El Secreto de Las Siete Semillas
El Secreto de Las Siete Semillas
El Secreto de Las Siete Semillas
Luego de cuatro semanas de cuidarla como oro, Ignacio no nota diferencia alguna en el terreno,
entonces decide remover y ve que la semilla no ha variado en absolutamente ¡nada!
Frustrado se dirige donde el maestro, allí el maestro le dice que esta semilla jamás hubiera crecido,
ya que había sido golpeada, con ésta hizo una analogía acerca de los niños maltratados, humillados y
desvalorados, que a diferencia de la semilla, crecerían pero no llegarían a alcanzar un
buen desarrollo. El modo de cómo afecta nuestro pasado en el presente: El Autoconocimiento.
Las emociones destructivas almacenadas durante nuestra niñez, memorias subconscientes, emergen
e interfieren con nuestra vida y no nos damos cuenta de ello. La forma de deshacernos de ellas es
analizando cada sentimiento que aflore y explorando algún suceso de nuestra niñez para obtener
alguna pista acerca de nuestra conducta, durante este proceso te conocerás mucho mejor y
comprenderás por que actúas de cierta forma. Mientras más conciencia y conocimiento tomes de tu
subconsciente, tendrás más libertad y capacidad de ser feliz – dijo el maestro.
Nuestros errores no son más que condiciones para poder aprender y hacernos mejores como
personas.
Ignacio ya estaba de vuelta en casa, como siempre había logrado ocultarse del mundo, estaba en su
"escondite": su estudio, su lugar predilecto donde se olvidaba por completo del mundo de su
alrededor (incluyendo las emociones).
Al día siguiente, Ignacio, que se había comprometido a volver donde el maestro, dudaba, finalmente
fue. Ya allí, Ignacio le narró orgulloso la forma del cómo él "controlaba" sus emociones ocultándose
de su mundo exterior, entonces el maestro trajo un vaso de agua y hielo, comparó a los sentimientos
con los cubos de hielo, por más que se les empuje siempre regresan a la superficie, al igual que los
sentimientos y peor aún no somos concientes de esto. Ignacio debía aprender a integrar su lado
emocional con su lado racional para poder lograr la felicidad.
Además Ignacio le narró su día de trabajo, de cómo había gritado a uno de sus empleados por su
incompetencia, justificó que su padre les enseñó que uno debe pagar por sus errores. El maestro
concluyó que Ignacio actuaba así por que para él era normal, ya que según lo contó Ignacio había
vivido en la violencia.
Las memorias subconscientes no se olvidan y permanecerán hasta que puedan ser entendidas y
digeridas. El maestro le dijo que no bloqueara sus emociones, que al principio podían ser amargas y
negras pero que luego serían dulces y transparentes, le encomendó que debería analizar qué
emociones y pensamientos llevaron a su forma de actuar. Además el único que perdía, por gritar a
sus empleados, era él.
Al llegar a su casa, tuvo el impulso de "ocultarse del mundo", pero recordó lo del maestro y decidió
analizar sus emociones que afloraban, se sintió feliz.
Al día siguiente tuvo el apuro de visitar nuevamente al maestro por otra discusión, ya que quería
contarle sus experiencias vividas en el día, el maestro escuchó y le dijo que haberse dado cuenta de
su error era ya un gran avance y que cambiar años de costumbre tomaría mucho tiempo. Analizando
la situación Ignacio se dio cuenta que en el fondo estaba reviviendo lo que su padre hacía.
La única forma era tomar conciencia de éste tipo de acciones y analizando que tipo de sentimiento la
ha generado. A medida que tomes más conciencia de tus conductas, tendrás una mayor capacidad
de mejorar. El maestro le entregó otra semilla y le dijo que regresara en cuanto ésta brotara.
3. Capítulo 2
Pasado un mes, Ignacio ya contemplaba una plantita, hasta entonces ya sabía que tenía un problema
de agresión, pero éste ocurría cuando él no era conciente y no podía evitarlo.
Ese día se le negó un préstamo de un banco por la mala calidad de sus documentos, Ignacio estaba
furioso y fue a "castigar" a su gerente de finanzas; pero algo frenó en seco sus palabras, recordó que
era así como su padre le gritaba cuando erraba. Se disculpó, Ignacio estaba calmado, se sentía triste
por haber insultado a su empleado y a la vez alegre por haber tomado conciencia a tiempo para
disculparse.
