De Fiores - María Síntesis de Valores
De Fiores - María Síntesis de Valores
De Fiores - María Síntesis de Valores
~
proximaciones que explican una
ble continuidad en la referencia
e María.
historia de la mariología no
en las reflexiones teológicas,
eblo cristiano, sino también su 236
909
~JI~
Stefana de Fiares
María,
valores
A mis hermanos Domenico, Tito y Giuseppe,
siempre atentos a mis estudios mariológicos,
y en memoria de mi querida hermana Giuseppina.
ET P. .EICHER. (ed, ),\EJ;lqi,c¡lQP~diq5e()lqgifl%'i~rescia 199,0,1. NMI JUAN PABLOII,CartaapostQlica Novornillennio ineunte (6 de enero
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:'Mafi2ii~<siStetna(devd16res»
, iVl'! 'L.' .• ¡ ':" .
'.lefrJas· fases. culturales. dedos milenios
(<<Historia de la ma;i9logl~»)8,peros~ ;obra en s~is v~lúm~nes sobre el de espacio se ofrece sólo ,una selecciónll " Unavez.completapa, ~es~a <¡>bra,
-. ..wu •. v tema fue repf6li~'¿iCia~ifticlae~i:ilo; ls~t~ll~Ó dero~ ~;pecidlistas serámuy valiosa para. un cqn()cimiento dt;Maxía,segúI11a visióIl que se
(Pallanza 1969,1974). En cuanto al Marienlexikon, en seis tuvo de ~11adu,rante Josvariqs períodos de. ¡a his.toria del cristianismo,
v u,UU........" " , heriros récoii8¿e'i ¡queinos ;6fiie~é' 'un i ext~ris()má terial prE¡cisamen~e porgue·lqs.diversos tomos dedican uIlaa,mplia iIltroduS~
pabl¡ufi(FniÁ~ória d~ lainari~logra,-res~náIÍdoa mudiísmoS aút6rés; dón ala presencia de.María durante las distintas fases históricas..
Por inici~tiva de laPontificia Facolta TeologícaMarianum, yen\:olabo,
1995; 2. G:O¿dnPINh (ed:) , Da piétro1\beltircÍó ~ Roberto Bellá1'nlirrO; Bólb'ni~ 1996; j. R;;F!SI- ración con fa edi~orialCitta NUQva, se programóenelaño 2001,bajo la
CHELLA (ed,),J)aY¡tusPichlera HeJ1ri dé Lubac, Bqlonia 1996; 13,. .QSC:Ul.~TI,La teología cristiana
nelsuo sviluppÓ stóricó, 1. Primó millennio; ri: Secando millen~io, CiÚiseIlo Balsamo 1996-1997; G. dirección ge.Ilera1'9~ Ignazio Calabuig (t'2005), una extensaStoria della
LAPONT, Storia teologica della Chiesa. Itinerario e forme della teología, Cinisello Balsamo i 199.7: mariología,proyect:~daeil tres tomos, quecontará.conla colaboradón
4 W. DELIUS, Geschichte der Marienverehrung, Múnich-Basilea 1963. Aunque estudia a los
autores désdeel puntó de vista del ~ac~tdociQ) de la Virgen, siguesiéndo unaobta fundamental de yario~espeCialistas.
para la historia de la máriología la excélentetesis dé R. LAURENTIN,' Maria Ecclesia Sai;er,dotium,
Essai sur le développement d'une idée religieuse¡París 1952.,_
En esperade esta obra de grandes vuelos, pensamos ofrecer un estu,
5 H.GRAEF, Maria. Eiite Geschichte der Lehre undYerehrtmg, Friburgo de Brisgovia 1964. dio .má.s.breve.queofrezca un panorama sistell1áticodel grCl.nconjunto
(Haytraducdón española:: María:. la mariologia y e/Guito, rn4riay¡o a. través de. la historia, .Bar~
celona 1968): de esditos.gue llí.figuradéla Virgen Madre h,rsuscitado durantt: los
60.-$0[L, Storia dei dogmi:marial¡li; :Roma 1981(la ediciónoriginalalemaha lleva el. títuló sigloscris tianos;
de Mariologie; Friburgo 1978):, . .
7 P. .GRELQT;D. FERNÁNDEZ<T. KQEHlER-S.DEFI(jRES~G.I'Hu:-I~S, .Maria e.il sUo norne.. Itinerario
storico-teologico; Roma 1985. Se pílblicó,con.artículo,M4fie:enelPSAM Jo.. [1977l 409.A73, 9 J. STbHR,M~riologie; en MarLex 4.(1992)·320~323:, . .. ".. ' ,
redactado por los mismos autores (la última partéise.debe))•. R, Laurentin,sustituido:después E.M. TQNIOLoi(ecl.), La VergineMadre nella Chiesadelleorigiy¡i, Roma 1996; LaVergine
10
pór G. Philips), .el. artícul6esreeditacloenpark Como 1ibto:·M4rie, París 1980, traducido, por Madre dal secolo VlaJsecon40 mille~nio, Roma 1998; La Ma4reclel Signore dal Medioevo al Rinas-.
tanto,. al italiano con:eLrítulo expresadq'<l:nteriQmlerite. 'ir': cimento, Romª1998;La,Vergine Maria dal Rinascirne.ntoa oggi, Rqma 1999,
8 T KOEHLER, Historia.dedif:Maricilogia,éh NDM834-856. 11 CfTMPM;TMSM. '. .
idrttrddUédót1- J19
sexo femenino tuvo que experimentar durante rodala epoca de la el cofre dé tu'p~rfeccióI).j interrumpe.aqúel rostro tuyo astral.
tradición cristiana»51. . ,Desciende... Tú;no~res de marfil. Eres sensible, tienes senos y axilas,
.ij.',~~';¡ll"'''' venas y. arnigas .. ;>>,55 ...
del aspecto femenino de la divinidad. El creciente número de las apa~ ~recon6cible y humana "normalidad", asu realidad efectiva, sin que
ricionesmarianas,a hiños representa «una reacción del inconsciente neces,lte ninguna otracdsámás»56;Por este camino es fácilhomolo~
colectiyo ~ante la 'unilateralmasculinizaciónde lo divino» 52 ., La Virgen ~\ María mn cualquier otra· mujer. de su tiempo, con todas las debi~
wiveen:laindeperrdeh~ia~>.y,.en un mundo dominado por la obsesión morales típicas de sus contemporáneas e incluso con muchos
tnaqh;isr!l.deLpod!,:wella'se.éonvierte . em«la representante de .los. valores sl.como asegura Kurt Marti; un pastor suizo poeta, que muestra a
decir/«déLamor, ¡deja libettady de la justicia». Y, por perpleja «cuando fue! ella, varias veces madre! alabada como
es· «el místico y eterno silencio, la gracia divina, el seno
materno del que todo. procede». Imagen del comportamientomatemo María se. convierte para muchos en una respuesta significativa a. las
y protector, JaMadre de Jesús puede .serexpulsada dejas iglesias en del mundo .contelllPoráne058. Reflexionando sobre nuestro
nombre de una «barbarie racionalista», «perollo puede ser expulsada dominado poda tecnología y cerrado a las estructuras de tra-:-
de las almas de todos los seres.humanos sensibles a'las mutilaciones de , el sociólogo G. De Rita observa agudamente:
la fe cristiana»~ María y los santos son «predicadores reales de la gracia
divina, modelos de virtud cristiana, siervos e instrumentos a través de i,,;«.;:'Olm()S más.·que nada una sociedad que quiere recuperar el valor
los cuales. Dios bendicé a su pueblo» (E.W> Hengstenberg) 53. En la la acogida, probablemente porque siente que la vida puede ser
práctica; María llega a ser «el símbolo de lavivenciafemenina»,de la dura, si no se tienen relaciones con los demás; si nos
belleza, de la vida, de la disponibilidad: «La mujer lleva en brazos a la en la soledad; si no nos ponemos .aprueba en medio
humanidad; Este mensaje.se ha conservado hasta el día de hoy en la de la competición agresiva e invasora; si no se acepta aLotro ya lo
Madre de Dios»5\
G. LM,Sono tua figlia anch'io j en M.W., Maria ieri e oggi, Cinisello Balsamo 1997 7,197 .
.~óL. LUNAR!, Maria di Nazareth, Milán 1986, 228 y 256.
51 C. MULAcK, Maria vergine e ribelle: la dea. nascosta delcristianesimo, Como 1996, 15 (o,
57 K. MARTI, UndMaria, en Abendland, Gedichte, Darmstadt-Neuwied 1980,41-44.
según el original alemán: Maria. Die geheime Gottin im CliiiSientum, Stuttgart 1985).' .
52 lb, 21 Y25. Para. ur:tra.ta~iento más amplio. cf S. DE FIORES, Significato di Maria per ¡[ nOstro tempo,
53 lb, 91,103, 131 Y135. fide! et fidelrum. Collected Essays to Honor Théodore Kohler on his 8Ü'h biríhday, Dayton
54 lb, 153 Y157.
1985,795-807. .
,im.preVisto;si. nb,hayuhII: palabra, ('ab6geqora:';~~'. y; M,arÍa esen¡gran Ép0tEa~qJj05m0(jérnarl\lIarfár;tipo'
parte el emblema de la capacidad deacoger¡lá;impreYisible,da 'que ranfJropeMrgitO'relaclbn:aJ ..
es totalmente otro»59.
59
0. BE RITN, Toma Id Madorma sull'onda di<Na~pensiero»ien Corriere della sera (11 de O. VATTIMO-P. A. ROVATTI, Il pensiero debole, Milán 1983; M. MARcoLLA, La debolezza del
enerodel987 ). debole, en Studi cattolici, dic. de 1985; 748;'751; A. RmI,Le sfide del pensiero debole, en
60 P. EVDOKIMOV, La donna e Id salvezza del mondo, Milán 1980, 155-156. di teologia 27 (1986) 1-14.
3B "Mariª,¡~JntesisdelJa.lores
62 M. G. MASCIARELLI, Mária maestra.di nuovi valóri, en AA.W., Maria regno di speranza per
R. GARCÍA PAREDES, Mariología in cammino: prospettive mariologíche all'inizio del
il terzo millennio, Roma 2001, 11. en Mar 63(2001) 284. .
la cercan.íil' de: Bios:o 'd~asub:Ci0rf abCi¿lor'Ma1'Ía,rf'ragmél1to de historia .el.m1il:1jldb.j¡Jp~~Q ,€J:úé .e~pl;Jl1éutral~2iadoi por .elespl~ncJPr. de la
i
por la tercera parte del secreto de Fátima, en la cual el Papa se,recono, los esquem~& interpretativos, e invita a distinguir oportunarnente,
ce a sí mismo en el hombre vestido de blanco que cae bajo los golpes 10scontenidQsdela fe y las expresione~culturales delos.mismos,
disparados contra él.' Mientras' tanto permanece la visÍón del ángel que L""'LVLL'-" qtieestán sujetas a cambios:
· «Lalglesia;cuartdQconsidera 'la'latigahi~tori3:'de'lapiedad mariana; verOSírñ]b:Uéntee1'.pdfadigfua'~ón;;laicúltúraénsentidóan~
se alegra al comprobar la cotltihuidad· def:h~0hh cultural; 'pero '110 se 'quedó clefiniélapórJ1'ylotén 1871 65. Con mayor
vincula a losesquemastepresentativos delasdivetsás épotastultuta~ °
qüe hablar;dé'rhacTbpar'adigmas, modos orgánicos
les· ni· a las particulares concepciones antropológicas·· que cOhstituyen <vivir y de pensar, ;introducidos 'por lósgirosdelas épocas históricas
su base, y comprende cómo algunas expresiones de culto,perfecta~ de'tetminan .Url ba.mbiodé<tultura o que puntualizan sus fases
mente válidas en sí mismas, están menos adaptadas a las personas nascendi;madúradólÍj decadencia).' En su interior se sitúan los
que pertenecen a épocas y civilizaciones distintas» (Me 36) . rhesoparddiP;n1aso subculturas que permanecen dentro de la
geneialy Tosrhicroparadigmas· o tipos epistemológicos que se
Por tanto, llegamos a María a través de círculos concéntricos: el círculo .'ií'''''''H',ClU en el interior de las diversas culturas o de ·las fases culturales
más amplio constituido por la cultura,esdecir, por el modo orgánico de modos distintos de proceder en cuanto a la metodología y a los
viVir de los divetisossiglósen cuestión; "'¡por él círculo· específico de la
teologíay del'cúltd,quese'vahdeterrninando poco a poco en la conciencia historia cultural de la mariología procurará describir en suses~
eclesial, y finalmenfééporelZcíttulomariolOgico.Así que discerniremos el ms fundamentales y en sus variables las cuatro constelaciones
fragtnentoMaríaó, mejor,sbsparadigmás o'módelos, dentro del conjunto de la cultura en Occidente:
teológico y. cultural'dé'la:s·épodás históricas qúeiremós examinando:
práctica; la trayectoria rnariológica debe ser la predominante (no Culturdrriediterránea antigua (s. 1 - 604 muerte de Gregorio Magno).
historia de las ideas sobre María, sino que~ Cultura medieval (siglo VIl- 1492 descubrimiento de América).
<tU.11J1Il<:tIJ.<:t· paraqueabat:'quediversasfofrnasde su «preSencia»). Cultura moderna (1492 - 1989 caída del muro de Berlín).
Sin embargo, .esta trayectoria presupone la dimensión eclesial~teológica Cultura posmbderna (1989 - comienzo del tercer milenio).
(su conte:xtb imnediato) y el horizonte histórico;. cultural (su contexto
general)... Más· cól1cretamente,en) cada época mariológica·· habría· que célebre definición de cultura, ofrecida por E. B. Tylor, es la sigl,liente: «Aquel conjunto
que incll,lye conocimiento, creencias, arte, ley,moral, costumbre ycualquier otra capa-
efectuar un triple paso: múndocúltúral~Iglesia~María .. Estos tres términos d hábito adquirido por el hombre como mÍerribro de una sociedád;> (Primitiveculture. Re-
deberíaníntetpretarse en todo lo que entrañan, sin reduccionismos, y into.the deve/opment of mytology, philosophy, religion, .art and custom, Londres. 1871, 1).
'posfura semejante es adoptada por R. Küng én su valiosa y a veces discutida obra:
en sus mutuas relaciones einfluencias,sinaislamientos. quiere aplicar la teoría de los paradigmas a la historia y al presente de las religiones
es aconsejable la distinción entre microparadigmas: cambios de paradigma en algunas
El enfoque cultural· exige que se valore sistemáticalllentéunins~ como, por ejempló,el paso de la: celebración del sábado (o del sábado y del domingo)
trumentointroducidóen el·mllfldociéntífico por T:hómasS. Kuhn, es celebración del domingo; mesoparadigmas: cambios de paradigmas en ámbitos parciales,
or ejemplo, el paso de una cristología apocalíptica (Cristo final del tiempo) a una cristo-
decir, el paradigma, definido por él como «una constelación general primitiva (Cristo centro del tiempo); y macroparadigmas; cambio de paradigma en
en la Iglesia, en la sociedad general, como el paso del jl,ldeocristianismo al cristianismo
de convicciones; valores,; modos de proceder, quesóncompartidos (R. KÜNo, Cristianesimo, Milán 1997,119-120; edic. original alemana 1994; trad. esp.:
por los miembros de una determinada comunidad»64; .Esta definición ",.,,,,,,,,,rlUJ; esencia e historia, Madrid 1997). Como puede observarse, el criterio en que se
H. Küng parece ser espacial y de contenido, según el cual el macroparadigma tiene que ver
ámbito general; el mesoparadigma, con un ámbito parcial, y el microparadigma con una
\;U<:"UU.ll. A nosotros, que hemos identificado el macroparadigma con la cultura eh sentido
. 64CfT. S.KuHN, La Struttura delle rivoluzioni scientifiche, Turín 1969. Porel contrario, la nos parece que es más consecuente reservar el término de mesoparadigma para
tragedia griega.empleá eltérri:lirio paradeigma én el sentido particular de ejemplo. «Considerando subculturas que se sitúan bajo la sombrilla de la cultura general, mientras que el mi-
tu ejemplo (paradeigma), ¡oh desventurado Edipo!, ya nada que toql,le a mortal considero yo está determinado en primer lugar por el tipo de enfoque metodológico o de género
feliz» (SÓFOCLES, Edipo rey, 1193). . con el cual se abordáuh detemíinado argumento, en nuestro caso la figura de María.
En su, <inte¡:i.or,dis~ingúir.eJ):lOs:lC?s div~rspsspafªdigITlas" («micropará;' na \h istol"i~;1~da;rnarioüfJgfa'"
digmas») producidos,por.lltía'cultllradªda¡.qll~.llamareITlos«moddos»; en sentidoamplioii([
«estereotipos»" «formas».;.,aunqu~podx~n resu.rgir.qajodivetsos ;aSpec:
tos en otros períodos o segm~ntos, culturales.
,Ensíntesis¡ averiguaremos los contextos cul~urales o las condiciones
generales que influyen en. el culto y en la teología cristiana en, su di",
mensión mariana y que se expresan en los paradigmas particulares qu~ Virgen Ma.ría»68;es decir, tomo tratado autónomo,
el razonamiento aC,erca de María y la actitud espiritual hacia. ella van sistemático; .Eh thlcaso, la historia de la mariología debería
asumiendo a través de los siglos. en.elsiglcn:x.VIl, y cualquierdatac:ión anterior debetíaconsi:..
como una extrapolación ilegítima.
orientación cultural que hemos adoptado nos impulsa a entender
3.2. Una histQriaJW;.pe(s/Jf2€tiva, logía en sentido amplio, que incluye no sólo los tratados sistemá~
; sinc;rÓr}icay.diac(cfJ./1ica y escolásticos, sino también cualquier otro tratamiento o intuición
tivos, es decir, de valor o de carencia de valor, con respecto a
Sin contemplar con R de Saussure una dualidad radical e incompatible Por tanto, no nos contentaremos con reservar la mariología a las
diaC:t;01¡l,ía .Y sincrqnía,J1na {vez reconocida la precedencia que de los especialistas, sino que nos propondremos ampliar su senti~
p~0cediITliel;ltodes.ctiptivo~sincrónico, consideramos que es ¡.i fin de que abarque todo el fenómeno mariano que, como torrente
ne1ces:an.o reservar ul:lsegundQl1l0niento pa.ra eL procedimiento genético~ recorre todas las épocas del cristianismo y afecta a todas
dic¡cr6nicq~En efecto, una cosa es ~lejede las sucesiones con .respecto categorías sociales del pueblo de Dios. Con Klaus Schreiner debemos
a los valores relacionados con el pasado (retrospectiva) y con el futuro constancia de que María «dejó en la historia de la religión y de la
(perspectiva), y otra cosa es el eje de la simultaneidad que se oC:upade los de Occidente vestigios imborrables»69.
y~101;eSen sí y en relación con elsistema" (contemporaneidadj67, Dentro de tal perspectiva, nuestro interés se extiende a aquella his~
Por tanto; al 'trazar la historia de la mariología, maniféstaremos'las cotale que se ofrece en la Nouvelle histoire 7o , en el sentido de que en
formas que esta adopta en relación. con los' diversos. sistemas culturales ,v •.v",.,~ convergen no sólo tratados sistemáticos, ideas y profundi~
ylasdifererit:es fase teQlógicas,y re,cordaremoslos canibiosque el razo~ conceptuales, sino también acontecimientos y personas, teólo~
namiento va adoptando por iÍlfluencia:de diversos factores. Papas y pueblo, culto y devoción, arte e iconografía... Pero todo este
nto no vamos a considerarlo en forma detallada y completa, sino
a través de la selecciónque~Hewos>efectuado'cdeparadigmascúlturá.les
y que sigue siendo nuestra opción de fondo.;
Primera parte
Por consiguiente, no restringiremos la investigación.mariológica a
las exposiciones sistemáticas de teología desde la escolástica en adelan~
te, confundiendo un «paradigma» del teóloguizar con la totalidad de
la teología, sinO que comenzaremos con el Nuevo Testamento,cuyas
teologías características y. complementarias son atribuible s al modelo
kerigmáticohistórico;salvífico existente dentro dela cultura medite;
rráneaantigua, y proseguiremos con las culturas medieval; moderna y
posmoderna. ría en la cultura mediterránea
(Siglo I .. 604)
decivilizaciQnesydeconflictos, lln lugar de eIlcujeNro
U .... "IClU.U
..
• 8 EPIFANIO MÓNACO, Discorsi su/la vita de/la santissimá Madre diDio; 6; TMPM¡ 2) 786.
9 AGUSTÍN, Sermón 51, 18; PL 38,342.
10 ATANASIO, Carta a las vírgenes; CSCO 187; 80.
1 ~2.1., ,Maríay 'lasdivinidades;femeninas d:élpurtteónmediterránéb l11~,et:ltUlt:1tYart;i'í:+hn-'·""ri·ll1:f¡banqllet1e:teHgiosb.'{== fercülum).,
¡ar~~t1t;¡losáút1otes tecitábáfi)text0sdelante:de laLestat'uá- deh
Persiste, de todas maneras, un despreciogeneraHzado hacia él'sexo re'su:s:CI.eVotlls secofit!abanilasipró~titutas¡ perolos ritbséran
menino, no sólo porque se mantiene que las mujeres no saben ,",r.,nrrKI obligaban,am.uchasmatronasa abandonarlos 18. Aun
sus propios sentimientos, 'sino también porque las' funciones U.", UL'-'HJ,F.H•• delá:elesttuccióndesutemplo.enelañó 421, él culto deCéleste
de las mujeres están vinculadas a la materia. Si Citilode Alej "sóldehtndos' paganos, sino/también, 'secretamente, entre
atribuye a María, al pie de la cruz, él llanto y los lamentos 15 , Mani ¡ml"¡;¡:-',I".rt'~tHn"í()~l~.El cultoauna:Reinadél ciélo es mencionado
que ] esús haya sido «engendrado de carne y de sangre y de ] etemíás, quietfatestfguaquéen las ciudades de'] udá y en
otra inmundicia mujeril»16. 'de] erusalén la.s/mujeres -lé ofrecían inCÍenso"tortas y ,liba~
A pesar de esta: inferioridadcdelamujer; la cultura mediterránea; 7,18; 44,16;25'): En Egiptoéra'más popular todavía la diosa
vinculada' a la agricultura, se dio cuenta, de -,la necesidad de dirigirse -a Osiris y madre del dios Horus, -cuyo culto es reconocidó
divinidadesfemeninaspata'c6nseguirla.fertilidad de la tierra y lafecun; por GalíglÍla(37~41 d;C)20, En. Asia Mehor, Isises suplantada
didad en las familias. El panteón mediterráneo contemplaba n.umerosas ,la Gran' Madre, cuyos devotos transmitían, en. medio de
diosas: Astarté, IsisiMinerva, Cibéles, Juno, Celeste ... El impacto dél o en iun, estado de· trante,losoráculós dé la diosa V llegabah
cristianismo,enf ei'cjuettlingúnser femenino entra en la divinidadíha;. castrarse parahaéersesemejantes a ella.
bría'cteadoun vacío, sino hubiera aplicado ala MadredeJ esús títulos, relacionestexisteneritre eltultopagano dé estas diosas y el
funciones e imágines que élpaganisl:n6.reservaba para las diosas; No ristiánoen honotde la Madre de}esús?StephenBehko ve dos
fue una transferencia ni una repetición, porque María es una criatura y plausibles: la primera se refiere a la mujer vestida del sol en
las diferencias con las diosas paganas están subrayadas por los -Padres. ''v",''''CULfJ''L·''''· la segunda concierne al movimiento montanista, en el
en sentido profundamente religiosG su personalidad. María se pr6clam<1 UIJI';lULll:::~ y.frecuentandQ e~ templo. María sigue siendo una mujer
«sierva delSeñor»(Lc 1,38 y 48), yJe alaba con todo súser (Lc 1,46:::
47). El Magníficat es un canto que hace suyo el «nosotros» comunitario
(<<como había hablado a nuestros padres»: Lc 1,55) del pueblo de la
alianza, que Dios constituye para ser fiel a sus propias/promesas (Lc
1,55). En particular, María vibra de admiración ante las maravillas que
el Poderoso realiza en ella (Lc 1,49), yseasimila eLtémor de Dios, que al ámbito mediterráneo la cJIltura desarrollada en la península
consiste en el reconocimiento de la trascendente santidad de D.ios , con laJlegadadeMahoma, seis siglos después de la era cristiana.
unida a su misericordia (Lc1,50). se leteconoceelmérito de haber convertido a las poblaciones
La. piedad judía enseña a orar con los salmos y.ameditar en silencio: para que dieran. culto al único Dios, Alláh.. Ni se puede poner
dos modalidades de la oración que se encuentran en María(cfLc 1,46~ la afinidad del Corán con una cristología, no ciertamente cal~
55; 2;19.51). Los salmos transforman en oración la historia del pueblo pero sí judeo~cristiana, que sitúa en el centro la designación
de.Dios,i YNibrandegozo yde dolor; .culminando en el abandono místico
en Dios. En la escuela de los salmos, María parte.del acontecimiento realidad, las comunidades judeo~cristianas, después de la caída
cehtralde su vida, es decir, de la experiencia de su maternidad virginal iHli'Cll'¡;;U, siguieron existiendo al oriente del Jordán hasta llegar a
y mesiánica, para alabar al Señor y gozarse en él; no expresa ninguna y ellas fueron las que transmitieron a Mahoma las tradiciones
súplica, sino que celebra al Dios de los.pobres que difunde sobre ellos cristianas, «su conciencia de Dios, su escatología anunciadora
su misericordia. En el Magníficat (Lc 1,46;.55) hallamos el eco de varios deljuicio, sus costumbres y sus leyendas»24, su .veneración de
salmos (89,11. «brazo poderoso de Dios»; 98,T«se acordó de su amOf»; de María, pero sin laéristología de las dos. naturalezas.
103, 17 «la gracia del Señor [... ] permanece eternamente sobre .quienes de Jesús ocupa un puesto de honor en el Corán, el cual la
le temen»;'107¡9 «al hambriento lo colmó de bienes»; 111,9 «santo [... ] 70 veces y le dedica 70 versículos, además de la.sura 19 con el
es su nombre»). Si el judío ora con el midrash haggádico, una. especie del anuncio hecho a Maryam por parte de GabrieL En la Virgen
de. exégesis espiritual que investiga' el sentido oculto dé la Biblia para la sabiduría y la omnipotencia de Dios, que la convierte en
iluminar los. acontecimientos personales. y comunitarios, vemos que de fe, entendida coránicamente como sumisión absoluta a
María escudriña constantemente, el texto escriturístico para averiguar de Dios y don incondicionado de sí mismo a él:
cuál es la acción de Dios en la historia: como silenciosa exegeta, María
confronta en su corazón los. acontecimientos con la palabra de Dios, a proPQne también como ejemplo para los creyentes ... a María,
finde comprender y realizar l~ Pálabradiviria (Le 2,19.51). de Imran, que conservó su virginidad y erila que infundimos de
En pentecostés, María se encuentra entre «todos».·aquellos que
Muhamrnad undJesus, Viená-Friburgode Brisgovia 1978, 565-566.
acogen al Espíritu y hablan en lenguas (He 2,1. 7) . Ella proclama «bajo Geschichte Jer ersten Christenheit; Gütersloh 1926, 367.
··h*estto;iEspfritu~.';fuvptpor;autél1ti(ra:slastp,Uabras·'y•.EsttLtú::ra;
'. ·Señory:fueunadela$;hüíj~:ré$aev.oias>>'~;(Su.·
" ..', ,
rat66;t2~i
El helenismo transmite a. través de la lengua griega común .salvacióridetodbsJos peligros de la vida (por ejemplo, de los
algunos elementos ideológicos yprácticos calificativos. .mar) , ·la prote-cción contra las enfermedades y los fracasos,
todoJasalvación del alma, es decir, la inmortalidad»29.
del dualismo cuerpo; espíritu, el camino dela redención se
2; Cf G. ANAWATI, Mand nell'Islám, enSa¿rall¿th-ma'18 (1973); 26T283; G.GHARIB, MiísulJ
mediante la ascética liberadora del cuerpo y de sus pasiones, y
manes, en NDM, 1453-1463; V. BERTOGLI, Le mariologie musulmane, en Laurentianum 20 (1979) .Ul\..·ULaUL~ la búsqueda de la soledad y del sosiego (ideal.estoico
274~ 311; S. ~D AL WAHID PALLAVICINI, Corrispondenze mariane nellá tradizione islámica: elementi
per itn:dialogo, enMarianell'ebraism.a.e nell'Eláffi oggi; Roma-BoloIlia 1987, 119~139. e.rémosis,. esychía). El ideal ascético desemboca en la gaosis
26 Sobre.d helenismo, término acuñado Ror J.G; DROYSEN, Geschichte. des Hellenismus, 3
vols., HaÍnIJurgo1836:1843, dC: SCHNEÍDER, K~ltúrgeschiéht~des Hellenismus, 2 vols., Múnich
1967 .. 1969; T. CAMELOT, Hellénisme, en DSAM 7 (1969) 145-164; H. H. SCHMITI-E. VOGT Le origini, en H: JiomN (ed.) , Storia dellá Chiesa, 1, Milán 1972, .113;
(eds.), Kleine; Worterbuchdes Hellenismus, Wiésbadén 1970;P. WENDLAND, La culturae!lenistico- MATERNO, De errore profanarum religionum, 22:(69 en laediciónde K. Ziegler).
romana nei suoi rapporti congiudaismo ecristiánesimo,..BresciaI986. Il cristianesimo primitivo nel quadro delle religioni aniiche, Milán 1964; 156.
o conocimiento de los secretos dela salva~ion$}finaltnei1.teén la
de Dios. El mito gnóstico narra el destino del hombre, una chispa
caída trágicamente a la prisión del cuerpo, y luegoredimida:. y \.-V.l1uu\.-J.ua ·atistotélica.. del hilemorfismQ,s~gúne!cual Dios. es el
al cielo por el enviado de Dios30 , Queda por aclarar que la "U"~q..l1""J'U. oladelplatonistno, que concede unlugarprivilegiado
gnosticismo,. constituido por .este descenso~ascenso de la chispa porendtna del' ctierpo, o, finalmente, la del maniqueísmo,
pasará con necesarios cambios de contenido a la teología cristiana. alátnateria como lugar del mal, todas ellas son alérgicas
El descubrimiento durante los años 1945 a 1948 de.trece códices :naéic)!i;de Dios·; .Esta.ehcaníación representa <un auténtico
lengua copta en Nag Hammadi en Egipto, que contienen 51 para ·la· cúltlü:llmed.i.fetráhéaí Por lo cual los Padres se pre ~
gnósticos, en su mayoría cristianos, ha ofrecido nuevos elementos defender la fecristológica contra las desviaciones hetero~
de la gnosis,que accedió a la tentación de atribuira]esús un cuerpo H"'¡'''''P'':'''', debidas.frecuentementea una excesiva influencia del
aparente y de hacer que ese cuerpo fuera sustituido por el de. UUUVl1
elloJortnulan las' puntualiZacionesdogmáticas. de los
Cireneo durante la crucifixión31 • De este modo se incurre en el peligro concilios ecuménicos,desde el concilio Ide Nicea(en
de. disolver .la redención,· reduciéndola a procesos cósmicos simbólicos; . al concilio JI de Nicea (en el año 787).
Es comprensible cómo reaccionaron 10s.Padres en su lucha.contra de lainculturación dela palabra de Dios en la cultura ju..,
la gnosis, no sólo por el dualismo cristológico de esta y por su mitologi~ la fe se incultura ene! horizonte mediterráneo helenístico
zadón dehedentor, sino también por elpeligro que representaban los ¡~",.'U"'"V, llegando a un cambio de .paradigma que toma deL hele~
elementos sincretistas y por la tendencia de .la gnosis a' transformar el "Vl',","')J~'JU e instrumentos (como hipóstasis, substancia,esencia,
cristianismo en una religión elitista. En cambio, se inspiraron en el gnos"" , pero sin traicionar por ello a los contenidos esencia:les del
ticismo ho sólo en cuanto aLitinerario espiritual «descenso~ascenso», eotestamentari033 •
sino también viéndose impulsados por éla considerar mejor la situación' por un lado, muestran una tenaz fidelidad a la Biblia,
de lamujeren la Iglesia (los gnósticos alternaban la equiparadón de la hace que su teología sea «económica» o histórico~salvífica,
mujer para.el culto divino con la demonización dela mismay con la se confrontan conla cultura helenística, lacual,aunque
condena del matrimonio). Tal vez. se debió a un impulsorecibido del por diversas aportaciones filosóficas, converge en cuanto a
gnosticismo (aunqlleno únicamente a él) el hecho deque «Ireneohay~ problema de la salvación religiosa. La teología delosPadres, en
completado la. tipología paulina Cristo~Adáncon la tipología María~ la diversidad de las. escuelas y. de los géneros literarios adop ~
Eva»32. Pero lo cierto es quelosPadres corroboraron Ja fe en el único reducirse al paradigma gnóstico~sapiencial, que sé inspira
Dios, que no tolera junto así a ningún otro dios¡yasea Mitra o elem~ o modelo de saber totalizador, proyectado hacia la suprema
peradora Isis. perfecci6n ysalvación del hoinbre34•
. .
--C-:-:-'30~IbT',:-1-'-62-:-.-C~f-'-i-r-.lONAS, Lo gnosticismo, Turín1973; R.M: GRANT, Gn()sticismo e cristianesimo de tá1perspectivagnó$tico~sapiendal, los Padres' organizan
primitivo, Bolonia 1976; K~ RUDOLPH, La Gnosi. Natura estoria di una religibne tardoantica; Brescia ',." ..,.m',.,,.... y la evangelización del mundo greco~romanOí. pero
2000; C. COLPE, Gnosis II (Gnostizismus), en Reallexikon mr Antike und Christentum 11 (1981)
538-659. ¡CHRlSTOPH MARKSCHIES, La Gnosis, Barcelona 2002 (adición del traductor) l.
31 Cfla traducción inglesa de todos los manuscritosenJ.M~ ROBlNSON (ed.), The NagHam-
especialistas plantean el problema de lahelenización: dé la fe en los concilios a
madi Library in English, Leiden 1977. .
C:::alCedonia (425), tema sobreelque volveremos así.! tiempo.
32 H. KÜNG, O.c., 153.
ACAGGlNI,.Teologia, enNDT 1607-1620.
Marfaenlei'Culturaméditerránea - 65
mri,enéllticas modernas han hech() vercon claridad [... lla imposibilidad de in-
texto sin partir de una «precomprensión» de una clase o de otra» (PONTIFICIA
BIBLICA, tinterpretazione,dellaBibbia nella Chiesa, 15.4.1993, Ciudad del Vaticano
68 ~ Maria, síntesis .de.va.lores
objeto de atenta consideración por parte de los evangelistas), porque Pablo yeil Marcos; a un enfoque másiriteresad~ren.eLdesarróllo
cgntro de;interés d~ lo~ apóstoles es el anuncio del misterio pascual. deJavida'cristiána en comunidades procedentes del mundo
i' Laprofundiza~i~r ~n,el jJJ.isterio de Cristo se transl~üt~ ' .. , , y no ya del mundo judío;,
inédito gé,neroJit~r~~o:,ele'IJangelio, que no es simple historia, si~Qi
bié,nnarración histórico~salvífica,fundalllentada ,enl.ma exper~~l).~ia
feyqu~ ~ien~ la finaliqp.c\ ,de reforzar la fe de las ,comunid~des "~.,'
Posee~os aquíull «t~r¿ertipo de~i~tor~a», juntQa l~hfstorifl-,natural
a la historia humana: 'la historia sobrenatural de la revelación en Ía '~\/~,l'--dlll1~'HL'Ci el primero en .hablar.de. Ma:ría es Pablo, quien la
Dios se encuent~~~on ~l iho~br~~. T~mbién elllo§ ev~ngelios, ~Qmo
,,' ,,"',' : ,-; - ;'" r -"" - -'''' " , ,--' en la·teología de1plan salvífico de Dios (Gál 4,4). Pablo tiene
l
18 S. DE FlORES, Maria madre di Gesu. Sintesi storico-salvifica, Bolonia 20025, 68;69. X. LÉoN-DUFoUR, LAnnunció a Giuseppe, enStrul( sul Vangelo, Roma 1967, 85-108.
A esta visión .' positiva:>contribuyen, diV:er~os Jfá.ctores .de
teológico:..culttiraL En primer lugar,ladecadehéiade::lci '-A''-''-\~LaLL
catológica·transforma la reláción con Jesús, convirtiéndola
historia en el centro del tiempo y suscita el interés por el reino de
en el mundo y por los valores mesiánicos, entre los cuales se '-H'-U'COHU
la figura: de María llena de gracia y sobre quien se proyecta la
del Espíritu. Además, la exigencia de una profundización ''''''''ri''''' nacimiento maravilloso. A semejanza de otros anuncios
impulsa a indagar no sólo el acontecimiento central de 'la muerte y ~16; Jue 13,2~23; Le 1,5~25).jelailUnci0delángel aMaría
resurrección de Cristo·y.de la vida pública, sino que .también inco .elementos: aparición, turbación, mensaje, objeción,
a saber cuáles son sus orígenes, vinculados a la madre. Finalmente, estructura,. adnquenosiemprecontiene todos loselemen~
mentalidad helenística, más abierta ala mujer, y la atenuación de la el mérito de poner de manifiesto el significado .cristblógico
lémica contra 'los judíos hacen que las personas se hallen más hecho;aMaría; Su contenido centrales indudablemente
para percibir cuál es la función de la Virgen de Nazaret20• tode todo elev'angelio, que es anunciado en dos' tiempos:
te como mesías davídieo que reinará para siempre (Le 1,31 ~
como Hijo de Dios engendrado virginalmente en el seno de
1.4.1. El anuncio del ángel a María (Le 1,26~38) obra deL Espíritu (Le 1,35;37) .. Mientras que en los at:lte~
Dios vence la esterilidad delamujer,en María sucede
Para comprender el relato de la anunciación es necesario comt:'anlfl~ completamente nuevo: la concepción virginal por obra del
con el anuncio hecho a Zacarías y que la precede inmedia
(Le 1,5~25). Ambos relatos septésentan inmediatamente después mt)ar.go, a pesar de este contenido central, el esquema de anun~
prólogo helenístico al estilo de Polibio, en plena atmósfera judía :"...:.,~.uu'-uto maravilloso no contiene todos los elementos del
materiales ciertamente paleocristianos. Mediante el paralelismo María21 • En particular falta en.élla respuesta del destinatario,
crisis), Lucas se propone poner de manifiesto la superioridad de Y'''' ,."' ..,~' aparece acentuada.
concebido por madre virgen.(1,27.35) e Hijo del Altísimo (1,32),
Juan; concebido de madre estéril (1 ,7.24) y profeta del Altísimo (1; 7 de'voeación. En realidad, desde el punto de vista estructu~
Resalta también en cuanto a la joven madre de]esus, objeto del fa mayores correspondencias entre el anuncio a María
¡iU\.'U'-HLl,au
de Dios (1,28), que. cree en el mensaje del ángel (1,38) y es alabada hecho a Gedeón Que 6,11~24), en el que se trata de una
favor del pueblo de Dios: saludo, turbación, primer mensaje,
• 20 J7'arael progrysivo descubrimiento de María en la catequesis primiriva bajo la influencia dé
segundo mensaje, signo, asentÍlniento. Aunque contiene un
factores cultui:ales, Cf R. LACK, Lesfondements théologiques d'unecatéchesernariale; en Catéchese
30 ~enero de 1968) 35-52;R. SILÍC; Maria in kerigmáte commU11itatis primitivae,en Maria in sacra . este esquema de vocación pone de relieve la:per~
Scnptura, IY, Roma1967, ?-48¡ M.MALO, Maria inambitu catefhesis apostolicae, ib, 49-56; A..
GEORGE, Decouverte de Mane dáns le Nouveau Testament, en Cáhiers marials 73 (1970) 131-172;
H. FREHEN, De cultus rnariani fundamentis apud hagiographos Novi Testamenti synopticos, en De U"O'~UUJLl1en el anuncio hecho aMaría algunos elementos apocalípticos que
Primordi~ cultus r:zariani U, R?ma 1970, 35-48; S. DE FlORES, Come presentare Maria oggi nella del niño que va a nacer: irrupción desde 16 altO, títulos mesiánicos; .. Cf 1.
catechesl, en Manapresenza vIVa nel popolo di Dio, Roma 1981; 382-410. aMarie (Luc 1,26-38). Une apocalypse aJA:( origines de l'évangile,Pans 1981.
sOhalidaddeMaría,dlamad~.a d¡lrJsu cé>nsentimien~o§y. 8Jap9rtar la
maternal pata el nacirhk~nto;deLHijo .de. Dtosien.lacC?udición HU.luan,
Mqría entra eh.el diálogo entre Dios y la hurriáhidad6fre'dendo
i
respuesta de fe ejemplár.
Pero precisamente este consentimiento explícito en el relato .de
no figura sino implícitamente en el anuncio hecho a Gedeón.
abierto el camino para otro esquema en el que la respuesta del "",'H ..,,,
tariose halle expresada. claramente.
~tnodela'do'segúnel pasajeveterotestamentario del traslado
e} Esquema de alianza. El relato se desarrolla según el modelo Baaláhasta Jerusalén i (2Sam 6,2~ 16): ·los dos episodios
riode la alianza cone:ertada entre Dios e Israel en el tnonte Sinaí enlategiónde Judáydurante tres meses; en ambos seob~
19,3~8; Le 1,26..38).·En ambas escenas se encuentran. tres elementos: '"",",l"''''VLL'-'U de gozo, temor religioso y.bendición impartida a la~
discurso del mediador, la respuesta del pueblo en términos de UIJ'CAU'CU\a, eon este procedimiento literario Lucas trató d~ sugerir que
y de servicio, eLregreso del mediadora la presencia de Dios •. En entonces el arca de la nueva alianza es María, en quien está
cular, en la· respuesta. de María:.«Aquí está la esclava del Señor, el Dios vivo.
en mí según tu palabra» (Le 1,38), se advierte el eco de la fórmula doxológica de Isabel, que, en el Espíritu, efectúa un dis~
que.el:puebló daba suasenttmiento a la alianza; «Serviremos al acerca de María y de lo que ha sucedido en María, le atri~
Qos24,24) y «Haremos todoJo que eLSeñor haqicho»(Éx 19,8)22. títulos importantes en cuanto a la. historia de la·salvaciÓn:
En conclusión, los tres esquemas propuestos se combinan entre tú entre las mujeres» (Le 1,42) es un hebraísmo que. expresa
cada uno de ellos dice algo verdadero, pero no. lo dice todo. El an vo:bendita tú en.grado rriáximo.lsabelreconoceen María
a María aparece elaborado como Mischform, forma mixta: la berakhah que. desciende de Dios hasta el ser humano y
Dios le comunica la vida, los medios pata mantenerla (•.. ) y la
«Una síntesis original de dos géneros. literarios (anuncio de para propagarla»25. La bendición de María no debe separarse
miento maravilloso, anuncio de vocación), pero situando a la .L'V"'-'LVLLde. las demás. mujeres, porque ..el Antiguo Testamento
el acento principalmente. en la vocación de María, mediante la cual la bendición, por ejemplo, de Yael Que 5,24) y deJuditQdt
. ella es invitadáaparticipar en la realización del plan deja salvación no puede separarse tampoco de la bendición del Hijo: «yben. .
querido por Dios»23. de tu vientre» (Le 1,42), porque «María eS' bendecida a causa
la fórmula en sentido mesiánico, mientras que Lucas, en su dentrodelcon.texto deJesus como «sígno de contradicción»
le confiere un colorido pascual. antilegómenon). Laoposid6n(antiloghia) que se alzará contra
«Tú que has creído» (Lc 1,45). La primera bienaventuranza del a crucificarlb, repercutirá en s~ madre" sobre cuya
de Lucas' proclama la felicidad y la salvación que corresponden a el dolor como unágran espada. En adelante el futuro del
por cuanto ella es «la creyente» por excelencia (e pistéusasa). Con arreglo será únicamente el futuro glorioso del reino sin fin, sino que
estilo de los macarismos, se añade la motivaCión:· <<porque (óti) se . se perfila denso de oposiciones y contrastes. María se halla
las cosas que. te ha dicho el Señor» (Lc 1,45). Asíque Isabelinterpreta la a Jesús como la que ha de participar íntimamente en su trágica
puesta. de María alállgeL(Lc 1;38) como un. acto de fe, con el cual la .
se abre alas promesas de Dios y perllliteque'estas lleguen a cumplirse.
Cuarenta días después del nacimiento de Jesús, María y José se' . pone fin al evangelio de la infancia y constituye la cumbre
aJ erusalén para el ritó de la presentación del primogénito aL Señor ~~L'~,..,"~ de los primeros dos capítulos de Lucas, porque revela
13,2.11s). Es la ocasión pa.ra que María reciba urrsegundo.anuncio """UO.u de Jesús como Hijo del Padre. Es un relato catequético,
respecto a Jesús ya su· propialllisión, esta veznó departe de un narrativa, que pone de relieve la filiación divina de Jesús y
sino de Simeón, un laico anciano, buen conocedor de Isaíasy que anticipadamente el misterio pascual.
daba la. llegada del mesías consolador. narración aparece estructurada entres partes:.lasubida a Jerusa~
Después de haber tomadoial niño errsus brazos~;gestohabitual elevado), la palabra de reve1áción pronunciada por Jesús (su
l6s .rabinos 27 , Simeón pronunciadosbendícionessegüidas por. un loghion).y la actitud de estupor/reflexión de María, la bajada .(Lc
y por un oráculo. Sus palabras constituyen unaauténtlcarevelación katebe) a Nazaret para vivir en la obediencia a los padres, después
deja «atónitos».aMaría y aJosé (Lc 2;33). El hilllnoNunc:: dimittis dejara entrever cuál era su propia misión.
2,29~32) amplía el mesianismo dándole proporciones universales:. J
Abrán... y bendito el Dios Altísimo»,Gén 14,190 20), o de Judit .«<I3éndita tú entre todaslas las traducciones sitúan arfinal del óráCulo de Simeón las palabras dirigidas a
res y bendito el Señor Dios», Jdt 13,18) muestrahquelabendiGióllprocedeen modO:iSCE~nd(~nte el texto griego las sitúa detrás del«signo de contradicción», dando ,aenten-
Dios, que es bendecido después, es más importante:Y'esdaraíide la bendición de la criatura. V¡aULa"'ü' junto a Jesús y se halla incluida en.la suerte qué .él vaa correr: «El es [... ]
M. MASINI, Il saluto di Elisabetta a Maria (Le 1,41)"eh,Maf50. (1988); 15 V 153. ·COIltra,Q1CC:lOn -y a ti misma. una espada te traspasará el alma- para que se revelen los
27 Acerca de este uso entre Josrabinos¡CfA SIMÓNMUÑóz,El Mesíds y./a hija de de muchos corazones» (Le 2,34-35). CfA. VALENTINI,'l1 secando annuncio a Maria
Madrid 1994; 69.' , en Mar 50 (1988) 205-307.
4 - Maria, sfntesis de valores Modelo blblico histórico-salvlfico - 85
a) Subida a Jerusalén. Aunque el sujeto del fragmento son los padres, el En ta perspectiva, la pérdida y el encuentro de Jesús en el templo
protagonista de la escena es Jesús, que, una vez llegado a la edad de doce '"' IIp r cen como un simple episodio, y mucho menos como un capri-
años, los acompaña para cumplir la ley que obligaba a la peregrinación hn literario, sino como «un acto cargado de significado tipológic03 ! .
anual a la ciudad santa con ocasión de la Pascua. Jesús es quien toma la Lu~ cciones y las palabras de Jesús son una profecía de su futuro de
iniciativa de quedarse en Jerusalén sin que lo supieran sus padres (v. 43). jlil. ión y de resurrección.
Esto origina una búsqueda de tres días sin resultado, una experiencia de
profunda angustia, como subrayarán las palabras de la madre: «Tu padre y ) Descenso a Nazaret. Después de la revelación, Jesús desciende a
yo te hemos buscado angustiados» (v. 4B). Esta angustia tiene un paralelo Nuzaret y reanuda la vida oculta, permaneciendo sometido a María y a
en el sufrimiento angustiado que experimenta el rico epulón entre las lla- J,,!'\' y creciendo «en sabiduría, en estatura y en gracia» (Lc 2,52). Lu-
mas del más allá (el mismo verbo odunáamai, ser atormentado: Le 16,24). i!. hace notar un detalle relativo a la actitud espiritual de María: «Su
propia identidad como hijo de otro padre que no e J é, es decir, del r uniendo, confrontando), comparando los diversos elementos de una
único Padre cuya morada es el templo. Y a partir de ntonces María y It uación para interpretarla. Es la actitud del sabio, que medita sobre las
José debían saberlo. Lo que ellos no podían comprend r era el anuncio liS ñanzas de la ley a fin de conocer a fondo cuál es la lógica de Dios y
velado del misterio pascuapo, que se halla pre ent' n el vocabulario Ir poner así en práctica lo que enseña su palabra (cf Si 50,27-29).
del relato: subida a Jerusalén (Lc 2,41-42; 1B,31), fie ·La de la Pascua (Lc
2,41; 22,B), tres días (Lc 2,46; 24,7), ¿por qué buscar! (L 2,49; 24,5), es
necesario (Lc 2,49; 24,26), incomprensión (Le 2,50; 24,25).
29 Este sentido local corresponde a la expresión griellll anal cm Itlll, que no tiene jamás un
sentido activo (como ~atender a los asuntos del Paur .). A { 1'1 11 11 R. LAURENllN, ]ésus au
temple. Mystere de Pilques et [oi de Marie en Luc 1-2, Parí 19M, 47-7 . Otro autores, entre los
cuales se halla J. Dupont, aun manteniendo que es funullIn nllll 1 ,.," Ido local, piensan que
la fórmula es intencionadamente ambigua y está abiertll 11 un 11I1.ln lUih , mplio, es decir, a la 11 R. LAURENTIN, ¡Qué enseña sobre María el hallazgo de Jesús en el templo? (Le 2,41 -54), en
implicación de Jesús en los designios del Padre. Cf A. V NI, lA 1Wt'~1 «me di Gesu dodicenne , A PARICIO R ODRlGUEZ (ed.) , María del evangelio. Las primeras generaciones cristianas hablan de
al temPio (Le 2,41-52), en Estudios bíblicos 50 (1992) 2 .1 . MclTla, Madrid 1994, 220.
30 ~y no sin motivo [el niño] es encontrado en l i d r" d Ire días [... ]. Yesto Il En relación con este versículo, cf el conocido estudio de A. SERRA, Sapienza e contempla-
mostraría que, tres días después de su pasión d trtu (¡ I 1, r lidIado se presentaría a Mllle di Maria secondo Luca 2,1 9.51B, Roma 1982.
nuestra fe sentado en su trono celestial.... CA /di, cId ('l.Iangelio según Lucas 1) « .. . Presta atención, y no te olvides de lo que has visto con tus ojos; recuérdalo mientras
2,63: TMPM, 3, 190). Vi I1 • (Dt 4,9) .
86 - María, slntesis de valores Modelo blblico hist6rico-salvlfico - 87
1.5. Juan y la identidad teológica 01 (Ap 12). Ahora bien, si María forma parte de la Iglesia
de la Madre de Jesús nil a, que la acoge como a su madre, siguiendo la trayectoria del discí,
,1,) 11m do, vemos que María se halla también incluida en el «nosotros»
Corresponde a los escritos del «círculo joánico» o de la comunidad ecle~ wrg ' nte de tal Iglesia34 .
sial que se desarrolló en tomo a Éfeso bajo la inspiración del apóstol Juan l· n d pasajes que se refieren al Verbo encamado en nuestra huma,
(cuarto evangelio, tres cartas de Juan y el Apocalipsis) el presentar una 1, 1, la inclusión de María es particularmente significativa, porque
síntesis teológica sobre María, a quien no se designa nunca por este nom~ nf 'r mayor espesor a la experiencia joánica de la encamación.
bre, sino por Madre de Jesús Gn 2,1.5.12; 19,25,26). Esto significa que, H primer texto se encuentra al final del Prólogo: «y aquel que es la
en el ámbito de la Iglesia joánica, María tiene relieve por su vinculación IlIbr se hizo carne y habitó entre nosotros, y nosotros vimos su gloria
con Jesús y, por tanto, con los discípulos: es «la madre» Gn 2,5; 19,26). , . l. su plenitud [... ] todos nosotros hemos recibido, y gracia sobre
Juan escribe su evangelio hacia el año 100, cuando ya el concilio de H la» Gn 1,14.16) . En el nosotros del himno cantado por la asamblea
Yamnia, en las cercanía de Jafa, dominado por los fariseos, había adoptado tlll 'ica joánica está comprendida la Madre de Jesús, primer testigo de
la decisión de expulsar de la sinagoga a los cristianos, considerándolos I n amación, que en Caná precede a los discípulos en cuanto a la fe y
herejes. Por tanto, la comunidad joánica se concentra en Jesús, que com, 111 xperiencia de la gloria manifestada por el Hijo Gn 2,11). «La expre,
pleta la promesa hecha a los padres proporcionando el maná del éxodo ,. 11 "vimos su gloria" Gn 1,14) adquiere en sentido pleno si, en medio
(la eucaristía) y derramando el Espíritu sobre toda carne: Jesús sustituye I I njunto coral de la Iglesia que la anuncia, se halla comprendida la
desde entonces a la Torá, porque él es «el Camino, la Verdad y la Vida» 1" s ' ncia de María»35. Más todavía, la inclusión de la Madre de Jesús
Gn 14,6). Jesús es preexistente por ser el Logos del Padre (prólogo); más I lica al «todos nosotros» que recibimos de la plenitud de él «gracia
aún, se identifica con Dios: «... no sólo violaba el sábado, sino que tam, IIhr gracia», es decir, la abundancia de su benevolencia. También aquí
bién llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios» Gn 5,18). Milr(a precede a la comunidad, porque a ella en la anunciación se la sa,
En el prólogo joánico encontramos el acontecimiento que es im, IlIda como «objeto del favor de Dios», es decir, «inundada de gracia, de
posible de comprender por la cultura helenística, en particular por la 1\ volencia» (U. Vanni). Este saludo tiene una intención cristológica,
neoplatónica: la encamación del Verbo. De más fácil c mprensión es la Irque se efectúa con miras a Cristo, que es en quien se encuentra la
concepción virginal que está vinculada con tal ac nt imiento, y que • racia y la verdad» Gn 1,14), a la que podrán llegarse ilimitadamente
Juan no pudo haber desatendido, como veremo . P r tas premisas, el IlIs fieles.
título de Madre de Jesús asume una densidad t I )gi innegable. 1 segundo texto pertenece a la Carta primera de Juan y se refiere
la experiencia concreta y espiritual de Cristo por la comunidad li,
tI'lrgica: «Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que
1.5.1. La Madre de Jesús y la experiencia cri tológje.:a Il'mos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han to,
de la Iglesia joánica ado nuestras manos [... ], lo que hemos visto y oído os lo anunciamos
Juan, en su evangelio, habla dos veces xplf ¡tllm nt '1 l4 Sobre este enfoque cf U. V ANNI, Maria e l'incamazione nell'esperienza della cruesa giovannea,
n Theotokos 3 (1995) 303 -326) .
pero en forma implícita se refiere a ella n 1 Pn',log }l lb, 307.
8 - Maria, slntesis de valores Modelo blblico hist6rico-salvlfico - 89
también a vosotros» (1J n 1,1-4). Se trata de dos experiencias diversas: Hit ri ... ) afirman que la dicción original es la del singular, atestigua-
una tangible, determinada por el encuentro directo con Jesús, y una por [adres de los siglos U-IlI en toda el área mediterránea: Ireneo
experiencia espiritual mediante la contemplación. En ambas se halla 111 11 a) , rígenes y Tertuliano (África del Norte), Justino (Roma),
implicada conjuntamente María, en consonancia con el testimonio de IllIl io, arta de los Apóstoles (Siria y Palestina). Más aún, Tertuliano
Lucas, que la presenta en contacto físico con el Hijo, cuando «lo envol- ,¡huy a los valentinianos el haber cambiado el singular por el plural,
vió en pañales y lo reclinó en un pesebre» (Lc 2,7), y en la meditación lit d mantener que ellos eran «la simiente arcana de los elegidos y
de las palabras y acontecimientos relativos a Jesús, que ella conserva .rituales»3? .
en el corazón (Lc 2,19.51). Antes que los discípulos y juntamente con 1.:1 rítica interna sería favorable al singular, porque la triple negación
ellos, María da testimonio del realismo de la encamación, en contra de " . ju tifica en relación con los creyentes. ¿A qué se debería tanta
cualquier forma de docetismo. Además: L t 'ncia en excluir de su generación espiritual cualquier analogía
n la generación carnal, corriendo el peligro de negar la mismísima
«La benevolencia divina de la que es objeto, la capacidad para escu- JI ración natural? En cambio, «la triple negación es lógica en el caso
char las palabras de Jesús, la fe en la que ella sobresalió, permitieron ~ ri to; opondría un «nacimiento físico sobrenatural a un nacimiento
a María contemplar con particular intensidad la "gloria" de Jesús ,din rio»38.
e irradiarla en el ámbito eclesial en el que ella vivió. María es una I r tanto, el texto original sería el siguiente:
experta en Jesús»36.
..A todos los que lo reciben les da el ser hijos de Dios; él, que no na-
i ni de sangre ni de carne, ni por deseo de hombre, sino de Dios»
1.5.2. La Virginidad de María en el prólogo de Juan n 1,12-13).
Sería verdaderamente extraño el que Juan, que venía d pués de Mateo bn cuanto a Cristo, engendrado por Dios sin intervención de varón,
y Lucas, que transmiten la concepción virginal de J' ú ', no se refiriese lliln precisaría tres cosas: el nacimiento de Jesús no originó efusión de
a ella con una sola palabra en su evangelio. En r , liJad, varios espe- IIn re en la madre (cfLev 12,4-7), la cual, por tanto, no tuvo un parto
cialistas vislumbran en el versículo 13 del pr logo, I 'íd en singular, Irdinario; la concepción de Jesús no se produjo por iniciativa del varón
un precioso testimonio de la virginidad de MarCa 'n la concepción y lila mujer, ni por deseo de unión carnaP9. En la práctica, Juan, aun
alumbramiento del Hijo de Dios. 1\ nombrar a María, afirmaría la virginidad de la misma tanto en la
Desde el punto de vista de la crítica textu 1, no hay nsenso entre IIncepción como en el parto de Jesús.
los autores. Generalmente traducen con 1plural, hlls~ nd se en la to-
talidad de los códices griegos (compr ndidu 1 J 111 iro Bodmer P 66
y 75 de los siglos II y m, procedentes d J¡ d ' Al jandría. Otros
autores (M.-E. Boismard, J. Gal t, P. Hu ¡ h ,J. M Hugh, 1. de la
J7 TERTULIANO, De carne Christi 19,1-2; CCl 2, 907.
)8 B. EscAFFRE LADET, ¡Concepción virginal de Jesús en el evangelio de]uan? Un 1,12-13: 1,45
36 lb, 311. 6,42; 7,41-42; 8,41, en A. APA RICIO R ODRÍGUEZ (ed.), a.c., 347.
39 CfI. DE LA P OTrERIE, Maria m I mis tero dell'alleam:a, Génova 1988, 130-137.
o-Maria, srntesls de valores Modelo brbllco hlst6rico-salvlfico - 91
1.5.4. María al Pie de la cruz On 19,25~27) 1 texto no nos informa sobre la respuesta de María después de la de~
, I'\ración de Jesús, pero subraya el comportamiento del discípulo amado:
En la gran escena del Gólgota tienen un lugar señalado las palabras del .. [ esde aquel momento el discípulo se la llevó con él» Gn 19,27). Esta úl~
Crucificado a la madre y al discípulo amado. No se trata sólo de un gesto lima expresión (eis ta ídia = entre las cosas propias) no significa sólo la casa
de piedad filial, porque «se inserta en un contexto Gn 19,17~37) en el (L grange) o sólo la intimidad (de la Potterie), sino más bien el propio
que todo nos habla de la realización del plan de salvación anunciado II mbiente característico, es decir, la comunidad, la Iglesia (Vanni44 ). Tal
por la Escritura»42. Juan, el evangelista teólogo por excelencia, no se ilmbiente está constituido, a su vez, por los dones o valores transmitidos
contenta con referir hechos materiales, sino que presenta su significado I r Jesús: la gracia, la palabra, el Espíritu, la eucaristía Gn 1,16; 12,48;
teológico y espiritual, según se ve por la exégesis del pasaje. 7, 9; 6,32~58). Entre estos valores propios de la comunión con Jesús se
La narración relativa a María al pie de la cruz se halla estructurada halla el don de la madre, que el discípulo amado acoge y entrega a la
según el esquema de revelación descubierto por M. De Goedr43• Este es~ , munidad.
quema aparece cuatro veces en Juan y comporta tres elementos: A ve a By
dice: He aquí BI, es decir, B con una cualidad escondida pero verdadera.
Así como Jesús es verdaderamente el cordero de Dios según la reve~ 2. M odelo poético-doxológico del «Magníficat»
lación del Bautista Gn 1,29.36) y Natanael es un hombre sin doblez Gn
1,4 7), así también María es verdaderamente la madre del discípulo ama~ A la alabanza expresada por Isabel, María responde con el cántico del
do según las palabras reveladoras pronunciadas por Cristo Gn 19,25~26). Magníficat45 . María pronunció el cántico, siguiendo la trayectoria de
El ser madre del discípulo amado es la identidad de María en la historia tras mujeres del Antiguo Testamento (tal es la opinión de R. Lau~
de la salvación. No se especifica en qué consiste e a maternidad de rentin46), o, al menos, este cántico, aunque esté elaborado por una
María, pero, para que sea verdadera, tiene que consi tir en una comuni~ omunidad cristiana primitiva o por el mismo Lucas47 , responde a la
cación de vida: esa comunicación se comprende en el e ntexto joánico
por el hecho de nacer de nuevo del agua y del E p(ritu Gn 3,3~ 7).
44 . Pero, ¿dónde encontrar lo que es . propio~ del disdpulo a quien Jesús ama? -Su casa.
Implica un descenso de nivel, que parece que el texto rechaza. "SU intimidad •. c~rre pehgro
Por esta razón Jesús llama «mujer» a su madre, h indo referencia a de efectuar un desplazamiento de lo externo a lo interno. Emerge entonces un Significado que
parece aj ustarse al contexto: ca {dia indicaría lo que es propio del disdpul?, entendido en ~ I
Eva, la mujer primordial y madre de los vivientes, o te mbién a la Hija de habitual sentido espacial y temporal: se trataría de su ambiente característlco, de su comuni-
Sión virgen y madre (2Re 19,21; Is 37,22; Lam 2,13; nI ,5), personifica~ dad, podremos decir: de su iglesia. (U. V ANNI , Maria e l'incamazione nell'esperienza della chiesa
giovannea, en Theotokos 3 [1995)321). .
ción del pueblo de Dios. Más que los apóstole , a qui n aplica direc~ 45 La cuestión crítica de la atribución del cántico a María o a Isabel, que había apasIOnado
a los especialistas a comienzos del siglo XX, se resolvió en favor d~ Marí.a sobre la. base de
tamente la comparación, María es la mujer que da a luz, la mujer que pasa criterios externos e internos. En realidad, la mayoría de los manuscntos griegos y laM os más
del dolor al gozo de la maternidad en relación con I Crist resucitado Gn antiguos atribuyen el cántico a María. Desde el punto de vi.sta del contenido, r~s ultan evidentes
tres referencias a María: el versículo 48 . todas las generacIOnes me llamarán blenallenturada ~ se
16,21~23), pero también en relación con sus di fpulos amados. atribuye mejor a María como continuación de la aclamación de Isa~el «j bienallentu~ada la que
ha creEdo!. (1,45); la calificación de . sierva » (1,4) recuerda la definiCión en que Mana se llama
a sí misma «sierva. (1 ,38); .el Poderoso» encaja con la afirmación del ángel: «para DIOS no hay
42 J.-P. MICHAUD, O.C., 67. nada imposible» (1 ,37) . Cf A. VALENTINI, La controversia circa l'attribuzione del Magnificat, en Mar
45 (1983) 55-93; S. FARRls, The Hymns of Luke's li\fancy narratilles. Their origin, meaning and
43M. DE GoEDT, Un shéma de révélation dans le quatrieme ~, n Nl'W tament Studies ignificance , Sheffield 1985.
8 (:962) 142-150; La mere de lésus en Jean 19,25-27, en Kecharitnnllnt!. Mc'úmges René Laurentin 46 R. L AURENllN, Magnificat. Action de grilce de Marie, París 1991 , 131 -147.
Pans 1990, 207-2 16. ,
47 La mayoría de los especialistas mantienen que el Magníficat y el Benedictus -son salmos
Modelo blblico histórico-salvlfico - 95
94 - Maria, slntesis de valores
espiritualidad de la Madre de Jesús: «contiene sustancialmente los pen~ 1 1\ 'o el escenario sociopolítico y religioso de su tiempo. María acepta
samientos de María»48. 1.1 situación y la vive según la espiritualidad de los pobres de Yavé: se
En efecto, el cántico, compuesto de frases de los salmos (Sal 89, 11; ti lama «sierva del Señor» y expresa así las actitudes de fe, disponibi~
34,11; 98,3; 103,11; 126,3) y del cántico de Ana (lSam 2,1.7), revela h 1IJ, alabanza de Dios, esperanza en el cumplimiento de las promesas
las actitudes espirituales de las personas piadosas y de los «pobres del Ilvil y silencio meditativo (Lc 1,38; 1,46~55; 1,45; 2,19.51).
Señor»: gozo por la acción de Dios en la historia, donde él revela su Vi ne luego el momento ascensional, en el que la Virgen de Nazaret
rostro misericordioso, poderoso, santo y fiel; solidaridad con el pueblo onvierte en una persona digna de la alabanza de todas las generacio-
(pasa del yo inicial al nosotros final), esperanza en el cumplimiento de I humanas, y es exaltada a la gloria. La divisoria que marca el paso de
las promesas hechas a Abrahán. 111 humillación a la gloria está constituida por el «cambio de situación»:
En cualquier caso, el Magníficat contiene un gran valor eclesial por I Ir la intervención de Dios, que realiza «cosas grandes» en María. La
cuanto constituye «la interpretación pneumática» 49 de los aconteci~ pr sión recuerda la liberación de Israel, que queda libre de la esclavi~
mientos sucedidos a María (anunciación y visitación) y, por tanto, es 111 I de Egipto (Éxodo) o de la de Babilonia o el socorro ofrecido al pobre
«la más antigua teología mariana»50 en forma doxológica. uprimido. Para María, las «cosas grandes» son la maternidad creyente Y
En realidad, el cántico aplica al caso de María el esquema histórico ~ iI lioal, de la que hablaron el ángel e Isabel.
salvífico de la humillación~exaltación, según el cual Dios exalta a los ios exalta luego a María al final de su vida terrena, según la suerte
humildes: d"l justo veterotestamentario que es llevado cerca de Dios (Sab 4,10) y
1\ nalogía con el caso de Cristo (Flp 2,6-11), mediante la asunción al
«Se ha fijado en la humilde condición de su esclava. Desde ahora me II ,la entronización en el reino y la glorificación del cuerpo. Por este
llamarán dichosa todas las generaciones, porque 1 t dopoderoso ha 111 or se refuerza un movimiento de alabanza y bendición que, junta~
hecho conmigo cosas grandes» (Le 1,48~49). 111 nte con Dios, implica también a María, como Madre y como creyente
(1. 1,42.45)51.
Según tal esquema se distinguen dos fases en la xi t ncia de María:
la fase de la humillación y la de la exaltación, a iad - ambas- a las
grandes cosas realizadas por Dios. . Modelo simbólico del Apocalipsis:
La primera fase es el momento kenótic, d ir, 1 esta tus social la mujer vestida del sol
bajo y humilde de mujer de Nazaret, pobre, d prc jada y sin considera~
bn el núcleo del último libro del Nuevo Testamento (Ap 12,1~18) se
¡ úa el «gran signo» representado por la mujer vestida del sol (objeto
existentes ya con anterioridad, que Lucas insertó, con opurtunl r tuqu ,en su relato» (A.
VALENTINI, 1cantici in Le 1-2, en Ricerche storico-bibll h .. 11 Wll l, 85). d la solicitud amorosa de Dios), con la luna bajo sus pies (porque la
48 R. SCHNACKENBURG, Il «Magnificat», la sua spiritualitd ~I SUlIIt'ulugia, en La vita cristiana.
Esegesi in progresso e in mutamento, Milán 1977, 225 .•No ti n nllJu d xlrnño el que una mu-
mujer está más allá del calendario lunar del tiempo mudable), y con una
chacha judía, profundamente enraizada en las idea r 11,,10 J 11 PU( hlo, exprese su acción rona de doce estrellas sobre su cabezá:' (símbolo de los patriarcas o/y
de gracias con palabras tomadas de la Escritura» (ib, 217).
49 "Los himnos de Le 1-2 tienen la función d expll lit 11II 11111 II~ IIIIC ote cuanto sucede»
51 Para un estudio sistemático de la mariología sobre la base del esquema humiLlación-exal-
(H. SCHÜRMANN, Il vangelo di Luca, 1, Brescia 1983, 171 · 17l).
so R. SCHNACKENBURG, O.c., 225. I ión, Cf S. DE FlORES, Maria Madre di Gesu. Sintesi storico-salvifica, Bolonia 1998\ 212-233.
'10 • Marfa, srnt sis d valores
Modelo blblico hist6rico·salvlfico • 97
de los ap6stoles)52. ¿Quién es esta mujer glorificada, pero que sufre los
dolores del parto? 11 'Iuido real o tipol6gico, sino María. Tal será la conclusión explícita
Los exegetas están de acuerdo en reconocer en la mujer al pueblo
t ' Jti tino e Ireneo, basándose en la armonía del plan de Dios en la
de Dios, anunciado previamente en el Antiguo Testamento (Is 13,8; "rda y en la redención.
66,7; Os 13,13), que en medio de sufrimientos da a luz al hombre nuevo S puede sacar la conclusión de que «María entra por derecho en
Un 16,19.22). Se trata de la comunidad apost6lica, que tiene su pro, 1" l'Sf¡ ra del símbolo representado por la mujer», la cual engendra al
longación en la comunidad cristiana, más exactamente, en la joánica: M'sla y por la gracia queda sustraída a la garra del mal:
se hallan dedicadas al parto, que ha llegado a ser dramático por el en,
frentamiento con el dragón, símbolo del mal. Fruto del parto es Cristo . Las metáforas cósmicas no están de más para mostrar que la nueva
resucitado, cuya resurrección es interpretada como nacimiento (cf Jn r ación quedó inaugurada en ella [en María]. Dentro de la perspec,
16,21,22). tiva que se abre de tal modo, María aparece como el arquetipo de ~a
Iglesia inmaculada (Ef 5,27), que participa ya desde ahora en la glona
Aun manteniendo esta dimensión eclesial, los exegetas vislumbran
ti 1Cristo resucitado»54.
en la mujer del Apocalipsis los rasgos de la Madre de Jesús. Una triple
característica vincula a ambas figuras: tanto la una como la otra son
llamadas mujer (Ap 12,1.6.13,17; Jn 2,4; 19,26), ambas tienen otros hijos
además de Jesús (Ap 12,17; Jn 19,26), su maternidad está asociada con
Relieves a modo de conclusión
los dolores de la cruz (Ap 12,2; Jn 19,26). La mujer del Apocalipsis está
representada según la tipología mariana. Por lo demás, María participó I 1Nuevo Testamento podemos extraer la consecuencia de que Ma,
I n pertenece al anuncio de Cristo y es digna de alabanza en la Iglesia,
activamente en el desarrollo del misterio pascual, hasta el punto de
personificar al pueblo de Dios, extendiendo su maternidad al discípulo I ()rque, al estar inserta en la historia de la salvación, ella desarrolla fiel,
amado. IIInte el plan de Dios y manifiesta su lógica paradójica. Por otro lado,
Otro paralelismo hace pensar en María: el que existe entre Ap 12 y ti Nuevo Testamento enseña cómo los diferentes ángulos teológicO~ y
Gén 3,15, en el cual encontramos a la mujer, a la serpiente, al linaje y a In diversos impulsos culturales pueden condicionar la figura de M~r~a:
los dolores del parto. Todo el capítulo 12 del Apocalip is «es un comen, d jándala en el anonimato (Pablo), confundiéndola con el clan famllmr
tario, un midrás cristiano, de Gén 3,15»53. Si la serpiente es Satanás y la ir rédulo (Marcos), guardando un completo silencio a propósito de ella
estirpe o semilla de la mujer es Cristo, entonces la mujer no puede ser, ( artas apostólicas), descubriendo finalmente su función y su persona,
lioad a la luz cristológica y eclesial (Mateo, Lucas y Juan).
52 Algunos espec~alistas proponen la hipótesis de una interprelación cultural-mediterránea En conclusión, según el Nuevo Testamento, María no es una simple
de la mUjer apocal~ptJ.ca, ~ecir,
es en el COntexto religioso-pagano y astrológico, según el cual esa
~uJer sería el reflejO de la dIOsa pagana Reina del cielo. No e trataría del fmbolo de la iglesia, hgura que aparece en el plan salvífica, sino que constituye un «tema
SinO de u~a. ~uJer concreta, María, considerada luego com una di ) a por el montanismo y I lógico», digno de particular atención. La Virgen aparece como seno
por .la~ cohndlanas. Ta.l es la op~nión de S. BENKO, The Vi~ ocldess. tudies in the Pagan and
C~TlSna.n Roots oi Marzology, Leiden-Nueva York-Colonia 1993, 294. necesario recordar el 1endito de Cristo, mujer de fe unida a los m~terios del Hijo en el res~e,
pnnclplo de que la se~ejanza no es de~endencia, y que las priml'rns im rpretaciones de Ap 12
(por eJe~pl~, las de Hlpóhto y MetodlO) son eclesiológicas, mit ntrlls que hay que aguardar a
Ecumemo (siglo VI) para la referencia a María.
1 hacia su trascendencia, hija de Sión que reúne en el templo de Cnsto
53 J.-P. MICHAUD, a.c., 70.
54 P. GRELOT, Sacra Scrittura, en P. GRELOT- D. FERNÁNDEZ-T. KOEHLER-S. DE FlORES-O. f'HIUPS,
Maria eil suo nome. Itinerario storico-teologico, Roma 1985, 33.
98 - Maria, srntesls de valores
E
n los apócrifos', un conjunto de escritos antiguos (siglos II a
VII), numerosos y diversificados, se efectúa un paso «del género
evangélico -que es anuncio- al género literario hagiográfico,
¡ue esconde detrás de la trama ciertas consideraciones teológico,
010géticas»2. Durante mucho tiempo fueron considerados como
nstrucciones fantásticas, carentes de teología Oerónimo las juzgaba
xtravagancias»3), pero hoy día se reconoce a los apócrifos una cons,
t nte influencia en la liturgia y en el arte4, así como un específico valor
t ológico y mariológic05•
I Apókryphos (= sustraído a los ojos, secreto), palabra derivada de la cultura gnóstica o
de las religiones paganas, indicaba aquellos libros que requerían una iniciación. En ambiente
ristiano, con el término "apócrifos,. se pretende designar la "literatura protocristiana pseu-
doepigráfica o no canónica,. (A. M. G'LA, La Vergine Madre negli antichi seritti apocrifi, en E. M.
ONIOLO [ed.], La Vergine Madre nella Chiesa deUe origini, Roma 1996, 180).
2 E. PERETIO, Apócrifos, en NDM, 219.
J JERÓNIMO, Adliersus Helliidium 19¡ PL 23, 213AB (<<deliramenta apocryphorum,.. En el año
405 Inocencia I condena el Protoeliangelio de Santiago (Epist. ad Exuperium «Consu/enti tibi,. 7:
PL 20, 501¡ OH 213, que es nuevamente proscrito, juntamente con muchos apócrifos, por el
Deeretum Gelasianum (OH 354). Este decreto sería en realidad obra de un autor de la primera
mitad del siglo VI¡ cf E. VON DoBSCHÜTZ, Das Deeretum Gelasianum de libris recipiendis im Kritis-
chen Text herausgegeben und untersueht, Leipzig 1912.
4 "Sans les apocryphes, la moitié au moins des oeuvres d'art du Moyen Áge deviendraient
pour nous lettre close,. (E. MALE, IArt religieux en France atL XII' sieele, París 19488, 267). Lo
mismo se aplica ya a algunas pinturas de las catacumbas y a algunas escenas de los mosaicos de
Santa María la Mayor en Roma, realizadas en tiempo de Sixto III (432-440).
5 "Desde el punto de vista doctrinal, los apócrifos son mucho más ricos de lo que se supone
100 - Marta, sfntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - 101
El género literario adoptado por los apócrifos es el narrativo, que se Los Apócrifos de la Natividad
diferencia, no obstante, de los relatos evangélicos por algunas notas pro-
pias: abundancia de elementos fantásticos y prodigiosos, gusto popular 1·1 ap crifo más famoso y antiguo es el denominado Protoevangelio de
por detalles que a menudo no tienen significación alguna para la historia I mtiago 10, más exactamente, la Natividad de María según el incipit, El
de la salvación, protagonismo de personajes como María6• t ~lIita E. de Strycker ll ofreció en el año 1961 una impresionante in-
En nuestro caso, los apócrifos no se limitan a completar (no son sim- t stigación crítico-filológica y referida a la segunda mitad del siglo n,
ples ampliaciones 7) los datos evangélicos sobre María según una tenden- H r a de la composición de la obra, la cual se produjo con toda vero-
cia popular que se repetirá a lo largo de los siglos8 , sino que se preocupan Imilitud en Egipto.
también de cuestiones y de ideas teológicas: defender la virginidad de 1 texto es conocido quizá por Justino (t hacia el año 165), que en-
María contra las habladurías difundidas entre los judíos y los paganos, Ilntraría en él el detalle particular de la gruta en que nació Jesús, y con
proclamar la santidad de la Virgen Madre y su alabanza universal en la pi babilidad es conocido por Clemente (t 215), que refiere la noticia de
Iglesia, afirmar el contacto de María con el mundo como sanadora y 1I1 madrona que comprobó el nacimiento virginal. La primera mención
taumaturga ... Los apócrifos son una «transcripción mitificada»9 de temas [lícita se debe a Orígenes l2 (t hacia el año 254), seguido por escrito-
teológicos sentidos por los fieles. ft . del siglo IV como Gregorio de Nisa, Epifanio, Pseudo-Eustaquio y
Los apócrifos marianos se dividen en dos ciclos distintos, que se M todio de Olimpo 13.
refieren al comienzo y al final de la vida de María: los apócrifos de la En cuanto al contenido, es difícil distinguir entre lo fantástico y la
natividad y los de la dormición. r 'olidad histórica l4 • Sin embargo, lo cierto es que el apócrifo traduce a
" l'mas concretas algunas ideas y convicciones teológicas. La Natividad
ti \ María confirma los episodios narrados por los evangelios de Mateo
ordinariamente. Manifiestan cómo, por influencia del Espíritu aOlo, la Iglesia fue adquiriendo de Lucas (anunciación, visitación, nacimiento de Jesús, visita de los
conciencia progresivamente de la total glorificación de Marra ~ (. TI IENET, Marie dans les
apocryphes, en MARIA, VI, 146). En este campo y en otros e tor 's lo ' ,pócrifos «proceden de m gos) y las prerrogativas de la Virgen (madre del Hijo del Altísimo, la
una piedad sencilla y sincera y son, en este aspecto, una expr si6n ti lllntas del sensus fidelium-
(R. LAURENTIN, Mythe et dogme dans les apocryphes, en De primoT(/ij cu/tus rnariani, IV, Roma
1970, 25). 10 Descubierto en Oriente en el año 1535 y publicado en el año 1552 por el humanista
6 Refiriéndose al Protoevangelio de Santiago, E. Norelli al 'nlÍn d ll1(xlo laro el protagonismo , nncés G. de Postel (Protoevangelium, sive de natalibus Iesu Christi et ipsius rnatris Virginis
de la Virgen; habla de «aparente predominio de Marra _ y punnlll)¡zn: . A r que el interés sigue Mariae, sermo historicus divi Iacobi minoris, Basilea 1552), la Natividad de MarCa fue objeto de
siendo cristológico; la figura de María se halla omnipr ente, I 'm lo 4u interesa no es su per- . LUdio por muchos autores. C. TISCHENDORF, Evangelia apocrypha, Leipzig 1853, fija sobre
sona, sino su virginidad. Como personaje, María es ca i lempr pa Iv l ... ). A María se le quita 1" base de 17 manuscritos una lectura que se impondrá durante un siglo. En 1906 y 1912 E.
literalmente el uso de la palabra: tan sólo un episodio 1 d VII Iv', y d manera intensa». Pero I i telli publica el texto fragmentario de un papiro del siglo IV. M. Testuz aporta una contribu-
después reconoce que el mismo género literario con de .td VIII 111111 p r naje de María ~ (E. ,1 n decisiva de crítica textual con la publicación de un papiro del siglo IIl: Papyrus Bodmer V:
NOREu..I, Maria nella letteratura apocrifa dei primi tTe ccull, n T/¡fIlWko.1 (2001) 204-206). Nativité de Marie, Cologny-Ginebra 1958.
7 Hoy día se halla refutada la tesis de la amplill Ión hllllldll t'l\ una fuente común a los 11 E. DE STRYCKER, La forme la plus ancienne du Protévangile de Jacques, Bruselas 1961.
evangelios y a los apócrifos, consistente, por ejemplo, '1\ un t wpilld6n de testimonia. Cf ib, 12 Orígenes habla del bíblou lak6bou a propósito de los hermanos de Jesús, considerados
195-201. \ mo hijos de un matrimonio anterior, en Comm. in Evang. Matth. 10,17; PG 13,876-
8 El esquema narrativo adoptado por los ap6<:rlllll pllr I ,1''111: Ir sobr María, reaparecerá 877.
en el transcurso de los siglos bajo el género d las Vili. d.s Mili" 11 '11 d l'~quema cronológico de 13 Cf F. GORI, GIi apocrifi e i Padri, en A. QUACQUARELLI (ed.), Complementi interdiscipliraari
algunos tratados de mariología. El género ap6crifu·nu "VII "' 1Il1ft- 1,\ más todavía en obras di patrologia, 233-235. r
famosas, pero controvertidas, como la de MARI (J llU I I I rnhlk ti dudad de Dios, 3 vols., 11Según un especialista, «todos los géneros literarios de las fuentes mariológicas de la
Madrid 1670; y la de MARIA VALTORTA, II poc'tlaa ,lel/'U, /)io, III vols., Isola del Liri 1975. 1 lesia primitiva tienen un núcleo histórico, aunque hennoseado y teologizado» (E. T ESTA,
9 A. DI NOLA, Introduzione, en Vangeli ap¡lC. nfl. Nd/wu4 /11/",. kl, Pnrma 1977,8. MarCa de Nazaret, en NDM 1251-1272, la cita en 1252.
102 - Maria, srntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - 103
cual concibe por obra del Espíritu Santo y responde con plena disponi- Hnalmente, la Natividad de María documenta el desarrollo entre los
bilidad a la palabra del ángel) 15. 1, I del culto hacia la Madre de Jesús. Las acentuaciones de la alaban-
No obstante, la obra va más allá de los datos evangélicos, presentan- I y d la bendición de María no se pueden explicar sino dentro de una
do cuidadosamente la virginidad de María antes, durante y después del mil veneración a María: «Se hablará de tu prole en el mundo entero»
parto. Al contrario de la calumnia recogida por Celso, que a fines del ( I 1); los sacerdotes invocan para María «una bendición suprema,-mayor
siglo 11 tacha de invención la concepción virginal de Jesús l6 , la Natividad 111 ninguna otra bendición» (6,2); de manera semejante, en el templo
de María sitúa a la Virgen en un ambiente sagrado: consagrada a Dios I .. cerdote la bendice: «El Señor Dios ha engrandecido tu nombre por
antes del nacimiento, la niña, a la edad de tres años, pasa del «santuario IClda las generaciones» (7,2; 12,1).
de su habitación» (6,3) al «templo del Señor», donde permanece «como Hay que hacer notar que el apócrifo se halla en el origen de tres fes ti-
una paloma» hasta la edad de 12 años (8,1-2). Después, le corresponde v d des litúrgicas: la Concepción de María (8 de diciembre), su Natividad
al anciano José el «recibir en custodia a la virgen del Señor» (9,1-3). (H e septiembre) y su Presentación en el templo (21 de noviembre).
Esta virginidad permanece cuando María concibe a Jesús y lo da a
luz. En efecto, ella se pregunta: «¿Concebiré yo por obra del Señor Dios
vivo (y habré de dar a luz luego) como cualquier muj r parturienta?» Los Apócrifos de la Dormición
(11,2). El ángel le asegura: «No será así» (11,3). La c ncepción virginal
se halla atestiguada por María: «Pura soy y no c n z o varón» (13,3). Mi ntras que el Protoevangelio de Santiago se preocupa de los orígenes de
Tanto ella como José superan la prueba de las agua ame r as y son reco- M ría, la Dormición o Transitus reconstruye los últimos momentos de su
nocidos como inocentes (16,1-3). El parto virginal h lla atestiguado Ida. Se trata de un ciclo complejo que comprende 67 textos del relato
por la comadrona Salomé, cuya mano temeraria qu d brasada por el d la Dormición, que se pueden dividir en tres grupoSl7:
fuego y fue curada a continuación (20,1-4).
Como salvaguardia de la virginidad de María ~ hulla la edad avan- TiPo A, griego y siríaco: sitúa el tránsito en Belén y sostiene que el
zada de José, que es viudo (<<Tengo hijos y y vi jo, ,2). La Natividad 1U rpo de María fue trasladado al paraíso terrestre.
de María ofrece indirectamente la solución a r 11 I . 1 hermanos de Tipo B, capto: presenta a María en su morada de Jerusalén mientras sufre
Jesús» (Mc 6,2-3), al mencionar dos hij Jo 111 liguen a Belén \I profundas inquietudes; su cuerpo es sustraído a la corrupción y enterrado
y son testigos del alumbramiento virgin 1 U J lí (17.1 -2; 18,1). I jo el árbol de la vida o es trasladado al paraíso y de allí al cielo.
15 El libro que se está analizando insinúa también In 11 I n vlr 111111 d María por santa Tipo C, griego y latín: describe a María en Jerusalén; logra reunir alrede-
Ana, según el anuncio hecho por el ángel a Joaqu{n, qu h t 11m.!\! ¡JI desierto: «He aquí d r de su lecho a todos los apóstoles y es asunta en alma y cuerpo al cielo.
que tu mujer ha concebido en su seno~ (4,2). En t Ir 111 Ol\t ndría en germen la
idea de la inmaculada concepción. Pero los autore d lit l. 1111\ r¡ r tación del pasaje: El Transitus Mariae, transmitido por el Codex Vaticanus graecus 1982,
mientras que para G. M. Roschini, el pasaje aArm 1 " vhlo(tn 1 e implícitamente
inmaculada de Maria por santa Ana, vernos que L. M. ( "' h 'n t mantienen que ff. 181-189v., no es una recensión interpolada, sino «la source meme de
la concepción se produjo normalmente, antes d qll Jc , r 11111,1 fll desierto. Cf G. M. ute une tradition»18.
ROSCHlNl, 1 fondamenti dogmatici del culto mariarul neI. U(Ik~ ,nIlO> , en De primordiis
cuItus mariani rv, Roma 1970, 259-260; L. M. PER~ ./tl PmlOvangelo di Giacomo, I
Roma 1955; É. COlHENET, a.c., 91-92. 11 Cf D. BALOI-A. MOSCONI, IAssunzione di Maria ss. negli apocrifi, Roma 1948. 73-125.
16 Celso sostenía que Jesús había sido fruto d I I 11111 un oldado llamado 18 A. WENOER, IAssomption de la T. S. Vierge dans la tradition byzantine du VI' au X, siecle,
Pantera (Discurso verdadero, en ORÍGENES, Contra 11, nO-721). París 1955, 65. Otros autores suponen la existencia de dos arquetipos, cf E. T OUR6N DEL PIE,
104 - Maria, sfntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - 105
Algunos argumentos hablan en favor de la antigüedad del Transitus, .1. Género testamentario
que procedería de fines del siglo II o de comienzos del siglo III: su teo~
logía es judeocristiana y desconoce la problemática nicena (Cristo es 1) '~pués de los estudios de J. Munck y de otros autores21, sabemos que el
presentado como ángel o querubín, la Iglesia como plantación de Dios, '11 r literario del Testamento implica tres elementos: convocatoria de
María ora al modo judío ... ); la mayoría de los símbolos -palma, ángel, 1II fnmUiares, exhortación a realizar obras buenas, anuncio del futuro de
nombre, vestido, nube, lámpara, templo- son comunes al Apocalipsis de 111 omunidad. Estos tres datos estilísticos se encuentran en el Transitus:
Juan; además, el hecho de que el apócrifo realce el pasaje de Jn 19,25~ M,lr dice a la sirvienta: «Ve a llamarme a los parientes y a los conoci-
27, hace pensar que su autor pertenece quizá a alguno de los círculos de Il~; diles que es María quien los llama (n. 13); cuando estos llegaron,
la tradición joánica atestiguados en el siglo II; los rabinos de Palestina Milr{ dijo: «Padres y hermanos, ayudémonos en el caso con obras bue-
entablan polémica contra las afirmaciones del Transitus acerca de la 11 IS y con fe en el Dios vivo» (n. 13); finalmente, María entrega a Juan
muerte prematura de María, de su virginidad y de su santidad, títulos 1111 «libro en el que se halla el misterio» (n. 20) relativo al futuro.
«No es un tratado de mariología, sino que pudiera definirse como ,2. Género apocalíptico
un enfoque bíblico popular de los grandes temas de la mariología. Su
autor, acostumbrado al género midrásico, hace una relectura de la I I Transitus contiene de manera más o menos reducida los elementos
Biblia buscando en ella "testimonios" que anuncien a María: ella es .1,1 apocalipsis: narración de diversas visiones (nn. 4-8, 15, 22, 33, 38,
virgen voluntaria, la hija de Sión, la paloma, la esposa del Cantar, la \), comenzando por la del Gran Ángel, el cual realiza la función¿de
viña, la hermana, la madre de los doce ramos»20. "l Idiador explicando el simbolismo de la palma (nn. 2-3); el viaje celestial
I lá confinado al final del libro, cuando los apóstoles suben a la nube
I
Para comprender los contenidos del Transitus indispensable leerlo , (m el cuerpo de María y lo depositan bajo el árbol de la vida (nn. 47-
directamente, porque ningún análisis puede u tituir a la transmisión ); el tema del misterio se halla explícito en el libro entregado a Juan
propia del relato. Para captar su teología narrativa, rá útil recordar (n. 20); la escatología individual y colectiva está claramente afirmada con
algunos géneros literarios empleados por su ut r. h) ' ímbolos del vestido, del reposo y del encuentro con Cristo esposo y
triunfador sobre la muerte (nn. 11,24-25.27.31).
Ideas y creencias escatológicas en los apócrifos asuncimlhúLl, l'lI . I~ 'vi t \ e pafiola de teología» 54
(1994) 125-179. Cf también: E. TESTA, [origine I! /11 11'1/14/,/1/1 ti,· /11 . l)ormitio Mariae», en «Au-
gustinianum» 23 (1983) 249-262; J. GRlBOM NT, 1 '/,/U.I tUI' 1,'11 "tlll. itllS» marial et l'encratisme,
ZI J. MUNCK, Discours d'adieu dans le Nouveau Testament et dans la littérature rabbinique, en
ib,237-247 .
19 Para estas argumentaciones Cf el e tlItllu fUlldull\l"lItlll .1" /o. MANN , Le récit de la Dor-
"\I4.X sources de la tradition chrétienne. Mélanges offerts a M. Mauric! Gogue!, Neuchatel- París
minon de Marie (Vatican grec 1982). Contri/mlltln ti /' IIIJ ti \ fIIj~1II 's de l'exégese chrétienne, I¡ 50, 155-170; E. Cortés, Los discursos de adiós de Gén 49 a]n 13- 17, Barcelona 1976; A.
Jerusalén 1989, 201-204. II ULTGARD, Leschatologie des Testaments des douze Patriarches, n. Composition de l'ouvrage. Textes
zorb,174. I'! traductions, Uppsala 1982,53-91.
106 - Maria, srntesis de valores Modelo apócrifo-narrativo - l07
2.3. Género midrásico 1I llamo una consonancia de base entre los apócrifos de la infancia
,Iglln s escritos poéticos del siglo 11 acerca de la virginidad de María
Este método de interpretación de la Escritura en función de la situación I ' ulto hacia ella. Los Oráculos Sibilinos afirman:
actual es adoptado por el Transitus. El apócrifo no sólo utiliza pasajes del
Antiguo y del Nuevo Testamento (Gén 28,17; Sal 114,1; 132,1; Is 57,15; En el seno de la madre engendrado para la vida,
Mt 27,63; Jn 1,29; 6,21; 20,21, 1Tim 6,16; ICor 16,22)22, sino que ade~ lIt anzó forma humana y se mostró un párvulo
más adopta algunas formas literarias. Entre ellas se distinguen el anuncio n parto virgíneo. ¡Gran prodigio para los seres humanos! »23.
hecho a María acerca de su próxima muerte (nn. 2-8), la descripción de
la muerte del justo (nn. 33-36), la bendición como forma de oración (nn. 1 manera semejante, las Odas de Salomón 19 dicen que María «llegó
10-12,29), la controversia con los pontífic s judíos (nn.38A4). , .. lar embarazada, engendró un hijo, pero no sintió dolor/ .. , Ella no
A través de estos procedimientos es más fácil penetrar en los con~ qlll comadrona, porque la vida se la dio»24. En la obra gnóstica egipcia
tenidos del apócrifo, que no sólo afirma la asunción de María al cielo !'"ti Sophia (siglo 11), Jesús dice a su madre:
con su cuerpo y con su alma, sino también la influencia universal de
María sobre los cristianos con su ejemplo y su poder, como proclama «iMagnífico! En verdad, en verdad te digo: Tú serás proclamada
Pedro: bienaventurada desde un extremo al otro de la tierra, porque la
prenda del misterio ha penetrado en ti y por medio de esa prenda
«La luz de su candil ha llenado el mundo y no se extinguirá hasta el , rán salvados todos los seres de la tierra y los del cielo y esa prenda
fin del siglo, a fin de que cuantos lo desean reciban de ella valentía y s el principio y el fin» 25•
vosotros tengáis el reposo bendito» (n. 31).
El ejemplo más evidente lo proporciona la intuición de los apócrifos
, rca de la virginidad perpetua de María. La Ascensión de Isaías refie-
3. Los Apócrifos en forma poética r cómo el parto de María se produjo instantáneamente, sin dolores y
I ayuda de comadrona 26 • Las mismas características son atribuidas
Los apócrifos, ya sean los expresados en forma narre tiva, o bien los lit legre acontecimiento por las Odas de Salomón y por los Oráculos
que tienen carácter poético (como los Oráculo Sibilin y las Odas de Sibilinos. Principalmente el Protoevangelio de Santiago -como hemos
Salomón), atestiguan cómo María va creciendo n im rtancia en los Indicado- reconoce en María a la Virgen perpetua. Nacida por gracia
ambientes populares, en los que una fe viva y una pi dad sincera se divina de progenitores ancianos y conservada pura en el templo del
distancian de opiniones heterodoxas y, todos juntos, intuyen aquellas S ñor desde la edad de tres años, María fue confiada en custodia al
verdades marianas que la gran Iglesia hará propia, '1\ un segundo mo- anciano José. Durante el embarazo y ante el pontífice, María declara:
mento. En este sentido, los apócrifos anticip n por Ca intuitiva los datos
lJ Oráculos Sibilinos ; TMPM, 1, 142,
a los que la teología llegará por vía racional. H lb, 144.
25 lb, 146. . dio ' lo 1 II 204
26 El texto se encuentra en J. A. de ALDAMA, María en la patrística e s slg s y , -
108 - Maria, síntesis de valores
muestra ser fecundo, porque «el primer trabajo propiamente mario lógico en tiga únicamente en el caso de la mujer. «Eterna menor de edad,
es el paralelo Eva-María, al que se recurre a partir del siglo 11»4. 11 u niñez está sometida a la plena jurisdicción del padre, y luego a la
~l p~otagonismo
de María, junto al Hijo redentor, se comprende Il ~ u marido»; la mujer se va convirtiendo progresivamente «casi en
mejor SI se contempla cuál era la situación de la mujer en la cuenca del 1111:\ reclusa», porque le está prohibido salir sin velo, pasear o conversar
Mediterráneo, particularmente en las culturas semítica y grecorromana 11 I vía pública; «tiene cerrada la escuela, tanto para aprender como
y, partiendo de ahí, en los Padres que vivieron en aquel contexto. D~ lar' enseñar»6. Según el derecho religioso judío, la mujer no puede ser
la confrontación brotará la consonancia o la dependencia de la Nueva t l' tigo ni juez en el tribunal del rabinato.
Eva, :,artiendo de las mujeres contemporáneas de ella o también se in embargo, la mujer posee idéntica dignidad que el hombre, con
llegara a conocer su presumible originalidad. qll i n es imagen de Dios. El matrimonio no es considerado únicamente
111110 lugar de procreación, porque la mujer es ayuda del varón, y el
con José, impone el nombre a Jesús, según lo indicado por el ángel (Le 1 (ndaro ... En relación con la poligamia oriental, la condición de la
1,31; Mt 1,21). María es fiel a los preceptos de la ley y participa todos uJ fes inquívocamente mejor.
los años, aunque no esté obligada a ello, en la peregrinación a Jerusalén Sin embargo, la mujer griega «tenía que soportar el concubinato
por la Pascua (Lc 2,41). Vive la espiritualidad de su pueblo mediante la I nía que adaptarse al hecho de que solamente a las hetairas se les
práctica de las virtudes, en primer lugar de la virtud de la fe (Lc 1,45). rmitía acceder a la formación intelectual»lO. Hesíodo, en el poema
María es consciente de su condición pobre y humilde, porque no goza I " trabajos y los días, refiere el mito de Pandora, la cual, al no resistir
de ningún prestigio o de poder de orden social, político y religioso: re- u uriosidad, retiró la tapa de la vasija que contenía todos los males
conoce que Dios «ha contemplado la humildad de su sierva» (Lc 1,48). I rmitió que estos se difundieran por el mundo. La tragedia ática
Por su vocación recibida de Dios, María queda fuera de la tradicional Iln idera a la mujer como un ser inferior; la comedia lanza contra ella
condición de inferioridad de la mujer en el plano religioso: la condición 111 ctivas venenosas: la mujer es infiel, pendenciera, «el monstruo más
humilde ha sido colmada de gracia (Le 1,28), el menosprecio se ha con- 1I I >z que existe en la tierra». Por eso, la mujer no tiene derecho a la cul-
vertido en alabanza (Lc 1,48); la pasividad es ahora el impulso activo de I lira: «Quien enseña a una mujer no hace más que aumentar el veneno
efectos salvíficos. Con María nace la personalidad cristiana, caracteri- dl una terrible serpiente». La mujer es considerada incapaz de realizar
zada por su profunda vida interior y su libre deci i n, y juntamente por una tarea de responsabilidad: «La casa en la que la mujer tenga la ca-
sus relaciones con Dios y con la humanidad. S r a í el preludio de I il idad de decidir, va irreparablemente a la ruina». El ser despreciadas
la igualdad fundamental que será proclamada p r 1 ristianismo: «No y oprimidas es el destino de las mujeres, especialmente de aquellas que
hay ni judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay h mbre ni mujer, JlO tienen la protección de un varón 11 •
pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesú » ( h I ,28). Cristo libera El don estimado de las mujeres es el silencio suyo y acerca de ella
a la mujer del peso de la maldición que gr vil, ha bre su sexo, y la mi ma: como dice Sófocles, «a las mujeres adorno les da el silencio»l2.
equipara al varón en la común condición de amb) u r hijos de Dios. , egún Pericles, en Atenas era grande «la gloria de la mujer de cuya
Ya todos, varones y mujeres, a pesar de la div 'rsitlau d los ministerios Irtud se hablaba poquísimo para alabarla o para injuriarla entre los
y de la variedad de las funciones, se les pío una onlribución activa a h mbres»13. El reino de la mujer sigue siendo la casa, pero con subor-
la evangelización y a la elevación de la humanidad. dinación al varón, como reivindica Telémaco en su confrontación con
\11 madre Penélope:
«Tú vete a tus salas de nuevo y atiende a tus propias labores, al telar r ci nes» 15. Y en realidad el retrato de la mujer, como puede
y a la rueca, y ordena, asimismo, a tus siervas aplicarse al trabajo; el I p r los epitafios de las tumbas l6 , está caracterizado por la actividad
hablar les compete a los hombres y entre todos a mí, porque tengo el '11 nr ña y por las virtudes acordes con ella: tejer lana, ser casta, piadosa,
poder en la casa» 14, , ni t, umisa ... Además, la mujer quedaba excluida del sistema de los tria
"olllina: praenomen o nombre personal, cognomen o nombre de familia y
La figura de María de Nazaret participa de esta condición de la mujer; "1/111 'n por el que era llamada la gens. Y se la llamaba con el nombre de
al no tener acceso a los centros del saber y del poder. Los apócrifos la des~ I I 'ns, pero en femenino, por ejemplo, Tulia. Llamarla con un nombre
criben tejiendo el velo del templo o yendo a la fuente a coger agua. y, sin equivaldría a poseerla.
embargo, su personalidad es innovadora, porque está llamada a decidir en
la casa de la gran familia humana, «asumida por el diálogo con Dios, por te mo escribió Moses Finley, los romanos, al no referirse a las mu,
su consentimiento activo y responsable, no para la solución de un proble, res con un nombre propio, querían transmitir un mensaje: que la
ma contingente, sino para aquella «obra de siglos» (san Pedro Crisólogo), mujer no era y no debía ser un individuo, sino tan sólo una fracción
como fue llamada justamente la encamación del Verbo» (MC 37). I a iva y anónima de un grupo familiar. Una fracción pasiva y anóni,
ma que, siendo su destino el de ser esposa (de un marido no escogido
r ella) y el de ser madre (de hijos sobre los que no tendría ningún
1.3. Evolución de la mu;er en el mundo romano p der), no existía razón para individualizarla y conocerla como un
er humano singular, específico e irrepetible» 17.
En Roma se observa una evolución acerca de la condición de la mujer.
En la edad arcaica predomina el silencio impuesto a las mujeres, siendo e admite que, partiendo de tal falta de autonomía, las mujeres ro'
los varones los que organizan la vida de la ciudad. El símbolo de las 11\ nas hayan alcanzado, en la época de Augusto, cierta emancipación.
mujeres es la diosa Tácita Muta, una ninfa denominada Lala (del verbo diferencia de las mujeres atenienses, las romanas se liberaron de la
!aleo = hablar) que abusó de la palabra reveland a u hermana Yutuma 11\ titución de la tutela, y podían heredar por vía de sucesión y por tes'
que Júpiter la amaba, y realizando así vana t ntativa por seducir al t ¡lmento, y podían, por tanto, administrar los patrimonios personales e
dios, el cual la castigó arrancándole la lengua. m diosa del silencio, 111 luso los familiares. En cierto sentido, las mujeres recuperaron el uso
era celebrada cada año con ritos propiciatorio n aminados a conseguir d la palabra y recurrieron a la acción colectiva:
que se cerrara la boca a las maledicencias. Un '(m 1 ulterior del deber
de las mujeres de no hablar es Angerona, dio 'a titular de Roma. Se la
15 E. CANTARELLA, Prusato prossimo. Dorme romane da Tacita a Sulpicia~ Milán 2003, 48. De
representa amordazada o con el dedo br la bo ,mientras invita a
te estudio he tomado otras informaciones sobre la condición de las mUJeres.en Ro~a.
no revelar el nombre secreto de Roma. 16 En una inscripción que aparece sobre una tumba del siglo 11 a.C., la dLfunta. dLce: «Fo-
I tero, no tengo mucho que decirte. Esta es una t.umba no he~osa de una mUjer que fue
Con tales símbolos, la sociedad romana nr ka quería dar a h rmosa ... Amó con todo su corazón al marido. DIO a luz dos hLJos: a uno 10 deja so?re la
entender que las mujeres «deben e ti har y n intervenir en las uperficie de la tierra, al otro 10 sepultó. Amable en el hablar, honesta en el com~rta.m~ento,
ustodió la casa, hiló la lana. No tengo nada más que decir. Vete, pues» (Corpus ITLsrnptlOT\um
latinarum, Berlín 1863,1,2, 15364). .
11 E. CANTARELlA, Prusato prossimo, 52. Cf M. FINLEY, The Sllent Women of Rome, en Aspects
14 H OMERO, Odisea, 1, 355. (jf Antiquity. Discooeries and Controoersies, Londres 1968, 131 ss.
116 - MaTÚl, sfntesis de valores Enfoque analógico-simbólico - 117
«En efecto, la acción de las axitiosae fue ciertamente ordenada pre~ 11) I plaga de los adulterios se hallaba tan difundida, que impulsó a
viamente y bien organizada. Las mujeres, para defender sus propios 11 'u 't a promulgar la lex Iulia de adulteriis, que trataba de extirpar las
intereses, invadían las calles, el Foro y el Senado, acudiendo a Roma, la i nes extramatrimoniales de la mujer, mediante la conminación
en caso necesario, desde las ciudades vecinas, y reclamando a grande 1,Ih y a su cómplice de la relegatio in insulam. Sin embargo, tal ley no
gritos los derechos que pretendían ser suyos» lB.
hn síntesis, las mujeres romanas habían conseguido algunas metas
Hay constancia incluso de mujeres abogadas, como Mesia Sentina te, 1, ,articipación en la vida civil y no sufrían opresión por parte de los
Afrania y Hortensia, e incluso una poetisa, Sulpicia, que canta su amor Ir mes. Sin embargo, el poder seguía estando netamente en manos de
hacia Cerinto. Pero la reacción masculina no se hace esperar: el edicto 1., h mbres.
de un pretor prohíbe a las mujeres postulare pro aliis J9 , como había hecho En relación con las mujeres romanas, no vemos que María de Nazaret
Afranía, y una prohibición ulterior las excluye del ejercicio de cualquier t 11 llevado alhajas, siendo hija de familia pobre, pero ciertamente par#
oficio civil o públic02o • La misma Sulpicia tiene que confesar: «... No 111 1, ,como las demás mujeres, en la misión de ser madre y educadora.
puedo decidir lo que quiero»21; es una capacidad que corresponde a su 1" , rincipal diferencia consiste en el hecho de que María aparece no
tutor. Iln como una «persona que escucha», sino también como «interlocuto#
Es verdad que las mujeres consiguen en el año 192 a.C. la abolición 11 n el diálogo con Dios. Mientras que Sulpicia tiene que reconocer:
de la lex Oppia, que les prohibía llevar consigo más de media onza de ." No puedo decidir lo que quiero», María expresa libremente su con#
oro, y que en el año 42 a.e. logran obtener que los patrimonios feme# lnümiento con un acto de decisión y de disponibilidad. De este modo
ninos no estén sujetos a impuestos. Así que las mujeres pueden mostrar mo dirá Ireneo- María se convierte en la «abogada de Eva» y de
sus joyas y gozar del privilegio de no pagar impuestos. Más aún, a las h) I el género humano, superando el dictado de la prohibición romana
mujeres se les reconoce no sólo la función materna biológica de repro~ d, postulare pro aliis.
ducción y alimentación, sino también la función d educadoras de los
hijos en la vida pública22 • Esta tarea suponía qu la muchachas podían
asistir a la escuela hasta la edad del matrimoni , que entonces se con# 1.4. La mu;er según los Padres de la Iglesia
traía en época muy temprana.
En cuanto a la moral sexual, había espo a fi 1 al marido, aun en l In grave prejuicio condena a los Padres de la Iglesia a ajustarse a mode#
el caso de que la esposa fuese cedida a otro var n p r parte del marido. In de misoginia, a la hora de hablar de la mujer. Pero hay que reconocer
que los Padres describen la condición femenina de su tiempo según
18 E. CANTAREUA, Passato prossimo, 144. i\tegorías contrastantes e incluso opuestas.
19 Dig., 3,1,1,5 (Ulpiano) . Algunos textos, a los que se recurre de buena gana, presentan a la
lO Dig., 50,17,2 (Ulpiano).
21 Entre las obras de TíBULO, Carmen lIl, 14. mujer en dimensión negativa, interpretando el relato de la caída de la
22 «El verdadero, típico papel materno, en Roma, fiI l 411 • ~ d arrollaba entre la madre
y los hijos adolescentes y adultos: y era el papel de on~ j tU 1111'111 al, ti mentora, de custodia-
primera pareja humana en condiciones desfavorables para Eva, y atri#
dora de los valores cívicos, del ejemplo que impulsaha 11 la Iflrm 1'1 n de la parte mejor de si I uyéndole a ella, en cuanto mujer, la mayor culpabilidad. El texto más
mismo. Las madres romanas, para decirlo con otras pulahrn , nyll I h, n al padre en su función
de educador~ (E. CANTARELLA, Passato prossimo, 136· 1l7) . tlmoso es debido a Tertuliano, que se refiere al pecado de Eva:
118 - Maria, sfntesis de valores Enfoque analógico-simbólico - 119
«Tú eres la puerta del diablo; tú quebrantaste la prohibición del .. 1 m separarte sin profundo dolor de aquella a quien has asocia~
Árbol; tú eres la primera que abandonó la ley divina; [... ] tú qu h . tu vida, no como sierva ocasional, sino como hermana, como
convenciste tan fácilmente al hombre, que es la imagen de Dios. a? Hermana por la creación y por los orígenes. Vosotros estáis
Tu salario es la muerte, que supuso la muerte misma para el hijo d 1< lrmados, ambos, del mismo barro, de la misma arcilla. Esposa por el
Dios»23. v nulo conyugal y por el código del matrimonio. ¿Qué nudo quieres
H mper, tú que estás atado por la ley y por la naturaleza?»26.
2. El paralelismo Eva-María t mas la Virgen María concibió fe y alegría cuando el ángel Gabriel
'j
I \ dio la buena noticia [... ], Por medio de él [es decir, Cristo] Dios
La situación de la mujer durante el período patrístico nos ayuda a d struye la serpiente [.. ,] y libra de la muerte [... ]»30,
comprender lo novedoso de la intuición de los Padres acerca de María,
a quien consideran como la nueva Eva. Con este descubrimiento se su~ Justino, aunque subraya la figura de Cristo, extrañamente no la pone
peran los parámetros que impedían que la mujer fuera protagonista de la 'n relación con Adán31 , sino que se preocupa de analizar el paralelismo
historia mediante una influencia consciente y determinante. María dista 11\ itético entre María y Eva bajo tres aspectos: la condición de virgi~
totalmente de ser «una fracción pasiva y anónima de un grupo familiar»; lI¡dad que las caracteriza, el procedimiento causal que induce a Eva a
es una mujer que colabora con Cristo en la redención de la humanidad, , nnsentir en lo que le dice la serpiente, y a María a acoger el mensaje
reparando los daños originados por la progenitora Eva. ti ·1ángel, y finalmentre las consecuencias de desobediencia y muerte
'" Eva, y de la obediencia y la generación del mismo Cristo, liberador
d la muerte, en María32 .
2.1, La intuición de Justino (t hacia el año 165)
Es el primer autor 29 en percibir, en el Diálogo con Trifón, el paralelismo ,2, Los desarrollos en Ireneo (t 202)
antitético entre María y Eva a partir de la encarnación redentora,
Justino, al hablar del Hijo preexistente del Padr , afirma la presencia Ir neo, obispo de Lyon, reanuda el paralelismo entre Eva y María, y
indispensable de María en el plan divino de la alva i n, basándose en el I hace todavía con mayor vigor teológico. En su obra Adversus haere~
PrinciPio general de la correspondencia entre el p ad y u aniquilación: \ s, parte del plan de la salvación, en el que encuentra una admirable
Cristo «se hizo hombre de la Virgen, a fin d qu \ p r l mismo camino tlfmonía por cuanto «en el Padre no hay nada de incoherente»33. Esta
que tuvo principio la desobediencia de la rpi nt , por ese también herencia supone dos principios fundamentales: la «recapitulación»
fuera destruida». Por tanto, Justino especifi , la unción de María a (anakephaláiosis) y la «recirculación» (anakúk/.esis) que se aplican prin~
partir de Eva: ipalmente a Cristo «que recapituló en sí todas las cosas»34, pero que se
nplican también a María35 .
«Eva, cuando aún era virgen e incorrupta, hal ¡ ndo concebido la
palabra que le dijo la serpiente, di a luz la d~ M lb Ji ncia y la muer~ 30 JUSTlNO, Diálogo con Tri[6n Jud fo, 100,4-6; TMPM, 1, 137.
3\ «Sorprende la ausencia de cualquier indicación sobre el paralelismo paulino, Adán-
risto (Rom 5,14; ICor 15,22.26). Probablemente Justino se sintió estimulado a formular el
29 La Cana a Diogneto, atribu ida por Dom Andril' 1'11 I ( lI"dl,UO y que, por tanto, data paralelismo entre Eva y María por especulaciones de la comunidad judeocristiana~ (E. PERElTO,
aproximadamente del año 125, contiene un pasaje n I q" h,lhlll ti' una virgen en el con- Mariologia patristica, 710, nota 57. El Protoevangelio de Santiago se refiere a la «historia de Adán»
texto de Eva. En este caso, «Cuadrato y no Ju rlno " fn'll"fil ,·1 pllrlll'r le timonio acerca de la y a Eva seducida por la serpiente, pero no hace referencia alguna a María.
doctrina de la nueva Eva». Sin embargo, esta hipó!I',1 1111 hu 1"11' .. 1" Imponerse entre los espe- J2 Cf A. DE ALDAMA, Maria en la patrística, 270-271.
cialistas, quienes mantienen que el texto acerca dI' In viril """ "!I,n're a María, sino a Eva, 3J lRENEO, Adve"TSUS haereses, m, 16, 7; PO 7, 926A; Cf también: m, 21, 9-10.
y que la Cana a Diogneto no puede atribuir e a 11 d 111, Irq" 11 Ilmpo ición debe situarse 34 lb, m, 16,6; Cf también, m, 21, 9-10; IV, 40, 3; V, 1, 2; Epideixis 32.
hacia el año 200. Cf]. A. DE ALDAMA, Maria ¡.'tI /¿¡ pat li4u flc k, 1jl~11 1'Y I1, Madrid 1970, 264- 35 Acerca de la aplicación de estos dos principios, los intérpretes no están de acuerdo. E,
268. Según E. COTI-lENET, el Protoevangelio de San~¡t t"'" 11 qu I lonoce ya el paralelismo Peretto sostiene que «la obra de María, que se halla en los antípodas de la obra de Eva, es
entre Eva y María» (Marie dans les apocryphe.\, 97); ..o 11 t 1111 ,,1 h' Iti ' refiere directamente definida "recirculación" [...); la obra de Cristo es " recapitulación" [... )" (E. PERETTO, o.c., 712).
a José, a quien se compara con Eva, seducida por 1I r I (1 ,1, 1MPM, 1, 871). En cambio, A. O rbe sostiene que la recapitulación es más amplia e incluye a la recirculación,
Enfoque analógico-simbólico - 12
122 - Maria, sfntesis de valores
111 1\ r indicar la eficacia salvífica universal de su obediencia. Tal
Sobre la base de esta correspondencia antitética entre caída y H In n afecta sólo a las personas que vendrán después de María,
paración (cf Rom 5,12,19; ICor 15,22,45), Ireneo -a diferencia , \11 P ee valor retroactivo que llega hasta la misma Eva. En efecto,
Justino- subraya la función de Cristo «segundo Adán», que 11.\ 1 ató el «nudo» primordial, convirtiéndose en «la abogada de
al primer Adán y produce «frutos de vida para los hombres que en 1 , n Eva», es decir, en aquella que no sólo intercede por Eva, sino
tiempo estaban muertos»36. De manera semejante, Ireneo acentúa l h ce cargo de su defensa. En efecto, realizando lo contrario de lo
causalidad salvífica de María, en antítesis con Eva, como exigencia hn fa hecho Eva, vemos que María destruye la obra, ofreciendo así
la recapitulación:
ti tidoyer eficaz»38 en favor de Eva.
I ) textos de Ireneo, justamente famosos, realizan una tarea funda,
«Paralelamente [consequenter] se halla también obediente la Itnl n el desarrollo de la doctrina mariana. En realidad, Ireneo pone
María, cuando dice: "He aquí a tu sierva, Señor [... ]". En manifiesto la función soteriológica de María en el contexto del plan
Eva desobedeció, y fue desobediente mientras era aún virgen [
Por tanto, así como Eva, al desobedecer, se convierte en causa
muerte para sí misma y para todo el género humano, así también I r cuya función, la prestación de María no fue considerada ya
María, que, aun teniendo el esposo que le había sido asignado era \11 icamente como la función estructural de un "laboratorio" para la
t~d~vía virgen, obedeciendo se convierte en causa de salvación ~ara I r paración del cuerpo del Redentor, sino también como la contri,
Sl m1sma y para todo el género humano [... ]. Y de este modo el nudo
lución plenamente meritoria de su personalidad [... ]»39.
de la desobediencia de Eva encontró solución gracias a la obediencia
de ~aría. Lo que Eva había legado por su incredulidad, María lo El paralelismo entre Eva y María será recogido, con diferentes va'
desh1Zo por medio de su fe»37. 111\\ s, por otros Padres, como Efrén, Epifanio, Anfiloquio de Iconio,
4o
I nimo, Agustín, Proclo, Sedulio, Pedro Crisólogo ... , no tendrá
En este pasaje, Ireneo contempla las dos escena bíblicas de la caída II1 ida en los antiguos concilios ecuménicos, pero será valorado por el
(Gén 3,1,20) y de la anunciación (Lc 1,26,3 ), m diante las cuales I 1I1gisterio pontificio reciente y finalmente I?or el concilio Vaticano II
él pone de relieve las semejO anzas y las diter n l' e comportamiento
(\ 56).
entre Eva y María: las dos son vírgenes y e tán adas, y sus corres,
p~ndientes actos tienen influencia social br 1 n ro humano, pero
m1entras que Eva con su desobediencia e c< alisa d muerte», María es
«causa de salvación». Esta expresión, r t rida" Ti t por la Escritura
(Heb 5,9) y también por Ireneo (Epideixi 53-54), transferida ahora
18 M. JOURJON. Aux origines de la priere d'intercession de Marie, en EtMar 23 (1966) 42.
y ambas se aplican tanto a Cristo como a María: «Ut I'tun Uklllll, I n es la "recapitulación" )9 G. SOLL, Storia dei dogmi mariani, Roma 1981, 71 .
