El Violonchelo Barroco y Su Práctica Instrumental PDF
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PRÁCTICA INSTRUMENTAL *
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LLI
sis de que el instrumento grave de la familia de los violines apareció aproxima-
damente al mismo tiempo que los demás instrumentos de dicha familia, los pri-
meros testimonios de su existencia pueden encontrarse en los tratados de
Agricola,' Gerle,z Lanfranco,J y Jambe de Fer. 4 También cabe mencionar un fres-
co (1540-1542) atribuido a Giulio Cesare Luini, que se encuentra en Varallo
Sesia, una localidad del norte de Italia, y en el que aparece una representación
de un violonchelo (figura 1)
Figura 1
• Tbe Baroque Cello and its Performance. Performance Practice Review IX, 19%. Agrade·
cemos al violonchelista Ignacio Morales sus valiosas sugerencias para la traducción de este artículo.
1 Martin Agrícola, Musica instrumentalis deudsch. Wittenberg, 1529 (5' edición ampliada,
1545); f. XLVIr. , f. XLVllIr., y f. LVr.
2 Hans Gerle, Musica teusch. Nuremberg, 1532. (3' edición ampliada, 1546); A4r., Blr., y H4v.
3 Giovanni María Lanfranco, Scintille di Mus/ca. Brescia, 1533; pág. 142.
4 PhilibertJamber de Fer, Epitome musical des tons. Lyon. 1556; págs. 61-62.
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El siglo XVI
No se conservan partes específicamente escritas para violín bajo, pero gracias a repre-
sentaciones iconográficas e indicaciones escritas, 10 es posible concluir que el instrumento se
empleaba exclusivamente en contextos populares Ca diferencia de otros instrumentos más
nobles de la familia de la viola de gamba), en ocasiones como procesiones, fiestas campesinas,
5 Véanse, por ejemplo, diversas obras orquestales y camerísticas de Jean-Baptiste Sébastien Bréval.
6 Johann Mattheson, Das Neu-EróJfnete Orchestre. Hamburgo, 1713-1721; tomo 1, parte rn, § 23.
7 MichaeJ Praetorius, Syntagma Musicum, De Organographía. Wolfenbütte1, 1618.
8 Ibídem, fig . XXI.
9 Leopold Mozart, Versuch eíner gründlichen Violinschule. Augsburg, 1756.
10 Jambe de Fer, Epítome; Lodovico Zacconi, Prattica di musica (Venecia, 1592); Pedro Ce.r one, El melopeo
y maestro (Nápoles, 1613).
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ferias, bodas, etc." Afmado por quintas (normalmente si p-fa-do-sol), el instrumento se tocaba
sentado o de pie, asido entre las piernas y apoyado en el suelo o en un escabel, o bien se sus-
pendía de los hombros mediante una correa, en el caso de procesiones y pasacalles. Dado que
el instrumento debía sujetarse en parte con la mano izquierda, los dedos pisaban las cuerdas
en una posición oblicua, y la digitación era puramente diatónica, como sucedía con los demás
violines. La técnica del arco era rudimentaria, y las fuentes iconográficas muestran tanto la
sujeción bajo la vara como sobre la vara.
ElsigloXVll
El primer uso documentado del basso da braccio procede del Orfeo de Monteverdi
(1607), donde la afinación do-sol-re-la (ya descrita por Gerle en 1532) se consideró más apro-
piada para la ejecución con un grupo instrumental. Tanto en Italia como en Alemania (praeto-
rius), esta afmación se adoptó de forma generalizada; en cambio, la afinación más grave se
conservó en los basse de violon más grandes en Francia e Inglaterra (véase la figura 2).12
PI\OPOSITIOIi 1111.
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París, 1636; IV, pág. 184
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11 Para más detalles y fuentes sobre la familia instrumental del violín, véanse las siguientes obras: Four and
Twenty Fiddlers: the Violtn at the English Court 1540-1690, de Peter Holman (Oxford, Clarendon Press, 1993; págs.
