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Janet Browne, La historia de El origen de las especies de Charles Darwin

Article · October 2010

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Francisco Orrego
Universidad Andrés Bello, Viña del Mar, Chile
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ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura
CLXXXVI 745   s eptiembre-octubre (2010)   9 93-1015   I SSN: 0210-1963

RESEÑAS DE LIBROS BOOKS REVIEWS

PEÑA, Lorenzo

reseñaS de libros
Estudios Republicanos: Contribución a la filosofía política y jurídica
México/Madrid: Plaza y Valdés Editores, Abril 2009
ISBN: 978-84-96780-53-8
Páginas: 460. PVP: 24,50 euros

El último libro de Lorenzo Peña confirma su la República como valor ético y jurídico; argumento que no figuraba en su estudio
viraje disciplinario hacia la filosofía jurídi- la segunda acerca de los deberes y dere- precedente sobre la cuestión (Los derechos
ca, área en la que se viene desenvolviendo chos humanos; la tercera, titulada “Hacia positivos: Las demandas justas de accio-
casi toda su producción intelectual de los una República universal”, formula unos nes y prestaciones, de Peña y Ausín [con
últimos años, con un buen ramillete de planteamientos sobre temas de relaciones la colaboración de otros autores], Plaza y
trabajos, muchos de ellos coautorados con internacionales, siempre ligados a la de- Valdés, 2006). El argumento nuevo es el
Txetxu Ausín. fensa de los derechos fundamentales del rechazo de la teoría del pacto social que
individuo. está en la base de las concepciones indi-
Este libro da un paso más en este cambio vidualistas, desde Hobbes, Locke y Rous-
de orientación temática, ya que es un texto En esta reseña voy a dejar de lado todo lo seau hasta Rawls y Nozick, en las cuales
de filosofía no sólo jurídica sino también relativo al encuadramiento macro-políti- se entiende una primacía ontológica del
política. En él se presenta una discusión co y filosófico, que ocupa los capítulos 0 individuo respecto a la sociedad formada,
de la corriente del republicanismo cívico (introductorio), 1 (el valor de la herman- imaginariamente, por una concertación de
representada por Philip Pettit, frente a la dad en el ideario republicano radical), 2 voluntades individuales, la que dejaría a
que el autor nos propone un republica- (vigencia de la constitución republicana salvo los derechos negativos o de liber-
nismo de cuño totalmente distinto, que de 1931), 3 (el poder moderador en la tad –siendo ya discutible qué cláusulas de
no se inspira para nada en la tradición monarquía y en la república), 4 (la me- participación en el bienestar ajeno podría
anglosajona (a pesar de la bien conocida moria republicana como elemento de la contener (Rawls, p.  ej., da cabida a un
adscripción de Peña a la filosofía analítica), conciencia nacional), 5 (un nuevo modelo cierto acuerdo de cláusula redistributiva
sino más bien en tradiciones latinas, como de república: la democracia justificativa, en este pacto social)–. Siguiendo a Aris-
la del republicanismo radical francés, el quizá el más original y provocativo, con tóteles y a toda la tradición premoderna,
solidarismo de León Duguit y la escuela del una audaz propuesta que hoy por hoy no Peña concibe al ser humano como natu-
servicio público así como la propia tradi- encontrará muchos adeptos) y 6 (los va- ralmente social y demuestra que el propio
ción del pensamiento liberal y republicano lores republicanos frente a las leyes de la escenario de tal pacto es un sinsentido,
español, principalmente la corriente krau- economía política). O sea, dejo de lado porque no se puede describir de modo in-
sista de Francisco Giner de los Ríos que toda la Parte I, aunque la misma ocupa teligible. En su visión, el hombre siempre
indirectamente influyó en la Constitución más de la mitad del libro. Voy a concen- está inserto en una colectividad, una res
de la II  República, esta República de Tra- trarme en su tratamiento de los derechos publica, en la que los esfuerzos para lograr
bajadores de toda clase que Peña toma humanos, que es el tema, no sólo de la el bienestar son colectivos, existiendo, co-
ahora como modelo para un futuro diseño Parte II sino en realidad también, en bue- rrelativamente, un deber de colaborar para
del Estado español. na medida, de la Parte III. este bien común y un derecho de bene-
ficiarse del mismo, en lo que se fundan
El libro se divide en tres partes absolu- El capítulo 7 ofrece una defensa de los los derechos positivos. Este beneficio se
tamente desiguales: la primera acerca de derechos positivos o de bienestar, con un canaliza a través del servicio publico, esta

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aportación del republicanismo solidarista la misma que recoja las reivindicaciones de tesis es que la cultura de los derechos del
francés tan poco presente en las corrientes reparación al tercer mundo por los pasados hombre no es un patrimonio de la civili-
anglosajonas. daños de la esclavitud y del colonialismo. zación occidental o europea por el mero
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Lo que aquí se delinea es un derecho a la hecho de que las formulaciones modernas
También hacen aportaciones inéditas igualdad social en el plano universal. El hayan surgido primero cerca de las costas
RESEÑAS DE LIBROS

los capítulos 8 (las libertades asociativa derecho a la paz se elabora en el capítulo noratlánticas, como tampoco forman un
e ideológica en un planteamiento repu- 11, en el que se analiza el concepto de patrimonio occidental los modernos avan-
blicano) y 9 (tolerancia e instrucción: el guerra punitiva, ejemplificada por algunas ces de la técnica.
derecho a pensar mal). El republicanismo campañas militares de años recientes, en-
de Peña se nos presenta como un enfoque juiciándose muy negativamente el papel Está claro que este libro de Peña tiene
genuinamente liberal, con un marcado de la ONU y criticándose las disposiciones varios méritos: hace aportaciones pro-
empeño en proponer un ensanchamien- de la Carta y todavía más su aplicación, a pias al debate, con rigor y claridad; sabe
to de las libertades de asociación y de través del ejercicio del derecho de veto de explotar a fondo su propia orientación
pensamiento (entendida ésta como la li- las grandes potencias. lógico-filosófica, sacando de ella muchas
bertad de vivir según los dictados de la consecuencias políticamente interesantes;
conciencia, de la que deberían disfrutar Dentro de este transfondo se perfila el defiende con valentía unos puntos de vista
no sólo los individuos sino también las capítulo 10 con un mensaje de mayor ca- totalmente minoritarios, algunos de ellos
comunidades ideológicas). Peña analiza la lado filosófico. En él se aborda el problema no compartidos probablemente por nadie
legislación española sobre estas materias de si la cultura jurídica de los derechos más.
y señala una serie de deficiencias: falta humanos es una creación singular pro-
una ley general de libertad ideológica; se pia del occidente o si en ella desemboca No está sin embargo exento de defectos. La
aplica restrictivamente la ley de libertad inexorablemente la evolución de todas las bibliografía de algunas capítulos es suma-
religiosa de 1980 (excluyendo a confe- culturas jurídicas por una exigencia intrín- ria y su selección controvertible. No siem-
siones disidentes calificadas de sectas); seca de la racionalización normativa que, pre los trabajos citados se han discutido
es muy restrictiva la ley orgánica 1/2002 de un modo u otro, está acarreada por en el cuerpo del texto, mientras que, al
reguladora del derecho de asociación (que las diversas civilizaciones, que convergen revés, a veces los que sí se discuten luego
impone un modelo democrático de orga- así en una civilización universal en la que no figuran en la bibliografía (hay capítulos
nización, con lo que impide que por esta se reconocen los derechos humanos. Esta sin bibliografía). El libro no consigue del
vía alcancen su personalidad jurídica las segunda es la opción fervientemente abra- todo dejar de ser una colección de ensa-
comunidades carismáticas). Con relación zada por Lorenzo Peña, quien, a tal efecto, yos, puesto que los diferentes capítulos no
a la tolerancia, Peña también manifiesta nos propone su filosofía del derecho uni- están homogeneizados ni suficientemente
sus tesis liberales, criticando la tesis ciu- versal inspirada en la filosofía de la his- enlazados entre sí. El enorme esmero de
dadanista de una educación en virtudes toria universal de Hegel. Peña rechaza dos la redacción y el característico virtuosis-
obligatorias, que implica, según él, una enfoques aparentemente contrapuestos: mo estilístico del autor a veces dan una
transmisión forzosa de valoraciones, ba- el del choque de civilizaciones de Samuel impresión de artificiosidad o manierismo.
sada en el punto de vista, que rechaza, de Huntington y Giovanni Sartori, con su Es de lamentar que no contenga un índice
que la tolerancia es para los tolerantes. A exaltación de la superioridad de la nuestra, de materias ni uno de autores así como
su modo de ver, libertad hay en la medida a la que las demás deberían plegarse; y el tampoco resúmenes del contenido de los
en que gozan de ella sus partidarios y sus de Immanuel M. Wallerstein, que, fren- capítulos. Por último se echan en falta
adversarios y las virtudes han se proponer- te al universalismo europeo centrado en conclusiones.
se, no imponerse. los derechos del hombre, abogaría por un
universalismo alternativo, genuinamente Estos defectos no disminuyen el valor de
Los últimos capítulos del libro perfilan una universal, que congregaría aportaciones de un libro que es una gran aportación a la
defensa de los derechos humanos, espe- todas las culturas, postura que Peña asocia fundamentación filosófica de los derechos
cialmente los de bienestar, en el escena- a las del postcolonialismo, subalternismo humanos.
rio de la globalización, que Peña defiende y corrientes afines inspiradas en la French
aunque preconizando una orientación de Theory. Frente a los unos y los otros su Por Honorina Gutiérrez Méndez

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AGULLÓ Y COBO, Mercedes
A vueltas con el autor del LAZARILLO.
Con el testamento y el inventario de bienes de Don Diego Hurtado de Mendoza
Madrid: Calambur, 2010, 144 pp.

reseñaS de libros
(Biblioteca LITTERAE, 21)

¿Qué es más importante, la obra o su au- teca y el conjunto de sus libros y cartapa- pués Agulló sobre la fecha de redacción del
tor? Obviamente la obra. Por otra parte, cios. Y en uno de ellos, junto al borrador de Lazarillo, utilizando como soporte tras la
el anonimato fue, en muchos momentos, La rebelión de los moriscos de Granada, en batalla que tendrá como consecuencia la
casi obligado. ¿Se habría atrevido alguien el mismo cajón, se conservaba, Vn legajo captura del rey de Francia y su estancia en
a firmar “Mentidero de Madrid/ decidnos de correçiones hechas para la ynpressión de prisión entre 1525 y 1526. Las referencias
¿quién mató al Conde?” Acusar al rey in Laçarillo y Propalandia. Dichos papeles tal en la obra al episodio serían fruto del re-
propia voce del asesinato de Villamediana vez le fueron confiscados en 1573 al ser cuerdo. Rizando el rizo, como así lo indica
no era aconsejable, como tampoco el Pa- Don Diego denunciado a la Inquisición. El la autora, “Felipe II amenazó a Hurtado en
dre Isla consideró prudente firmar su Fray hecho de que López de Velasco los unie- 1573 con una acusación en firme de andar
Gerundio de Campazas. El que el autor del ra al resto de los originales de Don Diego con libros prohibidos, lo que suponía una
Lazarillo, haya permanecido oculto no tie- bien habla del conocimiento que tenía de denuncia al Santo Oficio de consecuencias
ne nada de raro. Pero ese ocultamiento la autoría del Lazarillo. El cosmógrafo real graves, pero ¿uno de esos libros “de prohi-
es, para los investigadores, un reto. Y en- ya señaló en el prólogo de la edición ex- bida lectura” no podía ser el Lazarillo y el
tre los investigadores brilla con luz propia purgada de 1573 haber suprimido “toda la rey estar al tanto o al menos sospechaba la
Mercedes Agulló, que ahora nos ofrece la segunda parte, que por no ser del autor de la paternidad literaria de la obra?” (p. 51). No
última palabra en relación con la autoría primera, era muy impertinente y desgracia- cabe duda que ya, en su momento, era más
de nuestra primera novela picaresca. da”. Es obvio que López de Velasco conocía o menos vox populi la atribución a Hurtado
perfectamente la autoría del Lazarillo. Agu- de la obra.
En una comunidad científica como la nues- lló plantea que “es posible volver de nuevo
tra, en la que la falta de rigor abunda en a la autoría del libro como de Hurtado de Concluye el libro con el Testamento y el
demasía, el rigor y apoyo documental que Mendoza, desechando las atribuciones al Inventario de bienes de Don Diego Hurtado
Mercedes Agulló aporta son sin duda enco- jerónimo fray Juan de Ortega, a los Valdés, de Mendoza.
miables. Se basa la investigadora en las tes- a Sebastián de Orozco, a Juan Luis Vives,
tamentarías del abogado Juan Valdés, que a Hernán Núñez el Comendador Griego, a En definitiva, estamos en presencia de un
realiza el inventario de los libros del cosmó- Cervantes de Salazar, a “un humanista de la libro riguroso ya que, A vueltas con el autor
grafo soriano López de Velasco, científico España renacentista”, e incluso a Gonzalo del Lazarillo, aporta, con gran rigor, nume-
de la corte de Felipe II, que, en su momento, Pérez, padre del secretario del rey Antonio rosos datos en los que basar su autoría y
publicó nuestro compañero Pérez-Rioja (Un Pérez” (p. 44). Recuerda luego Agulló la atribuírsela a Diego Hurtado de Mendoza.
insigne visontino del siglo XVI. Juan López opinión generalizada de la autoría de Hur- Esperemos que esta atribución llegue a ser
de Velasco (¿1530-1598) (Celtiberia, n.º 15, tado de Mendoza y enumera toda una serie definitiva.
1958, pp. 7-38). Tras la muerte de Diego de datos y coincidencias que la corroboran
Hurtado de Mendoza, López de Velasco se como los indicados por Ángel González Pa- Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
encargará, a su vez, de relacionar su biblio- lencia y Martín de Riquer. Reflexiona des- Instituto de Estudios Madrileños

