Pensiones en México
Pensiones en México
Pensiones en México
"PENSIONES EN MÉXICO"
ID: 001029722
FECHA: 04/AGOSTO/2020
PENSIONES EN MÉXICO
La reforma en México inicia en 1992 con la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro
(SAR), programa complementario a los ya existentes que involucraba una aportación de 2 por
ciento del salario base de cotización (SBC) para retiro y 5 por ciento para vivienda, recursos
que se registraban de manera individual y se acumulaban en el Banco Central. Sin embargo,
el paso decisivo fue la aprobación, en 1995, de la reforma al programa del IMSS, que cubre a
trabajadores del sector privado formal y que entró en vigor el 1o de julio de 1997. Esta reforma
significó la sustitución del esquema de reparto y beneficios definidos por uno de capitalización
total, basado en cuentas individuales.
En este Nuevo Sistema de Pensiones, se estableció un nuevo sistema de ahorro para el retiro,
cada trabajador tiene una cuenta individual abierta de manera personal en instituciones
especializadas denominadas Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES). En la
cuenta individual administrarán los depósitos de las aportaciones del trabajador junto con las
de sus patrones y el gobierno. Además de recibir las aportaciones del seguro de RCV, tiene
dos subcuentas adicionales: la de Aportaciones Voluntarias la de Vivienda.
Se plantearon como objetivos generales aliviar las dificultades financieras actuales y futuras,
mejorar las condiciones de los pensionados, contribuir a la solución de problemas de índole
nacional, mantener sanas las finanzas públicas y fomentar el ahorro interno. Las alternativas
para cumplir con los objetivos de la reforma iban desde un aumento en el periodo de
contribución, en las cuotas o reducción en los beneficios, pero en la realidad estas medidas
hubieran diferido por algunos años la quiebra del seguro de IVCM, por lo anterior, la mejor
solución era una reforma estructural que permitiera corregir de fondo todos los problemas que
se presentaban en la operación del seguro de IVCM. Se buscaba que el nuevo sistema de
pensiones conservara los principios de solidaridad y redistribución del ingreso, además de
fortalecer la participación del Estado, garantizando viabilidad financiera, mejores pensiones
protegidas de la inflación y que al mismo tiempo permitiera la utilización de los recursos de
previsión como ahorro interno disponible para la inversión productiva y la generación de
empleos. Para llevar a cabo la reforma, el Gobierno Federal comprometió importantes
recursos fiscales con el propósito de asegurar que el trabajador tenga un retiro digno.
Cuando el trabajador reúna los requisitos señalados en la Ley podrá solicitar que se le otorgue
una pensión. En México sólo se permiten dos formas de recibir la pensión: una, la renta
vitalicia, otorgada por una aseguradora que recibirá el fondo de la cuenta individual de la
AFORE, y que al incluir un seguro de sobrevivencia dará pensión de por vida al pensionado,
y a sus beneficiarios, cuando muera; y aquella otra que se efectúa mediante retiros
programados, donde el riesgo de sobrevivencia corre por cuenta del asegurado.
CONCLUSIONES
Con estas reformas quedó consumado el atraco a los trabajadores sin tener en cuenta en lo
más mínimos sus opiniones ni movilizaciones. Por otra parte, al menos hasta el momento no
se han visto los frutos de las reformas en materia de crecimiento económico acompañado de
mejoras en la inversión como resultado del ahorro, crecimiento del empleo y mejores
condiciones de vida de la población en general. Más bien predomina lo contrario.
Las reformas de los sistemas de pensiones más importantes indican que en el caso mexicano
las coyunturas políticas, corrupción, inadecuada administración y diseño han sido elementos
que se convirtieron en excelentes excusas para poner en tela de juicio dichos sistemas
llevándolos finalmente hacia la privatización, de la cual resultan beneficiados solamente las
empresas financieras administradoras.
REFERENCIAS