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CONSPIRA

36 TEORÍAS CONSPIRATIVAS
CONSPIRA
36 TEORÍAS CONSPIRATIVAS

Manuel Esteban Espitia


Director creativo

Michael Martínez
Obra de portada

Diana Pareja / Mireaver VJ


Dirección de arte y visuales

Andrea Vergara G.
Prólogo y cuidado de textos

Andrés Pascuas Cano


Andrea Vergara G.
Dirección editorial

Nueve Editores
Diseño y maquetación

Primera edición digital, julio 2020

www.nueveeditores.com

Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley,


la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o
procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático,
el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización
previa y por escrito de los titulares del copyright.
NUEVE EDITORES

36 teorías conspirativas

Toda vida es historia y experiencia. Algunas


historias se narran por años, otras por sucesos o
alegrías, algunas por tristezas. Cada una tendrá sus
particularidad pero aún así todas harán parte de la
extensa bilioteca que es la naturaleza humana. Este
año bisiesto de 2020 ha insertado un nuevo personaje
en el guión de nuestras vidas que nos ha hecho mirar
el mundo desde una pantalla a modo de pecera.
Varias emociones han transitado por nuestro cuerpo
y nuestra mente, y se han convertido en un revoltillo
a veces inmanejable del que nos deshacemos un poco
lanzando de vez en cuando un improperio o haciendo
eco del improperio del otro, o vaciando nuestras
voces y nuestras miradas. Este habitante del mundo
que han tratado de definir con imágenes, teorías y
suposiciones, se ha esparcido silencioso y generoso
por el mundo y sus anchuras, mientras cada uno de
nosotros espera en su casa un no sé qué, un no sé
cuándo, un no sé dónde.

·4·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Y en medio de la certeza de la gran


incertidumbre que nos acompaña, en esa intemperie
en la que se ha convertido hasta nuestra propia casa,
la palabra se ha hecho carne para poder dar cuenta
de esta circunstancia; se ha hecho claridad para poder
entendernos a nosotros mismos o al otro –o, en el
mejor escenario, soportarnos y soportar el vaivén de
este barco–.
Con esta selección de 36 textos inspirados
en la pandemia y en teorías conspirativas sobre el
virus, Nueve Editores reúne sentires y pensares
sobre la realidad o la ficción que vivimos, y se une a la
convicción de que, en medio de la oscuridad que nos
acompaña, una luz se expande través de la creación
literaria y del arte.

Nueve Editores
“Tú escribe, nosotros publicamos”

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NUEVE EDITORES

ÍNDICE

01. “Fase B en Wuhan” por Marcelo Medone 8


02. “covidvisualizer.com” por Juan Felipe Albán 14
03. “Virus infernales” por Claudia Elisa Saquicela 20
04. “La cura” por Ríchard José Sosa Villegas 25
05. “La realidad es relativa” por Maurilio Alvarado 32
06. “El virus y el poema” por Diana Carolina Gutiérrez Montoya 38
07. “Sin timón y en el delirio” por Fabián Camilo Sevilla Granados 43
08. “Siguiendo las luces…” por Elizabeth Blandín 50
09. “Gran caos” por Rusvelt Julián Nivia Castellanos 57
10. “La mortandad de los diabéticos” por Jose Ignacio Estupiñan 60
11. “Brote de risa” por Manuel Esteban Espitia Benavides 66
12. “Plantas de sombra” por Yeni Zulena Millán Velásquez 73
13. “¿Nueva humanidad?” por Jesús María Ludi 78
14. “Autosabotajes para el día después” por John Jairo Quitian 85
15. “En nombre del amor” por Iliana Hernández Arce 89
16. “Tabaco” por Ismael Alexander Rodríguez Rosales 92
17. “Nos cuesta encontrarnos” por Tahis Urdaneta De Gouveia 97
18. “COVID, pandemia o ignorancia” por Jose Gabriel Alfaro 101
19. “Nada nuevo bajo el sol” por Alberto Isaac Gutiérrez 106

·6·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

20. “Indómito” por Anthony Montoya 114


21. “De pájaros y fósforos” por Vanessa Rojas Plaza 121
22. “El terror del miedo” por Diana Cecilia Pino Zapata 128
23. “¿Qué vendrá después?” por Jorge Alfredo Chaparro 132
24. “Trillado (Tú Conspiración)” por Sandra María Beatriz Soler 137
25. “La imperfección en el tapiz” por Catalina Villegas Burgos 144
26. “La cura” por Alejandra González Hernández 150
27. “Poema 92” por EMMA LUZ 154
28. “Eliminación” por Madeleine Geraldine Quicaño 157
29. “La cosa que estaba en la pared” por Juan Manuel Montes 164
30. “Paranoicaconspiranoica” por Wendy Carolina Vargas 171
31. “Tercera Fase” por María Cristina Gaviria Castro 178
32. “El concursante” por Juan Pablo Camacho Cely 186
33. “Conspirando” por Yeimmy Milena Zuluaga 194
34. “Plandemia:
la zombificación de la humanidad” por Jacqueline Rojas 200
35. “26 de junio, 2019” por Leandro Hernández Arroyave 205
36. “Frutos de mi cerebro
(Claustrofobia, Sicosis, Tapabocas)” por Orlando Buitrago López 211

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NUEVE EDITORES

·8·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Marcelo Medone


Seudónimo: Null
Ciudad y país: Buenos Aires, ARGENTINA
Título: “Fase B en Wuhan”

Perfil: (Buenos Aires, 1961) Médico pediatra, escritor


y guionista. Sus textos de narrativa y poesía han sido
premiados en varios certámenes internacionales y han
sido publicados tanto en papel como en digital, tanto
en forma independiente como en antologías, en blogs,
revistas y ediciones de Argentina, Uruguay, Brasil,
Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela,
Honduras, México, Canadá, España, Francia y África.

·9·
NUEVE EDITORES

FASE B EN WUHAN

O ctubre de 2019. Otoño en Wuhan, China.


El individuo, enfundado en una gabardina
oscura, bufanda de lana, guantes de abrigo y un
sombrero encapotado que apenas deja ver su rostro
cetrino de ojos rasgados, se cuela en la parte posterior
de un puesto de venta de animales exóticos en el
mercado “húmedo”, en el momento de mayor actividad
y caos, al mediodía. Se acerca a un grupo de jaulas
donde cerdos, perros callejeros y varios animales
silvestres capturados se hacinan y sufren, a la espera
de ser sacrificados por su carne, sus huesos y sus
pezuñas. Observa rápidamente a su alrededor que no
haya ojos testigos y saca de un bolsillo una jeringa de
brillante metal. Desenfunda la aguja y le inyecta una
dosis en el cuarto trasero a un cerdo rollizo, que lanza
un gruñido de dolor. Luego, hace lo mismo con otros
tres cerdos, una pareja de puercoespines, un par de
civetas y uno de los perros, apenas un cachorro: sabe
que la carne de una cría de mamífero es más codiciada.
De inmediato, se retira tan sigilosamente como llegó.

· 10 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

En los próximos días, repite este procedimiento


en otros puestos del mercado, inyectando a más
cerdos y perros pero también a cocodrilos, serpientes
y pangolines. El último día, llega al mercado un
cargamento con una docena de murciélagos vivos.
Usa las últimas jeringas para inocular a todo el lote.
No quiere correr el riesgo de quedarse corto en su
tarea.
Cuando regresa a su hotel, saluda al encargado
con un gesto de la cabeza. El hombre le responde
con un gesto similar y le pregunta, en un mandarín
cerrado:
—Señor Nguyen, ¿va a seguir ocupando la
habitación?
El visitante mueve levemente los labios,
sin pronunciar palabra, pero el encargado recibe
directamente en su cerebro la respuesta en su propio
idioma, como si fuera enunciada en voz alta:
—No, señor Chén. En un rato me retiro.
Quédese con el resto del adelanto, en recompensa por
un servicio eficiente y discreto.
El señor Chén hace una reverencia servil y
sonríe con una sonrisa de pocos dientes. Mientras
que el misterioso visitante se dirige a su habitación,
le hace señas a su señora de que lo siga. La mujer
tiene por costumbre controlar que no se lleven nada
a último momento y de paso obtener alguna propina
adicional.

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NUEVE EDITORES

El hombre de la gabardina oscura entra a


su habitación y se saca el sombrero, la gabardina,
los guantes, el saco y la camisa. Se mira en el sucio
espejo de encima de la cómoda: está demacrado, con
los ojos achinados y de pupilas estrelladas hundidos,
las diminutas orejas y nariz rígidas y adoloridas
por el frío. Se pasa una mano de cuatro dedos por
su reluciente calva verde, infla su pecho erizado
de espinas y piensa que es la última vez que acepta
este tipo de encargos. No soporta el frío extremo de
China, ni el aire enrarecido con tanto oxígeno y falto
de metano. Lo peor de todo es el repulsivo hedor de
los seres humanos.
Está por cambiarse de ropa cuando siente a
sus espaldas los diminutos pasos de la señora Chén,
que lo mira estupefacta por su aspecto notoriamente
alienígena. Antes de que pueda pegar un grito, extiende
uno de sus dedos y le dispara un estilete metálico que
le impacta en medio de la frente, dejándola a la pobre
mujer clavada con los ojos abiertos en una expresión
de horror congelada contra la puerta del viejo ropero
de madera descascarada.
El ahora homicida termina de vestirse con un
nuevo juego de ropas anónimas, toma su dispositivo
portátil de comunicación y envía un informe mental
actualizado. En minutos, lo pasarán a buscar para
alejarse de Wuhan, de China y del planeta Tierra.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Dentro de una década, cuando el virus que ha


diseminado se haya convertido en la peor pandemia
de la historia reciente de la humanidad, los primeros
colonos de Kapteyn b podrán instalarse prácticamente
sin resistencia por parte de los terrícolas, diezmados
y debilitados al borde de la extinción global. Entonces
comenzará la nueva etapa de kapteynización de la
tierra, liberando las fuentes oceánicas de metano,
calentando aún más el planeta hasta llegar a la
agradable temperatura de la ebullición del agua.
Hacía años que venían manipulando el calentamiento
global, lo que era la Fase A de su plan a largo plazo. Ya
se ha puesto en marcha la Fase B, la del exterminio.

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NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Juan Felipe Albán


Seudónimo: Pipito
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “covidvisualizer.com”

Perfil: Excepcional lector de libros viejos; me gusta


jugar con las palabras.

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NUEVE EDITORES

covidvisualizer.com

L os países que más visito en covidvisualizer.


com son: EE. UU, para ver cuándo llega
a los cien mil muertos (debo confesar que no sé en
qué momento me convertí en esta clase de sicario
pandémico). Esto lo hago, asumo, con la finalidad
última de opinar (libremente) que Trump es un
imbécil.
Inmediatamente viajo a España, país que causó
revuelo en un principio pero que hoy solo (ojo con ese
“solo”) registra 27 mil muertos. Seamos sinceros, ya
no morirán 800 personas en un día. Ya no tendremos
que ver esto.
Después paso a Italia, donde la crisis se
mantiene, aunque en menor medida. Aquí, incluso,
hago un zoom en la región norte y me imagino a
algunos viejos elegantes sufriendo.
Posteriormente vuelo a Rusia. Sin motivación
alguna, es cierto, lo hago porque es la contraparte de
EE. UU y, bueno, EE. UU es el primero. Hay que ver en
qué va “el otro”; además porque sospecho levemente

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

(no porque yo sea capaz de sospechar esto) que no


registra sus muertos como debe. Inmediatamente me
pregunto, no sé por qué, ¿cómo estará Venezuela?, y
me pego el viaje hasta allá.
Una vez en Venezuela reviso sus cifras y
no encuentro nada significativo. Simplemente no
registran, me digo, pero después pienso: ¿ quién iba
a llevar el virus a Venezuela? Si a Venezuela no quiere
ir nadie. ¡La gente se va de allá! Después hago un
pequeño análisis superficial sobre los excesos de la
extrema derecha y la extrema izquierda, y con poco
entusiasmo hago una visita exprés al continente
africano.
Oprimo aleatoriamente algunos países que no
sabía que quedaban allí, reviso, me digo que no tienen
tantos contagios, y después visito Sudáfrica que,
aunque no tiene tantos, sí tiene más que Colombia.
Entonces vengo a Colombia, veo el número que está
en el portal y me doy cuenta de que todavía no lo han
actualizado. Justo en ese momento viajo de vuelta a
África, voy un poco más arriba, y paso por los Emiratos
Árabes. Una vez estoy ahí tomo impulso y visito la
India.
La India me preocupa pero debo confesar que
no sé qué es lo que me preocupa. Solo pienso: ese
país es muy grande y pobre, ¿qué harán? Y justo ahí,

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NUEVE EDITORES

como si tuviera un mapamundi en mi mano, regreso


a Colombia para ver si ya actualizaron el número que
aparece, el que ya conozco porque lo vi en eltiempo.
com
En ese momento, viajo a Argentina para ver
cómo van sus números y lo hago con la única intención
de ver cómo va Colombia con respecto a ellos. ¿Este
partido quién lo va a ganar? Y bueno, como siempre,
va ganando Argentina... ¿o perdiendo?
Ahí hago mi recorrido latinoamericano. Visito
Brasil, hago un ligero pfff cada vez que veo el número
exagerado de muertes diarias, y después paso por
Perú y Ecuador. Pocas veces reviso Bolivia, Uruguay
o Las Antillas. Yo no quiero ver países sin problemas.
Yo quiero ver contagios, muerte, casos, cifras, curvas,
miedo. Y esos países no me los dan.
Por último viajo a China, donde veo que hay
únicamente 87 casos activos y entonces se calman
mis ansias de aniquilación. Vuelve a mí la esperanza,
aunque... ahí mismo nace la duda...
¿Cómo hicieron? ¿Sí es verdad? ¿Todo esto
es verdad? Y bueno, para contarles que esta semana
pensé que tenía coronavirus aunque... en realidad
estaba intoxicado. Me había tomado una sopa que me
cayó mal (no de murciélago, eso ténganlo por seguro);
o tal vez no fue la sopa, también pienso a veces. Tal

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

vez simplemente estoy intoxicado de tanta basura


que hay en internet, de las especulaciones inútiles y
los políticos reptantes y pedantes.
Esas fueron mis vacaciones, espero poder
leer los viajes que han hecho otras personas en
covidvisualizer.com

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NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Claudia Elisa Saquicela Novillo


Seudónimo: Lawyerose
Ciudad y país: Cuenca, ECUADOR
Título: “Virus infernales”

Perfil: Es escritora y poeta, habla inglés a nivel TOEFL.


Obtuvo el diploma DELF B2 y el C1 en francés. Es
psicóloga y abogada de la UTPL. Tiene una maestría en
Psicología Cognitiva. Obtuvo una beca del SENESCYT
para un posgrado de políticas públicas, en University
of Queensland, Australia. Tiene un posgrado en
comercio exterior en la Universidad Rey Juan Carlos
de España. Ha estudiado diseño gráfico en el Instituto
de Artes de la Universidad de California.

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NUEVE EDITORES

VIRUS INFERNALES

HISTORIA 1
CONFINAMIENTO

¿Puedes decirme en dónde estás confinado?


¡Quiero hundirte allí, hasta que la oscuridad aparezca!
Vives entre piruetas de temores que te persiguen,
y que tocan los reinos de posible salvación…
Ese lugar es cual agujero de gusano…
Allí el aire te falta,
no puedes huir, estás atrapado,
¡el confinamiento se te pegará al alma!,
y volverá ceniza todos tus sueños,
¡te arrastrará hasta la desolación!
Tu existencia pende de un hilo…
Cuidado, que él puede perforar tu pecho…
Y que quizás un rayo de esperanza te libere del
confinamiento…

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

HISTORIA 2
LOS VIRUS SON INSACIABLES

Los virus son como el llanto de los huérfanos,


son llagas llenas de pus, como el delirio,
son culpables de las muertes del amanecer.
Están hechos de otros virus engañosos…
causando síntomas letales,
son malévolos entran por la respiración…
¡No puedes fiarte de ellos!
¡Causan mucho dolor!
No hay vacuna para ellos,
¡somos sus esclavos sin querer!

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NUEVE EDITORES

HISTORIA 3
EL COVID 19

Soy el Covid 19… Y te enfermo con las uñas,


de los ojos, y te dejo los pulmones putrefactos.
Como virus soy un enigma y una realidad,
no estoy vivo, pero tampoco estoy muerto.
Soy el Covid 19, te enfermo como a una niña ingenua,
y te asesino y me aferro a tu organismo,
¡acuchillo el aire que respiras! Te encadeno a tus cenizas…
Y te voy destruyendo como un aluvión.
Aún estás a tiempo… Sálvate,
¡Tú posees la fuerza para lograrlo!
Sé resciliente en estos tiempos virulentos…

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre completo: Ríchard José Sosa Villegas


Seudónimo: The writer
Ciudad y país: Caracas, VENEZUELA
Título: “La cura”

Perfil: Profesor (UPEL-IPC), investigador, narrador


y ensayista. Escribe para distintas revistas de
investigación. A su vez, ha fungido como árbitro de
las siguientes publicaciones de investigación: Revista
de Ingeniería (UCV), Colombia Internacional (ULA) y
Gaceta de Pedagogía (UPEL), en la cual es actualmente
corrector de estilo. También ha publicado cuentos en
la Revista Literaria Pluma y en Perro Negro de la Calle,
entre otras. En la actualidad, reside en la región del
Atlántico, Colombia.

· 26 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

LA CURA

E l recuento iniciaba en breve. Había sido


una larga noche. El nacimiento de casi
cuarenta bebés atendidos por los mismos doctores
los dejó extenuados. Sin embargo, quedaba alguien
más por venir al mundo.
—Doctor, todavía nos queda un mujer más
por ser atendida –indicó la enfermera con una voz
marcada por los vestigios del cansancio.
—¿En serio? –preguntó el doctor, hizo un
gesto de desinterés y se colocó guantes nuevos. No
hubo ningún contratiempo y la bebé pronto nació. La
madre quedó desmayada sobre la cama. Hubo de ser
reanimada.
—Otra víctima más, nadie puede imaginarse
cuánto odio este trabajo. Bueno, ni modo –afirmó el
doctor para sus adentros y se fue.

**

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NUEVE EDITORES

En la habitación contigua se iniciaba el conteo


de los neonatos de forma creciente.
—14,531, 14,532, 14,533 –decía una enfermera
mientras les colocaban el brazalete de identificación
con su número en el brazo derecho a los infantes,
quienes apenas se percataban de lo que ocurría a su
alrededor. Algunos lloraban al mismo momento, otros
dormían plácidamente después de tan traumática
experiencia, mientras que otros parecían estar a gusto
en aquella sala del hospital.
Cuando el padre supo la noticia sobre el
nacimiento de la niña, no pudo menos que sorprenderse
a la vez que se entristeció. Era un acontecimiento
único en al menos más de dos décadas. Las niñas
morían al nacer y solo los niños prevalecían en aquella
carrera contra la fatalidad de vivir. Al principio, no
quiso conocer a la niña, pues desde un principio supo
que su vida sería desgraciada. La única bebé que lloró
durante toda la noche fue Helena, que así la nombró
su madre. No hubo nada que se pudiera hacer hasta
que, finalmente, al rayar el alba, se durmió agotada.

***

Sara supo desde el principio, aquella noche


que huyeron del hospital, que su hija era muy
especial. No solo había nacido como la primera mujer
de su generación después de una larga cadena de

· 28 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

experimentos biológicos, sino que además había


vencido un virus fatal. Virus que había sido diseñado
en el mismo laboratorio BIOADNX. Víctor tenía el
temor de contaminarse con este nuevo virus. Todos
estaban paranoicos y pronto los agentes del estado
iniciaron la búsqueda de quien había vencido aquella
maligna entidad. No solo era un ser excepcional sino
que además era una niña. Estudiaron su ubicación y
les milimetraron cada movimiento.
Sara le hizo prometer a su esposo que cuidaría
de su hija.
—Por supuesto, Sara. No dejaré que nada le
ocurra a nuestra hija.
Gracias –atinó a decir Sara. De pronto, los
agentes irrumpieron en su hogar. La puerta había sido
echada abajo, igual a la de otros vecinos.
—Entreguen a la niña –ordenaron, con voz
autoritaria, detrás de la máscara de protección. Los
rayos infrarrojos les apuntaban. Sara gritó:
—No se la van a llevar. ¡No! A ella no. –Sin
dudarlo, se arrojó sobre los agentes quienes no
vacilaron en dispararle. Su cuerpo cayó sin vida
de manera inmediata. Víctor forcejeó con ellos y
logró escapar con Helena. Viajaron durante muchos
kilómetros evadiendo barricadas, siempre a través
de caminos desconocidos, hasta llegar a la granja del
abuelo paterno de Helena.

· 29 ·
NUEVE EDITORES

—Lo siento mucho –alcanzó a decir Víctor


al afligido padre mientras lo abrazaba y de sus ojos
brotaban sendas lágrimas.
—Está bien, gracias. Entra rápido con Helena a
la casa –expresó Ivan–. ¡Agáchate! Los han encontrado,
no sé cómo pero siguieron sus pasos. –Apenas terminó
de hablar, disparó con su escopeta y logró alcanzar a
dos de los agentes mientras un disparo certero atinó
en su hombro izquierdo.
El envejecido Iván se arrojó al suelo mientras se
arrastraba sobre la grava para llegar a la casa. Pronto
una ráfaga de proyectiles se le abalanzó encima.
Helena lloraba sin parar.
—Papi, papi –gritaba. Su abuelo disparaba
como podía. Pronto cesó la lluvia de balas y una voz
gutural exclamó:
—Víctor, no vuelvas a cometer una estupidez.
No hagas algo de lo que te volverás a arrepentir. Ya
tuviste suficiente con haber creado una criatura
perfecta y esconderla durante tanto tiempo. El juego
se ha terminado. Te explico, el antídoto contra este
maldito virus se encuentra en tu hija. Así que contaré
hasta cinco y después entraremos.
—Uno, dos… –inició el fornido hombre en voz
alta.
—Jamás haremos eso, Aren –profirió Víctor.
—Tres, cuatro y cinco. Bien tú lo elegiste.

· 30 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Ustedes entren, derriben la casa si es necesario pero


traigan a la niña. La queremos viva. No lo olviden –
ordenó.

****

Pocos minutos después yacían los cuerpos


agonizantes de Víctor e Iván sobre el suelo de la casa.
Mientras tanto, Helena gritaba para que la soltaran. Fue
entregada a Aren quien sonreía de manera maliciosa.
Pensaba para sí mismo que la nueva vacuna, una vez
desarrollada valdría millones que lo harían más rico
todavía. ¡Vaya triste vida! ¿Qué le depararía ahora a la
pobre Helena?

