GASLIGHTING

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GASLIGHTING: EL ABUSO EMOCIONAL MÁS SUTIL

Una forma de manipulación utilizada para hacer que la víctima dude de su propio criterio.

¿Alguna vez te han dicho estas frases en respuesta a una queja?: "tú estás loco/a", "eso nunca
pasó", "eres muy sensible", etc.

Si es así, puede ser que estén usando la técnica de "Gaslighting" para confundirte.

¿En qué consiste el Gaslighting?

"Gaslighting" es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que


llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta
ansiosa, confundida o incluso depresiva.

Este término, que realmente no tiene traducción al español, viene de la película clásica de
Hollywood llamada "Gaslight", en la que un hombre manipula a su mujer para que crea que
está loca y así robar su fortuna escondida. Él esconde objetos (cuadros, joyas) haciéndole creer
a su esposa que ella ha sido la responsable, aunque no se acuerde. También atenúa la luz de
gas (no había electricidad) y le hace creer que el fuego sigue brillando en la misma intensidad
que antes.

Por supuesto, eso hace que la protagonista sienta que se está volviendo loca, no quiera salir de
la casa, se encuentre ansiosa y llore continuamente. El esposo le advierte que dejará la
relación, y la amenaza con mandarla a un doctor para que la medique o recluya. Por supuesto,
el abusador sabe muy bien lo que está haciendo y casi consigue su cometido si no fuera por un
investigador que descifra la situación y desenmascara al ladrón.

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Las personas manipuladoras tienen estos 5 rasgos en común

¿Cómo podemos protegernos de ser manipulados por alguien?

Con seguridad, en alguna ocasión, te habrás encontrado con una persona que te ha
convencido de lo que a ti te conviene, de manera oportuna resulta que aquello que según ellos
te conviene a ellos les va como anillo al dedo y al final caes en la cuenta que lo que estás
haciendo no es tu deseo.

Individuos manipuladores y sus vicios

Estos individuos no tienen reparos en el momento de solicitar que dejes a un lado tus
necesidades por el bien de todos. Son personas que, al obtener lo que querían de ti, no te dan
ni las gracias.

A estos individuos suelen ganarse la etiqueta de manipuladores, y desafortunadamente la


sociedad está repleta de ellos. Son muy hábiles haciendo que dudes de tus capacidades
sintiéndote vulnerable o por debajo de los demás. La capacidad que tienen para distorsionar
las creencias ajenas les fortalece en el momento de atraerte hacia su campo de juego,
convenciéndote de que no puedes hacer algo o que lo deberías hacer a su manera puesto que
es él quien sabe cómo van las cosas.
Su fortaleza radica en la explotación emocional (y en el chantaje emocional); esto es, manejan
tus emociones produciéndote un sentimiento de culpabilidad, una culpa del todo infundada, y
que da pie a que termines cediendo a sus deseos.

¿Cómo son los manipuladores?

Así que de esta forma los manipuladores consiguen hacerse con el control hallando
recompensa de su presa y además de manera calculada. En el artículo de hoy trataremos de
identificar las actitudes manipuladoras para ponerles freno.

1. Están especializados en detectar las debilidades ajenas

Absolutamente todos tenemos debilidades, y son el instrumento que utilizan para herirte,
puesto que, si titubeas en lo que crees, hay algo que te produce vergüenza y deseas ocultar, la
persona manipuladora tratará de averiguarlo y, si se da la ocasión, podrá usarlo en tu contra.

2. No se detendrán hasta conseguir lo que desean

Muestran pocos reparos a la hora de pisar a quien sea, para ellos el fin justifica los medios.
Cuando van a actuar no les tiembla el pulso para hacer lo necesario con el propósito de
alcanzar sus objetivos, con todo ello sus conductas suelen pasar desapercibidas ya que son
buenos actores.

3. Son insaciables

La manipulación les hace sentir poderosos y, como suele ocurrir con el poder, siempre desean
más. Sus principios morales están algo dañados, al ser conscientes que por sí mismos son
incapaces de alcanzar un objetivo, pero que su capacidad manipuladora puede proporcionarles
llegar a su meta haciendo uso de los méritos ajenos, a espaldas de los demás. Les colma la
ambición, unas ansias que al igual que la droga les produce una especie de adicción.

