Toma de Muestras, Sondeo y Ensayos.
Toma de Muestras, Sondeo y Ensayos.
Toma de Muestras, Sondeo y Ensayos.
El proyecto de un túnel, en general, supone un grado de dificultad mayor que el resto de las estructuras que se
integran en una obra lineal. Gran parte de esta dificultad radica en que para proyectar un túnel hay que contar
con un material natural del terreno cuyas propiedades resistentes y deformacionales no son bien conocidos y
cuya investigación requiere esfuerzos económicos importantes.
Actualmente, los esfuerzos que exige la investigación del terreno se ven compensados con diseños realistas y
afinados que permiten plantear soluciones cada vez menos costosas y más seguras
A partir de los años 60 la geotecnia tuvo un desarrollo importante; pero los intentos de aplicar los conceptos
teóricos a la definición de soluciones concretas chocaban irremediablemente con la imposibilidad de realizar
económicamente los cálculos necesarios. El espectacular desarrollo, durante los últimos años, la
microinformática ha tenido una influencia muy beneficiosa en el abaratamiento de los cálculos que se necesitan
para disponer de un proyecto constructivo afinado de un túnel.
En el momento actual, con casi 50 años de desarrollo efectivo de la geotecnia, el panorama ha cambiado
drásticamente y se puede afirmar que hoy es posible predecir el comportamiento tenso-deformacional de una
excavación subterránea, de 15 m de ancho, con la precisión suficiente como para dimensionar con un coeficiente
de seguridad ajustado, el sostenimiento que debe colocarse en cualquier zona del perímetro de excavación.
Objetivos de la caracterización geotécnica de los túneles
En el reconocimiento geológico de un túnel o excavación subterránea siempre existirá un cierto grado de
incertidumbre que debe ser minimizado de acuerdo con la fase del estudio (estudio previo, anteproyecto,
proyecto) y de las características de la obra.
El objetivo final de todo reconocimiento geológico es conocer y cuantificar los atributos más relevantes en función
de las características de la obra, en lo que se denomina modelo geotécnico del terreno, con objeto de definir los
parámetros que deben ser utilizados en el análisis tenso-deformación de las secciones tipo del túnel.
En principio, el modelo geotécnico debe contemplar los siguientes aspectos:
Estratigrafía
Estructura del macizo rocoso
Litología
Contactos y distribución de litologías
Geomorfología
Espesor y características del manto de alteración
Espesor de los materiales de recubrimiento
Posición y movilidad del agua
Todo ello tener reflejo en la elaboración del denominado perfil geológico-geotécnico de la excavación,
normalmente será longitudinal apoyado en perfiles transversales.
Influencia de las condiciones geológicas
Al excavar un túnel se pueden encontrar tres tipos de condiciones naturales que dan lugar a la pérdida de
resistencia del macizo y, por tanto, a problemas de estabilidad (ver figura):
a) Orientación desfavorable de
discontinuidades.
METODOLOGIAS DE INVESTIGACION
Para alcanzar los objetivos de una adecuada investigación geológica de un emplazamiento concreto se dispone
de los siguientes medios:
Investigación bibliográfica
Cartografía geológica – geotécnica
Estudio hidrogeológico
Clasificaciones geomecánicas
Levantamiento de discontinuidades
Técnicas geofísicas
Sondeos
Ensayos in situ
Ensayos de laboratorio
Estas actividades están encaminadas a la realización del perfil geológico – geotécnico de la excavación y en su
caso de la planta estructural – geotécnico.
De esta forma, se podría establecer las siguientes fases de investigación:
Fase 1. Se trata de trabajos de campo, básicos, y que se realizan con carácter preliminar. Sin duda, estos
trabajos son las actividades más importantes, no solo porque condicionan económicamente el resto de la
campana de investigación sino, también, porque condicionan la calidad final del estudio.
Fase 2. En esta fase se realizaran el resto de los trabajos de campo. No obstante estos deben ejecutarse
ordenadamente, modo que la geofísica se realice en primer lugar, los sondeos en un segundo momento y, por
último, los ensayos in situ.
Fase 3. La tercera fase de investigación está constituida por los ensayos de laboratorio.
Fase 4. La cuarta y última fase está constituida por todos los trabajos de gabinete, y que suponen la
caracterización geomecanica de roca intacta, macizo rocoso y discontinuidades estructurales; así como la
elaboración de un modelo geológico representativo del terreno en el que se ubica la obra.
