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    Las Arrugas - Cuento

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    Rafael Carrillo
    Isabel nota que su abuelo tiene muchas arrugas y le sugiere usar crema antiarrugas. El abuelo le explica que no quiere perder sus arrugas porque debajo de cada una guarda el recuerdo de una lección aprendida, como perdonar en lugar de guardar rencor, escuchar en lugar de hablar, y pasar tiempo con la familia. A partir de entonces, Isabel se emociona al ver nuevas arrugas en su abuelo, ansiosa por saber qué nueva lección ha aprendido. Finalmente, el abuelo descubre una

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    Isabel nota que su abuelo tiene muchas arrugas y le sugiere usar crema antiarrugas. El abuelo le explica que no quiere perder sus arrugas porque debajo de cada una guarda el recuerdo de una lección aprendida, como perdonar en lugar de guardar rencor, escuchar en lugar de hablar, y pasar tiempo con la familia. A partir de entonces, Isabel se emociona al ver nuevas arrugas en su abuelo, ansiosa por saber qué nueva lección ha aprendido. Finalmente, el abuelo descubre una

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    Isabel nota que su abuelo tiene muchas arrugas y le sugiere usar crema antiarrugas. El abuelo le explica que no quiere perder sus arrugas porque debajo de cada una guarda el recuerdo de una lección aprendida, como perdonar en lugar de guardar rencor, escuchar en lugar de hablar, y pasar tiempo con la familia. A partir de entonces, Isabel se emociona al ver nuevas arrugas en su abuelo, ansiosa por saber qué nueva lección ha aprendido. Finalmente, el abuelo descubre una

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    Isabel nota que su abuelo tiene muchas arrugas y le sugiere usar crema antiarrugas. El abuelo le explica que no quiere perder sus arrugas porque debajo de cada una guarda el recuerdo de una lección aprendida, como perdonar en lugar de guardar rencor, escuchar en lugar de hablar, y pasar tiempo con la familia. A partir de entonces, Isabel se emociona al ver nuevas arrugas en su abuelo, ansiosa por saber qué nueva lección ha aprendido. Finalmente, el abuelo descubre una

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    LAS ARRUGAS

    CUENTO INFANTIL

    Era una tarde tranquila de otoño, la primera vez que Isabel, se fijó en que el abuelo tenia
    muchísimas arrugas, no solo en la cara sino en todas partes.

    VIDEO1: Isabel: abuelo deberías echarte de la crema de mi mami para las arrugas. (el abuelo la
    mira sonriendo a los ojos y le dice)

    Abuelo: Ya lo sé mi querida Isabel, es que soy un poco viejo …. Pero no quiero perder
    ni una sola de mis arrugas. Debajo de cada una guardo el recuerdo de algo que aprendí.

    A bárbara se le abrieron los ojos como si hubiera descubierto un tesoro, y así los mantuvo
    mientras su abuelo le cada una de las arrugas de la cara y que había aprendido.

    VIDEO 2: Abuelo: mira Isabel esta arruga la obtuve cunado aprendí que es mejor perdonar que
    guardad rencor, mira esta otra fue cuando aprendí que escuchar es mejor que hablar. Esta otra
    enorme muestra que es más importante dar que recibir y tengo otra que la obtuve cuando
    aprendí algo muy valioso y es que no hay nada mejor que pasar tiempo con mis hijos y nietos.

    Isabel: (Isabel abraza a su abuelo y le dice) sabes abuelito, ahora me pareces que con esas
    arruguitas te vez muchísimo más guapo.

    A partir de ese día y con cada arruga que aparecía en su rostro, la niña acudía corriendo para
    ver que nueva lección había aprendido. Hasta que, en una de aquellas charlas, fue su abuelo
    quien descubrió una pequeña arruga en el cuello de la niña.

    VIDEO 3 (Todos deben haberse cambiado la ropa) Abuelo: ¿y tú? ¿qué lección guardas ahí?

    (Isabel sonríe y le responde) Isabel: - Que no importa lo viejito que llegues a ser abuelo, sabes
    por qué, porque ¡te quiero ¡(Isabel abraza a su abuelo)

    FIN

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