Varilleros

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Varilleros - Técnicas de reparación

sin repintar
 
Los metodos más usuales para la reparación de pequeñas
y medianas abolladuras sin pintar

Cada vez más, los varilleros se adentran en el mundo de las reparaciones de


automóviles.
 
 
Hoy día, muchos daños de diversa magnitud en los vehículos pueden ser reparados
mediante técnicas de desabollado sin necesidad de pasar por las manos de un pintor
de automóviles. Siempre y cuando, la pintura no esté dañada y la chapa no tenga
pliegues, arrugas o estiramientos insalvables, ya que si no, la reparación habría de
hacerse con los procedimientos clásicos de un taller de chapa y pintura.

Estas técnicas de desabollado sin un posterior proceso de repintado son


desempeñadas por varilleros. Se denominan varilleros debido a que usan varillas
especiales de acero para el desabollado, ejerciendo presión (efecto palanca) y empuje
desde el interior de las planchas de la carrocería con gran precisión para evitar el daño
en la chapa o la pintura del vehículo.
 
Entre otros, los daños que suelen reparar los varilleros son los ocasionados por el
granizo, de hecho, se especializan para ello.
Este tipo de reparaciones se han convertido en un negocio próspero para muchas
empresas en todo el mundo y además se va introduciendo poco a poco en muchos
talleres de chapa y pintura.
 
Desde elchapista.com, vamos a mencionar los dos métodos de reparación más
usados para este fin en la actualidad, aunque no cabe duda de que hay otras opciones
de reparación y herramientas para lograr el mismo resultado:
 
1º - Desabollado por medio de varillas especiales, luces, reflectores, etc..
2º - Desabollado por medio de un pegamento termofusible a pistola, ventosas,
extractores, etc..
 
 

 
1 - Desabollado por medio de varillas (PDR)

Kit profesional de varillas para el desabollado sin pintar.


 

Existen en el mercado kit de varillas para la reparación de abolladuras, estos kit de


herramientas pueden ser básicos o profesionales dependiendo de las necesidades de
cada operario, de los daños causados en el vehículo o bien por el modelo de vehículo
a reparar, ya que internamente cada tipo de vehículo tiene unos determinados
travesaños, formas, etc..
 
Acceso:

La eliminación de abolladuras sin repintar se realiza desde la parte inferior del panel
dañado, así que el acceso es fundamental para introducir cualquier varilla. Por
ejemplo, si las abolladuras están en el techo, supone el desmontar o en parte el
guarnecido interior del techo para llevar a cabo la reparación.
 
Preparar la zona:

Asegúrese de que tiene suficiente espacio libre para montar la luz o el deflector (según
el caso..).
Debe poder abrir todas las puertas y ser capaz de mover la luz o el deflector alrededor
del coche, si por ejemplo se trata de una granizada en todo el vehículo. Este es un
paso importante, porque es la única manera de asegurarse de que ve perfectamente
las zonas dañadas desde todos los ángulos.
 
Deflector colocado en un lateral del coche para la reparación de la puerta
trasera
 
Seleccionar la herramienta adecuada:

Hay una gran variedad de herramientas (varillas) para ser utilizadas en diferentes
circunstancias. El objetivo principal del varillero es elegir la herramienta con la punta y
la longitud correcta para cada una de las abolladuras existentes en el vehículo a
reparar.

Se deben utilizar las varillas correctas según el tipo y situación de cada


abolladura
 

Algunas de estas herramientas (barras y varillas) van provistas con asas giratorias,
esto es una gran ventaja, ya que ahora permite que el usuario utilice una herramienta
para diferentes ángulos y un uso de la fuerza diferente para el apalancamiento sobre
las abolladuras.
También están disponibles puntas de nailon, teflón y otros materiales de diferentes
formas (redondeadas, puntiagudas, etc.) para acoplarlas a las varillas desabolladoras,
estas puntas se seleccionarán según la abolladura a tratar.
 

 
 

Ejemplo de uso:

Por ejemplo, las abolladuras en puertas tienen su propio desafío a la hora de reparar.
Lo primero, es el difícil acceso, refuerzos anti-intrusión, equipos de seguridad como
airbags de puerta, elevalunas eléctricos, etc.. Sin embargo, a menudo pueden ser
relativamente fáciles de reparar, trabajando verticalmente hacia abajo a través de la
abertura superior de la puerta.
Normalmente se baja a tope el cristal de puerta y se utiliza un protector para el cristal.
También es recomendable usar una pequeña cuña para lograr una separación entre el
cristal y la moldura lamelunas para poder maniobrar con la varilla apropiada.
En el caso de las abolladuras no superiores en las puertas, las varillas más
recomendadas son las de "cola de ballena", llamadas así por la forma de la cabeza de
la citada varilla. Estas estan diseñadas para ejercer el efecto palanca sobre cualquier
refuerzo interno. Para las abolladuras superiores de puertas son más recomendables
las varillas de tipo gancho o anzuelo.
 
Si todo lo anterior no es posible, será necesario el desmontaje del guarnecido de
puerta para el desabollado de la misma.
En el caso de que el coche lleve airbag en las puertas, se recomienda la desconexión
de los mismos siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Cuando las abolladuras están muy pronunciadas, es recomendable y con mucha
precaución un atemperado previo de la zona con una pistola de aire caliente, para
evitar en cierta medida el agrietamiento de la pintura y favorecer el desabollado. Los
chapistas de la vieja escuela llamamos a esto "quitar el frío a la chapa"..
A veces el varillero ejerce más presión de la debida sobra la abolladura, lo cual
acarrea un efecto contrario al deseado, ya que se marca hacia afuera, estos
problemas se solucionan con un martillo pequeño y puntas sinteticas que traen
incorporadas los propios kit de varilleros profesionales.
Como norma, y por causas normales en estos daños, es casi imprescindible acabar el
proceso de desabollado sin repintado con un buen proceso de pulido.
 
