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Miscelánea Matemática 58 (2014) 83–102 SMM

Poincaré y el problema de n-cuerpos


Gil Bor
CIMAT, A.P. 402,
Guanajuato 36000, Gto., Mexico.
gil@cimat.mx

Richard Montgomery
Dept. of Mathematics,
University of California, Santa Cruz,
Santa Cruz CA 95064
rmont@count.ucsc.edu

Resumen

Discutimos 4 ideas que surgen del trabajo de Poincaré, las cuales


convergen en la solución de un caso particular del problema de
los n-cuerpos.

1. Introducción
El problema de los n-cuerpos es un modelo matemático sugerido por
Isaac Newton en su libro Principios matemáticos de la filosofı́a natural
(1687) para modelar el comportamiento de nuestro sistema planetario
solar. El modelo consiste en un sistema de ecuaciones diferenciales ordi-
narias no lineales, fáciles de plantear pero difı́ciles de resolver y analizar.
Su estudio ha ocupado los mejores matemáticos y fı́sicos en los últimos
350 años (la distinción entre las dos ramas es relativamente recien-
te). El tema sigue siendo un tema de investigación muy activo hoy en
dı́a, sirviendo como un ((punto de encuentro)) entre varias disciplinas,
como sistemas dinámicos y teorı́a ergódica, geometrı́a (riemanniana,
simpléctica y compleja), topologı́a, cálculo de variaciones y teorı́a de
Morse, análisis numérico y ciencias de computación.
H. Poincaré ha dedicado una parte considerable de su trabajo al
estudio de varios aspectos del problema, culminando en los 3 volúmenes
84 Gil Bor y Richard Montgomery

de su obra maestra Nuevos métodos de la mecánica celeste (1892-99) y


la obra Lecciones de la mecánica celeste (1905-10).
En este artı́culo queremos discutir 4 ideas que surgen del trabajo de
Poincaré, las cuales convergen en la solución de un caso particular del
problema de los n-cuerpos:
1. Órbitas periódicas: son densas en el espacio de todas las órbitas.
2. Métodos variacionales: son efectivos para encontrar órbitas pe-
riódicas.
3. Geometrı́a hiperbólica: el disco de Poincaré como un modelo muy
útil para estudiar la geometrı́a hiperbólica de Bolyai-Lobachevsky.
4. Teorı́a de bifurcación: al variar continuamente los parámetros de
un sistema, las soluciones varı́an tı́picamente continuamente con
los parámetros, pero cuando los parámetros cruzan ciertos valores
((crı́ticos))(ciertas derivadas se anulan), nuevas soluciones surgen,
o viejas soluciones ((chocan)) o desaparecen. . .
El problema particular que describimos en este artı́culo es el pro-
blema de tres cuerpos en el plano, con masas iguales, potencial tipo
1/r2 (la fuerza entre cada par de cuerpos es inversamente proporcional
al cubo de la distancia) y energı́a y momento angular nulos. Este caso
fue tratado por uno de nosotros en un artı́culo previo [12]. Esperamos
que el problema particular ayude a comprender, o por lo menos apre-
ciar, la profundidad del problema ((verdadero)) de los n-cuerpos, con el
potencial tipo 1/r (fuerza inversamente proporcional al cuadrado de la
distancia), en espacio 3-dimensional.
Lo que hace el problema con potencial 1/r2 especial es la existencia
de una simetrı́a adicional, una simetrı́a de escalamiento, la cual sim-
plifica el problema y nos permite llegar a responder unas preguntas
básicas usando las ideas de Poincaré, ası́ indicando el camino para la
resolución de estas preguntas en el caso de potencial tipo 1/r, que son
abiertas todavı́a.

2. Las ecuaciones de Newton y sus leyes


de conservación
2.1. Las ecuaciones de Newton
Consideramos a n cuerpos en Rd con posiciones q1 , q2 , . . . , qn ∈ Rd
y masas m1 , m2 , . . . , mn > 0. El movimiento de los cuerpos bajo la
Poincaré y el problema de n-cuerpos 85

influencia de una fuerza atractiva con potencial tipo 1/rα está modelado
por el sistema X
mi q̈i = Fji , i = 1, . . . , n, (1)
j6=i

donde
qi − qj
Fij = mi mj α+2 , rij = kqi − qj k.
rij
Tenemos entonces un sistema de EDO (ecuaciones diferenciales or-
dn d d
dinarias) de segundo orden en S R = R × . . . × R (n veces), fuera
del conjunto de ((colisiones)) i6=j {qi = qj }. El sistema depende de los
n + 1 parámetros α, m1 , m2 , . . . , mn , aunque en realidad son solamen-
te n parámetros, ya que re-escalando el tiempo t 7→ ct, obtenemos las
mismas ecuaciones pero con masas re-escaladas por mi 7→ c2 mi .
El caso ((verdadero)), propuesto por Newton, corresponde a α = 1,
d = 3. El caso principal que consideramos en este artı́culo, por razones
que explicaremos más adelante, es de n = 3, d = 2, α = 2 y m1 = m2 =
m3 .

2.2. Leyes de conservación


Usaremos las masas para definir el siguiente producto escalar en Rdn :
X
hv, wi = mi hvi , wi i,
i

donde v = (v1 , . . . , vn ), w = (w1 , . . . , wn ) ∈ (Rd )n , y usamos a la dere-


cha el producto escalar estándar en Rd .
Luego, denotamos por

q̇ = (q̇1 , . . . , q̇n ),
1 1X
K = hq̇, q̇i = mi kq̇i k2 ,
2 2 i
X mi mj
U = α
,
i<j
rij
H = K(q̇) − U (q),
I = hq, qi.