~arece ser su natura~ sec~ela [... ). Y porque en Mar{ r l "hui, I:v ,puede la Virgen Marí~ 40 EFRÉN, Himnos sobre la Iglesia, 37, 5-7¡ Diatesseron, 2, 2¡ EPIFANIO, Panarion, 78, 18-19¡
esatar con su obedIencIa la desobediencia de la vlr 11 l· 11. ( RBE La . !ación de NFILOQUIO DE lCONIO, Sobre la nallidad, 4¡ JERÓNIMO, Tratado sobre el salmo 96, 1; AousTlN, La
la Vir M ría S 1 [U d . , «rec¡rcu »
111 ha espiritual, 22, 24¡ TMPM, 3, 313; PROCLO, Homilía, 4, 2; SEDULlO, Carmen 4, 265-269;
en an reneo 1\ 1I. Haer.", lll, 22, 4, 7/ 1, n S H IltI [ed.) La mariolo'
h
g~ ~ lla
catee eSI del Padn reta prenicena} Roma 19 9 ll'lÁ , g ¡ a ne 1'1 ORO CRlSÓLOGO, Sermo 99, 5¡ Cf L. CIONELLl, Maria nUOlla Ella nella patrística greca (sec. IIN) ,
1 " \no
36 RENEO, Adllersus haereses, m, 21, 1O¡ 22, l¡ 1MI'M I Itll)
( 1966.
37 lb, m, 22, 4¡ TMPM, 1, 171. ' ,
Capítulo IV
'Iría Theotokos
tlturación helenística de la madre de Jesús
I Cf J. ) EREMIAS, Jerusalén en tiempos de Jesús. Estudio económico y social del mundo del Nuevo
Ic'!lamento, Madrid 1977, 371-387; M. AoINOLFI, La donna e il matrimonio nel giudaismo ai temPi
,11 risto, en Rivista Biblica 20 (1972) 379-389; L. Rosso UBlGU, La donna nel giudaismo antico,
,'11 Parole di Vita 30 (1985) 352-355.
1 G. MAZZucco, La donna e il cristianesimo nei primi tre secoli , en Theo tokos 9 (2000) 40.
J2 - Marúl. slntesls de valor s Maria Theotokos - 127
en vano, para Flavio Josefo la procreación es la finalidad del matrimo- r virgen. Una vez aceptada la propuesta de ser madre por obra
nio). Por eso, bendecir con una descendencia numerosa es una de t. píritu, María cumple con las naturales funciones maternas de
promesas de Dios (Gén 22,17; 26,4) Y «la herencia que el Señor da !\lar, proteger Y educar al hijo. Directamente por Isabel (Lc 1,42-
los hijos, el fruto del vientre es su recompensa» (Sal 127,3). ,11 indirectamente por la mujer anónima (Lc 11,27), María es «ben-
de haber depositado en el corazón de la mujer el deseo imperioso de , y declarada «bienaventurada» por su celo materno (generación,
madre -oigamos el clamor de Raquel: «¡Dame hijos; si no, me muero! (1 y 1 ctancia) hacia Jesús, fruto de su seno. Sobre tales funciones se
(Gén 30,1)-, Dios no puede menos de triunfar sobre la esterilidad, Y'uán algunos Padres.
sucede con las matriarcas Sara, Rebeca, Raquel y, por último, Isabel.
La Reina Madre goza de una función y de un honor particulares (lRe
2,19), especialmente dentro del marco del mesianismo regio (cfIs 7,14, I culto a la diosa madre
Miq 5,2). Jerusalén volverá a reunir a los hijos dispersos y será madr
de todos los pueblos (Sal 87,5). La tradición monoteísta judía rechaza I 10 ue para los judíos no existe ninguna diosa madre, vemos que
cualquier intento de proyectar sobre Dios los rasgos de una divinidad 11\ '1 pone en guardia contra el culto a la Reina del cielo Oer 7,18;
femenina o materna. Pero Yavé se reviste de connotaciones maternas ,16.25). En el mundo helenístico, los panteones mitológicos de las
cuando se quiere expresar su ternura hacia el pueblo: como una madre, '"la religiones acogen varias divinidades femeninas, que atraen la
Dios siente amor visceral hacia sus hijos, los consuela y no puede olvi- I I :\ma de los fieles. En particular, en toda la cuenca del Mediterrá-
darlos (Is 49,15; 66,13). rinde culto a la Gran Madre o Gran Diosa6 , que adopta diversos
La sociedad romana, en vísperas de la era cristiana, se preocupa de s: Astarté para los palestinos, Istar para los babilonios, Cibeles
corroborar la esencia tradicional del matrimoni, ue es «la comunión iI 1 frigios, Isis para los egipcios, Diana para los efesios, Deméter
del vivir juntos y del dar vida -juntos- a 1 hij »4. Para incentivar 1'.'1 éfone para los griegos, Magna Mater para los romanos ... Según
la procreación, Augusto, entre el 18 a.C. y 1 .., dicta leyes que Id ncia una extensa documentación (mitos, epopeyas, himnos, pIe-
imponen a todos, incluso a los viudos y a 1 div r i dos, la obligación I , textos jurídicos, hallazgos arqueológicos), parece innegable la
de casarse, concede premios a las familia n pr)} numerosa e impone minencia de las diosas sobre los dioses: «La simbología religiosa de
sanciones a quienes no engendran. Las muj r' qu dan a luz tres hijos f menino aparece como más fundamental y universal que la de lo
son exoneradas de la tutela habitual. B tus hi riadores vuelven a , ulino»7.
proponer «los modelos tradicionales d la muj 'r, d di ada por completo '( do el contexto mediterráneo dispone los ánimos para acoger la
al marido, a los hijos y al hogar»5. \Ir femenina de María, no la atribuirá el carácter de deidad, pero sí
En tal contexto, la posición de María, qu r v stirá de algunas de las funciones salvíficas características de las
sulta anómala, si no inadmisible, porqu ¡ha" {nI) racorriente. María 111. n : maternidad con respecto a Dios y a los fieles (como Istar, que
consiente en aceptar la maternid d m si ni 11 s(lltl u ondición de con-
ft AA.W., Le Grandi Madri, Milán 1989; E qIANGLOFF, La «~rande dées~e.» dans le proche-
J FIAVIO JoSEFa, Contra Apión, n, 199. "'1/ et dans l'Ancien Testament: une esquisse, en Etudes Théologlques et Rehgteuses 74 (1999)
4 M USONIO R UFO, Diatribe XIII (XlIla) .
111).
5 C. MAZZucco, La donna e il cristian • "l1li lit' tlfi"" I I~', 17. 1 . GIANGLOFF, a.c., 3.
12 - Maria, srntesis de valores Marra Theotokos- 129
es llamada «dispensadora de la vida», e Isis, «gran madre universal»), IIMaría sea la madre de Cristo, hombre, Dios, es doctrina uná,
majestad (Isis sostiene las estrellas), virginidad (la Anat ugarítica es d • III d 1 s Padres del siglo II: Ignacio, Justino e Ireneo 11 . Después, el
nominada «virgen», en el sentido de eternamente joven), inclinación IlIlin Theotokos va ganando terreno, y comenzando por Egipto poco
protectora (Istar es llamada «mi torre») ... Incluso el título de Theotokm t, I ué se difunde por toda la zona mediterránea (Palestina, Siria, Me,
conoce un uso pagano, porque una inscripción del siglo II de Sidita, en '1') mia, Arabia, Asia Menor). Existen por lo menos 70 textos que
Licia, aplica este título a la Tierra, madre de los dioses (Theotokos Ghe) lit' del concilio de Éfeso recogen el término 12 •
El título equivalente de Meter Theou -más difundido, sobre todo en N turalmente, los Padres de los siglos mN no se contentan con afir,
Egipto- es atribuido a Isis, madre del dios Horus8• Ambos títulos serán ,It que María es Theotokos, sino que sustentan tal afirmación en unos
ulteriormente aplicados a María. 1,lid s cimientos teológicos, los cuales sólo en parte tendrán cabida en
t'l ti ctrina que emanará de Éfeso. Frente a las tendencias gnósticas,
ti' tistas y maniqueas, que consideraban vanos la materia y el cuerpo,
2. María «Theotokos» en los Padres de la Iglesia ,lnte el rechazo categórico de la cultura platónica dominante a aceptar
1111 ios que se hace hombre en el seno de una mujer 13 , los Padres acen,
El término Theotokos es desconocido por el Nuevo Testamento, pero IlInn la verdad de la encarnación, enumerando las funciones biológicas
su contenido se halla implícito en el título de «Madre de Jesús» (cf Mt d mpeñadas por María hacia el hijo, pero sin menoscabar un ápice su
2,11.21; 13,55; Le 2,48.51; Jn 2,1.5; 6,42; 19,25,26) que corresponde a vir inidad:
María, y en el reconocimiento de Jesús como Hij de Dios y Dios mis#
mo. Son equivalentes a Theotokos las expresione evangélicas «la Madre
de mi Señor» (Lc 1,43) y la profetizada virgen madr de Emanuel, «que I Ir genes en los Comentarios a la Carta a los romanos podría constituir una apología del uso
significa Dios con nosotros» (Mt 1,23). ,,1 nano de Theotokos, utilizado hasta entonces en contexto pagano, y por tanto una defensa
di' María contra toda asimilación a Isis o a alguna otra diosa pagana: M. STAROW1EYSKI, a.c.,
Theotokos se atribuye por vez primera a María n el siglo m, en el '10-241.
11 Cf J. A. DE ALDAMA, Maria en la patrística de los siglos 1 y n, 248-263.
ámbito egipcio, donde lo hallamos en el ub tuum praesidium y en Orí# 12 Encontramos ciertamente el término Theotokos en unos 70 textos anteriores al concilio de
genes9• En las obras de este aparece cinco v ,1 t rmino, pero cuatro 1 so y, concretamente, en los siguientes autores: Alejandro (t 328) y Atanasio de Alejandría (t
173), Arrio (t 336), Eustaquio de Antioquía (t h. 337), Eusebio de Cesarea (t h. 340), Asterio
de ellas se consideran dudosas, si bien S rat \ lástico (t d. 450) ,1 ofista (t h. 341), Hegemonio (mediados del siglo IV) , Tito de Bostra (t h. 378), Basilio
(t 379), Gregorio Nacianceno (t d. 390), Gregorio de Nisa (t 392) , Cirilo de Jerusalén (t h.
nos refiere: «También Orígenes, en el prim r Iibr d los Comentarios , 6), Apolinar (t 390), Diodoro de Tarso (t 394), DIdimo elgego (t 398), Epifanio (t 403) ,
sobre la Carta ~ los romanos, al exponer por qu motiv se llama a María . veriano de Gabala (t d. 408), Teófilo de Alejandría (t 402), Atico (t 425), Teodoro de Mop-
u stia (t 428), Nilo de Ancira. Para conocer los textos de estos autores CfM. STAROWlEYSKl, Le
la Madre de Dios, abordó la cuestión muy t nsam nte» 10. litre Theotokos allant le concile d'Éphese, 237-238. Añádase que, según el testimonio de Eusebio,
I1 mismo Constantino habría utilizado el término Theotokos en su discurso en el concilio de
Nicea (\t1ta Constantini m, 43; GCS, 1, 95) . En realidad, el emperador Juliano (t 363) da el
8 Cf G. GlAMBERARDIN1, TI culto mariano in Egitlo 1, J ru 11 " 11175, 111 -122, donde el autor Iguiente testimonio en su polémica contra los cristianos: «Sin embargo, vosotros no cesáis de
estudia el título de Theotoko~ en las literaturas griega, (OPI.I y JI'''' ,110 "; M. STAROW1EYSKl, Le titre llamar a María Madre de Dios ~ QUUANO EMPERADOR, Contra los galileos, texto referido por Cirilo
~heotokos allant le concile d'Ephese, en Studia Patrislkll 111 (1 'l/N) 16.242; en el ámbito divulga- J Alejandría, Contra Iulianum, PG 76, 901; TMPM, 1,265). Cftodos los fragmentos que han
tivo: l. DE LA POTIERlE, «Theotokos»: un termine l)(lJIcllllll, rll M"dll' I R 'gina 49 (1995) 6.7 . llegado hasta nosotros del discurso Contra los galileos en GIULIANO IMPERATORE, La rinascita degli
. 9 ~or ejemplo, en Fragmenta in Le: GCS, 49, 244. 1 , ti Ihno"l!) del siglo III (Arístides, dei, Génova 1988, 293-358.
Hlp6hto y las Pseudoclementinas) están interpolad\l , 1111 IIlr qllt III dudosos los del siglo IV IJ En la disputa con Arquelao, el maniqueo exclama: «¡Jamás confesaré yo que el Señor
de Pedro y de Pierio de Alejandría, y el de 1, lit \lrlllu 1111'1 I .t,. 1111 1\¡ I ~ ili . nuestro Jesucristo salió a través de las partes genitales de una mujerl ,. (HEGEMONIO, Acta Ar-
10 SÓCRATES, Historia eclesiástica 7,32; P ) 67, HI 1\, 1MI'M, 1, 51 . El extenso estudio de helai 54; TMPM, 1,270) .
130 - Maria, srntesis de valores Marra Theotokos- 131
«El seno de la Virgen se dilata y, no obstante, permanece la barrer uedaría reducido a la nada»21. En efecto, al igual que para
del pudor; se llena el útero de la madre ... ; mama a los pechos aqu 1"1Il r el mundo está suspendido de la cadena de oro de Júpiter, así
que sustenta los astros»14. 111\ ¡ n la secuencia de las verdades religiosas y morales del cristianis-
"d p nden de que Cristo haya nacido de María22 • Sin ella, este no
«En efecto, en cuanto a la condición del cuerpo, [Cristo] estuvo en Ihr ido verdadero hombre-Dios y, por tanto, tampoco mediador de
t
3. La «Theotokos» en el concilio de Éfeso (431) IIVU lve en su enfrentamiento a varias Iglesias, en particular a la antio-
111 n ya la alejandrina, representadas entonces por Nestorio y Cirilo,
La historia del concilio de Éfeso, que actualmente es objeto de estudi '1"' ctivamente.
y revisión 28 , no agota la ingente riqueza de la reflexión teológica d Nestorio insiste en la realidad humana de Cristo y se inclina a con-
los Padres acerca de la madre del Verbo encamado; sin embargo, e I I r r la unión de esa realidad con la naturaleza divina según el modo
reconocimiento de María Theotokos salvaguarda la recta fe acerca d \Il' «inhabitación» o unión moral, es decir, como una unión de tipo ex-
misterio de la encamación y representa una importante etapa histórica !lill co o de yuxtaposición32 . Consecuentemente, a Nestorio le resulta
en el desarrollo de la teología y el culto marianos 29 . di il concebir la comunicación de los atributos de la humanidad y de
En el origen del mencionado concilio encontramos una dispu 111 divinidad, y por este motivo opone reservas expresas al empleo del
cristológica sobre la comunicación de los atributos (communicatio idio· I rmino Theotokos 33 • En la carta que envía al papa Celestino en el año
matum) entre las dos naturalezas de Cristo y, consecuentemente, «una , el patriarca expone sus objeciones a considerar a María madre del
áspera controversia doctrinal centrada en la legitimidad de llamar 11 I i .Lagos:
la santa Virgen Theotokos, madre de Dios»30. A partir del 428, cuando
Nestorio de Antioquía se convierte en patriarca de Constantinopla, «Nada menos que se han atrevido a equiparar en cierto sentido
el término Theotokos deviene en un «escándalo ecuménico» -según la la Virgen y Madre de Cristo con Dios, como si fuese divina. En
expresión de Ciril031 - porque la polémica a propósito de la expresión fecto, no temen designarla como Madre de Dios (Theotokos) [... ].
Pero, si alguien utiliza esta expresión Madre de Dios a causa de la
28 Sobre el concilio de Éfeso, además de las historias de la Iglesia y de los dogmas, Cf T.
CAMEWT, Éphese, París 1962; L. 1. SCIPIONI, Nestorio e il Concilio di Efeso. Storia dogma critica, humanidad nacida y vinculada con el Dios-Lagos, pero no a causa
Milán 1974; H. J. Voor, Das gespaltene Konzil von Ephesus und der Glaube en den einen Christus, de la parturienta, entonces nosotros decimos que esa palabra no
en Trierer Theologische Zeitschrift 90 (1981) 89-105; A. GRlLLMEIER, Gesu Cristo nella fede della
Chiesa, H/l, Brescia 1982, 823-881; A. DE HALLEUX, La premiere session du conde d'Éphese (22 e ajusta, no, a aquella que ha engendrado -porque una verdadera
juin 431), en Ephemerides Theologicae Lovanienses 69 (1993) 48-87; ID., Nestorius. Histoire
et doctrine, en Irenikon 66 (1993) 38-51 y 165-178. Desde una óptica mariológica, Cf D. FER-
madre debe ser de la misma substancia que el engendrado por ella-;
NÁNDEZ, El Concilio de Éfeso y la maternidad divina de María, en EphMar 31 (1981) 349-364; in embargo, la palabra puede ser tolerada si se tiene presente que
S. MEO, La matemita salvifica di Maria: sviluppo e preeisazioni dottrinali nei eoneili eeumenici, en
AA.W., 1l Salvatore e la Vergine-Madre, Roma-Bolonia 1981, 189-203; G. Sóu., Storia dei dogmi esta expresión es utilizada sólo a causa del templo nacido de ella e
mariani, Roma 1981, 152-170; W. GESSEL, Ephesus, en Marl..ex, vol. II, 367-370; B. STUDER, 11 inseparable del Dios-Lagos, pero no porque ella misma sea la Madre
Concilio di Efeso (431) nella luce della dottrina mariana di CiriUo di Alessandria, en S. FEUCI (ed.),
La mariologia nella eatechesi dei Padri [eta posmicenaJ, 49-67; ID., La recetione del Concilo di Efeso del Dios-Lagos»34.
del 431, en Augustinianum 31 (1990) 427-442.
29 Según B. Studer, «existen [... ) serias razones para pon r n duda este dato historiográfi. .L,lum oeeumenicum des Nestorius in kirchlich-dogmatiseher und theologiegeschichtlicher Sicht, en
co, recogido como "dogma" por tantos manuales y estudios arqu 1 gicos. ¿No se confundirá S holastik 36 (1961) 321-356.
quizá con excesiva ligereza el propter quod con el post quod, 1 cr n logía con la causalidad 32 Nestorio recurre a las imágenes del templo y del vestido para describir la unión de las na-
histórica? ~ . Studer se muestra escéptico -ante la pretendida influencia inmediata y decisiva Imalezas humana y divina en la encarnación, ofreciendo a Cirilo la posibilidad de interpretar
del concilio de Éfeso sobre los desarrollos de la mariología y d la veneración de María ~ (B. .. ,1 unión como una unión moral. Sin embargo, el patriarca de Constantinopla utiliza también
STUDER, O.c., 50 y 67. A nuestro parecer, este esceptici m s deb < 1 hecho de que el autor 1\ Imagen de la zarza ardiente y propone una unión «por medio de las esencias", y no sólo una
parece minimizar el carácter mariano del concilio, que en ambio re ulta innegable: los Padres lIlOjunción «a través del amor y de la vecindad" (Líber Heraclidis, 277).
conciliares se pronuncian expresamente en favor del título Theowkos, aunque sea en un con· 33 «... Hablando en otro lugar contra los paganos, los cuales nos acusaban de predicar que la
texto primordialmente cristológico, y esto constituye un h ho r levante para la mariología ubstancia divina fue creada recientemente en la Virgen, hemos dicho: No fue la Virgen María
y para el culto mariano. 1.1 que parió a la divinidad, ¡oh ilustrísimos! , sino que ella parió un hombre, que es el instrumen-
30 B. STUDER, O.c., 52. 11) inseparable de la divinidad~ (NESTORlO, Tragedia e historia; TMPM, 1,550).
31 CIRlW DE ALEJANDIÚA, Epist. 2 ad Nestorium, ACO, 1, l/l. 24. (A. GRlLLMEIR, Das Sean- 34 F. LooFS, Nestoriana, Halle 1905, 165-168.
134 - MarCa, sfntesis de valores Marra Theotokos- l35
Al principio Nestorio niega a María el título de Theotokos; en todo IIntr versia. El emperador de Oriente, Teodosio II, de acuerdo con su
caso, lo tolera; después, según van evolucionando su pensamiento y su (11 a de Occidente, Valentiniano m, convoca el concilio en Éfeso para
praxis pastoral, llega a aceptarlo, pero siempre unido al título de Anthro- 1dí de Pentecostés del año 431 (7 de junio).
potokos 35 , con lo que compromete gravemente la unidad de la persona irilo, al llegar a Éfeso con unos 200 obispos, decide celebrar el con·
de Cristo. En el Liber Heraclidis, obra ya tardía, Nestorio retorna a su Ili el 22 de junio del año 431, contra el parecer del comisario imperial,
originales reticencias acerca del título Theotokos y endurece su postura ( .andidiano, y de 68 obispos de varias provincias. El patriarca alejandri.
«Así que María, por naturaleza, es únicamente Madre del hombre. Ma.. nI ni siquiera aguarda la llegada de los legados pontificios y del patriarca
dre de Dios lo es únicamente por manifestación»36. Juan de Antioquía con los obispos sirios, y las sesiones conciliares, por
Cirilo mantiene ante todo la existencia del único Cristo, Verbo d ItI\t ,se celebran en ausencia de Nestorio y de sus valedores. En descaro
Dios encarnado, según ha sido transmitido por la Escritura, en quien la e e Cirilo y de su apresurada inauguración del concilio puede aducirse
naturaleza humana y la divina se hallan intrínsecamente unidas, por lo 11) avanzado de la fecha, el borrascoso clima desatado por las disputas, y
cual son legítimos la comunicación de los atributos y el uso patrístico la nfermedad y muerte de algunos padres conciliares.
del término Theotokos aplicado a María37 . Frente a las reticencias de El concilio arranca con la lectura del símbolo de Nicea. Se lee,
Nestorio, Cirilo reacciona escribiendo cartas -tres de ellas dirigidas por tanto, y se aprueba solemnemente por parte de todos los padres
al propio Nestorio- y enviando a Roma al diácono Posidonio con una (1 nciliares la carta segunda de Cirilo a Nestorio (denominada Epístola
antología de la doctrina nestoriana, al tiempo que convoca en el 430 ¡/ogmática) , considerada un documento que se ajustaba a la fe nicena.
un sínodo en Alejandría, en el cual condena la doctrina del patriarca Es necesario poner de relieve que la carta posee «un valor principal.
de Constantinopla. Lo mismo había sucedido en el sínodo romano del 11\ nte cristológico [... ] y soteriológico»39. Está centrada en la-unión de
mismo año, convocado por el papa Celestino, el cual por carta del 10 de In dos naturalezas, humana y divina, en la única persona del Verbo, lo
agosto del 430 confía a Cirilo la misión de eje ut r la sentencia contra que permite la comunicación de los atributos:
Nestorio, quien en un plazo de diez días deb r tractarse de sus falsas
predicaciones so pena de ser depuesto de u d J • «... Confesamos con fe que el Verbo, habiendo unido a sí según la
Nestorio, por su parte, escribe primerament 1Papa, y al no recibir hipóstasis una carne animada por el alma 'racional, en modo inefable
respuesta de este (tal respuesta se demorará hasta 1 año 430), se dirige y comprensible, se hizo hombre y fue declarado hijo del hombre, no
al emperador para que convoque un concili uménico que dirima la por pura voluntad o beneplácito, ni por adopción de un propósito;
y decimos que son diversas las naturalezas, aunque están conjuntas
35 He aquí algunas afirmaciones de Nestorio: . Si onsicl( n"l\ll~ más diligentemente la cues· en una verdadera unidad, pero que por ambas es uno solo el Cristo,
tión, la Virgen santa no debe ser llamada Theotokos, ino .hrUIrl!III«¡ .. (Carta a Cirilo; TMPM.
1, 547)¡ . No me opongo al término Theotokos, con tal 411 110 S I proferido en el sentido fu· el Hijo»40.
nesto de Apolinar o de Arria con confusión de las du I\"Iuml ZIl . in embargo, no dudo de
que la voz Theotokos debe dejar el puesto al término .hrislflllll<(/\, 1 ual fue pronunciado por
los ángeles y se halla referido en los evangelios .. (Carta (1 (: k' lUlO /klpa; TMPM, 1, 548) ¡ "Por
eso, también ahora proclamo abiertamente y en voz Irll (... 1 \lU In Virgen santa es Theotokos
y Anthropotokos ~ (Sermo de inhumanatione¡ ib, 552) . • 39 JUAN PABLO n, Carta . A Concilio Constantinopolitano I~ all'episcopato della Chiesa catto·
36 NESTORIO, Liber Heraclidis; TMPM, 1, 545. li a per il 1600' anniversario del Concilio di Constantinopoli e per il 1500' anniversario del Concilio
37 CfCarta 1I a Nestorio; TMPM, 1,475. di Efeso (25-3-1981)¡ EY, 7/1171ss.
38 Cf E. S CHWARTl (ed.), Collectio veronensis, 1, 6, 21 .27. 40 CIRILO DE ALEJANDRÍA, Carta 1I a Nestorio¡ TMPM, 1,474.
6 - Maria, srntesis de valores Marra Theotokos- 137
Sin embargo, la relevancia mariológica del concilio es innegable, y n acerca de la persona de Cristo y de la dignidad de María, y el pueblo
sea porque la magna asamblea encuentra su origen próximo en la dis. I r sa festivamente -según atestigua Cirilo- su gozo por todo ello:
puta sobre la Theotokos, ya porque «el título y la doctrina sobre la Theo ..
tokos, aunque carezcan del ropaje formal de una definición, conservan «Nos acompañaron en medio de alborozos hasta nuestras residencias.
sustancialmente, a pesar de todo, el valor de una definición» 41. La Carta ra de noche. La alegría era general y toda la ciudad se iluminój
dogmática de Cirilo, aun siendo de índole cristológica, contiene tres pa las mujeres caminaban con incensarios delante de nosotros. Con~
sajes relativos a María. Los dos primeros tienen por tema al Verbo, qu tra aquellos que afrentaban su nombre, el Señor ha mostrado su
«fue engendrado según la carne por una mujerj pero esto no significa mnipotencia» 43.
que su naturaleza divina haya tenido comienzo en la santa Virgen», ni
debe pensar que por ella haya sido engendrado un hombre «y que luego Esta expresión de regocijo no puede hacemos obviar los tristes casos
descendiera sobre él el Verbo». El tercer pasaje es una consecuencia dé d las destituciones de obispos que se sucedieron: de Nestorio (por parte
esta fe cristo16gica transmitida por los Padres: d los aproximadamente 200 obispos que se reunieron en tomo a Cirilo,
ti día 22 de junio), de Cirilo y de Memnón de Éfeso (por parte de 50
«Esto afirma por doquier la fe ortodoxa, esto lo encontramos en los lIt i pos, encabezados por Juan de Antioquía, el día 26 de junio), de Juan
santos Padres. Por lo cual ellos no dudan en llamar a la santa Virgen d Antioquía y de 30 obispos (por parte de los legados pontificios en el
Madre de Dios, no ciertamente porque la naturaleza del Verbo o su l ncilio, el día 17 de julio), de Cirilo, Nestorio y Menn6n (por parte de
divinidad haya tenido el origen de su ser p r la santa Virgen, sino JII n, legado del emperador Teodosio 11, durante los primeros días de
porque nació de ella el santo cuerpo dotad ,\ osto). El concilio se clausuró tristemente por decreto del emperador,
que el Verbo está unido sustancialmente»42. quien invita a los desunidos obispos a que regresen a sus respectivas
s des. Éfeso tuvo un doble epílogo: la «fórmula de unión», del año 433,
Se pasa luego a considerar la carta de Ne t ri , la que se condena; lue sella el entendimiento entre Cirilo y Juan de Antioquía44 , y «el
se destituye, finalmente, al patriarca «de tod di lni d eclesial». El em~ h ros o definición» del concilio de Calcedonia (451), donde se inserta la
perador lo destina a un monasterio de Antioqu(aj lu o, a Petraj de ahí, mención de «María Virgen y Madre de Dios según la humanidad»45.
al Gran Oasis del desierto libio, y finalment a p. n. olis, donde morirá Acerca de la acusación de ceder al helenismo que pesa sobre Calce~
hacia el 450. ti nia (concilio posterior a Éfeso), hay que precisar con A. Grillmeier
La historia del concilio de Éfeso es la r mi 11 d I triunfo de la ortodo~ 43 CIRILO DE ALEJANDIÚA, Epistola 24; PO, 77, 137.
44 Según A. de Halleux, Nestorio «habría podido firmar esta confesión de fe sin reticencias»,
I r cuanto es necesario reconocer «su profunda ortodoxia, sin que por ello se cierren los ojos a
la debilidades de su explicación teológica de la unidad de Cristo> (La premiere sessión du conci1e
d'Éphese, 86). El examen de los escritos de Nestorio conduce a exculparlo de la acusación de he-
r jfa, porque admite no sólo el titulo de Theotokos ("lo hemos utilizado a menudo> -escribe en
na a un discípulo eunuco; TMPM, 1, 549)-, sino también la unión hipostática. Sin embargo,
u teología antioquena le impulsa a oponerse a la afirmación ortodoxa «Dios nació de María»
(In memoria della santa beata Maria contro Proclo; TMPM, 1, 554).
45 Cf Concilio de Calcedonia, TMPM, 1, 526. Este concilio defiende la labo,r de los padres
efesios y anatematiza a quienquiera que «recrimine al santo Concilio primero de Efeso por haber
depuesto a Nestorio sin juicio ni indagación. (Anatema 14, ACO, IV, 1).
138 - Maria, slntesls de valores Maria Theotokos- 139
que este concilio «aparece como algo muy distinto de una tentativa fecto, la doctrina de la Theotokos descalifica cualquier forma de
helenización de la fe» porque, a pesar de servirse de términos ruC'SOlrlCC. fa monofisita o nestoriana, pues ambas rompen el equilibrio
«demuestra que los utiliza en sentido diverso, procediendo así en 1, nense entre las dos naturalezas de Cristo anulando, bien la na-
traste, más bien, con la tendencia especulativa del tiempo»46. 11 tl'za humana (monofisismo), bien la naturaleza divina (nestorianis-
de haber recordado la aversión del pensamiento griego a la idea de 1'). n retorno a las cristologías condenadas por los concilios tendría
encarnación, la Comisión Teológica Internacional hace notar que: 1111 ¡ n consecuencias de alcance para la mariología. El monofisismo
11.\ que fuera necesaria María para llenar el vacío dejado por la pérdi-
«La definición de Calcedonia trasciende radicalmente all-'\:. •.•"a.u d humanidad de Cristo, absorbida en la única naturaleza y persona
to griego. En efecto, tal definición hace que coexistan dos puntos I -Inu (desviación doctrinal no siempre evitada en el transcurso de los
vista que la filosofía griega había considerado siempre como .rr,~r,,"''' IlIs) y, por otra parte, María sería fácilmente mitificada o deificada,
ciliables: la trascendencia divina, que es el alma misma del 11 Llanto su maternidad tendría como término directo una naturaleza
de los platónicos, y la inmanencia divina, que es el espíritu de 1111\. na reducida o anulada. El nestorianismo - juzgado hoy día «en un
filosofía estoica»47. tllI! 'xto más amplio y, por consiguiente, de manera más ecuánime»50-
efecto, este nombre constituye todo el misterio de la economía» 49. finalidad soteriológica constituye su fondo», y se ciñó al momento
t n ial de la generación y del parto, sin ocuparse del «total desarrollo
I d un destino impuesto.
lluvia de oro. A estos y otros relatos se referirán Justino y Orígenes, A 1 s docetas les recuerda la constitución dual de Cristo e insiste en
cuidándose muy bien de mostrar, respecto de ellos, la originalidad de la ti plena humanidad, que procede de María:
concepción virginal de Cristo y lo razonable de esta.
A pesar de la elevada estima en que los judíos tenían a la fecundidad, «Un solo médico hay, sin embargo, que es carnal al par que espiritual,
algunos movimientos ascéticos conducen al rechaz;o del matrimonio. La ngendrado y no engendrado, en la carne hecho Dios, hijo de María
Biblia nos informa sobre la decisión de Jeremías de permanecer célibe, y hijo de Dios, primero pasible y luego impasible, Jesucristo, nuestro
en vísperas del Nuevo Testamento encontramos al rabí Simeón ben Az~ eñor»4.
zai, que renuncia al matrimonio para dedicarse enteramente al estudio
de la Torá l • De manera semejante, los terapeutas, los esenios y la misma Otro pasaje, donde se presentan los distintos artículos de un símbolo
comunidad de Qumrán, que desapareció probablemente en el año 68 d fe, acentúa la realidad de la carne de Cristo repitiendo cinco veces el
d.C., reconocen el valor de la continencia y del celibato. Filón señala udverbio «verdaderamente» (alethOs) :
que, mientras que las sacerdotisas griegas eran obligadas a observar la
continencia, las vírgenes terapeutas de Alejandría elegían libremente «Jesucristo, que desciende del linaje de David y es hijo de María;
la castidad y tenían acceso a la instrucción religiosa 2• Con todo, la gran que nació verdaderamente y comió y bebió; fue verdaderamente
tradición judía se pronuncia en favor de la maternidad y el matrimonio, perseguido bajo Poncio Pilato, fue verdaderamente crucificado y
que cumplen las promesas de fecundidad aseguradas por Yavé a Abrahán murió [... ]. El cual, además, resucitó verdaderamente de entre los
y sus descendientes. muertos ... »5.
empero del Espíritu Santo [... ]. y quedó oculta al príncipe de este J11 tino, por su parte, aporta un notable testimonio acerca de la
mundo la virginidad de María (e parthenía Marias) y el parto de ella VIrginidad de María, defendiéndola y explicándosela a los judíos ya los
(kai e toketós autes), del mismo modo que la muerte del Señor: tres I h'IS fas, remisos a aceptarla. El apologista cristiano concede un lugar
misterios sonoros que se cumplieron en el silencio de Dios» 7• privilegiado a la profecía de Is 7,14, para mostrar que tal profecía se
limpIe en la concepción virginal de Jesús, pero al mismo tiempo recha,
Para comprender debidamente este famoso texto no sirve de nada el I te interpretación mitológica de dicha concepCión:
Sin embargo, Justino rechaza que la concepción virginal Ir ne recoge el tema ignaciano del parto de María como un texto
de los mitos paganos, y sobre todo rechaza la forma teogámica que IlIIlpl jo, donde se habla también de la regeneración de los hombres y
mitos implican. Además, el Espíritu Santo, «viniendo sobre la 11 la catarsis o purificación de la madre de Jesús:
y cubriéndola con su sombra, hizo que ella concibiera, no lU';Ul,ClllILII
un comercio sexual, sino mediante el poder»12. Las categorías « 1Verbo se habría hecho carne, y el Hijo de Dios, hijo del hombre
para expresar la concepción virginal son para Justino el «signo» y (puro que, de modo puro, habría abierto aquel puro seno que regene-
«misterio»13, ya no el mito. ra a los hombres en Dios: seno que él mismo hizo puro) ... »15.
Ireneo, al igual que Ignacio, muestra un gran equilibrio a la hora d
sopesar en María la condición de madre y la de virgen, sin que el fiel d Más allá de la doble interpretación, favorable o contraria al parto
la balanza se venza hacia ninguno de los platillos. Ireneo tiene frente a vlr inaP6, queda ratificado que Ireneo sitúa el parto de María en una
sí a los gnósticos, especialmente a los marcionitas y los valentinianos, llna de pureza y misterio, que la subsiguiente reflexión patrística se
que niegan la encamación pero se inclinan a aceptar la virginidad de I ncargará de precisar:
María, pues ello corroboraría el carácter inmaterial del cuerpo de Jesús.
Ireneo, al tiempo que afirma la realidad de la encamación del Logos, no «A propósito de su nacimiento, el mismo profeta dice en otro lugar:
cede un ápice en lo relativo a la concepción virginal. En efecto, está ''Antes de que aquella que se encontraba en el trabajo del parto diera
convencido de que, si Jesús hubiera nacido de simiente humana como a luz, y antes de que llegaran los dolores, ella parió y dio a luz a un
los demás hombres, no podría considerársele sino como hombre, en cuyo varón" (ls 66,7), proclamando así el carácter inesperado y paradójico
caso quedaría inhabilitado para ser instrumento de salvación. Ahora del nacimiento a partir de la Virgen»17.
bien, como se deduce de Is 7,14:
Los testimonios de otros autores del siglo III se orientan en este mis-
«El Señor mismo nos dio el signo de nuestra salvación, el Emanuel mo sentido de la maternidad virginal de María. Constituye una excep-
nacido de la Virgen, porque era el Señor mismo quien salvaba a ción Tertuliano (t 220/230), vigoroso defensor de la realidad humana
quienes no podían salvarse por sí mismos [oo.]. Los ebionitas afirman de Jesús contra los gnósticos, quien afirma que, aunque María fue virgen
que Jesús fue engendrado por José, destruyendo, en cuanto de ellos al concebir a Jesús, no lo fue al darle a luz:
depende, una economía tan grande de Dios y haciendo que sean
vanos los testimonios de los profetas, testimonios que fueron obrados «Reconozcamos, pues, como signo de contradicción la concepción y
por Dios»14. el parto de la Virgen María [... ]. En efecto, ella parió, porque parió
desde su carne, y no parió porque no parió mediante el semen del
12 Justino, «sobre la base de la teoría del "plagio", afirma la anterioridad y la superioridad de
Moisés y de los profetas sobre los escritores y filósofos pagano " ha ta tal punto que «el mito 15lb, IV, 33,11; TMPM, 1, 173. . .
de Dánae es una "imitación de la serpiente engañosa" (Diálogo con Trif6n 69,1), es decir, del 16Algunos autores (H. Koch, J. Galot, G. Soll) se basan en la expresión latm~ ap~ 1lU1-
diablo en las comparaciones con la profeda de Is 7,14 según la Septuaginta. (M. MARlTANO, vam para afirmar un parto natural. Otros (D. Unger, W. Delius, J. A. de Aldama) , mSlsnendo en
La Vergine Madre negli seritti di Giustino Martire. Miti pagani e mistero cristiano, en S. FELlCI (ed.), purus, pure, puram, mantienen que el parto fue virginal e interpretan lo de a~ IlUlva~ ~omo
La Tnariologia nella catechesi dei Padri [eta: prenicena], 94-95. indicación bíblica del nacimiento del primogénito. Cf J. A. DE ALoAMA, Marta en la patTIStlCa de
\3 JUSTINO, Diálogo con Trifón 43,3; 84,1; TMPM, 1, 130 y 135-136. los siglos 1 y n, Madrid 1970, 216-224.
14 IRENEO, Contra las herejías m, 20,3; 21,1; TMPM, 1, 165. 17 IRENEO, Demostración de la predicación apostólica 54; TMPM, 1, 179.
148 - Maria, sfntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 149
varón, y es virgen en cuanto respecta al varón, no es virgen en rela- I Il (ccto, hay animales hembras que no se unen con los machos (así
ción con el parto» 18. IIflrman de los buitres los que escribieron acerca de los animales) [... ]
l)u tiene, pues, de inverosímil el que Dios, queriendo enviar al gé,
Es digna de tenerse en cuenta la postura de Orígenes lit r ) humano un maestro divino, lo haya hecho no del modo ordinario
quien afinna la virginidad perpetua de María y, con idéntico énfasis, s 1.. , lino que esa persona viniera a la luz de una manera distinta?».
parto natura11 9:
r enes rechaza, en cambio, la comparación del nacimiento de Jesús
«Los que afirman tal cosa quieren salvaguardar el honor de María 11 los mitos griegos de Danae o de Menalipo, «icomo recurso de un
una virginidad hasta el fin, para que aquel cuerpo, que fue C;U::; ~l\JIU. yas ,no de un historiadorl »21. Así pues, a quien crea que el nacimien,
para que prestara servicio al Verbo [... ] no haya conocido unión con 1 ,1 J sús se debiera «no ya a la Virgen María y al Espíritu Santo, sino
varón después que el Espíritu Santo descendiera sobre ella y la cu' JII y a María, a esa persona le faltaría también lo indispensable para
briera la Virtud de lo alto. Y yo creo razonable que la primicia de l r la fe »22.
pureza casta de los varones sea Jesús, y de las mujeres lo sea María:
en efecto, no sería piadoso atribuir a otra sino a ella la primicia de la
virginidad» 20. M onografías marianas sobre la virginidad
de María Ca finales del siglo IV)
Orígenes desarrolla una vigorosa apología de la concepción virginal
de Jesús, principalmente para oponerse al filósofo pagano Celso, por.. ués de los testimonios concluyentes, basados en la Escritura, de los
tavoz de los infundios que corrían entre los judí acerca de un origen 11 Ires de los siglos II,I1I acerca de la concepción virginal de Cristo por
adulterino de Jesús. En Contra Celso, Orígenes r conoce que «quienes 1I ji del Espíritu Santo, se va imponiendo progresivamente la costumbre
no admitían el maravilloso nacimiento de Jesús, inventaran algún bulo», mencionar a María añadiéndole la aposición «la Virgen», como había
pero subraya que esas personas no tuvier n la cautela de eliminar que ( ho Justino, o «la santa Virgen», siguiendo a Hipólito23 • Epifanio se
«la Virgen no hubiera concebido por obra d J ». Orígenes saca de la
zoología de su tiempo un argumento en fav r d 1nacimiento virginal de
Jesús: «lCuándo se atrevió jamás alguien a pronunciar el nombre de santa
María sin añadir inmediatamente, si le preguntaban, el título de Vir,
18 TERnJUANO, La carne di Cristo 23,2; TMPM, J, 74. U E. AL COVOLO, Riferimenti ma-
riologici in Tertulliano. Lo «SUltus quaestionis», en S. FIIII 1 (tod.), La mariologia nella catechesi dei
Padri reta prenicena], 121-132. 11 ID, Contra Celso 1,32-37; TMPM, 1,200-204.
19 «En cuanto a la Madre del Señor, la matri z (u IIhl rea 11 1momento mismo del naci- ¡¡ ID, ComenUlrio de Juan 22,16; TMPM, 1,210-2 11
miento, porque, antes del nacimiento de risto, nO Ollllllffi .1lt • ningún varón había tocado IJ María es llamada ya «santa Virgen,. en la CarUI de los apóstoles (siglo Il), de origen judeo-
su santo cuerpo digno de toda veneración. (ORIOl NI ,Hlltlllll" obre Lucas XlV, 8; TMPM, 11 Llano, que constituye uno de los primeros testimonios de la atribución a María de «ePitheUl
1,220). wntia» (G. seu, Storia dei dogmi mariani, 58). Encontramos la misma expresión en Hipólito
20 ORlCENES, ComenUlrio de Mateo 10,17; TMPM, 1, 210. En uanto a quienes han sos tero· It h. 235) y en autores del siglo IV como Eusebio de Cesarea, Crisóstomo, Epifanio, Severiano,
do que ella contrajo el matrimonio después d I nu, no 11 Iwn pru bas para demostrar su tesis; N,· lOrio, Cirilo, Agust(n .. . Hallamos el epíteto «toda santa" en ORlCENES, Horn. in Luc. 6; PG,
en efecto, los hijos que eran atribuido a Jm , 1111 hllhlllll IIIIt Ido ue
María, y no existe ningún 11, 1816; en TITO DE BoSTRA (t h . 378), CommenUlrii in Lucam (CMP, n, n . 829), y en la Vida
texto de la Escritura que lo afirme. (lo., HOfrnUa JI"'"
I U4:IU VII, 4; TMPM, 1,214). Maria atribuida a san Máximo Confesor (TMPM, 2, 196).
150 - María, sfntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 151
gen? [... ]. De esta manera, santa María recibió el nombre de Virgen' I lr 1fulgor del rayo ~so se pensaba entonces-, y la comparación
I
nombre que no se cambiará jamás»24. propi da para designar la concepción de Jesús, que tuvo lugar en el
d 1 Virgen por obra del Espíritu. El autor tiene mucho interés en
La afirmación de la virginidad de María en sus diversas fases ""Ir 1 parto virginal, ilustrado de nuevo con el símil de la concha:
abriéndose camino en medio de impugnaciones y a la vez en un
te favorable a la elección de la vida virginal. Es de destacar que, en . 1 I ( tra no se corrompe ni cuando concibe ni cuando da a luz; en
espacio de veinte años (380AOO), aparecen las primeras f' t , da a luz sin dolor una piedra perfecta. También la Virgen
marianas con carácter doctrinal, centradas en la virginidad de María 2s , ibió sin corrupción y engendró sin dolor»28.
los herejes, prefiere dejar que hable la margarita (margarítes), es decir, 'r e incorrupta». Por eso, el tratado De margarita apunta en d
perla producida por la concha. El lenguaje no es todavía preciso, '\ 1 nes. Por una parte, afirma que «la Virgen, a la manera de una
se comprende cuál es su intención fundamental: 11\ I , dio a luz naturalmente» y, por tanto, su matriz quedó «abierta».
I () ra, insiste en afirmar que «era conveniente que María perma-
«La concha, aunque no vale ni un óbolo, produce una piedra más \ j • virgen en el parto» y que, en consecuencia, ella «no perdió el
preciosa que muchos talentos de oro; así también María engendró a 11. 1 virginal ni sintió dolor. La solución se encuentra en la apertura y
la divinidad, con la que ninguna naturaleza puede compararse»27. .111 titución (por intervención divina) del seno de la Virgen, en ana-
1,1 on la concha, que se abre para expulsar a la perla y acto seguido
La imagen de la concha es muy expresiva acerca de la concepción I Iv a cerrarse. O vemos también que el autor insiste en el parto por
que se produce cuando ella encierra un cuerpo extraño, transformado en 1,,1 'l ión, sin ruptura, idea a la que alude el texto cuando atribuye a
24 EPIFANIO, Panarion 78,6; TMPM, 1,394-395.
It 1, la capacidad de «ampliar y reducir las dimensiones propias de la
2S Además de las monografías relativas a la virginidad de María, el Panarion de Epifanio
contiene la carta Adversus Collyridianos, del mismo autor, que razona sobre el culto que debe
ttibutarse a María. La obra que contiene el tratado más extenso sobre María durante los prime-
ros siglos parece ser el Adversus Nestorianos, de Leoncio de Jerusalén (siglo VI). Extenso espacio
se reserva también a María en la obra Adversus Nestorii blasphemias, de Cirilo de Alejandría (t
444), y en De Trinitate et incarnatione, de FlLOXENU DE MABBUG (t h. 523).
26 No parece necesario alejarse del ambiente sirio, porque la comparación de la perla
encuentra ya en Efrén (TMPM, 4, 102 y 105).
27 ANÓNIMO, De margarita sive adversus haereticos: CMp, n, 90. Cito de esta fuente (CMP,
n, 97-111), que es más completa que la TMPM, 4, 114-120, la cual ofrece también grandea '" Mp, n, 100.
extractos. "1 Mp, n, 103-104.
152 - Maria, síntesis de valores
Enfoque experimental-tipológico - 153
3.2. «Carta a los árabes», de Epifanio r 'um nto principal sigue siendo la consagración obrada en la Virgen
Illr 1«admirable misterio de la encarnación»33.
Epifanio de Salamina (t 403) compone entre los años 374 y 375 el
narion (Botiquín), con el cual se propone sanar con adecuados
a cuantos han sido mordidos por las serpientes venenosas o, lo que es . . «Contra Elvidio», de Jerónimo
mismo, por las 80 herejías que el autor enumera en la obra, de ahí
esta se denomine también Contra las herejías. JI¡ rtr chado con su extensa preparación exegética, Jerónimo aborda este
Epifanio, además de combatir a las coliridianas3o, la e h In en el año 383, durante su segunda estancia en Roma, a petición
también contra los antidicomarianitas o adversarios de María, q 1,· 1 cristianos, desorientados por un panfleto del laico arriano Elvidio.
«imbuidos de odio hacia la Virgen y queriendo oscurecer su gloria [oo.] t niéndose a las exactas palabras de la Escritura, Jerónimo interpreta
se atreven a declarar que la Santa Virgen María, después del 11 'us justos términos los pasajes en que Elvidio veía una impugnación
to de Cristo, haya tenido relaciones con el varón». A tales person Il' 1 virginidad de María.
Epifanio les dirige su Carta a los árabes (h. 370), donde se ocupa d Y, así, la frase «no la conoció hasta que dio a luz a su hijo» (Mt 1,25)
la virginidad perpetua de María3l . En esa epístola, Epifanio afirma 1\11 'ignifica que José «conociera» a María después del parto, porque
de acuerdo con la tradición, que María «permaneció perpetuament 111 1 cución hasta que «se emplea también a menudo para indicar un
incorrupta» y arremete contra la insensata demencia de quienes lo Ilt'mpo indefinido» (cfIs 46,4; Mt 28,20). Tampoco la expresión «dio a
niegan:
1" su primogénito» (Lc 2,7) implica que María haya tenido después
111 hijos, como se deduce de los preceptos mosaicos, que entienden
«¿Cómo se atreven a atacar a la Virgen incorrupta, que mereció llegar 1"lr primogénito el hijo primero en nacer, aunque carezca de hermanos
a ser la morada del Hijo de Dios y que fue elegida, entre millares d (Núm 18,15-17).
personas en Israel, para ser como un vaso y una morada considerada n cuanto a «los hermanos del Señor», Jerónimo recuerda que «en
digna del prodigio único que es el parto divino?»3z. 111 divinas Escrituras se emplea la palabra "hermano" con cuatro signifi-
i elos diferentes: hermano en cuanto a la naturaleza humana, hermano
Para defender la virginidad perpetua de María, Epifanio recurre a 1\ cuanto a la raza, hermano en el sentido de pariente y hermano en
interpretaciones peculiares: los «hermanos de Jesús» son hijos de un ntido cariñoso». Por exclusión, Jerónimo llega a entender «el término
matrimonio anterior de José; la expresión «primogénito» dado a luz por ti, hermano en el sentido de pariente». En efecto, el Evangelio entiende
María ha de entenderse no en el sentido de que la Virgen alumbrase más I r hermanos y hermanas de Jesús a un gran grupo, a una muchedum-
hijos, sino de que Cristo tenía otros hermanos adoptivos; en la leona que hr ; por lo cual Jerónimo tiene motivos sólidos para apostrofar así a
pare una sola vez encontramos un símbolo del parto de María. Pero el I.Ividio:
«Tú has contaminado el santuario del Espíritu Santo, del que s al uien no confiesa correctamente y según la verdad, siguiendo
pretendes que haya salido una cuádriga de hermanos o un TY\ru" ...........· n ñanzas de los santos Padres, que María es la santa, siempre
de hermanas». I ~ n e inmaculada Madre de Dios, por haber concebido, bajo la
Finalmente, Jerónimo se distancia de la «hipótesis propuesta , 11 m do especialísimo pero real, al mismo Dios Verbo, el cual fue
muchos con una temeridad que no tenía nada de piadosa» acerca de ,, 1 ndrado por el Padre antes de todos los siglos; que lo engendró
diversas mujeres de José: ,1, m do incorruptible, conservando intacta su virginidad, incluso
h !'t l ués del parto, sea condenado»36.
«Afirmo que también José permaneció virgen gracias a María, a
de que un hijo virgen naciera de un matrimonio virginal»34. ( ( \In se aprecia en los discursos de Martín I en el concilio, el canon
, r ) va dirigido contra Teodoro de Farán, que interpretaba el parto
En el año 383 Jerónimo retoma el asunto, esta vez en contra de in, 1 a la manera docetista. El papa subraya la maternidad real de la
viniano, un ex monje que combatía el ideal de la virginidad y negab ''''IlWkos y a la vez el carácter prodigioso de su parto, que anula las leyes
el parto virginal de María. Jerónimo compara el seno de María con el turaleza y «no disuelve en lo más mínimo la integridad virginal».
«huerto cerrado» (Cant 4,12) y con el «sepulcro del Salvador», dond ncilio de Letrán no es formalmente ecuménico. Sin embargo
«no se había enterrado jamás a nadie, ni antes ni después de él»35. se desprende del estudio de M. Hurley37_, con la recepción uni~
I ,1 de los cánones definidos, por expresa petición epistolar del papa
mujeres cristianas. y, sin embargo, los Padre uperan esta aporía ""u-nl'u", i que se imparte con ayuda del Cantar de los cantares
un proceso de espiritualización en virtud del cual los seres humanos autizados perciban su desposorio con Cristo y su vocación
bes sean semejantes a María39 , y proponiendo a las vírgenes cristiana 11,11 I pendientemente de cuál sea su estado de vida. Con mayor
ideal de una castidad acompañada por una maternidad espiritual40 • , h·, vírgenes anticipan los últimos tiempos mediante la respuesta
IlIldll, omo precisa Jerónimo en la carta que escribió a Eustoquio,
I I nula:
4.1. Originalidad de la elección cristiana
mi nza entonces a ser acá abajo cuanto serás allá arriba. Enton-
El fenómeno de las vírgenes cristianas y, paralelamente, el de los 'It ntirás la voz de tu Esposo: "Ponme como un sello en tu corazón,
que se retiran al desierto de la Tebaida a vivir el celibato, es interpretado 1 un ello en tu brazo". Fortalecida a la vez por tus actos y por tus
diversas maneras. No faltan historiadores, como R. Minnerath, que I ,\lui ntos, exclamarás: "Las grandes aguas no pueden extinguir
de explicar el fenómeno derivándolo del ámbito de las «escuelas más I ¡lIl1m, ni los torrentes inundarlo"»43.
rígidas y formalistas del pietismo judío y de la ascética griega». En re~IU.a.
no se puede negar que, ya durante los primeros siglos cristianos, au(u"'....
grupos de montanistas, marcionitas, maniqueos ... , todos convencidos María, iniciadora y modelo de virginidad
fensores de la visión dualista del mundo, que condena el cuerpo y el
monio, mira con serio recelo la sexualidad y exalta la continencia. 111 IS de hacer referencia a Cristo, la espiritualidad que se desarrolla
La gran Iglesia se distanció de estas doctrinas de corte ¡:'H''''''''.<_ \tilO las vírgenes se inspira en la figura de María, presentada como
pero quizá experimentó por contagio cierta influencia de ellas, 1m y modelo. En este ámbito sobresalen dos padres: Atanasio y
«permanecerá fuerte la tentación de celebrar la virginidad, 11. i ,autores de sendas monografías sobre la virginidad.
del matrimonio su renuncia"41 . Aun así, la originalidad de la io de Alejandría (t 373), en su atribulada existencia, dividida
cristiana es indudable, como puntualiza Juan Crisóstomo: l I destierro y los cuidados pastorales de su Iglesia, manifestó siem-
y la vida de María Madre de Dios or, t¡u conoce bien a toda la creación, no vio nada semejante a
y norma de vida celestial» 44. 11 a. B r eso la eligió como madre. Así que, si una muchacha quiere
lile la 11 men virgen, debe asemejarse aMaría» 47.
María es ejemplo en particular para las vírgenes, que siguen
mismo tenor de vida, de tal manera que un día el Señor las otI:ecen Id, mos que esta descripción fue repetida y perfeccionada por
al Padre diciendo: «¡Todas estas fueron y son como María, l' ¡()48 Y Ambrosio, que de modo providencial vieron en ella un
mía!»45. lo p dagógicamente necesario para la asunción existencial del
En un esfuerzo de inculturación, Atanasio y, después de él, r ti la virginidad. Pero ello se hizo a expensas de incurrir en una
presentan una imagen de María hecha a la medida de las vírgenes, r t ción sesgada y de recurrir a cierta manipulación de la vida
curriendo en su retrato en anacronismos o en afirmaciones sin li a de María, aunque tal cosa se hizo con miras a conseguir un
bíblico, si bien hay que reconocer que ellos no inventaron esta Up'VllJ"'1III
mariana, presente ya en el obispo Alejandro: "1 rtación de Ambrosio de Milán (t 397) a las reflexiones sobre
I
nos dio a luz sin un lamento»51. Ahora bien, Ambro io se complace mhr i, al contemplar el ejemplo de la Virgen, se siente impulsado
presentar a María como modelo de la condición virginal:
«Séanos, pues, propuesta la virginidad, como en una efigie, en la S 'a, pues, alabada María, que exaltó la bandera de la sagrada
de María, en quien, como en un espejo, resplandece la belleza de '11 ginidad y enalteció hasta Cristo el estandarte de una perfecta
castidad y su ejemplar virtud»52. 1 11. idad»55.
Inspirándose en anteriores escritos, Ambrosio traza un retrato <>cr,;";,,,,,, m r sio pasa luego a refutar a quienes «se atrevieron a negar que
de María que en parte se aleja de los evangelios, y en parte amolda 11" IM ría] se haya mantenido siempre virgen», resolviendo las dificul~
datos evangélicos a las exigencias de la vida de las vírgenes del siglo 1,. , I ducidas de la Escritura, a considerar a María virgen perpetua,
11111) había hecho ya Jerónimo. En cuanto al parto virginal, Ambrosio
«María era virgen no sólo de cuerpo, sino también de mente, y nti ne la teoría del uterus clausus basándose en Ez 44,1~3, y nos re~
falseó jamás, con dobles intenciones, la sinceridad de sus afectos. It . d nuevo a la carta colectiva dirigida al papa Siricio, en la cual se
milde de corazón, reflexiva, prudente, no locuaz, amante del "'''LUUI_ lIma en la defensa de la virginidad perpetua de María, en contra de
divino, no depositaba su esperanza en las inestables riquezas sino
la oración de los pobres [... ]. No se decidía a salir de casa, a no
para dirigirse al templo e incluso entonces lo hacía en compañía
sus padres o de sus parientes»54. «La virginidad de santa María
en contra de quienes la niegan»,
51 AMBROSIO, Exposición del evangelio de Lucas, 2,7; PL, 15, 1635-1636. CfM. S. DUCCI,
della tipologia mariana in sam'Ambrogio e suo rapporto con lo sviluppo storico e dottrinale, de IIdefonso de Toledo (t 667)
1971, f. XL-257 (tesis fotocopiada. Un extracto de ella se publicó en Bogotá 1971); S. rlJl,l,J\UIU'
FLÓREZ, Maria, modelo de la Iglesia en san Ambrosio, en EstMar 39 (1974) 55-77-
52 AMBROSIO, Las vírgenes 2,6; TMPM, 3, 163. ti\ bra constituye la más extensa monografía mariana del primer
53 De manera semejante se observa en Ambrosio un ci rt abor estoico en el modo en q
describe la actitud de María al pie de la Cruz: "Leo que Mar(a e taba presente, no que estulvielra, II1 nio cristiano. Su género literario es difícil de clasificar: no es un
llorando~ (AMBROSIO, De obitu Valentiniani consolatio, 39; EL, 73, 248). La corriente 11,\ do científico», no es una «homilía» ni un «sermón», sino más bien
cristiana, que reaparece de vez en cuando a lo larg d lo igl ,sobrenaturaliza la figura 57
María insertándola en la órbita histórico-salvífica, pero n 11 la asemeja al filósofo estoico, que 111,\ «reflexión personal» para destinatarios individuales . Se trata de
permanece inconmovible mientras el mundo se derrumb , .impavidum ferient ruinae» (HORA~ 1\11 reflexión sui generis: es, ciertamente, apologética, porque Ildefon~
Odas m, 3,8). Ambrosio presenta a María al pie de la ru: on arreglo a esta actitud, sin llantos¡
con entereza de ánimo: "Mientras los apóstole hu(an, Muria, c n una actitud que no U",.u~.. 1, dirige contra tres adversarios de la virginidad de María, a saber,
para nada de la Madre de Cristo, permanecía imp vidu I pi d la cruz y contemplaba con
piadosos las llagas del Hijo, porque ella aguardaba, no I¡I mu rt d su prenda querida, sino la viniano, Elvidio y un judío indeterminado, a quienes no escatima
vación del mundo» (AMBROSIO, Exposición del Eoon¡¡elú) ~l/UI\ Lucas, n. 132; TMPM, 3, 192).
el obispo de Milán no pretenda negar a Maria la 1 grlmil' d la -mujer fuerte», sino más bien 1 ID, La educaci6n de las vírgenes 34; TMPM, 3, 168.
lágrimas que expresaran un dolor demasiad hum no. Mi ntr, que Santiago de Sarug habla AMBROSIO, Carta 42 (a Siricio) 5; TMPM, 3,197-198. Ambrosio participa en el concilio
«cuántos gemidos y cuántas lágrimas de dolor d mIRlAn lI\ u nj »(Sermo de transitu Dei l Il'TI1LTU"ft ( I1pua (392), que condena a Bonoso, quien negaba la virginidad perpetua de María. Cf G:
Mariae, en Oriens Christianus 5 (1965) 92), v mI qut' 1m R()mano el Cantor el Hijo CruICillC:a<a • I ROO-F. RUOTOLO-S. TANZAREUA (eds.), XVI centenario del concilio de Capua 392-1992. Atn
recuerda con sus palabras a la Madre: cA ti no I orr roml' I llanto; tú, que has sido I, rmvegno internazionale di studi mariologici, Capua-Roma 1993.
la llena de gracia, no oscurezcas ese título con 111101 nlo- (Ilimno 5; SC, 128, 166). 1 J. M. KÓSTER, Ildefons von Toledo als Theologe der Marienverehrung, en De cultu mariano
54 AMBROSIO, Las vírgenes 2,6; TMPM, ~, \(¡\ 1M. 11. l/lis VI- XI , m, 198-1-99.
162 - Mana, slntesis de valores Enfoque experimental-tipológico - 163
improperios. Pero su reflexión es también una plegaria: dirige sen \" In m ternidad de María «más maravillosa que todos los milagros,
oraciones a Dios, a jesús y a María, con un ritmo obsesivo inasequible lr, cualquier otra obra, más augusta que cualquier otro prodigio»
desaliento. A Ildefonso le agrada la paradoja y, así, amalgama a"I-}~\..LV.; 1, 14) t Ildefonso ruega al ángel Gabriel que le haga partícipe de su
heterogéneos y antagónicos: 1111 ¡mi nto «acerca de la Madre de mi Señor» (11,14).
El autor está convencido de que María forma parte esencial del .. 1'1) efecto, queda referido al Señor lo que se refiere a su sierva; re~
de Dios, y oponerse a ella conduce a la gehena (4,4). Hace referenc' dllJ'tda en su hijo lo que se atribuye a la madre; [... ] constituye una
constante a la Biblia, a fin de asentar sobre cimiento sólido las ala:banz¡., .Ioria del rey el honor que se tributa a la reina» (12,7).
a María y, sobre todo, para fundamentar en la Escritura su serie de ar"
gumentos en favor de la virginidad perpetua de la Madre de jesús.
valedor mariano no transige un ápice con sus adversarios; de lo "''-'',n_,~ '
rio, injuriaría a Dios, autor del «prodigio inestimable, incomprensible,
inefable» de la maternidad virginal:
58 I LDEFONSO DE TOLEDO, Ubm sobre la virginidad perpetua de María contra tres negadores, I,
4; TMPM, 3, 650.
Capítulo VI
g
delo poético
stupor religioso ante el misterio de la \1rgen Madre
. Área si ríaca
1m, que era provincia del Imperio romano, se vio sometida, al me,
n parte, por los persas. La Iglesia siríaca, aun siendo vecina de
'riega, muestra una gran vitalidad, alimentada por una profunda
111 I ¡ración bíblica y por la tradición judeocristiana. En tal contexto
111 ' n poetas al servicio de la liturgia entre los que se distinguen Efrén
hija de David, que parió la vida para el mund 1 11 ·C cto, tú eres el Hijo de Dios y el Hijo del hombre,
Quien ama, la admira, pero quien investiga se avergüenza y calla, Illij de José, el Hijo de David y el Hijo de María»3.
porque no se indaga sobre la Madre que parió con sus senos v'
nales, Imitar a Efrén en elegancia de estilo e inspiración poética, Santiago
siendo sublime su explicación. Snrug expresa sus intuiciones sobre la Virgen en valiosas homilías
No atenten los investigadores contra su Hijo»!. V ~ r ' . Asombrado ante su «belleza inenarrable», fruto de la gracia
Dios la ha colmado, él canta a María, «castillo de santidad y de
Efrén considera improcedente abordar el misterio con
racionales y prefiere captar el misterio a través de los símbolos:
IJ mor me mueve y me hace hablar de María, que es bella,
«María es el jardín sobre el cual el Padre envió la lluvia de la y In ltura de las palabras sobre ella es mayor que yo, y, lcómo haré?
ción [... ]. ( 1, maré abiertamente que yo no fui ni soy adecuado para ella,
Ella es el templo puro en el que moró Dios, el Gigante de los siglos y n amor me dedicaré a narrar el misterio de María, que es excelsa.
María es la vid que brotó de la raíz bendita de David [...]. S61 el amor no decae cuando habla, porque
Ella es la vaquilla amable que sobresale entre el rebaño del ... .,. . . . rH..... t'. amable su excelencia y da riquezas a quien lo escucha.
Abrahán [...]»2. • n maravilla hablo de María, mientras yo soy temeroso,
porque la hija de los terrenos llegó a medida suma»4.
Efrén ofrece una honda interpretación llena de lirismo de los
timientos de María ante su hijo, que es también su Dios. Se trata Madre de la vida», «puerto de misterios y nave nueva llena de ri-
«arrullos» de amor, que en absoluto tienen un tono almibarado; It Z s», la Virgen es el honor de todas las mujeres, y su contraste con
bien en ellos alienta una gran densidad teológica: \ nducta de Eva da mayor realce a su comportamiento sabio ante el
1I r 1:
«Mi boca vacila: ¿cómo te llamaré, oh Hijo del Dios vivo?
Si me atrevira a llamarte hijo de José, me echaría a temblar, _Por ella se hizo que las mujeres no se enrojecieran,
porque tú no eres simiente suya. y e desvaneció de las naciones la ignominia de todas las mujeres»5.
Por otra parte, no me atrevo a rehusar su nombre,
porque él fue quien se desposó conmigo.
Tú eres el Hijo del Dios único.
¿Podré quizá llamarte hijo de muchos?
Mil nombres no bastarían
para hablar de ti claramente.
I EF~, Himnos sobre la Natividad; TMPM, 4, 99.
4 ANllAGO DE SARUG, Homilía sobre la bienaventurada Virgen Madre de Dios María; TMPM,
I EF~, Himno en memoria de la Madre de Dios, 1; TMPM, 4, 88. , 147.
2 lb, 89 y 91. 1 lb, 155.
168 - Maria, sfntesis de valores Modelo poético - 169
2. Área latina «¡Oh noble Virgen, que has llegado al final de tus dolores!, ¿no sien~
t s crecer en ti la incorrupta gloria del pudor, a causa de tu admirable
Es característica común de los poetas latinos cristianos, desde J p rto? ¡Oh cuántas cosas gozosas encierra tu seno virginal, del que
hasta Sedulio, la referencia poética a María, siempre sobre un procede una nueva era y un áureo esplendor! Aquel gemido llegó
cristológico, sobre todo en la celebración de la Natividad. mo el comienzo de un mundo primaveral. En efecto, entonces el
Comienza el español Juvenco, hacia el año 330, con Libros de mundo renació y desechó el impuro letargo ... »10.
evangelios una paráfrasis poética en la que dibuja a María sobria y
cada, pero a la vez coprotagonista junto a Jesús en los misterios en A Prudencio le debemos los primeros atisbos de una relación esponsal
está presente 6• Viene luego Hilario de Poitiers (t 367) con el Himno lItre María y el Espíritu Santo, descrita con una delicadeza máxima, no
Cristo, que celebra el seno preñado de santa prole, y el Himno de la nta de vigor expresivo, y con un estricto respeto de la virginidad:
tividad, que menciona el «parto de la Virgen»7. Después encontramos
obra del más egregio de los poetas cristianos latinos, Aurelio «El poder divino, con su soplo genuino, hizo que fueran fecundas
(348~d. 405)8, quien describe a María como la mujer del .......r' ..r..'''''.,,~ las castas entrañas de una jovencita que no había conocido aún el
que aplasta la cabeza de la serpiente: álamo nupcial. La desconocida novedad de semejante nacimiento
induce a pensar que el Cristo, nacido en estas condiciones, es Dios:
«Aquel antiguo odio, aquel mortal conflicto entre la serpiente una virgen no desposada se desposa con el Espíritu sin experimentar
el hombre, ha terminado ya, porque aquella víbora cae al 1 vicio del amor. Su virginidad queda bien sellada: dentro está em~
destrozada bajo el pie de la mujer. En efecto, la Virgen, que barazada, pero' exteriormente sigue estando intacta. María es a la vez
llevar en sí misma a Dios sobre la tierra, destruye todos los floreciente y pudorosa en su fecundidad. Ya es madre; sin embargo,
mientos, mientras la serpiente, después de haber retirado todos igue siendo virgen, madre que no ha conocido varón»ll.
anillos, vomita lentamente el veneno, confundiendo su color con
verde de la hierba ... »9. e Sedulio, otro poeta cristiano del siglo V, tenemos el célebre Saludo
., María, a la que exalta como protagonista de la salvación, mujer única
Con ornatos retóricos, el poeta saluda a la Virgen Madre, V in parangón. Este saludo constituirá el introito de la misa sabatina de
esta da a luz a «nuestra salvación», de modo admirable pero con
dolores de rigor, y está viendo en el nacimiento de Jesús el despuntar
una primavera para el mundo: ~ Salve,¡oh Madre santa! Tú, que has engendrado al Rey que go~
bierna el cielo y la tierra por los siglos, aquel cuya divinidad y cuyo
dominio lo abarcan todo en un espacio eterno y perduran sin fin.
6 Textos marianos de Juvenco en TMPM, 3, 90-94. Tú posees en tu seno bienaventurado los gozos de la maternidad,
: HIlARlO DE Po mERS, H~mno 1, 5-8 e Himno sobre Cristo, 11 -13; TMPM, 3, 137.
Cf 1. RODRlGUEZ, ~aTlOlogfa en Prudencio, en EstMar 5 (1946) 347-358; ENRIQUE no desligados del honor de la virginidad. Ni antes ni después de ti,
SAGRADO C ORAZÓN, Aure/¡o Prudencio y el culto mariano en la España primitiva en De
cultus mariani, V, 145-178. ' 10 lb, 11, 53-64; TMPM, 3,2 14.
9 PRUDENCIO, Cathemerinon, 3,136-155 ; TMPM, 3, 214. 11 PRUDENCIO, Apotheosis , 464-580; TMPM, 3, 216. El pasaje está citado poda Me, 26.
170 - Maria, sfntesis de valores Modelo poético - 171
ninguna otra mujer apareció semejante ti. Tú, mujer única y sin ",v, nid con el arcángel Gabriel, dirijámonos también nosotros a la Vir-
comparación, agradaste al Cristo»l2. ~ n y expresémosle el saludo como a Madre y nodriza de nuestra vida:
1\ es prerrogativa exclusiva del comandante el saludar a la Reina, sino
Expresiones semejantes, que destilan un admirado asombro ante el qu también los humildes pueden verla, hablar con ella, Madre de Dios,
prodigio de la concepción y del nacimiento virginal de Cristo, encon.. 1 quien todas las generaciones proclaman bienaventurada, Y decirle:
tramos en las composiciones poéticas de Paulino de Nola (t 431) y
Venancio Fortunado (t h. 600). Este último, basándose en el salmo 86, "¡Ave, pura! ¡Ave, Virgen elegida por Dios!
identifica a la Madre Sión con María: ¡Ave, oh piadosa! ¡Ave, amable y bella!
¡Ave, llena de gracia! ¡Ave, intacta!
«¡Madre Sión!, dirá un hombre; ¡Ave, incontaminada!, ¡Ave, Madre desconocedora de nupcias!
y aquel hombre nació en ella [... ]. ¡Ave, Virgen y esposa!"»14.
y añade: el Altísimo mismo
es quien la ha creado. A semejanza de Efrén, vemos que Romano presenta a María «entre-
Esta madre Sión nda a cantar a aquel a quien ella había traído al mundo», en un arrullo
fue la Virgen María» \3. ntido y de intenso aliento teológico:
«T Ú eres mi fruto, tu eres mi vida. Por ti supe que soy lo que soy; tú
3. Área griega eres mi Dios. Contemplando el sello inviolado de mi virginidad, yo
puedo proclamar que tú eres el Verbo inmutable que ha llegado a
La himnología griega manifiesta una gran vitalidad que se prolonga encarnarse [... ].
durante varios siglos, participando en ella célebres poetas, cuyas obras No traiciono la gracia que he experimentado, ¡oh Maestro! No
no cesan de abastecer a la liturgia bizantina. ignoraré la dignidad que se me ha concedido al darte a luz, por la
Romano el Cantor (t h. 560) alcanza cumbres líricas sublimes cuan.. cual llego a ser la Reina del mundo»15. '
do celebra con su canto el misterio del nacimiento virginaL, y cuando
describe el diálogo dramático entre la Madre y el Hijo crucificado. El himno más conocido de Romano canta a una María aplastada de
En el himno sobre la Anunciación, Romano introduce los denomina.. dolor, al pie de la Cruz; es la corderita que ve cómo arrastran a la muer-
dos chairetismos o invitaciones al gozo inspirados en el Ave de Gabriel, te al corderito brotado de sus entrañas. El diálogo entre madre e hijo,
así como también el estribillo del Akathistos: «¡Ave, Virgen y esposa!» . profundamente humano, es rico en referencias salvíficas:
El discurso poético fluye sin afectación e invita a pequeños y grandes a
saludar a la Virgen: «Yo pensaba que jamás te vería reducido a este estado, Hijo, ni ha-
bría creído jamás que los impíos llegaran a tanta ferocidad, que se
12 SEDULlO, Carmen Pascual, 2. 63-69; TMPM, 3, 425. 11 R OMANO EL C ANTOR, Himno 1 sobre la Anunciación, 1; TMPM, 1, 697.
13 V. F ORTUNATO,En loor de Santa Maria (23-26); PL, 88, 276. 15 ID, Himno II para la Navidad, 1-2; TMPM, 1,709.
Modelo poético - 173
) 72 - Maria, slntesis de valores
atrevieran a poner injustamente sobre ti su mano. Aun ahora u .< oradores brillantes como peces son mudos para ti, Madre de
pequeños siguen exclamándote: "iTú eres bendito!". Y el camin I i ; son completamente incapaces de decir el modo en que tú eres
sigue estando lleno de palmas [... j. ¿Cuál es entonces el motivo d Virgen y Madre. Pero nosotros, que admiramos el misterio, cantamos
tanto mal? iYo quiero saber, iay de mí!, por qué mi luz se extingue, 'on fe:
por qué se clava a una cruz a mi Hijo, mi Dios!
... ¿Por qué lloras, oh Madre? ¿Por qué pierdes la cordura como las ''Ave, sagrario de eterna Sabiduría.
otras mujeres? ¿Por qué no iba yo a sufrir? ¿Por qué no iba a encontrar Ave, tesoro de su Providencia.
la muerte? Pero entonces, ¿cómo iba a rescatar a Adán? [... ] Exclama, Ave, tú que revelas que los doctos son ignorantes.
más bien, esto: "Por su voluntad sufre mi Hijo y mi Dios"». Ave, tú que a los oradores impones silencio.
Ave, para ti son tontos los sutiles doctores.
Ante el temor de María de que Jesús emerja del sepulcro y sin más Ave, por ti quedan desacreditados los autores de mitos.
preámbulo ascienda al cielo, el Hijo asegura a la Madre que la primera Ave, tú que deshaces las argucias de todos los sofistas.
aparición del resucitado será para ella (un tema muy querido de la pie~ Ave, tú que llenas las redes de los pescadores.
dad oriental) : Ave, tú que nos levantas de una profunda ignorancia.
Ave, tú que eres faro de ciencia para todos.
«iÁnimo, Madre! Tú serás la primera en verme a la salida del sepul~ Ave, tú eres barca de quien quiere salvarse.
cro [... j. Y entonces, Madre, tu podrás contemplarme como antaño, Ave, tú eres puerto para quien flota en la vida.
Eva viva, y exclamarás con gozo: "iHa salvado a mis abuelos, mi Hijo iAve, Virgen y esposa!"»l?
y mi Dios!"»l6.
ejando a un lado a otros célebres poetas, como Juan Damasceno
Pero la joya más preciosa de toda la producción himnográfica bizanti~ (1 749) y Teófanes Grapto (t 845), mencionaremos al siciliano Giuseppe
na es el himno Akathistos, acróstico alfabético de 24 estrofas, compuesto Illnografo (t 886), cuya obra poética se hizo un hueco en los libros litúrgi-
l () griegos. Con extraordinaria sensibilidad, el poeta canta los gozos y los
por un autor anónimo entre los siglos V-VI y celebrado comunitariamente
desde el siglo VIII, en tiempo del patriarca Germán de Constantinopla. d llores de María, «esposa de Dios», desde la generación del Hijo divino
Las 12 primeras estrofas tienen carácter narrativo y celebran los misterios ha ta su congoja en la pasión ante los sufrimientos del fruto de su vientre:
de la infancia; las otras doce cantan temas dogmáticos, como el misterio
de la encamación y la dignidad de la Theotokos. Las 24 estrofas termi~ «La boca de un orador no podrá narrar, ioh esposa de Dios!, el ine-
nan con el aleluya y luego con una serie de chairetismos, en los que el narrable prodigio de tu parto: en efecto, tú engendraste al Inaprensi-
himnógrafo ensarta un rosario de epítetos y símbolos dedicados a María, ble, y llevaste en tus brazos a aquel que con sus brazos domina todas
inspirándose frecuentemente en la Biblia o en lo cotidiano, como puede las cosas» 18.
comprobarse por la siguiente estrofa, centrada en el parto virginal:
17 Akamistos XVII; TMPM, 1,959. Sobre este himno, CfE. M. TONIOLO, «Akathistos». Saggi
,11 critica e di teologia, Roma 2000.
16 ID, Maria al pie de la cruz, 2,4,12; TMPM, 1,723 y 725. 18 JOSÉ EL HIMNÓGRAFO, Canon penitencial del lunes, Oda V; TMPM, 2, 702.
174 - Mana, srntesis de valores
vez en tomo al 167, cuando Sinforiano se ni ga a p rticipar en ella y la base de estas analogías nominales, iconográficas y cultuales,
adorar al ídolo, y por esta causa es martirizado; la segunda, a l rr medios intelectuales y en el área protestante se halla muy
del obispo Simplicio (t 418), quien al encontrar la carroza con la ""LQL .... mliJ la especie de que María es la heredera de las grandes diosas
de la diosa y ver al pueblo que imploraba la fertilidad de los '-U""JA.'_ l. antigüedad, es decir, que vino a llenar el vacío dejado por Isis o
hace la señal de la cruz y consigue que el ídolo se precipite al sue Il II'O. Para Christa Mulack, María es sin ningún género de duda un
de donde los fieles no logran levantarlo. El corolario de la escena es 111\ ) de Isis, hasta el punto de que llegó a convertirse en la «diosa
conversión de los presentes y su bautism04• 1\ del cristianismo, y cita en auxilio de su tesis a J. Campbell, K.
Sorprende a los especialistas el hecho de que se asignen a Isis, I 11 r, J. Leipoldt y W Weber, que son del mismo parecer".
va, Deméter... títulos como reina, dolorosa, virgen y madre de Dios, Ir especialistas niegan que el culto a María haya podido proceder
minaciones que más adelante irá asumiendo como propias María5 • l·, nder del de Isis o de la Gran Madre mediterránea. Y lo hacen
A las diosas madres se les edifican templos suntuosos en di 1I I e en los Padres y en su virulenta denuncia de la impiedad de
localidades que se convierten en metas de peregrinación. A esas 1\11 terios paganos, y esgrimiendo el principio de que «la semejanza
los devotos les dirigen oraciones y súplicas y les manifiestan su l p r fuerza dependencia»12. El resultado del estudio realizado por
en los pinakia (tablas conmemorativas) y en los exvotos anatómico Borgeaud nos dice que «no se trata de la idea de una herencia
El esquema tripartito de invocación, aretología (lista de las virtudes) y (, sino, por el contrario, de una contraposición y de un debate
súplica6 de la célebre oración dirigida a Isis por Apuleyo reaparece Il dos figuras enteramente diferentes»l3.
la «santa oración» que Dante Alighieri pone en boca de san Bernardo. I i\ historia ofrece una solución a este conflicto, distinguiendo diacró-
«Virgen, Madre, hija de tu Hijo ... »7. IIn nte dos fases diferentes.
En cuanto a la iconografía, numerosos hallazgos arqueológicos n I n un primer momento, durante los cinco primeros siglos cristianos,
ofrecen monumentales estatuas de diosas u otras de dimensiones má I ¡I Gregorio Magno, la actitud de los cristianos hacia lo pagano era
modestas que documentan la universalidad alcanzada por su culto. Las • pulsa, por cuanto consideraban impuros o diabólicos los templos y
diosas responden a diversas tipologías. Conoció gran difusión la de Isis I del paganismo, de modo que es inverosímil la sustitución inmediata
dando de mamar a Horus, y la Perséfone de piel oscura, que luego re .. un culto por el otro. La medida de esta repulsa la da el hecho de que
crearán, respectivamente, las representaciones de María lactans 8 y de I hgipto la sustitución del culto pagano por el culto cristiano acarreó
las Madonas negras 9• d • trucción de todos los templos de la antigua religión. Tal fue el pro-
4 Cf H. LEClERCQ, Symphorien, saine, en Dictionnaire d'archéologie chrétienne et de liturgie 15
I r del emperador Teodosio, quien abolió el paganismo y convirtió los
(1953) 1812-1817; GREGORlO DE TOURS, Uber de gloria confessorum 77; PL, 71, 884.
5 Cf G. RAGOZZlNO, Titoli mariani suggeriti da cuui precristiani?, en Asprenas 26 (1979) 275-295.
6 ApUlEYO, Metamorphosis 11, 2. f F. HEILER, Storia de/le religioni n, Florencia 1976, 121-122. Cf también M. P. CARROl,
7 Cf E. AUERBACH, La preghiera di Danee alla Vergine (Par. XXXllI) ed antecedenti elogi, en Studi ( .alt of the Virgin Mary. Psychological Origins, Princeton 1986, 100-112; AA.W., Le Grandi
su Dante, Milán 1974, 263-292. 1, Milán 1989; S. BENKO, The Virgin Goddess. Studies in the Pagan and Christian Roots of
8 Cf M. FAVA, Maria lactans: origini e sviluppi di un'iconografia tra antichiul e Medioevo, en , Nueva York-Colonia 1993.
W DALL'AGLIo-E. VIDAU (eds.), La Madre di Dio per una cultura di pace. Atti del 10> colloquio MULACK, Maria vergine e ribelle: la dea nascosta del cristianesima, Como 1996, 112 (ori-
internazionale di mariología, Santuario di Santa Maria della Steccata, Parma 19-21 aprile 2001, "lemán, Maria. Die geheime Gottin im Christentum, Stuttgart 1985).
Roma 2001,111-155. I f J. DANIÉLOu, Le culte marial et le paganisme, en MARIA, l, 159-181; G. S6lL, Storia dei
9 CfK. SCHREINER, Vergine, Madre, Regina. 1 valti di Maria nell'universo cristiano, Roma 1995, mariani, 120-122: E CUMONT, Le religioni orientali nel paganesimo romano, Bari 1917, 19.
133-152. 11 P. BoRGEAUD, La Mere des dieux. De Cybele a la Vierge Marie, París 1996, 9-10.
178 - MarCa, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 179
templos de los dioses en «iglesias y hospitales para los peregrinos», trategia pastoral de Gregorio es respetuosa para con la entraña
pués de haberlos destruido. El patriarca Teófilo de Alejandría "lid del sentir humano -al que, incluso en lo religioso, le gusta
ras de tierra el santuario de Canope para construir sobre el terreno el l 'Ir la novedad en la continuidad-, y no rehúye acomodar, con la
nasterio de la Penitencia. Rufino, que vivió en Egipto durante la ~Anrlln,'" 1 la prudencia, el mensaje evangélico a los distintos entornos cultu-
mitad del siglo IV, da el sigiente testimonio: «Los edificios públicos y d nde se proclama.
templos de la antigua superstición son ahora viviendas de los m<)llles •• " hlO es aplicable sin duda al culto de María, fenómeno cristiano
También en Roma, Gelasio 1 condena en el 495 la fiesta de los .... 1-,....... 1,) a la proclamación del Evangelio, pero que responde también a
les, que se había transformado en ocasión para la obscenidad, y <:;Jl.l.l<:;lIiYl 111 linación del hombre hacia la polaridad religiosa femenina, como
esta condena a todos los usos paganos, a los que tacha de costumbres lIi taba en la zona del Mediterráneo el culto a la diosa madre. No
diablo l5 • Esta aversión hacia lo pagano y sus recintos sacros avala '111 e, si cabe hablar de «transposición» de títulos e iconografía de
tra postura de que, al menos durante algunos siglos, no es verosímil '1 María, esta será puramente formal, pero el contenido de uno y otro
transición inmediata del templo pagano al santuario mariano l6 • 11,) y los valores respectivos a ellos vinculados son sustancialmente
La actitud cambia con Gregorio Magno, que en julio del año 1 'n.tes. En efecto, Clemente de Alejandría (t h. 215) condena a
ofrece a Agustín, misionero en Inglaterra, algunos consejos de ,1 usa de su inmoralidad y de las orgías que organizaban sus segui-
sagacidad pastoral que abogan por una prudente inculturación de la '1 18, Orígenes (t h. 215) niega que ni aun por comparación pueda
cristiana: 111101 garse la generación virginal de Jesús «con los mitos griegos»19.
"n. 1testimonio de Sócrates Escolástico (t d. 450), el gran maestro
«Hágase agua bendita, rocíese con ella en los templos, 1111 rino, «en el libro primero de los Comentarios sobre la Carta de
altares, deposítense las reliquias, porque si los templos están ,/" a los romanos, al exponer por qué se afirma que [María] es Madre
construidos, es necesario que pasen de estar dedicados al culto I i (Theotokos) , abordó la cuestión muy extensamente»20.
los demonios a la adoración del Dios verdadero. De esta manera, M, tarde, el alejandrino Isidoro de Pelusio (t h, 435) ilustra la
gente, al ver que no se destruyen sus propios templos, abandonará 1 ncia moral entre la madre de los dioses, que concibió «en medio
su corazón el error y llegará a conocer y a adorar al verdadero 1, libido y de los amores más nefandos», y la Madre de Dios, que
con mayor familiaridad en los lugares habituales»17. ndró «de manera absolutamente única» y sin mancha. Isidoro no
11 ue insistir en que María, siendo mujer, no puede ser una diosa .
21
14 RUFlNO, Historia monachorum 5; PL 21, 408. Cf G. GIAMBERARDINI, Il culto mariano in
l, Jerusalén 1975, 256-257. 1 ( nciencia de que María es una criatura, condición implícita en la
15 Cf G. POMAIllis, Gélase Ier: lettre contre les Lupercales et dix-huit messes du <nr rnmIPtlt.1it
ición que ella se da a sí misma de «sierva del Señor» (Lc 1,38), se
léonien, SC 65, París 1959.
16 . Desde un punto de vista histórico no se ha demostrado todavía la directa en el título de «hermana», atribuido a María por Atanasio22 •
de los santuarios dedicados a María de los lugares y edificios consagrados antenc)mente
divinidades paganas. No consta, además, que en los primeros siglos del cristianismo los
sagrados paganos fueran transformados en iglesias cristianas dedicadas a la Virgen sin solución l. LEMENTE DE ALEJANDRÍA, Protreptico, 4, 50, 3; 2, 13; PG, 8, 141.173.
continuUlad» (G. BESUTTI, Santuarios, en NDM, 1818) . lO RIGENES, Contra Celso, 1,37 Y6, 73; TMPM, 1,204 Y206.
17 GREGORlO MAGNO, Epistolae, en Monumenta Germaniae Historica n, 331. La carta del 18
RATES, Historia eclesiástica, 7,32; TMPM, 1,519.
julio del año 601, dirigida al abad francés Melito para que se refiera a Agustín, sigue otreclerLCJi I I IDORO DE PELUSIO, Epistola 1,54 y Epistola 3,176; TMPM, 1,463 y 465.
una motivación humana: «A la gente ruda no se le puede quitar de repente de su mente I . En efecto, María es nuestra hermana, porque todos somos descendientes de Adán»
pasado, y se la lleva a lo alto no con saltos sino subiendo un peldaño después de otro» (ib). "''''''f\~IV DE ALEJANDRÍA, Carta a Epicteto, 7; TMPM, 1,277).
180 - MarCa, sfntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 181
Es lícito concluir que existe «una independencia histórica y ,1. Testimonios epigráficos e iconográficos
ral de la devoción cristiana a María» 23 , siempre que no se interprete
manera rígida. En el proceso de inculturación de la fe, es usual que I Cl testimonios más antiguos que se conocen de la veneración a la Ma,
se revista de ritos y módulos fundamentalmente iguales a los paganos Ir de Jesús son las inscripciones de Nazaret, descubiertas durante las
la forma, aunque los contenidos de los mismos sean transmutados 'avaciones realizadas durante los años 1955,1956 bajo la dirección
la novedad evangélica. 1, I rqueólogo franciscano B. Bagatti. Se trata de dos inscripciones
11 gas de notable importancia, por cuanto se remontan a los siglos
11m y forman parte de la domus ecclesia judeocristiana que se levantó
2. Origen y desarrollo del culto a María n 1lugar donde la tradición ubicaba la anunciación. La primera, KE
MAPIA (chaire María), recoge el saludo del ángel añadiendo el nombre
En el contexto que acaba de indicarse, no faltan testimonios It· María, lo que en aquel lugar de culto cobra el significado de una
tivos de la veneración a la Madre de Dios durante el período cación. La segunda inscripción se encuentra incompleta, pero es
en diversas zonas del mundo cristiano 24 • Tales testimonios muestran 1111 rpretada como el testimonio de una devota peregrina que asegura
continuidad de la alabanza a María predicha por el Magníficat (Lc 1, hilb r realizado un gesto de hómenaje a María o a su icono:
y presupuesta por Nilo de Ancira (t 432) cuando afirma:
« [POSTRA] DABAJO EL LUGAR SANTO DE M [ARiA] ESCRIBÍ ALLÍ ENSEGUIDA
«María es proclamada bienaventurada en todas las naciones y en [LOS NOMBRES] ADORNÉ EL SIMULACRO DE ELLA (o también: ORDENÉ BIEN
das las lenguas [... ]; en el mundo entero se la llama biena LO QUE A ELLA CONVIENE) »26.
y es alabada con cánticos»25 .
Es interesante la referencia al simulacro, es decir, a una imagen pinta,
Distingamos tres áreas: iconográfica, popular, litúrgica, cada una con la esculpida de la Virgen, cuyo uso va difundiéndose por el Mediterrá,
características propias, pero todas ellas expresivas del paulatino <>''-,_'-'''" n . No en vano Epifanio menciona la reacción negativa de los fieles o
de la Madre de Jesús al culto cristiano, culto combatido I los obispos ante la doctrina iconoclasta, lo que apunta a que el culto
por los Padres cuando incurre en excesos. ,1 s iconos gozaba de gran predicamento entre los cristianos 27 .
26 CfG. BAGATn, Gli scavi di Nazaret l, Jerusalén 1967,146-152; E. TESTA, Cultus marianus
111 textibusnazarethanis primorum saeculorum, en De primordiis cultus mariani, V. 21-34.
21 Hacia los años 394-395, Epifanio arrancó de su lugar de exhibición una representación
IIllrada encontrada en una iglesia de Anablata (territorio sirio-palestinense), provocando las
I,rotestas de los fieles. Él «ruega luego encarecidamente a la propia comunidad eclesial que no
2J ]. DANI~LOU, a.c., 180. 1"loque imágenes de mártires o de santos en las iglesias o en los cementerios, sino que grabe
24 Cf los testimonios cultuales preniceno rec gid y c mentados por 1. CALABUIG, Uturgia, l. imagen de Dios en sus propios corazones. De notable interés histórico es la constatación
en NDM, 1132-1154. ,t. que él se ve obligado a enviar una carta al emperador Teodosio l: se lamenta de lo inútiles
25 NILO DE ANCIRA, Cartas 2, 180; TMPM, 1,448. También Antípatro de Bostra (t d. 457), '1" • son sus propios esfuerzos por frenar el culto tributado a las imágenes sacradas y señala
comentando el Magrúficat, se pregunta: .En efe ro, ¿qué generación, a partir de aquella, no '1" la gente su burla de él, estando apoyada incluso por los obispos locales ... » (L. GAMBERO,
proclama que la bienaventurada María [... ] e portadora ti Di s según el Espíritu?~ (ANT!PATRO ""nmagine teologica di Maria, en E. M. TONIOLO [ed.]. La Vergine Madre dal secolo VI al secando
DE BoSRA, Homilía sobre la Madre de Dios 20; TMPM, J, 260). trllllennio, 380).
182 - Maria, srntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 183
La confirmación nos la proporcionan las esculturas y pinturas Primeras plegarias populares a María
rianas que han llegado hasta nosotros. Son reseñables los frescos de
catacumbas de Priscila, en Roma, porque insertan a María en la ¡1m o papiro 470 de la John Rylands Library, de Manchester, en-
de la salvación, considerándola su cumplimiento: la Virgen ClUI'ClULClLI,~a"1IIII IIl1tr do en Egipto, adquirido en 1917 y publicado en 1938, ofrece un
do y un profeta (siglos U-UI), la anunciación (siglo UI) y la 11m nio importante. Contiene el texto griego de la breve plegaria Sub
de los Magos (siglo UI), orientada dinámicamente hacia el grupo de 111ft praesidium, utilizada en las liturgias bizantina, copta, ambrosiana y
Madre con el Niño, donde la cabeza descubierta de María puede IIlIana; sin embargo, se desconocía su antigüedad. Basándose en con-
a su integridad virginal. Esta última escena se repite en 1, nl iones paleográficas, el papirólogo Lobel ubica el papiro 470 en
de algunos sarcófagos que se remontan a la primera mitad del siglo 11 I P ca no posterior al siglo III -fecha confirmada por un importante
tal es el caso de los dos que se conservan en el Museo Pio "lul de G. Giamberardini-, criterio al que se adhieren la mayoría de
(Ciudad del Vaticano) y el que se halla en Boville Ernica, donde l' p cialistas30. El mismo Giamberardini propone la siguiente recons-
se representa meditando acerca del misterio del Hijo. m i n del texto del papiro:
A partir del siglo IV, la figura de la orante, utilizada
para los difuntos y reservada luego a los mártires, se incorpora al .. B jo tu misericordia,
iconográfico vinculado a María, testigo de la epifanía histórica del JI refugiamos, o Madre de Dios (Theotokos).
de Dios e intercesora ante él. Y, así, encontramos una María N deseches nuestras súplicas en medio de la necesidad,
secundada por Pedro y Pablo, en el cristal de una patena in líbranos del peligro:
en un antiguo cementerio de Roma, y otra con su Hijo delante de I Ú, que eres la única casta, la única bendita»31.
sobre el fondo de un arcosolio del Cementerio Mayor de Roma.
En cuanto a las iglesias dedicadas a María, había cuatro en I s a plegaria presenta los tres elementos estructurales de la oración:
con anterioridad al concilio de Éfeso, y el patriarca Teófilo (385-41 la invocaci6n a la Theotokos; b) La aretología, que se concentra en
asegura que existía un icono milagroso de la Virgen que era objeto III1Ibanza de la castidad y la bendición exclusivas de María, pero
gran devoción 28 • De la misma época es la Ascensión/glorificación, obra ni i n de la maternidad divina e, implícitamente, de la intercesión
All-Moallakah (Alejandría), en la que ap r ce señalada como ricordiosa, y c) La súplica o petición, que se refiere a la liberación
«una figura femenina en sus tres cuarta part s, con la cabeza .... u'v".. ,' .. UI\ peligro indudablemente grave 32 • La breve fórmula, que tiene
con el manto, los ojos alzados hacia la vi i n t fánica, y los brazos ujeto a un «nosotros» comunitario, se presenta como un tropario
tados y extendidos en la postura de qui n da te timonio e intercede»
I • GIAMBERARDINI, Il "Sub tuum praesidium» e il titolo di "Theotokos», nella tradizione egi-
En cuanto a las Madonas negra, r fi re que san Eusebio Mar 31 (1969) 324-362; A. M. TRIA<XA, «Sub tuum praesidium»: nella ,,/ex orandi» una
, '11
consigo de Palestina, en el 363, tr" tatua marianas de madera presenza della ,,/ex credendi». La «teotocologia» precede la "mariologia»?, en S. FELlCI (ed.),
'"tlri logia nella catechesi dei Padri [etd prenicenaJ, Roma 1989, 183 .. 205 (con bibliografía) .
cura, una de las cuales fue colocada n 1 ntuario fundado por él Itllducción litúrgica oficial es: «Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No
la oración de tus hijos necesitados. Líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen gloriosa
Oropa. ta o. (Adición del traductor)).
11 }. CANTARELLA Il "Sub tuum praesidium», 330.
28 Cf G. GlAMBERARDINl, Il culto mariano in EglllO, 97·1 7. " f otra estructura tripartita en R. lACOANGEU, «Sub tuum praesUlium». La piu antica preghie-
29 M. G. MUZI, La prima iconografUJ markllul, ('11 ' -. M. NI LO (ed.), a.c. ""niana; filologia e ¡ede, en S. FELlcl (ed.) , a.c., 207 .. 240.
184 - Maria, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 185
o una antífona, tal como sucederá en todas la liturgias. El context i indagamos en las razones del paulatino establecimiento del cul~
histórico en el que nació esta plegaria parece ser el Egipto del siglo III. ID mariano en la Iglesia, averiguamos que su elemento constitutivo
donde las comunidades cristianas sufrieron el rigor de las persecucio I rimordial es la percepción de la «realidad numinosa» de María35 .
de los emperadores romanos, de Septimio Severo a Constancio Cloro )Ir cisamente, percibir a María como persona viva y glorificada es una
Aproximadamente un siglo más tarde, la María intercesora ante Cris (' periencia que aparece en el Protoevangelio de Santiago, que presenta a
se halla representada en la Ascensión/glorificación de In Virgen como protagonista dotada de santidad y bendecida por «todas
obra cuyo origen si sitúa en la zona de Alejandría, como ya hemclI la generaciones de la tierra»36. En los apócrifos de la Dormición, cuyo
referido. IlÚ leo se remontaría a los siglos U-III y que poseen un sustrato teológico
Gregorio Nacianceno (t 390) confirma la costumbre de invocar llldeocristiano, María aparece imbuida de sacralidad, la cual alcanza su
María refiriendo cómo la joven Justina, injuriada por Cipriano y 1I teosis con su tránsito al paraíso, donde Miguel y los ángeles «de~
martirizada en tiempo de Diocleciano, hacia fines del siglo III, HU,V""' ... p ) itaron el cuerpo de María al pie del árbol de la vida»37. Más tarde,
«suplicante a la Virgen María para que la ayudase, porque también 1\ pirándose en los apócrifos asuncionistas, Teotecno de livia (siglos
era virgen y se encontraba en peligro»33. El mismo Nacianceno, uu<cu,.. VI-VU) celebra a María por su labor intercesora:
te el período en que fue obispo de Constantinopla (379~381) -coima
atestigua el historiador Sozomeno (t d. 450)-, podía celebrar el «Cuando se hallaba en la tierra, María velaba por todos; era como
únicamente en una casa particular, porque todas las iglesias esta una providencia universal para todos sus súbditos. Asunta al cielo,
cerradas, por iniciativa de los arrianos. Tal casa se transformó pronto constituye para el género humano una fortaleza inexpugnable, inter-
un santuario, merced a las curaciones que María efectuaba en ella cediendo por nosotos ante su Hijo y Dios»38.
ser invocada por los enfermos y necesitados, y se convertirá en la .
de Santa Anastasia: El sentido de la presencia activa de María glorificada entre los
les se refuerza por los relatos de sus apariciones. Un siglo antes de
«Poco a poco esta iglesia se fue distinguiendo de las demás de la L\ apariciones que se recuerdan en la iglesia de Santa Anastasia, en
dad, e incluso todavía se distingue no sólo por su elegancia y por ( nstantinopla, la Madre de Jesús se aparece al joven obispo Gregorio
grandeza, sino también por los continuos y manifiestos beneficios Inumaturgo (t h. 270), que mientras pasaba la noche en vela abismado
se derivan de las apariciones visibles. En efecto, el poder divino, n los problemas de la fe, y más en concreto en el misterio trinitario,
manifestarse aquí no sólo cuando la gente está despierta sino "(U,HU" " '&¡ ti ne la visión del apóstol Juan y luego «de otra figura frente a él, que al
durante el sueño, viene con frecuencia en socorro de los que
atribulados o por enfermedades o por imprevistas desgracias. Se 35 ~No existe culto sin que exista el reconocimiento, a rravés de una identificación precisa,
que [el poder divino que hace su aparición] es la santa Virgen M 1, I Orro, entendido como una persona diferente de nosotros, en una esfera sobrenatural y do-
I"da de poder" (A. MAGLI, Contributo a uno studio psicologico, religioso e antropologico sul/'origine
Madre de Dios. En efecto, se afirma que ella suele aparecerse»34. drl culto mariano, en De primordiis cultus mariani IV, 411).
36 Protoevangelio de Santiago 7 y 12; TMPM, 1, 869 y 871. Expresiones en este sentido y
111 elaboradas todavía se encuentran en el escrito gnóstico del siglo n, Pistis sophia; TMPM,
1,146- 147.
33 GREGORlO NACIANCENO, Discursos 24, 11; TMPM, 1,310-311. 37 Tránsito romano (Codex varicanus graecus 1982) 48; TMPM, 1, 903.
34 SOZOMENO, Historia eclesiástica 7,5; TMPM, 1,522. J8 TEOTECNO DE LlVIA, Homilía sobre la asunción de la santa Madre de Dios 36; TMPM, 2, 87.
186 - Maria, slntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 187
principio se aparecía poco, y tenía el aspecto de una mujer mucho m IIllIpU stos por Efrén42, habrá que esperar al siglo N para hallar una men-
hermosa de lo que es la condición humana normal». Era la Madre d 1 1m d María en los misterios del nacimiento y de la infancia de Cristo.
Señor, que exhortaba a Juan «para que explicase al joven el misterio d L' Navidad, fiesta que se celebra en Roma desde al menos el 366,
la verdadera fe» 39. ti unde a fines del siglo IV en Occidente y en los patriarcados orien-
Illl . imultáneamente se perfila el Adviento, o período preparatorio,
" 1que la memoria de la Virgen Madre tiende a transformarse en una
2.3. La entrada de María en la liturgia t tividad de Santa María43. Dan testimonio de ello las homilías sobre el
IIldmiento del Señor de algunos Padres de los siglos IV-V como Basilio,
Desde el punto de vista litúrgico, la primera referencia a María se realu. " g rio de Nisa, Anfiloquio de Iconio, Teodoto de Ancira y Proclo de
en el marco de la memoria del misterio pascual, como atestigua es 111\ tantinopla 44, homilías donde se proclama y difunde el misterio del
homilía pascual de Melitón de Sardes (hacia el año 170), que procla~ I In ntoso parto de la Virgen.
a modo de confesión cristológica: A las homilías se añaden los himnos de Efrén el Sirio (t 373) sobre
I n cimiento de Jesús, en los que, al contemplarse el misterio de Dios
«Él es quien se encamó en una Virgen, 1\1 no hombre, aparece la persona de María como parte constitutiva
quien fue suspendido del leño, ndisociable de la economía salvífica45 . Ambrosio de Milán (t 397),
quien fue sepultado en la tierra, d más de componer sendos himnos para la Navidad y la Epifanía que
quien resucitó de entre los muertos, 11 1 tan con acusado naturalismo la concepción y el parto de María,
quien fue elevado a las alturas de los cielos. pi ra o comunica a su Iglesia algunos prefacios transmitidos por el
Él es el cordero mudo, 11 ramentario bergomense, en los que se celebra gozosamente a la «Madre
él es el cordero degollado, virgen [... ] que fue la única entre las mujeres que mereció llevar en sus
él es quien nació de María, la cordera pura ... »40. ji , t s entrañas al Señor del mundo»46.
La primera referencia a María en el credo bautismal aparece en 41 EFRÉN, Himnos sobre la resurrección, 1, 1-10; TMPM, 4, 112-113.
Tradición apostólica, escrita por Hipólito hacia el año 225. A la 41 Cf M. JUGlE, La premiere rete mariale en Orient et en Occident. !Allent primiti[, en Echos
1'1 rient 26 (1927) 129-152; E. CATIANEO, La piu antica [esta della Madonna e la chiesa di Santa
pregunta le sigue la triple confesión de fe en las distintas personas Mmla al Circo, en Ambrosius 28 (1952) 123-129; D. M. MONTAONA, La liturgia mariana primi-
1, n Mar 24 (1962) 84-128; M. M. FEO/co, La domenica mariana prenatalizia. Note storiche,
la Trinidad y la triple inmersión. En el credo se hace mención de J
u, ologia attuale, Rovigo 1979; A. M. TRlACCA, Una solennitd anche per la lIerginitd di Maria? La
como «nacido por medio del Espíritu Santo de la Virgen María»41 . I )mninica VI Adllentus» nel nuovo messale ambrosiano, en A. BoDEM-A. M. KOTHOASSER (eds.) ,
"II'ologie und Leben. Festgabe für Georg SoUzum 70 Geburtstag, Roma 1983, 243-280; C. MAO-
En cuanto a la incorporación de María a la celebración 11< INI, Annunciazione, Storia, eucologia, teologia liturgica, Roma 1991 ; La Vergine Maria nel primitillO
durante el año litúrgico, además de la referencia de Melitón de lo lo del Natale, en E. M. TON/OLO (ed.), o.c., 87-125 .
+1 BASIUO, Homilía sobre la generación santa de Cristo; TMPM, 1, 296-300; GREGaRIO DE N/SA,
en el misterio pascual, al que se añaden los himnos sobre la L\_"UU<:O\..'l.lU.I'1 " el nacimiento del Señor; TMPM, 1, 317 -321; ANFlLOQU/O DE lcoN/o, Homilía sobre el natalicio
1gran Dios y Salllador Jesucristo; TMPM, 1, 332-335; TEOOOTO DE ANClRA, Homilía sobre el
"imiento del Señor; TMPM, 1, 498-514; PROCLO DE CoNSTANTINOPLA, Homilía sobre la Madre de
39 GREGORIO DE N/SA, Vida de san Gregario Taumaturgo; TMPM, 1,330. p"" , sobre la encarnación, sobre el nacimiento del Señor; TMPM, 1, 559-570 y 572-576.
40 MELITÓN DE SARDES, Homilía sobre la Pascua; TMPM, 1, 150-151. 41 EFRÉN, Carmina Soghita. Himnos sobre la Natillidad de nuestro Señor; TMPM, 4, 88-106.
41 H/PóUTO DE ROMA, La tradizione apostolica, Roma 1972, 111-11 2. 46 Sacramentario bergomense; TMPM, 3, 969.
18 - Markl, srntesis de valores Mod lo cultual-iconográfico - 189
El comentario homilético sobre pa aj de lo evangelios de la 11 rm ísima es la obra de Sergio 1 (687,701), palermitano de familia
cia, leídos en estas celebraciones, que arranca con menciones 1I1li quena, que promueve en la liturgia romana la devoción a la Cruz
de la Madre de Jesús, va concediendo poco a poco más y ,1 festividades marianas, que conmemoran los sucesos de la vida de
a esta. La alabanza y la invocación de la Virgen brotan de los Mm( . Este papa dispone que cuatro veces al año se celebre una pro'
lucanos «alégrate» (Lc 1,28), «bendita» (Lc 1,42) y II 'ii n desde la antigua curia de Roma hasta la basílica de la Madre de
(Lc 1,45.48), que en las celebraciones litúrgicas se transforman sin I I ,sobre el Esquilino. Estas cuatro procesiones habrán de celebrarse
ficultad en oración. Es lo que sucede en el caso de la homilía sobre I Ir 8 de septiembre o Natividad de María; el 25 de marzo, fiesta de la
Anunciación atribuida a Gregario de Nisa, en la se que invita a los nunciación; el2 de febrero, día de la Presentación o del encuentro con
a actualizar el saludo del ángel: I ñor en el Templo, y el 15 de agosto, memoria de la Asunción50.
rofundizando en la Escritura, los Padres prenicenos, desde Ignacio
«¡Vamos, pues, oh queridísimos, aportemos también nosotros !Insta Orígenes, contemplan a María a la luz de la salvación, subrayan
tro tributo, según nuestras posibilidades, uniéndonos a la voz 11 maternidad virginal y encomian su fe caracterizándola como la nueva
ángel y exclamando: ''Alégrate, oh llena de gracia, el Señor l· n. Con ello se logra que vaya madurando entre los fieles una actitud
contigo!"»47. dI agrado respeto y de alabanza hacia la Madre de Jesús, a despecho de
El problema de la ausencia de tod pe ado n la Madre de nalmente soy del parecer de que eso sucedió en la Virgen no
había sido planteado ya por Pelagio (t h. 427) 53 y, después de él, 1'1Ir un breve período de tiempo, sino por siempre. La Virgen, ahora
mayor claridad todavía por Juliano de Eclano (t 454). Este, en la (I un entonces y perpetuamente, está cubierta como por una sombra
lémica acerca de la gracia había acusado a Agustín en estos por 1 poder del Altísimo y por el Espíritu, que descendió sobre ella
«Tú abandonas a María en poder del demonio a consecuencia de pura que pudiese permanecer "llena de gracia". En este tema se cen,
nacimiento»54. La respuesta de Agustín a ambos se desarrolla según I m nuestro pensamiento: todo lo que había en María estaba lleno de
líneas paralelas. Por un lado, el obispo de Hipona considera a María 1, gracia por medio del Espíritu y por el poder del Altísimo»57.
excepción al dominio universal del pecado sobre los hombres, UUJLllUII
del que no se sustraen ni siquiera los santos: oto de Ancira, en Galacia (t a. 446), admite la necesidad de
I purificación o «transformación de la Virgen en la santidad» (tema
«Excluyamos, pues, a la santa Virgen María, con respecto a la Ii, atarsis, común a Gregorio Nacianceno ya otros Padres) para que
por el honor del Señor, no quiero que se hable en modo alguno 111 u pudiera unirse al fuego del Espíritu en orden a la encamación del
pecado»55. ,h :
Por otra parte, no puede renunciar al principio de la redención .. . Cuánto más y de manera superior ardió la Virgen por la irrupción
aportada por Cristo. Por eso, pronuncia una frase enigmática con la 1'1Fuego divino y fue purificada de las cosas terrenas [... ]. La divina
pretende armonizar la universalidad del pecado y la inocencia de María: Virgen Madre fue ungida enteramente con la santidad del Espíritu,
lue descendió sobre ella; y, por tanto, así acogió al viviente Dios
«En cuanto a María, no la entregamos en absoluto al poder 'VI rbo dentro de su tálamo virginal y perfumado [... ]. ¡Oh paloma
diablo a consecuencia de haber nacido; todo lo contrario, llanca e inocente! ¡Oh santo tabernáculo de nuestra esperanza, en
mantenemos que esa consecuencia queda anulada por la gracia I cual reside toda santidad y magnificencia! »58.
renacer»56.
1 r su parte, Severo de Antioquía (t 538) defiende la íntima unión
Una célebre homilía atribuida a san Atanasio, pero datada entre María con Dios, unión que es la cumbre de las anteriores alianzas
siglos VII,VIII, si bien su núcleo se remonta al siglo IV, afirma la vinas, y la llama «montaña espiritual del Sinaí, que no está cubierta
perenne y santificante del Espíritu con María: ,r tiniehlas, sino que resplandece a causa del Sol de justicia». Continúa
(:
sarea, Tito de Bostra, Gregorio de Nisa, Proclo de Constantinopla, Teodoto de Ancira,
de Seleucia, Romano el C antor y algunos otros autores post~riores al siglo VI. Cf el índice
S. Á LVAREZ CAMPOS, Corpus marianum patristicum, pars VIII: Indices, Burgos 1985, 97 . «Estoy deslumbrado por las bellezas y por las visiones simbólicas que
53 Según Agustín, Pelagio sostenía que la Madre del Señor «es reconocida lt:l:t:>alJlalll'CUIII . e hallan en el interior del Santo de los Santos [... ]. El ornamento
como persona sin pecado por nuestro sentido religioso,. (AGusTÍN, La naturaleza y la
36,42; TMPM, 3, 327) . xterior de la Madre de Dios es desbordante y rivaliza, como quien
54 AGuSTlN, Obra incompleta contra Juliano 4,22; TMPM, 3, 332.
55 ID, La naturaleza y la gracia 35,42; TMPM, 3, 327.
'7 PSEUDO-ATANASIO, Homilía sobre la anunciación de la Madre de Dios; TMPM, 1, 774-775 .
56 ID, Obra incompleta contra Juliano 4,22; TMPM, 3, 332.
TEODOTO DE ANCIRA, Homilía N sobre la santa Madre de Dios y Simeón; TMPM, 1, 505.
2 - MaM, sfntesis de valores Modelo cultual-iconográfico - 19
dice, con la riqueza interior [... ]. Ella es el punto de llegada d mí! ',»67_, sino a señalar que ella fue «también educada»
reconciliaciones de Dios con los hombres ... »59. l' II Hijo, del mismo modo que lo fueron otros oyentes, por cuanto la
Es verdad que algunos Padres orientales admiten en María (1pl'prll1'1 I artir del siglo IV se va desarrollando el culto mariano, que cristali,
humanos o imperfecciones60 • Orígenes interpreta la espada que I 1\ n titudes de veneración (Epifanio), admiración (Efrén), confianza
sará el corazón de María como una duda de esta acerca de la "n"lT""_ ''v 'riano) o imitación (Atanasio, Ambrosio, Agustín)69.
del Hijo crucificado, opinión que será seguida por otros Padres 61 .
no parece que el alejandrino quisiera con ello admitir que María
capaz de pecar, dada su convicción acerca de la santidad de la Desviaciones del culto mariano
de Jesús. Más bien, el escándalo de María, es decir, la «espada de denunciadas por los Padres
lidad», debe interpretarse «no en términos de apistía, lo cual
a un pecado verdadero y propio, sino en términos de krísis, "ruptura 11 ti mpo de los Padres, la teología cumple unas veces una tarea de
la armonía interior" de María»62. 111 undización en la verdad de María, y otras ejerce una función crítica
Otros Padres atribuyen a María defectos, según se desprende 111 ,deradora, como muestra la actitud de Epifanio (t 402) con respecto
ciertas estampas evangélicas. Ireneo (siglo II) encuentra en María, 1 'u tto mariano
ocasión de las bodas de Caná, una «prisa inoportuna»63 j Severo de ,. te obispo de Salamina (Chipre) encuentra en Arabia, a mediados del
tioquía (t h. 538) y Simeón Metafraste (siglo X) juzgan que actuó 1,1 ) IY, dos desviaciones, una más perniciosa que la otra. Por un lado, los
«ostentación»64 o «afán de gloria»65. Juan Crisóstomo (t 407) On 'hoy,"'' ' 111 Iiaicomarianitas, «adversarios de María», no reconocen la virginidad de
que la Madre de Jesús compartía los «sentimientos» de los parientes t iI Y «difunden ideas insolentes» en su afán polémico. Por otro lado, los
este y que se presentó ante él «haciendo alarde de ello en las fIliridianos, que generalmente son mujeres árabes, dispensaban honores
ciones [de este] con el pueblo»66. Pero la óptica de estos Padres no
a mostrar que María cometiera pecado -No quería reprender a su LVH" ..W¡;;. h/ ID, Horn. in Iohannem 21,1: PO, 59,131.
.Todo esto, para el obispo de Constantinopla, no equivale a la afirmación dogmática
l. l. imperfecta santidad de María; al contrario, precisamente esta santidad en devenir, cuya
59 SEVERO DE ANnOQuÍA, Hornilla LXVII sobre Marfa santa Madre de Dios y siempre u IIda termina con el ser la gracia misma de la maternidad divina, sitúa a María como modelo
TMPM, 1,650. 11111 () de virtud para cualquier creyente» (R. CALI, o.c., 178-179). Recogiendo las frases de
60 Sobre este tema, Cf C. 1. GoNZÁLEZ, Mariologia. Maria madre e discepola, Casale Mnlntpr""ftt 111,111 risóstomo en sentido estricto (pero sacadas de su contexto), Tomás de Aquino no vacila
1988, 153-157; R. CArJ, 1 testi antimariologici neU'escgcsi dei Padri da Nicea a Calcedonia. Per " tigmatizarlas como un error que está en contradicción con la santidad de María: "En las
mariologia in prospettiva ecclesiale, Caltanissetta 1999. I .llIbras citadas, san Juan Crisóstomo exageró (excessit). A menos que no se entienda que el
6\ ORlGENES, Horn. in Luc. 17: PO, 13, 1845. f AMllR SIASTER, Quaestiones Veteris et I limiento de vanagloria, recogido por el Señor, no se encontraba en ella, sino en la opinión
Testamenti 75,2: CSEL, 50,131; CIRILO DE ALEJANI RfA, InJo. evo 12: PO, 74, 661. 111 de ella podían hacerse los demás» (STh m, q. 27, a. 4, ad 3).
62 R. CALl, O.C., 25. b9 Cf J. OALOT, Déviation du culte marial et saine tradition. Saint Épiphane et les colUridiens, en
63 lRENEO, Contra las herejlas m, 16,6-7; TMPM, 1, 162: L siguen EFRÉN, Diatessaron 5,1 " Immordiis cu/tus mariani m, 201-301; H. M. OUINOON, Une dimension objective du culte marial
7; TMPM, 4, 85; SEVERlANO DE GABALA, IlomiUa .IO!n-1! el anto mártir Acacio; TMPM, 1,430; .1'1' saint Ephrem: l'admiration, en De primordiis cultus mariani m, 213-228; A. OUA, Il culto a/la
JUVENCO, Evangeliorum libri, 2, 127-138; TMPM, ~,94; AUDENCIO DE BRESCIA, Hornillas, 9; M,/(lre di Dio in Saveriano di Oabala, en De primordiis cultus mariani III, 229-242; M. BRETAGNA,
TMPM, 3, 238; SEVERO DE ANTIOQuiA, HOf)ulúl 46; TMPM, 1, 654; SIMEÓN METAFRASTE, Vida , I,'menta cultus mariani apud sanctum Ambrosium Mediolenensem, en De primordiis cultus mariani
de Marfa; TMPM, 2, 998. 111, 1-15; E. lAMIRANDE, En quel sens peut-on parler de dévotion mariale chez saint Augustin?, en De
64 SEVERO DE ANnOQUÍA, Hornilla 46; TMPM, 1, ClS4. ",,,nordiis cu/tus mariani m, 17-35; D. BERTETTO, De cultu imitationis B. M. V apud patres latinos,
65 SIMEóN METAFRASTE, Vida de Marfa; TMPM, Z, 99 , " De primordiis cultus mariani m, 97-117; E. DAL COVOLO, Maria «modello di vita», en E. M.