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NEWTON, Isaac

Nº 745
El templo de Salomón. Manuscrito Prolegomena ad Lexici Prophetici parte
secumdam
Edición Príncipe, traducción española y estudio por Ciriaca Morano
RESEÑAS DE LIBROS

(Segunda edición crítica revisada y actualizada con nuevo estudio a cargo de Ciriaca Morano Rodríguez)
Colección Clásicos del Pensamiento. Madrid: CSIC, diciembre 2009, LXXII+151 pp.

En 1996, siendo Director de Publicaciones dad a su labor en el marco de un proyecto pectos críticos y filológicos); y tras él, el
del CSIC, me cupo el honor de publicar, titulado Edición crítica de textos inéditos facsímil del manuscrito de 69 folios. Le
en colaboración con la Editorial Debate y de Isaac Newton en lengua latina que a sigue la Edición Príncipe del manuscrito
dentro de la colección Clásicos del Pen- partir del año 2000 adquiere dimensiones que abarca el texto latino y su traducción
samiento, la Edición Príncipe de la obra internacionales con diversas colaboracio- española. Completa la edición la relación
de Isaac Newton El Templo de Salomón. nes, y entre ellas, con el Newton Project de abreviaturas y signos tipográficos; el
Para el lector puede resultar sorprendente del Imperial College de Londres.. índice de autores y obras citadas y una
que una obra de Newton no hubiera sido extraordinaria bibliografía, dividida en dos
editada hasta esa fecha, y más sorpren- Un hecho luctuoso, que no dudamos en apartados: Ediciones de obras de Isaac
dente aún que no sólo la obra que ahora calificar de plagio, tuvo lugar antes de Newton citadas y Selección de estudios y
comentamos sino un amplio corpus de ma- la publicación de la segunda edición. catálogos de manuscritos.
nuscritos de contenido teológico, siguiera Una persona subió a la red el manuscrito
en el anonimato de los archivos. Pero así Prolegomena basándose evidentemente Concluir señalando que estamos ante
era. Podría pensarse que Newton, fuera del en la tarea filológica editorial de Ciriaca un libro excepcional por dos razones. La
campo de la Física, no interesaba. Y sin em- Morano sin mencionar adecuadamente al primera de ellas, la labor extraordinaria
bargo, como bien se señala en el texto de CSIC ni a la autora, propietarios del co- desde el punto de vista filológico y de
cuarta de portada, “Los Prolegomena, bajo pyright, ni haber pedido los preceptivos interpretación de Ciriaca Morano. La se-
su adusta apariencia de tratado técnico, permisos. gunda, que tras la publicación de Prole-
esconden una síntesis del pensamiento de gomena Newton ha adquirido una nueva
Newton sobre Dios, el universo, la historia Pero al margen de este desagradable in- dimensión. Ya no es tan sólo el autor de
humana y el destino de la humanidad”. cidente, que está sub iudice, la obra, que los Principia, sino también un hombre y
se agotó rápidamente, tuvo una primera un científico universal: teólogo, erudito y
La autora del extraordinario trabajo de reimpresión en diciembre de 1998, y re- filólogo excepcional. Y esta nueva valora-
“descubrir”, editar críticamente el texto aparece ahora en una segunda edición ción es, al igual que la Edición Príncipe de
latino, realizar su traducción castellana, totalmente revisada. El Templo de Salomón, obra de Cira Mora-
estudiarlo y anotarlo fue y es, pues su no y del CSIC que siempre creyó en ella y
magna labor continúa, la Profesora e In- Tras los obligados prolegómenos, el Es- le prestó su apoyo.
vestigadora del CSIC, Ciriaca Morano. tudio preliminar abarca dos grandes
apartados: El contexto del manuscrito
Tras el éxito de la edición inicial de El Tem- Prolegomena; y La Edición Príncipe del Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
plo de Salomón, Cira Morano da continui- manuscrito: Problemas y soluciones (as- Instituto de Filosofía, CSIC

998 ARBOR  CLXXXVI  745  septiembre-octubre [2010]  993-1015  ISSN: 0210-1963 doi: 10.3989/arbor.2010.745n1231
PIMENTEL, Juan
El Rinoceronte y el Megaterio. Un ensayo de morfología histórica
Madrid, Abada Editores, 2010, 320 pp.

reseñaS de libros
Cuando escribo la recensión de un libro relación aparente que los una, en los que el destino, Pimentel reconstruye con maestría
que no me ha gustado, a pesar de tratarse autor trata de encontrar un nexo en común y valiéndose de una erudición desbordante,
de una obra avalada y salida de la pluma que los emparente, una afinidad o ligazón la historia de Ganda: el rinoceronte que
de un autor reconocido, suelo reservar mi oculta que mediante la recreación y el con- llega embarcado a Lisboa el 1515, proce-
juicio para el final de la reseña, en un traste de su doble historia, pueda salir a dente de la India y como un regalo para el
ingenuo intento por justificar previamen- la luz. Las dos especies de las que se vale rey de Portugal, Manuel I, quien posterior-
te mi disgusto para suavizar o disimular Pimentel para trazar este panorama sobre mente lo quiso reenviar como un lujoso
–en balde, supongo– mi desazón por el la situación del conocimiento científico en presente para el Papa León X. La historia
tiempo invertido en la lectura. Por una es- los siglos que van del XVI al XIX son dos del paquidermo Ganda, símbolo y metáfora
pecie de regla de tres, cuando sucede lo especies –el rinoceronte y el megaterio– de la llegada del exotismo y el lujo oriental
contrario y la impresión causada por la cuya primera comparación o cotejo nunca a un Occidente racionalista y cristiano, que
obra es muy positiva, tengo serias dificul- nos haría pensar en la cantidad de con- vive el apogeo del Renacimiento italiano y
tades para reprimirme y no sentenciar de comitancias y vínculos que entre ambas el poderío pontificio, así como la posterior
entrada, y aunque sea sin aportar ningún trayectorias encuentra el autor. exhibición de ese prodigio de la naturale-
tipo de prueba o argumento que no sea za nunca antes visto por estas latitudes,
mi credibilidad –sea poca o mucha– como Digo esto porque se trata de dos anima- constituyen un proceso de apropiación
lector y crítico, que nos encontramos ante les descubiertos en lugares distantes y en que el autor interpreta hábilmente como
una investigación excelente y un trabajo momentos de la historia también distintos; una suerte de domesticación de Oriente
soberbio. Esto segundo es, precisamente, de hecho, y como nos recuerda el autor, los por parte de Occidente; una conquista que
lo que me ha sucedido con el último libro hallazgos y la posterior difusión de su exis- va más allá de la posesión física del ani-
de Juan Pimentel, Científico Titular en el tencia coinciden cronológicamente con los mal, pues esto es solamente el principio.
Instituto de Historia del CSIC, especia- albores –en el caso del rinoceronte– y con De hecho, y como explica Pimentel, si la
lista en historia cultural de la ciencia y el final –hablando del megaterio– de ese historia de Ganda ha llegado a nuestros
autor de obras como Testigos del mundo. período de la Revolución Científica del que días es gracias al impresionante grabado
Ciencia, literatura y viajes en la Ilustración ellos serán testigos y protagonistas. Aun que le dedicó Durero y a su posterior re-
(Marcial Pons, 2003) o Viajeros científicos. separados en sus descubrimientos por casi producción en serie y difusión en forma
Jorge Juan, Mutis, Malaspina (Nivola, 2008, tres siglos y distanciados en su existencia de copias que circularon durante la Época
2.ª ed.). sobre la Tierra por decenas de miles de Moderna por todo el mundo conocido. Sin
años, ambos llegarán a la Península Ibérica estos gravados y copias, del rinoceronte
En El Rinoceronte y el Megaterio, Pimentel en dos momentos muy concretos y se con- sólo se hubiera conocido su leyenda, ori-
se propone una tarea tan difícil y arriesga- vertirán, gracias a su oportuna aparición y ginada en las descripciones que del animal
da, como motivadora y apasionante. Con- su difusión internacional, en dos iconos de nos ofrecen en sus obras Plinio y Estrabón.
siste dicho reto en escribir un ensayo de la Modernidad, dos símbolos del avance y El rinoceronte de Durero, resultado de su
historia cultural de la ciencia, de la Revo- el progreso científico. capacidad para imaginar (el artista no lo
lución Científica que tiene lugar en Europa vio nunca físicamente, solamente a través
durante la Edad Moderna, partiendo de dos En la primera parte de su ensayo, construi- de dibujos del ejemplar que le facilitaron)
ejemplares de animales convertidos por el do como una doble biografía que parte de y para recrear lo desconocido, creando así
autor en aquello que Gianni Rodari llamó dos puntos de origen alejados, pero com- el conocimiento, es un ejemplo, insiste Pi-
“binomio fantástico”; dos elementos dis- parte alguna parada del viaje y acaba en mentel, de la innegable relación que unió
tantes, dos seres inconexos y sin ninguna cierta forma, confluyendo en el punto de a la ciencia y al arte en el nacimiento