4. Necesitan el control

El manipulador suele padecer el conocido como complejo de superioridad; suelen ser personas
con rasgos cercanos al egocentrismo y al narcisismo. Les gusta superarse a sí mismas y superar
el nivel alcanzado anteriormente, en busca de retos cada vez mayores.

No obstante, las personas que sienten la necesidad de considerarse superiores a los demás,
incluso seres perfectos, medrando a través de los méritos ajenos, denotan una cierta
inseguridad la cual revisten con la apariencia de poder, pero que en el fondo ocultan un miedo
apabullante a mostrarse débiles.

¿Son iguales todos los manipuladores?

Dado que la manipulación es un arte, podemos decir que el don de manipular consta de
diferentes capacidades y habilidades, se pueden reconocer distintos tipos de manipuladores
dentro de esta categoría. Los conocemos a continuación.

1. El incitador

Un caso típico, en este caso opuesto a los dos anteriores citados. Hace alarde de fuerza, y no
solo, sino además de cierta agresividad. En este caso si eres una persona pasiva cederás para
ahorrar tener que enfrentarte a él. De tal manera que “ad baculum” el manipulador consigue
mediante la coacción lo que quiere, es el caso de las personalidades de tipo antisocial.
2. El desprestigiador

El narcisismo de este sujeto es especialmente marcado. Simplemente se siente perfecto, es un


mirlo blanco, jamás ha roto un plato. Él es la medida de las cosas, su regla es la única que vale.
Este “don perfecto” hará hincapié en que estas equivocado cada vez que digas algo, cuando
tenga la oportunidad pondrá de relieve tus defectos y te ridiculizará con su sarcasmo. Son
personas que se dedican a juzgar a las demás pero que no suelen mirarse en el espejo si no es
para alabarse a sí mismos.

3. El interpretador

Este tipo en concreto es de especial nocividad cuando de un grupo de personas se trata, ya


pueda ser el trabajo o la familia, tiene una personalidad maquiavélica y retorcida, actúa
extrayendo tus palabras y cambiarles su sentido, un sentido intencionadamente diferente al
mensaje que tu querías comunicar.

Con este ardid conseguirá que desees haberte tragado tus palabras, que estas no eran
apropiadas, que te has pasado de la raya o que no has pensado lo que decías hiriendo así a
otra persona. Metamorfoseando de esta manera tus palabras, comunicándolas a la persona
que más le conviene y modificando su intención, por lo que puedes acabar siendo el malo de la
película.

4. La víctima

A este sujeto el mundo le ha hecho daño, no cesa de lamentarse que todo lo malo le pasa a él
y de preguntarse a sí mismo “¿por qué a mí?”. Se centra mucho en su propio dolor, escudando
sus actitudes y conductas reprobables bajo el victimismo, Siempre es el más desafortunado,
muy por encima de los demás. Este tipo de cuadro conductual suele conocerse como el
síndrome de Job.

Además, induce a pensar que son los otros los que abusan de él, reclama justicia y se tiene a sí
mismo como a un inocente maltratado, de esta manera crea un discurso para que tú te sientas
culpable de su infortunio y lo injusto que es el mundo con él. Entonces, suelen aprovechar ese
discurso para que bajes la defensa y te obligarte a acceder a lo que te pida por lástima o por
culpa. Más tarde te embargará la decepción, porque no es lo tú realmente querías, pero ya ha
conseguido su objetivo mediante su lloriqueo.

5. La rémora

Esta clase de manipulador se vale de tu propio ego. Es capaz de hacerte sentir superior, a tu
lado él es menos que nada, un ser débil y torpe, y está claro, incapaz de hacer nada mientras
que tú sí, de este modo acabarás haciendo lo que él no puede.