La terminologı́a asociada es la siguiente: K es la energı́a cinética, −U


es la energı́a potencial, H es la energı́a total (o el ((hamiltoniano))) y I
es el momento de inercia.
86 Gil Bor y Richard Montgomery

Con esta notación, el sistema de ecuaciones de Newton (1) se puede


re-escribir como
q̈ = ∇U (2)
(recuerda que la gradiente de una función está definida con respecto
al producto escalar por dU (v) = h∇U, vi, para todo v ∈ Rnd . Ası́ que,
en coordenadas, si qi = (xi1 , . . . , xid ) entonces ∇U := (∇1 U, . . . , ∇n U ),
∂U
donde ∇i U = m1i ( ∂xi1
∂U
, . . . , ∂xid
), i = 1, . . . , n.)
Una consecuencia inmediata de la última ecuación (2) y la defini-
ción de H, usando la regla de la cadena, es la Ley de Conservación de
Energı́a:
H es constante a lo largo de cada solución. (3)
Otro resultado básico, también una consecuencia elemental de las
ecuaciones de Newton y la homogeneidad de U , es la identidad de
Lagrange-Jacobi:
I¨ = 4H + (4 − 2α)U a lo largo de cada solución. (4)
Ası́ que el único caso en donde I¨ es constante es cuando α = 2.
Como I = kqk2 mide el ((tamaño)) total del sistema, decimos que una
solución q(t) de las ecuaciones de Newton es acotada si I está acotado.
Tenemos entonces, por la identidad de Lagrange-Jacobi (4), la siguiente
proposición.
Proposición 1. Consideramos a una solución acotada de las ecuacio-
nes de Newton (1), definida en un intervalo infinito de tiempo. Entonces
1. si α = 2 entonces H = 0,
2. si α < 2 entonces H < 0,
3. si α > 2 entonces H > 0.
Esto es, para H > 0 y α ≤ 2, no existen soluciones acotadas definidas
en un intervalo infinito de tiempo. Para H < 0 y α ≥ 2, no existen
soluciones definidas en un intervalo infinito de tiempo porque todas
terminan en una colisión total (I = 0).
De aquı́ empezamos entender lo que tiene de especial el caso de
α = 2.
Más allá que la energı́a, las otras leyes de conservación para el sis-
tema de n cuerpos, independiente del valor de la α, son la Ley de
conservación del momento lineal total,
P := Σni=1 mi q̇i = const. ∈ Rd , (5)
Poincaré y el problema de n-cuerpos 87

y la Ley de conservación del momento angular total,


n
X
J := mi qi ∧ q̇ = const. ∈ Λ2 (Rd ). (6)
i=1

Ası́ que la ley de conservación del momento lineal total consiste en


realidad en la conservación de d funciones escalares y la ley de conserva-
ción del momento angular total consiste en la conservación de d(d−1)/2
funciones escalares.
Ambas leyes de conservación se pueden verificar fácilmente directa-
mente con las ecuaciones de Newton. Más conceptualmente, estas leyes
de conservación son una consecuencia de la estructura hamiltoniana de
las ecuaciones de Newton y la invariancia del hamiltoniano H bajo tras-
laciones y rotaciones. Para más detalles sobre los aspectos generales de
ecuaciones hamiltonianas se puede consultar libros de texto estándar
como [9] o [1].

3. El caso de dos cuerpos


Antes de proceder con nuestro caso de n = 3, d = 2, α = 2, queremos
ilustrar algunas de las ideas y conceptos básicos en el caso de 2 cuerpos
(n = 2, d y α arbitrarios). Este es el único caso en donde podemos
resolver y entender las ecuaciones completamente y las soluciones de
este caso nos sirven también para el caso de n > 2. Lo que sucede
para n = 2 es que las leyes de conservación (energı́a, momentos lineal y
angular total) son suficientes para integrar las ecuaciones de Newton.
Primero, para aprovechar de la conservación del momento lineal
total, definimos el centro de masa por
m1 q1 + m2 q2
qCM = , m = m1 + m2 .
m
Ası́ que q̇CM = P/m es constante, por lo que el centro de masa de
nuestro sistema de dos masas se mueve a lo largo de una recta en Rd
con velocidad constante.
Luego, definimos a las posiciones relativo al centro de masa por

Qi := qi − qCM , i = 1, 2.

Tenemos entonces que las Qi satisfacen las mismas ecuaciones que las
qi pero además QCM = m1 Q1 + m2 Q2 = 0, por lo que el movimiento
de una de las masas determina el movimiento de la otra.
88 Gil Bor y Richard Montgomery

Definimos digamos Q := Q1 y obtenemos la EDO

Q̈ = −Q/rα+2 , r = kQk, Q(t) ∈ Rd .

Nota: la ecuación en realidad involucra una constante, Q̈ = −cQ/rα+2 ,


con c > 0; pero, como hemos explicado arriba, re-escalando el tiempo,
podemos reducir al caso c = 1.
Luego, la conservación de momento angular de esta ecuación, J =
Q ∧ Q̇, implica que el movimiento de Q se queda de hecho restringido a
un plano, el plano generado por Q(0), Q̇(0) (o una recta, si son lineal-
mente dependientes), en donde el área kJk del paralelogramo generado
por Q, Q̇ es constante.
Podemos suponer entonces, sin pérdida de generalidad, que Q ∈
R2 ∼
= C. Al escribir la ecuación Q̈ = −Q/rα+2 en coordenadas polares,
Q = reiθ , obtenemos, después de cierta manipulación, la ecuación

`2 1
r̈ = − ,
r3 rα+1

donde ` = r2 θ̇ es el valor (constante) del momento angular.


