Argumentos La Iliada, Odisea
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LA ILIADA
La OdiseaSi la Ilíada narra la leyenda de las guerras de los héroes micénicos, la Odisea
es la historia de un viaje, paradigma de las grandes aventuras humanas que exigen
enormes sacrificios personales y notables hazañas colectivas. El viaje de Ulises (u
Odiseo), rey de la pequeña isla de Ítaca, que ayudó con sus muchas e ingeniosas
argucias (él ideó, por ejemplo, la creación del fatídico “caballo”) al término de la larga
guerra troyana. Pero Ulises, “el astuto”, el que se disfraza, el más inteligente e ingenioso
de los monarcas griegos, sufrió como muchos otros reyes un castigo divino que le
impedía regresar en paz a su reino.
Y después de diez años de combate, anduvo errante durante otros tantos en soledad o
con algunos de sus hombres por todo el Mediterráneo, a expensas de la ira del dios
Poseidón, hasta que finalmente dio con sus heridos huesos en la isla de la ninfa Calipso.
Pudo luego llegar a tierra de los acogedores Feacios, donde narró las aventuras y
desgracias más famosas de la literatura: sus peripecias con los lotófagos (los que
provocaban el irreparable olvido), el encuentro esperanzado con el dios Eolo, su
enfrentamiento con el cíclope Polifemo (aquel de un solo ojo, engañado y cegado por
Ulises-“nadie”), la maga Circe (que convertía a los compañeros del rey en animales), su
descenso al Hades (el clásico mundo de los muertos en el que, entre las difusas almas de
los difuntos, se encontró con el adivino Tiresias), su lucha con el desesperante canto de
las sirenas y con los monstruos Escila y Caribdis, y la llegada a la isla maravillosa de
Calipso.
Acabado el relato, Ulises consigue llegar a casa, a su ansiada Ítaca, donde aún le quedan
serios problemas por resolver: su fiel esposa Penélope confía en su llegada desde hace
20 años, pero está rodeada de nuevos y aprovechados pretendientes que invaden el
palacio real. Ulises, disfrazado de anciano gracias a las artes de su protectora Atenea,
logra entrar en su casa y acabar con los enemigos gracias a la ayuda de su hijo
Telémaco.
Aquí acaba la historia de la Odisea , poema del amor y del heroísmo, símbolo del viaje
que todo hombre debe hacer para encontrar su destino, la aventura de un héroe
esforzado que intenta regresar a su patria, a su hogar, y que pierde compañeros y años,
pero obtiene la recompensa de la fidelidad y la paz definitivas.
Argumento de La Iliada
La Iliada tiene como tema principal la guerra entre griegos (llamados aqueos o
argivos por el autor) y troyanos, aunque cuenta con un componente mitológico
aportado por la leyenda del Juicio de Paris, en el cual este príncipe troyano es
objeto de la ira de las diosas Atenea y Hera al considerar a Afrodita como la diosa
más bella.
Príamo, rey de Troya, y su esposa Hécuba tenían varios hijos, entre los cuales se
encontraba Paris, célebre por su atractivo, que fue enviado ante Menelao, rey de
Esparta, como embajador de Troya. Menelao tenía por esposa a la que estaba
considerada como la mujer más bella de Grecia, Helena.
Cuando Paris llegó a Esparta en su misión diplomática, el rey local estaba ausente
por lo que, fascinado por la belleza de su esposa y con la ayuda de Afrodita,
secuestró a Helena y se la llevó a Troya. En cuanto Menelao tuvo conocimiento
del rapto de su mujer, convocó una asamblea entre los príncipes griegos que
rendían pleitesía a Helena. Así, Agamenón, hermano de Menelao, fue elegido jefe
de la guerra que Esparta declararía a Troya para vengar la ofensa hecha al honor
del rey.
Por parte de los troyanos destacan Héctor, hijo del rey y guerrero de destreza tal
que es temido por toda Grecia; Príamo, el propio rey troyano; Paris, que a pesar el
más hermoso de los mortales carece de la valentía suficiente para defender su
amor por Helena en la guerra, etc.
Aparte de la lucha que libran los mortales, los dioses del Olimpo toman parte
ayudando o impidiendo la acción según convenga al ejército que cuenta con su
favor. Así, contribuyen a la batalla dioses como Hera, Poseidón, Apolo, Ares,
Hermes, Atenea, Afrodita o incluso Zeus.