CARTOGRAFIA GEOLOGICA
El primer trabajo consistirá en la realización de una cartografía, cuya escala dependerá del nivel de
reconocimiento. Así para estudios previos se puede emplear 1/10.000, aumentando esta escala a 1/5.000 en
anteproyecto y a 1/1.000 en proyecto. En aquellos puntos singulares que se estime oportuno se debe ampliar la
escala de la cartografía. En esta cartografía se diferenciaran los materiales del substrato rocoso, y los materiales
de recubrimiento cuaternario. El objetivo es la elaboración de un mapa de afloramientos. Los principales trabajos
a realizar serán los siguientes:
a) Afloramientos
La cartografía a realizar diferenciara claramente, los afloramientos rocosos del substrato rocoso y los depósitos
de recubrimiento superficiales.
En las formaciones del substrato rocoso se evaluaran los siguientes aspectos:
La fracturación hidráulica (también conocida por el término en inglés fracking) es una técnica para posibilitar o
aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo. El procedimiento consiste en la perforación de un pozo
vertical en el cual, una vez alcanzada la profundidad deseada, a más de 2500 metros de profundidad, se gira el
taladro 90° en sentido horizontal y se continúa perforando entre 1000 y 3000 m de longitud; a continuación se
inyecta en el terreno agua a presión mezclada con algún material apuntalante y químicos, con el objetivo de
ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo, y que son típicamente
menores a 1 mm, y favorecer así su salida hacia la superficie. Habitualmente el material inyectado es agua con
arena y productos químicos, lo cual favorece la creación de canales para que fluyan los hidrocarburos.
Se estima que en 2010 esta técnica estaba presente en aproximadamente el 60 % de los pozos de extracción en
uso. Debido a que el aumento del precio de los combustibles fósiles ha hecho económicamente rentables estos
métodos, se está propagando su empleo en los últimos años, especialmente en los Estados Unidos.
Los partidarios de la fracturación hidráulica argumentan los beneficios económicos de las vastas cantidades de
hidrocarburos previamente inaccesibles, que esta nueva técnica permite extraer. Sus oponentes, en cambio,
señalan el impacto medioambiental de esta técnica, que en su opinión incluye la contaminación de acuíferos,
elevado consumo de agua, contaminación de la atmósfera, contaminación sonora, migración de los gases y
productos químicos utilizados hacia la superficie, contaminación en la superficie debida a vertidos, y los posibles
efectos en la salud derivados de ello. También argumentan que se han producido casos de incremento en la
actividad sísmica, la mayoría asociados con la inyección profunda de fluidos relacionados con el fracking.
Por estas razones, la fracturación hidráulica ha sido objeto de atención internacional, siendo fomentada en
algunos países, mientras que otros han impuesto moratorias a su uso o la han prohibido. Algunos de estos
países, como Reino Unido, recientemente han levantado su veto, optando por su regulación en lugar de una
prohibición total. La Unión Europea se encuentra actualmente comenzando a regular la fracturación hidráulica.
Técnicas Geofísicas
Los métodos geofísicos son pruebas realizadas para la determinación de las características geotécnicas de un
terreno, como parte de las técnicas de reconocimiento de un reconocimiento geotécnico.
Intentan evaluar las características del terreno basándose en la medida de ciertas magnitudes físicas tomadas
generalmente en la superficie del terreno. Si las características de los terrenos son tales que las magnitudes
físicas medidas son bastante diferentes entre sí, es posible localizar los contactos entre las distintas capas de
terreno. Sin embargo, esto no siempre sucede así, por lo que estos métodos tienen serias limitaciones.
No obstante, gracias a su rapidez y economía, están especialmente indicados para investigar áreas extensas o
alineaciones de gran longitud entre sondeos que se encuentren alejados, y de esta forma poder interpolar los
resultados obtenidos en las prospecciones extremas, o establecer, en su caso, la necesidad de realización de
sondeos intermedios.
Los métodos geofísicos deben ser considerados siempre como métodos complementarios de reconocimiento,
debiendo estar acompañados por prospecciones directas como sondeos, y los datos obtenidos mediante estos
sistemas refrendados y contrastados por los resultados de dichos sondeos.
Los trabajos de campo e interpretación de las medidas deben estar realizados por personal altamente cualificado
y con experiencia en la ejecución y procesamiento de resultados.
Pueden plantearse las siguientes opciones:
Métodos eléctricos.
Métodos gravimétricos.
Métodos magnéticos.
Métodos sísmicos, con sus variantes de reflexión y refracción.
El método de mayor utilización en la ingeniería civil es el método sísmico de refracción, aunque los métodos
eléctricos también tienen cierta utilidad.