Analizando esta ecuación (de hecho, esta es también una ecuación
2
tipo Newton, r̈ = − dVdr
, con V = 2r` 2 − αr1α , por lo que ṙ2 /2 + V = H =
const.), obtenemos

Proposición 2. Para ` = 0 (todo α): toda solución empieza y


termina en colisión. Tal solución es acotado si y solo si H < 0.

Para ` 6= 0, α < 2:

• H < 0: toda solución es acotada y separada de colisión; esto


es, existen constantes positivas c, C tal que c < r(t) < C
para todo t.
• H ≥ 0: toda solución es no acotada y separada de colisión.

Para ` 6= 0, α > 2:

• H < 0: toda las solución es acotada, empieza y termina en


colisión.
Sea H∗ > 0 el único valor crı́tico de V .
• 0 < H < H∗ : las soluciones se separan en dos familias;
una familia acotada de soluciones que empiezan y terminan
en colisión, y otra familia de soluciones no acotadas, todas
separadas de colisión.
Poincaré y el problema de n-cuerpos 89

Figura 1: Las órbitas de Kepler (α = 1).

• H > H∗ : toda solución es no acotada, empieza o termina en


colisión.

` 6= 0, α = 2: en este caso V = (`2 − 1)/2r2 .

• H < 0: |`| < 1, toda solución es acotada y termina en coli-


sión.
• H = 0: |`| = 1, r̈ = 0 y toda solución con ṙ(0) = 0 es un
cı́rculo.
• H > 0: ` > 1, toda solución es no acotada y separada de
colisión.

Para cada ` 6= 0, α 6= 2, existe una órbita circular única cuyo


radio es el único punto crı́tico de V .

Para ` 6= 0, α = 1, todas las órbitas son secciones cónicas (((órbi-


tas de Kepler))): elipses (H < 0), parábolas (H = 0) e hipérbolas
(H > 0). De hecho, α = 1 es el único α para el cual todas las
órbitas acotadas son cerradas (órbitas periódicas).

La demostración de esta proposición es elemental. El lector puede


encontrar las soluciones dibujando el ((potencial efectivo)) V para varios
valores de α, ` y aplicando métodos estándar de mecánica clásica de
nivel licenciatura para sistema de un grado de libertad. Ver por ejemplo
el texto [9].

4. El espacio de forma para 3 cuerpos en


el plano
Empezamos ahora investigar el caso que nos interesa en este artı́culo,
que es de alguna manera el primer caso interesante no trivial después
90 Gil Bor y Richard Montgomery

de n = 2, el caso de 3 cuerpos en el plano (d = 2, n = 3). Identificamos


el plano R2 ∼= C de la manera usual, (a, b) 7→ a + ib, ası́ que una confi-
guración de los 3 cuerpos determina un punto q = (q1 , q2 , q3 ) ∈ C3 . Por
la simetrı́as de traslación y rotación del problema esperamos reducir
las ecuaciones de Newton a un sistema de ecuaciones sobre el espacio
de clases de congruencias de triángulos orientados en el plano (posible-
mente degenerados). Describimos aquı́ primero geométricamente este
espacio.
Como hemos notado en la sección anterior, podemos reducir por
traslaciones
P al definir
P el cambio de variable Qi = qi − qCM , donde
qCM = i mi qi / i mi .
Luego, las rotaciones de triángulos están dadas por

Q = (Q1 , Q2 , Q3 ) 7→ λQ = (λQ1 , λQ2 , λQ3 ), λ ∈ C, |λ| = 1.

El espacio de clases de congruencias de triángulos orientados es enton-


ces C2 /S 1 ∼ = C(S 2 ) ∼= R3 (un cono sobre S 2 ). Esta es de hecho una
((conificación)) de la fibración de Hopf, S 3 → S 2 . Una fórmula explı́cita
que realiza este cociente, usando cuaterniones, es

H → =(H), h 7→ hih̄
Con esta realización, la esfera unitaria S 2 ⊂ R3 ∼ = =(H) repre-
senta las clases de congruencia de triángulos orientados de escala fija
(por ejemplo, de perı́metro=1) y la dirección radial en R3 representa
la variación de escala. Los triángulos degenerados (colineales) están re-
presentados en S 2 por el ecuador y las colisiones binarias por 3 puntos
equidistantes sobre el ecuador, dividiéndolo en 3 arcos que correspon-
den a los 3 tipos distintos de colisiones binarias (etiquetadas por la
masa en medio). El origen de R3 representa a las colisiones triples y
los polos norte/sur representan triángulos equiláteros (con dos orien-
taciones posibles). El ecuador divide a la esfera en las dos clases de
orientación de triángulos.

