139 Lynn Hagen - Serie Villa Brac 26 - Tomado Por El Lobo
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Plantilla Créditos
Este es un trabajo de equipo y sin ánimo de lucro de personas
totalmente independientes. Nuestro trabajo es enteramente
para hacer llegar a todos ustedes los magníficos trabajos de
Autoras de Literatura Homoerotica en lengua no hispana con
una sola finalidad. Disfrutar de una buena lectura.
Agradecemos por este libro a STORMY GLENN por su gran 2
trabajo y a las personas que han hecho posible esta traducción.
Gracias Staff
CREDITOS
TRADUCTOR CORRECTOR
Nimaria Snowfire
Nunadina
Villa Brac 26
Lynn Hagen
3
Sinopsis
Cuando el sheriff Orlando Werth responde a una llamada del nueve-
uno-uno, descubre a su compañero escondido en un armario. No está
seguro de por qué hay hombres armados detrás de Newt. Su
compañero tampoco tiene idea, pero Orlando está determinado a
mantener al pequeño humano a salvo de los asesinos empeñados en
acabar con la vida de Newt. Lleva a su compañero a casa para
mantenerlo a salvo, pero los profesionales contratados están decididos,
y Orlando debe ir un paso por delante de ellos si quieren sobrevivir a la
prueba.
—No. —Si Newt hubiera tenido un arma en la casa, él... aún estaría
oculto en el armario. Tenía terror a las armas y nunca había manejado
una antes, mucho menos visto una de cerca.
—Sí.
Bam. Bam
1
Hora de Aventuras en España.
Newt, porque no había escuchado la sirena. Pero ahora que los intrusos
sabían que los policías estaban afuera, supuso que no necesitaban ser
silenciosos.
—1,68 m.
Le diría más tarde, pero por ahora, quería que Newt se calmara. —
Quiero que vengas conmigo a la sala de estar. ¿Crees que puedes hacer
eso?
Pero por razones que no entendió, deslizó sus brazos alrededor del
cuerpo delgado de Newt y lo abrazó con fuerza. —Estás a salvo.
Newt sacudió la cabeza. —Ni siquiera los vi. Escuché ruido y corrí a
mi armario. 13
—Hiciste lo correcto. —Orlando tomó la mano de Newt, esperando
que el contacto lo hiciera sentir seguro. No era protocolo sostener la
mano de una víctima, pero las reglas se habían esfumado por la ventana
cuando Orlando descubrió que Newt era su compañero.
—¿Tienes enemigos?
2
Es el hogar de ancianos.
estropeando. Ninguno de los ancianos residentes enviarían sicarios
detrás de mí por eso.
Orlando sabía quién era Carla Young. Ella dirigía The Village Inn.
Werth nunca había conocido a una persona más cariñosa y dulce. Esa
fue una de las razones por las que Maverick la había contratado para
dirigir el hogar de ancianos. Sabía que la señorita Young se aseguraría
de que sus pacientes ancianos estaban bien atendidos y desataría la ira
de los dioses sobre los empleados que los maltrataran.
—No creo que ir a trabajar después de una situación crítica sea una
buena idea. —Había aún un hombre armado ahí afuera, y Werth quería
ofrecer su casa para que Newt se quedara hasta que se resolviera este
asunto, pero no estaba seguro de lo receptivo que sería su compañero.
—Tal vez para ir a dormir, pero no estoy paseando por la ciudad con
él.
—Por favor, dime que esto no tiene nada que ver con el Dr. Fargo
—dijo Maverick.
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El año pasado en Navidad, uno de los médicos de la ciudad había
tenido un pistolero a sueldo detrás de él. Todo porque los abuelos de su
pequeño hijo habían querido tener en sus manos al bebé y criar ellos a
Joshua. El doctor había sido quien mató al pistolero, y hasta donde
Orlando sabía, los abuelos ya no estaban en la imagen.
—No estoy seguro de lo que está pasando, pero dudo mucho que la
familia Pierson tenga nada que ver con esto.
La llamada finalizó.