Al culminar el día Ignacio se enrumbó hacia la casa del maestro, le contó todo este incidente, el
maestro le explicó que los traumas de la niñez colocan trozos de leña en la mente; esta leña se
enciende fácilmente y crea fuegos y conflictos ante cualquier problema. Entonces ¿cómo hacer para
que no se prendan a menudo?
El maestro le enseñó a humedecer los leños mentales practicando la meditación. Dentro de nosotros
existe un tesoro inmenso de paz y tranquilidad. Este tesoro se llega a alcanzar dejando de pensar, es
decir adentrándose dentro de uno mismo.
La planta que germinó tenía la peculiaridad de "cerrarse" cuando había ruido a su alrededor, es la
mimosa púdica.
Al meditar habitualmente se siente una paz y una felicidad increíbles, recuperas tus cualidades
innatas y humedeces tus leños mentales. Pero dejar de pensar es difícil, es por eso que el maestro le
enseñó una técnica: repetir una y otra vez una sola palabra. Ignacio al momento de poner a prueba
esta técnica, por un momento sintió una sensación de amor y paz.
Pero la meditación requiere un 100% de concentración, y esto sería difícil de hacer en el trabajo, por
tal razón el maestro le enseñó una técnica para usarse en el día: el control de la respiración. Debería
tomar unos minutos cada dos horas para concentrarse en su respiración. Es luego de esta
explicación que el maestro el entrega a Ignacio un anillo, para que recuerde lo del control de su
respiración.
Ignacio debía hacer una presentación audiovisual a un futuro cliente, el asistente que debía hacer la
instalación de los equipos aún no lo había echo, esto intranquilizó a Ignacio y empezó a gritar, pero
tocando el anillo se concentró en su respiración y logró calmarse, se sentía muy bien, lleno de paz y
tranquilidad, irradiaba mucha energía e hizo una excelente presentación. Se corría la voz de que
Ignacio estaba cambiando.
El maestro le explicó que una mente en paz y armonía atrae lo bueno y lo positivo, además que el
verdadero fin de una empresa es generar un entorno para aprender y desarrollar el espíritu. Las
utilidades que genere son sólo un medio y no un fin.
Dentro de nosotros existe un río de sabiduría, meditando lo sacas poco a poco. Lo haces aflorar y te
da un conocimiento intuitivo de lo que debas hacer. Un par de días después Ignacio meditando logro
sentir nuevamente esa sensación de paz y amor, hasta llegó a salir de su cuerpo.
Estaba orgulloso de haber logrado esto, pero el maestro exhortó que el verdadero motivo de la
meditación es el encontrar la divinidad que cada quien lleva dentro. Meditar te ayuda a ponerte en
contacto con tu verdadera esencia.
Luego el maestro le enseñó una técnica para la meditación que consideró la más valiosa: el Kriya
Yoga, esta técnica te enseña una serie de posturas que a través de ciertos movimientos físicos,
afectan tu sistema nervioso dándote una mejor capacidad de concentración, y por lo tanto te permite
avanzar más rápido en el camino de la meditación.
Diez días después el maestro le entregó la tercera la semilla y le ordenó que regresara cuando la
planta floreciera.
4. Capítulo 3
Pasados cuatro meses, la semilla ya había germinado en un rosal. Ignacio ya meditaba media hora
en la mañana y en la noche. Se notaban claramente los efectos de la meditación.
Ignacio se sentía ganador y superior a todos, se sentía invencible; además su empresa estaba mejor.
Citó a una reunión a los ejecutivos importantes de la empresa y sin darse cuenta empezó a jactarse y
hasta decir que valía más que los 10 vendedores de la empresa. Todo el mundo estaba descontento.
Ya era tiempo de visitar al maestro, el mensaje de la rosa es que es hermosa pero sólo la puedes
admirar de lejos, si te acercas demasiado te hinca.
Esto mismo ocurre con las personas que están manejadas por su ego. Dedican su vida a "inflarse" de
admiración, de prestigio, de estatus y de aceptación; pero si te acercas verás una realidad espinosa,
de miedo y dolor interno. En el fondo estas personas se sienten poco valoradas e inseguras.