5. Reducción de las ecuaciones de Newton


al espacio de forma
Nuestra meta ahora es reducir las ecuaciones de Newton al espacio de
forma R3 (clases de congruencia de triángulos orientados en el plano).
Un resultado estándar en mecánica hamiltoniana es que cuando un
sistema es invariante bajo la acción de un grupo (el grupo euclidiano de
Rd en nuestro caso), generado por un mapeo de momento µ, entonces las
Poincaré y el problema de n-cuerpos 91

(a) La esfera de forma. (b) Configuraciones colineales.

ecuaciones descienden a unas ecuaciones hamiltonianas sobre el espacio


cociente, si nos restringimos al nivel µ = 0. De este modo, en nuestro
caso, donde µ = (P, J), las ecuaciones de Newton para el momento
angular J = 0 y momento lineal P = 0 se reducen a un sistema de
EDO de segundo orden en R3 .
Esto aplica para cualquier α. Luego, para α = 2, resulta que tenemos
una reducción adicional a la Esfera de Forma S 2 ⊂ R3 . Esto es debido
a una simetrı́a de escalamiento. Explicamos esta simetrı́a aquı́.
La homogeneidad del potencial U implica una simetrı́a de las ecua-
ciones de Newton en espacio-tiempo:

α+2
(q, t) 7→ (λq, λβ t), β= , λ > 0.
2
Esto es, si q(t) una es una solución de (1) entonces también lo es qλ (t) =
λq(λ−β t). Bajo esta simetrı́a de escalamiento las velocidades escalan
como
q̇ 7→ λ1−β q̇
y los momentos
p = (m1 q̇1 , m2 q̇2 , m2 q̇3 )
también escalan como
p 7→ λ1−β p.
Ahora, la única potencia tal que la transformación

(q, p) 7→ (λq, λ1−β p)


P
es simpléctica (preserva la 2-forma dqi ∧ dpi ) es β = 2, es decir
α = 2. Esto implica que para α = 2 tenemos una cantidad conservada
adicional, el momento asociado a la acción de escalamiento,

˙
hq, q̇i = Σmi hqi q̇i i = I.
92 Gil Bor y Richard Montgomery

Luego, recordamos que por la identidad de Lagrange-Jacobi tenemos


que I¨ = 4H para α = 2, ası́ que si tenemos H = I˙ = 0 en tiempo t = 0,
tendremos H = I˙ = 0 para todo tiempo. Podemos entonces formar el
cociente del conjunto H = I˙ = 0 por escalamiento.

Proposición 3. Para α = 2, H = 0, I˙ = 0 y J = 0 las ecuaciones de


Newton (1) para 3 cuerpos se reducen a un sistema de EDO de segundo
orden en la esfera de forma S 2 \ {colisiones}, donde ((colisiones)) son
los 3 puntos que corresponden a las colisiones binarias.

Las colisiones binarias corresponden a 3 puntos en el ecuador de la


esfera de forma. Quitando estos 3 puntos obtenemos, topológicamente
hablando, unos ((pantalones)). . .

6. Masas iguales
Hemos dado argumentos porqué nos restringimos a α = 2, H = 0, I˙ = 0
y J = 0. Ahora explicamos porqué nos restringimos a m1 = m2 = m3 .
Hay dos razones:
A. Cuando las masas son iguales tenemos simetrı́as discretas adicio-
nales de intercambio de masas: q = (q1 , q2 , q3 ) 7→ (qσ1 , qσ2 , qσ3 ) donde
σ : {1, 2, 3} → {1, 2, 3} es una permutación de los ı́ndices de las partı́cu-
las.
B. Tenemos una historia de más de 300 años, con unos de los mejo-
res matemáticos, trabajando en el problema de los tres cuerpos, visto
como una perturbación del problema de los dos cuerpos. No podemos
competir. Ası́ que para poder decir algo nuevo, debemos trabajar lo
más lejos posible del escenario de la teorı́a de perturbación, por lo que
escogemos m1 ∼ m2 ∼ m3 , ası́ como r12 ∼ r23 ∼ r31 .

7. Las 4 ideas de Poincaré


Ahora vamos a describir las ideas de Poincaré y cómo nos ayudan en-
tender nuestro caso especial de las ecuaciones de Newton.
Poincaré y el problema de n-cuerpos 93

7.1. Órbitas periódicas


Al final de la sección 36 del primer volumen de su ((Nuevos métodos))
[14], se encuentra la siguiente frase famosa de Poincaré:
Dadas unas ecuaciones de la forma definida en la sección
núm. 13 y una solución particular cualquiera de esas ecua-
ciones, podemos siempre encontrar una solución periódica
(en la cual el periodo, es cierto, puede ser muy largo), tal
que la diferencia entre las dos soluciones sea arbitrariamente
pequeña, a lo largo de un intervalo de tiempo arbitrariamen-
te largo. Además, lo que vuelve estas soluciones periódicas
tan valiosas, es el hecho que nos proveen, por decirlo de una
manera, la única brecha que nos permite intentar a penetrar
a una zona hasta la fecha considerada inaccesible. . . 1
La ((sección número 13)) a la cual se refiere Poincaré está en el
contexto es de la teorı́a de perturbaciones. Lo ilustramos con el ca-
so original de Newton de α = 1. Para 2 cuerpos, cada una de las dos
masas traza, con respecto al centro de masa del sistema, una órbita
kepleriana —elipse, parábola o hipérbola— que corresponden a H < 0,
H = 0 o H > 0 (resp.). En particular, el movimiento es periódico
si y solo si H < 0. Esto es un ejemplo de sistema hamiltoniano in-
tegrable y lo que sugiere Poincaré en la sección núm. 13 es entender
el caso de 3 cuerpos como una perturbación del caso de 2 cuerpos.
Hay varias maneras de hacerlo, dependiendo del parámetro de pertur-
bación que tomamos. Si tomamos por ejemplo el caso de 3 cuerpos
con m1 >> m2 >> m3 (sol-tierra-cometa) podemos tomar como un
parámetro pequeño a  = m2 /m1 , o m3 /m2 ası́ que una aproximación
inicial es considerar a los dos pares 12 y 13 como dos sistemas keple-
rianos no acoplados, lo cual es un sistema integrable, y luego observar
cómo cambia el comportamiento del sistema al incrementar el . Kol-
mogorov, al leer con cuidado la sección núm. 13, le llevó a formular la
llamada hoy en dı́a la Teorı́a KAM (Kolmogorov, Arnold, Moser), uno
de los hallazgos mayores de la dinámica hamiltoniana en el siglo 20.
Vastas extensiones del desarrollo de la teorı́a de sistemas dinámicos
en el siglo 20 se puede entender como un intento de explorar la veracidad
1
((’Etant données des équations de la forme définie dans le n0 13 et une solution
particulière quelconque de ces équations, on peut toujours trouver une solution
périodique (dont la périod peut, il est vrai, être très longue), telle que la différence
entre les deux solutions soit aussi petite qu’on le veut, pendant un temps aussi long
qu’on le veut. D’ailleurs, ce qui nous rend ces solutions périodiques si précieuses,
c’est qu’elles sont, pour ainsi dire, la seule brèche par où nous puissions essayer de
pénétrer dans une place jusqu’ici réputée inabordable.))
94 Gil Bor y Richard Montgomery