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Capítulo Dos
Todo el viaje Newt se quedó sentado allí en silencio mirando por la
ventana, aún intentando procesar lo que le acababa de pasar. Nada de
eso se sentía real, especialmente el macizo de piel morena sentado a su
lado. Aparte del operador al teléfono, fue el sheriff Werth quien le
había hecho sentir a Newt que realmente viviría. Ver su rostro, que el
hombre del tamaño de un quarterback le persuadiera para salir del
armario, y le hiciera saber a Newt que estaba a salvo fue un salvavidas
que había necesitado desesperadamente.
El sheriff había dicho que tenía más preguntas, pero no había hecho
ninguna hasta ahora. Infiernos, Newt también tenía preguntas.
¿Quiénes eran esos hombres? ¿Por qué habían elegido su casa para
19
entrar? ¿Por qué no lo sacaron del armario? Habían estado allí el
tiempo suficiente para registrar toda la casa, pero no habían mirado en
el armario de su habitación. ¿Por qué?
El sheriff miró hacia atrás e hizo un gesto con la mano a Newt para
que se uniera a él. Newt sacudió la cabeza, mirando al perro.
Werth rodeó la parte delantera del coche y se detuvo en la puerta de
Newt. —¿Qué sucede?
—Vamos. —El sheriff Werth lo sacó del coche con esa voz profunda
y calmante que había usado antes, y como un idiota, Newt obedeció.
Salió de su asiento y pisó la calzada pavimentada, aterrado de que Max
pudiera regresar.
Una de las cejas oscuras de Orlando se alzó. —¿Cómo sabes que uno
de los asaltantes escapó?
La cocina era espaciosa y había una pequeña mesa con dos sillas
junto a una pared. Había una isla en el medio de la habitación, con dos
taburetes. Newt decidió sentarse en uno de ellos mientras miraba a su 22
alrededor.
—¿No es gran cosa? —Newt miró a los armarios oscuros con vidrio
satinado. Por encima del fregadero había incluso un estante para
vinos—. Esta casa es hermosa.
Newt tenía ganas de quitarse los zapatos y calcetines sólo para sentir
el suelo bajo sus pies.
Saltó del taburete y corrió detrás de Orlando cuando escuchó ruido
en la puerta de atrás. Orlando sacó su arma. —Ve al comedor, ahora.
—Sólo quiere un poco de amor —dijo Dillon con esa voz que la
gente usaba cuando hablaban con animales o bebés—. ¿Quién es un
buen chico? —preguntó, y luego repitió la pregunta a Max mientras
bañaba la cara de Dillon con lengüetazos.
—Ahora que has dejado que Max te babosee, dime por qué estás
aquí. —Que Dillon pasara por allí no era nada fuera de lo normal, pero
después de lo sucedido anteriormente, Orlando estaba en alerta
máxima y sus nervios estaban en tensión. Sólo quería tranquilizarse con
Newt en la sala y tratar de relajar a su compañero.
Orlando suspiró. —Ha sido una noche larga y estoy listo para ir a la
cama.
Orlando sacó su arma de su funda por segunda vez desde que llegó a
casa cuando alguien llamó a la puerta de atrás. Dillon lo miró. —
¿Desde cuándo sacas tu arma cuando alguien llama a la puerta?
—Desde que uno de los asaltantes todavía está ahí afuera —gruñó
Orlando.
—Hey, jefe. —Vince sonrió cuando Max corrió hacia él, dándole al
recién llegado unos cuantos lametones en la mano, pero nada más.
Buscó a Dillon y se sentó a su lado, quien le recompensó rascándole en
la cabeza.
—Dije que estaba cansado —Orlando agarró una de las tazas y tomó
un sorbo de su té, alejando su mirada del arco mientras miraba entre
Dillon y Vince.
—¿Y por qué tienes que ser tú? —preguntó Vince—. Soy tan capaz
como tú de vigilar al sheriff.
—Ve al estudio.
Probablemente. —No.
Max finalmente salió de detrás de Newt, con la cola entre las patas,
bajó la cabeza y se dirigió hacia la puerta. ¿Por qué demonios Newt
sentía lástima por él?
—El mundo necesita más personas como tú. —Sólo la mitad del
cerebro de Newt estaba trabajando. Aunque pensaba lo que dijo, lo
soltó sin pensar. Estaba demasiado ocupado babeando sobre el policía
caliente sentado en la cama.