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del mundo moderno. Igualmente, la his- que jamás había visto; del mismo modo, Los reyes taumaturgos) y un libro en el
toria de Ganda es también la historia de serán otra vez los dibujos y grabados con que la historia está contada como un re-
la tecnología (la invención de la imprenta la imagen de su esqueleto montado y des- lato detectivesco que atrapa la curiosidad
Nº 745
y la producción en serie del grabado de montado en huesos, lo que permitirá la del lector y no la libera hasta el final. Por
Durero que hizo posible su difusión) que circulación del descubrimiento por el orbe cómo está construido el ensayo, hilando
RESEÑAS DE LIBROS

posibilitó una especie de primera globali- científico. Ambos ejemplos sirven al autor interrogantes sin resolver que el autor va
zación internacional, en el centro de cuyo para demostrar dos de las tesis en las que planteando sobre la marcha y formulando
éxito se situaba no la palabra y la cultura más insiste a lo largo de estas páginas: conjeturas e hipótesis sobre su posible re-
escrita, como había sucedido hasta enton- el extraordinario poder de la imaginación solución, me atrevo a decir que estamos
ces, sino la cultura visual, la imagen y su –usada por todos los que intervinieron en también ante uno de los mejores ejemplos
poder evocador. ambos procesos– y de lo imaginado, de de análisis microhistórico realizado por un
lo no visto ni directamente experimenta- historiador español, puesto que Pimentel
El otro protagonista de estas vidas parale- do, como instrumento para la creación del emplea con soltura el método cognosci-
las diseñadas por Pimentel es el megaterio, conocimiento científico e histórico; y, por tivo del “paradigma indiciario”, adoptado
un enorme mamífero emparentado con los otro lado, el carácter eminentemente so- por Carlo Ginzburg y llevado a su máxima
perezosos y extinguido en América del Sur cial y colectivo de la ciencia, de su proceso expresión en El queso y los gusanos. Como
hace más de 8.000 años. Para ser precisos, de creación y difusión. En este sentido, y anuncia Pimentel en su introducción, esta-
los protagonistas son los huesos de un me- desmintiendo en parte la imagen tópica mos ante un ensayo que se propone algo
gaterio encontrado en 1787 en la cuenca del científico loco y brillante que hace su tan loable y poco usual entre historiado-
de uno de los afluentes bonaerenses del descubrimiento en el laboratorio, donde res –quizá por ser poco buscado– como
Río de la Plata y trasladado a La Coruña y, vive y trabaja aislado de la civilización, el es provocar al lector, contarle una historia
posteriormente, al Real Gabinete de Histo- autor nos describe dos procesos sociales a que le enseñe y le entretenga a la vez. Al
ria Natural de Madrid, donde el esqueleto muchas bandas, en los que intervinieron leer El Rinoceronte y el Megaterio se tiene
del animal fue reconstruido y estudiado, y terciaron decenas de científicos y hu- la sensación de acompañar al autor en un
en la primera fase de un largo proceso manistas de la época en ambos lados del viaje al pasado; de estar reconstruyendo
que acabó con la identificación –que era Atlántico. los hechos, cual detective de la historia,
también la creación– de una especie hasta a la vez que los reconstruye el autor; de
entonces desconocida. Si en el caso del Sinceramente, me parece que el libro estar descubriendo algo que no sabía na-
rinoceronte la persona clave del proceso de Juan Pimentel es una obra original y die, al tiempo que lo descubre y nos lo
de difusión fue Durero, en el del megaterio pionera en la historiografía española, un descubre el autor; se tiene la sensación, en
argentino llegado a Madrid lo fue el joven ejercicio de orfebrería histórica en el que definitiva, de estar divirtiéndose leyendo
naturalista francés Georges Cuvier, respon- el autor demuestra conocer y manejar una un relato, de la misma forma que se ha
sable de bautizar la especie y de construir variedad de recursos técnicos, narrativos y divertido el autor al crearlo, compartiendo
y divulgar la historia de un animal sobre bibliográficos, poco habitual entre los de su intriga y angustia inicial, pero con una
el que no se disponía –a diferencia de lo nuestro gremio, cada vez más encerrados alícuota recompensa final, al experimentar
que sucedía con el rinoceronte, que tenía en nuestra disciplina, más limitados a la esa sensación de felicidad –y tranquilidad–
ya su nombre y leyenda propia– de nin- parcela de nuestra especialidad. El Rinoce- que nos invade al comprobar que todas las
gún tipo de información o referencia en la ronte y el Megaterio es un magnífico libro piezas del rompecabezas encajan, que no
que apoyarse. Como había hecho Durero, de historia cultural de la ciencia, pero es hay ningún hueco por llenar y que, como
nos explica el autor, Cuvier puso en pié también un ensayo en el que se nos habla sucede en este libro, ninguna pieza sobra.
la historia del megaterio valiéndose de su de las mentalidades de la Europa moderna
talento y de su poderosa imaginación para (la descripción de los gustos y las prácticas
ver e intuir algo –la apariencia externa del de las monarquías europeas que hace el Por Francisco Fuster García
animal “propietario” de aquel esqueleto– autor recuerda en algo al Marc Bloch de Universidad de Valencia

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ABALLÉ, Anna y ROLÓN, Israel
Carmen Laforet, una mujer en fuga
Barcelona, RBA, 2010, 544 pp.

reseñaS de libros
El enigma Carmen Laforet cribir sin dejar por ello de ser escritora” (p. 14) sentido, cabría preguntarse:¿es Laforet un
(una tragedia contemporánea) que cumple la sentenciosa copla popular: “ni caso psiquiátrico o un caso literario? Tal
contigo ni sin ti, tienen mis penas remedio...”. vez la respuesta sea, no esa disyuntiva, sino
Hoy he terminado de leer las 456 pági- Esta es la relación atormentada que tuvo Car- ambas cosas a un tiempo realimentándose.
nas del libro Carmen Laforet, una mujer men Laforet con la literatura, con el hecho de
en fuga (ed. RBA. 2010) de Anna Caballé la escritura. De tal manera que Caballé pone 2)  Contexto y texto. La más cruda post-
e Israel Rolón, magnífica obra de género este punto final a esta esplendida obra así: guerra española en la que se crió no era tal
biográfico. Sin duda, será la biografía de “Al morir pudo descansar de la vida y, por fin vez la mejor atmósfera social para decons-
esta escritora española, autora de la cele- de la literatura” (p. 456). truir sus problemas psíquicos, sus insegu-
bérrima novela Nada, primer Premio Nadal, ridades y construir una identidad fuerte y
ganado la Noche de Reyes de 1945, en Desde ese famoso 1945 que la define saludable. De ahí que la vemos circulando
Barcelona, por una joven desconocida de como una gran escritora y todos los reco- por la vida con esta trinidad de noes: no
22 años, Carmen Laforet. nocimientos anejos al triunfo hasta el año escritora, no ama de casa, no personaje pú-
2004, en que muere con 82 años, su vida blico. Nada de ello quiere ser y sin embargo
Me ha interesado mucho esta biografía y es un puro tormento, siendo ella misma su lo es, la vida se lo ha impuesto fatalmente:
me ha hecho sufrir mucho también. A ra- peor juez, la que peor se trata, la que no es escritora, es mujer joven casada que
tos, sentía que no quería dedicarle tanto puede romper el nudo gordiano al cual la llega a tener hasta cinco hijos y es figura
tiempo, que deseaba “meter el turbo” y ha conducido un destino trágico: el triunfo pública y famosa por aquel insólito premio
hacerle una lectura “oblicua” a gran ve- que la ha cosificado, la ha alienado, en un de Nada que la persigue toda su vida como
locidad, que ya sabía lo que iba a pasar, destino que el azar le ha traído y del cual su Gloria y su Cruz (“se puede morir de
que era sufrimiento sobre sufrimiento lo no puede sustraerse. En suma, una tragedia éxito”, como dijo un conocido político).
que claramente se barruntaba desde el co- contemporánea (digna de llevar a escena).
mienzo, pero no, la he leído en profundidad Evidentemente, si la vida fuera elegible, po-
desde el inicio hasta el final. Deseo dar una especie de pinceladas im- dría decir que Carmen Laforet se equivocó de
presionistas, de “flashes” sobre Laforet, sin fecha al nacer, que si hubiera pertenecido a
El quid de esta lectura imposible de abando- orden y sin jerarquía, con la certeza de que una generación posterior hubiera tenido mu-
nar radica en la maestría de Anna Caballé. La volveré a escribir más sobre esta vida de chos más recursos y vías vitales a su alrededor
ha escrito con tal empatía por una vida hu- mujer que tanto nos puede hacer reflexio- (al menos como posibilidades o alternativas a
mana, con tal dosificación del acaecer vital nar. Veamos las claves siguientes, dichas en su destino). Voy a dar unos ejemplos:
de Carmen Laforet que son contagiosos para corto y en directo:
el público lector. Creo que si Alfred Hitch- a)  No lanzarse al tálamo nupcial que
cock hubiera conocido a Anna Caballé, sin 1)  En la dialéctica individuo-sociedad, la era la salida quasi obligada en el fran-
duda la hubiera contratado como guionista persona se construye; la persona no es sana quismo (casi a lo medieval: o casada o
de suspense bien dosificado. Creo que será o enferma psíquica, en general; la enferme- monja, sin una tercera vía de soltería-
el libro “del verano” para un público culto, dad se construye y también se deconstruye mujer independiente).
no hay más que ver el subrayado que el su- jugando con los materiales sanos o insanos
b)  Divorciarse antes, de un matrimo-
plemento de El País, Babelia, le dedicó en su que estén a mano de la persona. Carmen
nio que al parecer, no le satisfacía.
portada de la Feria del Libro de Madrid. Laforet creció sobre un pobre suelo psíquico
(su familia de origen, en su Canarias natal, c)  Decantarse abiertamente por el
Esta biografía trata de desentrañar el siguien- con orfandad de su madre, con una figura lesbianismo que parece fue una ten-
te enigma paradójico: “cómo se puede no es- arquetípica de la madrastra mala...). En este tación notable en su vida.

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d)  Emplear abierta y sabiamente recur- decirlo en juego de palabras deliberado). de la opinión pública, incluso tal vez espo-
sos de salud, como una terapia psicológi- Su éxito es el reverso del fracaso cultural leada por la curiosidad del difícil acceso a
ca para sus inseguridades, un psicoanáli- en que se vivía en los años cuarenta en ella (sus problemas de identidad hacían que
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sis para sus miedos y fantasmas, etc. España: no había nada, podían contarse la rehuyera). Una sociedad patriarcal puede
con los dedos de las manos el abanico de encumbrar a una mujer, es el éxito de las
RESEÑAS DE LIBROS

e)  Empoderarse como mujer y, si que- escritores famosos (Cela, Delibes y..., es de- minorías, la excepción que confirma la regla
ría, como escritora, en el aliento de la cir, “sota, caballo y gallo”) y si hablamos de de la situación postergada de la generalidad
inspiración que el Feminismo está dando mujeres escritoras, sobraba una mano. de las mujeres (este es sólo un aspecto del
hoy a las mujeres. Nada de eso, abunda- tema complejo y muy matizado con curiosos
ba en “su tiempo” y su persona tampoco Sin entrar en la valoración de la novela en resortes sociales que he analizado durante
lo buscó en los resquicios por los que sí, se puede hablar del desmedido éxito de tres décadas de investigación sociológica
se iba filtrando (su estancia romana en Nada en el desmedido contexto de un pá- sobre las élites profesionales femeninas).
el Transtévere, en el círculo de Alberti, ramo cultural, de una España de papel de
sus viajes a California, en los que ya estraza. Dice de ella Caballé (probablemente 5)  Carmen Laforet fue mimada como es-
se veía otra forma de vida, diversa al en una de las pocas frases distanciadas o critora (notablemente en el plano económi-
encorsetamiento social del franquismo, críticas hacia Laforet, a la que trata siempre co). La atención que la sociedad le prestaba,
acentuado para el caso de las mujeres con la comprensión de una vida sufriente): le causaba un gran malestar, pero al tiempo,
que aún vivían calderonianamente, bajo una reacción de ambivalencia que es como
el peso del honor y de la honra). “Su caso no es precisamente el de una si dijera interiormente: voy a mostrarme
heroína sacrificada en el altar de la abne- socialmente para no desaparecer en la bru-
Una lectura desde la perspectiva de Gé- gación por los demás, sino el de alguien ma de mi mente, hundida por mi pereza
nero, como la que estoy apuntando, daría que sigue viviendo, cuarenta años después, e impotencia; acepto tal conferencia para
mucho de sí. Por ejemplo, de la alienación de los réditos de su primera y excepcio- inmediatamente querer cancelarla; pues no
matrimonial en una sociedad patriarcal. La nal novela” (p. 425). En efecto, Nada es el es la conferencia per se lo que le interesa
falta de fuerza personal y de ambición lite- obelisco literario levantado en plena post- sino tratar de ayudarse psíquicamente.
raria la sumió en la inconsistencia. guerra cuya sombra la persigue, pero cuya
sombra también le da a lo largo de su vida. Alguien debió advertirlo y poner un reme-
Ninguno de esos puntos mencionados arri- Nada, cual fatalismo, está en su vida para dio eficaz, diagnosticarla y tratarla debi-
ba hizo, y se quedó bamboleante, en inde- mal y para bien. damente, no dejarla “en fuga”. No parece
finición permanente que no tuvo fortaleza que haya tenido o haya permitido tener
psíquica para imponerla, si ello le hubiera En otro orden de cosas, se podría decir que una ayuda que fuera al mal de raíz. La so-
placido. Por el contrario, el nudo gordia- a Laforet le sirvió ese triunfo (aunque se ciedad la mimaba, le daba reconocimiento
no literario cada vez la iba cercando más, vio posteriormente que era “envenenado” y y fondos que al tiempo eran una especie
estrangulándola. Era el cerco de los años con gran carga de daño psíquico) pero La- de prebendas envenenadas a un ser que no
que pasaba sin escribir, de los compromisos foret también le vino bien a la postguerra quería ser. “Yo, es otra”, en expresión que
casi siempre incumplidos con sus editores, española, como icono literario femenino. yo adapto para ella de su admirado modelo
de sus dilaciones sin cuento. Impotencia, Imposible que hoy una novela, cualquiera, Rimbaud (citado ampliamente en el libro).
angustia y más angustia era su alimento obtuviera tal éxito y tan sostenido en el
ante la escritura. No es ocioso el subtítulo tiempo, en un panorama sobreabundan- He leído esta obra con una gran piedad
que Anna Caballé ha puesto a la vida de te en autores masculinos y femeninos, en hacia la fragilidad humana, hacia el vulne-
Laforet: “Una mujer en fuga”, al que añado: publicaciones y globalizado. rable curso de la vida que incluso lo bueno,
que no acaba de huir ni de quedarse. un éxito, puede arruinar.
4)  Sobre las élites profesionales femeni-
3)  Texto y contexto. Invierto ahora el nas. Como es característico en toda pro- He leído esta obra con empatía a la condi-
orden, respecto al apartado anterior, y fo- fesional de élite y además aglutinando en ción humana siempre sufriente pero siem-
calizo la vista en el texto. Si Nada hubiera ella los rasgos de pionera, joven y guapa, pre tratando de salir a flote de Carmen
aparecido hoy, nada hubiera sucedido (por Carmen Laforet estuvo en el punto de mira Laforet.