· 31 ·
NUEVE EDITORES

· 32 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Maurilio Armando Alvarado Báez


Seudónimo: MAO
Ciudad y país: Guadalajara (Jalisco), MÉXICO
Título: “FORO UNDERDOG / La realidad es relativa”

Perfil: Soy egresado de la licenciatura de artes


visuales por la Universidad de Guadalajara. Tomé un
diplomado sobre guionismo y escritura para cine (en
Guadalajara), y después tomé un curso de tres niveles
sobre escritura creativa, redacción y cuento (también
en Guadalajara). En el 2019 se publicó en la FIL (Feria
del Libro de Guadalajara) un libro colectivo en el que
participa un texto mío. Actualmente manejo el blog
https://elcaminohaciaelslam.blogspot.com/ en el
que subo cuentos y textos de mi autoría.

· 33 ·
NUEVE EDITORES

FORO UNDERDOG
LA REALIDAD ES RELATIVA

# ########Una conspiración secreta, la


religión caótica. ###
Autor del post: Mayonisa 0 9 / 0 4 / 2 0 2 0
11:18 pm
Los datos y la información que verán a
continuación fueron sustraídos de una cadena de
correos pertenecientes a una gran multinacional
conocida como Unilever con presencia en
prácticamente en todo el mundo. El dueño y
responsable de esta cadena de correos no es otro si no
el vicepresidente de la compañía Mykaello Agustine.
Sweetbee: ¡Ya tío! No seas chulo y tira el rollo
completo. 09/04/2020 11:21pm
Gohan: Joder, si no te apuras voy a subir fotos
de tu madre culiada. 09/04/2020 11:29 pm
Autor del post: Mayonisa 0 9 / 0 4 / 2 0 2 0
11:31 pm
Antes de subir la copia del texto, por si alguno
está perdido en el contexto, les voy a dar una rápida

· 34 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

introducción. El 31/12/2019 surgió en la ciudad de


Wuhan un extraño caso de gripa que rápidamente
generaba síntomas de neumonía, nadie sabía nada al
respecto. Unos días después se registraron alrededor
de 15 casos nuevos y todos con sintomatología similar,
fue cuando reconocieron que era un virus nuevo del
que nada se sabía, un día después murió el primer
paciente, y, con ello, una ola de muerte le continúo.
Como bien saben, comenzó como una epidemia
endémica de esa región, y el gobierno chino sitió por
completo la ciudad. El virus se expandió con rapidez
por más regiones de China, luego por Medio Oriente,
continuó por todo Asia, Europa, África, y finalmente
por todo el continente americano. Hoy en día no hay
un solo lugar en el mundo libre del Covid-19. Antes
de que salgan con sus contra teorías sin fundamentos,
dejen que les diga que el virus existe, y que es una
mutación genética del SaRS II. Y además tuvo ayuda
externa en su propagación por los cinco continentes;
por externa, me refiero a un grupo de inteligencia más
poderoso que la C I A, Isis, Un Nuevo Amanecer, y a
cualquier organización de la que se tiene registro e
información. ¡Eso es preocupante!
TitoJhonson_200: El virus no existe. Infundir
miedo es una forma de manipulación mediática
usada por todos los gobiernos desde la época de los
romanos. 09/04/2020 11:35 pm

· 35 ·
NUEVE EDITORES

RumbleONE: No seas idiota, tío. Si el miedo


sirviera de algo como dices, el puto ESO sería el rey
del universo!!!!!!!!!! 09/04/2020 11:40 pm
Chris: Tú eres el idiota, Rumble. Te recomiendo
leer sobre Stalin. 09/04/2020 11:41 pm
Gohan: ¡Cómo me revientas las venas, tío! Di lo
que tengas que decir de una vez… 0 9 / 0 4 / 2 0 2 0
11:45 pm
Autor del post: Mayonisa 0 9 / 0 4 / 2 0 2 0
11:46 pm
El texto original está en inglés, en caso de que
quieran corroborar el contenido, anexo las capturas
de pantalla.
Mykaello Agustine: Buenas tardes mi señor, me
complace anunciarle que la propagación de nuestra
cepa ha sido un éxito. Dentro de poco tiempo todas
las ciudades estarán en caos. En algunas proliferarán
movimientos y revoluciones sociales de las que aún
no tenemos control, pero está bien, si se matan entre
ellos facilitarán el trabajo de nuestros adoctrinados,
los nuevos hijos de RA, y tendremos que manipular
solo un porcentaje muy pequeño de gente que, cabe
decir, estará cansada, desesperada, y a punto de
vender su alma por ápice de esperanza. La gente
se aferra a rezarle a sus dioses, y creen ciegamente
que algún héroe del cielo bajará para ayudarlos. Me
pregunto qué será de todos ellos, cuando se den cuenta
de que Dios los abandonó, que Buda los abandonó,

· 36 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

que Mahoma los abandonó, y que todo ser supremo


al que le puedan rezar es insuficiente para salvarlos.
¿Qué será de ellos? La realidad se encargará de su
castigo, y su cerebro traicionado por su propia fe, no
volverá a hincarse ante ningún falso salvador. El caos
es tangible, se puede sentir en el alma y en el corazón,
sin el caos no se hubiera creado el Universo, es hora
de regresar al origen de las cosas, hora de regresar al
origen de la humanidad.
¡??????????????!: ¡Gracias hijo! Espero que mis
ojos me den el tiempo suficiente para ver ese paraíso.
Manténme al tanto de todo ¿Cuándo inicia la siguiente
fase? ¿Ya la tienes preparada? ¿Necesitas ayuda?
Mykaello Agustine: En dos meses un pequeño
laboratorio que no figura en ningún mercado, lanzará
la formula oficial para combatir y neutralizar al
virus. Sus acciones pronto superarán a cualquier
otro laboratorio. En ese punto el director general
dará en una rueda de prensa diciendo que Él
pertenece a la iglesia del Caos, y con eso se fundará
oficialmente la primera capilla de nuestra ideología.
MkAg SNS 31/03/2020
Acá dejo los archivos de descarga para que
ustedes mismos lo corroboren. Correos.Rar
Image1.jpeg Image2.jpeg Image3.jpeg
Desplegar cometarios : 362

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NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Diana Carolina Gutiérrez Montoya


Seudónimo: Cauac
Ciudad y país: Medellín, COLOMBIA
Título: “El virus y el poema”

Perfil: Comunicadora audiovisual, diplomada en


pedagogía, docente de crítica de cine y fotografía,
egresada de la Escuela de Crítica de Cine de Medellín.
Apasionada por la historia del arte, escritora,
publicada en distintos medios.

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NUEVE EDITORES

EL VIRUS Y EL POEMA

I
El virus una puerta sin cerrojo
El virus un golpe seco
El virus nadie sabe
El virus dicen
El virus el estado
El virus alienígenas danzantes
El virus la muerte
El virus la mentira
El virus una piedra en el zapato
El virus títere
El virus DuqueBolsonaroTrump
El virus
El virus
Lo único sensato es la luz

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Medellín, Colombia, en confinamiento, abril 2020

Soberanos, he escuchado a los pájaros rugir en


la mañana,
¡qué acontecimiento, estar en este frágil lugar
de nuestra historia!
Intenté aprehender mi imagen sobre los
cristales, en estos mismos pasillos donde el tiempo
muta, se encoge, se distiende.

Es un hecho;
somos otros ante los ojos de la noche, la
recibimos sin prisa, con el espíritu despierto, en una
especie de silencio creativo que se escapa.

Ahora entiendo a los conquistadores,


¡Esunhambre esunhambre!
Ya intenté colonizarme varias veces bajo las
mismas paredes blancas;
¿no vivíamos ya en ostracismo?
No sé bien qué es lo que extraño cuando digo
“afuera”, “avenida”, “viento”

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NUEVE EDITORES

¿Qué clase de eco excavan en mí estas palabras?

No sé bien en qué momento olvidé que fuimos


ya exiliados, infértiles de hastíos, tapamos nuestras
puertas, con cosas, con frases, con un matiné insípido
que ni siquiera disfrutamos, una salida familiar a
tientas en un centro comercial soso.

¡No sé, no sé qué es lo que extraño!

Todo es nuevo bajo ese sol que no nos toca y


cuando muchos duermen, te fundes sin afán en esa
tarea simple de afirmar la vida, no habiendo más prisa
que el ahora, en casa, el único paisaje es la ventana, el
único y el más preciso.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre completo: Fabián Camilo Sevilla Granados


Seudónimo: Fabián Camilo Sevilla
Ciudad y país: Popayán, COLOMBIA
Título: “Sin timón y en el delirio”

Perfil: Estudiante de antropología en la Universidad


del Cauca. Diletante escritor de textos con difusas
pretensiones literarias. Hace parte del comité editorial
del periódico estudiantil La Antorcha. Recientemente
fue finalista del II Concurso universitario de cuento
corto “Las palabras en tiempos de Covid-19”, con el
cuento “Diario de un misántropo”.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

SIN TIMÓN Y EN EL DELIRIO

D urante la peste negra en Europa,


procesiones de feligreses franqueaban
las solitarias calles flagelando su propio pellejo para
redimir los pecados del mundo y apaciguar la ira de
su caprichoso dios. Hoy, los ardides para suplicar
clemencia divina se han transformado pero, en
esencia, la lógica con la que interpretamos el mundo
no es en demasía diferente. Más aún, cuando semanas
atrás, a bordo de una patrulla de la policía, y escoltado
por motorizadas, un presbítero de la ciudad, recorrió
las calles con un áureo artilugio coronado por una
cruz, al que llaman el “sagrado sacramento”, ante el
cual sus conciudadanos se hincaban desde sus casas
para, de nuevo, exhalar sus súplicas de misericordia
a esta divinidad traviesa, que pareciese jugar con el
mundo, como con unos dados ya roídos y redondos1.
Esto, me hace pensar en que de haber tenido
los Buendía, una segunda oportunidad sobre la tierra,

1 César Vallejo. “Los dados eternos”.

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NUEVE EDITORES

y de haberle usurpado a Melquíades el elixir de la


eterna juventud, Úrsula Iguarán habría confirmado,
de una vez por todas, su teoría del eterno retorno.
Volvería de su condición espectral, a asediarnos con
un grito sordo, pregonando que esto, ya se lo sabía
de memoria, y que es como si el tiempo diera vueltas
en redondo y hubiéramos vuelto al principio. Insistiría
en contarnos sobre el tiempo en que nadie volvió
a preocuparse por la inútil costumbre de dormir
a causa de la peste del insomnio, y en los cien años
que habrían de pasar, para que una peste, volviera a
cernirse sobre la tierra.
Habría presenciado absorta cómo en el
país del águila calva, una colérica multitud de
insubordinados se agolpó en derredor del palacio
imperial, desplegando una ardiente bandera roja,
que forzó a su pedófilo emperador a refugiarse en
un búnker, y a dejar el emblanquecido edificio en
penumbras. El país que días después sería escenario
de la decapitación de las figuras petrificadas de Colón
a manos de los insurrectos, donde el asesino silencioso
y microscópico de la peste había cobrado más vidas,
fue testigo de cómo sus pobladores eligieron la
desobediencia civil antes que seguir encubriendo a
otro asesino, históricamente silenciado: el racismo.
Le habrían contado que la pandemia comenzó
a propagarse como una metástasis por todo el

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

cuerpo terrestre, apenas unos meses después de


un fenómeno que, algunos se lanzaron a llamar “la
primavera latinoamericana”. El coronavirus había
frenado en seco, los tiempos convulsos y febriles, que
empezaban a cocinarse por estos lares del globo. Se
habría enterado, también, del escándalo desatado
por una legión de enmascarados con el rostro de Guy
Fawkes, que le arrancaron a zarpazos las caretas al
poder, revelando la podredumbre que se escondía
tras sus disfraces.
Habría quedado turbada, ante las variopintas
hipótesis e interpretaciones sobre la peste y, tras los
fuertes sismos en Oaxaca, las amenazas de tsunami
en costas del Pacífico y la aureola de fuego que se
forjó en el cielo en pleno solsticio de verano, habría
pensado que, en efecto, escuchaba el bramido silente
de las trompetas del apocalipsis. Pero lo que estaba
previsto en los pergaminos que descifró Aureliano
Babilonia fue otra cosa; el resto son conjeturas.
Y conjeturas, son las que hoy atestan las redes
sociales, promovidas por pretendidos profetas que
se llenan la boca con base en especulaciones sobre
conspiraciones internacionales y otros cuentos, que
configuran toda una telaraña mitológica vociferada
con grandilocuencia y convicción ciega.
Esta abrumadora inclinación por interpretar
la pandemia desde el lente de las paranoides teorías

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NUEVE EDITORES

conspirativas me preocupa, pero por momentos me


asalta la helada sensación de habitar, desde mi cuarto,
una ficción distópica sin la mediación de pantalla o
libro alguno, y entonces la juzgo entendible. Ahora
mismo, mientras escucho el martilleo del teclado
frente a la pantalla de mi ordenador, con el pavor de
acabar vaporizado por el virus, me doy a recordar
a Winston Smith, escribiendo en su diario de lomo
rojo, en un rincón de su casa, fuera del alcance de la
telepantalla, desde su época de uniformidad, soledad
y aislamiento casi hermético; la edad del Gran
Hermano, tan tremendamente similar a la actual.
Pienso, sin embargo, que como enunció Alan
Moore “los teóricos de la conspiración creen en ella
porque es más reconfortante: La verdad es que el
mundo es caótico. (…) La verdad es más aterradora,
nadie tiene el control. El mundo carece de timón”, y
más que providencias, o seres espléndidos, existen
hombres vulnerables, finitos y erráticos, habitando
un mundo de rostro andrajoso, y corazón podrido2.
Quizá, sea momento de asomarse a la ficción
como los viejos ocultistas acudieron a los espejos
oscuros, para barajar las incertidumbres, y ver el
reflejo distorsionado de nuestra propia naturaleza.
Estamos frente a una disyuntiva ostensible; ejercer
nuestro derecho al delirio y –en palabras de Galeano-

2 Gonzalo Arango. “El rostro andrajoso”.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

clavar los ojos más allá de la infamia / para imaginar


otros mundos posibles, o permanecer impávidos,
mientras nuestra realidad se transforma lentamente
en una distopía cyberpunk. Pues aunque otros mundos
mejores son posibles, otros peores son probables; y, si
me lo preguntan, diría que nos conducimos al abismo
como dijo Mario Santiago; sin timón y en el delirio.

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NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Elizabeth Blandín


Seudónimo: Null
Ciudad y país: Caracas, Distrito Capital, VENEZUELA
Título: “Siguiendo las luces…”

Perfil: Escritora, poeta y teatrera. Egresada en estudios


de actuación del Taller Escénico Experimental (TEEX)
y del Programa Superior de Escritura Creativa
(ICREA). Con 10 años de experiencia en la escritura
y cinco años a nivel profesional en las artes escénicas,
destacándose en distintos roles como dramaturgia,
dirección, producción y actriz. Presidenta y fundadora
de Evolución y Teatro. Coordinadora de “Grito de
Mujer Venezuela”.

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NUEVE EDITORES

SIGUIENDO LAS LUCES…

N unca pensé que llegaría a ser parte de


este juego infernal. Miraba alrededor los
cuerpos apilados de la gente que nunca llegaría a
conocer. La hediondez de sus sueños rotos impregnaba
las calles y los subterráneos. Debía seguir caminando
hasta salir de aquí, del mundo hecho y reverenciado
por los hombres de maíz. ¿Qué había ocurrido? ¿Quién
decidió abrir la caja de pandora? Con ese pensamiento
me abría paso entre los edificios, los contenedores de
basura y los postes sin luz. Sé que muchos me espían
detrás de las cortinas y persianas. Tienen miedo de
salir. Pero me cansé de tanta espera y, respirando
fuerte, abrí la puerta y salí. Entonces lo entendí todo.
Al principio, pensé que éramos parte del juego sucio
de la élite o protagonistas de lo que se contaba tantas
veces en las películas o en los cómics. ¿Ficción? ¡Esto
es una puta realidad! ¡Todos somos observados desde
arriba! Sí. Así es. ¡Juegan con nosotros! Y no estoy
hablando de los videojuegos. ¡No! Es más de lo que

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

nuestro entendimiento o raciocinio nos permite creer.


¡Ellos nos mueven a su antojo! ¿Ajedrez? Así empecé
a cuestionarme y a preguntarme si nuestra existencia
estaba sobre el tablero. Creía que los enemigos eran
de lenguas extranjeras, del vecino por toser o de la
viejecita que me llegó a besar una vez en la frente al
salir de misa. Era aún más siniestro. ¿Desde cuándo el
encierro nos convirtió en paranoicos? Aún persisten
aquellas luces que se detienen arriba de nuestras
cabezas, dan vueltas en un mismo punto, y no estoy
hablando de las estúpidas estrellas. ¡No! Ellos nos
observan. Somos sus experimentos o quizás, seamos
realmente un depósito de desechos planetarios.
Somos de una especie inferior a la suya. Continúo
avanzando y hasta me permito creer en alienígenas.
¿Qué es lo que realmente desean los muy malditos de
perra? ¿Un peón? ¿Es lo que soy? ¡Mierda! ¿Y por qué
no un caballo o la torre? Rebusco entre los bolsillos
de la chaqueta el último cigarrillo que me queda, pero
está mojado. Nada sirve. La humanidad ha fracasado
ante nuestros ojos abiertos y sin pestañear. Nada
de laboratorios ni de política o, peor aún, de ningún
apocalipsis. Muchos lo llaman la Era de Acuario.
¿Física cuántica? Pero seguimos insistiendo en buscar
explicaciones que no existen. Solo hay una única
verdad. La tierra es una partícula, una mísera partícula

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NUEVE EDITORES

vagando hacia su autodestrucción. ¿Agujeros negros?


Ya sé lo que son y allá vamos todos, a ser uno más en
el espacio. Han caído las vendas y continúo mi camino
hacia el mar. ¿Por qué el mar? El mar nos conecta
con la creación del mundo que habitamos. Estamos
hechos de agua. El primer pensamiento. Es lo que he
oído decir de un viejo pescador siendo niño. Nunca
olvido esa inmensidad llamado océano o como se les
ocurre llamarlo. Se parece tanto al Universo. ¿Cómo
no lo había pensado? Como es arriba, es abajo. Y no
hablo de los círculos del infierno de Dante ni tampoco
de los versículos de cualquier biblia. Aunque viéndolo
de otro ángulo, siempre nos habían dado señales de
sus existencias: las pirámides, el calendario azteca, los
jeroglíficos en las cavernas y los rastros de extrañas
figuras en los sembradíos. Muchos documentales e
historias escritas han tratado de explicar el enigma
de aquellos fenómenos, pero inconscientemente lo
sabíamos. Ellos nos han hablado en nuestra mente.
Sí. La voz interior. La musa. El tercer ojo. Dios. Hemos
estado sufriendo de una especie de amnesia temporal.
Y ahora nos obligan a darnos cuenta de su presencia
en este mundo a través del caos. Los locos no han sido
locos. Hasta puede ser que han tenido una especie de
conexión con la fuente. Ellos han despertado antes
que nosotros. Y no basta escoger entre una pastilla

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

roja con la azul para crear en nuestra mente una


falsa utopía. Esa raza nos sigue considerando como
cosas, estamos dentro de la matrix. ¡Despierten!
Aprendan a ver lo que está oculto entrelíneas de
los discursos políticos, científicos y filosóficos.
¡Carajo! Tengo que lograr llegar antes que sea mi
pieza la que muevan o estaré acabado. ¡Me niego a
que me saquen del juego! Lo sé. Apenas llevo un día
despierto, desde que quise descubrir lo que había
detrás de las pantallas artificiales de entretenimiento
y relación interpersonal, era la única conexión con el
mundo de afuera. Estaba asqueado de tantas noticias
contradictorias y panfletos políticos, programas de
autoayuda y de emprendimiento, teatro que ahora es
cine y los cinco minutos de gloria de unos idiotas por
unos cuantos desnudos. Los lagrimales estaban secos
por tantas horas de desvelos y hastíos. Y pensar que
la respuesta la teníamos al frente de nuestras narices.
Solo yo me di cuenta. Ir hacia el mar y sentarnos en la
orilla a verlos salir de las aguas. Siempre han estado
aquí desde el principio, pero siempre hemos negado
su existencia. ¿Cuándo entenderán que nadie es
superior? Somos marionetas, un circo. Aún me falta
mucho por andar, espero no encontrarme con alguna
reina roja que quiera cortarme la cabeza. Prefiero
ser el sombrerero loco que ha ido en busca de las

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NUEVE EDITORES

luces. Aún inhalo el hedor de los cadáveres. Hasta


puedo imaginarme sus caras estupefactas ante tanta
barbarie, y que muchos se adjudican como suyos.
Ignorantes y fanfarrones son los humanos, porque
los animales y las plantas son más inteligentes.
Armonizan y respiran sin nosotros. Me pregunto,
¿qué tipo de piezas serán en el juego? ¿Un rey o una
reina? Los demás somos peones o, tal vez, no lo somos.
¿Desde cuándo dejamos de respirar? ¿Desde cuándo
estoy buscando luces en el firmamento? Voy lejos…
Muy lejos. Sé que me esperan. Al final, podré verlos
cuando llegue al mar.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre completo: Rusvelt Julián Nivia Castellanos


Seudónimo: Artista de Colombia
Lugar de residencia: Ibagué (Tolima), COLOMBIA
Título: “Gran caos”

Perfil: Poeta y cuentista de la ciudad musical de Colombia.