SONDEOS, ENSAYOS IN-SITU Y ENSAYOS DE LABORATORIO
TOMA DE MUESTRAS: CALICATAS
Las calicatas consisten en pequeñas excavaciones de escasa profundidad. Se excavan habitualmente por
medio de una retroexcavadora, debido a lo cual la profundidad máxima alcanzable 4 – 5 m. Para la
realización de calicatas es necesario que el terreno se mantenga estable, al menos temporalmente, sin
que se desmoronen las paredes. En todo caso, si es necesario que una persona baje a inspeccionar la
calicata y esta tiene más de 1.5 m, es necesario sujetar las paredes para evitar su colapso súbito, sujeción
que puede ser efectuada mediante entibación, tablestacado, paneles de encofrado, etc.
Pese a sus obvias limitaciones debidas a la escasa profundidad de reconocimiento, las calicatas son muy
útiles, dado que permite el reconocimiento detallado del terreno in situ, tanto en las paredes como en el
fondo. Además si el reconocimiento se realiza en el mismo instante de excavación de la calicata, como es
recomendable, con la retroexcavadora presente, se puede extender la excavación hacia el lado más
interesante.
La presentación de resultados de las calicatas debe incluir:
Plano de planta con la localización exacta de la calicata.
Una descripción de las características del terreno encontrado.
Croquis acotados, de las paredes laterales y del fondo, indicando cualquier cambio de estrato,
discontinuidad y otros datos de interés.
Fotografías que muestren todo lo anterior.
Las calicatas permiten también la toma de muestras alterada de los propios materiales sacados con la pala
de la retroexcavadora o nuestras inalteradas mediante el empleo de toma muestras manuales para la
obtención de testigos o el tallado de muestras en bloque.
Uno de los mayores inconvenientes de las calicatas es que, en casi todos los casos, han de ser rellenado
de nuevo, por lo que dependiendo el lugar en donde se realicen, pueden precisar una compactación
cuidadosa.
SONDEOS
Son el procedimiento para la toma de muestras más empleado. Aun cuando existen procedimientos para
la realización de sondeos en suelos, cuando se trata de realizar reconocimientos geotécnicos se suele
emplear el método de sondeo mecánico a rotación con recuperación de testigo continuo. Esta técnica
consiste en el empleo de un tubo testigo con una cabeza anular de corte, dotada a menudo de dientes con
inserciones de widia (carburo de tungsteno) o diamante. Esta cabeza de corte se une a una tubería hueca,
llamada batería de perforación, que se hace rotar, cortando de esta forma el terreno, el cual se va
introduciendo en el interior de la tubería, lo que permite extraerlo para su posterior observación.
En suelos suele emplearse el tubo testigo simple y el doble giratorio, que lleva un tubo externo al que se
acopla la corona de corte, que es el que gira, y un tubo interno que no se mueve y en el que se va
recogiendo el suelo. De esta forma el testigo tiene poco contacto con el fluido empleado para la
perforación y no se ve alterado.
SONDEOS A PERCUSIÓN
El principio general del método consiste en el empleo de un útil que avanza por golpes sucesivos,
aplicados por la caída de una maza, cuya energía se transmite mediante un varillaje a un útil macizo
(puntaza) o a un tubo hueco (tomamuestras) situado en el fondo de la perforación.
El campo de utilización en el que el empleo de ésta empleo presenta más ventajas es el de los suelos no
coherentes (limos, arenas, gravas, bolos y mezclas de los mismos) si se utiliza un tomamuestras, pues
permite un reconocimiento de calidad al obtenerse un testigo continuo, provocando una alteración en el
medio inferior a la que realizan los sistemas de sondeo mediante rotación. Sin embargo, desde el punto de
vista económico es un sondeo cuya perforación es lenta y, consecuentemente, tiene un precio caro y poco
competitivo.
La perforación más habitual consiste en la hinca en el terreno de los tubos de acero, que harán de
entibación, y en la extracción del suelo contenido dentro del taladro, mediante cucharas, trépanos, etc. El
conjunto de tubos, rígidamente empalmados, forma la columna de entibación o revestimiento del taladro.
El exacto conocimiento de la energía empleada en la hinca, da una primera información de las
características mecánicas del terreno; de ahí la importancia de realizar esta operación en condiciones
normalizadas (un útil de uso habitual es una maza: 120 Kg, con altura de caída de 1 m, midiendo el
número de golpes necesarios para hincar 20 cm de tubería). Los rendimientos que se pueden esperar
varían según los tipos de terrenos, sin embargo, a título orientativo, éstos están comprendidos entre 5 – 15
m/día/turno.
SONDEOS A ROTACIÓN
El sondeo a rotación es el procedimiento más extendido para obtener muestra o testigo en cualquier
investigación geotécnica. El útil de corte que se emplea para la obtención de muestra de forma continua es
una batería en cuya boca se implementa una corona, cuyos elementos de corte más habituales son de
widia o diamante.