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Y la he leído también con admiración a Anna caída por tierra ante el empuje de algo tan güelles: “Gracias, Dios mío, por permitirme
Caballé que nos ha brindado este navegar con bueno en principio como el éxito literario. llevar esta vida gris. Mi pobre corazón no
maestría por el alma humana, nos ha mostrado soportaría la fama”.
con sabiduría y elegancia esa especie de safari Recuerdo, en este momento, aquel paradó-
peligroso que es la existencia humana, incluso jico dictum del filósofo de la Stoa de Ar- Por María Antonia García de León

reseñaS de libros
HEINE, Heinrich
La escuela romántica
Edición de Juan Carlos Velasco
Traducción de: Manuel Sacristán (La escuela romántica) y Juan Carlos Velasco (Anexos).
Madrid: Alianza, 2010, 287 pp. Filosofía Alianza Editorial. Libro de Bolsillo. Humanidades. H 4499.

Como muy bien decía Golo Mann en 1995, en castellano (una breve selección); Sobre modesto, “el final del período artístico”. En
en la cita que antecede al estudio prelimi- Heine y la época romántica. el decenio que va de 1820 a 1830, los aires
nar de esta obra: revolucionarios vienen de Francia y culmi-
Como ya se ha dicho, el Estudio preliminar nan con la revolución de 1830 que, aunque
Quien quiera ocuparse de la moderna viene precedido por una cita de Golo Mann no tiene correspondencia en Alemania, da
historia alemana tiene que intentar a la que sigue otra de Isaiah Berlin del año lugar a la creación del movimiento literario
describir el genio y el pensamiento de 2000, que no nos resistimos a transcribir: La Joven Alemania, que será rápidamente
Heine tan bien como pueda (p. 7). proscrito. Siguiendo las directrices de He-
Muchos fenómenos que vivimos hoy gel: “captar el espíritu de la época”, Heine
Por ello es extraordinariamente acerta- en día –el nacionalismo, el existencia- “hace materia de su tiempo” el argumento
da la edición de esta obra fundamental lismo, la admiración por los grandes de sus escritos. Pese a su admiración por
del poeta alemán. Al empeño concurren, hombres, la admiración por institu- Goethe, nuestro poeta busca, desesperada-
felizmente, la excelente traducción que ciones impersonales, la democracia, el mente, la regeneración política de su patria,
Manuel Sacristán llevó a cabo en 1964 totalitarismo– se ven profundamente despidiéndose del apoliticismo del maestro;
y la cuidadosísima revisión efectuada por afectados por el romanticismo que los y ve en el romanticismo lo peor del anterior
Velasco “a la luz de la monumental fiable penetra a todos. De allí que éste sea periodo artístico. Los románticos aman el
edición canónica alemana conocida como un tema no enteramente irrelevante pasado por el pasado y su alianza con la
‘la edición de Düsseldorf’”, que, lamen- en nuestro tiempo (p. 7). reacción es evidente.
tablemente, Sacristán no pudo manejar.
A esta revisión ha acompañado Velasco Señala Velasco el desvalimiento de los me- Madame Staël desarrolló una imagen
unos Anexos excelentes, empezando por dios intelectuales alemanes tras la desapa- deformada de Alemania en su obra De
el “Estudio preliminar. Heine y el final rición de Hegel y cuatro meses más tarde de l’Allemagne. El propósito de Heine en La
del período artístico” que ocupa treinta y Goethe. El país entero –nos dice– parecía escuela romántica es, precisamente, com-
cinco páginas y que fecha en Berlín en sumido en una crisis de creación y de pen- batir y refutar esa visón deformada de la
septiembre de 2009. Al estudio se añade samiento difícil de superar. El Kuntst perio- escritora francesa que publicó veinte años
una “Cronología” que es como una bio- de, utilizando la expresión de Heine, había antes. Opositora de Napoleón, los ejem-
grafía resumida del poeta, y una completa concluido. Nuestro poeta fue el primero en plares de su obra fueron confiscados y
“Bibliografía” estructurada como sigue: De establecer un correlato entre la historia li- destruidos en 1810, pero logró publicarlo
Heine: 1. Ediciones generales, 2. Ediciones teraria y la político-social. Hegel ya había de nuevo en Inglaterra donde se agotó rá-
de La escuela romántica 3. Obras de Heine afirmado “el final del arte”, y Heine, más pidamente.

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Madame Staël fabricó una Alemania a su en Alemania. La escuela fue, sin duda, un ne nunca volvió a publicar el texto censu-
medida como antítesis de la Francia revolu- libro polémico y constituiría una obra cla- rado. Otros pequeños textos, procedentes
cionaria primero y napoleónica después. Su ve para la comprensión historiográfica del de versiones previas, se editan ahora por
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devoción no era en modo alguno desinte- romanticismo. Estamos claramente ante primera vez en castellano.
resada y sí conspirativa. Su libro fue deno- un texto de combate. Dividida en tres li-
RESEÑAS DE LIBROS

minado “Biblia de los románticos”. Velasco bros, Heine dedica el primero a la figura de Velasco ha introducido multitud de notas
señala, muy acertadamente, que “la figura y Goethe, el segundo a los hermanos Schle- tan explicativas como necesarias, mante-
la obra de Madame de Staël encarnan a la gel y a Tick; y de pasada a Schelling, Nova- niendo algunas de las originales de Sa-
perfección el tránsito del siglo XVIII al XIX, lis y Hoffmann, mientras que el tercero se cristán.
del racionalismo enciclopedista ilustrado al ocupaba en primera estancia de Brentano y
romanticismo, y la figura y la obra de Heine Arnim, aunque en la edición de 1835-1836 La escuela romántica es, sin duda, una obra
ilustra, por el contrario, el paso del roman- se completó con semblanzas de Zacharias imprescindible y hace de Heinrich Heine el
ticismo ingenuo al post-romanticismo re- Werner, Motte Fouqué, Uhland y de forma primer autor moderno y un hombre com-
flexivo y crítico, incluso revolucionario. escueta, Chamizo, Kerner y Eichendorf. El prometido literaria, social y políticamente
texto conoció en su génesis múltiples re- con el espíritu de su época.
Cuando Heine se traslada a París en 1831, escrituras y sufrió la tijera del censor en
escribe La escuela romántica y su ensayo veinte ocasiones en su primera edición. La Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
Sobre la historia de la religión y la filosofía versión definitiva se publicó en 1836. Hei- Instituto de Filosofía, CSIC

ESCALERA CORDERO, Matías


Pero no Islas
Germanía, 2009.

Pero no islas (Germanía, 2009) es el segun- seres humanos en la gran estructura de A través de estas coordenadas poéticas,
do poemario de Matías Escalera que en- las sociedades globales. Así, destaca, como Matías Escalera desea “poetizar las ideas,
laza con poetas como Vicente Aleixandre, novedad poética en Pero no islas, el análisis las emociones, las experiencias y los actos
en su crítica a la ciudad; Dámaso Alonso, antropológico que Matías Escalera efectúa cotidianos” (p. 4), configurando una poéti-
por su vitalismo y existencialismo; Valente, de los hombres urbanitas, que aparecen re- ca de la razón, del corazón, de la memoria
Riechmann y los poetas de la diferencia tratados como cuerpos contrahechos que y de la acción. Así, el acto poético de Pero
(Antonio Orihuela y Enrique Falcón), por su se debaten entre la posibilidad de alzarse o no islas se establece en el compromiso de
reivindicación de la memoria y del com- de continuar doblegados. En contraste con realizar (en sus implicaciones existencialis-
promiso ético. En este libro, se profundiza esta antropología poética, surge una visión tas), aquí y ahora, la “transcripción, o me-
en los temas de su primer poemario: Grito tecnológica del humanismo en poemas que jor, traducción de los actos y experiencias
y realidad (Baile del Sol, 2008). La muerte, indagan en el impacto de los discursos cien- simples –no comunicadas, ni acaso comu-
el paso del tiempo, la soledad, lo mate- tíficos en la vida cotidiana, constatándose nicables–, a símbolos poéticos –artificiosos
rial y lo inmaterial, se expresan con una la fractura entre idea y materia, que es una y compuestos, pero comunicables–” (p. 4)
poética vitalista que manifiesta la fatali- de las constantes de la poética de Matías sin evidenciarse fractura alguna en el dis-
dad de ser hombre “pensante y sintiente” Escalera. Razón y corazón son reclamados curso poético y poemático. A tenor de las
en “ciudades inhabitables y delirantes”. Lo como símbolos de existencia frente al ni- palabras preliminares de Matías Escalera,
cotidiano adquiere matices existencialistas hilismo de las estructuras tecnológicas y se escuchan ecos de la polémica comu-
en este libro, puesto que lo que se pude económicas que someten la voluntad de los nicación/conocimiento, que tanto resonó
señalar, escuchar, palpar o vocear son las hombres. Frente a los idealismos, aparece la en la poesía de los años 50, inclinándose
pequeñas cosas que nos identifican como memoria como el espacio de la poesía. la balanza hacia una poesía de la comu-

