Los-Frutos-De-La-Madurez EBENEZER
Los-Frutos-De-La-Madurez EBENEZER
Los-Frutos-De-La-Madurez EBENEZER
Es interesante que así como en lo físico hay enfermedades que se contagian, espiritualmente
también podemos ser contagiados del gozo que el pueblo de Dios pueda tener con un corazón
dispuesto para adorar al Señor Jesucristo. Es por eso que el mundo no puede comprender el por
qué de nuestra explosiva alegría al celebrarle fiesta a Jehová; y a nosotros se nos dificulta
describirlo porque ¿cómo podemos explicar el gozo que Jesús trajo a nuestra vida cuando lo
aceptamos en el corazón sabiendo que proviene de una fuente de gozo eterno?, es imposible que
el mundo lo comprenda porque somos 2 razas distintas, ellos son del mundo mientras que
nosotros somos una nueva raza, somos espirituales y vemos lo de arriba, lo eterno con los ojos de
nuestro espíritu y por el entendimiento que Dios nos ha permitido alcanzar.
Por eso cuando vemos en la Biblia la risa, el canto y la danza; podemos notar que están
íntimamente relacionados, proviene del mismo lugar. La risa es producto de la libertad que vivimos,
eso hace que alabemos a Dios con todo el corazón, lo cual a su vez nos lleva a que dancemos
para Dios porque lo que deseamos es celebrarle fiesta como una manifestación de alegría en
nuestra vida. Lamentablemente el enemigo imita lo que se mueve en los ambientes espirituales
que son propios de Dios, entonces de pronto el mundo empieza a celebrar fiestas paganas que lo
único que hacen es promover el pecado de muchas formas y los cristianos que no están
debidamente cimentados en la verdad de Dios, pueden ser engañados fácilmente en la celebración
que el mundo organiza.
Es por eso que necesitamos ser llenos del Espíritu Santo con el propósito que no seamos
engañados y que nuestro gozo sea manifestado para El sin que nos desviemos en ningún
momento. Claro que aquí también entra el punto de la madurez del cual es necesario que sepamos
algunas cosas:
13
Salmos 92:12-14 (LBA) El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano.
14
Plantados en la casa del SEÑOR, florecerán en los atrios de nuestro Dios. Aun en la vejez darán
fruto; estarán vigorosos y muy verdes…
La palabra AUN, podemos interpretarla que si en algún momento dimos fruto, en la vejez no
dejaremos de hacerlo y la forma en que lo empezamos haciendo, se potencializará de una forma
extraordinaria.
Salmos 127:3 (LBA) He aquí, don del SEÑOR son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre.
Lucas 1:42 (LBA) y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de
tu vientre!
En estos 2 versículos, el fruto al que se está refiriendo, está relacionado con los hijos; entonces de
acuerdo a lo que estamos viendo, en la madurez no dejamos de dar hijos, no cesará nuestra gozo
en el Señor.
www.ebenezer.org.gt
Génesis 18:10-11 (LBA) Y aquél dijo: Ciertamente volveré a ti por este tiempo el año próximo; y
he aquí, Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara estaba escuchando a la puerta de la tienda que
11
estaba detrás de él. Abraham y Sara eran ancianos, entrados en años; y a Sara le había cesado
ya la costumbre de las mujeres.
Génesis 24:36 (LBA) Y Sara, la mujer de mi señor, le dio a luz un hijo a mi señor en su vejez; y mi
señor le ha dado a él todo lo que posee.
Abraham tuvo un hijo en su vejez; pero recordemos entonces que vejez es igual a madurez, y en la
madurez se tiene más fruto, lo cual es igual a hijo.
Génesis 21:5 (LBA) Abraham tenía cien años cuando le nació su hijo Isaac.
Isaac significa RISA; este versículo entonces lo que nos está enseñando es que con la madurez lo
que alcanzaremos es mayor gozo en el Señor para lo cual también necesitamos congregarnos,
pero esperar algo más que solamente congregarnos, porque podría ser que estemos cumpliendo
con el Señor al no dejar de congregarnos como muchos tienen por costumbre; por consiguiente lo
que Dios desea es que vayamos más allá de solamente cumplir con El Señor en lo que nos está
pidiendo o lo que podemos comprender a simple vista, porque entonces si vamos más allá de
solamente congregarnos, encontraremos lo mismo que obtuvo Abraham, hallaremos al Isaac en
nuestra vida.
Pero realmente esto lo que nos enseña es que la risa llega entonces como producto de una gran
alegría en el corazón. Hoy lo que Dios desea hacer es bendecirnos con un don y que entonces
podamos decir lo mismo que dijo Sara: todo el que lo sepa, se ría con nosotros pero sin envidia,
sino que ese gozo sea contagioso porque es producto de lo que Dios está activando en nuestra
vida.
Obviamente que si Dios nos llenará con alegría y eso nos producirá risa, tiene que ser una
situación positiva y no porque estemos burlándonos de otra persona porque de ser así, estaríamos
gozando con el dolor ajeno. Lo que Dios provoca en nuestra vida consecuencia de tener un Isaac,
es espiritual, no almático; por eso necesitamos la llenura del Espíritu Santo para que estemos en el
mismo sentir de Dios, incluyendo Su gozo.
www.ebenezer.org.gt