1-31); De v/ool in de 16de eeuw [1 y ll], de Karel Moens (Musica antiqua 10 [1993], págs. 177-83, y 11 [19941,
págs. 5-12).
12 Véase Harmonie universeUe, de Maria Mersenne. París, 1636; IV, págs. 184-185.
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EL VIOLONCHELO BARROCO ...
Figura 3 Figura 4
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Figura 5
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BASS- VIOLON.
D. Speer, Grundrichtiger Unterricht der musi-
Iwlischen Kunst oder Vierfaches musikalisches
Kleeblatt (Ulrn, 1687/97); pág. 206.
En algtmos casos, violone podía referirse incluso a una viola bajo normal (re-sol-do-mi-
la-re). Además, de los estudios recientes parece desprenderse que la parte del bajo rara vez
se doblaba a la octava baja (16') durante el siglo XVI y la mayor parte del XVII, salvo en el
caso de las grandes obras religiosas. Los grandes violines y violas bajo se tocaban normalmen-
te en sonido real, sin transposición, más para dar profundidad y volumen que para hacer la
octava baja. Antes de la introducción de las cuerdas forradas de metal, los violonchelos gran-
des quizás se usaran menos que los contrabajos pequeños; esto podría explicar la aplicación
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generalizada del término violone referido en un primer momento a una viola da gamba con
trastes de cinco o seis cuerdas. El violín bajo pequeño (llamado violoncino o violoncello, dos
términos sinónimos) pudo emplearse com mayor frecuencia para partes de bajo con un carác-
ter más de solista, acompañado por todo el continuo (Fontana, Sonate [1641]; Cavalli, Musí-
che sacre [1656]; Freschi, op. 1 [1660]). La introducción de cuerdas con metal enrollado afec-
tó al desarrollo de este instrumento más que a cualquier otro, cuando compositores como
Giovanni Battista Vitali, Giovanni Battista degl'Aritonii, Domenico Gabrielli, y Giuseppe Jac-
chini (todos ellos músicos de San Petronio) escribieron sus primeras sonatas y Ricercarí a
solo. La yuxtaposición de víoloncello, víolone, y contrabasso en las compilaciones de partí-
celle de los conciertos de Gabrielli y Torelli, o las misas y salmos de Colonna y Perti, pone de
manifiesto una distinción clara entre los instrumentos.
Una vez que el violín bajo se empezó a emplear habitualmente en iglesias y teatros, y
con menos frecuencia en procesiones o música de danza, la sujeción del pulgar para transpor-
tar el instrumento se hizo innecesaria, lo que proporcionó a la mano izquierda una movilidad
mayor y, por ende, hizo posible un mayor grado de virtuosismo (por ejemplo, la parte de vio-
lone en las dos sonatas de los Concerti ecclesiasticí de G. P. Cima [Milán, 1610]).
No han llegado a nosotros documentos explícitos del siglo XVII referentes a la digita-
ción, pero Mersenne, de forma inequívoca, indica la similitud de la técnica para todos los ins-
trumentos de la familia del violín: la digitación sigue siendo diatónica (0-1-2-3), y el arco se
coge por encima -como podemos deducir de la consigna de Mersenne, según la cual "con la
primera nota de cada compás, el arco ha de desplazarse hacia abajo"-.'9 Su indicación sobre
los trinos también es muy reveladora: "Deben emplearse tantos golpes de arco como veces
pise la cuerda el dedo que hace el trinO" ,20 en tanto que recomienda "'ablandar' la cuerda
mediante una suave oscilación del dedo más próximo al que está pisando la cuerda", es decir,
una especie de jlattement. En Italia, las indicaciones más tempranas son de Zannetti/ I y en
ellas se yuxtapone la notación musical convencional con las tablaturas, para los cuatro instru-
mentos de la familia del violín. Sus conclusiones sobre la técnica son idénticas a las de Mer-
senne y las de Bismantova. 22 En este último tratado, el autor expone algunas reglas interesan-
tes para el empleo del arco. Cuando afirma que "estas reglas son las mismas para el
violonchelo que para el violín",23 incluye el prin,cipio de utilizar el arco abajo para las partes
fuertes de compás.
