Niños Atípicos-Niños Psicóticos

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 11

Niños atípicos/ Niños psicóticos

Silvia Bleichmar

Conocemos las dificultades imperantes para el establecimiento de


ciertas categorías diferenciadoras en nuestra psicopatología
infantil psicoanalítica. Ello no es sólo efecto de la dificultad
para enfrentar los procesos cambiantes que se despliegan a lo largo
de la constitución psíquica del niño, sino de las diferentes
posiciones metapsicológicas que los analistas guardamos respecto a
los ordenadores con los cuales pretendemos cercarla.
Sin embargo, pareceria que aun en este marco complejo y
contradictorio presente algunos acuerdos se producen, y esto no es
contingente en el estado actual de nuestros conocimientos.
Si la determinacion de un campo sobre el cual operar no aborda un
numero de fenomenos simplemente existentes de manera inmediata en
"la realidad" dada. Si la determinacion se establece bajo un modo
de diferenciacion del fenomeno en sus determinaciones y el fenomeno
como tal no es simplemente lo que se ve, lo que "salta a la vista",
en razon de que lo que salta a la vista forma ya parte del conjunto
cuya clasificacion se ha determinado previamente, es promisorio que
aun en este marco complejo y contradictorio presente en el cual
los psicoanalistas no podemos ponernos de acuerdo sobre ciertos
paradigmas centrales, la posibilidad de acordar respecto a un
universo minimo observable da cuenta de que nuestras discusiones
pueden establecerse sobre un punto de contacto que las articule.
Tal es el caso de la polemica actual existente entre colegas
de la escuela americana algunos analistas de la escuela
kleiniana francesa, que debaten alrededor de la categoria nino
atipico/nino psicotico, dando cuenta a traves de ello de la
intencion de encontrar referentes empiricos para diferencias
conceptuales.
Por el contrario, pareceria que, en nuestro medio la
denominacion "nino atipico" ha devenido un eufemismo para
nominar lo que otrora fuera considerado como psicosis
infantiles, o incluso para abarcar un conjunto de
manifestaciones sintomales de dificil diagnostico, sin que
varie sustancialmente la concepcion teorica que a esta
clasificacion subyace, ni la modalidad tecnica de trabajo que
pone en juego.
Sin embargo, una discusion de importancia se establece
alrededor de esta conceptualizacion, y ella tiene implicancias
no solo clinicas, sino que se extienden a la concepcion del
psiquismo que quienes alrededor de ella polemizan, y aparecen
explicitadas en sus intercambios.
1
En su texto "La experiencia de trabajo con ninos atipicos" ,
Erna Furman2, analista americana del grupo de Cleveland,
realiza una clara propuesta acerca del por que de la toma de
partido respecto a una clasificacion nosologica tal, en el
marco no solo de una psicopatologia sino de una propuesta

1 Erna Furman, "L'experience du travail avec des enfants


atypiques", en Psychanalyse des psychoses de l' enfant,
Journal de la psychanalyse de l'enfant, Paidos/Centurion,
Paris, 1988.

2 Es de remarcar que este grupo de analistas de Cleveland


viene realizando, desde 1952, investigaciones respecto a estos
pacientes, y estableciendo modificaciones tanto en la tecnica
como en la conceptualizacion de su trabajo. Cuarenta anos de
compromiso clinico y intento de cercamiento de un tema tan
complejo como el de las psicosis infantiles nos obligan a una
lectura no solo respetuosa sino atenta de las intervenciones
que vienen realizando, y ello mas alla de las diferencias
conceptuales que indudablemente nos distancian.
clinica que la acompana.
Se trata, dice, de ninos que presentan trastornos de caracter
catatonico o hiperactividad, preocupacion por objetos de
fascinacion, alucinaciones y en los cuales las funciones del
yo y relaciones manifiestan a menudo interferencias de
apariencia psicotica" como el repliegue o una falta de
diferenciacion con los otros, estando la expresion verbal
ausente o bien distorsionada. La prueba de realidad es
defectuosa, y se caracterizan por estallidos (splinter skills)
que denotan actividades precoces del yo pero no integradas;
los afectos son de apariencia falsa o inapropiada; haciendose
presente incluso estados de angustia primitivos y una falta de
control pulsional imprevisible.
Y a proposito de esto senala: "Desde el comienzo, los
analistas se han sentido intrigados, y en desacuerdo, a
proposito de una comprension metapsicologica de estos
trastornos, estimando dificil delimitarlos y establecer la
relacion con las neurosis, por una parte, y las psicosis del
adulto, por otra".3
Dos son, en su observacion, los ejes que aparecen alterados en
este tipo de ninos: por un lado, un deficit de la progresion
habitual del desarrollo pulsional (coexistencia de todas las
pulsiones pregenitales en proporcion casi igual). Por otra, y
en el dominio del funcionamiento del yo, un menoscabo
particular de las funciones de sintesis y de prueba de
realidad, y de la capacidad de desarrollar un proceso de
pensamiento secundario".
A diferencia de las psicosis de adultos, en las cuales segun
Erna Furman (siguiendo la orientacion propuesta por Katan), la
personalidad regresiona despues de haber alcanzado un
funcionamiento maduro y a menudo bueno, comprendida la prueba
de realidad, en las llamadas psicosis del nino, o bien la
personalidad se detiene en su desarrollo, o bien se desarrolla