La conmiseración que te produce y tu propio ego de fortaleza harán que te obligues,


inconscientemente, a realizar aquello que el manipulador no desea hacer. De esta forma tuyas
serán las consecuencias de tal ejercicio sin obtener más recompensa que la vacua sensación de
capacidad lo que más tarde se convertirá en un derroche de esfuerzo por el cual no ha valido la
pena además del consiguiente agotamiento.

¿Cómo protegernos de este tipo de personas?

Existen distintos tipos de manipuladores, como hemos podido ver. Ahora bien, ¿qué
precauciones podemos tomar para evitar caer en sus juegos psicológicos?
1. Ser conscientes

Lo primero que debemos hacer es tomar consciencia de la manipulación. Hay derechos que
son inviolables y que no se pueden traspasar, esos derechos son los siguientes:

A ser tratado con respeto.

A establecer tus propias prioridades.

A expresar tu opinión y como te sientes.

A defenderte física o emocionalmente.

A decir "no" sin sentir culpa.

Si te relacionas con alguien y sientes que tus derechos están siendo menoscabados, considera
que puede que estés siendo víctima de un manipulador.

2. Guarda la distancia de seguridad

Mantén la distancia emocionalmente, al igual que cuando se conduce mantenemos la distancia


de seguridad para no topar con el otro vehículo y ahorrarnos un accidente. No permitas que
nadie invada tu espacio ni te aproximes a su tela de araña para evitar ser cazado. Nadie podrá
herirte sin tu consentimiento.

3. Tú no tienes culpa

Si contestas no a alguna pregunta de las que hemos citado con anterioridad, considera que
puede que tú seas la víctima y no al revés. Hay ciertos aspectos de la realidad que te circunda
sobre los cuales puedes ejercer un control, sin embargo, la mayoría de las cosas no están en
nuestras manos, así pues, no tienes la culpa de lo que sucede a tu alrededor, de manera que si
empiezas a sentirte de dicha manera, procura averiguar lo que pasa.

Cuestiona:

¿Te parece que lo que pides es razonable?

¿En tu opinión qué debería decirte?

¿Estás pidiéndomelo o me lo dices?

Cuestiones como estas harán considerar al sujeto manipulador que ha sido delatado y
probablemente busque a otra persona a la que embaucar.

4. Tómate tu tiempo

No respondas a sus demandas inmediatamente, antes debes reflexionar. Los manipuladores,


frecuentemente, ejercen presión sobre sus víctimas de manera que estas no se demoren en el
momento de acceder a sus demandas. Saber reconocer estos momentos es fundamental para
no permitir que la presión del momento haga ceder a la racionalidad, haciendo que los
intereses de otros nos pasen por delante.

5. No dudes
No vaciles en tus convicciones y mantente firme en tus afirmaciones. Los manipuladores son
muy hábiles a la hora de interpretar tu comunicación no verbal, si dudas se percatarán de ello
y ejercerán más presión hasta hacer que finalmente cedas.

En conclusión, si te topas con una persona que actúe así es necesario que logres
desenmascararla. Si es posible, debes intentar ayudar a ese individuo para que vaya siendo
consciente de que su conducta afecta negativamente a los demás y, sobre todo, a sí misma. En
cualquier caso, no vaciles y utiliza todas estas herramientas que ahora ya conoces para evitar
ser víctima de su manipulación.

Referencias bibliográficas:

Campbell, W. K.; Miller, J. D. (2011). The Handbook of Narcissism and Narcissistic Personality
Disorder: Theoretical Approaches, Empirical Findings, and Treatments. John Wiley & Sons. p.
154.

Lynam, D.R.; Gaughan, E.T. (2011). «Assessing the basic traits associated with psychopathy:
Development and validation of the Elemental Psychopathy Assessment (en inglés)».
Psychological Assessment 23 (1).

Paulhus, D. L.; Williams, K.M. (2002). «The Dark Triad of Personality (en inglés)». Journal of
Research in Personality 36: pp. 556 - 563.

Las características de este tipo de engaño

Aunque esta película nos presenta un caso extremo, esta técnica de manipulación es utilizada
consciente o inconscientemente en las relaciones.