Un sistema alternativo que permite el avance de la perforación pero no la recuperación de muestra, es el
sondeo que utiliza una barrena helicoide (a forma de sacacorchos), el cual precisa para la determinación
discontinua de la columna de terreno de la toma de muestras con métodos alternativos.
PERFORACION CON ELICE:
Las barrenas helicoidales pueden utilizarse en terrenos
de consistencia blanda a media y no cementados.
Las barrenas helicoidales pueden ser de varios tipos:
Con cabeza helicoidal exclusivamente. Con
ellos se realizan agujeros de gran diámetro.
Este procedimiento es usual en pilotajes,
fijación de postes y plantaciones.
Con barrena continua: puede ser normal o hueca. La barrena continua consta de una serie de
barrenas que se empalman sucesivamente. Se emplea para realizar sondeos más pequeños. La
perforación debe realizarse a pocas revoluciones y conviene subir y bajar la hélice para facilitar la
evacuación de detritus. En el caso de la hueca, ésta se emplea en formaciones poco consolidadas
en las que la propia barrena hace de camisa y evita el hundimiento de las paredes del sondeo. El
tren de varillas y la cabeza pueden retirarse y en su lugar introducir un tomamuestras.
Los sondeos con barrena helicoidal pueden utilizarse cuando:
El terreno es relativamente blando y cohesivo.
No existen capas cementadas de gravas, ni arenas bajo el nivel freático.
No se necesita atravesar o penetrar suelos duros (y rocas).
No se requieren precisiones inferiores a los intervalos entre los que se realiza la toma de muestras
a lo largo de la perforación.
Es por ello que éste ensayo se realiza intercalado en las operaciones que permiten la perforación del
sondeo y en el interior del mismo, pues alcanzada con la perforación la profundidad deseada para la
realización del ensayo, se saca la batería de perforación, se limpia cuidadosamente el sondeo y se hinca
un tomamuestras golpeando con fuerza fija en tres tramos de 15 cm. Es importante que el sondeo no
tenga tubería de revestimiento por debajo de la cota en la que se vaya a medir la penetración.
Se puede correlacionar con densidades, ángulos de rozamiento, y asientos. De hecho, existen numerosas
correlaciones empíricas con diversos parámetros geotécnicos. Debe entenderse claramente que estas
relaciones son aproximativas y su uso resulta tanto más adecuado cuanto mayor sea la experiencia de
quien las utiliza.
La penetración se puede ver alterada por varios factores: profundidad del ensayo, estabilidad del sondeo,
etc. No obstante, si el tomamuestras penetra los 450 mm
indicados en la misma, siguiendo una norma de buena
práctica, se hincará el tomamuestras otros 150 mm más
anotando el golpeo correspondiente.
La puntaza ciega se usa en terrenos con bolos, la otra en
otros suelos más granulares. Se ha de elegir la
adecuada.
ENSAYOS DE PERMEABILIDAD “IN SITU”
Se pueden hacer en perforaciones realizadas tanto en
suelos como en macizos rocosos. Los resultados que se
obtienen son orientativos, pero en la mayoría de los
casos, suficientes para los fines que se persiguen. Es
durante la perforación de los sondeos cuando se pueden
hacer las pruebas más económicas y comunes, que son:
Con adición o extracción de agua.
A carga hidráulica constante, midiendo el caudal
estabilizado correspondiente.
A carga hidráulica variable, midiendo en función del tiempo, los niveles decrecientes o crecientes,
después de haber creado temporalmente una subida o bajada del nivel freático.
Para los ensayos “in situ” indicados y ejecutados con los cuidados necesarios, la teoría permite un cálculo
bastante fiable del coeficiente de permeabilidad, teniendo presente las condiciones:
Presencia de una capa freática natural.
Coeficiente K comprendido entre 10-3 cm/s y 10-5 cm/s.
En ausencia de la capa freática la interpretación teórica es muy compleja, debiéndose recurrir a fórmulas
empíricas puramente orientativas.
En el caso de bajas permeabilidades es necesario acudir a pruebas de laboratorio o a complicadas
investigaciones en obras mediante especiales dispositivos piezométricos.
El tipo de ensayo se decide según la naturaleza y estado del terreno. Los más comunes son los ensayos
de:
Lefranc, el más adecuado suelos granulares o cohesivos y rocas blandas o rocas duras muy
fracturadas.
Lugeon, más adecuado para roca.
ENSAYO LEFRANC
El ensayo Lefranc se realiza en el interior de un
sondeo, durante una pausa en el transcurso de su
ejecución o una vez finalizado. Tiene por objeto
determinar el coeficiente de permeabilidad k en
suelos permeables o semipermeables de tipo
granular (aluviales, arena, limo) con velocidad de
flujo lenta y situados bajo el nivel freático, o en
rocas muy fracturadas.