3 Ibid. p. 15
siguiente lineas desviantes desde el comienzo.
Las tres razones para considerar a los ninos que presentan
estos trastornos, y que lleva a la clasificacion de "atipicos"
en esta corriente del psicoanalisis americano pueden ser
ordenadas entonces en los siguientes rubros:
l) Detencion y distorsion del desarrollo, diferente de la
regresion.
2) La diferencia entre las alucionaciones de ninos pequenos y
aquellas que se producen en las psicosis de adultos
(concebidas las primeras como el efecto de un estadio del
desarrollo del yo afectado por la inmadurez de la prueba de
realidad).
3) Los datos recogidos, por otra parte, difieren de aquellos
obtenidos con adolescentes y adultos verdaderamente
psicoticos, y llevan a tomar en consideracion otros factores.
El seguimiento post-terapeutico con algunos de ellos, confirma
que no nos enfrentamos a una patologia psicotica ni incluso
prepsicotica en la mayoria de los casos.

Y la autora concluye: "Estas consideraciones nos incitaron a


rechazar el termino de psicosis, pern no nos permitieron,
hasta ahora, definir una categoria diagnostica diferente
analiticamente delimitada. Adoptamos entonces el termino
descriptivo de "atipico" o de "trastorno atipico, significando
literalmente "no tipico", es decir diferente de otros
trastornos de infancia bien conocidos. Esperamos que un
estudio posterior conducira a lo largo a una mejor
4
comprension"

4 Ibid. p. 17
Del lado opuesto, los psicoanalistas franceses de orientacion
kleiniana, se sostienen en la propuesta originaria de
considerar estos trastornos de infancia en el rubro de las
"psicosis infantiles".
Apoyandose en trabajos de Bion, de Meltzer y de Tustin, y en
los clasicos de la psiquiatria psicoanalitica francesa
(Diatkine), sostienen que es necesario definir a la "psicosis
infantil como un estado patologico en el cual el necesario
encaminamiento de la estructura psicotica, normal en el nino
de menos de seis meses , hacia una estructura neurotica, no se
realiza sino imperfectamente; es asi que en el sistema de
funcionamiento de estos ninos se constata una prefalencia de
5
estructuras de nivel psicotico".
Partiendo de la idea de que "la estructura psicotica
corresponde a la posicion esquizo-paranoide en el sentido de
Melanie Klein", consideran entonces que la psicosis es un
estado "normal" en los primeros tiempos de la vida que debe
dar lugar a una evolucion neurotica a partir de su
articulacion con la posicion depresiva 6.

El observable empirico pareceria ser el mismo: Ninos atipicos


y ninos psicoticos -para seguir ambas clasificaciones-,
presentan en la descripcion la misma patologia. La diferencia
se establece, por el contrario, en funcion de dos concepciones
diferentes de la constitucion psiquica y, a partir de ello, en
un posicionamiento diverso en la clinica.
Ambas escuelas parten de la idea, dominante actualmente en la
psicopatologia psicoanalitica infantil, tendiente a considerar
la incidencia parental en la constitucion normal o patologica.
Para los psicoanalistas americanos, la evolucion normal ha
sido alterada por factores externos (fundamentalmente
traumaticos) que irrumpen en la constitucion psiquica y la
5 Pierre Geisman, op. cit. p. 7.