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nicación que tenga como figura retórica la solidaridad individual con una multitud En el último bloque poemático, titulado
central el símbolo, como ya estableciesen de anónimos oprimidos por la falacia del “En tercera persona”, Matías Escalera en-
Bousoño y Aleixandre hacia mediados y poder. juicia el mundo que nos rodea para atribuir
finales de los años 40; pero, sin que se note al Hombre el doliente don de la evidencia,
ninguna fractura entre poesía y experien- De esta manera, la primera parte del poe- como se puede leer en “Trabajadores des-

reseñaS de libros
cia, es decir, que el dictus poemático no mario (“En primera persona”) constata una nudos”, estableciéndose una poética del
sea representación, sino testimonio. Evi- serie de temas que giran en torno a la desconsuelo en un territorio hostilmente
dentemente, la vinculación con poéticas de reivindicación política de los anónimos, la humano. El análisis de la realidad se efec-
la experiencia es inevitable, si bien aleján- reescritura de la historia, del mito y de la túa dentro de una estética materialista y
dose de la artificiosidad representativa del realidad; el retrato sociológico y antropo- experiencial donde lo cotidiano se convier-
neón, de las oficinas, de los aeropuertos..., lógico de la ciudad, que se erige como sím- te en símbolo de las grandes cuestiones
etc., para reclamar el espacio realista del bolo de la alienación del individuo; temas que atenazan al Hombre desde la noche
“embotellamiento”, del “despertar de cada filosóficos y semánticos sobre el divorcio de los tiempos. De esta manera, el poeta
madrugada”, del “mirarse al espejo cada entre el acto y su expresión en el aquí y propone que únicamente en lo insólito y
mañana”, de “la firma de una hipoteca”, ahora, etc. en lo sensorial existe una promesa de vida
del “cobro de la nómina”, de “la compra que ineluctablemente se vincula con la
de un electrodoméstico”, etc. Por tanto, el La segunda parte de Pero no islas rezuma constatación de la muerte, alcanzándose
poeta llama la atención sobre los actos de un sentimiento elegíaco ante el incesante un profundo sentir elegíaco con imágenes
cotidianeidad que confirman la existencia devenir de la vida hacia la muerte (obsér- dantescas de seres sufridores, penitentes
del ser humano en el aquí y ahora del vese el símbolo de la semilla en “De re- y dolientes por el mero hecho de cons-
capitalismo tecnológico. pente la hierba”), y este imparable acon- tatarse en el aquí y ahora. Así, en “Poe-
tecimiento hacia la aniquilación dota de ma descartado” surge el símbolo del eco
En otro orden de cosas, Matías Escalera gran misticismo a este bloque de poemas, como “recompensa de lo inerte”, puesto
incide en una serie de dicotomías de rai- donde la culpabilidad, provocada por la que la voz o no es escuchada, o llega en
gambre post-estructuralista que acotan el inacción, realiza la promesa fatalista de el momento del silencio que se niega a
entramado ideológico y estético de su poe- un mesías puesto en tela de juicio por escuchar. Por tanto, se conjura de nuevo la
mario: lo grande y lo pequeño; lo evidente los hábitos consumistas de la sociedad acción como protocolo de estar en el mun-
y lo oculto; el dentro y el afuera. Estas actual. do, aunque sea la demorada acción del eco,
dicotomías giran en torno a la problemá- pero mantenerse en la actuación, como se
tica vital del hombre corriente desde las El mesianismo, la culpabilidad, el pathos indica en la “Elegía [burlesque]” que cierra
premisas del racio-vitalismo, pues vienen o sufrimiento, el fatalismo y la necesidad el libro, es decir, mantenerse en el juego
a esclarecer que el conocimiento es una de auto-aniquilación cuasi mística, como (recuérdese el “estaremos” con que se cie-
fuente de poder y que la manipulación de única manera de constatarse viviente en rra la primera parte de Pero no islas). La
la realidad conlleva una poderosa volun- un paisaje urbano colmado de muertos en elegía final sustituye la figura del mesías
tad de poder en aquellos que camuflan estado prácticamente vegetativo, son los de la segunda parte por la efigie del ángel
la simpleza de las cosas que simplemente ingredientes que combina Matías Escalera anunciador del fin de los días, establecién-
suceden. Por esto, Matías Escalera recla- para despertar la conciencia dormida del dose una suerte de “ceniza y gangrena” en
ma la importancia del acto y de la acción, individuo en la reencarnación de la expe- oposición a la gloriosa sangre y arena del
porque mediante ellos el hombre puede riencia de las pequeñas cosas cotidianas torero frente a la certeza de la muerte que
percibir sensorialmente la realidad que se que, para alcanzar su perfección, necesitan le brinda el toro. En este sentido, el ángel
desvirtúa en los discursos mediáticos, po- la armonía universal de las esferas cósmi- anuncia la suerte del aniquilamiento, que
líticos y económicos. Así, en la aprehensión cas. Por todo esto, esta segunda parte con- tan vivamente se solicitaba en la segunda
del acto, el hombre corriente siente que cluye con el poema “Cita cierta”, donde se parte del libro, como resultado de recha-
él también puede hacer y, a pesar de ser apela a un sincero “estaremos”, como única zar el poder de la voluntad; y la asunción
una sensación transitoria que se marcha posibilidad de resistencia ante el fatalismo de un “inconsolable cansancio” en calidad
con el efímero instante, se va forjando una determinado por las inercias sociales, eco- de promesa de lo inerte para obtener la
conciencia colectiva de poder a partir de nómicas e históricas. recompensa de la vida.

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Por todo esto, y a modo conclusivo, se puede tico, Matías escalera analiza las tendencias posrománticas, que tan denodadamente se
considerar que Pero no islas configura una sociales, históricas y económicas que reper- esforzaban en brindar al lector la subjetividad
reescritura de la poesía simbolista, donde el cuten en el día a día de los tipos humanos del poeta, planteándose una estética mate-
Nº 745
proceso de simbolización no remite a una se- que retrata en sus versos, desplegándose una rialista en la que la realidad que experimen-
rie de imágenes subjetivas o intrasubjetivas, poética del desconsuelo que se caracteriza tamos por nosotros mismos y que conocemos
RESEÑAS DE LIBROS

sino que se alude a la realidad más cercana por mostrar al lector la agonía del ser huma- a través de los medios de comunicación, es la
y cotidiana del hombre corriente. De este no por alcanzar y agotar su humanidad en un materia con que se cincela el poema a través
modo, también se reconfigura la poética de mundo superficialmente aséptico, debido a la de un proceso de alegorización, en el que se
la experiencia, alejándose Matías Escalera de tecnificación del consumo y a la despiadada pretende mostrar una imagen alternativa de
los tópicos comunes de dicha poética, para impersonalidad que existe actualmente a ni- la realidad, que diverge de la versión oficial
acercar al lector una realidad sin estilizacio- vel sociológico y antropológico. de nuestro mundo, ofrecida en todos los ca-
nes en la que el hombre de a pie se enfrenta nales comunicativos de la era digital.
a un mundo hostil desde su propia asumida Finalmente, reconocer que Pero no islas
pasividad. En este marco conceptual y esté- propone un contrapunto con las estéticas Por José Andrés Calvo Rodríguez

HEIDEGGER, Martin
Pensamientos poéticos
Traducción de Alberto Ciria
Barcelona: Herder, 2010, 470 pp.

Cuando la editorial Herder, a la que tanto La segunda parte, “Desde la experiencia del comienzan, salvo en algún caso, con un
debemos por su contribución a la difusión pensar (Aus der Erfahrung des denkens)”, es doble verso en redonda que empieza por
en España de la obra de Martin Heidegger, el único fragmento que había sido publica- “cuando”, seguido de varios más en cursiva.
me remitió el libro que ahora comentamos, do de forma muy somera con anterioridad Un ejemplo ilustrará ese planteamiento:
lo calificó en la carta de remisión con el en castellano, y en concreto en una edición
siguiente calificativo: “una joya poética”. Y bilingüe de Félix Duque con una serie de Cuando la temprana luz matinal medra
realmente lo es. Efectivamente, como los ro- fotografías de “la cabaña”, tomadas por el silente sobre los montes...
mánticos, Heidegger reconoce en el lenguaje propio Duque, un glosario, imprescindible El oscurecimiento del mundo nunca llega a
poético una forma privilegiada del lenguaje. en toda traducción de Heidegger, y una la luz del eseyer1.
correspondencia español-alemán de las Venimos demasiado tarde para los dioses
Pensamientos poéticos es una obra total palabras que aparecen en los dos textos y demasiado pronto para el eseyer: cuyo
que agrupa textos desde 1910 a 1975. Su (Abada, 2005). En 1945 las autoridades iniciado poema es el hombre.
primera parte abarca ese espacio tempo- francesas de ocupación retiran la venia Encaminarse a una estrella, sólo eso.
ral y se subdivide en “Poemas y Cartas docente (hasta 1951) a Martin Heidegger. Pensar es restringirse a un solo pensamien-
tempranos e inéditos” y dos apartados El filósofo tiene que dejar su cátedra y se to. Alzado una vez, fijo,
más: “Pensamientos poéticos 1945-1946” refugia en su cabaña de Todtnauberg en como una estrella en el cielo del mundo.
y “Pensamientos poéticos 1972-1975”. De la Selva Negra. Es allí donde escribe estos
esta sección transcribimos el poema final: pequeños poemas que, tras su aparente En Pensamientos poéticos hay nada menos
levedad, resumen de forma excepcional sus que dieciséis secciones en esta segunda
Atrévete al silencio No titubees más planteamientos filosóficos. En la edición de
Aquieta la balanza Agradece y medita Duque, que reúne tan sólo doce poemas,
Escucha el de dónde Aquieta la balanza frente al número ingente de la edición  Ser (arcaísmo) según María Moliner. No RAE.
1

Silencia el adónde Atrévete al silencio que hoy comentamos, las composiciones La aclaración es nuestra.

1006 ARBOR  CLXXXVI  745  septiembre-octubre [2010]  993-1015  ISSN: 0210-1963 doi: 10.3989/arbor.2010.745n1231
parte: “Camino a casa”, “El anillo de la y ampliada”. Copiamos el poema titulado que rehúsa todo puente.
diferencia del ser”, “Viraje”, “Entonces “Transformación del dictado enunciativo”: lo propio del ser:
estamos a cubierto”, “Amo: volo ut sis”, ni siquiera desigual a lo ente.
“Sonata sonans”, “Llegada”, “Señas”, “Pa- No en proposiciones:
peletas con anotaciones sobre “Señas””, sólo desde lo no dicho Es obvio que Heidegger es mucho más fi-

reseñaS de libros
“Comienzo que hace propio e inicio en el y largamente pensado lósofo que poeta. Por esto la importancia
acontecimiento de hacer apropiado “de la” y bien guardado de sus poemas está en el fondo, no en
libertad desasida”, “Desde el taller”, “La puedes osar quizá la forma. Su expresión poética es sencilla
cabaña al anochecer”, “Píndaro”, “Istmicas decir pero rotunda.
V, 1-16”, “Ηρακλειτοσ ′Ο Σκοτεινοσ”, lo que indica el camino.
“Surcos” y “Si de las mercedes retiradas/ El volumen concluye con un Apéndice: “El
Tan sólo me recayera”. Reproducimos tan La cuarta y última parte se titula “Textos Epílogo de la editora, Paola-Ludovika Co-
sólo un breve poema que nos remite a la sueltos”. Se trata de un conjunto miscelá- riando”, y Notas del traductor.
concepción heideggeriana de ser-para-la neo en el que Heidegger no duda en utilizar
muerte: textos griegos, como en Píticas VIII, 92 ss. Libro apasionante estos Pensamientos poé-
Muchos de los poemas están dedicados. ticos de Martin Heidegger que puede leerse
Pero qué lejana está aún, Seleccionamos el titulado “Legado de la de mil formas: todo seguido o rebuscando
incluso en la cercanía, pregunta por el ser. Caminos y puestos”: en su índice y dejándose llevar por los tí-
la muerte. tulos de los poemas. De cualquier forma,
Mantén separados: leerlo entero es un deleite para los aman-
En la tercera parte, la sección inicial, “Pen-   los caminos del pensar tes de la poesía, el lenguaje y la filosofía.
samientos poéticos para el legado de un   de todo procedimiento del posicionar.
pensar”, se ve completada con una segun- Entre procedimiento y camino Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
da “Pensamientos poéticos. Versión nueva se abre un abismo Instituto de Filosofía, CSIC

VIRTANEN, Ricardo
Sol de hogueras
Sevilla: Renacimiento, 2010, pp. 59

Hasta setenta haikus reúne Sol de hogueras El poemario es un canto a la naturaleza, a más ilustres, pero sus cultivadores son
en sus cuatro secciones: De natura, De ani- la belleza y a la sencillez, de ahí la elección muy numerosos.
malibus, De persona y De profundis. Hay, den- de haiku como forma de expresión. Esta
tro del segundo apartado, un grupo de haikus característica aparece ya en el fundador Ricardo Virtanen (Madrid, 1964) comenzó
(XXXV a XLII) que tienen como protagonistas de la escuela Matsuo Basho, así como su su andadura poética en el año 2005 con
a las moscas, las mismas que se asentaban en metro silábico: cinco, siete y cinco sílabas Notas a pie de página y el pliego Epitafios
la calva infantil de Antonio Machado. Exce- en castellano y en las lenguas occidentales y la continuó en años posteriores con cua-
lente el que hace el número XL: y diecisiete moras (5/7/5) en el lenguaje dernos de aforismos, Pompas y circunstan-
silábico japonés. No es nuestro poeta el cias (2008) y varios poemarios más.
Sólo las moscas primero, ni será el último en utilizar este
no diferencian entre tipo de estrofa en castellano: Borges y Sol de hogueras es, como ya se ha dicho
muertos y vivos. Benedetti, lo han hecho, por citar a los un prodigio de sencillez y de belleza, una

