. Por medio de su encarnación, Cristo llego hacer “cabeza” sobre todas las cosas
y de la iglesia, la cual es la nueva creación, o sea, la nueva raza humana
(Ef. 1:22). En la encarnación, el Hijo de Dios tomó para sí, no solamente un
cuerpo humano, sino también un alma y un espíritu humanos.
CONCLUSION
El Cristo que es el Hijo Eterno, Jehová Dios, fue también el hijo de María, el niño de
Nazaret, el Maestro de Judea, el huésped de Betania, el Cordero del Calvario, y un día
se manifestará como el Rey de gloria, así como ahora es el Salvador de los hombres,
el Sumo Sacerdote que está en los cielos, el Esposo que viene por su iglesia.