Historia de La Ciencia
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Índice
Un arcángel que revela la naturaleza física del universo a: Francis Bacon, Nicolás Copérnico, Galileo
Galilei, Isaac Newton, Tales, René Descartes, Arquímedes, Robert Grosseteste y Roger Bacon.
A lo largo de los siglos la ciencia viene a constituirse por la acción e interacción de tres grupos
de personas: los artesanos, los filósofos y los científicos.5
Los artesanos, constructores, los que abrían caminos, los navegantes, los comerciantes, etc.
resolvían perfectamente las necesidades sociales según una acumulación de conocimientos
cuya validez se mostraba en el conocimiento y aplicación de unas reglas técnicasprecisas
fruto de la generalización de la experiencia sobre un contenido concreto.6
Los filósofos mostraban unos razonamientos que «extendían el dominio de las verdades
demostrables y las separaba de la intuición|. La uniformidad del Ser sobrevivió en la idea de
que las leyes básicas han de ser independientes del espacio, del tiempo y de las
circunstancias».5 Platón postuló que las leyes del universo tenían que ser simples y
atemporales. Las regularidades observadas no revelaban las leyes básicas, pues dependían
de la materia, que es un agente de cambio. Los datos astronómicos no podrían durar siempre.
Para hallar los principios de ellos hay que llegar a los modelos matemáticos y «abandonar los
fenómenos de los cielos».7 Aristóteles valoró la experiencia y la elaboración de conceptos a
partir de ella mediante observaciones;8 pero la construcción de la ciencia consiste en partir de
los conceptos para llegar a los principios necesarios del ente en general.9 Fue un hábil
observador de «cualidades» a partir de las cuales elaboraba conceptos y definiciones, pero no
ofreció ninguna teoría explícita sobre la investigación. Por eso su ciencia ha sido considerada
«cualitativa» en cuanto a la descripción pero platónica en cuanto a su fundamentación
deductiva.5 Para Aristóteles el valor de la experiencia se orienta hacia teorías basadas en
explicaciones «cualitativas», y a la búsqueda de principios (causas) cada vez más generales a
la búsqueda del principio supremo del que se «deducen» todos los demás. Por eso el
argumento definitivo está basado en la deducción y el silogismo.10 Esta ciencia deductiva a
partir de los principios,11 es eficaz como exposición teórica del conocimiento
considerado válido, pero es poco apta para el descubrimiento.5
Los científicos difieren de los filósofos por favorecer lo específico y experimental, y difieren de
los artesanos por su dimensión teórica. Su formación como grupo y eficacia viene marcada a
partir de la Baja Edad Media, por una fuerte reacción antiaristotélica12 y, en el Renacimiento,
por un fuerte rechazo al argumento de autoridad y a la valoración de lo humano con
independencia de lo religioso. Son fundamentales en este proceso, los nominalistas, Guillermo
de Ockham y la Universidad de Oxford en el siglo XIV; en el Renacimiento Nicolás de
Cusa, Luis Vives, Erasmo, Leonardo da Vinci etc.; los matemáticos
renacentistas, Tartaglia, Stevin, Cardano o Vieta y, finalmente, Copérnico y Tycho Brahe en
astronomía.13 Ya en el XVII Francis Bacon, y Galileo promovieron la preocupación por nuevos
métodos y formas de estudio de la Naturaleza y valoración de la ciencia, entendida esta
como dominio de la naturaleza14 y comprendiéndola mediante el lenguaje matemático.15
A partir del siglo XVII se constituye la ciencia tal como es considerada en la actualidad, con un
objeto y método independizado de la filosofía.
Teorías y sociología[editar]
Sarcófago romano del siglo III que representa parte del mito de Prometeo. Es el héroe griego que
representa la capacidad técnica del hombre (technéen griego o ars en latín), así como sus peligros (es
castigado por robar el fuego de Zeus). Junto a él aparecen las moiras (personificaciones del destino
humano) y algunos dioses, como Atenea, la diosa de la sabiduría o de la ciencia (episteme en griego
o scientia en latín), y Hermes, el dios de los comerciantes, los viajeros y los ladrones.16
La primera etapa de la Gran Obra o El laboratorio del alquimista,17 ilustración de Hans Vredeman de
Vriespara el Amphitheatrum sapientiae aeternae de Heinrich Khunrath,18 1591.