Para su realización, se llena de agua el pozo y se
mide el caudal necesario para mantener el nivel
constante (ensayo a régimen permanente) o bien
la velocidad de descenso (a régimen variable).
Este ensayo se podrá realizar midiendo los caudales (a régimen permanente) o midiendo los niveles (a
régimen variable).
Si durante su ejecución la inestabilidad del terreno lo aconsejara, se procedería a rellenar con gravilla el
tramo de ensayo.
En el ensayo Lefranc a régimen permanente, como norma general, deberá medirse el caudal de admisión
cada 5 minutos, manteniendo constante el nivel en la boca del sondeo durante 45 minutos. Si la admisión
es muy alta, deberá medirse cada minuto durante los 20 primeros y después cada 5 minutos hasta llegar a
los 45 minutos. El k del tramo será el promedio de todos los valores obtenidos. Se utilizará sonda eléctrica,
cronómetro y medidor de volúmenes de agua.
El ensayo a régimen variable se realizará preferentemente de forma descendente. La carga máxima de
agua no excederá de 10 metros medidos desde el centro de la cámara filtrante y la longitud de ésta no
excederá de 5 m se utilizará sonda eléctrica y cronómetro, realizándose al menos 5 observaciones
tomando los tiempos de observación de acuerdo a la velocidad de descenso/ascenso del nivel de agua en
el tubo.
Para cada una se registrará la profundidad del tramo ensayado y demás datos geométricos, así como las
sucesivas posiciones de la lámina de agua con el tiempo. Los puntos de observación se representarán en
una gráfica descensos/tiempo.
Es un ensayo atmosférico. La presión del agua en el tramo de sondeo ensayado corresponde
exclusivamente a la altura de la columna de agua en el interior de la entubación por encima de la cota del
nivel freático. Por lo general es un ensayo que se efectúa en suelos, roca alterada o roca muy fisurada,
materiales en los que a priori se espera una permeabilidad relativamente alta.
El rango de permeabilidades que puede medirse en el ensayo a nivel o presión variable se sitúa entre 10-6
y 10-9 m/s.
Equipo necesario.
Medidor del nivel de agua en el interior del taladro (acústico o mediante cualquier medio que
garantice una precisión superior a 1 cm).
Obturadores (sólo en caso de ensayos realizados a sondeo finalizado en el que se pretenda aislar
un tramo).
Ejecución en campo.
Una vez preparado el sondeo como se ha descrito, se llena la entubación con agua hasta alcanzar
la boca de la misma, controlando que se haya evacuado todo el aire contenido en la perforación.
Debe verificarse, asimismo, que la entrada de agua en el terreno se realiza exclusivamente a
través de las paredes de la cámara que se ensaya, comprobando que no existe filtración de agua
entre la entubación y las paredes del pozo en la boca del sondeo, lo que indicaría una deficiente
obturación. Debe medirse la diferencia de cotas entre la lámina de agua y el nivel freático al inicio
del ensayo.
Se controla el descenso de la lámina libre de agua a intervalos de tiempo iguales, normalmente uno
o dos minutos. El descenso normal en medios de baja permeabilidad es de unos pocos centímetros
por hora. El ensayo debe efectuarse hasta que el nivel del agua en el sondeo alcanza el nivel inicial
previo al ensayo y se comprueba su estabilización. Si la
velocidad de estabilización es muy rápida (>50% de
recuperación del nivel inicial en menos de 1 minuto) en
ensayo no es adecuado para las características del
terreno.
ENSAYO LUGEON
El ensayo Lugeon consiste en inyectar agua a presión en un
tramo aislado de sondeo cerrado por uno o dos obturadores, y
medir la cantidad de agua admitida por el terreno. Es un ensayo
que nació como un método de medir la permeabilidad del terreno
para proyectos de presas. Posteriormente se ha utilizado con
gran profusión para determinar la permeabilidad de las rocas
consolidadas en todo tipo de estudios. Este ensayo se realiza en
avance o tras finalizar el sondeo, comenzando por el fondo y de forma ascendente, o una vez finalizado
éste.
En primer lugar se determina sobre la testificación el tramo a ensayar. Una vez emplazados los
obturadores se inicia la inyección de agua midiendo con un caudalímetro el volumen de agua inyectada. La
medida se realiza durante un periodo de 5 a 10 minutos partiendo de una presión mínima (0.5 kg/cm2
usualmente) e incrementando la presión en cada escalón sucesivo de carga y descarga de 0, 1, 2, 5 y 10
kp/cm2, manteniendo la presión constante en cada escalón durante un periodo de 10 minutos y midiendo
las admisiones producidas. Hasta un valor máximo que ha de evitar alcanzar la fracturación hidráulica de
la roca. A partir de éste se realiza el mismo proceso disminuyendo en cada escalón la presión hasta llegar
a la inicial.