El mensaje de la tercera semilla es el control del ego. El ego en su afán de ocultar una realidad
interna y ocultarla principalmente de ti mismo, desarrolla una serie de conductas inconcientes;
el objetivo del ego es esconder tus carencias internas, pero sobre todo de ti mismo. Debes de estar
muy conciente para evitar que tu ego te controle.
Cada vez que meditamos quemamos una pequeña parte de nuestro ego. Con el ego buscamos la
aceptación y el amor afuera, cuando la tenemos aquí, dentro de nosotros. Sólo meditando la
obtendremos. Terminando la sesión el maestro el entregó otra semilla.
5. Capítulo 4
Pasados un mes y medio, la semilla se convirtió en una pequeña planta de hojas verdes, alargadas y
llena de ondulaciones. Ignacio estaba obsesionado por tratar de eliminar su ego.
Ese día tenía una reunión mensual con sus ejecutivos, Ignacio quería probarse a sí mismo con lo del
ego, la mejor forma era haciendo participar a todos, que cada quien exponga sus logros. Le tocó el
turno a uno de ellos y dijo que les iba mal, pero ni siquiera logró terminar cuando uno de sus colegas
empezó a insultarlo y se unió a éste otro.
Ignacio veía este cuadro con mucho rechazo, estaba totalmente conciente y podía ver como los egos
de sus ejecutivos los controlaban. Ignacio calmó a todos e inmediatamente le preguntó qué cual era
la forma en que podían ayudarlo. Éste respondió y dijo que el principal problema era Ignacio, que se
había metido en su área y desmotivado a su gente.
Ni bien terminó de hablar, el Ignacio de antes, el Ignacio controlado por su ego empezó a vociferar, se
dio cuenta y terminó la reunión. Estaba decepcionado consigo mismo, tarde tomó conciencia. Ignacio
se dirigió a la casa del maestro y le contó todo este incidente, al maestro le pareció que el ego de
Ignacio era el que quería deshacerse de su ego.
Al querer ser el vencedor y ganarle a su ego, estaba actuando con su ego. Cuando te molestas, te
angustias o te da rabia, atraes al ego. Cuando estás en paz, con tranquilidad y balance, el ego se
aleja. El objetivo de la vida es disfrutar caminando dando lo mejor de ti, al margen de los resultados, y
manteniendo tu paz y tu felicidad interior. No te propongas vencer al ego, esto implica que hay un
ganador y un perdedor, lo cual va indirectamente al ego.
La semilla era del árbol de mango, su mensaje es la importancia del servicio desinteresado. Nuestro
ego nos hace actuar todo el tiempo de forma interesada. El servicio es lo opuesto al ego.
Aquellas personas que han orientado su ser al servicio de los demás son muy espirituales, felices,
desapegadas y tienen muy poco ego. Las personas buscan la felicidad en el sitio equivocado, se
sienten totalmente distintos, pero al final son todos uno. La mayoría no quiere dejar ni entrega ni una
gota de sus recursos, pero lo que no saben es todos somos un mar de energía divina.
El servicio es una actitud hacia la vida, es dejar de pensar solamente en ti y pensar en los demás.
Servicio es preocuparse en el crecimiento y desarrollo de otras personas. El maestro ayudó a Ignacio
a encontrar su misión, su darma, su lección que aprender: comunicar sus conocimientos sobre estas
cuatro semillas a los ejecutivos y empresarios. Ignacio tenía miedo de hablar en público, el maestro el
recomendó para que el miedo desaparezca que debemos de poner como objetivo servir, con amor y
desinterés al público.
Pasados dos meses Ignacio hizo la presentación, luego de haberse preparado mucho, pudo llegar a
controlar su miedo usando el control de la respiración, hizo una excelente presentación. Al terminarla
todos le aplaudieron y le agradecieron.
Al día siguiente fue a visitar a su maestro, e Ignacio le reprochó que la técnica de pensar en servir a
los demás no era útil, entonces el maestro le dijo que esta técnica sí servía, sólo que para
cada persona es diferente. Además le dijo que el mejor antídoto para vencer al miedo era enfrentarlo.