y validez de las afirmaciones de Poincaré en la sección 36 citada arriba,


si nos olvidamos del contexto de la sección 13 (perturbación de sistema
integrable) o incluso de la dinámica hamiltoniana. Por ejemplo:

1. El flujo geodésico de una superficie hiperbólica: las órbitas pe-


riódicas son densas, y toda trayectoria se puede aproximar a lo
largo de un intervalo de tiempo arbitrariamente largo por una
órbita periódica.

2. Suponemos que dentro de un sistema hamiltoniano podemos de-


mostrar la existencia de una intersección transversa entre la varie-
dad estable e inestable de algún otro conjunto (equilibrio, órbita
periódica, . . . etc.). Entonces dentro del espacio fase tenemos un
((enrede)): la unión de estas variedades estables e inestables. Smale
utilizó su ((herradura)) para demostrar que la predicción de Poin-
caré de la sección 36 sucede para el ((enrede)). Esta situación se
denomina ((caos hamiltoniano)) y fue descubierta por primera vez
por Poincaré en el trabajo famoso que le ganó el premio del Rey
Oscar II de Suecia en 1899. (Ver [4] and [2].)

3. Una pequeña industria ha surgido alrededor de la búsqueda de


sistemas dinámicos sobre espacios compactos sin ninguna órbita
periódica. La culminación de estos esfuerzos fue capaz el resultado
de Kuperberg [8] estableciendo la existencia de un campo suave
con divergencia nula sobre la 3-esfera sin órbitas periódicas.

Ahora bien, si ignoramos el contexto de la sección núm. 13 en el


problema de los 3 cuerpos la afirmación de Poincaré es evidentemente
falsa para las soluciones de energı́a positiva con α ≤ 2. Todas estas solu-
ciones son no acotadas (ver proposición 1), por lo que no son periódicas
ni pueden ser aproximadas por soluciones periódicas.
Es más, la afirmación de Poincaré sigue siendo falsa aun para solu-
ciones con energı́a negativa, por la existencia para α = 1 de ((escapa-
dores hiperbólicos elı́pticos)), en donde dos de los cuerpos, digamos 1
y 2, forman una ((pareja ı́ntima)), moviendo en una órbita casi elı́ptica
alrededor de su centro de masa común, mientras el tercer cuerpo, lige-
ro comparado con los primeros dos, se mueve hacia el infinito en una
órbita casi hiperbólica. . .
El vector conectando el tercer cuerpo al centro de masas de 1+2
se mueve muy cerca a la órbita de un cometa: una solución de energı́a
positiva al problema de dos cuerpos dada por una hipérbola. La energı́a
de tal solución es negativa ya que está dominada por la energı́a de los
dos cuerpos 1 y 2, que mueven en una órbita casi elı́ptica. El conjunto
Poincaré y el problema de n-cuerpos 95

de tales soluciones es abierto, por lo que no puede ser ((destruido)), o


perturbado a una solución periódica.
Vamos a ver entonces qué tanto de la predicción de Poincaré pode-
mos salvar, a pesar de la existencia de los escapadores. Para empezar,
dividimos el problema en dos partes. Denotamos por X una parte in-
variante del espacio fase del problema (por ejemplo, la parte de energı́a
negativa, o el nivel de energı́a −1.) Sea XA ⊂ X el subconjunto de con-
diciones iniciales en X cuyas soluciones están acotadas (hacia el futuro
or el pasado) y sea XP ⊂ XA el subconjunto de condiciones iniciales de
órbitas periódicas.
Pregunta 1 ¿Será cierto que XA es denso en X?
Pregunta 2 ¿Será cierto que XP es denso en XA ?
Ambos problemas son completamente abiertos para el caso Newto-
niano del problema de 3 cuerpos (α = 1).
Terminamos esta sección con algunos comentarios acerca de la Pre-
gunta 1. Considera a XN A = X \ XA , las órbitas no acotadas. Los
escapadores muestran que XN A tiene interior no vació para α < 2 y X
dado por H < 0. ¿Qué tan grande es este interior?
Según Herman [5] el problema más viejo en sistemas dinámicos es
la cuestión de la estabilidad del sistema solar. En nuestra notación es:
¿Será cierto que XN A es denso en X? O reformulándolo de manera
más dramática: soplándole con fuerza arbitrariamente pequeña, ¿pode-
mos forzar a Venus a salir de nuestro sistema solar? Recomendamos el
artı́culo [13] para más información.