Es, al mérito, comunicador social y periodista, graduado
por la Universidad del Tolima. Y es un especialista en inglés,
reconocido por la Universidad de Ibagué. Tiene tres poemarios,
una novela súpercorta, un libro de ensayos y siete libros de
relatos publicados. Es el creador de los grupos culturales “La
literatura del Arte” y “La Librería Libre”. Sobre otras causas,
ha participado en eventos literarios, ha escrito para revistas
nacionales, revistas de América Latina y de habla hispana. Ha
sido finalista en varios certámenes de cuento y poesía mundiales.
Ha recibido varios reconocimientos literarios tanto nacionales
como internacionales. Fue segundo ganador del concurso
literario Feria del libro de Moreno, organizado en Buenos Aires,
Argentina, en el año 2012. A mayor crecimiento, fue premiado
en el primer certamen literario, Revista Demos, España, en el año
2014. De otra conformidad, mereció diploma a la poesía, por la
comunidad literaria “Versos Compartidos”, Montevideo, Uruguay,
en el año 2016. Tiempo después, recibió un reconocimiento
internacional de literatura, para el premio intergeneracional
de relatos breves Fundación Unir, dado en Zaragoza, España, en
el año 2016. Posteriormente, por su obra artística de poemas,
mereció una mención de honor en el parlamento internacional
de escritores y poetas, Cartagena de Indias, en el año 2016. Más
bien, recibió diploma de honor para el concurso internacional
de literatura “La Reconciliación y la Paz”, Bogotá, Colombia, en el
año 2017. Cuando con el tiempo, recibió nuevo diploma de honor
en el certamen internacional de poesía y música, Natalicio de
Ermelinda Díaz, en el año 2017. Y el poeta, fue ganador del primer
premio internacional de relato corto de humor, organizado por la
entidad Ruiz de Aloza editores, España, en el año 2017.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

GRAN CAOS

E l barrio se halla grisáceo; los moradores


allá habitan como sonámbulos, juntos
suelen trabarse mucho hacia la decrepitud. Yerran
ellos en medio de bloques de cemento. La quietud
del día los envuelve en sopor; así que se entregan a la
inanición descarada y pasa una brisa de hojas secas
como si nada.
Las casas iguales perduran desvencijadas, casi
en su totalidad con las ventanas rotas, entre adentros
los jóvenes existen mareados.
A decepción las familias son dispares, los
introvertidos cogen hacia el encierro, las madres
eligen la sala para ver repeticiones.
Esta comunidad a destanto tropieza; ella
desviada se enreda en sus propias telarañas, quedando
varada por lo demasiado que ignora. Disminuida a
rastras lleva virus su gente. Es el querer estar siempre
anémicos y lo peor viene a ser que esto corrompe,
hasta el pánico que llegamos a reproducirnos con
liviandad, para decaer luego en la muerte.

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NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Jose Ignacio Estupiñan Martínez


Seudónimo: Bodoque
Ciudad y país: Cartagena, COLOMBIA
Título: “La mortandad de los diabéticos”

Perfil: Comunicador social, periodista cultural y


educador artístico en Cartagena. Le gusta el cine,
los boleros, el jugo de guayaba agria y escribir;
por eso tiene su proyecto personal de periodismo:
cuatropalabras.co.

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NUEVE EDITORES

LA MORTANDAD
DE LOS DIABÉTICOS
Fue un 15 de mayo el día en que Jerónimo se
enteró de que era diabético. En horas de la mañana,
había asistido a urgencias del Hospital San Juan de
Dios por mareos constantes en la semana. A las 3:30
pm los resultados de los exámenes de sangre que le
mandaron los médicos le diagnosticaron diabetes
tipo 2, que afecta a los adultos.
Estupefacto contrastaba las definiciones de los
términos extraños que recitaba el doctor Cecilio con
los síntomas que, según él, había normalizado en su
día a día. “Polifagia, polidipsia y poliuria” eran nuevas
palabras que con seguridad olvidaría el veterano,
pero que conocía a plenitud: hambre y sed constantes,
excreción excesiva de orina, cansancio y trastornos
visuales.
Hasta ese día, sus comportamientos
sintomáticos no habían sido de preocupar. Tenía 57
años y vivía con la hermana de su difunta esposa y
una sobrina que viajó desde el sur de Bolívar para
estudiar derecho. Así como podía tomar hasta tres

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

litros de Kola Román para “refrescarse del calor”,


también tomaba cinco litros de agua sin hervir; en
consecuencia orinaba más de una docena de veces
al día. Dos mil calorías conformaban su dieta diaria,
incluso un poco más, pues anexaba entremeses,
coladas, meriendas y el infaltable peto, entre los
horarios del desayuno, almuerzo y cena.
Comenzó a usar gafas desde el momento en
que la computación acabó con su oficio de escribano
y lo obligó a replegar sus esfuerzos a la venta de
billetes de lotería. El cansancio, que era más evidente
con los años, lo atribuía al esfuerzo de caminar en
las mañanas de casa en casa para reducir la pileta
de papelitos. Después de almorzar podía dormir 15
horas y levantarse con sueño a probar bocado. El
sueño de las mañanas se lo quitaba con café o Kola
Román, porque fue hipertenso desde los 30 y las
bebidas energizantes eran un peligro.
En todo caso, de regreso a casa, la fatídica
noticia se vio apenas opacada por una preocupación
mayor: casi dos meses después de haberse decretado
la cuarentena nacional por el nuevo virus que
amenazaba principalmente a los adultos mayores,
él, un viejo hipertenso y diabético, sin ser consciente
de su estado como población de riesgo, recorría de
lunes a sábado cuarenta calles hacia arriba y cuarenta
calles hacia abajo haciendo paradas en las casas de los

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NUEVE EDITORES

pocos compradores de la suerte que la miseria no le


había retirado.
Antes del confinamiento, en una de las últimas
tardes de domingo en que jugaba dominó con sus
añejos amigos, escuchó decir a Francisco Simarra
que “Esa plaga se la habían inventado los chinos de
la China por comer tanta porquería”. Jacinto Barrera
seguidamente añadió que a la región no llegaría
porque “Tenemos las defensas altas de tantas caricias
de burras y ahora lo único que nos puede matar es la
vejez”.
La realidad era otra. Jacinto había muerto la
semana anterior irónicamente por una patada de
burro; fue cremado y hecho pasar como un fallecido
del virus. A Francisco sus hijos se lo llevaron a la
casa familiar en el viejo Palenque para prevenir que
se contagiara. Por su edad sufría en ocasiones de
síntomas de demencia y confundía recuerdos con
hechos fantásticos; en cierta ocasión se le vio discutir
con un mercader sobre la veracidad de la historia del
pescadito de oro que recibió en sus manos por parte
del coronel Aureliano Buendía.
El nudo en la garganta con el que cargaba
le impidió demostrar sus modales al llegar a casa.
Pasó sin reparar a las inquilinas con las que vivía y
se dirigió a su cuarto. Sobre la estera puso una muda
de ropa limpia, que no volvió a coger hasta después

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

de un largo baño en la polisombra de su patio. Ya


vestido, enumeró cada uno de los bienes que saldría
a empeñar al día siguiente; la idea era confinarse en
el aislamiento hasta sus últimos años y así no verse
obligado a exponerse para llevar el pan a la mesa.
Exceptuando el mecedor de bejuco que
soportaba el peso de su arrugada yerna, el abanico
Sanyo que ventilaba un fogaje de óxido en sus aspas y
el centenar de billetes de lotería que tendría que dejar
perder, todo era prescindible. Podían dormir por las
noches en cartones apilados, comerían la comida
servida en sus manos y cocinada sobre carbón, y las
sillas Rimax no harían falta porque ya no recibirían
visitas. Los cálculos eran positivos.
Entre sumas y restas esperanzadoras, aterrizó
forzosamente en la realidad. Nadie compraría objetos
con tan poco valor en medio de semejante crisis.
Lo que vislumbraba como ganancias, rápidamente
se convirtió en pérdidas, y navegando entre sus
desgraciados pensamientos, cayó en cuenta de que
su Jacinto Barrera lo veía al otro lado de la sala. “No
se afane, compadre” le dijo, “el día menos pensado,
siempre llega”, añadió. Al siguiente día volvió a salir.

(Los sucesos aquí narrados corresponden a la


ficción. Los nombres usados son producto de personajes
ficticios sin relación existente con personas reales)

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NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Manuel Esteban Espitia Benavides


Seudónimo: Avatara
Ciudad y país: Cali, COLOMBIA
Título: “Brote de risa”

Perfil: Publicista y escritor, autor de la novela Nacidos


para ser escritos publicada por Fallidos Editores
en 2019 y ganador de la convocatoria de la misma
editorial, y el mismo año, con su segunda novela Rabia,
que se publicará próximamente en el 2020, nuevo año
de la Era de Acuario.

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NUEVE EDITORES

BROTE DE RISA

S oy el origen del virus y lo he superado. Lo


traje de la montaña a la ciudad. Antes de la
cuarentena, yo mismo me había puesto en cuarentena,
estaba aislado aquí en mi cabaña. Contagié al mundo,
sabiendo que tenía un virus que no conocía, tal vez
ansiaba el fin de la humanidad. Después del brote
me aislaron en un hospital. Allí llevaron a todos
los infectados y adecuaron iglesias para atender
enfermos. En la primera fase, el virus nos quitaba el
olfato, tosíamos más de lo que comíamos, teníamos
ataques de estornudos incesantes y nuestras palabras
eran interceptadas por estornudos.
Después nos obligaron a usar mascarillas
faciales que casi no nos dejaban respirar. Y en esta
segunda fase, el virus nos quitó el habla. Pasé diez
meses en camilla. Un día no desperté sino hasta la
noche. Y entonces fui el primer vacunado. Unos días
después me dieron de alta. La cuarentena se había
levantado y lo único obligatorio era usar tapabocas.
Yo no usaba y por eso se me notaba la sonrisa. Volví

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

a una normalidad que no era la mía, salí a la calle y al


ver la multitud que antes no veía, al ver tanto mortal
muerto de pánico afuera, solo pude reírme hacia mis
adentros. La humanidad que antes me daba náuseas,
ahora me causaba una risa incontenible. El primer
ataque se dio delante de un grupo de indigentes.
Dejé de caminar, apoyé las manos en mis rodillas y
me dejé llevar por la risa, era un placer desmedido,
irracional e inevitable, tal vez como la muerte, o aún
peor; bueno, ya no sabía qué era peor. Por lo menos
en ese momento fui invisible para los invisibles y eso
me llevó a pensar que yo era más invisible que ellos.
La sociedad se dividía en tres: infectados, vacunados y
sanos. Estos últimos, pronto iban a ser contagiados. El
más alto índice del brote iba a ser pocos días después.
Los medios nos dijeron que en algún momento
todos se iban a contagiar. También nos dijeron que
íbamos a curarnos del virus, pero lo que no nos
dijeron fue que jamás nos curaríamos de la vacuna. La
vacuna nos quitó el aire, era aún peor que la tos. Y ahí
empezó el brote de risa. La gente no sabía qué hacer,
si seguir con el virus normal o recurrir a la vacuna, no
sabían si morir de tos o de risa. En un punto fueron
más los vacunados que los infectados. El virus era la
nueva pesadez de la existencia y eso que la risa se
había creado para curarla. Sí, cuando menos lo pensé,

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NUEVE EDITORES

había contagiado la vacuna, excusándome con la frase


“la risa es contagiosa”. La sociedad perdió la locura. Le
pusieron precio a mi cabeza, dijeron que me querían
vivo sin imaginar que tal vez me encontrarían muerto
de risa. En ese entonces el mundo hablaba más de la
vacuna que del virus. La felicidad de ser “vacunado”,
no era felicidad sino éxtasis. Se puso de moda la risa
malévola, unos la fingían, otros la exageraban y los
insensatos, la ocultaban. Los cascarrabias se reían de
la rabia. Los civiles no podían trabajar, cómo lo harían
si no tomaban nada en serio. Las parejas discutían
riendo porque ya no podían besarse, los depresivos
reían dándose en la cabeza contra sus cuatro paredes.
Los ancianos comenzaban tosiendo y terminaban
riendo. En los edificios se escuchaban los ecos de una
risa incontrolable, las carcajadas reemplazaron la tos
flemática, nadie se acercaba al que reía, pero todos
reían, solos y juntos, esta era la nueva normalidad,
se reía hasta llorar. Hasta que un día llegó la primera
víctima. Los periódicos amarillistas brotaron: “El
primer muerto de risa... No se ría, es en serio”. Pero
esto no acabó con la falta de seriedad. La sociedad
vacunada exigió una cura.
Nos parecía que los gobiernos nos habían
vendido un nuevo virus disfrazado de vacuna. Luego,
empezaron los suicidios. En una sociedad normal se
pensaría que esta era una forma de morir feliz.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Ya no se tosía ni se estornudaba, eso era lo


bueno. Se empezaron a inventar remedios para la
risa, los vendían por internet, pero el internet daba
más risa, el imperio del meme se derrumbó. Unos
dejaron de ver sus redes sociales, no querían reír más
porque ya se reían de todo. Otros aprovecharon para
ejercitar su abdomen. La falta de seriedad resultó ser
mortífera. Unos meses después, se encontró la cura.
¿Y adivina qué? La cura, resultó siendo peor que la
vacuna que era peor que el virus. ¿Y qué es peor que
lo peor? ¿Qué es peor que un ataque inacabable de
risa? ¿Qué es peor que la pérdida de la seriedad? No
lo es lo contrario, no lo es la inexpresividad, no lo es
el estoicismo, es la pereza. Morir de no hacer nada.
¿Y eso fue lo que acabó con la vacuna, esa fue la cura
que nos dieron? Después de tanto reír ya estábamos
fatigados, extenuados, exhaustos, nos echamos a la
cama y llegó la última hora, nuestro tiempo, el fin de
los tiempos. La cura para lo invisible, una crisis de
desidia, vagancia y holgazanería. Mostrándonos su
verdadera solución a la vida: la muerte. Nos mataron
en tres fases. Morimos de pereza, morimos porque
no quisimos levantarnos, morimos porque no se nos
dio la gana de movernos, ni resistir, las cobijas nos
estrangularon como una anaconda, las almohadas
nos ahogaron en el silencio, ya no dormíamos solo de
noche, ya no despertábamos, ya no teníamos sueños,
sino sueño. Nos pusieron el tapabocas en los ojos.

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NUEVE EDITORES

Y aquí seguimos en mi cama, abrazados,


ignorando el distanciamiento y yo que te contraté
para que te quedaras esta noche conmigo y tú que
ahora me dices que tienes que irte, es tarde, ¿no te da
pereza?... Bueno, vete, puedo conseguir otra.

¿Cuánto te debo por escucharme?

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre completo: Yeni Zulena Millán Velásquez


Seudónimo: Null
Ciudad y país: Armenia, COLOMBIA
Título: “Plantas de sombra”

Perfil: Circasia, Quindío (1984). Licenciada en español y


literatura de la Universidad del Quindío. Cursa estudios
de maestría en literatura en la Universidad Tecnológica de
Pereira. Poeta, ensayista, narradora y docente universitaria.
Textos narrativos, críticos y poéticos, de su autoría, han sido
incluidos en diversas revistas y diarios nacionales. Algunas
de sus publicaciones aparecen en Cafeína, Muestra de Poesía
del Gran Caldas (2014), y en Asedios Verbales. Panorama
del cuento joven colombiano (2017). Fue coautora en el
proyecto de edición crítica Carmelina Soto. Poesía reunida
(2016) y en las antologías poéticas Témpora. Jóvenes poetas
del Quindío (2017) y El pescador absoluto (2019). Publicó la
novela Corredor vacío (2018) con Fallidos Editores y hace
parte de la compilación de cuentos Virginia & Co. (2019)
publicada por Lugar Común. Hace parte de la antología
mundial 100 Mujeres Poetas, publicada por Nueve Editores
(2020). Recientemente publicó el poemario doble Alba
atroz /El día en caída (2020) en formato digital con Nueve
Editores y hace parte de la antología Paisaje Inacabado.
Antología de Poesía Colombiana Reciente (2020) de la
editorial La pájara pinta.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

PLANTAS DE SOMBRA

A ún estaba un poco oscuro cuando


desperté. Busqué a tientas mi celular
sobre el nochero para mirar la hora. Hundí la tecla
central y no encendió. Ah… musité al recordar que lo
había apagado antes de dormirme.
Volví a dejar el celular sobre el nochero al traer
a la mente el motivo que me había llevado a apagarlo.
Durante mi vagancia digital por Facebook me había
topado con un titular llamativo “Esta pandemia
es el mayor experimento de la historia”. Cliqueé y
leí un poco: estresores… cambios en la psiquis…
adaptaciones. No entendí por qué, pero aquella
lectura me causó una profunda aversión, o, más bien,
un poco de miedo, por lo que opté por dejar de lado el
celular inmediatamente.
Para espantar ese episodio decidí que sería
bueno levantarme y empezar. Al intentar sentarme,
una punzada cerca del coxis hizo que me demorara en
conseguirlo “En dos días tendrás 37” dijo mi vocecita
interior “ya va haciendo hora de que te ejercites”. Ya

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NUEVE EDITORES

sentada en la cama le eché una mirada a Meli: dormía


apaciblemente y su respiración era imperceptible.
Sonreí algo envidiosa de que aquel estoicismo la
acompañara incluso durante el sueño.
Al ponerme en pie recordé lo que había soñado;
uno de esos sueños fantásticos y un poco azarosos
que te llevan a descargar por quinta vez el PDF de
Freud. En el sueño había unos árboles enormes que de
pronto se lanzaban a volar; los veía sobre las cabezas
de la multitud boquiabierta de la que yo hacía parte;
a su paso, los techos de las casas iban cubriéndose de
tierra roja y viscosa. Sacudí la cabeza para alejar la
visión.
No había dado el tercer paso para llegar a la
puerta cuando nuevamente la punzada hizo que me
detuviera; había vuelto más fuerte que la primera
vez, y daba la sensación de que podría incrementarse.
Respiré profundo para intentar aliviarla. Cesó. O no.
Ahora se convertía en tirón… un tirón hacia arriba,
por mi columna… ¡quemaba! ¡desgarraba!… seguía en
acenso… se ramificaba… ¡Dios!
“El sistema nervioso posee cierta belleza” la
voz de mi profesora de biología de la secundaria me
llegó nítida en aquel momento “podríamos considerar
al cerebelo como el verdadero árbol de la vida y del
conocimiento…” un árbol… ¡¿un árbol?! trataba de
pensar en otra cosa, de calmarme, pero no podía.

· 76 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Empujé el aire hacia mi boca y la entreabrí para pedirle


ayuda a Meli, pero no conseguí hablar. Me esforcé en
abrir los ojos. Un crujido sonó al interior de mi cabeza
al tiempo que pude hacerlo.
Una sensación de ahogo me invadió al ver lo
que ocurría. De entre el cabello de Meli, poco a poco,
pétalo por pétalo, iba surgiendo una flor blanquecina,
y tras esa otra, y otra, y después un par de hojas
lanceoladas prendidas a una rama. “Así que de esto se
trataba” pensé, y volví a cerrar los ojos.

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NUEVE EDITORES

· 78 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Jesús María Ludi


Seudónimo: Jesús
Ciudad y país: Paraná (Entre Ríos), ARGENTINA
Título: “¿Nueva humanidad?”

Perfil: Soy un joven escritor que descubrió su pasión


por las letras a la edad de los 18 años, cuando observaba
a una sociedad que estaba perdiendo su humanidad.
Esto me movilizó a escribir reflexiones sobre la vida
con una base espiritual, tratando de rescatar buenos
hábitos y valores. Con el tiempo, pude editar dos libros
de autoayuda: Las riquezas del Paraíso Celestial y Los
tesoros que abundan en mi corazón, con la intención
de iluminar conciencia.

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NUEVE EDITORES

¿NUEVA HUMANIDAD?

Jugamos tan desgraciadamente con la vida que ella como


una madre buena nos educó.

J amás nunca pensamos que nos iríamos a


asustar tanto por nuestro fin, que tantas
veces fue anunciado, como en este tiempo. El 2020
terminó siendo un año clave y marcó un antes y un
después en nuestra historia.
Nuestros peores temores surgieron del más
allá como enfrentándonos al mismo infierno. El pánico
recorrió cada célula de nuestro cuerpo al ser testigos de
noticias reales y evidentes de tragedias que sucedieron
no en años sino por cada hora de cada día que nos tocó
vivir aproximadamente durante tres meses.
Los medios de comunicación no daban a
basto para informar sobre hechos inexplicables para
nuestra época y realidad, generando así una parálisis
del corazón hacia aquellos que lo veían; y tanto fue
así que, un día, el sistema global que nos gobierna se
detuvo por completo.

· 80 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Un día, una mañana muy distinta, nos despertó


a todos. En la ciudad, el reloj marcaba las 6 de la
madrugada, se escuchaba un silencio eterno que
producía escalofríos más de los que genera el frío
mismo. Nos asomamos a la ventana de nuestros
hogares y nos sentimos los únicos habitantes de la
tierra. Mientras tanto, en el campo el gallo cantaba
con la salida del sol. Los caminos desolados sin la
producción de todos los días, máquinas e industria
paradas, las que solían llevar alimentos a las grandes
ciudades. Entonces, fue ahí cuando miré el reloj y me
pregunté: “¿Qué nos pasó?”
Se nos escapó la existencia de las manos, nos
apoderamos tanto del mundo que este nos dio una
paliza de lección diciéndonos: “¿Quiénes son ustedes
para venir a manejar mi destino a su antojo?”
Por cruda que parezca la respuesta pero era
lo que nos estaba faltando, nunca respetamos la
naturaleza, nunca respetamos la vida, nunca nos
respetamos a nosotros mismos; por ende, nunca lo
respetamos a Dios.
Si bien estamos aquí para vivir la vida haciendo
uso de todo lo que la creación nos ha concebido, eso no
significa que saqueemos y destruyamos este humilde
planeta.
Nuestro hogar en el universo se vio amenazado
y tomó represalias, usando algo que ni en nuestra

· 81 ·
NUEVE EDITORES

imaginación podía llegar a estar, un diminuto


microorganismo fue el arma por el que la naturaleza
nos puso en nuestro lugar.
Mientras los días pasaban, encerrados en las
casas, aprendimos a escuchar la sintonía de un ave en
libertad, el dulce aroma de una flor del campo, ver el
penetrar de los rayos del sol y, en la noche, observar
el infinito buscando aquella estrella que es la luz que
nos guía en la vida de aquel ser querido que tanto nos
amó. Aprendimos la importancia de la familia donde
los gritos de los chicos cansados por la ausencia de los
padres son el timbre de la voz de amor en su relación
como grupo familiar ausente por el consumo que nos
seca el espíritu día a día en esta rueda viciosa que nos
corrompe por dentro y nos convierte en cenizas.
Si pudimos tener esta dichosa experiencia,
entonces, catalogadamente, vivimos un segundo de
todo el camino que aún nos falta por recorrer, esta
imagen nunca se debe olvidar porque es la imagen de
la vida misma en acción y es todo lo que necesitamos
entender para darnos cuenta de lo que nos está
pasando en el aquí y ahora desde el momento en que
Dios pensó en darnos este inmenso poder.
Cuando este bichito salió a la luz y empezó
a poner de rodillas a cada nación del mundo,
nosotros fuimos atados de pies y manos, y hasta
amordazados de tanto barullo que causamos con

· 82 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

nuestra lengua siguiendo propósitos asesinos con


nuestros conocimientos para con la madre naturaleza.
Desde ese momento se nos impidió políticamente
encontrarnos con hermanos y amigos para que este
enemigo invisible no nos siga matando como ya había
ocurrido en otros países.
Tan drástica fue la realidad que nos tocó
presenciar que un abrazo y un beso se había convertido
en lo más mortífico que jamás en nuestra era habíamos
presenciado como sociedad, el terror salía ahora de
las cálidas manos de un saludo afectuoso. Miren hasta
dónde hemos llegado y esto sumado a posteriores
reacciones en cadena de desastres naturales, una
escena de película; ni Hollywood estuvo a la altura de
demostrar en sus películas el caos en persona hasta
que la tierra en todas sus dimensiones tembló de
horror.
Y las posibles preguntas ahora son “¿Habrá
un cambio?” “¿Surgirá una nueva humanidad?”
“¿Entenderemos nuestra ubicación en la vida y
nuestro sitio en la creación?” “¿Valoraremos tanto
la semilla, el agua, el árbol, el aire?” “¿Volveremos
a mirar a los ojos de un hermano con humildad y
ternura y, de todo corazón, le diremos te quiero con
una voz de reconciliación tal como la tendríamos que
tener con el destino y el ecosistema?” Todo eso es y
será una de las mayores pruebas que tendremos, pero

· 83 ·
NUEVE EDITORES

significativamente es el camino que cualquier especie


tiene que seguir para subsistir, es el reto más difícil
que cualquiera de los animales como las hormigas o
las abejas tuvieron en millones de años de evolución,
aprender a cooperar con sus semejantes aún sabiendo
que puede ser un potencial rival en el camino.
Estas divinas enseñanzas son las que profetas,
aborígenes, sabios y hasta nuestros abuelos nos
predicaron, siendo las claves para triunfar en la vida
contando con el mayor apoyo de toda la existencia,
por la capacidad suya de percibir y ser consciente de
la sabiduría como el mayor tesoro que jamás un ser
vivo pudo tener en sus manos. De aquí en adelante es
nuestra responsabilidad cuidar y cultivar el don más
apreciado por toda la existencia: la vida, y tener como
meta que nuestros futuros jóvenes profesionales, de
la mano de la ciencia y tecnología, sean educados
con estas herramientas prescindibles de épocas
milenarias para el funcionamiento de toda relación de
especie o raza para el lugar en el que habiten.