A medida que seas más conocido y popular, te será cada vez más difícil evitar que el ego te
manipule. A medida que logres más éxitos, requerirás meditar más, de tal forma que el éxito no te
haga sentir superior.
El maestro el entregó la quinta semilla, Ignacio al mirar las plantas, se dio cuenta que el lento
crecimiento de las plantas representaba el lento desarrollo que él experimentaba en cada uno de los
ámbitos espirituales.
Ignacio ahora meditaba 45 minutos en mañana y en la tarde. Al día siguiente, tenía una reunión
importante pero tuvo que parar para festejar el cumpleaños de una de sus colegas. A Ignacio no le
gustaba esto de los cumpleaños, no disfrutó absolutamente nada del cumpleaños y estaba apurado,
aún molestó a la dueña del cumpleaños. Luego tuvo que disculparse, recordó que el servicio era
pensar más en los demás y dejar de pensar en uno mismo.
Al día siguiente contó este hecho al maestro, él dijo que sus ojos y sus oídos habían estado cubiertos
con una capa de cera. Sólo te veías y escuchabas a ti mismo en todas tus acciones. Ahora a través
de la meditación, el servicio desinteresado y el fuego de tu alma que aflora empezarán a derretir esta
capa de cera y podrás escuchar más las necesidades de otras personas. El maestro el ordenó que
regresase en cuanto la semilla germine.
6. Capítulo 5
La semilla que germinaba era de girasol. Ignacio andaba más preocupado por que necesitaba realizar
una reducción de personal, no sabía que hacer. Habían asegurado una venta grande, pero ésta sólo
se realizaría si coimeaban al vendedor.
Con estas preguntas Ignacio fue a visitar al maestro. Él le dijo que un alpinista siempre tiene muchos
caminos para llegar a la cima, la elección del camino dependerá de cuál sea el objetivo del alpinista.
Si lo que quiere es llegar lo más rápido posible a la cima, tomará la ruta más corta y arriesgada. Si su
objetivo, es disfrutar cada uno de sus pasos en el ascenso hacia la cima, con paz, felicidad y
tranquilidad, tomará el camino más seguro.
La meditación, hacer servicio desinteresado, controlar su ego había hecho que aflore el ángel interno
de Ignacio: su alma. Ha hecho que se desarrolle su intuición y espiritualidad y que tenga más
presente la divinidad en todas sus decisiones.
Además el maestro le explicó que si no existían los consumidores del fruto de acciones anti-éticas
(piratería por ejemplo) tampoco existirían los que las hacen (pirata). De cómo nosotros mismos
hemos fomentado los antivalores que ahora son aceptados por todos.
Pagar la coima, le traería graves consecuencias a largo plazo. Ignacio debía a aprender a pensar no
sólo a corto plazo, debería aprender a analizar las consecuencias de sus actos y a ver la figura
completa. La semilla de girasol enseña que no importa la circunstancia o el momento, debemos
orientar nuestras decisiones hacia la luz, hacia Dios. Debemos buscar siempre la luz que ilumine
nuestro camino. En cuanto al dilema que tanto preocupaba a Ignacio, el maestro lo convirtió en un
"trilema" aumentando la opción: "Una reducción de salarios a todos por un tiempo para no despedir a
nadie".
Con las semillas anteriores se habían dedicado a limpiar su foco de luz interna y ahora con esta
semilla asegurarían que el sendero esté alumbrado. Disfruta de la felicidad y la tranquilidad, y
cosecha los frutos producidos por vivir éticamente, le dijo el maestro, además le entregó una semilla,
que demoraría en crecer, le ordenó que regresase cuando sepa cual era la planta, hasta entonces
debería practicar todo lo aprendido.
7. Capítulo 6
Ignacio había tratado de incorporar el secreto de la semilla de girasol en su vida. Estaba seguro de
que su misión en la vida era llevar espiritualidad al mundo de la empresa. Ignacio se había dado
cuenta de que muchos temas relacionados con liderazgo y marketing estaban profundamente
relacionados con el enfoque espiritual.
Ignacio últimamente vivía muy estresado, ya que el tiempo se le iba volando, él quería hacer de todo,
se sentía el "salvador del mundo". Se pasaba el sábado y domingo trabajando todo el día, su familia
era la más perjudicada.