Veamos algunos escenarios. Por ejemplo, tú puedes decir:

"Cuando dijiste eso me dañaste" y el abusador dice "yo nunca dije eso, te lo estás imaginando"
y ahí planta la semilla de la duda.

También podría darse de esta forma:

"Cuando hiciste eso me sentí muy mal", a lo que el abusador responde "tú eres muy sensible,
era un chiste solamente". Trata de persuadirnos para que creamos que ha sido cuestión de un
error de percepción propio.

Del mismo modo, puede ser que pelees y te defiendas, pero sigas obteniendo las mismas
palabras: "Eres exagerado/a", "estás haciendo una tormenta en un vaso de agua" o "estás
delirando" etc. por lo que en vez de seguir confrontando o alejarte, permites que surja la duda
en tu interior en un intento de favorecer la relación y buscar la aprobación de tu pareja o
familiar.

Este tipo de manipulación es muy sutil pero peligrosa, ya que lleva a continuar relaciones
tóxicas, a creer que realmente hay algo malo en nosotros, a ser inseguros y a depender de la
opinión de otros. También nos puede alejar de nuestros seres queridos por temor a que nos
confronten sobre tu relación.

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pareja"

El chantaje emocional: una poderosa forma de manipulación en la pareja


En las relaciones, no es extraño que surjan este tipo de manipulaciones psicológicas.

El chantaje emocional y la manipulación, desgraciadamente, pueden ser habituales en las


relaciones de pareja, pero también entre amigos y familiares. El chantajista emocional actúa
de acuerdo con sus intereses, y culpabiliza, incomoda y provoca miedo a la víctima del
chantaje.

Según Susan Forward, autora del libro Emotional Blackmail, el chantaje emocional es “una
poderosa arma de manipulación con la cual gente cercana a nosotros nos amenaza, directa o
indirectamente, para castigarnos si no consiguen lo que quieren”.

Causas del chantaje emocional

Las causas que llevan a una persona a ser un chantajista son muchas. Por ejemplo, la
autoestima baja, que puede provocar que un individuo esté constantemente buscando la
confirmación del amor de su pareja y provocando demostraciones de que la otra persona no le
dejará.

Las personas narcisistas y con Trastorno Límite de Personalidad también pueden llevar a cabo
un chantaje emocional constante con sus familiares, amigos y pareja. Esta es una manera de
reafirmar y consolidar su personalidad.

El miedo al abandono de la víctima, también favorece que el chantajista intente adoptar una
posición de poder sobre ésta, en una situación que puede asemejarse bastante a la
dependencia emocional. Por otro lado, las personas que han sido víctimas del chantaje
emocional desde edades tempranas, o los individuos que han sido “mimados” y
"sobreprotegidos”, son más propensos a adoptar una personalidad manipulativa. Estos últimos
poseen una baja tolerancia a la frustración y, además, se han acostumbrado a tener todo lo
que quieren. Algo que puede afectar a sus relaciones interpersonales.

Estrategias del chantajista sentimental

El chantajista sentimental puede hacer uso de diferentes estrategias para conseguir su


objetivo. A través del poder que sabe que tiene sobre la otra persona, el chantajista “da la
vuelta a la tortilla” y se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima.

Para ello, éste puede emplear estrategias psicológicas (de forma más o menos consciente)
como las que se presentan a continuación:

El autocastigo

El chantajista utiliza frases como “si tú me dejas, no vale la pena seguir vivo”. De esta manera
hace que la víctima se sienta culpable y obligada permanentemente a no cuestionar los
cimientos de la relación.

El castigo

La persona que chantajea usa frases amenazantes como la siguiente: “si haces eso, no me
culpes si te dejo”. De este modo, consigue que la otra persona se sienta constantemente atada
a unos patrones de conducta "correctos", con lo cual cerciora su libertad y su personalidad.

Sin embargo, esta es una de las formas de chantaje emocional menos sutiles, y por eso mismo
no es tan peligrosa como el resto, dado que desde el principio queda relativamente claro lo
que ocurre. Sin embargo, en ciertos contextos una persona muy maltratada puede no ser
consciente de que esto son amenazas, debido a su inversión emocional en la relación.