06/2020

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre: John Jairo Quitian Murcia


Seudónimo: Leonardo Druvet
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “Autosabotajes para el día después”

Perfil: Profesor de ciencias sociales en básica primaria


y estudiante de psicoanálisis. Varios de sus textos
aparecen en las antologías Love is Love de Nueve
Editores, Distancias colectivas de Editorial Enjambres,
Brevirus. Antología de minificciones y Tiempo fuera del
tiempo de Imaginante Editorial.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

AUTOSABOTAJES
PARA EL DÍA DESPUÉS

I
Un favor, nos piden los líderes mundiales,
tened consideración del mobiliario. Recordad que el
empresario es tu amigo y arriesga su capital por todos
ustedes. Para el día de mañana, el feudo debe verse
impecable, reluciente y con personal renovado.
Al crepúsculo de las farolas, si quieres hablar
con alguien hazlo a la distancia indicada, en la
cafetería indicada, en la calle indicada. Al terminar tu
feliz jornada laboral, no olvides sonreír en el gimnasio,
manteniendo siempre la distancia indicada; lo mejor
es que no hables con nadie, concéntrate en tu cuerpo.

II
En el mundo ya no hay muertos, no hay víctimas
ni victimarios. Los mártires son un mal recuerdo.
Como no hay nadie para discutir algo, entonces me
pregunto “¿Qué sería del mundo si sufriéramos un

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NUEVE EDITORES

gran desastre?”. Si el silencio es el lenguaje de Dios


parece que todos, incluyéndome, tenemos algo de él
muy adentro.

III
A veces pienso en los desastres nucleares,
más vistosos, más estrambóticos, más tecnológicos; a
veces pienso, a veces.
El pensamiento es algo ocioso y no hay tiempo
para eso.

IV
Se nos recomienda no ser trascendentales, no
pensar demasiado en cambios espirituales. Un día de
ociosa indiferencia permite saborear lo más real de la
realidad: el azar, la finitud y el sinsentido de la vida.
Conspirar obedeciendo, vociferando
imperfectamente durante la caída del sol vencedor. El
confinamiento es solo una de tantas trincheras.

V
¿Acaso quedamos de pie los verdugos?
Correteamos aquí y allá sin el más mínimo
remordimiento, imposibilitados de morir de
vergüenza.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre completo: Iliana Hernández Arce


Seudónimo: Null
Ciudad y país: Guadalajara, MÉXICO
Título: “En nombre del amor”

Perfil: Poeta, narradora y gestora cultural. Becaria del


Concejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco
(2013). Ha publicado los libros de poesía Relámpago
inmediato (2017) de la Colección de Poesía Calle de
Cervantes y Trend (2017), Ediciones de la Noche y
de cuentos Alas de papel volando (2018) coedición
Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco y La
Zonámbula Editorial. Conduce el programa Poesía on
the rocks.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

EN NOMBRE DEL AMOR

P or aquellas tardes en Wuhan, donde


descansaba de mí pero al mismo me
era revelado el milagro más crudo de mi ser; en
aquel silencio que se repetía día tras día desde que
Liu Youyou, mi gran amor, murió, no de desgaste
como mueren todos los amores sino de muerte por
negligencia. Ahí frente al ordenador, en el momento
más oscuro de mí, recordándola tuve la idea más
brillante de mi carrera científica. De mis pequeños ojos
cayeron grandes chispas tan brillantes como esta gran
idea. Le haría, a mi amada Liu, el más grande homenaje
jamás conocido, con lo único que me quedaba de ella:
un germen de Streptococcus pneumoniae. Los días
siguientes trabajé horas extras en el laboratorio hasta
que por fin encontré lo que buscaba. El domingo fui al
mercado de mariscos de Wuhan donde me dediqué a
sembrar sigilosamente un nuevo virus, tan rojo como
el sol. La pandemia no se hizo esperar, corrió a una
velocidad inusitada. Me sentía conmovida, en cada
persona que se contagiara en cualquier parte del
mundo, estaríamos ella y yo de nuevo juntas. Lo único
que lamento es que nadie conocerá mi nombre.

· 91 ·
NUEVE EDITORES

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre: Ismael Alexander Rodríguez Rosales


Seudónimo: Alex Roses
Ciudad y país: Quito, ECUADOR
Título: “Tabaco”

Perfil: Soy un joven ecuatoriano de dieciocho años,


apasionado de la lectura. He trabajado en diferentes
trabajos de esta índole como cuentos, guiones de
cómics y cortometrajes en colaboración con personas
a lo largo del mundo, lo que me llevó a realizar un
compilado de novelas gráficas junto con uno de
cuentos cortos. Además, he participado y ganado
concursos de publicaciones en revistas españolas. Soy
un ferviente aprendiz de las letras y un eterno necio al
creer que mi trabajo no puede mejorar.

· 93 ·
NUEVE EDITORES

TABACO

V eo normalmente a mi padre fumar por las


noches, de esas que caen en los rizos de las
estrellas y se cubren junto a las jaulas de piedra tras
el cristal, lo veo fumar, esperando, a que mi hermana
caiga en sueño, no lo culpo, el padre en anhelo de dar
el ejemplo de buena fe a su hija. Veo por las noches
fumar a mi padre, mientras soy el mártir de todos y
el claustro de mi madre, la veo llorar, por tal fallido
proyecto del error de la falta de madurez, ese, su
hijo, tembloroso por las noches, donde las sombras
engañan y engatusan la vista, notando cada mañana
hacerse pesada en ahorco de sábanas blancas, creo;
enamorarse de la vida, dura hasta el reparo de olvidar
el motivo de esta, y miras en los ojos de las más
febriles presas a los pies de la parca, darse cuenta;
entienden; al venado que vive para llegar a las fauces
del león, desease haber muerto en camada; veo a la
mujer más hermosa, engañar castamente a quien ama,
y veo amantes mentirse promesas desdibujándose en

· 94 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

mudez, catando besos que son el precio de la amargura


de la no soledad en justificación, del toque desnudo.
No tengo palabras qué escribir… Quería
compensar los errores con deseo de elegidas
oportunidades vinientes de tu piel, porque; ¡maldita
sea!; te amaba, y me jactaba de buscar lo que quería
y no lo que merecía, ser quien, a la par, tratase de
igualar perfección, fallo, yo el Adán, que no fue más
copia de semejanzas, a sabiendas del énfasis de todo
amor, daría vida al más cauto de los ríos, alimentando
cardúmenes, pero son tus pechos marcados por el
carmín ajeno, y son tus palabras la treta de todo
engaño, pues en cuál potestad podrían consistir las
manipulaciones más grandes que en la vil esperanza
melancólica, mientes a mis ojos, y te limpias en mis
lágrimas. No sé de poesía, tal el colibrí se cansa de
volar, por el perfume de los lirios a tus puertas de
maderos, son mis besos los que normalmente fallan
en cautivar, el resto de mentira convirtiéndose en tu
boca, mientras rozas mi piel, mientras tocas un poco,
volviendo ligero cualquier martirio, y convenciendo
al necio del sentimentalismo, vibra el alma, a quien
tal aspiración convierte en distopía, ese engaño de
cambio de plata, tú, ven y besa mi mejilla.
Deseaba con certeza, tener un propósito donde
Lázaro me recuerde por qué movió su roca, y donde

· 95 ·
NUEVE EDITORES

los frutos me recuerden por qué morder el único árbol


que no debería, esto no es más que una divagación
llena de estupidez, no soy ella para rezar alegorías
y quererme, es cada pútrido pétalo, cayendo al agua
limpiando del corte denuedo, las venas desfallecientes,
es cada sensación de impotencia al no tocar distinto,
algo más tu cuerpo, sin acallar tus gritos de cariño en
mis dedos, y que no cambia amor por capricho, es este
el amante, mientras me dejas dormir solo, al riesgo
del ridículo, pues me tiento a decirte bellas palabras
contra tus tenidos cabellos, inútil, cuento estrellas
y cuento versos a la carta, pidiendo al viento, corte,
tal pobre promesa que me hice, porque juré que te
amaba, como mi padre juró dejar de fumar, de la mano
de mi hermana.

· 96 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 97 ·
NUEVE EDITORES

Nombre: Tahis Goretti Urdaneta De Gouveia


Seudónimo: Taty
Ciudad y país: Maracaibo, VENEZUELA
Título: “Nos cuesta encontrarnos”

Perfil: Venezolana, licenciada en comunicación social,


productora y moderadora del programa audiovisual
de poesía erótica Las Tres Gracias. Fotógrafa y
miembro de la editorial Bolefeugo Editores. Amante
del arte y la poesía. Sus poemas han sido publicados
en editoriales como Gira luna y Nueve Editores.

· 98 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

NOS CUESTA
ENCONTRARNOS

Encriptados
mientras las callejuelas saltan sobre los techos
devolviendo el viento
en la carne sin memoria

Nos cuesta repensar


y hacer alfabetos nuevos,
perdidos en las casas
las hiedras trepan todo el año
como rezos,
gránela otoño
y salen heridas las cayenas

Nos cuestan tanto


tres granos al viento
ahorcar los hábitos,
mudar de hoja

· 99 ·
NUEVE EDITORES

y no hay más el presagio


troquelando
este árbol viejo
torcido en su blasfemia,
damos vueltas en el eco

Nos cuesta ser Copos de cuerdas


en la simiente,
nos cuesta pasar por el corazón
ser grito del mar en llamas.

Nos cuesta
este mundo que se rompe.

· 100 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 101 ·
NUEVE EDITORES

Nombre completo: Jose Gabriel Alfaro Rolando


Seudónimo: El pesimista curado
Ciudad y país: L’Olleria (Valencia), ESPAÑA
Título: “COVID, pandemia o ignorancia”

Perfil: Soy un docente que dejó la gran ciudad para vivir


en un pueblo del interior de Valencia. Mi intención es
hacer pensar y reflexionar en cómo estamos tratando
a nuestro hogar, la Tierra. Y, siendo scout, aprendí que
hay que dejar las cosas mejor de lo que están.

La lectura os hará libres.

· 102 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

COVID,
PANDEMIA O IGNORANCIA

V er en internet a una panda de descerebrados


opinando, sin ningún tipo de complejos,
que esta pandemia era un complot de China, que
estábamos ante la Tercera Guerra Mundial y no sé qué
disparates más, me hizo reflexionar de lo importante
que es la educación y la cultura, que son la mejor
vacuna para afrontar cualquier virus, crisis, etcétera.
Porque el pensamiento crítico y constructivo
es oro en estos tiempos de mucha información pero
escaso filtro en las redes sociales o plataformas que
suben videos sin importarles su contenido.
Pero vamos a responder la pregunta en cuestión:
¿Toda esta situación ha sido una gran conspiración?
Mi respuesta no es muy científica pero es
sencilla, el planeta Tierra que es un ente vivo en
constante evolución, nos ha dado una bofetada en
plena cara.
Profundizando en mi réplica, en una sociedad
que está destruyendo su hogar, donde sus valores

· 103 ·
NUEVE EDITORES

fundamentales son el capitalismo y el consumismo sin


límites, la naturaleza con un virus, que mide entre 100
y 130 mm, ha puesto en jaque a la economía mundial.
Espero que esta crisis sirva para poner en valor
la importancia de la sanidad pública, repito PÚBLICA,
donde cualquier ciudadano sea atendido sin tener en
cuenta sus ingresos económicos y que lo importante
sea salvar vidas, no recaudar dinero.
Que se lo digan a las personas que viven en
EE.UU, una de las mayores economías mundiales con
un presidente muy carismático, por no llamarlo de
otra manera, donde su población está cayendo como
moscas.
Pero mirando un poquito más cerca, tenemos
las residencias que dejaban morir a sus ancianos en
las habitaciones porque no tenían un seguro privado.
Viva el oso y el madroño.
Soy pesimista por naturaleza pero ya hace una
década por fortuna llegó mi vacuna, fue mi primer hijo.
Ver que los pensamientos y conciencia ecológica cala
en un infante desde los primeros años, me reafirma en
la gran importancia de la educación y en los colegios
que apuestan por los valores de solidaridad, ecología,
cooperación, compañerismo y no se centran en los
resultados académicos.
La sociedad actual necesita de personas que
respeten y quieran a su planeta para no cometer
los errores del pasado, los cuales estamos pagando

· 104 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

en forma de cambio climático que hasta hace poco


se negaba. Incluso, algún político decía: “Yo sé poco
de este asunto, pero mi primo supongo que sabrá”.
Y entonces dijo: “He traído aquí a diez de los más
importantes científicos del mundo y ninguno me ha
garantizado el tiempo que hará mañana en Sevilla.
¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el
mundo dentro de 300 años?”. ¡¡OJO!! Este personaje
ha sido presidente del gobierno en un país de Europa.
La mayor amenaza del planeta no es El COVID,
es la ignorancia.
Por eso apuesto por combatirla, dando a
nuestros jóvenes las herramientas necesarias para
ser la solución.
Un buen ejemplo son las miles de
manifestaciones promovidas por adolescentes que
han recorrido el mundo. Una pequeña luz en un largo
camino que, si no hacemos nada, será muy corto.
Se despide un pesimista curado, que os dice no
hay que ser un genio para ayudar a la Tierra, solo ser
una persona coherente que crea firmemente que sus
pequeñas acciones como reciclar, plantar un árbol,
etcétera, son muy valiosas para salvar la naturaleza y
las repita una y otra vez sin importante lo que piensan
los demás.

· 105 ·
NUEVE EDITORES

· 106 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Alberto Isaac Gutiérrez Martínez


Seudónimo: Alberto 6
Ciudad y país: San Luis Potosí, MÉXICO
Título: “Nada nuevo bajo el sol”

Perfil: (San Luis Potosí, México, 1990) Estudió la


licenciatura y la maestría en antropología social
en su ciudad natal. Su interés académico ha estado
orientado a reflexionar sobre el pensamiento de
mercado, y actualmente escribe textos literarios con
el fin de abordar diversas temáticas que experimenta
la sociedad contemporánea. Algunos de sus escritos
han sido publicados en revistas literarias digitales
como Nocturnario, Tabaquería y Monolito.

· 107 ·
NUEVE EDITORES

NADA NUEVO BAJO EL SOL

E l rostro de Josef Pernaud, doctor en


biología molecular del Instituto Calbraight
de Virología, quedó irreconocible después de la
golpiza propinada por el agente C. Kautzerbach, la
mano derecha del director de la Agencia de Seguridad
Nacional de los Estados Unidos de Norteamérica. Fue
detenido porque un grupo de la unidad informática
logró ligarlo con la liberación del SARS-CoV-2 en la
ciudad de Wuhan en la República Popular de China.
Por esta razón, el científico se encontraba el día de
hoy, 3 de enero de 2020, en territorio americano
después de su captura en el Aeropuerto Internacional
de Moscú-Sheremétievo, específicamente, en la sala
número seis de la institución.
Conocer las motivaciones de un terrorista no
suele ser una tarea difícil, pues leer mentes es vital
para el obrar de cualquier manifestación del poder,
por lo que no es algo exclusivo de mutantes como
solía decir el agente H. Singer del Servicio Secreto.

· 108 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Sin embargo, la cuestión adquiere otra dimensión


cuando se trata de individuos con la condición de
genios impulsados por convicciones personales,
muchas veces de carácter utópico, progresista o
anárquico. Ejemplo de ello era Theodore Kaczynski,
mejor conocido como ‘Unabomber’, que logró captar
la atención mediática en las últimas décadas del
siglo XX con sus paquetes explosivos enviados a
blancos específicos. Evidentemente, el caso Pernaud
mostraba correlación con el referente citado, aunque
se distanciaba diametralmente en cuanto a objetivos
y métodos.
De acuerdo con los diarios de Pernaud, que
fueron hallados en su apartamento en Connecticut,
titulados como “Manuals to Conquer Madness”
(“Manuales para conquistar a la locura”), el
investigador no solo propuso algunas ideas para
estudios futuros en materia de virología y biología
especulativa, sino también un planteamiento sobre
el problema de la sobrepoblación humana, el cual lo
llevaría a la liberación del coronavirus. En el volumen
2, en la página 12, en el apartado B-9, Pernaud plasmó
su preocupación desmedida por el tema poblacional,
estableciendo un listado de medidas adicionales que
pudieran seguirse para lograr su reducción en 20
años, destacando la necesidad de un modelo integral
que comprendía desde lo cultural hasta lo viral.

· 109 ·
NUEVE EDITORES

En el volumen 3, en la página 18, en el apartado


G-6, Pernaud retomó el planteamiento citando algunas
de las conclusiones del experimento de la “Utopía
de los ratones”, del científico John B. Calhoun, una
investigación etológica que permitió conocer cuáles
son los tipos de respuesta de los ratones ante un
proceso de sobrepoblación en un espacio limitado y
con escasa movilidad jerárquica, pasando este grupo
por una fase inicial de expansión-consolidación a
un momento marcado por la descomposición social
mediante negativas a la reproducción, prácticas
homosexuales, aislamiento y ataques entre roedores.
Al final de estos experimentos, todos los ratones
murieron.
Pernaud afirmó que las tendencias anteriores
también aparecían en la sociedad humana, esto
debido a que el problema de la sobrepoblación y la
frustración ocasionada por la falta de movilidad social
llevarían a una respuesta similar a la de los roedores:
desinterés por lo reproductivo ante condiciones
espaciales y sociales adversas que se traducían en
sacrificios, autosacrificios y el bloqueo de ciertas
funciones fisiológicas o conductas individualistas.
Las élites globales previeron este tipo de respuestas,
por lo que acertaron al fomentar estas propensiones
ideológicamente mediante el financiamiento de
movimientos sociales, como el feminismo mainstream,

· 110 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

las nuevas masculinidades o las campañas para


la interrupción legal del embarazo, cubriendo los
flancos de lo consciente y lo inconsciente para una
mayor efectividad.
No saber para quién se trabaja y encubrir con
emociones todos los fines, constituyen dos premisas
básicas de los Príncipes de la Era Moderna, aunque
Pernaud reconoció que existían algunas limitaciones
de las acciones ideológicas, como el hecho de que no
era posible medir sus efectos con precisión, aunado
a que el cambio cultural operaba con gran lentitud.
De acuerdo con algunos trabajos de manipulación
de masas, un cambio de percepción poblacional
demoraba entre 9.5 y 14.9 años; en consecuencia,
debían perfeccionarse dichas estrategias con los
avances obtenidos en el campo de las Neurociencias.
Finalmente, en el volumen 4, en la página 47,
en el apartado F-3, Pernaud estableció la pertinencia
de la “acción viral” como una medida adicional para
el problema de la sobrepoblación, planteando que
esta problemática se debía en parte por el incremento
de la esperanza de vida, lo que condicionaba la
disponibilidad de recursos y la movilidad, tal como
ocurría actualmente con el conflicto intergeneracional
entre los “Baby Boomers” (nacidos entre 1949 y 1968) y
la “Generación Milénica” (nacidos entre 1981 y 1993).
Es por lo anterior que él proponía una eliminación

· 111 ·
NUEVE EDITORES

sistemática de los segmentos de mayor edad a través de


la liberación de lo que él denominó “artefactos virales
respiratorios”, lo que haría que los individuos vivieran
entre 40 y 50 años aproximadamente, regresando así
a la dinámica demográfica de las primeras décadas del
siglo XX, mientras que el capital se vería beneficiado
al aprovechar los años más productivos. Asimismo,
especificaba que la liberación de estos artefactos
debía ser de forma periódica, cada cinco años.
Como un dato adicional, no pudo encontrarse
en los diarios el leitmotiv personal que llevó a
Pernaud a la elaboración de esta propuesta y a la
liberación del SARS-CoV-2, pero tras dialogar con uno
de sus colegas del Instituto Calbraight, este comentó
que pudo deberse a lo siguiente: a) un decano le
robó información sobre un proceso de edición viral;
y b) ante la frustración de no poder formar parte
de la comitiva del Instituto Aumbard de Virología
Experimental debido a que era demasiado joven para
ocupar un cargo.
Estos eran los datos más importantes que
guiaron el proceder del académico cuyo laboratorio
fue tomado para profundizar sobre la mecánica
del virus y sus otros experimentos. Por lo pronto,
lo único que se sabe es que no le ocurrirá nada al
doctor Josef Pernaud, no pisará la cárcel como suele
pensar el hombre común, y le pasará lo mismo que

· 112 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

a la espía surcoreana que quiso robar información


para la aceleración de procesos infecciosos: llegarán
los directivos de laboratorios privados a ofrecerle un
puesto de trabajo. Posiblemente, se lleven la partida
los canadienses como ha sucedido en otras ocasiones.
La verdad es que el caso Pernaud tiene varios datos
consistentes, aunque de todo lo expuesto, la mayor
parte es sabida por los organismos internacionales,
empresas, medios de comunicación y gobiernos, por
lo que su error no radicó en una cuestión de lógica,
sino en el hecho de adelantarse, en el hecho de no
preguntar. Como dice un viejo refrán, bajo el sol, no
hay nada nuevo.