—¿Qué mirada? —¿Newt había sido tan obvio? Sintió que su cara se 34
incendiaba y miró a su alrededor, deseando que Orlando se fuera para
que pudiera estar mortificado en privado.
—Ya has hecho demasiado por mí. —Tan pronto como Newt dijo
eso, su estómago gruñó.
Orlando le guiñó un ojo. —Creo que eso significa que debo preparar
el desayuno.
Orlando miró por encima del hombro, con el ceño fruncido. —¿No,
por qué?
Orlando puso una taza de café frente a Newt y luego fue a la nevera,
regresando con una jarrita de crema. ─¿Sin azúcar? ─preguntó Newt.
─Marido e hijos.
─Somos de Inglaterra.
─Eres persistente.
─Soy un lobo.
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Newt se rio. ─Un lobo de Inglaterra. Cierto.
Aun así, ¿un lobo? Eso era un poco descabellado. Orlando tenía que
estar tomándole el pelo.
─Ah, Baby Girl. Me estaba preguntando dónde estabas.
─Max es mucho más amigable que ella ─dijo Orlando─. Baby Girl
sólo se deja acariciar cuando ella quiere.
─No, no puedes volver a salir ─rogó Newt mientras tiraba del brazo
de Orlando─. ¡Podría haber más de uno!
Echó la cabeza hacia atrás e inhaló el aire. Olió los remanentes del
desayuno y el aroma de lluvia y menta de su compañero, pero no
percibió ningún otro olor.
─No había nadie a quien atrapar ─dijo Orlando─. ¿Por qué pensaste
que había alguien en la casa?
Dillon se rio. ─Por decirlo suavemente. Sería una bola de pelo suave
y achuchable si me hubieran alimentado con gofres.
Ahora todo lo que Orlando tenía que hacer era explicarle a Newt
sobre los compañeros y que se había adentrado en otro mundo, y las
cosas entre ellos se podrían poner en marcha.
Newt se dio una ducha larga y caliente, intentando que se fuera por
el desagüe la locura que se aferraba a él desde anoche. Pero no importa
cuánto jabón usara o cuán fuerte frotara la esponja contra su piel, la
imagen de Orlando transformándose en lobo no se iría.
Orlando retrocedió.
Oh Dios. ¡Tenía ante sus ojos una pitón! Podría haber exagerado un 47
poco, pero no mucho. Newt envolvió sus labios alrededor de la cabeza
bulbosa, gimiendo cuando el sabor de pre-semen explotó en su lengua.
─No voy a discutir por eso. ─Newt bostezó y luego cerró los ojos─.
Hablaremos de follarme cuando me despierte.
Vince rodó los ojos. ─No otra vez. Deja de hacer de esto un
concurso entre mi leopardo y tu pantera.
Dillon lo miró con los ojos muy abiertos, y se señaló con la mano a
sí mismo y a Vince. ─Tenemos esto. ¿No tenéis otras partes de la
ciudad que proteger?
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Mientras se las comía, salió afuera. Al igual que Newt, Max había
captado el olor de un extraño en la puerta de atrás antes. El aroma
pertenecía a un lobo. Max estaba seguro de eso. Cuando no vio a nadie
ahí afuera, no es que quisiera, entró de nuevo y cerró la puerta.
54
Capítulo Cinco
Cuando salieron de la casa, Orlando captó el aroma no sólo de dos
de sus oficiales sino también de lobos timber. Miró a su alrededor, pero
no vio a nadie mientras mantenía abierta la puerta del pasajero de su
Jeep Cherokee gris oscuro para que Newt subiera.
Y de Dillon.
─Sí, lo siento por eso. Sabía que no estabas listo para escuchar la
verdad. ─En lugar de dirigirse directamente a la ciudad, Orlando giró a
la izquierda en Churchill Road, tomando una ruta alternativa para ir a
por las cosas que Newt quería agarrar.
Este era el chico que había hablado con Newt mientras los intrusos
estaban en la casa de Newt. Se había imaginado a Patrick de otra
manera. Al teléfono su voz había sido calmante y gentil. Newt lo había
imaginado con el pelo rubio, ojos azules, alto y de constitución como
un quarterback. El verdadero Patrick era de estatura media, delgado, y
tenía el pelo rojo y ojos verdes.