Los primeros problemas de la disciplina son la definición de qué sea la ciencia (un problema
no historiográfico, sino epistemológico, de filosofía o sociología de la ciencia), su identificación
o no con la ciencia moderna surgida de la revolución científica del siglo XVII (un cuerpo
de conocimiento empírico y teórico, producido por una comunidad global
de investigadores (la comunidad científica) que hacen uso de técnicas específicas
y reproducibles para observar y explicar los fenómenos de la naturaleza) y cuáles serían sus
objetivos (el puro conocimiento, el autoconocimiento, o la aplicación a finalidades prácticas
que mejoren la vida humana —ciencia pura o ciencia aplicada—). Buena parte del estudio de
la historia de la ciencia se ha dedicado a la historia del método científico, con la ayuda, en
particular, de la sociología de la ciencia que, estudiando las condiciones sociales en que tiene
lugar el trabajo concreto de los científicos, reconstruye la forma en que se «produce» y
«construye» el conocimiento científico.
A más cómo, menos por qué ... es el aforismo ... que, a mi entender, resume mejor el pensamiento
científico. Preguntar por las causas es siempre una pregunta de emergencia, porque causas puede
haber muchísimas. En cambio, preguntarse por el como es investigar el proceso.
Jorge Wagensberg19
A partir de que, desde el primer tercio del siglo XX, la propia ciencia dejara de
ser determinista (demonio de Laplace)20 y se hiciera probabilística y consciente de sus propios
límites (principio de incertidumbre o relación de indeterminación de Heisenberg, teoremas de
incompletitud de Gödel y otras expresiones de impredecibilidad,21 impredicatividad22
e indecidibilidad en ciencia) y de la influencia decisiva del observador en la observación;
cambió también la perspectiva sobre la teoría y la historia de la ciencia.
A mediados del siglo XX, tres filósofos de la ciencia presentaron tres opciones distintas en la
consideración de la naturaleza progresiva o no del conocimiento científico y su forma histórica
de producirse: Karl Popper (el conocimiento científico es progresivo y acumulativo, pero
«falsable», con lo que únicamente se puede considerar ciencia lo que puede ser
cuestionado), Thomas Kuhn (el conocimiento científico no es necesariamente progresivo, sino
una respuesta a las demandas sociales, y en la mayor parte de los casos, la «ciencia normal»
es únicamente el constante esfuerzo por confirmar el vigente paradigma, que únicamente
cambiará por una revolución científica, de las que ha habido muy pocas históricamente),
y Paul Feyerabend (el conocimiento científico no es acumulativo o progresivo, sino
inconsistente y anárquico -anarquismo epistemológico-, no habiendo criterio de demarcación,
en términos de método, entre lo que suele llamarse «ciencia» y cualquier otra forma de
investigación).
En el último tercio del siglo se establecieron como disciplina específica los estudios de ciencia,
tecnología y sociedad (CTS), que insisten en la importancia del factor humano23 dentro del
conocimiento científico, y de la subjetividad sobre la anteriormente pretendida objetividad de
los datos científicos, incluso de los llamados «hechos» o datos más evidentes, resultado de la
observación, que fuera de su contexto (las teorías que los explican -o no- y las hipótesis que
confirman -o no-) carecen de valor. Especialmente desde la publicación y divulgación de los
libros de Popper (La lógica de la investigación científica, 1934 y 1959), Kuhn (La estructura de
las revoluciones científicas, 1962) y Feyerabend (Contra el método, 1975), se han generado
constantes debates en las comunidades científicas y académicas, tanto en el ámbito de las
llamadas «ciencias duras» como el de las llamadas «ciencias blandas», el de las ciencias
físico-naturales y el de las humanidades y ciencias sociales (o humanas, o ciencias morales y
políticas), sobre la naturaleza, significado, objetividad, subjetividad,24 capacidad analítica,
sintética y predictiva de la ciencia; el cuestionamiento del objeto25 y la metodología propios de
cada ciencia, las ventajas e inconvenientes de la especialización y el reduccionismo, las
posibilidades de interdisciplinariedad y de perspectivas holísticas;26 y la relación del
conocimiento científico con los conceptos de verdad y de realidad.