· 113 ·
NUEVE EDITORES

· 114 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre: Anthony Montoya


Seudónimo: Null
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Titulo: “Indómito”

Perfil: Artista plástico, músico, escritor. Observador


inquieto de las facetas humanas, las cuales son punto
de partida para el desarrollo de procesos artísticos
que inspiran y son utilizadas para plasmar en texto e
imágenes el sentir.

· 115 ·
NUEVE EDITORES

INDÓMITO

T odo en delirante movimiento se fue


expandiendo poco a poco cuando el todo
era nada, cuando solo una semilla germinaba por
la luz que le proporcionaba la memoria de la llama
alguna vez encendida. Era el comienzo, un reflejo en
el infinito que en ese preciso momento contemplaba
echar andar su maquinaria tic tac, tic tac; engranan
pasos uno tras el otro, pasos sin sentido y más allá
del sinsentido; una armonía y, de esta misma, el
resplandor; este, a su vez, como una flor se suelta en
expansión. Se ha creado el cielo.
De claridad se tiñe el día, por su parte la
sentimental penumbra abraza todo a su paso, es la
oscuridad; la que totalmente sumergida en pena, se
le llama noche; la luz y la intensa quietud en dilatada
gestación, parieron la causa, a su vez el efecto; así
mismo, como una necesidad intrínseca, transpiran
los segundos arrastrando los minutos que en su
trascender acumulan horas.

· 116 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Se abre el cielo reclamando cada una de


estas. Fue así como una vez restituida, atravesadas
por incertidumbre, atadas a un tic tac de engranaje
subjetivo, fueron fecundadas en la nada, anidando
hasta que este echó a andar y esta, a su vez arrulla
entre sus brazos a una criatura de intensa y sumisa
gravedad, inmersa en su propio latir, que es
amamantada en divinidad por los nutridos pechos
de la eternidad. Esta intangible casi imperceptible
criatura es el toque de Dios en su más terrible versión
y su nombre es vida. Al parecer un ápice de sensatez
parecía hacerle cerco a su inconmensurable soledad y
así esta inmodestia de mil rostros empieza a palpitar,
a pulsar emancipada como ella misma. Emancipación
espontánea revelando la desnudez de esta criatura
cada vez más hermosa en esencia, aunque en
virtud poco a poco expone su porosidad, se deleita
practicando la perfección.
Puntada tras puntada es creada la dimensión.
Como un salvaje contraste la ferocidad del vacío
escupe su entraña, medula contra medula es golpeada
la nada y con el esplendor propio de la simpleza surge
la forma. Así es como detrás de cada revelación viene
otra en oposición, es como de la luz salen sombras y
en las sombras moran soledades, es como de la nada
nace un todo y en ese todo creados imperfectamente
todos, es la vida y de la vida somos, una maltrecha

· 117 ·
NUEVE EDITORES

sensación que pende de un hilo, que no aprendió a


sujetarse más allá de sus propias convicciones, sus
ingratas vanidades y su ego como inspiración de
vuelo. La humanidad, una plebeya obscenidad de la
creación.
Se nos llama humanos, racionales y, en
su penosa evolución, afanada deformación, han
procurado por mutilarse la memoria es un sinsentido
colosal de insatisfacción que gobierna el proceder,
esta procesión humana transitando los placeres, los
desmanes del libre albedrío, alejando cada vez más la
conciencia del mal que solemos habitar y la muerte
que nos habita, allí está ella lamiendo y alimentándose
de las tibias carnes rebosantes de luz, de heridas
que no terminan de sanar, ella nos habita y solo la
precipitamos.
Así es como la humanidad sin memoria no
cicatriza sus heridas alargando el después y en su
alquimia salvaje adquiere la tentación; despertando
la codicia, su sombra la envidia, pierde el valor para
mirarse en los ojos de quien lo acompaña y engendra
odio, esta necia víbora se ha tragado la cabeza de
la cordura hasta desangrarla ante sus ojos ahora
teñidos de sombra, haciéndose uno solo con el miedo,
sintiendo placer, goce; disfrutando el nervio protervo,
la provocación que corroe la ingenua placidez no solo
se siente sino que al invertirse produce una punzada

· 118 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

en el tiempo, deteniéndolo dentro del ser, mientras


el entorno se pasea por sus sentidos como un vértigo
precipitándose en espiral; miedo en su estado puro,
pánico visceral dando el máximo de sí, sin poderse
liberar de la abstracción encadenada a la sumisión
al sometimiento y de este se desprende como una
costilla podrida de Caín, es el poder.
Todo esto no es más que la génesis de la maldad;
bestia mal atada de inolvidables fauces que respira en
los rostros de los incautos. Con su malicioso hedor
fecunda de peces salvajes las lagunas mentales de
quienes dejaron de soñar para enfermar. No hay más
tiempo que perder: desnudaron el odio mutilándose
las alas, desataron la bestia y la humanidad que fue
creada en contraste con luz propia y en esplendor,
libre y en emancipada, ahora se estremece en sus
propias ataduras. Las úlceras en el alma poco a poco
revientan y el rencor presurizado empieza a asperjar
un rocío dolido en el actuar y allí donde se quiso estar
ahora es incómodo el habitar.
Es cuando la humanidad en su codicia explora
los vicios de la deshumanización, engendrando el
virus, este toma forma de incredulidad, de culpa y
señalamiento, lo que hace aún más sospechosa la
credibilidad y el supuesto racionamiento. Es como
ver los pájaros en el firmamento disfrutando el vuelo
y preguntarse; qué sentirán allí, ¿qué se sentirá volar?

· 119 ·
NUEVE EDITORES

Y, por estar afuera, no percatarse de que el vuelo lo


llevas adentro, que esos pájaros logran volar en el
espacio entre la piel y las telas que la cubren. No existe
una toxina más letal para la humanidad que la que ella
misma engendra para autodestruirse. El ser humano
como una criatura agreste, cerril bellamente creativa,
jugando a la extinción.

· 120 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 121 ·
NUEVE EDITORES

Nombre completo: Vanessa Rojas Plaza


Seudónimo: Michelle Michaelis
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “De pájaros y fósforos”

Perfil: Nació un día de 1994, compartiendo onomástico


con Freddie Mercury. Desubicada de nacimiento,
estudió medios audiovisuales aunque la psicología
era su pasión. Adicta a la música, cree que falta mucho
para considerarse melómana. Encontró en la escritura
la seguridad que a su voz le faltaba.

· 122 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

DE PÁJAROS Y FÓSFOROS

E l hombre, sentado en la amplia sala


color malva únicamente iluminada por
el atardecer que se filtraba por las cortinas de velo,
comía cereal dándole la espalda a la ventana.
Su comportamiento era taciturno y retraído,
casi asocial. La crisis del 20 lo había convertido en una
persona pájaro.
No le habían salido plumas ni un pico, pero sus
movimientos parecían los del canario, agitaba a veces
sus brazos para liberarse del estrés y se movía por un
mismo espacio tal como uno en una jaula.
Estaría en sus treintas, pero había dejado de
cuidar su aspecto y no le importaba comer jorobado
mirando a la nada sin pizca de emoción. Empero,
siempre estaba preocupado.
Caminaba de un lado a otro de la sala, vestido
con un suéter azul que le quedaba suelto y un pantalón
de sudadera negro que le de daban un aspecto más
vacilante a su andar. Movía su cabeza disociada de su
cuello, la tomaba y aplastaba su cabello peinándolo
hacia atrás.

· 123 ·
NUEVE EDITORES

Solo pensaba en la llamada, la promesa de


verla pronto... La imagen de ella como una videocinta
clásica con residuos de polvo y ruido. Su cabello rubio
trigo ondulado recogido, su sonrisa.
Salió esa noche a comprar algo en la tienda
de la gasolinera, era tarde. Quizá ‘comprar’ era una
excusa.
La tienda tenía un letrero de neón verde
parpadeante que decía “Open”, adentro las luces
blancas también de neón parpadeantes. El encargado
de turno siempre rezaba para que no fueran a fundirse
a la madrugada y, preciso, algún indigente o un ladrón
pudieran asaltarlo.
El hombre llega y entra con su estilo particular,
el encargado lo mira, pero prefiere seguir en sus
asuntos.
Se acerca a pagar un paquete de frituras, una
bebida gaseosa y un paquete de cigarrillos. Tras él
otro comprador de mejor aspecto, alegre con un
paquete de condones y una botella de algún licor del
más costoso que se podría conseguir en dicho lugar.
—Vamos, hombre. ¿Eso le va a gustar a tu
chica? Lleva algo para darle acción a la noche –dijo el
sujeto en tono amigable y bromista.
El encargado también reía nerviosamente
mirando al par de clientes.

· 124 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

El hombre pájaro también rió hipócrita


y brevemente, de pronto golpeó con violencia el
mostrador del cajero con ambas manos y reinó el
silencio. Volteó su rostro hacia el bromista, sonriendo
con una mirada maliciosa cubierta por unos cuantos
cabellos y hablando en un tono sarcástico, le dijo:
—Por imbéciles como tú es que no puedo
darle gusto a mi chica. Por imbéciles despreocupados
e irresponsables como tú es que ella ya no está aquí.
Murió –dijo torciendo un poco el rostro para darle
énfasis a la ironía. Tomó las cosas, puso un billete de
mala gana y salió de allí.
Al bromista no le duró mucho el shock y
recordó:
—Ah, hombre y por favor, 10 de gasolina para
la 4.
—Ya va –le respondió el encargado.
Salió con su paquete muy contento y se dispuso
a poner la manguera de la gasolina.
El hombre pájaro sacó una caja de fósforos,
se puso un cigarrillo en la boca y lo intentó encender
mientras caminaba, el bromista subió a su auto.
Cuando por fin pudo encender su cigarrillo tiró el
fósforo que cayó en un charco de gasolina cerca de la
terminal 4 de la estación, justo cuando el otro cliente
encendía su auto creando una explosión inmediata.

· 125 ·
NUEVE EDITORES

El hombre pájaro inmutable, volteó a mirar y


siguió su camino, el encargado de la tienda salió a ver
el desastre ocurrido con angustia.
La policía y bomberos tardaron en llegar, el
pobre chico ya había logrado mermar un poco el fuego.
Le hicieron preguntas de rigor de las que
claramente no tenía idea de las respuestas.
Llegó el manager de esa tienda, en pijama y
una bata.
—Vine tan rápido como pude. ¿Qué pasó aquí?
—Un auto se incendió, señor.
—¿QUIÉNES SON LOS IMPLICADOS?
—No lo sé, señor. Yo solo estaba organizando la
registradora cuando...
—¡No sabes, NO SABES! –dijo, alterado, el
manager– No sabes ni limpiarte el trasero, qué vas a
saber siquiera dónde estás parado.
Se cerró bien la bata para que no se filtrara el
frío en su pecho.
—Esto lo vas a pagar de tu sueldo, niño, ¿oíste?
–subió a su auto y se fue rápidamente de allí.
Los policías miraban al pobre encargado con
pesar.
—¡QUÉ PUTA MIERDA! Mi sueldo perdido por
culpa de un imbécil.
Los policías le hicieron cerrar el lugar y lo
llevaron a su casa.

· 126 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Los bomberos habían apagado el fuego, nadie


se percató del fósforo en el suelo, finalmente este cayó
y se perdió en las alcantarillas. Ya no hay más a quien
culpar.

· 127 ·
NUEVE EDITORES

· 128 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Diana Cecilia Pino Zapata


Seudónimo: Amante de su Presencia
Ciudad y país: Santa Rosa de Osos (Antioquia),
COLOMBIA

Título: “El terror del miedo”


Perfil: Ama de casa, residente en el municipio de
Santa Rosa de Osos. He asistido al taller de literatura
“Rayuela”, en años pasados, dictado por Leandro
Múnera. Soy amante de la presencia de Dios, del
dibujo, la guitarra, la poesía y la vida.

· 129 ·
NUEVE EDITORES

EL TERROR DEL MIEDO

T ras un compendio de historia, todo lo que


hay debajo del sol tiene su tiempo.
La evolución que el pasado registra hoy nos
detiene a examinar nuestras características, nuestros
desequilibrios existenciales, nuestro razonamiento.
Creado o no el virus corona ya estaba planeado,
ya estaba premeditado como y con un propósito,
pero no por el hombre, él no se inmuta ni se da por
enterado de que es manipulado por algo o mejor por
alguien que supera su comprensión.
Poco a poco la especie humana ha ido
enloqueciendo; empujarse ella misma a debilitarse
física, emocional y espiritualmente se ha convertido
en una estrategia en una guerra que sola no podrá
ganar, porque su mente está ocupada intentando
llenar ese vacío que sacude su espíritu y no le deja en
paz.
El miedo, la mejor estrategia utilizada por el
enemigo hoy se ha convertido en su mayor aliado, la
pandemia ya no es el virus, es el miedo.

· 130 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

La ignorancia por lo que Dios hace se ha


disfrazado de confinamiento, la han convertido en
una mascarilla para tapar las maquinaciones, donde
el miedo paraliza la razón, aturde el pensamiento,
desquebraja los ánimos y manipula la vulnerabilidad.
Ahora bien, la enfermedad es real sus síntomas
también; sin embargo, nos encontramos en el tiempo
entre la una y las tres de la madrugada, tiempo oscuro
y lleno de engaño, la peor época de la humanidad,
donde es y seguirá siendo fácil engañar al pueblo por
falta de conocimiento.
De una forma misteriosa alrededor del covid
19 se generaron y organizaron argumentos para
controlar la enfermedad y sus efectos, aterrorizaron
al ser humano con la muerte, algo que es inevitable en
su existencia, y controlaron los medios de televisión
generando así un contagio masivo de presión, y
ansiedad una psicosis colectiva; el terror del miedo.
Hablan más de sus estragos que de la verdadera
solución.
Espiritualmente el ser humano tiene dos
caminos y, aunque ignore a ambos, están en él y
son los encargados de su autodestrucción o de su
salvación. Todo lo que suceda de aquí en adelante ya
está preparado y no será nada bueno.
Dios tenga misericordia.

· 131 ·
NUEVE EDITORES

· 132 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Jorge Alfredo Chaparro Africano


Seudónimo: Jorge Marso
Ciudad y país: Sogamoso(Boyacá), COLOMBIA
Título: “¿Qué vendrá después?”

Perfil: Escritor y poeta, con terminación académica de


una maestría en literatura en la Universidad Pedagógica
y Tecnológica de Colombia, UPTC. Sus textos han sido
incluidos en varias antologías nacionales y regionales.
En la actualidad, está terminando de escribir una
novela sobre el retorno que pronto publicará.

· 133 ·
NUEVE EDITORES

¿QUÉ VENDRÁ DESPUÉS?

Los dados de Mallarmé fueron lanzados,


hace trescientos años ruedan por la mesa.

En esta esquina del mundo,


donde la tierra se baña, con
pacíficos alisios
y titánicos atlantes, en el
mes de marte,
nos visitó un rey,
coronado sin espinas.
La diminuta forma que lleva,
invisible a los ojos
cabalga la incertidumbre
para posarse a los pies,
de los incautos.
La llave que tiene, abre los ríos
de la muerte y el desespero,
perplejidad de la vida, encerrada en útero
de cristales y piedra.

· 134 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

El signo que porta, quita el aliento


pirexia, astenia, oscuro blandón
su reino instalado,
pervive en nosotros
sus días no
acaban, serán un eón.

¿Qué vendrá ahora?


¡Contesta Mallarmé! ¿Jamás el ahora, abolirá
el azar?

Ya no seremos los mismos


el puñal está en la mano,
y el beso anuncia
la campana luctuosa.
Los rostros son mudos,
y las calles repletas, de silencio
son el eco de la memoria
encendida del ayer.
Jugar como niños

· 135 ·
NUEVE EDITORES

a soltarnos el pelo

y correr entre tumbas

sin decirnos adiós.

Esperar confinados
que paren las dudas,
abrazar desde lejos
y mirarnos sin voz.

· 136 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 137 ·
NUEVE EDITORES

Nombre completo: Sandra María Beatriz Soler


Seudónimo: Coma
Ciudad y país: Chaco, ARGENTINA
Título: “Trillado (Tú Conspiración)”

Perfil: Docente, narradora, actriz, escritora, poeta y


tallerista. Con premios y publicaciones provinciales,
nacionales e internacionales en monografía, cuento,
poesía, microcuento, fotografía, en diferentes revistas
digitales, antologías, diarios y revistas.

· 138 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

TRILLADO (TÚ CONSPIRACIÓN)

E se día el equipo de nuevos residentes


ingresó al hospital. Se reunieron en la
sala principal y escucharon las precisiones para
esa mañana en el cronograma. Sería una tarea
ordinaria pero extensiva. Vacunar contra la gripe a los
internados.
Tenían en común la emoción de los que
inauguran un trabajo.
No preguntaron demasiado, el sistema
siempre había respondido por ellos. Se saludaron con
el ceremonial acostumbrado y cada uno se retiró a los
pabellones asignados.
Los jefes del protocolo se retiraron a
intercambiar actividades. Era casi año nuevo y todos
lo esperaban dispuestos.
Nadie sabía entonces que, entre las heladeras
llenas del vacunatorio (con un gesto desprovisto de
toda naturaleza noble), uno de los científicos había
intercambiado varias de las botellas con otro líquido
diferente creado para sobresalir.

· 139 ·
NUEVE EDITORES

Un producto de mezclas que experimentó


durante un tiempo y el cual (pensaba) le daría la tan
ansiada notoriedad que se le había escapado siempre.
Su nombre era Tao, una ironía singular.
Tao había trabajado durante meses con virus
comunes de gripe y otros símiles y había logrado
separar uno liviano y altamente prometedor. Como su
soberbia lo había desequilibrado solo pensaba en que
podría solucionar las contingencias y se presentaría
entonces como único benefactor, accediendo así al
renombre. Su padre estaría orgulloso.
Tao acompañó al grupo hasta que fue obligado,
molesto, a cumplir con otras directivas. Sin poder
seguir en vivo todos los detalles y ajustar también
cada recepción.
Ai era una profesional solicitada, reconocida
por todos a la que Tao había querido acceder, pero no
tuvo aceptación.
Compartían algunos pasillos y eventos, pero sus
tareas los mantenían, como ella quería, distanciados.
A Ai no le gustaba la sorna ni los aspavientos
de él, tampoco la manera en que reiteradamente vio
tratar a convalecientes.
Frío, desaprensivo, impaciente. La mirada de él
le molestaba, pero no podía discutir. Él tenía un cargo
superior y era investigador. Ella solo una doctora más.
Sin embargo, notó la ansiedad de él esa
mañana. Sus esfuerzos por ir con la ronda a vacunar.
Su molestia cuando lo llamaron a otras reuniones.

· 140 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Algo en ella se agudizó, como una alerta


natural, pero luego se esfumó. Además, él le resultaba
repulsivo.
Pasaron cuarenta y ocho horas cuando se
desató el infierno.
Los timbres manuales comenzaron a sonar a
coro, las alarmas, los sensores, la carrera era general
en los pasillos. Todos corrían por muchos que
convulsionaban, vomitaban se retorcían, gritaban,
caían de las camas contracturados…
Nadie entendía. Solo buscaban formas de
alivianar el desborde.
Se formó un grupo de laboratorio y evaluación
para ver qué sucedía. La simultaneidad generó el
colapso de la unidad.
Todos necesitaban respiradores, oxígeno,
traqueotomía, atención, solución vital…
Entonces Ai, que recorría y revisaba, agotada,
recordó su inquietud de aquel día. Como un sueño,
como un rompecabezas, armó el mapa: Tao, sus
investigaciones, sus vacunas, su euforia, su deseo ese
día de inyectar… Y ¿ahora?
Lo encontró muy cómodo en uno de los
pasillos y cuando empezó a preguntar, casi gritando,
él la retiró para el lado de los ascensores como para
continuar la charla.
No fue así, observó para ambos lados y al
confirmar la falta de testigos sin más la empujó por el

· 141 ·
NUEVE EDITORES

hueco de escaleras de servicio como un ave sin alas.


Ella no esperaba ese vuelo y era demasiado menuda.
Solo voló muchos pisos abajo sin hacer ruido.
Tao se retiró rápidamente al extremo opuesto
del hospital.
Entre tantas urgencias el cuerpo de ella fue
encontrado mucho después y se acusó al stress, a la
falta de equilibrio, al paso. Otras eran las emergencias.
Tao se dio cuenta al leer los resultados de los
estudios del equipo que se había equivocado.
La influenza común que debía haber surgido
fue suplantada por algo en que él no obtendría
beneficio alguno pues desconocía.
Una gripe común pero mortalmente superior
que denostaba todo pronóstico y se extendía a todo.
Debía ser muy cuidadoso, si Ai se había dado
cuenta quizás alguien más.
Es mismo día desapareció sin ningún
remordimiento. Tomó un avión para salir del país. Y
luego tomó otros.
Nadie preguntaba mucho por un investigador
lleno de sellos en el pasaporte. Mientras había dejado
atrás un campo de guerra.
Una explosión que pensó no lo atraparía. Lo
hizo en Nueva York. Muchos meses después, cuando
se creía a salvo.
Se equivocó nuevamente. Cuando las sirenas
invadieron las cortinas de su departamento y no pudo

· 142 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

obtener ningún pasaje por el colapso del transporte,


supo que debía tomar una decisión.
Nadie como él para deletrear con precisión los
síntomas e insuficiencias que llegarían, su umbral de
dolor.
Y esa tos le llegaba cada vez con más fuerza.
La inutilidad de todo el conocimiento solo
servía para elaborar otra escapatoria con premura.
Cuando tomó la decisión se sirvió un trago y
se acomodó en el sillón con esa caja de recuerdos que
llevaba consigo.
Allí las fotos, cartas, medalla y pistola con
algunas balas de su padre le recordaban una dignidad
de la que carecía.
Esperó a que el trago y la pastilla hicieran
efecto y con temblor se agujereó esa cabeza llena de
células esquizoides que lo coronaron. Creyó ver a Ai
sonreírle entre su sangre.
Tardó mucho en irse. No hubo misericordia en
su mano imprecisa.
Ni arrepentimiento.
Igual, tuvo canto de sirenas para dormirse.