6 Ibid. p. 8
desvian de su cauce natural.

En los historiales descriptos por los colegas franco-


kleinianos, por su parte, se pone de relieve la falla de la
funcion materna en la instalacion de la psicosis, dejando
entrever, por otra parte, en los relatos clinicos,
traumatismos del mismo orden que aquellos a los cuales los
7
americanos otorgan tanta importancia .
Deficit de funcion materna, o exceso de traumatismo, en esta
direccion parecen ir las teorizaciones enfrentadas de ambas
escuelas.
Ambas, por otra parte, sosteniendo sus presupuestos
en dos perspectivas que se conectan en un punto y que pueden
resurmirse, de un modo un tanto simple pero a efectos de
ordenar, en lo siguiente:
Mientras que para la escuela americana, el yo establece el
juicio de realidad a partir de una maduracion que se altera,
sea como efecto de un deficit congenito, sea como producto de
traumatismos que lo lesionan, para la escuela inglesa el
proceso de instalacion del principio de realidad es efecto del
pasaje de la psicosis a la neurosis, determinado este por el
conjunto de posiciones libidinales del sujeto por relacion al
movimiento que se establecen en el interjuego que ensamblan a
la pulsion, con su objeto y con la angustia concomitante.
Sin embargo, enambos casos, el desarrollo normal esta
definido, en lo fundamental, como endogenamente determinado, y
puede ser en ultima instancia favorecido o perturbado por

7 Felicien, una de las pacientes descriptas por Claudine


y Pierre Geissman, habia tenido multiples hospitalizaciones y
reiteradas operaciones por una aracnoiditis opto-quiasmal
durante el primer ano, entre el primero y el tercer ano de
vida, habiendo sido internada en una institucion para
deficientes mentales en la cual permanecio entre los 19 meses
y los 8 anos de vida, momento en el cual es acotgida por una
familia sustituta que la introduce en el Hospital de Dia en el
cual comienza su tratamiento analitico (Ver "Croissance d'une
pensee", en op. cit)
factores exogenos, pero estos no cuentan sino como moderadores
o catalizadores de procesos previamente definidos.
Y mas alla de las diferencias metapsicologicas que
indudablemente se plantean, la fina observacion de los
analistas de ambas escuelas permiten extraer conclusiones
validas para dar un nuevo giro a la cuestion.

Alcances e impasses de la polemica planteada

Tanto los analistas franceses como los americanos parecen, en


esta polemica, atribuir importancia a los factores externos en
el desencadenamiento de una entidad patologica que perturba
toda la evolucion del psiquismo infantil. Pareceriamos, en
este caso, estar lejos de una propuesta endogenista a
ultranza, y, sin embargo, el acento mayor esta puesto, por
ambos, en la idea de detencion (sea detencion del proceso
"madurativo del yo", sea imposibilidad de abandono de las
posiciones psicoticas normales de los primeros seis meses de
la vida -lo cual seria, en ultima instancia, equivalente a una
regresion desde la perspectiva que manejan).

Y ello es efecto, en ambos casos, de que, el desarrollo normal


esta definido, en lo fundamental, como endogenamente
determinado, y puede ser en ultima instancia favorecido o
perturbado por factores exogenos, pero estos no cuentan sino
como moderadores o catalizadores de procesos previamente
definidos.
Ambos reconocen que la psicosis, o lo "atipico", implica algun
tipo de perturbacion de la constitucion psiquica; ambos, mas
alla de sus diferencias, se reconocen en una perspectiva
psicoanalitica que pone el centro en los modos de ejercicio de
la pulsion, de la angustia y de la topica.
El punto de divergencia central de desprende, en mi opinion,
en las concepciones que arrastran por relacion a las
relaciones entre lo pulsional y lo yoico, y por el concepto de
"realidad" que esta en juego (y aun por los modos con los
cuales ambas escuelas conciben la instalacion del principio de
realidad).