Pasados seis meses, desde que había sembrado la semilla, ya asomaba un brote de pino. Ignacio
sentía que no tenía su vida bajo control. Ese día se dirigió a la casa del maestro. El maestro le
enseñó que Ignacio tenía tantas pérdidas de tiempo que le quedaba poco tiempo para las cosas
realmente importantes. Ignacio podía trabajar doce horas diarias pero aún así no lograría emplearlas
correctamente. No es un problema de horas de trabajo sino de cómo las empleas. Además el maestro
amonestó a Ignacio diciéndole: ¿Qué ejemplo estás dando? ¿Realmente estás enseñando paz y
felicidad, cuando te ven correr desesperadamente de aquí a allá?
El maestro le recomendó que tratara de delegar en otros la mayor cantidad de trabajo, darles
confianza y prepararlos para que decidan por su cuenta. Ignacio no debía actuar con su ego como el
salvador del mundo, debía cuidar las interrupciones, además aprender a dejar de ser el centro de
todo.
La característica esencial del pino es el equilibrio y el balance, el mensaje del pino es el perfecto
equilibrio en la vida. Ignacio debía tratar de equilibrar cada papel para lograr un balance perfecto, de
modo que un papel no le haga sombra a otro, planificaría cada semana para darle tiempo a cada uno
de sus papeles y haría una evaluación profunda de cómo le fue y seguiría. Le tocaría preocuparse en
dar impulso a todos los papeles sino uno de ellos caería al suelo. El maestro le indicó que congelase
el tiempo en bloques para sus actividades importantes.
Además el maestro le explicó el importante papel de los alimentos, el qué comes debe ser una
elección privada para buscar un mayor balance en la vida. Nuestro cuerpo nos avisa con
muchas señales lo que no debemos comer, pero nosotros no le hacemos caso.
No sólo debemos preocuparnos con que alimentamos a nuestro cuerpo sino también con que
alimentamos a nuestra mente, la televisión nos llena de temor, violencia y agresión. Buscar tu paz
interior es tu responsabilidad. El maestro le ordenó que regresase luego de tres semanas de haber
aplicado esto, esta vez no le entregó ninguna semilla.
8. Capítulo 7
Pasadas seis semanas, Ignacio había bajado de peso y se sentía más ligero y saludable, ya no
veía televisión y le resultaba asombroso todo el tiempo que había ganado para leer y pensar. Ahora
se sentía más tranquilo y podía meditar mucho mejor.
Aún no podía estar conciente de todas las interrupciones. Muchos de sus empleados no se sentían
felices con la nueva política de la empresa. Ellos debían tomar decisiones por su cuenta y sólo debían
interrumpir cuando existiera algún asunto verdaderamente importante. Ignacio ya había delegado la
mayoría de sus funciones y se dio cuenta del enorme cantidad de labores que le quitaban tiempo. El
ego de Ignacio sentía que ya no era importante, que no lo necesitaban.
Ese día decidió visitar al maestro. Pero al llegar todo se sentía vacío, no había nadie; entonces
resolvió visitarlo al día siguiente. Pero al día siguiente, nada ni nadie le habría, empezó a pensar lo
peor. Entonces decidió preguntar a la dueña de la casa vecina si había sabido algo acerca de su
maestro. Ella apesadumbrada le dijo que él había sido atropellado unas tres semanas atrás, y que
había fallecido. El maestro murió mostrando algo parecido a una sonrisa. Esta noticia terminó por
confirmar sus peores temores, le cayó como un aluvión encima. Se sentía impotente ¿Qué sería de
él? No dejaba de pensar en que no terminó su enseñanza.
De pronto sintió que sólo pensaba en sí mismo, un sufrimiento egoísta. Entonces la señora le entregó
la llave de la casa. Ignacio entró, quiso meditar, pero recordó que no tenía ninguna foto de su
maestro, entonces empezó a registrar la casa. Se enteró que había sido ejecutivo. Se dio cuenta de
el maestro siempre había tenido la humildad de no hablar sobre sí mismo, todo su tiempo había
orientado a servir, amar y ayudar a Ignacio; Ignacio nunca le había dicho "gracias", el maestro
aunque muerto le enseñaba una lección.
Regresó a su casa, y se puso a analizar todo el camino de las 6 semillas que hasta ahora tenía.