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mirada al mundo, al hombre y a las cosas, XVII LXX
un describir la esencia en una simple frase. Mientras espero, No hay día ni hora
Cada sección lleva una acertada cita: De la corriente de río que no cante el silencio.
Nº 745
natura de Issa Kabayashi; De animalibus, se lleva el día. Sombras de luna.
de Taigi; De persona, de Taneda Santóka
XXIV
RESEÑAS DE LIBROS

y De profundis de Hölderlin, “Das Leben Bello librito que se lee de un tirón en el


Cuando la miras,
ist zum Tode nicht erkoren” (La vida no que se conjugan el buen hacer del autor
vuela para tus ojos
está destinada a la muerte). El poema re- y el del editor, el poeta Abelardo Linares,
la mariposa.
sume la vida como voluntad de permane- alma y vida de editorial sevillana Rena-
cer, pero aunque su destino no es ese, la LIV cimiento.
muerte llega inevitable. Como final veamos Tendría al fin
cuatro ejemplos de poemas, uno de cada que morirse el cerezo Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
sección: Para olvidarla. Instituto de Filosofía, CSIC

George Steiner en The New Yorker


Edición de Robert Boyers. Traducción de María Condor
Madrid: Siruela, 2009, 391pp.
(El ojo del Tiempo, 39)

Siruela, editora habitual de la obra de Koestler, y Noam Chomsky; y IV. Estudios do con un autor canónico, del que apa-
George Steiner (París, 1929), Premio Prín- biográficos: Sobre el ajedrez, James Mu- rentemente se ha dicho casi todo, sabe
cipe de Asturias de Comunicación y Hu- rray y el Oxford English, y Robert Hutchins encontrar y exponer planteamientos nue-
manidades 2001, nos ofrece ahora una y la Universidad de Chicago. Completa la vos, situándolo en un contexto histórico,
obra singular: la recopilación de algunos edición un Apéndice donde se relacionan descubriendo sus antecedentes literarios
de sus artículos (veintiocho, publicó más todos los artículos de Steiner publicados y de pensamiento. Robert Boyers, en su
de ciento cincuenta), aparecidos en The en The New Yorker. introducción, pone especial énfasis y toma
New Yorker. La selección, un excelente tra- como ejemplo la figura de Brecht al que
bajo de Robert Boyers, ha sido realizada Estamos en presencia de un libro exce- sitúa “dentro del marco político, ético y
temáticamente: I. Historia y política: An- lente que puede, evidentemente, leerse de religioso esencial”. Y añade: “Por supuesto,
thony Blunt, Weber y Viena, Solzhenitsin, corrido, pero también, y ahí la grandeza un escritor de la quisquillosa independen-
Graham. Greene, Albert Speer y Ariès y de la selección, leerse de forma saltea- cia y el empuje de Steiner ha sido fácil de
la nueva historia francesa; II. Escritores y da, buscando aquellos tópicos y autores caricaturizar. Sus esfuerzos por distinguir
escritura: Salvatore Satta, George Orwell, de nuestro gusto. Se coincida o no, cosa lo mejor de lo óptimo siguen suscitando
Karl Kraus y Thomas Bernhard, Bertolt Bre- que suele suceder, con las valoraciones de el epíteto ‘elitista’ y su continua inversión
cht, Robert M. Pirsig, Guy Davenport, John Steiner, nada hay que no sea de interés. en obras maestras ha inducido a algunos
Barth, Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Es más, si algo hay que valorar en el co- críticos a describirlo como ‘un museo de
Alexander Solzhenitsin y otros rusos, y Lo- mentarista es su extraordinaria cultura, su monumentos europeos’”. Algo, añadimos
uis Ferdinand Céline; III. Pensadores: Wal- capacidad lingüística, y su independencia, nosotros, imperdonable para la intelec-
ter Benjamin y Gershom Scholem, Simone el no adscribirse a ninguna escuela, algo tualidad norteamericana. Ni que decir
Weil, Claude Lévi-Strauss, E. M. Cioran, que algunos han criticado. Otro aspecto tiene, que este volumen viene a mostrar
Bertrand Russell, Elias Canetti, Arthur fundamental de Steiner es que enfrenta- lo contrario.

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No quiero, y ésta es una apreciación perso- contrincante en un duelo, el espacio de finura y una especie de piadoso escepticis-
nal, concluir esta recensión sin señalar que acción es mítico y nunca social. Repasa mo en el manejo de testimonios y fuentes,
algunos artículos me han interesado, por luego una serie de obras de Borges que así como claridad de presentación. Todos
razones estrictamente personales, de forma considera fundamentales: El libro de los se- estos requisitos definidos por Steiner con-
especial: los que dedica a Borges, Beckett, res imaginarios; el relato La intrusa, Pierre fluían en Scholem, y en sus extraordinarios

reseñaS de libros
y a la “biografía” del ajedrez. Steiner da Menard, La biblioteca de Babel, Tlön, Uqbar, estudios sobre la Cábala. Su amistad con
comienzo a este artículo con la siguiente Orbis Tertius, La búsqueda de Averroes, El Benjamín se inició en 1915 y pese a su
frase: “Hay tres ocupaciones intelectuales Aleph. La literatura de Borges, nos dice, es diferencia de edad, cinco años, notable en
[...] en las que los seres humanos han rea- un soñar “contra el mundo”. Y concluye: la época juvenil. Esa amistad se convirtió
lizado grandes hazañas antes de la edad de “Todos estos sueños son, inalienablemente tanto en leyenda como en investigación
la pubertad. Son la música, las matemáti- de Borges. Pero somos nosotros quienes erudita. A pesar de sus coincidencias, las
cas y el ajedrez”. Y pone como ejemplos despertamos de ellos, acrecentados”. diferencias entre los dos eran mordaces,
a Mozart, Gauss y Paul Morphy. El crítico aunque su interés mutuo por el sionismo
llega a dos interesantes explicaciones: el A Samuel Beckett, Del matiz y el escrúpu- fue un poderoso lazo entre ellos. Luego
niño músico, matemático o ajedrecista es lo (1968) Steiner lo contrapone a Henry la vida les separó. Scholem se fue a Jeru-
adulto únicamente en dichas disciplinas y James. Da comienzo a su análisis con su salén en 1923 y murió entre honores en
se comporta como un niño, en todas las aprendizaje come secretario de Joyce, sus 1982. La trágica muerte de Benjamin es
demás. Es un adulto parcial, accidental, primeros artículos, sus primeros versos y bien conocida.
que ha desarrollado una extraordinaria como sus cercanas atracciones: Joyce y
capacidad de aquello que identifica a las Proust son las primeras que abandona. En El siguiente artículo, “Un mal viernes”, fe-
tres disciplinas: que estamos en presencia Beckett, señala, hay una reductio del len- chado en 1992, nos habla de Simone Weil.
de actos dinámicos de localización. El niño guaje que culminará en 1957 en Acto sin Steiner repasa la trágica vida de la filóso-
“sabio”, al igual que el adulto experto, llega palabras. Pero esa estética monocroma y fa, sus bandazos ideológicos. Nos dice: “El
a las soluciones respectivas “por medio de silenciosa no tiene que ver con Beckett que precio que Simone Weil pagó por destacar
una reordenación secuencial de unidades posee una formidable elocuencia inversa. estuvo cerca de ser totalmente insoporta-
individuales y grupos de unidades”. No me Hay fugas de diálogo en Esperando a Go- ble. Consumió su salud hasta una muerte
parece adecuado seguir. Si he puesto este dot, por más que diálogo no sea la palabra prematura deseada. Habitó en su cuerpo
ejemplo es para mostrar la notable sabi- adecuada. El crítico concluye señalando como si fuera un tugurio condenado”. Y
duría de Steiner. como W. H. Auden al rendirle homenaje concluye: Simone Weil fue, indudablemen-
póstumo le definió como “Maestro del ma- te, la primera mujer entre los filósofos. Fue
Sobre Borges: Tigres en el espejo, un ar- tiz y del escrúpulo”. también una trascendental perdedora nata
tículo fechado en 1970, Steiner cifra el (schlemiel).
imparable éxito popular de Borges en 1961. Dentro del Apartado III dedicado a Pensa-
Algunas afirmaciones son originales y mo- dores sólo he de referirme a dos artículos, Podríamos seguir escribiendo o trascribien-
tivo de honda reflexión: “En cierto sentido, pues un análisis de todos haría esta crítica do página tras página, comentado todos y
el director de la Biblioteca Nacional de interminable. El primero, titulado “El amigo cada uno de los artículos. Pero no somos
Argentina es ahora el más original de los de un amigo” y fechado en 1990 narra la re- nosotros, sino los lectores los que deben
escritores angloamericanos”, esta extrate- lación entre Scholem y Benjamin. Da inicio sumergirse en esta obra. En pocos casos
rritorialidad de Borges subyuga a Steiner; a la reflexión una serie de consideraciones un libro es tan recomendable como el que
señala luego el crítico “las graves grietas” sobre la erudición de primer orden, tan rara hoy reseñamos.
en el edificio borgiano. Sólo en una oca- como el arte o la poesía excelsos. Requiere
sión, “Emma Zunz” ha creado Borges una una memoria capaz pero minuciosamente Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
mujer creíble, la visión de “el otro” como precisa, una extraordinaria concentración, Instituto de Filosofía, CSIC

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HEIDEGGER, Martin

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Die kunst und der raum. El arte y el espacio
Traducción de Jesús Adrián Escudero
RESEÑAS DE LIBROS

Barcelona: Herder, 2009, 45 pp.

Martin Heidegger y Eduardo Chillida se bre el arte, el espacio y el juego recíproco plástica el vacío juega a la manera de un
conocieron en 1968 en uno de los en- de ambos. instituir que busca y proyecta lugares.
cuentros organizados por la galería Erker
de St. Gallen (Alemania). Su amistad in- El hombre, con el arte, irrumpe en el En este sentido, la plástica sería “la cor-
telectual recién comenzada dio lugar a espacio. Las artes figurativas ¿entra en poreización de la verdad del ser en la obra
una colaboración artístico-filosófica. En colisión con el espacio?¿El espacio es el que instaura lugares”. El estudio concluye
otoño de 1969 nuestro filósofo publica mismo después de la irrupción de la obra con una cita de Goethe: “No es siempre
el libro que nos ocupa en una edición de arte? ¿Subsiste el espacio como va- necesario que lo verdadero tome cuerpo;
limitada para bibliófilos de 150 ejem- cío entre los volúmenes? ¿Se adueña la basta con que se expanda espiritualmente
plares. La edición incluía el manuscrito plástica del espacio? ¿Es la plástica una y provoque armonía; al igual que el son de
de Heidegger en litografía, un disco con dominación del espacio? Todas estas in- las campanas, basta con que se agite por
la grabación del texto leído por nuestro terrogantes, y algunas más, las plantea los aires con solemne jovialidad (Máximas
autor y siete litho-collages del escultor Heidegger en los primeros párrafos de su y reflexiones)”.
vasco. estudio y las va dando respuestas en su
parte final. Una vez más, la editorial Herder nos ofre-
La edición actual se limita al texto bilingüe ce una obra singular del filósofo alemán.
acompañado de unas aclaraciones finales, El espaciar aporta lo libre para un asen- Da continuidad así al proceso iniciado con
una excelente bibliografía y una serie de tamiento y un hábitat del hombre. El arte El concepto del tiempo, Camino del campo,
notas explicativas. como plástica: no una toma de posesión del De la esencia de la verdad, ¿Qué es la filo-
espacio. La plástica no sería una confron- sofía?, La idea de la filosofía y el problema
Dedicado a Chillida, la obra se inicia con tación con el espacio. Lo que denominamos de la concepción del mundo y el excelen-
dos citas: la primera de G. Chr. Lichtenberg “volumen” debería perder su nombre. te “diccionario terminológico” El lenguaje
(Einfälle und Bemerkungen. Cuaderno J, de Heidegger, obra del traductor de este
1789-1793, n.º 424 en Lichtenbers Werke No podía faltar una reflexión sobre el va- volumen, que tuvimos ocasión de reseñar
in einem Band, Weimar y Berlín, 1982, p. cío. Para nuestro filósofo, en la medida en con anterioridad. Labor esta de la editorial
131); y la segunda, extraída de la Física que el vacío está hermanado con el carác- Herder tan necesaria como encomiable.
de Aristóteles. El texto heideggeriano, fiel ter peculiar del lugar, no es un echar en
a los planteamientos de su autor es una falta, sino un producir. El vacío no es nada, Por Alberto Sánchez Álvarez-Insúa
profunda y permanente interrogación so- tampoco una falta. En la corporeización Instituto de Filosofía, CSIC

