Características de La Accion Penal Publica
Características de La Accion Penal Publica
Características de La Accion Penal Publica
La manera en que está constituida la acción penal demanda, al Ministerio Público, considerar una
serie de características importantes que se debe vigilar en todo momento del procedimiento que
la constituye:
Publicidad.- La acción penal está dirigida a los órganos del Estado y tiene además, importancia
social, puesto que está orientada a restablecer el orden social perturbado por la comisión de un delito.
pues es una manifestación del ius imperium del Estado
Oficialidad.- Por tener carácter público, su ejercicio se halla monopolizado por el Estado a través del
Ministerio Público, titular de la acción penal y que actúa de oficio, a instancia de la parte agraviada, por
acción popular o por noticia policial (con excpeción de los delitos perseguibles por acción privada). El
Ministerio Público tiene la facultad de perseguir de oficio (oficiosidad) el delito sin necesidad de
denuncia previa o por noticia de la comisión de un hecho delictivo. La oficialidad y oficiosidad son
características que tienen un mismo origen: el monopolio del Estado en la persecución del delito.
Pues su ejercicio está asignado a un órgano oficial, con excepción de aquellos delitos
perseguibles por acción privada
Indivisibilidad.- La acción penal es única, si bien en el proceso aparecen actos diversos promovidos
por el titular de la acción penal, la acción es única y tiene una sola pretensión: la sanción penal que
alcanza a todos los que han participado en la comisión del delito. No existen distintas acciones que
correspondan a cada agente, sino una acción indivisible.
pues la acción penal es única, ya que constituye una unidad que no se puede desagregar. En
virtud a ello, la realización de un hecho punible no genera distintas acciones para perseguir
independientemente cada una de las conductas o cada uno de los agentes que hayan
participado en el evento criminal
Obligatoriedad.- La obligación por parte del Ministerio Público de ejercitar la acción penal ante la
noticia de la presunta comisión de un hecho ilícto.
La cual se expresa en dos sentidos. El primero hace referencia a la promoción de la acción
penal: por mandato de la ley el funcionario que toma conocimiento de la perpetración de un
hecho delictivo, está obligado a promover la acción penal. El segundo sentido, alude a la
sujeción de los sujetos procesales a los efectos producidos por el ejercicio de la acción penal.
Ello debe entenderse como la obligación de los órganos de persecución penal, de promover y
mantener el ejercicio de la acción penal, ante la noticia de un hecho punible, siempre que así
lo determine la ley en caso en concreto.
Irrevocabilidad.- Una vez promovida la acción penal sólo puede concluir con una sentencia firme
condenatoria o absolutoria o con un auto que declara el sobreseimiento o no haber lugar a juicio oral o
declara fundada una excepción. No hay posibilidad de desistimiento o transacción, como ocurre en el
caso de los procesos iniciados por acción privada o en los casos en los que se aplican los Criterios de
Oportunidad. Esta característica es la que distingue la acción pública de la privada.
Una vez ejercida la acción penal, esta no puede ser objeto de revocación, suspensión,
modificación o supresión; salvo que la ley lo permita expresamente; es el caso, por ejemplo,
del principio de oportunidad, que luego de iniciado el proceso penal, permite al Ministerio
Publico, en los supuestos determinados en la ley y previo control jurisdiccional, retirar la
acción penal ejercida.
Indisponibilidad.- la ley sólo autoriza al que tiene el derecho de ejercer la acción penal, por tanto, es
un derecho indelegable, intransferible. En el caso de la acción penal pública, esta facultad está en
manos del Ministerio Público y en caso de la acción penal privada, corresponde al agraviado o a sus
sustituto legal. En ambos casos estamos frente a acciones que están dirigidas contra personas ciertas,
determinadas y naturales, pues las personas jurídicas no cometen delitos como tales y la acción penal
no puede estar dirigida tampoco a personas inexistentes o indeterminadas.
pues el ejercicio de la acción penal no puede cederse ni delegarse a persona distinta de la
legitimada para ello.
Voluntaria.- En el acto de promover la acción penal privada prima la voluntad del titular.
Relativa.- La acción penal privada es relativa, por cuanto la administración de todo el proceso penal y,
sobre todo, la capacidad de ejecitar el ius puniendi está en manos del Estado, el particular tiene
por tanto sólo facultades que se enmarcan dentro del control penal estatal.
Por último, cabe señalar que la acción penal privada en la mayoría de los países se encuentra limitada
a unos cuantos delitos referidos mayormente al honor y los que afectan bienes jurídicos íntimos de la
persona humana, violación de la intimidad personal o familiar, entre otros.
Voluntaria.- En el acto de promover la acción penal privada prima la voluntad del titular.
Renunciable.- La acción penal privada es renunciable.
Relativa.- La acción penal privada es relativa, por cuanto la administración de todo el
proceso penal y, sobre todo, la capacidad de ejercitar el ius puniendi está en manos del
Estado, el particular tiene por
tanto sólo facultades que se enmarcan dentro del control penal estatal.
Por último, cabe señalar que la acción penal privada en la mayoría de los países se
encuentra limitada a unos cuantos delitos referidos mayormente al honor y los que afectan
bienes jurídicos íntimos de la persona humana, violación de la intimidad personal o familiar,
entre otros.[ CITATION Adr14 \l 10250 ]
3. El principio de oportunidad
Este mecanismo de solución del conflicto penal solo puede aplicarse cuando estamos frente
la existencia de un hecho con apariencia delictiva y existe vinculación de este hecho con una
persona determinada. Contrario sensu, si se determina que el hecho aparentemente delictivo
no era tal, corresponde el archivo o sobreseimiento definitivo de la persecución penal o, si no
se puede individualizar al imputado o este es inubicable, corresponde el archivo provisional
de la causa[2].
Es por ello que el objetivo del principio de oportunidad es evitar la judicialización de un caso
penal, ello por razones de política criminal, pues se puede poner fin al proceso penal en su
etapa inicial, resarciendo de forma inmediata al agraviado, evitando transitar por todas las
etapas del proceso, siempre que se trate de delitos de mínima sanción y de bagatela.
Ahora bien, el art. 2 del NCPP, regula los supuestos para la aplicación del principio de
oportunidad y estos son:
1. Cuando el agente haya sido afectado gravemente por las consecuencias de su delito,
culposo o doloso, siempre que este último sea reprimido con pena privativa de libertad no
mayor de cuatro años, y la pena resulte innecesaria.
2. Cuando se trate de delitos que no afecten gravemente el interés público, salvo cuando el
extremo mínimo de la pena sea superior a los dos años de pena privativa de libertad, o
hubieren sido cometidos por un funcionario público en ejercicio de su cargo.
3. Cuando conforme a las circunstancias del hecho y a las condiciones personales del
denunciado, el Fiscal puede apreciar que concurren los supuestos atenuantes de los
artículos 14, 15, 16, 18, 21, 22, 25 y 46 del CP, y se advierta que no existe ningún interés
público gravemente comprometido en su persecución. No será posible cuando se trate de
un delito conminado con una sanción superior a cuatro años de pena privativa de libertad o
cometido por un funcionario público en el ejercicio de su cargo.