El Comité de Misiones
El Comité de Misiones
El Comité de Misiones
INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos sobre misiones, estamos refiriendo un desafío, un reto pero sobre todo una
orden que el Padre Eterno nos ha encomendado como iglesia, especialmente porque no solo
nos llama a ir por todo el mundo y hacer discípulos sino que también nos ha capacitado a
través de su Espíritu Santo para que seamos sus testigos y además promete estar con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo. Una clave importante para atender y cumplir con esta
comisión es recordar nuestra identidad “Real Sacerdocio, Nación Santa, pueblo adquirido por
Dios para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz
admirable”. Nótese que las referencias “valiosas” no son para vanagloria nuestra sino para la
gloria de aquel que nos adquirió y lo hizo no para que fuésemos una especie de adorno sino
para trabajemos por Él y para Él.
Esta es una verdad que no debemos olvidar como iglesia, ni cuando tenemos muchas
actividades y departamentos que atender ni aun cuando estamos en medio de una pandemia
como la actual, para esto, es necesario que cada congregación delegue, siguiendo el modelo
bíblico desde el tiempo de Moisés, a un grupo específico quienes se encargarán de motivar y
conectar a la iglesia con su misión, este grupo puede ser llamado: Comité de Misiones, consejo
de Misiones o Coordinadora Misionera.
I. DEFINICIÓN
Un comité de Misiones se refiere a aquel grupo de hermanos idóneos que se encargan
de “atender y administrar asuntos misioneros” Queiroz 1994. Pero, ¿qué significa
atender y administrar? ¿Se refiere solo a recaudar una cierta cantidad de dinero y
guardarla hasta fin de mes para luego depósitarla en el lugar destinado para hacerlo?
¿Se limita este trabajo a un informe mensual ante la congregación de lo recaudado y
de los ofrendantes? Responderemos estas preguntas con una sola palabra, no.
Solamente el hecho de “atender” Los asuntos misioneros requiere no solo un
nombramiento sino actitud y aptitud, actitud de servicio y aptitud espiritual.
II. PERFIL DE LOS INTEGRANTES DEL COMITÉ DE MISIONES
En el capítulo 2 de Timoteo encontramos una instrucción clara departe de Pablo para
la selección de líderes dentro de la congregación: “Hombres fieles que sean idóneos…”
esta idoneidad no la adquirimos en la escuela, aunque el conocimiento académico nos
capacita también, pero más allá de eso es la gracia de Dios sobre aquellos que se
disponen a servirle. Todos somos llamados a trabajar en el área misionera, sin
embargo, algunos tienen habilidades idóneas para ocuparse de una forma y otros de
otra forma, algunos lideran, otros motivan; algunos organizan y otros ejecutan. Lo
importante es que quienes estén liderando muestren sobre todo compromiso y
disponibilidad. Desarrollaremos el perfil en 2 secciones:
1. APTITUD ESPIRITUAL
Ser “apto” significa estar capacitado para realizar una actividad adecuadamente.
En este caso esta capacitación es totalmente dada por el Espíritu Santo quien debe
habitar en cada uno de los integrantes del Comité Misionero y debe reflejarse de
la siguiente manera:
A. Discernimiento Espiritual
Dado que en muchas ocasiones se tendrán que tomar decisiones importantes
en cuanto a finanzas o proyectos, es necesario que nuestros hermanos tengan
discernimiento espiritual, o sea, entender cuándo una idea, estrategia o
información realmente va a glorificar el nombre de Dios y beneficiará el
trabajo. En el capítulo 16 de Hechos se nos narra una ocasión en la que a Pablo
se le impidió pasar por algunas regiones de Asia aun cuando su intención era
siempre la predicación. Debemos recordar en todo momento que, los planes
de Dios no dependen de los nuestros sino al contrario por lo tanto, el Comité
tendrá que estar en una sintonía muy íntima con Dios para discernir en todo
momento la dirección del Espíritu Santo.