La palabra "científico" (scientist) no existía hasta que la acuñó el erudito inglés William Whewell, en
1840. Sólo porque esta palabra sea hoy de uso común, no significa que se haya usado durante mucho
tiempo.
Isaac Asimov
Por período[editar]
Categoría principal: Historia de la ciencia por épocas
Cuaderno de notas "sobre la transmutación de las especies" de Charles Darwin (1837) que contiene el
primer diagrama de un árbol evolutivo y unos apuntes en los que reflexiona sobre la necesidad teórica
de la existencia pasada de múltiples formas de vida extintas en la actualidad para explicar la existencia
de las actuales formas de vida.
Por disciplina[editar]
Categoría principal: Historia de la ciencia por disciplinas
Ciencias formales[editar]
Matemáticas[editar]
Lo que sigue proviene del artículo Historia de las matemáticas[editar]
La historia de la física abarca los esfuerzos realizados por las personas que han tratado de
entender el porqué de la naturaleza y los fenómenos que en ella se observan: el paso de las
estaciones, el movimiento de los cuerpos y de los astros, los fenómenos climáticos, las
propiedades de los materiales, entre otros. Gracias a su vasto alcance y a su extensa historia,
la física es clasificada como una ciencia fundamental. Esta disciplina científica se puede
dedicar a describir las partículas más pequeñas o a explicar cómo nace una estrella.
La mayoría de las civilizaciones de la antigüedad trataron desde un principio de explicar el
funcionamiento de su entorno; miraban las estrellas y pensaban cómo ellas podían regir su
mundo. Esto llevó a muchas interpretaciones de carácter más filosófico que físico; no en vano
en esos momentos a la física se le llamaba filosofía natural. Muchos filósofos se encuentran
en el desarrollo primitivo de la física, como Aristóteles, Tales de Mileto o Demócrito, ya que
fueron los primeros en tratar de buscar algún tipo de explicación a los fenómenos que les
rodeaban.44 Las primeras explicaciones que aparecieron en la antigüedad se basaban en
consideraciones puramente filosóficas, sin verificarse experimentalmente. Algunas
interpretaciones falsas, como la hecha por Claudio Ptolomeo en su
famoso Almagesto —«La Tierra está en el centro del Universo y alrededor de ella giran los
astros»— perduraron durante miles de años. A pesar de que las teorías descriptivas del
universo que dejaron estos pensadores eran erradas, estas tuvieron validez por mucho
tiempo, casi dos mil años, en parte por la aceptación de la Iglesia católica de varios de sus
preceptos, como la teoría geocéntrica o las tesis de Aristóteles.45
Albert Einstein.
Einstein, deje de decirle a Dios lo que tiene que hacer con sus dados.
Niels Bohr.
El trabajo de Newton en este campo perdura hasta la actualidad, ya que todos los fenómenos
macroscópicos pueden ser descritos de acuerdo a sus tres leyes. Por eso durante el resto de
ese siglo y en el posterior, el siglo XVIII, todas las investigaciones se basaron en sus ideas. De
ahí que se desarrollaron otras disciplinas como la termodinámica, la óptica, la mecánica de
fluidos y la mecánica estadística. Los conocidos trabajos de Daniel Bernoulli, Robert
Boyle y Robert Hooke, entre otros, pertenecen a esta época.47
En el siglo XIX se produjeron avances fundamentales en la electricidad y el magnetismo,
principalmente de la mano de Charles-Augustin de Coulomb, Luigi Galvani, Michael
Faraday y Georg Simon Ohm, que culminaron en el trabajo de James Clerk Maxwell en 1855,
que logró la unificación de ambas ramas en el llamado electromagnetismo. Además, se
producen los primeros descubrimientos sobre radiactividad y el descubrimiento
del electrón por parte de Joseph John Thomson en 1897.48
Durante el siglo XX, la física se desarrolló plenamente. En 1904, Hantarō Nagaoka había
propuesto el primer modelo del átomo,49 el cual fue confirmado en parte por Ernest
Rutherford en 1911, aunque ambos planteamientos serían después sustituidos por el modelo
atómico de Bohr, de 1913. En 1905, Einstein formuló la teoría de la relatividad especial, la cual
coincide con las leyes de Newton al decir que los fenómenos se desarrollan a velocidades
pequeñas comparadas con la velocidad de la luz. En 1915 extendió la teoría de la relatividad
especial, formulando la teoría de la relatividad general, la cual sustituye a la ley de gravitación
de Newton y la comprende en los casos de masas pequeñas. Max Planck, Albert
Einstein, Niels Bohr y otros, desarrollaron la teoría cuántica, a fin de explicar resultados
experimentales anómalos sobre la radiación de los cuerpos. En 1911, Ernest
Rutherford dedujo la existencia de un núcleo atómico cargado positivamente, a partir de
experiencias de dispersión de partículas. En 1925 Werner Heisenberg, y en 1926 Erwin
Schrödinger y Paul Adrien Maurice Dirac, formularon la mecánica cuántica, la cual comprende
las teorías cuánticas precedentes y suministra las herramientas teóricas para la Física de la
materia condensada.50
Posteriormente se formuló la teoría cuántica de campos, para extender la mecánica cuántica
de acuerdo con la Teoría de la Relatividad especial, alcanzando su forma moderna a finales
de la década de 1940, gracias al trabajo de Richard Feynman, Julian Schwinger, Shin'ichirō
Tomonaga y Freeman Dyson, los cuales formularon la teoría de la electrodinámica cuántica.