Pat todavía tenía esa misma voz suave y relajante, lo que ayudó a
Newt a relajarse. ─Gracias por estar ahí para mí.
─Te daría un recorrido, pero esto es todo. ─Pat agitó una mano
hacia la comisaría—. Nos sometimos a fuertes reformas hace unos
años, y la comisaría se convirtió en un área abierta. —Señaló la puerta
entre la oficina y la cocina─. Ahí detrás están las celdas y un almacén.
Tenemos cuatro celdas, pero están vacías en este momento. A menos
que tengas curiosidad de cómo se ve un área de detención.
─No realmente.
─Oh, Dios mío. ─Las cejas rojas de Pat se arquearon─. ¿Por qué
alguien haría eso?
Pat resopló. ─Cariño, me gusta cada hombre que trabaja aquí. ¿Los
has mirado realmente? Todos son un sueño húmedo. Pero nunca he 62
dormido con ninguno de ellos, ni lo haría. No mezclo los negocios con
el placer. Pero tener unos bombones para mirar todo el día es una
buena ventaja.
Wow. Pat no tenía filtro. Newt no podía creer que el chico estuviera
hablándole como si fueran mejores amigos en lugar de extraños.
Newt se volvió para mirar a Pat, listo para decirle que no tenía
intención de entrar allí, pero vio el brillo de humor en sus ojos verdes.
─Prometo no robar un conjunto de esposas.
Pat le guiñó un ojo. ─Las esposas pueden ser agradables bajo ciertas
circunstancias.
Newt puso sus uniformes en su regazo y rodeó con las manos su taza
de café, digiriendo la revelación de Pat.
Afortunadamente no se desmayó.
─Claro que sí. ─Pat se veía orgulloso─. Pero tienes que prometer no
decirle a nadie lo que te cuente.
─Tal vez.
─Bueno, sí. ─Pat tomó un sorbo de su café─. Pero hay más que eso.
¿Ya te ha mordido el sheriff?
¿Orlando tenía que morderlo? ¿En serio? Newt se sintió débil ante la
idea. No recordaba la sensación del perro mordiéndolo cuando era un
niño, pero recordaba que había tenido mucho dolor.
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─Oh, mierda, te estoy asustando. ─Pat le apretó la mano─. Me
dijeron que el mordisco no duele. ─Bajó la voz a un susurro─. Me
dijeron que tienes un orgasmo alucinante.
Cuando salió del baño, vio a Pat en la cocina. Newt fue directo
hacia el escritorio, agarró sus uniformes y salió disparado por la entrada
principal.
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Capítulo Seis
─Pensé que te ibas a tomar un tiempo libre ─dijo Carla cuando
Newt entró por la puerta─. El sheriff Werth llamó hace una hora y dijo
que tuviste un incidente en casa y que necesitabas unos días para
recuperarte.
Incidente. Esa era una forma de decirlo. ─No, estoy bien. Deja que
me cambie y ….
─Estamos sin cable otra vez, Newton. ─El anciano lo fulminó con la
mirada─. Ven a arreglarlo o voy a poner mi laxante en tu taza de
pudin.
Porque tú eres la razón por la que me sentí tan aturdido y confundido. Newt
no quería decirle a Orlando lo que había descubierto. No quería meter a
Pat en problemas. ─Todo.
¿Newt quería estar a solas con él? Mientras miraba a los ojos de
Orlando, ya sabía la respuesta. No le había mentido a Pat cuando dijo
que sentía como si hubiera conocido a Orlando desde siempre. Sentía
una conexión con el hombre y no tenía ninguna duda en su mente de
que el sheriff era su compañero.
─En ello, jefe. ─Newt vio al apuesto oficial apresurarse dentro del
hogar de ancianos.
─Me dará algo que hacer ─respondió Newt─. Además, ¿No ibas a
preparar un poco de té?
—Veo que también estás teniendo un mal día —dijo Newt a Max—.
Únete al club. Al menos no te dispararon.
—¿Como un hogar?
—Voy a matar a Pat —gruñó Orlando—. ¿Es esa la razón por la que
te fuiste?