El silencio

El chantajista emocional crea un ambiente de pareja negativo, pues puede mostrar su enfado a
través del silencio. Esto hace que la víctima piense que la situación de “mal clima” es culpa
suya. Es otra forma de hacer sentir culpable a la víctima del chantaje.

Además, esta forma de chantaje es potente porque se sirve de la pasividad para que la víctima
se obsesione con lo que ocurre a causa de su confusión y la incomprensión.

El victimismo

El chantaje emocional también incluye el victimismo. Un ejemplo puede ser la siguiente frase:
“si te vas con tus amigas, yo estaré solo y aburrido”.

Más sobre el victimismo en este post: "Victimismo crónico: personas que se quejan por vicio"

Las promesas

Los chantajistas también son expertos en hacer promesas que nunca cumplen. Por ejemplo, “si
me das otra oportunidad te demostraré que puedo cambiar”. Este tipo de conducta puede ser
una señal de alarma, puesto que es uno de los comportamientos típicos en los ciclos de
violencia de pareja.

La culpa

Hacer sentir culpable a la pareja por su propio comportamiento incorrecto es una de las
estrategias más utilizadas. Por ejemplo: “yo soy agresivo porque tú me provocas” o “yo he sido
infiel porque no me das lo suficiente”. Esta es otra señal que nos puede alertar de que puede
estar produciéndose una situación de maltrato psicológico.

Protegerse de un chantajista emocional

En muchas ocasiones no es fácil reconocer que una persona está siendo chantajeada. El precio
emocional que provoca el chantaje sentimental es muy elevado. Por ejemplo, la pérdida de un
ser al que ama, o el sentirse avergonzado o culpable por dejarse manipular.

El chantajista es una persona hábil que sabe cómo manipular y, en ocasiones, puede parecer (o
decir) que está muy enamorado de su pareja o puede justificar su comportamiento de mil
formas distintas, pero las consecuencias en el bienestar de la víctima pueden ser muy
negativas. Además, el chantajista no necesariamente es una persona mala o perversa, puede
ser su inestabilidad emocional la que le lleve a actuar de esa manera. Por tanto, hay que ser
conscientes de que cada situación es distinta y valorarla con calma y serenidad, pero también
con firmeza si hay que tomar alguna decisión.

Ahora bien, ya que en el chantaje emocional existen dos actores, y no siempre se puede
cambiar el comportamiento del chantajista, la persona chantajeada puede trabajar en sí
misma para dejar de ser víctima de la manipulación emocional. Trabajar la Inteligencia
emocional, la autoestima o practicar Mindfulness, son algunas de las herramientas que pueden
ser útiles ante esta situación y van a ayudar a la víctima a empoderarse frente a la vida.
Casos graves o potencialmente graves de chantaje emocional

En casos graves de chantaje emocional, es posible que la persona afectada necesite ayuda
psicológica para superar la situación y recuperarse de las heridas emocionales causadas.
Hablar con amigos y familiares, y acudir a un especialista de la psicología, son importantes para
recuperar el bienestar emocional de la persona que ha sufrido el chantaje emocional durante
mucho tiempo.

Cómo darse cuenta del Gaslighting

Estas son 10 señales para saber si estamos siendo "Gaslighteados" (información recogida de
psicóloga Robin Stern, autora del libro The gaslighting effect).

Te cuestionas tus ideas o acciones constantemente.

Te preguntas si eres demasiado sensible muchas veces al día.

Siempre te estás disculpando: a tus padres, a la pareja, al jefe.

Te preguntas por qué no eres feliz, si aparentemente están pasando tantas cosas buenas en tu
vida.

Constantemente ofreces excusas a tus familiares o amigos por el comportamiento de tu


pareja.

Te ves a ti mismo reteniendo u ocultando información para no tener que explicar o dar excusas
a parejas o amigos.

Empiezas a mentir para evitar que te cambien de realidad.

Te cuesta tomar decisiones, incluso aquellas simples.

Sientes que no puedes hacer nada bien.