66 JUAN CRISÓSTOMO, Horn. in Maul\. 27, ~ y 44, 1: 1 " 7, 47 y 464s. InNIOLO (ed.), o.c., 161-179.
194 - Maria, sfntesis de valores Modelo cultual-Iconográfico - 1 5
casi divinos a Moisés y a Jefté y ofrecían tambi n María, en un día «María era el templo de Dios, no el Dios del templo, y por
terminado, una koUyra!koUyris o torta de pan a modo de ofrenda adorarse únicamente a Aquel que actuaba en el templo»73.
Probablemente, Epifanio ve en los primeros una reducción de María a 111m nte, Juan Damasceno se siente obligado a precisar: «Veneramos
mujer cualquiera, al quedar privada de la maternidad virginal, y en hl~ n a la santa Theotokos, no como a Dios, sino como a Madre de
otros, «una especie de contaminación del incipiente culto mariano 1 s ún la carne»74.
las religiones de la diosa, madre o de la diosa, virgen, es decir, de Isis, I'nr 1 demás, la propensión a divinizar a María o a reconocerle el
Cibeles y de Astarté, sublimaciones de la sexualidad y de la feminidad» l" I cio ministerial se encontraba ya presente en los valentinianos y
Epifanio reacciona vigorosamente, haciendo notar que: cristianos heterodoxos, y resurgirá periódicamente a lo largo de
. Pero esta desviación será siempre asunto de minorías, desau,
«Son semejantes los daños que se derivan tanto de la una como de por la gran Iglesia.
otra de estas herejías; los unos desprecian a la Virgen santa; los
la honran más allá de lo permitido»71 .
Los iconos marianos y el «hóros»
Combatiendo tanto el minimalismo como el maximalismo, ~..,~~,..... del concilio de Nicea 11 (787)
se mantiene en el justo medio de la tradición. A los anc.u ... ..LJ'1l 1'1l
les recuerda que María es «la Virgen santa», título que jamás se meXllltLI It a reticencia a orar ante una estatua, a la usanza pagana, caracteriza
cará, de modo que es necesario honrarla. A las coliridianas les hace 1., ristianos del siglo n, a tenor del testimonio que nos brindan Celso
que María es criatura, por lo cual no es lícito adorarla: .l Hio, quienes echan en cara a los fieles de la emergente religión que
«En efecto, María no es Dios, ni recibió del cielo un cuerpo, lila reservas y de las reticencias posteriores de Eusebio de Cesarea (t
que fue concebida por un varón y por una mujer [... ]. Así que i40) y Epifanio (t h. 403)16, las iglesias se engalanan con imágenes,
aunque aparezca como vaso honorable, es para siempre una l l. I icos e incluso esculturas de María, además de las que representan a
yen nada se diferencia de la naturaleza común de la mujer [... ]. rh. y a los santos. Baste pensar en las frescos de las catacumbas (siglos
tanto, hónrese a María, mientras que hay que adorar al Padre, al VI) o en los ciclos de mosaicos de Santa María la Mayor, en Roma
y al Espíritu Santo. Nadie se permita adorar a María»72. n A39), y de Ravena (siglos VNI), o en los iconos de las numerosas
I( ias de Constantinopla dedicadas a María (siglos IVNn).
En la misma línea de equilibrio en cuanto al respeto a la bn tiempos del emperador León Isáurico, la corriente crítica se hace
dencia de Dios se sitúa Ambrosio cuando puntualiza en ~c mónica y desatará el movimiento iconoclasta, que perturbará a
la Iglesia durante más de un iglo y e r 1 ~. m I áurico trata de que Germano (t 733), patriarca de Constanti~
de incontables iconos preciosos y de la persecución contra ,,1,, ' d blegue a su política iconoclasta, así como los papas Gregorio II
iconófilos, principalmente monjes 77 • La lucha contra las imágenes l ti g rio IIIj pero el primero prefiere el destierro, mientras que ambos
mienza en el año 726 con la destrucción del icono de Cristo que 1111 l es rechazan con firmeza esa política, con la consecuencia de que,
del pórtico de bronce del palacio imperial, y termina con la «fiesta de ",lIlir del 733 o del 750, Grecia, Iliria, Calabria y Sicilia quedan enaje~
ortodoxia» en el 843. mi" de la jurisdicción de Roma y adheridas al patriarcado de Constan~
Sobre las causas de que la iconoclastia fuera ganando fuerza 11111 1<• En el año 754 Coprónimo convoca un concilio en Hieria, el cual,
existe acuerdo entre los especialistas, pero no se pueden subestimar 11 ,HI encia de los representantes de los demás patriarcados, condena el
contactos con «la teología polémica [hacia las imágenes divinas] .lIt las imágenes y enseña que Cristo es una persona anicónica.
judaísmo y del islam, principalmente en las provincias orientales 1 )r la parte opuesta, el principal defensor de los iconos es el monje
imperio»78, que acentuaron el sentido de la trascendencia de Dios, de 1111 amasceno (t 749), quien con tres discursos apologéticos rebate
que se siguió la prohibición de representarlo. Los iconoclastas Irgumentos de los iconoclastas, poniendo de manifiesto la vincula~
en apoyo de su posición principalmente a la cristología y plantean 111\ de los iconos con la economía de la salvación. Quien rechaza el
dilema doctrinal sin solución aparente: 1" está rechazando también la encarnación, la cual hace que el Ver~
I 'a visible y, por tanto, representable. María aparece también en la
«Si se pretende representar pictóricamente la sola humanidad f~ II a de las imágenes como la garantizadora de la recta doctrina sobre
Cristo, entonces se divide a Cristo, como hacen los nestorianos. 1 ,'11 amación, como explicará más tarde Teodoro Estudita (t 826)81 .
se pretende representar las dos naturalezas, entonces se las I ra volver a la recta doctrina y a la paz en el imperio, la emperatriz
como hacen los eutiquianos»79. t nte Irene escribe al papa para comunicarle la decisión de convocar en
acusan a León de haber asimilado los sentimientos de los musulmanes. Cf S. V ARNALDlS, La r'II1 1078; A. AMATO, Gesu il Signore. Saggio di cristología, Bolonia 19995. 341-367; Il significato
difesa de/le icone al Concilio Niceno, II, en G. DISTANTe ( d .), o.c. , 106. ./ogico delle icone aUa luce del Concilio di Nicea II (787), en M. M. PEDlCO-o. CARBONARO (eds.),
79 MANSI, XIII, 258-260. Teodoro el Estudita re pond :« la hipóstasis del Verbo encamado l., Madre di Dio, un Portieo sull'awenire del mondo. Fede ecclesiale- iconografia-Pietit popolare, Atti
y no su esencia [o naturaleza] la que está repr sentadn en I icono de Cristo» (PG 99, 405). fL./ 5Q Colloquio Intemazionale di Mariología, Roma 18-20 novembre 1999, Roma 2001, 21-52; K.
80 CfG. GHARlB, Le icone mariane. Storia e culw, Rom, 1987,48-49. IIATl, Storia dei concilioLa Chiesa nei sllOi punti focali, Bolonía 1999, 82-89.
198 - MarÚl, sfntesis de valores
a) sobre todo, hay que deplorar que los iconoclastas hayan «puesto en
el mismo plano las imágenes de Dios y de sus santos y las estatuas d
Conclusión
los ídolos diabólicos»; Impacto de la figura de María
b) luego declara la legitimidad de los iconos:
en la cultura semítica y helenística
«... Nosotros definimos con toda meticulosidad y diligencia que, a
semejanza de la preciosa y vivifican te cruz, las venerandas y santas
imágenes [... ] deben ser expuestas en las santas iglesias de Dios, en
las casas y en las calles, ya sean las imágenes del Señor y Dios y Sal.
vador nuestro Jesucristo, o las de la inmaculada Señora nuestra, la
Santa Madre de Dios, las de los ángeles dignos de honor, las de todos
los santos y los hombres piadosos»; 1 período bíblico~patrístico es fundamental para el cristianismo,
porque enmarca a María dentro del designio histórico,salvífico
c) El concilio determina, finalmente, la función vicaria de los iconos: de Dios y transmite la imagen escriturística revelada y normativa
dl María. No se trata de una figura prefabricada; se va construyendo
«En efecto, cuanto más vistos son continuamente en la imágenes, adualmente, escrutando los libros canónicos reconocidos como inspi~
tanto más los que los ven son inducidos al recuerdo y al deseo de los rad s por la gran Iglesia, entre ellos, en primer plano, los evangelios, que
originales y a tributarles el respeto y veneración de honor, pero no la pr sentan a María en perspectiva cristológica, partiendo del respectivo
verdadera adoración que, según nuestra fe, corresponde únicamente " torno cultural de cada uno de ellos. Resulta de ahí una personalidad
a la naturaleza divina [... ]. En efecto, el honor que se concede a la uvas varias facetas se van perfilando con el tiempo, hasta alcanzar una
imagen va dirigido al prototipo, y quien se postra ante la imagen se 111 ta de madurez con Lucas y con Juan. La Madre de Jesús aparece en su
postra en realidad ante la persona que se encuentra representada en p rfil característico de madre biológica del Mesías, pero al mismo tiempo
ella»83. nmo mujer de fe, valiente recitadora del Magníficat de la liberación y de
tI tiempos nuevos; Hija de Sión, en su espiritualidad veterotestamenta~
A pesar de las decisiones conciliares, con el emperador Miguel el Ar, rin y, a la vez, primera cristiana, que precede a los demás fieles en cuanto
menio y sus sucesores (813~842) resurge la iconoclastia. Teodora resta- 11 la plena disponibilidad hacia Cristo, mediador de la nueva Alianza. La
blece, en el sínodo del año 843, el culto a las imágenes. Desde entonces IIttima de las identidades teológicas descubierta de las que concurren
se celebra todos los años «el domingo de la ortodoxia», y la iconografía n. María es la de madre de los discípulos amados. La alabanza a María
mariana, con su rica tipología, adquiere un gran desarrollo. n la Iglesia queda asegurada por la profecía según la cual «todas las
, neraciones» la «proclamarán bienaventurada» (Lc 1,48).
¿Cómo es acogida esta figura por el mundo mediterráneo, que es a
h vez semítico y helenístico? ¿Resulta María un cuerpo extraño, impo~
, ! , . . ~
200 - Maria. slntesls de valor s Conclusión - 201
terapéutico que purga los element n iv d qu 1 mundo y 111 J' ú es verdadero Dios y verdadero hombre, porque la naturaleza
sus aspiraciones inconscientes? 1111 111 Y la naturaleza divina se hallan indisolublemente unidas en la
Nuestro estudio anticipa ya respuestas a estos interrogantes. De 11 \ 11 persona del Verbo. Para expresar este misterio, los Padres y luego
lectura se ha podido inferir que la figura de la Madre de Jesús fue III nCllios recurren a un título mariano nuevo no atestiguado en la
da de manera universal, en el contexto del anuncio del Evangelio, IllIa, sino tomado del ambiente egipcio: Theotokos, título que llegó a
parte tanto del mundo semítico como del helenístico, al menos por Imprescindible para neutralizar la falsa interpretación cristológica de
porción de esos mundos que se convirtió a Cristo Salvador. Más "t río.
dentro del cristianismo echa a andar un proceso teológico de tra conquista de la labor patrística de profundización mariana tenía
dización en la idea de la presencia insoslayable de María en la 1" ver con la situación cultural de la mujer, a la que se consideraba
de la salvación. Los teólogos que acometen esta tarea son a 111 n r de edad» y a quien se mantenía recluida en el hogar y condena-
pastores de la Iglesia, de modo que tales ideas acaban por recibir 11' ,,1 ostracismo en la vida política y sociaL María, en cuanto nueva Eva
canónica en los concilios ecuménicos. A los Padres les corresponde Virgen perpetua, rescataba a lo femenino de la inane pasividad en que
mérito de haber localizado y enriquecido todos los elementos ,," .... u .....a .... , I taba, convirtiéndose en personaje decisivo y «causa de salvación»
de la doctrina mariana»l. l. neo), e iniciando a la vez un género de vida que sería seguido por
Ante la variedad de modelos expresivos y de esquemas represen .IIlm rosas vírgenes cristianas. Este protagonismo otorgado a María en la
tativos con que los escritores del período enfocaron el misterio de I I n mía de la salvación fue recusado por los ebionitas y los gnósticos, y
Madre de Dios, cuya figura fue objeto de reflexiones teológicas, relat 11 articular por los antidicomarianitas, que querían rebajar la densidad
apócrifos, poesías inspiradas, iconos venerados y, en definitiva, cult ti ni gica de la Madre de Jesús negando su virginidad.
generalizado, resultaría reduccionista buscar la sola raíz de todo ella n cambio, la semilla del culto a María encontró terreno abonado en
en la fe desnuda. Tales modelos y esquemas son también el efecto de la I difundido culto de las diosas madres. Fue normal que, de ese culto,
inculturación de María en el mundo mediterráneo. I de María tomara, aunque a menudo de manera inconsciente, títulos
En esta operación, delicada y de envergadura, la predicación sobre 1"moríficos, expresiones cultuales y modelos iconográficos. Era inevi-
María tropezó con dificultades que humanamente eran insuperables. •. 1l1e que este movimiento de devoción intensa incurriese en heréticas
En particular, hubo de bregar con la aversión mediterránea a aceptar dI' 'mesuras, expresadas algunas veces por las coliridianas y, antes que
el misterio fundamental del cristianismo: la encamación del Verbo. A .\l s, por otras corrientes que pretendían asimilar a María a las diosas
los maniqueos y a los neoplatónicos, pero también a la tradición judía dl: 1panteón pagano. Fue necesaria la intervención de los Padres, como
y luego a la musulmana, les repugnaba que la palabra de Dios se con- 1', ¡fanio, para evitar las desviaciones maximalistas, mediante el recurso
taminara con la materia y naciese del seno de una mujer. Pero, para los 11 I figura evangélica de María, poniendo de relieve su fe y su condición
cristianos, la verdad de la encamación era incuestionable, en cuanto ti criatura.
«caro cardo salutis »2, y María es la garantía de esta y de su virtualidad María entró así en el patrimonio de la Iglesia antigua: en la teología,
redentora. Más exactamente, como Virgen y Madre, María garantiza I mo fundamento de toda la economía salvífica y síntesis ortodoxa del
uperadas las concepciones que hacían del medievo una época oscu,
cmtista y de transición (a los ojos de los humanistas), una era papista de
1'° tasía de la verdadera fe o de esterilidad teológica y eclesial (a juicio de
k,s reformadores y de la historiografía protestante), o por el contrario un
Il mpo de cristianismo ideal al que era preciso regresar (Romanticismo
ti siglo XIX), hoy día se mantiene que:
es una de las adquisiciones más fecunda d la historiografía Ila época patrística lleva la impronta del modelo gnóstico-sapien-
siglo XIX» 1• I l (mc ntrado en la búsqueda de la salvación, esta salvación también
Como civilización completa en sí misma, a la que no hay que 1i 'mpo en la institución de los monasterios. En ellos se observan
nigrar ni aureolar, el medievo tiene su particular macroparadigma, viiI ntemente las reglas de san Benito (t h. 547), san Columbano
características nuevas que lo diferencian del helenismo imperante ti 15) Y san Basilio (t 379), que rigen la vida comunitaria de los nu-
ta entonces, aunque los contenidos de la fe cristiana permanecen centros monásticos ítalo-griegos. Los monasterios constituyen
esencia idénticos y las aportaciones de los Padres continúan siendo t'millero de vida espiritual, un nido de cultura, un islote de libertad
referencia doctrinal. 111( respecto de los obispos, sino también en relación con el Estado.
cendente pero misericordioso: Hildegarda de Bingcn (t 1179), Joaqu( Ii '10 a entre los pueblos que se hallan bajo su dominio (frisones, sajones,
de Fiare (t 1202), Francisco (t 1226) y Clara de Asís (t 1253), Matild 1.lv ... ), a los que conmina, incluso por la fuerza, a convertirse al cris-
de Magdeburgo (t ca. 1295), Margarita de Cortona (t 1297), Ángela II.II'! mo. Interviene en las cuestiones eclesiásticas (en el año 794, en el
Foligno (t 1309), el Maestro Eckhart (t 1327), Juan Taulero (t 1361) 111 ) 1 de Fráncfurt, había rechazado la doctrina sobre las imágenes, y en
Enrique Suso (t 1366), Brígida de Suecia (t 1373), Catalina de Sie I ti , en Aquisgrán, exige al papa la aceptación del Filioque). Introduce
(t 1380), Jan Ruysbroeck (t 1381), Juliana de Norwich (t d. 1416), co 1II liturgia romana en sus territorios e impulsa lo que se conocerá como el
su Nube del no saber ... I nacimiento carolingio» mediante la creación de escuelas, bibliotecas y
Las representaciones que aparecen en las iglesias no se centran I >mento de las transcripciones de códices, en un empeño por recuperar
como sucedía en las catacumbas, en la adoración de los Magos o en 1\ gado de la antigüedad clásica. Este es el tiempo en que Europa empie-
otras escenas evangélicas, sino que se proyectan hacia la dimensión 11 1 fraguarse y a cristalizar como «una entidad espiritual, y no ya como
ultra terrena. En el arco del ábside de las catedrales de Montreal, Pisa 111 m ro concepto geográfico. Su vínculo unificador está constituido por
y Cefalú domina la majestuosa figura del Cristo Pantochrator, Señor de 1II cristiana, tal como había sido fijada por el Papado»7•
la historia, y en la banda inferior aparece representada una María en Vinculada al Imperio se halla la institución del feudalismo y su es-
actitud orante. En otros lugares, como en Santa María del Trastévere, .dn de dependencias jerárquicas, que va desde el señor local (vasallo
encontramos la combinación plástica del Dominus y de la Domina, en dl 1 infanzón) hasta al infanzón, y así sucesivamente hasta llegar al rey.
los mosaicos de Santa María la Mayor de Jacopo Torriti (1291-1296), H aballero/guerrero recibe las tierras de su soberano (beneficium), a lo
que sitúa a la Madre en el mismo trono del Hijo, otorgando una «casi lllal él responde con la commendatio sui, en correspondencia de la cual
paridad» de la Señora con el Señor6 • h ibirá protección.
in embargo, el hecho de que en Italia surgieran los municipios, cuya
ncia es el autogobierno, subvierte el sistema feudal y propicia la apa-
1.2. Jerarquización I i n del individuo, sujeto, artífice y protagonista de la vida social. Se
escapando del descomedido poder, son gob rnadas por la voluntad 1'11 S Y P r su dama, pero vinculado al mismo tiempo por el juramento
los consejeros más que por la de los comandantes»9. lid ·lidad a su señor feudaL
Al amparo de este florecer de la subjetividad se desarrolla la nt conoce su edad de oro mariana en el siglo VIII con Germán de
como pathos hacia las miserias humanas y el amour courtois entre el 11 t~ ntinopla (t 733), Andrés de Creta (t 740) y Juan Damasceno
rón y la mujer. El fenómeno del amor cortés que surgió en el siglo XI h jl ia el año 750), que presentan a la Theotokos como el comienzo de
Provenza y fue difundido en Europa por los troubadours, los I\/h........ ,,~,.., 1111 va creación, la cumbre de Israel, la cooperadora en la salvación
y los poetas del dulce estilo nuevo, exalta el amor hacia la mujer 12
y la intercesora universal presente siempre en la Iglesia •
valor absoluto, desligándolo de la procreación10 • Las características te período hallamos la primera tentativa de articular un tratado
amor cortés son descritas en los siguientes términos: ,,'m tico de la teología l3 con la Fuente del conocimiento (Peghé gn6seos) ,
IU 'ln Damasceno, obra dividida en tres partes: «Dialéctica», «Historia
a) «Ante todo, se lo consideraba imposible entre la mujer y el LIS herejías» y «La fe ortodoxa» . El tratado comienza a ocuparse de
habida cuenta que el matrimonio feudal era un acuerdo entre 1I 1 :.l n la segunda parte, cuando se exponen y combaten las herejías
nitores. N torio y Eutiques, y le reserva un espacio más amplio en el libro III,
b) «En él la mujer tenía una posición de superioridad en las • k rtodoxa, en el que se trata del misterio de la encarnación. Damas-
con el amante ... El amor había quedado, como quien dice, 111) realza el consentimiento de la Virgen santa y la obra catártica y
zado: el amante servía a su dama con la humildad con que el 11 1 rmante del Espíritu:
servía a su señor... y tenía también que hacer de todo, siempre
el fin de ser digno de ella, cultivando todas las virtudes ,-,aIJ a •• ~ . A í que, después del consentimiento de la Virgen santa, el Espíritu
cas». anto vino sobre ella, según la palabra del Señor, anunciada por el
c) «Era algo esencialmente artificial, précieux, que nacía más de la ¡ [ el, purificándola y dándole la capacidad para recibir a la divinidad
za que del corazón, con reglas rígidas, convencionalismos d 1Verbo juntamente con la capacidad generadora»14.
un verdadero y propio equipo de reglas normativas»11.
Por tanto, una vez especificada la fun i n en radora del Espíritu, .\ m , justa y verdaderamente llamamos Madre de Dios a la Vir,
precisa con rigurosa terminología que el Verbo vino a habitar en el "1\ anta. En efecto, este nombre constituye todo el misterio de la
de la Virgen «sin semen humano y sin experimentar limitaciones»: U1 mía (totum incamationis [tes oikonomías] mysterium astruit) >> 17.
«Se encamó, pues, asumiendo de María la primicia del ~,"'U..,'U"'_ njunto de las homilías marianas de los siglos IV y V es en ver,
nuestro, carne animada por alma racional y espiritual, de tal IlInponente 18• En el coro de los Padres se distinguen algunas voces
que la hipóstasis de la carne fue la misma hipóstasis del Dios, 1 " 11> r flexiones sobre la Virgen son de una especial madurez, y que
la primera hipóstasis simple del Verbo divino llegó a ser 111 In sutiles puntualizaciones de la razón enriquecen el dato de fe
el sentido genuino de dicho título: I ¡dente cuando afirma que no basta la ciencia teológica, y que esta
11 ir unida al conocimiento espiritual. También él admite que María
«Confesamos que la santa Virgen es Madre de Dios 111 dre de los fieles, no en el sentido de que ella los engendre en su
yen el sentido estricto de la palabra: en efecto, así como es '''>'~r1'l, r1 ....... tllllición de tales, tarea exclusiva de Cristo, sino en el sentido de que
Dios aquel que nació de María, así también es verdadera Madre I ristianos, a través de ella, «comunican con la carne inmaculada del
Dios aquella que engendró al verdadero Dios encamado. En 11 0 , puesto que la carne de Cristo es la carne de la Theotokos »19.
decimos que Dios fue engendrado por ella, no en el sentido de El siglo XIV conoce grandes figuras de teólogos «sistemáticos». Gre,
la divinidad del Verbo haya tenido comienzo, en 10 relativo a la 11 ¡ ) Palamas (t 1359) sitúa a María a caballo entre la naturaleza creada
tencia, por ella; sino en el sentido del mismo Dios,Verbo, nacido la increada, para que ejerza una doble función: «Hallándose entre Dios
Padre fuera del tiempo y antes de los siglos, sin principio, eterno I hombre (o, mejor, en posición intermedia), María hizo de Dios el
el Padre y con el Espíritu, en los últimos tiempos, para nuestra sal I Jo del hombre, y de los hombres hizo hijos de Dios2o . N icolas Cabasilas
ción, habitó en el seno de María, se encamó de ella sin O~''''L~I.·;.l'''l."... ~,... (1 a. 1391) contempla en la Virgen «una tierra nueva» que «no heredó
cambio, y nació. Por tanto, la Virgen santa no engendró a un I iejo fermento, sino que fue una nueva levadura, según las palabras
hombre, sino al Dios verdadero»16. ablo (ICor 5,7), y el principio de una nueva estirpe»21.
3. María en el medievo occidental , n tuar en favor de todos sus hijos, para conseguirles el bienestar
I rr no y más todavía su eterna salvación, obteniendo para ello de
Occidente, igual que hiciera Oriente, sabe que la figura de María 1)1 las ayudas y las gracias que ellos necesitan»22.
conquistando poco a poco toda la cultura medieval hasta con
en un «referente» y un «sistema de valores» (véase la in I nte este período intensamente mariano se suceden cuatro mo-
\Ir
Hay numerosos documentos sobre María en los extensos ámbitos I,)s microparadigmas: el carolingio, el monástico, el escolástico y el
culto litúrgico y de la devoción popular, en el arte y particularmente de la baja Edad media. Cada uno de ellos iluminará la figura de
la iconografía, en las asociaciones de laicos, en las órdenes religiosa en Madre con su peculiar luz, luz que en parte será nueva y en
incluso en las instituciones políticas. «Nuestra Señora» acoge bajo eberá de las fuentes de la tradición.
manto protector a cuantos reconocen -cualquiera que sea su ,,..,...Ao
OV¡........
Modelo carolingio
María, figura vertebradora en el sistema cristiano
1 L. ScHEFFCZYK, Das Mariengeheimnis in Fri:immigkeit und Lehre der Karolinerzeit, Leipzig 1959.
¡'.ste estudio, que sigue siendo fundamental, debe completarse con otros trabajos que lo rectifi-
( nn en parte, entre ellos: H. BARRÉ, Les homéliaires carolingiens de l'école d'Auxerre. Authenticité-
IIltle1ltaire-tableux comparatifs-initia. Ciudad del Vaticano 1962; I. SCARAVELLI, Per una mariologia
'IIrolingia. Autori, opere e linee di ricerca, en C. M. PIASTRA (ed.) , Gli studi di mariologia medievale.
Ili!ancio storiografico, Florencia 2001, 65-85; D . I OGNA-PRAT-É. PALAZZo-D. Russo, Marie. Le
,telte de la Vierge dans la société médiévale, París 1996.
218
desta<ia~obr~t9d?~I6~ santos. No se trata, Ptles, de una pura ret)etlcté María.deCompiegne.Elpropió. monarca expone sus intenciones
Además de persegui;la herejía y de atender las necesidades del el acta de fundaci6n(5de mayodeL8.77). Siguiendo .el ejemplo de
encontramos acentos propios y desarrollos inéditos e innovadores predecesor~s;y en particular el deCarlomagno, que hizo construir
preparan la explosi6n mariana de los siglos venideros. Aquisgrán. una capilla dedicada a María, Carlos el Calvo expresa el
Sin embargo, hoy día se reconoce que el·Il.lódelo mariaho' gesto:
añade una. nota fundamental de nueva. <;:llño: se opone al.~,tJIU.HlcUHJ.!=,J
de María en los recintos del dogma y de la piedad: «La Virgen, «... En honor de la gloriosa Madre de Dios y perpetua siempre virgen
entre 10 de acá abajo y lo del más allá, se encuentra en el coraz6n 'María, hemos edificado desde sus cimientos un monasterio, al que
asuntos humanos>}, revelando una vertiente política y cultural hemos· concedido el título realy con la ayuda del Señor lo hemos
figura de María que no puede desatenderse so pena de no dotado de muchos dones y hemos decretado que en él cien clérigos
ni a ella ni a la sociedad en que arraiga su culto. La Virgen regia es imploren sin cesar la misericordia del Señor para el estado de. la
figura organizadora en el sistema cristiano de representaci6n»3, un santa Iglesia de Dios, para nuestros progenitores y antepasados, para
gar fecundo de interrogaci6n sobre las sociedades pasadas» y «el nosotros, para nuestra c6nyugey nuestra prole y para la.estabilidad
geoínétric:ódonde los hombres en c:omunidádse interrogan acerca. . de todo el reino ... »5.
mismós»4.
La referencia aMaría va adueñándoseprogresivaínente de 16s D. Iogna~Prat hace notar que la,fundaci6n del monasterio real de
pos, los espacios, las personas y las instituCiones deh María de Compiegne «es un asunto geneal6gico que concierne a
liturgIa y las 'devociones, la teología y las artes, las peregrinaCiones el linaje: en la cumbre, a los progenitores y a losantepasadosj en
dinastía reinante. Precisamente, ila lxesertc.Ía de Marla en la vida de valle, a los descendientes. de Carlos»; La: figura. gloriosa de María no
monartascatolingios nos ofrecerá laclávefúridamental para ,'" LUOlUa.
estimula la reflexi6n sobre la genealogía, sino que además se erige
s610 ene! ámbito espiritual, sinO taínBié'n énlbs espacios centrales de cierto modo en la «garante del orden del mundo»: al dedicarle el
sociedad. .....~ ..,~_ terio, el monarca le confía «el estado de la santa Iglesia de Dios»
la «estabilidad de. todo el reino» 6•
Esta interpretaci6n queda confirmada por el poema de. Juan Scot
1. MarIa y la perpetuidad';déta diriastía carolingia Aulae siderae,' compuesto para la fundaci6n del monasterio, en el que el
explica que la cúpula es símbolo de la b6veda celestial y remite a
Essorprertdente el hecho de queelmohan::~ Carlós el Calvo (823~8 Virgen Asunta; «protectora y sostén» de Carlos el Calvo:
haya unido su propia imagen a la'c1.elaVifgen:Sú piedad hacia
se expresa de manera monumental, con la fundaci6n del monasterio «Gran Madre de Dios, felidsima santa María,
te alaban los cielos, te honra con votos el mundo.
Sé cercana protectora, defensa y lugar elevado para Carlos,
2 D. IOGNA-mT, Le culte de la Vrerge sous.lefegrle de'CMrles le Chauve, en D.
PALAZZo-D. Russo, a.c., 66. .
3 lb, 94. 5 Reeueil de ehartes de. Charles II le.Chauveroi de France, Diplome 425,II, 451-454.
4 G. RUPALIO (seudónimo), La Vierge comrhe «systemé de:valeurs»., lb, 6.
6 D. IOGNA~PRAT, a.c., 68.
.... que te .construye,un edifici0adlin;Í1la,~1'efnell~~'e.spléndid0; ·/[anMar;/re.,ae;DiQ'S'y¡eITest;Jrgir··
adomadoconvariedaddé'colhmnas m~l:1¡il:l:6reas¡.L·, Odel·a.dopclonis¡j;}€)Y
elevadamansiónrealizada·seg"Ñ.n·lanomiade.lcien»7.;···
primi~ra é6ntroversia que los carolingios deben afrontar la propicia el
La «norma del cien», que se concreta en el servicio de '-L'-.LL.'-'L"-'" neo~adópcionismo;dé los obispos españoles Elipando de Toledo y Félix
simboliza la perfección del templo, pero se halla también a,,"-J\:-L(1Uot., Utgel (siglo VIII) , qtiienesmantién.en que Jes6s no es consustancial
la idea de la perfección virginaL Este simbolismo del cien '-U1UU"" I'·I-I"ii.,.o..,.', sinohijb adoptivo (Deus nuncúpativus). Por tanto, a María. no
perfecta deriva de la parábola dé la semilla evangélica (Mt .LJ.U~·"'''J.r.¡'1.\ la'puede llamar Madre de Dios, porque ha con.cebidoun hombre
rinde el ciento por uno, mientras que el treinta es élnúmero que, eh un segundo momenl0,' habría sido ad6ptaclb<potDios como
de.los;casados, y el sesenta; de los que guardan continencia. hijo; Refiriéhdoseal Magtdficat, donde María serééonoéetb1nbsierva
del Señor, Félix sé pregunta retóricamente:,«¿ Ql.léPuedenaéérdeuna
esclava, sino un siervo?».
2. la figura de María emerge Carlomagno tiene ¡noticia de la dehomihada) «herejía felidana» a
en el espacio teológic:o través de un esctito que Elipando y sus seguidores lé dirigen "a él y a lbs
obispos trancos. El adopcionismo provoca la respuesta de varios te6logos
El tiempo de reactivación tras eL período de restablecimiento que y la convocatoria del sínodoide, Fráncfurt (794), que rechazó taldbc~
a las.invasiones de Italia. por 10spueblosgermánk0sy tras.1as. trina. En la raíz delsínodbse hklla el I.,ibrito sacrosílabó contra'Elipando,
construcciones teológicas parece .excluir del ámbito clelos u .....'Ha" escrito por Paulino, obispo de Aquileya, donde se níantieHeque está por
o.del imperio·carolingio las discusiones. ydisputas propias' de la !Jalea""1 entero fuera. de lugar ,jsegúh los divina docurnenta-, afirmar que María
yla escolástka. sea madre de un hijo adoptivo de Dios. La verdad de María madre de
Dios garantiza la verdad de que JesÚses hijo de Dios desde el momento
incubación;,encontramos algunos vivos .debates.de índole ·UV'¡='UlaUL\i.i de su concepción. Tales elfundamentOdela. gloria de laVirgen.y de su
respaldados a menudo por Carlomagno o: por Carlos el Calvo; eficaz intercesión, con la cual también Oarlomagno puede cOntar:
gusta rodearse de intelectuales; Estos; corno ;Pablo Diácono o
cle.Auxerre, dedican sus obras al soherahef, y el soberano, a su vez,' «La omnipotente y santa Trinidad circunde con sugr'aCiáal católico y
mueve a interesarse por las. cues~ioires(marianas, como 0cUrre clementísimo y siempre ínclito señor rey Carlos, por la intercesión de
sínodo de Fráncfurt,convocádocontra: el adopcionismo,. o la obra la bienaventurada ygloriosay siémpre virgen Madre de Di.os, María,
Pascasio Radberto acerca de la asunción de. la Virgen. mediante la cual hemos merecido recibir al autor de lavida»8;,
7 El textoseh¡¡lla en'M HERRÉN, Eriugends'«Aulaesiderde"ithe Codex aureus and the 8 PAU'uNO DE AQUILEYA, Libellus sácTOsyllabuscontra Elipandum, enM011umenta Germaniae
Church of Sto Mary at Compiegne, en Studi Medievali 28 (1987) 593-608, vv. 82-87. Historica, Cone. 2, 141.
«gloriosa» .-'-hasta talpuntó:qjJ,e:\<i:$~::t}P'é~sPFq!li'Y.~:~e:.j.~0nviel'té en~ell tanta magnitqclq1ie fueda~t1Jii~adJglla ele re:cibir..ensf a la divinidad
cipio motor del pensamiento marianodeJª~épÓfa~>?-:-{·all~ll"'lll",{~L'-'Lj del Hijo. Eriefecto, así como la lana recibe la sangre de la·.concha
manifestaba poéticamente «los dulces. besos» que la bienaventurada para convertirse en pÚl'Pura por la misma lana, la única que es dig;
dre daba en la boca. a Je:sús, «ve:rdp.dero Dios y verdadero HU'llU).lO{'~{, na de larríajestad imperial, deTaque nadie más puede vestirse con
La obstinación del adopcionismo originó el que se C01[)V()Cara.í~lt~ excepciórrdequierrestádotado de augusta dignidad; así también, al
cilio de Aquisgrán (799), en el que se encuentran frente a descender el Espíritu Santo sobre la bienaventurada Virgen, el poder
voluntad de Carlomagno, el obispo Félix .de Urgel y Alcuino, .del Altísimo ·la cubrió con su sombra para que' se convirtiera en la
de Jos. teólogos de la corte. Este último e:xpresó su pensamiento .• hma que había llegado a serpul'Púrea por la divinidad, dignísima de
obras, que compuso con.mucho.tiempode diferencia. En el ser vestida únicamente por el eterno Emperador»13.
haeresim Felicis, elautor recurre no sólo ala Biblia, sino también al
cilio de Éfeso, que había combatido en Nestorio una especie de De esta manera, «la profúndizaci6nen el concepto de la Dei genetrix
cionismo y defendido la verdad, que puede resumirse en las la atención sobre la santidad individual de la'Virgen» ysóbre
palabras: ~<El mismo único Señor nuestro Jesucristo nació por el «como portadora de· toda virtud y Como universalpáradigma
Santo' de María virgen» 11. Alcuino se remite constanternente a· U1)3 , ideas que desarrollarán en homilías contemporáneas Ambrosio
saje,clásico de Agustín donde este afirma el desposorio entre el Pablo Diácono y Pascasio Radberto. La Virgen es, espeé:Íal;
y la carne humana en el útero .deJa Virgen, tálamo del que paradigma de conducta para la vida monástica (faáa est regula
único Hijo de Dios yel misIQ.o.;Hijo.delhombre», como el C;"'LJU"'U{~ ml'\'nn,-hr'''''J<m 15, pórquesu virginidad no fue un Suceso biológicónatural,
«¿Qué significa: virgen ene! parto, .siIloque.la quedaa luz es afirmar que «la bienaventurada Virgen llena d~. graclaJj.o, sintió
gen? [.•. ] <¿\.sÍ cqmo unamujer,nocla aluzsino;através del m experiment6la corrupción del Seno>~ "porquesJlpaitonofuéun
tambié1;l uIlniñQnqséll~ si noesa ~ravésde la puerta del UL\_"~'" común, sino, inefable: Cristo, asÍcomo fue concebido,·asítalllbién
del seno cerrado»,
1)~~r.aInIlP. no .pretende¡etrotraer?e,aJa .teoría .de ()rí~ep;es ac(~rcC\: El profurtdo tratado de Radberto no se halla eh contrádicci6ncon
!aap~riRq vulvae;. sllúmco pr?pósito ;es pri:va~ de fund::np:eIl~o a la, de Ratramno, de, similar empaque teológi<:.:o, sino que, desde ópticas
ció;" mítico~pagana,cl~llIl nacirqientodt;.Gristo de ll1 cabeza o;del tintas, maestro y discípulo coinciden en afirmar el parto virginal, la
(c~mo Mine~a o Buda, ~jeIIlplos a~p.fidps;12orél)y no 4e1ser;to integridad del seno materno. Es, pues, injusto establecer
Por lo demás, él profesa la fe en la perpetua virginidad de María y oposición entre ambos. Durante el medievQ, la virgimdad en el par~
que elparto.vir~inéll seproduj(? 50n el~ePecerradoya la ve;z no se explicaba atribuyendo a Jesús la sutileza del cuerpo resucitado,
interptetánclola como un milagro de la omnipotencia divina 21 , La
«Ahora~bi~n, si él [Jes6~].esel prilllpgérlito,estoguieredecir vozqueclisiente deestaexplicaciónés la de Durando (t1334),
abrió ciei~amente elsen~,n,~·par~iorUperlo.cuando est~b;:t
.quien no es filosóficamente admisible, ni siquiera por intervención
sino para abrir a través de él I~ s~lida pa~a su nacimiellt(),como'
la compenetración de los cuerpos.PoHanto,élpropohela teoría
dsamente en EzequieL EIlef~ft~\.;:tllIlqlle estenpspresent(ila
de una «dilatación de.lasvías naturales sin interrupción y sin
cerracla, sin embargo, afi~aq~e ~l¡'~fil~aqi~rta p~r el Señor de
La teoría de Durando, de la que los contemporáneos hicieron
no pO~~1-le, a causa, d~ suen~~~4i,;~~hClY~Il abierto los ba
omiso, se expone en De margarita y será combatida por Medina,
umbral, sino porque, au¡{~~tand~a~ícerrados,la puerta se abrió
el príncipe» 19.
materno, sino también su exención «detódopecadooriginah 23 . ,u 'Le,,' , de explicitaciónde la Escritura a partir de lo que.es verdadero.y
10 que es conocido.
El Pseudo,Agustín desarrolla así una serie de' argumentospantnegar
2.4. Asunción de María María experimentara la corrupción de la tumba: la condena a .la
no Se aplica a «la carne de Cristo, que.fue tomada de la car,
Aunque la festividad ·fueestablecidll en Roma hacia el 650 de María»; la omnipotencia de Cristo exige que no haya dejado asu
nombre de Dormicióno Pausatio, yapnncipios del 800 con e! prisionera de la muerte;·si.Cristo·conservó íntegra la virginidad· de.
Asunción,: lacélebre.carta Cogitisme, .de Pascasio Radberto ( ¿por qué no iba a preservarla. de la corrúpción? .. 26.Desbloqueaasí
el pseudónimode JerÓnlrho).,confirhIá la. pdstufade. Ambrosio
i
situación doctrinal de punto muerto que se había creado con la tesis
acerca dela migración de María al ciel('),quénose ocupa de la que se presentaba aureolada por la autoridad de Jerónimo.
de sil cuerpo24. Pedro Damián (t lOn}asevera que.es propio de uria actitud piadosa
.El escrito.se reda.ctaa propósitoc:leuna conSulta de las monjas de creer en la asunción de María, y el Mariale, del Pseudo,Alberto (de
sons, que dudan acerca de si María fue asunta con el cuerpo o sin del siglo XIII), enumerará 12'motivos para probar que la Madre dé
Radberto les responde previniéndolas contra la idea de aceptar los datos fueasunta en cuerpo y alma por sobre los coros angélicos. Godofre'
de Auxerre (t d. 1188), secretario de Bernardo, se distancia de este
pasa a profesar la fe en la inmaculadác9n.cepciónyenlaasunción de
22 G. SOLL, Maria, en DPAC, n, 2110; El autor cita Hom, 13; PL, 94; Hom.II, 19;
122,325. .••.
23 PASCASIO. RADBERTO, DepaTtuVirginis;PL; IZO, 1372A: 25 PSEUDO-AGuSTÍN, Tratado sobre la asunción de laB:.v. María; TMPM, 3, 827-838.
24 PSEUDO-JERÓNIMO, Homilía sobre la asunción de la B. V. María; TMPM, 3,.788-914. 26 lb, 830-837.
María e;ll. euerpaY·almá.Be,di,strin~!1easLcle ~ompuso los formulariospara,c:1da\<día'pe lasewan,a exento
«el único ;teólogo, que.eoireetaintrín,secm:men,te»;las cfosi pn~rr,og:lt¡Í:'\l:a yIos añadió al sacramentaria de Adriano, enviado por el Papa
cuando se formula la siguiente pregunta:. «De aquella a quien se aiP~tición,deeste último: Santísima Trinidad (domingo)',
de rrianeraverdaderísima como tódabella,¿por qué no .se iba lospe(i4dlo~ Ehmes) j;J'4rapedir; 14s ayudas .de los ángeles (martes ) ¡ . La
también que había, sioo. asunta toda ella?»2,8 .. (nliércoles)j.La caridad (jueves),. Santa Cruz (viemes),
McxTIcx' (sábado)~ A partir de aquel momentoí.la consagración. del
a Mmia «se consolidó firmemente [... ]dando.origen auna tradi-
3. María y la conquista del tiempo litúrgico q.ll~¡nO .eonocerá di;;continuidades o atenuaciones»29 j tanto es así,
y devocional yg.]3emardode Constan,za (t·ll 00) hará eonstar:
Aunque los carolmgios fueron'inexplicablementesobrios en sus «Casi..entodas partes, en. el viernes de cada ¡sem;ana se,dtc,e 1:1 Illisa
taciom~s de piedad mariana, de un examen atento del período H_""U'_U de la Cruz y ;en el sábado.la misa de Santa· Mar{a, no porque talc:Q;;a
aumento de exptesiones'devocionales en diversos. niveles: los eC1lt1C:I01;~(
culto' soh dedicados a la Virgen, se realizan
sussantuarlos, se componen oraciones marianas, y la nueva L'-'-/H'-'l"oL':'" iLosmotivos para la introducción de Santq María ensábadonofios
reserva un espacia a la Madre de Dios. De estas manifestaciones ofrece .Akuino, sino, otros autores, como Pedro J)amián, quien se
halla ausente la cultura imperial de Carlomagno y sus sucesores . ~ .~,.,;... .,. etimología de «sábado» .para referirse alVerbog:p,carnadoque
.;fieL a la praxis ,romana, .Alcuino torna de ella las cuatro kI;SOI_CUL"a en la madre:
27Cf E Gl\STALDELLI, Una mariolo!!ja d'a,vanguardia nel secolo XII. ImT(l{lc0lata cCJncezione
assunzione corpórea di Maria secondo GoffredO di Auxerre, én Studi su san Bérrúi'rdo é Goffredo S.Rosso, Il«sabatoinarianó».in Occídente,.enE. M.T0NIOLO (ed.), La Vergíríe Madre dal
Auxerre, Tavamuzze 2001, 425. VI al secondo míllennio, Roma 1998,172.
28 GODOFREDODE AUXERRE, De vocázione sponsale in Cantico Canticorum, línea 120, !-,UL'l1'-élUl
30BERNOLDO.DE CONSTANZA, Micrologus de écclesiastícis'observatianibus, LX; PL, 151, 1020.
por E GASTALDELLI, Studi su san Bernardo e Goffredo diAuxerre, 452. 31 PEDRO DAMIÁN, Opusculum33,4; De bonosuffrágiorum,IV; PL~ 145,56588.
Mayor impbrtancialaún poseeJá homilía sobre .la.:asunción,que ha
J;!... ~:;au.v.· hasta. nosotrosbajolel.seudónimo.de Agustín, pero tras de la
tú sigues al Cordero adoIldequieraque; va» .Por.eso¡ en un éOíé1tE~XtIOJ Maria disponen que·cüalquieúglesiade lá.orden.religiosay el
oradón, en el que domina,el tú anafórico, Autpertodirige,a LHClH'::t<UJ mayoresténconsagrados «en honor de nuestra Señora», costumbre
súplica que llegó a ser famosa en.elmedievo: había sido adoptada ya por losdsterdenses.
Surgen durante el siglo IX los santuarios de Einsiedelny Altotting,
ti",,''''L''''',-''' respectivamente con la ,devodón profesada por Meinrad:y por
de Salzburgo.
y·en la iconografía·· que extiende sus manos en oración mientras los apóstoles dirigen la mi~
rada hada 10 alto, es desde entonces «un personaje de síntesis», que se
4.1. La dedicación de iglesias'éLMarta. tificacon la Jglesia orante ,en la peregrinadónde esta hacia Cristo.
espejo por exéelencfa en que se contempla la Iglesia, se convierte
Romá ha.bía dado ~l ejemp1o¿on l~basilicadeS~taMariala un «polo de referenda para comprender y articular eLejerddo del
trüiclá pQf'e1 papa Liberi().(352:;3§6rlf'f~l'lg~l:ld~Lpor Sixto IU LUU.L~,""L.U poder real» 42.
mente después del concüiod~Éfesb(43 2A3 7) ¡ydedicaúdó l~~go En las representadones pictóricas que se hacen en la abadía de San
teón.a santa. Mariaad marty~~;pOJ¡~bl'adeBonJacioIV(610). J . Vicente del Volturno, el abad Epifanio (824~842) dispone que. la Virgen
(705~707)' dedica a Mana l.m()ral:otió:~rí·la ba'sí1ts:a d~SanPedro.
41 LSCARAVELLl, O.C., 78.
42 D.Russo,. Les représentations mariales .dans l'art d'Occident .. Essai sur.la. formationd'une
40 lb, 728. tradition iconographique, en n IOGNA-PRAT-É. PALAZzo-D. Russo, O~c., 214.
Modelocarolillgio - 235
sea~rejJfesentad~ con. rostr0;;yi'a2Htuaesai~tmta5"~n .las escenas compromete a prestar devoción, y la otra, protección. El modelo se
cas delaianunciadófi,. el hacimiento 5de Jésús;y.:Jii¡.Qruz~rMuY'-vj"lv~'luc !W1J,,-vutrará también en Santa María en Domnica, donde será Pascual 1
la gran Majestad asuntatepresentada;enlabóveda,érílaqueaV1<1H<1' 17 ~824) el que se postre ante María en el trono -que sostiene a un
ataviada con vestiduras' reales, luce joyas preCiosas y se halla IlCIlLdJct¡ en ademán de bendecir- como si fuera un segundo hijo de la
un altísimo tronoisumamente'adornadd, con la mano dereoha del cielo. Parece que aquíse plasma en imágenes la reivindicación
da en ademán de. dirigir la palabra».. Esta imagen representa de la supremacía espiritual y temporal, que confía, por tanto, en
semántica de todo el ciclo» 43, Y armoniza con el programa. de protección de la Virgen: «Una dinámica pontificia que en muchos
de la devoción a la asunción de María¡ misterio celebrado por "~~.~"r,~ adquiere la forma de verdadera política»46. Esta misma línea
homilías contemporáneas41 . un marfil carolingio de Aquisgrán (aproximadamente 795~805),
La dedicación de iglesias trae consigo un desarrollo de la icolrio~ra representa a la Virgo militans, una María en la que se concitan la
de Nuestra Señora en el trono con el Niño, en cuyo origen se '-HI..;U"'HI:lQ terrena de su vida, cuyo símbolo es la rueca que porta, como en la
adoración de los Magos, representación predilecta de las ca apócrifa, y la fase celeste, porque está sentada en un trono
en la que la dignidad de María deriva del hecho de estar asociada al bll;;'.... VJ.au.v como el de las emperatrices en las monedas, sin el Niño, asien~
menaje que el Hijo recibe de la gente: Después, el modelo pasa al como cetro la cruz del Estado.
de Santa María la Antigua, en el que una María coronada ~~c''''a,~ El tipo de Nuestra Señora sentada en el trono o en majestad, con el
su regazo alNiño y lo presenta al espectador: están asociados los más antiguos santuarios marianos47 , se impondrá
los siglos sucesivos. Especialmente sugerentes son los iconos pin~
«La actitud de María es verdaderamente la de una reina por Coppo de Marcovaldo para las iglesias de los Siervos de Siena
sa; su vestido suntubso reproduce la moda imperial de la corté 1261) y de Orvieto (1268), o los de Cimabue para Bolonia (1287), así
]ustiniano;su corona,elstemma, esta coronamuralis;a derecha los de muchos otros pintores durante los siglos XIV-XV48.
izquierda los arcángeles Gabriel y Miguel se inclinan respel:uo saruet 1
t~p:logía"e~'«alabáriza de Dios» 4, porque -añade san Bernardo- a Además, es normal que.eltrú.1naoat0: e:ícp~esesu:~diálog0con::;la Vir~
«se" le busca d~ manera más digna se le encuentra más fácilmente de una manera propia y peculiar. Y esa manera es la de la alabanza
la oración que con la disput~:/~El principio y el fin de la in laora,cióp:, que del ámbito litúrgico}se extiendeaespacios.mundanQs.
es la vivencia de las realidades divinas, como atE¡stiguasan. LJ\O.LHdll\ unaJeología:11J,arianaorante, que se expresa en las homilías y
cuyo lema, más que credo uf intelligam, era credo ut experiar6• los ,himnos litúrgic:os, así como en las oraciones privadas o perso~
Se comprende entonces porqué la referencia monástica a María.
cede más importancia a la sabiduría que a la ciencia. En efecto, la . Sinembárgo; aunque recluidos en el recinto del monasterio, los es~
cristiana consiste en «vivir según la sabiduría», por lo cuallds mcmJ(~S~SI están impregnados de la manera de ser de la cultura feudal, que
los verdaderos filósofos; pero -como repite Odón de Canterbury rce su insoslayable influencia sobre su percepción de la persona de
1200), siguiendo a un autor desconocido- el prototipo de los sobre las formas de culto de los devotos y la espiritualidad ma~
después de Cristo, es María, a quien se llama «christianorum El feudalismo, con su esquema piramidal,en el que se engarza una
de dependencias que va desde los hidalgos y los vasallos hasta
«Cierto sabio, mientras desea alabar a María de manera muy rey y.el emperador,. influye en laconcepciónj típicamente. medieval,
vorosa admirando su nombre, exclama: "María es la filosofía de María .comomediadora entre Cristo y la:lglesia.Ladevociónadopta
cgstianos". ¿Quésignmca esto? La filosofía es. el estudio o el ULL'H'-",",~ el tipo' de contrato bilateraL:.a.1a.traditio o confiada entrega
.la sabiduría. A María se l~llama la filosofía de ~s cristianos, por lo los frailes le corresponde el patrocinium o protección de la Virgen,
todoqquel que CJ.ui~ra encontrar la. sabiduría debe dirigir a María que despide un aroma inequívocamente feudaL Inspirándose
su Fmor y su estuq.io. Ahora bien, la verdadera sabiduría es el rito al qllesesometía el hombre libre cuando no tenía éxito en
denominado fuerza y sabiduría de Dios. Él es en selltido negocios, el beato Marino, hermano de san Pedro Damián (t 1049),
y propio la sabiduría de los cristianos, porque el cristiano no pone unácuerda al cuello y se ofrece a María en calidad de siervo
busc:ar. otra sabiduría al margen de él. :El que desee¡collseguir . Antes que él, san Odilón (t 1049), abad de Cluny, se había
sabiduría, dirija
..
su ...•..
propio estudio
'"
a María..,....porque
.'.
en María
. .....
'. '. i(Jrt:eC:ldO para siempre a María a título deesclávo'l.
trará a Cristo todo el que quiera eJ?-contrarle. En efec:to, por Se entrevén así las cuatro direcciones en que se encauzará el modelo
deN}:.aría se yaa Cristo; de la. misma,;lllanera que mediante la ',U\JUCJ.0LJL'-'V en relación con la Madre de Jesús: teología orante,incultu~
se llega alhijo, así también medial1tela madre de la misericordia feudal, disputa sobre el comienzo de la vida de María yprotago~
. . . . .\..·LVU
«Dios'omhipotente y eterno, que mediante eL anuncio del concepciones .antropo1ógicas. del medievo· sepuedenrastrear"'mejor
.bienaventurada.siempre Virgen María, dispusiste hoy que tu. en los formularios litúrgicos, en las oraciones personales o cbm'uni~
eterno juntamente contigo, por.obra del Espíritu Santo, fuera dirigidas a María en prosa y en verso, que florecen en el ámbito
bido según la carne para la salvación del mundo, ayúdanos . Algunas de ellas han alcanzado notoria celebridad, como
,a nosotros que somos tu1pueb1o, para que, conseguida la paz, Maria,succurre miseris, qllese remonta quizá al siglo VII y fue
mossunacimientoconánimomás libre de culpa»10. "''''',v.....~~.porAmbrosioAutpertoy Alano de Farfa , oSingularis meritis,
aunque atribuida ·a EfrénJue compuesta en el siglo VIIP5.
Junto'a..este tipo predominante; el Antifonario romano contiene' En.latomposición, de oraciones a ,María .sobresalen Anselmo de
serie de breves antífonas dirigidas directamente a María~ (t 1086) y Anselmo de Canterbury(tl109), ambos obispos y
. El primero componecinco.oraciones marianas para uso de la
«Eresbi~Ilaventuradai oh María, que creíste:,se cumplirán en ¡,vu-U.'-c,a Matilde de Canossa (;1: .1155); cuya dirección espiritual le había
cosas que te fueron dichas depar~e del Señor, aleluya. confiada por Gregorio VIL Sobre el trasfondo de .los «pecados más
Te glorificamos, oh Madre de,pios, porque, de tinació ,~L'-'L;~9 rn"'rn~",~ que la arena del mar» ,la figura de María resplandece como
Salva atod()s los que te, glorifican. de «grandeza inefable» y «éxaltadapor encima de la gloria de
iVirgeIlsanta e inmaculada 1 No sé cómo cantar tus .CUClUClLU>
los mortales y de la dignidad angélica» j lo que no es óbice para que
porque a¡\quela quienlos ~ie10s; nQ plleden contener, tú Jo muestre clemente y misericordiosa, potque,es, una «gran madre», que
en tu seno» 11. el Ca1vario~adoptó como hijos» a todos los creyentes. Anselmo
inclina a contemplar en Jesús al «juez resuelto», ,mientras que María
En el Sacramentario mozárabe, muy rico desde el punto de vista de rpf'\Tlf'np conclemencia¡ «como contrapeso a Su severidad» 16. Aloran~
18 ANSELMO DE CANTERBURY, A santa Mana, per impetrare il suo amore e quello di Cristo, en
TMSM, 3, 88-9J:Paraprofundizar, consúlteseL~TALLA~BoURDILLON, Marie dans la théologie de
Ailselme. Étude des trois "Orationes ad sanetam Mariam» ,.tesis qe licenciatura defendida en
17 lb, 58. Pontificia Universidad Gregoriana, Roma 2000 (edición f0tócopiada).
..
Md(;felod~;lw,feOlilygf~l;0mQrtá:sti€ia· - ~4.5
Hay que recordar, al menos, el doble Mariale atribuido a sa.n t\.JUlUL-'L-IUll mariana de san Bernardo no es muy abundante (la confor~
Magno (t 1280), una de cuyas partes se halla reivindicada por tan sóloJ9homilíasyotros pasajes dispersos en sus 'obras), pero su
deSanLorenzo (td. 1245)2°. En el; otro21, el anónimo autor la hace brillar con luz propia: .
mediante el método escolástico (videtur quod nan,sedcontra;
soludo 'obiectorúm)una.s 230 cuestiones,· mientras comenta. el "'"'TH1''' «Las páginas marianas de. Bernardo podrían parecer. escasas sise
la anunciación (hastallegatal versículo «nonerit impossibile U,U'4U,··.L' comparan con la cantidad ingente de sus escritos; sin.embargo, en
omneverbum»). El autor se demora en tuestionessutiles: el sexo esas páginas trasluce toda la genialidad y la sabiduría teológica del
gel Gabriel, su edad,su vestidura, el colór de su piel... Pero¡más gran Doctor, su estilo apasionado y fascinante, su capacidad para
estas sutilezas, la. idea fundamental de la obra albertina es el f.)lU.IL-l,.'W encarnarla referencia a María en la. cultura delpropiotiempo~ y su
la omnicóntinencia, según el cual én María hallan su plenitud celo apasionado por difundir la devoción a la Madre de Dios en el
dones concedidos a las demás criaturas. En efecto, María «no es .. pueblo cristiano» 25 .
tantas'criáturas, sino unacriatúra queestásobrétodas éllas»22.
Sobre. todo la «devoción al cielo»íque hace. florecer «la imagen de
gloria mariana en el centro de los pórticos de lasgrandes.abadías de
2. Hom iI éti ca litúrgicai ncu Iturada en el feudalism , impulsa a Bernardo a contemplar á Mana. en. la asunción
madre, reina y mediadora27 .. Él, desde luego, no olvida la vida
La piedad y la teología marianas de Tos primeros tiempos de la .de la Virgen, a cuya anunciación dedica. cuatro célebres ho~
media se desarrollan en el marco de la liturgia, porque «la n-o",nAr, . ,rtioniite mostrar la ejempla.ridaddeMana, especialmente para
19 Cf A. PEDROSA, El Mariale de Saint-Evroul, en EphMar 11 (1961) 5-63. 23 J. LECLERCQ; Dévotion et théologie mariale dáns le monachisme bénédictin, en MARIA n, 550.
20 Cf [Mariale sive] De laudibus B. M. Virginis libri duodecim, en Opera omnia beati 24 Cf fragmentos de los discursos o de las homilías de Guerrico d'Igni y de Amadeo de Lau-
Magni, París 1898, t. 36. en TMSM, 3,272-279 y 288-296 ...
21 CfB. KOROSAC, Mariologia s. Alberti Magni eiusque coaequalium, Roma 1954, quien 25 L. GAMBERo,Bemardo di Chiaravalle,eriTMSM, 3,206.
tiene que el autor del De laudibus no fue Alberto Magno, sino otro de época postetior a 26 C .. CANNELLI;. Le immagihi della glorificaziorie della Vergine nella cultura monastica .delXII
Tomás (p. 639). A. FRIESS, Die unter dem Namen des Albertus Schriften, Münster 1954, Alcuni esempi iconografici, en Mar 54 (1992) 85;
composición de la obra a fines del. sigloXIIL . . 27 CE- E. lABLClYNSKI, Maria nella gloria; Assunzióríe e mediazione di grazia in san Bernardo, en
22 ALBERTO MAGNO (inter opera), Mariale:siveCCXXX.quaéstiones super Evangeliúm Mar 54 (1992) 143~1 n.
est,en Opera omnia, t;J7, q. 80, París.1898: Para;unav;aloracióndela obra; consúltese R. 28 Cflas cuattohomilías de Bemardo Supermissus est; en.TMSM, 4, 207-260. El éxito.extraor~
RENTIN, Maria, Ecclesia Sacerdotium, 184.' dinatio de tales textos se explica con dos palabras: «su bellezá,>. <I::fJ;LECLERCQ, Saint Bemardet la
los monjes; Su admiraciómno, sQlb¡s~FrnanifiestaátItb na bré:v.e];)legaria¡de:Betrtardo;¡queJ].Ledereq consideraba·.típica,
maternidad divina' ele l<idoncella de Nazaret;!sino· ~o.LJlUJJ."'LLa"'_LLL.,' eklengúajejurídicóy:¡feudaVen que está formu1a.da32,
tierra'«por el.conducto;de.la.Virgen»;.el.Espíritu Santo igualdad entre el varón y la mujer,porque ambos; son imágenes de
ella. «su ungüento precioso con tan superabundante plenitud, y ve en la mujer el símbolo de la libertad, de la sabiduría, del alma
que se. desborde abundantísimamentepor todas.partes». Hay que de la Iglesia39.
buena nota de esta disposición divina:
. «Así que veneramos aMaría desde lo más profundo delcorazón,. Debate acerca de la santidad primordial de María
nuestros más tie.rnos afectos y deseos, porque así lo ,quiere aquel
estableció. que nosotros lo. recibamos todo por conducto .de general, la teología monástica se contenta con transmitir !adoctrina
. Esta es, insisto, su voluntad, pero para nuestrobien»36. de los Padres; Tal hace san Bernardo.cuaridoproclamalas
!UOUV.LV¡;;L'-'Q·
bíblico~patrísticas afitmandóque María es la Virgen Madre «Dolores comomujet.que está de parto (Sal 67), la bienaventurada
nueva Eva¡ laqueconcibi6«in menteet inutero». Rupertono Vitgen, dio á luz en la pasión de su unigénito la salvación de todos
inmaculada concepción, y no Jo hacepotque él incluye a.'J\.Ila:r'La}1('i nosotms,y clatamente es madtede todos .nosotms»45.
masa pecadota; de la que, no se destaca. hasta Ja anunciación,
es purificada. El autot, como la· Escrituta,guatda sileneiosobú~ Hay tefetencias dispetsas a María en los ttatados teológico~espid~
mentos .postteros de la vida de Maria. Sobtesale a la hma de de Rugo y de Ricíltdo de San VíctOI, o. en el ttatado ·De operibus
patalelismo entte María y la Iglesia., poniendo de manifiesto la Sancti"deRupetto de:Deutz46 ,y.ottasveces su figuráse hace
tipológica que existe' entte¡,¡.mbas; hueco en ciettos epist()lados, como en la Carta teológica de Pedm el
'verler2lDle (t; 1156), donde; sobteponiéndose.a la autoddaddeI Pseudo"
«Maria, esposa de Dios Padte, eta la patte óptima de la etónimo, se afitma la asunción. de laVitgen, peto se le niegan la visión
sia [la Sinagoga] pata convettitse en modelo {exemplar} de la """o.\.".L'-'" en vida, la omnisciencia y la presencia deJos carismas de los
Iglesia, esposa del Hijo de Dios, Hijo suYO»42. y se tecuetda que la; piedad y la devócióna.la Vitgen «no
deben sobtepujat la teglade lafe»47.
María, según Rupetto, no puede set contemplada . El benedictino Eadmew (tca. 1134), discípulo de san: Anselmo;
dada sliidentificación con la Iglesia, la cual encuentra en ella su en su Tratado. sobre la concepción de labienventurada Virgen María esta:~
sión... Y, así, enAp 12 la mujet que va .a dar a luz,y que resume blece un conttaste. entte .«la p.utasencillez y la humilde devoción» de
petsóha'a tódo el pueblo, es María,pm'medio de la eual'el pobtes, los cualescelebtan la fiesta de la Concepción de la Madre
luz al Salvadm43 . Si enesta'petspectiva Rupettosintoniza con de Dios, yla«ciencia supedOIydisquisiciónexperta» de losricosecle~
veniosque, cllando acentúa la;1llátemidadespidtual de .Maria, siásticos o secuIates, que' eliminan la. fiesta dectetando que catece.de
a alineatse con Bematdo, que sitúa a la Vitgen entte Cdsto y la fundamento»48 . .Eadmew opta sin .más pOI la gente sencilla,. pmque
En el comentado al evangelio de Juan teapatece la identificación Dios, en su ptedilección por los. humildes, es con ellos con. quienes se
Maria y la Iglesia,pmque «donde está Ja' Madiede Jesús, es decir, comunica, y no con los sobetbios, y «movido pOI el afecto de la piedad
y de la sinceta devoción hacia la Madtede Dios», se pwnunciaenfavOI
del ~cto conyugal de los progenitóres;considerado peéaminoso: «Certe peccatum quornodo
fuit, ubi libido nondefuit» (p. 391); Celebrar la concepción de María sería «honrar el
introducir una falsa santidad» (p. 392). 44 Coínm. in Johan:; PL,169, 285.
,41 Por ejemplo,.]osÉ DE LA ZERDA, e~ Maria effigies revelatioque Trinitatis et attributorum 45 Ib,PL 169,' 790. Sobre el pensamiento de Rupertode Deutz,. cf M. PEINADOR, La mario-
Almería 1640, cita· 75 veces a. Ruperto.Más:Ímportante esla cita .de Pablo VI, con logía de Ruperto de Deutz, en EphMar 17 (1967) 121-148; ID.; María y la Iglesia en la historia de
lá clausura de·lasesión tercerá deL concilio Vaticano II,deuna frase que en parteiesde la salvación. según RupertO de.Deutz, en.Ib, 18 (1968) 337-381; ID.; Lamatemidadmesiánicade
y en parte. de Gerhoch de .Reichesberg: María es. «portio rrídxirna, portio optima, portio María en elAT según·Ruperto deDeutz; en Mar34(1970) 521<570.
portio ele'ctissiiná». 46 PL 167, 1576-1579.
42 RUPERTO,De operibu:s Spiritus Saneti, 1, 8; PL i 167, 1577D. 47 PEDRO EL VENERABLE, EPist. nI; PL 189;283;304;
43 ID., Gornrrt.inApoc. XII; PL, 169,10398s. . 48 EADMERO,.Tráctatus de conceptioneb: MariaeVirginis, 1-2; PL;: 159, 301-302.
de:la.conc¿pci6ri de:Miria4ibie'cli=Ltog.o.7pétaclo, rec:un:terldc'.at.:el ,d~t~1TIline;aaY.exdusió11'dejlasteorfas·0puestas¡ por;.errólleas '0, lo
de la castaña.quesale sih·daño;algup.Gtdetsu VCL(,\.-a.La.eS¡:lln:CJSa::~2~ pe0r;'por;he:r:ética~;U'alescteoríaseran contempladasp0r Esco,-
como. posibles;. pero, probablemente, al· reconsiderarlas después de
«¿Acaso [Dios] no podía conferir a un cuerpo humano [ escudriñado la cuestión, les daría menor crédito. A pesar de que
permaneciera libre de Jodo pinchazo de espinas~a ID;()teftcls·.; ámbitos tse infravat0rá sl.lajJoftación51 ; ¿<el mérito de Duns
sido concebido enmedio.deJos,pinchazos del pecado? LJ"La.'''-Jla. es ihdiscutible»52, porque no sólo disoció la cuestión teológica de
podía y quería hacerlo; silo quiso, entonces.lo hizo ¡ljc;orlQl·ClClnalmllentbs culturales' acerca de la generación,poniendo' a
voluit; si igitur voluit, fecit)>> 49. ·pelrsona,.COlffiO sujeto de culpa o de santidad, sino. que además elaboró
V.a.LH\.-JeLL\.- el c:oncepto·de redención preservativajy fue su valedor
.,Eadmeroelabora además eLargumento de conveniencia, r¡,.,,,,,,,,,,
en la unión de María con el Hijo encúantomadre,enlaa.uHvLHC¡¡'l
tente. entre la condición glorificada de la Virgen y sus eO<Zlon no es una excepción en la redención de Cristo,: sino un.caso
mundo'-lácual, ciertamentejnoes menos perfecta que la de perfecta y más .éficazacciónsalvíficadel único mediador. En cuanto
les~i y por último en la finalidad salvífica de aquella, que ese! "LLU.v mediador;
L\.-"......
..,. 49ID, TraetatUs'd~~oricéptionesanetáe Mariae, PI.:,·159;305. 51 CfG. ROSCHINI, Duns Seoto e l'Immacolata, Roma 1955. Este autor minimiza la aportación
.50 El primer texto dice: ~<Est etiam [in eaelo J'beatissima .Mater Dei, quae numquamfuit' , de Escoto; le responde en particular C .. BAué,Joh. DunsSeotus'et historia Immaculatae Coiteep-
tualiter ratione peeeati actualis, nee originaliter ratione peeeati originalis; fuisset tamen nisi fuisset tionis, Roma 1955; ID., Il realecontributo de Ü: Seoto nella questione dell'Im~~olata Coneezione,
vata» (In Sent.lib 3, disto 18). Tenemos aquí una confesión de fe en la inmaculada en Antonfáimm 29 (1954)4 75~496; Ioannes DJns Seotus et história Irrírí1acuÍátae Ciinceptionis, en
porque el adverbio forte, colocado por algunos códices entré neeyoriginaliter; sé considera Antonianum 30(1955) 349A88~Para con,ocer la crónica de esta polémica, (;fR.LAuRENTINen
una interpolación tardía (Longpré). Usegundó te~toapareceen algunos códices de esta La VieSpirituelle, suplemento, 48 (1955) 467-470, Yen Lá vié Spirituelle 101 (1959) 67-69.
«Maiusbenefieium est et maior gratia simpliáter eónse'rvare istum in innoeentia quam au",,,,,:,,,. La cuesrión se halla recogida con perspicacia por MARIELLE LAMY, rJmmaeulée Coneeption: étapes
remittere:alii peeeata sua postquain eeeidié·cib ipsa innácentia; et ideo rrúlius beneficiu~ et.gratia et enjeux d'une eontroverse au Moyen-age (XII'-XV siecles) , 367-378.
Deus beatae Virgini et angelis sdrictiS,confirriumdo eosin innoeentia perpetua, nepossent npr("nrp nw 52G. Seu, Storia dei dogmi mariani;Roma 1981,292.
si remitteret eis peeeata [, .. J. Plus incomparabiliter dedit Dominus beatae Virgini conservando imUlt'I'hJtifl 53 DuNS EsCOTO, Ordinatio 3, d: 3, 'l. 1. CfR.ZAVALLONI-E,.MARlANI (eds.); La dottrina
quam Magdalenae dimittendo septem peeeata» (Ordinario, ·lib 4 al final). Cf M; LAMY, L!TI'¡Tm!CUU mariologiea di Giovanni Duns Seoto, Roma 1987 (artículos y textos): Cftambién el textohüino
Conception: étapes et enjeuxd'une éOTitroverse i:lu Mayen-age(XII'-XV siecles), París 2000, 375~3 de la Lectura in librum tertium SententiárilTlÍ, en Doetoris subtilis etrriariani B.
sldades aceptaromla~inmaguladaeoncépcliQn.:y:,~sígt:Iiendo el, Rab10niácono~;(;¡-.i ea. ,B70),;¡Fue :eLl'datoLniariano más ,difundido
La Sarbona (1496); se comprometi€tombajo ,juramento .Ui"''"''~-.~'''' la .Edad media y conmovió los corazones, para que tuvieran
enlaVirgel;LpodetGsay·miserico'rdiosá, mejor ddo que habría
haGer10 eLmáspersu'ilsívode ,1GS seTIn:ones marianos. Refiere que
4. Protagonismosalvífico de María en los «m tal Teófilo,yitárío.del obispoí' quienpofhumildad había rechazado
demayorJuste'y honores/sdepriva de toda su anterior dignidad.
Los miraculason un género literario consistente en « se;;debatedesesperado, se tropieza con un mago judío que; le
de hechos maravillosos (apariciones, conversiones, gracias ( >mrenlce.paraquesuscribaun pacto con d diablo, a fin de recuperar
índole) atribuidos a la intervención de.María y .capaces ~,", .• ,-,.'~ .honor. y sus bienes. Teófilo, después. de invocar a Satanás,firma d
la confianza en ella»54. rr.Orr<::lT.óv. en vitimd dd que vende su alma y reniega de Cristo y de su
El primero en consignar por escrito tales rdatosparecequ~ Rehabilitado en su dignidad de vicario¡ todos· le honran y temen.
GregoriodeTours (t.594); quien en De gloria marty.rum o. Teófilo, arrepentido, es presa ddhorior. al percatarse deque.en
milagros nos transmite ocho sucesosniilagrososconsiderados d dd diablo obra d quirógrafo, la prueba de su pecado. Entonces
de la producción miraculfstica ulterior. Esos rdatos,.por le aparece María, que le reprende su comportamiento, ala que él
que se conozca en Occidente la leyenda bizantina de un ¡¡;.",~_~.~,uu eonuna oracióriUénade confianza dirigida a la Virgen, .«me':o
judío salvado de las llamas por;elmaphorion o manto de la HOr1ror,> entre.Diosy.dhombre»;:
trataba ddhijó de un cristalero que, junto con los demás
cristianos, había recibido la comunión eucarística. El padre, al «Tú, oh Madre. de Dios, haz que Satanás haga' que sea ilegible el
dd hecho, arroja aL chico aunhomo.encendido.Acuden los testamentoqúé;.he firmado de mi puño y letra y que constituye la
y rescatan dd horno al muchacho, que sale ileso del trance. ru.<n.<c,," prueba de mi'gravepecado.Tal garantía en manos de élmeinfunde
tarle por qué las llamas no lo habían consumido, d joven terrores de muerte. Como has comprendido bien,. te conjuro para que
le sustraigas ese pacto; [me dirijo a tLpórqúesé]que.puedes hacerlo.
«La mujer que está sentada en un trono. en la basílica donde yo En efecto, Aqud antequienJas fuerzas enern'igasse ven obligadas a
de la mesaelpan¡y que tiene en su regazo a un niño·peq ceder, te ha concedido este poder. Muestra tu poderío, ioh esperanza
cubriócon sumanto,paraque d fuego no medevorase»55. mía!, imi defensa y' escudo! Desplfega tu fUerza y muéstrate como
. . valerosa protectora. ¿Meperdeté?¿Me salvaré? [no lo sé]; lo cierto
La: Legenda Theophili, escrita en griego en el siglo. VII por es que, de todos modos, seré considetadotu protegido»56.
Eutiqu.iano, 2::itri¡:¡.rcade Constantinopla -::testigO ocular.dd
parecetsucedido en Adana, Cilícia,has:ia d538",-, es traducida La Virgen, después dé/asegurarle qúe hablará al Hijo, desaparece. Al
de t:res días, vue1ve a visitarle, arranca de las manos de Satanás d
54 J. LECLERCQ, Dévotion et théologiemariale Mm lemonachismebénédictin, 555
miTaculis sanctae Dei Genitticis Mariae,prologus, en H.. BARRÉ, Prieres anciennes de 56 PABWDIÁcONO, Miraculum Sanctae Mariae de Theophilo poenitente; TMPM,3, 816-818.
la MereduSauveur, París. 1963, 126). Cf G. GEENEN, «Legenda Theophili». Speculum histotico-doctrinale de mediatione Matris Dei in Alto
55 GREGORlO DE TOURS, Libri déi miracoli 1, 9; TMPM,3, 605. Cf PL, 71, 713-724. Medio Aevo (saec. VII-XII), enDecultumarianosaeculisVlcXI,N,3Bc346.
qhih~gntfoy~elo.iestituye;asJdevotG~CqueJofqliemá/eir"Cl'Li'>""',,,,oVO.! En la misma:época'~se;0bservá]a h(mesidadde~escdbir'enprosa; los
presencia,de10bispo Yfdetodo' el puebloS;' r, 'ITW'" W·lllIfI'" q11edé,estefinodqacceden .adossermonarios61, o también 'se los
'Beda el Venerable,' (t;,7J5J refiere' que utúdérigo roinano¡ ,lJo~,ee¡rG poesía¡~comp hacen Gautierde; Coinci (1177:. 1236),' Gonzalo de
de grandes riquezas/fue obligad0;p6r 'susc,parientes a, casarse <tOfl, J:)erc:eo." (12lh1264) yAlfonso X.el'Sabio (1221~ 1284), que narran, respec~
niujer también niuyrica. Después de la boda,eldérigo se'retliá tivamenfé 47,15'y375milagros6,2; Los relatos de milagros llegan a hacerse
recitar la hora nona en una iglesi~a dedicada a María,.,según solía célebres e influyen profundamente en los cristianos de aquella época.
Allí se le aparece la misma Virgen, quien revestida de esplendor Estos relatoseontienenindudablemente «un encanto dulce ype~
crimina: «Tu, que me' has servido hasta, ahora;¿ por qué me 'Iletrante;funa ingenuidad, una ternura y'una sencillez de corazón que
desposándotecoh otra?iNome dejes por;l:tna,mujerinortal,; cuya conmueven al tiempo que invitan a sonreír», pero a la vez transmiten
es breve! ». Después de regresar adonde los suyos, confía su mujer <,historias que suscitan la rebelión contra la piedad más razonada y a la
de los, parientes, para dirigirse luego a ver al papa Zéfiro~quien le contra la filosofía de los tiempos modernos», (G Paris).Además de
que se haga monje de aquella iglesia para servir aDios ya la Virgen, estos laudables ,aspectos, observamos que en las narraciones se proyectan
«le había librado de los lazos del diablo>~57; también las sombras de la épocaeuando en ellos aflora el antijudaísmo
Influyó mucho en eHomento de ladevocióhaMaría, O la misoginia, 'pero son espejodeunperíoao deJe sólida y firme,enel
cordia, unrelatodifundido'en tiempos de Odón" abad de Cluny ,\,JL¡::~LV,'"'''', que el milagro es algo cotidiano que¡ florece. por doquiera, y la figura de
Un ladrón joven, que se había convertido e ingresado en, el la Virgen se manifiesta deeontinuocomo generosa bienhechora de sus
que una mujer maravillosa se acerca a su lecho y le habla con ....UJLUlA;;" devotos y «presencia maternal y piadosa, 'llená de autoridad, o más aún,
«¿Me conoces? [; .. ]; Soy laMadred~ la miseri¿ordia»~ Aleabo de como diligentísima abogada de sus fieles anteelOmnipotente»63. Losmi~
días, el joven muere a la hora que"laVirgen;había predich058. lagros tiendem«a intensificar el amor a María en las mentes de los fieles y
,Los;relat6s latinos recogidos en losmiracubson de procedencia a zarandear el corazón de 10sindolentes»64. María no sólo se inclina sobre
monástica como extramonástica: desde el siglo VI al sigloXV se el lecho de un enfermo y le ofrece su regazo, sino que además protege a un
tan 1.7 83relatos59; Se multiplican en el siglo XIII; al calor del L'-'U,UUJ,.... " . monje contra los. ataques del demonio en sus sucesivastransfonnaciones
de la «niarialización» de las leyendás tradicionales: en animales; feroces, .o/ hace que' florezca una rosa fresca en la' boca. del
cadáver· de un clérigo, lujurioso pero. sinceramente' devoto de María, o
«Durante el siglo XIIhedesqtau!lyerdadero entusiasmo por cura a una mujer que, desesperada porque se han descubierto los' tres hijos
ala Virgen y,se le, at;ribuyetl!4ngra,):l mímero de milagros que en habidos de la relación con su padrino,'ingiere arañas venenosas.
antiguas historias se referíq.n,ª[)io~Qaalgúnsanto»6o. El· milagro. mariano. brota de un· fondo. religioso. en el. que el hombre
57 BEDA EL VENERABLE, Homilía sobre la santa Virgen María; TMPM, 3, 715-716. se siente frágil e inerme en medio de un mundo cruel en elquereina la
58JUA,N DESALERNO, Yitasancfi0dt>niS,9~10;TMP.M.,,?,,84L. CfO, ,M. ROSCHINI,
il primo sviluppo del títolo e del culto de/la <;Máter~iseric:oidíae» (sec.X-XI), en Decultu
saeculís VI-XI, IV, 473-'486:' . , 61 Juntamente conlosmiraciLld, 'se incluyentámbién en los sermories los exempla; relatos
59 Cf A PONCELET, Index miraculorum Beatae Maríae Virgínís quae saeculís VI-XV latine ¡nás breves cuyafi!).alidad,es ilustrar una, yerdad feli~osa o mor~l (ib, 71-73). ., .. 5 •• "
cripta sunt, en Analecta Bollandiana 21 (1902)241;360. 62 Cfla extensa übraOÁuTrÉR DE COINCy-OONZALO DE BERCEO-ALFONSO X EL SABIÓ; Miraeoli
, 60. P. V.BÉTÉRbus, tes collectionsde miraclesdeláNierge'en Gallo et Ibéro-roman auXIII, de/la Vergíne. Testí volgari medievali, Turín 1999.
Etude comparée;, Themes et structures, Daytorl' (Qhio,. EE.UU.) '1983-1984, 69. Esta tesis 63 lb, Prólogo de C. Segre, XIII.
tuve un extenso (733 páginas) y orlginaltratado sobre\ los miracula. 64 Líber de miraculis Sanctae Dei Oenitricís Maríae, «prologus», 126.
violenciq, y donde además eLdic:iblQmerGdeasinde.scansobuscando terreno, y deJoshombres,quesoll!buenos.o.malos en igual medida. i
ceremoniaL del feudalismo. En forma. análoga a cuanto se efectúa Desde el punto de vista de la narración, .los miracula se pueden cata,
el señor y los vasallos; se concierta un pacto entre Nuestra ~e]Eí.ol'a logar según el esquema ternario característico del género narrativo: si,
el·caballeroque·lesirve.según.lasreglasdel amor cortés: 'ella IJnJLU~' tuación inicial de tensión, peripecias que desarrollan el relato, situación
protección a cambio de ciertos ejercicios de devoción: recitar final de solúción. María. interviene¡según esta dinámica, mostrando su
efectuar genuflexiones ante las estatuas de María, prestar servicio propia identidad y misión:
mesa ellhonor de la Virgen ... Einalmente,Jos miracula se organizan
gú~ una concepción dic(¡fórnicadel'mul:Í9D,:p()laridad entre lo "-'C:llC:;'U, 66 lb, 89-95.
67 Por función se entiende «la acción de un determinado personaje desde el punto de vista de
su significado en el desarrollo de la trama» (Y. Propp), es decir, en orden a sus consecuencias.
65 P. V. BÉTÉROUS, O.c., 89. 68 Cfla explicación de estos papeles en P. V. BÉTÉROUS, a,c., 133-229.
«LaVirg~nes; presentada;com<h
.. quese f desarrollen las decision§s;QI~~Grllstd,¡slliHijo;' __ .''' __ .
de ejercer enfavorde,los seres,hurnfanosdiversosoficiós:
encuentra situado en medio de una encarnizada batalla ,-,aL"I-"a.. ¡eIl<leUlCla.s, entre los que descuella santo Tomás de Aquino. El hecho
ángeles y demonios, cuyos escuadrones se disputan su alma. .teología es la aceptación de la filosofía' aristo,
medieval se siente homo viator, concibe la vida como por parte de Guillermo de Auxerre (tJ231), maestro parisiense.
cia la eternidad, lo que se expresa en la peregrinación terrena teología pasa de la concepción sapiencial de la fe a la scientia fidei;
grandes metas religiosas: Jerusalén, Roma, Santiago de '-''-''''L'JV'' decir, a secunsaber cierto, principalmente especulativo; que deduce
No obstante, dada la dureza de la existencia, las faenas \..<VJLH'-""" conocimientos de los principios. que la fe ·leoftece. El espíritu
cotidianas lo absorben casi por completo, y la mujer «es un Ii:l\"-'Jla"u',-v. aun admitiendo que antes de entregarse a especulaciones
vÍCtima de una gran fecundidad, que antes de llegar a los cuarenta:·' que prestar oído ajos misterios de laJe,. desdibujará la perspectiva
de edad, es obligada a vivirla mitad de su exis,tencia con un, salvífica, que tiende a desaparecer en favor de la conceptua.;
tras otro»4. El varón cumple los papeles socialesde.caballero,. como sucederá en la escolástica decadente. El intelecto se consi,
der, campesino, artista, intelectual... En lo que concierne a la: generalmentecomoJaJacultad máselevadi, y la ciencia.cotno la
a pesarde que el movimiento delamor cortés ensalzó. su nctividadperfecta, cuyo ejercicio procura la felicidad' del hombre.
conyi¡;:ción de su inferioridad,. asentada ya por elDecreto de El.método dialéctico de los escolásticos, basado en la lógica aris,
«Pertenece al orden natural de la humanidad el que.las.mujeres totélica,.origina nuevos géneros literarios: las sententiae, la quaestio,la
servicio, de los varones ... », se refuerza mediante la doctrina ULL,'~V",... disputatio y lassummae. El procedimiento' escolástico ha de ajustarse a
de la proc.reaciÓn, que condenaa la madre ala pasividad. y, así¡ férreos y anquilosados trámites, fijadosestereotipadamente: utrum
de Aquino concluirá que al padre hay que amarlo más que a la (planteamiento de la cuestión) ,videtur. quod (respuesta contraria mo,
porque~les el principio activo de la generación (princiPium per tivada), sed contra (recurso a datos de autoridad), respondeo (solución
agentis), n;lÍentras que la madre es, más bien, el principio pasivo y . U ...,LVLLUL" ad primum (respuesta alas objeciones) ...
,
mádre de Dios, culto.,., mientras que el libro IV les añade otras . en un pasaje de su obra de juventud Comentario a los cuatmlibros
tionesrelativas al matrimemipdeMaría y de'1osé. 'Los COln:elt1ta.ri Sentencias .(hacia el año 1254) se muestra favorable a la doctrina 11;
los maestros de teología, 'comprendido santcrTomás, someten el laSunia teológica (1267,..1273 )es claramente maculista 12; finalmen::-
PedroJwmbardo dilatan el espacio teológico dedicado a María; .EI en el opúsculo Sobre el saludo. del. ángel, que contiene la predicación
de dichos comentarios llega aser tal,.que el texto original, efectuada por éLen Nápoles en 1273, reanudaría su postura
un recuadro de la página, queda como engullido por aquellos;' pro Immaculáta., Pero ni en las Sentencias ni en este opúsculo las
deráa su vez en los grandes comentarios dela.Suma de teología atirmLaClOIles son. unívocas 13•
Tomás' de' Aquino. Esta inserta las. once cuestiones relativas a J.HCJ.UOl'·' Además de dependerde.los concilios, Tomás de Aquino es tributario
la XXVILalaXXXCn)'en la tertiapars, donde trata de. algunos Padres para su doctriná sobre María: recoge y cita algunas
Verbol precisamente. «acerca de: lo que respecta a su entrada en el tlistinciones y" precisiones de Juan Damasceno; Ambrosio,Agustín;
dó». La exposición se hálla ampliada con respecto a las Sentencias, Jerónimo, .Cirilo, .Crisóstomo... Sin embargo, no las acepta a ciegas y sé
las cuestiones se subdividen en 22amculos directamente marianos. distancia, por ejemplo, de este. último cuando atribuye jactanda ,a la Vir~
Además de la síntesis de la doctrinatiariana de santo durante. la vida pública de Jesús, afirmando que «en esas, palabras,
lectura directa de la Suma hace que se perciba el equilibrio LrlS()st<)ITlO exageró»14.
fuisset, nurnquam incurrisset maculam originalis culpae: et ita non indiguisset redemptione et salute
Escritura y, por fin, concluye definitivamente con lo de «se cree quae est per Christum ... ». Hay que hacer notar que aquí Tomás de Aquino no logra armonizar
nalmente». Aunque no escatima elogios a la Madre de Dios _n"....'" la exención del pecado original con la universalidad de Cristo redentor.
13 Cf P. ORLANDO, San Tommaso d'Aquino dottore mariano, Nápoles 1995, 29-44. El autor
Tomás le.recolloce~<ciefta dignidad infinita~>7~,.no vacilaetllirnitar hace constar que la lectura de! Comentario sobre el Ave María, que excluye el pecado original,
«sigue siendo la más exacta» (p. 39), pero en el mismo opúsculo continúa habiendo otras dos
afirmaciones contrarias (<<de isto [peccato originali] fuit mundata in utero», «Beata Virgo in originali
.,ii Cf la voz· Maria Déiparaen (J. B;PERAZZO, ThorTlisticúseéelesiastes, Me est, S. est concepta, sed non nata») (ib). También el pasaje de In Sent., q, 7, a. 1, S. 2, es contrario a la
Aquina~ Er;.elesiaedo.etQrisse/ectiqrurn sac,o~moralium sententiarumprqnptUfLrium, Venecia 1 inmaculada concepción por el mismo motivo aducido en la Suma, es decir, la preeminencia de
62-8Í;G:RdsCHINI; La mariólogicÍ disari ToÍrimaso, Roma 1950; G. DI AORESTI, Introduzióne Cristo mediador, E A. MARCUCCI, Orazione per l'immacolata concezione di Maria seinpre Vergine,
mariologicÍ di s. TommaSo, en Summa teologica XXV: la vida de Cristo (III, qq. 27-45), rloren,~ü Ascoli 1760; reseña seis manuscritos del opúsculo sobre e! Saludo angélico que contieneniel texto
1970, 14~35. «necoriginali» (p. 45,n. 35).
7 STh I, q. 25, a. 6, ad 4. 14 STh 1II, q. 27, a. 5, ad 3.
)El, espíritddehtiemposedejaisentitpriRcipallI,lente enla v1\.ll-Inl'-,
quesed~de la cOricepciónvirgina1«pot:!as purísim.assangres
gen», y. en la primacía que se otorgaal.sexomasculirroi
15
del femeRino . Por eso, Cristo «asume la naturaleza humana.
sexo masculino; pero, para que no se despreciara al sexoternelGlitltQ odéloaeloloñode la Edad media
conveniente que él se encarnase de una mujer». De esta Lu<un_La.."
la Raturaleza humana queda ennoblecida 16.
milagrosa; entre la espiritualidad y la· crítica
La doctrina mariaRa de la Summa no es completa, toda ""..... r¡,...,
17 D: MONGIL~Oí Marianel trattato sui misteri della vita di Gesu Cristo. Tommaso d' .
de la Edad media, Alianza, Madrid 2001). 8eñaleIllos que la visión del autor, .a veces pesimista
«Summae Theologtae» qq. 27-34, en C. M. PIASTRA (ed.), Olí studi di mariologia medievale y nostálgica, no es compartida por la historiografía reciente. Véase; por ejemplo, E CARDINI,
18 8Th III, q. 30, a. 1, ad 4. ' Conosci il nome della rosa? Un saggio sul mito del «Medioevobuio»; en ID. (ed;) , Processi alla Chiesa.
Mistificazione e apologia, Casale Monférrato 1994, 221~228;
208 -María¡ síntesis
Nuestra Señora de la Misericordia, la Virgen que, bajo su manto, de la teología respecto dela exégesis, la:espititualidad y la
protege a todos los fieles»2. que se constituyen en disciplinas autónomas; Los ataques contra
La cercanía y la humanización de María se expresa en un. escolástica proceden también de otrosfrerttes. El cardenal Nicolás
modelo icónico que, partiendo de Italia, se difunde por toda Cusa (t 1464)., con su obra De doctaignorantia,niega que la lógica
pueda llegar al conocimiento del Dios infinitos. En los Países
«Nuestra Señora, representada de tres cuartos, \está Geert Groote (t 1384) funda la devono moderna, que encuentra su
tierra sobre un cojín e inclina cariñosamente su cabeza ,",~~.~.A.~ más conocida: enLa imitación de Cristó.c,Esta obra, detractora
Hijo qUe estámatnando y qúevuelve su mibldaháciá: el ~",.r.""",", la escolástica y sus disquisiciones, que no ayudan a la Vida espiritual,
representar a: la Reina del cielo sentada en la tiúby no N"~'''~,'rf ,,',,~,~~,= ehetiro del mundo y una perfecta ascética espirituaL
"solemnemente en un: sillón precioso; significa.ba eXaltar la LLU<LLL,'L'
Mientras tanto, la religiosidad del pueblo, descrita por Huizinga como
de la Virgen, virtud recordada a menudo en las m~;CrLDC:1OtleS ~COlmt)leltaI111eIlte exteriorizada con una fe muyvigorosajqueprovocaba
aparecen al pie de ,tales imágenes [: .. ]. El primerejetnplo con temores y éxtasis, pero que no imponía a los incultos exigencias
'es ulla tabla del afio 1346, firniadapor Bartolomeoda ~CllllU'¡:;l1, lLu,al\.-",,6, presenta aspectos que hacen pensar en una degenera~
á.bundaen referenCias al arte aViñ()Ilense del gran pintor de Durante este período proliferaneritreel pueblolaétedulídad eri.
[Simone M::ittini], en el guese define a María en la milagros, la devoción a las reliquias y las 'prácticas supersticiosas:
NUestra Señóra de la humildad»3.
«Las señales de la· siempre indulgente gracia divina. iban en conti~
El otoño de la Edad media, en partiCular el siglo XlV, apar~ce' nuo aumento; junto. a los sacramentos.floredan en todas partes las
el tiempo en que «se disocian todos los elementos que los clásicos bendiciones; de las reliquias se pasaba a los amuletos; la fuerza de la
dievaleshabíantrataao de ensamblar»4. oración se estilizaba .en los rosarios; la galería. multiforme de santos
iba adquiriendo cada vez mayor colorido y vivacidad» 7,
2 M. SENSI, Isantuari mariani, en C. M. PIASTRA (ed.), Gli studi di mariologia me(l¡ev,ate ..
lancio storiografico, 236.
3 M.FAVA, . Maria lactáns: origini e· sviluppi. diuri'icoiwgrafiatraantichita e Medioevo, . 5 N. de Cusa dedica su reflexión a María en De docta ignorantia, L 3, c. 5: «Quomodo Chris-
DALL'AGLIO~E. VIDAU (eds.), La Madre di Dioper una cultura di pace. Actas dellOQ tus conceptusper Spiritum Sanctum natÍlsest ex Maria Virgine».
internacional.de mariología, Parma, del 19 al21de abril de200l, Roma 2001, 138-139. 6 J. HUIZINGA, rautunno del Medioevo, 203.
«[ Gerson] profundiza en~odos los detalles relativos al matrimonio 10lb, 180 y 178.
José con María, su vida en común, su continencia, y cómo llega 11R. JORDAN, Contemplatiories de· beata Maria Virgine, en J.-J. BOURAssÉ, Summa aurea de
beatissimae Mariae Virginis IV, París 1861, 851-1094;
conocer el embarazo de ella. 12 BRÍGIDA, Revelationes, Lübeck 1492. Cf E VERNET, Brigitte de Suede (sainte), en DSAM,
,1943-1958; K: E. B0RRESEN, Le madri della Chiesa, Nápoles 1993, 165-185. {«La teología de
la mariología»).
8 C. OPlTZ, La vita quotidiana delle donne nel taidóMedioevo (1250-1500),enC. l',LA.Ylo;(ij 13 Cfla traducción italiana enTMSM, 4, 666-677.
ZUBER, Storia delle donne in Occidente. Il Medioevo, Roma-Bari 19995 369. 14 E VANDENBROUCKE, La spiritualita del Medioevo. Nuovi ambieríti e nuovi problemi (sec. XII-XVI),
9 lb, 337. ' 1969,339.
En. este.eHma. tp.adurarla G:él~bre Imitaci6hf.de GristD,·que Os. exhortó; Ljohhij0§ míos!;; ..dsG:0njurojLfiohqueridísimoSc1: i:sed
3J)OOedidones~en ;951enguás;¡Atribllída;Ia .Tormísde ;l5..emDls~j¡ '.,/1nlit<ldc,res cle;mÍ? Mijo Yde NuesiraMadre; Awrdaosde mí, que 'real~
obra,. que postula derto·indiVidualisma.y u'na .",1UCl1l,cnQPuedodlVidarínede'vosotros~ Yo soy la que tiene piedad de
bien aG:ósmko, se reservaa.María un espado muy exiguo:tarr losdesdkhados. y la que defiende a todos los fieles.
breves pasajes reG:uerdan a la «gloriosa Virgen MatÍa»wmb . .•. No temas: pensaré en ti,. iohhijito! Estoy yo; está miMijo Jesús,
Verbo enG:arnado y ejemplo de la disposidón de ánimo wn que se hermano, que vive G:onstantemerltea la.dereG:ha delPadre,que es
redbir a Jesús (lih IY,G:apsdI y XVII). En otras obras en que' la' ..... :fiel mediador y G:onstante interG:esor por tus peG:ados. Tú debes. tep.er
deTomás de Kempis 'es menos dudosa, el mismo autor llena esta absoluta esperanza en él, porque él es el autor de la vida; él es quien
tratando abundantemente de María y dirigiéndose a ella, en
verso, wn oradonesse:ixillasy elevadas auntiempo 16.
La Jigur:;tde María, tal wmosemanifiesta en los eSG:ritos. de
de Kempis, abarG:a los dos grandes períodos enque se divide su Ob¡etode predicación y veneración
el período terrehoy el.período G:elestiaL La Virgen es «lIUUeJ[l:SQlrnt~r:
venerable»,está glorifiG:ada .«por endmade todos.losG:oros de los de las predkadones populares de san Bernardino de Siena
les yddossantos» y es laMadre miserkordiosa que, 1444) sonel,YratadosobrelabienaventuradaVirgen, wleG:dónde 11
se indina. y G:on freG:uenda.socorre en lasdifídles neG:esidades .U"LVL.L"" paraIas fiestas marianas que. no guardan un orden sistemátko,
Iglesia». Sobre todo, María es .lasbbresaliente en virtudes: «Es las denominadas Predicaciones vulgares, las G:uales, pronurrdadasen su
seguirla-wnduye Tomás de Kempis.,,- por elc;nuino de la UU.'ULLLUU'-', en 1427, G:ontienen interesantes y simbólkas. wl1sideradones
pobreza,.lapadenda y la perfeG:dón en todo»~ 18. También san Antonino de Florenda (t 1459)" además de
El autor ptoponeúna· devodón mariana,qlle remite en última 0\JHlI.1VU'-L 46 sermones marianos, nos legó la Summa de sagrada teología,
tanda a Cristo ya la Trinidad, wnsistente en una referenda "ro·..,d'.-. ...... b" la que proG:ede«distinguiendoy siguiendo el modo de la predkadón»
la bendita Madre de Jesús. ,Tal referenda se detalla en un itinerario dedka 44 G:apítulos a María en el G:ontexto del.don de la piedad~ Va
Tomás nos invita a reG:orrer: .reG:ordar, G:ontemplar,· imitar, orar la vida (o las fiestas) de la Virgen, desde la wnG:epdón hasta
dm cántkos . .siendo neG:esario aprender a «elevarse a Dios asundón, pero a modo de pinG:eladas sobre el trasfondo de una re,
aMaría consagradas' alabanzas», más ·10 es. seguir las huellas de ~",,"LVH más o menos ,extensa sqbre las gradas,Jos dones, 10sG:arismas,
de Jesús, a hque la propia Virgen nos exhorta: bendidones )i10s frutos del Espíritu conG:edidos a María 19 •
De igual manera, Bernardino de BU:stio (t G:a .. 15IJ), imp;ime, en el
1493un Mariale de sermones sobre la:sfiestas mariariasque ejer,
15 Lo documenta, además del testimonio de sus contemporáneos, el Códice bruxellense
el texto completo del libro, transcrito, corregido y firmado· de la siguiente manera: «'CllllllldL
y completado en el año del Señor 1441.por la mano de Tomás de Kempis en Agnétenberg
deZolle».,· • .. 17 TOMÁS DEXEMPIS, Imitación. de María, 94-95,
.. 16 Cf la edición crírica a cargo de :M. O.. POHL:. Thomae Hemerken a Kempis, Opera 18 El Tratado sobre la bienaventurada Virgen se recoge en S: BERNARDINI SENENSIS, OperaOmnia
7 vols., Friburgo 191 0-1921. Amplio florilegio de textos marianos en la tesis. doctoral de VI, Florencia 1959, 65-180;Prediche volgari su¡ Campo di Siena, 1427, edición de.C. Del Como,
VOLLMANN, Mariología di Tommaso da Kempis, Roma 1976 (con bibliografía), y en la put1llcanÓI 2vols., Milán 1989. .
incluida con el núm. 1.en la colección «Diamanti di spiritualita» , TOMÁS DE KEMPIS, hn;fwYinnt> 19 ANTONINO (arzobispo de Florenda),SummaesaCrae Theologíae. juiis pontificii et caesarei,
cerá·.gran influencia~sdbre:lbs; predicadores 'pOsteribres20 ; J~ Besde luego; no se ,puedee1'igir'q.. Bernatdino el sentido crítico' de
enaltece la obracomG «un.ttat<Ído deimariología'extensoy tetrmc)s postéri0res; al suYO.;'y, así, i~rfrai1e acepta con credulidad los
parecer que contrasta con el de R .. Laurentin,quelaiconsidera .que suministran los apócrifos acerca de la infancia de María e in-
copilación en la cual el fondo tradicional aflora en medio . de laasunci6n,yse deja guiar. por el sentido común, por la poesía
de opiniones exageradas e inconsecuerttes»21. N uestrapropia ; el·teatro {Jopúlarpara' sentenciar que «la encontrarás baftada de
del incunable nos ha transmitido una sincera voluntad de; . En 6Ysermones del Mariale atribuye a María las virtudes
Virgen por parte del autor y, a la vez, una gran seriedad teC)1oJ2'ro~ y cardinales, los dones del Espíritu, las bienaventuranzas, ·los
ejemplo, para probar la inmaculada concepción,. el trslnCISCaI1JJ. espirituales y. diversos carismas. Dedica luego toda 'la parte X a las
un principio de Aristóteles, según el cual una verdad se escrituristicas, es decir, a los símbolos aplicados a la Virgen.
«argumentando por la parte afirmativa y la negativa. Pues bien, ~U"UL''''LL.''-' se atiene al principio establecido por el maestro de Escoto:
niega,' se basa en la objeción: Si la Virgen no contrajo el pecado es preciso errar; es mejor errar por abundancia en las. alabanzas a la
Cristo no habría sido su redentor»'. Bernardino, recurriendo al María que por la escasez en las mismas».
Sutil, responde: Suscita espedalinterés Juan Gerson (t 1429),cancillerdeParís,
escritos sobre Maria reflejan el ambiente universitario, pero sin
«Cristo .ftíeredentor de la bienaventurada Virgen el' popular; con el cual se. mantenía· en estrecho contaCto~
.~mediante.unagracia preventiva, porque, si n01a hubiera f.JL'_",-,,,·,v·, él conocemos.laexistencia'de estatuillas de oro de la Virgen que,
María habría caído en el pecado [... ]. En cambio, para los demás L'-'U.U.V,''-'por la pa.rte frontal; dejaban ver en su interior a ·la Trinidad .
humanos, Cristo fue redentor mediante una gracia que .desaprueba su. uso no por razones estéticas, si bien se trataba de
caída. Por tantO, la redención de 'la bienaventurada Virgen taciones toscas y carentes del menor gusto, sino porque repre-
.petfectaque cualquier otra redención, porque es mejor U~Jl~HU' a la Trinidad como fruto del vientre de María debía considerarse
preservar a alguien de una herida que recurrir al remedio herejía 24 • Asimismo, Gerson cree peligrosa la devoción ignorante,
que la persona haya sidoherida»22. para experimentar el gozo de María en Dios termina por extasiarse
te ellas de un modo abusivo y espurio, como si de genuinas visiones
se tratase 25 •
20 Bernardino de Bustio, Marialedeexcel1entiisReginaecoeli, Milán 1493. He CO]Llsultaclo' En el ámbito universitario, Gerson preconiza una reforma para evi-
incunable, bien conseryado y restaurado, pero carente de portada. La frase final del
páginas no están numeradas, ofrece la siguiente noticia: «Impressum Mediolani per que los teólogos expongan «doctrinas inútiles sin fruto ni solidez,
Leonardum [ ... ] AnnoDomini MCCCCLXXXXIIh. las doctrinas necesarias para la salvación». Frente a la
21E WAGEMANs,Bernardin de Bustis,en DSAM 1, 1515; R: LAURENTIN, La Vergine,
Marilogia post-conciliare, Roma 1983 5, 123. . maximalista que exalta a María de manera unilateral, él ex-
b\,.LllU\,.H'-'.La.
las costumbres y layisla.Sin~AlP~r~q,je,s~ap.Psopia~ión de la prevalecerá la teJ:ldenpia a.hacer que Ma:ría.se aproxime a Cristo,
.María no permane~eestáfi¿a~n:er ~uf~Q:d~lpe¡{oao ~VJl~""dC;~ el punto de compartir con él todas las funciones características de
efecto, el examen. diaerónicor).qsnarevelaél:ólá ev;olúcióri UC;.bC;J'U\C . Pero la deificación, en sentido propio, de la Virgen no será posible
de la figura de la Virgen, que desde el asombro experimentado el momento en que Tomás de Aquino, con una expresión concisa
teología monástica, tras pasar por la especulación de la escolástica: concluyente, sentenciará para siempre: «La Madre de Dios es pura
un sesgo más miraculístico en la teología de la Edad media LrJ"lHrJ" c••
2 BERNARDO DE CLARAVAL, Homilía para el domingo después de la Asunción, PL, 183, 3 STh IlI, q. 25, a. 5 sed contra.
Tercera parte
la modern ¡.dad
1.1.4. Democracia
lmanLslI10 se consolida durante los siglos XVyXVI,.y con estacon~
La preeminencia de la tazón conduce, principalmente con U ~'",<J'\...L'-'U arranca. una fase en.la que se pasa delteocentrismomedieval
(t 1645), a proponer como. evidentes los derechos sociales del ntroplOCt~ntnslmol que se basa en las capacidades. del hombre y que
no. Se pasa dd derecho divino de las monarquías absolutas, espléndidos frutos en eLcarripodel arte e impulsa un dinámico
entre otros por Bossuet (t 1704), a la afirmación de la.soberanía en la vida individual y social. Se ,observa:
y,por tanto, de la democracia como forma innata del gobierno'
naciones. Sobre esta base se desarrollará la doctrina .de los Una primavera particularmente feliz, porque se logra que coexistan
manos, que culminará con los principios inmortales de liberté, milagrosamente (y, desde luego, no por.muchotiempo)el:reco~
égalité, proclamados por la Revolución francesa en la Declaración de la dignidad del.hombre,la sed de saber, la curiosidad
LV\....11111.\...U'"V
derechos del hombre y del ciudadano (1789). nuevos intereses culturales, eL amor a la gloria, elcultoala be",
lleza, la fe en el progreso, el acuerdo entre la sabiduría antigua y el
evangelio cristiano, la confianza en los designios de la providencia
1.2. Parábola evolutiva ¡y muchos otros aspectos de la realidad social y del comportamiento·
que por lo general no llegan a mezclarse» 11.
UL'-UV""",,UC<H,
instaurar una pax fidei que; superando el fanatismo y las guerras voluntad humana que puede colaborar con la_gracia (synerghein). El
volviera a congregar en armonía atados los creyentes de las ULVVL"" :;¡rll11aClor lo niega con diversos argumentos en De servo arbitrio (1525)12.
ligiones. Después de él, un laico florentino, Giannozzo Manetti (t doctrina luterana desemboca en el ocasionalismo, que priva al hombre
c0Íl:sUiobra. Sobre la dignidad y~laexcelenciadel hombre, ,",r",,,,,,,,", dignidad. de' causa,' reduciéndolo a ser mero· receptáculo de laácción
como«uh ciert0Dios mortal»; y admira la belleza del cuerpo ode Satanás, según el célebre parangón luterano:
yelpoder de su espíritu, pero no para convertirloeri un
se rebela contra Dios\porque,elhombre este tiempo sigue ..""a.·LL" ~(La voluntad humana ha sido puesta en el medio como una bestia
andado' en la .revelación cristiana: ,.;. , de carga. Si es Dios quien cabalga en ella, entonces la bestia quiere y
;Vittorino da'Feltre;(t 1446) ya habíafomehtado la \...VLL\...VLUL<'''''-' a donde Dios quiere [... ]. Pero si es Satanás quien cabalga en ella,
el humanismo y el cristianism0' en el campo educativo: annOUl;mo entonces la bestia quiere y vaa donde Satanás. quiere»l~;
mundo antiguo y el cristianismo .exhortando.. a contemplar en
el contrapeso a las fábulas paganas, y lo ilustraba con la imagen Lutero recupera un humanismo de calidad,. no sólo por el arté
buena pareja que formaban un viejo buey (Cicerón) y un novillo :aplicóaJa iraducdónde laBiblia~ sino más bien en laconcepdón
pido; Ueróriimo) , que 'sec:ompl~nIe~t~hanpaia hacer qué los cristiano bajo el régimen de la gracia, que lo convierte en hombre
ib~nabriendo resuItaran«hohdo~~>y ';;rectos». . con la libertad de los hijos de Dios, que no están sujetos a la domi~
,ELarl:~ r~na<:elltistp. á.lca1fZ.a una~cotas de lirislllo yhumallidad
das ehláEda:dmedia. Merced al estúdiode laahatoUlíay al U'-"'-UULL.LU
to flamenco de la pintura aLóleo,tlore_2eun,arte figurativo de gran Un cristiano: es un sefío~ lib~e por encima de todas las cosas, y no
ciónque se plasmará
';' ';. ,"<. ."'
en obras
':.,~
tan increíblescomosublirnes
': ::.. : ,.. ;' .
;.',;j',,;' .
"~¡ ~".:'..: ..
.. Lnsplfam
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a
sometido nadie.Uncristianu·es ~unsiervo V;olúntario eh cua.1~
enlá &pocadásica, se levantan en.lasiplazas monumentos ecuestres
consagran como histórico; ,a, un persoIl¿r~Y,. a Jri vez, son expresión
I¡ Para toda la problemática; efE DE MrCHELIS PwrACUDA, Tra Erasmo e Lutero, Roma 200l.
1, MARTÍN LUTERO, De servo arbitiio;WA; 18,635.
que en el yo autopensantese halla.elfunclamentófilósónco de: la
del hombre.
nidad regia queposee,espatrón.de cualquier Barroco .na es ajeno a·la modernidad; como se. evidencia en.la apo~
tiene poder sobre Dios. Porque Dios hace lo que él pide y .de.su superioridad respecta del pasado, a que se entrega el
olivetanoLancellottien rHoggidiovero il rrwndo non peggiore néPiu
Lutero llega a admitir que Dios actúay gobierl1a .«por medio delpassato (Venecia 1675). Pero, más allá de esta defensa del
criaturas», y que es voluntad divina que estas no se hallen «O(:lOsas .la prima.cíadel sujeto se manifiesta en el tipo antropológico propuesto
decir, desprovistas de. responsabilidad; por eso recurre al . " LLL~,Lll<>"': Gracian: el héroe,· que aborrece la mediocridad y se consagra a em~
de los ángeles yde los hombres. Así quede las obras que se grandiosas. La teología escolástica, aunque situada en las márgenes
«por mandato. u orden del Señor¡se dice con entera pT()píedlld;q@ la éórrienteprincipal de la modernidad, afronta con Francisco de Vito~
obras de Dios», a quierihay que. adorar en silenciÓ y y Francisco Suárez los nuevos problemas planteados por las conquistas
actividad no es contraria a la omnipotencia divina;; porque. por lVU,lC1l'''''i.por la guerra y por el derecho internacional. Al mismo tiempo,
de la vocación no hacemos. sino cumplir,en'último ténnino; la los llamamientos del humanismo para que se regrese á las fuetites,
de Dios: textos originales y.auna utilización dellatínclásico .. Eri 10ste6logos
llDlCC)S y jesuitas también se percibe una convergencia indeliberada
«Dios ciertamente lo hace' todo, pero también nosotros' los temas del humamsmó, de la que es expresión la disputa teoantro~
hacerlo que corresponde a nuestra vocación [•.. ] .. Enefecto, deJauxiliis¡ es. decir, de la relación. existente entre la presciencia
dato de Dios que tú desarrolles tu tarea, y él quiere obrar por y la libertad humana, que no deben menoscabarse mutuamente.
de ti (per te vult operari)>> 16. En el campo filosófico, si con Descartes. el hombre se convierte en
principio y en el sujeto de la filosofía. moderna, con Campanella' se
cualquier rivalidad posible entre Dios y el hombre: «El hombre
1.2.3. Modernidad barroca a Dios con la sabiduría y la acción adquiere el sabor de Dios y no
destruido» 17.
La cultura moderna no se interrumpe. durante .los siglos XVI y A pesar de que la mujer permanece en un estado de sujeción y de
cuando el pensamiento individualistá.y racionalista de.Descartes .terlOTllOaICl, se abren también para ella nuevos horizontes. La influencia
ITIP'nlr,,,, en la vida social y política es señalada ya. por Fénelon en 1687,
1UD, Liberta del cristiano, Turín 1993, 25.44. réducation desfilles, pero son las mujeres.mismas las que asumen una
15 ID, Genesisvorlesungen, WA, 43, 69-71.
16 lb, 82. No es consecuente admitir que, en el nominalismo y en Lutero, <<la
social. concertando matrimonios, escribiendo memorias, abriendo
previsible del Dios personal anuló necesariamente la legitimidad de la aut()-re,anzaClcm culturales yJegando a la historia figuras memorables 'en el. campo
y de la auto-exploraciqn», como pretendería H. Blumenberg. Cf H. A. OBERMAN,
viamoderna, Lasvolta delld Riformái lósfondo filósofico, en G¡BESCHIN; E CAMBI-L. la mística. Representativa del momento es la veneciana' Elena Cornaro
(eds.), Lutero e .i.linguaggi dell'Occidente. ¡\tti del~onvegnp tenuta a Trentodal29 a131
~"'-"JI-'L·.u, la primera mujer en adquirir el doctorada en filosofía en Padua.
2000, Bresciá 2002,25-515. Es necesario distinguir en Lutera la definición del ho~bre
intramundana, que implica la razón pera situada «bajo el poder del demonio», y la aenrucllon
hombre justificado gratuitamente por lafe·en Cristo, que lo hace libre. CfK.-H. ZUR
rantropológia di Martin Lutero alla luce dell'escatologia, ib,J.29;148. 17 T. CAMPANELLA, Metafisica, 1, 276.
Mod'emiddd.en!el;yuiévohumanismo i
, ",
La Ilustración (o,. comootroádámaman,elIluminismo) ·.~A·nr~'.c"'· lo" XX,:; más;'que ientronizarunaJacultad.' humana en particular,
cumbre de la modernidad con la primada de la ou .......... .ertlo$fsiglos .anteriores, con la exaltación dieciochesca de
';.<Jl""
avanza deforma crítica e impone una' conducta moderada; 'laidkímonónica del sentimiento, se interesa por la líbertad
que se deSvanezcan las tinieblas del error y de la .VllJlUUC' ........ hnperíQdo.deguerras y regímenes. totalitarios. Asisti~
un período histórico concreto, la Ilustración.es «una' al ocaso del sistema y al advenimiento del sujeto, que a despecho
que penetra en. los espíritus sobrepasando fronteras.de .."r'.,.' ....·ri'"", la· desesperanza y de' la angustia que lo habitan se afirma como per~
los impulsa; no ya a la búsqueda' de la pura. verdad,' sino 'a que vive según lo que ha decidido sen «En la autenticidad y
favor de la verdad contra todas las ·fuerzas de opresión.y de .de ladedsión, ynoyaerdas nortnas éticas, está la moralidad
se. oponen al espíritu de las Luces»18, eto»19. Lamodemidad es>«la era del sujeto» (M. Heidegger), por
·La Ilustracióri, que encuentra su prototipo enVoltaire yen los el ser humano se arroga las prerrogativas divinas~;Sien el teol?én~
pedistas Diderot. yD'Alembert, desembocará ! eh la! medievo el hombre se .hallaba en el centro del cosmos;aunqueJbajo
(1789), que derribará al Ancien régime, se postrará.antela diosa de Dios, ahora eL hombre se convierte en el centrodelurnverso,
e impondrá los. universales principios ilustradosTecurriendo sin el punto de disociar~ede Dios; Para que el hombrevivRi Dios ha
la violencia·yaltertor.Conrespecto alaEdadniedia se produce 1110rirj·decreta la filosofía, que ve a Dios y aL hombre como. rivales: si
flexión en toda regla, inadvertida. al. principio: se pasa de la tra:scend¡~n( existe, yo no soy ya libre .oA~ Sartre).
la inmanencia, de la contemplación a la intervenció!:l:.8.ctivaen la . 1triunfo de la· razón sistemática con el idealismo de Hegel,lesu~
del régimen de cristiandad a la Europa laicista, la cual, aunque nó el.existencialismo, la filosofía emblema del tiempo, que reflexiona
Dios,'prescinde de él en la vida social en hombre de la el trágico destino a que la libertad condena al hombre, al que pese
se invita a pasar de una existencia trivial a la existencia auténtica
no pone disfraces a lainevitabilidaddela muérte. La razón es ata~
1.2.5. Modernidad en los sistemas idealistas por los maestros de la sospecha' (Freud, Marx, Nietzsche), .según los
no sonlasideasJas que dirigen el curso! de la historia. Par~Sig~
E!:l:. algtmos de sus aspectos (como' el romanticismo), el siglo XIX Freud, el mundo subterrám!odeHnconsciente, donde pugnan los
presentarse como una contrapartida de. la Ilustración, porque rw"n~,..., devidayde.muérte, es la fuerza determinante de la conducta
oscuraluzdelas profundidades.a.la claridad cristalina de la razón, . seres humanos; KarLMarx sitúa como el motórde lá'historia a la
eh otros aspectos· aparecéicomo representante' de. la; LU\JU.'~LLJLLU(l.U, .••"c ,,,,. . .JUL.LU y sus dinamismos, desembocando en la utopía comunista qúe
la elaboración de im.ponentessistemasfilosóficos, como el L\..L'-'UU.OUJ.V. introdujo e!:l:.la; Rusia zarista. Friedrich·Nietzscheproclama que
Hegel, que se hace intérprete de toda la realidad y de todo lo co~:nOE ha m.uerto» y lanza elideal del superhombre, que luego asimilarán
ble en el ámbito histórico y metafísico.
una nueva corriente: el estructuralismo, para el que las HLl.'l.a.". luterano-:protestahtev barroco, ilustracionistáy slstemátlco y
sociales. y culturales sórl.só10.apatentes;y· superficiales; la
fondo permanece intacta, hasta el punto. de que L<:11lUJ'CL ..",.... · ...UL •....-...
pueblos, 'sino como· trasfondo de sus elecciones libresjpor "-VJ.L\..U\OLV'U hombre como artífice en el plan divino.
que' se hallen. por la estructura, elecciones .que, si bien por un:
encaminan hacia. elprogreso, por otro 10 hacen hacia la rlP,orr'!1rr',n,
los seres humanos y de su hábitat; Se considera a sí mismo cellltr'0 La imagen humanisia,de María
mundo y llega a suplantar a Dios,descubriendofinalmente que
contendientes están muertos: a la muerte de Dios le sigue la mlleFt:e humanismo trasplanta a María a su propio universo cultural; y, así,
hombre. 'e.1"A·n'7l"\ el Magnífico la canta como ideaL de belleza:.