Se ensayarán tramos de sondeo de unos 5 m, aislando el tramo de ensayo del resto mediante dos
obturadores, o uno sólo si el ensayo se realiza en el fondo del sondeo. Se utilizarán preferentemente
obturadores hinchables.
La inyección se realizará mediante bomba, midiendo la presión con manómetro y el volumen inyectado con
un contador de agua o un recipiente tarado. Se utilizarán bombas de 150 I/min cuando se trabaje a una
presión de 10 Kp/cm2. Como norma no debe utilizarse el
manómetro de la
bomba de agua, sino
que se intercalará un
manómetro en la
tubería. La obturación
debe ser perfecta, y
deberá desecharse
cualquier ensayo en el
que aparezca filtración
de agua hacia la boca
del sondeo.
Deberán siempre
alcanzarse los 10 kp/cm2, excepto en rocas blandas en las
que se recomienda no superar los 5 kp/cm2. Los resultados se
representarán en función de la profundidad y permiten
calcular el coeficiente de permeabilidad equivalente K de la
roca en m/s a partir de la unidad de inyectabilidad denominada
Lugeón (en honor a Maurice Lugeon), o caudal de admisión
en I/min x m en función de la presión ensayada, que vale 1
l/min/m bajo una presión de 10 kg/cm2.
El ámbito de aplicación de este ensayo es el de las rocas o
terrenos consolidados de permeabilidad media a baja (10-6 < K < 10-9 m/s). Al resultado numérico del
ensayo se le acompaña la gráfica presión/caudal, que suele proporcionar información muy valiosa acerca
del comportamiento de la roca durante el tiempo de inyección.
LOS ENSAYOS DE PENETRACIÓN
Son los ensayos “in situ” más usuales debido a su sencillez, rapidez y reducido coste económico, y
consisten en hincar un utensilio metálico de dimensiones normalizadas (denominado puntaza) en el suelo
por golpeo o por empuje. En cada caso se mide la resistencia a la penetración a lo largo del recorrido a
partir de la medida de la fuerza o golpeo necesarios para hincar la puntaza.
Los ensayos de penetración dinámica son aquellos que se realizan por golpeo. Los que se realizan por
empuje son los ensayos de penetración estática. Como se ha visto anteriormente, destaca como ensayo
especial por su relevancia el ensayo de penetración estándar (SPT), que además se caracteriza por
permitir la recogida de muestra a diferencia de los que aquí se explican.
Los ensayos de penetración presentan las siguientes ventajas e inconvenientes:
Ventajas:
o Son técnicas rápidas y económicas.
o Existe una amplia experiencia y correlaciones con muchos otros ensayos.
Inconvenientes:
o No se obtiene muestra de terreno (es un método indirecto).
o La energía suministrada en el penetrómetro está normalizada. Pueden presentarse
problemas en materiales muy compactos o muy blandos.
o Un reconocimiento basado únicamente en penetraciones puede originar un estudio
geotécnico solo calificable de nefasto.
Para su realización se necesita que el vehículo que porta el penetrómetro esté anclado o lastrado.
Son ensayos que proporcionan una medida indirecta, continua o discontinua de la resistencia o
deformabilidad del terreno, determinándose estas propiedades a través de correlaciones empíricas
establecidas en la bibliografía geotécnica.
Existen dos variantes del ensayo:
Con cono fijo, obteniéndose una medida que engloba la resistencia en punta el rozamiento lateral
del útil de penetración,con el que no pueden separarse estas resistencias.
Con cono móvil desplazado a voluntad con respecto a las varillas que lo soportan y mediante el
cual se pueden medir separadamente la resistencia en punta y el rozamiento lateral.
Utilizando el piezocono (punta con sensores electrónicos) se pueden mejorar notablemente la precisión de
los datos obtenidos en las pruebas estáticas y su capacidad de almacenamiento al acudir a un registro
continuo del empuje, los valores de resistencia en punta y de fricción a lo largo de toda la duración del
ensayo.
Si adicionalmente se utiliza un sistema que permite el registro de la presión hidrostática en poros (U), el
ángulo de inclinación de la batería de varillas, y el tiempo de disipación (tiempo que pasa entre la medición
del valor de la sobrepresión obtenida en fase de empuje y la presión medida en fase de relajación del
empuje), se estará realizando lo que se denomina como ensayo CPTU, que permite obtener datos muy
valiosos para la determinación de las tensiones efectivas de corte.