7.2. Topologı́a
Antes de preguntar ((¿qué órbitas periódicas son dinámicamente posi-
bles?)) es útil hacer primero la pregunta ((¿cuáles son las distintas clases
de lazos (curvas cerradas)?)) Poincaré era uno de los fundadores de la
topologı́a algebraica y la herramienta que desarrollo puede servir para
contestar la última pregunta.
Un lazo en una variedad conexa X es un mapa continuo S 1 → X.
96 Gil Bor y Richard Montgomery

Dos lazos representan la misma clase de homologı́a si forman la fronte-


ra de una superficie conexa orientada. El espacio H1 (X) generado por
tales clases de homologı́a forma un grupo abeliano. El grupo de homo-
logı́a H1 (P ) de los ((pantalones)) es Z2 , el grupo abeliano libre en dos
generadores. Como generadores podemos tomar las ((parejas binarias
ı́ntimas)) 12 y 23.

Nota que el lazo 13 (adecuadamente orientado) es homólogo a la


suma de los lazos 12 y 23.
Decimos que dos lazos en X son ((libremente homotópicos)) si forman
la frontera de un cilindro (o ánulo) inmerso en X. El conjunto de las
clases de equivalencia de homotopı́a libre de lazos se denota por L(X).

Nota: las etiquetas numéricas de los lazos (12, 1232, 123123) se ob-
tienen al marcar los tres segmentos del ((ecuador)) de la esfera de forma
(lo cual corresponde a configuraciones colineales de los tres cuerpos)
por el cuerpo que se encuentra en medio de los otros dos, y luego regis-
trar las transiciones del lazo por estas configuraciones colineales. Los
detalles de esta correspondencia entre lazos y sucesiones de sı́mbolos se
encuentran en nuestro artı́culo [12].
Como el cilindro es un tipo especial de superficie, podemos ver que
la relación de equivalencia ((homotopı́a libre)) es más restrictiva que
((homologı́a)), por lo que obtenemos un mapa L(X) → H1 (X). Este
mapa no es inyectivo. Por ejemplo, una curva cerrada con la clase de
homotopı́a libre [123123] no es libremente homotópica a una curva tri-
vial (curva constante), aunque sı́ es homóloga a ella.
El espacio fase del problema de los 3 cuerpos, después de la reduc-
ción por rotaciones, es el haz tangente a los pantalones P multiplicado
Poincaré y el problema de n-cuerpos 97

por una raya, por lo que es homotópico a P . Ası́ que este espacio fase
tiene el mismo grupo de homologı́a y conjunto de clases de homotopı́a
libre como P .
Como hemos reducido por rotaciones, es natural considerar solu-
ciones periódicas módulo rotaciones. Decimos que una solución q(t) =
(q1 (t), q2 (t), q3 (t)) a las ecuaciones de Newton es relativamente periódica
con periodo T si
q(t + T ) = eiω q(t), (7)
para algún ángulo de rotación constante ω.
Pregunta 3. ¿Se puede realizar cualquier clase de homologı́a en
H1 (P ) = Z2 por una solución relativamente periódica de las ecuaciones
de Newton?
Pregunta 4. ¿Se puede realizar cualquier elemento de L(P ) por
una solución relativamente periódica de las ecuaciones de Newton?
Estas preguntas están todavı́a abiertas en general.

7.3. Métodos variacionales


La primera frase de Poincaré en [15] es
La teorı́a de soluciones periódicas se puede, en ciertos casos,
relacionarse con el principio de acción mı́nima.2
En este artı́culo Poincaré usa métodos variacionales para demostrar que
la respuesta a pregunta 3, en ciertos casos, es ((sı́)).
El principio de acción mı́nima nos dice que las soluciones a las ecua-
ciones de Newton son los extremales (o puntos crı́ticos) del funcional
de la acción Z
A[γ] = L(γ, γ̇)dt, L = K + U,

sujeto a condiciones apropiados de frontera. En [15] Poincaré utilizó es-


te principio en el caso de α = 2. Su demostración consiste en dos ob-
servaciones:
(1) Para que una deformación continua de un lazo pase de una clase
de homologı́a a otra la deformación debe pasar por una colisión.
(2) Para α = 2 cada trayectoria que contiene colisión tiene acción
infinita.
La respuesta afirmativa a la Pregunta 3 sigue casi inmediatamente
de estas dos observaciones y el método directo del cálculo de variacio-
nes. El método directo consiste en fijar la clase de homologı́a de una
2
((La théorie des solutions périodiques peut, dans certains case, se rattacher au
principe de moindre action.))
98 Gil Bor y Richard Montgomery

trayectoria cerrada y tomar una sucesión minimizante {γi } de lazos en


esta clase. Si la sucesión converge a un lazo en la misma clase de ho-
mologı́a, entonces este lazo debe alcanzar el mı́nimo de la acción sobre
toda la clase de homologı́a, por lo que es un extremal de la acción. Por
el principio de acción mı́nima, este lazo minimizante es una solución de
las ecuaciones de Newton y ası́ respondiendo en afirmativo la pregunta
3.
Dos obstáculos pueden prevenir la convergencia de la sucesión mi-
nimizante:

(A) colisión (en cuya caso la sucesión ((sale)) de la clase de homologı́a),


o

(B) la sucesión de lazos ((escapa al infinito)), evadiendo convergencia.