:escogían, sin sombra: aeesq:úpulo, para elrostrode la.IJ· COHJl"UJ":C ll::l1LUlOvU •• "UIU también el culto.yla espiritualidad mariana: La persona
ópalo de la frente, lámorbidezdeloslabios, la claridad de las María es .exaltada en su fase celestial, representándola. rodeada de
y coronada de gloria, y también en su fase terrena, en la cual
momento: conocidas y desconocidas, que. hall llegado hasta de Salazat. subraya su participación activa en la obra redentora
con el solo nombre de la Madre de Dios»21. Hijo.
Además, María conquistaJas imprentas, que editan gran cantidad
Fuente jnspiradora. de las ;numet0sas Madonas deGiovanni libros que versan sobre ella (Marracci por sí solo compondrá 115
considérado. porR: Longhi. elpadre-déYRenacimientoveneciano, ). A María se consagran santuarios -adonde acuden los peregrinos
cambio la mujer Ginebra. En ellas María surge «como·símbolodecla estampas votivas y exvotos anatómicos, elocuentes testimonios de
dadera naturaleza de la mujer¡:pletiamente reveladapoF LU.LllOL'-'-J.Lw'-'a, fe en la intervención efidtz de la Madre de Jesús en las situaciones
función: de la.carne yfunción.,del espíritiI, fundidas launaa:la aputcr-, y aun algunas naciones europeas; mientras que los países de
Siempre contemplada con ojos nuevos, Nuestra Señora «es Slemr)u UH'vU'_U Latina hacen de ella icono en suJucha por la independencia.
2.3. María a la luz de la razón La imagen de Maria merece todas las alabanzas que la Iglesia católica
reconoce. María es «la beatísima Virgen, Madre de nuestro Señor
La cultura racionalista, como no. podía menos de ocurrir,hace esucristo», y constituye a la vez el «gran espejo de todas las virtudes» 26 •
la producción mariológicay el culto de Maria; y lo hace. en nomtlre'Uí Muratori.siente también. la necesidad de precisar el exacto alcance
razón moderadora, que prefiere tirar pOLel camino del medio, la función de María, de manera que se tengá en cuenta la doctrina
las deficiencias.y, sobre todo, losexcesos~ La acerada crítica de 'N¡''-''''~U acerca del único Mediador, la cual, asu parecer, excluye la me"
deja intacta. ninguna parcela de la realidad,. por santa y di ación de María en la comunicación de la gracia27 •
sea, a fin de que desaparezcan reliquias y tradiciones ~"¡'~~¡'~U~U.J,'
que nos atengamos tan sólo a los datos históricamente ~VJLLLL,a"
. También la figura de María; y más aún su culto, es.pasada por el. 2.4. María en .el siglo XIX, el sigloromántico
de Ja crítica histórica y sustraída, a la vez, a los excesos Selltlluentclfl
Ilustrativo. de esta tendencia es el opúsculo Manita salutaria,de El catolicismo del XIX se debate entre la fidelidad al Ancien régime y
feld(1673),'quepresenta a una María.preocupada por las des la apertura a los movimientos de libertad y emancipación sociaL Al
devociones de que es objeto, que desbordan los cauces en que mismo tiempo, recibirá el influjo del Romanticismo, y su énfasis en el
mantenerse.para.no rivalizar con eL culto debidoa.Diosy al único sentimiento, que. aveces adquirirá un registro lánguido .. El movimiento
diador, Jesucristo. romántico, empero, no abjura de la razón, de lo que dan fe los grandes
De manera semejante; el libro, de Muratori &ella regolata . Sistemas· filosóficos, característicos. de este tiempo .. La definición del
de'cristiani, que el autor publica enVenecia, en 1748; bajo el ""'''.L'-'L. dogma de la.Inmaculada Concepción (1854), además de resolver una
modeLamindoPritanfo,. expone cónro.se debe rendir recto culto a
25 LAMINDO PRITANIO (Murat6ri), Della regolatd divozione de' cristiani, Venecia 1748, 288-289.
Virgen; según los cánones iluministasde la moderación.y el. eq 26 lb, 280-281: «Favorecida con' dones sobrenaturales en vida, elevada: al cielo· con inefables
Muratori admite>que se hadé tributar aMaría «un honor superior honores, llena, no obstante, de aquella mis~rico,rdia que ella fom~nt9 en la tierra, nosotros la
consideramos como ayuda de loscristümos, refugió de los pecádóres»: . .
que se tributa a otros santos»,. pero afirma que es preciso detestar 27. «Oficio de· María es orar a Dios por nosotros( interceder por nosotros y no dar ya órdenes
la Virgen en el diálogo.ecurriénico, Fiilálinénre,¡S~ com¡:l.ten.(f,e) de mayo, que se .difunde irrefrenablemente. Además, el pueblo con~
mariología debe salir ddas generalidades y enc~~arseen las "'.U.LULCL<
emprendiendo sus tradicionales peregrinaciones a los santuarios
los diversos continentes, La cuestión feministaredescubrea M~ltíac¡€® o sedeja impresionar en el siglo XIX por el fenómeno de las
l~l¡;¡I:(Cl.l"" de Nuestra Señora que mueven los ojos», que en un contexto
mujer profética y liberadora yrostromaternál deDios(L3 .l.J\cJU,/:'.V).l,..
discípula .de Cristo (Beinert, Militello, Masciar~lli),pero:su ""'.,,....~ fenómeno interPretado en un orden sociológico de lograr mayor seguridad
ción conla.cultura. africana hace que Maríáaparezcacomo una óptica espiritual como exigencia de reparación.
que vertebra la comunidad transmitiendo los.valores de la Tras esta perspectiva global, pasemos a analizar por separado cada
de los paradigmas en cuestión, basándonos en textos y argumen~
3. A modo de síntesis
5<Esraesp~cie; ~(filosofía, situada más verdaderamente en los despreocupado del 'mundo~'Es'tafteoría:deürt hredievcx an.tihumanista
que ~n'lo~ sil~gi~~os, es más vida que discusión, más ' .... c'n11"·~1"'1r\n(
~~'"" ~, "'.~ "~'/~.'_~'_ " .••..•• , •. ~ "_''''''~h~''"~'''"''·· ____~~_' ~~"._ ~ ".
un renacimiento pagano no resiste a la realidad· histórica, en la que
erudición, más transformación que razón. Tan sólo a unos .e:minentes humanistas cristianos; como. Nicolás deCusa, Pío n,
les ha concedido el ser doctos,pero aninguposeleha COl1S.enp<;:tQ.;< Ficino, Bessarioney Erasmo, quienes supieron hermanar los
ser cristiano, a ninguno se ha consentido duo s'e~ piadoso, y le cone! Evangelio.
audazmente: .a ninguno se k ha consentido el no' ser. t~ólógo»2 La novedad del humanismo, como el mismo término expresa, es
al hombre en el centro del universo, la rebelión del hombre, la
En el origen remoto del movimiento encontramos la figura de ~UljLa'-jLUU y el descubrimiento del hombre.» 4. Enrealidad, el hombre se
cesco Petrarca (t 1374) con su amor a la antigüedad romana y en el objeto central de las artes, de la educación,de lafilo,
redescubrimiento de los clásicos latinos y griegos, de los que yde la moral. Se busca una humanidad más libre y armonIosa, y
exaltación de la excelencia y la dignidad del hombre. Mientras 1'Y'I1,"'n~'<:l a hablarse de los derechos humanos. El universo cultural del
Edad media y el mismo Petrarca escriben Sobre la miseria del XV es antropocéntrico, lo que no conlleva que sea necesariamente
Sobre el desprecio del mundo, vemos que ya Gianozzo Manetti (t o irreligioso. Por el contrario, ese universo está abierto a menudo a
compone Sobre la dignidad y la excelencia del hombre (1452), a y siente deseos de una renovación espiritual, aunque aveces esta
sigue Picto dellaMirandola. (f 1494) con Discurso sobre la degenera en la política sin escrúpulos de Maquiavelo.
hombre. Sin embatgo; unos y otros se hallan de actH:~rdo en la El arte expresa a su vez el antropocentrismo renacentista. Desde el
lidad del hombre en el universo,comomicrocosmos y reflejo de de los ábsides bizantinos y medievales Cristo y la Virgen descien~
A estos ensayos les siguen otros' en favor de la dignidad de la a la tierra y su fisonomía seremoza.para ajustarse a los cánones de
Galeazzo Flavio Capra publica Acerca de la excelencia y dignidad belleza clásica: la figura de Jesús, en Miguel Ángel, se convierte en la
mujeres (1525); Cristofano Bronzini, Acerca de la dignidad y un hombre fornido, mientras que María, en Leonardo o en Rafael,
las mujeres (1522,1532), y Ludovico DOrrlenichi, La nobleza delcts el aire de una elegante dama renacentista. Esta iconografía es
jeres (1549). ~LVULa.LLLjL'-LLte característica dejos pintores florentinos del siglo XV;'
Petrarca postula también la superioridad de Platón sobre .IW1\_U'_C> no es de extrañar que confieran a sus imágenes de. la Virgen los
y MarsilioFiCino da aluz Instituciones plat6nicas(1456), donde de una dama aristocrática que sostiene en brazos al niño peto
platonismóy cristianismo, -filosofía y religión, añadiendo algún guarda muy bien de amamantarlo, dada la . costumbre.delas mujeres
diente místico y hasta mágico. La audiencialograda por Ficin6 en de confiar los hijos a las nodrizas.
ropa16convierte eh «únodelos maestfosde la condencia.
El humanisInorenacentistafueiríterpretado por la
romántica, representada por J. Burckhardt en su obra Kultur der
sance (La cultura del Renacimiehwehltctlid[1860]), comotuptura
antropología medieval, de la que' restilt~ba un hombre absorto en
común una vibración de sincera humanidad13 , Sannazaro pone··en. El protagonismo de la Virgen, tanto en sus vicisitudes terrenasi:comoen
de' María, que está aguardando el parto; una «oración que se \..WC-Hl:Cl"''' condición celestial; brota de la contemplación desumatemidadvirgi1}á:l
las más bellas partes líricas derpoema»: su intercesión, Y,así, Zacarías Ferreri (t 1524).llega areferirse'a>Maríá
la expresión pagana de <<dearum maxima»16, Perolóspoetas insisten
«i Padre del cielo, quecQnsólo un ademán riges la inmaculada concepción como una gracia preservadora y preventiva,
elaire,tambiénlas estrellas, la tierra yel mad, ilustran con símbolos de diversa índole;, Se pone tambiénderelieveJ la
¿es este el tiempo en que, tu Hijito sobrepasa U""'Ulf'''''' maternal e intercesora de María, porque la madre piadbsa: acoge
la estlmcia serena sin mi;uicha. alguna" invocaciones, mitiga Jaira del Padre y dirige -en unpoerna de
y en que la tierra luego me festeja, r.eonalrao di Piero Dati (t 1472)--,.:una ferviente oracióh.al Hijo: '.
y con tierna flor llena de colorido los campos?
[",] Así que en el seno todavía, sin ser aún capaz «iMíramé,Hijo! iPor la leche
de dar pasos firmes, sino buscando a tientas, y los pechos de que tú mamaste,
iclaro Hijito!, los coriocido s pechos, socorrea'los tuyos; ayuda
con tierno~ abrazos y halagos a la Iglesia queestá.cayendo
te acogeré con mucho cuidado y arte; y al pueblo redimido! »17,
entonces tú, a tu vez, a tuquetidamadre,
14 J. SANNAZARO, DepartuYirginis, 161y163.. . . .:c!,
período que estamos' examinando. Encontranlüs en esta obrad repertorio de poemas 15 «Laniata eomas laniataque pallam / peetora eontundens pugnis» (Gesueide, vv. 394-395).
María, clasificádos según lalista alfabética de los autores; sobre los cuales se ofrece un 16 Z. FERRERI, «Jambicuin media.nocte»;v.3;.en Hymni novi eeelesiastici, RomalS25;"
y orientador informe biográfico, e indicando elincipitario (los incipit) de los poemas 17 «Aspice llle, Fili! Per lac perque ubera que tu / suxisti, [... ] succurre tuis, succurr:e. c.~:
las fuentes donde se encuentran. / Ecclesia~ populoque redempto» (LEONARD! DI PIERO DATI; N1colal V pontifieis intu'rcas
12 G. B. MANTovANo, Parthenices primae libritres,éu'Operapoetiea,I-U, París 1513; en Giomale Storico della Letteratura Italiana 16 [1980] 67). Esta función se halla
MARlANI, Pathenias libri VII in Divae Mariae histormm, Nápoles 1524; M. G. VIDA, el origen de la primera representación de María en e! Juicio universal de Migue! ÁngeL(cf
libre VI, Roma 1824; P. ROSSET, Christus,. París 1549; J.SANNAZARO, De partu Virginis. JI diseños preparativos conservados en el Museo Bonnar'deBayona, en la casa Buonarrbti y
Vergine, volgarizzamenio di G. G. de' Ferrari(1588)afrortte,Roma2001; J. VERSON, Imphh'TlI1 los Uffizi), pero luego el artista cambió de actitud, refugiándose en el modelo de la Venus
mine eroieo deeantata, en Opera, U-lIl, París 1606, 81-126; C. DELFINO, Matris Virginis Las dos perspectivas de la Virgen que es capaz de apaciguar la ira de su Hijo HOh,
libri.III, Venecia 1537;D. DI,G. DA CORELLA, Theotáeon;, , libriN, en Nuova raceolta di aplacar a tu Hijito!»), pero que se niega a hacerlo «<No quiero rogar... / porque tenéis
scientifici e filologiei XVII, Venecia 1768, 19"51; XIX,Venecia 1770, 71-468. oídos al mundo / este es e! día del juicio yno lo teméis»)., las recoge FEO BELCARI,
13 C.M, PIASTRA, o.c., 42; :tbbr'eserltaz.ione del Di del Giudizio.
Modelo.renacentista - 313
En el poema mariano,compuesto ..pot,;;Eneas,Sil"Yio3.t'H:901(1)1:1 era por aquel entonces de uso obligado, pero no siempre obtenía
después de su elevación alsolioppntif'id@lJ:rUgualque¡ed·rI.n¡",.....c."". """"~~,~'-'" felices, si es que no pasaba de ser un ejercicio puramente
gías y centones, se deplora fa. ,vidadisipadaYLse impetra.u,.L.La'.~""L".", . Alguna que otra vez el colorido neopagano de ciertos textos
virtuosa. NQ faltan oraciones de acciónde gracias y gestos LLELl\J.H' tan flagrante que los hace incompatibles con su uso litúrgico, del que
de uno mismo: ..«Me dedico por entero a ti como siervo para,1;IeIupl descartados los Hymni novi ecclesiastici, de Zacarías Ferrari (1525),
ni falta la descripción de templos o santuarios,de ""'-'U\c'O;ULV'.lYJ.O.UCl llama a la Trinidad «triforme numen Olimpi, y a María, <1elix dea,
milagros obrados mereeda su intercesión; candidissima». El recurso a la mitología podría constituir:
La poesía mariana humanista encuadrada en el período
Renacimiento, dirigido todo él hacia la belleza y la armonía segup:el «No sólo la consecuencia lógica del canon de la imitación, ni el expe-
delo, de los. clásicos~ antiguos, recurre con profusión a la.HLJ.\..\cIL\cI5JLU diente estético para conferir variedad a la composición poética, sino
alguna que otra excepción. (Erasmo, Muys, PiccolominL;;). El un medio para sustituir dignamente, es decir, con algo consagrado por
Bautista Spagnoli, el Marítova1;lo, presenta a María entregada; el clasicismo, el elemento demoníaco de la hagiografía medieval»24.
no sólo de la Biblia, sino también de la. historia gn~cClrr()man:a;
mitología; y; aun siendo consciente del misterio que se ha. V/JLCl'-<'> Sin embargo, el mundo clásico pagano, acogido por los humanis-
ella, no tiene miedo a las miradas. indiscretas, porqué ,-como con devoción literaria, aunque no religiosa, puede ser un terreno
el ejemplo de MuzioScevola, Clelia,AttilioRegolo;.;~ la virtud 'VLJLUUV para que florezca el núcleo del mensaje cristiano, por 10 que
se estremece de tener que pasar iIlerme,entre ,filas hostilesy la pena asumir los riesgos de esta inculturación «pagana» del
acampados»20. Vida establece un parangón entre él dolor de
el experimentado por ciertas figuras de la antigüedad, y afirma En cuanto al valor de los frutos poéticos de esta inculturación, pocos
de aquella es más atroz que el que sinti6Andrómacatras la./JLLLlL'-,a tazos aprovechables hallaremos en un conjunto caracterizado por el
Astianacte o que el de Ceres tras el rapto de Proserpina2L leS()fdlen y la afectación. Uno de ellos es De Partu Virginis, de Sannazaro,
¿Se tratará de una concesión al paganismo triunfanteicomo insuperado de armonía entre elevación de fondo y sencillez de
ba Erasmo? Por un lado, no puede cuestionarse la:sinceridad de
cristiana y de la devoción mariana de los humanistas; Por. otro
indudable «el revival clásico de aquel período, la mezcla
poesía y elocuencia pagana con temas cnstianos»22.
También el cult~mariano busca refugio en.el·,,".L·C">J.\CL"l.LLV'HJ.LJ..I':;L
J91tit~rátio~cptótestánte
·,·enla·« theologia crucis»
;{ 'C.....
. .. ontrar.iam.ente ajo qUesue.len. pe.nsa,t.JOS mismos pro.tes,
« .'. . ,. .tantes, María ocupa un puesto relativamente importante
en el· pensamiento yen la teología: de los reformadores
siglo XVI. No sólo. para Martín Lutero sino también para Zuin,
y Calvino [... ]. En la teología de estas personas, María conserva
puesto discreto y secundario, ·precisamente como la figura que
~1c'Jl'!::lpI'eSí~m:a en la Escritura» 1.
HAMMANN,Il punto di vista della Riforrna circa l'Irrimacolata Concezione. Criteri per una
riCOrriprensione della,tradizione cattolica, en S. DE FloRES-E: VIDAU (eds.), Maria santa e
segno dell'amore salvifico di Dio Trinitit. Prospettive ecumeniche, Atti del 2º colloquio
na7,rona.Ledi mariologia¡ Ascoli Piceno 5-7 ottobre 1998, Roma 2000, 106.
316 - .Maria, cln'r<>C,ICZ 111"'·\.f,IIt'll'llIe Modelo:lluterar1~¡;ptotesfal'lté·-
y;qu( ess~ly~c;lP%~J;l:rc:amente por.la fe, no por las obras, postula 'lH:áy.ll.lgarpara; Maiía:enéestartheoldgiwcrucis?;. i'
cerdo~i~ u~i~er~llld~~los fi~!e~,~y~~p:.l~.5)~ra Sobre la liberta~ del Sería vanahpietensióndelhallarcen esta teología;éasistemátiea'Pror
(que data de fines de 1520) describe al hombre como un señor l!taturaleza¡ ¡un tratado.mari!m.6i d.professd. Peroenaa.óbrll'deLl:.l.t~:roJil:a,:
dispone de todas,1as .cosas. y no. está sOlIl,etido.a nadi~, lSlc1eraCllOTIleSaCerca de María. quegtrar.danplel1.a.~¿dh~renoía
se hace voluntariarAénte siervodtétod~s ~lilaguard~i su' actitud: teolÓgica: '"Hende¡ por un ,ládo, a desmerecer. 'la persori!a
Al condenar la razón humaIla .como<~prostituJa» ;.Ll:iterp 'COlIl,tfa la Virgeri. ya no reconocerlepartiCipaciónalgun~:l:ienla óhrasalv:ífica
dependencia de santo Tomás respecto de Aristóteles, y la de la Cristo; en virtud de 10cuaLlapriva del título de.mediadob;I.';,fEJ·.Ma~
sagrada en relación con la filosofía. Por eso, en Disputa contra la und 'ausgelegt.(1521) «constituye de por sí Yirepiesétita
gía escolástica (1517), el reformador se distancia de Aristóteles y ejemplo entre los que más· prueban. aquella teología at;da,{citÍzr.~¡ .¡Ji
aplicación de la forma silogística a las cosas divinas: «No llega uno a la contraria species. bajo la cual Dios esconde el~spléfldC:>fi~de
teólogo si no se las arregla sin Aristóteles» (prop. 44). En la propia magnificencia»5. El. cántico proclama la paradójieailógipafcl:d
de Heidelberg (1518) Lutero sienta las bases de su theologia crucis, Dios, que recurre a la «nulidad» de María para realizar grana.es(GQ)sas{~
trapuesta' a la theologia gloriae 2;. El mismo reformadorexplíca ·s.u efectúa una especie de «aceifa» in incognito a través de la histdria'para
miento cuando especifica que «las cosas invisibles de Dios son derribara los poderosos y exaltara los humildes.
la divinidad, lasabidtiría, la, justicia, la bondad.;; Las Por otro lado, Lutero concede un extraordinario valor ala dignidad
y visibles de Dios' se oponen a las invisibles, eS· decir, la ·HU'U1<:UU.u.u'U¡ María en.cuantoMadrede Dios y modelo de vida cristiana,; pero
debilidad, .la necedad»3~ . ""'<"IJ<" de forma subordinada a Cristo. Ya de joven;'invitaba;a'con--
Así pues, Lutero eS.fiela su doctrina de la justificación por .Es necesario señalar que, posteriormente, el reformador, al combatir
según la cual el hombrees «a.1avez (simul) pecador y justo». 'Ti desviaciones de la piedad mariana popular,. cenSuró con firmeza
María está «mar?ada por el pecado original (primera concepción) invocación y plegaria dirigida aMaría 15, Y mandó que se
vez es "inmaculacla"por la gracia operante enla segunda conoep,::lOfl
11 «Aunque él sólo [Cristolestuvo en su seno, María es verdaderamente madre de él y de.to<
de manera que participa de la común condición humana, marcada,' nosotros [...]; donde está él, allí estamos también nosotrós; lo qúeél tiene, débepertenecernos
el pecado; pero sin mérito alguno por su parte, y mercecl a la sola a nosotros; por eso, su madre es también la nuestra»· (Sennón para laN avidad del año
WA, 29; 655). «Nosotros somos hijos de Maríá» (Sennón del 26-12-1523; WA¡ 11,224).
fue'pres~I'vada dé cometer IliJ;lgtm(). «Queremos considerarla como a quienwra por nosotros, lo mismo que hacen los demás
afinna Lutero en un sennón del 8 de septiembre de 1522. El padre de la Refonna
Lutero insiste principalmente en la ejemplaridad de María, y María pueda ser nuestra Fürbitterin (suplicante en nuestro favor), pero no nuestra
me~udo «Mar"Ía lehret, dQcet», es decir, María es maestra de las (abogada) y menos aún ejercer de Mittlerin (mediadora).
LUTERO, Tischreden .(25 de marzo de 1953); trad. esp., Charlas de sobremésa, en Obras,
20012,425ss).
;~WA, 1,107. 14 El Magníficat comentado y traducido, ib, 191.
9G.HAMMANN, a.c., 113. 15 Según Lutero, al dirigirnos directamente a María queremos hacer de ella algo más que
10 lb, 112-114: Fürbitterin, con lo que no la alabamos, sino que la despreciamos. Más aún -añade Lutero-,
Modeltl1jl:ltet:ánól!p.to.testa:nt~ -
«Aprendamos. a dar a la Virgen María la autoridad que le en:1521 publica el ser.mónDe laudando in Maria¡Deo,t~co"
de lo contrario .no podremos estar. asegurados de no:amo se haUaen pleno proceso de distanciamiento delá;'dóc,ttina.
. NodebemQs contemplar sus méritos, como ella misma nos romana yde adhesióna.1astesis luteranas. No oculta.,sluiP:cli.,..
diciendo que Dios .vio en ella toda su pobreza, y por la sola . hacia Lutero, no sólo en cartas privadas, sino también en el «Pa,
Dios la eligió. A nosotros nos basta saber que Dios quiso .' Quodnon sit onerosa christianis confessio ,(1521), obraémlaA::ual
ella [... ]. y, asÍ. sabemos que debemos acogerla como. maestra la doctrinade «Lutero, nuestro teólogo», acerca deJaconfesi,ón¡
las enseñanzas que nos llegan de su testimonio»26. gran asombro de los círculos luteranos, Ecolampadio ingresa,emél
vento brigidiano de Altomünster, en Baviera (1520), donde.cQmpo--
tres ser.mones marianos: uno sobre el primer versículo delMagnificat,
3~Juan Ecolampadio(t 1531) sobre eLNunc dimittis , y un.tercero tii:ulado De laudandv in Maria
redactado en alemán, traducido por él mismo al latín, y publicado
Ecolampadi027 .es, una figura sobresaliente de la Reforma, por abril de 1521.
preparación humanística, patrística, teológica y mística, y por la En este ser.món, Ecolampadio comienza cón. una meditación,teol?gi~
ración de qué dio ejemplo en un período agitado por la polémica y espiritual sobre ·la condición del hombre,quien, atna haber 'alc:an-:-
suIto. Asimismo sonde destacar su vida espiritual, ,sus escritos aún el estado escatológico, encuentra dificultad para aIabar'a.Diqs
25 ID, Opera~nia, 46,309.
las criaturas. A duras penas'el ser humano logra vencer suceg:ueray
26 ID, Adnotationes in evangelium Lucae 1,26-30. algo del esplendor divino que irradia de lo que Dios ha creadQ.
27 Juan Heussgen, a quien sus condiscípulos llamarán «Ecolampadio» (de oikos,
y lampás¡ «lámpara»); nació en Weirisberg (Suecia). en 1482.. Estudió derecho en otro lado, el justo no.puedemenos de reconocer en las criaturasa.su
teología en Heidelberg y en Tubinga.·Fue alumno del humanista Reuchling en lng()lstlld y de tributar a este el honor que se merece. El eje que vertebra
profundo conocedor de! griego y de! hebreo. Colaboró con Erasmo en la renovada
latina del Nuevo Testamento (1515-1516). Fue ordenado sacerdóte y trasladado
1518. Pasó paulatinamente de la influencia de Erasmo a la .de Lutero;por sus conltactq 28 Cf S. DEFroREs,Il sennone. «De laudandá in Maria Deo» di Giovanni Ecolampadio, riforma-
Melanchton;'Después de. un período de ,estancia· en Ebemburgcomo capellán,.en di Basilea (1482-1531), en De cultu marianO saeculo XVI,. III, 177-200.
residencia en Basilea, dondt;predica la reforma hastaeL24 de noviembre de 1531, 29 En un escrito sobre las palabras de Jesús en la Cruz (Friburgo 1512), Ecolampadioatribuyé
muerte. Cf E. STÁHELIN, Briefe und Akten zum Leben Oekolampads 1, Leipzig 1927, María el título de Tonantipara, es decir, de Madre de Dios, ya que a Dios lo denomina, a la
1934, XIII/897j Das theologische LebenswerkJohannes Oekolampads,.Leipzig 1939, AAJlIVJ'-C humanista, «e! Tonante» (como a Júpiter).
{Portia; enóárrrátri<6'ndebVerl!JG;;e11;Nlatíh,; y'p0il~s04@fie~;d~ l(}(qu,é
l~ ;hizof;pattícipet/eFi;m~;<did~i~bll1;r<darfte,y:<::1e;hÍ0c:l.0 ;getfect(jlflvíattª
étlG.umbrada'pór :tcólampadio'en;larQ.úspide;dera';JetatquÍátdéi1:Jrs
: por encima de las criaturas, de los hombres, de 10ssantos':'yJtM
los seres: . ángeles, en la medida en que con'todos ellos comparte María'atri~
tos •
. «Nuestra condición no es. despreciable: senos llama y sOlÍlÓS'e Mienttas'queiLtrtero difumíhalaidefitidaddeMaría;dasvhasta;ha~
vahÍente elmicrócosmos; .toda la creación,uniónde;todos. desapa.recer,· potcuanto no ai ella,si11osólha; IDi~$debk 'gloriarse,
celestes y terrestres, espirituales y materiales·~ Añade. que;i que Ecolampadio admite la· posibil1dad·detiñ8.' relacióJil directa
participar en 10. que son todas esas realidades,. poseemos ,err¡ la Virgen de admiración, amor e invocación, con tal de que todo
primaCÍa sobre todas ellas. Sobre' el hombre se .ha derrama<doi se. oriente ~n último término a láiálahanzadebios.;·..· ~.
de JaJiheralidad divina: .aquello que.enlas dem~s,criáturas Fiel a su €oncepciónteocéntrica; EcolamPádio c6ficluyeqüe\l.fiaala~
.tradispersoacá y allá, lo.encontrarás reunido en el hc,mlbn:~>>:s\:;¡ tributada a María que concibíetaestacomofifi y nó¿omómediG
inadmisible:
Ala hora de tratar. de María, Ecolampadio· toma como' .
principio,. que el reformador enuncia de la siguiente m~lrre:ra¡ :j~~l «Asípues, aunque por los dOlieSde naturaleza ydegtáciáqueJv1.á~
donde. Dios' senos revela másmanifiestamente,allí es.donde ría poseé, se diga de ella que es ysea enrealidadmuy·superior<a.l0
reconocerlo y honrarlo más devotamente»31. Ahora bien; C;ll.LV.JLa~~ que hemos referido, sin embargo si nuestramelite'se detiene~etLla
prinCipio de participación yel de .omnicontinencia operan alabanza dirigida a María, cometeremos culpa. Porque lo que se debe
máximo, desuertegueen ella y por. ella hallaremos el mejor glorificar es el nombre del Señor»33.
alabar" aDios:
En esta afirmación se encuentra el núcleo de todo el sermón del
«¿y cómo no iba adeberseialabar a Dios en .aquella en retorrna(jor. el resto es un desarrollo o una consecuencia. Puesto que
manera más generosa que en cüálquiet. otro lugarse Len"
·H«::tUJLU'-. ..,
es lícito detenerse en la alabanza de María, sino que hay que seguir
dones divinos y están reunidos· aquellos; atributos que se C;ll'l-U~~llU y tributar alabanza a Dios, Ecolampadio, en concordancia con
. dispersos enotras partes?[~¡.] Enefecto;.asícomoerrel UV.U1IJt<:
principio, critica algunos abusos cometidos en el ámbito del culto
•.<encuentran reunidasJas~característicaspropias de todas las ser muy devotos de María pero sin producir frutos de salva~
asr:tambiénella ha sido hecha partícipe de.· todas. las ..."'<' ....."N"~1 ción; desviar diabólicamente hacia María algunos títulos reservados a
humanas» 3t. Dios y a Cristo (como «vida, dulzura, esperanza... »); recitar el Rosario,
el que se saluda diez veces a María y una sola vez al Señor; tener
tniedoaeditigirs~a CtistG .. ~.
33 lb, 43.
··GOIl üIltQIlQ··,positi:vo;.JEe.0:1afripad.io,\seleafiFma·.eri,su·.
pers()nal· acerG:¡t ·cléMatíaYide;Sl;l. ¡üulto;.qíie:{alieIlt~ Jina c
alahanza,estinia y amor. háciaMaJ;ía, petoc:.üuladebida
te.océntrica:
lSobre el Barroco, cfG. BRIGANTI, Barocco: storia dellaparola e fortuna critica del concetto,
34Ib,49. en Enciclopedia universale dell'arte II, Venecia-Roma 1958, 346-359; C. CALCATERRA, Il problema
35 lb, 57. del barocco, en M.vv., Questioni e correntidi storia letteraria, Milán 1949, 405-501;.1. SERRA,
36 CfS. CwIERTNIAK, La Vierge Marie dans la tradition anglicane, París 1958; M.vv., Barocca(Arte), en Enciclopedia Italiana Treccani, VI, Roma 1930,207-216; B. CROCE, Critica
Place in Christian Dialogue. Occasional Papers of the Ecumenical Society of the Blessed Virgin e trattatiStica del barocco, enM.vv., Storia della letteratura italiana, V: Il Seicento, Milán 1967,
1980, Middlegreen 1982; J. DE SATGÉ, Mary and the Christian Gospel, Londres 19792• 471-518; V. TAPIÉ, f.epocadi Luigi XN, enM.VV:,IProPilei.Grande storiauniversale VII, Milán
37 Cf S. BENKO, A new Principie of Mariology: the Kenotic Motif, en M.vv., Oikonomia. 1968, 313-400; Baroque, en Encyc/opaedia universalis, II, París 1969, 207 -216.
langes O. Cullmann, Hamburgo 1987, 240-272. 2 P. DAUDY, Il secolo XVII, Milán 1968, 21.
t~Pri.wiq.E\:¡~<;¡.;fQ<qzQ d~l vivir'ydel ornal11entar, sentido (G;¡·It: Marino) :afind~stiscitanasbmbro~;«E,kP0einafépicbrtierl.e¡la
d~aIIláti~¿: ;;~ce~M~d"jde la libertaq y de la fantasía fuera.de lo~ de inaravíllat,algo q.tie;nace ,únicamente de: laKcosasstiblimes
en los que el' a~t~yia-~id;~s~h;bí;nanquilosado y v.L.L"La"....(:A."'''~'' Tasso);.
La cultura barroca se fundamenta en,
no es indagar en la naturaleza ("U:;ll'-,Laj lto<:onLclenc:[a delsujetb pensante,ségúnf el principio de Desca:rteseo~
riograJía),. ~ino impresiop.ar2 cOIlmover,: «'pe,rsua~ir\deqtle')9:1&,? ergo.sum. El Bartococrevíertee1 modelo intelectualistaque somete al
real puede convertirse en realidad». En particular, el arte h,,.-r,....{'V a la razón moderadora, reversión imprescindible para que nazca
antropológico del héroe, que se lanza ala conquista del mundo,
«Es el producto de la imaginación y [cuyo] fin principal es el de . el peligro y quiere sobresalir en tod0 6 '-«mejor ser animales
ñar a ejercitar la imaginación. Es importante, porque sin ti' uUiSti"u, ,,, ...."',,,,, que bestias», se decía-; Continuando una tradición del siglo
no hay salvación [... ]. La imaginación es superación del límite: va tras ~<la locura 'de la Cruz» y anhela una entrega sin límites en
imaginación todo es pequeño, está cerrado, parado, es HLI~VJ·.VL'l.(: voto más perfecto», en. «el deseo demartirio»7,' en «la esclavitud !i
la imaginación todo es amplio, está abierto, se halla ~n y en «el acto heroico» que cede el fruto de sus propios méritos
tiene colorido» 4. sufragio en favor de las almas<del Purgatorio. La heroicidad se
i'\;JL1."LU'''-La atributo del santo a partir de 1602, cuando:
3 L. SERRA, Barocca (Arte), en Enciclopedia italiana Treccani, VI, 207. 6 El jesuita'BaltasarGracián presenta este tipo antropológico.enEI héroe (1637). Este tipo
4 G.. C:ARGAN-B.CONTARDI, JArte. italiana, Dal Rinascimento.al Neoclassico, Milán caricaturizado por Cervantes en su célebre Quijote (1605/1615), y censurado por Fénélon,
255~256. .' . ' .' , describe al conquistador como una persona que difunde en el mundo temor; miseria y
5. «AquelcaYácter. de poder y sublimidad que. Miguel Ángel había impreso en las tres CfP. HAzÁRD, Lacrise de la conscience euroPéenne (1680-.1715), Patís 1964,304.
no .admitía .atenúacionés; necesariamente los. artistas debían seguir. el camino generalizado entre los jesuiiasmisioneros; cf,porejemplo, S.DE FIORES;Il beato
hasta llegar a .las consecuencias extremas.» (A. .SPRINGER, Mánuale di storia del!'arte¡ . Costanzo di Bovalirio, Con.17lettere dal Giappone e dalla Cinai Vibo Valentia2000,'46-
19284 [édición preparada por C. RICC!], 232) . .Durante elsiglo XVII la. pintura no se 94-98; 103-105.
un único patrón, sino que se desgrariaéh tres ,corrientes distintas: barroca (con Rubens 8 R. DE MAlO; rideale eroico della santita nella Controriforrna, en c.. Russo (ed.) , Societa, Chiesa
máximo exponente), clásica (Caracci) y realista (Caravaggio), religiosa nel!'Ancien Régime, Nápoles 1976, 286.
támbién~.rrel •. campoI¡eligioso·rcon;.ebtítu10 . de, emínericiá? ... ~.~<~ el cat()lieism0, el Batro¿c,seIéepresa a un doble mvel:pórunlado,
1
no VIII concediÓ' ailos ·card€nalesen;J630. lamístíca qtÍe parte .de las;gtandesfiguras .de la España postriden~
En cuanto a la situación de la mujer, se mahtien€n ·.l.5LJLo.,-".v; de Loyofa, Teresa de JeSú.s6 Juan de la Cruz'--' y entra luego
prejuicios acerca de la inferioridad biológica y pSl.COlO~:]GrIE~mlenJll: Francia paraC:lifundirseporotras regiones eUropeas, propiciando uha
capuchino Zamoro; sostiene, basándose en la doctriria; . «elevacióh espiritual y místiea» (H. Bremond); por. otro lado,
los cuerpos delos varones son más calientes que los de 0tro nivel es el de la religiosidad popular, dominio del sentimiento,
que, por tanto, aquellos son más inteligentes y más idóneos I-'~.~>U elque los fieles se derriten en lágrimas durante los sermones de los
dar,porque la sangre circula mejor por su cerebro, mientrasuu........ <:lU f""' ......'~u.,~v •. '-'u, y eclosionan nuevas devociones como el Rosario, laspe~
mujeres «les corresponde una peor condición» 10. A pesar de todo; , las procesiones ...
siglo XVII dejaron huella un elenco de mujeres místicas y
c?mo Inés de Langeac (t ·1634), María des Vallées (t .1656),
Agresa (t 1665), María de la Encamación (t 1672) ,Verónica María en el universo barroco
(t 172'1)... , pero también hay otras mujeres muy cultas, como la
veneciana Elena ComaroPiscopiay Lucrecia Marinella (t..1.653) del Barroco quizá sea el período en que María más anclada se halla
tora de La Nobilitá· el'Eccelenza delle Donne. ti Díffettiie li la cultura de su tiempo, haciéndose presehté en
múltiples espacios
de gli huomini (Venecia 1600), en el cual muestra con mucha .",v\..• <u,-.u, hasta el punto de hacer de~lla un paradigma del espíritu de este
partiendo de. la misma onomástica femenina,. cómo «el sexo 1""',m"..."", Mediante un doble ffi()vimientode diástole y sístole, María ex~
es más noble y excelente que eLde los varones» 11 • su presencia en la vida del siglo' XVII, absorbiendd el tiempo y los
~spacios y alcanzando a las personas de toda condición, y su· figura ejerce
«Se criban,con rigor filosófico, los test\monios del pasado sobr~, catalizador en que se condensan los valores y quimeras del Barroco.
inferioridad ontológica de las mujeres; se examinan los diversos ....
y, sobre todo, se traza una "contra~historia", una galería de mujeres
celentes, inspirada, desdeluego, en las historias ya recopiladas por.
humanistas>;12. " .
1. María conquista el tiempo, los espacios y las-gentes
, ~'Ha.ce notar rnuy a prOpósito ún historiador: «El hollór y la reputación; dos A los historiadores de la mariología no les ha pasado inadvertidocun he~
maglcas, durante ~ps siglos:x:V1 y XVII, para las elevadas clases de las renovadas
caballerescas y nobles, habían hecho presa también en aquellos que, en cambió, habrían cho: la e:xplosión de libros marianos 13 que s~ registra a lo largq del XVII,
atenerse a la caridad y a la humildad" (E CHABOD, Lo Stato e la vita religiosa a Milano
di Cario V, Turín 1971, 248-249).
10J. M.. ZAMOBO, Deeminentissima Deiparaeperfectione libn tres, Venecia 1639, 246. 13 P. HOFFERi La dévotion a Mane au détlinde xvrIi siec/e. Autour du Jansénisme et des «Avis
llMa:m~llase refier~, a Ibs'ciÍlco nombres dados aja mujer: señora o «dómina»; fémina salútaires de la R V Mane a ses dévots indiscrets», Pa.Íís' 1938, 19-23, hace nótar la abundancia
feto, que~ndlca generaclor:; Eva, que deno.ta la vida; 1sha, que significa «fuego celestial»; de libros marianos a comienzos del siglo XVII y el descenso que se registra hada 1680. Le sigue
que se refiere aL cuerpo dehcadoy a la mansedumbre de espíritu. Y espera venéerasLa «los Laurentin, quien predsa: «Brusca.mente, las publicaCiones que le son· dédicadas [a la Virgen]
nados Tiranos de las mujeres, los cuales ultrajan cada día más insolentemente su dignidad»; se multiplican. El ÍlÚmero de lasobías publicadas cada. año asciende rápidamente hasta llegar
estos ~agm~ntos y para un examen preciso de la obra de Marihella,.cfY. FERRARI SCHIEFER, La El su cenit entre los años 1630 y 1650. Después, la parábola va. descendiendo lentamente" (R.
Questwn. J?ie Frage nach der G/eichheit der Gesch1echter bei Fra7lfois Poullain de laBarre (1647-1 LAURENTIN, La Vergine Maria. Manologia postcontiliare, Rbma19703i 160).:Prbbablerrienté esta
vor ~ Hmtergrund der (früh-)ne~zeitlichen «~relle des fernmes», Lucerna 1998, 108-131. curva diacrónica deba revisarse y perfeédonarsepara elárúbito europeo, basándose en las lista.s
C. MILITELLO, Il volto femmm¡/e della storza,Ca.saleMonferrato 1995; 300. de otros autores y otras obras marianas del período. ,:
la,GtiaLde.~afía·cl:lakHI!~til.1~e,Iltar:i~!~(bIiJ?6lit()YMi:!rracG;i!~scr:ib~PQr t~)i",ua.ua.;~'- Francia,¡pronl1nciada:;ponLuis;~nWéSjde;'lma;notªMct.;den.si:
115 obras} mar:iari:a~; d~ las ;9\fale,S.)v;~Í1;:ttiJiu~Ve; .se PUmlIQaI·QnL;~Il.m~t ;n'Cl\itleológl.ca;,cp~~sea;smdesigIli<D:¡pó1ítico~.· ELllew·enSU.lpFbpi0.inei:mble;~se
y.1665 :hG: B~sutti.enum~rag8J;qJ.lt0resddsiglo;XYIEqlle
1
""""~bgr.. a. rt~ru:sermclo esmeto '«a laigrandezácae Di0smediante:su;Bij0;'qtie
s.er an~lÍ4ados. en una futura historia .delamariologüi>x15i;' ab,ljá11dc)se'hasta ;nC)S01trO:"ly··á. estle.FilJe'\lp.edllartté'su íMadrét
1
edición con una tirada de 6.000 ejemplares. María entra en la vid~ nadrriientodel delfín Luis XIV,el5' de septienibrede 1638.:,,"
las clases populares, que son .las que visitan con· mayor frecuelk:ia. Por iniciativa del capuclünó Jer6nimo da Fórl120 ; el 27 'de mayo d~
santuarios, y en tomo a ella gravita la vida de múltiples cofradías, 601 se le ciñendós coronas de oro a la imágeri de NuestráSé'ñórá
ellas la deLRosario¡perbsu culto arraiga también entre las futurás al Niño,veherada en la SteccataenPatma2\'cos'tufubre
{4,,'C;UJLLUJ.LLOLLL'-'V
de la sociedad, mediante las congregaciones marianas que tlOlre.oen. ue se difunde profusamente durante los siglos sucesivos. El rito,> que
todos los colegios de la.Compañía de Jesús. Las'universidades ';"'~'''n'' exaltar ladighidad regia de la Madre de Dibs,enderrá tatnbién
siguiendoelejemplode LaSorbona (1496), se habían comprometido" significado sodal,porqueelB ]erónimocoridbiÓesta idea de coro~
juramentoiadefenderla Inmaculada Concepción; ahora, en el año a la Virgen al vetel ostentoso ludr de joyas de las damas de Pal1Íl.a.
las Universidades de Sevilla y de Granada, imitadas por otras '-'U!J~LL~H~U, 1aCleIlLdO que María adoptase el aire de la nobleza femeninapal1Íl.esana,
italianas,··llegan. a pronunciar el'votum sangtt,inis 16 • Finalmente, ·en pretendía inducir a estas a inspirarse eh el ejemplo de la Virgen
J\;;l'VLULHV
minios de la política, los reyes toman la iniciativa, sin intervención de y entregarse al socorro de lbs pobres. Algo después el conde Alejandro
obispos, de consagrar las naciones a María: Francia en 1638, Portugal Pallavicino hará tina donación al cabildo vaticano paia que sub~
1644, Austria en 1647,PGlonia en 1656.... La fÓl"ffiuladela '-VLL"U¡"LU''''L'''! la coronación de las más célebres imágenes de María22 •
14 Cf F. PETR1LLO, Ippblito Marrr;zcciProtagonistádelmovimento mariano del secólo 'XVII, El texto se enéuentra en R. LAURENTIN, Le voeu de Louis XIII- Passé ou avenir de la France.
17
1992. 1988: 350º anniversaire, París 1988, 107-112.
15 O.M: BESUm, Ricerche sulm storia delld mariologiá dal 1800 alVaticaíw II, Roma, 18Ib, 120.
Facolta Teologica Marianum (apuntes), 1984, «La mariologia dal secalo XVI al secolo 19 lb, llO.
2. 10 Cf DONATO A SAN. OIOVANNI IN PERSICETO, La personalita e l'apostolato deL P. Oirolamo Paw
.16 Sigue siendo clásica. al respecto la obra de]. STREICHER, Le voeu .de sang en dí Ca/coli da Forll allaluce didocumenti inediti (1552-1620), en Studi Romagnoli 7 (1956)
l'Imma.culée Conception, 2 vols.; Roma 1959. Tal gesto se difundió enseguida: entre las tlspecialmente42-43. .
religiosas, hs santos, las cofradías y los fieles,)o que desató una. prolongada controversia. 11 Sobre eL acontecimiento de la primera coronación, cfW. DALL'AGLlo- E. VIDAÚ (eds.),
célebre erudito de Módena L. A. Muratori (t 1750) lo considera imprudente, aro",,"""PT Madre di Dio per una cultura di pace. Atti dellO Q colloquio internazionale di mariologia, Parma
culpable einspiraclo por una piedad no ilustrada. En cambio, san Alfonso María de -21 aprile 2001, Roma 2001,13-15. .
(t 1787) lo defendi<5, cuestionando que pudiera opinatsesobre la inmaculada concepción, • 21 CfI. PmONI, De coronationeimaginum B. Mariae Vi.en «Ephemerides liturgicae» 68 (1954)
hizq basándose. en dos: motivos que. garantizan la certeza de esta. doctrina: .el consenso·de . 301-312; C. M. POLO"L. M. CANDIDO-M. M.PEmco, La VergineMaria incoronatai Storia, dottrina,
B,eles y la celebración universal de la fes~tividad de la Inmaclllada, con lo que los arglllmt~ntO devozione, Rovigo 1980; 1. M. CALABUIG, Significatoe valore del nuovo "Ordo coronaruli imagiriem
de Muratori quedarían refutados. . . Mariae Virginis», en Notitiae 17(1981) 268>324;
¡e\Jten.cí8[sa:~1·¡::llal1tearr[le]:lt€fde Spárez¡NigÍdóes~ quienacuña.~Lt~l'iliil1o
de :«mariologfa;> ,.y: el primero .errcomponer. mi tratado .quevers~~í11.~e¡.,;
Ht'(lrYlpn1rp sobre María. Ocultotra$.ehrrombrede~suherri1:anoNiéolás~t!
.'1602$um11Íae.sacrae mariologiae· pars pn1'T)a2t: Alcgnl.ienzo; ge
obra, de259 páginas; Nigido dedaraquequiereencon.trar«nli~:y:()s
2.2. María gana espacio en la teología :.Ht'w'."J" y razones» para alabar aMaría; adoptanddeLrnét()él<'>'es'cblás~iR()¡
que. sutratad.o marca el comienzo de una mariología ~ltlleata(IJor. primario»; y María; «mediadorasecuridaria ymtiy~ inferior>}
demasiado. enclaustrada en sí misma28 • Anticipándose aWidenfeld>(l673); Petavio. sugieFe,á ,tod0s'
Alo largo .del siglo XVII, el tratado de mariología devotos dda Virgen santa «que no hagan excesivas.eone~sionesIaJa
ydevóción haciaiellayque, contentándosec0DulM "\[erdáae:t¡a~
reservando una parte del tratado de la encarriación «a·1:a,s:antísi.m~r¡, lidas alabanzas, rechacemlas que son'falsas einv:entadas>~;;sR0r:esta:
dre delVerboencarnado y a su culto». Tal es el proceder U"-,J.J~til.L el autor hace referencia 'a los cánones o «verdades~l0tmuladCi'
Petavio (t 1652), el mayor representante de la teología I-'VC'~LLJI;a.,..: Gerson, «con lostuales pone coto a la exagerada JibentadY ad:Er~J¡¡l(J):liilJ¡
enJos cuatro tomos de los Theologicorum ~ogrnatum(París 164f1.~ predicar las alábanzas de la bienaventurada Virgen»; (eap¡;\''MLm~r4
dedica a la Madre de Dios, además de algunos capítulos del ue n.o condena los artificios retóricos ni las narraciones piadosas;
todo eL libro XIV. del, tratado De Incarnatione.Petavio se siente; avio se propone refrenarlos razonamientos, sofisticados,.~<los)q:uale's
gadoa demorarse en hablar deJa dignidad de la.Madre de proclives.aatribuir aMaría cualquier género de gracias».2~:.+
un doble. motivo: su «amor» hacia María y «la falsa.e impía El dominico Vincent Contenson (t 1674) intenta infundirenlácteot
de los herejes; qué .acusan a los católicos de tributar a María "HVU"'. un intenso espíritu de piedad, y titula su obra en dos volúmenes
exagerados y divinos» (cap. VIII). En sus reflexiones marianas;: • n,?n.r>fn/7 mentís et cordís (1668~1669). Acuña el término «mariología»,
un· esquema tripartitó;santidad e integridad,obraen.la ~""',V~J''-ULCl'''~." el cual titula la disertación VI del libto X (De oecorwmtávit:de;ffifltils
con Dios, e invocación,. honor y veneración. (cap. 1); Petavio "V'.~'-'.L''''''''Á gloriae Redemptoris). A diferencia de Tomás de Aquinó,a'quiéh sigue
la «maternidad» de María «la fuente y el origen» .deJa ClU'UH'....ClL que considera que la Madre cumple una función propedéutica
ciay gloria que lefu,e concedida por Dios y que. lo contiene todo' el conoc~miento del Hijo, vemos que Contenson mantiene que' «lás
VIII). Petavio, como teólogo positivo que es, concede gran valor a sobre María con.stituyen la coronación del tratado, sobre la
Padres, a quienes cita tanto en griego como en latín; pero alparecef ¡¡U"'_CU.LLCl''-~U'H deCristo»3o. La..«marialogía» de Contenson presenta;una;
cualquierad,eellQsantepone «el consenso de toda lalglesia ca cuatripartita,porque considera las «prerrogativas» o «prime>i
y' «el comúÍl. s'étltírdélósfieles»,por ejemplo, acerca dé la rf'Yln'Yn,nr:cp marianos según el orden de «la naturaleza, la gracia, ·lagloria vela
hipostática». Acerca de los datos históricos y de' diversos aspectos
1948,.174 y 305~306,yporkLYRAEus,. Trisdgioriinarianum.;.,Amberes 1648,183 y348. la vida de María, el autoiconfía en las tradiciones, sinexcluirla~
jesuita caerá muy pronto en el olvido. La Summa.aurea de Bourassé (1866) lo ignora. Acerca de las 12 .prerrogativas. de gracia, se muestra a ve~ces
tros días es citado por G.M. ROSCHINI,MariologiaI, Roma 1947, 30y 128,y R. LAURENTIN;
Ecclesia Sacerdotíum, 211..Quien.atraiga la'.atención hácia Nigido será A. SEGOVIA, Nota
autor y él contenido de la.primera «mariología», enJ~studios eclesiásticos 35 (1960) 287-3
28. Durante el siglo XVlh;e 'sucederán '-'-en estrechá:dependencia deSuárez,no dé 29 Vemos que L. THOMASSIN (t 1695), siguiendo aPetavio; dedica dos capítulos desü'obra
otros tratados mariológicos:MdriaDeipara thrOnus.Déi,de Spinelli (1613); De eminentia theologica. a la concepción y al parto virginal de María (t: III: De Incamatione Verbi Dei,
Virginis Mariae, de Novati (1629); De einineritissima.Deiparae. Virginis perfectíone, de caps. III y IV).
(1629); Theologiamariana, de Vega (1653) .. ; . JO V. CONTENSON, Theologia mentís et cordis,.II, LyonJ6872,169i
maximalista.. En.efecto;'sihn:etrerJenmertfáJasireg1as dé \:je~rscm~;a quejreine en todo. elmunqo.catóHéo. eLculto.mariano.»34, y
que Maríaere:c:ía.Yengratiaimt1uso'ctiamdose.:hallab'l nrrnarrac:erc:a de la InniáctÍlada Co.ncepción:
ño., y reco.no.ceque se' leco.llcediewIl to.dos 1o.s; do.nes'y ·IJLJl.v.J:J.C;~·Jl\!J();¡
que se distinguió a 1o.ssantos. neéesario;queenéste tiempo. seaxecono.ddo.y cantado. el mara-
. To.do. esto. es co.nsiderado po.r' €o.ntenson el· «preludio.»' y mo.do.de redención en la Madre de Cristo. po.r parte de to.das
lo.» de la eminentísima dignidad de ·la«matemitas Dei>~¡' porque' .órdenes creligio.saseinduso. por las nacio.nes humanas, tal como.
madre de Jesúses el epíto.mede to.do.po.sib1e. elo.gio;> (cap. 2, cantópro.féticamente: "He aquí que to.das las generacio.nes. me
En efecto., María «entra en el o.rden hipo.stático.», Y'«si na s llamanínbienaventurada" »35.
inmediata yfo.rmalmente, santifica, no. o.bstante,
lícito. decirlo., co.nminato.riamente» (undecima praerogativa). ~'-JHLGlil, :Excediendo. del dictamen deL co.ncilio. de Trento, que se limitaba· a
defiende e ilustta«la íntegra y pura virginidad de la Madre legítimo. el culto. de lo.s santo.s, vario.sescritores .marianos del
pew estudia también las relacio.nes de María co.nla Trinidad y con XVII so.stienen la necesidad deL culto. de María y la impo.sibilidad
humano., subrayando. que «María está en relaciónto.tál· co.n nO'So.l=r, ~llabar a la Virgenco.mo. co.nviene:
Se expo.nen a co.ntinuación lo.s diverso.s acto.s de culto., de lo.s
más impo.rtantes so.n la imitáción'de María y la consagración. a «Nadie se liso.njeedealabar. a Dio.s si guarda silencio en cuanto. a
lavidáentera (cap. 2, spec.2). las alabanzas de la Madre de Dio.s. Enefecto.,lcómo.po.dráapwbar
Hijo. sus pro.piasy abundantes alabanzas,.sin que sea alabada su
Madre, si precisamente para que laexaltemo.s con sumas alabanzas, él
2.3. María ocupa un puesto;de relieve decretó que no.sotro.srecibiéramo.s to.do.slo.s bienes de sus virginales
en el culto cristiano y piado.sísimas mano.s?>Él co.nserva,su pwpia .glo.ria suprema, si ella
. recibe alabanzas en abundancia»36.
Desde co.mienzo.s del siglo. es manifiesto el empeño por fo.mentar el
de María. Guarini se pwpo.ne «infundir e inflamar de nuevo. en Luego., en cuanto a la medida justa de las alabanzas debidas a María,
pecho.s la antiguadevo.ción a'.esta Madre.de Dio.s, una.devo.ción auto.res estáI1 de acuerdo.' en que estas «sobtepasan co.n su grandeza
to.tahnente desvanecida y extinguida»3L. .A,mediado.s de siglo. misma intellgencia angélica», porque la Virgen «trasciende las leyes
co.n mayor ahínco. la preo.cupación por «despertar de. la pereza y
EMMANUELE mGESO MÁRIA, Il regno di Maria \krgine·Madre di Dio. Nuovo Mariale, Nápoles
flo.jedq,d espiritual a quienes duermen, y por estimularlo.sco.n Cl'-J.'-ClIC," «discorsoallettore».
T. CAMPANELLA, Apblo'geticUs in controversiá de Conceptione Beatae Virginis adversus insanos
impulsarlo.svivamente a la devo.ción, a la ho.nra y al amor ferviente rumores, «proemium», en L. FIRPO,Il «De Conceptione Virginis» di'Tommaso Campanella,
Virgen Madre. de Dios»32.No. desfallece tampo.co el deseo. de "<=.L,-nLH 22 (1969) 196. Cf también T.' CAMPANELLA, Apologia 4ell'immacolata concezione,
de A. tangella,.Palermo 2004.
cada vez más a la misma Madre de Dio.s mediante una vida A; PACIUCHELLI, Dormitá71tis animae excitationes, «ad lectorem». Según este autor, del hecho
Dios quisiera que «noSotros lo tuvÍéramos todo por medio de María» y de que «a cada
31G.B: GUARINI, Delia gierarchia overo delsacro regnodi Mária Vergirte ... , Venecia 1600, le dio por madre a su misma Madre»,se sigue que; después deDios, «debemos
32 A P ACIUCHELLI, Dorrnitantis animae excitationes ad laudandam, diligendam, atque sumo amar y venerar» a María. Sin el culto de María, se nos sitúa fuera del orden
SS. Deiparam Virginem Mariam [... ], Venecia 1659, «ad lectorem». por Dios para la salvación; más aún: no se nos puede «distinguir con el egregio
33 J. DAVID, [... ] Pancarpiummarianum... , Amberes 1607, «praefatio». de cristianos» (p. 3).
défodosJ los encomiós»;.¡.Es?más"7prQsigue De~,CQnyelt?;: para
sublime,·conocimiento:üeMaría; es)uecesariorrectirrir
es también «la gloriosísima anunciadora de la verdadera Q.LO.UQ.JLL"'OW
carmelita A. Mastellohi aplica, en cambio,aMaríaehpl'overbio con el proceso de maximización barroca, surgen y se difun,
memente aceptado De dilecta riumquam satis38 ;. urante el siglo XVII diversas formas de «espiritualidad mariana».
Es harto reseñable a este propósito la convergenCia de este fenómeno consiste en no consideraf'Suficientedar
comoSuárez, Novati, Guarini, De Convelt, Lyraeus.:;en '-UULLL'O;¡Z'
un culto intenso si este es ocasional. La referencia a María se
gitimar el uso del término de hiPerdulía aplicado'al culto de . las notas de totalidad, perennidad, organicidad4L•
y en cuanto al empleo del término mismo de adoración. Sin
es pteciso reconocer que todos.estos teólogos se apresuran a
«adoración» de María en el sentido de hiperdulía, reservando
la adoración denominada de latría. En efecto, tales. autores
María no es diosa, y que «la adoración debida a Dios'y la oración de ofrecimiento aMaría dátade 1586,y se recoge
santos no tienen sentido unívoco»39. Libellus sodalítatis, de B Costero Estaoración.se integrará enerrito
La extensión que el culto de María adquirió en eLsiglo a las tongregacionesmarianas, la primera de laSi eualesfue
evidencia en la publicaciórr de. varios librossobte este tema,a por el jesuita'Leunis en el Colegio Romano 0553). Segúnla
tructurados como tratados; También aquí podemos considerar de los directores deJacongregació:n, a la ioblatio ha. de
Plácido. Nigido, que en 1623 publica en Palenno Mariale .)C-14,.u.c- u.",'vv~. agrarse la vida entera del congregado. Se trata, en efecto,de·. una
erga Yirginem Dominam in quattuor.opusculadigestum. Siguen .I:lCcaorl» de María como Madre y Señora (Véron) i de una «donación
cidosen el ámbito de las congregaciones marianas, .como los de: e irrevocable». (Poiré), de !a«entradaen'tinnuevo estado de
Poiré, Barry, Binet, Girard y Crasset40 ; y de un «verdader9 contrato» que convierte a quien lo suscribe en
hierarchia mariana (1641): Con él, la. esclavitud mariana llega con la religiosa terciaria Maria Petyt (t 1667) Ycon Micheledi
a la corte de Isabel.' Los tea tinos la difunden en Italia44, y los Agostino (t 1684). Este, en el tratadoDevita mariaeformietmandná
Polonia4s ;Laesclavitud echa.raíces indusoen el territorio Maria propter Mariam (1669), presenta la conveniencia, los furida~
nic046;El teólogo por excelencia de la esclavitud. mariana fue el y el modo de vivir «una vida mariaforme, esdecir,confonne ál
P.de Bérulle (t 1629), quien la asocia ton el voto de ~La\~LLV de María Madre de Dios» (cap. 1). En términos místicos;re;;
66 A. LYRAEUS, o.c., 8.
,,67«En este sentido [acerca de llena de graCia]; María es llamada indudablemente 'Diosa»
63 S. FRANCISO DE SALES, Sermon:proríOríééii Sairít-Jean-irkGrévede Paris le jour de l' PACruCHELLI, o.C., 35; «... María está unida a Dios de modo espeCial e.inefable, y se halla tan
de1'année 1602, ehOeuvres cbmpleteS, II; Párís, 1839, 330. que,' en Cierto sentido, se la puéde llamar "diosa". porque ella parece ser por graCia lo
64 A. PACIUCHELLI, Excitationes,364.'Cfiambién.G.'B. GUÁRINI, o:c.; 3-4. es por naturaleza». (MIGUEL DE SAN AGUSTÍN, Vita inariaforme, 52)'.
65 P. DE CONVELT, o.C:, 1-3. 68 N. RrCCARDI, Dei ragionamenti sopra le letanie di nostra Signora, Génova 1626, 56 y323,
«ELllamarPibs'crenque&nt0w,mediadd Y:;¡éJ.ue;ha;salidod~ . wt:esl:av·EaInlJLeru~~.eo:ntl:a~elHndensodeJas algbanzas;heesivasi, .que
'propio d~buf()nes ydé;colIledianttes ,que· aCllmUlaln:;¡I[O(~atJlQS aoc)m:maC10ifi». f'ara la Vir'gen71 ¡.EnJ656 PaséaLcrincaconfinairo"'
culos e impiedades.;Hacen queJaJe ylareverenciase ue:sarréi'} el;librodel~jesuitaRBarry:El paraíso abierto a Filagia, y su devoción
del corazón de los hombres, comosiseesttuvieradiciendo¡ xcesodiigenua72lFinalmente, Bossúet;en el discurso ante la Corte
B.Virgen no. renquease de una pierna,seríaplenamentte de la Inmaculada de 1669, defiende.la.genuina devoción mariana,
aludiendo a la fábula de Vulcano, a quien los geritiles aell101II1:l) combate las' «falsas devociones», como pedirNentajas temporales
Dios renqueante [... ]. La humanidad de la Virgen no está la conversión, o preocuparse de que no se hayan rezado todas las
lizada por una persona.divina, y,.por tanto, no se la puede fVJ.UCULCLo.JdeLRosario, para después saltarse alegremente cuatro o,cinco
Dios creado según la carne oDios mediado .. En efecto, ¿qúe Y""",~T'ln." del Decálog073 .
delsiglo XVILpara reconstrUir íntegramente laculturabattoca. El cristianismo barroco, con su honda y sincera devoción a María,
parte,. dado el;desarrollo adquirido por la iliariologíayppda ""'I'-'ULl.U, expn~saaa en centenares de publicaciones, en innumerables actos de
lidadmarialla, no es posible tratardelácultura barroca haéiendo y en sublimes obras artísticas, sigue interpelando a los fieles
omiso de la perspectiva mariaría. todo tiempo, para que no olviden el profundo significado de María
NuestraSeñora«barroca»,que se expresa en el arte y en los el orden de la salvación.
rios, además. de expresarse en la doctrina yen el culto, es el espej
si alguien, buscando los aromas, dijera: "Dulcemente os ensuciáis en mi nariz",} (ib,91). [1946-1956], Trotta, Madrid 2004).
c:~pftuldXV
Cultura ilustrada
' , ' ~ : ,
pasar del siglo XVII .al siglo XVIII, el panorama cultural cambia por
surge una nueva cultura con valores y modelos diversos de. los
por lc;>s paso& gi&ant~scos dados por la. cieJ:ls:iaen los campos de
mecánica, la química, las ciencias naturales y la física. Los hermano~
"U~F.'-"U'_L acometen los primeros experimentos de vuelo, y James Watt
la fuerza del vapor a la máquina. La convicción general es que
método que aplica la razón a la experiencia es el único verdadero y
de producir el progreso.
imitarse; sino que hay que evitar»5, porque la tradidón no se· ti d'Italia; en 1721seimprime en FrancialarevistaNouvelles
la razón y, por tanto,' es una· rémora para. el progreso. Síguese a la que seguirán el Mercurede :France yel Journal de
un desprecio hacia los antiguos, considerados niños en co:m()ar:3.(
con los modernos, querepresentan la edad adulta del espíritu
(perrault), pues atesoran no:sólo el patrimonio antiguo, sino LULJlU."'''-''
CAMBRIDGE UNNERSITY PREss,Storia del mondo moderno, VII: Il vecchio regime (1713-1763),
5 E. VILANOVA,Storia dellateologiacrisi:iana, III,Roma 1995, 87. 1968,109.
1.2. Tipo antropológico de/sigloX\llll
El tiPo de hbmbtedelsigloXVIlr noésya elhuÍIlilnista,LH~L\"'UL producCiÓn teológica del siglo XVIII, observamos que
no, ni el héroe, sino el filósofo: docto y filántropoinadié U~LL~n.CJ conotiócietta inculturáción crítica en laque asu culto se réfiere;
grado mayor' que él a la' sociedad, disipando las oscurantista.s enloqueataneasu imagen, que se diría refractaria a la'revisión
del pasado con la luz de la razón. El Dictionnáíre de l'Academi¿
10 presenta corno un erudito que no jura pedantemente por
o por Platóhí amplía el campo de su interés a las materias'-'L'-'LLLLJlLcCJ
lleva una vida tranquila según él ideal de una voluntad 1. Rechazo teológico de la Ilustración
la razón. Sobre todó, es un libertino de espíritu, que juzga acerca y persistencia de la imagen barroca
con entera libertad y hace gala de incredulidad enla
los milagros 7• El exponente máximo de este tipo de hombre es tratados mariológicos impresos en el siglo XVIII suelen ser obras de
(t 1778), que se convierte en el ídolo de Francia: escéptico, , ¡'''AHO~'~i<"> y tienen la finalidad de justificar las prerrogativas de la. Vir~
anticlerical; irreligioso y servil, siente sumo deprecio hacia el' y su culto, basándose en la autoridad de los Padres y de los autores
que para él no es otra cosa que canaille (chusma). Los voluminosos tornos dé Van.Ketwig,.Del Moral, Sedlmayr
La Ilustración no dejó de sensibilizar a la sociedad acerca deh . 8
Trombelli coinciden en el deseo de fomentar una mayor devoción a la
ción injusta que suma la mujer en el ámbito de las costumbres y de Madre de Dios. Participan de esta actitud cerrada y de empobre~
gislación. Las damas aristocráticas o de la alta burguesía siguen ""UJlLL'-'JlLLV de la denominada «tercera escolástiCa» (1650~ 1750), incapaz
do las famosas tertulias, con influencias literarias' o políticas; rnrn'n·.; responder a los desafíos de la filosofía y de las ciencias naturales del
el caso de Madame de Sévigné o Josefina Beauhamais, futura . Con una total falta de sentido histórico~crítico, sus represen~
Napoleón. Sin embargo, el verdadero feminismo aparece hacia aferrados al método escolástico, se enredan en cuestiones sutiles
siglo cón El príncipe filósofo (1789), de Olyrnpe de Gouges, de cuyo el fin de combatir a los jansenistas, que atacan el culto ortodoxo de
dimana el documento Déclaration des droits de la femme, presen la Madre de Dios considerándolo indiscreto, indebido e ilegítimo.
1791 a la Constituyente francesa. Contemporáneamente, el Estos autores contribúyenal desarrollo de las verdades marianas,
feminista se expresa en Inglaterra yen Alemania con dos ' especialmente de 'la ,doctrina de la Inmaculada Concepción, queSedl~
históriéos: Vindication of the' Rights of Women, de Mary declara «piadosa sentencia en estado de próxima definibilidad»,
y Überdie bürgerlicheVerbesserung der Weiber, de Theodor Gottlieb y de la Asuhcióh; cuya formulación dogmática el servita Shguanin(t
Hippel, obras ambas que datan de 1792: 1769) solicita aClémente XIII. Estos autores defienden la coopera:"
8 O. B. VAN KETWIG, Panoplia mariana, Amberesl720; C. DEL MORAL, Fans illimis theologiae
scholasticae mariariae, Madrid 1730; V. SEDLMAYR; Theologia mariana, Múnich 1758;0. C. TROMBELLI,
Mariae SS, vita ac gesta, cultusque illi adhibitus per dissertationes descripta, VI, Bolonia 1761-1765.
9 Es típica a este respecto la postura del fraile menor F. POLANCO, Dialogus physico-theologicus
contra philosophiae novatores, sive thomistas contra' atomistas, IV, Madrid· 1714, quien trata de
7 Cf G. SCHNEIDER, Il libertino. Per una storia sociale della cultura borghese del XVI e demostrar que los principios de la físicamodema ponen en peligro el dogma católico. Cf E;
secolo, Bolonia 1974. VILANOVA, O.c., 76.
ción. de María en la redegq:i@rf\/~ll) Í11élt~miclélcli ~Spiti€t:lClhi i,s.U; J.1:)!~~i~cí pO'neén·labiOsd:l~i María ·-';::r~.cursolj.t~r.éliiO'lcl\scªtiM'e::"t~d;
universal. En cO'nsecuencia, a su mO'dO' de ver el cultO' ~"' ••'-'u.v cO'm.O' la sigu.iente: «Sea mi alabaIlzasericillá y sO'btia;·:rto
veneración, invocación e .imitación tíO'?esuna .silllP!e pn~c::;tllCa. i nOé:xc~siy;;:i,if!.p.h.ip~rbólica~~ i (p:;. 3)." María:. pone .en;g\lardi:q.
rogatO'ria, sino una actitudn,ecesaria para1a,sahración .un. cultó/fqrtnaltsta.; y v<;ldQ,que. seQ~J:ltraelF lasidop.acWti~1s;d~
piedad. mariana es,por tantO', una señal de prede,stinación¡él' ~..~"",.".~'-IV preciosQs, f~;~n.las. imágenés, léljnseripción;eIl;GOfiaGíª~.,hY;
ción de que «cO'ntribuya a enmendar la prO'pia vida» y d~. que; penitencjáy las~riedad delcQmPrO'misO', si1i1;.la. CÚClltod~ slevot
vO'tO' la cO'mplemente cO'n O'tros mediO's necesariO's para la esva.na: «por tantO', ningunO' de vosO'tros esper~ qJ!eyO'bagélV;oIY.et
También lO's teólO'gO's que incluyen un tratadO' sO'bre María infiernO' 'amis devotO's para.que hagan penitencia:.0;¡ql:leilo,siclefi~J:lclª
¡ -~ ,,- - , "'
cO'ntextO' de las asignaturas de su cO'mpetencia .cO'ntinúan . . t-.......,iT"r- el.jui<:io a. causa de. algunas áridas. devO'ciO'ncillas>~. (Íl.sI ) . .:t~·0~sédebe
del siglO' XVII, exaltandO' la dignidad de laMadr~ de DiO'SiSU san cr~dito fácil a «histO'rietas» sO'bre pres\iritasélPa.:rieiQn~s;~ni
sus títulO's, e intentandO' fO'mentar el cultO' marianO'. En un vO'l esclav;O's de María, ni. hipO'stasiar.lO's itítulosrÍ11¡:llliaªos~ili.astª,
dicciO'nariO'de G. B.PerazzO', encO'ntramO'sunextensO' artículo puntO' decreer.que la Virgen de Montserrat y lá ~eMontciigl1::p.Q~e~.n
Maria Deipara, en el cual, aun recurriendO' a santO' TO'más de una. persO'nalidad propia (n. 6)! Hay que evitar tOcloi~){c~~o;~l,l;el
autO'r adO'ptala pO'sturadelsiglO' XVII, nO' descalificada ni rrpllgn: m' aMaría, de modO' que nO'result~ más irttensQ, tie.r:n.ciypiO'l~,)t:ígadQ
en absO'lutO' pO'rel espírituilustraciO'nista lO • el tributadO' a Dios (n. 3),ycuidarsede quelaalabí:lm;í:lvaya m'üda
emulacióll:«Deseo que cuantO's me ,aman me imiteN~; (n.,l)')
LO's Monitaterminan cO'n una breve invO'cación.a NHlría,en lacuélLsu
2.2, Una María seria y amonestadora nt~."J(Hn impetra ·a la Virgen que le O'torgue la graciadecoIl9cer,amary
cO'n tO'dO' el corazón a Dios Padre ya su HijO'desucrisJ().Nos~~hª!}
La teO'lO'gía ilustrada, partiendO'delas vO'ces críticas del siglO' an ~'U"IJ<""''''''V' por tartto, 1O's límites del dO'gma católico; pero eltC)I;losevetQ
(preilustraciO'nismO'), propO'ne una devO'ción regida pO'r la razón.. crítico de. Widehfeld -muy diferente del de .las .O'bras de BóssUetó;d~
Es. obligadO' menciO'nar el O'púsculO' de .16 páginas Avisos ')U~UULtU~t:,)A quienes, además de criticar, fundamentan teolQgiQameÍlte la
la B. V. María a sus devotos indiscretos, publicadO' en Gante en 1673 <>",,-,,,,,,,,, a María.,., sO'n6.cO'mO' una amenazadelamismaexi~teIldél,del
el laicO' católicO' Adam Widenfeld, naturgl de CO'lG:mia 11 • tO' mariano, en 'vez de escucharse cO'mo una advertencia eO'ntrá¡Yrta.
ufl·espíritu ecuménicO' y dO'tado de sensibilidad .!=-rítica, cult1.lalanticuada.
sepropO'ne cO'mbatir el culto de María, sinO' insertarlo ene! E1opúsculO'deWidenfeld desata «una guerra de fO'lletos».: alme:nos
bíblicO' y recO'nducir Sll expresión por cauces máscO'medidO's. En publicarO'n cllarenta12 • CondenadO' pO'rel SantO' Qficioen.1614,
precO'niza un cultO' a MaríaarmO'nizadO' cO'n elamorsumO' a DiO's, con encuentraundefensO'ren el eruditO' francés A. Baillet, que escribe;~ii
cO'nfianza en el únicO' Mediador y cO'n la misericO'rdia hacia lO's 1693Ladévotiona laVierge et lecultequelui est díL PerotampO'co~~ste
CO'ntralas exageraciO'nes de lO'~ mariólO'gO's y de la devO'ción tratadO' se libra de la pO'lémica ni de la censura inquisitO'rial, que en 1694
locO'ndena. donec corrigatur, yen 17.01, sin cO'ndiciO'nes.
10 Maria Deipara, en G. B. PERAZZO, Thomisticus ecclesiastes, hoc estS. Thomae Aquinati,
clesiae doctoris selectiorum sacro~moralium sententiarum promptuarium, Venecia 1701,.62.-81. 12 ConsúlteseeLclásico sobre el temaP. HOFFER,.La dévotion a Marie au dédin de XVII' siede.
11 A. WIDENFELD, Monita salutaria R V Mariae ad cultores suos indiscretos, Gante 1673. Autour du Jansénismeeides «Avis salutaires de la R V Marie a ses dévots indiscrets», París 193.8.
2.3. Dhádevodón comedida y sobria buemr;.porte.l::0saa.bogaqaiante,DibSyr«gran)sespejQ;de todas las
'''''1nl.·'O·c'··
erudito de Módena, Ludovico Antonio Muratori (t ·1750). "'i'H.CrlIlJ expensas de la cual languidece la devoción superior debida a Cristo, y
se afana por expurgar de la religiosidad popular todo residuo ese sentido menciona la transformación mariana delas·fiestas cristo~
o supersticioso; y se aplica a la tarea de enctiadratotra vez la lógicas, la carencia de una bteve oración popular dirigida aCfisto con
mariana en el marco de la teología¡la liturgia y la crítica IlIrreglo al tipo del Avemaría,o la recitación de las letanías lauretanas
causa de esta actitud, Muratori se hallará en el centro de una. IJUl.CllJtL\:: el Santísimo expuesto.
en la que le lloverán los pamphlets, las injurias y lasámenaza.s~ Ya Muratoricombate principalmente la devoción supersticiosa y los
obra De ingeniorum moderatione in religionisnegotio. (París .1714), desórdenes introducidos por los ambientes populares en el culto de
ataca el denominado «voto de sangre» en favor de la Inmaculada María y de tos santos (caps~ XXIII y XXIV): la creencia en que en las
cépción,· práctica vigente desde hacía un siglo aproximadamente, imágenes de Nuestra Señora, efectuadas por san Lucas, habite el espíritu
granarraigo'sobretodo en España y Sicilia. En suconvieción'de de la Madre de Dios; la competencia entre las diversas advocaciones
inmaculada concepciónés«una piadosa creencia», Múratoricritica la Virgen, como' si cada una de ellas tuviera personalidad propia; .la
voto que considera imprudente y casi superstiCioso. devoción del escapulario y la medalla, formularia, hueca y despreocu~
Las ené01ia~as reacciones contra su posturalio~impiden a pada de la disposición interior; el portar en andas a los santos, según la
publicar, bajo el seudónimo de LamindoPritanib, Della regolata costumbre de los siglosbátbaros; la inscripciólien las cofradías de los
de' cristiani (Venecia 1747), donde se propone «dar a conoééren ~iesclavosde la Mad~edeDios»... .
consiste la verdadera y' sólida devoción, distinguiértdolade' En la Reglamentada devoción· se percibe el eco de los Manita. saluta-:
devociones que' sonsuperficiales,yhablando de pasada. acerca 14, pero su tono es más moderado, y su lenguaje, más constructivo.
deVoCiones que tienen aparienciá· o sustancia de'$uperstición». Muratori añacle particular atención a la liturgia, mayor sentido pastoral
En el capítulo XXII, dedicado a la Divozione a Maria Vergine úw:,hci'VriCí! y un uso más amplio de la tradición. Quizá por estos motivos, además
el autor reconoce que debemos tributar a la Madre de Dios «un de por la amistad del autor con Benedicto XlV, la Reglamentada devoción
superior al que se tributa a los demás santos»; en efecto, María,
14 Para el ambiente religioso, CfP. STELLA, Preludi culturali e pastorali deUa «Regolatadivozione
B A. M.PLÁNcH, Vita B. MariaeV. dgmatico,:criticeconscripta, Innsbruck 1772. Cf L. de' cristiani», en L. A. Muratori e la cultura contemporimea. Atti delconvegno intemazionale di studi
FOSTER, Theology and Theologians in the ServifeGeríruÍnic Observance; 1636-.1783, Roma muratoriani, Módena 1972, Florencia 1975, 241~270.
ta~orrient€},cFític'a;1dé;ilps} jansenistas . . y¡dé::M l:I.:ri:ltori,fue:ire;tQtrl;ada
SinÍliH~dl0;é~~~0~. ·1"d>l',H'¡~íriodoJde~Pistd~;,l17:86)~t~r~papadq
eclesioldgíá' deb:J2; Tarithurini;(t· 1827) j; 1"or laflabor;:pastor3.t1,de)
Sci1"ione de Ricci (t 1809) y 1"Gr la política reformista~Id dllqtle
Leo1"oldo. Este 1"resenta como base.dediscusión un.documen.tQ
57 1"untos, en d cual Ptoponereívtridica~ioñes·a:tlt6ri.dIhíst1S;erl~lci~
.aClonc~s con la Santa Sede, orientaciones 1"ara eS1"iritualizat: el Fuh(),
c0ntra las ·.su1"erstidories"1"o1"ulares .ycontra¿l.~ fasN()sid¡lq,~
En esta línea ilustrada se sitúa Leolucll.Rolli (1739d:Tl7), un·ulJu, ¡~LL'J~~'V'LL""LLV litúrgicos .. En. cuanto a la 1"iedad:'ffiaria1ila,.;H~sÍI.l0do
Calabria, casi desconocidoend cam1"0. maria.no, que ~"_' ~U' .LLL<LLLL.• a una devoción «bien reglamentada»:quiere'q;ue.la.Virgen
tableespíritucrítico;einnovador en Novello Progetto, osia honrada únicamente .con títulos de procedericia.bíblica, que;eí:i' las
del buon uso delle Litanie, ed altrepreghiere {1 773 }1? En esta; obra;? dejen de eX1"onerse,imágenes suyas, y que sesu1"rimanlas 1"1'0'<
critica algunos tí~ulosde lasletanías lauretanas, como speculum . conexQ.e1"cióntde la.srogati:\ras y ladd Corpus Domini.·
refugium peccatorum, .stella .matutina, .ianua coeli, y propugna. pesar de la rectitud de; sus)ntenciónes y de ciertas sugerenciasva~
esos títulos a Cristo; denuncia igualmente como un abuso el que anticipan eI.concilioVaticano n, como la partidpaciónactiva
las letanías ante.el Sántísimo expuesto, y tacha de «Q1eV()clon.Cl11.as los fides en la liturgia, d sínodo de Pistoya constituye un fracaso: d
escapulario y el Rosario. scc)paao toScano se 01"0ne a él, Roma lo condenacon.1abulaAucto~
Como afirma L Accattatis, la obra de Leoluca Rolli«no fidei (1794),yd pueblo se opone a las, reformas podas que aboga,
acogida muy favorable», y fue blanco. de. los ataques de no eran fruto de la mad'uraciÓndeJa.conciencia comunitaria.
escritores», como Cordopatri, Crocenti, .Guerrisi, Grano, "-'a.~u.\JL Ya en el a.ño 1787 el1"ueblo exige ttlmultuosamente la reanudación
yprincipalmetíte sanAlfonso, quien tilda de<~extravagante» la las formas exteriores de culto; en· d. año ·1796 se forma un bloque
de lasoradones propugnada por el calabrésl~. constituidopord clero y el.pueblo,:contra los reformado'-
y los jacobinos,. y'que será d detonante de la; insurrección de 1799.
15 Para las disputaS muratorianas, cf Q.E Soo MURATOR.J, Vita delpreposto LwJ.ovico de los .milagros de la¡Virgen .en Arezzo en eLa.ñb 1796, los
Muratori, Venecia 1756, 152-204; X. LE BACHELET, Immaculée Conception, en DTC,
C. DILLENSCHNEIDER, La mariologie de Saint Alphonse, I; 85-86;' G .. CACCIÁTORE, LapoLé:m!Cd' hacen dd grito «iVivaMaría!» la consigna para derribar al
sant'Alfondo e L. A Muratori intomo all'Immacolata Concezione,en. Spicilegiul1l y derrotar a la guamiciónfrancesaen Toscana .. Ensu.protesta
C.SS.R. 3 (1955) 107-124.' .. . . . '.. . ...
16. El libro: deLeoluca Rolli no puede encontrarse ni siquiera en las grandes biblíote.cas, la mis.eria económica y las. ref0rmas religiosas, queman el árbol
la Vaticana, la Nacional de Roma, la Angélica y la Casanatense, y tampoco en la
Comunal de Vibo Valentia (queCse llamó Montdeoné hasta 1928), según me Comunicó la libertad en Arezzo y 1"e¡;petran una matanza entre los patriotas, los
blemente en 1990 don Domenico Fogliaro.Tambié!1 es difícil d¡¡r con la obra del fraile los judíos.y los ja:nsenistas19~ Después de. la restauración, se registra
C~rdoni. EÍ archivo general delosFrailes Menores. (Roma) no la poseí¡¡, según me
en 1991 el P. Alessaridro Galuzzi, general de la orden.
17 L. ACCATIATIS, Biografie degli uomini il/ustri della Calabria, m, Cosenza 1877, "-VL·-"-VJ. Cardoni, citado expresamente por san Alfonso. La obra de Rolli no se encuentra ni
18 San Alfonso María de Ligorio, en 1775, en el apéndice a Las glorias de María, Pagani, en el archivo de los redentoristas, seg6n me aseguró en 1987 el padre Minervino, ni
«Breve respuesta a la extravagante reformaiRténtada por el abad Rolli, contraria Roma, en la biblioteca del Alphonsianum.
debida ala.divina Madre»; Con toda probabilidad,san Alfonso no leyó la obra del 19 Cf G. TURI, <,viva Maria». La reazione alle riforme Leopo/dine (1790-1799), Florencia
cual conocía sólo por referencias, es decir, porlacrítiéa ·que hizo de ella eLfraile XII-398.
Mode!o;(¡rftfcb;;;i!ustráciohistá <~ 371
digio. ofreciendo; «reparaciones también al. Corazón cloloriclo de· trazar un cuadro muy equilibrado de María y de su culto:
Santísimaporlas ,continuas injurias que también ella recibe».,
aqueLmorn,ento.se difunele en Rovigo e irradia mundialmel)te .
de, la reparación, conlas práctica;; que la caracterizan; 1. E! «Tratado de la verdadera devoción aMaría»,
Situado entre losprodigids análogos de Ancc)lia y de Rovigo, de san Luis de Monitort
mini (1850) viene adornado conciertas características ¡JC:'';'UJ.l<11
participando en las interpretaciones de ofrecer seguridad y de La·perspectiva popular
reparación, este prodigio tiene un perfil propio no reducible a
muy significativas que sean. En el último movimiento de los ojos algunbsestudios recientes sobre Montfort en cuanto
la.IIle,dtanoche del lO de diciembre de 185Q, al escucharse las de culturapopular26 , H. Bremond loincluyóenelpanteóri
,!\C\.UCl\..lV'
deja Salve, Regina «vvelve a nosotros esos tus ojos los genuinos maestros espirituales pues, no limitándose a meter la
ojos de.Maríaseestremecen al escuchar lode su rnisericordja, de la crítica en la mies del culto mariano, se preocupó por elevar~
participación en la misericordia infinita de Dios, de quien procede a las cumbres de la mística y en afincarnos en el más estricto de los
bondad de las criaturas.' Los ademanes mismos de la imagen -con
ojos elevándose al cielo y las manos cruzadas sobre el pecho-
Dios, dador de gracia yde todo bien.. «En su tratado'sobre1a Verdadera devoción a la santa Virgen; la devoción
sabiduría popular (VD 78, 82, 147, 1Sl). Montfort cree en el necesaria a los hombres para que alcancen su último fin;> (VD 39).
que no le ofrece un cristianismo depauperado de fácil digestión, na vez asentada esta convicción, Montfort se preotupadesenalar
espiritualidad cristiana orgánica y completa, centrada en la UVHCl',-,'V. la recta devoción a María (VD 105~ 1l0)debe encuadrarse ene!
la vida entera.a Cristo por intermedio de María (VD 120~ 133). unto de la vida cristiana (VD 60~S9Yy hade excluir toda actitud
(VD 92~104).
Montfort, en un proceso de exploración de lo máximo posible (VD
3.1.2. La herencia barroca S), trata de hacerquese abrace la forma ,«mejor y más santificante»
Peto' si .en la, perspectiva popular se funden los .diversos 28 Para un estudio sobre la formación de Montfort en el contexto de su épocá,cf S. DE
tradición mariana (y no sólo Bérulle), es preciso acotar el ltinerqrio spiritua1edisan Luigi MariadiMontfort(l673~1716) nel periodo fino, al sacerdozio
1700), Dayton (Ohio) 1974, 1-300, especialmente el capítulo X, sobre la devoción
cance de tales influencias, comenzando por la barroca. Es verdad 204-222.' . .. . .
de la espiritualidad de Montfort, Cf al menos S. De Fiares (ed.), Dictionnaire de
formación de Montfort se pasÓ principalmente en libros del siglo montfortaine, Ottawa 1994; Montfort, «teologo di classe», en Theotokos 6 (1988) 561-
CORTlNOVIS-S. DE FlORES-E. VIDAU (eds:), Spiritualita trinitaria in comunione con Maria
Montfort. Atti del8º colloquio internazionaledirrtariologia, Roma 11-13 ottobre 2000,
27 H. BREMOND, Histoire littéraire du séntiment religieux en France ... , IX, 272. 2002.
dé ladevociómaMaría,¡ycáellad€cdjcaJa:ma'Y0r,parté .dé .su abism()!impene'trable!>>:i(VD 7?; Cuandoie6ilsidera luego. que María
12Q~273);¡Elautor ideritifica1aperfé<Eta:de'foGi0n~a . 'LU."'U.~.VH\
L' una digna Madre de Dios5~y la adtítudde;Mol!1tfort.setoina.apofáti~
gración'áCriSto,.que consiste «en; efitregatseenteram~ntéána' «¡Aquí calle toda len.gua!» (VD 12). De esta excelencia se deriva lo
Virgen para ser totalmente deJesucristo porníediodeella:~> Maria numquam, satis» ! (máxima que aparece con caracteres tres
A estaconsagracióm la denomina ~<esclavitud de amor» '. mayoresabcomienzo delTratado, IÍi 10) ,en el· sentido dé que es
tal esclavitud le da un giro teocéntrico en comparación con. eCE~Sall1.o.fomentar~<1as alabanzas; el·.respeto, el amor y el servicio» con
sores3Q íprefiriendo dedicidamente la fórmula cristocéntrica a la Virgen (VD 10)31.
de Jesucristo. en María», a la otra fÓffilulamariariade«e~;c1::lVIlH El propósito de elevar a la «Virgen singular y milagrosa» (VD 35)
la santaVirgen~>(VD 244~245}. La originalidad de eLresto deJos santos, ya implícito en d hecho de subrayar: elca~
cuando, superando la·. terminología de ·sus ·cont(~mpOral[le()S, pI~e: único de María (<<Solamente María ... » se repiteeríVD44A5), y
sil propuesta espiritual como «perfecta consagración a se confirma cuandovenioscómo Montfoitllo atribuye a.laVirgen el
medio de las manos de María, es decir, como «perfecta de «hermana» ode :«miembro de la Iglesia» ,queda.atenuado; no
los votos y de las promesas del santo bautismo» (VD120~ 126).·c te, por la circunstancia derecálcar lacreaturidad de la Madre de
Mo.ntfort expone, deforma más brillante que sus pn~dE~ceSOI:es; además de su condición de «sierva delSeñor»~VD 7.2); María 'es
modo de' espiritualidad énsus motivos .(VD 135~ 182), efectos «simple criatura salida de.lasmanos del.Altísimo»(VD 14); no po~
225) yexpresióhes (VD226~265Y. En particular, se ocupa cón nada «de excesivamente grande rii de excesivamenteesplel1.doroso:
de las «prácticas. interiores muysantificantes para aquellos a a ella es ver nuéstra misma naturaleza»(VD .85). Esta amalgama
el Espíritu Santo llama a una.elevada perfección» (VD.257), contrarios empuja a Montfort¡' como a otroscóntémpóráneossuyos;
exhorta a que María sea el horizonte continuo de las propias al género paradójico: .
cómo queda expresado enJa fórmula «por medio de María, con
en María, por María» (VD 258. . 265).
No se conoce el origen del aforismo De Maria numquam satis, que a menudo se cita in-
La búsqueda de la. máxima ·devoción a María no podría ser más "U"'U<O"L<O paraafitmar que Maríaesuittemaque jamásseagbta¡Sobrela[basedel estudio
M. KÓSTER, «pe Maria nU1:nquam satis»: Wer fand, .was. bedeute( diese Formel?, en Mater
cita en todo el tratado de Mofitfort, quien preconiza .una u __."
LVLLL«].
fideliurrí: Cóllected Essays t~ HonorThéodore Kohlér... ,ériMarian Líbrary Studies 17-23
ritualidad completa e intensa donde las haya (VD158~168; 179.. 1 -1991), 617 -63 2, result;:¡ qUe elcontenidq del proverbio,esanriguoporque se remonta a
Padres e indica que no se puede alabar suficientemente .a María, porque es la .Madre de
Enlo.que respecta a la grandeza de María, Montfort no le Inie~tras'qU:e la fórmuld es relativa'inente fedeÍltei y no hay testimonio de élla: antes de
elogios~'«excelente obra. maestra del Altísimo» (VD 5),«mundo.de . Además, se apr()xima a ella paradójicament~ la frase de. Lutero: ,«Creatura Maria.non
. laudar¡;, (Charlas dé sobremesa, 25-3~1533r A. RUM; '<;De Maria nuffiqudm satis»: un
grande y divino, donde hay bellezas y tesoros inefables» (VD 6), «la cerca di autote .edisigtlificato, en The6tokos 2 (1994)i 2, 163~ 167,se adhiere a:lparecer
Berthelot, quien>~l presenta: la obra de J. B. fO~A Elucidari~mDeipar~e, Lyon 1627,
perfecta yla más s.anta entre lassi¡npl~s,criaturas» (VD 157) ... «De beátissima Virgimi numq'uam satis 'digñe) dixáint Authores.:.;, . Podremos a:ñadir que
dones y las virtudes de María, el autor,'llenó de asombro, exclama: se encuentra. de forma semejante eIl A. MASTELtQl-lI,~ duesalutazioni, II,Nápoles
parte 1,. p. 230: «De dilecta numqU{lm satis», y qu~ tiene antecedentes en lfi antigüedad
altura incomprensible! ¡Oh amplitud inefable! ¡Oh grandeza sin En efecto:·«Así, en las exequias dé Efestión; gran amigo del 'mismo Alejandr6/un
elocuentísimo sobre todos reuni6.todos los coloresretóric?s~nestassolas pal¡¡bras: De
numquam satis» (C LABIA, Simboli festiviper le so/emnitáprinclpali diChristo nosiro Signare,
30 Es «la constatación histórica importante», puesta de manifiesto por R. LAURENTIN; Beata Vergine Maria,degli apostoli e d'altri Santi ... ~ Venecia.J698, 65) .. Con anterioridad a
seu/est ma tendresse. René Laurentinprésente L. M.Grignion de Montfort. Le Secret de autores, Erasmo (t 1536) habla de una conmemoración cotidiana «numquamsatis laudatae
vie-son expérience spirituelle-sa théologie-son actualité, París 1984,47. Matris» (Exomologesis, en Opera omnia, V, 1 5 9 ) : ' . ,
..... ;·«El AJtísimo ·descencliÓJa..nosotros ·dé·.!maneraperfecta· {mbo!o:}:)anF e~i(Ptes¡:lr.Ja;realidadde· María~ Enelflhxtddose cuentan
'. '·medio .deJahumildeMama~>.(VD 157)" menos 80Jsímbolos¡c0l1 ;lbS que éhpresenta a Maiía' de m0dü
ycoIléreto, deunamanera estimulante pata la imaginación y rica
«Así debía ser enrique<;:ida,exaltada.y honrada por·et~J.t1:smK María es templo, trono, estrella, árbol, porque. eleva hacia
lla que, durante toda la vida, quiso ser pobre y se abajó Vi N>"",,,,,,,,, (dominante de. ·laverticalidad) .. Es serio, arca, vaso, paraíso terrenal,
incluso en el abismo de la. nada. con sentido de profunda ueesmaare que acoge en la intimidad (dominante de la nutrición).
(VD 25). ·'¡'11'Yn11nA. éanal y puerta, porque es una vía. que conduce a la madurez
de l()s hijosde Dios YladistribuciónuIliversal de las grac#s(VD Blain). Él-como atestigua su Cahier de notes- modifica el centro
33). La personalidad;delaVirgell Yi a la vez, su protagonismo a interés en sus investigaciones, que pasan de Maríáá Cristo: toma de
colaboración hallan feliz síntesis e~ la, fórmula «[María es]. fin pveu ocho motivos para amar a Jesucristo, extrae de Saint, Jure y de
ambiente misterioso y medio fácil para encontrarnos con Cristo»(VD autores. algunas. notas sobre la vida de Cristo en.loscristüinos y
Al contrario de 10 que ocurre con la cultura racionalista,' que
32 Cf S. DE FlORES, La figura de Maria nel «Trattato della vera devozione», en Miles· Immacu..
por medio de ideas claras y distintas, Moritfort recurre con 19 (1983) 1..3, 50~68. . .' . .
sobreJaoradóninf'Ghrisio ehper\ Christum,' ytránscrÍ:b~ la"()racíé)1).~ em;;[!750" ·Esta~pbra;i se·lia·definido;:e0rn.0,)~zuh¡.i~6aig€x;d~
Agtlstín'a .CriSto; querecogerá.ell VID 16 7" N d.rdm.incia a' :dmfianza».i·YJcom€F.elHibro; de. los . «numlldes»!Ad 11a 6bra e~tá
mariana; . perolaentíendt:; en·davede relacümalidad;. a:los«clevotos» 'eng~neralrademás: de 'alos?prédicaclofeS;.eonla
los cristianos. puesta';«err'elprovecho' del(kplÍeblos>~¡ sPoreso,: tras.expon~rmtia
A partir de.su confrontación con'la cornente¡erftica:'.",~Gono( UU.l1Q.'UQ..Y~I:UQ.U mariana y ae.apunfalarlgcon abu17ldanciade;:ciitas;
menos, a través de Grenier y de Camus-:-¡Montfort se "'-"'''L,,''~'L,.U <.. UL\o'LL"V· la'ilustracon úrr ejemplo.y la remataeon.una;6r~Hlon.:La
de la primaGÍa¡salvÍfica de Cristo, dejos abusos enla es. una especie .de teología narrativa y orante,que gozarád~:'gra!l
del rigor y lapredsióncon que se deben atribuir títulos. aLQ.}J'."""" entré et pueblo .. Acepta. relatos maravillosos·e.im7erosímil~sl
Jesús. Todo esto. se encuentra reflejado en el Tratado;:que,. queescarba.en pos de su .significado .. (':oncedevaloraksensu~
mulo ;del ambientepreilustrado; .carecería de las magnífícas para asentar la verdad de la Inmaculada.Concepción:¡(parté;~Hf
llenas de citas bíblicas, relativas a Cristo' como principio y ~L<C'i!
.LLU.• ",,,,,.<.,,....,1). Responde a las expectativas delos.fieles preséntándci>les'urla:
toda devoción (VID 61-67), Y no contendría la afirmación de laVirgen.viva y activa, la·«hacendosa del Paraíso~> '(parte.l,
cia existente entre IDios y María, la cual, «comparada con tan JI), que interviene. en la vida de los pecadoresipara.:sacarlbs~de(l9:,
majestad, es menos que un átomo, o mejor: no es y conducirlos a los sacramentús y a. las6brasdecariclacl~
porque solamente Éles:Aquelquees» (VD14).El título mismo la relación personal con María, donde se entte tej en 9ración y
tenía probablemente carácter cristo céntrico: «Preparación para prevalece sobrelaimita'ción: «La primacía de exceléncia)~ice]1l17l
de Jes).lcristo» .(VD·227). omenltafllstsl-"-' corresponcle al culto mariano de imitación; Ja'primqcía
IDe la exigerida crítica,. MOIltfort deriva su denuncia contra importancia, desde el punto' dé vista de la salvación, coriéspomhf,al
devotos de María,. en particular contra los. presuntuósos;>a.r1111IpnAi .de invocacion;>34..
crepacon encono. (VID . 97 -11 Q) , 'y precisa con rigor teológiCo et En vano se busca en Las glorias de María una espiritualidadest!'uctu.;
exacto de ciertas aseveraciones, como el poder de María sobreIDio~ comoJa propuesta por los escritores franceses debigloXNH;:.pero
mo (VID;27), la necesidad hipotética de María (VID 39), ola función espécíficade. María es patente . en todas .las págirtas,:.y estaS17l0
mediación de Cristo yde ;Marfa (84-85).; .. otra que señalar al cristiano el itinerario espirituaL que debe rec:0rred
•':Atravésdel triple: impulso cultural, Montfort alumbró una' . ·yel distanciamiento del pecado (parte I, c: 1, § 4; c; II,·§
de Maríaysu culto rica y fecunda, que marcará con su impronta , la: victoria sóbre las. tentaciones(c .. ry,§ 2),lap'érseverarrciaenla
tualidad;y:.lapastora.l·marianas a. partir del·hallazgo del Tratado en (c. n, § '2): Yi finalmente, la entrada en el. cielo (c¡ VIII, §.3)~;
San Alfonso recurre ampliamente a la mariología barroca, utilizando
«innumerables libros que. tratan de· las glorias de María» (introduó
3..2. «Las glorias de María»f de sanA/fonso.M~deL , así como las obras de Paciuchelli, Crasset,.Poiré, Spinelli, Micho~
.SegnerL.Aceptadeplenóelprincipio .deJa amplificación de la
En plena corriente popular se incluye también san Alfonso . de María, fundamentada.en.sltpreeminencia como Madre d~,
UU<A-LLL,U
A estos intransig~nt~s~e,opo:nen los,católicos liberales, que , )1!enü:or ene!. ffi(JViÍni'ent0 .que constituye el alma del siglo:·. el Rornan~
pr~nci.eios, de .17ª~, reiyindisan ,l})s de~e<::hos ~~! c:iu~adano y A finales del sigloXVIlI, en Alemania, ya la corriente Sturm und
unasuerd9 ertr~ laJglesiaydmundomoderno.. La prewa . («Tempestad e .Impulso»); reaccionando contra -la Ilustración,
siglo XIX~ .por;el c9ntrario, repetirá incesan,teme;nte. ellem~clel ta el poder creador dela naturalezayelprimitivp «bullircaóticó de
e,~pañQtS?-Fd~ ySalyany:<<<~l,liberalisr11Q esp~cado»(1884), ~llla sentimientos». Los hermanos Schlegel fundan en Jena el Círculo de
~iónd~.que la lib~rta~tes la amiga má..s., {iyl y másquerid~ del •. Románticos:, yen su revista Athenaeum (1798) precisarán el.sigfiifi~
del términQ«romanticismo»5 ..
«I'Qrq4ejabry el.camino a innumerables y casi infinitos:
cualquier p~rtíc~la de 'la 'libertad debe concÍenars~;' la. u'j~" ~~ '-'~'
lb, 307. . ' ,
La palabra ;<romántico»' tienehfialarga y compléjaJiist6iia que" comienza! en un periodo
A. C. Baugh (autor de una nota histórica sobre la literatura inglesa) la resume del
conciencia es una locura, la libertad de prensa es un mal que siguiente: «El adjerivo "rbmántico') aparece poi primera vez en Inglaterra hacia mediados
se deplorará lo suficiente»3. XVII como término empleadopara.indiéar lo fabuloso;.loextravagante, lo fantástico
'rreal [tal como se encuentra;. por ejemplo, en ciertás novelas caballerescas]. FueÍ'escatado
2 E. CONSALVI, Lettera del 6.12.1800. Cf R. COLAPIETRA, La formazione diplomatica di '
ta connotación negativa durante el siglo siguiente, en el cual llegó a emplearse para indi"
XII, Roma 1966, 112. scenas y situaciones agradables del tipo de lasqúe aparecían en la narrativa y en la poesía
.3 Cf G. MARTINA, La Chiesanell' era dell'assolutisrrw;· del liberalismo, del totalitarismo.
[en el sentido indicado anteriormente]. Gradualmente, el término "románticismo'~
ai nostri giomi, Brescia 19742, 504. a indicar el renacer del instinto y de la emoción que el racionalismo del siglo XVIII no
·Eh ethosi;~spirittlaV deL.n()mbré·.romántic0consisteen libertaa ·cristiana. frenIt~• a)c.ualqti~er esda;\7itud reJigiosa»9 :.Ni' se
miento interior,. unJacerado bullir/del ;sentimiento, ;en anrmar'queSchleiermacher haya reaucid0. la.teologíacristiana
anhelo de infinito crepita lln fuego. que n6seextingUe jamás: filosofía .bl?hayaantropologizado;. cQmo pensó K; Barth, porque
amor hacia. la, «sagrada natmaleza» (E H51derlih)raLsentido éL«la posicióncentraFde la: persona de Cristo en el cristianismo es
por la pertenencia al Uno;todo j al culto de la belleza y aLanheló LW.ILHL''',.yes piecisoadmitir la doctrina trinitaria 10.
libertad, el intenso. acento ptiestoen el sentimiento son las. notas; suparte,R. de. Chateaubriand publica Le géniedu christianisme
vas del Romanticismo y 10 contraponen a la Ilustracióny su que' resonó como un aldabonazo en los ambientes religiosos.
intelectualista. En eLsiglo XIX asistimos al advenimiento «del al difundido prejuicio de considerar el culto cristiano como algo
hombre del sentimiento»6. J, por tanto, enemigo de la razón y del arte, el autor.mllestra
Entre las a:plicaciones directas del Romanticismo a la a religión cristiana es, entre todas, «la más poética, la más humana,
cristianismo, hay que señalar las interpretaciones de Friedrich favorable a la libertad, a las artes ya las letras»'~ Con esta y otras
machen(t ·1834) y de.René Chateaubriand. Ct 1840). Chateaubriand reaviva en Francia y en Emopa el. entusiasmo por
El. primero de ellos, ensus Discursos sobre lareligión7 (17 como fuente de belleza y de cohesión social.
trapone, al absolutismo hegeliano de la racionalidad, la 'u'np~Jrtal
del sentimiento como camino. para alcanzar el Absoluto, e insiste
respuesta afectiva del sujeto cuando ha intuido lo Eterno. La L'-'LL<=.LOW Catolicismo/iberal
una experiencia, una interiorización del InfinitO enlo finito:
ideales humanistas' de la.Revolución. francesa están .• expresados
·«Suesencia no es ni el pensamiento ni la acción,. sino la .LLLLL'-JL"1 J.1' os inmortales principios. liberté, fra(emité; égalité, que deben ser .los
el sentimiento. Esa esencia aspira a intuirelUniverso; quiere sobre .los que se asiente la concordia civiL La Iglesia católica se
necer contemplándolo piadosamente en sus manifestaciones y entre eL rechazo de sus principios y la asunción de los mismos.
acciones originales; quiere dejase penetrar y llenar por sus mrne(11 Tras estas' tres palabras; de iesonanciastan cristianas por otrapar~
influencüis con pasividad infantil» 8; algunos católicos vislumbran programas inaceptables, por 16 que se
frontalmente a los tiempos modernos, a los que condenan sin
.• Más precisamente' para Schleiermacher la .esencia' de la l'-'-lUll'-" como imperio de Satanás. En realidad, según laDeclaración
es el «sentimiento de dependencia'de Dios» ( los. derechos del hombrey:del.ciudadano .(1789), Liberté implica la libre
Gott). Esto no significa que, en este caso, el mejor cristiano sea el de religión y eL derecho.inalienable a pensar e imprimir lo que
(como Inaliciosamenteconduyó Hegel)r porque elflutor hace quiera, sin tener que pasar por la censura: «A nadie se le puede mo;
por sus. opiniones, induidas sus opiniones. religiosas .[ ...J; La libre
habíá suprimido nunca por entero». Cf G. REALI:n ANTISERI, Il pensiero occidentale dalle
ad oggi, III: Dalromanticismo ainostrigiomi; Btescia 19867,7: J1U'ULlJ,-.-a'vLuLLde los pensamientos y de las opiniones es unoddos dere;
6 Cf M; Puppo, Romanticismo, en Dizionario criticodella letteratura italiana (Y.
III, Turín1974, 231.
más.valiosos del hombre»;.Fratemité,es·quizáJa palabra menos'sujeta
7 E SCHLEIERMACHER, Über die Religion .. Reden an die Gebildeten unter ihren
Berlín 1799. 9 H. KÜNG, Cristianesimo, Milán 1997, 692,
8 lb, 50. 10 lb, 703 y 705.
a~e4ciív0e0s; yproblafuaquetoClqsllG>s::hómbres dében ama.rsey ~. ,:ComO)la:edatFde~la;aUi:()legii;i.1I!aciórr'¿eL,sabetcientífitoy,:de¡la
comó:miempt0s.dé,;udaIúriiea"fa'inilia,\,pero:estaj aol:1ttlldfcles,emoo( : ¡plerlay;:total~'¿oihGidendia,; entre<verda&yemancipación;,
facilidadén laé masonería.;Égalité,derElgaJos,'derechos<feudales,y .·Como:la edad'déhtietnpo lirieal, caracterizada p0t la "superación':'¡
forma de privilegio,. establece ,lósderechosdél .h0mbre ¡yidel Q sea;:,porunanml¿dadmásnueva;
y opta por la democracia como f0tmadeg0bierno del :PU~IJLU"'''\U'IJ'''J Como la edad:donlinada por la persuasión deL carácter positivo
«Les hombres nacen y viven libres e iguales en cuani:oásuS;de]~eeJI1011 del desarrollo y de la' acrecentada tecnología, entendidos como
El principio de toda soberanía reside esencialmente enla~na.clGlIT~~¡,5t proyectos capaces de previsión total y de total dominio»ll.
'Conla Revoluciónfnlncesa se convierten en principios
la política los valores de la 'Ilustración: Iaracionalidad, la aemC)(1';E: pues, la edad contemporánea gira en tomo al eje de la racionali~
la,nacióri, el progreso¡ Se exalta, ante todo la primada de la L"',",'-'<L.'''"' euyaprimacía queda avalada y justificada podos descubrimientos
herencia del cogito de Descartes, que sitúa aja razón, Gonsus lili~as;:131 tíficos. La razón presenta un doble impulso:
y distintas,~comd fundamento mismo del edificio filosóficG>, ejerce
bacea la Ilustración; que privilegia esta facultad humana por f";í[Cf\II~: «La razón instrumental,. enfocada a la ciencia y a la tecnología",y
como el instrumento indispensable para la búsqueda de la UA1rr"1"If'1
razón esencial o práctica orientada a comprender el destino y la
vez, el tribunal a cuyo veredicto deben someterse todas las
compren'didas las religiosas. La razón es la 'única 'medida de la .
el bien; lo que se sitúa por encima de ella, como la revelación En oposición a la corriente restauradora, vemos queeLcatoliCis~
debe rechazarse como incomprensible. La tazón llega are,res1Clrse; liberal "'-representado de ¡diversas maneras por" Ventura, Rosmini,
atdbutos de una deidad, y la Revolución francesa instaura unc~uI,ml:;,' Montalembert, .Lacordaire~quierecongraciar a la Iglesia
Dame de París el' culto a la «diosa Razón». el' mundo moderno: El periódico francésLAvenir (1830) propone
ConP. Rossi i podernos fijarel«tetrato~roboNdela cultura .Hilcept:aC1Lón de laslibertadésmodernasdeLaño 1789,.la renuncia al
poránea,: en cuanto prolongación actualiiada"de la modernidad régime,la lucha contra el privilegio y la génesis de un nuevo h:u~
con el Renacimiento, en los siguientes seis rasgos: :ltllsmo. Condenada 'por .la Mirari vos; de GregorioXVI. (1832), la idea
rewnciliar ala Iglesia con la civilizadóri.modernáinspira en derta
,«,L Cómo la edad de una razón fuerte que construye '-.l\."'LL'vCL~,L\ la primera encíclica de Leórr XIII (1878);
totálizadoras~ delrmúldo, y que está dominada por la idea allá de estas divisiones ehtreintransigentes y.liberales, hay que
; desarrollohistóriqode1 'pensamiento comb incesante y Drc)Q'rle~ "!n,-"",...,,,,,. que «el capítulo quizá más'signifioativode la historia de la
iluminación; [... ] de la época.posrevolucionariaes el· de la caridad»13.
2. .Como la edaddeLorden'nomológico de la .razón y de una debemos Ocupamos de lavariada prodllcciónmariana del s. XIX;
. 'tura monolítica y .unificadora;
3: ;Como la edad delaapropiaciónyreapropiación delos LULLUU.Ln
11 P. ROSSI, Paragone degli ingegni moderni e postrnoderni, Bolonía 1989, 39.~
tos o como la edad del pensamiento entendido como n G. BAÍJM, La modernidad en superspectivasociológíca, en Condliurri 28 (1992) 929.
LJ C. PENCO, Storia de/la· Chiesa in Italia, 11: Dlíl Concilio di .Trentoai nostri giomi, Milán
fundamento; 303.
pal'acomprender lasinfluencias'qúé eJe:tcíó,t~nlla'(;ultúra'clol1Oibla.hte ;~~dar ;unidád;c:i~mtíacá atlaciencia.aoercadeJaVirgen»,
hemos descritohasta.a.hora;Pasátemosdel··oultd·de0Márfa· sen1tmlcent:: .declara¡que?l}opodrácaminar·por. esteisenderó.sinlabrújula de
de sesgo restaurador, a cierto aperturismo libetaliZante. adres ylos teólogos,. entreJos ·cualessiente particular predilección
la menta.lidad de la gente común, para llegar n.nalmehte;al . \.- Cll.lLLLU'J·\
las obFas de' los santos Anselmo,' Buenaventura yTomás de Aquino;
caridad de inspiración mariana y sus figuras másrepreSehtativas; nonu:ment()s ;impereoederos de un poder filosófico inigualable» a los
seatendtá~aunque, todo sea dicho, no al pie de laletra 16.
lcurso teológico, .quese retrae ahora de los problemas de ·la vida
2. La imagen de María durante el siglo XIX dirigidoa.losseminaristas, tiende a reducir el espacio reservado a
Así prpcede, por ejemplo, el jesuita G. Perrone (t 1816) en·sus
El·intento restauracionistafacilita la reedición de varias Praelectiones theologicae .(conocerá 25ediciones.enhe 1842 Y
nas del pasado; así, continúan imprimiéndose Las glorias de 7), en las que se desarrollan únicamente los. temasdelaintegridad
conocerán centenares de reediciones, y además se desentierra de MariaDeipara, a laque en 1851· complementará con la
rentemente lomejory.lo peor» de los .autores de los siglos dogmática acerca de la Inmaculada. Concepción» . Los manuales
y XVIII, «para aumentarJa cantidad y.elevar la calidad»J4.·.La teología invierten la pauta tomístico-suareziana de tratar de María
antología de escritos marianos de los siglos anteriores es la Sumtna· comienzo de la cristología, y prefieren, con Hurter 17 , ,considerar los
de laudibus Beatissimae Virginis Mariae, publicada por J;- J. Bourassé marianoscomo·urr complemento del. tratado De Verboincamato;
volúmenes (Parfs 1862). esta manera, la exposición mariana termina siendo un apéndice de la
La recuperación del pasado dirige su mirada ala Edad media, tología (comoharán.Minges y Souben18), con el Jiesgo que entraña
que;frente a la filosofía.ilustrada, no cuestiona la belleza y la desvincularla del conjunto del corPus teológico.' ." .
dad de la fe, Eh esta línea se insertan elneotdmismo y la neoe~;collás En los aproximadamente 26 tratados de mariología publicad()s. duran-
cUYQreverdecer será auspiciado por Pío IX (Quipluribus, 1846) el siglo XIX19, prevalece la tendencia a vertebrarlos como un sistema
XUI (Aetemi Patris, 1819). Los grandes mariólogos del siglo XIX,
DA GÁSTELPLANIO, Maria nel consiglio dell'Etemo ovveto.la \krgine predestinata alla missio.ne
Scheebenha.sta Passaglia, pa.sando .por Oswald, De Carolo y J" . . . ,~t-.~ri co.nGesu Cristo.; 1, Nápoles 1872, XXIII. .
HURTER; Theo.lo.giaedogmaticae campendium in usum studio.sóru~ theolo.giae, n, Irmsbruck
se valen del«métodoescolástico>~, y algunos, como Ventura y , cap. 6, «Mario.lo.gia».
presentan su obra en un ma.rco tradicionalista. [8 P. MINGES,CampendiumTheo.lo.giaedogmaticae specialis, n, Ratísbona 1921 2,329-356; J.
No.uvelle théblo.gie dogmatique,París 1905,121-156.
Valga como ejemplo el testimonio de fray Ludovico da J. SCHEILLi Über die .Meinung, Verehrung' und Festfeier von der Empfangniss der seligsten
autor de la más recia síntesis mariológica del siglo XIX: Maria nel. Maria:. Ein theo.lo.gischer.Traktat.;., Landshut 1834;M. B. GLARY, Mariolo.gia, ed o.sio.lo.gia
sermoni, edamelie, panegiriche perMaria Vergine, ed alcuniSdnti, prima e seconda parti, Batí
siglio dell'Etemo ovvero la.Vergine·predestinata alla missione ""'0,'1""""'" (;<Mariologia», 1-90); DOMENICO BÁRBERIDELLA MADRE DI DIO; Mariolo.gia o.ssiaoPUSCo.lo., nel
si procutadichiarare questeduNlomande: Ghi e Maria, e chi sono. isuo.i deVo.ti, ms.Archivo
GesuCristo (Nápoles 1812-1873; +vols., con un total de 1.887 de los Pasionistas (Roma), (trad. franc., fexcellence de Marieet de sa dé'iJo.tio.n; 2 vols.,
1841 );:A DE G,'\ROLO, Theo.toco.lo.gia seu institutio. de V. Dei Genitrice M. scho.lastica
14 R. LAURENTIN, Maria, Ecclesia Sacerdotium.Essai sur le dévelo.ppement d'une idée
N libris cóncinnata. Accedit appendix de mysteriis vitae et praecipuistitulis eiusdem Dei
París 1952, 389. o.pus Jo.sephi Jannini, Nápoles 1845; E MAzzOLA, De Beata Virgine disp¡itatio.nes historico.-
15 Para conocer la lista: de los tratados.mariológicos públicados entre 1800y 1980, cf G;
Turín 1845; H. OSWALD, Do.gmatische Mario.lo.gie,.das ist: Systematische Darstellung
BESUTII,Ricerca sulla storia della mariolo.gia dall'800 al Vaticano. n, Parte n, Roma 1984, die allerseligste Jungfraubetreffenden Lehrstücke,' Paderbom 1850; J.-J.-ANICOLAS,
sistematiche, 3-33 (apuntes). Vierge Marie et le plan divino Nouvelles études philo.sophiques sur le christianisme, 4 vols., París
39t
científido,kxm,hr;Gonsiguieirre.íin~agaoi6n;~oHre~el'pFincipib
fin de;darcohesiónihr obra: "'~r~w<·~"",Y "r""''''''~t:('ii;pn}l1t:o;l)Q]j:anl
.... ""1
l~s obis:ros mediante una encícÍica (una especie de «concilio . pecado originat Puesto que aquí se prescinde del «débito» o necesidad
Este es el origen de la Ubi primum(1849) de Pío IX. La consulta de contraer .el pecado, el término «privilegio» no debe entenderse en su
resultado casi plebiscitario en pro de ladefifl.ición dogmátic~(546 sentido estricto de suspensión de.una ley.
pos,'de un tbtal de 603, se pronunciaron a favor), lo qu~ anima él No se afirma tampoco que este privilegio sea único y exclusivo,
a iniciar los preparativos de iabul~ de definició~. Esta . porque. el adjetivo «singular» tiene un sentido más vago. De manera
redacciones,' y al' fina.! se opta por' dar al texto un cariz de dejffiClstr'a< semejante,la bulasupone,pero no afirma, que María haya sidoredimi~
históríco~teológicade un hecho de fe del presente y de la tradiciÓrt da por Cristo; se limita a alegar la dependencia esencial de María con
de la Iglesia docente y discente. Finalmente, el 8 de diciembre dé! respecto a su Hijo. Habrá que esperar a la encíclica Fulgens corona, de
Pío IX pronuncia la fórmula de definición
. . .... dogmática
. . . ' terminando
. . ..