ENSAYOS DE PENETRACIÓN DINÁMICA
Estos ensayos consisten en la hinca en el terreno de una puntaza maciza situada en el extremo de una
varilla, determinándose la longitud de penetración en función del número de golpes y de la energía
liberada en cada uno de ellos. Es el ensayo in situ más usual y
La hinca se consigue golpeando el varillaje en su parte superior con una maza normalizada en caída libre.
El varillaje tiene un diámetro inferior al de la puntaza para evitar, en lo posible, el rozamiento del mismo
con el suelo.
La resistencia del terreno a la penetración dinámica se expresa por el número de golpes necesarios para
clavar la varilla una longitud de 10 ó 20 cm según el método empleado. Dicho número de golpes se
designa generalmente por N20 o N10.
La herramienta que se usa suele ser cónica con ángulo en la punta de 90º aunque en algunos tipos puede
variar. El peso de la maza que golpea es variable según el tipo de ensayo que se realiza.
Para la realización de éste ensayo, se procede a la aplicación de los golpes necesarios para introducir
cada una de las divisiones de 10 o 20 cm de las varillas, contando el número de golpes en cada tramo. La
velocidad de golpeo de la maza se debe estimar a razón de 30 golpes por minuto.
Se dará por finalizado el ensayo cuando sea necesario un número de golpes superior a 100 para una
penetración de 20 cm, o bien se contabilicen tres tandas de 75 o más golpes para tres avances
consecutivos de 20 cm.
En la actualidad, el ensayo más frecuente es el DPSH, que se rige por la norma UNE 103801/94). El
ensayo de penetración dinámica continua tipo Borros, en el pasado el más extendido, está cayendo en
desuso a favor del ensayo DPSH. Aparte de estos, existen dos ensayos más, denominados DPH (ensayo
pesado, regido por la norma UNE 103802/98) y el DL030 (ensayo ligero).
Con este tipo de ensayo no se obtiene muestra de terreno, ya que es un método indirecto. Por ello, estas
pruebas deben ser complementarias a otras mediante las que se obtenga muestra de terreno como
sondeos o calicatas.
Puede utilizarse en arenas sueltas a muy compactas, en limos, gravas arcillosas y arenosas sueltas a
medianamente compactas. La relación entre los resultados obtenidos y los parámetros del terreno
deducidos en suelos coherentes (arcillas) debe estar suficientemente contrastada mediante la experiencia
local. No debería utilizarse en bolos, gravas compactas o muy compactas y suelos cementados o muy
preconsolidados.
MÉTODOS GEOFÍSICOS
Los métodos geofísicos realizan la medida de determinadas propiedades físicas del terreno, tanto desde la
superficie como utilizando sondeos mecánicos, con la finalidad de:
Determinar propiedades físicas del terreno
Realizar determinaciones geológicas como estratigrafía de los materiales, disposición de
heterogeneidades, fallas, nivel freatico, etc.
Determinar propiedades de los suelos y rocas para deducir su comportamiento mecánico.
Deben considerarse siempre como métodos complementarios de investigación y nunca como exclusivos y
acompañarse con prospecciones directas (calicatas o sondeos) que sirvan como parámetros para una
correcta interpretación. Sin embargo, tienen la ventaja de dar una idea más de conjunto y no puntual como
es el caso de aquellos.
El principal inconveniente de los métodos geofísicos es el hecho de que distintas características en los
materiales y sus posibles combinaciones pueden dar una misma respuesta física y por lo tanto llevar a
error en su interpretación, razón por la que su utilización debe apoyarse siempre en prospecciones
directas.
En la elección del método, teniendo en cuenta los condicionantes topográficos y la estructura previsible de
los materiales, debe primar que haya contrastes en la propiedad física que se mida.
Una primera división podría ser entre:
Métodos desde la superficie
Métodos en o entre sondeos
Métodos mixtos (superficie- sondeo)
1.0 DEFINICIONES:
• Roca: agregado natural de partículas de uno o más minerales, con fuerte unión cohesiva
permanente, que constituyen masas geológicamente independientes y cartografiables.
• Suelo: agregado natural de partículas minerales granulares y cohesivas, separables por medios
mecánicos de baja energía o por agitación en agua.
• Macizo rocoso: conjunto de matriz rocosa y discontinuidades. Presenta carácter heterogéneo,
comportamiento discontinuo y normalmente anisótropo, consecuencia de la naturaleza,
frecuencia y orientación de los planos de discontinuidad, que condicionan su comportamiento
geomecánico e hidráulico.
• Matriz rocosa = Roca matriz = Roca intacta: material rocoso sin discontinuidades, o bloques
de roca entre discontinuidades. (Se caracteriza por su densidad, deformabilidad y resistencia;
por su localización geográfica; y por su litología, ya sea ésta única o variada).