74
Cuando Orlando mencionó los sándwiches, no se imaginó que el
hombre sacaría un pollo asado de la nevera y cortaría la carne. Hasta la
sopa de fideos de pollo era casera. Si Newt seguía comiendo la comida
del hombre, pesaría una tonelada en poco tiempo, incluso si su porción
fuera pequeña en comparación con el enorme sándwich que Orlando se
había preparado.
Newt hizo un gesto con la mano para que Max se fuera cuando
escuchó que la ducha se cortaba. Lo único que Newt tenía puesto eran
unos pantalones holgados de pijama.
—Si no estás listo para esto, dilo, pequeño. No hay vuelta atrás una
vez que empecemos.
Ese beso más caliente que el infierno dijo lo contrario. Pero Newt se
tomó un momento para mirar a los ojos de Orlando. —¿Somos
realmente compañeros?
Orlando presionó un suave beso en los labios de Newt. —Lo sé, pero
siempre haré todo lo posible para asegurarme de hacerte feliz. Eso no
significa que siempre estemos de acuerdo, pero nunca te lastimaría,
Newt.
—¿Estás seguro?
—Estoy listo.
Newt abrió los ojos para ver a todos una vez más mirándolos. —
¿Qué?
—No tienes que decir en voz alta todo lo que se te viene a la cabeza
—gruñó Orlando.
Newt dejó el tenedor y miró la lista una vez más. —En una caja
fuerte en el banco. No valen nada, pero son valiosas para mí ya que
pertenecían a mi yaya. No quería que les pasara nada.
Newt agitó una mano mientras atraía su plato hacia él. —Organizó
una maldita fiesta cuando salí.
¿Por qué Newt tenía la sensación de que Max entendía cada palabra
que decían? Newt miró a Orlando y vio que la espalda de su
compañero se volvía hacia ellos. Se levantó y agarró un trozo de tocino
de su plato, después se apresuró a la sala de estar.
Max lo siguió.
Max gimió.
Ahora que Newt sabía la verdad sobre Doug, cogió la canica del
escritorio y la tiró a la basura. Ya no idolatraba a su primo. Tampoco
deseaba ser como Doug. Si hubiera conocido la verdadera personalidad
del hombre, ¿habría desperdiciado su vida tratando de ayudarlo?
—Pensé que todas las armas estaban cerradas bajo llave —susurró
Newt.
96
—¡Fuera de mi camino!
Vince no tenía idea de quién era esta mujer, pero le estaba costando
un infierno evitar que irrumpiera dentro de la comisaría. —Señora, no
puede entrar ahí. Tenemos un contratiempo y es necesario que regrese
a su automóvil y se marche.
—¿Quién es su hijo?
Vince ya tenía demasiado que manejar sin tratar con una mujer
comprensiblemente furiosa. Vio cómo una ambulancia llegaba y
estacionaba al otro lado de la calle.
—¿Escuchas algo?
Cody miró incrédulo a Micah mientras agitaba una mano entre sus
cabezas —Amigo, tenemos la misma audición de cambiaformas. Lo
que tú escuchas, yo lo escucho.
Cody se dejó caer sobre su vientre y miró a través del espacio entre
la puerta y el suelo. Todo lo que vio fueron pies y dos policías muertos
boca abajo.
Eso era todo lo que Cody tenía que hacer. Su trabajo estaba hecho,
pero no podía salir. No cuando todavía había inocentes en el interior.
Orlando vio a uno de los hombres dirigirse a su oficina. El hombre
que sostenía a Pat había dejado ir al cambiaformas zorro. ¿Por qué?
Orlando no tenía ni idea pero se alegraba de que Pat ya no estuviera
retenido a punta de pistola. Pat había corrido detrás de su escritorio y
ya no se le veía. Orlando esperaba que el chico corriera al baño de
hombres para mantenerse a salvo.
El humo se desplazó hacia afuera, haciendo que fuera más fácil ver
mientras la brisa se arremolinaba dentro y absorbía el humo del
edificio. Orlando vio a uno de los hombres enmascarados acurrucado
junto al escritorio de Pat, claramente esperando ver lo suficientemente
bien para poder salir de allí.