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BROWNE, Janet
La historia de El origen de las especies de Charles Darwin
Traducción de Ricardo García Pérez
Barcelona: Debate, 2007, 187 pp.

reseñaS de libros
En 2009 se celebró, con gran pompa in- una parte viene a profundizar (si cabe aun escrito y que su historia comenzó mucho
ternacional, el bicentenario del nacimien- más) el estudio que lleva realizando hace antes que fuera publicado (“Los comien-
to del célebre viajero y naturalista Charles más de 20 años sobre la figura y la obra zos”). Según la autora, el libro de Darwin
Darwin (1809-1882). Como si la propia na- de Darwin. En segundo lugar, también pasa no se ajusta a los atributos que hoy con-
turaleza dejara ver la acción de sus leyes, la a engrosar la aplastante cantidad de ini- sideramos debe poseer un libro científico,
fecha también coincidía con la celebración ciativas editoriales que se han desarrollado pues “está escrito con un estilo maravi-
de los 150 años desde que por primera vez con motivo de las conmemoraciones sobre llosamente personal. No incluye gráficas
se dio a la estampa el libro científico que, el nacimiento del naturalista y la publica- ni fórmulas, no hay referencia alguna a
con seguridad, cambió la historia del co- ción de la obra que lo llevó a tener un sitio cifras envueltas en la bata blanca de un
nocimiento sobre el hombre y su historia: privilegiado en los anales de la historia laboratorio, ni tampoco lenguaje especia-
El origen de las especies (Londres, 1859). La occidental. lizado” (p. 13).
organización de reuniones científicas, pu-
blicaciones de libros, artículos, reediciones Aunque sin marginar el análisis de las teo- Por tanto, el análisis de la dimensión per-
y todo tipo de actividades relacionadas con rías propuestas en El origen de las espe- sonal de Darwin es uno de los puntos de
la vida y obra de Darwin fue abrumadora. cies, Browne se distancia de este clásico arranque para comprender la historia de
acercamiento y se introduce especialmente El origen de las especies. La autora explica
Janet Browne, historiadora de la ciencia de en dos elementos que a simple vista pa- que la influencia de sus abuelos fue im-
la Universidad de Harvard, es una de las recen diversos, pero que la autora trata portante porque ambos contribuyeron en
más importantes especialistas en el estudio como parte de una misma coherencia: la gran medida al florecimiento intelectual
de la obra del sabio naturalista inglés. Ha experiencia personal de Darwin (cómo fue inglés en el siglo  XVIII. Erasmus Darwin,
sido editora de su correspondencia y últi- convirtiéndose en naturalista) y los valores fue poeta, médico y precoz evolucionista.
mamente ha realizado uno de los trabajos económicos y políticos de las clases medias El otro abuelo, Josiah Wedgwood, fue un
biográficos más completos publicado en de la época que influyeron en el proceso famoso alfarero y ceramista conocido por
dos volúmenes titulados Charles Darwin. de elaboración de la obra. Es una síntesis el desarrollo de un material nuevo conoci-
Voyaging (vol. 1, London, 1995) y Charles crítica que traspasa el análisis de los acon- do como “la cerámica de la reina”.
Darwin. The Power of Place (vol. 2, London, tecimientos relacionados directamente con
2002)1. la publicación del libro, pues la valoración La personalidad de Darwin, tal como nos
de la actuación de Darwin y la influencia muestra Browne, lo llevaba a evitar par-
La obra que ahora nos ofrece, La historia de de sus ideas, lleva a la autora a analizar los ticipar en cualquier actuación o debate
El origen de las especies de Charles Darwin, actuales debates desarrollados en Estados público. Prefería mantenerse en su jardín
es un aporte en una doble dimensión. Por Unidos sobre el tema. en Kent y llevar una vida familiar de cam-
pesino, escribiendo cartas, compartiendo
El estudio se encuentra organizado en cin- con amigos y realizando experimentos de
1
  Recientemente ambos volúmenes han sido co apartados bien definidos (“Los comien- historia natural. Browne hace notar que
traducidos al español y publicados por inicia- zos”; “Una teoría sobre la cual trabajar”; Darwin en su Autobiografía afirmó que le
tiva de la Universidad de Valencia (PUV). Janet “La publicación”; “La controversia”; “El satisfacía la idea de ser un párroco rural.
Browne (2008), Charles Darwin. El viaje, Valen- legado”). En su mirada de larga duración,
cia: Publicacions de la Universitat de València; Browne comienza reconociendo que El En esta “prehistoria” de El origen de las
(2009) Charles Darwin. El poder del lugar, Valen- origen de las especies es uno de los libros especies la autora describe la importante
cia: Publicacions de la Universitat de València. científicos más importantes que se haya influencia para el despertar científico de

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Darwin su paso por las universidades de lugar y los años claves para comprender errores que aparecían en los Vestiges... de
Edimburgo y por Cambridge. Para la autora, la conformación del pensamiento sobre el Chambers.
745 los logros del sabio nacido en Shresburry origen de las especies.

pueden caracterizarse como una mezcla de En este sentido, el problema para Darwin
las ideas que recogió en ambos centros Browne describe cómo Darwin en unas li- era la elevada tasa de variabilidad presente
RESEÑAS DE LIBROS

académicos. bretas personales (a las que designó con en las especies de la naturaleza. En un
letras específicas) construía teorías que se amplio programa que abarcó los siguientes
Pero el gran salto lo realizó en Cambrid- prolongaban hasta donde la imaginación 15  años, Darwin se enfocó en encontrar
ge, pues ahí “Darwin ingresó en la élite le permitiera. Desde un inicio buscaba la experiencias que apoyaran su teoría. Para
social y en el entorno intelectual en que manera de explicar el modo en que los ello fue muy importante para el desarrollo
viviría durante el resto de sus días, y las animales podían cambiar. Esta intención de de su pensamiento evolucionista sus inves-
amistades que trabó allí demostraron ser Darwin adquirió consistencia cuando leyó tigaciones sobre los “percebes”. Browne ob-
duraderas” además de ser el lugar que le el Ensayo sobre el principio de la pobla- serva que los historiadores no han prestado
dio las oportunidades futuras con el viaje ción (1798) de Thomas Malthus en el que la atención debida a la importancia que re-
del Beagle. Como la propia autora observa: se explicaba cómo la población humana presentó para Darwin los experimentos con
“Quizá todos aquellos incidentes y avan- busca el equilibro con los medios que dis- los percebes (que le llevaron ocho años).
ces despreocupados de la juventud habrían pone para sobrevivir. El concepto clave que Sin embargo, según la autora, lo que el
quedado en nada si Darwin no se hubiera maravilló a Darwin era el de competencia naturalista inglés averiguó con su estudio
embarcado en aquella travesía marítima (la idea de que en la naturaleza se desata le llevó a realizar cambios importantes en
que transformó su vida” (p. 28). una guerra por la existencia aparece en su su interpretación de la biología reforzando
Libreta D) con lo cual ya tenía la esencia de “su creencia en la evolución” dándole un
Browne le otorga mucha importancia a la las ideas que posteriormente plantearía en telón de fondo fundamental para El origen
vivencia personal de Darwin durante este El origen de las especies (“Una teoría sobre de las especies (pp. 62-63).
viaje, pues lo llevaron a vivir una importan- la cual trabajar”).
te “transformación vocacional” (de querer La autora describe cómo este estudio fue
ser un párroco rural a naturalista). Los ma- Uno de los puntos más interesantes de este clave para entregarle la seguridad perso-
yores intereses de Darwin durante el viaje apartado es la descripción que Browne nos nal que Darwin necesitaba para redactar
fueron los relacionados con los aspectos hace de las tribulaciones que vivió Darwin su teoría y publicarla. Sin embargo, volvió
geológicos de los lugares que recorría. An- antes de publicar su obra en 1859. Según a sufrir otra fuerte convulsión emocional
tes de partir había quedado maravillado la autora, desde un inicio, Darwin guardó cuando el naturalista Alfred Russel Walla-
por el rechazo a la autoridad bíblica como silencio sobre las teorías que desarrollaba, ce se le adelantaba (tal como lo había
fuente de explicación geológica que Char- las que sólo comentaba a sus amigos más hecho Chambers) con su ensayo sobre la
les Lyell realizó en sus Principles of Geology cercanos como Lyell. En 1844 redacta un teoría de la selección natural que le en-
(1830-1833, 3  vols.). Tal es la influencia ensayo privado sobre la evolución que no vió en junio de 1858. El ensayo de Russel
que la autora otorga al viaje en el Bea- publicó, pues no se sentía seguro de cómo presentaba coincidencias tan notables con
gle y a las ideas de Lyell en el itinerario sería recibido. No obstante, la publicación las ideas de Darwin que quedó nuevamente
personal de Darwin que llega a observar de un libro escrito por el escocés Robert desesperado.
que “sin Lyell, jamás habría existido ningún Chambers titulado los Vestiges of the Na-
Darwin” (p. 42). tural History of Creation (1844), que enco- En la opinión de Browne, este hecho fue
lerizó a los teólogos de la época ampliando fundamental en la concreción de sus teo-
Con muchas ideas y material que había los debates sobre la evolución, le entregó rías, pues lo impulsó a escribir con decisión
recopilado en el viaje, Darwin percibe a su una razón para no publicar el suyo. Este fue El origen de las especies (“La publicación”).
regreso a Londres en 1836 como la ciudad un acontecimiento que, según la autora, En este sentido, resulta muy atractivo el
había cambiado. Todo era progreso, todo supuso un extraordinario golpe emocional análisis realizado por la autora de este
apuntaba a la realización de cambios, tan- para Darwin del cual le costó reponerse. desengaño sufrido por Darwin, pues pone
to que, al propio Darwin, “le parecía que No obstante, le dio más herramientas para énfasis en la dimensión social del proble-
él también estaba cambiando”. Este fue el ir puliendo su propia teoría y evitar los ma. Describe como las convenciones cien-