Poincaré excluyó el obstáculo (A) con su observación (1) y su su-


posición de α = 2. El escenario (B) puede suceder debido a la falta de
compacidad de los pantalones, como se ilustra en el siguiente figura

Para excluir el escenario (B), fijamos en la ecuación (7) un ángulo


total de rotación ω ∈ (0, 2π) como parte de la condiciones de frontera
en el problema variacional. Si los dos puntos q(0), q(T ) están a una
distancia R del origen, separados por un ángulo ω, entonces la distancia
entre ellos es d = 2R sen(ω/2). Si estos dos puntos se encuentran sobre
una curva γ y si ` es la longitud del segmento de la curva que conecta
a los dos puntos, tenemos que

A(γ) ≥ `2 /2T ≥ d2 /2T = 2R2 sen2 (ω/2)/T.

Ası́ que la condición de periodicidad relativa (la ecuación 7) más el he-


cho que la acción A es acotada (como es para una sucesión minimizante)
Poincaré y el problema de n-cuerpos 99

fuerza a la sucesión minimizante γn estar a una distancia acotada del


origen, ası́ mostrando que el escenario (B) no puede suceder.
En el artı́culo [11] hemos extendido el trabajo de Poincaré, de clases
de homologı́a a clases de homotopı́a libre y deα = 2 a α ≥ 2, ası́ respon-
diendo la Pregunta 4 en el afirmativo para α ≥ 2. En aquel tiempo no
sabı́amos todavı́a de la existencia del artı́culo de Poincaré. Realmente
hay muy poco nuevo en nuestro artı́culo comparado con Poincaré. Vea
Alain Chenciner [3] para un resumen muy bonito y variaciones sobre
las perspectivas ofrecidas aquı́.

7.4. Geometrı́a hiperbólica


Geometrı́a hiperbólica surgió en el siglo 19 del trabajo de Lobachevsky
y Bolyai sobre las fundaciones de la geometrı́a y se ha desarrollado en
un área muy amplia. Ver [10]. Un elemento fundamental en el tema es
el modelo del disco de Poincaré D, ası́ como el modelo de semiplano
superior. Estos son modelos concretos de geometrı́a hiperbólica que nos
permiten visualizar y calcular, ı́ntimamente relacionados con la teorı́a
de funciones de variable compleja.
Una métrica completa hiperbólica en una superficie X es una métri-
ca de curvatura gaussiana constante −1. Si X admite una métrica hi-
perbólica entonces D es su cubierta universal.
La fibra de la cubierta D → X es una realización del grupo funda-
mental Γ de X, encajado en el grupo de isometrı́a Iso(D) ∼ = P SL(2, R)
como un subgrupo discreto. Entonces X ∼ = D/Γ.
El espacio pantalones P admite una métrica hiperbólica. Una reali-
zación de tal métrica nos llega de teorı́a de números, donde Γ se realiza
como el grupo modular Γ(2) = {M ∈ SL(2, Z)|M ≡ I( mod 2)} ⊂
SL(2, R). El dibujo abajo (a la izquierda) muestra esta estructura (se
muestra el tapizado de D por regiones fundamentales para la acción de
Γ(2) en D).
Otra estructura hiperbólica en P se muestra en la figura abajo (a la
derecha). La diferencia entre estas dos estructuras es que en la primera
el área de P es finito (es π) mientras en la segunda es infinito.
Una métrica riemanniana en una variedad define el flujo geodésico
en el haz tangente unitario SX ⊂ T X de esta variedad. Hiperbolicidad
de la métrica tiene consecuencias profundas para la dinámica de este
flujo. Por ejemplo, si una clase de homotopı́a es realizable por una órbita
periódica, entonces este representante geodésico de la clase es necesa-
riamente único. ¿Será cierto que nuestra dinámica de tres cuerpos sobre
P es de hecho un flujo geodésico hiperbólico disfrazado? Pues. . . ¡casi!
100 Gil Bor y Richard Montgomery

Figura 2: Tapizando el disco de Poincaré con pantalones hiperbólicos


de área finita (izquierdo) e infinita (derecha)

Decimos que dos campos vectoriales ξ1 , ξ2 sobre la misma variedad


son ((equivalentes por reparametrización)) si existe una función suave
y positiva f en la variedad tal que ξ2 = f ξ1 . En este caso, las curvas
integrales de ξ1 son reparametrizaciones de las curvas integrales de ξ2 .

Proposición 4. En el caso de masas iguales, J = 0, H = 0 y I˙ = 0,


la dinámica de tres cuerpos con potencial 1/r2 en P es equivalente por
reparametrización al flujo geodésico en P asociado a una métrica rie-
manniana con curvatura negativa, excepto en los dos puntos de Lagran-
ge (los polos) en donde se anula la curvatura. Esta métrica es completa
(toda geodésica se extiende indefinitivamente) y de área infinito.

Esta proposición, combinada con los métodos establecidos de la geo-


metrı́a hiperbólica más algunos estimados producen un panorama casi
completo de la dinámica reducida (en la Esfera de Forma P ) de tres
cuerpos con masas iguales y potencial 1/r2 .