103
Capítulo Nueve
—No es así como quería conocerles. —Orlando sacudió la mano del
Sr. Bradley.
—¿No puede una madre abrazar a su hijo después del susto que me
he llevado?
Ella casi lo rompió por la mitad apretándolo tan fuerte. Temía que le
rompiera una costilla. —No puedo respirar.
3
Palabra coloquial para decir que alguien es dramático, exagerado. Hacer más de lo que la situación
requiere.
Newt parpadeó hacia su madre. —¿Acabas de usar la palabra extra
en una frase?
Newt rodó los ojos. Claire era la hermana menor de Doug, y Newt
se preguntó si sabía cuán podrido estaba su hermano. Probablemente.
Parecía que Newt había sido el único que estaba en las sombras en lo
que a Doug respecta.
Pero por muy empalagosos que fueran, Newt siempre había deseado
un compañero que lo tratara como su padre trataba a su madre.
Newt miró hacia donde apuntaba su mirada y levantó las cejas. ¿Su
mamá iba a enfrentarse a Maverick? Ahora eso habría sido algo que
Newt habría pagado por ver.
Orlando agitó una mano para abarcar el área que los rodeaba fuera
de la comisaría. —Maverick y sus hombres están aquí, así como los
oficiales. No dejarán que pase nada.
—No te hará daño —dijo Newt. Era irónico que Newt tranquilizara
a alguien por asustarse de un perro.
Max ladró.
—Lo sé.
—Lo siento por tus hombres —dijo Newt—. No sé por qué esos
tipos me persiguen, pero siento mucho que mataran a dos de tus
agentes.
Orlando le dio un beso rápido, pero Newt vio en sus ojos que
Orlando estaba de luto por su pérdida. —Ve con tus padres y asegúrate
de llevar a Max contigo.
Todo lo que Max quería era ver los hermosos ojos azules de Dillon.
Quería asegurarse de que su compañero estaba bien. El gato aulló
suavemente mientras dormía. Max lamió su cuello y hocico.
112
Orlando tenía a Newt presionado contra la isla de la cocina, con la
nariz en el cuello de su compañero, simplemente absorbiendo su
aroma. Después del día que había tenido, Orlando necesitaba sentirse
asentado.
Orlando no quería volver a hacer eso nunca, pero sabía que era parte
de su trabajo.
—Me hubiera ido —dijo Max mientras miraba a Newt. Eran del
mismo tamaño y construcción—. Pero te habías apegado a mí y para
ser honesto, me he apegado a ti.
Orlando arqueó una ceja. —Por favor, no me digas que ella también
es una cambiaforma.
Orlando miró a la madre de Newt. Esta iba a ser una noche muy
larga. —Creo que tenemos que hablar.
117
Capítulo Diez
Los ojos de Newt rodaron cuando Orlando embistió su gruesa polla
dentro de él. Esto es exactamente lo que necesitaban, un respiro de la
locura del mundo.
Y totalmente enamorado.
—Confía en mí —dijo Max mientras caminaban por el comedor—.
Ando de puntillas a su alrededor en este momento. Sé que quiere que
me vaya, y me siento mal por engañarlo, pero no lo hice a propósito.
En cuanto a ser dueño de una mascota, es el mejor. —Max puso una
mano sobre el brazo de Newt para que dejara de caminar—. Pero
Dillon, él es quien hace latir mi corazón.
Sus padres ya estaban fuera de la cama, mirándolo con los ojos muy
abiertos. Mierda. Newt no podía dejar que Orlando se encargara del
pistolero solo.
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—Sé lo que estaba buscando, y tuve que evitar que le pusiera las
manos encima —dijo Panahasi. 125
—El orbe es una llave del portal al reino de los demonios —explicó
Panahasi—. Los matones fueron contratados por Taren Haynes. Un
demonio que está empeñado en destruir a los guerreros demonio. Fue
desterrado hace dos décadas y está buscando recuperar la entrada en mi
reino.
—Pero ese tipo alto lo tiene ahora —dijo Newt—. Dijo que correría
la voz de que lo tiene él para que nadie venga detrás de mí, lo que
significa que Taren sabrá que no lo tienes.
Fin