· 143 ·
NUEVE EDITORES

· 144 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Catalina Villegas Burgos


Seudónimo: Remedios
Ciudad y país: Montreal, CANADÁ
Texto: “La imperfección en el tapiz”

Perfil: Ingeniera física de la Universidad Nacional


de Colombia, sede Manizales. Postgraduada en
periodismo científico. En 2002, obtuvo el primer
puesto, categoría juvenil, en el concurso nacional “I
Premio de poesía San Juan de la Cruz” organizado por
la Universidad de Salamanca, con su nocturno “Noche
infinita”. En 2019, obtuvo uno de los cinco primeros
puestos del Concurso Nacional de Poesía “La palabra,
espejo sonoro” convocado por la Casa de Poesía Silva,
con su poema “Tríptico del espejo”. Actualmente
trabaja como responsable del área de divulgación
científica en el “Centre des sciences de Montréal” en
Montreal, donde reside desde 2009. Algunos de sus
poemas han aparecido en la Revista Aleph.

· 145 ·
NUEVE EDITORES

LA IMPERFECCIÓN EN EL TAPIZ

¿ Inteligencia? ¿Instinto bruto? ¿Automatismo


ciego? ¿Cómo describir la cualidad que
posee un virus y que hace posible que se replique ad
infinitum llevando a cabo su “misión”, su “objetivo”, si
es que los tiene?
Burdo intento de imitar la vida… No naces, no
creces, no mueres, solamente te reproduces. Pasas
eones enteros en un estado de coma profundo hasta
que algo se dispara, algo te despierta y sientes una
imperiosa necesidad de reproducirte. No sabes cómo
ni para qué. No tienes cerebro. No tienes órganos. No
puedes moverte ni desplazarte. Quieres ser todos, ser
el Uno, ser legión…
Algunos quisieran creer que todo en el Universo
es perfecto y que esa supuesta perfección es un reflejo
de la perfección suprema de un ser superior. Ah, pero
no contaban con los virus, con un error de digitación,
con un defecto de fábrica. ¿”Defecto”? ¿Estamos
seguros de que es un defecto?

· 146 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Ahora imagina que eres Dios. Que no tienes


ninguna misión, ninguna obligación, que hiciste esto
para no aburrirte lo que dura la eternidad, o porque
te dio la regalada gana y punto. El caso es que quisiste
hacerte tan inmenso o tan minúsculo que pudieras
ser invisible y dejar que tu creación “más inteligente”
tratara de responder a la pregunta por Tu existencia.
Preparas crispetas y te reclinas en el sofá a ver la
evolución de ese experimento.
No tienes cerebro, no tienes órganos, no
naces ni te reproduces ni mueres. Ves que con los
ingredientes del caldo primigenio y un poco de energía
de tormentas eléctricas y de pulsiones tectónicas tu
trabajo está terminado. No importa si lo hiciste en
siete días o en miles de millones de años: cuando
conoces el pasado, el presente y el futuro, medir el
tiempo carece de sentido.
Así que tu plan, a pesar de estar lleno de
sorpresas (como la aparición del primer ser vivo:
un microbio procariótico a quien le tienes mucho
más cariño que a Adán y a Jesús), era un proyecto
aburridísimo y con una trama predecible.
Cabeceabas de tedio y, de repente, en un
parpadeo, ya había homínidos que caminaban en dos
patas y que construían monumentos de culto. “Esta
película se pone buena”, dijiste incorporándote. “Ya

· 147 ·
NUEVE EDITORES

sé lo que sucede a continuación, pero me divierte


ver estas escenas”. Ves a esos monos lampiños
comenzando a discutir sobre Ti. Te muerdes los labios
por no poder hablarles pues te prometiste a Ti mismo
que la libertad de ellos sería más importante que ir a
soplarles alguna pista.
Algunas de esas adorables criaturitas disfrutan
el ocio activo, miran hacia el cielo para cavilar y buscar
respuestas. Comienzan a elaborar teorías sobre el
origen del Universo. ¡Son tan tiernos…! Otros, los más
lambones, afirman haber recibido revelaciones tuyas
y sostienen que todos deben adorarte. Te rascas la
barba perplejo (la barba imaginaria).
Empiezas a ver cómo surgen en distintas
partes del mundo otros simios que salen con el mismo
cuento y que comienzan a pelear con cualquiera que
te describa de otra manera.
De tu parte, te decepciona más el que se tarden
tanto en descubrir detallitos que dejaste ocultos para
que los desvelen con asombro. Por ejemplo: ¡que los
pájaros vienen de los dinosaurios! Es insólito verlos
pegándose de bobadas como que si eres o no hijo de
una virgen adolescente.
De repente llegan unos tipos que dicen que
como todo es bello y perfecto (¡y eso que no saben
lo de los dinosaurios!) que eso solo demuestra que

· 148 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Alguien lo tuvo que crear. Te ponen apodos como


Relojero, Arquitecto, Demiurgo, Creador, etcétera.
Pasan muchos siglos sin que esa idea pierda
fuerza, pero algunos primates de las generaciones
más recientes se dan cuenta de que cada explicación
dada por las religiones es más mágica que la anterior
y optan por afirmar que Tú no existes y que no te
necesitan para explicar la existencia del Universo. Una
sonrisa se dibuja en tus labios. Por un instante, Tú
mismo te preguntas si de verdad existes. Te caen bien
los que niegan tu existencia y les tienes predilección
sobre los lambones.
Pero al cabo de un tiempo, la película te parece
insufrible. Estos simios se quedan cortos de ideas muy
rápido. Afortunadamente, no se te escapa ni media y
por eso dejaste un hilo suelto en ese tapiz. Un defecto
que los humanos han llamado virus. Los que tienen el
sesgo de ver todo perfecto, ignorarán un detalle que
pasa casi desapercibido: la existencia de un ser no
vivo que se reproduce sin objetivo alguno. A nadie se
le ocurrió pensar “Si yo fuera Dios, no sería tan bobo
de crear todo tan perfecto y pulidito. Yo dejaría un
errorcito que confirme mi existencia, la chimba pues.

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NUEVE EDITORES

· 150 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Alejandra González Hernández


Seudónimo: Nemuzine
Ciudad y país: Puebla, MÉXICO
Título: “La cura”

Perfil: Tiene estudios en ciencias de la comunicación,


maestría en literatura y maestría en educación,
imparte clases de español y literatura en preparatoria
desde hace más de 15 años. Escribe cuentos y
minificciones que ha publicado en diversos medios
digitales.

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NUEVE EDITORES

LA CURA

—Soy uno con el universo… Soy uno con el


universo –exclama, con los ojos cerrados, el anciano
maestro de yoga mientras su voz abre caminos
invisibles.
Son las 5 de la mañana, su acostumbrada
hora para la meditación, el momento idóneo donde
la oscuridad de la noche se deja abrazar por los
primeros rayos del día, el aire tibio y el silencio le
permiten la concentración plena.
Está solo en la habitación, vestido de blanco,
sentado en flor de loto sobre un tapete café. Hay una
silla, un librero y una amplia ventana que aún está
vestida de oscuridad.
Sus muchos años de práctica le permiten
la plena concentración; sin embargo, hay días
especiales como este, porque es ajeno al ambiente
que lo acompaña y olvida las sensaciones de su
cuerpo, su voz es éxtasis al infinito.

· 152 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

—Soy uno con el universo, soy uno con


el universo –repite el anciano aún con los ojos
cerrados, pero ahora advirtiendo frente a sí, cambios
de tonalidades entre un gris y azul intenso que se
desvanecen para permitirle distinguir un planeta a
cercana distancia.
Es la tierra con sus mares y suelos envueltos
con hilos rojos; el mundo está enfermo y él puede
sentir ese intenso dolor que no sabe cómo aliviar,
aunque también le lastima profundamente.
Identifica luego una débil luz blanca que
intenta penetrar como aguja en la tierra, es la luz
que habrá de curar al planeta, no sabe de dónde
proviene, pero advierte que, conforme sea más
fuerte e intensa, podrá sanarla.
Esa luz blanca da esperanzas al hombre y
ese mismo bienestar lo devuelve a su meditación.
Cuando abre los ojos, su cuerpo está tendido sobre
el tapete.
No sabe cuánto tiempo ha pasado. El día
ilumina por la ventana su habitación. Sin moverse
aún, mira a su alrededor, todo está igual. Lo único
que ha cambiado ha sido él, quien con tristeza
comprende que la plaga es la humanidad y la cura
es el virus.

· 153 ·
NUEVE EDITORES

· 154 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Mariana Méndez


Seudónimo: Emma Luz
Cuidad y país: Buenos Aires, ARGENTINA
Título: “Poema 92”

Perfil: Nació el 4 de septiembre de 1976 en Buenos


Aires, Argentina. Escribe desde su adolescencia,
formó parte del grupo literario “Puerto del Alma”
en Iguazú, Misiones, donde vivió algunos años.
Los autores que la han influenciado son Alejandra
Pizarnik, Julio Cortázar, Juan Gelman, entre otros.
Participó en varias antologías, entre ellas La magia
y los poetas, consolidando en el tiempo su vocación
literaria, actualmente reside en Buenos Aires.

· 155 ·
NUEVE EDITORES

POEMA 92

A Lito

Si quisieras, yo te haría compañía


Me quedaría a tu lado a contar estrellas
A ver pasar el tiempo
Cerquita tuyo
Si quisieras dejaría todo, en este instante
Iría a tu encuentro, a tus brazos
A podar bignonias
A ver cómo el otoño hace montañitas de hojas
en el balcón de tu casa
Y miramos juntos cómo se vuelven frías las
tardes
En el sillón, inventamos algo
Esperamos que todo pase
Que vuelva a salir el sol
Que vuelva a llegar, con pasos torpes, la risa.

· 156 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

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NUEVE EDITORES

Nombre: Madeleine Geraldine Quicaño Zegarra


Seudónimo: Made
Ciudad y país: Arequipa, PERÚ
Título: “Eliminación”

Perfil: Relacionista público de profesión, con estudios


de maestría en comercio exterior, cursos de posgrado
en recursos humanos, relaciones comunitarias,
coaching, conocimientos de inglés y portugués. Soy
una persona con gran fascinación por los libros, en
especial, por las novelas históricas, pero aun así adoro
los libros de Sir Arthur Conan Doyle y las series de
suspenso. No negaré que la escritura –al menos los
tramas que no llego a escribir– ocupan gran parte de
mi mente.

· 158 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

ELIMINACIÓN

S i alguien ya escribió sobre una noche


con cristales rotos, entonces por qué no
contarles mi historia, sobre la noche en que las torres
cayeron, y no hablo de los colosos americanos que
representaban el poder de un país, de una potencia;
mis torres o debería decir las antenas de las que
hablo representan también el poder pero de la
comunicación, estas torres a las que me refiero en
estas últimas hojas de mi diario son las del 5G; la
nueva realidad para la conectividad del mundo, el
nuevo imperio y no es precisamente en la potencia
americana que se desarrolla sino que es la pluma de
un americano la que relata. Para el caso, mi nombre no
importa pero sí mi profesión pues soy un periodista,
reportero del silencio que en medio de una crisis de
salud tuvo la mala fortuna de encontrarse fuera de su
tierra en un lugar cuyas costumbres no tienen nada
que ver con su vida. Paso pues a mi breve relato donde
la manipulación y el miedo a la muerte dieron lugar
a algo tan básico en el ser humano, EL MIEDO, por

· 159 ·
NUEVE EDITORES

años existió la duda sobre la salud y la presencia de


estas gigantescas estructuras pero lo que vi, en un
rincón del mundo civilizado, sobrepasó cualquier
experiencia de mis 32 años, pues siendo de una
ciudad donde cualquier rumor bien fundado incita a
la población a levantar del suelo piedras centenarias,
armar barricadas y atrincherarse si creen que tiene
fundamento su reclamo, por ende estoy familiarizado
con la protesta popular para sacar incluso a un
presidente si lo creen correcto, pero esto, esto no lo
esperaba, hace apenas 20 días fui testigo de cómo en
el Reino Unido la población salió desenfrenada cual
Quijote para enfrentarse a modernos molinos de
viento por la simple creencia difundida por un reporte
virilizado por el internet. Jamás en mis años de vida
odié más el uso de la red y a quienes, armados con un
celular y sin identificación alguna, afirmaron que el
COVID – 19, era el resultado de esta nueva tecnología,
y que el gigante asiático era posiblemente la causa de
la enfermedad. El virus o lo que sea que los estaba
matando, surgió de la nada, muchos culparon a los
extraños gustos gastronómicos de una población, cuyo
poder había invadido el mundo, quizás sea extraño
comer reptiles y otros bichos, pero qué podría decir
yo cuando en mi país es tan normal comer Suri, carne
de osos y hasta carne de serpiente, dicen que sabe a
pollo nunca la probé y quizás nunca lo haga, pero estoy

· 160 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

divagando quizás sea esta fiebre, la verdad no tengo


certeza, son rumores, pero el miedo y las altas tasa de
muertos incluso médicos y más grave aún la escasez
de medicamentos efectivos. No estoy divagando
ahora al decir peste. En Italia en España los afectados
se cuentan por centenares, llegar a un hospital es
en vano ya ni siquiera el médico más reputado da
esperanza. No sé de biología o farmacéutica, mi tarea
es escribir y por ello recorro el mundo; vi arder
ciudades, gente histérica, mi testimonio está en la
revista, pero no puedo olvidar los rostros los gritos de
gente enfrentada a sus autoridades, es tal la influencia
de esta paranoia en mí, que empecé a buscar y leer
reportes. La pandemia se ha tomado de Europa,
proyecto de dominación, muerte selectiva, asesinato
en masa, ¡pero se puede ganar algo con esto! La carrera
por la vida ha empezado, y esta maratón no tiene
más premio que preservar la vida. Europa es un gran
crematorio, y aquel país donde todo empezó envía
ayuda, pero la peste no se contiene. Pese a que China
se ha declarado libre de esta enfermedad, ha vuelto
al trabajo y sus niños a las escuelas; Europa sigue
llorando sobre cenizas repartidas en hogares que
aún no se recuperan del golpe, pero el daño no se ha
detenido y América empieza a llorar, con autoridades
más frías que algunas europeas, que se niegan a parar
su economía, prefieren la muerte de sus ancianos, los

· 161 ·
NUEVE EDITORES

muertos se amontonan en las calles, mientras la gente


hace colas por cajas de cerveza, y el oxígeno escasea,
la idea no me abandona; China ya está libre pero el
mundo sigue llorando, ¡es cierto y la peste es una
medida de eliminación selectiva! Los días pasan, las
fronteras se han cerrado y es increíble pero la gente
hace colas por papel higiénico, jabón líquido y alcohol.
En mi soledad, empiezo a extrañar y a temer, no sé si
el dolor de cabeza, la irritación ocular y el malestar
corporal se deben a esta psicosis que también se me
ha pegado, esta búsqueda de una razón válida para
tanta gente muerta, para hospitales repletos y ya no
solo de ancianos pues, como dicen, el virus ha mutado,
y los muertos ahora son jóvenes, bebés, niños que no
han tenido suerte de hallar un auxilio para sus males,
y las redes también se inundan de videos con médicos
llorando desesperados por su impotencia pidiendo
entre lágrimas que la gente respete su aislamiento.
Hoy el mundo, casi en su totalidad, se ha parado.
Estoy seguro de que pronto veré saqueos y gente
matándose por alimento o por ¿papel? Los noticieros
tienen ya un mismo tópico a tratar y diferentes tonos
de hacerlo y son la enfermedad y la muerte los que
se relatan, surgen tratamientos maravillosos, lavados
de sal, sahumerios de eucalipto, mezclas candentes de
limón ajo kion y no sé qué otros brebajes con detalles
exactos de su preparación todo con la promesa de una

· 162 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

cura milagrosa, pero por más que revuelvo las redes


y hago abuso de mi plan de megas, la idea fija vuelve
a mi mente, y si es una creación de un laboratorio,
de eliminación selectiva, la idea no me abandona,
qué probabilidad de que un pangolín, un murciélago
y un perro juntos dieran origen a la más virulenta
infección, porque China se declara libre del virus y el
mundo llora, quién está mintiendo, quién ha causado
este mal, la fiebre es cada día peor ya me cuesta
respirar mis últimos esfuerzos están en esta viejo y
gastado cuaderno, no sé si lo valga, pero me siento
como la anciana que por temor a morir sola cosía su
propia mortaja.
Y aún no sé la causa; evolución o eliminación.

· 163 ·
NUEVE EDITORES

· 164 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Juan Manuel Montes González


Seudónimo: Sonrisa sin gato
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “La cosa que estaba en la pared”

Perfil: Escritor y publicista.

· 165 ·
NUEVE EDITORES

LA COSA QUE ESTABA


EN LA PARED

C her. Cher. El palito. El palito. Todo es


cuestión de tiempo, dicen los humanos.
Treinta y tres generaciones atrás a mis ancestros les
ocurrió algo que los cambió, nos cambió, me cambió.
El palito. El palito. Todo es cuestión de tiempo, dicen
los humanos. Y en parte tienen razón, pero esa frase
cajonesca, al igual que otras frases cajonescas, ha
perdido el significado después de ser repetida y
repetida y repetida trillones de veces fundiéndose
en profundidades de fonemas hasta ahogarse en sí
misma. Todo es cuestión de tiempo. Todo es cuestión
de tiempo. Hace cientos de años existió un humano
de pelo blanco alborotado con bigote que inventó una
palabra, la palabra que le falta a ese refrán; relatividad.
Entonces, ese “Todo es cuestión de tiempo” sumado
a esa palabra quedaría: “Todo es cuestión de los
Tiempos”. Cher. Cher. El palito. El palito. Y si todo es
cuestión de los tiempos, los afanes y las esperas de
todos son tan distintos como el olor a charco y el

· 166 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

de pasto recién cortado. Los tiempos nos devoran a


velocidades y voracidades diferentes. Hace treinta y
tres generaciones muchos de mis ancestros fueron
asesinados a traición y otros murieron horriblemente.
Dicen que había algo que no se veía pero que mataba
sin dientes, como el tiempo. Pocos sobrevivieron
pero, con el pasar de las lunas, los pocos se volvieron
muchos y ese algo invisible, peligroso, asesino, se tornó
en otra cosa. En una singularidad. Los sobrevivientes
tuvieron descendientes y ellos tuvieron hijos, nietos,
bisnietos y cada uno heredaba la singularidad de
los padres con evidentes mejoras. Nuestra modesta
telepatía, con la que siempre nos hemos comunicado,
se fue incrementando; perfeccionamos nuestro
lenguaje, trasmitimos historias y conocimientos de
una generación a otra. Cher. Cher. Mi tatarabuelo
descifró los códigos con que se comunican los
humanos y nos trasmitió el descubrimiento con la
condición y el juramento de nunca revelarlo a nadie
más. Nunca confíes en ellos, decía, no son nuestros
mejores amigos. Los humanos no trataron bien a mi
tatarabuelo. Mi madre, por su parte, descubrió otra
cosa, más compleja, más terrible: el tiempo. Parecido a
aquella cosa del pasado, invisible, sin rastro, rostro ni
olor, pero más antigua, más letal. Una bestia invisible
que no nos acecha porque ya nos posee, nos engulló

· 167 ·
NUEVE EDITORES

y nos digiere sin que nos demos cuenta. El palito, sí,


otra vez el palito. Todo es cuestión de los tiempos. Mi
madre descubrió la diferencia entre nuestro tiempo
y el de ustedes. Ella siempre fue una observadora y
obsesiva esquizoide. En lugar de dormir cuando se
quedaba sola en la casa, se dedicaba a descifrar el
misterio de la cosa que estaba pegada en la pared y
de la que cada tanto salía un ave robot y sonaba un
ruido aturdidor. Sabía, por las historias de nuestros
abuelos que en casi todas las casas humanas había de
esos artefactos, “cacharros” los llamaba el abuelo de
mi tatarabuelo, aunque según dicen, mi tatarabuelo
llamaba cacharros a todos los aparatos humanos.
Reloj Cucú era la denominación que le daban ellos a
la cosa. Pero qué hacía a ciencia cierta, nadie lo sabía,
lo que casi vuelve loca a mi madre, loca como mi tío
el que se comió completo Bartleby, el escribiente,
después de haberlo leído y tras eso nunca más dio la
pata, ni se hacía el muerto, ni salía al parque, ni comía.
Mi madre por su parte pasaba días analizando
el artefacto de tres brazos floridos que daban vueltas y
vueltas a diferentes velocidades. Hasta que descubrió
que había una réplica más pequeña de ese cacharro
en los brazos de los humanos y que estos, siempre lo
miraban con temor y angustia. Entendió finalmente;
eran aparatos que traducían mediocremente el
andar del tiempo. Y descubrió la diferencia entre

· 168 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

nuestro tiempo y el de ustedes. Una hora suya son


siete nuestras. El tránsito de un amanecer a otro
nos atraviesa más lento, más doloroso. Ustedes que
se jactan de sabelotodo nunca vieron el porqué de
nuestra efusividad a cada regreso suyo a casa. Cher.
Cher. Pobre Argos, 140 años de sarna y espera. Cher,
sí, Chernóbil, ese fue el lugar donde a mis ancestros
les pasó lo que les pasó, lo que me pasa. El palito. El
palito. Mis capacidades superan por mucho a las de
mi madre, pues no solo heredé las suyas, desarrollé
la capacidad de leer y controlar las mentes humanas.
Mi humano trabajaba en un laboratorio en Wuhan.
Testeaba un virus que otros habían creado. Los
humanos están llenos de contradicciones y mi
humano tenía de sobra. Solo puse una pregunta en su
cabeza y él hizo el resto. Así como a nosotros, treinta y
tres generaciones atrás, a ustedes les ocurrió algo que
los cambió y los sigue cambiando. Nuestro Chernóbil,
es su Wuhan. No fue por venganza, fue por tiempo.
Sabía que el miedo a la muerte los encerraría, los
encerraría con nosotros y pasarían sus días enteros
con nosotros. El virus acabaría con esas horas de siete
horas de ansiedad. Las largas soledades de mi especie
por fin serían recompensadas con caricias, bocaditos
y compañía. No pedimos más. Por fin, no más mirar
a la puerta eternidades. No más Argos olvidados por
Penélopes ni Telémacos.

· 169 ·
NUEVE EDITORES

Otra vez el palito. Ahora mi humano y yo


estamos en otro país. No puedo decirlo por seguridad.
Ahora él me lanza el palito y yo corro a atraparlo y
morderlo y llevárselo para que lo vuelva a lanzar.
También me da la comida que quiero. A veces le aburre
lanzar el palito, pero yo amo que lo lance. Cuando no
quiere, controlo su mente y lo obligo. Soy muy feliz y
mis hermanos y los otros perros también, por lo que
he escuchado telepáticamente. Mi humano me pide
que nos entremos a la casa porque tiene tos. Le doy
gusto.