Esta teoría formó la base para el desarrollo de la física de partículas. En 1954, Chen Ning
Yang y Robert Mills desarrollaron las bases del modelo estándar. Este modelo se completó en
los años 1970, y con él fue posible predecir las propiedades de partículas no observadas
previamente, pero que fueron descubiertas sucesivamente, siendo la última de ellas el quark
top.50
Los intentos de unificar las cuatro interacciones fundamentales han llevado a los físicos a
nuevos campos impensables. Las dos teorías más aceptadas, la mecánica cuántica y
la relatividad general, que son capaces de describir con gran exactitud el macro y el
micromundo, parecen incompatibles cuando se las quiere ver desde un mismo punto de vista.
Por eso se han formulado nuevas teorías, como la supergravedad o la teoría de cuerdas,
donde se centran las investigaciones a inicios del siglo XXI. Esta ciencia no desarrolla
únicamente teorías, también es una disciplina de experimentación. Sus hallazgos, por lo tanto,
pueden ser comprobados a través de experimentos. Además sus teorías permiten establecer
previsiones sobre pruebas que se desarrollen en el futuro.
Astronomía[editar]
Lo que sigue proviene del artículo Historia de la astronomía[editar]
Ilustración de la teoría geocéntrica.
Biología[editar]
Lo que sigue proviene del artículo Historia de la biología[editar]
La portada del poema sobre la evolución de Erasmus Darwin The Temple of Nature muestra a una diosa
que retira el velo de la naturaleza (en la persona de Artemisa). La alegoría y la metáfora han
desempeñado a menudo un papel importante en la historia de la biología.
Lección de anatomía del Dr. Willem van der Meer, por el pintor holandésMichiel Jansz. van
Mierevelt (1617).
Por región[editar]
Argentina[editar]
Lo que sigue proviene del artículo Historia de la ciencia y la tecnología en la Argentina[editar]
Luis Leloir (a la izquierda) festejando con sus compañeros el día que fue galardonado con el Premio
Nobel de Química de 1970.
La historia de la ciencia en la Argentina describe la suerte de los investigadores e
instituciones científicas de ese país, expuestos muchas veces a las inclemencias de su
economía y de su política, pero capaces, pese a todo, de producir obras perdurables y útiles al
saber y a la tecnología. Las épocas de los gobiernos de Bernardino Rivadavia y de Domingo
Faustino Sarmiento, o la de la Generación de 1880, o los años de 1956 a 1966 fueron los
momentos de su mayor esplendor. Muchos científicos que contribuyeron a la ciencia en
la Argentinaalcanzaron renombre internacional, entre ellos tres Premios Nobel, y a su vez
varios investigadores extranjeros de fama mundial se radicaron en el país a lo largo de su
historia. Todos ellos fueron capaces de impulsar la creación en el país de instituciones
conocidas mundialmente por sus logros.
Los gobiernos sin amplitud de ideas y las crisis económicas fueron los principales
conspiradores para que científicos bien formados en la Argentina se vieran obligados a
emigrar a países con un horizonte más promisorio y mayor libertad de expresión.