Pío XII (1953), a la que precedió el documento Ad diem illum, de san
una larga y a veces encendid~ controversia teológica: Pío X (1904), para que se precisen estos puntos.acerca del privilegio
«único» de la Inmaculada y de la perfecta redención de María por parte
«, .. Declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina de Crist030 que Pío. IX no llegó a definir;
l.ª
·tiené. que beatísima Virgen María fue preservada inmune de La entusiasta acogida de la definición de la Inmaculada Concepción
.mancha de la culpa originalenelprimer instanted~su en las naciones católicas31 muestr.a la sintonía de esa.definición con el
por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente,. en sensus fidelium y con la cultura del tiempo, cimentada en el privilegio.
29 El téxtO de la definición se halla enDH;2803.Para la bula Ineffabilis Deus, cfPii IX
27 CfM. O. MASCIARELU;Pio IXe l'Immacolata, Ciudad del Vaticano 2000·S. M. Pantificis Maximiacta, Roma 1854, I/l,597"619;y' SARDI, La solenne definizione del dogma
Lapieti:t mariana ai tempi diPio IX (1846-1878), en L. CARDI (ed.),PioIX a Odeta (25 dell'ImmacolatoCoricepimentode Maria santissírria. Atti e documenti, Roma 1904;1905;}. ALFARO,
1848-4 settembre 1849), Atti del canvengno distudL, Gaeta 2000, 95-170. La fórmula definitoria de la Inirraculddá Concepéión, en Virgo immaculata. Acta congressus mario-
28 «En un ptimer momento se pensó en pronunciar ala vez la condena de los logiéi marianiRoínae celebrátianno1954, 201-275. . ..
demos y la definición del dogma de la rrlinacúlada Concepción; se pensaba que de esta 30 CfJ.OALOT, Dmmaculée Conception, enH. Du MANOIR (ed.), Maria: Études sur la sainte
se daría mayor realce a la raíz última de la que se derivan los errores modernos,la ne!gac:ión Vierge¡ VII, París 1964, 11-20; D.BERTETTO, La Madonna oggi. Sintesi mariana attuale, Romá
orden sobrenatural, que condudainevitablemente al laicismo al racionalismo ··al Ud.LI.lid."l'l 1975,153-155.
Se ~onsultó a diversas personas, desde Donoso Cortés hasta Veuillot; y Passa~lia 31 «Sin embargo, el acto de la definición no encontró en todadas naCiones una acogida
Oueranger un proyecto de bula que unía la definición de la Inmaculada con la condena igualmente entusiasmada», observa O.. SOLL, Storia dei dogmi mariani, 340-352. En lo que res-
errores modernos. Se renunció pronto al proyecto primirivo, y ambas cuestiones fueron pecta a Alemania> cf S. GRUBER, Mariologie und katholisches Selbstbewusstsein. Ein Beitrag zur
radas ... » (O. MARTINA, a.c., 580). Vorgeschichte des Dogmas van 1854 in Deutschland, Essen 1970, 122-142.
misffioptediCaa.or:teatinase;propon.e;S1.1perar ima v:lsión.dema~
natuFalisia;de.la~Virgen::.
La literatura mariana del sigloXIXpareee.oscilar
desvalorización de la figura de la Virgen: a su afirmado papel .--..."t-.... '-yr «Porque a María, situada al pie de la cruz, se le atribuyen sentimien~
en la obra de la salvación se contrapone'el recelo hacia su La.'~"'La.J.''-J tos y afectos que, aunque son muy naturales y se supone que 'existen
na; lo que redundará en perjuicio dda promoción· social len el corazórtdeunamadre; que ve con sus propios ojos cómo expira
mujer, incluSo en el Código napoleónico, «sigue siendo: un: bajo tomentos atroces su propio hijito, no se ajustan, sin embargo,
de tutela que.sehalla,.no obstante, en busca de su nueva IQE:ntidalQ ministerio sublime. que María desempeñaba en el Calvario como
Frente a los protestantes,.los católicos afirman con Scheeben
no es un «bloque; de arcilla», sino «una persona en re1acióníntima
tualcon CristO»33.. Ludovico da Caste1plania se siente indignado participación de María en .eLsacrificio de Cristoestá)ddcrita
ría protestante que reduce a la Virgen a uninstIumento pasivo, a LlLHILG LL,-,.,,,a.'UL.ute porVentura en su obra Madre di Dio, Madre degliíwmini
de su actitud al pie de la Cruz, y la privaasíde1honor dda '-'al'LlaJ.J.Ua. 1841), «que inicia la moderna literatura mariológicasobreh
El papel protagonista de María en el plan salvífica parece '-'LLL''-'aL ",,~',",LLLL~~~ espiritual»3? La.Corredentorase debate entre dos amores:
lacondici6n común de las mujeres, condición de la que ella amor hacia su Hijo y el amor .hacia los hombres, amores que «luchan
ser partícipe. «María no es una mujercomún», repiten sÍComo los dos gemelos luchaban ene1 seno de Rebeca:collideban~
Ventura, especificando este último: utero parvuli>>;., Triunfa el amor hacia los hombres,. hasta el punto
que María dirige al Padre las siguientes palabras:
«Ahora bien, María, aunque es verdadera mujer, no es una"
ordinaria y común; sino ·una mujer' privilegiada, milagrosa; «Vos lo,condenáis, también yo lo condeno. Sí, muera mi Hijo clavado
desde; luego; por su concepción inmaculada" por. la en la cruZj.permanezca.en ella por suvolúntad vuestro .crucificado
sus gracias, por la santidad de su vida, por lo elevado desu rI,~,~,,"'r hasta que exhale el últimó suspiro, para que Vos seáis satisfecho y obe~
es,indudablemente, 'una· tnujersirtgular,y única entre las' muj decido; y para que los hombres sean salvos: Crucifige, crucifigeeum»38.
Singulariter ;umego (Sal140)>>3~;
Esta interpretaciónestoicai:ypoco.humana de María ante lamuerte
32 Cf C. MlLITEllO, Dmmacolata concezione, nel contesto culturale deU'ottocento, en S. DE , Hijo. se encuentra en ótros autores delsiglo XIX. Porejempl6, el
VIDAlJ. (eds.) , Maria santa e immacolata segno deU'aTTÚ)re salvificodi Dio Triniti!. Attidel.2 Q bispo. de' Bari, Michele Basilió Clary,. que, pone. en labios. de,María
intemazionale di mariologia, Ascoli Piceno, 5-7. ottobre1998, Roma 2000, 51-57 i esp. 55.
,33M.]. SCHEEBEN-C. FECKES"Sposae Madre di Dio, Brescial955, 22-23, lenguaje vecino. de la crueldad, decidida como aparece a inmolara
34 «Pero el ataque de la herejía vulnera la cooperación, materializa a la Virgen
eje.cutivadeldesignio,divino, y destruye lasgtándes armonías dda fe. iInstrumento Hijo por su propia mano:
Virgen!... ¿Acaso no es ella esa Virgen hija delhombre,proyista de un espíritu libre e
[... ]. iEs posible! ¿Como la Cruz? ¿Así que la criatura esencialmente libre y racional es
y manejada por Dios como la naturaleza muerta y material? iAhJiAfuera·eso! Todoellü 36 lb, VII.
mezquindades. Dios creó .las cosas para comunicarles también el honor de la causalidad» 37 E ANDRElJ, Ventura di Raulica, Gioacchino, en Enciclopedia éattolica, XII, Ciudad del Vati-
DACASTELPlANIO, O.c., 1,.60-61. .
1954,1238-1240.
35 G. VENTIJRA, O.c., 79.
38 G. VENTIJRA, Madre di Dio, O.c., 204-205.
/«8i pmfá Redencipn dehtri!lnq0Í'!J>or,lasalvációndeJ¡hDmhre'F l,;\'::1,11.,;1¡:V~,'pe1iO inoeldebsaher, ni el de la vicia polític1144.La; superádón
necesario que mi mano se arme de un Ínstrurnento;·t1,,,,,,,,orn,·,nClt'< esta cerrazón llegó a ser imposihle por la.idea acerca de la mujer
molarlo:yo, yo misma realizaré el Sacrificio, yo misma imperaba en laculrurayqüe.hacíideesta un centro dé la vida en
víctima del pecado»39. bJ"'l.C;U,c:tU., pero un centro interior y secreto, «cuya influencia es tanto
la mujer cristiana «junto al varón y a menudo sohre el' varón» '-H ,'-'-,'" .3. Transfiguración romántica de María
campos: virginidad, martirio, caridad y apostolado; de lo cual María;
tipo por excelencia42 . Cuando se trata de especificar la naturaleza l~llJllUl.C;U el romanticismo grahará susello sohre las expresiones marianas
emancipación femenina, NicoLas se inclina hacia unaliheración período. Elprimer testimonio nos lo ofrece el segundo Fausto de W.
La mujer estáemancipadá «delegoísIno, deUujo, de la (t 1832), un autor que no.queríaque se le consideraseromán~
la negligencia y de la nulidad en la queyacía.despreciada~>. No ohstante,su ohra:
guardar silencio sohre los derechos civiles de la mujer, el autor ..ac'H-,n
la función eclesial de esta a un apostolado de «carácter privado y «Termina con los coros de los ángeles y de los santos,conlas confe~
so»,porque. «sería desnaturalizara la mujer 'el permitirle predicar» siones de las pecadoras, con la aparición de, Nuestra Señora en una
Con todo, esta postura eS moderada sise la compara con la eXT)re:s~ transfiguración altamente romántica, que no puede encontrarse en
en el Congreso mariano de Livonio (1895), donde se pretende ninguna otra obra del tiempo»47.
la mujer «en el santuario de la familia» dahrirle eL campo de la. «
39 M. B. CLARY, Mariología, ed osiología ossiano sermoni, de' om~lie panegiriche per Maria ; 44 Véanse Atti del primo congresso rnaria~o nazionaletenuto in Livorno neigiomi 18, 19,20 e
et alcuni Santi, 60. 1 agosto 1895, Livomo 1897,49-50 y 114-120. . _. _
40 E DE PAULA, Grandezze di Maria esposte in XXVI discorsi sopra la Salutazione 45 G. VENTURA, La Madre di Dio, O.c., 16-17 ve a la mUjer como partiCIpe del varan y del
Desde..' el punto de vista teológico, G. Ventura adoptaeLserltlftil hacenesperatlos excesos del sentimiento. El cultO de layirgen
de los fieles como punto de partida y, a la vez, como criterio t()n()s de afectu()sidad,como en Qon Bqsco, puya devocióh ma~
la verdad de <<iluestra condición: de hijos. de María»: da pie.apn. c()lllpromiso. cristiano total sin caer en la cllrsilepa52 ;
otros autore$aspéticos y sobre todo 10soradoresmultipliC:::in..los
~<Esunsentimientocomún,yuna persuasión práctica y símbolos yilO dudan en servirse de unlenguajeamqr9$9 abu~
nosotros los católicos::el que todos somos. verdaderos hijitos Ejemplo típic() de esta afectuosidad,entre19~Ilgenllo y lo .meloso,
ría,yel que la Madre de Dios es también nuestra. madre f; .. ]. el «piadoso desahog() de amor» de E ~moretti53.
bien, un sentimiento tan vivo, tan tierno, tan profundo, tan Sin embargo, la piedad mariana tiende;ªexpresar$een una lllultitud
de los corazones verdaderamente católicos hacia María [... ] no prácticas, quedeselllboc;m ,en el Arsenaldelade~oción . (Atsenale della
ser el efecto de un juicio erróneo, .de una idea exager~da que los 1876) 'J dOllde se recogen las oraciones del catolicismo del
tianos se hayan formado de los títulos de María, de sus ,--u.ctU,.!a\'l'--": XIX. No debe asombrarnOS, pues;qlle se hayan alzadovoces(L
sus privilegios, de su poder ante Dios, ydesu tierna bondad E .. HelIo) para deplorar algunQs; de esos efCcesos. y ofrec:er, .. en
hombres: sino que ese sentimiento es y debe ser el efecto de 'p4<l.'LVll'--'''í ca,minosmarianos alternativos.
Distanciándose de «ciertos teólogos fríos» y del «culto,en 51 Lagréeexplica este alejamiento de la austera espiritualidad exaltada anteriormente, y la
que cobra ahora una religiosidad sentimental, no ya por la influencia de san Alfonso,
de menteyde razón», de los protestantes, Ventura termina por UC:llllJU la ola de irracionalismo que inundó a la clase religiosa dirigente (M. LAGRÉE, Religione
culto' de María como «una especie deinstinto religioso, un 1TI''"l~Til1TIiipr\ e populismo religioso nel XX secolo, en]. DELUMEAu [ed.], Storía vissuta del popolo cristiano,
1985, 743~.744). Que nosotros sepamos, el fenómeno del Romanticismo tiene un radio de
indeliberado, una necesidad del corazón»50. más amplio; no se limita al. clero, sino que es un clima que impregna todo el siglo., El
ofrece l.uego 'otras explicaciones queexigen.unaverificación crítica, como la transferencia
de la imagen del Dios poderbso,y lo hace convencido de que la salvación. no puede
respecto al siglo anterior: el cristianismo austero de tipo j sino del elemento femenino (.73.7 y 750).
52 Prandi hace notar que «la piedad mariana de Don Bosco es.además filialmente afectuosa.
trata de una afectuosidad distinta de la de san Alfonso, que tan proclive es a la dulzura de
sensibilidad que oscila entre lo ingenuo y lo remilgado.· Es una afectuosidad confiadá, peto
48 W. GOETHE, Fausto, Edaf, Madrid 1999 13 , 123. de tonne irripregnada d~ veneración' respetuosa» (A. PRANDI,Correnti e figure deIla spi-
49 G. VENTURA, La Madre di Dio, o.c., U-UI. cattolica neiséi::oli XIX e XX, en P.BREZZI [ed.], La Chiesa cattolica neIla storía dell'umanita,
50 lb, l1S.Cf también del mismo autor la obra Le deliziedellapieta; Trattato sulculto dé Fossano 1966, 119).
santissima, Nápoles 1860. 53 CfE AMORETIl, A Maria Madre di DiQ: Pio sfogo d'amore, Roma 1886, 78.
2.4. Gultura'deF¡j' resiauraiíón'y·culto.;mariano' los libros de 5toho~PQléinitoiacerca del éulto'marian058 es ingente, Y' en
ladefensad~da.licituddeLculto aMaría se plasma en una disputa
Elresbmraciomsmb del siglbXIX rrilia'hafür el'pasad6; las críticas protestantes o las de los teólogos minimalistas, y con~
res temporisaéti, inCluso enel óiltomariarió. Abrléndbel las burlas de los ateos.
de Paula,en Grandezzedi Maria ( 1903~ 1804), def¡end~la ElseglarA.Nicolas se califica a sí mismo de «apologeta de la santa
la Virgencoritra sus «enemigosdeClaradosíJ: Ocúrtos»; Virgen», yásume las tareas esenciales de esta actividad: ser antiguo en
con la «práctica continua de todos lossiglos»,ycohla al contenido, y nuevo en cuanto al continente, al modo de pre~
","U':HU.V
an:tigüedad»54.Est~' deClaración nOapuritá sóloa<los . . . .,.:" .. ~,-;¡:.n:.-..¡:.-; aquel; su designio, por una parte, es convencer de que, en lugar
los 'católicos del tipo deWidenfeld, sino tatnbiéná los C1Uel.HU';;cr banalizar el cristianismo,.la Virgen constituye .«un. nuevo y luminoso
revolución, quededaráton una «guerra feroz» alcúltode de manifestar a Jesucristo y de glorificar a Dios», y por otro lado
Estavoluntadrestáuracionista se manifiesta en el el autor se propone cimentar el culto a María no sobre las arenas mo~
laspráctica.s devotas del siglo XVIII, en primer términol~ de nebulosas nociones, sino sobre la roca viva de la palabra de
mayo, que a. mediados' delsiglo XIX «se convirtió casienuna
universal entre las familias' cristianas, en las iglesia urb~nasy Los autores marianos del siglo XIX hablan de la Virgen y de su culto
Italia, eh Francia y en Betgiéa;~56. en constante y a menudo violenta confrontación con los protestantes. El
Este feflújoagotala creatividad de expresiohesdelculto '. tono es moderado en SCheeben, cuando afirma que «la específica herejía
lo lleva a úna falta de confrontacióh·conel espíritu de los tlell11n@ protestante acerca de la gracia y de la Iglesia» no aceptada posición
conocido y deplorado Art Saitlt~Súlpicesecomplace en TP1"TP';'Pt)f'<:>C'-il;: eminente de María»60. En cambio, Ludovico da Castelplanio adopta una
oleógrá.fitas yfomentála devoción a la Sagrada Familia tomo actitud abiertamente combativa y deClara que su labor es «polémica»
de una vida rural, idílica, sin conflictos, en' cóntrastecon' una porque "«se hace cargo de la defensa de todo el sistema católico»61.
que se industrializa y se urbaniza»57. En una línea más práctica y apostólica Se sitúa G.~ J. Chaminade
También el carácter marcadamente apologético de la prod (t 1850), que debe hacer frente a la «gran herejía reinante», es decir,
literaria decimonónica se extiende a las obras marianas. El a la indiferencia religiosa val ateísmo. Funda en 1816~18171as dos ra~
mas, femenina y masculina, de la Sociedad de María, en la que intenta
infundir un espíritu mariano' de vocación apostólica. Chaminade está
54R DEPAUIA, Grandezze di Maria, discurso preliminar, 1. convencido de que la devoción a María constituye un remedio eficaz,
5.5«¿Por qué esconder hechos que habríamos creído imposible que sucedieran en
católitas>e italianas? ¿No fueron contaminadas por manos infames las imágenes de la
Madre? ¿No fueron destrozadas, por un: nefando sacrilegio, las imágenes de Ella, co[¡)c¡üja
una piedad ancestral a la vera de nuestros caminos? [... ] Yhubo algo peor todavía: no 58 G. M. CAPODIECI, Sagg{o storico-critico sopra l'antichissimo culto della SS. Vergine, Siracusa
hechos se atentó contra el honor de María, sino qlÍé también con la licencia satírica y a
1803; J; BUSCARLET, Recherches historiques sur l'origine et les progresdu culte que l'on rend Marie
de la prensa se derramó a manos llenas el desprecio sobre Ella, sobre sus dans l'Eglise romaine, Ginebra 1833; A. LATOUCHE, Controverse r... ] sur le culte de Marie, 1849;
menteS con: funestísimos errores» (M. SCHIAFFINO, Opere, IV: Panegirici e discorsi sacri in G. DE LUISE, Iléulto aM. V del Carrnelocombattuio dai Valdesi in'Italia ne11864. Trattato apologe-
Maria V, Sienai 1890, 4). Análogas observaciones se encuentran en una obra traducida tico, Nápoles 1864; .A.CASTAING, Marie et son culte devant la raison du chrétien, París 1866; E G.
cés: M. ORSINI (abad), La Vérgine. Istoria della Madre di Dio e del SUD culto, n, Foligno CONTESSA, Maria e la Bibbia, ossia il culto della ss. Vergine esposto,Turín 1877.
56 p. STELIA, 1 tempi e gli scrittiche preparárono il «mese di maggio» di don Bosco, en 59 A. NICOLAS, La Vierge Marie et le plan divin, 1, París 18828 , XXVIII-XXXII.
20 (1958) 652. 60 M. J. SCHEEBEN-C. FECKES, o.c., 22.
57 M. LAGRÉE, Religicme popolare epópalismo religioso nel-'XX secolo, 748. 61 LDA CASTELPLANIO, o.c., IY,133.
porque¡proporciona.utHen0"V:ªd(ÜmlP1..ds9¡para·elapq~tQYlado;y su '.infantil ¡ingen.llicl.ad foree~,queerr cierto~santuatios,encier:,
la perfección 'evangélij:a;¡ 5lin.embargo,.di:uitormose Jimita . i.mágénes, ;estat:Ú:as¡().réliquiashay-' algo;de divino, algo' así como
datel. culto «prudente y sabio~);naciala.Yirgen, virtudfo fue:t;zaoculta¡que no se encuentra en otras, como los
en el devoto una perseverante actitud de ereíande sus ídolos».
ción de María.Chaminade habla de: eonsagración,pero U'-LJlL"'a~<.c
del año ·1817 la original expresión de .«alianza»/conMaría, lamenta de que Jos altares dedicados a la Virgen y ajos santos se
denota «una elección, un compromiso, una sociedad». Tal . osterítosamenteiluminados, .en contraste con la modestia en que
de las notas características de los marianistas,.quése COlUprOrOJ lfíLUU.... eL altar dé la eucaristía. Deplora la. ola que inunda el país
LA..
ella mediante el voto de estabilidad, a fin de lograr con María nuevas. devociones y de prácticas de piedad excesivas, mientras se
final sobre la serpiente infernaL En el campo de la ¡JHJUCL'-' '.LVL.L¡.U las obligaciones hacia la familia y eldeberdejusticia6J •
'''''-.<LUU.LL
lógica,. a Chaminade debemos.el folleto Conocimiento. de María Una aguda recensión del libro de C. Ferreri Corona. di fíori a Maria
cuyo eje temático es la maternidad espiritual. ... permese di Maggio di un pio giovinetto (TurínJ841), encuentra en
Entre tantos fundadores y fundadoras, para quienes el.culto algunas expresiones criticables: parafrasear «el Avemaría para
gen se transforma en «espiritúalidad»,·hayque mencionar aJ.;,- la 5lanta Misa», llamar a María «fuente de la gracia», insistir en
(t 1875), que exige a los maristas que perseverenen¡ el eilllpeno peregrinaciones a santuarios «más artísticos que espirituales.y pia ..
identificarse con María. De esta manera, el celo apostólico se » y, finalmente, permitirse modificar la poesía Il Nomedi Maria, de
conJa máxima exigencia en cúantoa densidad espiritual, Manzoni. Ampliando el horizonte a otros opúsculos muy difundidos
el mes de mayo, el recensor se siente embargado por. «un· razo-
temor» de que tales escritos transformen el bálsamo confortador
2.5. Crítica contra el sentimiento. y aperturas/ibera. un veneno sutil. En efecto, esos escritos generan «una especie de
en el campo mariano desplazando el centro único.de1a fe, de la esperanza y del
cristiano, yeso poco menos que a cuenta. de María» i y relatan una
Ante esta ola apologética de la oración, expresiva de una I-lL'_UC1U;.llJ 'uu.Hul,-uu.·de hechos; portentosos y milagrosos recogidos al azar, . entre
vidualista, devocional ya.menudo desligada de laJiturgia, no. tOl1"·rI<:>1ri. cuales algunos son. abiertamente imposiblesy repugnantes» 64.
levantarse protestas y formularse juicios duros62 • La cuestión mariana,en su búsqueda de un justó medio entre
Por ejemplo, el obispo Bonomelli (t 19.14), aunque no L~LLLLL'-'LLtO y teología,! entre fe y. cultura, entre reforma'y fidelidad al
sentimiento de la religión, reprueba el sentimentalismo al evangélíco¡seexporta durante eLsigló XIX a Inglaterrar donde
con «una religión sin deberes, un ellpectro dereligión, un árbol de un cariz marcadamente. ecuménico. Genial representante de esta
escasas aunque aromáticas y que no da frutos». Bonolllelli rompe mariológica es J. H. Newman (t 1890), a quien se debe la cono-
lanza en favor de la vida interior del espíritu, que debe' animar la Letterto the Rev, E. Pusey, de 1865, reputada como.«una bellísima
giosidad exterria. Reprueba el «materialismo» del populacho, el
62 Sobre la oscilación entre elaboración culta y recepción popular, efE. FATTORINI¡ Il 63 G. BONOMELLI, Sentimentalismo e formalismo in Religione, Cremona 1902.
mariano tra Ottocento e Novecento. Simboli e devozione. Ipotesi e prospettiva di ricerca, Milán 64 CfP. STELLA, a.c., 661 .. 662.
exposiciónderlamejorteologíán:p.aTiaml,» 65;!Respqndiénd6al \#ª~V1L~U''', que elc:tilh:)'de;Mgiía';fio>se 1djntrapone,aLaIIi0r de Bias, sino
del anglicano, Puséyi·y aSl1s6bjedones';y:: denuncias!ac(~rCadle;lap0: es funcióridirectade este:
mariana delcatolicismo,Newman se remonta opor1turlartíeí:lte;
orígenes, a los padres de la Iglesia, entre quienes es doctrina . ··«Preéisamente aquellas naciones ;y aquellos países que desecharon
la consideración de Maria como Theotokos, segunda Eva y 1l1"Ul~. la devoción a la Madre de Dios, perdieron la fe en la divinidad de
vivientes. Acerca de la devociónmariana,el fiIturo cardenal' }esucristojmientrasque aquellos otros países que se mantuvieron
que esta devoción se ha ido acrecentando ah latgode los. fieles a María, conservaron la ortodoxia» 66.
función de los diversos contextos culturales y de la 1l1Ll..ldl.,lUl
tuaL del momento. El culto a María, fundado objetivamente, En Desarrollo de la doctrina cristiana, (1845); Newman observa que «el
seguros, «no quiero negar que en algunos. lugares. ha caído .en tono de la devoción tributada a la Virgen María-,-"lleno de afecto y de
y se ha. convertido' además en superstición; porque el mismo ardor [..,]"de compasión y de cariño [;..]. c:onmovedory vivo"-es "comple. .
que conduce a la madurez lleva también a la ,decadencia». tamente diferente" del culto rendido, a la Trinidad y a Cristo-:-"lenguaje
contempla con' desconfianza la religión popular, «HIU\:l~l.-L1,Ul\:Olll' inefable, majestuoso, solemne y pacificador"-. El culto hacia Mariano
corrompida», pero no juzga las devociones de l6s santos, porque suplanta, porque no está conectado "con aquello que en la vida religiosa es
hombres viven en un nivel diferente del ,nuestro, y nosotros estrictamente personal y con aquello que es dé importanciaprimordial"»67.
podemos comprender», y .distingue entre! la devoción «sana» Newman concluye que la devoción a María,y a los santos ~<no obstaculiza
bienaventurada Virgen y la «attificiah;admite que algunas frases, en absoluto aquella relación incomunicable y reverente que existe entre
das de SU contexto¡ son inadmisibles, como «la misericordia de la criatura y el Creador» y, optando poda clásica reserva inglesa en lo
infinita .•. Dios está sujeto a lo que ella manda ... las almas e ......F.L~~".' tocante' a las formas de culto hacia la Madre de Dios, expresa su inco . .
engendradas por Dios y por Maria... cuando el Espíritu Santo ~U'"U""~!L midad "ante las manifestaciones «italianizadas». introducidas por Faber.
a María en uJi alma, .acude allí enseguida». Para N ewman, estas Como se puede observar, la apertura liberal del ,siglo XIX no influyó
son como «un mal sueño», pero acepta en cambio el axioma «es en exceso en el culto mariano, .en contraposición con el ascendiente. que'
sible que se salve aquel que se aleja de María», porque; tal alej sobre'él tuvo la culturaromano.:.restauracionista, entonces dominante.. Uno
no es una sim:pleomisión, sino una objetiva falta de respeto o un de los puntos de convergencia entre ambas posiciones antagónicas fue su
de ofensa hacia ella. !Después de haber· señalado que «en la compromiso en favor deta labor caritativa, que constituye uno de los más
cristianase abrieron dos grandes corrientes a lo largo de los hermosos capítulos de la historia cristiana y mariana del siglo XIX,
de ellas centrada en el hijo de María, y la otra centrada en la
Jesús», Newtnan afirma que <<launa no oscurece 'necesariamente 66 Cf J. H. NEWMAN, Lettera al rev. Pusey su Maria e la vida cristiana, trad. Y,ed. a cargo de
G. VELOCCI, Roma 1975.
otra». En efeCto, en la IglesIa católica, «María se ha mostrado no 67ID, Lo sviluppo della dóttrina cristiana, Bolonia 1967, 452. Elaútor aduce dos pruebas para
apoyar su afirmación. El primer ejemplo está constituido por los Ejercicios espirituales de san
rival,isinocomo.ministra de suHijo» .. A tenor de sllreflexión y Ignacio, obra aprobada por varios papas y que; noobstante,«apenas hace referencia a la devo-
experiencia, el genial converso concluye, con los autores espiri ción a María Virgen Madre de Dios». El segundo ejemplo es el examen de «cuarenta folletos
que circulan por Roma». Ahora bien, señala Newman> todas esas obras «apenas mencionan a
María», incluido el folleto de gran difusión Pensez-ybien. Otros libros, como Il devoto diMaria,
de Segneri, reconocen la «función especial» y el «culto especial» que a ella se le tributa, pero
65 T. GORNALL, Newman Oohn-Henry), en DSAM, 11 (1982) 177. «la razón que se da de tal peculiaridad procedé de la dignidad trascendente de su Hijo».
, '
·.C. '.
Bartolomé Longo propone el rezo del Rosario desde esta DersD'ec1t1'
«¡;. Del mismo modo que dos amigos .que a· menudo ··.on el pa.so de.1 SiglO.'···.··.X.I.X.:., cara...cte..r.izado. ,po.r. el «se.n. . .timie. . nto. »,
al siglo XX se abre una nueva fase cultural, centrada no ya en
tos, tratan de ajustarse el uno alotro incluso en las o'mn.unlOI:e~,
. . una única facultad del hombre, sino el hombre mismo en su
tambiénnosotros¡ conversando fauliliarmente .con Jesucristo>
integriclad, como admi~ist:radoi responsable de ;u lib~~tad. El cambio
la Virgen, .al meditar en los' Misterios del: Rosario,. y al vivir· j
puede resumirse como el tránsito de la objetividad (positivista) a la sub,
una misma. vida con laCorríuniói1,podemos llegar,a ser
jetividad}, de la exaltación del sentimiento (romántico) a la de la libertad
a ellos, en cuanto sea capaz de. eso nuestra bajeza, y'podemos
humana, exaltación esta que conduci~á en último término a la eclosión
der de esos .elevados ejemplares .el hecho de vivir humildes,
de una corriente neohumanista, q~e deberá medirse ccm el nacionalismo
escondidos, pacientes y perfectos»?4.
y el totalitarismo.
1. El siglo innominable
1.1. «Siglo breve» . seextermifió ainnumerables inocentes. Sin ningún género de·duda,
siglo XX ha'sido el más cruento de la historia;;ya que durante él se
Así lo definió K J. Hobsbawm3 por su contraste con el siglo XIX, el dio muerte cuando mehosad5(j)tnillonesde personas; cifra que algunos
extenso», que comenzaba con la Revolución francesa (1789) y se historiadores amplían hasta 187 millones. Poniendo en ambos; platillos
gaba hasta la primera guerra mundial (1915). Pero, aun siendo de la balanza lo ,bueno y lo,malo delacenturÍll; C.¡S. Maier piensá que
siglo resulta ser un «siglo inmenso», (M. Veneziani), porque en él se, lo positivo (avances sanitarlos;l1uevasensibilidad. hacia ·los derechos
dujeronprogresos y retrqcesos ~e enorrneabm~e. Se puede __ '_'~<',,,,,, humanos .•.) superaalonegativo, y concluye: «A fin de cuentas, nome
atrevería yo a decir, que el siglo XX haya sido el peorde:todos 6• Pero la
«Es, másbien, ersiglo"más extenso",porlacantidady la ~CU,L""~'.,.. mayoría de la gente' no. cómparte su indecisión~ porque ni los mejores
o
los hechos acaecidos en él, y que siguen sieil.do objeto
" " • , , • , ~. • . •
U~LUU'U'
• r , ' , ~> J',' , ; , bienes ni las acciones más gloriosas consiguen cubrir el derramamiento
de vaiiadasinvestigaciones
. . '. ...
e inte¡:pretaciones»
""., '"
4.' ; de sangre inocente, que grita a pleno pulmón y proclama con voz ince~
sante y perenne el duro reproche del que se culpa al siglo XX.
El siglo XX
parece un lD;omerito de «sándwi~h;> histÓrico,"
m()mento pó~#ivo está sitml,doe1'ld:e dos negativos: eacid de la ~al,a"l,Ll
(1914~1950), crecirilientóec¿rióri¿od950~1970) y edad de la. CriSIS 1.3.: «Siglo de la decadencia»
descomposición (1970~2000. Hay quien incluye tambiéIl ~tielsigf¿
el año 2001 con el terrible acto terrorista del 11 de septiembre Tal era la definición de O;Spengler tras analizar el sigloXX7., El teó~
Estados Unidos. logo evangélico D;Bonhoeffer (t 1945) había hablado ya del «siglo
de la decadencia»de la humanidad delhombre~ quien: ,se ve reducido
a la condición de siervo de Jas.máquinas, que «serebela contra quien
1'.:t«Sfg/ó inl70m i nable»5
[;:,
, / . la ha creado: isingular réplica deL pecado de :Adán! [¡ .. ]. Al final. del
camino por el cual, senos encaminó con la Revolución francesa se
Así' 'se' suele juzgar M'siglc/ XX}eh Vistad~ 'los; Ínsóli1:6s 'niveles de'
barle que se alcanzaron en él, porobtá partictilartneIite de los
2 G. CICCHESE, Eclissi di umanita? Un bilando del XX secolo, en Nuova humanita 24 6C. s. MAlER, Il ventesimo secolo estatopeggioredeglialtri?Unbilancio storico alld fine del
728. Novecento, en Il Mulina 48 (1999) 1009.
:lE. HOBSBAWM, Ilsecolo breve"Milán.1995.,; 7 O. SPENGLER; Il trambntodell'Occidente: Lineamenti diuna morfología della storia del mondo,
4 G, CICCHESE, Eclissi.di umanitd!' Un bilanciodel XX secolo, 730. Milán 1957 (trad. esp., La decadencia de Occidente. Bosquejo de una morfología de la historia
5 AA.vv., 900:. un secolo innominabile, Idee e riflessioni, Venecia 1998, universal, 4 vols., 19344).
encuerÚrael.nihilísmó» ~r"[)trosiV,:i~r0nen el siglo~:el homicidas yetllbCidak;¡ ahr(j)ift;ebmenzarhosa.ser;eC9cidas~y12; El teólogo
fragio» (H.. Blumenberg) 9, oinclúsÜiéll~¿siglq del 6:1).81 d(Ha rUSWfIa>'>: brasileño denun2iáebsaqueOsistemático de que es víctima la Tierra:
Fukuyama) 10, que quedadausurada ton la democracia Mberal. cada año desaparecen. diez espeeiesde;ser.es'vivos, eL desierto se traga
Forte, los últimos veinte añosdelsiglo:XX ponenJin a 400 millones de toneladasdesuelofértiL(tan sólo durante los últimos
zada por la época moderna, que comporta tres· fases:· treinta años se deforestaron 600.000 km2en la Amazonía brasileña), las
reservas naturales de agua, petróleo y carbón se agotan...
«a) Ilustración; .entendida en sentido kantiano como "salida Todo esto forma parte de la falsa idea de la Tierra comoresérva inerte
brede suminoría de.edad", entendiendo por tal minoría de recursos de los que hay que disfrutar: no se la respeta en su alteridad
"la incapacidad para servirse del propio intelecto sin LU.F.".LU y autonomíacomosuperorganismo Vivo (la Gran Madre de los antiguos,
otra persona"; la Pacha Mama de los indígenas, la Gaia de los cosmólogos modernos).
b) Dialéctica o crisis de la Ilustración, es decir, la denuncia de los Además, las sustancias químicas contaminan los mares y envenenan
de la razón yelcuestionamiento de su carácter "LLLUL.L"'IJU~~V'+4 las tierras, los plaguicidas adulteran los alimentos, los residuos radiacti~
c) Aparición de laposmodemidad, en la cuaL"latotalidad vos permanecen activos por espacio de WO.OOO años, la capa de ozono;
queda sustituida por.elfragmerito, las grandes. síntesis son escudo protector contra los rayos ultravioleta\ se resquebraja, las armas
tuidas por el 'pensaniiento débil',Jas certidumbres son atómicas pueden provocar el invierno nuclear, mientras que el efecto
por un navegar sin brújula hacia lo desconocido"» 11. invernadero' ocasionará un recalentamiento cada vez mayor de la Tierra,
con sus secuelas de sequía y de deshielo de los casquetes' polares.
Cada minuto se destinan 1.800.000 dólares a fabricar armas o, lo que
1.4. «Siglo del ecocidio» o de la antiecología es lo mismo, a producir rhuerte 13 ,
Por tanto, es necesario proceder a una alianza nueva con la Tierra.
Así debemos definir al siglo :XX," si tenemos en cuenta las "'-l.lal'-" .. Nonos equivoquemos: «No habrá un arca de Noé que salveaalgu~
alarma que se hallan a la vista de todos: crece la desertización del nos :y deje perecer a los demás; [) nos salvamos todos o pereceremos
do de resultas de las talas inmoderadas y deLincendio de tos todos» 14.
aumenta la contaminación. de las 'aguas, de la tierra y del aire Estos efectos de una producción tecnológica incesante que conduce
sustancias químicas .y radiactivas', se.consolida el efecto invernadero al progreso salvaje a costa de la propia posibilidad de vivir, provoca
el dióxido de carbono y por otros gases que recalientan.la ansiedad y temor por el futuro. En realidad, varones y mujeresseen~
'Podémos afirmar con.L. Boffque nos encontramos en «la era; cuentran actualmente ante una encrucijada: deben decidir si optan por
la insensatez», porque, «además de haber sido en el pasado ""L.'-'"'''' la vida o si van a rendirse ante los procesos de muerte global en ciernes.
2
Como hace notar lucidamente Juan Pablo II:
8 D. BONHOEFFER, Etiea, Milán 1969 , 86-87 (ed. orig. alemana, 1949; trad. esp.,
Trotta, Madrid 2000).
9 H .. BwMENBERG, Naufragio eon spettatore. Paradigma di una metafora dell'esistenza,
2001.
10 E FUKUYAMA, La fine della storia e l' ultimo uomo, Milán 1996 (ed. orig. estf¡dolllniljen 12 L. BOFF, Vida y muerte sobre el planeta Tierra, en Concilium 35 (1999) 722.
1992). 13 lb, 717-728.
II B. FORTE, Dove va il eristianesimo?, Brescia 2000, 87-97. 14 lb, 724.
EstéiseritlmientG. de;;QeuqahaciadaMrgen ;nevóLal·.papa,·en'elpri~
.y~n el décimo aniversariQdeEátehddo,dellJ.delllayo de 1981,
regresar a.Fátima e incrustar en la corona de la Virgen el proyectil de
intenciones Holllicídas:.
6egúrr.manifiéstaconesta oCaSiÓf).íeI pontífice considera el mensaje
Fátim:aclave hermenéutica necesaria para interpretar. los aconteci~
mientos del siglo XX, .tal como expresa en la siguiente declaración:'
AsípodemosJlamar al·siglo XX .a· efectos mariológicos;; En' «Los acontecimientos que han ido produciéndose durante este de~
sé·aparecea los trespastorcillos,y a fines de Siglo se publica
cenio [... ], particularmente en la Eutbpa¿eritral y en laorieritaL [; .. ],
parte deL secreto de Fátima. Más. allá, dé este. encuadre '~~'J""J'" nos obligan también a pensar de manera particular en Fátima» (15
vemos que, ségún.entiende.]uanI'abloJI, el sentido del siglo demaYGde 1991).;'
ilumina con ellllensajede Fátima. Como· señala el
Rumi, Fátima<moes.un fuego de artificio» sino una «etapa
Juan Pablo ILlleva a cabo dos gestos de fundafuental importancia en
que nos. sitúa ante el libro .del siglo XX pa:t:ahacernos .r"'..m ........."'...'rI
relación con Fátima: laG:Onsagración/dedicación del mundo.' a la Madre
es preciso confrontarnos con el bien y con eCmal, .sin fingir; de Dios;ctareaerr laque compromete a todes los obispos -con referencia
último no existe;
precisa, aunque no explícita, aRusia,segúnJaspeticiones de sorLucía
El papa, a quien laintervericióri proVidencial de María salvó (25 de. marzo de 1984)~, y la .revelación de la tereera parte del Secreto
samente en el atentado del 13 de mayo de 1981, cuando el . f"lll~ ) V p n.•
(13 de mayo de 2000).
ca
Ah Ag le disparó en el abdomen, reflexionó sobre el hecho dei ¿Se cumplió la promesa hecha por María. en la aparición del 13 de
cQsaJe había sucedido «énel,díay enla'hora» en que Nuestra
julio de 1917: «El santo Padre me consagrará Rusia. Esta se convertirá
se. había manifestado en Fátima 64 años· antes .. Por esta razón,. y una pausa de paz se concederá al mundo»?
convalecía de su herida en el Policlínico Gemelli, el Santo
Desde luego; es demasiado pronto para trazar una historia coherente
que una amiga súya,.la dQctmapolaca Wanda Poltawska, le
de Rusia tras los. cambios radicales acontecidos durante el decenio si-
Documentos de Fátima, obra publicada por A.~ M. Martin.
guiente ar~ consagraciÓn¡ pero Juan Pablo II COnSidera que laconversión
A la luz de Fátima, el papa se ve¡dbligado a interpretar esa de Rusia, en 10 sustancial,yase ha obrado, cop:1o declaró a1 direct()rge
que acababa de vivir:.
La Stampa.(Jde marzode1992),a~aíz de un artículo de Mijail.Gorba-
chov publicadO en~l düuio.de TlÍrín:
«Me he convertido en deudm deja Santísima Virgen. L.,J,
dado cuenta de su grande y maternal protección y solicitud,
«No debemos olvidar una cosa importante: no fue sólo una crisis del
demostró ser más fuerte que el proyectil homicida» (7 de
1981). comunismo' ha sido también ~,Uf).a perestroika.
" • " •• , .' , " .' ,~"
Y 'perestroika, entr~.otrlls
'." '. _" . 1 ,'.... • • '
comunista: «Incluso muchos no creyentes han visto en estos· «L.a visión de Fátima se refiere. principalmente a la lucha de los
mientos algo así como un "milagro"». sistemas ateoscontta la Iglesia y contra los cristianos, y describe el
enorme sufrimiento de los testigosdela fe del último siglo delsegun~
do milenio; Es un interminable Vía Crucis guiado por los papas del
1.6. «Siglo de los mártires» siglo XX,
Según la interpretación de lospastorinhos, interpretacióncori.fir,
El secreto de Fátima nos remite a lo que Andrea. Riccardi ""~.LLVJLHU.La.;< mada también recientemente por Sor Lucía, 'el "Obispo vestido de
siglo de los mártires», es decir, de aquellos 26.685.000 cristianos blanco" que ora por todos los fieles es el Papa. También Él, caminan,
los cálculos de Didier Rance- que, caídos bajo la férula de sl'stemélS;att! do fatigosamente hacia la Cruz.entrelos cadáveres de los martirizados
e inhumanos, «pagaron un alto tributo. desangre por sus. conVlC:ClCme (obispos, sacerdotes; religiosos ,religiosas y numerosos seglares) cae a
fueron discriminadossistemáticamentedurantedécadas»17; Entre tierra como muerto, bajo los golpes de un arma de fuego».
mártires resalta la figura del padre Maximiliano Kolbe, el más .L.en::;LJ''''
conocido del siglo XX, prisionero. en el infierno de Auschwitz, También el cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la
aquella noche de la compasión hizo relampaguear el amor otreclén¡j( Doctrina de la Fe, que puso en conodmientbdeLpúblico el texto de.fa
a ser sacrificado en lugar de un compañero de.cautivida:dconc;"~JV".a: tercera parte del Secreto 18 (26 de junio de 2000), se adhiere ala inter,
hijos~ pretación de Sodano, «reconocida como correcta» por sor L.ucía.
En este sentido es interpretada la profecía apocalíptica contenida
la tercera parte del secreto de Fátimaíconfiaaopor Nuestra
16 En el~ñO' 1978, cO'n O'casiÓn del pasO' pO'r RQ~ade l~ imagen de la Virgen de
2. Cultura del siglo XX
también: yO' estudié las' cuatrO' memO'rias de Lucía y llegué' a las siguientes cO'nclusiO'nes,
cadas en I1 TempO', CO'ntrauna interpretación e~piritllalista del mensaje deFátb:~a,que
abstracción de la histO'ria' y las VicisitudespO'líticas, concluí en dicho trábajO' que' nO" es A lo largo del siglo XX, repleto de infinidad de acontecimientos luctuo,
«reducir tal mensaje a contenidQs únicamente espirituales, pensandO' que.tO'dO'lO'd~másel; sos, avances científicos V. vislumbres de esperabza,. prosiguen emergiendo
gaje accidental, es decir, las preO'cupaciO'nes cO'ncretas pO'r la suerte del mundO', lasl,\:'1\:1\:11'-"
Rusia, las profecías, las señales, el simbO'lismO' ylO's secretO's». Abúndando en lO' diéhO', corrientes filosóficas' y culturales, dando origen a. movimientos de gran
yO' que la palabra «Rusia». se refiere a la «Rusia real», y nO' se utiliza cO'mO' «símbO'1O' del
O' del materialismO', aunque estO's aspectO's fO'rmen parte de su realidad». Acerca de la
influencia en la cultura occidentaL Las corrientes· no se. focalizarán en
«GO'nversión»,hacíatiO'tarque esta exige cuandO' menO's que el Estado rusO' dejede\..v".wa.Lu"J talo cual facultad del ser humano endetrimento~ sino el hombre en sí
religión y de adO'ptar tácticas de revO'luciO'nes y de guerras» (Il TempO', 29 dem¡trzo
Estas dO's profecías se vieron cumplidas cotila Perestroika de GO'rbachO'v y laderO'gación mismo o en la libertad con la que él se identifica, no abstractamente sino
estt¡ períO'dO' de las leyes antirreligiO'sas (1990). .'
17 Introducción de CO'ncilium, en el fascículO' nº 3 del añO' 2000: «La religión en la 18 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Il messaggio di Fatima, PaO'line, Milán 2000,
del Este durante y después del cO'muriismO'», p. 343. 44-63.' .
en slEcamin0hist6ijc:;0.;y:eultlilfaE:SéobsetWarit . ,- ue'a1JU:O:t~tí:'
rC¡ÜéseraJ dóhqéiiad0;IPor 'SaIl' EíqX\(.l901·)~:seHnSe1:ta(éÍlestas
<.JLU.LLU..LV<.J.,,"I
hombreeX:isteIidab}'~a.slllibett:~d.(e:XiistehGialismo)¡;y.a
,rdeh1teS.i Ue 'rerraI0tlítlI(üÓ'n" détsujetof 8.équieá;nosé'puedeimponer la
(seeularizad6n) /Los.exiibs;déeste ne0,-:humamsmo semlltur'QaIl::ll1u
revelada:; su aquieseenciaa esta.débe ser'fr'uto dei su madurad6n
el hombre ilusorÍamentelibre'.(estn:ieúÍtalismó}Yiemerge .
religioso (persistenda de la piedad popular).
Tras la primera guerra mundial (1914,1918) se va difundiendo por
El balanee del. siglo XX arroja un saldo negativo,'podasdos
Europalacof'riente del existencíalismo.En ebritrápbsid6nal optimismo
mundiales y, prindpa:lmente,.por eHmpe:rio del horror que LLL<.J'La.U.LC<L~
las filosofías esendalistas, esta eorriente eonsidera al hombre eomo
los regímenes. tota1itarios'eonstituidospor Stalin yporHitler,que
ser finito,presa . de;la angustia y elabsuido, «arrojado. aLmund6»
minanbárbaramente a millones deipersonasen su delirio H'.l"-"'LV¡:;L'-"Jó' su eonsentimiento. Elhombre.-"'-segúnHeidegger-' espredsamente
rostro más amable del siglo lo ofreee la denda, eon el
Da,sein, «ser..;ahí»,:es·dedr, se eneuentrasiempre aeudadQ,adeddir; El
de la.energíaat6mka, laexplorad6n de la Luna.(1969)o
!U~R)VJlV alemán; plantea la.pregunta aeereadelsentidodelsei, pero no
de la informátka, que propicia la era globaL Geddenté'akanza·
entiende estécoríloobjetividad,iesenda o simple presenda:' «Lanatu'
signifioativas,· pero ehtrelazadas eon.fen6menos .ambiguos; o LUClUl:::n. raleza," la(es(mcia;deLSer~ahí, consiste en ,'su existenda~>. TaL existendá
eomo eldeseneantode la juventud, el terrorismo, lbsseeuestros,
(de ahí .el. nombre deexistencialismo). no escuna realidad dada por la
si6n de la drogayde la eultura deja muerte: y el retroeeso en el
naturaleza, predeterminada·e'inmodifkable;, sino. que es precisamente
privadG.
un poder' ser; UITei-'sisti'r, un salir afuera.·hada la aútoplasmaci6n;:Como
tal, ·la existenda.es<<ineertidumbre,problemátkidad,·riesgcy, dedsi6n~
impulso hada adelante»: El hombre se haee a' sí mismo tomando libres
2.1hEI hombre, entre/alibertad
dedsionesaloJargo de toda su vida: , ;'
y/os. condicionamientos
'EnismensayoElexistencialismoes. un·humanismo~1946)íJ;~R;Sartre
suseribe'.esta.coneepd6nti-ágkade la libertad.de1 hombre,. á quien se
Durante el siglo XX, y ya eon anterioridad, a eaballo entre dos
eontemplaeomo.demiurgodesui propio futuro: el honibrenoes uná
se produeen ataques radkales eontra los mitos de la Ilustrad6n bajo
esenda' inalterable; sino un ser en proyeeci6n. Sirealmente eIl elhorri~
impulso de un mayor eonodmiento del Rbinbre~;
bte«la existendapreeede a; la esenda,'no será.posible jamás explkarla
En la orilla opuesta al materialismo dentífko, el espiritu
conréferenda; a una naturaleza humana. dada e irrmodifieable;para de;.
europeo. apuntahadael~<muhclo" delespíritu>~ ,protestandoicontra.
eirlb eonotrasi}Jalabrast no existe e1determiniSmo;el hombré.es libre; el
redueci6n positívista. del hombre á la naturaleza: el hombrees 'ínteríé
hombre es libertad» ,·Más bien, «eLh0mbre. está eondenado a. ser! libre»;
ridady libertad,! eondenday reflexión. N( Blondel,. en rAction (
porquefuerade:csfmismo'nohallará ninguna señal que lo oriente. Al
se planteaesfe dilema: «La vida .humana,ltiene o no tiene sentido
triunfo de la raz6n sistemátka eon Hegel, le sueede el existendalismo,
y responde coneentrándose, nO.en la raz6n sino en la aeei6ri,en la qlle señalae1 trágko. destinQ ¡ a ques,u cQndid6n de serlibre deparaal
queda tipifieada ¡la. vida hilimana, H.i Bergson,en Laevoluéión
hombre, a quien se exhorta re~e a ~q40,~ pas¡a.r:ge.una existentiatrivial
(1907), reehaza el determinismo y defiende el earáeter irreduetible de
a una existenda auténtka.Raz6úy·sujetó formahuri binomio insepa,
eondenda ereativa, eonstituida por tUl «i.n:limlso vital». También el
rabIe, porque la raz6n .preeisa de uIl·yo,. YpOfqllelSl priI)lera.dignifiea. al
422 -
segundo:como;p.ersótl'álialú1:z~tÍf: v:iiTe·seglÍn.loqlle·,na.¡.u.""'-'.LU~u\.IJ""''''
la autel}ticidadysinceridadLrte LQ.C\CL'-".L"L\JH,.
se encuent:ra.h moralidaddetsujeto>~}~~'
sídad Lateranense, Roma 2002, 27; ... ' . ..••.., , dell'ultimo decenriid,en VitaMonastica 132 (1978).18-46; L SARTOlli .(ed.), Religiositapopolare
20 Cf Coneili~m 9 (1973) 87 ~9b; Movimientos del despertar religioso. ecammino di liberazii:me, Bolonia1978; .\T.Bo;La religiosita popolare,. Asís 1979;· D. PIZZUn-
ZICf A. ROSSI, Le feste,dei;poveri,Bari1971; E DE MARTINO, Sude nu:!gia, Milán GIANNONI, Fede popolare, Casale,Moríferrato 1979;.S; DE FlORES, I,pellegrinaggi ai scmtuári:ánalisi
LANTERNARI, Folklore e dinamica culturale, Nápoles 1976; Concilium 9 (1973) 81-83 La fenomeno e problemi pastorali, en AA.vv., Liturgia e fOtrrte di pieta. Per unrinnovamentodella
tenciade la religi6n;'Q. DE ROSA, Chiesá e religione popolare nel Mezzogiomo; Bári 1978~ " «popolare» , Milán 1979, 120-145.
ce; eSlJ:e(;lalmenteeFl::ceJ ,m~mpocs~~Xl!lLln;,t~eJ~~p e¡.I0J:I11nl(~'QJL~lí:"¡
la muj~r2:\ .
····Másallá: de las:diversas¡ interPthadones~~, ¡la •.t eoJlógÍa~,e~(~XI)re:sa:j~í A primera; vista,Lpodríapatech.que la mariología transcurriera por las
siglo:XXconfirmáiii.do elmodel0mariualistaméoéscolást1eo¡··. . ..,·C'A)~ ... A·
U'''''I,,_''~U. ~'_'''J~_~ • fsin,identificarseconJos fenómenos culturales
sus añejos rriétodos.siJi·elmehor vínculo conelespfrlt;ude los U""LLU.J\'"
del siglo XX, centrados en el hombre y en su libertad, y aun remando a
que .rechaza las cpropuestasde rel10~1aC:1Óllprm1erl1e1flte~sJCleLm()Clt~rnlSJ CQllttcíé6rrieilté de e$tos.
y de la N ouvelle théolagie,:yello mientras el concilio Val:1C8lno ........ ~...~~ ··Abl.lndafrdo~n lodicho,'uo sólo la mariología del Oriente ortodoxo
la teología a-la luz de los, GUatto objetivos qurejustificaton la (d;ndeprev;alece l~Ílnageh~aogmática de María:), siri6. t81I),bi~n 16s tra~
toria. conciliar: autdconciencia y .reforma :de la Igle'sia" .'-ULLU.L"-CL-,..r. tados católicos sobre la materia de la primera mitad del sigl6XX'siguen
ecuméhica; diálogo con'el· mundocontemporáneo~: recorrielldola r~taaelossiglo~ anteriores (la de la imagenrnanuali,stq
Después del Concilio,.·la teologíaeonocerá dos períodos deMaría), experimentaridode manera mínim8:la influenciacle la'sellsi~
en el primero¡aeometerá. una teriovación:a la hiz deL espíritu '-v.LL"":Lr bilidad de la época. Sin embargo, también hay teólogos famosos atentos
y en el siguiente, se embareará:ehun procesa de '«dleSI)la;ml1ll1ent4~>ifí ala óIltura del. tí~p:1pqYasl1ainaJ:rÜsm()y diver~iaád, te910g'6sque
centrodegravedaddeFeristianismo, que. busca nuevos .lugares conftbntanesa cultura con la figur'a de la Virgen, de lo que resúlt:ará
incardinarse;enparticularen América· Latina, dóndeJa +,LL'-"'~U'~ una semblanza renovadayftesca de la Madréde Jesús (comoJa imagen
es tanto forjar un cristianismo conciliable con eltiempode la existencialistci y antropo16gica ~dé' Ma.ría) .
zación, como ene1JPririlerMurido, sino el compromiso en favor .Al c~lordel condlio Vaticano .H, el aparato mariano tradicional se
desheredados,c de·.lainftahúmanidadque se éonsume en la L:LU..,LL\_LL",,,,,
torna ptoblemádeo;iná.s aún, entra.en crisi~ a causa de S\lS esquemas
IahistoriaiY la dénunciadela cohdiciónde opresión·en.que se premodernos; También las ciencias humanas se ocupan de María
los pueblos.. En este sentido, en,Áftica,conelManifiestodeDar~ y ofrecen d~ ella .una interpretación desde sus respectivos puntos
Salam (1·97 6). nace la: teología del Tercer Mund6. Por último;' en la de vista; interpretación que siempra sospechas sob!,e la. inocencia
eclesial emergen nuevas ,protagonistas; !ya. no están sólo los dérigos, y verosimilitud de> la imagen:evangélicade' María. ParC\i salir' de la
que también ahora los seglares .y las mujeres tienen. un: papel :cómo crisis, la mariología recorrerá la Ví~l conciliar de la n~novación,la vía
piradores de la ortopraxis y fOrmulan propuestas, capaces de cornplementaria de lá recuperación)' la vía inédita, de la confrontación
compronlÍs~ en f~~orde.laf:~flstrl!cciÓv. de unas~cied~dmás culturaf,que aportará sustanciosas contribucione~a la revalorización
de María.
Nos oC~I>areinosenlos capítulos siguientes de estas tres vías. Aho~
ra nos detendremos enlos~res modelos que se desárrollandurante la
primera parte del siglo XX, y se detienen eh 10$ umbrales del concilio
Vaticano 11. .... ..... . . .. .
coroup:esxcqjI!¡;'telesteÍ:€9tipdrhanualista/'(enunciaciónde la tesis
Escntura; 18. Tradición
la razón} teológiCa) ,~,p~ro presentan' tambiérr'singularidades que los
,de dlchoestereotipo.Corholos demás manuales escolásti-
lostratados;dem,ariología, además del carácter deductivo 'y de su
27 ].-B. TERRIEN, La mere de Dieu et la Mere des hommes d'apres les Peres et,Ú¡ tl1e()tog¡~;,1I apologétko;y. polemista\ aveces muy acerbo, presentan ~según J.
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A. CAPPELLAZZI, Maria nel dogmacattolico, Siena 1904;M. MANIO; Le Vágine lVWUJ,le,LVl,:n; a(partirde 1854 una triple nota: sano positivismo, por el cual los
macolat;a,alJu1l1e delZ4 fede, della TfLgione teologica,dellgletteratur((,e dell'arte,f. ,nl:amJlC.QO'S, no contentos con las razones de .conveniencia, recurren
E S: RAMONI, Theologia mariatía, 3 vals., Retaux 1904; R. QUILÉY, l\1arythe
Ratlsboná 1907\r M.SCHÜTZ, Summa mariana. AIIgerneines HandGw;h manerácrítka a la Escritura ya la Tradiciónj búsqueda de la unidad
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fl'\"orn'l11rrt del tratádo, vinculandO todas las ,partes con el pfimer. principioj
Tr~ctatUs de beata Virgine Maria ejusquesponso S: Josepho¡ 1912; ].ALBRECHT', Die
Ff!:burgo 1913; C: VAN COMBRUOOllli, Tractatusde bea,ta VirgineMaria Gante1913- estudio histórico del.desarrollo de cada una de lasverdadesi recorriendo
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Mother of God,Londres, 1914; C. FRIRTIIOFF, Ptáe/ectionesdemariologia s'\J,~¡tpin'f1.ti,cP las diversas etapas y .analizando los factores de tal desarroll0 28 .
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~at:e szve~rwlog¡a, !nrísbr:r~k 1918; o. R. VASALL-PHILIPS, The Mother of Christ: or
Vlrg¡tt Mary ¡n Cathohc Tradltwn, Theology and Devotion, Londres 1920; B. elloS'se manifiesta la tendenciá a conceder la primada aja .Escritura,
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Urbild der Ki:ch~. Organischer ~ufb.au des MariengeheimniSses, Wurzburgo 1950; p''-'H'O¡'m'llV¡'',LKV Erwsers, Paderbom 1959.
und ~ns~r He,zl: el1l pastoral-marwlo~cher Versueh, Limburgo 1951; G. MIEGGE, La wrgine 28 Cf]. BOVER, Síntesis orgánieade.la mariología en fúnciónde /a. asociación. de María a la obra
SagglO d~ storw del dogma, TorrePehce 1950; L. LERCHER, De Christo Salvatore, de Ancilla redentora de Jesucristo, en EstEcL 12 (1929) 3.
Salvatons, en Institutiones theologiae dogmaticae in usum scholarum, m, tialrcellona-l!lnsbr 29 CAYETANO, Comment. ad q. XXVII, 3, a. 5.
y,Roschifli.refiere}I~§ ;ID~lqhr:aside~Melcq:orQano: ;«E1:¡primen ;lugar causa;efiGie:nte,.ies~ecir,tDi@s?e1'l:¡eldecreto¡ ae:predest111ación y eÍllaTea,
lógicoJ,€s laautorid~d§de;l~:)Sagrada¿Esbrilmra'üOlJ.EemalaH~fl lizaciófl, clel·mismoLerueltieiRpo~;LasegulIcla parte:t:00llsidéra81.María efl
sí mÍsmaj' es decir, segúflla causa material (privilegios relativos al cuerpo)
y la formal (privilegios relativos al alma). La tercera parte, dedicada al
culto de la VirgeÍI;és.eri:tehclid~p6r RóschiflÍ como cortsecúencia,«ad
precisa que tafl sólo e1.sefltido literal primario y el:'¡Sel);tHJQ~+ ...... ~,-<,.",,,, modum corollari»33.
de fuerza probativa;miefltras que eLsefltidolitetal Siflembargo; ·esta claridad de premisas choca cOflla multiplicidad
sefltido espiritual tieflefl carácter. ilustrativo. Pero él,auflque de respuestasacerca.del primerpriflcipio de la mariología34 y COfl la
que la Escritura y JaTradición «son fuefltes objetivas y cOflSiguielIte diversidad deestructuraciófl de los tratados mariológicos35 ,
ladivifla Revélaciófl»; cOflcede sin. embargo la prioridad al como se despreflde del título de alguflos de ellos36 • Los mafluales autó,
eclesiástico (documefltos y liturgia).; que· «'esfueflte, subjétiva y
33 ID, Mariologia, 9-23. .
tiva», y eflélse eflcuefltra «Ufla cierta sÍfltesís y uflaexplllc8lcíc5n'iFtl
34 Hay intentos por clasificar las posturas acerca del primer principio en G. M. Roschim,
abufldaflte»' que efllas demás fuefltesteológicas 32 • Mariologia, o.e. Podemos resumirlas así: 1. Único princ}pio ~imple: maternida~ divina (I:'ohle:
Gierens Llamera), nueva Eva (Deneffe, Alameda); 2. Uriico principio compuesto: maternidad
El meflcioflado Roschifli, siguiefldo.a BittremieuX',.Bover,. esponsal (Scheeben), maternidad concreta o histórica (Bernardo, Bov~r),mat~~idad sot~rio
Feckes y Merkélbach;enfoca biefleLproblemadeJa; lógica (Merkelbash) ... ; 3. Dobleprincipio:maternidaddivina y m::t~rnldad espl~tu~UTemen),
Madre de Dios y socia del Mediador (Bittremieux; Keuppens, Alastruey);' 4. Pnnclplo formal-
ciefltíficade la mariología. Partedél presupl.lestG'de;que, da mente único y virtualmente. complejo: madre. universal. (R()scpini): C. DILLE!'lSCHNEIDER, Il primo
gía es parte de la teología y de que, por taflto, debe ser. tratada /)rinciPio delld teologia mariana,RoÍna (1957),33-87 reagrupalas solucio~es.propu~st~s en .to:n?
a las concepciones distológica y eclesiológiéá. L. BOFF, Il volto materno dI D!O. Sagg¡o mterd!Sclph-
todo
,
él resto dé'lateología».
,.
' , . -,', " .
y así como la teolQgíá
'. :
es cieflcia, es
~ \ '- ,
nare sul femminile e le sue forme religiose, Brescia 1981, 17-26, distingue siete posturas acerca del
«principio unitario» o «núcleo organizador de la mariologia», comprendido el histórico-salvífico,
cOflocimieflto~e la verdad dedúcidalógicamente de pero procede orientándose hacia un principio de tipo antrop?lógico, es decir, o~ta por «el feme-
mariología participa de, ta1.defifliciófl. La' rnaq()logía sehasa. en nino» como «manera nuevaconla cual Dios se autocomumca y «se autorreahza>~.
35 M.~M;PHILIPON, en té mérite«de congrt0;,de notre Meredans leChrist, en EStMar 2 (1936)
principios y;efl' defifliti\¡a'fJ1«uriprilllerpriflFípi()>> queefl 236-245, clasifica los. tratados de. mariolc;>gía el). cuatro. órdeJ:le~: artístico, místico, crist()lógico,
de, tal 'coflti~Ileefl gerrrie~las ulteriores .conclusÍ<mes. acerca :de científico; a' ellos Rós¿hini añade el orden cronológico (Mariología, 14-24). . .
36 Lós.principales títulos de los rriánualesde.mariología del'siglo.XX sonldssiguientes: 1:
Roschiflrafirni~.que etpri1ll.erprincipio eS
dáic1ea cefltralde Maria Deipara. En boga durante el siglo XVn,este título reaparece en el siglo XX en las expre-
siones de MaterDei (Lépicier, J. Müller); Mere de Dieú (Terrien), Gottesmutter (Albrecht, Gut-
mariología, qué hace posible su 'coflStruccióJ1 orgáflicá». Efl' . bedet) ,Moeder .Gods.Oat;lss~ns), Theotokos (M. J. Nicolas),. acompañado <llgunas veces. por otros
COfl taL plaflteamien.t~, Roschifli -'-:corno había.heclloyaNigido, epítetos. n. De beatá. Esta ~xpresión, que por lo común se emplea para d~signar el tratadoma-
nual sobre María, se encuentra raras veces en diversos manuales: cuatro veces (van Combrug-
ÍIldepefldiefltémente de él-estructura sl1ma.iiología .según las ghe, Lennerz, Boyer, Alfaro), además de las cinco veces con el superlativo beatissima (Lépicier,
Gragnic, Alastruey, Merkelbach, Rambla). III: Theologia mariana. Después de Ramoni (1904) y
causas, juzgafldo que esta dtvisiófles «la úflica verdaderamente Boccazzi (1944), eltítulo adquiere auge gracias al Court traité de théologiemariale de LAURENTIN
fita»,. r..a primé'd(pahe consided a María segúflIac:3.11s'a fihdl, ·.es (1953) y finalmente gracias al,'oyo MARÍN.con la obra La Virgen María. Teología y espiritualidad
marianas (1968). IV: MaTiologia/marialogia. Acuñados en el siglo XVII por Nigido (1602) y por
segúfl la doble matemidada la que Maríaestád~stiJ1ada, y ,,'-,,:u.~J.J Contenson{1668;1669),10s dos términos conocen vicisitudes alternas, y el primero de ambos
termina por imponerse. La voz «mariología», después de un largo eclipse,.reaparece en el año
1850 con la obra de H. OSWALJ\ Dogmatische Máriologie:Desdé entonces tal voz reaparece por
30 M. CANO, De locistheologicis, 1, c. 3. lo menos cinco veces en el siglo XIX (Lenz, Kurz, Stamm, Corominas, Bujanovic) y termina
por imponerse durante el siglo XX, en el curso del cual al menos 23 tratados, que lo recogen
31 J.~B. TERRlEN¡ La·Mere de Dieu et des hommes, 1'" partie, 1, XIV-XV; C. H.T. JAMAR,
en el título o en el subtítulo (Pohle, Mül1er, von Neukirch, Roschini, Alastruey, Keuppens,
logia mariana, 8; G.-M. ROSCHINI, Mariologia, Roma 1947 2,59,62;
32 G.-M. ROSCHINI, Mariologia, o.c., 32-33.
Merkelbach, Garrigou-Lagrange, Plessis, Pérez, Rosanas, Gordillo,Schmaus, Sánchez-Céspedes,
Marydas, Fuerst, Kraszewski, Gonzales, Melótti, Berrettoi Pikaza; Forte, Casale).
nomos de trianologíasbti: 3bjetoídé,numerosascntíc.as; pri.ncipClllmlehi teología\raéional: esJálsate01ogía»39; los ortodoxos estánconvericidos de
causa de su pétdida de con.tactó;t6rrel conjunto. de> la teólogí,li._, que~elmejoréamirio para<el'conocimiento dehmisterioesia experiencia
Dios en la san't:idadcdt:davida(la theologia es inseparable de la theoria
Corttemplación)~Los6rtodoxospiensart-que el proceso de deducción
3.. 2. La «Theotokos», corona de los dogmas. racionab<í;sel ;niveheológíc.o. más bajo y menos seguro» 40. Esto explíc.a
por.quéelgrai:Lhatadode Panaghiotis Trembelas Dogmática de la Iglesia
Durante los siglos. XIX y XX.se asiste al renacimiento ortodoxaqatólica, publíc.ado.entres volúmenes en griego, en 1959, y en
teología ortodoxa, que resurge con renovada pujanza con los eX1Jorlert frahcés,en 1966:..1968, reserve tan poco espacio a la ratio theologica,
rusos de la segunda· Diáspora y -con los teólogos griegos cOl11te1IllZ'@ hasta el punto de que la obra reviste el carácter de una historia de lbs
neos37 ..
dogmas más que el de un manual orgáníc.o.
La convicción fundamental de la Iglesia ortodoxa está formulada así
por Elisabeth Behr~Sigel:
3.2.1. '. La vía de la experiencia
«Para introducir en el misterio de María, ella deposita su confianza
Acerca de la met()dología adoptada por estos teólogos,' debemos en la pedagogía de la liturgia. A un enfoque conceptual concluyente,
que enelcatripo ortodoxo si observa una resist:encia a. la. Sls1tenlatlZa'yf ella prefiere-una.asimilación y una iniciaciónprogiésivas con la ayuda
racional, tan cara a la escolástíc.a de manual en Occidente. Es un de las imágenes y de.los símbolos de la. poesía litúrgica» 41.
que:
Al atenerse a lo que los Padres determinaron con respecto a María,
<~El Oriente cristiano Iloha buscado uIlsistema para la propia la ortodoxia se muestra reticente al desarrollo mariológicoposterior al
triliamariana, táririca, fijándola eritratádos, como ha símbolo niceno"constantillopolitano y en el concilio de Éfeso, donde se
Occidente [... ].JnclusoeIllos tratados de teología ortodoxa proclamó eL título dé.Theotokos, de significado eminentemente cristoló~
[... ], elpue§to dejado aMaría esrelativamenterestringido,y gico. Puesto que el período patrístico es considerado normativo, aLigual
insertado generalmente en los capítulos que tratan de que la Sagrada Escritura, los ortodoxos no sólo se abstienen de ulteriores
pneumatolOgía () de eclesiología»38. formulaciones dogmáticas, sino que además expresan reservas, algunas
veces con filos polémicos, acerca de la Inmaéulada Concepción y de
La carencia de tratados autón01IlOS sobre María, con poquísimas' la Asunción, dogmas de la exclusiva definición de la Iglesia católica.
c:epciol1es, se explica porel desinterés por sistematizar y porTa H,"'.'-U.u.
Más aún, advierten contra laídea de interpretaren sentido favorable a
a la concepción antigua,esencialmente cristológíc.a,de la Theotokos. estos dogmas las afirmaciones de los Padres y de los teólogos orientales,
llegar a la condenCi de la razÓn, .como. hizo N: Berdiaev, para quien
La zarza ardientE;, de,S. Bulgakov,y La Madre de Dios enla . .~,¡;,~.J.~.~.~:. La zarza ardiente, .obra compuesta por Sergei Nicolayevié. Bulgakov
doxa, .de A; Kniazeff (estos dos: últimos. son tratados ·UU'CVLJL'-'U.L'-''' (t 1944) en Praga en 1924 y publicada en ruso en 192744, se propone
María). realizar.unanálisis crítico del dogma católico de la Inmaculada Con~
cepción; En .elcurso de este análisis, el autor expone de manera posh
tiva, a modo de digresión, algunos rasgos deja do.otrina yveneradón
3.2.2. Imagen dogmática de María ortodoxa hacia la Madre. de Dios. Desarrolla con detenimiento y por lo
general con profundidad Jos .cuatro temaseri que se divide el tratado: la
Después de exponer una historia de .la teología, en la cual tiene ~1Usencia delpecado personal en la Madre de Dios, la fuerzadelpecado
bién en consideración a OGcidente, Trembelasestructura la VO'1!11l:aw original en ella, el dogma católico de laJnmaculada Concepción y la
en siete libros:. «Dios trascendente»;·«El soberano.supremo, glorificación de la Madre deDios.Se'ooserva enseguida que.lacuarta
su reino eterno»; «Jesucristo, fundador del reino de Dios .en parte es lámásexhaustiva (pp.l06~179), ya que su extensión equivale
«Incorporación de los hombres al reino de Dios»; «la Iglesia, reino a la de las tresprimeraspartes.juntas(pp.29~105). En esta cuarta'parte,
Dios en la tieITa; «Los sacramentos»; «Escatología, o consumación Bulgakovse detiene a estudiar el culto litúrgico dela Madre de Dios,
reino de Dios»; parcela en la que alcanza uná notable sutilezaiprofundidad. Las fiestas
De las 1.744 densas páginas, de su Dógmáticaa la Theotokos; de la Anunciaciónydela Dormición proyectan unaJuz particularmente
las dedica quince páginas inserta en el libro m,. es decir,en esclarecedora sobre.el misterio marianoiLaAnunciación señala el cum~
plimiento de la maternidad divina; que eleva a María por encima de Jos
postática-,y más en concreto en la obta.soteriológica de. Cristo (cap ... querubines y los serafines; y este hecho sagrado representa el descendi~
«La Madre del Redentof>~ ).Faltaenesas páginas. cualquier miente y la ihhabitación del Espíritu,que deifica.a la naturaleza humana
sistemática o racional; eLautor propone la fe de la.Iglésia a través de en la persona. de la Madre de Dios45~ Puestoqueh que engendra no
antología de' testimonios de los conciliosyde los Padresacércadela puede sino generar algo semejante a símismo, Nestorio se preguntaba
tokos,. de su viiginidad perpetua, de su «impecabilidad relativa>?; .LL.'-LLL"-''-LO cómo María, siendo humana, había podido generar a Dios. La respuesta
se pronunciacóntra las innovaciones de la Iglesia católica romana, se encuentra en el hecho de que, aun excluyendo una unión hipostática
sólo manteniendo' que la Theotokos es «rea de la culpa original y
43 N. P. TREMBELAS, Dogmatique de l'Église ortódoxe catholique, II, Chevetogne 1967,141-143
tral, como todos los seres humanos>~,qino también protestando contra
Y 222-234.
44 S. N. BULGAKov, Le buisson ardent.Aspects de la vénérationorthodoxe de la Mere de Dieu.
Essai d'une interprétation dogmatique, Lausana 1987.
42 J. MEYENDORFF, O.C., 199. 45 ID, Il roveto ardente, Cinisello Balsamo 1998, 107-108.
c0n.Mana~¿LEspírituSant0z~escerklio¡:s0breellaj C0murticándole ">?""Q,,,.V ¡a Sil c0t;ldición.de;ínmuneal :pecado ydedmpécabilidaden el
divina y hadénd0la pneuÍfiatófora:" ¡;.i ¡. .Bulgak0v, ar igual· que para t0da.la
ürt:bdóxa, Hsohhechodeplaritear.la.cuestióri de que Mana, Pu~
«Una hipóstasis humana,. elegida eritret0daS'lás generaciones;· .y uabemáculbdivin0,hayapecadosuscita .«hmwr». Después de
llegad0 a ser transparente aL Espíritu Santo y,aun pelID::m(¡~OH~r re:señadolasdiversasfasesde la vida de María, el autm concluye
humana y creada,. ella [... ] fue t0talmente deificada .. Así, «élevangelionDC0ntiene nada que: induzca a.imaginar que hubiera
pers0nal, era·lamanifestación delEspíritu Sant0»46. clase de c0ntaminación en la Purísima». La única excepción
fa; taFausenciadepecad0 en la Theotokos la hallam0s en eLpról0g0de
La Dmmición presenta a María en dimensión cósmica. vida, es decir, en su C0ncepción y nacimient0, que para Bulgak0v se
c0nsumada; su muerte,' es resucitaday gl0rificada c0rpmalmente; dentwdel pecad0.miginal?2.
sentand0así ya «la resurrección y la gl0ria del mund0» 47. .P0dem0s descubrir tres. raZ0nes tedógicas que explican elpensa~
En la nueva creación vuelven a enC0ntrarse de fmma perfecta" t0de Bulgakov. La primera es demden cristo lógico, .y .pretende
y Eva, el principi0 masculin0y el principi0 femenin0~ Crist0 y salvaguardar la unicidad de la santidaddeCrist0..]esús,el Señm;es.«el
manifiestan la.imagen.plena e.íntegra de la natural~za.humana, úniC0 sinpecad0», y nadie.puedec0mpartir C0nélestaC0ndición, ni
vez revelan al Padremanifestand0 la segunda y tercera h1rIÁ"j-" 'siquiera María; en..ella «el pecad0 .miginal. C0nservabat0da su fuerza,
comprende la veneración de/la .Iglesia. hacia la Madre de Dios: 'c0n sus fatales 'c0nsecuencias». Pmtant0,a Bulgak0v le parece que la
superima 10ssant0s y al0s.ángeles y,habida cuenta desup0sición concepción católica está infici0nada de. burd0 juridicism0, p0rqueanti~
en la Iglesia, <<nada setealiza.enel mund0al margen de .ella» 48. ciparía arbitrariamente para.María.10s mérit0s deCrist053 •
Bulgakov se muestra muy p0lémlc0 cuand0 pasa a 0cupars La segunda razón es mariológica, y se basa en la sucesión de vicisitudes de
d0gmade la Inmaculada, al que él considera pwmulgad0 «de la vida de María, que revelan las C0nsecuencias del pecad0. 0riginal: la en~
apresuradapmun decret0 d0gmátic0~admínistra'tiv0 del Papa»49. fermedad y la muerte. «La Madre. de Di0s falleció de muerte natural», C0m0
el teól0g0 ruS0, tal d0gmaC0nstituye sustancialmehteun enseña la fiesta de la Dmmición, y la muerte cmpmal es la manifestación
pmque es «la e.xpresióri incorrecta de una idea justa: la de la 1'YY11nOrrt "1 'última de la debilidad del cuerp0 y, pm tant0, señal de su pecad0 0riginal.
personal de la MadredeDi0s>~5q. Es precis0.admitir, en cambi0,'que
52 lb, 33. Más tard~, en 1953, Bu1gakov se ratific6 en esta postura: «También Ella tenía el
Purísima «el pecadoioriginal conservatodasufuerza,c0n sus I..-VJL1",,;I..-UOJ peso del pecado original» (S. N. BULGAKov, fAgnello di Dio, Roma 1990, 261).
53 Par:cialmente de acuerdo ~on Bulgakov, pero con mayor espíritu ecuménico) se muestra
cias fatales: laenfermedad.y lamórtalidadcorpmal»51; A. STAWROWSKY, La sainte Vierge Marie. La doctrine de l'Immaéúlée Cónception des Eglises catho-
Aparte de la p0lémica que genera, La zarza ardiente lique et orthodoxe. Étude comparée, en Mar 35· (1973) 36-11LEl autor hace'refen!nciaa·tres
documentos oficiales de la Iglesia orient~l qu~ rechaza:nel ~<Iluevo dpgma definido por Pío IX.
evidente testimoni0de ·la d0ctrina ort0d0xa acerca de la Theotókos" Los teólogósortodoxos están hoy día de acu~rdocon tales do¿umentos, aunque no searrinfa1i-
bIes». Stawrowsky sigue el camino trazado por Bu1gakóv, observaIldo que ciertils expresiones de
la fónnu1a de Pío IX, como «primer instante», «por especial privilegio», «en vista de los méritos
46lb, 139. de Cristo», causan una penosa impresión en10s0rtodoxos.Esas expresiones evocan una Máría
47lb, 119. separada de la estirpe humana e instrumento pasivo en las manos de Dios, La soluc~ón propues-
48 lb, 175. ta por Stawrowsky consiste en la aceptación de la doctrina cat61ica sobre la Inmaculada por
49 lb, 93. parte de los ortodoxos, y en una revisión de la fónnula del año 1854 por parte de los católicos.
50 lb, 83. En efecto, las dificultades no· proceden de la tradiciónTde la doctrina en sí misma, sino de la
51 lb, 36. fónnula, muy defectuosa.
La' tazóhhtás:,~adieal·es)la;:razQTh an~ropológiGa" ...,.I...,':cn 1·A,,1·t:>rll""~'" EtalltptA se, detiene qbn 'c0mplaoeno!a.;ynaa:sifuq.clóncelesrtal de
gákovpara.:solve'ntap la ,,0nb:aüfccioú:que percibe;entreJa, U.U.'J,"-,LL" pero,sin;desligarladelmundorydedmIglesia:En iefeGto, la Virgen
·.HULLCl ••
peéadapersonaty la presencia del pecado V I ,,""".,..., ~,ert€:~m~te,algénéro,h:úmano; :.más: iaún,.«tQda ..la Iglesia cristiana .es la
vislumbra «el vicio radical delaant:t;opol()gíacatólica>~ "'''''I'l'rt de Dios». Miria esyá «eHnun.dog16rificadoen Dios y cerca de
que esta establece entre la natllralezacreada del hombre'y Dios, que poseéa Dios y lo hacenacer»55,
cual se sobreañade ala naturaleza y luego sedisipaconHa Másinteresantetodavíaies el estudio de las relaciones de María con
gen. Para Bulgakov esto es introducir un modo mecánico. y ~rlh1t'~<lr, personas de la Trinidad:.AquíBulgakov subraya en diversas ocasiones
el actuar de Dios. Aduerencia de lo que afirmala antropología:oato, lá ,«diferencia radical» entre el Verbo .encamado y María, por razón de
el hombre es icreado en la gracia. y permanece siempre como LLU.U¡;;""" la naturaleza divina propia, del Hijo, cuya gloria y poder son ilimitados;
Dios. Pero el hombre debe alcanzarla semejanza conDios a mientras que en la' Madre. esa gloriaypoder.sonderivados ..Al'mismo
sus elecciones libres. Aquí interviene el pecado original, que riempo, el autor subraya la «duerencia esencial» entre la' gloria de Mana
fiesta en.la debilidad morbosa de la naturaleza, con sus co:nS~~CUlen y la de los santos,rio sólo porque el cuerpo de María está resucitado y
enfermedad, muerte y pecado personaL es glorioso, sinomás todavía poda relación que mantiene Maríacon.el
El' autor se ve obligado •a' admitir esta· debilidad morbosa en. Verbo y con el Espíritu. María es ~<lamanifestación dela Sabiduría de
debida a su cortdición humana~:Pero así como la gracia de .L/ 1!Ui"l .. 'U Dios, de la Sofla», ya la vez «la persona pneumatofora», una «hipóstasis
tralizó en ,mayor o .mertor medida el mal en, tantas' personas J c.reada, humana, que se convierteenJa morada deLEspíritu, a pesar de
Antiguo Testamento (desde Moisés hasta Juan Bautista), así no ser una encamación del Espíritu».
esa gracia realiza, a través. deja libertad personal de María,un Bulgakov no descuida la antropología. Ve en la criatura María y en
de «impecabilidad personal» que se aproxima a la justicia original. Jesús Dios-hombre «la imagenperfetta del hombre», el cual es, a su
Maria el pecado personal, pero también el pecado original, que es vez, imagen de Dios según el designio divino de la creación. Y puede
del mismo, queda reducido a una pura potencialidads4 • afirmar que «el Dibs::.hombre y la Pneumatóf6ra,: el Hijo y.laMadre,
al mahifestarla reVélaciÓn delPadregra:ciás' á láseguhday la: tercera
hipóstasis, presentan,. así lapl~nJtud .de la imagen de Dios ert el hombre
a, inversamente, la plenitud dé la imagen del hombreen Dios»:
Mientras que lahistoria, que prueba ellento.procesosecular.que con-
r-a:
Eti.la segunda. parte de zarza ardiente, titulada «La glorificatíón aujo a ladefiniciórt dogmática,noperfuite aceptar la idea de Bülgakov
Madre de Dios» (pp~ 106-179); Bulgakav pinta un extenso fresco acerca de que eldogm::t. de la Inmaculada fue apresuradosQ , su critica
abarca. todos los mis~eriós niatianoscelebr,gdospór la liturgia bizan hada elcarácterextríp.séco de la gracia, tom6 40num superad,ditum ala
desde laiNatividadhasta la Dormidón. E.Bulgakovadvierte naturaleza, es compartida por teólogascontetnporárteosquesiguen a
cuho a Maria se va imponiendo .en el corazón del cr~yente.a
que aquel se· eclesializa. 55S. N. BULGAKov, Il rovetó ardenté, 0.qJ16 yÍ26; .
«Esta fórmula -...-admite Kniazeff.,., es ,el résultado de una larga. evolución en Occidente,
56.
54 Este aspecto se encuentra claramente expuesto en la otra obra. En la «Purísima Virgen no sólo en. el plano de la piedad 'sino también en eLde la teología» (A. KNIAZEFF, La Madre di
[...] perdió todo poder el efecto del pecado original>, (S. N. BULGAKOV, rAgnello di Dio, O.e., Dio nella Chiesa ortodossa, Cinisello Balsamo~1993,n5).
H; deImbac57:/Maria.hallmírlejor:acomodo enlahistoriáde '~.Eí~~""·'~ en elm'isterio de la saBidllría!'deYQi0s.y~¿n:sÚ.rej.Iízaci0hen1a"erlcafuá~
particular corre~dón:. cohla~m'ujer~s(:santas, recuperadas¡pof/ "-L·""",.•.",-! rederltoray eh la Iglesia. Se ha hablado al respecto de «mariología
de la Iglesia .católica(n.;489);.ErlLtaLC:ontexto,· Bofián.i¡::.a»,i para:caracteí:'Íza.ri "en. éspeeial!eE pensamiento ;de .Soloviev,
pierde la nota de arbitrariedad que advertía Bulgakov58 ; ElorenskiyyBulgakchT;scH5re;Ma.ría.AuIl€jue;no>sea fácil determinar el
Sobre todo, es predecible, en convergencia con· el Oriente significado de la Sofía, estos teólogos ort()doxós insisten enver en ella el
una formulación en términos positivos de la Inmaculada ~~ ••~._,..,~.•",. proceso histórico, de la humanidad desde la creación hasta la deificación,
trata de aplicar la analogía fidei o nexus mysteriorum·o hierarchia eontenidoetemárheriteen Dios: «Las criaturas,y.sobretodo el Verbo
que obliga al teólogo a situaEcualquierdato particular enn_L,a"-L'VH!""',J cuanto encarnado, Maríaylalglesia son para ellos manifestaciones
totalidad de la fe y con su centro, Jesucristo; que en el Espíritu cOlrrdll1,(;;~ o encarnaciones deJa Sofía»60. El encuentro ontológico de la Sofía con
Padre; Hoy día la teología católica reconoce que hay que superar el cosmos se verifica en primer lugar en María,la ,cual.se convierte no
monismo recriminado en particularpoENiko Nissiotis59, UI;;;~aLL"'LLaLLU", sólo en la Theotokos, sino en «el tipo de la pneumatofanía» (Florenskiy)
cualquier, ámbito teológico la relación con, el· Espíritu Santo., La V, por tanto, tipo y origen de· la humanidad nueva.
culada es uncampo.propicioparaesta labor de recuperación, Siguiendo' a otros pensadores, rusos; Losskyllamaa María:
momento en que esta se contempló principalmente en óptica
(como hizo, porejemplo, Duns Escotoyla misma fÓrmula U"'~HJla «El corazón de la Iglesia, su centro místico,'su perfección ya realizada
año 1854,que mencionan a Cristo. pero no al Espíritu Santo). [... ], la primera hipóstasis, humana en que ha actuado en sí el fin' últi~
mo para el que fue creado el mundo. Así pues, la Iglesia y el universo
entero tienen, hasta ahora, su cumplimiento; su, cumbre personal,
3.2. 4. 14, Madre de Dios en el misterio, de la Sabiduría que abre, el camino de la deificación a toda. criatura»61.
La perspectiva de síntesis de la, teología neo-:ortodoxasobre María. María adquiere enJa teologÍ<lneo~ortodoxa un,rico significado cris~
perspectiva del misterio en sentidopaulino:Ja Theotokos es ""'JLLLC;lHI.,.(LCl,' tológico, eclesiológico,antropológico y cosmológico'; que los autores
57'Hoy día ~e recupeta'el pl~n' di~no de la salvlíciórf, que nódeslindala. grada de fa mencionados así como otros ,no dejan de desarrollar., Pavel Evdokimov,
leza, porque «ser erístico ysercreatural (sobrena,turaleza y p.aturaleza) constituyen una
indivisible» (O. OOZZELINO, Vocazione e destino dell'uomo in Cristo. Saggio de antropologia
por ejemplo, insiste en,el consentimiento de la Virgen y ve, en ella «el
forúlament:a!e [protologia]; LeuÍIiari.1985, 85); " . advenimiento deja Mujer .restituida a su virginidad materna», la «coro~
58 PorJo demás, podemos Fecisar que tal privilegio es más de onlen modal
esen.cial,porque María' no pierde su condición decriatÚra redimida por Cristo (la na de los dogmas», que «proyecta luz sobre elmisteriotrinitarioreflejado
Concepción no es una'excepciórt aja redención), aunque tal redención se haya obrado no en lo humano»62.
liberador,sin? demaner~preservadora(María es privilegiada en cuanto al modo enque
mió). Hoy día la prbtología católica, en sintonía: con la ortodo:ia y, eh cierta. rÍledida,
la evangélica, abre el horizonte armevas perspectivqs.bíblicas acerca delestadode justicia
con los dones de integridad y de inmortalidad; Cn. SANNA, Chiamati per nome. Antropologia
gica, Cinisello Balsamo 1994; L. LADARIA, Antropologia teologica, Casale Monferrato-Roma : '. , e ~
nos referimos en particular a las renovadoras obras de]. MOLTMANN, Dio della creazione, --6°-B-.-S-CHU'--'-L-TZ~E-,La mariologie sophianique russe, en H. Du MANOIR (ed.), Maria. Études sur la
1986; Lo Spirito della vita. Per una pneumetowgia integrale, Brescia 1994. _ sainte Vierge, VI, París 1964, 215.
,5? N.NISSIOTIS, Lapneumatologieecclésiowgiqueau serviw de l'unité de l'Eglise, en 61 V. LóssKY"Lateologia mistica della Chiesad'oriente:Lá visione di Dio, Bolónia 1967,
(1967).323-340,Cflas precisiones formuladas,por'y',CoNGAR, Pneurnqtologie ou «ch·ri.~U:rrTJanLm 185-186.
dam la tradition latine?, en Ephemerides TheologicaeLovanienses 45 (1969) 394-416. 62 P. EVDOKIMOV, rortodossia, Bolonia 1965, 2H-220, '.
a<Dlno.laie:lá:HIs1h. náturiah~~a~gra:.c1ai Q. :nihndo:~:cristianismo.
polos;opuesl:osísoJ;tiletxi>ITooiclósiyoiafutrnados;etrjla;autonomía y con~
Los reflejos del: neo,-:huma:.nismei y'debexistertcia:.ltsm€jJsobft:j la d~~"~"~ propia,s de sus planos correspondientes, pero deben abrirse, no
María:. no 'se hacen espera:.r,correI result!:tdode nUIIla:.niZá:fla: y ::lstaITlte;: a los planos~superiotes;Vcenpart:icularR Dios,. quien constituye
derarIa 'en el dina:.mismo de la;psicologÍácomouna;~mü.je·'lr··,COlicret~l!~ I!!l:sU[)relthO(OrlUe.sto·perda la¡vez eLpuntosuperior que hace posibleJa
¡'¡;V,UCO.'l.lV.Ll ylaconsisterrciáde.lo concreto;' en eftkto, Dins noes>elcon~
vive la:.svicisitudes' huma:.nas,aanque sea' cOhJunaprófunda:.
I;tUJlL-UJ1, enemigo del yo y del mundo, sino el Tú que da significado a
lida:.d; De NuestrR Señora a laque hayqtie venerar, Ma:.ría
en persona de nuestra estirpe} en laque hay que inspirarse ....... ,.n·nl vida y me hace subsistir65 .
una más eleva:.dacalfdadde vida. Más aún; no sólo la Iglesia y Ro Guardininoescribióunavidade María; peto fijódos criterios que
tianos, sino también tbd¿ner humano enCuentran en ella su deben seguirse para' hacerlo en una carta dirigida .aun amigo;f reda€tada
identidad antropológica; Errpa:.rticulat la mujer, superados los en los años 1942~1943'ypublicada:err1955 conehítulodeDie.:Mutter
en boga o los lugares comunes; veen'Marfa a una persona ,.",e· .... ": .... ".
des Heim66 • EnJapresentación descarta. ya, desde, un principio de la
que participaadivamerite en los destinos dela humanidad. figura ·de! Maríad· «superlativo» fácil,' señal ,de· entusiasmoy,a laNez,
de intolerancia, que se introduce 'en la¡ lengua, en el pensamiento'Vc en
el sentimiento cuando se habla>tle María; Guardini seproponeatener~
3.3.1. Un serhumanocoriwnosotros¡ no una «diosa» se rigurosamente a"la. Escritumy, a :lapsit.ología;.reali~ta deL creyénte.
María aparece entonces como'unser.humano ahgualque nosotros, no
Uno de los.primeros pensadores en llevara :cabouna lectura como una «diosa»67. El. sentido histórico~existencial de R. Guardini lo
cial de María es indudablemente Romano Guardini (t ·1968), distancia de la tendencia riledievaLa '«entender la esencia deja Reve~
italiano pero de formación alemana. Su genialidad consiste en que lación.partiendodel concepto de 'Idoctrina"»¡lo cual entraña el riesgo
él se conjúgaronunavivayra:.rásensibilidadha:.cia la verdad de desatender la realidad concreta del personaje y del acontecimiento;
y una aguda mirada para ver la realidad del mundomodemo, de desatender «todo lo que no puede <;:aptarsepor medibde.concéptos
en sus valores poSitivos ,y nega:.tivosyen los problemas más <1L-UL-Jedn universales,· sino que debe ser contemplado, relatado;' esbozado» 68 ..
que lo acasa:.n» 63. Explorando ebcoITcreto humano, Guardini' SituáJ;ldose 'en el plano de lapersoria yi delos .acontecimientos, Guar~
su estudio la «teoría de la oposición polar», según la cual el ser dinrse pregunta:
aparececonstituido'porparejasde principios opuestos y L-VU,COldl...1Vl
afinidad~distinción, novedad~continuidad, unidad~pluralidad, 1l1l.Udl'lC
«¿ Qué .es lo .que debe de haber experimentado María; cUando ,<en
cia~trascendencia ... 64.
Esta teoría, al mismo tiempo que permite a la hora deJa Anunciqción¡lleg6a serMadre de Jesús! [•. ;] .. ¿Qué
dini superar la enfermedad de nuestro siglo, que es la '-'UHalL'- a.uu.:1U,
brinda también la posibilidad de resolver algunos problemas de 65 CfB. MONDIN, 1 grandi teol.ogi del secol.o ventesimo, l, Turín 19722, 99-104.
66 R. GUARDINI, Die Mutter des Herm. Ein Brief und darin ein Entwurf, Wurzbtirg61955.
(trad. ital.,LaMadredel Signore .. Dna lettera. éori abbozzo.di>trattazione;Brescia 1989 [citaré
.63 E ARbusso~G. FERRETI1-A. PERONE PASTORE-U PERoNE;Introduzione alla teol<Jgia siempre esta edición]; trad. esp., La Madre del SeñOr; Cristiandad, Madrid 1968);
poranea, Turín 1972, 228. 67 lb, 71.
midad con él yunproseguiradentrándoseenlo desconocido»70. .af~ranClla a las definiciones abstractas, sino que es un enriquecimient0 real
modifica el mod0 habitual de abordar las reflexiones sobre María.
Guardini percibe y describe el. aspecto., dinámico' de la
cosas en lavida,terrena'deMaría, su progreso «haciaJa .....~ ... _~,
cual ocurre más tarde el acontecimiento·dePentecostés»71: 3..3~2.María, realizacü?n cristiana del ser humano
llegó a Priori a la plenitud,sinqque'esta fue creciendo en ella, de,
especial enJarelación con Su Hijo»7~.Olvidareste periplo Rahner (t 1984), en la breve obra María, Madre del Señor, rechaza
como eracorn:únen la 'especulaciónyJa mística, que desde el que un tratado sobre María sea una cosa autónoma y que subsista en sí
atribuían a la Virgen el conocimiento de la divinidad de Cristo; ¡nismo. De María no ~e puede ha,blllr,sÍl1p clespués de haQer respondido a
ría únicamente ponerse en contradicción con los datos del . preguntas, ¿quién, es, el hombre yqui~Il ese! <.:ris~iarlO perfecto? .Sólo
sino también privar de una parte esencial él. la experiencia de entonces. el tratado lle~ará a ser significatixo cop. r~specto a la humanidad
arriesgarse a caer en el «peligro deta mitologización, que en ya la Iglesia} logrará «importaIlda para nuestra. vida»76.Ahorabi~n, el
relación de María con Jesús a partir de la relación de la diosa ."~'~,_. "~""~"_'. en su naturaleza. íntima,. aparece como;
73lb, 45.
6nb;lL
74lb, 44-45.
70 lb,38. Cf una estupendadescripcióh.de la fe de María en R;GUARDINI, Il Signare,
75 lb, 47.
1964,28-29 (trad.esp;;B Señor, Rialp;Madrid 1965). 76 K. RAHNER, Maria, Madre del Signare. Meditazioni tealogiche, Fossano 1962, 24, 33,35 (ed.
7llb,57.
orig. en alemán, Maria, die Mutter des Herrn; )2'riburgode'Brisgovia 1956). Hay una excelente
72 lb, 44-45.
traducción francesa, Marie mere du Seigneur, Editions de l'Orante, París 1960.
~< Un'espítittDque re,se:t1.N~lmeht~:se",halhal~ :esell.bha; .debüi~:aí;lacins()rrdable!:\h;jluritad de ,:Diosmismo;¡:>¿\)f 'eso: la teología
'(revda.N0rr,de,Dios;,n;,:q~d. ser iquetieneilecesananierité eh deb~;hablalTdeélla~H;a;t€ok)gíá:se cOflv¡iertenecesariameríte erran~
. Y;el'cristiano perfecto «errsu fOrnla más plena es; la IJUL·(Lc:l\)\JI:::!:\.tl¡ sigríificago histórico~salvífi:co de María está· determinado'por su
lasalvación,deDiosetemo y trino; que aparece eh] esucristó»; divina; entendida no cOmo un heehopuramente biológico
se ve claramente que: María es el prototipo·delser. humano que biográfico, sino como un acontecimiento espiritual:-corpólTeo y como
la palabra.de:Diosimás aún: decisivo de la historia de la salvación81 . K. Rahner habla repeti~
veces en sus obras del fíat de la Virgen para subrayar la importancia
«Es el cristiano perfecto, el ser humanototalmenfe 'cristiano,; de éste en el curso de todálahfstoria de lanufuahidad. Peró,
está bendecido en la fe del espíritu y en su seno, y, por tanto, que el «sí» de María fue posible y se hizo efectivo por la gracia
cuerpo y con su alma YJcontodas lasfuerzas·de·su ser, ha reC:WIClí de ,Cristo, ese fíat, no sólo coopera en la .salvación del ser humanó;
a€ogido alVetbo eterno del Padre>>:78 i ' iÍno que además 'es uhacto individual de acogida de la redención en sí
misma. María se .convierte, de. hecho¡ en el ejemph más perfecto de la
Eh realidad; para, Rahnet,.un inex0; necesario 'vinculaJa. , en el.prototipo de la' Iglesiarescatada~
teología~antropblogía,",mariología: En.efectó;:Dios no sólo Aunque1a posición dé María en lahistoriade la salvación es esencial,
con nosotros, sino que «en el propio Verbosehiiohombré»d~ única y decisiva, la Madre de Jesús «se halla,· enteramente de .nuestra
indivisible, de;suerte que, '«no púede' haber. una teología sin que. parte», por:qí:Ie," «como simple criatura, .María pertenece como nosotros
también una antropología»79.·Si pensamos luego en el vínculo que aja única familia humana»y, al igual.que.nosotros, fue redimida Y tuvo
a los hombres en una comunidad, con su red de influencias rAr'h'"rhr que «recibirlo todo de la misericordia de Dios»83.
especialmente si se trata de personas' de pa-rticUlár telieveerda María; que revela a la Iglesia cuáLha de ser su.naturaleza; muestra
de la salvación, entonces se verá claramente que no se puede I I ClI. JUl....
también.al hombre su vocación:: ser. imagen, 'de; :Dios y participar deja
ser humario sluhablarcteMaríaV ~iceversa: yida divina abriéhdosea Cristo. en la fe;y err:la donación:
«Cuand6hi'fé'y Hh¿ofogía se;éxpt~san aceicádelsigniRcaaoY «Cuando célebramos. a' María,podemos afirmar.. que .estamos.cele~
Ímportanéia' sálVíficadé[ ser'n:úmano' en'lá' histodade'Díos, btando una manera cristiana decomprehder la existencia del'hombre
que hablartálllblérrd~)Máiíá/ra'Virgen bendita.:. Por el en general; la celebramos como palabra de Dios pronunciada sobre
qiIeJnueStra sal+adónTsehálIá en Jesucristo; vembique también
80 lb, 29-30.
ría, en esta historia de lá salva'<:::i6'n, tiéne una importárlcia U.'-''-'L'''' 81 «Su maternidad divina es obra desufe.(Lc 1,45; Lc2,27s,),ypór tanto no esuhpuro
proceso biológko,. Esta obra de su fe no es sencillamente un. hecho que. pertenezca exclusiva-
77 lo, Uditori della Parola, Turín 1967 (ed. orig. alemana: Horer des Wortes, Munkh
mente a su vida privada, sino que es el acontecimiento .de su maternidad divina' y, portafito,es
cf B. MONDIN, Karl Rahner e la teología antropocentrica, en I grandi teologí del XX secolo; un hecho central en la historia de la salvaCión como tal yensu.cohjunto». ' ; ' ,
82 Cf todo lo que afirma en esta línea K. RAHNER, Te; principe fondaíneniál de la théologíe
1969, '130-131., ..... .
78K.RAHNER; Maria, Madredeí8ignore; o;c;,;37,' mariale, en Recherches de Sciehce Religieuse42. (1954) 481-522,.
83 lb, 38.
79 lb, 27.
""v",',:
nes .. Así pues,. Nuestra Señora no es sino una creación, al par oración antiguajcompuesta por invocación,aretologíay súplica91 ,
«apoyo omnivalente»en que justificar un ideal de feminidad al A esta postura, que ha ido ganando adeptos, se opone e! hecho de
del varón86 • ue no se ha demostrado categóricamente, pese a.las. evidentes analo,
Desde una, óptica feminista, Catherine Halkes piensa,que es g(as, la dependencia genealógicadel.culto a María respecto de.la religio.-
sario seguir ocupándose de María,.para limpiar su imagen «de las pagana (analogía no es genealogía); ni. se puede omitir la diferencia
yecciones que una jerarquía masculina de sacerdotes le han capital, subrayada por los padres de la Iglesia, entre Isis, diosa y piosti,
y para «liberar a las mujeres de las imágenes dominantes de María y María, criatura yvirgen inmaculada; Lo cierto, en cambio, es que
aún las siguenJimitando»87; Con Rosemary Radford Ruether, figura de María se. halla en un proceso de inculturación permanente,
que Halkes anuncia «la posibilidad del nacimiento de una asumiendo rasgos de la cult:uraenqueseencarna,.lo cual puede hacer
84 lb, 30-31. También X. Pikaza se sitúa en una perspectiva antropológica abierta al ·~10~1~ .
trinitario cuando propone a María como «la primera persona de la historia». CfX.. 89 Cf M. KASSEL, María y la psique humana. Reflexiones en la perspectiva de lapsicologíapfo~
madredeJesús. Introducción a la mariología. Salamanca 1989, 339-346. en Concilium19 (1983) 293-304; L. PINKUS. Psicologia, en NDM, J674c1683;Il mito de
85 Para la.autora, María es naturaleza y no cultura; hasta el punto de que no es Approccío simbolico. Materiale per lacomprensione psicodinamica del femminilenell'esperienza
dirigir al ángel la pregunta quomodo fiet .istud!; su obediencia no puede ser sino· «una Roma 1986. . . . . .
sin hacer preguntas .y sin conocimiento, teniendo en cuenta que la ."curiosidad" del 90 C. MULACK, Maria, vergine e ribelle; la deanascostádelcristianesimo;.Como 1996. (ed; orig.
gesto cultural» (1. MAou, Lafemmina dell'uomo, 1985). alemana, Maria. Die geheime Gottingim Christentum,Stuttgart 1985). ..
.86 I. MAGUiLa Madonna, Milán 1987: 91 CrA. AONOLETIO, Maria e la strega, en Le grandi.madri, Milán 1989, 69; S, BENKO, The
87 C. HALKES,·Maria nella mía vita, en E.SCHILLEBEECKX-C. HALKES, Marie ieri, oggi¡ Virgin Goddess. Studies in the Pagan and ·Christian Rootsof Mariology,. Nueva York-Colonia 1993;
Brescia 1995, 96. G. RAOOZZINO, Titoli mariani suggeriti da culti prescristiani!, en Asprenas 26 (1999) 275~295.
yenaapo!:etccaminó;deiun,desarroll0<¡:uantitativo:y>especulittlvo,
tlm~serrtcmdro tirralMá]j~adebprivilegio·~.e1triurrfo,,: regla distribuidora de
I!!.",."'L~U,. peroinimitapleen suirraécésible limboespirituaLSin embargo,
'UL.L/JUCL",-,,,iÍlfIC)V8Idores comienzan a trabajar en la sombra, Cl1es~
y,. a ,la vez, estimulando al pensamiento mariológico, 'que, al
implicado. en el; movimiento global de la teología, asume los rasgos
últimos dos mil años»92. de esta: regreso a las fuentes y apertura al mundo.
Apesar de las exigencias de claridad y de logicidad, la mariología de
manual es en muchos sentidos insatisfactoria· e inadecuada: A muchos
3.5", Nue5traS~ñora,;(;uestionada parece que es demasiado abstracta y alejada de los. problemas.coti~
dianos, preocupada por' cuestiones sutiles y estériles sin vinculación con
Esiunhechoque, durante los siglos XIX-XX; la cultura y la vida real. Se va cavarrdoasí uha fosa entre mariología ypredicación.
el arte se han ido alejando ,progresivamente. del universo Además se le recrimina su cerrazón. en sí misma .(exagerada autonomía),
'tanto; de la figura de María. Eso es debido, ciertamente, al p la adopción de un módulo exclusivamente cristológico; con omisión casi
conce¡)Ciónobjetiva del arte a una interpretación subjetiva del total de las. dimensiones eclesio1ógica y antropológica. Finalmente, .se
en la cuaLr{:~presenta. un valor la intuición lírica del U'-'CU. LULL'-LL>~~:' utiliza la Escritura y los Padres' de modo tenderrciosamenteselectivo,
comunicación de las ,. emociones; Otros factores buscando en ellos. argumentos para probardeterminadas~ tesis,pero
desinterés o incluso el desprecio de algunos. ateos hacia la; . /irl~erf'lXí desarraigándo10s del enunciado bíblico total y la doctrina patrística
dre y.haciala mujer,. desinterés y desprecio que van dirigidos en integraL
instanciahaeia .los valores m0!ales humanizantes y, en p8lrtícular, Según Sesboüé, el Concilio animó a la mariología a que. hiciera au~
la ternura maternalque.ellas.reptesentan y que son eapaces U.~LLLL.LL~~ tocrítica y, por tanto, a.queprocediese auna.reconversión, correlfirrde
su misma base un mundo. prisionero de los esquemas integrarse en el contexto de ·la única' teología. y a adoptar. una >actitud'
; 'Si clentro de la Iglesia católíca la lllariologíadel siglo XX vive relacional: .'
«de [; .. ] rénovaciónencaminadahacia un apogem>94, lohahecho
pensasde un desencuentro =no carente de dolor..,... con varias;COTrH3E «La teología. mariana ha llevado ;a cabo un regreso crítico sobre sí
eclesiaU~s) de renovación95 .En, realidad, muchos mariólogos han misma, antes de atenerse a las orientaciones del Concilio. Fue la
muerte deüna forllla de "mariología triunfalista" y el tránsit0 de la
92 A. GREELEY, I grandi misteri della Jede. Un catechismo essenziale, Querihiana,
1978,13.;' . ' . "mario19gíc(, es decir, (le. u11 sector de la teología. qué habúíll~ga90 a
. 9~P.EVIíoKIMcív;La dáitila e la salvezZIJ. del morulo, Milán 1980, 155-156:
.94 H: M. KOSTER, Mariologianel XX secolo, 136.
ser independiente,· que cohsideraba·a MaTíae~ sí misma,olvidando
95 «A través del encuentro y del desencuentro con los movimientos bíblico, situarla en la historia de la salva~ión, ,;unateologíama~ia.na, que,
pastoral, litúrgico, misi,onero yecuménico¡ el movimiento mariano experimenta un l-ULJ.Lla¡,U
reductivo de la tendencia hada un' desarrollo cuantitativo y unilateral; ya la vez un siguiendo ál Concilio, sitúa a María~nla'Ig:lesia y. en)aec~hl(nDJa
vitalizador que encuadra la: mariología en; el conjunto del dato revelado y ofrece la de lasalvacióh, unateo10gía"integr~da".Se~ijocomo boutade [hu~
dón positiva de nuevas adquisicionei» : (S: DE FlORES, Maria nella teologia contemporánea,
19913,400). morada] durante el Concilio.que ~sto h~bíaeliminado la mi~teriosa
fv'Iarra.enel siglo XX " 451
·.' .falta dect>municaciónque;'situaba¡ a;María eheL~xteri()rA::le perdido consistencia, ejemplaridad y relevanciaparalos cristianos
Oiporencifuade ellffi.Se. púede i de0ir ah0raque~María ,!-,,,, ..;,,,,,,.,,,, n particular para las feministas, las cuales, portartto, se desinteresan
.integrada:elllateologíc:LSeinleditásobre lassugérencias m:StlíE~ ella o la rechazan porque -según ellas- el código moral que encama
procedentes de Pablo VI: María. está en relación;totabc.É)!lt.:risite quedado anticuado.
el Espíritu y con la Iglesia. Es una reconversión En particular, la caída de la cultura del Anden Régime, propia del
de temas,ren relación con aquellos.otros temas XIX, con su mentalidad del privilegio, encuentra dificultades para
mariología postridentina»96. tir la Inmaculada Concepción, dogma definido por Pío IX (1854),
encarama a María en un limbo inaccesible, del todo ajeno a la
,
Las dificultades debidas al.cambiodé culturay deparadigma . . cotidiana de pecado. De la misma manera cae la imagen
expresadas formalmente por la crisis que experimentó la m~mC,lo~rla'::l María que la mariología de manual había transmitido, imagen que
período en tomo al conéilio VaticanoJl(1964~1974),es,decir, aOflre(:e más como un teorema que como una persona concreta, y cae
el denominado .«deceniosinMaría» (w. Beinert). A.pesardé motivo del sistema de distinciones y de subdistinciones, en el cual
tos por sobreponerse a .ella,Ja crisis golpea duramente. a la relación vital con María termina por naufragar.
María tanto en el ámbito académico como en eldelcult097 .. La raíz de la crisis brota, como señala con fina intuición Pablo VI, del
español habla de .«la experiencia desconcertante» deL docente, que . cambio cultural, a saber, de la:
«comenzar. justificando la existencia misma €lela mariología»98.
dente la tendencia a ponerehtry paréntesis y a marginar a «Divergencia existente entre ciertos contenidos [del culto tributado
diálogo ecuménico, en los grandes tratados de cristología y ~~'.~L".'-'L" a la Madre del Señor] ylas concepciones antropológicas actuales y
e incluso en la predicación y en el culto. Algunos exegetas y la realidad psico~sociológica, profundamente modificada, en la cual
por influjo de la desmitologización bultmallniana, se alejan de lá los hombres de nuestro tiempo viven y actúan» (MC 34).
concepción virginal de María, que ha sido transmitida.porlos ~TT<'~"'ri..
y proclamada como dogma por concilios, y la interpretan como El concilio Vaticano II había resuelto egregiamente la «cuestión ma~
logoumenon, es decir, no como un hecho histórico, sino como'una riana», proponiendo en el capítuloVIII de la Lumen gentium una admira~
teológica con ropaje narrativo cuyo fin es presentar a Jesús como síntesis sobre María, «un himno incomparable de alabanza en honor
gratuito deLPadre. En términos más generales', la figura de María de María»99 y «en cierto sentido la "carta magna" de la mariología de
nuestra época»100, cuyo efecto fue el de restablecer el consenso entre los
96 B. SESB()ÜÉ, Lathéologié maridle~pres \ratican II, en (CoMBY(eéJ..),Théolo~e,
piété.mariale. Acte du ColloqueUniversité catholiquedeLyorí,r..3 octobre1996,Lyón diversos inovimientos intraeclesiales. Sin embargo, cabe pensar que el
Para Nagiórkmvski sigue siyndo problemátiéala transición «de una mariologíacor:lcer¡tuallí: de la Gaudium et spes (1965), proyectada enteramente hacia el
con 'su"rrietodología de los pnncipios", a una mariología situada en la historia de ía '.
(S .. ~iNAPIÓKOWSKI,La mariolrgie etses problemes Mns notre siecle, enA:A:.vv., La diálogo con el mundo contemporáneo, no penetró suficientemente en
san Massimiliano M. Kolbe, Roma 1985, 565 ..5 6 6 ) . ' .
;7 LiMariális cultus, desdramatiz:'mdo'la presunta crisis, se limita a hablar de; los temas del capítulo VIII de la Lumen gentium (1964).
nea:de~órientación» (MC introducción), «disgusto», «falta de afecto»¡ «dificultad»
«pei:plejidad>~ (Me58). Tainbién B. Sesboüé prefiere no hablar de «crisis», sirio másbien:
«teconversfón».delamariología.(B. SESBoÜÉ,La.théologie tnariale apre~ Vatican II, en J. 99 PABLO VI, Discurso de clausura de la tercera sesión del concilio Vaticano II (21 de noviembre
[ed.J,Théologie, histoire et piété maria.le, Lyon 1997, 64). de 1964).
98 Cf C. Pozo, María en la rej1exiónteo16gica cáittemporánea, en EboreÍlsia. 9(1996) 135:( 100 JUAN PABLO II, Audiencia general (25 de mayo de 1979).
······C~apítulo,xvlll
~>~\', ~,";
ModelQdela rénOvacióIl
María, histórico--salvífica, icónica y ecuménica
'E··
. stecamino :qued6iñauguradó pote1 concilio VaticanoIl,que
... con su espíritu renovadoillev6 a efeCto una revisión integral
de la vida de la Iglesia, desde la liturgia hasta e1ordenamfento
canónico y1a teología, e hizo una apuesta 'por el ectllilenismobajo la
dirección prudéntede Pab10VI;<qtiien intuyó enseguida la situación: el
caminb<no tenía vuelta atrás.tiirenovación. mario1ógica derivad~ del
Concilio;' sin embargo, ho será inmediata ni tendrá un alcance universal,
y se abrirá caminó con fatigas y dé forirtafragiriéntaria.
María histórico-salvífica
;E¡:t:pl,fblicáeiótf d~;Co\trt traité de théologie maria le (París 1953), de María.·y¡enm;:it.ca':lds'hechOs¡de:ésta erlunavÍsióní panoráIllica que
Lallre~tin, es;t;o;hpl~de aire fresco para la mariología. LdUU"'UIL1U batca:desdeéLAIltiguo\IT'esfamentohasta laParusía:.
distancia resueltamen.t:~ de los man~~i~';~n.boga y de s~';ét~d~~ :Ep.;elconeili<bYatican.o<II,\ensús sesionésydetrásdela quinta de las
tivo, interrumpiendo. así la larga n·adición qlJ.~ se ):-einont~4a '. comIsiones, 'se-repteséntan estas. dos tendencias: una de' ellas anclada
Laurentin está convellcidode que, paratiatafde Marí~, l1ai· en las córrientes.eclesiales de renovación. El esquema autónolÍlo, dis;.
al factor tiempo: eribuidoeri élCDoncilioe123denovierribre de 1962, que presenta una
mariología magisterial (el texto y las notas hacellreferencia 117 veces
«Si la palabra "tratado" significara deducción abstracta, fij aJos'papas, 57ala. Biblia y 30 a los Padres), es objeto de las críticas
fórmulas rígidas, entonces se adaptaría muy mal a la UU.dUUdU de 11 obisposttanceses, quienes consideran que 'peca de juridicista,
presente estudio. En efecto, el misterio de María no tiene la racionalista,latinistaYioccidentalista. Para otros, el esquema es demá'::
un teorema, sino la de un destino libre, confiado a las /liado dogmático y apologético, insuficientemente pastoral, con lagunas
algunas veces desconcertantes, del Espíritu. El rasgo, si no más cristológicas, teocéntricas, bíblicas, eclesiológkas y ecuménicas. Así las
.fundo, sí almenos más caraster:(sticodee~te. des,tino,3cle1a cosas, los obispos alemanes, escandinavos y latinoamericanos proponen
.·.qu.e trata. de expresa~lo, parece ser el tiempo: la. ley de 1a UUld"'-llOl! que el esquema: mariano se integre en la constitución sobre lalglesia;
del progreso»2 ..._ 1apropuesta obtiene ventaja en la votación del 29 de octubre de1963,
en la que ademási se invita a los Padres a que respondan a la pregunta:
En coherenciaqm estospostulap()s, LaurentiJ:l s~ niega a «¿Agrada que el esquema acerca de la BienaventuradaVirgen¡madre
María el métod() deduq:iv() , queabanQ9na ~l orden del ti~IllPopara . delaIglesia, se adapte para convertirse en el capítulo VI deLesquema
varse alord~fl:eteITl() de.la predestinación. El autord~scubre.los De Ecclesia?». Los resultados de la votación (votantes, 2.193; mayoría
de tal procedimiento:l.asintenciones divinas nos son desconocidas
,~ , " •.••••••. • e • ~. • . "e . '., • (
exigida, 1097; vqtos favorables,1.Ü4; votos en
contra,1.074; votos
menos que se parta de los datos complejos de la revelación; uu.'-..u"u", nulos, 5) sOri[avorables a laihsefcióll por una· diferencia de17 votos.
lógica de Dios supera a la nuestra; es gratuita, refractaria a la En reladónconla· corriente contraria, '-la diferencia .es de 40 votos:
rigurosa; finalmente, María es unapersonad0tadad~., libertad; no Esta votación e~considerada un giro hist6iicoy~1 origeri de «una, di.~
posible diluirla en una personificación abstracta3 • y, por otra parte, vergencia espiritual»5, porque condujo al Concilio a cambiar lahoja ~e
ClPciól} en favor del factor tiempo~IllplicayeJ:ltajas: laley dela rutay adopt~r una p~stura mari()lQgka c,on,una postura más bíbli~~e
y:del cr~cimien,to es ,esencial par,a ~lserde María,.queexperimen histórica~salVíñcá6 .
proceso de,; Illaquración ~nJa(e.Maríaatraviesa todas las fases del
5 J. RATZINGER, Considerazioni sulla posizionedella mariología e· de/la' devozione mariana
po de .la gracia ... 4, Enfre:ntado, con el plan salvífico cumplido~n nel complessodellafede e della teologia, en J. RATZINGER-H. U vONBALTHAsAR,Maria, Chiesa
y .adiferenciade cuantoshapían aplicado antes el qiterip nasceilte 1981:;19.
