Asignación 7
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Asignación 7
Los sacramentos de iniciación se llaman así porque son los primeros que son introducidos en nuestra
vida de modo que nos inician en la vida cristiana, el bautismo es considerado la puerta por la que ingresamos a
la vida cristiana, fortalecemos nuestra fe por medio de la confirmación y la mantenemos viva alimentados por
medio de la eucaristía.
El Bautismo es el primer sacramento que recibimos todos los cristianos-católicos, generalmente de bebé,
pero puede recibirse en cualquier momento, ya que es el sacramento en el cual se funda nuestra fe misma,
como se menciona anteriormente, es la puerta para iniciarse en la vida cristiana, fue establecido por nuestro
Señor Jesucristo. Cuando es recibido el sacramento del bautismo se sella por decirlo de alguna manera en
nuestra alma la presencia de Cristo y el Espíritu Santo en nuestra vida, volvemos a nacer del agua y del Espíritu
por eso no se puede recibir ningún otro sacramento sin haber recibido antes el bautismo, además es sumamente
importante porque nos borra el pecado original, nos hace hijos de Dios Padre y pasamos a formar parte del
cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
La Confirmación es el segundo sacramento y se realiza solo una vez, así como el bautizo, este nos une
más la iglesia y nos enriquece con una fortaleza especial con el Espíritu Santo, y nos prepara para ser testigo de
Dios. Este sacramento fortalece y perfecciona la gracia dada por el bautismo, gracias a este sacramento nos
renovamos con los dones del Espíritu Santo. Para realizar este sacramento, debemos ser jóvenes maduros, y
con suficiente raciocinio para poder seguir la palabra de nuestro Señor y llevar una muy buena vida cristiana
debido a que esta relación que tenemos con nuestro Dios se fortalece con este sacramento. La materia de este
sacramento es el oleo o el Santo Crisma, cuyo significado es fuerza, realeza y plenitud y debe ser colocada en la
frente con forma de cruz. El signo de la confirmación es la unción, debido a que esta palabra va unida al nombre
de cristiano y significa ungido.
La Eucaristía es el último sacramento de iniciación y por excelencia, debido a que es nuestro Salvador
Jesucristo, quien esta presente en cuerpo y sangre. La Eucaristía renueva sacramentalmente el sacrificio de Jesús
en la cruz. No debemos creer que en la Eucaristía la presencia de Jesucristo es simbólica, todo lo contrario, su
presencia es real, porque no es solo pan y vino, es el cuerpo de nuestro salvador y la sangre de Él, esto se le
llama proceso de transustanciación en el que las apariencias permanecen iguales, pero las sustancias cambian.
La Eucaristía tuvo lugar por primera vez en la última cena de Nuestro Señor, junto a sus apóstoles. Los signos
sacramentales de la eucaristía son el pan de trigo y el vino de uva sobre los cuales es llamada la bendición del
Espíritu Santo.
Nosotros, no debemos ser católicos solamente de palabra, debemos seguir a Nuestro Señor y tratar de
obrar siempre para bien. El bautismo es el primer paso para tener una relación con Dios, es por eso que es tan
importante ser bautizado, incluso realizar estos sacramentos lo es, todo esto para tener una relación perfecta
con Él, no debemos pasar estos sacramentos por alto ni verlos como si fuera una obligación, el tiempo de Dios
es perfecto y cada persona tendrá su momento para elegir lo que quiere y para mantener esta relación y vivir
una vida cristiana en total plenitud debemos tener los sacramentos presentes en nuestras vidas y mantener
siempre la oración, y tratar de siempre vivir en gracia y agradecido por Nuestro Salvador.
Gálatas 2:20