Mario Bunge, físico, filósofo y epistemólogo argentino radicado en Canadá, que recibió entre
otras distinciones el Premio Príncipe de Asturias (1982), escribió lo siguiente en 2001,
refiriéndose a la política científica de su país en las últimas décadas y a las enseñanzas que le
dejaron Enrique Gaviola, primer astrofísico argentino de renombre internacional, y Bernardo
Houssay, primer Premio Nobel en ciencias de la Argentina:
La contribución de Houssay y Gaviola al diseño de una política científica fue decisiva para todos los
investigadores de mi generación. Todos comprendimos que a) no hay desarrollo nacional sin desarrollo
científico y b) este requiere inversión no solo en instalaciones, sino también, y sobre todo, en
estudiantes e investigadores de tiempo completo (lujo que en Argentina estuvo casi siempre reservado a
personas con recursos propios).
Sin embargo, a la vuelta de los años he comprendido que esos principios, aunque necesarios, son
insuficientes: que no puede haber política científica realista en un vacío económico, político y cultural.
He llegado a la convicción de que, para ser factible, una política científica (y con mayor razón científico–
técnica) debe inscribirse en un amplio proyecto nacional de desarrollo integral.
Mario Bunge62
A pesar de todo, la ciencia continúa siendo algo de lo cual el país puede considerarse
orgulloso: según la revista Nature63 es uno de los 19 países que lideran proyectos y
aumentaron sus presupuestos del área en el 2006, y sigue siendo un líder regional,
respaldado por su tradición científica.
Su capacidad actual es relevante en la biomedicina, la nanotecnología, la energía nuclear, las
ciencias agrarias, el desarrollo de satélites, la biotecnología y la informática.
China[editar]
Lo que sigue proviene del artículo Historia de la ciencia y la tecnología en China[editar]
Una de las máquinas de vapor de Watt, que proporcionaron la fuerza motriz de la Revolución industrial y
convirtieron al Reino Unido en la primera nación industrializada del mundo.73
Las mujeres han contribuido notablemente a la ciencia desde sus inicios. Historiadores con un
interés en el género y la ciencia han recopilado de las tinieblas en las que se escondían estas
mujeres muchos de sus logros, las barreras con las que han tenido que lidiar y las estrategias
que ellas han tenido que emplear para que sus trabajos pudiesen ser revisados por otros
compañeros y aceptados en revistas, artículos y otras publicaciones científicas de manera
válida. El estudio histórico, crítico y sociológico de estos problemas se ha vuelto una disciplina
académica de por sí.
Involucrar a mujeres en el campo de la medicina ocurrió en varias Antiguas Civilizaciones y el
estudio de filosofía natural estaba abierto a las mujeres en la Antigua Grecia. Las mujeres
también contribuyeron en la protociencia de la alquimia en el siglo primero y segundo DC.
Durante la Edad Media, los conventos fueron un importante lugar para la educación femenina
y algunas de estas instituciones proporcionaron oportunidades para que las mujeres pudiesen
formar parte y contribuir en el campo de la investigación. Mientras que en el siglo XI se
fundaron las primeras universidades las mujeres fueron excluidas de la educación
universitaria. La actitud de educar a mujeres en campos de la medicina en Italia era más
liberal que en otros lugares. La primera mujer conocida en completar los estudios
universitarios en un campo de estudios científicos, fue la científica italiana del siglo XVIII Laura
Bassi.
Aunque los roles de género estaban muy definidos en el siglo XVIII las mujeres
experimentaron un gran avance en el campo de la ciencia. Durante el siglo XIX las mujeres
eran excluidas de una educación científica formal, pero empezaron a admitirse en sociedades
educativas de menor nivel. Posteriormente en este siglo el aumento de mujeres que
estudiaban en universidades proporcionó trabajos remunerados para las mujeres que se
quisiesen dedicar a la ciencia y oportunidades para educarse. Marie Curie, la primera mujer en
recibir un Premio Nobel en 1903 (física) fue también la primera persona en obtener dos
premios al recoger en 1911 el de química, ambos premios por su trabajo en radiación. De las
40 mujeres quienes han recibido un Premio Nobel entre 1901 y 2010 tan solo 17 de ellas lo
han recibido en un ámbito científico (física, química, filosofía y medicina).