El reflejo del reflector es de vital importancia para reparar las abolladuras una a
una.
 

Las luces especiales con muchas líneas paralelas son excelentes para una
óptima visión del proceso

Como se aprecia en la imagen superior derecha, el resultado es más que aceptable,


es por ello la gran aceptación a esta técnica de desabollado sin la necesidad de un
repintado del vehículo.
 

Ventajas e inconvenientes de esta técnica de desabollado:

 
Son muchas las ventajas de estos procedimientos entre las cuales las más
significativas son:
 
Reducción de tiempos de reparación.
Reducción del importe total de la reparación.
En muchos casos se evita el desmontaje de diversos elementos
No son necesarios materiales de pintura, salvo los propios del proceso de pulido.

 
Por otra parte, es lógico que existan diversos inconvenientes como:

 
La pintura debe estar intacta o como mínimo, se debe poder sanear con un posterior
proceso de pulido.

No es posible el desabollado con esta técnica en zonas con un estiramiento agudo del
material.

En algunos modelos de vehículos existen zonas en las cuales no hay forma posible de
llegar a ellas mediante este método.

Desabollado de chapa por medio de


pegamento termofusible

 
Reparación de abolladuras con adhesivos mediante
tracción
 

Sin necesidad de pintar.. Conjunto básico de reparación con


extractor.
 
 
Otra técnica de desabollado sin repintado en automóviles, es por medio de un
adhesivo termofusible y utilizando fuerzas de tracción para recomponer
pequeñas abolladuras en la carrocería sin necesidad de pintar. El principal
provecho de esta técnica es evitarnos trabajos de desmontaje y montaje de
elementos en el vehículo, aunque conviene recordar que no es una panacea y es
en cierta medida menos eficaz que la tecnica con varillas.
Veamos a continuación los elementos necesarios a destacar y su forma de uso:
 
 
 
 
Ventosas - Tabs:
 
Elementos plásticos normalmente de
nailon de diferentes tamaños y formas,
a escoger en función de la abolladura a
reparar.
En estos elementos se aporta el
 
adhesivo y a su vez estos se centran
en la abolladura para subsanarla.
Llamadas ventosas por su forma,
aunque la forma de las bases de estas
ventosas es normalmente convexa o
incluso plana para adaptarse a las
abolladuras.
 
 

Pistola aplicadora de pegamento


termofusible:
 
Pistola para adhesivos termofusibles
eléctrica.
Características especiales de estos
adhesivos:
Exentos de toda clase de disolventes.  
Productos en estado sólido inodoro, no
inflamables, no nocivos para la salud.
No es conductor de la electricidad.
El pegado se realiza mediante la
pistola-termoencoladora trabajando a
unas temperaturas que oscilan entre
los 180 ºC y los 220 ºC.
 
 
Herramientas de tracción:
 
En el mercado hay gran variedad de
extractores para el desabollado con
ventosas ya sean de inercia o
articulados. Estos últimos son más
precisos ya que vamos ejerciendo
tracción progresivamente sobre la
zona. Con los de inercia corremos el
riesgo de "pasarnos" o desviar la  
trayectoria de tiro al tener menos
precisión durante el proceso.
 
La herramienta de tracción se
seleccionará en función de la
abolladura a reparar. Ésta no debe
dañar la zona donde apoya sobre la
chapa, por tanto el chapista debe ser
cauto en todo el proceso de reparación.
 
 

 
 
 
Proceso de desabollado:
 
 
 

 
Preparación para la reparación:
 
Tanto la abolladura, como las ventosas
a utilizar, han de estar limpias y
desengrasadas antes de comenzar la
reparación.
   
Determinado por el tamaño de la
abolladura se elegirá la ventosa a
utilizar. Si la abolladura es pequeña,
elegiremos una ventosa en
consonancia.
Por regla general se utiliza una ventosa
de tamaño inferior al de la abolladura.
 
 
 
Pegado de la ventosa:
 
El primer paso es calentar la pistola
unos minutos antes de su utilización.
Cerca de la zona a reparar,  
agregaremos una pequeña cantidad de
adhesivo a la ventosa y acto seguido la
colocaremos en el centro de la
abolladura. Esto debe hacerse rápido
para una correcta fijación.

 
 

 
Enfriamiento del adhesivo:
 
Una vez pegada la ventosa
esperaremos un tiempo prudencial para
que se enfríe el adhesivo, mínimo 5
minutos antes de incorporar el  
extractor.
 
Si la ventosa no ha pegado bien tras el
tiempo de espera hay que empezar de
nuevo limpiando y desengrasando la
zona y la ventosa.
 
 

 
El desabollado:
 
La tracción se hará de forma gradual
hasta lograr la uniformidad de la zona.
Una vez realizado el tiro correctamente,
se retira el extractor y se despega la
ventosa. Para facilitar la tarea, en el
mercado existen diferentes  
eliminadores de adhesivos que no
dañan la pintura del vehículo.
 
En muchas ocasiones es necesario
usar un puntero de nailon y un martillo
pequeño para enmendar una tracción
excesiva, o bien, para suprimir
tensiones en la zona a reparar.
 
 
 
Terminación:
 
 
Al igual que con la técnica de varillas a
veces es necesario finalizar el proceso
con un pulimentado final.

 
 

 
 

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