Te preguntas si estás siendo lo suficientemente buena hija/amiga/empleada/novio/a


constantemente.

¿Qué puedes hacer?

Por muy sutil que sea este tipo de manipulación, no estamos indefensos ante él. Existen
maneras de afrontar este tipo de ataques, a no ser que ya exista un fuerte precedente de
abusos y no podamos afrontar la situación manteniendo un mínimo de serenidad. Para actuar
ante casos de Gaslighting, puedes seguir estas pautas:

1. Confía en tu intuición

Si sientes que algo no está bien, ponle atención a eso y examina qué partes no cuadran. A la
hora de analizar las propias vivencias, nuestra experiencia cuenta más que la del resto.

Además, la comunicación no es un juego en el que hay que esforzarse por entender todo lo
que dicen los demás. En una pareja, si no se ha comprendido un mensaje, la responsabilidad
muchas veces es compartida (siempre que le hayamos prestado atención).

2. No busques la aprobación

Resiste la tentación de convencer al otro para obtener aprobación, en vez de eso puedes decir
"Estamos en desacuerdo" o "Pensé en lo que me dijiste, pero no lo siento verdad para mi" o
"Escucho lo que dices, pero mi realidad es muy distinta a la tuya". Eres perfectamente libre de
poner fin a una conversación.

Esto solo es recomendable en casos de Gaslighting, ya que, en cualquier otro contexto, como
en una discusión en la que los argumentos de la otra persona son sólidos, puede convertirse
en una excusa para no admitir que no tienes razón y, en definitiva, en una herramienta de la
disonancia cognitiva.

3. Recuerda tu soberanía sobre los propios pensamientos

Recuerda que las emociones no son ni buenas ni malas, y nadie te puede decir si lo que sientes
es cierto o no. Si tú dices "eso me hizo sentir criticado" o "me sentí triste por lo que hiciste" no
lo estás sometiendo a debate. A fin de cuentas, si sientes que te humillan o te dañan
psicológicamente, solo tú sientes eso; lo que experimentas no está sujeto a discusión.

No te disculpes por sentir, lo que sí debes evitar es agredir, manipular o actuar de forma
dañina.

4. Sé consciente de tus valores

¿Por qué valores quieres ser que te recuerden? Crea una lista de valores personales. Por
ejemplo, "pasar tiempo de calidad con mis seres queridos", "cumplir las promesas", "ser
generoso/compasivo", "decir la verdad ", "viajar", "tener la mente abierta", "mantener la
espiritualidad". Eso te ayudará a mantenerte centrado y saber también qué valoras de los
demás.

De algún modo, los valores actúan como la columna vertebral de nuestro comportamiento.
Pase lo que pase, lo que digan o hagan los demás o no nos debe obligar a ir en contra de ellos.
El momento en el que alguien nos presione para violar estos principios básicos, sabremos que
se nos está intentando manipular.

5. Mantén tus límites personales

Si alguien los traspasa, hazlo saber y plantea una consecuencia. Por ejemplo, si te gritan o
abusan verbalmente de ti, puedes decir "no me siento cómodo con lo que dijiste, me parece
una falta de respeto y no lo pienso dejar pasar". Mantente firme.

Si se repite, hazlo saber de nuevo y dependiendo de la relación, busca un diálogo sincero en


donde ambos se comprometan a no volverlo a hacer o aléjate.

Si la persona no se hace responsable de sus faltas y continúa "gaslighteándote" pregúntate si


deseas continuar la relación o la frecuencia de las visitas en caso de familiares o amigos.
Trabajar la propia asertividad es indispensable para hacer valer los propios intereses con
dignidad.

Referencias bibliográficas:

Rey-Anacona, C. A. (2009). Maltrato De Tipo Físico, Psicológico, Emocional, Sexual Y Económico


En El Noviazgo: Un Estudio Exploratorio. Acta Colombiana de Psicología 12 (2): pp. 27-36.

Rodríguez-Carballeira, A. (2005). Un estudio comparativo de las estrategias de abuso


psicológico: en pareja, en el lugar de trabajo y en grupos manipulativos. Anuario de Psicología.

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