6 En el momento de los hechos, la división parecíainsubsanable: «La votación demuestra
para tratar de la Madre g.e lesús,superaeL esquema del relato dela que la asamblea está dividida en dos partes.casi iguales [...]. El Concilio se encuentra: ante un
problema bastante difícil de resolver; .la: Comisión doctrinal se halla en un callejón sin salida».
Para superar el impasse. y llegar a cierta concordia; la presidencia del. Concilio debe recurrir
2 R. LAURENTIN, Court traité de théologie mariale, París 1953, 1L a un procedimiento especial. A comienzos de noviembre dé 1963 crea una subcomisión de
3 lb, 67 -68~ cuatro obispos: los cardenales Santos y. K6nig,·/elmarónii:a.Doumith yThéas, de Lourdes;
4 lb, 69-70. Pero el acuerdo resulta difícil, si no imposible, despliésde haber consultado a 22 conferencias
'jo:.' ¡Eb.nuev0texto~).prepatado,.pGtlmbnse:fi:o];fG.;mhilipsV:len "'"V'.cu.",,, por.; las' córtclusioues.l.:aetipo sisterriátic0.~ q\¡Huleello resultan;iVolviendo
ción con C. Balié{es .s8metido'a.;v0ta:cion;Qurante.¡é![terber Él .contemp1ar· aMáná,~esd;é. 'la,Biblia,el..;Gohcilio sÍtuó¡nifiguraéy su
sobriedad de cuanto María es se adensa la totalidad de la historia de la salvación yde las 17 B. FORTE, o.c., 39.
tiples relaciones que la entrelazan: por eso, podríacompendiarse el mensaje de la Escritura en 18 lb, 153-167.
tornó a 'la Virgen María. diciendo que ella es, el icono de todo el misteric) cristiano [.;.]; María 19 lb, 36.
en la Escritura [.•. ] manifiesta la Escritura en María; la totalidad del designio salvífico debi6s 20 lb, 36-39: '.
se ofrece en el fragmento de la mujer de Nazaiet, elegida por.el Eterno como madre del Hijo 21 «La voie d'une mariologie séparée ne peut guereavóir l'averiir pour elle» (A. MÜLLER,
que vino entre nosotros ... » (B. FORTE, Maria, ·ladonna. icona del mistero. Saggio di marilologia Interrogatiotis et perspectives en mariologie,en AA.vv., Questionsthéologiques aujourd'hui, II, París
simbolico-narrativa, 103). 1963, 156).
en ·elplanesalvífic022.En sintoníaceu. a·C)pCIÓtl·cbnl:.tljlárí~se ;precl¿)I
j
relacib+lalidad~>f(p;;37')' Paradójic.atriente;rro·esJa:autosuficiencia per~
para lamariología~;unTeingresojen: la teologíaj<de; la· dual se. sonaly¡funoionatderMaríaí~sirrosu reladanalidad '.10 que fundamenta
ligado por exigencias deorganicidadparticula.r»,· erivista laespedficiaad:dehaiscurs0 sobre¡ella. No·sé trata sino de la aplicación
emerger «como síntesis de los datos adquiridosenla r'c~m~XH)ngm tle ládoctrina'trinitaiia,:parala cual las. personas divinas se distinguen
preténsiones de organicidad autónoma»23~ porlarelación mutua25.
La postura de Forte es decididamente favorable a ""~"u,.u.u"" Por tanto; al instaurar un discurso sobre María, no existe· el menor
fica de tratar», a la «autonomía del discurso de fe sobrela Madre. peligrode caer en un cristianismo unilateral o de avenirse eOn el. sentir
ñor» (p.J6). Estas expresiones no deben inducir aeITore lTlTRTl,rp
popular. Todo 10: eontrario, .la renuncia .a tal discurso autónomo empo~
como un llamamiento a regresar al tratado mariológico brece ala teología ya la espiritualidaderistianas, porque.exduye una
único que pretenden es reivindicar un «espacio autónomo para postura providencial desde la cualse obtiene una panorámica de todo
los rasgos de uniéone»de María,en la eonvicción de que en el misterio de la salvación, y que ha sido espejo para «innumerables
refleja latetalidad del misterio cristiano: historias de santidad evangélica» (p. 37). Para Forte, una teelogía sin
mariología, al igual que «un cristianismo sin María»;·resultanempobre~
«No el aislamiento de un tratado separado, sino la ddos, porque se les priva de un fragmento. de teología vivaque,siendo
de referencias y relaciones llega, pues, a caracterizar aJá parte del todo, es ahriismo tiempo expresión sintética de este. Como
reflexión de fe sobre María, motivando la relativa autonomía., la María, .también lámariología tiene carácter de síntesis, por razón de la
sistencia y la originalidad que le corresponden» (p. 36). red de interdependencias que laentrelazan con las demás realidades o
aspeetosdel misteriO' total.
Forte justifica el tratar de manera espedal acerca de María lJC1~'C111IU~ En este punto, Ferte deduce unaeonsecuencia, a laque hay que
en un' argumento fundamental: la relacionalidad de María reconoeer las notas de originalidad ycoherenda.El viejo problema
temente, del discurso teológico sobreeUa: CompletandoJa eX1JfeSlÓm. dellugaLque debe ocupar el tratado de mariología en eL contexto de
san Luis María Grignionde Montfort, que Pablo VI ruzosuya: la enseñanza de la teología queda resuelto descartando.las hipótesis de
se encuentra, toda ella, en relación con Dios y eonCristá»21¡ . hacer queesetratade siga a la cristología o a la eclesiología y optando
contempla a la Virgen en relación con la Trinidad, con la Iglesia, por suubieacióncomo coronadón de la totalidad del curso teológico.
ser' humano y con la historia, es decir, ve a María apostadaeir la La argumentación de Forte al respecto es clara y coherente:
cijada de los. diversos caminos'que conducen a profundizaren el
cristiano. Así pues, «la reflexión sobre María se halla «Precisamenteperque remite alosdiversos capítulos de ladogmátiea
relacion con el centroycon la totalidad del misterio de la cristiana, la mariología puede constituiLeficazmenteelúltimo eapítu~
y encuentra su consistencia propia y original exactamente en su lo de la misma, una especie de verbum abbreviatum, de eompendio a
la vez argumentativo, narrativo y. simbólieo, rico de fuerza evoeadora
22 CfM. SCHMAUS, Mariologia, en Sacramentum Mundi, IV (1973) 448-455: y de estímulos práctico~críticos» (p. 36).
23 S. DE FlORES, Mariologia, enND1i 880. '.
. 24 S. LUIS MAF1A GRIGNlON DE MONTFORT, Trattato deUa vera devozione a Maria, n. 225;
DIScurso de clausura de la tercera sesión del concilio Vaticano II, 21 de noviembre de 1964. 25 Cf B. FORTE, Trinita come storia. Saggio sul Dio cristiano, Cinisello Balsamo 1985, 69-88.
.'; ·'.;Lasolución.dé]jort5s,ednspira,en3la.é):Uientadót1Jdeil\'a I!umén no. deja. de declararqu~ ,la maternidad divina: és.~~<el pUB-tQdeiwartida.
que sitúa el tratadb'sdBteiMafÍacomo de. toda prerrogativa y detoda función de la Virgen Madre» (p. 38).
sobre la Iglesia; pero,'considerandO: que María ·~<réúri.e.ens;Ly: Má$,que,llTh{llI).dªmeD-to.J();:iJ.ln prÍlJ:l~rprincipiQ .del cual broten. t()das
exigencias más radicales de la fe~~ (LG 65); el teólogo sabe; ~.u.__ .'U'V
las preiTogat!:yaslna,riafiás, el autor/busca; un· «principio. de. síntesis» (p.
más allá y propone, por tanto, que la mariología sea:el epílógo: 36),yloencuenrra,en«lamujer concreta de Nazaret, el icono de todo
junto de la reflexión teológica, con 10 que confiere dignidad y elmisteriQcristiano» (p.)9)., Forte -con R.Laurentin- se distanc:ia del
a.·la mariología.·En efécto, esta queda sustraídade"la I-'~U~~"~~~~.~ méto.dodeductivoydel uso de laaIlalogía, que condujeron a la hiper~
aparecer como· el apéndice de un tratado teológico,> porque,por' trofialUago16gica,y.trata de conducir de nuevo eldiscurs() sobre María
de su carácter relacional,quelaunéinternamente c0ulósderriás al ámbito de la teología yde la historia de la salvactón. La~ .afittnaciones
de la fe, presenta un carácter de síntesis: resume el todo ~L<LU~_~L"~ programática~ de For:te están dictq,das por los principios de totalidad y
etiel fragmento,. que de esta manera, se torna en . un modo de primacía de la revelación bíblica:
contemplar el todo mismo.
La solución aportada por Forte echa por tierra la postura m(~tO.G10J «En mariología no vale sinola. "analogía del advenimiento", fundada,
gicatomistay adoptada por RSuárez, para la cual el conocimiento en h iniciativa de. Dios, absolutament~·libre Y.gratuita [... ]. Enton~
Madre precede al conocimiento del Hij0 Z6 y es el pórtico de este; ces, e1primetprincipio de;la mariología no es otro que el de toda.la
condensado en la máxima «adJesumper Mariam».' :Al aceptar el teología cristiana: "Deus dixit!" [ ... 1. Elhorizonte de la historia de la
cipiodetotalidad» yJa.«jerarquía. de las verdades» (p. 3 7),Forte; salvadón,la realización. del misterio en el tielIlPo,s()n el marco uni~
partir necesariamente de Cristo y encontrar en él todos los demás ficaclor en e1cual est.á situado .todo lo que María fue yes ante Dios y
de la revelación, .incluida María. Por tanto! el discurso sobre María, para el mundo» (pp. 38>39).
de ser segundo, debe ser último, no en virtud de que la mariología sea,
compendio sustitutivo de toda la teología, sino porque es una Lareferendaa la historia delasalvacióna la hora de hablar de María
donde se condensan los datos máximos de la fe, ,respetando la es una:3.dquisicióll común par:3.10s marió10gos de nuestro tiempo .. Con
laridad y la autonomía de los mismos, perollaciendoque J. Auer, ellos contemplan a María en su «lugar histórico~salvífico», .es
con una luz nueva. Está claro que la solución de Forteí para ser decir, en su sit:uadótlclentro del plan divino»28.
demanda una gran prudencia y equilibrio teológicos y un profundo Dentro del mensaje bíblico. se seleccionan los paradigmas, las pers~
no cimiento de las dimensiones del misterio. pectivaso esquem~s para,comprend~r y organizar'en síntesis los datos
En cuanto. al>núcleovertebrador deja mariología, Forte no se eclesiales acerca de la Mad.re. de Jesús 29 ~
con ninguna de las propuestas formuladas por los manualistas27 ,
26 Basándose en santo Tomás, E Suárez afirina: «Recte igitur ad scientiam de Filio 28 Cf J. AUER, Gesu il Salvatore. Soteriologia-mariologia, Asís 1993, 608.
quendam, per matris cognitionem paraturvia" (E SUÁREZ, Mysu~ria vitae Christi, Venecia 1 29 Por ejemplo,·W.BEINERT elige. como paradigma de la mariologia«María como perfecta
praefatio 1). . , .
discípula>idesu Hijo (Die mariologischen Dogmen urídihre Entfaltung, en W. BEINERt-H. PETRI
27 C. DILLENSCHNEIDER, Il PrinciPio primodella teologia mariana, Roma 1957; K. RAHNER, (eds.), Harídbuch der Marienkunde, Rarisbóna1984 ;258-264). También C. MILITELLO, Mariologia,
princiPe fondamental de théologie mariale, en Recherches de Science Religieuse 42 (1954) Casalé'Monferrato 1991, 93-107, subrayá:lostíttih¡,de María «discípula del Señor» y«hennana
522; L. BOFF, O.c., 17-23. nuestra».
¡ J,uritartísmó;\i:lue; feprirrfetoda.referencia'3rla sexaalidad'yal arquetipo
femeniÍlo; Hoy 'día; la~teolbgíaprotestante ..:,:.dese:rvivamente Gabus-'-
Matían()seháhechoalíhunhuec(),' 'al menós debeiíadesligarsd de esta dobl¿ herencia.científico·:liberal y puritana,
eldiálogoecuménic(), aunqaeenNairúbi(197Srel'Corlsej0 «para 'abrir. nuev:amente< el expediente mariano»/Después de abogar
de las Iglesias propusiera un estudio' «sobre el significad() de;¡,la por una «poética teológica», que conceda espacio a la dialéctiCa de. lo
María en la Iglesia»O Pero el tema: mariano, 'lejos de hallarse uu",,'n. masculino:;.temeninoya una antropología de lo concreto. (en la línea
diálogo intereclesialode ser remitido al futuro, está siendó COlls1<::n deChoan:;.Seng.Song en Third-Bye Theology), Gabus examina las cues~
seriamente por teólogos de diversas Iglesias eh varios e' ncüeril1,osl tiones mariólógicas controvertidas, realizando un notable esfuerzo por
ménicos de' lasque resultan declaraci()nes conjuntas, y ir propiciando una solución.' El· título' de Madre de Dios no .suscitaba
den.btable interés, relativas al dogma yal culto, qué van '-<'-,'".wv'-' .....'-'~ las simpatías. ,de ;Calvino, porque puede inducir a error, pero el pen-
el diálogo. samiento del reformador es' opuesto a Nestorio y entronca con eLde
Se efectúa principalmente una superación de la fijación y una Éfeso: ese título será más aceptable en la medida en que creamos en
ecuméniCa' del expediente sobre María. Al clima ptecondliar de la «corporeidad de la revelación» (WStahlin), y en que Dios se hizo
da interconfesi6halyde atrincheramiento en la p6stufa' propia:' verdaderamente' hombre. Virginidad" Inmaculada, Asunción son· títulos
de la Madre de ]esúslehasucedidó ottode·fratemo diálogo yde que pueden hallar cabidaenlosanquetiposy los símbolos de la pureza,
todelainvéstigadóIl común. En el campo católico se abre '-ClIHU,"' la santidad,. la esponsalidad,no desde lln~perspectiva regresiva, sino
exigencia de «un estudio crítico dé late()logía mariana y de su escatológica, "-amo anticipación del eón nuevo aúnen gestación,.Acer~
más aún, de una «catarsis» de la mariología3°,quenabtá de ca de la cooperación humana en la obra de la salvación, Gabus, comono
de maximalismo, renunciar a la autonomía disciplinar, rédudr« podía ser.menós, rechazala.autoglorificación del hombre y la «paridad»
trofia degenerativa» del devodonism031 , someter a crítica entre.la iniciativa divina y la respuesta humana; sin embargo, ¿porqué
dogmasmarianos32 y evitarlaequiparadónentfe María y Cristo33 no incluir en la teología protestante de la salvación «la respuesta libre
Entré lbs evangélicos,junf() a algunas' resistendas al diálogo del se¡- humano, el sí de. María y de cualquier creyente a la oferta de la
mas también nuevos enfoques de María,· a lá vez más críticos y .•.. gracia divina?». En cuanto a la discordia que suscita lá cuestión de la
profundos. En el Congreso de 'las facultades protestantes de intercesión de María, el teólogo evangélico afirma: «i.;En la medida en
celebrado en Roma en el año 1981, ]éan~PaulGabus llama la que el interlocutor católico . consienta en afirmar ·la única' mediación
sobre el «eclipse del tema mariano' en la teología protestante» a de Cristo, yel interlocutor protestante haga lo mismo con la realidad
tir del siglo XVII. Gabus sugiere dos hipótesis para dar razón de' de una comunión enttelaIglesiavisible y la Iglesia.invisible, llegarán
«eclipse»: el desarrollo del método histórico~crítico, el cual, ClI-'1.1'-OlU.\J a ser posibles un diálogo y una >comprensióri recíproca». Finalmente,
los textos bíblicos, priva de fundamento a la concepdón virginal, y aun impugnando' de raíz cualquier asomo de mariolatría o toda sombra
de mariología autónoma, Gabus comparte plenamente «los criterios de
30 S. C. NAPIÓRKOWSKI, Le mariologue peut-il etre oecuméniste?, en EphMar 22 (1972) 72.
31 B. GHERARbINI, Maria e l'ecumenismo,oenAAYY., Maria mistero di grazia, Roma 1974, ulla .sarla mariqlQgía» propuestos por la Marialis cultus: carácter esen~
32 H. KÜNG;Essere cristiani, 523 (trad. esp;;Ser.cristianoj Trotta; Madrid 2005 3). cialmente cristológico, acento pneumatológico, sentido eclesiológico,
33 A. MÜLLER,Il éultomariano nella teología cattolica e nel dialogo eéumenico,.en Il
documenti 28 (1983) 242-243. relieve concedido al contefl.ldq bíblieQ, armonización de la alabanza de
María con lan:moyaciórí. 'litúrgica{¡:n;e0cupación; e<.fuménicar tafísico'prótesttante¡es? el: nominalisrrio,:ebeual, :alreducir la:arialogía
aJas condiciones,acrtlclal'es der la v:ida;~odal,ielimi:nacrión de LVO,." L'~~ t:mla.ldistinciólIlide :razón;:,sitúa a Dios y al hombre en el rriismoplano
que acechan'en:.el crultomariáno( acción, es decir, en competencia, porque «sila.coopetación entre el
y Dios es del mismo orden, entonces es evidente que la acción
Diosén eLhombredisminuye.la parte que le corresponde. a eSt:e úl,
.w. Borowskyacometi6. un gran esfuerzo cronciliador.:Este· »;y,así, concluyeChavannes, «en.la práctica habría que regresar
acotaba en tres. áreas· el diálogo ecuménico sobre María: el área concepto. tbmístico de participación, para superar la oposición en la
donde no hay desacuerdo, es la de la figura bíblica de María: ftlRJtlera.de concebir la relación del. hombre con Dios»36.
sufriente, sierva, Madre del Señor; el área del pluralismo,; es U~ UV'-ll,· •. El texto de Chavannes.recibió la aquiescencia formal del católico S.
unidad en la diversidad, que comprende también los. dos. ''''''''~;L'
U.LLULL'J" . .
Napiórkowski, en nombre dejos símbolos de fe del primer protestan,
marianos. Estos no poseen ·la·necesariafundamentación.ululll.-':1¡:~+9" (Confessio augustana, Liberconcordiae;.;), que admiten enlascosas
no son rechazables de raíz, así que no menoscaban la unidad; las personas una mediación salvadora, pero «in Christo».También
de la disensión, comprende los títuloscristo16gicos conferidos a. Laurentinsuscribe la posición de Chavannes, reconociendo que «la
el culto hacia ella. Para trabajar juntos, es .:necesaFid que: el área ve de las divergencias y del desconcierto actuales es debida a los
disensión confluya corda del pluralismo hasta que lleguen a upuestos filosóficos» y al recurso a «la filosofía de la participación».
que por último las tFesserefundanen elámbitó del pluralism035 embargo, él no se vincula a la noción de «mediación», que al ser
Además de .otros temas abordados esporádicamente;: los IJ.Li.LL'-LIJO «polivalente, sutil y estar llena de trampas, exige que se la utilice con
objetos de debate entre representantes de diversas confesiones máxima cincunspección». Mientras que el anglicano E. L. Mascall
la mediación y del culto de María, temas peliagudos donde los haya;: declara «en virtual completo acuerdo» con los puntos de vista de
;El tema de la mediación reaparece en 1974 en untexto,base Chavannes, por parte protestante se alzan voces de reserva o de crítica
calvinista H. Chavannessomete a la· discusión. ecuménica..En su· H~~Ul.-,:ll 7. El tema de la mediación sigue abierto a ulteriores investiga,
'41G - Ma#a¡:símtesH;!dt:lfivá.lbíi~s'l
e
de Diosse.ha convertido en una cuestión .de actualidad para!
los eristianos»38. oÍllcidiendo con el refllljo hacia 10 privado y con la recuperación
4,
............ d.eJ. .a. proP.i.a .• ide.ntid.a. 10.s.. teó.l.ogo.s re. s. cata.n. c. iertos .dato.s .i.m-
. . . . portantes de la revelación 1: de la vida de la Iglesia que el con-
n
cilio Vaticano !lo había valorado lo bastante, talescomR la dimensión
pneum~tológica y la piedad popular.
. .
1 Ofrecemos una lista de las actas de dichos congresos o reuniones de estudio: Le Saint-
Esprit et Marie, en EtMar 25-27 (1968-1970: tres sesiones de la Société frans;aise d'études ma-
riales); M.vv., Lo Spirito Santo e MariaSantissima, Ciudad del Vaticano 1973 (recoge las actas
de un congreso del año 1968 organizado por P. van Lierde); Maria, nel dinamismo rin1Íovante dello
Spirito Santo, en La: Madonna 20 (1.972) (actas de la XII Sern:ana.nacional de estudiosinarianos,
Turín); Maria santissima e lo Spirito Santo, Romid976 (a:ctas de la sesión italiana durante el
Congreso mariológico internacional de Roma, 1975); Maria y e! Espíritu Santo, en EstMar 41
(1977); actas de la Sociedad Mariológica Española; algunos énsayos sobre Maria e lo Spirito,
38 Declaración del Congreso mariológico internacional de Zaragoza (1979), cit. por en Credo in Spiritum Sanctum; Attí delCongresso Internazionalede Pneumatologia (Roma 1982),
Maria nelle dichíarazioni ecumeniche deiéongréssimáriologici internazionali, en Studi Ciudad del Vaticano 1983; M.vv., Maria e lo Spirito Santo. Atti de! 4º Simposio Mariologico
5 (1987) 536-539. Internazionale (1982), Roma-Bolonia 1984.
471' -Maríá, síntesis devalo res
12 R. LAURENTIN, Esprit-Saint et théologie mariale, 40; Dios mia tenerezza. Esperienza 16. RREBECCHli La gloriosa e sempre Vergine Maria Sposa dello Spirito, 9.
e mariana, attualiti't teologica di san Luigi Maria da Montfort, Roma 1985, 180 Y 199. 17 lb, 10.
inefable entre,María'y,~lParáclito,{en~"","L"''-'v"u )S~~l,p'tle(:iei,ne:gat;\es:t:á
sibilidad, Ciertos 't:eól(:)gos'confemporáneos¡utiliza,n el>l!lllHv.,tl.e::,«tl~1
delPadre»O. Alonso, siguiendo a Bérulle),calguIl,()soptan UXL'r.l,-,a:l A pesai' ,dé las: ;n~gat1va8pfedi(}cionéSde 108 sociólogos,' que habían
pór el de «esposa de Cristo» (M. Scheeben,H:UvonJ?alL'L «"":H.,c;. decretadosümiH~Ít:~a>manos de la . secularización, la' religioSidad, o
Potterie, l.:Calabuig, ,E. Toniolo ...}, y otrósse inclinan ""r"r,"'"r1~'~, piedad¡5opulat'sobi-evive o,más aún; experimenta una renovación a
del Espíritu Santo (O.M. Roschini, J.Galot;A;Arr:tato;',)~,,,,,,uLL,,,,, comienzos,ddos 'años setenta. Es un: fenómeno de masas, que transmite
últimos se encuentra E Rebecchi, qúienmantiene que tal LLL'UL\_~,i:'>',\ valores como la apertura comunitaria, el sentido de la fiesta, y también
que ilumina principalmente ('la arcana relación" entre,la \llrap,~,,,,. llna ferviente relación con María; rica en estímulos para la teología, la
Espíritu»! y que, por otra parte; «no existe entreJos cristianos simbología y la cultura. En efecto, la religión popular se identifica' con
equívoco en cuanto a !ainterpretacióndéeste,títuló»18. María,símbolo secular de pobreza V' ~ufrimientoylíoyconvertido en
,.Duraflteelposconcilio, algún especialista comienza'a int:ett~sa:rse icono de liberación:.
cierto retraso"por.1a espiritualidad como dimensión Tal 'es la experiencia del teólogo bautistaH. Cox, que seinteres6por
teología. Enlo. concerniente a nuestro tema, se comprende '+.U',""J.''''' el, aspecto mariano" del, catolicismo latinoamericano. El mencionado
que yuxtaponer· «espiritualidad. '. cristiana>~y «espiritualidad teólogo se sintió impresionado por dos hechos que él mismo describió en
como. si ambas estuvieran en d mismo. plano. Ala luz del su diario: la misa de' la Asunción"celebrada por el obispo 'Mendes Arceo
mento hay que reconocer la prioridad de ¡a vida en eLL"~JWLLU'\ ,-"a" enla catedraldeCúemavaca, en Méjico, en el año 1971, y la atención
O animada por el Espíritú (Rotn8,2 .. 14),redbido ene! IJa<U.L".>LU'U"V"" prestada aun fresco ,de Santa Fe, que representáaCristo yaNúestra
12:-:13; Ef 4,4), como dinámiCa fuerza interior, yen cuy;o marco Señora de Ouadalupe junto a los héroes nacionales . Elsermón deMen~
situarla diniensión mariana 19•• ,La legitimidad de la «espiritualidad des Arceo se distingue de la mariología oficial en que «es una forma de
na» se deriva delhecho de que enJnl:9,25~27vemosquelac'()mtlIl seducción,unamanipulación, calcúlada,' del espíritti»,porqúemuestra
con Cristo implica la acogida de María, una actitud equivalente «que las religiones de' los oprimidos se han convettido de expresiófl en
joánica, .con todos. los. ricos ingredientes' que. en ella se. conci protesta, y de ptotesta en acción» .. Se trata,:, pues,de un valonecóndito
tación; disponibilidad, donde sí, confianza... Este discurso deJa en la piedad lllariahaqué nO debe desdeñarse a causa del abuso oficial
cobrará tonalidades diversas en el curso de. lQs siglos, hasta 'llel~ara:d;l que de él se hace: «Guantoshichanporlajusticia,porlos pobres, no
PabloIl; ,que laconcibe.comola entrega a la ;Madre; (Redetnptoris puedendisputaracetca de sus devociones. Deben darse cuenta de que
45). la fe de' los pobres no es sólo Opio, sino también clarnor». El fresco de
Santa Fe, que ptesenta a Nuestra Señora de Ouadalupe ton el rostro de
Tonantin, la diosa tolteca de la fecundidad, sugiere a Cox lina«diversa
18 lb, 108. epistemología religiosa»: María nos entreabre la puerta del inc:onsciente
~9 «En. él· campo. de·la espiritualidad; que' hoy suscita vastointerés¡ .lós cultivadores cultural, el fondo osc{¡ro de nuestra psique adormecido bajo nuestra
mariología deberán mostrar la necesidad dé Una inserción arrn.ónica de la Q1ITlenS,lon
en lá única espiritualidad 'cristiana, para que tenga sus raíces en la voluntad de inteligencia excesivamentede~arrol1~da2°,pero no eX~it;lguidb. '
PABLO U, Discurso en la Pontificia Facultad Teológica Marianum 10-12-1988. n. 4) .. Cf
La spiritualitil. mariana della Cmesaallaluce dell'enciclica «Redernptoris MateT», Teresianum,
1988; AA.w', La spiritualiw. mariana: legttimitil., natura, articolazione, Roma 1994. 20 H. COX;.La seduzione dello spirito. Uso e aliusodella religione popolare, In.
En Europa; muchasmoriogtafías an::fli~an;~ las ~fo~a.$lhlá$ ,NuestraSelli0r~Jolclófica ·dijo;:;.césaS'hl1:Í'yacdrt!aclas; ·frut<il. de
de· devoción mariana:' saIiwa:rios, peregrinaci6ries,éántiG(;Js, ¡obserVaciones· 'lD.ers'(males,;¡ek dbispo: .QiHuseplDe:i~góstinO;¡.:.:SI:iF')(j)(:ver
costumbres, leY~ndás y l:uadiciolles,;tefetentes,á3p·nr~(1!3.te1Jnir¡Jfd.~ agu<:lezaJa; valiosísima;experienciarde¡¡fe7 que ;palpita.~en: eUpueblo,
torio~. Aderitrándoseell este· campo;LL0mbardí: entiendealMatíá~<eoIllo.·presenciaviva;.como·presenciamatemal
perspectiva antropológica las connotaciones ·de}«N'tlestr~ 10S!casos.necesarios; comomediadora5singular. yuniversaLl;'orque
dórica>~: mujer ins.erta en una fatnilia, .joven nE~ceslt::lC1~lC1e}apr~~lj .es madre,vehículb decoIDunióh,modelo de:ja¡éxistenciacristia~
modelo, para~superat lo negativo y la ¡muerte" mediadora ante proyecto de lo que debetíamos ser, términofimílde laque nosotros
airado,. hacedora de la elección porlospobres, impugnando a ser>/4.
dominantes 21 • Podríamos puntualizar, con el obispo E Tortora, que la devoción ma~
Uo:aanciana lugareñánapolitanar entrevistada por Á~~"J.".L. popular está vivificada:; sobte;todo,:por:.éLséríddoue sacrahdad:'
Simone, cuenta a través del micrófono la historia de las siete
hermanas, la menos bella de las. cuales fue a parara «A Nuestra Señora se lave como persoriasantísima, dotada de 'po~
«protagonista de;tales alabanzas resulta ser luego. elblanco nr~'TA"''''''' der sobrehumano y de bondad. A ella se contrapone. el devot:o;ensu
los blasfemos .recalcitraIltes· uocasionales»22 .. miseria .espiritual y con la necesidad que él tiene de Jcuración y de
.Eh obispo de Como,Sandm :Maggiolini, reconoce que
«preservar ala piedad popular deLriesgo».deque eri ella se
superstición y.la inagia, pero el citado. obispo se. preocupa de. En una palabra, el que ha asistido a laoraeión'qlleelevan:a.Nuestra
guardiacontraciettos juicios derogatorios «tajalltes».De hecho: los peregrinos en los L400 santuarios·dédioados'a Maria; se
cuenta perfectamente dé que esos peregrinos. tieneuconciencia de
«La: gente iqtuye.muy bien" en general, que· e1;cristiallismo . ante un «Tú viviente», .antehlnapresenCia 'viva, maternal y
pregnado tambiéll por una dimensión de ternura femenina
rigoLmasculino de la organización un poco árida; intuye Quedapendiente·de .elaboración una.«máriología popular» que .va~
que María no reserva parasí.niisma oracionesyorantes, las' intuici0nesdeLpueblosobre Maríaj'Y que 'injertelaauténtica
todoyat0doslosJleva a su Hijo;dntuye muy bien que dela Virgen en. las·culturas· de los diversos·pueblosl es una labor
.10 que .el Papa laCtual denomina :.'mediaciórimat~rtlal" [.. ,]. La . fundamentación bíblico~patristica,de inculturación yde traduéeión
intuye indusQque Nuestra.; Señora .no es sólo términodela salvíficm;Tal mariología deberá tenel\en cuenta un·principio hle~
sin0 un estilo, .un .clima de. ora!=ión .en. el quees;.necesario de gran valor práctico, que en la Iglesia·latinoamericana se
.V'.lVLV¡;;Jl..... V.
popo/are/en fa Madonha 26 (1978) V2y.2;1- 3 L Cf la inculturaciónde la figura de «Una piecf~d mari.~na puramente tipologica no poseevalorformativo;
zona del Asp~omonte,; en Calabria, según la leyenda de la Sibila, enL M. LOlvlBARDI es urúfilüsión pastoral. No bástadeCir: laVirgenés ejemplo deJideli~
La presenza di CriSto nel/a éuliura pópo/are rrieridianale; en:AA. w.;I Probleini di Olisse ; .' ' < '" ' " , : ;" ,', -, " " : ' "
81 y 160-161.
22 M. L. STRANIERO, Napoli all'ombra di sette Madonne, en Il Giomo 27-12-1979, p. 3.' 24 G.AOOSTINO, Chi e Maria per ilpopolo, éhLáMidonna. 32 .(1984) 66,
23 S. MAOOIOLÍNI, Un rosario diconsensi, en.Messaggero di SanfAntonio, abril de 1988, 25 E TORTORÁ, Per. urú¡,devozior¡e popo/areauteiitica verso la Madre di Dio, Leilmann 1981,28.
d?-d,alapalabra,derfortalezaf~Íleldolob! Eor,esO' debemos .. El tratado sobre Miulía}queda ;illSerto
. Si no>se.cultiva"la:vin(;uláeión¡eL aínorí;~lafectosand;a ..o:a.IJ\.'~"~ dobleLtarea de la estética teológica: la..visióriestétjtade la Revela,-
creMaría,. entoh:c~sla¡ exigencia' de imitación de ,un PI(:>tClíU:iO:C;lS CiÓni .comodesclibrirnlénto deDiosqtiesere;vela(evidencia subjetiva) , y
puro imperativo categórico. Earahacer.quesea:ifeG:imdo. el' la manifestación de la gloria. de Diosenlá .figura (evidenciaobjetivaJ,
de.María, hay que hacerlo. de modo que la vinculaciónmariami Encontraste con la teología racionalista, la estética teológica quiere
tiene la prioridad 'pedagógica) .conduzca a la .áctitudmariana percibir la figura en cuanto tal, sin ceder al reduccionismo de la lógica .
tiene la prioridaCl óntica) »26. .En la «conversión hacia la imagen», resplandece la idea de modo visible
y plausible, y se intuyeeLsignificado de esa imagencomo.si de una obra
arte se tratara. Y,; así, en la figura de la Virgen María se nos muestra
3.,. María, esplendor de. la Iglesia una imagen de inmellSo valor estético. ~<Obra de arte».de Dios, la.esen~
cía de María es como un material maleable a disposición de la acción
En.elamplio'radio. de. acción de una teología empeñadaenlataIea divina, «La vida de .Maríadebe considerarse como el prc>totipo .de lo que
prc>fundizarenla.revelación y de transmitirla sin recelos de. modo' la ars Dei.puede hacer de una materia humana que no/se leopone»29.
de conIa mentalidad actual, aunque.sin plegarse por ello. a las Siguiendo la esteláde Fichte y de. Hegel, vemos que H. U. von
culturales, se sitúa la obra' de Von Balthasar, que concede gran Balthasar subraya la esteticidad de la figura de María incluso en el plano
a la Madre del Señor. En este autor, la mariología se revela como un
trumento muy útil para recorrer un camino ¡teológico aún LH\._A~'LVL
el dela estética teológica; «La imagen de María es inatacable, e incluso para los no creyentes
En su obra, de capital importancia, Herrlichkeit Bine poseeel valor de untesorc> de belleza intangible, aunque no se la
Aesthetik27, VonBalthasar seprc>pone interpretar sistemáticamente comprenda como imagen de la fe, sino únicamente como símbolo
Revelación sirviéndose de una categoría descuidada por la . .L\.AJLV;::'J sublime e interpretado según categorías humanas universales»30.
modema,a saber, lª «belleza», objeto de la estética. Mientras que
interpretaciones. cosmológicas >y antrc>poI6gicas. corren elpeligrc> En la .esfera cristiana, el significado de la figura de María se halla en
menoscabar lafE!vel¡lción, midiéndola.poreLraserc> del cosmos ¡y la revelación de la; Iglesiacristiforme. Indudablemente, la Iglesia es una
hómbre, vemos que ·la estética teológica contempla a Dios en:el realidad compleja, que no puede ser. revelada de modo exhaustivo por
esplendor de su amor trinitario; En la elaboración de su sistema; .el María: la Iglesia enc~entra arquetipos en Eedro, en cuanto asu función
no deja: de referirse explícitamente a María en su función nrr,t-r.·¡'¡n1 jerárquica, perc> también en Rahab, como símbolo de su situación de
eclesial, haciendo que se mida. «la importancia de la.mariología «castd. meretrix». Sin. emlJargo, la particular posiciÓn
" '. ',,, "
de .M~ría «pu~de,
'....
' ) . ' . .
" \
moderna; VI. Antiguo 'Testamento; VIL Nuevo Testamento, Encuentro1 Madrid 1991); 30 lb, 1, 530.
finita;dis'porribilídad dersa.,'abtitud de, fe' [:;iklá.quv<ua.,,_v.'-l
elsentldo ideab(mdral)y..real ~físico)de la·Iglesia>P1.
excluirdela IgleSia 1á imagen deL comptomisó,;.locual
tro hasta el punto de hacerI0 .irreconocible,ént:OnceshaY
María, que revela «su suprema.belleza,la de la Esposa.-Iglesia.
Testamento»;
María humanizada, liberadora, signo
del Di~s cercano y antecesora
interviene necesariamente,en la Iglesia el principio J.H'HLCUL~>"
Por eso es necesario que los cristianos ten.gan ante sus ojos
gen interior de María si quieren conformar una Iglesiá santay
me, capaz de hacer que resplandezca en el mundo la obra de
. 2CfN:LEMMO;. «Figlia diSion» a partire da Le 1,26-~8. Bilancioexegetico dal1939 En una sociédaden la que todos s~pronuncian en: favor dela'paz,
en Mar 45 (1983) 175-258; I..DE LA POTIERIE, Lafigliadi Sion. Lo sfondo.biblico della pero en laque son desmentidos no sólo por las condiCiones ·de.p6breza,
dopo il Concilio, en Mar 49 (1987) 256-276; K G MORI, Figlia di Sio; e serva del
B.ibbia, nel V~ticailo n, l1elpost:concilio~Bol()fiia 1.988;A. S§RRA, Myriam Figlia di. Sion. La explot~c:ión einjustici[1 en que viven pueblos enteros, sino también por
d¡ N~zaret e ¡l femminile a partire de! giudaismo antico, Milán 1997; P. STEFANI, Maria Figlia
e le rMici ébiaichedi Gesu. Tracee peruna ricerca, en Mar 59 (1997)17-30; J. LooERE (ed.);
una cultura de la muerte, enla que proliferan los actos de violencia, los
filie d'Israel, filie di Sion, París 2003 .. homicidios y el terrorismo, se vive una suerte de orfandad' dé valores
3 M. G. MASCIARELLI, Maria«lacredente»,éri E. M.toNIoLO(ed.), Maria nil
della Chiesa cattolica, Roma 1993; A. SERRA, Maria di Nazaret. Una fede in Carrlml71ln. absolutos y perermes. Tales .valores aparecen c:ondensaclos. en la figura
1993; SocIÉTÉ FRANt;:AISE D'ÉTUDES MARJALES, La foi de Marie Mere du Rédempteur en de María, «discípula», «maestra» y «síntesis viva de valores»,tomo
(1995) 9-124. '
4 T. R OSSANNA, Maria sorella nostra. Il signi[icato del titolo he! magistero di Paolo VI,
1991; M. H. MASCIARELLI, La discepola. Maria di Nazaret beata perché ha creduto Ciudad
Vaticano 2001. CfW. BEINERT, Die mariologischen Dogmen und ihre Entfaltung, en W.
R"n,,,;¡,"r~l 6 LDE LAPOTIERIE, Maria helmisterodell'alleanza, 276.
PETRI (eds.), Handbuch der Marienkunde, 258-264; C. MILITELLO, Mariología. 93-107. 7 B. FORTE, Maria, la donna icona del misterio, Saggio di marilogía simbolico;narrativa; Cinisello
5 CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, La Vergine Maria nellaformazione "''''''''''u<. Balsamo 1989, 103.
e spirituale, 25-3-1988, n. 16. 8 S. DE FlORES, Maria Madre di Gesu. Sirttesistorico-sálvi[ica, Bolonia 1998\ 47 -52.
.' Por ¡Sl:J,j'!i'"arte} el fehl~nishlQ:acucia.aüa.mari01<Dgía;aque .• revisé. no
sólo la concepción de la mujer, .. sinoitatnbién larihlagentradicional
de María14• Si para la teología feminista la «masculinidad» de Jesús
ya supone uri ~<escánclalo» ,Jafigurade María suscita no menores' re ~
~iceliciasconsidetada como un modelo ambiguo y peligroso: símbolo
de .pasividad, represión sexual, .exaltación de la. maternidad. Frente a
esta ambigüedad, las feministas. oscilan. entre el rechazo 'deh figura
de María y surecmperación .dentro de· una perspectiva liberadora~Y;
2. así,. mientras la santidad de María «se, mida por el número de pañales
lavados» o sea proyectada sobre una zona de total.perfección eoinimi~
La}~ntradíldela" w:uji~r en la vida. p~blica,con una participación, tabilidad, la mujer de hoy se siente impulsada a convertirse en «Anti:..
activa y consciente, es considerada por Juan XXIII como unq . Mary»15, distanciándose de. una imagen de María demasiado ooméstica
signos. caracterí~ticos de nuestro tiempo12.• María y.l~s m~jeres o demasiado idealizada.
yinculadaspor .un .nex9 de. ordenhistórico-:cuItur~l, siend~' así En vez de atrincherarse en ,una actitud. de rechazo hacia la Madre
yirgell, .gespué~deCri~tq,.esl\'l figura másr:el~v~nte.delOccid~nte de' Jesús, otras.' feministas prefieren preconizar el descubrimiento; de la
tia,llO; Su .influetlcia (neg~tivao pO&itiva) e1l1a. c~ncepci6n. deJa" . «verdadera» María bíblica, libre de lasincrustacionescultúrales, de los
es innegable, como observa sin tapujos Marina Wamen . disfraces yde las instrumentalizaciones ideológicas 16,
.. .... -,
En el panorama históricointerconfesidnal, Rosemaiy RadfordRue~
«Ya sea que consicletemosa laVirgen María como la imagen ther descubre que, al menos, es posible construir una mariología «alter.,
~lla sublime de'la aspiraci.ón d,e! hombre al biyn y a la pureza, o nativa» a la dominante y que sea potepcialmentecapaz de «romper el
como el más despr~ci.~bte prodticio de l~sup~rst:idó¡{ycle la' molde del patriarcado .femenino» 17 • Según la holandesaC;Halkes, es
rancia, la figura de María representa un tema central en lá historia necesaria una doble .liberación:
lafonc~pd6n defa mujer ¿h Occidente. Es una de las poca.s
.femehinas q~.e álcanzó el~st~dó de mit:o!: .un mito qlle desde a) María exige liberarse de lájmagen que se tiene de ella y de lasl)rO~
casi dosmil.años recorre nuestra cultura, ylo hace profuIlda:iri.en yeccionesconque la ha cargado una jerarquía sacerdotal masculina;
á.menudo imperceptiblemente éomo un' río subierráneo»13
: o" - ~ •
Pero no quiero restarle un profundo sentimiento de' solidaridad o
hermandad .
. .. 9M~? ~ASCIAREL[UNfaria rrlaestra di nuoviválori,en M;Vv.;Maria,~egrÍodi sp'erd~za
zl.~e~zom¡lleruo,11,68,)J,,7~ y;77., .', . . . . , fo
b) También es necesario que liberemd~a las mujeres de unas imágenes
10 G. DERrrA, Toma laMadOnna~U~di Na' pensiero», en nCorriere della Sera (11 de
de 1987). 14 Para la cuestión de la feminidad en relación con. María desde el punto. de vista diacró~
Il S. DE FlORES, Maria Madre di Gesu, 305-360. CfID., Significato di Maria per il nostro nico, remito a mi obra Marianella teología contemporanea, Roma 199P,cap.. XrY, «Maria e la
e~ ~ater fidei et fideliu;n. Collected Essays to Honor Théodore K8hler on his 80th birthday, donna nel mo.vimento culturale conteIllpóraneo», 400-437. .
(OhlO) 1985, 795-B07~L! ' . 15 C. A. DOUGLAS, MaryAnti-Máry, Christmas1973 ..
12 JUAN XXIII, encíclica P~emin terris (11 de abril de 1963). .16 Cf C. ZANON GILMOZZI, Pev.una autenticalibérazione della donna; Roma 1979.
13 M. WARNER, Solafrale.donne. Mito e culto di MariaVergine, Palennci1980,.19. 17 R. R.RUETBER, Cristología e.femminismo,enAA.VY.,La sfidadelfemminismo.alla teología,
Brescia 1980, 134~137.
de.Marí~;· todavía;H0min~ntes¡;ql1eá~satosigan.'Tal~s UUCl):;'¡:;lU;¡:¡ «Lá.prim~ra,.ten!t~ti\(a.btigánicaniente.artfculadá:deencuentro. entre
bén seranalizadas.y désénmascaradas?}18; la matiología::wló'fetndnino»;24:.;seLdebe.a; LBoff, con su :mencionado
ensayo Ilvoltomatemodi Dio. Saggío interdisciplinare sul femminile e le sue
Las, tareas más. urgenú~sen orden auna mariólogía liberada forméreligiose(Brescia,198l): Con rigor. sistemática, ·Boff se pregunta
radora, podremos reseñarlas así: 1) restituir aMaría su' L,'~U,La... U\ acerca del :q.ií.cleovertebradorde lamariología¡ «apartirdelcual todos los
superando:la imagen dé «casi no mujer y casidiosa»19¡2) reIatrvIZ~ acontecitnientos marianos se explican y se comprenden», es decir, acerca
maternidad biológica de María, como haceJesús en la pn~diicaciótl';;~~< de .«la idea~maestra que la divina sabiduría tuvo sobre María». Las siete
hacer resaltar la fe de ella en la palabra de' Dios»20j 3) ver en respuestas ofrecidas porlos mariólogos contemporáneos, que estructuran .
la imagen de la feminidad oel modelo de lamujer,sino sus tratados sobre María, bien a partir de su relación coneristo, bienso~
el modelodetodo.áeyente, de personalidad adulta y bre la base de su vínculo con la Iglesia, o que renuncian a toda reflexión
responde libremente a Dios, el.«símbolo radical de una ·UU.LUCUU' orgánica,son considera.das insuficientes por el teólogo brasileño. Tales
nueva [.;.], la represenfante original y escatológica de la U~.ULULLLUlCLY-' respuestas no exprimen a fondo el significadosalvÍfico de María según el
evitar los temas de la «nueva Eva», de «esposa» yde«ente rel:aCl,om plan de Dios, porque desatienden 10 femenino, o bien pecan de«positi~
que.perpetúan la subordinación (no implicada poid servicio ni vismo histórico»\cuando no se límitana constatar los acontecimientos
diakonía) y que.trasponen«el esquema androcéiltricodesde el relativos a María' sin indagar en su trasfondo teológico.
de la creación. al delaredención; 4}abrirel sacerdocioministeri~l Boffse propone desbloquear la situación haciendo notar que «no es
mujeres, porque las restricciones en este'campo «están basadas indiferenteeLhecho de que María haya sido una mujer».. Esta circuns~
pasado sin utilidad algutia, y lo están precisamente. por tancia, lejdsdé ser irrelevante, se puede convertir en «una categoría
contra la.sangre,·que hacen que una mujer sea "impura" a causa antropológica fmldamental», capaz de oficiar de eje en'totnoal cual
samente de sus funciones .biológicas»22 ~ «sistematizar. todos los hechos de los que la fe .da testimonio ,acerca de
Por, encima de estas prerrogativas feministas radicales, la teología María»25¡ El teólogo justifica esta opción mediante un análisis de orden
sigue desmantelando muchos lugares comunes acerca de la L\..-LUH.llU,:U. filosófico y teológico de lo femenino con eL que revela su estructura
la maternidad y la virginidad de María, y lo hace liberando a la sacramental(lo femenino «habla de Dios, evoca a Dios y apunta hacia
de Matía •de l6s condicionamientos histótico~culturales,· poniendo Dios»). Si lo masculino .está divinizado en Cristo de forma plena y di~
manifiesto la capacidad reveladora de la Virgen en relacióncorrDi0s recta, «¿no podremos esperar que lo femenino se halle en el orden de
con. la mujér 23 .. ser divinizado, como lo fue lo masculino en forma plena y directa?», se
pregunta Boff.
18 Y. HALKES, María y/qs mujeres, en Concilium 19 (1983) 283. . ' .•
En este punto, el teólogo propone una respuesta afirmativa en forma
19 J. O'CONNOR, The liberaiion of the Vilgin Mary, en Ladies Home Journal 75 (1972)
. 20 Esta idea la desarrolla extensamente la autora (C. Halkes) en el artículo citado María
/qsmujeres, Concilium 19 (1983) 283-29L
de «hipótesis teológica» (theologoumenon), sosteniendo que corresponde
21 R:R. RUETHER, New Woman,New Earth, Nueva York 1975, 12.
22 L. M. RUSSEL, Teología femminista, Brescia 1977 89. 1979, 153-187; P. SCHMÍDT, Maria Modell der neuerí Frau, Perspektiveneiner zeitgerniisserí Mario-
23 ' " ,'
Cf A. MANARANCHE, [Esprit et la femme; .París '1974, 140-150' K. RAHNER: Maria Iogie,Kevelaer 1974.
l'immagine c~stiánadella~na, en Dio e rivelazione. Nuovi saggi, VII, R~ma 1981,437-446; J. 24 A. BONAZzI,Implicazioni moralidella mariología di Leonardo Boff, Roma 1983, 5 (tesis
GALoT,Ma~ ~ donnanell opera della salvezza, Roma 1991; M. X. BERTOLA, Maria e le istanze del fotocopiada). .
mondo femmlmle, en M.W., Il ruolo di Maria nell'oggi della Chiesa e delmondo, ROrÍ1a~Bolonia' 25 L. BOFF, Il volto materno di Dio, 17-24.
al Espíritu ,Santo diviÍliiqrJ(!)Jfemeninoáhfi~al detlahist9ria,pe:t;0
de ello un anticipoescatGlógicoen;el'misterhdel1a:NirgenlMaría"
L.asnuevasc0rr.iehtesder la::teología' poscohdliar:ejercen generalmente
«Mantenemos la hipótesis de que la Virgen" VLrl H , ' , unefectod¡;d.rrastte sobr~ 1& tnariología; la cual se ve obligada de esta
de los hombres, realiza enJorma absoluta y escatológica Jo lC:U:lC:lliJ manera a: afrohtar las tendencias culturales de nuestro tiempo. Demo;
porqúeelEspíritu Santo hizo de ella su: templo,:su ",Cllll.U'CllJ-'.L"l lida .la conciencia' occidental, la gente se percata de la existencia de
tabernáculo, y 10,hizo de modo, tan real y verdadero que, otras culturas, en cuyo interior despuntan teologías inéditas, como la
ser consideradavs:omo unida hipostáticamente a la. tercera teología de la liberación o la Black Theology, con un imprevisto modo
de la SS. Trinidad»26¡ de abordar .las· reflexiones sobre María, Al mismo tiempo, también la
mariología se ve implicada 'en el movimiento feminista y en la teología
Tal hipótesis suscita muchas' críticas en ciertos. ámbitos L~AJL\J""J.~ de la feminidad, que apuntan al hecho-que genenilmente había sido
donde. seJa considera carente deJundamento, exagerada y desatendidoporla teología-,.: de que Mana es una mujer, y proponen una
ménica2!, mariologta alternativa.
La mariología; en su relación con lo femeninoycQnla UllllC:.ll"~' La aparición de estas corrientes, que no son sino la.. traducción teo;
pneumatológica, tendrá 'que recorrer todavía un fatigoso Camino lógica de un determinado contexto sociocultural, influye en el modo
armonizar las, exigencias 'históricas y culturales (sin Geder aJa de percibir. y presentar lá figura de la Madre de Jesús por parte· de las
ción de la hybrisJy los datos de la revelación bíblicá(sili comunidades cristianas fuera de Europa.
en viejos clisés que privan de sigrüficadológicoy vital a la; ll~'-'lCl<¡¿ Durante los años 1960~1970 surgeyse desarrolla en América Latina
María y a la persona del Espíritu Santo pamIos hombres y las la «teología de la liberación», cuyos caracteres esenciales' describió G.
de nuestro tiempo). Hayque reconocer a Boff; a pesar de su Ul"',--U~l\d Gutiérrez29 . Esta teología recibe carta de naturaleza en la Conferencia
«hipótesis teológica», el mérito .de haber puesto. de lllcl.llU.J.C:"LU'C:l.JlHlJll:' episcopal latinoamericana de Medellín(1968), la cual tacha de «situa~
de la teología «urusexual»,' añadir en la mariolGgía «.elnúcleo '-ClLClll"ClU' ción de. pecado» y' de «violencia . institucional» la situación históricá
y condicionante» de toda la cuestión femenina,y haber ~VJ.L"L\..l'-L de neo colonialismo y explotacióndelospaíses de AméticaLatina. En
María como· «tema de reflexión antropológica privilegiado» 28; efecto, «allá donde se encuentrarrinjustas desigualdadessodales, polí;
ticas, económicas y culturales, allí existe.un;rechazo deldoI1 de la paz
del Señor, mejor ditho, se está rechazando alSeñor mismo»30.
América Latinaredescübre la figura de' María a partir de su situación
sociopolítica, de la historia de la evangelización del sub continente y de
., 26lb, 93.
su identidad cultural.Pocb a poco la Virgen se va enra.i~ando como ico~
27 Cf]. GALOT, Marie et le vrai visage de Dieu, en Mar 44 (1982) 427-438; X. PlKAZA, i no en su propia cultura, no descle una perspectiva académica ni trivial,
hipostática de ,María con el Espíritu Santo? Aproximación crítica, lb; 439-474; D.
Espíritu Santo y María en la obra de L.Boff, en EphMar 32 (1982) 405-419; A. AMAm,Ló
Santo e Maria neUa ricercateologica odierna dellevarie confessiani cristiane in Occidente, en M. 29 G.GUTIÉRRE?:,Teología de la Liberación. Perspectivas, Salamanca 199415 .(ed. orig., Lima
Maria e lo Spirito Santo, 67-75. 1971);JD., Beber en su proprio pozo. El itinerario espiritual de un pueblo, Lima 1983).
28 A. BONAZZI, a.c., 5 y 32. 30 Documento Paz, en Medellín, la Iglesia nueva, Montevideo 1968, 71.
sino en únadiméúsión> viva.Y;;~aútenticaj ~aunquet:Q:t'I,;i:algún~ 1m impeiátivocategórico¡ :Fituilmente,eru Puebla; 01979) :seyinculah la
necesita verificación. faceta maternal de Maríayslli carácter de;paradigma,eclesiaP2;
. Lateologíqde laliberaciÓn,.que surge comhpruebadel co:mplI:0t
sociopolítico y critica la praxis :eclesial ah luz de<la.palabr:a
recupera aspectos del mensaje bíblico que durante tanto neltrmom:al María, signo del Dios cercano
sido eludidos. Entre ellos·secontará el cántico de la Viigen,con;
carga espiritual y: liberadora: Con.expre~ionesúniversalmente válidas««María, madre y modelo de
la Iglesia»), Puebla elude la abstracción ahistórica, y confiere sentido a
«El MagnífiFat podría expresat muy bien esta espiritualidad tales títulos vinculándolos con el horizonte socioculturallatinoameri~
'. beración. Texto de acción de gracias por los dones del can033 • En el acontecimiento deGuadalupe,eldocumentode.Puebla
humildemente la alegría de saberse amado por él [...].Pero lee una «señal» que: Dios ofrece· eri María al' puebhpara hacer que este
tiempo es uno delostextos de mayorcont~nido liberadofY percibalacercanía divina y para convertirlo así en comunidad. Se trata
del Nuevo Testamento. Esa acción de gracias y esa de una señal maternal; porque nadie más apto que una madre aptapara
estrechamente ligadas a la acción de Dios, que libera a mostrar la ternura de Dios y cumplir una misión fraternaL
dos y humilla.a los poderosos. [.•. ]. El futuro de la: historia
línea.del pobre y del expoliado. La liberación auténtica será «Desde susorígenes--'en su aparición y advocación de Guadalupe-
oprimido mismo, en él el Señor salva la. historia. La '-,"~JU1.LU,::lU\..I.C1L María constituyó el gran signo, de rostro maternal y inisericordioso,
la liberación tendtácomo punto de partidaJa espiritualidad de la. cercanía del Padre y de Cristo,. con quienes ella nos invita a
anawim»31. entrar en comunión. María fue también la vozqueimpulsó ala unión
entre los hombres y los pueblos bajo esta advocación: María consti~
En el campo pastoral, en relación con la arraigada devoción tuy6la gran señal(n. 282)>>34.
en el catolicismopopúlar latinoamericano, se verficaron tms. etapas .
mero se. tratóqe.reforzarelvím:u.lo entre el pueblo y María; H' L'-\U'-.'UL,LO Por su vinculación con Cristo, María se convierte históricamente
elsentido.de su maternidad e intercesión, orientación que atendía en motivo de fidelidad al Señor, «pedagoga .del Evangelio en América
al afecto haciálaMadre que aJa relación de María con la, Latina (n. 290), tanto que cuando la dglesiaLatinoamericana quieré
Después, con lasecularitación, se pasó a una pastoral ~.~_~~"L",_"~U dar unnuevopasode.fidelidad a su Señor»,.debe;alZar«la mirada hacia
carácter tipológico, carente de vínculo afectivo y que seasemej la figuta.~viviente de María».(n. 294). Todo esto se~hallaJundameni:ado
,31 G, .GUTIÉI;RJiZ, Te.ología de la liberación; o.c., 248,. Cf también: A, PAOLI, La radice 32 Sobre las etapas de la mariología en América Latina, cf E SERRANq, La mariologiasecondo
Meditazioni sul v~ngélP di Lúca, Brescia 1972, 196-209; J. MOLTMANN, Illinguaggio della le istanze socio-culturali e pastorali della Chiesa latino-americana, en D. VALENTINI (ed.) , La teologia.
zione,Prediche émeditazioni, Brescia 1973, 122-131. LaCongregadón para: la Doctrina Aspettiinnovatori e loro incidenza sulla. ecclesiologia e sulla mariologia,Roma1989,299-314;
Fe ha exigido que no se haga de la «lectura profética del Magníficat» la dimensión 33 Cf el análi~isdel documento de Puebla en S,. DE FlORES, Maria nella teologia contempora-
y exclusiva» (Instrucciones sobre la teología de la liberación, 6-8-1984), y que no se nea, Romá 19913,386-391 (los textos ae Puebla están tomados de Puebla. La evangelización en
ideologías del Inundo y a la presunta necesidad de la violencia»; encontraste cdn «aquel el presente yen. el futuro de América Latina? BACi Madrid 19852) ¡
al Dios de la misericordia que la Virgen nos enseña» (Instrucción sobre la libertad cristiana 34 Cf A. AMATO, Mariologia in contesto. Un esempio deteologia inculturata dI volto meticcio di
liberación, 22-3-1986, n. 99)., Maria diGuadalupe» (Puebfa n. 446) ,en Mat42 (1980)421-469>
eh lai tar€'a7prirrí8iHüll ;de:Ma13ía, Jlue.:GOusist'e. errv'incular a;lYl()S¡(~.()l mievos:;éánticos,inv.0(fan;ala;4:páredda;cbmo~.fuadre deL.trabajadot~>c;
hombre. y'enerrcamar' :h:Palabraen,la.;historia:' ,; . ~ que]mlibera«de.Jas ;ganras; dedosexplotadores>f. yéorigregaen;uriióIl
fraterna atodos.
«Por medio de María, Dios se hizo carne; entró a formar parte La~identificacionbrasileña,
.
fruto d. e un sincretismo. desviado, de la
.
pueblo; constituyó el ceIltro deta histOria. Ella eselpu];ltó • Mrgen.conlematijá, diosa centralísÍmadel panteónamcano,constituye
del cielo con la tierra. Sin María, el Evangelio se. desencarna, un ,grari problema teológico y pastoraL Esta inculturacióri defectuosa
figura y se transforma en ideología, en un racionalismo·""·'"..,.. .." ... hundiría sus raÍCes en una cristianización.delpaís superficial e:ilusoria
(n.301):.. impuesta autoritariamente •por el Estado, de modo .que .losbrasileños,
en lo profundo de sus creencias,tseguiríansiendo.paganos"Sin embargo,
.• El pueblo. latinoamericano, 'incapaz de aceptar una Iglesia que hoy día,junto.a la tesis' que considera el sincretismo como una degra~
una familia;. «reconoce en lalglesia laJamilia que tiene por dación, empieza a cobrar ímpetu una actitud menos doctrinaria que
Madre de Bios» {n.. 285):Maríaesuna presenciaviva.cuyo J-lUJLJ-lJ.l:e'!j
reconoce en el sincretismo una vía de evangelización: .es preferible-se
siente en el seno de.la Iglesia, nouridogma abstracto e . dice-" un, cristianismo sincrético que un puro· paganismo. La figura de
María podría ejercer sobre Iemanjá de fermento ético ,y espiritual. Pero,
«Se trata de una presencia femenina que crea el ambiente en todo caso, hay que velar para que el.cristianismomantenga su iden~
la voluntad de acogida,elamory el respeto por la vida. Es preseFl tidad no cristomónica(que excluye aL Espíritu Santo y a Máría) , sino
sacramental de los rasgos maternales de Dios; Es una cristocéntrica, que los incluye a ambos3~~
hondamente humana y santa que suscita en los .creyentes Jas
rias de la ternura, del dolor y de la esperan.za» .(n. 291).
5. María, ascendiente africana
Dos siglos después de Guadalupe (1717) surge en BrasiL el culto
Aparecida, cuya pequeña estatua (36 cm) fue atrapada al azar por Es un capítulo incipiente, pero repleto de 'promesas, y que se haplasma~
Alves en su re4depesca: También aquí María. es sentida por el do ya. en escritos circunscritos a. una determinada Iglesia local.
como madre., dato. central en ·la '.cultura, afrobrasileña: «El LLV'ULlJL
En la India, por ejemplo, se observa una situación de «Non~Issue»
la madre ,es, en eL Brasil; uno de los más poderosos tábúes con respecto a.la mariología, que resulta hallarse. ausente de la teología
(L. Camara Cascudü) . En este proceso de apropiación de María dellugar; EIl C:6m.pénsacióri, ladévodón'a María ocupa! un higa:rderri:'
madre' se oculta. eL peligro de una relación de fusión. madre~ hijo;. mer orden entre el pueblo: se honra aMaría con oraciones específicas,
sólo el contacto con la Biblia es capaz de mantener en los límites nove nas ,.ayun6s· yperegrinadOlles: M3#8.
és ihvocadaantes. que pensa~
la ottodóxia, Enefeéto,bíblicameIlte Maríá esmadre creyeIite, . da, y por tanto gozan de mejor acogida los títulosma.riahosfuncionales,
odenta haciaeLHijoOn 2,5) ynos conduce ,por el camino de la . los. que la que .pres~ntan como. interG~~ora .. Elemento típico de la devo~ .
y la frátemidad.Está es ahorala'lectura de las cOIímrlidades \..-\..-L''-''LCH\
de base, para las cuales María es la mujer liberadora del Magnífi~at, 35 Resumo aquí acerca de Brasil algunos aspectos del informe que otteceC. BOFF,'Lufigura
di Maria nella cultura brasiliana, 'en: E, !'EMITO (éd.), I:iriimagine teologica di Maria, oggi: Jede e
compañera del pueblo, la mujer negra «icono de losafrobrasileños·». cultura. Atti dellOº simposio internaziona1e mariologico; Roma 1996, 205-270.
~ :,~';:~:' ,/"<
4~8 .. Nfétffár¡SJl1tElsi~(~e;)valores
lasreferenciasia María en Daho'mey (actualmente' Benín}; en, y educación de los hijos. En un contexto de sumisión institucional de. la
en Malawi yen Suazilandia, prestan. particular atenclón a mujer al varón, «mamá» es título de honor y de respeto, por su vínculo
históricos y culturales que constituyen la base de lasexlpre:sícme:sixi con la entraña misma de la vida. Ello explica por qué entre todos los
devoclón mariana típicamente africana37 • títulos aplicados a María por el Nuevo Testamento, el de madre es el
En un plano más general se sitúa el ensayo' de R. Laurentin que habla con más elocuencia al corazón africano; todos los demás son
the. african Theology;que estudia las cuatro formas de una prolongación de éL
friente, agresiva, serena, triunfante) y los valores de la cultura En África, «el honor del hijo es el honor de la madre» (en la lengua
en orden a la comprensión de María38 • Tales presupuestos <>n1-rr.,-.r.I,rfidi; língala zaireña, lokumu ya mwana nde lokumu.ya mama). Por esta razón,
predispondrían al. africano a acoger algunos aspectos del las madres africanas pueden hacer suya la admirada exclamación decla
difícil asimilación para la cultura. europea; aldeana de Lucas: «¡Dichoso el vientre que. te llevó y los pechos que te
EL X Simposio Mariológieo Internacional, organizado po:da amamantaron!» (Le 11,27).
Teológica Marianum (Rorna 1994) ¡. abordó el tema La .. A pesar del reconocido valor de la maternidad, vemos que la virgi~
de María hoy: fe y cultura. Los disertantes, procedentes de nidad -si bien limitada a cierto período vital- no resulta extraña para
ses, dedicaron sus ponencias a cada uno de los cuatro co:nnnen la cultura africana, que a veces la exige en la contrayente, llegando en
cuanto a África -en el análisisdeD.AtalSaAhgan.g,dela caso contrario a declarar nulo el matrimonio, y la fija también como
Teológica de Kinshasa-, la inculturación de la fe cristiana se m requisito para que una mujer alcance la condición de cabeza de clan,
partir de la reacción de la inteligencia y del corazón de los atrrcanos;a pues ello la hace más receptiva a la hora de contactar con el mundo de
los enunciado§ de fe concernientes a María.· Pese a su los antepasados.
Por último, ante los contratiempos, la madre, con su sensibilidad, es
c· 36 D. VELrATH; .La m¿tr'iologia: ilella Chiesadell'lndia, en D. V ALENTINI (ed;) ,La teoLo¡;¡:¡a:¡,': la que más consternación muestra. Esto predispone a los africanos a sen~
377.¡ Para conoFe~ algunos elementos de iflterpreración mariológica en Asia, Cf tirse conmovidos por el desgarro de la Madre de Jesús al pie de la Cruz,
Tlíird-Eye Theology. Theblogy information in Astan setting, Nueva York 1979.
37. J¡.AMoussou, Le cúlte' de .Mariedans la spiritúalité africaine au Dahomey en AfTIque cuando su corazón fue traspasado por la espada del dolor Un 19,25~26;
Oudiah 1974 (extractode yna tesis defendid¡¡enlaPontificia Facultad Teológica.
M. BUKENYÁ BIRlBONWA, The devotion to Maryin Uganda in the light of the doctrine Le 2,35).
of LumenGentium, Roma· 1980 (extracto. de una tesis defendida en la Pontificia En definitiva, el africano es un mundo abierto a la acogida de María
Gregoriana) jp. G BA, Mary. in the Evangelization of Malawi. History and culture for:
Nv1
Project, Roma 1983 (tesisdeféndida enla·Pontificia Universidad Gregoriana); M. M. en la propia vida, y puede convertirse en lugar de gran fertilidad teoló~
The mission of the Servants of Mary in Swaziland from itsorigins (1913) until 1933:
development and manan devotion, Roma 1986 (tesis defendida en la Pontificia UHIlV<:lOl'
gica para una mejor comprensión vital y una más acendrada veneración
Teológica Marianum). de María. El recurso a la Biblia sigue siendo fundamental, no tanto para
38 R. LAURENTIN, Mary and the.african Theology¡ en AA.vv., Mary in Faith andLife
New Age of the Chúrch, Dayton 1983;3-44. evitar que se haga de Miaá lJ;na di9Sg.ter(Áfri.ca no acecha este peli.,.
groj:siendocbmo:es.'lin,c0Íltínente;monGteísta) cuanto para
como figl!fa;centrala:Gristo,úilicomediador"que¡
de la Virgen. María ejeréeunpapel secundario, pero lmportant~~"l1(
don gratuito de Dios. Entre las, mujeres, ella.es
santos, la de mayor. prestigio. Para.lavidapresente,María.es
fe; para la vida futura; contemplación de lagloriaetema que nos
elSeñor39 •
L
, .'. 'terdependencia entre María.y la cultura. . .
. . . Como habíamos mostrado alo largo de la tercera parte,.la cul~
tura barroca concibe a María bajo el signo de la dilatación, impulsada
por la fantasía creadora (siglo XVII); la Ilustración la amolda a la razón
moderadora (siglo XVIII).; el· Romanticismo acentúa la sentimentalidad
en su devoción (siglo XIX) , y finalmente el neohumanismo hará de ella
emblemadela libertad y responsabilidad humanas (siglo XX) .
En general, no se trata de una sucesión de perspectivas que se sola~
pan unas a otras, sino de una acentuación de un aspecto que coexiste
con los demás. Esta transversalidad y esta coexistencia sincrónica entre
las diversas·, formas adoptadas por.la reflexión mariológica, por. más
que cierto modelo fuera hegemónico en determinada época, desanima
cualquier intento de proceder a un rígido deslinde cronológico entre los
sucesivos estereotipos marianos. Todas las inculturaCiones son homolo~
gables,en el sentido de que cada una. de ellas. a un tiempo enriquece y
depaupera la figura de la Madre de Dios, y adolece de.las limitaciones
que el espíritu de los respectivos tiempos le impone.
Una vez asegurados los datos bíblicos tradicionales sobre la Madre
de Jesús en sus prerrogativas básicas,los contenidos varían, fluctuando
entre una María pasiva o activa, humanao.simbólica, terrenal o celes-
tial, revelada o misteriosa, sierva oseñora¡individual o eclesial... María
39 D. ATAL SA ANGANG, Culture africaine et réflexion théol;gique sur la Vierge Maria,
deJésus, enE.PERÉTTo (ed.)¡I~irhmagine teolog{cádi Maria,oggi, 139-181:' . cambia de rostro, se transforma;mostrand0 aspectos inéditos según va
502- MrMa, síntesis Cfevaleres
que es la incapacidad para servirse del propio intelecto sin la guía 'denunciaesdá JpretetrsiótÍ dbreducir 10r humanGta 10;ra:donal,oqtie
persona; choca con el fracaso y la crisis del imperialismo de la razón] 'se'auFlavíanwe;eQrrduce,ln.defectiblemente 3' laifelicielad¡ ,Se
emerge finalmente una nueva fase alternativa que renuncia a la . que lá;T3zón;sea;por: isí:solaicápaz.de evitar rosálJusos de poder,
de las certidumbres para navegar sin rumbo fijo hacia lo de~;cono(::ídl ,de'gestionar con rectittrdmoral; los' avances científicos,. mientras que
La posmodernidad impugna en cierta medida la cultura lllLIUC.LU¡; surge la necesidad de conceder espacio a la experiencia,a la estética y
augurada por el humanismo y por el Renacimiento, y perteCC:LOftadra a;la religión, .dfmensionésconstitutivasde do humanGnoreducibles a
la Ilustración y el progreso científic04• Al saber audaz de Kant, sola racionalidad. «La razón omnidesmitizante aparece, ella misma,
«pensamiento débil» (G. Vattimo), que se considera incapaz de desmitizada» 6 •
los colosales sistemas del pasado, a los que ve como utópicos LTambiénlaJe en el progreso se tambalea alavistá de lostincalcula~
de futuro. Se contenta con vivir con pietas tierna y femenina lo bIes daños ecológicos derivadosrde la instrumentalizaciónd~ la natura~
humano, sin cuestionar, sino recurriendo má~'bienJalaastuta leza.Elhombre moderno se convierte en víctima de su propio progreso,
popular5 • pagandG por ellG un precio verdaderamente excesivo: la contaminación
La pos¡:noclernidad pone; en cuestiónlos tres pilares sobre los. de la tierra, del aire y del mar, el efecto invernadero y el agujero en la
edificó ,la Illodemidad:., capa de ozono,los arsenales de armas de destrucciónmasiva,ebdesem~
pleo y los problemas del Tercer Mundo .• ;~<lil' actualspciedad:del progre~
so está amenazadapofi la autodestrucdón: lenta minclusorepentina».
3. Se cuestiona el valor destacado y,ürientadordelanación,un valor
que; después ele haberseafirmadó con la, modernidad, entró en crisis
3 Así en el análisis déB. FORTEDove~ailcristWhésimó?;Brescia 2000.'En:uria
compleja se observa: «En el plano cultural el siglo XX nos proporciona, gluuClllLuel.1Le, cuando las dos guerras mundiales originaron masacres redprocasde
de bajo perfil. El derrumbamiento de las "ideologías" (con sus luU'uUCl[)1e~
varias naciones,' tanto. capitalistas. como comunistas. Se ha comprendido
ré'ceháberaflbjado la tensión:. iritelectual y haber dado:paso al
a la aquiescencia o al pas()tisrno o alnihüismo,oincltlso a la'.'l·lipc,cresía" ~_ • ..,.,.".•"u., que es •necesario favorecer amplias. aliánzasy confederaciones en el pla~
grándes dialécticas (desdé lás que fundamentan vfd:a-rnuerte; bien~rilal, ve¡'oa(FalIlO¡"tia
de .16§ ,comportarrlientos ¡:otidi:::ul0s.que encausan libegad: y deber, sJlbje~ividad no cultural, político y económico; y actualmente «se ¡están empleando.
creída y praxis de vida, etc.) ha~ abandonadolo~ .<colores vivos y han dejad~ el muchos' esfuerzos para conseguir una economía .demercadoconcertada
y diversas actitudes: el relativismo sin inquietudes; la frúición dé l6inmediátd Sl·n·n~m·()tcfí
tos; la reducción subjetivista de toda verdad y de todo 10 que es universah> (L. '-'t11AKII~bLL socialmente y reguladaecológicamente»8•
orientamenti per il prossimo decennio, en I1 regno/documenti 15 [2000] 489-498). Más allá de esta coyuntura predominante,la proyección hacia el fu~
4 Véanse J.-E LYOTARD, La condizione postmoderna. Rapporto sul sapere, Milán 1999;
La posmodernidad, Barcelona 1986; P. KOSLOWSKI-R. SPAEMANN-R.Lów, Moderne turo yelrefugio~n elpásadb ejercen fuerza de atrác:ción.I,;a. transición
derne? Zur Signatur des gegenwartigen Zeitalters, Weinheim 1986; J. M:MAIillONEs,
la posmodernidad al cristianismo, Santander 1988; W. WELSCH, Unsere postmoderne del segundo alterce~ milenio' confiere a. las postrimerías del siglo XX
Berlín 2000; J. BALLES;rrROS, Posmodernidad: decr,zdencia o resistencia, Madrid 1989; E. un tinte a.P9calípüco9. 'Mientras semultiplicari.'1?-s a,clyertencias de •los
propósito de lainodemidad ydela pestnddetnidad, en Revistáde espiritualidad 48 (1989)'
L SANNA,fantWPologia, cris,tianq tra ~df?.rnita e postTT\od~rnita, Brescia 2q02 2•..'. .•'
5 V éanse o: V ATIrivlo- A. RovAÍTI, Il pensié'l'ó deIJole, Milán 1983; M. FEIUwUS,
chilismo moderno, post-moderno, Milán 1983; A. RrZZI, Le sfide del pensieron debole, en 6 R KÜNO; Cristianesimo; Milán 19971 738.
diteologia» 27 (1986) 1-14;.M, vv.; La posmodernidad,;Barcelona 1986; J. M .. !v!"",,-,c.Jl"'" 71b,,759.
desafío de la pósmodernidad al cristianisrrw, Santander· 1988; J; BALLESTEROS, Pn<'mnr/"rnirlrt,1·, 8 lb, 760.
9 «El apocalipsis está hoy día de moda:. Elánuncio:deun fin:delmundo,'máso menos
dencia o resistenCia, Madrid 1989;E. OARCÍA, A propósito de la modernidad y de la nmmn,1"rr
en Revista de espiritualidad 48 (1989) 353-388; G; DOTOLO, La teologiafondamentale próximo, pero inevitable, resuena por muchas'parteserinuestra CJlltura [... ] »i (N.' ABBAGNANO;
al/e sfide del «pensieron debole» diO; Vattimo, Roma 1999. fapocalissenon fa paura, en I1 Giomale, d 6de diciembre de 1981).
científié0sy,deJos literat0si;qUle vellli'que la hüinélnidad se . entrel:1,ta';él .«.[LaJ.éxpresióri~¡b(;llqie~una¿necesidad;mol·se'puede'COITsidér:ar:como
pUnt0 :ctuciahen eh que cualquierpasQ ,en Jalsor podtfaiser unairespúesta.e:Xi:háustlivajelaboradatealógicamente,ialprobl~ma·de
prdiferan tamoién las~~seña1esdel cie!0» :tapari,cione~ .""',,,.,<1, ...... .Bios,sino.coma ·l.Inqrespuesta! antropológica.e instinriva·a un deseo
nas o fraudulentas,que invitan a laG:onversión:yrevelan CA""'Ar"",.'"'' ;dehHmanidadyde '~maternidad"porparte de.Dios»14.
e! futuro de! mundo.
En sentido positivo se observan dos movimientos: uno, a favor de
parece que: lo «otro» en una>antropologh de frontera; tanto emla ideología mo~
derna como ene! nihilismo posmoderno, que .contemp1a al hombre no
sólo como artífice de su propio destino, sino principalmente. como ser
;vemos que durante ·los.años ochenta.se manifestó vivamente esencialmente re!acional»15, y e! otro, movimiento que. es un 'proceso
de investigar la manera. de poner" orden" en la mu1LL~'LL....a.""j,vL.L.u'\,j de unidad que no sólo aspira a fundir teología y espiritualidad, sino que
temaseclesia1es y de los centros de orientacióny.discernimieh amplíalos horizontes ecuménicos haciéndolos extensivos a las restantes
religiones,. y emprende una movilización total de las fuerzas democrá~
El neo conservadurismo se vuelve «contra aquellas tendencias ticasen una lucha en favor de la .justieia, la paz y lapreservaciótrdelo
vida de la Iglesia que desatienden: la. idea delatrascendencia cread0 1?
pero omite la dimensión. social del mensaje cristiano y exige a la Laposmodeinidad, pues, nos enfrenta ante Hna sitllaG:i6nparadójicaj
«que regrese a.una forma de religión más autoritaria y que insistaem compleja y ambivalente, .que reúne la realidad y las corrientes múltiples
antiguas virtudes de laboriosidad y dedicación¡enel sacrificio y e incluso opuestas:
ascetismo»12,
Alde.rrumbamientode .las ideologías contribuye el renacer de «La organización de. las sociedades aparece como dirigida o requerida
periencia religiosayde la mística. Burante los años ochenta y nr'\'<7A1""\1"", cada·· vez más por opciones contradictorias: •es la fascinación de la
difundedesde8alifomia por la Europa occidental un movimiento unidad y la' explosión de los conflictos; .el pluralismo de lasliberta:des
tualpor su carácter holístico,yqueseagrupa bajo el n,ombre y ehendirseante la homologaCión; Jareivindioación de la .respon~
New Age, «Nueva Era»13. La Nueva Era, en.último término, no es sabilidad de las personas y la imposibilidadCQmpleta de aprehender
cuáles son los centros de.decisión: Es· difícil negar quepreeisamente
10 E. FROMM, Psic~nalisidella societit cQntemporanea,Milán 1961,343, Cf A GENTILI, .
manca alla fine?Prófezie laiche é religiose allesoglie deLDuemila, Milán 1998. . gran difusi6n e~ nuestro t'Íempd, ab:ayendo l~ at:éIÍciónde'espe~iali~tasyde pastores de almas.
llB.SECONDIN, Nuovicammini delló Spirito, CiniselloBalsamo 1990,63. Véans~: AGRAB,Il New Age e la ricercadellalelidtit; en llregnb/documenri 34 (1989)' 615-
12 G. BAUlf, Críticas,neoconservadoras;a las Iglesias, en Concilium 17; (1981) 65-80. 619; J. VERNETTE, Il New Age. All'alba dell'era del Acquario, Cinisello Balsamo 1992 (edic.orig.
número de Coriciliilrrl ~stá clédicácl¿ a «El neo-conservadurismo: fenómeno social y '. francesa: 1990); B. BASTIAN, Le New Age, París 1991; G. DANNEELS (coord.), Cristo o l'Acquario
Cf también M. MARTI, ¿Qué es el fundamentalismo? Perspectivas teológicas, en Concilium (Carta pastoral para la Navidad de 1990), en Ilregno/documenti36 (1991) 415-424; G. SCHIWY,
(1992) 387-403. Lo spirito dell'Etit nuova. New Age e cristianesimo, Brescia 1991; consultese especialmente:A.N.
13 Sus orígenes se remontan, según opinión general, al libro de la esotérica ALrcBANN' TERRIN,New Age. La religiosita delposmoderrio, Bolonia1993 .. [Informaciones rriuyintéresantes
(1880-1949) El retomo de Cristo, editado en 1948. En los años sesenta se produce atulnd:lCló se encontrarán en la obra: M. KEHL, «Nueva Era» frente al Cristianismo; Herder, Barcelona 1990
de los primeros Growth Centers o centros de desarrollo del potencial humano, como los de (N. deLI).
sadena (California),Princeton (Nueva Jersey) "Findhom (Escocia), que desarrollarán Un 14 A N; TERRIN, New Age; 11 L
preponderante durante los años .sucesivos"A través de la experiencia directa de los 15 B. FORTE, Dove va ilcristianesimo?, 115-117.
y de los medios de difusión (18.000 títulos entre libros y artículos), la «Nueva Era» "rl"",,'rl 16 lb, 52-59.
u;ipontaMs:zelémehtos¡S8C}!)One:rr)E~n·¡ma.fGJ:'lajeHpª-:5dtisDrlO,iJadorill.tl;<i .".~u..,'~~" íNueiexJií10ra,1lt¡ál 'réto .del Iínindo¡boIrl.bardeandó a ¡quien
de¡guetosrylas¡margil}'aciones;üla/ciecieriteid.l.st~l.m:íaiOié!ft,entl ;tle:suf"énilauh pésarJie:¡Ú0do, .~ldÍad}1 IdeseptÍembre nO. sólo se
,,;/riqueza'y:Ja pobmza, !aifu:nGiórr:eada Nez. más poderosa~ded()s -golp:earferpzmentea;.unacivilizaciónlen., loe que.tenía de limitada;
ocultos,. sean reales ;oiNirtuales:';Y;:seJpf(0duceJa! arr:lplllaClóFlClctl quesela·quiso.herir tambiénprofúndamente .en sus valores. de
horizontes: hoy día la dimensión europea determina, en "",",,<_libertadyaníor1Q ;
en negativo; los problemas, las condiciones de ,Vida
factores nacionales 'de la identidad;. Las.diversas libertades
que construir iunpatrimoniodesociabilidad. y 1.2. El ser humano posmoderno
perdón. Mensaje para la celebración del Día Mundial de la Paz, 1 de enero de 2002, n .. 1): un approccio bioetico, Roma ·1997 •
:.;·Puesbien,los;:últimos.:v;eim:te :años ,del·siglo.;XX;dicel1¡adiós'
rábdla. de; lam0de1"11idaH ilustiada Nfefect'úanla¡ tÍansici01T·ab
posIrioderno o. de.la. glbbalizacióú~i Actualmente (;,o'·no"''''' ... ,,,··n-.o~' otra parte avanza el hombre posmodemoí consumista e hijo del pen.~
exigencia de una antropología'·qu~nosea.ya. unicelulanii lil1ll1elllto débil, que vale 10 que produce y está condenado al tedio vital
tomo a sí misma, .sino que esté abierta a la diversidad y alo ~""""';'¡;'.; al vacío espiritual.
Desde el punto de vista antropológico, el horizonte actual Examinando.losfilósofositalianos;desde Severino hasta·Sgalambro y
cado por dos fronteras insuperables. \!¡:l'ttírllo. nos damos cuenta deqúe ellos respiran una atmósfera domina~
da por el nihilism023 . Este aparece como una hidra de muchas cabezas
yes entendido como:
1.2. L, Epílogos. desastrosos del egocentrismo occidental
«Un alejamiento profundo del ser, de 10 verdadero ..y del bien, .en una
Porunlado se. alzan las ruinas del superhombre del siglo XX, eXllCerb~ palabra: del sentido [... ]. Este tiene más de un rostro, a mi parecer
consecuencia del individualismo medieval y de la filosofía "~,.L"..,L,,,' . -afirma V. Possenti.,... el más' radicales el especulativo, donde caen
El regreso a este tipo de hombre resulta imposible, porque, ~VJ.JJ.'J.;"v, por tierra.el fin (el devenir de la vida no tiene. finalidad alguna), ·la
tima de ideologías inhumanas ya .sea: dederecha.s (fascismo. y unidad>(no existe una estruéturá unitaria y significante del todo), la
o bien dé izquierdas (comunismo),' ese tipo se reveló .como iC11JlUl.L~J.,=!.l serenidad (no existe mundo. alguno verdadero ni verdad firme algu~
de violencias y de barbarie. No sin razón. Emmanuel Lévinas na). Naturalmente, existe también un nihilismo del querer,. del cual
sus agudos dardos contra la plaga principal de la cultura.Qcciden 1·
me parece que deriva su rostro en ellltento. d"
. e matar. a D'lOS,
"de
j
egoísmo, que considera aL otro como un ser diverso, hostil y decretar su muerte y de proceder auna des~creaciónde sí mismos y
que al·fin de cuentás hay que eliminar. del cosmos»24.
Ele:otrelazamiento del saber con laecoI).omía explica la larga
los horrores perpetrados por Occidente· durante el siglo·XX, que Palabras y realidades tremendas que nadie, antes de n.uestro tiempo,
tituyen; el epílogo y el fracaso de su filosofía: colonialismo, l..-aI..JlLaUi:lJ:J se había atrevido a pronunciar o a vivir y que son corroboradas en par~
explotador de pueblos y de la naturaleza, terrorismo,genoddio, . ticularpor Sgalambro, cuya.s tesis' resuenan como. ter~bles. blasfemias
mundiales, holocausto, archipiélago Gulag, bomba atómica .........a . "u.'u.a...". y semeja.rtau~énticas locuras. Este filósofo. habla dé una. «teología'. de
moral de Ellropayla de América del Norte alimenta la inquie~ud: la impiedad»25,taneqúidistarttedel cristianismo cornO del átdsmo.,la
cual ha realizado la tarea de inculcar a los seres humanbs laídea'de la
«En efecto, lacondertda.delhombre europeo no se s.ienteen.
[... ].Después de milenios, la malaconcienciad~Europa y .. germanesimoe latinita, Milán 19'88. Cf M. R CANONICO, rantropowgia nel pensierodi E. Lévinas;
en Aquinas45 (2002) 2, 113-160. . . .. .'. ..
razÓng16riósa., de la ra~óntdúnfantepor su. saoer, 'es t9da'una 23 Cf P. GILBERTíNihilisme et christianisme chez queulues ph¡/osophes ztalzens contemporazns: E.
de conclusiones depués de milenarias luchas políticas Severino, S. Natoli et G Battimo,err NouvelleRévue Théologique.121.(1999) 254-273. Cf tam-
bién la discusión entre teólogós y filósofos italianos en Siudia Patavina 44 (1997).2, 3 -12.8.
también sangrientas»22. 24 Pensare una nuova. cultura. Unafilosofiacontroil nichilismo (entrevista a Y. Possenu) , en
nistg humanQde.la:;1lianza con Dios en la libertad28; época clásica, principalmente en la griega, la aspiración del sabio y su término abarcante~abía:
sido el ser; en la edad moderna el término anhelado había sido el yo, hasta tal punto que Flchte
terminó por llamar no-yo a todo el resto, derivando así todos los sentidos de la egoidad, incluida
26U (JALlMBERTj Psi¿he etechné. ruomo nell'eta della tecnica, Milán'1999:
la de la naturaleza y la de la histona; en la era futura (el tercer milenio) el término áparcante
27 «LOs nombres viverr ál día; raras vetes miran al pasado. porque temen verse <nh,T"nnClÍr
de todo debérá llegar. a ser el otro y su rostro; bíblicamente el prójimo, y se difundirá en torno
si
por una debilitante 'fnostalgia", y dirigen la. atención hada el futuro,h hacen UHu_aw.""
a él una cultura de paz, y comenzará a cernirse, finalmente, el evangelio»(L MANGINI, Tomino
para saber cómo escapar dejos acontecimientos desastrosos que ahora casi todos d1';ULd'Ud' i volti, Turín1989, 68-69). . .•. .
(C. LASCH, Do minimo, Milán 1996, 7).
30 (J. RUOGIERI, Pe?: una cristológi2¡ relazioiUíled.;aJede in (Jesu Cristo .in una societa multicul-
28 B. FORTE, Dóve va il cristianesimo?, Brescia 2000, 98-13 2.
rurale, enSynaxis 17 (1999) 127. ~ .
indhddualista, yademás<cíeE:~oínl:)};e'¡101ístic6,. influidoporila La forrrraesegclal¡Q:l~l¡s.<:lr.ihun.ianoi,esaaforma·.dialogal,.pórque:elYQ
social, ,nace d. <<.tercer.paradigma»:' ·eL hombre· deh cien, 're:al1:za<lQlr¡¡l tiene eon~iste:rú::i~lenllamedidáen:que.existe>ceneh otro y paraiel.otro¡
Cadauno.lpm~de,decit;enJan.iisma línea que E.Mounier:~<Amo,.lúego
excélenciade lasalianzas.31 .'·Setrata.del emergen detOtro como
~oy».36, .etiél sentidódéque: .
lación a la responsabilidad y, además, como constit:utivo de
La vida se transforma así en pro~existencia;y en ampliación.'"''-Vi::''-'"
hacia la diversidad., «Elamor.esellugar de la revélación dd ser. Y es, además; .el principio
dehet.-en: su modo específico-del sujeto en cuestión: El amor hace
que la persona sea como es»37.
La atención hacia el futuro interesa por las implicaciones '-'"\.,u'-'~a~'<,,.\. un. diálogo que se abre también a los judíos, a los musulmanes y a las
pudieran derivarse de las decisiones mortíferás' deJas naciones 0 • religiones mundiales.
movimientos religiosos integristas, pero .tambiér:t pOI' lá ad9Pciónde . La vía de la recuperación se desarrolla creando una antropología perso<
postúra ante el período final de la historia. Se inteFpela aja UWl""",'HéJ>= tica y trinitaria, que encuentra en María un modelo paradigmático.
para que.interprete no sólo la presencia de·laMadrede Jesús en el Ante esta. inmensa cantera y ante la aparición de nuevos plantea<
leodeLaño 2000, que nos remite ál momento crucial dé la '-'U'''ULLLW'''L
mientos se puede hablar legítimamente de una palingénesis mariológica o
43
del Verbo en el seno .deMaría por obra del EspÍ1;ituSanto, sino de un status nascendi de las reflexiones acerca de la Madre del Señor ,
a los últimos tiempos de la Iglesia según las intuiCiones ~_,,,+A", no sólo porque se da la espalda al modelo onto<mariológico iniciado
san Luis. María de Montfort. Además, las apariciones yen por Suárez y Nigido al prevalecer en ellos la razón teológica y la meto<
los secretos de Fátima constituyen post eventum una clave de dología filosófica, sino sobre todo porque ahora se quiere proceder por
hermenéutica de los tiempos actuales y futuros. La figura de un camino más ligado a la historia de la salvación y más adecuado a la
adquiere las connotaciones de una madre muy atenta a la suerte cultura contemporánea.
pudiera correr la hurn:a::hída:dj,y que,portanto,se halla. l-VJLlll-'LVJLllC:'UU María está llamada también, en esta nueva época, a desarrollar en la
como líder mediánica en la lucha final,. y que ádemas·es corn:o una Iglesia la tarea mistagógica44 de hacer que en esta se verifique una más
montaña donde se forma a los cristianos en la escuela del evangelio y íntima inteligencia del trascendente misterio de Dios y en una elevación
los. enseña a ser dóciles al. Espíritu. Se perfila así el capítulo final: de la calidad de la vida evangélica de la Iglesia.
Cap. XXXI: Enfoque. proléptico:. María y el futuro del mundo.
lB. SESBOÜÉ; La théologie marialeapres Vatican rI,en J. COMBY (ed.), Théologie, histoire et
piété mariale; Acte du Colloque Vniversité Catholique de Lyon, L30ctobre 1996, Lyon 199:7,.64.
2 En realidad, tal principio, que por definición debía estar claro y ser indiscutido por
todos, se resolvió (o disolVió) en un notable abanico de propuestas sin alcanzar ninguna clase
de consenso. R. Laurentin extrae la conclusión de que es forzoso renunciar «a seguir un plan
deductivo», y de que hay que, contentarse con puntualizar «el orden de la vida de María» desde
el Antiguo Testamento hasta la. Parusía, aunque descubriendo en ese orden sus afinidades y
cierta unidad orgánica (R. LAURENTÍN, La.Vergi11é Maria. Mariologia post-conciliare, RoDia 1983,
162 Y 170-171). Por tanto, se reconoce que se debe abandonar la vía deductiva, recorrida ya
sin éxito por los autores de los.manuales,perosintenunciar por eso a una visión unitaria de la
mariología: En esta línea, W Beinerthace notaipertinenteDiente: «La búsqueda de un "prin~
528 ~María, síntesis de Va.l 6res .
para adoptar elcJ;it.erio deunprimordiall;lnclaj~ en la.histor~a. Po~ riológicoestructurado según las indicaciones del decreto Optatam totius
los tratados, JJ1ariológicos recientes, abandonando el 16, porqueeá general los diversos autores desatienden., por 10 menos,
d~dllsttv,o pr~pio de la ontoteología, dedican. ~Ila part~ ,",VJL~CW •.H_'<UJJL'-
uno delos cinco puntos. que seenuméranen ese texto.conciliar:
María en la Bibliq., siryiéndose. de las investigacione~ d~< la exégesis
, ", . '... . / .,;'; "',,' ., . 6 X. PÍKAZA, La Madre de Jesús. Introducción a la mar0logía, SalamaIlca 1989; AM.CALERO,
temporáfleél.,que«abri6 nuevas fronteras, a la mariologú¡l, [... ] reforz.ó Maria en el misterio de Cristo y de·/á Iglesia, Maarid 1990; A KNlAZEFF' Lá Madre di Dio nélla
ba~~ escriturís~ca de la mariología. y la~m;iqueciÓnotablementeu\...·"u~.,~ Chiesa ortodossa, Cinisello Balsamo 1993jed. orig:. fr~ncesa, 1990); V. ZocCALI, Ma1ja diNazaret
/á Vergine Madre. Saggio sisteritático di ffiáiio!ógia, Reggio Calabíia 1990; E COUR~, Mariologie,
punto, de vistél. t~mático»5. No se. reCl.Jrre ya ala Biblia para Probélr Gr:iz-Viená~Colonia 1991; Maria, die Mutter des Rerm, Nallendar 1991;M. G. MAsclARELLI
(ed.), Il mistero della. Vergine Madre. Lezioni di teologia mariana, Chieti 1991; C. MILlTELLO, Ma-
pn~establecida§, siR-ppa~a ponerse a la escucha de lafalabra ,(auditus ' riologia, CasrueMoriferrató 199t; S.DÉ FlORES, Maria Madre di GesiL Sintesi storico-salvifica; R.
dei), a fin de q.prt:hellder todo lo que la revelación ha comunicado LAURENTlN, Maria chiave. del.misterocristiano, Cinisello Balsamo 1996 (ed. orig. francesa; 1994);
J. L. BASTERO DE EUZALDE, María, Madre del Redentor, Pamplona 1995;]. C. R.GARCÍA PAREDES,
Mariología; Madrid.1995; W.BEIl'ÍÉRT-KPETRI (eds.), Haridhúch de'rMarienkuride, 2 vols., Ratis-
cirio fundarn:ental"~omo conexión l<Sgica sob~e i~ cual edificar esta disdplina no fructificó bona 1996~ 1997 (reediciÓI). y refundición de la: 1ª ed., de 1984); G. COLZANI, Maria. Mistero di
resultados. En cambio, se revela fructuosa la idea de un paradigma como principio hermené\ grazia e di fede, Cinísello Balsamo 1996; M. PONCE CuÉLLAR, Máría, Madre del Redentor y Mádre
ticonormativo, que permita verlos datos de la tradición bajo un aspecto unitario y ayude de la Iglesia, Barcelona 1996; A ZiGENAUS, Maria in der Heilsgeschichte. Mariologie, Aquisgrán
teologíá y aJa Iglesia,a mantenerse en el conocimiento de la actitud de la Madre de Cristo» 1998· D. FERNÁNDEZ María. en la historia de la salvación. Ensayo de una mariología nar:rativa,
BElNERT;Maria/mariologia, en P. EICHER (ed.)"Encidopedia teologica, Brescia 19902,538-539). M~d;id 1999;-K:-KMENKE; Incdmáto nelslmo della Vergine Maria. Marianellá storiadi Is'raele e
,3 Cf S, DE FIORES,Statuto epistemologico della mariologia, en EphMar 49(1999) 307-33L . ' nella Chiesa? Giniset¡o Balsamo 2002 (ed. orig, alemana, 1999; v;ersión españ<?la ele inminente
4 «La vocación de María [... ] no puede captarse y comprenderse únicamente dentro aparición); E. PlACENTlNI, Niwvo corso sistematicodi mariologia sub luce Imnmaculatae, Frascati
misterio delproyecto de salvación querido por Dios para la historia de la humanidad y el ser 2002; L. SCHEFFCZIK, Maria, crocevia della fede cattolica, Pregassona 2002.
María; .su:persona, en. última instancia, se contempla en la: perspectiva de la tarea que Dios 7 I. GEBARA-M. C. LUCCHETIl BlNGEMER., Máría,en I. EtLAcuRÍA~J. SOBRlNo(eds:);Myste-
ha confiado». O. AUER, Gesu il Salvatore;Soteriologia, mariologia, 565). rium liberationis. Conceptos fundamentales de la teología de la liberación, 601-618; A MÜLtER-D.
5 CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA; La Vergine Maria nella formazione SATILER, Mariologia, en T. Schneider (ed.), Nuovo corso di dogmatica, II, 181-218; E COÍJRTH,
tuale e spirituale, 25-3-.1988, nó 11, Cf en el mismo sentido JUAN PABLO II,Discurso alla Pn"tifirirl Mariologie. Maria, die Mutter des Christus, en W. BElNERT (ed:), Glaubenszugange. Lehrbuch der
Facolta Teologica Marianum, en rOsservatore Romano 12-13 de diciembre de 1988, 4. Katholischen Dogmatik, Barid 2, Paderborn~ Múnich-Viena-Zúrich1995, 299-398.
·.';·!Elf:eólog05G~!.0blzani8(rdespuést.de!poner!de!maninést0! aca:baU()déHat1:ad:iQiómbíblic0~edesiar y de la·cultuta..¿ontemporánea;-
dades que socavanhus.fundamen.tosde la mariologíir, CO:t:lS1C1elra;(~SenCl autor: resuth:een\una<trase,J::i fe de la Iglesia según el movimiento
recurrir; .alcapítulo VlI.Ede l.a! Lumengentium., que J!lropone~com@ .
manera más adecuada de tratar sobre María no.desdeuna npr"l',pr;/,·l,
autónoma, sino a la luz de la palabra de Dios y, por tanto,comOl «María de Nazaretfueelegida desde siempre y preparada~capacitada~
doctrina plenamente inserta en el misterio . ddCristoy de:la consagrada (inmaculada) para ser la madre virginal del Hijo de Dios,
Colzani esta convencido de que la prioridad que 1iortespondea la el nuevo Adán,' el Redentor, el Crucificado y el Resucitado, y a esta
ha de' ser el húcleo para estructurar una reflexión .válida sobre eleccionde Dios María respondió con fe· llena de amor yde cohe~
ylo hace hasta el punto.de descartar eldenóminadoprimert"'\1"'·,.,r', ...., renciahasta el· final (maternidad, virginidad, asunción). Este es el
mariológico, que es necesario «hacer quese.pierda, como misterioque'se celébra y se proclama en los dogmas marianos»13.
estéril que es». Y, sin embargo, el citado autor no se resigna a un
positivismo de los hechos», y no renuncia a alguna clase de Ahora bien, lo arriba expuesto no debe dar pie a hacer .de María una
dad», como contribución al «nuevo estatllS» de la mariología. Su «mujer superprivilegiada»,a la que hay que admirar antes que imitar.
pectiva aparece condensada en el título María. Misterio de gracia y Cuantos acentúan la singularidad de María, situando su persona «en el
donde se encuentra el doble movimiento. que caracterizaalasal reino de los privilegiDs»,laestán alejando de nosotros: Cuanto sucede
es decir; el encuentro de la gracia proveniente de Dios con la en ella es símbolo de la totalidad del proyecto de salvación -«la totali~
que ella provoca en la persona humana; Enefecto,paraColzani, dad en el fragmento»,..,-, con 10 que se afirma la comunión entre nosotros
«se halla comprendida en el ámbito de aquel acontecimiento' eh el y María, la cual «ho es una privilegiada, únaexcepción, sino la máxima
Dios que se comunica y el hombre que acoge la autocomunicación expresión de la benevolencia de Dios Padre hacia el mundo» 14. García
vina lleganas~r una lÍnica y definitiva re8.1iclad en Jesús»9. Así que Paredes mUestra que se asimiló el espíritu del concilio Vaticano, con~
autor asevetaque~<I8.elección de Marí~ se nalla en el designio' .. frontándose decididamente no sólo con los'desarrollos de la teología,
subrayando «la centralidad de la gracia. divina en la persona de sino también con la cultura de nuestro tiempo, incluida la corriente
y,: a la vez, «cóJJ:lo se cumple la grada en la feqlle se 8.bandona a reciente del «pensamiento complejo» (G. Bateson, E. Mortn) •.
La secuehcia gracia~fe vuehre a aparecercúando el autor establece
singular personalidad de María, la llen~de gracia>~l1,personalidad
apareCe como constitúida por el amoretefIloysalvífico de Di9sy 2. María, microhistoriade la salvadón
fe como respuesta de alianza;
De nianerasemejante, J~C~ R. Garcí8. Paredes 12.supera ,el Algunas veces,cleMaría
.
en
.
la historia. ele l~ salvaCión se pasa a la histo~
miento deductivo Característico de los'manuales, y 10'hace ria de la salvaciól). en María 15, Y dentro de la lógica' diviha transmitida
Brescia 1979; A. DEIssLER, fahnuncio dell'Antico Testamento, Brescia 1980; L GOPPELT, 19 crH. SCHLIER, Riflessioni sul Nuovo Testamento; Brescia '197 6,,]9-40; H. J,KRAUS, Teología
del Nuovo Testamento, 2 vols., Brescia 1982-1983; C. WESTERMANN, Diccionario teológico biblica, Brescia 1979,.433.
del Antiguo Testamento, 2 vols., Madrid 1985; R. BULTMANN, Teología del Nuevo ,lest:ament().· 20S. DE'.FIORES, Maria Madre di Gesu, 52, Cf ID., Maria microstoria della salvézza: Verso. un
Salamanca 1981; H. SEBASS, Il Dio di tutta la Bibbia. Teología biblica per l'orientameitto nuovo statutoepistemologico dellaMariólogía, en Theotokos O (1992) 7-22; recojo el tema, re-
Bresda 1985; H.GESE, Sulla teologiabiblica, Brescia 1989; E. FRANCO (ed;), La teologia elaborándolo, en Maria microstoria della salvezza,en. G, BORToNE.(ed.), Maria nella.Bibbia dalle
Natura e prospettiv"e, Roma 1989; R ..TRAGAN, La teología biblica. Origine, sviluppo, prospettive, prefigurazioni alla realtit; XXN Corso biblico, EAquila 2004,263~289. Aun sin pretender que la
E.VILANOVA, Storia de la teologia cristiana, I,Roma 1991, 27-90. revelación de Dios disuelva su misterio o que láglbriaquede.cautiva de la historia, teólogos
fv\odelohistórico-:salvffico desarrollado - 535
Lateelogía deVNúevoFfestamento conTInua hs.·resultantes L!U'"UU.'-L'-''',aplica aMaría «el cambio total de las su~rtes;> .(éf·lSam. 2,7;
tigua Alianzayacen1!úi nueves esquemas ab 2; 1Pe 12,20; 1s 52,13; Sal113,7; Mt 23,12; Le 1,52; 1Pe 14,11;
que Pablo inserta a María en el plano' paradójico de Dios; 18,14; Jue 4,6; 1Pe 5,5). El téFlnino de la acción de Dios, como de
realidades opuestas (Gál· 4,4),y MateolaJpresenta consiguiente alabanza' de las generaciones humanas, es María. Sin
según el esquema promesa~cumplimientd'(Mt 1,22) ;,Ltkas ",,,"~~~,..,'J, ella no es simplemente objeto, porque entre las grandes cosas
en la Madre del Señora la mujer del acontecimiento dialógico: por Dios en ella hay que considerar -como hace Isabel- el libre
38) y ve en ella la realización del modo. habitual de actuar UL-"~'L~ ,,"Vl")L-'LLLUaL"U\..V de fe que da María (Lc 1,45).
cual mira a María, su sierva pobre, y realiza en ella grandes Conforme al mencionado esquema histórico~salvífico, la primera
1,48-49). Juan incluye luego a la Madre de Jesús en las que caracteriza las cosas vividas por María es el momento kenótico,
alianza y del cumplimientodelas Escrituras, que hacende decir, el estatus social bajo y humilde de mujer de Nazaret, pobre,
de Dios, partícipe de.la hora de Jesús .como mujer y madre' a despreciada y sin consideración en el escenario sociopolítico de su
Jn 19,25~27:. Ap 12,1~18). tiempo. María acepta esta situación y la vive según la espiritualidad de
En la búsqueda de un esquemabíblicoomnicomprensivo de la los pobres de Yavé: ella se proclamará «sierva del Señor» y expresará las
de cosas que sucedieron. en María, la elección recayó en el eSCluem8C~<,( actitudes correspondientes de fe, disponibilidad, alabanza a Dios, espera
dición humilde~exaltación», basándose en el Magníficat, conSlC1elraCll~ del cumplimiento de las promesas divinas y silencio meditativo (Lc 1,38;
R. Schnackenburg como «la más antigua teología mariana»21 ¡ Tal 1,46~55; 1,45; 2,19.51).
pennitearticular todos los sucesos de la vida de María, Sigue el momento ascensional, en el que María adviene a la condi~
momento kenótico delmomentüoperativo~salvífico que incluye dón de persona digna de alabanza por parte de toda la estirpe humana.
tud de alabanza por parte de las. generaciones humanas. Los La divisoria que marca el paso de la condición baja y humilde a la gloria
fundamentales que anuncian a tenor de este esquema el destino.. está constituido por la intervención de Dios en María en el misterio de
María, dicen literalmente: «Porque se ha fijado en la humilde '-'VU'-L.L'- la encamación. Las «grandes cosas» obradas por Dios culminan en la
de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todadas Nt>ínt>,·.,r·rm maternidad creyente y virginal de María, que establece una vinculación
porque el todopoderoso 1m hecho conmigo cosas grandes» (Lc 1,48 de la Virgen con el Hijo en la obra de la salvación.
Como pu~deobservarse, es un esquema teocéntrico: el sujeto Dios continúa obrando prodigios en María, al téFlnino. de su vida
rantees Dios, quien, movido. por un amor misericordioso terrena, mediante la asunción al cielo, la entronización en el Reino y
cOIIlo C. Vagaggini descubren las constantes o leyes de la historia de la salvación, la glorificación del cuerpo. María es ahora con Cristo un espíritu vivifi~
observadas .por Dios con plena libertad, peto que, no obstante; nos perrúiten cOÍllPre:nde
el actuar divino no es caótico ni casual, sinosabio» (c. VAGAGGINI,Storia della "-''''''''-'.'-',
cante. ReCibe como gracia las cuatro dotes de las personas resucitadas
BARBAGLIO-S. DIANICH (eds.), Nuovo diziÓnario di teología, Alba 1977, 1569). Una -incorruptibilidad, esplendor, poder y espiritualidad (ICor 15,42A4)- y
ción sistemática a María de algunas «leyes-guía de la histotia de la salvación» ( !-i;\h"",aom
der Heilsgeschichte») laofrece.H. M: KOSTER, Die Magd des Herm Theologische puede ejercer su función maternal en la regeneración de los hijos de
Überlegungen, Limburgo 1954, 92-115. El autor expone y aplica a María las leyes de la Dios. Desde este momento se refuerza un movimiento de alabanza y
ción, de los .órdenes objetivos, de la representación y de la mediación.· Debo confesar
en el año 1992 (después ¿eh .publicadónde mi tratado Maria Madre di Gesu) pude bendición que -con Dios- tiene también por objeto a María, como
ésta notable obra de Koster,.la: cual, por tanto, no influyó en mi itinerario episternol,éJgi(;o
21 R;.SCHNACKENBURG, Il«Magnificat», lasuaspiritualita e la sua teologia, en La vita
Madre y como creyente (Lc 1,42.45).
Esegesi in progresso e in mutamento, Milán 197.7, 225.
ggía.···según.·la;vít1~pt,ltchritudil1is
te «oJ::,ta Ylü;~istar ?Q.ta·~maestra y productora de una obra lUct<:O"Ll wde;éantenido';:cón laconvicoióride 'que;~<la'mariolQgía es.el cam,
tema'~elve a apar~~~r en el documento del208Q Capítulo general teológigo'especialmente indicado para los desarrollos. eStéticos».
Siervos de M~ri~,Fate q~~lr;;~he vicii~a Ü983j5:q~~;~pr¿p~~e '. .Elautor reconocelánovedad del método sugerido por Pablo VI, por
tir la piedadmaIiana en un e~pacio saI).toy eI)..UIp oc:,asiqn la estética teológica trata .«de evitar la reducción conceptualista
la~ contemplación de labelleza» ele Dios, 'd(~cristo, él~Máría ¡exige.que unoseabtaá la intuición propia del mundosimbóli¿o».Se
considera la via pulchritudisun«s:aminode.emheJlíq;q§c~tis:q,,~.l1) de récuperár «el planteamiento estético» que impregna a la Biblia
que se adhiere a la Palabra, un camino filial» (nn. 66, 67, 71). la .teología.· Santo Tomás piensa que a .la .teología «le' corresponde
El Nuevo diccionario de Mariología (2001 3) estudia el término usar metáforas», porque .«va de 10 sensible a 10 inteligiblersirviendo a 10
en un artículo coescrito por un poeta (Turoldo) y un mariólogo envuelto en imágenes físicas» (STh,I,q.l,a.9).Portanto, hay
Fiores)6. El trabajo toma como punto de partida una descripción que enfocar a María desde la óptica de la'belleza,precisamente porque:
bello como «misterio» y, a la vez, como «perfección, plenitud, " ........ "~1 V ..
y distingue en el plano teórico un triple problema: metodológico, .«L1egaa una proximidad única éon la fuente divina original,. la misma
rente a la investigación en el campo mariano; de contenido, que Belleza personal. Fue destinada a realizada Belleza encarnada, supe~
firial1dad de precisar el' sentido de la belleza de Mana, y Cibernético, randocualquier otra forma de producción de orden artístico que re,
miras (a una cénnunicación artística del mensaje mliriario. sulta posible al hombre. Se. convirtió en Virgen, ,es decir, en "métod0"
cristiano específico: la acogida delEspíritu~ Eh Espíritu alcanza en ella
el "fulgor encamado de la gloria del Padre''. Adquirió una forma de
1. redención absoluta, .singular y totalmente excepcional. Destinataria
de la sangre de Cristo por su estado inmaculado, María es gloria de la
Durante los anos'noventa'sepubltdm en el'átnbito español redención. En medio de la Iglesia, Esposa elegida" María representa
eStudios relativos a la belleza de María, unos de índole "el rostro. sin mancha ni arruga" (Ef 5,27), capaz de. "robarelcora,
°
otrosdenaturaleziÍpastbá118 'mariológica9• El artículo más a"d·a·~', zón del esposo con una sola mirada de sus ojos" (Cant 4,9). Sobre el
realizado con mayor ~~1Jeño es obra del artista y teólogo UVHU.UH,.V¡ mundo de ,los hombres peregrinantes María se alza como una gran
IriberteguiEraso 1o, quien demuestra estar atento a los problemas señal del favor y de lassorpresasqlle Dios destinó a todos» 11.
4Ib;73 ..
5 209º Capítulo General de la Orden de los Siervos de María; Fate quello que vi Ehmtor enumera una serie de expedientes o figuras alas que recurre
sioni e propaste per./á promózione della pietil mariana, Roma 1983. el lenguaje teológico y que, por tanto, deben emplearse en mariología.
,6D. M.. TuROLDO-S. DEFIORES, Belleza, en NDM 290,,300. Véase también D. M.
Laudaria alla Vergine, Via pulchrituiLinis, Bolonia 1980. En primer. lugar, laanalogía,'que supera el mutiSmo yla lócuacidad,
7bBENGOECHEA, La hermosura carpara/de Nuestra Señara encuatra.libras del siglo
M.W, Virgo libei Verbi, Roma 1991,.311~32 7..
fundándose en el. ser participado, sobre.1oiuno y sobre 10 múltiple, sobre
8 ILDEFONSO DE LA INMACULADA, María 1m el "camina de la belleza» en la nueva "V(L1l""'ll7W 10 que es común y 10 que es diverso. Luego el símbolo, .definido como
en EstMar 59(1994) 313~335.
9} MURILLb, El eamina de la bellezaén mariolagía, en EphMar 45 (1995) 193-205. «ciencia de las misteriosas refracciones en virtud de ·las cuales 10 visible
10 M. IRIBERTEGUI ERASO, La belleza de' María. Ensaya .tealOgica «via pulchritw1inis», en
tomista 124 (1997) 1Al: 221-254; 431-446. Extracto: La belleza de María. Ensaya de
estética, Salamanca 1997. 11 lb, 6-7.
revela .10iI1Bsible»1~R;!RégqtiTey)¡.b:como«el ;tra(gnü~tJltO"€l Err,cuahtoa'Jos¡'elémentos;quetransmiten.la.,belleza,.:esto$ se. ha;
todo» '(H.' ?tJ;:'v:ón<Balthasar)i;€qrt elnlícleo·.··· llan vislumbrad0s érr,:laverdmL(deja cuaLlobell6:es el esplendor),' en
laeI1ca.maci6n,' sesobrepasaelzcon¿epto; de belleza c0mó . lo paradójico y en el oxímorori, que presentan atributos racionalmente
sensible de .laídea» (Hegel),. porqué se encarna·elVerboimismo incompatiblesJ o realiclaaes'inexpresables; en; el' tropo o figura' retórica
vidapersoriaLFinalmente, la.teologíase sirve deda'Yl'10'Th+.n'\"l1 que expresa realidades singulares; en la iconografía, que constitúye<~un
forma significativa de lenguaje queprecede.aldecir(C 0.·U.C;'W'~" depósitdde teología visual», y en la liturgia¡como«elemento cultural,
hombre que no utiliza metáforas' [ ... ] hablará sin sentido») ~ . de simbólico, impregnado. deL poder salvífico de Dios».
maneta que. la celebracióll antecede a la definición. Una Después del enfoque metodológico, vienen cinco capítulos relativos
emparentada 'con ·el.simbolismo teológiCo, es lo femenino, que al contenido que se presentan como «ensayo sobre la belleza de María»
abordar con «afinidad natunih la figura de María;: pero es ""'~,~" •.o~ y hacen referencia a las. «afirmaciones teológicas oficiales de la Iglesia:
olvidar que 10 propio de la belleza es el «aumonizar», por tanto inmaculada, maternidad; virginidad; madre de la Iglesia, asunción».i Se
laténsiónmasculino~femenino»(pienso.;que· eL autor no r\""""~1O trata de una belleza cuyo eje es el misterio de laehcarnación y que. es
suprimida reciprocidad entre ervarón y.lamhjer). «digna de ser contemplada, 'transmitida en ··locución y proclamada».o
Portanto;'Iribertegui pasa a puntualizar. tres nociones h, ... rln~h,~"~ transfoumada en figura: «misterio visual, rostro». Iribertegui interpreta
Sin embargo, a la belleza no se la define unívocamente' (con ""o"',.,.i'r.;~ las verdades· o, ·mejor.diého,los acontecimientos marianos.haciendo
laolaridad);sinotomando los térhlinos de laescolástiCa,.segúri notar los elementos propios de la estética, pero .deteniéndoseen proce~
la belleza es «ordenfesplendor, armonía», cualidades inseparables dimientosiracionales o discursivos con fide1idad·a la fóumula hegeliana
verdadero y dé Jo bueno, oÍhspirándose en Hegel, para quienla «encarnación sensible de la idea». Por tanto, en María seda:
es «lamanifestación sensiblede.Iaidea»,0porúltim01 inspirándose.
«La. belleza en elsentido má~estrict9 y propio, .1Cl.b~neza a la que se
el 'ámbito cristiano, que considera.la belleza «la C0nfiguración
llegacon el EspíriW y con la. materia o con lacarne. Es eIJenómeno
de laidea,delmundotrascendenre, del Espíritu». De manera t-'~.~~.'
estético alcanzado en máximo grado y densidad»12.
a.la estéticiFse la;entiende etimológiCamente como «Sl:steJma
percepción deJo sensible>); que corresponde,a «todavetdad hh,6t-inn
toda esencia que' débe apareéer». (Hegel). Y María deviene en 2. la vía itónicadelabelleza .
ma de realismo antropológiCo» porque «su mundo, su persona y H",~ua'
un mundo limpio" de verdad reflectada e interi0rizada, de, orden Una aport:ación esclare¿~ddra'Y'enriquecedora procede de la piIntiIali~
María es. una «belleza que; muestra el misterio de Dios» yla nueva zaciórrefectuadapof Ceftirla Militello en el año 1999tcóhdcasiónde la
«reCtificada,renovadá' por el kairós, instalada en la, «sección áurea concesión del Premio René Laurentin~ Pro AncillaDomilli, al finaliiar
Kyrü)s»'~ Finalmehte,. por formano'se' entiende yala figura externa, el XII Simposio mariológico internacional.
la <<Ídearectora,.código de.unidad, de, orden interno,coprincipio DespuésdecontextJaliiar el terÍla Mariología y «Via pulchritudirds» 13,
ser, una especie de 'modelo causal». María es fouma en el sentid0 de la aui:dra sé tropieza con un pibblema épistem()lógico: «LEsposiblee:on~
posee una «realidad configuradora recibida», es decir, modelada 12 lb, 227.