19 Mersenne, IV; pág. 185.
20 [bid. , pág. 182.
21 Gasparo Zanetti, JI Seolaro. Milán, 1645.
22 Bartolomeo Bismantova, Regala per suonare tl Violoneello da Spalla, apéndice manuscrito al Compendio
musicale. Ferrara, 1677.
23 Pág. 120.
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EjemPlo 1
En el mismo periodo Muffat explica la diferencia en el empleo del arco entre los italia-
nos y Lully en Francia,24 donde todavía el arco se asía con la mano por debajo, siguiendo el
ejemplo de los ejecutantes de viola.
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24 Georg Mllffat, Flortlegium Secundum (preface: Plectrum, de la maniere de tenir l'Archelet). Passall,
1698.
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Aunque las obras teóricas todavía sugieren una digitación completamente diatónica a
comienzos del s. XVlll,25 la música compuesta en esta época -una vez más, después de la
introducción en Bolonia de las cuerdas forradas de metal- indica el empleo de una técnica
mucho más avanzada. La técnica de digitación diatónico-cromática -esto es, la moderna técni-
ca del cello- fue introducida en Francia por por Giovanni Bononcini (en París, 1733), según
Corrette. 26 Bononcini estudió el instrumento con su padre, Giovanni Maria, y con Domenico
Gabrielli en Bolonia. Gabrielli, o alguno de sus predecesores en San Petronio (Giovanni Battis-
ta Vitali o Petronio Franceschini), fue tal vez uno de los primeros cellístas en hacer uso gene-
ralizado de la nueva técnica, en la que los cuatro dedos se colocaban perpendicularmente
sobre la cuerda, a una distancia de medio tono uno de otro. Esto permitió a los primeros intér-
pretes de víoloncello introducir en su técnica frecuentes cambios de posición, dobles cuer-
das, acordes, ornamentación virtuosística, rápidos pasajes de escalas, pasajes en el registro
más agudo (mí'-do"), trémolos, batteries, ligados, arpegios, saltos entre dos cuerdas, etc.
Giusseppe ]acchini se hizo particularmente famoso por su forma de acompañar a los cantan-
tes en los recitativos: según parece, en su ejecución del bajo continuo hacía un uso extensivo
de ornamentación acordal y melódica. 27
Al fmal del siglo, la afinación ya casi estaba completamente normalizada (do-sol-re-la),
aunque la ejecución de los 7 Rícercari de Gabrielli sería más sencilla en un cello afinado do-
sol-re-sol (de otra forma, algunos acordes, por ejemplo do-mí-sol, resultarían impracticables).
Posteriormente, esta forma de afmar el instrumento se hizo más marginal, y se designó con el
término scordatura. 28 Sobre el empleo del violqnchelo de cinco cuerdas, no ha llegado hasta
nosotros documentación escrita del siglo XVII. Mattheson29 menciona instrumentos de cinco
cuerdas, pero obviamente se está reftriendo al víoloncello píccolo (do-sol-re-la-sol) o al vío-
loncello mezzo que se empleaba en Alemania -J. S. Bach escribió para el instrumento en seis
de sus cantatas y en la Sexta Suite en re mayor (BWV 1012)-.30
25 Peter Prelleur, Tbe Modem Musick-Maste7' (Londres, 1731 ; págs. 8-9); ]oseph Friedrich B. C. Majer,
Museum musicum (Schwabisch Hall, 1732; ID, § 7).
26 Michel Corrette, Métbode tbéorique et pratiq'.Ie pour appr~ndre en peu de tems le violoncelle dans sa
perfection. París, 1741; pág. 42.
27 Véase la obra de Giovanni Battista Martíni, Serie Cronologica de' Principi dell'Accademfa de' Fila/monid
de Bologna. BoJonia, 1776; pág. 15.