Lo interesante de la propuesta de los colegas tanto americanos


como anglo-franceses, es que sus observaciones tienden a dar
cuenta de algo del orden del fracaso de la constitucion
psiquica. Pero al mismo tiempo, poniendo de relieve los
aportes e impasses que cada una de sus teorias de proveniencia
arrastran, y las dificultades a las cuales se ve enfrentado el
psicoanalisis, en su conjunto, respecto a los modos de
constitucion tanto del psiquismo como de la "realidad" misma.
El grupo de Cleveland, del cual Erna Furna nos ofrece una
sintesis importante de sus desarrollos, partiria de lo
siguiente: El psiquismo infantil se constituye bajo lineas de
evolucion en el cual las vicisitudes traumaticas dejan marcas
que pueden devenir obstaculos mayores para la evolucion normal
y perturbar los modos mediante los cuales el psiquismo tiende
a desarrollarse normalmente. La modalidad sintomal: angustias
extremas, deficit cognitivo, alucinaciones, no son sino la
expresion de una detencion en la instalacion defensiva por
deficit yoico como efecto de los traumatismos de los cuales
este ha sido objeto.
Es la perturbacion del yo, que no puede encontrar un modo de
defensa frente a una sexualidad endogenamente constituida y
atacante para la defensa, lo que pone se expresa en estos
modos intrusivos-atacantes que fracturan los procesos
cognitivos "normales".
Del lado del kleinismo la cuestion seria planteada a la
inversa: Es la fuerza de la pulsion, el caracter del montante
instintivo innato en su indomenabilidad e irreductibilidad
-aunado a una funcion materna fallida, vale decir incapaz de
metabolizar y devolver pulsion de vida alli donde
originariamente hay pulsion de muerte- lo que propicia este
funcionamiento a dominancia psicotica, lo que altera toda la
evolucion del aparato psiquico hacia la normalidad y lo deja
fijado a los modos psicoticos primitivos.

Una perspectiva exogeno-discontinua de la constitucion


psiquica puede abrir nuevas posibilidades para repensar tanto
los aportes como las impasses que venimos exponiendo.
Concebido el aparato psiquico como efecto de los modos de
intervencion sexualizante -productora de inconciente- y
simbolizante del semejante, toda idea de continuo preformado
se fractura y la normalidad no es sino el efecto de premisas
de universalidad que estadisticamente marcan su nivel no
generalizable.
Los 'desarrollos' simbolicos y cognitivos, tal como lo
plantean los analistas de la escuela inglesa, no pueden ser
concebidos al margen de los modos defensivos que el aparato
psiquico constituye en el proceso de humanizacion que regula
sus intercambios tanto intra como inter-subjetivos.
Pero la fuerza del real externo se hace presente no solo como
factor disruptivo -en el sentido planteado por los colegas
americanos- sino como motor desestabilizante-constituyente de
los procesos simbolicos que ponen en marcha el proceso
psiquico e imponen sus desestabilizaciones reestructurantes.
Es de subrayar que entre los factores que Erna Furman releva
en su investigacion, la seduccion precoz por parte del adulto
ocupa un lugar central entre los factores disparadores de lo
que en su conceptualizacion es considerado como "nino
atipico". Intervenciones quirurgicas reiteradas,
hospitalizaciones y carencias, operan igualmente en estas
estadisticas tan caras a los americanos y que pueden muy bien
ser recuperadas desde la perspectiva en la cual estamos
pensando.
Concebir la implantacion de la sexualidad infantil como
traumatica y efecto de la irrupcion del semejante en la
constitucion del aparato psiquico es una propuesta que venimos
sosteniendo desde hace anos para dar cuenta de la
discontinuidad y del caracter contingente y exogeno del
inconciente. Pero la psicosis no es simplemente el producto de
una "seduccion generalizada" -para apelar a la categorizacion
que Jean Laplanche ha propuesto como modo de constitucion de
lo inconciente-, sino verdadera intromision de la sexualidad
adulta sin metabolizacion ni habiendo sido atravesada por la
represion que posibilita que los cuidados precoces no queden
librados masivamente al deseo sexual del otro.
El psiquismo infantil se constituye en un movimiento complejo
de excitaciones y ligazones provenientes del semejante y
destinados a una metabolizacion que desemboca en posibilidades
productivas y resimbolizantes.
Los procesos secundarias no se instalan automaticamente, sino
como efecto de movimientos identificatorios y ligadores que
tienen su origen en las representaciones amoroso-narcisisticas
capaces de paliar la violencia implicada en la sexualizacion
primaria.
De tal modo, una psicosis infantil es siempre un proceso
"atipico", si consideramos como atipicidad los fracasos de un
movimiento de humanizacion que se establece bajo modos no
lineales y abierto siempre a resignificaciones posibles.
No se trata entonces ni de una detencion en un programa de
desarrollo preestablecido ni de una inhibicion de las
evoluciones libidinales que dejarian al sujeto librado a la
psicosis, sino de un modo particular de humanizacion en el
cual el exceso de realidad sexual del semejante,
inmetabolizable, inligable, no abre condiciones de posibilidad
para la necesaria instalacion del principio de realidad -en
tanto realidad humana, arrancada de la inmediatez y dispuesta
a reencontrarse con lo autoconservativo por las vias de la
simbolizacion productiva.

También podría gustarte