Estaba triste, luego de meditar su dolor y pena se fue transformando en una sensación de paz y
tranquilidad.
9. Capítulo 8
10. Capítulo 9
Habían pasado tres semanas desde que se enterara de la muerte de su maestro. Ahora se había volcado
íntegramente al servicio, daba entre tres y cuatro charlas semanales. Una noche cuando Ignacio llegó a
casa encontró un sobre extraño. Lo desempaquetó y encontró un grupo de semillas y una carta. La
carta estaba escrita por el maestro, leyendo Ignacio entendió que la misión del maestro era que sus
discípulos crezcan y se desarrollen, la séptima es la semilla de la libertad y está representada por el árbol
de hunco. La flexibilidad de este árbol le da la libertad total de movimiento, lo único rígido y que no se
mueve es la raíz.
Nos enseña dos mensajes: Flexibilidad, para tener la libertad de adaptarnos a los vientos de cambio y la
sabiduría del Desapego, no arraigarnos a lo material, aprender la verdadera importancia de las cosas.
El reto del ser humano es tener el valor de crear un nuevo camino y dejar de seguir las rutas conocidas,
para mejorar y crecer. El primer enemigo de este cambio será el ego. Cada día debería hacer el esfuerzo
de pasar por encima de su ego y darle la bienvenida al cambio. Las cosas no siempre son lo que parecen.
No te dejes convencer por lo evidente, por lo conocido y atrévete a retar lo establecido.
Deberemos encontrar nuestra verdadera identidad, ese pedacito de Dios que todos llevamos dentro: en
nuestro espíritu. Los seres humanos estamos acostumbrados a tener una perspectiva a corto plazo.
Enfrenta los problemas con desapego y compasión, vive en libertad y toma una actitud de flexibilidad en
la vida.
Por último el maestro el ordenó que cuidara cada semilla, que cuidara el mensaje de sabiduría, que lo
aplicara a cada aspecto de tu vida, sin olvidar su darma: comunicar y transmitir a los hombres
de negocios un mensaje espiritual.
Ignacio terminó de leer la carta, se sentía feliz y realizado, se sentía entero, afortunado, íntegro y querido
por su maestro. No dejaba de pensar en su darma, y se le ocurrió escribir un libro para llegar a una mayor
cantidad de gente. El título "El secreto de las 7 semillas"…
II
ALGUNAS ENSEÑANZAS
1. La primera semilla de la felicidad es el autoconocimiento. El maestro oriental le explica a Ignacio
que los niños son como semillas. Tienen un potencial inmenso cuando nacen, como si fueran un árbol
de vida capaz de alcanzar las mayores alturas. Pero si los padres golpean la semilla, si maltratan al
niño, lo humillan, lo violentan, no lo valoran y no le dan cariño, entonces la semilla no germinará. A lo
sumo, si crece, producirá un árbol débil y limitado.
Sin embargo, a diferencia de las semillas, los seres humanos que han sido golpeados de niños sí
pueden crecer, desarrollarse y ser felices. Pero para lograrlo necesitan conocerse a sí mismos, tomar
conciencia de su pasado y de cómo los afecta en el presente. De allí la importancia del
autoconocimiento.
Las sensaciones derivadas de momentos difíciles de nuestra niñez están grabadas en
una memoria emocional de la cual no somos conscientes. A esta memoria se le denomina
técnicamente "memoria subconsciente" y tiene la particularidad de ser atemporal, es decir, que la
recordamos como si fuera ayer.
Los momentos duros y tenebrosos de nuestra niñez se proyectan en emociones destructivas que
sabotean nuestras relaciones interpersonales y nuestra autoestima, impidiéndonos muchas veces
lograr la felicidad.
La verdad es que proyectamos nuestras memorias subconscientes en la pantalla de las situaciones y
personas del presente.
Nuestra mente es como un iceberg. Nuestro consciente es la pequeña parte que está fuera del agua.
Pero ese iceberg tiene una inmensa masa de información sumergida que no podemos ver: nuestro
subconsciente. Mientras más conciencia y conocimiento uno tome de su subconsciente, más libertad
y capacidad se tendrá para ser feliz.