· 170 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 171 ·
NUEVE EDITORES

Nombre completo: Wendy Carolina Vargas Beltrán


Seudónimo: abceis
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “Paranoicaconspiranoica”

Perfil: Neófita insomne en el quehacer lecto-escritor.


Actualmente estudio humanidades y lengua castellana
en la Universidad Distrital donde estoy elaborando
una tesis de literatura sobre ciencia ficción.

· 172 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

PARANOICACONSPIRANOICA

¿De dónde viene esta conspiración de invisibilidades?


PIZARNIK

D espierto nuevamente en una madrugada


inacabada. Observo el reloj que marca
el ducentésimo día de confinamiento y es inevitable
sentirme en una noria que se mueve al tempo del
péndulo que oscila en mi cabeza, marcando los
sístoles-diástoles de este corazón cada vez más
desgastado a causa del ciclo de los días.
Veo las notificaciones en mi celular, no hay nada
nuevo ni alentador: “Se aproxima el pico del covid19.
No hay cura, #quédateencasa”. “Modelo saca línea de
tapabocas y supera el trendingtopic del campesino
que donó su cosecha”. “Lea el ensayo ‘Orwell profeta:
el cerdo sigue en el poder’”. “Aumentan cifras de casos
por covid19.” “Violador con covid19 es absuelto”.
“Murió famoso empresario por covid19, mira las
fotos del homenaje”. “El gran circo reabre sus puertas:
transmisión en vivo del partido de fútbol”. “Líder

· 173 ·
NUEVE EDITORES

social asesinado tenía covid19”. Apago la pantalla del


celular como quien decide cerrar las cortinas para
alejarse del mundo y evitar abrumarse con tanto
vecino perverso.
¿Todo eso es verdad o mentira? Ya no sé qué
pensar, creo que perderé más cordura. Natural,
inventado o que no exista, ese virus ya está en nuestra
psiquis porque ha sido nombrado: coronavirus,
covid19, sars-CoV-2 o como sea, ya existe porque
hay una palabra. La palabra puede crear realidades
extrañas en las que la imaginación, la especulación
y la incertidumbre, fluctúan hasta formar un nuevo
entramado de sentido en el cual nos vemos subyugados
a cambiar nuestras dinámicas de interacción. Una
existencia emergente y desconocida en la cual pocos
se atreven a decodificar esas leyes biopolíticas.
Mi tío me ha dicho que no crea en las cifras
porque todas las muertes, así sean por infartos, las
actualizan como si la persona hubiese muerto a
causa de esta nueva enfermedad, por eso no entran
familiares. Me cuenta que están pagando bien por
alterar estos papeles y hacer publicidad engañosa. Me
pregunta si yo tengo algún blog en la web porque a las
personas con más de veinte mil seguidores les pagan
si promocionan productos de limpieza y mandan
mensajes persuasivos sobre lo aséptico.

· 174 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Yo me quedé pensando en un vídeo interesante


que vi cuando mencionó lo de los productos de aseo.
Es una muchacha analizando el episodio de Los
Simpsons en el que se muestra a grandes empresarios
y políticos reuniéndose para charlar sobre los nuevos
mecanismos de control. Ella lo relaciona con un evento-
simulacro que sucedió en agosto del año pasado
en el que representantes del sector empresarial,
tecnológico y político acordaron un nuevo monopolio
para los próximos diez años.
En susodicha reunión se acordó que debían
potenciarse las nuevas plataformas digitales como
preámbulo a las tecnologías 5G, esto con la intención
de tener un mayor registro de las redes IP y así
complementar una base de datos más detallada de los
usuarios. Información que luego podrá ser comprada
por multinacionales co-asociadas a empresas de
domicilio para hacer promociones más personalizadas
y así tener un mayor impacto adictivo. Los gobiernos
también podrán acceder a estos datos debido a
las recientes manifestaciones sociales y ataques
hacktivistas. Tendrán acceso a la ubicación geográfica
de los grupos subversivos y chuzar las llamadas de
quienes están promoviendo rebeliones como las que
se estaban presentando en China, Francia, Chile y
Colombia a finales del año 2019.

· 175 ·
NUEVE EDITORES

Según ella, fue en esa reunión donde se acordó


la propagación de un virus parecido al sida para que
la gente no saliera y se quedara en la virtualidad.
Estamos en la primera fase donde los síntomas se
instauran en los organismos y los hacen vulnerables
paulatinamente. Todos, en algún momento de nuestras
vidas, tendremos que contraer el virus. Por eso la
mayoría de niños-jóvenes son asintomáticos y en los
adultos-ancianos es más letal, porque, entre más débil
sea el cuerpo, más certera es la infección. Esto hace
parte de las nuevas lógicas del monopolio que buscan
regular la sobrepoblación y fomentar, en aquellos que
queden, hábitos de extrema limpieza porque la crisis
ambiental ya es un hecho. Ella afirma que hay una
vacuna pero no estará al servicio comercial (como la
cura del cáncer) solo se accederá a ella con un gran
monto de capital.
Me envidea saber que soy un ser débil en todo
el sentido de la palabra. Ya no puedo fumar en paz sin
sentir una extraña sensación en la garganta y en los
pulmones. Pienso en el estado tísico de la tuberculosis
que muchos creyeron que no era real hasta que
empezaron a toser sangre. Qué fácil es sugestionarse,
especialmente cuando uno sabe los alcances de las
élites mundiales: no les tiembla la mano para apretar

· 176 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

el botón y destruir una ciudad con una bomba nuclear.


Los días ya no serán los mismos, estamos en tiempos
de transición, ¿hacia dónde? Nadie lo sabe, realmente;
todo lo que se dice podría ser mentira. Solo sé que
pronto amanecerá y debo enfrentarme a la selva de
cemento con hienas salvajes que ansían dinero.

· 177 ·
NUEVE EDITORES

· 178 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: María Cristina Gaviria Castro


Seudónimo: C. G
Ciudad y país: Antioquia, COLOMBIA
Título del texto: “Tercera Fase”

Perfil: 40 años en la búsqueda del camino que me


lleve a ser un día una buena escritora.

· 179 ·
NUEVE EDITORES

TERCERA FASE

L legaba la hora de ejecutar el plan. El


minúsculo fragmento habitado por
humanos, sería brutalmente impactado por la
fuerza siniestra de un enigmático enemigo. Los
últimos ajustes al mecanismo de expansión estaban
listos. El laboratorio herméticamente sellado, se
preparaba para la liberación del virus que esta
vez sería perfectamente letal. Cada detalle estaba
meticulosamente analizado y concretado, fueron
cinco años de investigación, estudios minuciosos y
experimentos piloto en animales. Cuarenta científicos
confinados en un espacio de ochenta metros
cuadrados, por un lapso de sesenta días para finiquitar
los detalles previos a la propagación masiva de la
epidemia. Todo estaba dispuesto y lo único que pasaba
por sus mentes siniestras era la suma incontable de
dólares que recibirían, libres de impuestos y cualquier
investigación por enriquecimiento ilícito. Sabían que
el impacto sería devastador y que nada, absolutamente
nada, volvería a ser igual por muchísimo tiempo.

· 180 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Eran órdenes explícitas y radicales que deberían ser


obedecidas sin objeción; exterminar sin clemencia
toda la población comprendida entre los sesenta
y noventa años. Elaboraron una especie de alarma
inteligente que activaría la salida del microorganismo
una vez abandonaran el laboratorio. La hora cero
había llegado, ya el verdugo habitaba la superficie
terrestre en busca de sus múltiples objetivos. Poco a
poco y sin ostentar una apariencia espeluznante, fue
arremetiendo sigilosamente contra las personas. Ante
el desconcierto de todos fue extendiendo sus cortos
pero letales tentáculos, destruyendo a su paso la vida
que, aunque limitada por el tiempo, les pertenecía
conforme sus creencias. Se dispersó por toda la
superficie terrestre a una velocidad precipitada y
mezquina, alardeando una inmunidad pasmosa ante
el ataque defensivo de los soldados combatientes y sus
poderosas armas. Más frustrante que su resistencia lo
era su aspecto, imperceptible, anodino, intangible. La
tierra silenciosa y abatida se redujo a las sombras del
pánico y la dubitación. La gente empezó a presentar
síntomas muy similares a los de un resfriado común,
la gran mayoría eran personas mayores que además
tenían otras afecciones de salud que agudizaban el
peligro inminente de muerte. En medio del caótico
diorama, se comenzaron a hacer pruebas médicas
alrededor de todo el mundo, buscando contrarrestar

· 181 ·
NUEVE EDITORES

los estragos mortales causados por el pernicioso


asesino; arrojando resultados increíblemente
catastróficos. Estábamos ante una epidemia de la que
se desconocía procedencia y características. Todos
los días el espectáculo era más desolador, la cantidad
de muertes iba en un ascenso irrefrenable, la gran
mayoría de las víctimas eran ancianos, pero también
estaban sucumbiendo personas jóvenes y niños
aunque en menor proporción. Mientras tanto la gente
del común se resguardaba sigilosa en sus refugios,
expectante y cavilosa. Poco a poco se convertían en
prisioneros de su propia naturaleza. Los responsables
estaban recluidos en sus mansiones, provistas y
adecuadas con antelación de víveres y medicamentos
que les permitirían estar a salvo por bastante
tiempo. Veían a través de los medios informativos,
cómo su fatídico proyecto se desarrollaba con éxito
superando todas sus expectativas. El mundo entró
en un aislamiento sin precedentes. Los líderes de
todas las regiones del mundo crearon estrategias
preventivas para salvaguardar la vida de sus
coterráneos, reestructuraron sus prioridades para
ofrecer un poco de seguridad y tranquilidad en medio
del cataclismo en el que estaban siendo sometidos. En
medio de la confusión, surgieron diversas hipótesis
que se expandieron por todos los países acerca del
origen del virus. Todo tipo de teorías conspirativas

· 182 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

se posicionaban en el primer lugar de la lista de


posibles causas. Se adjudicó la responsabilidad al
más poderoso de los imperios, que siempre estuvo
en la cima del poder económico y social de todo el
mundo. Se murmuraba de la existencia de un clan u
organización del poder y el orden mundial, que estaba
a punto de subyugar a todo individuo existente y de
esta manera tener el control absoluto sobre todo. El
confinamiento trajo consigo consecuencias nefastas
para la población, las empresas entraron en un declive
inexorable por la falta de producción y consumidores.
Las personas fueron perdiendo sus empleos dando
así paso a un enemigo igual o peor que el virus: EL
HAMBRE. El planeta era el lienzo grisáceo del horror
y el miedo que por esos días recubría el mundo. Calles
vacías, escuelas mudas, fronteras sin alas, teatros sin
dramas, estadios sin gloria, mundo sin vida. Cientos
de científicos y microbiólogos se reunieron en todos
los rincones del globo terráqueo, con el propósito
de encontrar o inventar una cura infalible contra
de la perversa partícula. Pero el tiempo avanzaba
presuroso y la solución a la hecatombe era cada vez
más inalcanzable. Los muertos eran incinerados
rápidamente, ni el más escabroso film de terror se
asemejaba a la barbarie de ver cómo arrojaban los
cadáveres a las calles por falta de ambulancias que
los trasladaran. Los medios informativos y redes

· 183 ·
NUEVE EDITORES

sociales habían hecho un trabajo impecable de


adoctrinamiento y persuasión, argumentando que los
fallecidos deberían ser inmediatamente calcinados,
sin practicar la autopsia correspondiente por ser
transmisores potenciales de la bacteria. Entonces se
improvisaron necrópolis, cavaron tumbas en lugares
insospechados, crearon fosas comunes donde fueron
depositados los restos, por el irrefrenable colapso de
los espacios fúnebres y cementerios convencionales.
Pero algo inesperado y sórdido estaba por suceder.
Extrañamente nadie más murió a causa de algo
diferente al efecto del virus, todos los mártires fueron
diagnosticados con el microorganismo, aun cuando
padecían otras enfermedades de larga trayectoria
médica. Y fue así como las víctimas fueron siendo
desechadas, como escombros inservibles sin el menor
pudor ni compasión. Mientras tanto, la organización
criminal aprovechaba el hundimiento incontenible de
las acciones económicas en el mercado de valores para
comprar, con sumas de dinero irrisorias, y así engrosar
sus caudales financieros. La pesadilla continúa y con
ella la impotencia de no poder librar una contienda
igualitaria con el ejecutor. Todos quedaron reducidos
al control conspirativo de la élite, estaba pasando
lo previsto y lo proyectado con la exactitud que
esperaban. Ya el mundo era más pequeño y un tanto
más joven. Había llegado el momento de la fase dos:

· 184 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

anunciar el hallazgo del antídoto y así consagrarse en


la cúspide de la pirámide. Al liberar a la humanidad del
virus mortal jamás serían derrocados. Gradualmente
irán distendiendo la opresión, llegarán de diversos
lados del mundo soluciones medicinales para
combatir los efectos fatales de la molécula. Ha sido
tan frustrante y demoledora la crisis, que todos los
humanos quedarán exhaustos e inermes, haciéndolos
presas fácilmente manipulables. Hay una tercera
fase que será efectuada al término de la actual y que
consiste en el barrido de los residuos peligrosos que
hayan sobrevivido.
Fase número tres: COVID 20 PLUS…

· 185 ·
NUEVE EDITORES

· 186 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Juan Pablo Camacho Cely


Seudónimo: Historias de la periferia
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “El concursante”

Perfil: Investigador social nacido e interesado en


la transformación de la periferia. Joven bogotano
egresado de colegio y universidad pública. “Historias
de periferia” apuesta por el periodismo cultural.

· 187 ·
NUEVE EDITORES

EL CONCURSANTE

… cargando.

C uando transcurría la semana 54 de la


cuarentena global empezó la era dorada de
la periferia. Propuestas similares surgieron alrededor
del globo en países que habían sido históricamente
segregados y dominados por las grandes potencias
ahora impotentes. Profesionales ubicaron el
surgimiento del proyecto en la capital de un país
al norte de la región suramericana. De hecho, el
rumbo histórico tiene mucho que agradecerle al flujo
continuo de casualidades. Claro que nunca se supo
nada de los verdaderos antecedentes. Otro tipo de
“casualidades” habían ubicado el origen de las ideas
y se habían encargado de borrar registros previos
al momento 54. Mientras las chicas que empezaron
con los primeros diseños en Yuba desaparecieron
en la semana 6. En Damasco un grupo de amigos
encontraron y reprodujeron por azares de Facebook
ciertas notas e imágenes en redes sociales. Sus

· 188 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

siguientes movimientos llamaron de nuevo la atención


de las fuerzas mecánicas de la acumulación voraz de
recursos. Dos semanas después de que los últimos
correos fueran enviados a navegar por la red con
destinatarios globales al azar, el grupo estaba muerto.
Pequeñas y similares chispas fueron
exterminadas en lugares muy parecidos. La
vulnerabilidad no es tan difícil de identificar en el
mundo. En la semana 55 pequeñas iniciativas de
plataformas abiertas que trabajan lo mismo, sin darse
cuenta, se habían comunicado pero utilizando otras
palabras. Para el momento 54, ya habían acontecido
ocho mil desapariciones, cuatro mil seiscientos
fondos de solidaridad entre empleados se habían
esfumado de la faz de la tierra y la cura aún estaba
lejos de ser encontrada. A los que nunca habían puesto
atención nunca se les había hecho en falta. La idea de
producir nos separa. Los más expertos investigadores
jamás pudieron esclarecer qué ocasionó la sinopsis
colectiva por la cual fueron cubiertos todos los
habitantes de la periferia global. Es extraño como se
pudo saltar de una ebullición gigantesca y masiva de
violencia, que solo permitía admirar el talento y don
para el enfrentamiento resultado de años y años de
dominación, al periodo más extraño de la humanidad.
Suponemos aún hoy que jamás se sabrá.

· 189 ·
NUEVE EDITORES

La red internet estaba repleta de filosofía barata,


basura emprendedora, hipismo y todas estas frases
con las que la crítica centrada en el plan económico
despreciaba la preocupación por la salud emocional
como una situación igual de importante. El sistema
de intercambio dinero no había sido si quiera tocado
cuando –acostumbrados a conseguir el sustento diario
equivalente al salario que conseguían vendiendo su
fuerza de trabajo, hasta por 48 horas semanales– los
habitantes de la periferia violaron la cuarentena. Se
reunieron en salones comunes, no les sorprendió que
vecinos y compañeros de ciudad no se conocieran.
Mientras unos acumulaban mercados que, apilados,
llegaban al techo, muchos otros tenían almacenadas
armas de casero alcance, uso diario y manufactura por
aburrimiento. Centrados en la competencia con los
otros por el alimento que se encontraba disponible,
alimento que nunca se iba a acabar –porque quien
cultiva, produce, carga, mueve y distribuye la comida
nunca ha dejado de trabajar– las decisiones tomadas
en colectivo defendían y promovían los saqueos y
enfrentamientos. Desplazamientos de barrio a barrio
con monumentales caudales de vecinos, motivó a lo
mismo en el resto de las ciudades en defensa de sus
tiendas y mercados.
Una ascendente guerra civil vino acompañada
de mayores índices en contagios de una enfermedad

· 190 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

que tampoco parecía doblar el brazo. Principales


afectados por la muerte rápida de personas, los países
del primer mundo apenas y lograban llenar sus puestos
de trabajo en la administración, salud, educación y
comida, cuando inútilmente administraciones de la
periferia pedían ayuda como en décadas pasadas a la
ONU. Llenos hospitales, centros médicos y casuchas
armadas por los militares para atender la más
poderosa enfermedad que el planeta haya visto, las
ciudades se desocuparon en un santiamén. Fue una
temporada difícil para las elecciones personales. La
guerra por quién quería administrar el verdadero
problema, llevó a cientos de miles al campo de
nuevo. Muchos de los que se quedaron, solo tuvieron
que esperar la noticia del fallecimiento de aquel o
aquella por quien habían demorado en unirse a las
comunidades rurales.
Sin tomar mucho tiempo, los asentamientos
rurales olvidarían la razón de lucha armada contra
las ciudades al verse obligados a administrar la
enfermedad en el campo. Por el contrario, pasaron
muchos años antes de que las ciudades se dieran
cuenta de que estaban peleando una guerra solas.
Ensimismada en la idea de salvar la economía, la
administración continuó financiando torres de
defensa y puntos estratégicos con soldados y policía.
Las cosas necesitaban de tal inteligencia que no

· 191 ·
NUEVE EDITORES

podían darse el lujo de enviar tropas a investigar en


campo de su propio país. Las supuestas noticias de
éxito aplanando la curva por iniciativa comunitaria,
no podrían verificarse por la obstinación de salvar
el papel dinero. Era ya muy tarde cuando pensaron
en las soluciones hippies, pues las tareas se fueron
simplificando al mismo ritmo que la población era
menor. Ya no producíamos hacia adelante, se fueron
apagando las comunicaciones en todo sentido, no
había seguridad de si New York o Nueva Delhi existían.
Las ciudades, fueron las primeras en desaparecer de
su propia historia.
Era parcialmente cierto; si bien en el campo,
las personas lograron suplir gran parte de las
necesidades básicas, el virus solo fue más lento en
esparcirse debido a los nuevos y mejores hábitos
alimenticios de la gente. Pero los equipos, la ciencia, la
tecnología, el conocimiento se quedaron atrás con las
preocupaciones incesantes de llegar a ser alguien. Nos
separamos. Se abrían paso las últimas generaciones
imaginadas. Por error, en un pequeño pueblo de
Neiva, jóvenes crearon un jugo de diferentes plantas
que habían sido utilizadas los últimos años como
fuente de humedad en el territorio, creando la cura
para el COVID-19, que ya no se llamaba así. Que ya
no importaba porque, quienes tomaron el jugo, no

· 192 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

tuvieron problemas respiratorios, no conocieron la


nicotina en su versión industrial. Que no importaba
porque no había forma de saber que esa era la cura.
Además, por azares de la vida, jamás ellos habrían de
sufrir la enfermedad que llevó a la población de miles
de millones a unos cuantos cientos separados por
continentes de distancia. Finalmente, la historia no
fue necesaria de hacerse. Desaparecimos.

… ¿Continuar?
… No – Sí.

· 193 ·
NUEVE EDITORES

· 194 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Yeimmy Milena Zuluaga


Seudónimo: Anelim Saavedra
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “Conspirando”

Perfil: El crecimiento que necesita la humanidad


se encuentra en las letras. Creo que ellas me han
arrullado para ser quien soy y aún me construyen en
complicidad con las personas que llaman a habitar
cerca.

· 195 ·
NUEVE EDITORES

CONSPIRANDO

La representación del mundo como el mundo mismo, es


obra de los hombres, ellos lo describen desde su punto de vista el
cual confunde con verdad absoluta.
SIMONE DE BEAUVOIR

E l mundo entero es una gran “conspiración”


de poder, religiones, política, ciencia y
naturaleza. Todos tienen un punto de vista particular
para plantear asuntos concernientes al rumbo de la
humanidad, los individuos nos identificamos con cada
cosa conveniente a la supervivencia en el entorno
actual.
Entonces, cómo no pensar en todo lo que viene
sucediendo con el Covid 19. Que si es producto de la
naturaleza como represalia por el daño hecho por
la humanidad; que si fue creado en un laboratorio
en China o Estados Unidos; que si es una estrategia
política desde grupos ancestrales para seguir
dominando una supremacía, o es rebeldía de los

· 196 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

grupos científicos que toman la decisión de reducir


los efectos del consumismo y la sobrepoblación de la
tierra.
Se plantean múltiples ideas en la sociedad y
muchas coinciden con la repartición del mundo por
derecho, por adquisición forzada, por competencias o
por riquezas… Así mismo valoramos las posibilidades
de origen de este virus que apareció en diciembre de
2019 en Wuhan, provincia de Hubei, en la República
Popular de China. Dicen que fue transmitido a través de
la ingesta de murciélago como producto alimenticio;
cosa que para nuestra cultura es algo reprobable,
antihigiénico y poco saludable…
El 11 de marzo se declaró como pandemia
(enfermedad infecciosa que se ha expandido) y, gracias
a la globalización, el día 23 de marzo se decretó un
confinamiento preventivo en nuestro país, y se hizo
énfasis en las ciudades capitales pidiendo, a través de
los medios de comunicación, que nos abasteciéramos
para estar una larga temporada en casa… El mundo
cerró sus puertas entrando en pánico y viendo cómo
una enfermedad se llevaba gran cantidad de vidas en
corto tiempo.
Siempre he pensado en el porqué la gripa
jamás ha tenido cura; es decir, se puede controlar y se
pasa de un cuerpo a otro, pero seguimos conviviendo

· 197 ·
NUEVE EDITORES

con las diferentes formas de ella, como un habitante


más del planeta, y hasta se convirtió en un negocio
el mantener grupos pequeños de enfermos para
alimentar un mercado activo. Me pregunto si los virus
se hacen más fuertes e inmunes a nuestros avances
médicos o si los hacen más fuertes a propósito para
mantener la industria. Si es así, esta vez se les salió de
las manos…
El organismo humano, también adquiere
defensas para protegerse de los virus que ya los
habitaron antes, entonces… ¿por qué razón surge este
nuevo terror para el ser humano que daña las vías
respiratorias y hace más vulnerables a nuestros niños,
ancianos y personas con enfermedades terminales?
La humanidad siempre está buscando
culpables antes de hacernos responsables por los
cambios benéficos para nuestro propio entorno;
ser más aseados, más organizados, más solidarios
y empáticos; encontrar las ventajas del cambio nos
hace ver lo que hacía falta.
“No puedes volver atrás y cambiar el principio
pero puedes comenzar donde estás y cambiar el final”.
Creo que, en este punto, lo más importante es
conocer nuestro cuerpo y cuidar nuestra salud física
y, en especial, nuestra salud mental que es la más
afectada con cada cambio que se presenta en nuestros
caminos. El ser humano es –por naturaleza– social,

· 198 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

la interacción con sus semejantes permite procesos


químicos cerebrales que le permiten contribuir a la
salud; evidentemente, el mundo está afectado por un
gran cambio pero siempre encontraremos una nueva
forma para salir del estado de pánico que nos genera
el desconocimiento; igual, hay otras cosas que matan
con mayor facilidad y a más personas, pero como no
nos tocan de cerca o lo hemos naturalizado…
Ya encontraremos, después, otra nueva forma de
morir; mientras tanto, yo seguiré soñando ser eterna
entre letras, justificando las ideas de mi realidad como
mi verdad no absoluta pero creciente y cambiante con
cada cosa que leo veo y siento.