B. Vida espiritual saludable: Para poder tener el discernimiento espiritual se
necesita que el Comité de Misiones tenga una vida espiritual saludable, a que
nos referimos con esto? A que diariamente está alimentando su vida espiritual
con la oración, la lectura y meditación de La Palabra, un testimonio agradable
a Dios.
C. Pasión por la misión: En el capitulo 9 de Mateo encontramos una ocasión en la
que Jesús mismo experimento no solo una pasión como un sentimiento, sino
además “le dolieron sus entrañas” cuando observó a la multitud
“desamparada y dispersa como ovejas que no tienen pastor.” Esa misma
compasión es la que se nos llama a tener como cristianos y sobre todo como
integrantes de un comité misionero. Una compasión que nos mueva a realizar
lo que sea necesario no midiendo esfuerzos con tal que un alma más venga a
los pies de Jesucristo. Este trabajo no debe tomarse solamente como un
compromiso, sino que la motivación mas grande debe ser el amor, el mismo
que llevó a Jesucristo a dar hasta su propia vida para que hoy disfrutemos de
su perdón.
2. ACTITUD DE SERVICIO
La segunda características de los miembros integrantes del Comité de Misiones
tiene que ver con la actitud de servir, su disposición a hacer lo que sea necesario
para cumplir con la atención y administración misionera en la Iglesia. Recordemos
que la gran comisión habla sobre un trabajo activo “Ir y hacer”, para esto se
necesita:
A. Responsabilidad: Este valor permitirá el buen funcionamiento del comité
sabiendo sus funciones específicas y cumpliendo con ellas sabiendo que, su
cumplimiento tendrá eco no solo en su involucramiento individual sino a nivel
eclesial.
B. Capacitación: Para poder servir de la mejor manera en cuanto al tema
misionero, el comité debe estar en capacitación y actualización frecuente.
Dado que el tema misionero constantemente está cambiando (estadísticas,
información de los misioneros, situaciones políticas, entre otros)
C. Creatividad: Uno de los dones que se necesita en este comité es el arte, no
solo de pintar o adornar sino el arte estratégico para promocionar y motivar
las misiones. La organización y montaje de actividades por muy sencillas que
sean requiere de creatividad para despertar cada vez más el interés en la
congregación.
D. Prioridad: Los integrantes del Comité Misionero, de preferencia, deberán estar
dedicados exclusivamente a esta área. En nuestras iglesias se da el caso que
hay hermanos que acumulan cargos diversos y en muchas ocasiones se
termina descuidando alguno de ellos por la falta de tiempo. Si Misiones no es
prioridad para el propio comité, ¿Cómo podrá serlo para el resto de la iglesia?
De ser así, lo recomendable es que participe en otras áreas dentro de la iglesia
siempre que no comprometa la labor misionera.
E. Trabajo de Campo: Dentro de la idoneidad de los integrantes del Comité de
Misiones debe estar también la disposición a ir al campo misionero y
experimentar la satisfacción de hacer misiones. Muy diferente es motivar por
medio de fotos e información bajada de la internet a hablar y exponer las
necesidades que se han visto por sí mismo, el compromiso toma más vida, aun
cuando no se salga de las fronteras más cercanas, el comité de misiones debe
buscar la forma no solo de hablar sobre misiones sino hacer misiones.
F. Conexión: No todas las personas tienen la facilidad de mantener una conexión
social con otros. Es necesario que quienes conformen el Comité o por lo
menos uno o dos integrantes tengan no solo el acceso (celular, computadora,
internet, entre otros) sino que además disponga del tiempo y la gracia para
hacerlo. Una conexión permanente con los misioneros transculturales ayuda
en la identificación de la iglesia con el trabajo que le corresponde realizar.
Pablo mantuvo siempre un contacto en las iglesias que fundó.
El éxito del comité no depende de las ideas innovadoras o del último grito de la
información, depende del poder del Espíritu Santo.
Su hermana en Cristo,