Jesús y por el Espíritu. 13 C. MILITELLO, Mariologia e «Vía pulchritw1inis», en Mar 61 (1999) 459-487.
dudtsepar una:víapulchrituélinisquese,autoneferendé?». Y ':;lla>",),:;, ·"c6nocihliento¡'lfieá~·iU1ila:·i"correspotld~hcía:de··serltidós·am0f0S0S~',
en látrayect0FÍa de C. Val~Ílziano,queabre unnueyo "-a.llH.H"-'.." ~nadmírabihr:l;ommerciUm;;.Cae por·.tí€n~;tod()peligFo>"ídeológiceJiz
noexiste'ya latprlmácíaidé la idea, 'sino más bien la de lo:vividoen
«La autora mantiene·la·.complementariedad.delos dos, ;camu[l.( acto, la delaacción»lq~
legimitidad de proceder por vía. veritatisyaJa vez par vía
peto sin que la viapulchritudinis quede bajó la norma ddas .LIJ.\J.,1L\;<
'·H Siendó eLiconoioimagen «el elemento Clave» de su propuestaesté1
epistemológicamente fundantes) que son específicas de la vía tica, Militellopuede hablar de «mariología icónica»¡ queimplitainte,
Se trata.de. proceder por vía reduplicativa [,;. ],porvía r"r\n U"" ".J.'t
'1 racción.estétieaglobal cOh María en cuanto icono de una humanidag
«divinizada» y en sus iconos:
Dando por descontada la relación entre los .trascendentales
bonúm/pulchrum, Militello se aleja en douceur de un enfoque au.'\,\f.:.'Ul.. «En efecto, al icono,. a la imagen pintada, se la experimenta, se.lalee
conceptual de 10 bello y ensancha los horizontes .de. este en con los ojos, con el gusto; con el corazón, enJa globalidad-sensonal
conla experiencia gozosa de una presencia: propia de la experiencia estética. El hallarse delante deL icono esexi:
perimentar la "presencia", disfrutar de la capacidad de representación
«•.. Nos limitamos a recordar cómo 10 pulchrum, 10 bello;.ret)re:se del misterio que es propia del icono [... ]. Ahora bien, sólo en elcaso
la trama procedente .de la experiencia humana, el eco gozoso de María, la tensión mistérica de la humanización del divino en su
nuestro tnisma encontramos en el «mundo», percibido este como; venida en lacame y la tensión. mistéricade la theosís,delá diviniz:f~
lagro" en sus dinámicas cosmizantes" antropogenéticas y .teC)tál:Úca~ ción de la criatura, tienen cOmpleta perfecdón»lZ.
Lo "bello" es ciertamente un concepto, una abstracción.
es ,principalmente experiencia / ecó superabundante.' / "'\J.J.l"'l'C;ll~ En cuanto experiencia viva, la belleza está emparentada con la litur~
de presencia: 5'la belleza"; De ello 'se hace theoría en.el gia, de modo que Valenziano puedé hablar de «afinidad complementaria
contemplación» 15. entre la vía pulchritudínís y la vía sacramental», y Militello, especificar:.:
Ahora bien, la experiencia cristiana encuentra en. su centro la «La una y la otra se configuran como un hecho que es acción. Es ac,
gen, «trátese del misterio ad intra de Dios, trátese de su malnil:est:an;e ción estética, es decir; la percepcióh sensible de la belleza, y es acción
extra>~:en efecto, el Hijo es imagen.delPa~re (Heb 1,3) y el hom~re la místlcásacramentah 18.
hesh,o,a}magende Diqs (Gén 1,27); La vía pulchri~udinisf-stá ligada
imagen, ente,ndid;;¡.en su sentido pleno: En. definitiva, Militello afirrnélque una lllariQlogía icónica,c()n(Cebida
de est.a manera, implica «uheVidentecambib de paradigma» ysecon':
~<All~Aonde hay imagen se da también la vía pulchritudínís, la LlHl.aLH vierte concretamente. enljn,«clesafío a la renovación de latealogía>>" .
ca viva de la vía pulchritudinis; es decir, hay una "presencia" real, '.
16 lb, 471.
14 lb, 467. 17 lb, 479.
15 lb, 468. 18 lb, 471.
Se; tFataantet0:dOY«d~· irit:;Fbproye;etar la' eX1De:ri~ncia en.el ULC"'L' L\:J, " Eln.nund0)pdsríf0d~rno1parece redescubrir:la;G.ategoría dedo: bello, lo
decirJafé>;expéne;nda' ligada' a.' la cotporeidad'y'a,lüsseritidos .; cual¡!:err.'gradoflln.ayqt·ique40ver~adero·y;qüe.i10 bueno, no. se presta
capaz 'deexpehm'entar eL«asombro 'qlié btot~Lene1:9.oh mutuo ·aser!mol1opelízado·poFJáddeología»2J; ;
palabra que ve y de una visión que escucha».roduse:tul1Cl¡11h,en1ta;):{t'!
.Lo mismo vale:decir del arte (aunque a menudo el arte se preocupa
de ,lo bello únicamente en sentido tangencial~, para el cual;e;xistehoy
día «una atención sin precedentes .[ ... ]no sólo por parte deJos artistas
sino también. de los mediadores/artísticosyde los que disfrutan del
Espíritu, «la iconización del Verbo cuando este se hace carne>;; arte», con motivodelasJuncionessign~cativas deJas que el arte se ha
desarrolla también el proceso dinámico de .su propia tr"ln"·~,....r·rn,,, encargado.endos. tiempos más recientes»22...
«EL que ella se haga laÍ.magehcreadaque sea perfectamente Como homenaje ala invitación de Pablo VI; yensintonía>conla
a; la divin,a imagen deL Creador» ,es. decir" una. «criatura cultura de nuestro tiempo, la Associazione Mafiologica Interdisciplinare
bella y perfecta»,en la cual se refleja la «esposa preparada Italiana (AMI) aborda. durante los años 2000~ 2004 la via pulchritudinis
mipcias»19,. aplicada a la mariología con un planteamiento muy abierto, dedicando
al tema cuatro tó'ngresos,qtiepfre'ten anundantes sugerencias y.agudas
observaciones sobre esta difícil problemátiCa: ,Por su. cónteriÍdóinterno
3." María, Ilenade valores, «potencial mente» apta se comprende que la novedad de la petición de Pablo VI no consiste
para suscitar el gozo.· estético en que seaña'da un capítulo sobre la belleza de María, como hicieron
tantos autores de manuales de mariología en el pasado ti otros teólogos
Se observa hoy día un. doble revival: e1 de·lo sagrado y el de:lo que llegaron a elaborar una teología de ta:lbélleza (teología del genitivo) 23,
aunque.alisocaire de laposmodernidád, quec<:mfíáala estética la sino que 'consisteenasumirJa via pulchritudinis tomo dimensión de la
cióncumplida en otro tiempo por la· filosofía y porla ciencia. El mariología, dándole.entradaell el statusepisteirrológico de dicha mario~
de lo bello puede ser desatendido y relativizado, pero no negado: 10gía24 .
nuestro tiempo: ¿qué es 10 bello?; ¿qué es.1a belleza? ~xistencia deben concurrir tres elementos, es decir, la integridad, la proporción y la claridad».
[as respuestas se diversifican en un silencio embarazosa26 0. Véanse: G. SALATIELLO,La belle:zza~ il ritorno della metafisica, en A. LANGELLA (ed.),o7 c., 40 y
42; S. BABOLIN, La viii della belleza per una teologia cristiana, ib., 65,67 y 7~. ~rincipa1mente
retorno a la antigua noción de 10 bello como uno de los LLa')\.-'-LLU'~LLl.a. Piersandro Vanzan advierte sobré la necesidad de que se llegue a unentendlmlento «sobre la
noción/categoría de la belleza, 12r,oponie~do de manen! nueva 1~ reflexión s?bre.10strascenden-
de la metafísica27 . tales clásicos (veium; bonum, ífulchrum) y «redescubriendo su intrínseca tn-umdad, porque los
tres confluyen en 10 unum, como ya decían los autores medievales,por analogía ~~nelP~d~e, ~1
poder insertarse en la sinfonía teológica, nos hallamos ante una. estética. Pero esta Hijo y el Espíritu: tres personas pero un solo Dios,>. El citado autor propone tamblen la hlpotesls
una teoría' de 10 bello, 10 cual no puede prescindir de su percepción, es decir, de 10 ''''WHU''' .•' dé la «primacía de 10 bello>, en cuanto es aureola o esplendor de' lo bueno y de 10 verdadero: P.
que la pista indicada parece sér la de una teo10gía.que metodológicamente no V ANZAN, Mariologia esteticae postmodemitil, ~nA.LAN(}ELLA(ed.),o.c., 259-260.. .
de la sensibilidad, sino que, valorándola, enriquezca u1terionnente la tradición secular. 28 G. HÉBE1U, tépreuve du beau, en La Maison-Dieu 233 (2003) 76.
advertencia,finalmente, de que. no se confunda a la "teología de la belleza" con aquella 29 «La subjetividad como. base de la producción, de la valoración y de la fruición estérica.es
(P. VANZAN, La «vía pulchritudinis» nella mariologia recente, en Civ.Catt 154 [2003] III, ahora una conquista que los artistas no llegarán ya a perder, pero que no lo harán tam?oco.10s
25 CfR. GIBELLINI, Passioneper il regna. Percorsi del Novecento teologico, en Prospettive que disfruten de esa fruición y los críticos. La subjetividad prod~ce un bell?, como qUlen dlce,
che per il XXI secolo, Brescia 2003, 5-26. "virtual', enel sentido de que este no se encuentra ya en 10sooJetos (Medlevo) o en las obras
.26 Restaino, en su concienzudo·análisis de 10.bello a 10 largo de la historia de la de arte (Renacimiento), sino en el acuerdo, que puede ser tambiénprecario o no duradero,
occidental, daba la impresión de sorprenderse (y de mostrarse. lleno de curiosidad) por el entre el gusto del artista y el gusto de quien disfruta,del crítico, del que encarga la obra o del
de la temática de la belleza, que los resultados de tal historia nQ contemplan. El no que la adquiere» (E REsTAINO,O.c.;23). . .
a las preguntas fundamentales, porque estaba convencido no sólo del final de 10. 30 B. CROCE, Aesthetica innuce,.Ban1985;.Restaino habló deCrocey de sus contmuadores
también del final de 10 bello. Cf E RESTAINO, La bellezzanella culturacontemporanea, críticos en Swria dell'estetica moderna, Turín 1991,202-238.
LANGELLA (ed.), a.c., 15-37; 31 «Aesthetices finis est perfeétiocognitionis sensitivae;quatalis. Haec autem est pulchritudo» (A.
27 En general, se vuelve a la «definición que Tomás de Aquino da de la belleza, en G. BAUMGARTEN, Aesthetica, 1, Fráncfurt del Oder 1750).
con elc9n.()ciríIient0'que;se<:l1alle~el:reQnsonanciae@tLcierros cuandcún:enoshi'iarla~bausa"o~a;urrprOCeS0pSíquic0.,Poden10s investigar
que déberán'/pre'éi§aT§-e"it~zl\; ;;:ü~;é;7:j ~ t;- el cuándo:~THreseña:r:fdésaeel punto de vista fenoménieo lpscasos y las
fMientras'¡que . la;escblasti.€Et<y:ehmismo: Agustíri~,n~splon:de:n;,GlU coÍ1.dicioÍles en que acontece la experiencia de lo bello.
beUezaesóbjetiva,>lafilosofí~Íllodernapiensa;? partir <Aqubseáqre'un haz de: senderos; unos. ya recorridos y otros por
bell~Hlo es una propiedad de las cosas, sino qUe reside en la recorrer. por losrseres; humanos, en particular en nuestro caso por los
No.obstante, aun admitiendo que el juicio sobrel~;belleza .esta cristianos,Torrmiras; al disfrute estético.
toda'norma, Kant eludeineurrir. en la pura arbitrar¡¿~dady la En este haz nos tropezamos en primer término con la vía icónica,que
ganciadelgusto estableciendo al menos,tres eriterios para' experimenta la presencia de lo "divino en la dimensión humana y la fija
la experiencia de lo bello: e1.desinterés (lnteresselosigkeit),,;porel en et color,' pero debemos tomar en' consideraciófitambién: lostrascen~
goee estétieoprescindede finalidades posesivas o .defruidón V dentales, que pueden recuperarse no como cualidades estáticas del ser,
experiencia de gratuidad;, la universalidad,. porque no se trata sino más/bien como ,valores o virtualidades capaces de alumbrarünaex~
1
individuaL sino de unjuieiogeneralmente eompartidb (en él se periencia estética al entrar en contacto con la percepción del sujeto; •
implíeito el consensus, eontodos o con un grupo), y fa referencia Eslaconclusióna la:que llega RaouLGróss en su tesis sobreMaritaiIl
dividual, al objeto singular32, por lo eualla,sensadón estétiease f'l"'''' ..,.-i (2001),dondeve el arte como «un sitial traslúcido, a tiavésdelcmil
deleonceptoeientífico generaL Por, tanto, lo bello·es lo que agrada se transparentan lostrascendentales~>35. Estosson'interpretados .como
modo.desinteresado, universal eirreducible:al concepto. «relativos» porqué, para realizarse, tienen que «encontrar un sujeto que
'La modernidad, sin embargo,nopreeisa la razónexacrapor los perciba» y,portanto, «nada es bello sin una relación con el hombre»;
acontece la experieneia de lo bello oel sentimiento esrético:«La con el sujeto que lo perciba:
se basta a sí misma; 'es la propia justificaeión»33. Sin embargo,
«La belleza es una expresión, un rostro del ser, aunque esté velada,
viéve Hébert se siente obligada a reCOllOcer.. «el carácter Q"V""""'~"'ri,'~
cubierta y, para hablar ,en términos técni~osrexista en~ote~c~a V no
inc?1Ílprensible, irracional»' de la emoeión estética V llega a
siempre en acto»36.
bello,como eventoymisterio, don y experiencia detrascendenciaj
y íiCt1fClcióride~irtualidad34~Esuha conquista que nbdejaráde Gross llega a afirmar que «es el hombre el que confiere. ala?bra de
efectos beneficiosos en la teología V la mariología:. arte C()riÍü alÍlllmdü; su grado de belleza». Pataél,«la bélleza: rió'es¡un
Sin embargo,nos parect; qu~'el evento .belleza, por inefable que abs~llÍt8 sino algo reiati~b~lhofubié»j máka:afi, «sinels11je¡t()r~ceptor,
en sí mismo, ya que nosábemos,cómóy porquébrotaia experi~ncia la belleza en cuanto tal noexistb>3'( Peró«labellezaescapaal discurso
tétiea,no es un eventO completamente irraeional, toda vez que racionaJ" al puro inteleFtp, porque es percib~da por lQ e11l0c;ior: al»;8.
y,asíjAg~s¡ín perCibe la belleza enla armoníaoullida~ de la~partes
32 B. Croce. insiste en el hecho de que el arte es intuición:, expresión, re¡:lres,ent:ací~
«conocimiento de lo.individuah, y que, como tal,' «esjndependiente tanto de la
dispuestas~()nyenientemente39, o llega 'con su madre a1.éxtasis de ,Ostia
de lo útil y de lo moral» (Estetica comoscienza dell'espressüme e ,linguistica generale, I, VI,
1902). Después, el autor concreta que como fundamentó del arte se halla el serhtimanoen 3;~.¿~O~s, rei:reet labeauté chezJacqu~ Maritain, Friburgo de Suiza 2001;;190.
integridad, comprendida la esfera de la moralidad, por lo éualelartista debe ser consciente 36 lb, 192.
la compleja trama de valores que constituyen la basé del drama humano. YIb,193.
,33 G. HÉBERT, fipreuve du.beau, en La Maison-Dieu233 (2003) .89. 38 Ib; 197. ,:
34 lb, 90. 39 SAN AOUSTÍN,Deverareligione 39,72; NBA, VI/1, 108~09;
centeniplaride]áeternid,aCIJ;,iénaventurada,mieritras;que . 1.':>''''''J.'''''.\:I J. .• Ante ~tQdQ\;1d8,liía ,es111na.persona:concretaquedesan:911auna función
Asís,p6rsu parte; llega á invocar aBios L:::« Ltúeres:la;:u.... a ....,.a. •.,.,""" esencialeri lageneracióndeCristoj«icono delDtosinvisible» ;La Virgen
contemplar cori,afuC)f.asuscfiatÚ:ras;~ Mádrees~. «conditjo.sin~;qua. nónde.h econ0mía' deja encamación:~sin
Se pueden y se deben valorar igualmente comocamposcde ella noháy' artecristiario, .porque María hiio visible aL Dios invisible»
ción del disfrute estético el espacio y el tiempo¡ésdecir;lá (O. Valenziano). María es .parte .constitutiva de laviápulchritudinis,
(gestión del tiempo o espacio sagrado) y la liturgia (rito, canto, «porque. sólo ellá fue. de ayuda a Dios en la epifanía dé su substancia»
iconos ..• ).' De manera seniejante, la literatura .expresa ellirisnio (M. Cabasilas)!
con la poesía, el teatro,.el romance y la prosa, recurriendo al.\:l",nn/~Hc. Al. haber. colaborado en la generación biológica y. en' la formaCión
y a aquellas' figuras retóricas, como la paradojayel oxímoron, religiosa del Verba.entamado. (causalidad eficiente}, María. imprime en
dedeleita¡;estéticamente. él su huella biológica y también espiritual (causalidad ejemplar), convir-'
. Lafinalidad o la entelequia de estos ydeotros medios "'vl....r"'c1uriC/. tiéndose .en «el rostro que niás se asemeja a Cristo» 42; Existe no sólo una
siempre la inisma:. provocar un evento estético, osea, un encuentro comunión de fisonomía por razón del parentesco genético" comunicado
lápersona.o con la comunidad que produzca una 'experiencia de a Cristo por ella sola por ser madre virginal; sino tarribiénimaafinidad
de asombro desinteresados,es decir,.la exclamación: «iQuébello tanto de orden psíquico como en cuanto a santidad, dada la pertenencia
En conclusión, aunque no se.conozcala.causa que haga de ambosalospobres.de Yávé43 . De modo.analógico,·con el debido res.~
automáticamente el. evento de ·la belleza, pueden determinarse peto a la diversidad de nivel, también María es icono del Dios.irivisible,
emblemáticos en los que actúa la experiencia estética y que, por porque es icono. de Cristo e .«iconoqueproduce un1cono»41;
son asumidos y valorados en la mariología. El Nuevo Testamento testimonia bien.3iJas claras que Dios actúa
en María, haciéndola «llena de gracia» ,.madre biológica.y creyente del
Hijo del Altísimo por 'obra del Espíritu Santo (Le 1,26~38). Tales: son las
3.2. María, surnade valores «grandes obras» que el Espíritu de.poder obró en María:y que suscitan
que suscita emoción estética el asombro y laalá.baÍlzaen Isabel, en la campesina aliónima¡yen las
generacionesposterimes;. La belleza obrada por el artíficedivirio en
Aunqll~l8,E:scri~ura gW:lrda silencio acerca de la, belleza de ]esús40 y María. se intuye .como en una obra de arte, es decir, en la forma sensible,
la d~ suM?clre4\ el procedimiento estético s.e ~pÜca no sólo a Cristo, .. porque en. María resplandece. la gloria de. Dios sin .anular su sustancia
tambié,n a María, cle~de diyersas perspectivas: . . histórica ni su corporeidad' femenina..
En ella resplandece la disponibilidad activa, que.pronuncia·el «sí».
40 Jesús es <ielPastor beno, quecfd l~ vida porsdsovéjas»On lÓ, 11), p8rqúe en él«el
descelldiÓ a este mundo en forma <le belleza» (S. Weil), y como tal se manifiesta en la
perfecto de la fe, al par que en su personaseencama.laparadoja'deuna
figuracióIj. sobre elmonte Tabor, donde Pedro exclaIUa: «¡Señor, .qué bien se está aquí!»
17 ,4). Sihembargo, la belléza· del Cristo es sublime y, al mismcí tiémpó, parcid6jica, porque
sometida a un camino kenótico de abajamiento y de humillación, en el cual «el más hermoso 42 D. AUGHIERI, La Divina Commedia, «Paradiso», canto XXXII, 85.
los hombres» (SalA5 [44], 3) llega a ser aquel que no tiene «gracia ni belleza [... ],.éomo uncí 43 Sobre esté tema me permito remitir a mi estudio Maria, «la facda ch'a Cristo.piusi somi-
ante el cual se oculta el rostro» (Is 53,2-3). glia», en ISTlTUTO INTERNAZIONALE DI RECERCA SUL VOLTO DI CIÚSTO (ed.) , Jlvoltodeivolti, Cristo,
41 «Ncí conocimos el rostro de la Virgen María ... No obstante, se puede afirmar, en el ámbito Gorle 1997, 166-182.
de la fe: quizá ella tenía tal aspecto, o tal vez otro aspecto distinto. Pero nadie dirá, ateniéndose 44 A. GOUHIER, rapproche de Marie se/on la «vía pulChritudinis» et la «via veritíltis», .en EtMar
a la fe cristiana: quizá de la Virgen nació Cristo» (SAN AGUSTÍN, De Trinitate, 8; 7): 32-33 (1975-1976), n
criatara ,que fdngendra'alHijo'derDii:Jsen,;Jª 'catp:e, ,.'e;1€i;lnu.,<!:tl.a:91tr~<j~ encueritra,·u~,p~sÍThlcifaes!atr.Qlló¡"eu;la . ;Pieda(hpQPular¡paf~H~h~1Jalj5{ta
queydéviéne:¿tV.madre ·p(!rhÚlIl.eciendo~,virgen~Ello~errciendd dimernsi6a ,afélZtiY~üle:?la~rélación;de·¡los. !Qreye:ntés~¿bn)Matíá¡;qtleKsllsJ
en' el observador, qúe' Se siente en r;m~SelrrCl:t cfe':llQ"O'a IeIBX(Se~le<le/J cita:sentimient0.s~de tefrmra;,dedulzura,. déseienidade:nJos'J:!orlflicto~
lleza para frariquearlos.umbrálesdélosublimet:P0étas;:corh0' de la;e~istencia, resultaconstitutNa de;una: estéHcatn~ri;ma:>~1St3AqllJ
trarca,. Tasso;Manzoni, Carducci, Péguy,Claudel:¡~ se: abre. un campo .inmensoquedocutnentala 'perGepdónpDpula~~de.;l~
ante elacontedmienw de María, lo.'que semaducirá: litE~ral:'talne:L1 Guapa Madrecitá.· LoS textos, apócrifos ~a: mellUdo.conmóvedqres¡fodrño<
genuinas obras maestras. Otro tanto cabe decir de COlnpeSl elTrdnsitus Mariae-,-:, 10s que SQn, espontáneosolds. que estáqsugend(!)s
Bach, Palesthna, Vitoria, Mozart" Gounod, Schubert;:VerdL., por el ,teatrosacro,el ric0 acervo de. leyendas ytrad~ciones,.:)¡;agl.larqah.
subyugados por la. figuta de la Virgen Madre; pusieron LUUC"L" ..U·UJl:·U·L ser analizados y valorados no sólo desde el punto de vista l:llitrdp.d16gf~
ficat o saludaron. a la Madre deLSeñor.con primorosos·dvema1fas.; co (cuand0 no~hah sidG inanipulados también :porunaz;infeij:irétaCíion
'Maríares un fragmento en eL que se refleja eL todo de la fe, en' ide01ógica), •sino. también desde una perspectivareligiosa:yt:eó16g1qa;r
convergeny. reverberan en grado sumo (cfLG 65). Todos los 'mnstelfi0~ Con frecuencia; en el «eyangeliosegún el pueblo» la figura;de;MátílÍsno
la teología;'desde:laptotología hastala escatología, se reflejan se corresponde con la n.gura oficial del catecismbo' de:lapredic.aciafi.f
la cuaHlega a ser un compendio,unasíntesisj un prototipo: """,·r"...,.crr'1 sino que esuhaitnagen inculturada,ehtrañadá' enlavidaxC<:Dtidiana;y
que recorre toda la historia de la mariología4?;Tambiénesta, en la festiva.
ticay viva dé 'toda la, teología suscita un sentimiento deasombrd. La .cmlturamodema0 posmoderna coincide.en apréciatla vía~estética
La tradición.eclesiakon Teodosio patriarca de Alejaridría ,(ti 566) desde dos vertientes distintas: la primera,ennbinbre;delaelaboradipn
rige a Maríá llamándola «bella paloma», y con Máximo el Confesor(t efectuada en la época, principalmente con Baumgarten,Kantj,Croce;
cree que María es «bella de alma ,y de cuerpo, armoniosapodd "'1"""<:>(1"', la segunda, con ocasión de la desconfianza hacia la vía racional y, p6r
su' excelsitud, .lléna de: todas lasfinurasyde todas las,buenas 'a'CClones~~ tanto, cohinotivo·de la valoración,:al menos potencial, dela'estétiéa
. Lamemoria.litúrgica de.Maríaexpresa notas de admiraCión comovíaaltetnativa;' ,
belleza queelDios Trinoy Uno ha realizado en ella: Sus tes:tlVI.da<lespc . P0r un lado, el mariólogoobservaládificultad para elabotar uni;diS~
una intensa sitrtbología y alegradas. por cánticos, activan el curso sobrela belleza de María en una sociedad fasCinada por¡el.oropel
dél placer desinthesadoy del asombro ante María, 'que, natura del poder yde ·la riqueza, entregada al desenfreno c.onsumista.o;;end
engendró asu Creador; La figura litúrgica de· María se convierte en extremo opuesto, azotada por la miseria en el Tercer Mundo.
estampa tornasolada, en la que la Iglesia y el hombre contemplan' Talsíntesisdebétápbnér de m,mifiestolospresupúestospará disfrutar
lógicamente·su origen, su forma de vida y su destino finaL de la belleza~de M~ri:a (corporeidad de María, experien~ia emotiona:lclel
Pablo:VL declara que la ,via pulchritudinises«un ~UJlUULV·CL~,-_~.:a.u.. sujeto •. ;), lOslugares'y tiempos y las. é~P!e?ioriés(1rtístka~cl0n.de S~Pll~.ª,~
experimentar tal belleza ~santuarios,iconos, ritos litúrgicos, pen~gritl.~:
ciones,literatura,filmes ... ), pero solxe iodp tendrá que hallar aqll~llQ$
~5Véase.al.fespectoB. .pORTE, Maria, la donna icona delmistero;Saggio dimariologia
narrátiva, Cinisello B¡ilsámo 1989. . principioshistóri¿Q~salvíficos ql.lesuscitehafr?bo éstétic0. QúizálaBie:
46 MÁXIMo EL CONFESOR, Vida de María; TMPM, 2, 192.
47 PABLOVI, Discurso de clausura del VII congreso mariológico y de apertura del XN
mariano, 16 de máyo de 1975. 48A. LANGELLA, La dimensione estetica della ~riologia; en ID (ed.), o.c., 256-257.
draangul~rde'estaleG~lstrlu~Ci~#estétíca ¡sea"lacpara.d0ja¡q~e,'r·(:->""''''"'/ ,'ladamente;tal;;contrario, es:m~cesaribirecionocersu,íntimaVinculaciÓrí
la:realidadteblógica¡cdetiMá15Íar'Figura,¡páraüigmát1ca ,doride "''''''',: n-'''' .' conelDiostritÍitarib~Gonla'lglesia, coala, humanidad»51; ,
yresplandecediplarittle>Dios <emldcoh.creto hi~;tÓl'k(L·:.€~¡'Jti::l
o ,el epítome;que réIiite al todo, lakénosis' Colmada ~4UBU'" Conocemosla sensibilidad de nuestros' hermanos y hermanas evan~
glória,es decirí de valores salvíficos. Ene! :fondo; todó gélicos o reformad()s, que recomiendan a los católicos no representar
bíblicas «grandes COsas»obradas por el Poderosoeri unamüJéf. jamás a la Virgen a solas, sino siempre con el Niño Jesús; oen función
de la estirpe de Israel. Se trata, en la práctica, de mostraró)mo: de las' personas divinas de la Trinidad yen el contexto de la comunión
es' potencialmente apta para susCitar el sentimiento de. id UCJ.luv<et:!l( de los santos. Sin llegar,a'la condena de toda. representación de María
estético.
en soledad (algunas veces la relacionalidad de la Virgen se sugiere por
Entre los valoresde la Virgen Madre hay dos privilegiados su mirada dirigida hacia 10 alto o por las manos juntas en oración, o por
tituyensu sery su persona, y que elevan hasta lo súblíme la eXI)e!1lero la interioridad de la meditación con ,referencia al libro que ellatiene.en
estética: lalibertad,que;la.sitúa en diálogo;con Dios, frente ala sus manos), tal sensibilidad debe apreciarse, entre otras cosas'porque
historia de la humanidad y en el centro delcosmos,como se halla en sintonía con el dictado de la Marialis cultus, que desea se
menteinterpret6sanBernardoen su primera homilía Super subraye la relación cristológica y trinitaria de la Madre del Señor.
y la relacionalidad, intuida· egregiamente por Bérulle y por El amor por la belleza (filocalia), dentro del camino cristi8:no de «di~
que hace salir a>Maríade su. aislamiento, siempre Ue:sIIlen~ce:Qo,r.t vinización», se aplica a María cuando se hace «de la piedad mariana un
espléndido que sea; y hace de;ellaunaencruCijada de las '4~',U,",'.VH''-<C espacio santo y una ocasión propicia para la contemplación de la belle~
una Ventana abierta ala realidad humana y divina: . za» de Nuestra Señora, y «un lugar propicio para el festivo. encuentro
de todas las expresiones de la creación artística»52. En María se descubre
«María, en cuanto persona, vivió plenamente su "bella" "'-'U~4~
un camino que revela la sabiduría amorosa de la actuación de Dios en
personal con la historia y con Dios, pero viVió también de ""AH,_,", la historia y que suscita así un profundo gozo estético.
. enteramente singular Su "bella" .relacióncon·los demás' VaJ~orles:,.J En los siglos subsiguientes a la. dramática lucha iconoclasta debi,..
'mujeres;; Noex-iste una reflexión sobre la belleza de María o' glo VIII, en el cristianismo ha prevalecido una visión positiva de las ex~
representación estética de, su figura en la que ella sea considerada presiones artísticas en su función catártica, didascálica y mistagógica. Así
pues, la via pulchritudinis«no consiste en un ejercicio intelectual y nO,es
.,t Laiconografí~exp~esóJa libertad dela rnuchac:hita de Nazaret duraritela
9
lo ~IZO,. e?~re otras cosas, mediante el gesto de las marios de :María ante elángeaIJ,n.'sl1irlscla c:Ió:n; un, camino reservado para los espíritus refinados». Es una vía en extremo
us
estan d~ngIdas con~as palmas hacia el exterior, indkan la inicial tuíbición y casi él ' ardua, porque su corolario es·«la victoria en nosotros, conseguidaaÍne~
de la, y~g:n; pero, ~I, P?rel, c?r,ttrario" es~án r~plegadas sobr<,; e.l pecl:o, ento~ces" el{pre~s,!nL>~
consentimIento con~edldo. Vease:~t G. Muz], üconografia dell'annunCiazióhe,en nudo fatigosamente, de la verdad sobre la meritira, dela bondad sobre la
(1996) 2,487. ,«La hbertad de Mana es fruto de la dialéctica totalmente hum
el "no" 1 " " El "d 'd'" '" ",',
'" ..','. para acog~r e SI ~" , rama' ~ 7sta libertad se hálla expresado, por ejemplo,
ana que m.aldad, del amor sobre el odio»,como hizo Mana «cuando con corazón
~~vIrruento del cuerpo -no solo de las manos- de la Virgen en la Anuncia2ián deSimorie
c'
las diversas perspectivascdeJ::hBíblia, yde latradicdóILae: 5. En sintonía con la perspectiva platónico, aristotélica de la función
pbsiblesíntesis'Ofgánica;los~lllgares,'·de.laexperiehcia es catártica del arte, la Iglesia de Oriente y la de Occidente insertan el
Virgen (liturgia y piedad popular) ,se sitúen enurtdiál<.bgocon'lal amor por la belleza (filocalia) «en el curso del camino ascético cristiano
contemporánea. "de divinizaci0I1»,conjugando así estética y espiritualidad y entreviendo
'Aplicando al campo mariano las ,perspectivas COJntE~mlJOI'átíe: en aquella «una vía privilegiada para acceder a lo divino, una vía que
especialmente las de Croce (aplicados todos los correctivos a llega a ser posible gracias a la encarnación del Hijo»59. Es un itinerario
unilateralidades suyas56), la belleza de la Virgen no puede \'-Vjll,,~IUC;l,d en el que Dios, que concede la salvación como un don, sigue siendo
un dato meramente objetivo, porque la historia debe ser protagonista y, por consiguiente, la naturaleza humana, «realidad crea,
interpretada líricamente por el arte~ No basta tampoco ~V.LL'-,VLJlLC;J,UIJ da excelentísima, cuando es justificada ah impietate por su Creador es
la verdad; es preciso también que el sentimiento vibre ante la U¡::Ulé:L transformada de una condición deforme a una condición hermosa» 60.
María,y los valores que su figura encarna deben traducirse errloc:mrf: Entró entonces en la cultura occidental la famosa frase de Dostoievski
mente a" imágerres y. eventualmente a, expresiones artísticas. «la belleza salvará al mundo», no sólo en el sentido de que en toda obra
sustrato simbólico del ser humano está implicado en esta maestra alienta una fuerza irresistible y transformante, sino ante todo
intuitiva de la Madre de Jesús, incluida la experiencia del c;U,\.-U'CJ en el sentido de que será precisamente la belleza, purificada y plasmada
ton la presencia de la Virgen en la oración, en particular en la de nuevo por el Espíritu, la que eleve y purifique al mundo. No se trata
yen la vida. sólo de disfrutar de los iconos, tan importantes en la tradición iconodula
Sobre este particular, debemos ensanchar el juicio que distingue monástica, sino de caminar con pureza de corazón por el camino del
61
la teología/mariología orientaL y la occidental. Oriente-como amor, trascendiendo el frío racionalism0 •
56 Cfcap. XII «restetica italiana dopo Croce», en E RESTAINO, Storia dell'estetica mn.ri"rrlfi
O.c., 209-238, con las aportaciones y correctivos de Banfi, DelIa Volpe, Pareyson, Eco y Vattimo,
59 N. V ALENTINI, Bellezza e ascesi. La vía dell'oriente cristiano, en A.LANGELLA (ed.), Vía pul-
especiahnente en la superación dé la postura de Croce qué consuma en el interior del hombré
la esencia del arte (sentimiento y representación) devaluando la expresión (obras de arte)., " chritudinis e mariologia, 111 Y 116; cf también N. V ALENTINI (ed.), Cristianesimo e bellezza. Tra
, 57 G. GHARIB, La bellezza di Maria nella liturgia e nell'icdriografia del/'Oriente cristiano, en A. Oriente e Occidente, Milán 2002.
LANGELLA: (ed.), Vía pulchritudinis.e mariologia, Roma 2003, 137, donde cita a B.PETRA, La Chiesa 60 AGUSTÍN, De Trinitate 15,8,14.
61 208º CAPITOLO GENERALE DEL'ORDINE DEI SERVI DI MARIA, Fate que/lo che vi diTil. Riflessioni
dei Padri, Bolonia 1998, 32-33.
58G. PALAMAS, Homilía LIII,Atenas1961,142. e proposte per la promozione della pieti! marina, Roma 1983.
M'8Tielogíanarrativa/narrante
María, una persona de laque hay que narrar
este último deben considerarse para éomprender·bien.este L'-"UU'.L Cahái(Jn:Z,1~12}; en el que MaríayJesús;§onlosac,tores principales,ne
capitulación (anakephalaiosis) en Cristo y la educación progresiva¡
j los jóvenes esposos; Jesús se dirige a suMadrellamándola,«mtl;jer>~,1tln
parté, puede observarse que no hay ninguna oposiciónenfre la . título que se repetirá al pie de la cruz, aunque sea inusual enlaa:ntigüe:::
deaccoutumancey la; de la.recapitulación:.Por atraparte, se deBe' dad greco-semítica y latina para el hijo que se dirige a sumadte.;jestlS
la vinculación ·íntimaentre este tema delaaccoutumance y' expresaasíla, función mesiánica mediante esta distancia 'con .respeCto
de la educación progresiva. Concebida de esta manera, laacc;ou;~urr a la relación familiar precedente de madre-hijo,porcjue la p:erspeetiva
forma ;parte' necesariamente de la ·historia de.la··salvación;· de Jesús va más allá de la maternidad familiar. Es la: perspectiiva'.oe.lá
hación;seda uÍladoble accoutumance; por cuanto esta se halla. relación.enelmisterio de la: salvación, y este térmiriode«mujet»~temite
a acostumbrar, aaccoutumer, al hombre a percibira.Dios, T aja figura de la.«hijade Sión». Lo de «haced todo lo que él os diga>.,: es
habitar en el hombre (Ireneo )~. j el testamento espiritual de María que exhorta a los demásallt~gar¡t:seF
Indis0ciable ¡con el .misterio d~ la;encamaeión;::María ~., r t " ' · I " I .... pueblo de Dios.
desarrolla una función significativa en esta doble accdutumance El relato de Caná remite al relato de la cruz, ante la cual María está
al1oshombres,y de .los hombres ;aDios,porquerealizá'.el· tac:LlIiI.e1 presente. El título de «mujer» evoca la tradición pwfética:ensil piefG
del Mesías, un nacimiento preanunciado por las figuras telnemrra.s. guración de María como «madre de SiÓfl».· Esta mujeres lá. . comunidad
la historia de IsraeL. Estas figuras son dasificadasentú~s . /,'L,CULU.~,";<¡; mesiánica, es signo personificado. En la cruz, Jesús revela una nueva
pOS27:. figuras.pre:-proféticas (Sara; Agaq Rebeca.; Raqúel, Lía, dimensión de la maternidad de María; una dimensión espiritual,y.una
de Moisés y la hija del Faraón) ,figuras de la epoca profética nueva función de la. Madre de Jesús en la economía de lasalvaciónipero
profetisa y la!iijadeSión) y figuras posexílicas Oudit,¡Ester, la HLCUXL\o.' al mismo tiempo indica que la primera tarea deJos discípulos cohsisteen
lós hermanos ínártiresmacaDeos). Más aún, remontándose, al ser. «hijos de.María». María y eldiscípulo.amado .por JesúsrepreseÍltan
la Jamilia humana; se puede aplicar «la recirculatio» aJaielaci<f>u -juntos.,.-.ala Iglesia.
Cristo,.porunlado ya larelación Eva:,.María, porelotro¡ enorclen,f:a
j Estandcrasí las cosas, no se puede prescindir de la figura de Maríael1
caída y a la salvación de la humanidad entera. el nacimiento de la Iglesia .. María,' que esta. sufriendo aLpü~ de la cruz;
María de Nazaret,.ID;q.dfedeJes'tís, estápuesf~dgrelieye enl()s aparece como .el discípulo· ideal y así ella se hace presente en el relato
geliosque contíenetdaidentidadnarrativa'de Jesús; De esta' fundador de la Iglesia, es decir,enJosHechos clelos Apóstoles,encOIIE
María llega as~r una. :<q.tal~ya», másparticularmente.porlos i\..L·aI..L'" pañía delos apóstoles enla.éspera del EspIritu Santo. De este modo,. la
historia de María se prolonga en la de la Iglesia. Como nueva Eva sacada
26 CfP.EVIEUX, ThéologiedeCaccoutumancechezlrenée, en RSR, 4 (1967) 5-54; de la costilla del nuevo Adán, nacida en la: cruz en ·la presencia de María
Cf H. CAZEI..LES" Les figures de Marie dan:; l'AncienrTestament, en EtMar 30-31
que sufre, la Iglesiaha coh()cldót~Írlbíénelmorn.entodél«acostumbrar~
27
1974) 97-107.
sedolówso y :gIQrioso>~;¡Así,~ pues,María;de:;Nazarétse;ptesenta laVirgén;de·Nazáret~.que¡p0dl:'ía:définirse·legít:imamente.comOKüni~rei;¡
da discípula ideaV>~ , narración;de,l'ad:'tistoriá. d€dáSálvación».·:i "
tradición eclesiaL .
A
. .' ... ' .. miento complejo, donde se inserta el enfoque interdisciplinar,
. parecería estar fuera del pensamiento débil? que «tema tiza la
precaried~d y 10slÚnites delwjetoincluso en el cOIlocer»l y, en esa
medida, rehúye'las grandes síntesis. Y, sin embargo, las dos corrIentes
que ha penetrado en los secretos de la estructura y delsignifi.cado no se excluyen, porque precisamente la fragilidad dela ;azón deman~
relato. Una tarea espiritual y técnica más laboriosa que nunca '. da una visio~ pluriforme de la realidad, enfocar esta desde diversas
al teólogo de los tiempos futuros. • perspectivas. Este «multienfoque» es adoptado también en el campo
mariológi.có.
1 M. FARINA, Caro Christi caro Mariae. Una prospettiva, en G. BOF (ed.), Gesu di NaZaret ...
Laurentinescribía: "María,. madre de ]esúsies unmC)m~lO natrm Acerca de la estructura y de la ubiCación de la mariologíaene:hc0nB
teología inderdiseiplinar"18, t'Hoy -'afirma] uan Pablo:Il-7!:-1a: texto de las demás disciplinas. teológicas, vemos que ya en W8:S,sI;,'M'¡
o' gía, a la luz del Vaticano 11, se renueva, oestablece fecundos Calabuig rompe Una lanza en favor del «cursounitario»de:lamamoldgíá
interdisciplinares; aborda problemas nuevosi> se. siente en lugar del «curso fraccionado», es decir, «diluido en la enseñanza dé
nuevas tareas"19. Yen la recordada. Carta de la Congregaeión las diversas disciplinas». El citado autor aduce dos argument~s: . unO,
Educaeión Católica se lee:. ",; .. Los.diversos docentes, enfuna . extrínseco, porqué la propuesta .del«curso unitario>?: pareceéürtespondér
y fecunda visión interdisciplinar;, podrán;efectuar en el desarrollo de mejor a las «características de organicidad, sistematicidad, completud,
propia enseñanza eventuales refereneias ala Virgen"7Q»: segúnla. Carta (véanse losnn. 28-29), características todas ellasquela
enseñanza de la mariología deberá poseer» ; el otro argumento. es' intrín::
EL mismo: autor, estudiando la relaeiónentre u·lterd:lsclpJimlrü~d~ld::l seco, porque «la mariología oes .por excelencia la disciplina teológica de
mariología ala luz. de lasreeientes interverieionesdel Magisterio, la "relación con", de la "referencia a"». El autor no oculta;susipreferetl~
cluyeque, puesto .que en María «todo es relativo a Cristo, a la Ll::JL\.-':>.LO cias por el curso unitario, teniendo en cuenta que la mariologíar~húyé
al hombre», es preeiso reconocer en la 'mariología «una.diseiplina el aislamiento, siendo como es una «disciplina de ·convergenci~¿yde
convergencia y de relaeiones». La mariología está vinculada con el
xx'
relaciones»23.
Trinitate¡yaque la Trinidades «el manantial dehser:deMaría yla .
o y eso, que, precisamente durante losaño~noventa delsiglo
última~deTsu' destino»? con la cristología, . porque' María está asoeiada mientras que lbs manuales de teología al uso reservan a Maríaa1?é:rias?~~f
puesto que la persona de la Virgen es esencialmente dialogal, «análogamente la mariología no situación actual y perspectivas (ib, 284-285) ' . / ;i' j'
es disciplina teológica aislada;. no es un'árbol solitario en medio de la estepa, smo.un árbol del
bosque; crece juntamente con otros árboles y con ellos entrelaza su' ramaje» (L' M. OALABUIGi Loreto 1993, en Theotokos2 (1994) 1,}-287.
artículo editorial: El futuro de la mariología, en Marianum 50 [1988] XVIII-XXI). 23 lb, XIX-XX.
brevetrátádo~4, .el(7;ursoide; teólogíd siSternáticade las bdíiíc)rtf edesial~srref1e:í{ió~¡Sis~~rnátiea',Hturgia¡y~vid'9.d.e·.•laIglesia.:,adaptad9h
ne, de Bolonia;se ,révela'ej~mplar:algunos 'clesusltratados O inculturadÓtl, ,,'" o'!
pneurnatología yeclésiologÍa) ,remitén siwcesar¿a: María, n<:l1rn"'·TW1 COric:e,Íltrq.ndo SU esfuerzo 'en.'el plano bíbltco,.bajo la atentadireccióti
tema específicoabordadopof cada uno de' ellos,ypofi,añadiduta del exegetaAlberto Valentini, la. revista publicóunaserie'de cuad.ernos
recoge un tratado sistemático3sobre la Madre de ]esús,m COJmlnu: monográficos de caráctetinterdisciplinar, que aparecieron semestralmente
de la cristología25 • De este modo, por un lado se supera la TP<,rn,rrf,rf" entre 1993 y 2000, dediCados a particulares pasajes o episodios del Nuevo
dencia a limitar toda referencia mariana a lama,riología, VHHLL'-LL'U.UJ Testamento en los que María está presente, y reservando el último nú~
las' demás disciplinas teológicas 26, y por otto,se integran los mero a María según las Escrituras. Cada uno de esos ternas es examinado
particulares esparcidos por los diversos tratados, con lo que se por una serie de especialistas en las ciencias teológicas y humanas, que
visión orgánica del destino de María según el, plan divino de la ofrecen de esta manera una lectur~ múltiple: exegética, patrística, litúr~
Subrayemos que en esta línea se situaba Nigido, quien mantenía gica, antropológica, psicológicá, sociológica, iconográfica, lectio divina ...
necesario tratar de María en la cristología; y que a la par Por tratarse de la única o, al menos; de la más conspicua plasmación de
útil reservar un tratado autónomo a la biehaventuradaVirgen. mariología interdisciplinar del siglo XX, tal realización debería ser teni~
da en consideración íntegramente. Aquí nos limitaremos a presentar, a
modo de ejemplo, dos números n1onográficosde Theotokos,en los que
3. Realizaciones mariológicas interdisciplinares se examinan de modo interdisdplinarsendos pasajes de Mateo y Lucas.
Además de la representación de los 35 antepasado.s de Cristo. en La lectura exegética de este «pasaje fundamental de la Revelación neo.~
abadía medieval de Santa Maria dí Vezzo.1ano. (Asti)39, .el número testamentaria»' (A. Valentini) fue co.nfiada: a Ermenegildo Manicardi,
no.gráfico. que, se está examinando. presenta una aportación de quien apartándo.se·de la habitual exégesis de trazar un paralelismo. .entre
Amato. acerca deh co.ncepción virginal en clave teo.lógica, y un estu'- lo.s aco.ntecimiento.srelativo.s primeramente a Jl!-an y luego. á Jesús"es~
dio. de GiuliaPao1a Di Nico.laso.bre la maternidad virginal de María en tructura lo.s do.sprimero.scapítulo.s deLucas en tres secuencias basadas
perspectiva antropo.lógica40 . Ofrecemos una cita .de tal estudio., que no.s en lo.s temas, cro.no.lógico.s de transición, co.ncepción, aco.ntecimiento.s
en to.rno. al nacimiento., episodio del encuentro de Jesús. La anunciación
37 M. MASINI, Lectio divina su Mt 1, 1-16,en Theotoko~3 (1995) 1, 173.
38 lb, 174-194.
39 A. FERRERO REOIS, Iconografia medievale della genesi di Cristo, en Theotokos 3 (1995) Theotokos 3 (1995) 1, 89-103; Q; P. DI NICOLA, La rnaternita verginale di Maria. Aspéttiántro-
1,195-200. pologici, en ib, 105-133.
40 A. AMATO, Il concepimento verginale.di.Gesu. Introduzione a una «quaestio disputata» , en 41 lb, 116, 117.
pertenece R;la prrmera~;secuerrcianarrativa¡ ,y; se'.sitúaenheel, vocaciónde.;Marí3!>~'t4 .¡¡POr ;tanto, ll0 n0smaravillará;la dimensión activa
y los tres meses que. María residió en casa delsabel. delarespU(!st~d¿lit Virgen:;;
Manicardi tiene sensibilidad para .encontrar semejanzas y
en el anuncio hecho a María; cuando se lo compara con ~<La gratuidad de la actuación de Dios, expresada principalmente en
Él· hace notar, por ejemplo, quées'lo que la visitación pone el título kecharitomene, atribuido a la persona escogida, no suprime
miento por el saludo del ángel y por elde María: . el significado decisivo de la actitud con que la persona, al responder,
permite que se realice el designio divino» 45 •.
«El encuentro de Gabriel con María y el encuentro de
Isabel tienen ambos como punto de partida tmsaludo que Llena de matices viene después la lectura patrística, dirigida por
que' difunde una fuerza particular» 42. Angelo Gila, que nos sitúa en primerísimo término ante la más antigua
homilía sobre la anunciación~ la que pronunció Orígenes en Cesarea ha;
Por el contrario, la· diversidad más 'evidente entre los' anuncios cia 232;233,que ha llegado hasta nosotros en la versión de Jerónimo. A
ría y a Zacarías viene dada por el motivo de la invitación a no la pregunta acerca de porqué Dios ellgió como madre no una muchacha
soltera, sino una mujer desposada, Orígenes da dos respuestas: 1). por
«La seguridad dada a Zacarías se ofrece, partiendo dé una no someter a la Virgen. a la' sospecha de torpe costumbre; 2) para· que
suya escuchada finalmente por Dios (pasivo teológico) :Ja la economía de la encarnación permaneciera oculta al demonio,como
de la esterilidad de Isabel (1,7); que le es anunciada, está~u'-"'>Lu., había .afirmado ya Ignacio.
con un deseovivísimo de la pareja. En cambio,Ja seguridad Orígenes aparece como el único autor preniceno que se ocupa de
María no recoge ningún aspecto anterior de la vida de la Virgen, comentar el saludo del ángeL Hace notar agudamente que tal saludo
que está basada únicamente en el hecho de que Ella ha ,",LL'_'-'U.~J. no se encuentra en ningún otro lugar de la Escritura: «Este saludo se
gracia ante Dios» 43. reservaba .para María» 46. En las primeras palabras que María dirige al
ángel,Oiígenesve latir una duda o, al menos, un estado de· aporía o
En la trayectoria de esta particular percepción de aspectos '''-'''1'11'-"" dificultad acerca del modo de realización de la maternidad anunciada;
sitúa la comparación entre el hecho de que María encontrara gracia pero en las palabras finales ve cómo se expresa una plena disponibilidad
hecho de David, que «gozaba del favor de Dios y le pidió que le para Dios:
tiera construir una morada al Dios de Jacob» (He 7,46), como "ar'"a,~'"
Esteban. Surge «la hipótesis de que Lucas vea la elección de «"Aquí está la esclava del Señor", dice María, y es como si dijera: Yo
como continuación de la elección que Dios hizo en favor de sOylma hoja en blanco donde el escritor puede escribir.loque quiera.
esto autoriza para ver en el anuncio «una atención también intensa a Haga de mí lo que quiera el Señor del universo» 47.
4. Conclusión
«Ea persona piadosa' del mañana o será 1J.h místico, es decir, algúien
que ha "experimentado" algo, 6 dejará de ser piadosa»l.
puede reducirse a un hablar fatuo, a «palabras vacías>; Oob '16,3) . " ' :'!; ~:(
5 Véanse: AA.vv., La spiritualita mariana della Ciesa alla luce dell'enciclica 7La obra .de.E,. M,ToNIOLO¡ Bibliografiamariand, IX, 1990-1993, Roma 1998,:4Z1::!,43,G
Mater» , Roma 1988, 173-195; AA. vv., «Redemptoris Mater»: contenuti e prospettive aottnncaz acumula 100 títulos bajo. elepígrafe SjJiritualita rnarianaecclesiale, pero a menud~se:rratad<?
pastorali. Atti del convegno di studiocol pattocihio del ComitatoCerítrale: pér l'Aiulo artículos o libros de caiáétetdivulgarivó o que' se refieren a aspectos particulares,'coinó'lá
(Roma, 23-25 maggio 1988), Roma 1988. Acerca del aspecto propiamente espiritual, consagración o la entrega a María.
FIORts, -La «Redemptoris Matér» e la spiritualita irutriana, ib; 55-70; L.ÓAMBÉRO; 1.:6. _~D!'Tl:ruaLzu 8 B. PETRA, La «spiritualitil mariana» nella Chiesa d'Oriente: a/cune testimonianze, enE. PE~
mar;iana nella vita delcristianQ.alla luce della. «RedemptorisMater», en Mar 51,(1989) 23 RETIO (ed.) ,La spiritúalitil mariana, .1egittimitil,natura,articolazione, Roma 1994, 220-222, quien
6 La Congregación para la Educación Católica corrobora la finalidad espiritual del cita el manual sistemático La spiritualité de I'Orient chrétien (1978) de T. SPIDLIK y los estudios
mariológico: «El estudio dé la mariología tiende, cOmo a su meta suprema, ala adí~ui1;iciéín de LevGilet, J. Kirchmeyer y. O; Clémerit, entre.otros. '
una sólida espiritualidad mariana, aspecto esencial de la espiritualidad cristiana» \vL'l"':'l"'\.;'",~ 9 C. A. BERNARD, Teología spirituale, Cinisello Balsamo 19975 (cinco páginas sobre María)¡
ZIONE PER L'EDUCAZIONE CATIOLICA,.Ui Vergine Maria nella forrnazione intellettuale e :spz'mUaLe;' R RUIZ, Le vie, de/lo Spirito. Sintesi.di teológia:spiritúale, Bolonia 1999 (ningún párrafo dediCado
25.3.1988, n. 36). a María).
«modalidad» o«lliediéFconnaftital •.parivivirila~au1t:éI1ttl(íai~~sDi .<<<Tres aspe¿t:bsJqela:espi1'i;ttíaHdadde Matfa:isu póbreza\enrespíritli;sU
cristiana>~;(E.Llamas~ Martínez), «coinciaéflcii1l, ",,.,,,,,r'·"·C:C)fllOJ Sl ab'aridoÍ1ü'ai;lll'éré:rédfcle ,la;Palabia/ algunas veces oSGlira,de~JesúS'ié~
de vida,. entré eléspíritu elelhombreiy'el· el diálogO;tlurante.Jás<bodas.de Ganá(Jri2,36)jifirrah:heI1tté¡'lstüalto
plenamente hacia el Señor»' (S ..De Fiores):. grado. de;collOciffilento y de fe en'laPersonadel Hijo,despuéséle:la:
Descartada la falsa concepción de eSlmltu~tlídladicClrhl)etith¡a encarnaci6n. virginal» 14.
tutiva, Amato concreta que:
El artículo de D. Fernández sobre los Padres reconoceqtJ,~~s~i#cil
«La espiritualidad mariana es la misma espiritualidad oír habla~ de espiritualidad mariana, .excepto «en los últimos testiJ;l1oNQ$
tada y vivida en su globalidad de amor,de acción yde entregl:t de·la época patrística,compIldefonso de Tpledo oJuan Damas~~n:¿>l~:
Trinidad. Su característica esencial consiste en la ¡relación Sin emlJargo, sus principios «preparan el,terreno para unave~da~~r~
constante -fundada bíblicamente- que el cristiano eXIJerlffilent:afe espiritualidad mariana
.'. centrada
. ~ .en Cristo~.~ 16.
existencia de fe en relación con María, la madre de Jesús, la Con Jean Corbon, patriarca melquita de Antioquía, entramos direc:""
a ser su maestra, su modelo y su ayuda eficaz [.;.]. Esto no tamente en la liturgia como manantial y testimonio de espiritualidad
necesariamente situar a la Bienaventurada Virgen en el "A.~t''''"''i mariana, en elseptido de que esta espiritualidad e~ «una, moción. del
Jesús y a la Trinidad en la periferia» 10. Espíritu Santo esencial p<ara la espiritualidad cristiana»~ En, realidad,
María, da Única en participaren el Acontecimiento de la plenitud del
El autoreJiuncia luego e ilustra cuatro notas de la "'-"I-'LJLLLl.lCu\lU tiempo» y en la fundamentaL«sinergia misteriosa» con el Espíritu Santo,
mariana»: trinitaria, eclesial, antropológica y praxiológica, y lo está presente en la celebración litúrgica:
la convicción de «que, sison actuadas, conducen a una
«Por eso, la liturgia sacramental, mediante la cual se a~tualiza el
bautismal en la comunión con Dios Trinidad»11.
acontecimiento de la salvación, no empuja a María al pasado de los
En la misma trayectoria se encuentra C.A. Bemard, qUien I-'UJLLULCHJ
recuerdos, sino que la .hacepresente y.activa en el Memorial de la
que «privilegiar un aspecto del misterio no va nunca<en
conjunto» 12; Iglesia hoy»1?
A. Serra· cambia de perspectiva .contemplando en ·la El )~spíritu actúa en la liturgia ele manera an.áloga a como loh.ace en
de Maríá'de N azaret «los pensamientos de .ella, sus. seIltl1mllen1tos,ü; la Virgen María, de tal modo que «la espiritualidad eclesial va apare~
aspiraciones, su educación, en una palabra, su personalidad de cienclo progresivamente como mariana». En ambos casos encontramos
judía. del siglo 1, llamada por Dios a convertirse enMadre del LVU:"Lcl"" la epíclesis derJEspírii:u, la preparación y la respuesta de fe, el morar de
En esteálllbito, el autordes~rr()lla. c()Ilacentos inéditos: Cristo eh el corazón... Asípues, se puede hablar de tipología: mariana
en la celebración litúrgica..
10 AAMATO, Il problerrúi della «spiritualititmarianá>i, en E.PERETTO ·(ed.) o;c. 10-11 Y 27
1l lb, 28., . . ' , 14 lb, 60.
12 C. A BERNARD, Dalla presenza di Maria alla spiritualita mariana,en E: PERE'[1-o, 15 D. FERNÁNDEZ, La madre del misterio. Espiritualidad. mariana en la época patrística, en E.
o.c./53, . PERETTO (ed.) , a.c., 115. .
13A SERRA, Bibbia e spiritualitit rríariaMAlcuni princiPi ed applitazioni, en E. PERETTO 16 lb, 117.
La spiritualitit mariana, 59. 17 J. COREON, La liturgie, source et témoin de spiritualité mariale, en E. PERETTo(ed.), o.c., 170.
"LJnacohtrih:uctélJ;'lenclaYé /antrop'olÓgkfl~es¡<ar.f'l1"t'art"'«<l"''''t'<'i ener"pIano;si~teMátk\b¡~:p0r;cuanto< las diniensionesse)h~llan'IJtesentes
Gastellano,quien s~detiene.ahab1af de; .1aJne~e.sanJa. en Iílodo,*tfktapu.esto~;sino.en el planodeLanálisisdéla.experiencia, del
pskológka y humana en lásantidad <cristiana>~<¡ieG:hazalldo~ caminoespidtualydelas diversas.V'ocacíóríes •..
vías purgativa, <ihirilÍnativa yllnitivai así como la división Acerca dehignificado de lá «éspirituálidadmariana», el autor con"
espiritualidad. La pskología manifiesta una distiilción enlá creta que tal espiritualidad ~<es eminentemente cristocéntnca y eclesia1»,
hijo con la madre, que encuentra una consecuencia en la y concluye ofreciendo de ella la siguiente descripción:
María,madre en el orden de la gracia: desdélafase irífiintil es
pasar a la fase adulta, que no elimina el vector materno, sino' «Si por "espiritualidad' se entiende la docilidad a lasgracias(oca~
en el plano de la confrontációny de la amistad: A pfopósito «
rismas) del Espíritu. Santo (como "vida según el Espíritu":. Gá15,25),
nición de la relación espiritual existente con María, ,-,a"~'-<Hanv la espiritualidadmariaha sería una actitud de fidelidad a 10 que el
una palabra muy significativa que tiene la dobleveritajá;de '-'H'-.VH' Espíritu Santo comuniCa a la· Iglesia en relación con María.
en la liturgia y de traducir la acogida bíblica del disCípulo: La espiritualidad mariana ayuda a la Iglesia a vivir su relación
nupcial con Cristo, como realidad profundamente bíbliCa que cons~
«En definitiva, la palabra ylaactitud teologal que mejor comt)en tituye la base. de la teología 'patrística, de la vida litúrgiCa y de la vida
la espiritualidad mariana es, sin duda alguna, la palabra c()mun evangélica segúnd seguimiento radical de Cristo.
enlarka densidad de sllsignificado bíblico yen él realismo [... ] Los contenidos y datos fundamentales de la espiritualidad
turaldé comunión con Cristo yen el Espíritu Santo» 18. mariana de la Iglésiapodrían resumirse en los puntos siguientes~
1). Sintonía "vital" de los .temas marianos,iorientadahacia un
"afectode.piedad filial" (L053).que comprende el conocimiento; la
1.2.< Exposición sistemática imitación, la relación, .la.súplica,.la .celebración.
2) Relacióh de intimidad con María como "comunión, de vida"
Esquerdá <Bifet hace notar que «la expresión "espiritualidad' (RM 45, notaJ30), viviendo la realidad de. su presenciaen lavida
ha logrado carta de ciudadanía en la Iglesia gracias a la C:ll'l.ll.lll.,d' de toda persona y dé toda comunidad eclesial.
demptoris Mater»19, así que es utilizada en las universidades o 3) Aceptación efectiva de su'~influencia. saludable" (LO 60), aco,
teo16gkasde Roma, yha sido obJetode estudio en elSimposio giéndola "[el discípulo].entresus cosas propias é. introduciéndola en
donal mariológko de 1992. Las aportaciones de Esquerda no se todo despacio de la propia vida interior, es decir, en su yo humano y
en el plano histórko, que el no aborda, y no parecen siquiera cristiano" (cfRM45).
4) Por tantojlareflexiónteológicasobreesta vida mariana deJa Igle,
• 18 J. CASTElLANO, Una existencia renQ'I!ada en Cristo. Aspectos antropólógicosde la
lidad mariana», en E. PEREITO (ed.), o.c., 213. sia debe centrarse. en la al2titud vital ("espiritual", devocional, cultual)
19 J. EsQUERDA BlFET, Spiritualiti! mariana della Chiesa. Esposizione sistematiéa, Roma 1994,
Pero es preciso aclarar que Juan Pablo II, consciente de la problemática existente a este de los temas maria:l]os,quecompterrderilaactitud interrelacionaly la
tuvo buen cuidado de poner entre comillas la expresión «espiritualidad mariana», dependencia efectiva yafeétiva para dejársetransformar en CristO»20~.
quela precediera el adjetivo<<<auténtica»(RM 48). Además, el Papa recurre a una
que tiene en cuenta la única espiritualidad cristiana, cuando habla de la «dimensión
de la vida de los discípulos de Cristo» o «la dimensión mariana de la vida de un discípulo
Cristo» (RM 45). 20 J. EsQUERDA BlFET,O.C., 26~27 ..
MoVréfldQs~;lúe'gbf;a:;j~á~titdeJa{cultura.kG1it~m.p&anea,JMatía es
En 199fiS!;.IqeJ.ifi0retS,'.J:3ul1lic::\t~jbbra· Marta
cohtem.plaaaj~R;réláclótr co11: ~lhombrefG.brho .proYectode li~eftad;,con
j
Es ulIa.DbTa~sque5Hésant9Ha't:+::artículo' ' . .
su con\t:ersté5n'~la¡histotia,t:onsuca:tni.ho had~h,Jma-@utet,
Espiritualidad, que ,data de.J97;9r1"JMetodológiDamente"el ~~LVLJ«'"
'. Una aportadón a la estructuradónsistemáticade la'espiritualidad
e1:«círcúlo hermenéutico~~.para: conferir al tratado un impacto InlmeC1:
mariana es la presentación de María como persona relacional y sínt~sis del
sobre:larealidadJvivida. Por este motivo, traza'ekcontexto?dela"
misterio cristiano. Se presenta, finalmente, la consagración montfortana,
ritualidad de nuestro, tiempo, y en ella descubre la presencia de
como propuestacóribretd de espiritualidad actualizada.
según un diagrama de cuatro fases sucesivas: desarrollo, problema,
Acerca de la inserción de la «espiritualidad mariana» en la única
redescubrimiento:
espiritualidad cristiana22 , se;distinguetltresvías23o soluciones para
Sin duda, bajo la influencia; de' las directrices'
integrar la dimensión 11lari::í.na en: la úniea espiritualidad cristiana. "
otros factores, cambi6..el modo de refeIÍrsea ·Maday de expre:sat
culto tributado a ella. Se pasó. de una devoción más, bien cmmtltatíl
sensible, pocofundada,a una devoción más interior; profunda,
1.2.1. La vía de la instrumentalidad/funcionalidadlrelacionalidad
gélica y madura; La Virgen no es sólo una madre en cuyo.·corazón
refugiamos, sino también un modelo de vida en el camino de la fe ,
Es la vía adoptada por Montfort;cuandohábla. de la perfecta conságráción
respuesta total a Dios, en la disponibilidad y la colaboración én el
á]esucrisfo, que se Jidentificacbn la ddnációndesfmismo~a Mafía, ,como
de la. salvación. .
«perfetta renovación [o.•], de las promesas ;del·santoHmtism.o» .' (Tratado de
Al proceder a una confrontación con la revelación bíblica,nos,
la verdadera devoción a María' (VD],'n.120).Con tal' actitud se llega a la
zamosconunvacío acerca de nuestro tema: cuando se ocupan de la
raíz' misbia de la vida:, cristiana V'se; reconoce' cómó '; única consagradón
eSpiritual, los autores del Nuevo Testamento omiten toda retlC'Tf"nl
fundamental la del bautismo, que implica asumir promesas y'compromisos
Maria. Sin embargo, esta visión negativa es superada por el Hll"llJ.U
bien precisos: renuncia a Satanás, fe~donación a Cristo. Del bautismo nac~ la
Testamento,' que, proporciona el fundamento bíblico de 1apresencia
participación en elofidb SClcérdotaL, profético yregio' del Señor: Se tiataiPor
Maria en la existencia de los cristianos: progresivo reconocimiento
tanto¡de'láúniCa espiritualidad qué 'tOdos los cristianos están:%lmádos;a
Maria en la historia de la salvación,.el perfiLespiritualdela VlfQ:etl'.
vivir.' La relaCión: espiritual coriMaría, unarelacióh directa, íntin1.a'yperrna-
alabahZa quele tributan las generaciones y1a.acogida·por el dIscípulo.
nente, nO queda hipóstasiaday aisláda, sino ordenada haCiála plenitud de la
La tradición cristiana sitqa ante numerosas fOrmas ,históricas de
vida cristiana~Esuna vía;efrcazpara llévar'a stimadllrezla graeiábautisriral;
piritualidadmariana», como referenciaa,María no ocasional, sino
manente y estructural en la textura de la vida cristiana, 22 El tema es recogido por IWEFONDO SOLER DE LA INMACULADA, La espiritualidad maria.na
dunmteel periodo postridentino.S~reseñaián las principales: oblado ' después del Vaticano Ir, en De cultu maTÍan¡) saeculo XX a c:oncilio yatic~no IIusque cut. nostros .dles.
Acta' cangressusmarió16gid-rríarianiincivitáte of¡uberui (Huelva- H!Spa~Ul) .annol ~92. celebran,. III,
las Congregaciones Marianas de los· jesuitas, vida mariafo~e del Carme Ciudad del VaticaIlo ,1998, 111-136: El autor concreta. qV~ las expeneIlc:lasmam,nas prodl!cldas
por tantas almas en la historia delá Iglesia no son «tumores», smb «vitali~ad floreciente y ~.uc
lo, santa esClavitud hacia la Madre deDios, consagración a Cristo por las tífera de. la vida en. Cristo», y propone ,«que se. estructtlre·un trata~o;al.ltonomo» para fac~htar
manos de Maria, alianza. con Maríayvivir la vida de María; «su profundización y especialización», pero deIIl~d~\que no ~e~lvldesllto~al1~~e~den~Ia de
la espiritualidad cristiana, Y para que pueda~servlr para una mejor contemplaclOn de Cnsto y
para la gloria de la Trinidad (p. 132). ,. " .. '.
21s. DE FIORES, Maria nella vita secando /o Spirito, Casale Monferrato 1998; María en S. De 23 S. DE FlORES, Maria nella vita secOndo /o Spmto, o.c., '149-155.
FIORES-T. GOFFI (eds.), Nuevo diccionario de espiritualidad, Sarí Pablo Madrid 2000 5, 1i51-1l75.
L~'disponiI5Htd~d~R~~~~b~Ia~~i)9l1ítné1tel111al; de.Ma~ía,
To9.o;q{:'!penae~~e;.laJ~IlciÓn prototípicade: la fe de María:; que .induye
sl!s.;eJemplQs eV:angél~9<?§,,~~hd~ál.gg.gQraÍ1te) , " ' y engendra a l(iIglesia;de'suerte que esta; <~serátantomáspropiamente
de educa~ par:aJa;)dq<iili~fadlakgspíritu, .paraiél la,Iglesia, cuanto más inmaculada, cristifonne Y mariana sea»25.
CristO!yparaser dígnosthijosddPadre.: . El padIe; ];Kentenich había contemplado yaenMaría,en 19:34, «un
compendio de todaIadoctrinade la fe», así como «un tompendio de
ascética»¡pues la vida espiritual consiste:
«La Iglesia, meditando sobre ella con amor y contemplándola a 1.2.3. La vía de la: modctlidad/impronta/estilo ~ ,
del V~rbohecho homqre, 'llena de veneración, penetra más
ment~ en el q¡.ist,erio supremo de la enca~a)qión y.se 4'~,~~LJ' LLllJ,\o:a.
Esta vía propone, la referencia a la Theotokoscomo única vivencia
v~z.q¡.as consuEsposo[ ..• ]. La Iglesia, procurando la gloria de posible de espiritualidad cristiana. En ,la existencia cristiana existen
se hace más seq¡.ejantea su excelso' Modélo, progresando 'el'J']'rrtll:r puntos focales desde los cuales se contempla y sevivetodalatrama y
mente en la fe' la es perallzaye:l.ffior
1 "
Y buscando , .
YObed'ecí.en.dEJ estructUfade la salvación; Esto se comprende pensando enIasdiversas
formas de espiritualidad cristiana, las cuales, aun adhiriéndose a la re~
, o,', ,', ,o ' '" ", •
«Se siembra algo' corruptible, y resucita incorruptible. Sé siembra. una «Que .nos revela no sólo la implicación de la Madre en lbS episodios
cosa despreciable, y resucita gloriosa; se siembra una cosa débiLy re~ de la vida del Hijoisinotap1bién ;llgunosaspectos signific:ativos de
sucita con fuerza. Se. siembra un cuerpo animal y resucita un cuerpo .su espiritualidad: Habla deL" alma" y del!'espíritu". de María, es. decir;
espirituah (1 Cor '15,'42~44). de su ser profundóydesu;yo religiosó,que celebra al Señor;y vibra
de gozo en Dios salvador(cf, Ltl;46A 7}».
Ap1iC¡1r'idQ estil doctrina aMaría asllnta,debem~s lecono€erque el
~ue.rP?· de Jvfar~apq~eelascuatro .característica% positivas de las' que El camino espiritualdeJaV\rge~'ge Naza.ret comienza con su f?r,
habla Pablo: incorrupci6n o victoria sobre la muerteysobre la caducidad, mación. en1a pieda.d j udfa.:ffcieHdad.a.la' leydeMoisés,. oraCión sáhnica
glorict p pre~encla yacdÓrisalWicélen la.historia.,poder o capacidad .para de Israel, respuesta. de dispon,ibilidaHalavoéac.igh y profésiott de fe en
- ," , ",' " '< ,,~,; ,
. .
urante la última décacladel siglo:XX, desde diversos frentes,
D .....••.. desde el cultural hasta el bíblico ,;~e recu.p era la.... ~ncama~ión
1
1 «La encamación, como hecho y como criterio para interpretar, se convierte, incluso más
allá de su.propici significado sobtenaturalenonne;en un elemento cultural de gran relieve. En
efecto, sugiere ccihsideradonéseh1asjcualésseehtrelazan el rigor historiográfico y el conmovido
rememorar religioso, y hacenc¡ue se. ú~f1exionea fondo [;.;]. (A. .RIGOBELLO,· rEtemo. irrompe
40 Cf S. DE FIaRES, Palingenesi de/la mariologia, en Mar 52 (1990) 201-209; Maria microstoria
nel tempo, en rOsservatore Romanó [25 de dicIembre de 1993], 3). «Precisamente sobre este
della salvezza. Verso un nuovo statuto epistemologico.della mariologia, en Theotokos O (1992) 7-22; hecho "paradójico y sobre esta.!'escahdalosa:'verdad nace, crece y se rige toda:lafecristiana en
Nuovi orientamenti della mariologia oggi, en FRATERNITÁ CARMELITANA DI POZZO DI GaITa (eds.), la especificidad de su an\mi::fo; :criStCllógico,ytrinit~rio» (G¡ MARCHESI, Il mistero dell'iÍ1Carnazione
Maria icona dellatenerezzadelPadre.la spiritualiw.mariana nell'esperienza del Carmelo, PiJ.lenno del Verbo. mito o realta storica:e,salvifiCaZ; errCiv.Catt141 [1990] Iv, 434).
1992,23<34:
21. SANNA, Incarnaziorte, en Dizioríario teologícointerdisCiplinare, Il, Turín 1977; 280.
41 Es el método que yo he'ádoptadoen'mi ensayo: Trinitit inisterio di vita. Esperienzatrinitaria
3 G. MARCHESI, Il misterodell'intarnazione'deI Verbo: mito orealta storica e salvífica?, 447. Cf
in comunione con Maria, Cinisello Balsamo 2001.
R. SCHNACKENBIJRG, Cristología del NuovoJestamento, en MS, .v,. 428-429;
r \,E~ge~los1di~~r~}>~¡,~ .' ........,dellnistériode !la 'encárnacíótl, su: etimhlogía,:«eHatierra. deLocaso,de4a,puesta defsoLdel Ser»; .como
~n sujust~'m¿didif~r~. dimensiónkenótica, .presentádapor af¡rma.Heid~ggeriSobre'ella ~entrarehlo§inliestia atenciónt para captar
cristológico prepaulíno (Flp'2,6.:8) qué canl:~~rV~~b;~ri'
las consecüenciasde este hecho en'elcampohlariológÍC:o.
de despojarse de las prerrogativasdivinaspar,aaslllrlir la ~U.J.Ll-U'U.,~
condicíón humana. Es inmerisa 'la bibliografíaded{c~d~)
del mencíonado himno4, y toda~fht,~ullqu~ ~oridifet§l!giás
1. Debilitadónde Dios en eLacontedmiento
interpreta la kénosis como «vaciamiento absoluto o relativo
de laencarnadón
dad de Cristo en el momento de la encarnacíón» (Heriban); es
11 C. bOtOLO, La 'téologúifondamentale ·diwcinti alle sfide ckl «pensiero debó/e» di G.. Váttimo
llIb,31. '
13 lb, 49.
15 G.·VATTIMO,'Credere di eredere, o.e:, 65:
14 AGUSTÍN, In epistulamJohannis ad Parthos, tracto X, VII, cap. 8. 16!b,77.
z¡!1¡rMaría¡···l11a:eJre~(Íe~tai:debl1i:eJa:eJ s;t suptieblo;pelllmetl0j1a.espreCládoypisoteaclo.pordasg¡;andespotenCías.
ae5Gristg;(:¡fglJs~ín9:F;"i Madá fotn1aparteden0s«p;obtesde,Yavé;~,G.umbteespiritualdelsrael;
G.bmomujeriqu.e;se:hallaaJáescuchadeLDios que/serevelaja quieflella
Elpr(jfestahte S. Behkóh~bía:ptestadd mayOráfen¿ióíf i:iiesfá. i nace ·donaci0ITJtotalde sírriisma; Aun habiendo engendrado al. Señor
tivá,' haeienJo ver 'pteCisam.ehfecfue' elnúdéóvertebráaér"ae del universo, María vive una existencia sin privilegios terrenos, asediada
ldgíáse halrabá~ en el pnncipiókenófico 17 ;< por la pobreza, hu.érfana en su humildad de todo poder e influencia.
PeróyaAgusnIillama a María madre de la: debilidad:de "-"LL""..V. Esta kénosisconocerásuapogeo en . el Calvario, cuando sú corazón sea
~ngeridtó· a lIriDios andado en la conaieióllnuniáná. El eOntextE desgarrado porla espada del dolor.
~staafirmación es una disertación sobre el título de «p:rOJ;!etüt(')resÍi De modo más espedfico, Raniero Cantalamessa aplica a María,~<con
resús», que debe atribuirse a María y a José en virtud de su «fiel las debidas diferencias», elhimnocristológico de lakénosis y deJa· gloria:
nonio», por más que José fuese «esposo y padre en el espíritu y no
::ame». Para ambos poseeválldezla:perspettiva kén6t:ka «Máría,auITsiendo la Madre de Dios,
:ributaria del himno de Flp 2,6~ 7: no consideró un tesoro codiciable
su proximidad a Dios;
«Sill embargo, tantO José,padfeúnicameIlte 'en espíritU, como . sino que se;despoj6a sí misma de toda pretensión,
madre también'segúh la·came;fueron amboslos pfógel.lifOres asumiendo· el nombre .de sierva
humildad .[de Cristo] ·llo de· su graIldeza:;de su debilidad, no de y apareciendo al exterior
vinidad[ ... ].Perohabiéndolo ella engendrado sin la como. cualquier .otra mujer.
él, ciertamente no serían ambos tampoco progenitores de la: "'''''''''''7''' Vivió en la humildad y en el escondimiento,
de siervo, si no fueran cónyuges el uno del otro, aun sin la unión obedeciendo a Dios, hasta llegar a la muerte del Hijo,
la carne» 18, y ala.muerte de cruz;
Por eso Dios la exaltó
Por lódemás, los estudios .bíblicOsY·feológicos·del· sigloXX19 . y le dio elnombre
:ifuado alá VirgendeNazareteri eFcollfexto de la hisforiaespiritu~l que,después;delnombre de Jesús,
está por encima de cualquier otro nombre,
17 s,. BENKR' A new Principie of Mariology:. the Kenotic Motif, enAA W,. Oikpnomia: pará que ante el nombre de María
es o. Cullmann, Hamburgo 1987, 240 .. 272. .'
:: AOUSTÍN,.Las bodas y la concupiscencia, 1, 11 y 12; TMPM, 3, 328. . toda cabeza se.incline:
Cf, por e]emI]lo, A GELIN, Les pauvres de Yavé, París 1953· M. THURlAN Marie mere
:eigneur, figure de I'Eglise, Taizé 1968 [trad. esp.: María, Madre del Señor, figura d~ la Igle~ia, en. el cielo; en la.tiétia yen las profundidades,
:oza]; ORTENSIO DA SPINETOLl, Maria nella Bibbia, Bolonia 19883• «Si María permanece
y toda lengua proclame
n el mundo, si se somete a las condiciones de la vida humana hasta aceptar la muerte
ucede en virtud de su voluntad perfecta, en la cual ella reproduce la kénosis ' que María es la Madre del Señor,
-lijo» (Y. LossKY, La teologia mistica della Chiesa d'Oriente. La visione di Dio, Bolonia 1967 1
;a Iglesia, en cuanto partícipe de la kénosis de Cristo, «está realizada únicamente en María~;. para gloria de Dios Padre. LAmén!»20.
ella, traspasada por la espada, recorre juntamente con el Hijo el camino del descenso a la
e~p.or~l~dad hastaYegar a la cruz» (H. U. VON BALTHASAR, Kenosis nella Chiesa?, en Lo SPirito
IIStltUIZlOne, Brescla 1979,109). 20 R. CANTALAMESSA, Maria uno specchio per la Chii~sa, Milán 1989, 165-166.
. ';J;;Emres'ºtíJ.eníi;Gll,l~cf':tíd~l:~tl¡tªme:Bitepeffi1adada; doble.;tl:iTea ,u.\.-.'.lV'''''' Ma1'Ía;~A&&;i~;::¡;:..:~Am~m~;d&ll'EtemaSh1?ietiZa].le7')¡ rhastaene:arnarse "eh
tamte en lro gen~rad~ri~de,~~is¡~;én1akérlosis de' lakon<did6n
3
su send': L3:debilidliQúiel Hijo·.c1:e.Dios'no¿consisteúnicamente.eJicedei
yique,;;ep sintemía c:¿neLaMijamiento, del Hij o,¡ llejos: de;~fa:te:t;rar'8e;i~ a1as ·súpliGas.de IRMirgen, :sinoen;Ilodesdeñan; «encerrarse en el seno de
preriogativa:,.de ser Madre'éltkBiosjasumeJa me~heste:rQ:;a{(:orldi(ii61 Ma1'Íaeómopri.sionero:y>esclavo de amor y el estar sometido y ser obe~
unahumilde·mujer·judía;de.sutiempo:¡·
diente a ella durante treína años». Cuando reflexiona seriamente sobre
este cqmportamiento deJa Sabiduría encarnada, «el espíritu humano se
; «Indudablemente, el, principio kenótico' se· aplica a María; extraVÍa>; (VD 139). Y el extravío aumenta ante la debilidad :y la locura
. el sentido de que ella contribuye ala encarnación 1"rI,,,t-"M" rlo de la. cruz;; Pero todo se explica por el amor desbórdantedela Sabiduría
. . ..,' ~~~. 4 V '''''''-.
SiS,i.SinO también ene! sentidÓdeuna condición.de.vida llb:reIlffer hacia el hombre (AES 45 y 166) :y por la paradoja paulina .acerca de la
aceptáda enelcohtexto de la espiritualidad de los pobres....."' ......:a.1 «manifestación del Espíritu :y de su poder» precisamente en la «debilidad»
sin embargo, eso sería. deficiente e incompleto,. si no se humana (ICor 2,4).Yes que el Bios:-hombre «hizo alardedelapropia
también a la Madre de ]esúsla cOhsecuenda necesaria de fuetzaal dejarse transportar por esa jovencita:»(VB 18)23.
que es la exaltación»21.
La condición kehótica: de Cristo,' y por extensión la de: 2.2. Ética de la ternura femenina
nás que el preámbulo de la condición glorificada de ambos;.El.z;eoLOQ'¡úm y deJa no violencia
lOn histórico~salvífico del descenso~exaltación, que la Virgen aplica
)ropia vida en el Magníficat (Le 1,47~48), puede traducirse hoy. día Según Vattimo, de la ontología de lo débil se deriva «una ética de la no
narginación~promoción,·.comopasividad;.insercióri. activa en la violencia», es decir, un empeño «en favor de un.mundo en,elque.preva~
rado de valores~plenitudde sigilificado: Dios «ha intervenido lezcan la solidaridad y ehespeto hacia los demás, enyez de la guerra de
nando su insignificancia en el momento de la salvación mesiánica»22r. todos contra todos» 24. La. circularidad que suDraya·ladimensión amorosa
La imagen kenótica de María contrapesa la tendencia: .ada . y ecuménica del cristianismo, en.el que la caridad ocupa el lugar de la
ación de la Virgen, que la privaba de su condición concreta de disciplina, supone como base el acontecimiento de la encarnación como
1serta en la historia del judaísmo, e incuri:íaehcierta '''-L''''>LL'UUCU
weltanscMuungprivada de aquella hipoteca metafísica~natural entu~
L,""<~~L~'!t
.e su figura.
mecida en la viólenciadetdogmático y dela sanción2\ El pensamiento
Sin el menor vínculo con la idea de debilidad de Bios;en 1988 de la debilidad abomina de todo género de violencia:y ensalza la pietas
1Z Maria e la debolezza di Dio (Mariay la debilidad de Dios), que "\.-"/LLLG
tierna y femenina. ... ..
la espiritualidad de sanLuis María Grignion deMontfort,celltnwa: FÍiera. délárnbito delpensánliento dela d~bil~&ld,se desarrolla una
l hecho de que la Sabiduría «fue vencida por las amorosas súplicas>~ exigenciadetem.uray miseri¿or9ia; de 1:olerancia en la diversidad que
. rompa laespir~l dev'iolenciaque sacude álm.undo. La misma. teología
,21 S. DE FlORES, Itinerario di Ma:w dal servizio del Signorealld corona di güiriá, enO.
23 J,·MORINAY, Marie et la faiblessé de Dieu, Essaide présen~du messdge. spirituel du.saint Louis-
ÜN0I<!0-S. D.E MEO (eds.), Mana serva del Signore incoronata di gloriá. Atti del' 11 º Marie Grignion de Montfoít¡ París 1988, especialmente el capltuloIV: Lafazblesse de Dieu,.75-93.
ternavonale dI Mariología, Foggia 9-11 novembre 2001 Roma 2002 125 '--'V'''''1''W
22 E. PERETIO, Sierva, en NDM;185'Z. .' ,. 24 G. VATIlMO, Gredere di credere, o.c.; 37 -38.
25 Véase C. DOTOLO, La teologiafondamentale;412..
lueg0.íos~~t6'rei:ascomp&llClérijqt1e,BiosnIi'tletíe neéesidadcle, lavio~
.1eÍ:lGiap~ta;iilil?Qh¿fsWprO~ia;sob~tanfa:e¡;; elmundo~ ]'e:remíasafitma
momento .en 'que.«Madie¡(¡)dmisericor(¡)ia>5\esmlli . a
qu~~ elSefj.olLfoilié1'íta>¿pl~n~s,de: 'paz y riode desgraCia>? er 29,11) .
tradición/que los fieles repit~ri:;dÍatras ·díaJalrecitarda Salve, a
judit:puedeJé:antat,!<¿ÉlSeñOt és'él Dios qUé ataba co11 las guerras» . dt
profética ocurrencia defuan PabloJde que ~<Dios es padre, pero i16;il)'. Jénícristó'se'halla íntimamente liga.doala paz, hasta eIpunto
todavía madre», en línea .con la palabra hebrea;;raharriin, qu~' deiderttificafse ct5nrella: «Él es; nuestra paz»' (Ef 2,14), esdecir,J esús
temuramaierriay amor viscel1al¡apunta en último término á la. es la paz en persona, después de haber iínpugnadotoda: enemistad y
cordiade María en telación con el Diosmisericordios027 , derribado «el hrufO de separación» (Ef 2,14, 15)entre.judíos y paga1los,
su icono visible: el Verbo hecho hombre:>, entre amas yesdavos, entre varón ymujer(Gá13,27~28); También el
Espíritu;que es comunión deamorr produce en los fieles el fruwde la
«Los títulos que. atribuimos a.laMadre de Dios,nos uU.111QU.\.1\"F paz (Gá15,22). Por consiguiente, la paz forrtlaparte de las C01ln()taGio~
[... ] como aquellaque, [.~.] a través de la participación "''',",V.UU1,,\ nes de la soberanía divina sobre el hombre redimido: «El reino de Dios
al mismo tiempo, incomparable en la misión mesiánica de su no es comida ni bebida; siIiOjusticia;pazy gozo en el EspírituSahto.
ha sido llamada singularmente a acercar los hombres al amor Pues el que en esto sirve aCristo,agiada a DiOs yesestima.dofpof los
había venido a revelar: amorqüehalla su expresión más CO]D.CI;eHis.1 hombres» (Rom 14,1 7 ~ 18).
aquellos que sufren, en los pobres, los prisioneros, los quería ';.·En el ámbito~de;lápaz, condición delcreyerite"derivada de la ptesencia
oprimidos y los pecadores»28. en él del Dios de la paz, se descubre a Maria como icono o reina deésta:
Al mismo tiempo, se; desarrolla el tema de la paz como '-AJ.~"'J,l\ «Entre todos los modelos del ser humano pacificado y pacificador' des~
inaplazable, ante los horrores. que disuaden de la guerra y ante .d. taca la persona de Maria, tipo ideal de la Iglesia, que inicia el camino
neotestamentario que así lo manifiesta .en su revelación riA1-.n1Hno de la paz como criatura nueva sobre la cual se derrama. el EspíritU. del
se halla eIi relación esencial conla paz; prótopentecostés (Lc '1,35).' El conseIitimiento respbnsable de Mana
Al Padre se le define varias veces en eLN uevo Testamento a la propuesta salvífica de Dios representaiunaapertura de fe al Hijo
«el Dios de la paz»{Rom 15,33; 16,20; lCor.14,33; Heb 1J,20}~ del Altísimo; cuyo reino' de paz 110 tendrá fin (Lc 1,33.38). María
comienzo Yavé esunDios.valienteenlaguerra(Éx 15;3); experimenta gozosa la paz inefable de quíensesiente bajo la mirada
benévola de Dios (Lc 1,28A8).Esta paz es dinámica. María ve.ehla.
26 CfR. LAURENTIN, Dio mia tenerezza. Esperienza spirituale e mariana,..attualita +n~¡,,,n~"'H'. entrada del Hijo de Dios e1lla i historia el fermento de liberación que
Luigi Maria da Mpntfort, Rom~ 198? (edic. orig: francesa: 1984); A. LEY!: M. C.
M. TUBOLDO, Dialogó suÍIa tenerezza; Milán 19952 ; J. GALóT, Tenérezza di DiO,' debeponernn alas injusticias y opresiones, a fiIi de que se establez~
MARTIRAl'<Ii.~ civilta della tenerezza, Milán 1997;E,SCALTRITI, Maria,immagine de/la ca finalmente la alianza prometida; por Dios. (Lc 1,51~55).Ademis;
materna di Dio e dello Spirito Santo, Uqine 1998; K. E. TSIROPULOS, Sulla tenerezza, Soto il
1999; c.' ROCCHEITA,· Teologia de/lá' tenerezzil .•. Un i<va1lgel6»' dilriseoprite, Bolonia 2000; el alma de la' Virgen está; traspasa.dapotunagran espada, símbolo
nella tenerezza nuziale. Per ri-innamorarsi ogni giomo, Bolonia 2003.
.27 Cf A. G. BIAQOI-G. FRANCILIA. (eds.) ¡ La. misericordiir di Dio Trinita. nello sguardd di
del dolor que se apodera de su corazón cada vez que Jesús es signo
Atti del6ºColloquio Internazionilledi.Mariologia,.Roma 2002, 287-302;P. DI DOMENICO contradicho porla torpeza y la malicia de 10shombres(Lc 2,34-35).
Maria madre di misericordia. Monstra te esse Matrem, Padua 2003. ~
28 JUAN PABLO II, Dives in misericordia, 9 (30.de noviembre de 1980). María indica el camino de la paz,. cuando di<::e a los criados: "Haced
cloqú,~) é!rÓs¡diga:" Ul!F2;5);;: mQS:tlran~Q,asLel cflrácte:ttrelaeipRal paz»:LEn ·partidili:lar,' 1~;Eicrit\lrain0s'perinih~tca:ptar dbs;aspeé:tos:fúrida;;
,,"¡persona ;CQU; respeoto a,GdstQ,;alfq1¡yc Orh:\'tg:l¡e:rl:;el:eaJml'lQ~'~e•.iPa;, meñtale:Si'de;la¡~pets01i1a;li€la.aae : Matía de l<fazatet,' los~¿uales;' resultan
hombre.! Matía es la 1l1ujeri cuya~m3,temidá~,es ¡aIJlPlü:¡.da; PQt~ rev~liid:ok rdp~di.vámenieporJsabel bajo !elimpulso del Espíritu .y por
para que abarque atodEis; sus Jesus)mísmb desdélo altode;llf.cruz .• Ambasrevelaciones setefieren a
en el discípulo qué se halla al pie ,de laertíz{~María:esi MáI'íaien;cualltoMadredelSeñm, el cual seidentinca conlapaz,yen
madre, que acoge a sus hijQsalamparo 'ele sus muros para y' .HU,LV!,'",' cuanto Madre de ilosdispersoshijos de Dios) y¡ por tanto, en relación
en el templo viviente de;Cristo'On 19,25~27:hMarí'a,que ,es íntima con lapaz31 ;
paz¡ escatológica cOn su. asunción y glorificación., apoya eR el:
a stis hijos queperegrillanllacia la.eterna comunión con Dios;
que ella los precedió .. En el itinerario de María. se aclara el 3. Conclusión
esptritual del cristiano~~29.
Más allá de ciertos contenidos de carácter ideológico y polémico, el
.Teotecn() de Livia (ta mediados del siglo VIl) llega a L'-''''UU.,LCUC)'U..l pensamiento de la debilidad atrae justamente la atención sobre la kénosis
dazmente .una identificación de María con la paz~;: del Verbo en la encamación y, por tanto, la atrae también, aunque de
manera implícita, sobre María como partícipe de la debilidad divina.
«Pero. el profetallamó.también paz'ala Madre de Dios; ",UClLLU.' Más aún, Maria es llamada por Agustín «madre de la debilidad», porque
dijo: "Lajusticia y la paz se besan. ,La verdad germinará de la toma parte en el misterio de la encamación del Hijo de Dios. Y puesto
(Sal 84,11). La paz es María. La justicia es Cristo, y la fidelidad que el mismo Jesús aleja de su propio modo de vivir cualquier expresión
Cristo»30. de poder y de dominio para realizar su mesianismo en la pobreza y no en
la violencia, vemos que también María se sitúa a su mismo nivel como
'Yaséaa .través .de la vía. tipológicl1oejemplar, deducible de L . mujer pobre y sin influencia, que no se aferra a su dignidad de Madre del
queex¡:¡lta la fe de Maríaí.ya mediante su· actividad sinergética en.el Señor ni exige los correspondientes privilegios. El carácter concreto de
bitO. de la cOillunicacióndela vida. según:el Espíritú., la Madre de J esta dimensión terrena no deberá olvidarse jamás, ni menos aún deberá
ejerce URa ihfluenciabenéfica en favor de la auténtica vida descartarse en los tratados de mariología.
Lárelación ehtreMaríay la paz, se. manifiesta por ínter.medio .de Asimismo, la no violencia, la piedad, la misericordia, la ternura ma~
alianza,que-cinc1uyeclapaz, lavíade:la.matemidaddivina de la Virgen ternal, que se derivan de la elección mesiánica de la debilidad, armoni~
relación con Cristo, nuestrápaz, la consiguiente vía de la zan fácilmente con la figura bíblica y eclesial de María y la convierten
de. María .con el Padre, Dios, de la paz, y Con el Espíritu depaz,la vía de en .~mblema de paz y de reconciliación en el mundo posmoderno.
la rnatemidqdespiritual de. María con respecto a los discípulos de Cristo El límite más llamativo (la debilidad) de este pensamiento se encuen~
y,finalmente,la vía deja intercesión, que hace de María la «reina de la ". tra, además, en la despreocupación expresada en la paradoja bíblica: «Mi
29 S. DE FlORES, Vita spirituale, en L. LqRENZETTI (ed,), Dizionario di teologiadellapace, Bo- 31Cf S. DE FlORES, Maria nell'itinerario.sPiritualedel'cristiánooperatote di pace, en W.
lanía 1997, 1025. DALL'AoLIO-E. VIDAU (eds:J, La Madre di' Dio pefurfaculiú:ra di pace. Atti deHOº Colloquio
30TEOTECNO EJI LrVIA, Ornelia sulFassunzidne dellasilnta Madre di Dio; TMPM, 2; 86. Internazionale di Mariología, Parma19-21 aprile 2001, Róma 2001; 188-215.
podecftriunfél'erl'lél~flaqJ'l~~::t7[?'tJ'(:Guando:l.l1e!.sientQ clébil,es'"".U¡:ll.ll..ll:;1
más fuerte>~ (leor" ~2¡~;:,;~0KUa ¡d~biliBad deJ:;;Fis,1!oy::; .... ~P"!-'I-'.~~p.
0discípulos~igue sien4o;uit mtsterio:qtie :ccmtiene:realidades
que «se:cOIlvierteen .elare0pago de ladyrlamisdel Señor» ~2 .tta:ra~::H
conotraspalal:¡ras:ladebilidady latuetzácoexisteny so.n HHdll"..,1I1 Modelo petsonalista
Las eIlcontramosen la encamación, que es ala yez,fuisterib:de
y de gloria (<<!::lemos visto su gloria»: Jn 1,14). Retoman .. . .
María, tiPO: reláCltJHl1,b eitóricyde la7:frihidad
pobre del. Señor, en quien Dios hizo «grandes cosas»
llegar a coronarla de gloria y de inmortalidad.
D
1¡:1 una filosófica y la ()tra te. OlÓg
r :'. (>S c.orrientes, 0 can
en la consideración de María como tipo antropol?gico rela,
ciona!.
Sobre todo el P?rs,or;al~srnD ensusdiversa~ac~pdones, incluida la de
PaulRicoeur, .atrae la atención sobre el otro CQmo constitutivo de la
", ,'-.' " ',' o" - _:_(_ - ,;. _. - -
por Pablo VI en el año 1964, comentando el capítulo mariano manera.de trataLacerca de. María:
constitución Lumen gentium del concilio Vaticano II:
«Así como la Madre del Señor es, toda ella, relativa aL Hijo,toda
«Deseamos ante todo que aparezca claramente esto: que María, proyectada e invitante a; él,; así también la .reflexión sobre María es
va humilde del Señor, está totalmente referida a Dios y a J totalmente .relativa.al centro y a la totalidad del misteriodelasalva"
[dd Deum 'etad Christum··Iesum: .. totam spectare]; 'Único H~,"_~.u",u.v. ción y encuentra su. consistencia propia y original precisamente en
Redentor nuestro»4; la total relacionalidacldeiMaría»8.
María todo es relativo. a Cristo ytodo depende de él.. (Me 25). cerche teologiche6 (t995)2J3~2272:!1"') S'. • . .
5CfM.. NAVARRO-X.,PIKAZA¡·Persona,enS.. DEFIORES-S. MEO (eds.), Nuevo diccionario. 10 S. BOECIO, De duabusnaturis¡:3;Pb,64;134J;"
ellos la estructura básica del ser humano. no es isolipsistá; GOm0 En cuanto a la relacionalidad de Maria,' es necesariocohtextualizar y
conduce a afirmar el cogitoergo sum de Descartes, sino comprender a Grignion de Montfortyal cardo Pierre de Bérulle, cuyas
tura es -por origen y constitución- relacionaL El hombre no afirmaciones representan quizá ununicumen latradición.ecJesiaL
como persona sino en el encuentro con el otro: en el El primero, en su célebre Tratado de la verdadera devoción a Márfa,
apertura y de donde sí alotro. afirma: «María es, toda ella, relativa a Dios, y yola llamaré muyra;
La visión equilibrada que contemplá en la persona un ccunCClOd zonablemente la relación de Dios, que no existe sino con respecto a
miento vivo de dos aspectos Jundamentales í es decir, la su Dios» (VD 225). Elcontexto'del discurso montfortano es cultuaL y se
y la relación o· nexo Gon los Qtros, corresponde a María y se propone mostrar que la alabanza o el honor tributado a María,D.o se
en dimensiones de interioridad y de ielacionalidad,sobreilas detiene en.ella sino que desemboca en la alabanza de Dios .. En efecto,
insertan la solidaridad y la pro;existencia. así se comportó María misma, cuando a la alabanza pronunCiada por
Isabel; ella respondió con el Magníficat. El motivo de esta actitud es. su
«Mariá. aparece en los evangelios. como dotada de identidad relacionalidadconstitutivacon respecto a Dios, porque no existe ningún
. que la convierte en centro de acción, reflexión, decisión .e peligro' de queMaría represente un. obstáculo para la unión con .Dios,
[.;:] .. Es sujeúoactivo en priméta persona: se encamina aand.O:lm cOffio.podrían'pensar los alumbrados 15 •
sos hacia el monte de Judá y hacia el templo de Jerusalén Bérulle, que es la fuente de Montfort, ve en María una pura refe;
2,22:41)0 hacia Cristo .(Lc2,44~45A8; Mc 3,31 y par.); rencia a Dios;. después de haber distinguido tres situaciones en lasque
invitada en Caná;dondet0ma libremeritelainiciativa que puede hallarse.Iarelación. Esta es subsistente en Dios, llega a ser. en el
al ptimersignomanifestativodel HijoOn2,1;.12)L;~.1. La HLCCTct'pl mundo tenuissimae entitatis,es decir, de. ínfimo espesor; y vuelve a con;
cristiana de los •. diversos. siglos sintió" complacencia" en su
i veitirse nuevamente en importante en el mundo de la gracia, donde no
debemos<serotra.cosa que relaCión, De .ahí que;
JUB. MONDIN,.Cultura, marxismO ecristianesimo,Milán.1979, :30~:31. Se habla
p~so de la era de la imprenta, cuando la fe era un conjunto de dogmas, a la era de
mea, que reconoce a la fe como comunión. Se afirma, por tanto,.que «la cono.unicac:ión ~r «La Virgen no era más que una relaCión haCiaelPadre,eterho qlle)a
sentido primer? de establecer rélaciones'- define la esencia de la: pérsona humana» u •. L>='''. hizo madre de suHijo,hacia el Hijo único en cuanto era su Madre.
lacommunicatíon ala communion:, en Lúmen vitae 42 [19871.251~257; esp; p. 151)~
. 13Cf E. MOUNIER, Il personalismo, Roma 1964; Personalismo e cristíanesimoBari
Rivoluzione personalista e comunitaria, Bari 1984; G. MARCEL, tuomo . ' 14S. DE FlORES, a.c.,. 213-227.
HOrno víatór;Turín 1967; M. NÉDONCELLE, Vers une philosophie,del'amouret de. la 15Montfort corrobora su conviccióri; en contra de los «falsos iluminados» (SM 21), de que
1957;. M. BUBER, Il principio díalogíco e altri saggi, CiniselloBalsamo. 1993· É. LÉVINAS María no representa un. obstáculo para, la unión. divina;. precisamente porque ella «fue. hecha
e, infinito. Saggio sull'esteriorita, Milán 1977;A'. HESCHEL, tuomo non e so~, Milán 1970; para Dios» (SM 21). y espiritualmenté está «asÍ'unida a Dios y transformada para él» (VD 164;
1uomo?, Milán 1976. CfVD 75).
Toao~er se} 'Y' ev estado;q.ella~Virg~tf pareceefdndarnehradQi:Y'
~en:' estadisposid6rl;deTel~H.íién}>:lh ii;
de Dios» 18, h~sta el punto de queel protestante W. Deliustiene 2.1 ,María, iconQ del misterio. de la Trinidad
conocer en las declaraciones de Ireneo'«el germen dela.doctrina
María mediatrix» 19. En eLmmnentb en que la joven María acepta Como observaba ellelaño 1985 J. Alonso, «María y la Santísima
Trinidad» es un,antigúotemac1ásico23 , pero hay que elaborar ya una
l6p' DE BÉRULLE, Oeuvres de piété, CXIX. De.la gr[¡ce chrétienne, en Oeuvres completes,
uriÚiue, Migne/París 1865 ,col. t144. .. " . . L.···
17 CfJ, A. DE AL])~¡ María en la Patrística de los siglosI y II,Madrid;l970, 281, ....
18 lb, 284. También G.. S611 acentúa el «significado soteriológico» de la figura de 20M. ZUNDEL, Dialogue avec la vérité, París 1964, 163.
según lreneo: «La prestación de María no fue contemplada ya únicamente en.la función 21Citado por C. DltLENSCHNÉ¡ÓER,Lé mystere de Notre Dame et notre dévotion mariale, París
trumental de u?- "laboratorio" parala preparación del cuerpo del Redentor, sino también 1962,86. .
lacontribuci6n plenamente meritoria· de su personalidad, por cuanto, eri representación 22 P. DE BÉRULLE, ÉlévationalaúTies-sáinte Trinité sur le mystere de l'Incarnation; en Oeuvres
humanidad y por su salvación, María siguió el 11amamierito de Dios y. tomó parte en la obra completes, col. 516; S. DE FIOREs,a.c:
satisfacción por el pecado cielos antepasadcis»(G, S611, Storia dei,dogmi mariani, 71). 23 Además de· .referirnos\a los ..autorés de manuales del siglo XX, remitiremos a J. DE LA
19 W. DELIUS, Geschichte der Marienverehrung, Múnich 1963, 63. ZERDA, Maria effigies, revelatioque Trinitatis, et attributorum Dei, Almería 1640.
«matiólogía: trinitfa'ria»'M;¡;t$1:u,realizanIavatias'lvoees,ipero; ino 'en es ;cl~(:.ir¡L1llanantial·cl~amQr :q-q.e{da·;la.-vida,N1atíaes~<icono del Padre~~;
sistemátioa;;alguIlOs'aütbres3~t~€óhuh nuev:oenfoquejloihate~X; maúanqalidachpurai)l eterno>Qepétante. Eti'c:uantoEspÓsa;~o bien domO
en el artículo citado de la' edición;espáñóla del NDM ' arca de laIaliam;aml:lf'cial eQ-tre eLcieloyJ~; tierra, María' es. <ácona' del
introduce aportaciones de<::arácterhistóricwps,icológico, oV'~N;;.Hr.: EspírituS9-nto>}; que es nupcialidaCl eterna, vínculo de caridadinfihita
dogmático, que han llegado a enriquecer el tema. elltreelEadre,y elHijo.yaperturapermanente delmisteriode,Dios en
La reflexiónhistórico-: salvífica de B. ForteseJormaliiá'.en lahistoriadttlos hombres»28.
ciado ensayo Mana, lamujericono del misterio, en el cual se ;.Bajolapeispectiva del misterio de la encamación se' sitúa A . Amato,
ciación a ·la luz del misterio pascuaF7 i conteínplandd también que dedi.ca•.euatro. capítulos de una br~ve obra a la contemplación de
la iniciativa del Padre(Lc. 1,26), un acontecimiento quefse;-r"'Jfi:.5.1';¡'¡'. María en el misterio trinitari029 .
Hijo del Altísimo(Lc 1 ,31~32) Y que es obra del Espíritu Santo :(Lcd.¡3 EL argumento específico: «ELmistério de la :rrinidadyMaría».es
María llega a ser «el santuario yel Jugar de reposo:de la SS¡' n,LJlHUi:1~ tratado PO]; otros 190. especialistas ene!. XX congreso mariológic:o jn~
(Montfort) i pero también «la imagen o icono dé ella. Aquí; Forte ternaciona! (Roma; 15 a24 de. septiembre del año 2000) .•Paranuestra
de la línea de la causalidad eficiente aJa de la causalidad ejemplar finalidad,. reviste particular interés la.«espiritualidad trinitaria encomu. .
ña la fórmula: «María, la mujer icono del Misterio», confiriendo a nión con María» (De Fiares); que presenta .a .la Madre de Jesús €Omo
fórmula un significado preciso: «Mujer» indica el carácter cohcretO., una.chanceL«opartunidad»,] ofrecida a los cristianos para recuperar la
corporeidad histórica de la figura dt~Maríaen suirrepétibilidad,uuLui:1iLLC experiencia de la Trinida& .En efecto, a la.acCiólide.laTrinidad en María,
«icono» implica conCreción v:isible"y-profundidadinvisible,porq , en su senoyen sRcoraión, ella responde con actitudes espirituales que
ella resplandece la elección del Eterno y el libre consentimiento' con:stitQy~hsu personalidad religiosa, no ya errmodo éstático(sin6en
fe depositada ené!»,; «misterio» se refiere ala;gloria,de Dios.óculta; un crecimiento continuo.
los signos de la historia. María está en completa relación con' IJL'",HLI~U\;; Partiendo de los desafíos de nuestro tiempo, que son el neo liberalismo
del misterio, pero, puesto que vivió en su vida terrenáJatripléco:n'9:lciC5it que se despreocupa de la justicia social, la posmodernidad sin puntos
de virgen, madre y esposa, refleja el misterio de las relacio~es de referencia· racionales y la globalización' salvaje,eldirectbr de la. más
Dicho de forma más sencilla, María es «icono de la Trinidad»; En grande biblioteca mariana del mundo (Dayton, Ohio) Johann Roten
Virgen, es decir,receptivi.dad pura, María es «icoIlo del Hijb»,que presentáelamarrelaciottal y oblativo .de la Trinidad comO terapia y
eternidad es puro recibir y dejarse amar por el Padre. En cuanto antídoto. de esas desviaciones culturales. María responde también a las
interpélaciones actuales,. haciéndolo a través. de la realidad expresada
,4 J, M, ALONSO, Trinidad, en NDM, 1892~1903.Este autor había abordado ya la t'(~málti()¡iJ: por sus títulos: como Nueva Eva, María sensibiliza para el valor funda . .
los artíc~los: Hac.ia una mariología trinitaria, en EstMar 10 (1950) 141-191; 12 (1952) 23
Infec;unduiad «ad mtra» y fecundidad «ad extra» del Espíritu Santo, en EphMar 1 (1951) 35 mental delaUda 'y ayuda aadquirir:un,a(::onciencia ecológica re$petu9~a
'T.rmidad-Encamación-Matemidad divina, en EphMar 3 (1953) 86-102; María y la
mdad, enAdmaiora 7 (1955) 7-16. . de lacreación; como Hijáde Sión,irtserta responsablementeenla histo~
25 CfM.W; Mariología fundamental. María en el misterio de Dios Salamanca 1995
da edición ampliada de María y ls santísima Trinidad, 1986). '
ria .dela salvación, Maríafnvita alosseres humanos ague consagren su
26X, I'IKAzArTrinidad,IY. Nuevo Planteamiento del problema, en S.DEFIORES-S. MEO
O.c., 1903-1923.
28 B. FORTE, O.c., 153-161 y 3 6 2 . . . .
27 Véase este. esquema abreviado en B. FORTE, Trinitil come storia. Saggio 'suLDio r'n<t7flnn
~,# ., 29 A. AMATO, Maria e la Trinitil. SPiritualitamariana ed esistenzacristiana, Cinisello Balsamo
2000, 26-105.
la 'alto¡tcuya:\taréa;~consisteenhaGerql.le sea 1-l"",LlJL'''-. Vc·.re~r~ff(}ld
mént~ esirR~dsible;EnJ.(rplrácticcf,\lcl'elnplLes(:tirap()sit)te~'G}uíltj
Marla'esdobIe"\lagéllerdCióndelHijo,de . Dios;por.n~:rr·tP:';1'1~;nlni
A su vez,René Laurentin,aHináldelacc~leIJralcÍ()n de;;Ul1acm~~sayt desproporci6n es :evidente,porque lo semejante OfoctUdE:;¡a'i;!1
donda, atrae la atención sobre elconcepto~la;ve y la unión de dos estados como la maternidadyla V1Igl1Ilr(1/,(l,~i
Trinidad: la relación. Dios no es sino relación;. porque es de mujer (unión humanamente imposible). María,
suprema.Síguesede ahí que la persona no es individualidad; \..u'\..........·a.\. Dios» y «Virgen, Madre», revela al Espíritu como
en sí misma¡sino interpersona que se define en relación. con el el mundo y efectúa realidades paradójicas; Maria se
una perspectiva llena de potencialidad para el futuro. AsíTomo Espíritu porque lo manifiesta en su característica
«es, toda ella, relativa a Dios» (Montfart), así tambiénJos seres' humanamente irrealizables en la historia de ·las"n V<1~1élJl
n0S, la familia, la' Iglesia y la sociedad deben definirse mediante
cióncomunitaria de amor. Se trata aquí de una dimensión rranSI::U1tUl:a
que. interpela a todas las culturas. En particular, los' cristianos 2.1.2. María como testigo delVerbo encarnado,
concebir la teología partiendo del Amor y pasando del deseo al(10r[i~"~ determinante absoluto, significante plenario
Dentro de la perspectiva trinitaria y, a la vez, personalista,se "u.aa.'!
otras cOfltribucionesde. Dé Fiores, comenzando por su ensayo '-'-\.. .....L\..aY-:""',. La acción propia del Verbo (no compartible .con las
aja .«experiencia de DiGS Trinidad en comunión con Marím>31 , divinas) es fundamentalmente la encamación en el seno
cual especifica .las relaciones de María' con la; Trinidad según lo María. Tan.sólo el Verbo se encarnó, padeció,murió yTeí;UGlt0¡"~ies
prium» de las tres personas: aquí a la cumbre de la historia de la salvación, porque el enl::m~n(
alianza entre D\os Y el/ hombre se resuelve en una unión LLL'-~L".\J.L
más iaún;en una identificación entre Dios y el hombre:et:.
hace carne. La Madre, .en cuyo seno se produce esta unión,
efigie del Hijo se. convierte en la revelación de la encamación,
Más allá de todas las deterininaciones.acercade la obra deLEspíritu en . en el hecl:lO.de que ahora Dios y el. h'ombrenoson separables;
historiádeJa salvación, lo derto.esque, en las relaciones con María; el mediaaornato, porque en,élla .orilla humana y la orilla divina
Espíritu se revelaprincipalmentrecomo Dynamis, es decir, como juhtasenlináúnicarealidad~ En este sentido se .comprende el ,-,-.,-'nu"'\.
los. Padres: «Caro cardo salutis. La carne es el gozne de la
30 Véase la obra de R. LAURENTIN, Traité sur la Trinité.Principe, modele et terme de tout amoyr.
Testament spirituel, [París1 2000, que termina con el epílogo dedicado a «Marie dans la Trlnit¿>i . María se .convierte en la garante de la encarnación, en contra de .
(321~349), donde para exponerlos. vínculos trinitarios ,de María, descarta/as falsas pistas (espq::; quier fOrIIYadedocetismo y de maniqueísmo. En cuanto Madre de
sa,unión hipostática) y las caricaturas de la maternidad (estupro divino, madre de~naturalizada,
útero én afliCción) í y predsalas relaciones de María con el'Pádre' como participación en su María proclama que el Verbo se hizo carne, haciéndose eLDios ~~,·"é>,nrY
paternidad, con el Hijo en cuanto es su madre, yeon el Espíritu como templo, signo, icono y el Dios de los hombres, nuestro. hermano; Testigo de la alianza o.des.
transparencia. Sobre todo, «la relación de María con la Trinidad se define mediante el amor,
así como la maternidad se define mediante el amor». posorioentreDios ye! hombre enJa encamación,laMadredeJesús s~'
31 S. DE FIORES, Trinitií misterodi vita. Esperienza trinitaria in comunione con Maria, CiniseIlo
Balsamo 2001. pone alsefviciodetaL alianza esponsal enCaná,al pie deJa cruz yen
Padré. y"pbrla, Madre;Mat'Ía:es,eni todo caso,ic®odd Padre¡que.engendrq
alNerbckerblaeternidad yen ella;:De:ahí.eLpas0haciaJa ternura maternal
del Dios :de Israel,(cHs 49,r5~··Os~·H,r. :8);.que. encuentra unamarufestación
yun.signohumahamentecomprensible.en laNirgendela ternura.
.Atravésrde;otrosacontecimientos, alegres o tristes, principalmente
en el IIlÍsterio:pascuaLdel Hijo, Dios revela a María su rostro misterioso
y.paradójico .. FinMmente, én Pentecostés, María profesa h.fe .de .los
apóstoles, próclamandoque.el Padre ha resucitado a Cristo con eLpoder
del Espíritu; El misterio trinitario, implicado .en el bautismo,quedebe
El encuentro de.María con e! Dios Altísimo que' hace con ell:3.OJsas :e'ran administrarse «en. el nombre del. Padre y del Hijo y del~spíritu Santo»
ies, la conduce al descubrimiento de su rostro. Tal experiencia conoce (Mt28j19), abre aMaría a la relación personal, cada vez másdaray
ioble momento: la fe en el «Dios de los padres» y la fe en el «Dios profunda, con cada una de las personas divinas 32 •
iel Señor nuestro Jesucristo>~. La:primerafasee.stá consignada en
Juestade María (Lc 1,38) yeheLMagnificat (Le 1,46~55}que laCoIIle11t:a:
~n forma de himno. En la concepción virginal de Jesús, Dios m 2.2. María, paradigma antropológico-trinitario
\tiaría su rostro. y los atributos que delinean su fisonomía;; es.el Dios
Khabló a nlilestros padres, a:Abrahán yasu descende11cia» . (Lel Con más. intensa conciencia de la necesidad de elaborar.un tipoantro.-:-
\tiaría reconoce. en el «Altísimo» (Lc 1;3235). «aLSeñor»y.«al pológicocapazde ;ase'gurat. un destino de paz y, por tanto,de un futuro
:Lc 1,46A7h cuyo ,«nombre es santo» (Lcl,47), al «tclaODO(lerOS()>>7;(' para la humanidad33 , se nos pregunta sobre este problema y se compren:'
l,49), yal «IIlÍsericordioso» hacia.las personas piadosas y.hacia '...
"L.U'-L'.\U'I:>" de qué sólo se lo podrá resolver.recurriendo.alafilosofía personalistadel
l,50;54}~ De este «Señor», María se proclama «esclava» (Lcl,38),z lo diálogo, que define a la persona con la categoría del encuentro con el
mplica elcultáde adoración y de obediencia incondicionadas. otro. Se descubre en María una dimensión esencialmente relacional que
En una segunda fase, Maríáréaliza una.progresivaentradi en el . la h::lce IIlod~lo antropológico para el terc:er milenio.
erio dé Dios hasta percibirloexf'lícitamente como Padre de Un estudio sobre Montfort34 subrayaestadiniensión de la Madre de
)ios, a quien :el ángel llama. el :Altísimo, es identificado por. Jesús Jesús, partiendo de laculúuadeJaalteridad, según la cual es esencial
:1· Padre: ~<¿No. sabíais que yo' debo' estar en la 'casa deini 'Padre!»
~,49);..Ya se trate de lasimplefiliació11 del mesías o bien de la HU.a'-l'Va: 32 lb, 176 .. 181.
:onsubstancial; esta palabra deLHijo .constituyepara .Maríaun . 33,.«El proyecto hombre es la gran tarea propuesta para el III milenio cristiario. A nosotros
nos corresponde llevarlo adelante, en la conciencia del impasse [del «callejónsirr salida»] en que
lara reconocer en la meditación (Lc' 2;51). el especial vínculoqueti~é se encuentran las antropologías actuales, y llevándolo por nuevos senderos que conducen al ser
humano». (A LOBATO, Sentieri aperti verso il nuovo. umanesimo,'en Rivista teologica di Lugano 5
. su hijo con Dios Padre. . ". . [2000] 447). El autor indica cinco senderos que. hay que recorrer para enrrar. en el misterio del
No es improbable que Máría se haya sentido cercana al Padre 'y, "n'1"'1A"'~ hombre y realizar el nuevo humanismo. que conduzca hasta el hombre integral, el ser personal,
el ser relacional, el ser cultural, el ser teologal (lb;452;.. 461) .
