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    Los Tres Enemigos Más Grandes de La Oración

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    Tatiana Asencio León
    Este documento identifica tres enemigos principales de la oración: 1) la desidia, que lleva a posponer u omitir la oración; 2) el orgullo, que impide reconocer la propia dependencia de Dios; y 3) la duda, que hace que la oración no sea eficaz porque es necesario creer que Dios existe y escucha. Vencer estos enemigos requiere orar de manera disciplinada, reconociendo la propia humildad ante Dios y orando con fe en que Él contestará.

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    Los Tres Enemigos Más Grandes de La Oración

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    Este documento identifica tres enemigos principales de la oración: 1) la desidia, que lleva a posponer u omitir la oración; 2) el orgullo, que impide reconocer la propia dependencia de Dios; y 3) la duda, que hace que la oración no sea eficaz porque es necesario creer que Dios existe y escucha. Vencer estos enemigos requiere orar de manera disciplinada, reconociendo la propia humildad ante Dios y orando con fe en que Él contestará.

    Descripción original:

    fortalecer el tiempo de oración

    Título original

    LOS TRES ENEMIGOS MÁS GRANDES DE LA ORACIÓN

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    LOS TRES ENEMIGOS MÁS GRANDES DE LA ORACIÓN.

    Efesios 5:16 -17aprovechando bien el tiempo, porque los días son


    malos. Por tanto no seais insensatos, sino entendidos de cual sea la
    HISTORIA: Una vez un niño le preguntó a su padre, de qué tamaño voluntad del señor.
    es Dios. Entonces al mirar al cielo, su padre vió un avión y le
    preguntó a su hijo de qué tamaño él lo veía. El niño le contestó: 2.-El orgullo (la oración del fariseo), la mentira de engrandecer a las
    -Muy pequeño, tanto que ni se alcanza a ver. Entonces el papá lo personas y motivaciones que tu lo puedes hacer no necesitas de nadie.
    llevó al aeropuerto y al estar cerca de un avión le preguntó: -Y
    La oración es un trabajo que humilla, que derriba el orgullo y el
    ahora de qué tamaño es el avión? Y el niño le respondió muy
    intelecto, crucifica nuestra vanagloria humana, nos hace ver nuestra
    asombrado: -Papá, es enorme. El padre entonces le dijo: – Del bancarrota espiritual, y todo esto es difícil de sobrellevar para la
    mismo modo es Dios para tí. Su tamaño va a depender de la carne.
    distancia que tú tengas de Él, y así mismo tu experiencia con Él.
    Cuánto más cerca estés de Dios, Mayor Él será en tu vida” Al orar se reconoce nuestra dependencia de Dios; y el corazón orgulloso
    se niega a aceptar esta realidad.
    1.-La desidia
    Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de
    Mateo 26: 40 Jesús vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y lejos. Sal 138:6 (aunque el señor es grande, se ocupa de los humildes
    dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? pero se mantiene distante de los orgullosos)

    Como ya mencionamos la carne no desea ni quiere practicar las cosas 3.- La duda: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario
    espirituales; es por eso que siempre presentara excusas para posponer que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de
    la oración. El dejarse llevar por la desidia lo llevara al punto de orar muy los que le buscan. Hebreos 11: 6
    poco o no orar en lo absoluto.
    Para orar a Dios es necesario antes que se crea que Dios es real y existe
    Venza a este enemigo proponiéndose a orar disciplinadamente todos y que él puede escucharnos y contestar nuestras peticiones. A esta
    los días y de preferencia a la misma ora sin fallar un solo día. [Satanás seguridad se le llama FE y sin ella nunca nadie podrá orar a Dios
    tratara de hacernos cambiar lo mejor por lo bueno lo indispensable por eficazmente. Lo contrario a la fe es la duda y esta es el principal
    lo necesario] {El cristiano nunca llegara a ser lo que Dios quiere que estorbo a nuestras oraciones.
    sea, sin oración; nunca llegará al lugar que Dios lo quiere llevar a
    menos que ore; nunca crecerá ala estatura que Dios le ofrece si es Es sorprendente la cantidad de personas que oran dudando en sus
    negligente en la oración} corazones; todo el que así lo hace no piense que recibirá algo de parte
    de Dios.

    Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a
    la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a
    otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del
    Señor. Santiago 1: 6,7

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