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tíficas de la época y el honor entre caba- son los pasajes en que la autora muestra Siguiendo el análisis de las implicaciones
lleros obligaban a que Darwin le entregara como las polémicas generadas alrededor extra-científicas que tuvieron las (diversas)
a Wallace todo el reconocimiento como de la obra de Darwin tuvieron una fuerte polémicas posteriores a la publicación de la
autor de la teoría. No obstante, la autora dimensión social y política. Esto, pues la obra de Darwin, el libro de Browne muestra
relata como Lyell y Hooker impulsaron a “reacción de muchos creyentes respetables cómo un ámbito de la teoría darwinista

reseñaS de libros
Darwin a que no renunciara a su derecho de clase media fue rechazar la evolución afectaba directamente a la sociedad. En
de ser el creador de la teoría sobre el origen porque amenazaba el papel de la Iglesia efecto, la autora se introduce en los pro-
y los cambios en las especies. Para ello le en la salvaguarda de la estabilidad moral blemas que rodearon el surgimiento del
propusieron que ambos –Darwin y Walla- y social de la nación” (p. 97). llamado “darwinismo social”. Los conceptos
ce– enviaran sus respectivos ensayos para de nación y raza cruzaban sus historias y
publicarse, compartiendo el derecho de ser En este sentido, otro elemento a destacar la idea de “la supervivencia de los más ap-
los primeros en realizar el descubrimiento del libro de Browne es como reconstru- tos” despertaba mucho entusiasmo entre
de la teoría. El anuncio se realizó en 1858 ye una arista de la polémica relacionada las élites políticas. Este era el argumento
en una reunión de la Linnean Society de con los mecanismos de defensa que tuvo ideal para la expansión económica de las
Londres que era la principal sociedad cien- Darwin. En este momento de la historia naciones desarrolladas y la colonización.
tífica de historia natural de Gran Bretaña. de El origen de las especies, al igual como La autora relata que era habitual utilizar
Según Browne, el encuentro personal entre fue en el inicio, el factor personal fue la El origen de las especies para legitimar la
Darwin y Wallace en la Linnean Society fue clave. Aquí lo interesante es que los as- competencia existente durante el período
capital, pues tuvo una consecuencia inme- pectos personales y la dimensión social del capitalismo victoriano de libre empresa
diata. El hecho de que la teoría adquiera de las polémicas, adquieren una completa (p. 116).
una completa visibilidad pública catapultó correspondencia en el relato que Browne
a Darwin a escribir El origen de las especies nos ofrece. Alrededor de Darwin se arti- Todo lo anterior se mezcló rápidamente
(p. 76). culó toda una “red” de estudiosos que ac- con otras ideologías imperialistas y euge-
tuarían como escudo frente al azote de sus nésicas que estaban en alza. Browne expli-
A pesar de lo que comúnmente se piensa, críticos (recordemos que según Browne, ca que por estas razones, y a pesar de todo
como muestra Browne, la obra de Darwin Darwin odiaba las tensiones de las dispu- el éxito editorial de la obra de Darwin, su
nunca se propuso ir contra la autoridad de tas públicas). En el núcleo de esta red, y influencia científica no estaba garantizada.
Dios en la explicación de “el gran árbol de a pesar de ver fisuras en el razonamiento La aparición de nuevas áreas en las cien-
la vida”. No quería aparentar ser demasiado de Darwin, estarían sus cuatro grandes cias biológicas con técnicas más avanzadas
revolucionario ni atacar las creencias de amigos: Charles Lyell, Joseph Hooker, Asa ponían en riesgo las teorías darwinistas
los fieles. Siempre se mostró prudente y Gray y Thomas Henry Huxley. Permanecie- (“El legado”).
respetuoso cual espejo de la timidez per- ron unidos, aglutinando cada uno a sus
sonal que mostraba en las relaciones per- respectivos discípulos y seguidores, “y se Para entender los riesgos a que se enfren-
sonales. Fruto de esto, Darwin guardó de- enzarzaron en batallas individualizadas en taba la supervivencia de la obra de Darwin,
liberadamente silencio sobre dos aspectos defensa de Darwin”. Browne estudia el proceso de apropiación
capitales: a.) el problema del origen del ser y deformación del darwinismo por otras
humano y, b.) la existencia de la presencia Este mecanismo de defensa en favor de teorías evolucionistas tras la publicación,
divina en el mundo natural (p. 87). Darwin representa todo un valor para las que llegaron a dejar casi irreconoci-
Browne, pues provocó que el debate fun- ble la teoría inicial de la selección natural
A pesar de esto, y como es bien sabido, damental sobre la teoría de las especies se (p. 130). Ejemplo de esta situación son los
la publicación de El origen de las especies ensanchara y avanzara por otros caminos. cambios introducidos por Wallace y Kro-
desató reacciones casi inmediatas que La diversificación de los temas y la inclu- potkin. El primero pasó de los aspectos
rápidamente se extendieron fuera de las sión de otros personajes provocaron que, competitivos de la biología darwiniana
fronteras de Gran Bretaña (“La controver- como señala la autora, se dieran transfor- (darwinismo social) al socialismo utópico.
sia”). El escándalo no se suscitó solamente maciones fundamentales en las actitudes El segundo, con la publicación de su obra El
por cuestiones teológicas o científicas. Uno culturales y el pensamiento científico de apoyo mutuo (1902), transformó por com-
de los momentos más relevantes del libro la época (p. 100). pleto la idea de competitividad existente al

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interior de la tesis darwinista proponiendo virtiese en movimientos políticos de rele- debates científicos, sociales y políticos re-
que la fuerza motriz de la evolución era vancia a inicios del siglo XX extendiéndose lacionados con su publicación. No sólo nos
la cooperación. De igual manera, para re- por Europa y América. ofrece un estudio que describe las variables
Nº 745
construir la historia de la vida de la Tierra intelectuales y científicas que rodearon la
se optó por utilizar caminos alternativos a Con todo, posteriormente en la década de elaboración y el impacto de la obra más
RESEÑAS DE LIBROS

la evolución darwiniana. Se desecharon las los 60’ y 70’, tal como observa la autora, trascendente de Charles Darwin. La auto-
respuestas que se basaban en ideas bioló- la historia de El origen de las especies si- ra, de manera coherente y con un brillan-
gicas como lo hacía el darwinismo inicial gue escribiéndose. Durante esas décadas se te manejo de acontecimientos y actores,
fruto de los importantes descubrimientos han continuado realizando nuevas síntesis nos introduce por los itinerarios extra-
que la paleontología había realizado a fines sobre el pensamiento biológico y las tesis científicos que modelaron el pensamiento
del siglo XIX. evolucionistas con la participación de nue- evolucionista del sabio naturalista inglés.
vos partidarios de las tesis creacionistas Una historia que traspasa lo meramente
Browne explica que en la década de 1940 y antidarwinistas. En la actualidad, ob- lineal y acumulativo convirtiéndose en un
el darwinismo es revalorado luego de que serva Browne, acalorados debates rodean relato espiral y abierto en su argumento.
se realizara una nueva síntesis de las ideas la enseñanza en Estados Unidos sobre las En síntesis, una obra de referencia no sólo
del sabio inglés. Para explicar la casi des- nuevas teorías creacionistas y el evolucio- para los estudiosos de la obra de Darwin,
aparición de la influencia del darwinismo, nismo, cuyo nuevo debate se sumerge en sino para todos los investigadores e histo-
la autora muestra como a principios del una alternativa al darwinismo: el “diseño riadores que buscan develar las diferentes
siglo XX gran parte del mundo desarrollado inteligente”. Retrotrayéndonos a la intro- y discretas alianzas entre vida personal,
quedó sumergido en sistemas de pensa- ducción del libro y citando nuevamente a ciencia, sociedad y política.
miento eugenésicos y hereditarios a gran la autora: “En muchos aspectos, su historia
escala (tras la irrupción de los descubri- –la de El origen de las especies– es la his- Por Francisco Orrego González *
mientos de Mendel cuyo hito más impor- toria del mundo moderno” (p. 14).
tante fue el I Congreso Internacional de *  Licenciado en Historia, Pontificia Universidad
Eugenesia celebrado en Londres en 1912). En último término, la tesis del libro que Católica de Chile. Diploma de Estudios Avanza-
La relajación de los valores morales y el Browne nos entrega sería la explicación dos (DEA), Departamento de Historia Moderna,
declive de las “aptitudes biológicas de la de cómo una obra –la de Darwin– traspa- Universidad Complutense de Madrid. Correo
nación” llevaron a que la eugenesia se con- só con creces los límites temporales y los electrónico: orregofco@gmail.com.

FRIEDERICH-STEGMANN, Hiltrud (ed.)


Christian August Fischer. Viaje de Ámsterdam a Génova pasando por Madrid
y Cádiz
Alicante: Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2007

En los últimos años han sido rescatadas ofrecer una visión interesante de la España científicos realizados sobre este país, Fis-
las obras de varios viajeros alemanes que de entonces. cher fue un precursor importante, cuyas
vinieron a España a finales del siglo XVIII publicaciones resultantes de este viaje fue-
o durante el siglo  XIX. Con traducciones Uno de estos viajeros redescubiertos re- ron consultadas y citadas posteriormente
al español y amplias introducciones que cientemente es el autor sajón Christian por numerosos viajeros, tanto por alema-
sitúan las obras en su contexto históri- August Fischer (1771-1829) que empren- nes como por los procedentes de otros paí-
co, se ponen a la disposición del lector dió un viaje por España en los años 1797 ses, debido a su rápida traducción. Según
de habla hispana estos textos que suelen y 1798. En lo que respecta a los estudios las pautas de la época, con su primera obra

1014 ARBOR  CLXXXVI  745  septiembre-octubre [2010]  993-1015  ISSN: 0210-1963 doi: 10.3989/arbor.2010.745n1231
española Viaje de Ámsterdam a Génova pa- tiempo, antes de que se iniciara ya en el país. Al final de la publicación, a conti-
sando por Madrid y Cádiz, publicado en el nuevo siglo la gran ola de viajes y de gran- nuación de las cartas, se presenta como
año 1799, Fischer nos presenta un cuadro des cambios en este país (por ejemplo, de- documento adicional el ya mencionado
general sobre España, enmarcado en una bido al desarrollo de los nuevos medios de “Apéndice sobre la manera de viajar por
descripción de su viaje por este país, en el transporte como el ferrocarril) y, además, España”.

reseñaS de libros
que se abordan los aspectos más diversos por defender a España contra la imagen
de la realidad española. Se trata de una negativa imperante en aquella época. La introducción de Friederich-Stegmann
descripción más bien impresionista del pone el viaje y las aportaciones de Fis-
país, salpicada de comentarios entusiastas La reciente edición de la obra Viaje de cher en su contexto histórico, ilustra con
del paisaje y aderezada con la rica mención Ámsterdam a Génova pasando por Madrid varios ejemplos la repercusión que expe-
de escenas callejeras y las costumbres de y Cádiz, de Hiltrud Friederich-Stegmann, rimentó entre sus colegas coetáneos y,
la gente, lo que el propio Fischer concibió contiene una traducción del texto al cas- con la ayuda de citas de la propia obra,
como complementario a la publicación de tellano, realizada por la propia editora, logra despertar la curiosidad por cono-
Jean-François de Bourgoing. precedido por un interesante estudio in- cer más detalladamente las descripciones
troductorio. Este estudio revela el gran co- de Fischer. Esta edición además ofrece a
Además de esta obra, el autor profundizó nocimiento que tiene Friederich-Stegmann continuación una amplia bibliografía con
en el estudio de dos regiones de España, de la persona y la obra de Fischer así como las publicaciones de Fischer sobre España,
dedicándoles a cada una de ellas un tra- del contexto histórico, es decir, las descrip- otros libros de viaje citados, así como la
bajo detallado: primero, uno a la región de ciones de la España coetánea, las fuentes literatura secundaria, además de un índi-
Madrid (Cuadro de Madrid, 1802), donde de inspiración de este autor, y los autores ce onomástico y un índice toponímico, lo
también trata la situación de la ciencia que posteriormente se referirán a sus es- que le añade valor a esta edición para el
española y, a continuación, un segundo de- critos. Precisamente la obra en cuestión mundo académico.
dicado a la región de Valencia (Cuadro de alcanzó una gran repercusión en la Europa
Valencia, 1803-1809), que fue publicado de la época, despertó en muchos lectores el En resumen, con esta publicación la editora
con una traducción al español en 2008. deseo de visitar España y logró ser traduci- hace accesible al lector español una valiosa
Aparte de estos tratados científicos, que da en poco tiempo a cinco idiomas (sueco, descripción de la España de finales del si-
aportan de una manera sistemática y de- neerlandés, francés, inglés y danés). Está glo XVIII que, debido a su gran repercusión
tallada una gran cantidad de información, redactada en forma de cuarenta y cinco y el momento temprano en la que fue edi-
a este autor también le debemos una des- cartas, de las que la carta número treinta tada, tuvo en su época un significado para
cripción general sobre lo que significaba y tres ofrece una amplia lista, en la que la difusión de conocimientos sobre este
viajar por España en su época, publicada en Fischer presenta y comenta brevemente país. Así mismo, hoy día aún constituye
1799 como “Apéndice sobre la manera de las más destacadas publicaciones que se un importante documento histórico para
viajar por España” en la revista Allgemei- habían editado en España en ese momento la construcción de la imagen de España
ne geographische Ephemeriden. Se trata de en las diferentes áreas de conocimiento, en el exterior.
un documento instructivo y revelador, por con lo que el autor muestra que estaba al
demostrar las condiciones de viaje en ese corriente de la actividad científica de este Por Sandra Rebok. CSIC

doi: 10.3989/arbor.2010.745n1231 ARBOR  CLXXXVI  745  septiembre-octubre [2010]  993-1015  ISSN: 0210-1963
1015

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