J modo, se hayá c011siderado como una continuación y manifestación 34 S. DE FIORES, Il tipoantropologico"trinitario proposto da Montfort, en B. CORTlNOVIS-S. DE
FIORES~ E. VIDAU (eds.), SpiritualitiJ., trinitaria. íncoriiuníoné con Maria secóndoMontfo'rt. Attí dell'8º
lble delPadre: en efecto,único. es el Hijo que puede ser llamado tal por. Colloquio internazionale di Mariología, Roma 11-13 óttóbre 2000; Roma 2002, 67 -1 06,
parala·pers~marlaapertura>comunitaria··.tehdienté·a¡ta.'dOltnu.hi()nihtel .¡ELúpoiantrelp:010gieo¡que:Montfoxt,quiere·rea.lizar,en'",:"i'¡:>m:
personal~ en
porque su grandeza<cbnsiste ser. una l1UllonDrntía,reúlCU)1Ut/}.é':.IJ eseLcOrísakrá<1o;:qcle;hiaC¿é ¡donaci6i:i~e¡ lapropH:l'.¡V'. L\.l':> a.c. ""'''Lo:! L~:Jj;i·V.
acogida del otro implica.urraplemÍ'disponiviliili:td;')1 iQlOnileztlfrr'::, que sededicatotalmente a la venidadeheino: ~1.:mlEa0IHm)0pl
Dios, aLerearal hómbrea'su imagen; 'loconvirtióenlaúnfca; \"'J¿1,a""CL¡, propuestadtda ieklavituddeamorhaqiaMaría;dé .la.
que «no puede encontrarse' plenamente así ,mismosinú 'mediaIite\. libros>,,· (AES219}:y que .acentúala.totaliili:td.dela donación.'
don sincero de sí mismo» (GS24)., Tom:isdeAqtiit1o'fundamenta tddoslos bienes ,que la persona posee).y consiste en el \'UL'H.o:.¡,/.:->
sibilidad del dún gratuito de· sí mismo énel amor:agápico, que mente en calidad de esclavo a María y a Jesús por medio
ninguna contrapartidavporque quiere el bien defC)tro36A2úmo nn'''''''''lT'' 32). Durante su madurez, Montfortllega. a presentar
J.Derrida, criticando a M.Mauss37 ,es necesariodistinguir,entre·"' F
.'If.''Yl'i1 cristiana como «perfecta consagración a ]esucristo»o «p~~rt(~ct:á!ir!
el intercambio, porque eL don, en cuanto tal; no es,jamásunu'lterc"lmlDM vación,deJos;V;0tos y promesas del santo bautismo» (VD
es un donar sin reciprocidad y sin retomo, un movimiento ablsollutan:[efíl~, lo cual María.está presente como modalidad perfecta (VD
te no circular de pura apertura38 / un primer término orientado completamente hacia el téI'mrno lilIJla
Jesús llegó ala cumbre de la donación de sí mismo en su pasión: siguesiendo]esucristo (VD 125). Para Montfort, la donación LULuc.,a,:o ..:
entregó así mismo (Gál 1,4; 1Tim 2,6), entregó su vida (Mc 1O,45) símismo debe ser fruto de. una madura reflexión y de un acto libre.:de,
su cuerpo (Mt 26,26). Mása,ún, él mismo es el don,pór excelenciá:, la voluntad. Así que el hombre al qué él se refiere, es la personaiqu~
don que brota del amor del Padre: «Tanto amó Dios al mundo, que dio se consagra, es decir, que. se da totalmente a sí. mismo a Jesús medianté
a su Hijo único» Un 3., 16)39.]esús, a su vez, ofrece muchos dones a,ló§ María para todQ el tiempo y para la eternidad.
hombres: la Palabra Un 17,7.14), el pan devida;(Jn6,35.51hlapaz La perspectiva de los últimos tiempos, propia de Montfort, confiere ,a
14,27),lamadre<(Jn 19,26,27). En particular, él hace dos dones precio~ la donación de sí a, CriStoSabidúría por medio de las manos de María una
sísimos: .«concede sin medida el don del Espíritu» Un 3,34) y da «la vida dimensión esencialmente apostólica. Para Montfort no hay duda alguna
eterna» UnlO,28} .. de que únicamente Dios, puede realizar la transformación del mundo de
reino del pecadoen'feino de Cristo .. Dios intervendrá con el «diluvio de
35 Sobre la importancia del «otro» en la coristitución de la persona y sobre la «nueva cultUra
fuego de amor» por obra del Espíritu (PI [::= Preghiera infuocata] 15,16)
de la alteridad>" cf,porejemplo:LEVAN,RAN,Autrui dans lapensée de GabrielMarcel, Fribur< y con la acción múltiple de María (PI 13, 15, 24,25; VD :49,56), pero
go de Suiza1976; A. CAlLLÉ,Ilterzo paradigma.Antropologia filosoficadel dono, Turín 1988; It
MANCINI;Tórriino i vblti, Turín 1989; P. RíCOEUR, Sé como' un altroi· Milán' 1993;' G. CICCHESE/ I llamará también:a loshbmbres,:especialmente a los «apóstoles de los
percorsi dell'altro. Antropologia e storia, Roma 1999; Alteritit in prospettiva antropologica, en Euntes últimos tiempos~>i (VTI),58) ; a colaborar con él, neutralizando el contra'
docete 53 (2000) 137 -150. .
36 STh, 1, q. 38,.a. 2. programa del diablC):Ehpolopositivo, más articulado, implica una acción
37 Marcel Mauss, examinarido los usos de diversas sociedades anriguas,:descubrió en ellas la
costumbre de practicar donaciones. SineÍnbargo, esos actos aparecenrodavía como intercambios orientada aJarefotina ddlá.Iglesiay a suextensi6n por el mundo.: «Por
«en teoría voluntarios, pero en· realidad hechos e intercambiados obligatoriamente, porque al el ministerio de ellos, renuévese .ehostro de la tierra y sea reformada tu
don debe responder el contra-don üintercambio recíproco. Los donativos no serían única-
inente transferencias sin cargos de un bien efectuados por una persona a otrapersoiul' (A entrega Iglesia» (PI 17).
endonaciónB aC), sino gestos que obligan al otro a la restitución e incluso auna forma de
esclavización (H. Marcusse), actos de'invasióri yde suril manipulación del otro.
f Según Mqntfort~¡e§Maft~~Inetg~ yse explicita el tipo antropológico
38 CfJ. DERRIDA,Donare il terripo; La .maneta falsa, Milán 1996, 40. que la humanidad ~~stá;ll~lIladaarealizar, no sólo porque ella es la cria,
39 Cf o. BATIAÓLIA, La teologia del dono; Ricerca di teología biblica súl tema del dono di Dionel
vangelo e nella 1 Lettera di Giovanni, Asís 1971, esp. pp: 84-122: tura más consagrada a Cnst(j; sino también porque María brillará desde
la'.zbna;delocU1tamient@~pa:ni·QbÍiar:hmaravillasien.cblalDoración:con.·el A la elaboración de un nuevo tipo antropológico, válido
Espíritu Santo' (VQ f9:;;5©):¡'iM¡1rfa'realiza ilafUnción ide.lídenlel@sfieles cer mileni042 , nos impulsan no sólo las lecciones h()rribles del
en losúl timos> tierripos~.; decir:l~ historia de inauditas violencias perpetradas durante
La reladón con la Trinida&implicatambiéwpará:MoIltfort unmre~ sino también la lección desoída de la Trinidad, que propone
lación con María, .una rélációÍFinscritaen el orden de lasalvición,qrií:I una sociedad donde exista la máxima distinción en la llli:l1\.1.LllGl'.l
lleva consigo el cumplimiento de todas las cosas' «por medio de Maríai Jesús es, indudablemente, el arquetipo supremo para
cón María, en María y para María», a fin de «realizlirlas;más perfecta~· porque está constituido por la relacionalidad en el seno de
mente por medio de Jesús, c@n]esús,enJesús y para: Jesús».(VIJ 2575: que se manifiesta en un haz de relaciones con los seres hu.m~lllCjS..;;
265:SM43 . 52). A primera vista, esta fórmula puede parecer exagerada embargo, él es una persona divina encamada (está privado de
y complicada. Leída· según la perspectiva de la antropología: personalista; humana que comprometería la unidad de su ser), y en cuanto;.taJ
la fórmularealizácon respec;:toa María lo que cada uno debe realizar cort
respec;:toa'susemejante: por.rnedio de María indica la necesaria mediación tanto, es capaz de constituir un modelo categorial para las demás 1"I"'~"r.,"",<,
del otro, que caracteriza a todo ser humano; con Maria expresa la necesaria humanas. En ella se manifiestan las características de la persc1na.,e:tl
solidaridad con la comunidad humana, especialmente en relación con los particular la interioridad y la relacionalidad.
pobres y con los oprimidos; en Maria. es señal de la ne.cesariapericóresiso La figura evangélica de María consta precisamente de estas dos e~~
inhabitaciórienelotro¡ que es fruto del amor y'de la comunión trinitaria; racterísticas.fundamentales constitutivas de la persona; la libertad res~
para María significa la necesariapro~existenciay subsidiariedadhacia el otro, ponsable y la relacionalidad con todo el género humano, al que representa
porque «el yo no existe sino en la medida en que existeparadotro40 • en el diálogo con Qios.
A la misma CQnclusión eo~ducela figura del Padre Kolbe, en cuya
viday muerte heroica se manifiesta la persona queise realiza en damor
yen la donación de sí misma: en efecto, él está convencido de que
«solamente el amor se arriesga a hacer a los hombres perfectos» (SK
1205), tanto más si se parte de la Inmaculada, «cumbre del amor de la
creación que toma a Qios (SK131O), «la criatura' totalmente llena de
ese amor» (SK 1318). Para el·Padre Kolbe;eltipd antropológico que
aquí se sobreentiénde es eldel hombre «consagradb y aposto!», por· taIl~
to, esencialmente relacional, que se realiza poniéndose en las manos de
la Inmaculada, a fin de ser una oferta agrádable a Dios.:.:Trinidad y,por
tanto, a fin de ser don para los'hermanos41 ,
E
l teólogo Giuseppe Colombo hace constar que,sehaiámortigltlaclo
. o.se ha e~iminado.del ámbito dela te~l~gía la temática educa13iva;
.«mteresandose SIempre muy esporadIcamente:por eLtemaide
la educación» 1; El misrriodiagnóstico puede aplicarse aJa rriariologí~í
donde la tarea· de María en la educación de Cristo y de.loscristianos
aparece raras vecesenprimerplan02, aunque no Jaltarí testimdriios
sobreeLtemaeducativopor parte de María en la doble misión:Jaqü,e
corresponde a. Cristo, desarrollada por ella durante su vidaterréna, y la
que corresponde a los cristianos y que continúa desarrollándose :erila
vida glorificada.
; ..' 3 L~ ~e~~ciór; .de qu~ haya. en Cristo una filiación. r~al. con respecto a Ja madre (STh . III
q. 35, a:5)'se basa en el principio de qúe·«todá reliclon, que se dice de Di()$,eirel orde~;dei 5 JUAN PABLO Educairic~délFigliodi Dib, catequesis del 5 de diciembre
II, de 1996.
tie~po, no pone nada en Dios (que es -él mismo- eterno) según la realidad, sino únicamente 6 PONTIFICIA ACADE11IA MARlANA INT¡;RNATIONALIS, La Madre de! Signare. Memoria, prese~
segun la razón». J. <Jalot, siguiendo a Escoto y a Suárez; se opone a la doctrina tomista, porque za, speranza.Alcune questioni Cl.ttúalisl,/,lla figura e sulla missione della Vergine Maria, Ciudad del
«ser realmente el hijo de alguien significa tener, en lo que al hijo respecta, una filiación fea!;> Vaticano 2000, n. 14. .
a· GALOT, Maria, la. donria. nell'6pera de/la salvezza, Roma 1983, 102); Por tanto éL descarta las 7. Cf J..BEARSLEY, Mary thePerfécrDisciple; a Paradigm ¡or Mariology, en Theological Studies
dos objeCiones preserú:a:das contra tal aserto (la soberana independenCia ein:nutabilidad de 41 (1980) 461-504; J. L. EsPINEL, María como discípula responsable y fiel en el evangelio deS. Lucas,
Dios, ;supuestamente neutralizadas Lambas-'- por una relación real), ya que con la encarnación en La figura de María. Primer simposio de teología y evangelización, Salamanca 1985, 185-192.
elVerbo aceptó la dependencia de la madre y la novedad que ella implica (ib 102~103). 8 W. BEINERT, Maria/mariología;erl P.EICHER (ed.), Enciclopedia teológica, 538-539.
4!b, 106-107. ' 9 C. MILITELLO, Mariología, Casale Monférrato 1991, 93-100.
Por,'su'parte;rGarcí;:r"Paredesiestúdia,Ul mjl,SITla«~X~)re:siól1!cie).(~mil!m como e,CluqlClG)!;a¡;,Cl¡;::¿eJI;;: L:.~t;)baLl::.;a 'c;:u.U'\"'C:lL.l.VCl
discípula»,concretandoeLestadq tl~lacuesti@n:
delaimateI'nidad:y,e§tá¡exigida,¿adeníás¡ por"ebstatus".de,la'"ep.carn¡lción,
Después de haber distinguido entre dos fórmasde discipulado (a Sin entrar en las, diversas fases del itinerario espiritual de los cristianos,
lo llamaremos residencial y al otro itinerante 11 ), Oarcía Paredes rf"\'nr1".",t-" el cap. VIII de la Lumen gentium contiene un texto denso donde sepr~r
la posición de María:
cisa que «a la regeneración y formación de los fiel~s ella [María] CQqpera
con amor de madre» (L063)~ Larelación de la maternidad deM~rí~
«AMaría se la ,puede llamar "discíPula"de]esúsenelprimer con el bautismo,yconel desarrollo subsiguiente de lavida divinad~J9s
que hemos indicado. No siguió literalmentea]esús como cristianos es evidente, razón por la cual J. Oalot puede comentan
ni vemos que Jesús se lo hubiera pedido. Másbien, María formaba
parte, del. grupo de los discípulos "domésticos", es decir; de aquellos «Por tanto, lamat~m\d,ad universal de María debe entenders}~;en
que permanecían en sus propias casas y allí esperaban y proclamaban todo su alcanG~: no spl() como un amor materno que pudiera, s~Sllar
él reino de Dios entre los propios vecinos»12. esa maternidad enel-plano de los afectos, sino como unaobE~ ~~~
generación y de educación, que es la obra propia de la madre»13.
Oarcía Paredes prosigue analizando el seguimiento de Jesús por parte
de su madre, comprendida la experiencia pascual. Hacia unadimensiÓp. ~ocial de la edllcaciónorientó Pablo VI
En la práctica, el posconcilio supera lacoIlcepción un poco monofisista proclamadón de}y1:'JJía1'v1l1ter, scclesiae el 21 de ,noviembre de
de ciertas Vidas 'de 'María, que teníaniniedo de hablar de la Madre de' Jesús
13 J. OALOT, 1vfariá," tipo e~¡¡;l~deild Chiesa, enO. B1\RAÚNA (ed.),Li Chiesa del
Florenda1965, 1160.,"'[; ,':' .
!O J. C. R. OARCÍA PAREDES; Maria nella comunita,del regno. Sintesi di Mariologia, Ciudad del 14 PABLO VI Discurso en la s~sióndec/.q.~1fra de la tercera etapa conciliar, el 21 de ',"
Vaticano 1007, 178. .
de 1964; df. EV/1, n. 306*. pá~át(jdd loscomentanos conciliares, cfR. CASASNOVÁS,
11 E~ la ~istinción que hace G. LEONARDI, Quattro componenti principali nell' orditura letteraria
e narratIVa di Luca, en Credere oggi 20 (2000) n.19-20, 52-55. «Madre de la Iglesia» en los textos y en las Actas del Vaticano II, en EphMar 32 (1982)
12 J. C. R. OARCÍA PAREDES, o.c., 184. RIVERA, Bibliografía sobre Maríd, Madre de la Iglesia, lb, 256-271; O.M. BESUTIl, Le
de l'Église» et Vatican Il, en Cahiers'IDa.tials 22 (1987) 214-226.
cuandotrat6desuperar;1a.:diséusi6h¡,c:or(Cil.iaI~,Iílled:faIlte·íul:lalct(),;j¡:¡f€ Juan:B<DsCO;Y,ip0Í"otro/'tratantlea1:51'Írse
sorral,. que preCisara eLsehtido del, l.LL'CLLV'·;·y"H:J." yeélesialesae,10snuevos;tierripOs[
y lo llevara a la aceptaCión pacífica de su contenido por parte ba. vida.; dé Don Bosto¡ :quecomienza¡ c·on':sueu1os'!1
Iglesia. El Papa evita entrar directamente en el UI;..'JQ.L<:C"-,VUI.:-UJ,Q.L". lleharonsu infancia: 17,.sedesarrollóc0llun'vrivo '
desautoriza lasobjedones contra eL t1~ulo,iñ.teipretaIldo Cia maternal,aétiva:y ejemplar;decM
Mater Ecclesiae, y lo hace yendo más allá de las preCisiones por su misión de Madre de la Iglesia 19 , l.H.H10l'"
instituCionales y enfocándolo según la línea de la «funCión lHOlL<:;;l,HQ.l·~! los cristianos. Ante esta figura:activa
la Virgen ejerCita sobre el pueblo cristiano». De este modo, esenCialmente filial, insPirada en la 'lnnílZtcULútcta.!;'\i
conduCido de nuevo al núdeG conCiliar de la maternidad de LVUUL<l:," dinamismo apostólico y educativo. Eneste;coío.t~~X1!,CY;
el orden de la graCia(LG 61 ~62) j«no es nada nuevo para el \cJ"''-'LU\:'' de las Hijas de María Auxiliadora (5 de ag()st<¡jltie
pero tampoco se halla lejos del sentir cristiano oriental, por '-''''''''L«.'<oI''' como «el monumento vivo de la gratitud1
basa en la maternidad divina 15. Madre de Dios, invocada bajo el título deA,¡rucla::<dti~~
Entre los teólogos que estudiaron la Mater Ecclesiae,sigüé Hijas de Maria Auxiliadora deben ser sign<Dr;i(~OfrCJ~;!~tj
guiéndose todavía J. Galot, que hace ver con evidenCia la UU· U'-''''''lV la maternal solicitud de María por el pueblcrde
comunitaria y la promoCión de la unidad insertas en el título:'
«El título de "Madre de la Iglesia" atrae laatenCión:sobre la de Don Boscoyen su famoso y breve tratacL@¿YLstemat/iJ1tev
comunitaria de la maternidad de María [ ..• ]. María es la A nadie le pasa inadvertida la analogía P71ci~tf'ntp:rf>ntre'p'Ta
toda la comunidad cristiana. Su soliCitud maternal se '-''''''l.L'-''LL\:'''''' Dios,. que .preserva del pecado original, a la Inmacula<da:,r:y:
desarrollo del conjunto de la Iglesia, y en funCión de este conj el educador con los jovenes mediante su asidua ;'1:ireEie'IlC:í.a.¡~
afecta a la vida personal de cualquier cristiano [... ]. En su '-VlllUJ.\';L\"'H de la inmaculada concepción de María, Jesús se l l l l Á ' - " LLU
~.AAMATO, Mciiía¡'!á Theotók&'5, disceí;hlá editcatncedi Ciistoe' déiéiisfúini . 30 Cf E. BARTOLINl, Marid di Nazaret' figlia del suopopolo, Madre di Gesu
teologico-sistematica (lb, 164). El autor cita un pasaje de la Vida de María, de san ebraica (lb; .87~ 109), .
Confesor (siglo VII): «El amable y dulce Señor hizo que su bienaventurada Madre C0l111pr<endlíé 31 Cf A. SERRA, Mariae·VeducazionLSuggerimenti della tradizione giovannea
la verdad: le dio a conocer a su verdadero Padre [...]. Así que, a partir de esé moménto, la artículo en; las pp. 111-143). ';
Madre secónvirtió en discípuláde 5udulce Hijo, verdadera Madre de la sabiduría e hija .32 A. VALENTINI, MariadiscepéJla di Gesu ed educatrice del cristiano: Vangeli
.'.
j\
<.. finales del segundorn,ilenip, el camino del
'. . en~uentra obstáculos eimpasse, debidos aq.~g.· ~~qs .
.. ' . considerados como ambiguos: la. firma del dO(:Ul111e~ltq.
únoscl~;lqs,otrp'Sfy~lq~'~nos con los otroS»2., Podemos afirmar que La:primeraí$osa.qu~Jlama!.la·, ateneiórves "la ldP'lVlplld.'-1\.J1LX¡:;;O)L¡:;
hallamos ahora~~'i~' tércera fase de una evo1ueión histórica, la trayectoria delEvangelischer Erwachsenen Katechismus
«nuestro tiempo está preseneiando esta·transieión del ocu1LdllHc;uLI:J evangélico para adulms»; 1989)-:- de la figura de
"avivarp-iento", del a'iÍvatnit:ntoaJa ," a~qgi~a'\> ~', Perq •. protestantes, considerados durante varios siglos in(iitt~r.e:l!l:t~~S~Q
más optimista; quedaron superádaspor alguriüs sucesos a ella:
cenio del siglo:XX, prineipalmentepme190cutn~ntºtnariano U'-JL''''-'.L~
de Dombes, que constituye «la primera teritativa orgánica d~ «María no es sólo "católica", también es "ev:anJ;~tlpa
una "mariología ecuménica"»4. tes lo olvidan a menudo. y, sin embargo, Maríays
y está más cerca de él que sus discípulos más
humanidad esboza el Nuevo Testamento esta r'p ...·r<ú'"
1. María en el designio de Dios en silencio la distancia que separa aMaría de
y en la comunión de los santos
.,El documento reconoce que, en oposición a la: Ccmtra};réj
La encíclica Ut unum sint,de Juan Pablo II (1995X,_ enumerará; lica, «la negación de., la veneración de María ha .
puntos en losqÍlese puede llegar a un acuerdo entre llásJ.¡;;1<;:;¡ncf,?, característica del cristianismo evangélico»; pero, en~mDrrlOr.e(d
Virgen María, Madre de Dios e iCono de la Iglesia, timonios del Nuevo Testamento y.de la tradición edésial,f
de .
iiltetéede por los aIsdpulos' Cristo y por toda la hllmalliclad;> pueden seguir así» 7; La lectura de 'los evangelios \...VU\.1U\...''''Cl
Preeisamentedurante los últimosdiezaflosder sig16XX 'lln':frB", gen de María, de la que se guárdanreservasdurante
algúmls señáles, más Ó menos sólidas, pero siempre ¡n¡;;UH1\...d.L1 Jesús (Me 3,31 ..35), pewque es alabada con ant:efl()n€1
muestran unantH~vá manera de contemplar -por párte~vangéli¿k2r 1,45) y queiluego se halla presente en medio de la(:onlu17rid~td(l)rJ
Madre de Jesús. (He 1,14) ; A María se la reconocé como «personLhcaCl.on €le ;la·;
porque su fe es un testimonio para 'la comunidad. de lV",.'-L~•.y.\.
Una vez mencionada la manera en que losreformadorés. \..V.l'1""\.1'
1.1. María, los luteranos persisten contra losdósdogmas
por temor de que María quede «desvincl.lladá de
La priÍnera contribución se debe a la labor común de " . humanidad pecadora>~' o .elevada .«por encima .de la COffiltnllG¡lll?f€t
ranos y de católicos alemanes (Catholica Beauftrdgten) y consiste creyentéspara quedar situada junto al Hijo exaltado»?
pequeño volurhert publicado en '1991: Maria di¿Mutter unseres
6Tb,13.
. ..21). WILCKENS, Maria, ,/¡;¡, Madre del Signare, nella visione evangeUca, en M. KIEsSIG (ed.) , 7 lb, 14:
Id Madre d{ nostro Signare.' Un contributo della Chiesa evangelico~luterana iedesca, Milán BIb,19.
3G BRUNI,Intrbduzione (ib, 5). ' 9 lb, 26-28. En la doctrina católica no existe el peligro de extraer a María de la
4.A. M. PERRELLA, I te!1li mariani contr?~ersinel dialogo con il protestantesimo. porque comúnmente se afirma con Suárez que ella pertenece a la estirpe
contributo del GrUppodiDómbes, en Miles lmmatulataé 39 (2003) 1,91. habría debido (cuestión del «débito») caer en el pecado, si el Hijo redentor
s Traducción italiana [citada en las notas 1: M. KIESSIG, Maria, la madre di nostro Signore. vado. En cuanto aJa aslinciÓn,.Maríasigue siendo deudora al Hijo de su condici(')n
contributo della Chiesa evangelico-luterana.tedesca, Milán 1996; ya q~e el Hijo hace que ella se anticipe a la suerte final que aguarda a todos los Clq~lU~".
de ello es que la relación cou)María'esfacultativa.y; fl0 éSiñ.ecesarfa
la';salvaciÓm pbr'partéde .:la'¡teología ..fefuinista¡,;el
sóbiepasar, las' dificultades, §itUámdoseetrla pelrspec1dv,:(\CItel:íl:3.f¡
«Com0 ejemplo de la gracia de Dios que: aotúa; en;e1sér.·u "'"U'.aH' deja; cualforma:partela figura bíblica:deMaría12.PaoI6
María puede iluminar la existencia cristiana, pero no cierta' convetgenciaentre, los' teóldgosprotestantes
la interpretación evangélica, María es ilustración, pero uonorrhá simpledatohistorlcoacerdrde la Madre de Jesús, re(~U¡;;~fcf
la fe»lO. «tipo>>' de:la Iglesia o' delahumanidad,Elluterano
que el heéhodeque ella sea modelo se'entiende '«no
Fruto del diálogo entre luteranos y católicos en los Estados sino ontológico»: María con su fe y su maternidad
desde el añoJ983 al 1990, aparece en el año 1992 el documento profunda de la Iglesia; y el protestantismo debe
junto The One Mediator, theSaints,and Mary, donde se.hacen \.-V.CL.:>LaL. materno, que había quedado marginado durante ULl""'~'¡
LUL5V."L__
la inserción del papel de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia; los artículos del Credo se expresa lo que une a las.confesiones
impidiendo así un desarrollo autónomo dela mariología ll . a propósito de María: al confesar a Dios como creador de
Al año .siguiente, la Pontificia Facultad Teológica Marianum (Roma) lidades, se afirma que «María es una de sus criaturas»; al
invita. por primera vez al teólogo valdense Paolo Ricca a inaugurar el el Hijo de Dios se hizo hombre. para nuestra .salvación; se aH"U~(i(j
año académico 1993~1994,señalde que por ambas partes había habido María 'es su madre; al confesar que eL Espíritu Santo santifica a
un cambio positivo. El mencionado teólogo hace notar queen.el pro;; se, rec8nbce que· María pertenece a la comunión deJos santos
testantismo «se registra un despertar del interés por María», derivado de 121). Se abordan luego las diferencias acerca de María para UL.:>"'''-L·'U.
tres hechos: el de volver a llevar el discurso sobre María «al ámbito de qúe forma parte de la.necesaria unanimidad o del legítimo ULULLaL.L':>
la eclesiología y situarlo dentro de los límites de la misma» por parte del y con qué espíritu pueden aceptarse los cuatro puntos pnnCllpaleSJ¡E
concilio Váticano II; la superación del uso antiprotestante de María, muy contencioso doctrinal entre protestantes y católicos (n; 204):
en relación con la Escritura, porque mientras que el primero mantiene el mismo. bajo el impulso del Espíritu .de la: vel:craIX:Q
que todo lo que la Escritura no prohíbe, sigue siendo posible y legítrnr:l:0¡ Acerca de hinmaculadaconcepción, parec,e'l2/tu:!y'f.;e
vem()s que,para el segundo, t()do lo que la Escritura no autoriza en la vertiente deJa negación, y no,la 'COll1t€~mlplail~G
prohibido. Esto explicah mayor apertura de Lutero conrespecto aMa.~ Dombes.,-'- en cierta armonía con el alegre anUnCIO
ría. De todos modos; es·elementalen laenseí'íanza deJa Reforma el qUe. procede de Cristó(pp;31 y37).i
«tavocación yelniiI1isterio únicos. de; María están ordenados a su HijQ El tercer capítulo ,aborda elpunctum
ya nuestra salvación» (p. 20). Esto hace que sea inútil andar buscandq fesional· sobre María: «Las exageraciones . 'Lu'....v'ev<::;L'-''''
Li
en María «consuelos suplementarios» o una «mediación. adyacenté>>:,ia./ observan en tres niveles: a) El de la devoGiónpoprdar;
la de Cristo, hasta' tal. punto que en la liturgia, más que de, «extrema controlada, a menudo.objeto de evangelización,.y UUO.... ULL'"
sobriedad» en relación· con María -como dicen.los de Dombes-'-, hay' de «mariolatría»¡ cuando busca temuraenMaría,o'en
que hablar de «ausencia total» (p.·21kSin embargo; encontramos tes'? o.en santa Juana de Arco, o cuando llega a invooar
timbnios literarios y artísticos de cierto interés que llegan incluso ah sus iglesias; b) El de los dogmas marianos ré(:íel1teme:nt(~jpl
invocación de. María, más en el campo deJa poesía y deJa.músicaque es decir, la inmaculada concepción y laasunción¡
en.eLde h pintura (con la granexcepción.deRembrandt). las' representaciones de los episodios evangélicos.'
Absolutamente original, aunque a primera vista le parezca extraño a las artes plásticas que ofrecen un aspecto<~más. clIj':>hli''7'Um
un católico, es.ebegundo capítulo breve dedicado al.testimonio bíblico de aspecto.mástorturado ].que de un aspecto sul:tm:zarrol¡Su
4~lNtie'vo lesüqnentOy. tituládo«l.as 'prótestas, dé María» .• Frente Entre las Guestiones controvertidas, el autm enUIDleTlI;¿UIt.:(
lds«~logios excesivos» (p.SO), alas numerOsas añadiduras de .títulos; de Maríaeh:la salvación; la virginidad perpetua,lm'lntnaJ¡:r;l
nomb~~s y, letanías: cepción; laiasuncióny la invocación. Las eXigenCiaS
corroboradas.sin.conces'ión alguna, y subsiste la sOS,peltHHiVf
«La humilde María tiene que defenderse. Ella protesta, es la primera inmaculadacoh€epción y 'laasunción pueden hacer "'H:u'.C-'U'J
protestantedelcristi,anisrp.o, ydesdellacé dos mil años pasa el tiempo condición humana y situarla en una zona casi ..
,embatgóF,l:;eplay;gstálininetrl:ente ~()n~encidGJ~:ae;qlleeLdi:ál&golaebe " ¡ ;;i<,End.ª~;h,il)t<biia;;cSed:nsett~3Un.::1nom~mt:o:iJta:Y'0f:ap!,e
comprensión de la persona y de la vida de: Maria», y acentúa el ejemplo y a volver a escribirjuntos.1a historia; La a¡::lorl:aellQU
de María, su . «sí» decisivo y humilde que la fe. cristiana puede y debe reunidos, .con prefacios amistosos del M
pronuriciaú' (p. 82) Esto no significa asignara Maria «un puestGJinter;.
o" la Faculta& Teológica Valdense (E. Genre) . y.:con,un·c:@]
medio y superior» en competencia con elúrnco Mediador, sirio reconocer logo de s; M; Perrella,
es partícularmente .'elWL1eciabJ.éíl
que '«la vocación personaly excepcional de' Maria [;.: ]Jaconvierte para unpunto~ que ha representado durante mtlctro.·tieltntío'~l..tl'lJ
toda 'la Iglesia en una inspiradoray en un modelo»' (p.. 91) .ParaLeplay, el camino .hacia la recuperación de la unllda.d'~~ritre!,er":IRrc
elpuesto .de Maria no es marginal, porque elautorpuede aceptar a Juan el anglicanismd,el catolicismo y la ortodoxia¡ la::
PablolI cuando. sitúa a «la MadredeDiosen.elcentrode la Iglesia que deJesús.· Bertalot concreta inmediatamente :que
se encuentra en camino»: Maria no está por eríómade nosotros, no se María,laique divide, sino .el discurso. sobre ella:, ·"J.'.J.Cl.LLCl.,L'LVO.. 1iJ
encuentra en la cabeza del cortejo, como lo está el buen Pastor, sino que mariología nos divide» (p. 111 ). Por lo demás, no hay H .....~.''''"''
está:enmedio (pp. 94,.95). Más:aún, Mariapertenece a lahúmanidad,l que porqué «los' obstáculos no. están hechós.para mantener;
lapuede considerar más' como hermana que .como señora,:por euantE) ella resignación y la contraposición, sino que constituyen
participó. totaly trágicamente de la condición humana. Y el Magníficat; superar las dificultades» (p. 11 O).
«cántico ecuménico porexcelencia»es,a.la vez; «canto revolucionario El autor: sesi~nte atraído por una cuestión
qúederriba a teólogos y polemistas, promete úna justicia que colme e! temátiea"continuística conternientea'.la.Madrede
abismo..existente entre ricos ypobres,y llamaca todos a superarlas diver~ ecuménico;
gencias confesionales con la mirada puesta en laeausa común. En cuarttoalmétodo;. Bertalotinvita más,que llW..léLct:p.ct::>.é:t:p
Leplayconchiye diciendo que se puede vislumbrar «una hermosa menismo.'espdGidl,.limitado a la· confrontación y a las Cl.\.-LiCl.L:;Cl'' -
clariqad» en el nublado y brumoso cielo delasconfesiones cristianas tempor,dl, que. prefiere volver a caminar juntos por la
acereade.Maria,:prometiéndoseque ese claro no sea momentáneo,sino historia; pouiendoasí de manifiesto, como era previsible;
duradero. Es señal de una situación colosal: no teológicos de las divisiones y formulando de nuevo los
.&80
deJa·.f€;rLliegoRropone:sabiarnente¡con;losanglicanostelt{<proc~derpor
es
etapas»" ;(p¡95),. i decir,.dori decisiones cóm.1:U1es;ygraHuales¡ superando
la cerrazón confesional ;ydeteiminando encambióMs consonancias; En
el campo mariano, Bertalotse'i siente atraído ;porebprQyectodeLpastor
Borowsky, que distingue tres espaciQs de diálogo.eiílazm¡los entre sí: a)
el recinto bíblico, donde se llega a un acuerdo sobre Mana, tal.como está
presentada por el Nuevo Testamento, en cuanto Madre del Señor; con Para no aparec::er como unavozáULVLJ.VUJLU
disponibilidad para el plan. de Dios, mujer queentoná.eLl\ifagníficat.. :; rio,Bertalottiene buen cuidado deválorar las aÍÍ)):m.raJ
b) el. sector del pluralismo, es ;decir, de ·la legítima diversidad de las tra¿ y de teólogos evangélicos;' en: prímer lugar 'de l::38lrtti¡;í)
diciones eclesiales,eri el cHal se sitúan también los' dogmas marianos importante" del sinergismo,. de la L-Vl.al}'JL
recientes; c)eL'campo de la .disensión, que comprende títulos referidos después de haber recordado que el término
a María (mediadora,consola:dora, abogada, Teina, auxíliadora •.. )j«Los 3,9; Col 4,11; 3Jn 8), el autor recuerda que Barth,uuluLv ....
protestantes los mantienen e~cnipulosamente reservados a la Trinidad ración de . María.,peroúIiicamente en el sentido de.
[~ .. h En estos títulos se basan el culto; la veneración y la devoción ma~ sentido María sigue siendo un "modelo", uh"paradigma
nanas» (p:J5};'Se trata de ampliar cada vez más el campo delcdnsenso, cristiano llamado y destinado a creer, obedecer y 'servir»
reduciendo los delpluralismo.y los de la disensión. Sin embargo, el autor cuanto al dogma de la inmaculada concepción, Bertalot
consIdera que no es necesario buscar una unidad tanperfecta j que se trina bastante complicada de Lutero, según la .cual
convierta en uniformidad, porque éso representaría un pecado contra el sacada por Dios del mar de la perdición, «sin gracia .L-U,,"-L;L-UlL-ll
Espíritu Santo '. (Cullmann) ; basta con. buscar «una unidad enla diversi" llena de gracia en elalma» (p. 114), Y recuerda el
dad o, mejor,. a través de la diversidad» (p~ 119). Bertalot llega a adoRtar e incomprendido del pastor valdense Ugo Jahni (t 1
una postura muy original e interesante,cuandopropcme'«hacer ecume., sustancia.del dogma (p.llO). Acerca dela asundóIÍi
nismo con María,Y'lo explica contemplando en la Madre. del Señor. una la postura del Grupo de Dombes, que la considera. como .lltllf:diw
rriaestrade orientaciones vitales, que son. necesarias para que el diálogo cia «no separante» (p. 126). Por lo demás, los dos.H_'~LvuL':-"
logreserfructífero: . marianos no deberían obligar. inmediatamente ajos "<":1"''''''
desde el momento en que tales dogmas no representaban'
.«"HacerecumenismocónMaría"quieré decir aprender de su li, común en eL momento de la separación -como
bertad, que nace ene[encuentroconla Palabra (fiat);quiere decir en relación con la Iglesia ortodoxa a propósito del primadó
servicio ("soy la sierva") j quiere decir traducir y transferir a lo Más libre de obstáculos es el acuerdo sobre otros asr:lec1:osU,C;.lq.)ll~
concreto. de la; propia. vida cualquier'" amén" que salga de' nuestros María aceptados porlos Padres. de la reforma y que ~Ul:1"L1.I.UV
labios;quíere decir conocer. el gozo y expresarlo en alabanza cotidia, el patrimonio de la Iglesia evangélica:
na [... ]: Quiere decir sabercustodiar la palabra de Dios en el propio
corazón» (p. 98). «Es un testimonio del acontecimiento de la encamación;
hizo conocer su gozo con el cántico del Magníficat [... ].
";;"madreidetCristG};; nuestro hetrnano?y,>;pD:t::itanto¡·<es·maulre;t11..les'ttlÍ,
i
«Ninguna. criatura humana se ha visto implicada más directamente, los conta.ctosa las religiones mundiales.
con todo su ser, su espíritu, alma y cuerpo, en la acción del Dios
trínitm:iQ» (p. 40).
la eXpresión de .las intervenciones excepcionales' del Dios omnipotente,;. existido jamás, juntamente con Asiya hija del faraón¡Cpn
que. hace que ella nazca como enemiga de Satanás, el rechazado; la; mujer de Mahoma, y con Fátima, hija del mismo. La
acoge en el templo, a pesar de ser mujer, y la hace «pura y escogida más cida por Maryam sobre los fieles rn.uslÜínan.esse dehé al .
que todas las mujeres del universo» (Surá.3,42),Ja apoya en el parto, a Jesús se le considera como el mayor profeta o anillo de
defiende su inocencia y reserva para ellá y para Issa una amena .colina de la revelación, que .-segúrt .ellos-. será superado
para que pasen los últimos días. Al mismo tiempo; a Maryam se la pr~~. sellodelosprofetas», mientras que para los cristianos.
sentaen el Corán como modelo de fe,. entendida como sumisión absoluta diador universal y definitivo, porque es verdadero LLVHLLJL.~"
a la soberanía de Dios y como don incondicional de ella misma a Dios: Dios.
«y Dios pone como ejemplo para los creyentes ... también a Maryam, 34 Cf N. GEAGEA,Vénerazione mariana deirnusulmani nel Medioev(), en L
hijade Imram, que conservó su virginida~ y en la que infundimos Virgo liber Verbi. Miscellanea di studi in onore di p. Giuseppe M. Besutti,
HAGEMANN, Mariologische Aspekte im Koran. Forschungsergebnisse seit dem
De cultumariano.saeculis XIX-XX. Acta Congressus Inte.rru1Itl{JTül!~
32 lb, 20-30.
marianóKeve,laer(Germania) anno 1987 celebrati, II,605-635; C. VIDAL ,Vl1'\J'Lrll""
33 Esta veneración se halla expresada poéticamente por im musulmán: «Ave María, / ma- el Corán. C&nfluencia de los apócrifos cristianos con la polémica proselitista del
dre sublime, / "preelegida por Dios / por encima de tódas las mujeres del mundo", 1 te honra no sólo 42 (1992)..2050 309:
el cristia,no, / por ser. madre del santo Mesías, / sino también, 81 igual que yo, / el musulmán, ~5S •. BALI6, Maria/3. Islamico, en Islam, cristianesimo, ebrdismo a confronto,
porque estás en su / Libro y en el mío» (FUAD KABAzI, Mariade, 1985). . 2002,439. '
"Dada laaétihid sustarrctalmente'positivahacia ¡Maryain¡secompren~ enC0ntmar¡'pu:lftoSVcotnunee~~ntel ;ámbito ;de; La. 'UL\:UCAL·,'L'L.L.'
de por qué la.ttaHiciórí.t:e61ógiea;~ÍnísticamusúlÍnanasetH:a,interesado 1afigl1rade: Mafía éstá1Í;3resente'efr estas; tres ¡.:JL "-'IJU;;ULOL \jlV,
por ella, completando los datos de su vida y convirtiéndola en el ideal ser. páftí&ilie¡ge 1á:;mediaeión?de Cristo; M::lrt:3.mlarllUestaJ'S
de la auténtica fe y unión con Dios. En efecto, se 'mantiene que1a santa analogías con la GramMadremediterráneay .\..-VJlL""J.L
No debe asombramos tampoco el que haya musulmanes queacudán rición de' analogías de· María con figuras de las. H_.UF'i''''''''
a los santuarios marianos para manifestar la propia devoción con ora~
ciones, exvotos, ofrendas y costumbres folcl6ricas 36 • •
'Dado este estado de cosas, el diálogo entre cristianos y musulmanes 2.3.1. Relación entrepagartismo y María
podrá avanzar hacia un recíproco entendimiento e incluso hacia un
consenso sobre Cristo y sobre Mahoma, que tendrá la oportunidad de Retoma de vez en cuando, incluso durante la Do:smoaC~nFlll(
abrirse á través, de María.rElla ayudará'·a .profundizar en Ia.misión de tificaciónde:María con alguna diosa adorada por las'Clia,,,¡::,u
ambos en elmistenoso plan de' la salvación, y unirá a,lasconfesiones paganas de.lacuenca del Mediterráneo:
cristianas y a todas las. religiones mundiales en el ejemplo de fe dado por . En el· plano iconográfico resaltan las.
María, que escucha a Dios y le obedece incondicionalmente3? entre Isis queda de mamara Horus y Maria
Perséfoneque reflorece desde el Hades y las difusas lm:3.gene:,mi
Nuestra Señora40 • María sería la «diosa secreta» del ~LL,"LL<;.u.U,'"
23. María y lasreligiones mundiales llena con falsos despojos el vacío dejado por las antiguas U.LV"""",
nía) 1997 2 (1ª edición: 1990). Señalamos de paso; por el debeide oftecer la '
vía en estado incipiente y se perfila como un diálogo difícil a causa deJas Balasuriya, oblato,de María Inmaculada, vio que su libro Mary and human
originó gran sensación, y él fue excomulgado por la Congregación parala
cuestiones implicadas~ Tres grandes problemas aguardán una solución: de enero de 1997); laóial,'llo obstánté,fue revocada (el 15 de enewdé
cómo conciliar la única, necesaria y definitiva mediación de Cristo con confesión de fe con la fórmula .de Pablo VI, RronunciadaRor el mismo
indio, en estrecho contacto con religiosos hindúes, no tiene dificultad
la capacidad salvífica de las religiones, cómo preservar la originalidad la Inmaculada Concepción; peroquérría extender a todos los niños una corí:dícjNt¡
(coexistente con eLpecadogriginal).Al mismo tieIJ1po preteIlqehumanizar ~
del cristianismo en relac;ión con la herencia pagana mediterránea,cómo a costatleatribiIÍrle lbs dolores del'jJaito'y los defectos de laexistéricia .. '
39 Cf M. FAVA, Maria /actans: origini e 5viluppi di un'iconografía tra an~icm.l:c,l'ié
W DALL'AoLIO,E. VIDAU (eds.), La Madre di Dio per una cultura di pace.
36CfG GHARIB, Musulmanes, en NDM, 1453,1463. Internazionale di Mariología, Santuario de Santa Maria del/a Steccata, Parma 1
37En este sentido se expresan, en él XIII Coloquio Internacional de Mariología celebrado Roma 2001,111,155.
en Siracusa en el año 2003 sobre el tema Lacrime nel cuore del/a citta, dos acreditados represen" 40 Cf K. SCHREINER, Vergine. Madre, Regina. I volti di Maria nell'universo
tantes de la Comunidad Religiosa Islámica Italiana: SHAYKH ABD AL,WAHID PALtAVICINI,Il piaríto 1995, 133,15L~
di Maria nel/a tradizione is/amica, y 1. A FERRERO, La figura di Maria nel/a tradizione is/amicd (las C. MULAcK, Maria vergine e ribelle: la dea nascosta del cristianesimo, Como
41
actas se hallan en prensa). 1 . . alemán: Maria. Die geheime Gottingin Chiistentum, Stuttgart.1985), 11L
690
42 P. BORGEAUD, La Mere des dieux. De Cybele a la Vierge Marie, París 1996, 9~1O. 45 M. Fuss, Maria; vincolodem';¡;ríit1t'nell}ec.umenismo tra le religiorti e di fr01lteai nuovi rnovimenti,
43 lb, 18U82. en Sette e Religiorii9 (1~93);.U;9yCl!30;::il¡.ol>¡ii'
44 J. C. R. GARCÍA PAREDÉs;Mariologia, Madrid 1995; 185. 46 lb, 131-132.
... Recogiendoimás !.eKtensamenteeltemw. (1Q;95) ¡!Era.ncesco.Gioia;aña~
de otto argumento.orreddop<i>rla teciep.te. tendénciaideJannariología,
que contempla a Máríacomomn· compendio i uila síntesis..vÍva y personal
del·misterio cristiano:
un fragmento humilde eh el que se refleja la totalidad de la fe. En el originario de ser. de la humanidad .. Maya, «serio
diálogointerreligioso María puede desempeñarla furrciónde"catecis~ también «el seno eterno de tOdos .los tathagata . . . h',~t'l'i,,, ...,,
A·..
mo viviente"48, que eKpone intuitivamente la autocomprensión de la que ella, cualquier persona debe vaciarse y llegar
Iglesia, más aún, del hombre en camino hacia su plenitud»49. libera del dolor, a fin de ser «emoción de vida» y ret~h(:on
sión activa, es decir, el sufrir por los demás. Esta misma
El método en el diálogo interreligioso -observa E Gioia- obliga a halla en María Theotokos, modelo de kénosis y madre de
partir de Cristo, porque la Iglesia «anuncia y. tiene .la obligación de de Jesús y, por tanto, prototipo de la humanidad que vive
anunciar. sin cesar a Cristo» (NA 2), Y en realidad la teología de las te la agonía (samsara) y la paz (nirvana). Se comprende
religiónes y la cristología están profundizando en una serie deinterpre~ sentido del budista Tokiwa ante María:
tacionesla función. mediadora y universal de Crist050 • EKiste incluso una
precomprensión favorable a la aceptación de Jesús, por ejemplo en el «Cuando tengo la oportunidad de ver las pinturas '-U,""LC"'~'<
hinduismo~ sensible a contemplar en él un avatara, una «encamación das "piedades", me siento profundamente conmovido
plenaria de Dios», un profeta que sufrió yeKpió demanerayicaria, y verdad de la humanidad: la madre de Dios que
uno de los. grandes maestros espirituales de la humanidad;ó también finalmente cae ante la vista del Hijo, que murió
en el budismo, que subraya la elevada moralidad y sabiduría de Cristo e todos los seres. En efecto, en santa María yo veo lo qut:{
igualmente su kénosis 51 • denominan el seno de Buda (tathagata~garbba) [... ]. dq:;~:U1;·:J
pretación, el hecho de que María quede embarazada
• 47 Cf, eh relaci6n con el tema:B.FoRTE, Maria,la dorma icona del mistero. Saggio di rTiariologia
simbolico~narrativa, 153~168; L DE LA POTIERIE¡ Maria nel mistero dell'álleanza; 276;S. DE FroRES, seno al Hijo de Dios y siga siendo virgen, significa que
Maria madre di G~su. Sintesi storico-salvifica, B?lonia 1992, 47 ~52; 199-233; Maria;1Tlicrostoria de- madre del Hijo de Dios. Yo pienso que este punto ....
lla salvezza. Verso un nuovo statuto epistemologiéiJ della manologia, en TheotokbsO ~1992) 7-22.
48.JUAN PNlLO Il, Catechesi tradendae, )3. . ; j . , J.; • • ; J ! .•. ; .. dad real a propósito de los seres humanos. María se
49 E OrolA, Maria madre della Parola, modello di dialogo tra le religioni, Roma 1995, 83.
50 lb, 101. . .. ... . prototipo; María no es sencillamente una mujer, no es
51 OANDHr, The Message of Jesus Christ, Bombay 1963; S. SATPRAKASHANDA, Hinduism and
Christianity. Jesus Christ and his Teaching in the Light ofVedanta, Sto Louis 1975; S. ABHEDANANDA,
OreatSaviours of the World, Calcuta 1977; K~ TAKrZAWA, On the Primaryand SeciJndary Contacts 52 F. OroÍA, O.c., 102.
Between Ood and Man, en Buddhist-Christian Studies 3 (1983) 123-127; S.YAOr-L. SWIDLER,A 53 D. W. MrTCHELL, Kenosi e Nulla-assoluto. Dinamica dellavita
Bridge to Buddhist-Christian Dialogue, Nueva York 1990. cristianesimo, Roma 1993, 282-316.
'unapersoha·especítfea;;sino¡qlle;represehta:;a.1:odos .10s;ser.es,ntltnlP
nos, 'a toda la Humaniqad,;I'oda, la,numanidaapuede
madre; de¡Dios;.esta.es; al menos, miopinióm .ba·misIIla
E:t1f6qll~Pt6mQtdf
qué hace qU(3¡ snrjaincesantemerite denue:v:oieldolor,.·
de dolor, esa misma humanidad puede seda madre del Hijo .de , , / ',' ',-. -' '- ~. -",' - - ,- - -
E
n consonancia con la marioldgfa expuestaetl
desarrolla un movimiento promotor de nuevos 1"It:l{l'YrlltIY
año 1913, el cardo Mercier, juntamente con el "'....""""A"
pide al Papa que defina la Mediación miiversal' de /\/I·"ri,.{,
1922 Pío XI concede a.ll1s ;di6ce~i$ de Bélgfeael ófi¿á)
en honor de María mediadora, y establece tres comisiones
eh Bélgica, én Espa.ña yen Roma para que explorenla.
definicionclogmátfea de la medlacioIl: Parece que la.
mostrÓ ciétia perplejidad s6bie lama.nera de conciliar .
María. con el unusMediator1: Por tanto,el.movimiento
cambio,~l moviIliientoasuncionísta desemboca en la. U'-'.tiU'-'
tfea prouundadalx)fPí6 XÍI elI de noviembre dé 1
En el concilio Vatfeano II vuelve a brotar eltema ",_. ',...;,.",
Concilio sustituye el término de mediación refericlh;Marlá', brar la 'reunión de :una cQmisiónl durante e¡'.v(JIllI~res.o)
«maternidad en la economía de la gracia» (LG 62) o de «influjo ... Czestochowa (12~24 de agosto de 1996), reSD01:ld¡,o:
salvación» o «misión maternal» (LG 60). como son propuestos, resultan ambiguos, porque j.JU'CUI;;;"
En la encíclica Redemptoris Mater, de Juan Pablo II (1987), el térmh modos muy diversos» i' además,. esos: títul()s «nlec(~sít,an-':€Itl
no de mediación reaparece en primer plano en la tercera parte ti UWl\fq " más en ellos' dentro de una· renovadq perspectiva tn.Rl1:fallJ
«Mediación materna», que se explica, con fidelidad al Concilio, no gica y antropológica». Finalmente, lacomisiónm,lRti?rre,l~l
como mediación junto a Cristo, sino como «mediación en Cristo» y distanciarnos' de la opción deL concilio Vaticano
«m~di~ción participaclfl» (RM 38). nir ningún dogma (a.pesarde la. petición 'exlJlü::ít¡LÍ()rnlulJaI
obispos, durante la fase preparatoria, para que se.ldetmlerBl~la
universal de María),.y también por «las UllU.. Ll1LClU,":".'.~;VUl11:U:OJ.·ll
1. Movimiento en Estacl()sYl1ido~ implicada una definición dejos mencionados
en favor cie.lquint()dogma mariano
< " ." \' : ,. '-"',' <'"
En el campo ,teológico se escuchan renonanciasj iqU~
'.,' :
se muestran de acuerdo con la formulación del quinto dO¡;m:l¡;
A fines del ~iglo
~" :¿<:,.: '~J'
i), ' .
:xx se observa
. .
una" corriente
, \,'
que'.'
lleva a cabo
. .:.-
un «retQr~. -','¡ ,_ ,~;:/
en general·siguen la .trayectoria de la prudente respuestti
no a larpariologppreconciliar,recupeJ;ando teflJlinología1?como.mediadp(i comisión de Czestochowa. Principalmente Salvatore
ra y corredeIltoJ;a, que había abandonadq. el concilio Yatic.a,np 1I, y con notar que los' títulos de «corredentora, mediadora, . ClLIV¡':,ClUCl"i,
un movi~ient~
) ;. .i , _ ~
que tiende a. su definición d~glllá.tica»3. Aflo;a ciert~
J , ; - - - - ,_ - __ ,'_, •. ,' • -' - '_' ,\ )
contenidos diversos y, por tanto; no. deben utilizarse imiiÍ(~rent(~'f
preocupación por el sector de los denominados ~<nostálgicQs» de la, vieja
" ,,: ",: ':.,.' ,;: _\:..' . /' _ ,;,r'>, " '(" ~ >. '''1 - ". '" " - ;'; -', 'i -!;~-
mariología, los cuales, traumatizados por las. aperturas del Vaticano 1I,
optan por «regresar a los viejos métod?s» 4. 5M. 1. MlRAVALI.E (ed.), MaryCored:emptrix, Mediatrix,Advocata.
u:wards apapal d:efinition?, SantaBárbara (CalifOrnia) 1995; Mary :nTPnprYlhtr:;'X:.
Durante el último decenio del siglo que acaba de transcurrir, se de~ v;cata. TheologiClil fouhdations II: papá; pneumáiological, ecumenicál,
sarroHó en Estados Unidos el movimiento Vox populi Mariae Mediatrici" 1997. Cf también B. GHERARDINI, La Corredentrice, en Divinitas 40 (1997)
dentrice nel mistero di Cristo e d:ella Chiesa, Roma 1998; N. CASTELLO, Maria
que promovía la ide,a de dirigir peticiones plebisc~táriasal Papa para qu~ Una verita in cammino, en Palestra del Clero 76 (197'7).759;.766; S: M ..Mi'lNELLI;;!id
mariana. Lineamenta, Castelpetroso 1996; ABURToN CALKINs;TowardsAnother
Aresponse to father;AngeloAmato, en Mar.59 (.1997) 159-166; AAVY.; Maria
,3 Cf B: SESBOÜÉ, Peut-on encore parler de Marie?;en Christus 183 (1999) 264-273. Storia e teología, 2vols;' .Frigento ,1998-1999.
4 S. CECCHIN, Maria, un dato fondamentale per il «pensare» cristiano. e francesciino, en Anto" 6 Declaración de la comisiónderCóngtesbde~ezestoch0wa; en l:Usservat,ore,
nianum 74 (1999) 501-526. de junio de 1997), 1 0 . '
··,«Míentmisique •. los •.tft:ulós.de·Merliaaora·.·y·Abogadiumúestrau·.tiria profuhdam~n:~ee.rm~ln:IlisterioHe;esta·c00per;adó1l de~
•gninde yatitoriza'da,·trádieión ..patrística;eclésio10gica.;nmgisteriak.y salvífi¿a .de 1(Jristo»:W .•.seproponetambiéri.o.L" ..L'-'J;L¡;",uJ'v.«.• ~ •
mariológica, no pasa 10. mismo con eLtftulo.de.eorn~dentora;que·a vistel: efe que,. desde Kiqnt,eb hQ111pre '110 ·deIJe~~er.(0)Q.Sl(:t~
causa .desu problematiddadlingüfstica,· cnist010gica,ecu}1lénica.~)y medio,;sln:o.ünicamentecomo.un.fin; y, po.r..
pastoral, no fue nunca mantenido por el magisteriO' de las.j\ertdclic~s~! ción>?'.Uegá:a ser equívo.co.eAnepto'para .exp'resar¡la
de los Romanos Pontífices. Es un título frecuentementequestionado el ámbito católico serecurre.a la categoría de "tJJ."''''_L~'"'.LU''''"
podmtorizados exponentes de la teología, porque no dice illmedia61 en el campo reformado, H, Ottprefierehablar)f'lA'>f";;",n,,,'
y claramente que la relación entre eristoy la Virgen es absolutámen4
te "asimétrica"»7,
Jean Galotrecuerdaque «María no. es mediadora de la gracia que «la doctrina católíca eS.esencialmente
ella reibió personalmente en el pdmer momento de su existencia»,.y cooperación..de María en la obra de
hace· notar, entre otras cosas, que si se atiene uno alsensusfidei, seob"
serva mucho. más . frecuentemente la verdad de la maternidad· espiritual
de María que no su mediacióri8 •. Por su parte, Angelo Amato sostiene
quej«para llegar auna definición ~onarregloa 10 que sucedió con .los
dos últimos dogmas pontificios católicos-,: se necesitarían, por 10 me" títulosnó encue1).tran· apoyos bíblicos directos, mIerltnlS'(lU€~f)e
nos, tres elementos: un difundido movimiento deopiniónj el impulso la «cooperaci6n>~tiene cabida en la actuación dehplan"""""U'1t',
deLmagísteri0pontifieioj la aportación de los teólogos. Ahora bien, el (cf 1(Jor· 3 i9)o. enlatarea de la Iglesia y, por tanto., UC;,'LV,Lc:U
primer elemento se halla todavía demasiado localizado; el segundo «es influencia,del Espíritu; En conclusión j no se apoya Le<.""'U'"''''!''"'''
amplísimo y convincente»jel tercero aparece como insuficiente, sobre toria,' sino quesereniitea un.«renovadoestudio· u .C;""U::;,>~,U
todo en aquella zona eclesial que fomenta las peticiones9., bíblico» 12.
René Laurentin obserVa. que la palabra «mediadora»,aplicadaa VolvieIldo.s.obreIe1.temaen el año 2000, ·la
María,tienestÍ parte de verdad, como atestiguan varios episodios evan.. riana' Internacional dirige una:: carta a los culti aaIJre:s:.ale;~la
gélicos, .pero el uso que se hace de ella «materializa la obra espiritual enJaqueexpon.e,: uJ.1a.ptopuesta en favor de la médiadGn
de nuestra divinización, tal como percibieron tan profundamente los tiendo de la véleráCióridelaIglesia potMaría «rrledladLQr:oc~)
Padresgriegos»jasíque es necesario, el intenso empeño de los teólo~
g<?s~<poffuIldanlentar mejo~' exptesar más rGsb¡meritey penetrar más
10 R. LAURENTIN, Pétitior¡s internationales. Pouru~défjnition.dogrr¡gtiqu.~;d~¡/p;
carédemption, en Mar 58(1996)429,446.
7 S.M.PEltRELtA,Mariaserva del Sign6re e.della redenzione. Tra richieste e approfondimenti¡ 11 Cf R. LAURENTIN¡ Le proble.1n~ de la médiation de Marie dans son dévl~lobl!Jemen
en Miles Immaculatae 34 (1998) 270. son incidence aujourd'hui,erflkrubJ.ddúMarianell'oggi della!8hiesa e del /lf,U/WU;'C>"",/JC
8.·8[J. GALOT, Mária' Corredeiítrice~ Controversie' e problemi dottrinali, en Civ.Catt 145 ca, Roma 1978,.W33; H;OTI;,MáTiá:netmisterodet Verboincarnato.
(1994) III, 213-225; Maria mediatrice o madre universale, eÍlOv.Catt 147 (1996) 1, 232-244; La en Theotokos 3 (1995) 585,594.
ínediazionedi Maria:. natura e limiti, en Civ.Catt 148 (1997). IV,13~25 .. 12 1; M. CALABUIG, RijIessionesyJfd..ridíiescadellá definizione dozrn:atiicacii.«ll1aTifai.c(
9 A. AMATO, Verso un altro dogma mariano?, en Mar 58 (1996) 229-232. mediatrice e avvocata», en Marianum Notizie-News 2 (1998) n. 11,4-5.
Mater, la cafta 'mantiene quei esdndu.dablelquehaY que atll:ibuir>'arMaríª,
una. «cooperacióh•. participada.>~>en:la :«única:!ll1Edíadón.del RedentQt»
(LO 62). No hay' queregresaralenfoque>precoRdliar,:;:ya'superacfo, sirio. Delahistotia de los
·ddgrtias. acercad'clJla'Inmactilad~
que hay queavaniar siguiendo la trayectoriade10onilio¡cómGrhizo}uan la Ásundóhsededuce que, si elm6vimientb de pr'onlO<:;W
Pablo II, ofreciendo una solución que no deberíasusdtardificuHades:'¡ es decir, está sostenido por eLseríSUs fidei, que se tr~[nstotm8
consenstís.fideí:porpatte de toda) la Iglesia; entotlcesiese~l
«Siguiendo la trayectoria.de ella [de laconstituciónLumengentium]¡t irresistible y llegara a laaefinición~ Pero no se alcaru~a:r:~
Juan Pablo Il consideró extensamente la cooperación de la Virgeúen1a intervención de 10s teólogos que' desaten los nUido¡¡.:m~ll
obra trinitaria de la..salvación bajo las categorías de "mediaciónenCris~ muesttenel buen fundamento.teológÍéo de
td' y de "mediación maternal", esdecir"comouna función particular Ahora la· tarea que se perfila para los IL.LJLV'''V''
deJa matemidad. universal de María en el orden de la gracia;. amuchó~ mediación de María es la de. afmonitatlacon
teólogos, este enfoque de la cuestión delamediación de Maríalespa~ es decir, de profundizar erteUa ...:..según la indicación dé.
rece más rica, basada en un buen fundamento bíblico (cfln 19,26~27)\ Czestochowa (12~24deag()sto de 1996)-:«dentro
más ·conforme al sensus fidelium,. menos sujeta. acuestionamientos» 13i, perspectiva trinitaria, eclesiológica yantropblógica»¡'
Así que la problemática de la mediación maternal de María. sigue La acusación de cris tomonismo, lanzada por teólogos griego~::¡
estando de actualidad, siempre y cuando. se le dé un nuevo enfoque teología occidental, nos preserva de concentrarnos hasta tal
que tenga en cuenta las posturasadoptadasporel.concilio Vaticano Il Cristo que olvidemos el teocentrismo trinitaTio 15 . '
y por la encíclia·RedemptorisMater de Juan Pablo 11 (1987), con.:eLfiri Indudablemente el cristdcentrismo se 'mantiene , porque '.
de evitar cualquier equívoco teológico yde volver a proponer; de forma tituye el punto de convergencia y deitrádiaci6n,< el núcleo
culturalmente adecuada la participación de la Virgen en la única me~
15 El cristoceÍltrismo es presentado como problemático en el año 1980 por J.
diaciónhistórico;.salvífica de Cristo.
se plantea la gran cuestión de si Dios o el Cristo representa el polo de atraLccíéin .. d
cristiana. Para el autor, la orientacíón;bipolar de la fe tradicional queda rota en
13 PONTIFICIA ACADEMIA MARIANA INTERNATIONALIS, La Madre del Signore. Memoria, presenza, con. Bérulleen favor del cristocentrismo, que triunfaría unilateralmente en
speranza. Alcune questioni attuali sulla figura. e la missione della beata Vergine Maria, Ciudad del la teología de la muerte d~ Dios. Cf J. MILET, Dieu ou le Christ? Les rnn~"f11len(;eS"(1e,
Vaticano 2000, n. 52. duchristocentrisme dansl'Eglise catholiquedu XVII siecle c¡nos jours.
14 G. C01TIER, La mario logia dalconcilio Vaticano II adóggi, en rOsservatore Romano (3-4 París 1980; G. MARCHESI, Dio o Gesu Cristo? Il difficile equilibrio teologico
de junio de 2002),8. Civ.Catt.131 (1980) IV, 452-466;'
c'oordinad'or de. t'od'oehptil1rsalvíft~'o,,~tlffiU1" !2.F$··:H~blc·2A;¡~.TF·c-\iP
• - \. """ ,., p' .F
.1.:tr,:·
"L, .:r.,. :.L. .:!.-, .•],., Qil! 5,/1r7; cf4,i34jili7;4).2 tos¿evangeli'os hablan·d;e.las; «.(')'r:)raS~)oii
Jn 4,42).A la luz del.Nuevo Testament'o,.«todaqaexiste~éíade Jesús (Mtl,2),iique fue';«prQfeta::poderQso;~n0btasiY'eITf]JataOras»;¡~.\L(
está animada p6tlac'ondencia¡dé.s.er .eLrn~diqddr histórkb:"sal~ífic(»~¡ L'os; demás 1ibros¡:ien'part"kularil'os himn'os icrisw1ógiC'os;,
p'orque él pretende i que«pr~dsamente ~n su. inodoimü:mdidonad'o':Y- universalidad de la acción que.se sigue de la gl'orificación
universal. de amar, Di'os se reyeledefinitivamente>n6. el misteri'o pascuaL ,Ni siquieraah'oraque estáertel"""""'''''''''i'''''
Pero Jesús. es incomprensible sin:; la; referencia al Padre:y-aLEspírittl~ unasivacaci'onesíÍiesiánicas: él, c'ontinúa siend'o. el
No se trata, por tanto,de establecer una'opdsición entrecrist'oc:entrismo salvación. Jesús. expulsa losdem'oni'os «con el
y te'ocentrism'o, p'orque' «el te'ocentrismocristiarióC:'onsiste pr'opiamenté 12,28),1'0' cual sighificaque también el Espíritu Sant'o .
en la afirmación del Dios trinitario, que nos escorlO.cido únicamente vidad. divina sobre la Iglesia y sobre las pers'onas co:nCl:et:1S~Jll:
mediante la revelación en Jesucrist'o» 17., Sin embarg'o, a causa delcará~~ «el Espíritu viene. en; ayuda de nuestra flaqueza» (R'om
ter abs'olut'ode Di'os, sigue siendo verdad el queCrist'onQ ag'ota eLpoder Paráclit'o;el consolad'or: está cerca de n'os'otr'osydentro
sálvífic'odel Padre,. que nos.e líga exclusivamente al Hijo. «sacraméntü hacer que l'os frut'os de vida maduren en n'os'otros. "",iHU."~~J'~
universal de salvación». Enefect'o, hay que guardarse de ,c'onsiderarál elaut'or de 1'os icarismas que s'on de utilidad de.lalglesiai .'
Espíritu c'om'o mera. «función». de CriSt'oí privándolo de la «indepe~"" El text'o fundamental que resume la acción de Di'os
dencia hip'ostática y de la plenitud pers'onal de la actividad ec'onómica» paulin'o, según el cual las criaturas c'olab'oran c'on él:
(Y. L'ossky): el Espíritu está 'operand'o desde la creación.
P'or tant'o, es necesari'or~afirmar«el val'or salvífica univerSal del «Un s'olo Di'os, Padre de t'od'os, que está s'obre t'od'os,
ac'ontecimient'o~Crist'o», per'o en el c'ontext() de la acción trinitaria: t'od'os». (Ef4,6) ..
«Se trata de situar YC'ol'ocar el misterio de .1asalvación en Jesucristo. Elsentid'o del text'oqueda bien aclarado por un'o delos
dentro. ,del ámbit'o deLempeño.tripers'onal.deDi'os, Padre, Hij'oyEspí-:: nesGümentaristas, quienJ'o interpreta en elsentid'o de
ritu Sant'o, con respect'o ala huníanidad,.através de t'odalahist'oria elección divina, s'omos mediad'ores para l'os demás en la
de la salvación»18 ¡
eclesial:;
La Biblia p'one de relieve la perenne acción.creadora, liberad'oray «Diapánton, p'or t'od'os, n'o se puede entender sin'o en el
salvífica dé Dios. El.Padteque «hiz'oel ..ciel'o y la tierra» (Sal 124,8; cf 'lmediántéitod'os" y significa'que t'od'os (los cristian'os) s'on
SalJ21,2), intervieneenlahist'oria de Israel c'on.braz'o p'oderoso (Neh instrurrtent'odeLúnic'o Di'os, el cual, queesúnic'o, actúa
6,16; Dt 5,17; Sal136,1O~25),«está trabajand'o hasta este m'oment'o» En Pabloesdertamente.una expresión singular. El ~ _-t' v' •••
'16 E M.ANZI, C!esit. C~to: il med~to:e. storico-salvifico definitivo nei vangeli sinottici e nel vangelo l'os miembros dela tomunidad, p'orque est'osreciben y
secondo Gwvanm. Spuntl teologzco-bzbhcz per una cristologia deivangeli, en «La scuola cattoliGa»
127 (1999)694-695; todo el artículo 663-734; fuerzas, ministeri'os» 19.
,17 COMMISSIONE TEOLOGICA INTERNAZIONALE, Teologia-cristologia-antropologia en Giv. Gatt
134 (1983) 1,53. ' . .
18 J. DUPUIS, Il cristianesimo e le religioni. Dallo scontro all'incóntio, Brescia2001, 307. 19 H. SCHLIER, La lettera agli Efesini, Brescia 1973 2, 298.
'Eh cuanto ¡:tIa intertDreta'c;i6ti,te(jlQgica de,la aéi;:;i611. cl~IDi()s
toria yen.lps.sereshuman~s,!diljtin~alIlos.con:Haris!Kessler <~et{Clt1ro en
fundamentalesy..planós r;¿¡.tj~¡r01iaLe'.".; nO..n~aU.CIDleS lQS iU'¡l.oS~::t.lCIS;:OI:rQ)~ demás :eÍlél se reflliz:a'Jáli;k8ldcilóri ;&iTÍna;nie.dliarrt~~'Ka;:a:~~
, Kessleihabnap6didoañaélida
«1. La aeóón creadora de Diosdirec;ta y. sin. inediádiónde C'rll':/t1i"U ofrece uriejemplo;inigualable.desinergiavvvlalJ."'~
2. La aeóón creadora universal y. permanentedeJ Dios (Le 1,26~28)parala com:epción deL Hijo UC·.iPLl:Ji:)!;'P"·
de criaturas: por Dios que es. la callsaprimeraque "",,,,uvU'-;' ya sea como eausasegunda (ofreciendo. u ..;Cl\:;."'lV.l:l1 IJ.J
causas segundas en la;a,utonomíade acción.dé las LLU"UJ.a",,;;,' ya como: eausa instrumental.· (siendo elevada.
3. Laaeóónsalvífiea de Dios mediatizada por. agentes sobrepasa las posibilidades de ella, .por ,'';' .. ,~.•. ~
wnfiarselibremente a él; han sidoeapaeitados para pmducir la obra divinaeri María supera las PU:SIUll1Lli:l!¿jlCi:);;1:1
que supera suspmpiaseapaódades naturales (actúan '-VJ.f1V:.'-GtU intervención de la dynamis del Espíritu
instrumentales) ; instrumento vivo y persónal de la accióndeJDiQs.
4. Laaeeión resueitado.ra Otras veces, cuando María está dotada de¡C:aIls11b.asi;¡O~
humanos»20. nentes, entonces su ae:ción procede de. ella, dotáüa
ejercicio.de los dones recibidos de Dios (causa,,~;;.V".".""""
Evidentemente, aquí no nos interesa la acción inmediata de caso como en el otro, la acción de María es «o'ob'pel:aG;i@tÍli>~
relativa a la creación .ya la resurrección (puntós 1º Y 4º), .sino Lo que aparece claro por eL tratado queofrécé ~eSSH~li
ción divina mediatizada por las personas humanas, actúa por medio de los seres humanos a los que
causas segundas o causas instrumentales (puntos 2º y 3º). De ella hasta tal punto que todos los hombres son lllt:Ul,i:1U\Jl
que, ya en elplano natural, «Dios actúa -de manera m(~dlatlZa(1a~pOlr. través de dones, carismas y ministerios, que ellos deben ej
las criaturas- en todas sus criaturas», respetando la autonomía realización del plan de la salvación y, por .ülntó, d\.-\:uau,",,'"
mismas como causas' segundas. Mejor todavía, Dios actúa ,«a través' en ventaja de los otros. También Jesús es mediador
la mediación de actores humanos que se abren (en la fe) a Dios, Palabra actúa por medio de él en el.Espíritu;
conceden libremente espacio en sí mismos y en su propia acción»: tenderse como situada errun plano de
concret:LBasilio- si es igual el poder del Padre
«Aquíse trata,más.allá de eso, del hecho de que agentes llU.LllGt.llV"·, «similarmente del todo igual la acción (enérgheia) de
·los cuales se confían libremente á Dios, sean elevados guese de ahí que Cristo:
paces (ahora como "causas instrumentales") de la causalidad y fuer~:¡t
originaria de Dios de producir un efecto que sobrepasa las facultades «No es un instrumento,nidesarrollaun servició rl"ltl'l(}A;!';(
de ellos y que, no obstante, es un efeCto de ellos»21. que cumple creativamente (demiurguikos) la voluntad
riam situándokrenuna formulación más amplia y más eXj)l1<2:1t::lmlen,tj;}; Iglesia uripápermás importante eh
fa. obra .
respetuosa del plan de hsalvación:«AI Padre por Cristo ,en protestanté>tiéne buéh cuidadO ele preservar'
con y como .María» 2\ toda cooperación eclesial en relación é6n la
de. Dios eh Jesucristo:
60,61)0 a la mediaci6n materna (lUvi,.garte III). Porsuparte, elÓrvP? que conduce a Cristo hasta nosotros, o que a nosotros
de D olllb es, 'después dehaber recordado:<la absoluta pri6ridad divina» Cristo (VD 1, 13,22,49,157,217,262).
{n.2f'h}d~ehay que rtrspetar siempre, propone lbs té[minosde sinergiq,
y acogid~:>" ., . o '
3. Conclusión
«Ella coopera en el acontecimiento único y universal de la salvación
[... J. Sti"cooperací6n" no va aenriquecer a Iaacdón de Diosy,'desqe Resueltos los nudos teológicos y culturales de la mediación
abre el camino hacia su dogmatización, si el magisterio de
32 H. Orr, a.c., 591. considera oportuna para la Iglesia y para el mundo. Una '-AJ.¡;;'V'iL'
se' hace· sentir más' ,expli~ita~e~te";~neFdiálogo' ",,,,,"",0..··... ,...,...'0
eventwIHproclamación.d"elql.lirltó ··dogmailiafiaiib sea\~~JrutE)
maduraci6n de todo el pueblo·tristianó,.fibsólo deAascind~¡
dos antÍ.guos, ¡según la costumbre de losprÍttierosisiglós¡ sin.d '-UULUL'-.U
L
. . ... taday celebrada con el máximo ernp¿ñ&pór .'
. alláde los aspectos turísticos y econó:m.iebsqtie
consigo,fue cónsideradopor el Papa: cómo:
mente espifitual:una cita· con el Cristo de lahistÓriá, fiaCldl(')
María, y con el Cristo de la fe,mueIto y resucitádopOi"
la liberación de los hombres del egoísmo, de las
de la muerte; La bula de convocación del]ubileó{29
1998) concreta:
2~ Encomendarse. a María (8 de odubrede 2000) cado, que fundamentan la acogida de María como
los cristianos, que él denomina claramente
La encarnación es un «misterio supremo» (LO 65) que no se termina a»). Si el ministerio pontificio del Papa velmdlO(le!lel~)S
nunca de examinar. Es un misterio,compendio,y,superación de la antigua actos de encomendarse a María. (el más solemne es·er·
o. primera alianza: Dios se había insertado en un diálogo de hechos y 1984 en respuesta a las demandas de Fátima), vemos
palabras con su pueblo; ahora se identifica con el.hombre; Es un misterio importancia programática el recitado en el pórticO'
de kénosis y de glorid: . el Verbo se despoja de sus prerrogativas. divinas .y Pedro juntamente con 600 obispos (8 de octubredeF
asume 10s límites.de la condición humana (Flp 2,6,8; lCor 8,9), pero No es ciertamente un acto desligado de la hlEitolna,,;¡pIDli
al mismo tiempo irradia entre los hombres la gloria divina (Heb 1,6; Jn impregnado de profunda preocupación por la
1,16). Es un misterio salvífico, porque «por nosotros los hombres y por y en ~odo alguno está orgulloso por los.éxitos.del
nuestra salvaciónbaj6 del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó se encuentra «ante los desafíos que el futuro esconde», .
de María, la Virgen» (Credo niceno, constantinopolitano, DH 150). Es un un grito de alarma que quiere responsabilizar a los
misterio de diálogo, en el que Dios no impone su voluntad ala criatur? que efectúen las decisiones justas. y estas no pueden
libre, sino que pide el consentimiento de la humilde Virgen deNazare~ evangelio deCiisto:
(ICor 1,26,38). Es, finalmente, un misterio~códigoi porque contiene.en
germen.el futuro modo de actuar de Dios: la.. colaboración de MaFÍa «La humanidad posee actualmente instrumentos
con el Espíritu en la realización de la obra maestra de la historia de la de itumdi:i:a:potencia:
salvación, es decir, la realización. de la encarnación del Hijo de Dios; pued~cónverti:r a este mundo en.unvergel,
continúa cada vez que se actúan maravillas de la gracia en la histo:ria "0 reducirloaün montón de escombros.
7
de la humanidad. En particular, María coopera con amor de madre en Ha adquirido extraordinaria capacidad de intervención
el nuevo nacimiento de los hijos de Dios. sobre1osmanantiales mismos de la vida:
cpilede .titíliiarl(\sparai e1;oie?, ;aentrb :déhámbitodelade~:m@ralfl·.· el~mllli~¡kl~e~~tl~ro~de~s!rnaIQjka~.¡~n~~Qb~(ia~~
'0 puede;dederal óligullbmiope secreto;~e¡téfier'e pNtrcipalmentel aja ;«lucha' de
la Iglesia y contra losctistianos»5 .
.La;revelacióndel secretopotparte rde ¡J .u.C'Uy ...:tg.'
HOYí como siempreenélpasadoj oportuna,nosóloi porque desautoriza.el r"' ....'rA.i"
la humanidad. se halla en una encrucijada: durante los años. sesenta(y.muchoscle ..~~v ...,._~ •.
a llc>sotros mismos; a la Iglesia, al mundo entero. ílltegramente el texto del seereto.de Fátima, "pr()pc1rcloh:a,r
Implora por nosotros a tu Hijo querido; fotocopia délautógrafo de sor Luda. Acerca. dé tal;, e prl"p,r(
para que nos dé en abundancia el Espíritu Santo, corclar~I1.te. tocl; de qué época se deriva, en '.'
el Espíritu deh verdad que es manantial de vida». y cuá~ e~.erc()rltenido de las mismas. Por los irlt~enrb12:at(Jrí:()S~01
torcillos en el año 1917, se deduce que durante la
la Qh:ln¿aS~fj,or~C(i?de julio de 1917)fue confiado a
3. la revelación de la tercera parte del secreto un seeretbquená debía ~evelarse a nadie, .cori
de Fátima (13 de mayo y 26 de junio de 2000) .
5 «La ¡yisi6n. de Eátimase refiere principalmente a la lucha de los
Iglesia y contralos cristianos y describe el enonne sufrimiento dejos testlgOS;.G
Una sorpresa para todos absolutamente sucedió en Fáti11la .el13de último siglodeksegundo milenio. Es un interminable Via Crucis encabezaQ(~_1
sigloXX.Conforiné,a.lainterpretaci6h de los pastorcillos, int,>rnr'p!'"riót,·rcln
mayo del año 2000, con ocasión de la beatificación de los dos pastorci, recientementepC)f: sor Lucía! el "Obispo vestido de blanco" que. ora por
llos Francisco y Jacinta: la revelación de la tercera parte del secreto<ql.l.e Papa.Tarn,biénÉI,.caminando fatigosamente hacia la Cruz por entre los
rizados (obisposi,sacerdotes, ;religios6s, religiosas y numerosos. laicos) , cae
Nuestra Señora les encomendó a ellos. y aLuda el 13 de julio del año bajo los dispárbs¡deítin;ánna,de fuego»(CARD .. ANGELO SODANO, enMF,
6 Títul?;~ditorialde1fascíctilo de junio deLaño 2000 de la revista COitlCílÜltíl'l.
1917. El encargo de revelar la sustancia. de este secreto fue confiad9Por en Europa del Este durante y después del comunismo».
co7.; En .el·;a.ñ9~194t=,ü«cÓlliekp€FIl:i'tsodeHCielb»t:.sor¡J:;u(l:ía,e:xplica{:on
; J. , qu~úiban:R¡inaericliafi:á15mundo;pero seexl:in,~uian?al~
claridadénql:Íé~consiste 'els'ecrei:odeEátima:Yiev:élf( sllts·Clos·primeras
partes8 • . ~. espleirdoF/quétN"uestraSeñora difuridía.cori; su.m~~no
PorlaspalanrasHé Lucía V~1rlosqueresultaimpr6pio hablar·de.~se~ ébel: Ángel; señalando la tierra' conaa~maho del,eclh:í
cretos». La vidente habla de un solo «secreto»idivídidoerrtrespartes~ .potente: ¡Penitencia, Penitencia;Penitencia!Y .
inmensa que es Dios: "algo .semejante a,c()m()Js,e;~rer(ft2
La primera es la visión deLinfierrro,'la 'segut:idaserefieréa ladevodóh
al Inmaculado Corazón de María, la tercera habladelas persecuciones un espejo, cuando pasan delante de él": un Obispo
dela Iglesia por; parte de gobiernos· ateos y del atentadocontrael]3apa.i co. "Tuvimos el presentimiento de que se trataba
Lucía escribe la tercera parte del secreto en Tuy el· 3 de enero de 1944: A otros' varios Obispos, Sacerdotes, ieligiosos'y'
subir a una montaña.escarpada,errcuyacimaué::llJ.ll:GU
de tráncos toscos •como si fueran de·azúcar.IoAJ1L'1é::ll.I;;;Ull
Padre,antes de llegar allí, atravesó una gran ~lUlUCl".x;;.'"
ruinas, y medio temblando con paso
7En ehnterrogatorio del canónigo Formigao(septiembre de 1917), ala preguntá:;«LEs pena,oraba podas alma de los cadáveres
cierto que ~e dijo unsecreto,. prohibiéndoti'! revelárselo a nadie?», Lucía respondió: «Es ciertqi·· camino; alllegar a la.cima del monte, postrado
(Documentacao crítica di Fátirna, 1, Santuario de Fátima 1992, 57). En el interrogatorio ofitfal
deIa Con¡.isión Diocesana, (1924), Lucía confirma que en la aparición del 13 déjulio, Nu.est:ia pies de.lagran.Cruzi fue muerto por un grupo de solda,Gto:m
Señora «me confió a mí ya Jacinta algunas cositas, recomendándonos que no se las dijéramo~ raron varias veces sus armas de fuego. y sus flechas, ·y.al:
anadié, pero pudiéndosehisdecira Francisco» (Doc. 129L3).
8 «Bien. El secreto consta de tres cosas distintas, dos de las cuales voy a. revelar. La primera fueron muriendo, unos tras otros, los Obispos, Qé::lIo-C,L\;U9U::;.,,¡,¡
pues, ¡fue la visión del infierno! Nuestra Señora me mostró un gran mar de fuego, que paÍ'ecí~
hallarse en lasentrañas de la tierra. Inmersos en aquel fuego estaban los demonios y las almás, y religiosas y varias personas seglares, varones y mujeres
como si fueran brasas transpare~tes y negras o bronceadas, con forma humana, que fluctuaban clases y posiciones. Bajo los dos.brazosdela Cruz había·
en el incendio; llevados por las llamas, que salían de ellos mismos, juntamente con nubes dé
humo, que caían de todas partes y que se parecían a laschispas que se producen en los grandes .' cada uno de ellos. con una regadera de cristal en la u'lafl{J~l,(~r
incendios, sin peso ni equilibrio, entre gritos y gemidos y desesperación que causaban horror y
hacían que urio temblará de miedo. LOs demonios se reconocían por.lasformas horribles yTe~
les iban recogiendo la sangre delos'Mártires y con
p)igna~tes de animales espantos~~ y desconocidos,pero transparentes y negros. Esta visión dUl;ó alinasqueseacercaban a Dios».
un momento. Y gracias a nuestra buena Madre ael Cielo, que antes Ílos había prevenido coÍl
la promesa de llev¡¡rnQs, al Cielo (en la primera aparición), creo que de 10 contrario habríamos
m)ierto de es~anto y de terror. A continuación alzamos los ojos a Nuestra Señora, que nos dic~ En esta tercer3:partedel secreto, de carácter lllClH;.,au<:tlu",·%,
con bondad y tristeza: "Habéis visto el infierno, adondé caen las almas de los pobres pecad()réil
Para salv:arlos,. Diqs quiere establec:er en el mundo.la devoción a mi Corazón Inmaculado. Si lico, sedistitlguerr.claramentedos escenas:
hacen lo que V()y a deciros, múchas almas se salvarán y tendrán paz. La guerra está a punt~a~
terminar. Pero,si no dejan de ofender a Dios, durante el pontificado de Pío XI comenzará otra
guerra aún peor. Cuando veáis una noche iluminada por una luz desconocida, sabed que es la 1. En la priIlJ.era, un ángel con la espada llameante LU".'-U'-<LU
gran señal que Dios os da, que está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medió
de la guerra,deLhámbre y de las persecuciones contra la Iglesia y contra el Santo Padre. Para y grita tr~s:veces: ¡Penitencia! Pero interviene María que con~;u
impedirla; llegaré a pedir lá consagración dé Rusia a miCorazón Inmaculado y la Comunión
reparadora duránte los primeros sábados. Si· aceptan mis condiciones, Rusia se convertirá:y
dorneu~~hi~y ~~tirigJle;lasllamas. Ratzinger puntualiza
tendrán paz; si no, ella esparcirá sus errores por el IImndo, fomentando guerras y persecuciones claved~<láfe~c~raparte d~lseCreto es el ~<triplegrit(j»: «
con~rala Iglesia. LOs buenos serán martirizados;eLSanto·Padre tendrá que sufrir mucho, varias
naClOnes quedarán destruidas. Finalmente,mi.Córazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre Peniten~i~¡~l'e~it;e~da!»r es dedrí«la urgencia de la
me consagrará· Rusia, y se le concederá al mundo un período de paz"» (Memorie di SUOT Lucia,
Fátima 1980,102 y 104; Tercera memoria,31 deágostb de 1941).
al
conv~r~i~n---a~'l~Ye>;,;como «respuesta jústa momento ~"~""".~~-
está';ca;ra;oteFizadot p;Ó1:{lgr,an~~s~p}¡iligros" ;ldsJ G:ua,l~s Í'Gl~e~aFáLY,esh0za.tlos
ptofe.~íáj;eali~aGatH;,~~~únáiNi~i6h~Brqfétiqa ¡se~eja.1\1;te. a' las; de la:Sagraq¡:t
en¡lasimágenes sucesiv;a;s}}¡Bn:}euántq;anas;imáge!1~s;sJ;lu~sivas,;élJas,lee
Esc.ritura,! que.;nódeseHbenren¡senti(loí:Íbtográfico;!os¡¡detalles! del los
como expresiónjdebinminenteLj nieió punitivo:dduióS3Sqhre. fe1mjJ11.d6:.
acontec.imientQs;wturos»)(Soclano)s;En.cuanto·ál. contenidó,10s:.tres
al"que, se contrapone ,lafiguraflllminosa de ¡Mi1ría¡;Ejlle con su decisión
interpretes están'de.acuerdElen;~er; en ellas laspersecuoionesc01ltrala
en favorde lavoluntád deDios'inYitaimplícit:amente:R:seguirlaa}eÚ~
, "¡,., Iglesia,desencadefladás.dl2lrante el siglo XX;especiálmente ppela¡~u~ia
mediante la conversión y mOvilizaf:l-dolasfúerzas:para.elrhieny;para
salva.ción: soviética1L Estaspei:sonas,i basánd0seademásen lainterpretaci6n:.¡~~J8s
«pastdrcillos» ;confirrnada también recientemente por sod:>trcíá~z~.as~P:r;
dose tanibiénenJainterpretación dada por el mismo Juan.tíatl:l§)2iJ.l,i·~e~~Ji\
«El ángel con la espadaidefúegO;ála'izquierdadelaMadrede
en ello el atentado sufrido por el Papa el 13 de mayo de 1Yt¡'~?~~~j~}llg9(
recuerda imágenes análogas del Apoealipsis.' Representa laamenazá
el «obispo vestido de blanco» «cae por tierra como UL~'~L'_~
del juicio, que se cierne sobre elmundo.Laperspectivade~que ..
disparos dé' arma de fúego» (Sodan.o ) 12• Es verdad que el
mundo. p udiem ser incendiado convirtiéndose en un mar.deJlama~,
por los disparos. del autor delatentado,peroestbse '--"'¡JU'''-<'U¡:'.'c'
no aparece.ya hoy absolutamentecommpurafantasía:eLhombre
intervenci6n de María, que neutraliza las balas que eran ULV'L~~'L~
mismo ha . preparado con sus invenciones la espada de fuego;;
.,En ¡cuanto, ajas diversas' imágenes presentes en el sec;ret:O';'i;iu,
visión. muestra. luego .el poder Gluese.·cohtrapone 'R1a.fúerzáde
Ratzinger las toma en consideraci6n y ofrece una íh1terpn~taqc)n;1
,destrucción ~elesplendorde la Madre de Dios-'-,y, procediendo¡en
lica, válida para todo tiempo:
ciertomodó.de ese mismo esplendor, encontramos,eLllamamiento
que se hace alRpenitencia»9.
«El lugar de la acción se describe con tres símbolos:
carpada, .unagran ciudad' convertida en ruinas y, tinarrnelJ.teTm.nru
L La, segunda se encuadra ante una ciudadenruinas,ante uI1.:C~:':
mino sembrado de cadáveres yanteuna montaña escarpada qde.está . 10
. '.1ª: terc(!ra parte, de1"se7r~to'1'.
«Las. vicisitudes a las. que hace referenCla
coronada por una gran cruz"Allá, 'en lacima;sedamuerte.aLobi~p¿ recen ya como pertenédent~s al pa,sado» (Card. ~~ELC> SODAN?, en ~§~3). "
11 No es un misterio páranadIe cuanto,sucedlO' en la Uruon So:nenca.a '
vestido de blanco y a otros obispos, sacerdotes; religiosos y religiosáS:; 1917: después de la liquidación de las comunidades cristian~s, persegUldas con
varones .y mujeres seglares. Al pie de la cruz, dos ángeles derram~~ dad por Lenin, fue Stalin quien inició una .guerra.contra DlOS y, .
hombre .eh la quelperecetían,al menos qumce mllloIlesde personas. §'m effiPargq¡¡
sobre· las almas Jasangre de los mártires. Las ,interpretaciones ofici.~~ contem~la aquí ef:1p'rimerlugar a la Rusia real consus ar~hipiélagos Gulag,
sino qüe' se' cóhViérfél,énsímbolo; de todás aquellasnaclOnes' o
les de los cardenales Sodano y Ratzinger, así comede mons. . "
elPapa e!lJa.honpJíad~lP ,de IIlay~ d~l año ~OOS-0ri?hi~ron «la~ dos "'~,."",,",'
valoradas por Lucía, coinciden en considerar esta escena como campos de concéritracü5h y de extermiruo, las hmpIezas ~trucas y las ,
Il), todos·ellosfuerou;fenómenos.criminales contra J~~VIda y contra el
1Z Comentá Ratzinger: «Enla visióuse m~ta tambe~ ~l Papa,c~ando
en que yacen los mátiliés. El Papa; después del atentado del 13 de mayo
• 9 «De este modo se subrayala importancia delalibertaddeihombié: el futuro~~l~j que le trajeraneltexto de la tercera parte del "secreto", ¿no ~eco~ocetía en
destinoT EstUvo muy próximo a.la frontera de la muerte, y el mIsmo
determinado, úimucho'menos, de manera inmutable, y la imagen que'losniños' .. . i·. '.
en absoluto una película antidpada, ge1futuro, .deL.cual ya nada pudiera '-'''JLlUl'~l''', lassiguient(¡fpálabias~ 5';;~Fue uiúímano matemallaque' guió latra'yecl:0rl:n1e
de la visión se produce, en realidad, únicamente para recordar en .p,rpn<IT1{) agonizante S"4eW,,Q (!n ,el urnbr~l d(! laTIluerte"(13d.e ~ayo de)994
dirigirla en una dirección. positivá: Por tanto, el sentido de la visión no es él de mc)str:ar¡i1Jp1~.¡ "maríonúlternaY'llayadesviádo en este casó la trayectona de la bala
película sobre el futuro fija~o irremediablemente. Su sentido es exact~mente lo contrario demostrar una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la
movilizar las fuerzas del éambio p~ra él bien,; (Card. }oseph Ratziriger, en MF, 5 8 ) . ' capaces de influir en la historia, y que al final la oración es más fuerte que los
es más poderosa que las divisiones» (Card. }OSEPH RATZINGER, en MF, 61).
·cruz de troncostosC0$¡.dj;¡'kmotitañaNdaciudad¡smlb()Lízah'ellu~;atcl~
la'·; historia·hllmana)cbIp.ufatigosaascensi6rí.}·had.a lo;-altt?i
como lugar de la humana:creatiVidau·.y:coll1vjve:rtd.a;;ber
tiempo como lugar de las elestrucciones;>conla8';cuales el HU'HUJL ;Podembs;toIlélli'ir haciendo notar la L'JJ.1"-1'-''''''--''''
.aniquila.la obra' de. supropio·trabajo.Laciudad.puedeserlugar.I::1C:"\;;\2,\. . . . ría en Fátima, desde las apariciones hasta el
munión y de progreso, pero tambienlugar del peligro y de la· a mena2:a pecadores que desemboca en la condenación ete:ffil3.,
más extrema, meta y punto de.orie1l.tacióndeJa.hist0ria. el dminodela salvación, en la comunión LVJl1"""'1,",'O'
la. destrucción se ha transformado ensalvación;¿ la cruz se aLza.C:OlllO particular, en eLrosario): y principalmente en
signo dela miseria deja historiay'como promesa para ella» 13. al Corazón Inmaculado, "que> lleva consigo.
reparadora (en un contexto de solidaridad LU"'. ·.1V,
Volviendo másespecíficamJnte a Fátima, Ratzinger·explicala.r{}f€f~ según lanlleva alianza en la sangre de Cristor9;~
rencia de la sangre de los mártires a la sangre de Cnsto: de 'intensaespiritualidadque se despliega pira Il ''''· .... 1'
logia, Temi 29-30 set¡embre 2000,147. Cf,del mismo autor: Dogmas marianos y política ell
62.(2000).77-167. . . . ,
.18 C. .Bol'I:, Mariologiasociale nei documenti di;lmagistero, O.c., 148.
1. María, uh fenómeno permanente
La historia no cesa de exponer los beneficios dé la figura; de María 3;1dldentidad de. Marfa e inculturaGÍón
en la sociedad en la triple dirección «de la doctrina, delamoral y del
cl.llto»ll, ya¡sea con elpoderuníficadordesl.l patrocinio, o bien con las Unanalisisde las diversas formas quela.lm:lgen C1edJl1lana';al;¡]
instituciones. hospitalarias y caritativas surgidas en su nombre,' oiguaf~ raritedosdiversos siglos,;demuestra quee'sa .~U'UFl,~~~
mente c::ontribl.lyendo al respeto y alaJiberadón de la muj er; Basta con inculturada;esdecir;determinadapGr las culturas que
pensaren ·la obra de' sari Jl.lan Bosco en favor de la juventud como mi~ dOica las,cuales!MCina ofrece; <a:suvez, notables
sión quelehabía sido destinada previamente por Mana, o en la obra diel no nos asombrará el que la cultura, a la par que,la·fe~N
beato Bartolo LQngo en favor de los sectores rriarginadGs de la sociedad; religiosa, influya en la imagen de María, acentuando CUF, ...... LL·VV ••
como son los hijos de las personasencarceladas 12 , súyosJ-verdaderos,·· o·añadiendó· otros aspectos ~ débidosa.·
Con frecuencia, Nuestra Señoraes .. «mílagrosa», interviniendo eh algunas<veces a la fantasÍa~) .
la vida concreta de los cristianos, especialmente en los momentos más 'lc.a~historia;enseñaquehi .inculturacióndela figura'
trágicos, como en tiempo;de.la peste negra b deJa invasión de Italia tesultarsuperficial,;lefl.·la;íne~ida eh que no. afecta alas
cultura,esdecir, delniodo orgánÍCodevivir de un pueb10
10 M. WARNER, O.c., 383. do./Está ¿omprobadó;¡ior,la)histbria el que la cultura IJVfJ··, uu>.",·
11 A. NICOLAS, La Vierge Marie et le plan divin, IV, 388 Y394.
12 CfO. MATIA!, Pompei, en NDM 1122-1129 (ed. it.); S. DE FlORES, Maria nell'esperienza no se .apropia demaIletapfofyn~~laima~enbíblica.de
e negli scritti di Bartolo Lango, en Bartola Lango e il SUD tempo. Atti del convegno storico ... 1982,
Roma 1983, 135-167~ peligro de per}Jetuarétipt()Jierrj·ía~ ip.atianas. o . .
sacfalesn;.I)emarxera"s~rnejáritej;2úandoM:ríácnn;ofrece'~a1uÍlcódígq tanefqa(l;. b~.J ,¡p~Fpi:sabl1<eitQd(). eLN1aghífibat:uo'~.P!
moral asimilabl@eri unaiépaca'determiÍlada, mientraslque:sepr@dilc€ ······eOm9,unai·aprobaciórr.obedien:t~b¡pacienté cre¡l§UlU'¡
utr hy{ltus. entre.·la imagenestereotipada;deiMaría~y Jasexigencüis de ·bocadei t0aría;se .ponen actos dlrlgHlos,,,a.•C;;:¡IIlI:rm:t:1flSJ
los tiempos (por ejemplo;: acerca· deJa iconcepciónde. la mujerJ,efi~ de'modorevolucionario»14;
tonces la figura de María entra en crisis, como sucedió en el período
pos conciliar.
No menos frecuente es el peligro de en[eudaCiondela\1ifgefide Ni~
zaret en módulos particulares y reductivos. Y esto explica las arbitrarias hermenéutica, las inculturaciones
selecciones o acentuaciones de algunos aspectos ,ton, detrimento'&~ espiritual o intelectual con la madre de
otros aspectos no meIlOS importantes.•Por ejemplo, el siglo XVIlcexalt6 de.una focalización de aspectos importantes
la pn~eminencia,1asgrandezas y la condición celestial de . María, perd cristiano;
corrió el riesgo de aislarla y de convertirla en una santa sin semejarrza Si.espredso evitar lamundanización de ,L~ LLS","'~
conlos demás miembros de la Iglesia. En particular, moviéndoseapartif ces ario también eludir la claustración de María en
de la cultura jurídica del tiempo, encontró dificulti:rdes para atribuir a. sagrado, fuera del. flujo. dramático de la
la Virgen el título bíblicode;sietva.del Señor; En cambio, el siglo XVIII Marialis cultus .acerca del·· culto de la Virgen,
insistió en que se precisaran los títulós yen que se moderara el culto reflexión mariológica:
mariano, pero corriendo el peligro de convertir principalmente a María
en un modelo un poco exceSiVari:H~nte abstracto y.a.llsteto, y de' privar ti «La Iglesia, cuando considera la larga Historia
la devoción a María de la afectividad y de la poesía. se alegra al comprobar la continuidad del 'LL'"_"'''.V.'~....,L
En estos casos se ha hecho desarrollar a María una función de «cfr.! vinculaa.los esquemas representativos de la~;.djLversa[s,é:pl
culo vicioso»,por cuanto la referencia. a. ella veníainstrumentalizada les ni a las particulares concepciones
comoseudoconfdrmación, de las actitudes corrientes, mientras que el base; y comprende cómo algunas expresionesde.cuJt@;l
papel de Marí~se debería a ser un papelinnovador y modificadot de la. ,viHidasensímismas, sean menos aptas para personas,
vida (<<círculo virtuoso».): <.a épocas o civilizaciones diversas» (Me 36)~
«En los .relatos [bíblicosl se extraía demás y, al mismo tiempo/de ELpuhto de referencia seguro para juzgar si
menos de lo que tales relatos pretenderían, decir efectivamente; dísfrazaday privada de su verdadera identidad es la '-'v·qucV
. I)e más, es decir, tambiéneLideal social y eclesializado de la mujer, la.revelación.bíblica, donde encontramos algo así ~V'''~~j.L~:
el ideal del laico no~ministro de la: Iglesia, .de .laexistencia eclesial de María, :en.su personalidad yen su
sencillamente [~ .. ]., Pero también de menos; Los relatos bíblicos nos salvación•. En eL María realiza la plenitud de la.respuesta.0
presentan a una María. con notable libertad de iniciativa yespon> propuesta divina. María asume una función prototípica
13Típico sincretismo~ e? el de l~s ~órmulas contrá el mal de ojo en Lllcania, en las que se con- lt.D!WIEDERKEHR, Fondamenti.vitali;en B. SECONDIN~T. GOFFl (eds.)¡
funden elementos dogmancos y maglCOS. CfE. DE MARTlNo; Sud e magia, Milán 19723,.14-16... Esperienza-Sisternatica-Proiezioni, Brescia 1989, 326-327.
la antropología,{bjístiana~des~~rel'~sel1timieF1tódejla;fe"á,laglotificación un'álcan<1e.mu~hó111.ªs;va~to;hasta incluÍF :~hla ""'-,"'I-<Ál'....."
0iad~scristianosanóntm<Vs;{Rahner);3A IVI:;¡m:lSIC'{H1~"'\
escatalógiea¡,Más'aúrl,; .Mar!ro'cles4e;,;1ª<ailllncié1Gi6n:Jtrascü~ndeJa.~ers~
cbmo~tipo:de.la; Iglesiarsino también.cbmo l1:1emb t0':e] 1
modelo de la perfecta unión con Dios, qtie.es:loqueanhelan i todas;las pliacomdnidad mesián:idFeilracterizada "nhlt(;:¡v:jl~¡;¡
religiones (cf MD 3). a;losdeseos: diviti0S.'·'.'
'Eléuartoaconteéimientonoamplía, smo:qlue;it~
10scónfinesdeJa' fe, que no debe t:ll~H_'Ua.LYH'~.0+~!
3.2. IdeniídaddeMaría las que hay que recoriocerla'
;y ampliación defronieras La misión de la Iglesia no tiende a "U".l-LL"U"
sino que consiste en una misión vi€st;>illJitJ!J
Es conocido el hecho de que «el cristianismo ha trazado varias. veces sierva; del Señor y. que :vive la
de nuevo sus fronteras» 15, yen ninguna de ellas; está co;..;implicada la mina toda .invasión de· poderes e invita 'a la
figura de María; de la.gracüI.
·El primer desafío adoptaao pon:H cristianismo primitivo. está repre~ Finalmente, un quinto reajuste de 'Gontines0s~~~lre
sentádo poda decisión de no encerrarse dentro de los confines deL j u. . conéiliarque afirmaique.la Iglesia.de;.\.:..<L.L"l-'u,
daísmo, sino de abrir el anuncio de Jesús más allá delasfronterasétnicas¡ tolica>~,aunquese'encuéntran fuera de ella~.,,· nULU'-''''
«La ampliación de la circunferencia del grupo condujo a la reinvención santificaciony deverdad»(LG 8) .La ll~'..uCl.U'-·
de ;sli'propia identidad», en elsen:tidü de que el cristianismo se .convirtió camenfe:aJa Iglesia.católicaj sinOique
en.universaLPor tanto, la figura de; María pudo emigTardelcóntexto delos'cuales pueden apropiarse cuantos cn~erL~eJa:l¡;l;;F~~'V
judeocristianoa lacult'ura helenística, asumiendo universalidad y mayor
influencia histórico.-:salvífica.· ; .
Elsegundo desplazamiento de. fronteras no es de orden espacial, sino 4.> > María yJos desafíos del·futúro·
temporaL De la expectación apocalíptica del retomo inminente del Se.~
ñor se pasó a la consolidación de las:estructuraseclesialesválidas para Una tarea de nuestra época consiste en n0echar. a'l1,ef~fell~
un pefíodo más amplio: el cristianismo se va convirtiendo cada vez más dejos' siglos fpasados;¡ comenzando de cero, sino en
en Jglesiai con la organización de los carismas y de los ministerios. En el ámbitos;: métodos' y; contenidos ya
ámbito.delaIglesiase des<zubre a María . como colmada de gracia; y de campo;máriano¡ Valorados con discernimiento; t:"\J"j(;tH1UJ
miento de que la Iglesia no .se identifica con. el reino de Dios,. que. tiene Gomo;:escasoíe·.inmaduro.
)~LLa~sucesiónJhistóriGa de los estereotipos
15 O. BEOzzo-E WILFRED, Artículo editorial del número de abril de Concilium 35 (1999)
rnentoactualofrece valiosas lecciones paraque no se
203 •. Todo el fascículo·. está deditado al tema: TrasgreSión de fronteras: ¿surgimiento de nuevas paia~strÜcturar un modelo veidadefament~ adecwldo •. '.
entidades? .
bíblicasübre María,yadácliltura' ·denuestratiempo. s'$omslanecesidad
de no 'perdereleontácto,cóhlaBiblia.paiájflóteeael' !en.una·matiolbgía
racionalparaesctiturÍstica~¡la.exigerH±iade la;.coniur1tÓb..con<eh pueblo enltodo.el:arcú)·dela.teüI6gía;;
para comprender el senSus·fidei ateréadeMaría:y;;evitar éstérilesdisqui: Nunc;ha sido.fácil.estructurar·un discurso 11. l(:HJl~L"J¡::'L,,<~
siciones carentes de contenidos salvíficos y vitalesj·elreéonociniiento 10stiempos'yfieLa larev;elación bíblica. NoJo. será
deja primacía axiológica.deJa lógiCa divina revdada,'sinrenunciara la Pero tal' vez la. ventaj a detener a.nuestrasespaldas¡veinte
inteligencia humana ordenadora y descubridora del significado de María peñO: reflexivo .acerca de Maríapodríáayudara
y. evitando .asÍ el caer· en el positivismo manológico; el compromiso de y pordefetto. El:haber llegado a.un momento én el;<IG:\ue~J(
vivir según el Espíritu y en identificación con Maríatipo dela Iglesia y el dCloiniciadopor Suárez~Nigido; ofrece la OC¡lsíém{pa;F
de la nueva criatura, de modoiquesellegueacierta connaturalidadcon «palingenesia» ~8 de larnariología, .llamada a .rellla(oer como
María; una vida «en estrechísima unión»'cori las personas deL propio paradójica lógica divina, que en María se' pone de.m:anlllesJ;
tiempo, a fin de «penetrar perfectamente. en su fomia de pensar .y. de minara las. personas por. senderos de la Sabiduría
sentir, que se expresan por medio de la cultura» (OS 62), porque sólo la única capaz de asegurarles un futuro en la comunidad.
así podrá ofrecerse .unamariologíainculturada. la Jerusalén celestial.
A¿tualmentelasdostrayedorias que hay que;recorrer sonIa histórico' Por lo demás, el futuro se presenta como muy
salvíficay la: cultural. Laprimemimplica un adecuado. conocimiento de y.tolerante. Superada la interpretación ilustrada de la
la teología bíblica, iquenosólo .inserte a María en la' historia de. la salva' avance de la antorcha de la razón que disipa las LHL.L\..l.JLU"
ción, sino que además ayude a verlaJógicadivina que.se manifiesta en conduce a la felicidad universal, se ve ahora más de 1\ JL llL<1L".'
los acontecimientos bíblicos como concentrada en Máría«microhistoria mundo como «un gran campo de batalla de todos contra
de la salvación». La segunda trayectoria exige la encamación de la figura a
se exprésó uno de los filósofos del pasado» uan Pablo Ir);
de la Madre de Jesús en las actuales culturas pertinentes a las Iglesias '. Es la interpretación bíblica de la historia como drama, .
desde fecha antigua y a las Gultu'ia.s jóvenesyqueapatecen.en América continua entte las fuerzas del bien y las del mal. Desde el
Latina, en África, en Asia ... , con los problemas epistemológicos, filosó, el Apocalipsis, este drama implica a tres personajes re(lrel'.erJlÚl
ficos.y hermeriéúticosqueesasculturas.Uevan consigo. colectividades enteras: por una parte La Mujer y el
En Occidente se observa la exigencia. de quesepresente.lamariología parte la. serpiente o el dragón. Se encuentran en lucha sin
con ropaje científico, teniéndose" en cuenta el carnbio experimentado que la suerte está decretada ah aetemo en el plan divino de
en eLhorizonte cultural; esto .implicaría .«la sistematicidadrigurosa, la que constituye la trama secreta de la historia: el Padre U\..'.-LU'V
estructuta comunicativa· y [: •. ]; la tensión operativa» 16•• A otros les parece en Cristo y en el Espíritu a los seres humanos COl1Vírtí~!ndlol()s:\~
que lo que interesa no ese! sistema, sino más bien una relación expe;.. suyos(Ef 1,4~5) yen la «Bendita entre las mujeres» que nos.
riencial vivida litúrgicamente, como en las Iglesias orientales hermanas. señal de que la bendición triunfará sobre la maldición (RM
«La mariología.esJa teología del futuro, liberada de la interferencia del
17 V. IvÁNov, Dconografía de/la Madre di Dio, en La Madonna a Mosca e a
16 C. MOLARl, Razionalita scientifica e razionali~teologica a confronto, en Rasegna di teologia Balsamo 1992,35,
31(1990)42: . '. ' . ' '. ..¡ " . • . • •••
18 CfS. DE FlORES, Palingenesi della mariología, enMar 55 (1990) 201-209,
visión::acivierte,~ fesmari<Dlog@sqüe;n#se:"tetir~ntle lcfhist()"t1a;paratel~p
bnrár:uFla mari01ogíaaelidémiea\iSiti0qll.e·se>msertén~~en;lá"hlst0tta:'Pail1;
neutralizar las fuerzas del mal yelevar la calidadde;}a::Vida;islguiéndd.a
Criste,h6mbre~n:ueve,y a' María asedada:~a;él;cdmó, nueva;E~a:¡ ;~) ;"1
"Las aparídenes de:Fátim'á; cen éhíltime ~secrete revelade.eneláñ0
2000, ayudan acentemplaren'el mismo sentide' eh}.esarrellóde lá rustGH
ría; Permanece la visión del. Ángel incendiane del munde,neutralizauq
per el esplender, de la Mujer vestida del seLSemárcHahacia¡tiempp~
tiágicespara la. Iglesia y para el munde, durante les cuales no es~ lídto
baja! la guardia; pero lavicteríaestá decretada a favbrdé Jesús redentqr;
a quien hay 'que aceger cen dispenibilídad ycempremisomadurado'en; M;YV., Maria eil sUb n.otne¡iltinerario storitcHe@logico;
la·. libertad y en el amer;siguiende ·el··ejemple deMaría,prímer frute ¡dé cesa: Marie, París 1980).
laredención~
MNV:, Testi mariaTÚ del primo rnillennio, 4 vak, R8m¡f; 1··
máriani del secondo millennio, 8 vols., Roma 2000s'8':'
ÁLVAREZ CAMPOS S., CorpuSmáfUxnuin
AMATOA..,;Im mario logia all'inizio del terzo millennio:DJrna:fGÍ?;í.d
matiche aperte, en Salesianum 63 (2001) 661~ 7
CAtÁBuÍoL M:¡en Memoriam Pauli VI Dé:ibarañt;bi,
:isionemariologica al tempo di Paolo VI.1ravagli@e
(1978»)
GASAGRANÉlEÜ¡ Enchiridion mariartum biblicum ht1t1'i"firüírií\]iI{¡\)lm
DFFrQRES S;,Ib cultO mariano nel contesto 'culturare delltj,¡;'roi~a;'nÉ
Presentación ....................................................................... .
Abreviaturas .............................................. ~ ...................... ! ••
lNrRODUCCIÓN .
María, «sistema de valores»
en las fases culturales de dos milenios
CAPÍTULO 1
MODELO BÍBLICO HISTÓRlCO-SALVÍFICO 1.
María, Madre y sierva del Señor,' digna de alabanza en la Iglesia
1.2.
1. Modelo narrativo histórico-salvífico ..................................... .. 69 1.3.
1.1. PablQ y el esquema paradójico del envío ;..................... .. 1.4,
1.2. Marcos yel relato de la presencia de María en la predi- 2/
caciónde Jesús:.;............................................................... .
1.3 .. Mateo y el relato midrásico:-haggádico del nacimiento
de Jesús .. ! ••• ; ••• , ............... ·•••• ; •••·••• ; ••••••••••••• ; ........ ;.; •••••• ;, ••••••••
1.4. Lucasy la persona de María en los relatos deJa infancia.
CAPÍTULO IV
1,5; Juan y la identidad teológica de la Madre de Jesús.; ..... ,.
MARÍA THEOTOKOS
2. Modelopoético-doxológico del «Magníficat» .... ,................... .
Inculturación helenística de la madre deJ
3, Modelo simbólico. del Apocalipsis: la mujer vestidá del sol .. ..
4; Relieves a modo de conclusión ................. ,..... ;., .................... .
y La maternidad en el área mediterránea .............. ..
752
2. La virginidad de María en los siglos II;III.....•.......................... Padres ....• ;; •• ;....... ;;, ...;;...;...... ;;;¡;:~.! ';¡.¡·.¡U".:,
3. Monografías marianas sobre la virginidad de María (a finales 3 .. Los iconos marianos y.el ~<hóros»del"'~Jn:vJ..u
del siglo IV) ................... :.........;; ... ~,~ ... ~; ..................................... . (787)
3.1. «La perla», ...• ~ ..•....••.;...... '. .•".~ .............................................. .
3.2. «Carta a los árabes», de Epifan.io ................................... .
3.3. «Contra Elvidio», de Jerónimo ..................... ;................. 153 CONCLUSIÓN. Impacto de_la figura ,de, Mana_:~njlél: ""(JI'LUJe,,
3 . 4. Mq.ría, siempre virgen: en.eLconcilio de Letrán (649).:..... 15~ ca y helenística .......................................................... ':
4 .. María,modelp <:le las vírgene.s •. ··· ...:, .. f.;, ............................ ~~ ••••••. 155
: 4.1. Originalidad de la. elección. cristiana .......•. ,.•...•....•.........
4,2. lv1q.ría, inipiadora y. modelo de virginidad .,•...•....•. ,........ , SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO IX
MODELO DE LA TEOLOGÍA MONÁSTICA LAS CONCLUSIONES Y SUS PUNT?S DE RELIEVE ..... , ................. ;'
Mana, mediadora misericordiosa entre Cristo y la Iglesia
XVII .
CAPÍTIJLO CAPÍTIJLO XIX.
MARÍA EN EL SIGLO XX MODELO DE LA RECUPERAG:IÓN
1. El sigloinllominable .....·.... ;·................ ;......, .... ;i.;·,.; ............ ; ...... . 1.; María, persona abierta al Espíritu ............. ;.¡ .. ~·~;,iii·,é;;;¡;•• ,:,;¡J
1.1. «Siglo breve»....................................... ¡.;;.¡.:;., ...... , .......... . 2;,. Santa María.del pueblo.;...;............ ,....... ;,.:.. ;;.;.;; .•;;~ ..
1.2. «Siglo innominable» ........................... ;.. ;........ :.............. . María,.esplendor de la Iglesia ......... ;... ;•. ,: .•;.; .. ¡;.;; .....
1.3. «Siglode la decadencia» ,.... ,......... ,;; ........... :..... ;... :..... :..
lA. «Siglo del ecocidio» o deIa antiecología ... r: ..... ;........... .
1.5 ...«Siglo de Iasprofecías de Fátima» ...... ;.................... ;.... :.
1.6. «Siglo de los mártires» ................................................. ..
2. Cultura del siglo XX ...................... ;........................ ;.............. ..
,··fCAi>ínJIJó'::~t}5m::;l,j/f;)h
MODELQ HIST6RIco~sALVÍmG<;). JI:'.;").t\:ru~Vl,Ld"\lJ.W.
CONCLUSIÓN .............................
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: ..... : ..............................................
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501 1{)" María,. <~belleza que muestra a1. mistetimª~
2; Lavíaic,ónica de labelleza ................................·. ·.·.·.... N •••.•
Págs.
CAPÍnJL<:)jXXV1,:;':'
2.4. María de Nazaret itt:p'¿ispectivá.~narrante/narrativa...... 574 ','.D,::;'::'·'
MODELOKEN@TI<i:ü;:V
3. Conclusión .. ;... ~;,,'.; .•....... ~;;;:.......,:••. ;.¡••',; ••••••• +;;, ••• ::.................. 577
, María,madré,déla:debilidad
2.1. María, educadO'raIded3.'Iglésia ••,::L ............ ,......... ,........ . 2.3. La mediación mariana y la cultura cO'lltempOl
2.2. María, mistagO'gadelpueblO'deIDios .............................. . 3. CO'nclusión
3. PuntO's de relieve cO'mO'¿O'nclusióh";¡ •.. ,~';'¡¡:¡~"""""""""""""
,CAPÍTULO ,XXIX
. . ENFOQUE ECUMÉNICO E' INTERRELIGIOSO
María, verdad. noseparante
1. El JubileO' del añO' 2000, amplia
1. María en el designiO' de DiO's y en la cO'munión de lO's santO's.
1.1. Hacia una acO'gida de María en el mundO' ecuménicO' .. . 2.
1.2. El dO'cumentO' mariano del GrupO' de DO'mbes .............. . 3.
1.3. María, «una hermO'sR claridad»en el cielO' brumO'sO' de
las divisiO'nes ..'.. ;;; •.. ·.;¡ ••••••••• ; ••••• ;' •••••:••• ;;.• l •••••••• •••: ••••••••••••••• 4. Una imagen «agO'nal» de
2. María en relación cO'n el judaísmO', el islam y las religiO'nes
mundiales ..................•........ .'..... ¡ •••••• ; ••• ;;~ •••••••• • ·••••• ~ •••••• ~ •••••••• ;; •• ri
2.1. María,· hija:de Sión.....·.. ~ .. ;....... i ..•......•... ; ..• ; •........ ;; ........•. EpÍLOGO
2.2.. María, mO'delO' del islam ................................. ,......•....~ .... , PRESENCIA DE MARÍA EN LA HISTORIA