· 199 ·
NUEVE EDITORES

· 200 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Nombre completo: Jacqueline Rojas Timoté


Seudónimo: Angelique Reid
Ciudad y país: Bogotá, COLOMBIA
Título: “Plandemia: la zombificación de la humanidad”

Perfil: Nací y vivo en la ciudad de Bogotá; criminalista


de profesión, dedicada a la escritura y a la poesía,
dichas publicaciones van desde los versos góticos,
pasando por el erotismo, relatos de terror y temas
sobre actualidad cultural, social y política.

· 201 ·
NUEVE EDITORES

PLANDEMIA:
LA ZOMBIFICACIÓN
DE LA HUMANIDAD

E ste año, más que una cadena de eventos


desafortunados, es todo un plan orquestado
por la élite para que el nuevo orden mundial por fin
sea implementado.
Una pandemia que no parece pandemia por fin
le ha dado gusto a los más poderosos: mantenernos
bajo su control.
¿Acaso no les parece extraño que no se haga
ningún tipo de autopsia a los cuerpos?, ¿no les
parece extraño tanta insistencia por mantenernos
encerrados?
Al parecer, los titiriteros han conseguido lo que
han buscado por tanto tiempo: que nuestra vida se
reduzca a que ellos digan lo que debemos o no hacer,
y todo esto en complicidad con los medios vendidos…
Quizás Soros haya metido mano a su chequera para
que cada capítulo de terror se llene con estadísticas

· 202 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

infladas, digo, algunos dicen que le ha dado la orden al


presidente argentino de aún no levantar la cuarentena.
Nos han convencido de que este virus de rápido
contagio, pero de baja letalidad es peor que el ébola;
nos han convencido de que desde hace poco este virus
–“incubado” de un murciélago– anda en circulación.
Cuando es de conocimiento público que, según
los señalamientos del gobierno de Taiwán, este virus
anda suelto desde el mes de octubre y que, aún así,
cierta organización guardó silencio. Eso da mucho en
qué pensar… Tal vez no es descabellado que esta cepa
de coronavirus fue fabricada y mutada para que haga
más daño de lo que verdaderamente hace.
Este 2020 es verdaderamente apocalíptico y
los tres jinetes andan sueltos haciendo de las suyas.
Mientras este adormecimiento nos ha
provocado el día de la marmota (este perpetuo
encierro), mientras nos han silenciado simbólicamente
con el cubrebocas, todo pasa sin que hagamos nada y
los pocos que hacen son ‘cancelados’ con la censura
descarada.
En este juego de “divide y vencerás”, los
mismos que nos están matando nos han convencido
de que son nuestros únicos salvadores, lavándonos
el cerebro con que la vacuna financiada por Gates es
la única salida: la marca de la bestia hecha chip para

· 203 ·
NUEVE EDITORES

terminar de convertirnos en un rebaño ciego y más


tonto de lo que ya es.
Deberían darse cuenta de una vez por todas
cómo nos manipulan a su conveniencia, cómo juegan
con nuestras mentes débiles. Un día condenan a
quienes protestan para que los dejen salir a trabajar
tildándolos de irresponsables por exponerse al virus
y al otro día enaltecen a vándalos de un movimiento
prefabricado, olvidando que el virus existe.
Los que predican libertad son los verdaderos
tiranos.
Detrás de la hermosa cortina de humo repleta
de héroes y lavado de manos se esconde el horror
de los que mueren en urgencias por intubaciones
mal hechas que, sin importar la enfermedad, te
diagnostican de Covid para que les giren generosas
sumas de dinero; todos los ancianos que han acabado
muertos porque son un peso para la economía; todas
las pequeñas empresas quebradas para someternos a
la economía virtual…
En la tele te dicen que la gente es lo más
importante, que nosotros les importamos… Cuando en
realidad somos un simple negocio, seres desechables
que generan ganancias al que tenga más poder.

· 204 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 205 ·
NUEVE EDITORES

Nombre completo: Leandro Hernández Arroyave


Seudónimo: Leo Hernández
Ciudad y país: Armenia, COLOMBIA
Título: “26 de junio, 2019”

Perfil: Publicista de profesión, docente por vocación y


escritor por pasión; apasionado por las expresiones y
estéticas que nacen en la urbanidad, en el ir y venir de
las ciudades; en los cuerpos que las recorren entre sus
secretos y verdades que se evidencian en sus cuerpos,
rasgos y señas. Investigador y consultor en economía
cultural y creativa.

· 206 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

26 DE JUNIO, 2019

I ba en un avión. Estaba viajando a cubrir


un evento de moda, el lanzamiento de una
nueva colección. Hace unos pocos meses me habían
contratado en un medio japonés como editor de una
revista de diseño. Es algo extraño, siempre dije que
no iba a ir a trabajar en Asia, me parece un continente
misterioso, lleno de extrañezas y creo que un latino
que va allí en roles directivos, siempre está entre ojos,
siento que me miran como si fuese un sospechoso. Y
no lo digo porque su mirada sea de ojos “rasgados”,
sino porque se siente la tensión, como si la historia
que cargan de milenios atrás, los hubiese hecho seres
superiores. La azafata pasó, me ofreció una copa con
algún licor transparente, le sonreí y la recibí muy
cordialmente. Vi que se acercó a quien iba diagonal
a mí, en clase ejecutiva, y era un señor muy elegante
con un carné que tenía la bandera de Corea del Sur,
parecía el distintivo que vi alguna vez en un cóctel
del embajador de este país en México, parecía una
credencial que lo reconocía como un empleado
oficial del gobierno. Cuando sintió que alguien se

· 207 ·
NUEVE EDITORES

acercaba él, bajó la tablet en la que, de hecho, alcancé


a observar que tenía el brillo muy bajo y un filtro
amarillo que bloquea la lectura de la pantalla. Me
despertó la curiosidad, porque este hombre se puso
muy nervioso y bajó muy rápido su dispositivo, casi
con ganas de esconderlo dentro de su saco; sonrió
y le dijo que no a la señorita, sin recibirle la bebida.
El vuelo apenas iniciaba y no era muy largo. Me
pareció muy raro, me despertó curiosidad. Tomé mi
computador que iba en el maletín, hice un par de
trucos que aprendí de mi exnovio, que es un gran
hacker, el mejor diría yo. Y pude conectarme a la red
del avión. Pocos la tienen pero sí esta aerolínea que
suele transportar altos ejecutivos o personas del
gabinete de algunos gobiernos. Me puse de pie para
acomodarme el pantalón, pero solo quería echar un
vistazo ligero para saber cuántas personas estaban
conectadas a dispositivos: un niño con una consola
portátil, el hombre que me despertó curiosidad y yo,
así que sería más fácil. Ingresé al dispositivo que tenía
como nombre “Young Min”, mientras lo lograba, entré
a Google y busqué el nombre, dándome cuenta de que
su nombre completo era Kim Young Min y que era el
actual ministro de Ciencia y tecnología de la República
de Corea. De hecho, no sabía que era el nombre real
de esta nación, solo la conocemos como Corea del
Sur. Revisé su pantalla y tenía abiertas diferentes
aplicaciones, un contenido comprometedor que me
hizo pensar que por eso había reaccionado de aquella

· 208 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

manera, pero antes de salir de allí, con la curiosidad


ya calmada, me atreví a revisar su mail y el último
mensaje era de un par de minutos atrás. Me pregunté
de inmediato ¿será esto lo que escondía?, ¿algún
documento oficial?, ¿algún acuerdo con Japón para
destruir Corea del Norte? Y descargué el documento
a mi computadora. Al llegar al hotel podría revisarlo
con calma, porque había aprendido mandarín pero
no coreano, debía valerme de algunas herramientas
para traducirlo. Puse todo en orden al estar en la
habitación, soy muy ordenado y no me podía quedar
sin deshacer la maleta. Luego me serví un té caliente
y me puse a organizar la agenda del día siguiente
para cubrir el evento por el cual viajaba. Después abrí
el documento y, con ayuda de un traductor online,
empecé a descifrar y darle orden al documento que
decía algo así:

Señor
Chung Sye-kyun
Primer Ministro - República de Corea

Confirmamos el pedido que de manera


directa realizó el ministro Kim Young Min,
encargo realizado del país que representan
con el cual deseamos continuar en alianzas
políticas para devolver el orden del mundo,
justo a quienes le pertenecen, donde surgieron

· 209 ·
NUEVE EDITORES

los grandes inventos que luego nos quitaron


para escribir una historia diferente. El
Covid19, como lo hemos nombrado, está listo
y uno de nuestros hombres aceptó el trato
pero ustedes deben darle asilo a su familia en
caso de requerirlo. Confiados en que ustedes
manejarán esta situación con altura ante
todo el mundo; de nuevo, serán reconocidos
como potencia. Y seremos sus aliados, para
demostrar que la mejor ciencia, tecnología y
desarrollo se lleva a cabo en Asia. Así como
demostrar que, nosotros, no solo dimos origen
al mundo sino que seguimos dándole orden.
Un placer servir a su gobierno.

Director científico
Laboratorio de Wuhan

No supe de qué se trataba aquella carta hasta


hoy, que estoy sentado en mi habitación en Japón,
escuchando “Tus besos son, son como caramelo”,
celebrando año nuevo sin mi familia, y sin mi novio, por
un encierro llamado aislamiento. De una pandemia.

· 210 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

· 211 ·
NUEVE EDITORES

Nombre completo: Orlando Buitrago López


Seudónimo: Null
Ciudad y país: Null
Título del texto: “Frutos de mi cerebro (¡Claustrofobia!,
¡Sicosis!, Tapabocas)”
Perfil: Null

· 212 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

FRUTOS DE MI CEREBRO

¡CLAUSTROFOBIA!

S an Vito, mártir cristiano del 303 d.C.,


padecía una enfermedad nombrada
Corea (del griego choreia=danza), que consistía en
movimientos involuntarios de su cuerpo, o tics con
agitación excesiva. De allí, que a los niños cansones,
aquellos que nunca se estaban quietos, se les decretaba
poseedores del “mal de San Vito” (hoy, enfermedad de
Huntigton).
¡Ya ha regresado esa terrible malaventura!, por
culpa del indeseable universal, “encerrona-virus”, que
nos tiene enclaustrados como sardinas en lata, con
prohibición absoluta de mirar siquiera hacia la calle.
¡Qué fácil es decirlo!
Estar recluídos es practicar obsesivos el baile de
la choreia griega. Se pasa de una silla a otra; se cambia
de canal cada tres minutos, se varía de actividad cada
cuatro y se come como recién rescatado de secuestro.
Se suben y bajan las escalas, como si se tuvieran
gusanos; se sale al patio a mirar hacia las nubes y se

· 213 ·
NUEVE EDITORES

riegan las matas cinco veces al día. Se rezan rosarios,


se recitan salterios o se invocan novenas. Se chequean
los mensajes cada minuto y se llama hasta la suegra
para no perder la costumbre del habla.
Se van perdiendo las costumbres, se van
tejiendo los olvidos. Y hasta las pobres “muchachas
de vida alegre”, oran solitas y abandonadas, sin nadita
que comer, ni nadie que las arrulle. ¡Qué pesar!
Estar en cuarentena es estar prisionero sin
delito juzgado. La única culpa es ser paisano, inscrito
en cualquier lista en este globo terráqueo. Encasillado
en ciento cincuenta metros (sino menos), se voltea de
un lugar a otro; se lee un rato, se escribe otro. Viene
el café recalentado en microondas. En resumen, se
padece el “mal de San Vito”, la sicosis del movimiento
imperecedero, a veces sin saber qué hacer, ni para
dónde pegar. Es el mal del transtorno, el escoger
entre hacer ejercicios que de todo tipo aconsejan los
“sabios” de las cadenas virtuales, entrar al baño cada
hora, o lavarse las manos como alienados.
Cuánto puede resistir un Homo Sapiens, esa
reducción del espacio, ese sofoco de los muros. Algún
día terminará el baile de Vito. Vendrá el terror eterno
al saludo de mano, al abrazo con beso “salivoso”
incluido; el problema laboral, con una pereza infinita
de agilizar labores y la manía de no cancelar las
“culebras” a tiempo.

· 214 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Mientras tanto, tenemos nostalgia de las calles


atestadas de carros; de los millones de motos y su
ruido celestial; las entretenidas peleas de taxistas con
cruceta; de las visitas al “Rincón de los palos caídos”
y el café caliente donde “La culona”, una agraciada
joven que lo vende en el parque. Qué nostalgia de
las temibles colas de los bancos; de los pitos de las
volquetas y los melodiosos madrazos de los choferes
cafres al peatón dormido. ¡Cómo los añoramos!

¡SICOSIS!

L a luz difusa de las películas de ultratumba,


cuerpos deformes y zombies con caras
desgarradoras, caminando como beodos en las calles,
espantando ancianas que desfilan para misa, siempre
me han producido somnolencia. Me parecía al
menos ridículo pensar que ello ocurriera en la calma
infinita de los días y que todo se remitía a la mente
calenturienta de algún director de cine de segunda.
Pero acá sí “me han dado en la pepa”, como dicen
los españoles. En plena pandemia ascendente, lleno
de fuertes presentimientos, aprovecho el “permiso
para salir a la calle que otorgan las autoridades (como
presidiario de buena conducta), para comprar viandas
y hacer gestiones bancarias. Salgo como perro feliz
con su dueño en su caminata matinal, con la diferencia
de que el bozal lo llevo yo puesto.

· 215 ·
NUEVE EDITORES

Me siento extraño. Percibo el ambiente como


el sobrante de un cataclismo. Camino gorobeto
ensimismado en pensamientos severos. Detrás de
cada tapabocas, adivino el pavor colectivo y leo en los
ojos turbios, el temor del contagio. ¡Tan sobrados que
éramos los humanos!
En los cajeros, las decenas de entes se
acumulan, pero guardan distancias ejemplares. El
supermercado, en calma infinita. Ya pasaron a la
historia los empujones para aprovechar las “gangas”
de dos brasieres por cinco mil. El carrito se toma con
guantes de plástico y los articulos solo deben mirarse,
porque hay peligro de contagio. Mi máscara me aprieta
y sofoca. No puedo respirar, pero no la toco porque de
pronto pasan volando los virus. —Sí, ya los he visto—:
—Son redondos con cuatro o cinco cuernos
diminutos, que fulgen como ojos; algunos bastoncitos
los circundan, semejando a un erizo calvo. Parecen
simpáticos pero son inquietos y dañinos. Nos odian
por los males que les hemos hecho a los demás bacilos.
¡Evítelos si los encuentra!
¿Qué sigue? Cuando los barrotes de las jaulas
caigan (cuando podamos circular con libertad),
seguirán miradas desconfiadas, abrazos prohibidos,
saludos eliminados, besuqueos proscritos, efusividad
a distancia. Los cumpleaños sin velas, pues en el soplo
para pedir el deseo, pueden ir involucrados millones

· 216 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

de “bichos” culpables del encierro. Las Mañanitas


cantadas con las manos en la boca. Bailes sin amacize,
caras con máscaras y en vez de perfume, frasco de
clorox en el bolsillo. Y si alguien estornuda, a correr
como lagartija pillada en cocina elegante.
Se perderán las caras bonitas, pero se
aumentarán ventajas para los feítos, que somos
mayoría. La careta, como burka musulmana, tapará
los pecados faciales y las narices puntiagudas. Y todos
seremos orejones. ¡Qué horror! Les quedará a los
ojos la enorme responsabilidad de reflejar nuestros
encantos. El resto, a enamorarse sin ver como en los
tiempos de los abuelos. A casarse solo por las virtudes
morales de la elegida. ¡Qué miedo al despertar!

TAPABOCAS

S entado en un rincón de su laboratorio,


el sabio francés Pasteur descubrió en el
microscopio que toda enfermedad infecciosa tiene su
causa en un ente vivo, diminuto, capaz de propagarse
entre las personas, además de ser causante de
descomposición y fermentación.
¡Qué has dicho, hombre, doctor Luis! Ante
el gremio médico de la época, solo causó risas el
tener que aceptar la idea de “gérmenes invisibles
flotando en el aire”. Eso puede creerlo alguna beata

· 217 ·
NUEVE EDITORES

camandulera y tal vez los campesinos que pensaban


en las enfermedades causadas por espíritus o
movimientos astrológicos, murmuraban.
El problema de las infecciones era tan insoluble,
que algún desvirolado propuso abolir las cirugías.
¡Ah! Pero cómo evitar los problemas sin los medios
adecuados. Un entelerido narró que “Los médicos en
las cirugías, colgaban el hilo quirúrgico en los hojales
de sus batas” y que, en algunos establecimientos,
apenas “limpiaban” los instrumentos. No fue raro
que en los campos cerraran heridas con emplasto de
estiércol de vaca. ¡Hostia santa!
Y vinieron las guerras y se repitieron las pestes.
Esos gérmenes volátiles que descubrió don Pasteur,
siguieron buscando pereque. A cubrirse la boca
para evitar el contagio, con tapabocas, mascarillas,
cubrebocas o barbijos. En el siglo XVII, para evitar
la devastación de la peste negra, los médicos usaron
una máscara en forma de pico (como una cabeza de
águila). Los chinos combatieron la peste bubónica
(siglo XIV) y la gripa española (1918), con mascarillas
quirúrgicas. Se atribuye su creación, al médico William
Halsted, en 1890. El hombrecito fue un preocupado
de las infecciones y seguidor de las teorías del doctor
Louis Pasteur. Ya en 1897, operaba con guantes de
látex y bata esterilizada.

· 218 ·
ANTOLOGÍA CONSPIRA

Lo del tapabocas no es tan simple. Se


equivocan, de cabo a rabo, quienes argumentan que
el coronavirus borró las distancias sociales. ¡Nanai!
Estos adminículos también tienen status. La empresa
israelí Avtipus Parents elaboró un tapabocas que abre
y cierra, especial para la hora de comer. Tiene un
problema y es que hay que cargar el control remoto,
que va desde la mascarilla hasta la mano. ¡Más cosas
para meter en los bolsillos! Se pondrán de moda
diseños variopintos, haciendo alusión a cualquier
elemento o acontecimiento. Están los tapabocas
“Harry Poter”, distinguidos para los fanáticos de la
serie; los exclusivos de Gucci o los negros de sedas
especiales.
Y los precios, también, dicen de su clase social.
Hay cubrebocas entre sesenta y nueve y noventa
dólares (trescientos mil pesitos). Los Byredo, marca
europea de lujo que se venden al humilde precio de
novecientos treinta y cinco dolorosos. No pierda el
tiempo en buscarlos, porque están agotados. Si no es
solvente, consiga un bolso marca Movel, con botiquín
de primeros auxilios a solo ciento cincuenta. Pero si
está muy arrancado, se puede pedir una cangurera
(entre nosotros, mariconera) por cincuenta miserables
pesos americanos. Mientras pido un tapabocas fino,
me contento con el de telita que me regaló el que trae
el gas a la casa.

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NUEVE EDITORES

También la cuarentena (encierro obligado),


se fajó sus diferencias. Algunos, finos de parné, se la
pasaron tipo boutique, vale decir, en lugares diseñados
con elegancia, con médicos especialistas individuales,
zona privada de urgencias VIP y lugares únicos, por
miserables ocho mil dolaritos al año. Por allá, una
ricachona de New York hizo construir una habitación
de aislamiento médico, con sistema de ventilación
incluído. Y aquí hay gente durmiendo en medio del
perro y la señora.
Si dispone de ahorros en euros, puede
alquilarse una sala con sistema de presión negativa,
cocina con hidratación y habitaciones con restricción
de circulación de patógenos. No entiendo un carajo
qué significa, pero suena cheverísimo. Otra idea es
alquilar un yate particular para asolearse la cosa más
rica, en mitad del Pacífico. A mí no me alcanza sino
para un sancocho de ñato en Buenaventura.
¿Qué sigue? Usar tapabocas a todas horas. Aún
en la casa, especialmente las damas para aminorar la
cantaleta. La mascarilla va a ser muy útil para esconder
los dientes podridos y no contaminar al prójimo con
la tal halitosis; vale decir, con un aliento de gorila
trasnochado. Alguien más sofisticado manifestó
que servirá “como soporte de protección y apoyo
sicológico. Bioseguridad”. Igual para las modelos que

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

no usarán más el trikini, sino solo tapabocas. Rico


para el pueblo, más fresco para ellas.
Cuando viaje en colectivo, obvio con pasabocas
involucrado, y sienta que alguien tose o estornuda, no
sea maleducado, no diga nada. Agáchese, rece y salga
corriendo hacia el primer “desinfectadero”…

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NUEVE EDITORES

Este libro se edita en el momento en


el que la especie humana se encuentra
aislada en sus casas como estrategia
de gobiernos y de estamentos de salud
para evitar la propagación del virus
denominado COVID-19.

Julio del año 2020.

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ANTOLOGÍA CONSPIRA

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