Otro de los sencillos ejemplos del maestro de Ignacio Rodríguez, protagonista de "El secreto de las
siete semillas" nos sirve para aclarar aún más lo que ya se venía explicando en la obra: "Cuando te
tomas un té usando una de esas bolsitas filtrantes, el agua de tu taza se tiñe gradualmente de
un color oscuro. De la misma forma, ante las diferentes situaciones de la vida, si nuestra niñez ha
sido difícil, nosotros somos como los sobres de té. Teñimos las situaciones con emociones oscuras
guardadas por largo tiempo en nuestra mente, pero por desgracia no somos conscientes de ello".
La mayor parte de la gente se resiste a reconocer la turbiedad de sus emociones porque está tan
asustada con esas aguas negras que justamente las bloquean, las retienen y las mantienen. Al
aferrarse a ellas, se esclavizan más todavía. Por eso la recomendación del maestro es dejar que
salgan las aguas negras de las emociones y luego, recién entonces, podrán brotar las aguas
transparentes que hay que canalizar para desarrollar una vida feliz.
La clave del autoconocimiento se parece a la experiencia de pasar de manejar un auto automático,
sin pensar y sin tomar conciencia de cada acto, a un auto mecánico, para el que se necesita estar
consciente de cada cambio. El hecho de darse cuenta de los propios errores y limitaciones es ya un
gran avance.
Cuando uno está vendado y tiene que caminar por un sendero donde hay varios fuegos, puede
esquivarlos al detectar su calor. Lo mismo en la vida real. Si uno tiene fuegos emocionales que lo
llevan a actuar agresivamente, por lo menos debe percibir su calor e intentar controlarse. A medida
que se tome más conciencia de las propias conductas, se tendrá una mayor capacidad de mejorar y
transformar la propia existencia.
2. Primera semilla
La segunda semilla de la felicidad nos ayuda a encontrar la paz interior y ponernos en contacto con
nuestra energía interior: se trata de la meditación. Es sabido que dentro de nosotros existe un tesoro
inmenso de tranquilidad, de sosiego y calma. Pero ese tesoro está custodiado por unos guardianes
que son nuestros pensamientos. La única forma de poder acceder a este tesoro es dándole un
descanso a los guardianas. En otras palabras, dejando de pensar.
Gracias a la meditación, el ser humano se pone en contacto periódico con su energía vital y va
recuperando entonces sus cualidades innatas. Logra humedecer tanto sus leños mentales que,
después de un tiempo de práctica, ya no prenden fuego. Esto quiere decir que por más que uno
enfrente problemas y dificultades complicadas, ya no se explota ni se estalla en ira.
Y esto porque las personas somos como focos de luz pintados por fuera de negro. Cuando dejamos
de pensar diariamente por unos minutos, descascaramos la pintura poco a poco. Nuestra luz interior
empieza a brillar en nuestra vida, nos hace más felices, pero sobre todo nos orienta a seguir
iluminando otras vidas.
Los seres humanos somos también como jarrones de plata abandonados: no han sido limpiados en
mucho tiempo y están oscurecidos. Todos estamos acostumbrados a verlos oscuros y no sabemos
que esa no es su verdadera apariencia. Al dejar de pensar y meditar es como si los limpiáramos un
poco cada día. Llega un momento en que la plata empieza a brillar y a iluminar por sí misma. Pero si
la dejamos de limpiar, sino practicamos diariamente, se vuelve a ensuciar.
A lo largo del capítulo 3 del libro, Fischman explica brevemente cómo aprender a meditar, a
desconectarse de las preocupaciones y a respirar, a fin de encontrar a Dios dentro de sí.
3. Segunda semilla
La tercera semilla es el control del ego. Cuando uno se molesta, se angustia o le da rabia, atrae al
ego. Cuando uno está en paz, con tranquilidad y equilibrio, el ego se aleja.
"Cuentan que unas personas – dijo el maestro a su discípulo- estaban navegando en un bote, cuando
una de ellas comenzó a perforar debajo de su asiento. Los otros pasajeros le gritaron: "¿Qué estás
haciendo? ¿Te has vuelto loco?". El pasajero respondió: "¿Qué les preocupa a ustedes? Es mi
asiento el que estoy perforando". Y las personas le contestaron: "El agua entrará por tu hueco y no
sólo te hundirá a ti sino también a nosotros". Lo mismo le ocurre a la humanidad. Cada persona se
preocupa por sus cosas y no se da cuenta de que con su conducta está hundiendo a la humanidad
entera".