• Discontinuidad: cualquier plano de origen mecánico o sedimentario en un macizo rocoso, con
una resistencia a la tracción nula o muy baja. (Genera comportamiento no continuo de la
matriz rocosa, y normalmente anisótropo).
2.0 APLICACIONES GEOTÉCNICAS DE LA DESCRIPCIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE MACIZOS
ROCOSOS:
- cimentación de edificios
- estabilidad de taludes: escavados o naturales
- construcción de muros y anclajes, escolleras
- terraplenes, pedraplenes y presas de tierra
- excavaciones a cielo abierto o superficiales
- excavaciones subterráneas y túneles
- obtención de materiales de construcción (balasto, macadam, áridos, piedra natural)
- mejora geotécnica de terrenos
- control de filtraciones y drenajes
rocoso, y para conocer el comportamiento general y las características deformatorias.
Si bien en geotecnia se usa con cierta frecuencia la expresión “roca intacta”, este es un término poco
apropiado. De la misma forma en que el macizo rocoso está definido - a gran escala - por una cierta
estructura geológica (y, a menor escala, por la fábrica de roca), los bloques de roca delimitados por las
discontinuidades visibles también tienen discontinuidades internas. Basta con examinar la roca en sección
delgada para ver los numerosísimos “eventos” presentes a escala microscópica que pueden determinar o
afectar la resistencia a dicha escala. Si bien una muestra de roca que sea lo suficientemente grande
probablemente presentará resistencias relativamente homogéneas – por lo menos, a escala local –
siempre es difícil obtener y realizar ensayos sobre muestras de gran tamaño. Por lo tanto, es esencial
seleccionar con mucho cuidado las muestras obtenidas directamente del macizo, o los bloques de roca de
los cuales se obtendrá una muestra posteriormente, para asegurar una distribución representativa de la
resistencia de la roca intacta. Dicho de otro modo, se requiere una estimación válida de la “población” de
la roca intacta. Esto último incluye una gama que va desde las partes de roca débil que tienen una alta
densidad de micro-fracturas, hasta la roca totalmente sólida o masiva. Es necesario considerar los halos
de alteración, la meteorización superficial, y otros efectos externos relacionados con la historia geológica
de las rocas. También es importante tomar en cuenta el ambiente en el cual se halla la roca, en relación al
ambiente en que se realizarán las pruebas. Por ejemplo: ¿se producirán cambios en las propiedades de la
roca, al exponerla al aire o al agua? ¿Cuál es el efecto de las cargas a largo plazo sobre las rocas
potencialmente sujetas a deslizamiento inter-cristalino o a desintegración de la matriz? Para lograr un
diseño adecuado del programa de muestreo y de las pruebas de laboratorio, se necesita mucha
experiencia, y una amplia comprensión tanto del comportamiento de la roca, como de las implicancias de
este en el diseño.
COMPORTAMIENTO TENSIÓN-DEFORMACIÓN
RESISTENCIA:
DEFORMABILIDAD DEL MACIZO ROCOSO
Existen dos tipos de métodos básicos para determinar la deformabilidad de los macizos rocosos (aplicando
la ley de la elasticidad):
Métodos estáticos (ensayos de compresión con gatos / placas de carga)
MÉTODOS ESTÁTICOS
ENSAYO CON ONDAS DE SONIDO
PROPIEDADES RESISTENTES DE LAS JUNTAS
La resistencia máxima de una junta está dada por la expresión de Barton (1976)
[
τ =σ n tg JRC log
( JCS
σ )
n ]
+ ϕ (14 ) b
Donde:
τ =¿Tensión de corte en la junta.
σ n=¿Tensión normal sobre la junta.
−0.03 JCS o
Ln
JCSn=JCSo
lo [ ] ( 16 )
En la Fig. 15 se presenta la influencia de la longitud de la muestra a ensayar sobre JRC y JCS; en ela se
puede apreciarse que esta influencia es tanto más marcada cundo más rugosa es la junta; lo cual su cede
para mayores valores de JRC . En el caso límite del valor de JRC puede reducirse en un 50% y el JCS en
un 60%.
Una vez determinados JCSn y JRC n se puede determinar la cohesión y fricción de la junta mediante la
expresión básica de Barton (14) ajustándola con tres ensayos de laboratorio, lo que permitirá obtener la
cohesión de la junta J C y su fricción J ϕ .
100 JCS
Ks=
L [ (
σ n . tg JRC . log
σn
+ϕ r (17)
)]
La expresión de rigidez normal, definida como el cociente entre la resistencia al corte de pico y
desplazamiento normal, vale según Kawai
1−υ
K n= . K (18)
1−2υ s
Para tener en cuenta el efecto de escala y llegar a estimar las rigideces tangenciales y normales de una
junta, basta con introducir en las expresiones (15) y (16) en la (17) y (18).