28 Luigi Taglietti, Suonate Da Camera A ' Tre due Violíni, e Violoncello solo, e nel fine due Sonate a Vio-
loncello solo, op. 1. BoJonia, 1697.
29 ]ohann Mattheson, Orcbestre; Tome 1, Pars III, § 22, 285.
30 Véase también el artícuJo de Agnes Kory A Wider Role for the Tenor Violin?, publicado en Galpin Sodety
jotll"nal47 (1994); págs. 123-53.
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Elsigloxvm
Muy poco después de las innovaciones de los primeros cellistas de Bolonia, otros músi-
cos italianos popularizaron el instrumento en otros lugares de Italia y en el resto de Europa.
En Francia, la introducción del nuevo violoncello (diferenciado del antiguo basse de violon)
supuso una auténtica amenaza para la existencia de la viola bajo. Generó una considerable
polémica que culminó en la publicación del panfleto de Le Blanc,3' que tuvo su respuesta en
seguida con el método de celio de Corrette (1741).
En este primer tratado sistemático sobre la forma de tocar el celio, Corrette comienza por
describir la manera de sujetar el instrumento (véase la figura 6, en contraste con la figura 7):
Figura 6
- Figura 7
El celta debe colocarse entre las pantorrillas. Cójase el mástil con la mano izquierda e inclínese ligeramente
hacia la izquierda; cójase el arco con la mano derecha. Procúrese que el instrumento no toque el suelo, pues
esto apagaría el sOnidoY
31 Hubert Le B1anc, DéJense de la Basse de viole con/re les Entrép,ises du Violan et les Prétentions du Vio-
loncel. Amsterdarn, 1740.
32 Correrte, Méthode; Artiele 1, pág. 7.
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Figura 8 Figura 9
CAapt"tre II .
.De laman;",-e d" temí, ('{"cond"'"'' /Árc/ut.
dflrlJ I~G¿
::ate 16 '-----
Corrette trata la digitación en los capítulos IV-VI, todavía con el viejo sistema diatónico (O-
1-2-4), aunque hace mención en el cap. XIV de "otra posición", que no es sino la moderna digita-
ción cromática (0-1-2-3-4). Este sistema era empleado por los italianos (véase la figura 10), aun-
que Corrette no la recomienda, pues es también la digitación convencional de los violistas (!).
Una novedad absoluta en Corrette es su descripción del capotasto. Esta técnica era sin
duda empleada por los virtuosos del cello antes d<; 1740; por ejemplo, en las Sonatas op. 1 de
Lanzetti (1736) el empleo del pulgar es indispensable (rango do-la'), y él mismo codificó más
tarde esta técnica en sus Principes. 34 Con un creciente desarrollo como instrumento solista en
el s. XVIII, el violonchelo se utilizaba también habitualmente como bajo de cuerda en el con ti-
33 Véase 1be Compleat Tutor Jor tbe Violoncello, de R. Crome. Londres, ca. 1765.
34 Véase Prindpes ou L'Application de Violoncelle par tous les Tons, de Salvatore Lanzetti. Amsterdam, ca.
1760 (?).
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nuo. Si Quantz, en 1752, todavía prohíbe a los cellistas ornamentar o realizar acordes en la
parte del bajo, esto quiere decir que la mayoría lo hacía siempre que podía, de acuerdo con la
tradición iniciada medio siglo antes por ]acchini. Por tanto, la práctica de tocar acordes, espe-
cialmente en los recitativos, es algo que los cellistas de hoy deberían retomar. Es más, Baum-
gartne¡-35 escribe que en un recitativo la nota del bajo debe ser "relativamente sonora", y que
las demás notas han de "tocarse tenuemente" , 36 lo que también implica que la nota del bajo
rara vez sonaba en todo su valor métrico. En un apéndice propone un método para tocar
acordes con el celia, aunque sólo se trate de leer un bajo cifrado. _
35 Jean Baumgartner, lnstructions de mus/que, tbéorlque el pratique, a l'usage du V/oloncello. La Haya, ca.
1774.
36lbid., cap. XIl .
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