Muchas veces pensamos que nosotros somos los únicos que sabemos y que somos más inteligentes
y que tenemos la razón más que los demás y no queremos escuchar a los demás; es el ego que
actúa por nosotros y nos impide ver la realidad, nuestra realidad interna que cada uno de nosotros
poseemos, es como una máscara el cual impulsa nuestra forma de actuar inconscientemente. Una
forma de reducir el ego es tomando conciencia de nuestro actos y meditando.
4. Tercera semilla
La cuarta semilla, la del servicio desinteresado, deviene natural cuando se ha conseguido obtener la
tercera, la del control del propio ego. Es en el servicio que el hombre crece y se desarrolla más en
armonía con los otros y consigo mismo.
El servicio es el opuesto al ego. El servicio es dejar de pensar solamente en ti y pensar en los demás.
Servicio es preocuparse en el crecimiento y desarrollo de otras personas.
5. Cuarta semilla
La quinta semilla es la del girasol, flor que simboliza el apego a la luz. Debemos ser fieles a
nuestros principios, valores y virtudes morales, practicando siempre la ética profesional.
Esta semilla nos enseña que debemos dedicar nuestro tiempo a lo importante, no sólo a lo urgente.
Para lograr esto debemos aprender a delegar, a confiar más en los otros, a dejar que vuelen solos. Si
los que nos rodean crecen integralmente y se superan, lo haremos nosotros también.
Usa la regla de oro: "No le hagas a otros lo que no quieres que te hicieran a ti". Ahora la semilla de
girasol nos permite llevar tu luz por todo tu camino en la vida, asegurando que el sendero esté
iluminado. Disfruta la paz y la tranquilidad, y cosecha los frutos producidos por vivir éticamente.
6. Quinta semilla
La sexta semilla es la del equilibrio, la que nos muestra la importancia de alcanzar la armonía en los
diferentes papeles que jugamos en la vida. Sigamos el ejemplo del pino: sus ramas logran el balance
perfecto, recibiendo por igual la energía del sol. En vez de angustiarnos y cargas con los problemas,
aprendamos del pino a permanecer siempre ligeros.
Esta semilla nos enseña el equilibrio que debemos de tener entre nuestra vida y las actividades que
tenemos que realizar cada uno de nosotros; por ejemplo si tenemos familia, no descuidarla y
tomarnos un tiempo para estar con ella, nos descuidemos nuestro alimento que es lo más importante;
consumiendo alimentos sanos y equilibrados los cuales nos van a proporcionar tranquilidad y paz e
incrementan nuestra vitalidad y fuerza (vegetales, verduras, productos lácteos y comida fresca), y
hacer los mas importante y dejar, dejar de mirar la televisión y leer los periódicos, así sabremos que
hacer y que no hacer.
Planificando cada semana, podremos darle tiempo a los diversos roles de nuestra vida en forma
pareja, sin descuidar ninguno.
7. Sexta semilla
8. Séptima semilla
La sétima y última semilla es la de la libertad y está representada por el árbol del junco. Este árbol tiene la
particularidad de ser totalmente flexible. Tiene la capacidad de soportar vientos huracanados y hasta de
doblarse y colocarse en posición horizontal. Su flexibilidad le da libertad total de movimientos. Lo único
que es rígido y no se mueve es su raíz, que le sirve de centro y lo arraiga al suelo.
Así, si bien todo cambia en el mundo material, lo único que no cambia es el espíritu. De allí que el cultivo
de nuestro espíritu, que será lo único que nos trascienda, tiene que ser uno de los objetivos más
importantes de nuestra vida.
Muchas veces tenemos miedo a los cambios, pero cambio es bueno y debemos estar dispuestos a
cambiar y ser flexible. El reto del ser humano es tener el valor de crear nuevos caminos y dejar las rutas
conocidas, para mejorar y crecer. Cambiar significa asumir el riesgo de equivocarse y esto nos hace
vulnerable, que es exactamente lo que el ego no quiere. Tienes que ser sordo a las cosas negativas.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos30/siete-semillas/siete-semillas.shtml#ixzz4fCfIrUhO