1. Cada órbita periódica es linealmente hiperbólica.


(Una órbita periódica es linealmente hiperbólica si la linealización
de su mapa de Poincaré es hiperbólica, es decir sin valores propios
sobre el cı́rculo unitario. )

2. Cada clase de homotopı́a libre en P , con la excepción de las


((parejas ı́ntimas)) tipo ijijijij . . . ij, se realiza por una única so-
lución periódica.

3. Las órbitas periódicas son densas en las órbitas sin colisión.

4. Las órbitas de colisión son densas en el espacio de todas las solu-


ciones.
Poincaré y el problema de n-cuerpos 101

Referente a los últimos dos incisos, notamos que si en las Preguntas


1 y 2 arriba (sección 7.1) sustituimos el término ((acotado)) por ((sin
colisión)) entonces la respuesta a ambas preguntas, según los últimos
dos incisos, se vuelve ((sı́)). Para más detalles ver el resumen al final de
la sección 2 en [12].
Knauf and Klein [6] establecen un panorama bastante similar y
completo para el problema del movimiento de un electrón (clásico) en
el plano bajo la influencia de N protones fijos con los mismos métodos
hiperbólicos.

7.5. Teorı́a de bifurcación


Nos gustarı́a establecer análogos de los incisos I-IV arriba para el pro-
blema ((verdadero)) de los tres cuerpos con potencial 1/r. En estos análo-
gos nos gustarı́a sustituir ((colisión)) y ((sin colisiones)) por sus valores
originales de ((no acotadas)) y ((acotadas)) de las preguntas 1 y 2.
Un método bastante directo para intentar a demostrar estos análo-
gos es considerar a α como un parámetro continuo de bifurcación va-
riando sobre todo el intervalo 1 ≤ α ≤ 2. ¿Cuántas órbitas periódicas
sobreviven al variar α de 2 a 1? ¿Cuántas clases de homotopı́a libre
se siguen realizando? ¿Cómo es que la órbita ((figura 8)) (la que realiza
la clase ((123123))) se convirtió de hiperbólica en α = 2 a elı́ptica (el
mapa de retorno linealizado tiene todos sus valores propios en el cı́rculo
unitario) en α = 1?
Cada solución periódica γ para α = 2 es linealmente hiperbólica
(inciso 1 al final de la última sección). Ası́ que podemos perturbar esta
solución para obtener una solución periódica, linealmente hiperbólica,
para α en algún intervalo [2−(γ), 2]. Con suerte, estos intervalos llegan
hasta α = 1. Pero para la órbita figura 8 este intervalo claramente no
llega hasta α = 1 porqué en α = 1 esta órbita es elı́ptica. . . ¿Qué sucede
en general?
Citamos del párrafo 37 del vol. 1 de Poincaré [14]:

Una solución periódica no puede entonces desaparecer a me-


nos que se desaparezca junto con otra solución periódica. En
otras palabras, las soluciones periódicas desaparecen en pa-
res, en la misma manera que las raı́ces reales de ecuaciones
algebraicas. 3
3
“Une solution périodique ne peut donc disparaı̂tre qu’après s’être confondue
avec une autre solution périodique. En d’autres termes, les solutions périodiques
disparaissent par couples à la façon des racines réelles des équations algébriques.”
102 Gil Bor y Richard Montgomery

No sabemos como obtener los resultados indicados aquı́ sin análisis


numérico extenso. Existen algunos algoritmos y paquetes para perse-
guir órbitas. Uno es el programa AUTO desarrollado por S. Doedel y
extendido por H. Keller y otros [7].

Bibliografı́a
1. V. I. Arnol’d, Mathematical Methods of Classical Mechanics, Springer-
Verlag, 1989.
2. J. Barrow-Greene, Poincaré and the Three-Body Problem, History of
Math., tomo 11, A. M. S., 1997.
3. A. Chenciner, ((Action minimizing solutions of the Newtonian n-body
problem: from homology to symmetry)), ICM 2002, v. 3.
4. F. Diacu y P. Holmes, Celestial Encounters: The Origins of Chaos and
Stability, Princeton Science Library, Princeton U. Press, 1997.
5. M. Herman, ((Some open problems in dynamical systems)), Proceedings
I.C.M., Berlin, 1998, 797–808.
6. M. Klein y A. Knauf, ((Classical Planar Scattering by Coulombic Poten-
tials)), Lect. Notes Phys., monograph 13, Springer-Verlag, 1992.
7. B. Krauskopf, H. M. Osinga y J. Galan-Vioque, eds., Numerical Conti-
nuation Methods for Dynamical Systems, Springer-Verlag, 2007.
8. K. Kuperberg, ((A smooth counterexample to the Seifert conjecture)),
Ann. of Math., vol. (2) 140, núm. 3, 1994, 723–732.
9. L. Landau y E. Lifshitz, Mechanics, a Course of Theoretical Physics,
tomo 1, Pergamon Press, 1976.
10. J. W. Milnor, ((Hyperbolic geometry: The first 150 years)), Bull. AMS
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11. R. Montgomery, ((The N-body problem, the braid group, and action-
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12. , ((Fitting hyperbolic pants to a three-body problem)), Erg. Th.
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13. J. Moser, ((Is the Solar System Stable?)), The Mathematical Intelligencer,
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14. H. Poincaré, ((Les méthodes nouvelles de la mécanique céleste)),
Gauthier-Villars, Paris, vol. 1-3 1892–1899.
15. , ((Sur les solutions périodiques et le principe de moindre action)),
C.R.A.S. Paris, vol. 123, 1896, 915–918.

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