Diocesis Obispo
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El 2 de febrero de 1879 en la Iglesia Catedral de Santa Fe de la Vera Cruz, Luís Ángel Niella fue
ordenado sacerdote por Monseñor José María Gelabert y Crespo y el 25 de Marzo del mismo
año, cantó su primera misa en la histórica iglesia del Convento de Ntra. Sra. de la Merced, en
Corrientes, actuando como sus padrinos de ordenación Don Vicente Fernández y Don Antonio
Cabral y Diaz Colodrero.
Su primer destino fue como Capellán de Coro de la Catedral de Paraná en Entre Ríos, y para
1880, siendo Cura Párroco de la Ciudad de Goya, hizo concluir la magnífica iglesia -hoy
Catedral- proyecto del Arq. Pinarolli e inaugurada bajo su administración el 15 de agosto de
1884.
Famosas resultaron sus alocuciones durante los fastos del Tercer Centenario de la Ciudad de
Corrientes en 1888.
Nombrado Cura Párroco de la Iglesia Matriz de Rosario de Santa Fe, el 15 de marzo de 1891,
permaneció el Padre Niella hasta 1898, y a la muerte del Obispo Monseñor Gelabert y Crespo,
el Obispo de Santa Fe Monseñor Gregorio Romero designó al Padre Luís Niella como su Vicario
General. Tiempo después, el 27 de marzo de 1897 se lo designó Secretario del Obispado y Cura
Rector de la Catedral de Paraná. Cúpole ese año, ante la muerte de su comprovinciano, el Gral.
Benjamín Virasoro, realizar el panegírico de su vida en sus funerales, destacándose por su
magnífica oratoria.
Enviado a Corrientes por la Superioridad Eclesiástica, el 15 de enero de 1900 pasó a cumplir
funciones como Vicario Foráneo y Cura
Rector de la Iglesia Matriz –hoy
Catedral- presidiendo también la
Comisión Provincial de Caballeros para
la Coronación Pontificia de N. S. de Itatí
que se realizó el 16 de Julio de 1900.
En 1924 fundó el Seminario Menor Diocesano en Itatí, origen del actual Seminario
Arquidiocesano, y mandó a construir la Iglesia de Saladas. Proyecto también la construcción
del nuevo Santuario-Basílica de Itatí, cuya piedra fundamental se colocó el 16 de Julio de 1924,
obra que o pudo concretar, como tampoco la nueva Catedral y el Palacio Episcopal que
pensaba sufragar con su peculio.
Monseñor Luis Niella llegó a ser conocido como el Obispo Misionero. La extensa jurisdicción de
su Diócesis era mayor en tamaño que muchos estados europeos y la recurrió completamente
en ferrocarril, barco, carreta, lomo de mula, canoa, o a pié.
Fue un Obispo combativo y combatido, comprometido con la Verdad del Evangelio, llevando
presente siempre la dignidad episcopal de la que estaba invertido y la autoridad que se le
imponía a su persona. Hablaba correctamente el guaraní para dirigirse “a sus hijos del campo”
y sus escritos y postales en un castellano profundo y castizo demuestran el conocimiento
supremo y la inteligencia clara de su intelecto.
El Historiador Hernán Félix Gómez escribía sobre él: “El Obispo Dr. Niella es una de las grandes
personalidades del clero argentino, en los últimos 50 años”.
“Fue un carácter robusto, un corazón afectivo, virtuoso y humilde, un alma eucarística, todo
ello engrandecido por una profunda fe, una inteligencia clara y una imaginación vivaz...”
Por su parte, el escritor Gaspar Bonastre que lo conoció de niño dice en uno de sus libros:
“Cuando niño, conocí en Itatí a Monseñor Niella, por entonces tangenciaba los setenta años y
guardo de él un recuerdo singularmente simpático. Con frecuencia visitaba Itatí donde
permanecía entre diez y once días”.
“Generalmente, sus visitas las hacía en carácter de misionero (...) y a menudo él mismo nos
adoctrinaba en el catecismo...”
“Era este un prelado atildado –dice el escritor Fernando Díaz Ulloque- “Era virtuoso,
inteligente, erudito, atildado (...) tesonero...”
“... Nadie discutió jamás su autoridad moral, su patriotismo, su gran correntinidad, y lo positivo
de su acción pastoral...”
Monseñor Dr. Luis María Niella falleció en Corrientes el 30 de Noviembre de 1933. Fue velado
en la Iglesia Catedral Metropolitana y sepultado el 2 de Diciembre, según sus deseos a los pies
del altar de N. S. de Itatí. Posteriormente, en 1981 sus restos se trasladaron al panteón de los
Próceres Correntinos, un lugar digno para su personalidad, y en 1985 finalmente a su sepultura
actual en la nave izquierda de la Iglesia Catedral.
Fuente: González Azcoaga, Miguel Fernando: “Patricios Correntinos. Biografías”. TOMO II.
Moglia Ediciones. Corrientes, 2002, 261 pág.