En este momento, el dios Zeus interviene para otorgar la victoria a los troyanos, a
modo de señal divina para Agamenón, que comprende que con su falta ha hecho
enfurecer a los dioses.
Viendo que los troyanos están cada vez más cerca de la victoria, Patroclo suplica
a Aquiles que cambie su obstinada actitud y guíe a Grecia hacia la victoria. Ante la
negativa de éste, le solicita sus armas y vestido con la armadura del héroe
consigue reanimar al ejército espartano y derrotar a Troya. No obstante, Patroclo
es asesinado por Héctor, lo que desata la furia de Aquiles.
Tras la muerte de su amigo, Aquiles vuelve a las armas y se lanza contra los
troyanos, dando muerte a Héctor. Para vengar el fallecimiento de Patroclo, hace
arrastrar el cadáver del príncipe troyano alrededor de la tumba de su amigo todos
los días, hasta que el rey Príamo ruega clemencia y el héroe le otorga el derecho
a recuperar los restos de su hijo.
Argumento de la Odisea
Tras la guerra de Troya, Ulises era el único griego que no había podido volver a su
hogar, en la isla de Ítaca. Alrededor de veinte años después de finalizar la
contienda, al ver que el héroe no regresaba y creyendo que había muerto, varios
pretendientes de su esposa, Penélope, la presionaban y se alojaban en su casa
para que se casara con ellos. No obstante, su esposa le era fiel y fue aplazando
constantemente la elección de su segundo marido. Para ello utilizaba un tapiz que,
afirmaba, una vez estuviese terminado, indicaría que había llegado el momento de
casarse de nuevo; pero cada noche deshacía lo que había tejido durante el día
para retrasar el avance de dicho tapiz.
Ante esta situación Telémaco, hijo de Ulises, viaja a los reinos de Néstor y
Menelao para buscar a su padre. En sus travesías se entera de que la ninfa
Calipso tiene a Ulises retenido en su isla y decide ir en su ayuda, pero la diosa
Atenea le persuade y consigue que regrese a Ítaca, puesto que Zeus ya había
ordenado a la ninfa liberar a Ulises. Cumpliendo el mandato del dios, Calipso
incluso cede una nave al héroe para que pueda llegar a su nación.
Sin embargo, el dios Poseidón estaba resentido con Ulises por cegar a su hijo
Polifemo, así que desvía su ruta hasta llegar a la isla de los feacios. Allí es llevado
ante el rey Alcinoo, quien le acoge y le pide que relate sus aventuras:
* La llegada al país de los ciclones, que estaban a favor de los troyanos y
contra quienes tuvo que combatir.
* Su estancia en el país de los cíclopes, donde Ulises engaña y ciega al
Polifemo, el ya mencionado hijo de Poseidón.
* Su visita a la isla de Eolo, quien regala a Ulises el poder de controlar los
vientos adversos, contenidos en una ostra. No obstante, sus compañeros de viaje
la abren y provocan el naufragio de la nave.
* El encuentro con Circe, una hechicera que convierte a sus compañeros en
cerdos, pero termina devolviéndolos a la normalidad y aconsejando a Ulises en su
travesía.
* La parada en el reino de los muertos, donde habla con el adivino Tiresias y
tienen que enfrentarse al espíritu de su madre, Anticlea.
* El paso por las islas de las sirenas y su ardid para evitar enloquecer con sus
hipnóticos cantos.
* Su paso por el Estrecho de Mesina, donde habitan los monstruos Escila y
Caribdis.
Por otro lado, la mayoría de la crítica opina que el canto X, denominado Dolonia, es una
interpolación tardía, puesto que no parece tener conexión con el resto del poema ni hay en
este canto referencias a sucesos narrados en el resto del poema. Algunos estudiosos, en
cambio, defienden su autenticidad.
Argumento[editar]
Canta, oh musa, la cólera del pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y
precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves;
cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino
Aquiles.
Este poema épico narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereidaTetis, su causa,
su larga duración, sus consecuencias y su posterior cambio de actitud. La ira del pelida
Aquiles termina junto con el poema, cuando se reconcilia con Príamo, padre de su
enemigo Héctor, momento en que se celebran los funerales de éste.
Tetis, tras la cólera de Aquiles, suplica a Zeus para que éste permita que los troyanos adquieran
ventaja.Jean Auguste Dominique Ingres.
Las fuerzas troyanas se refugian en la ciudad pero Héctor queda fuera, con ánimo de pelear
contra Aquiles. Pero una vez frente a frente, Héctor huye y es perseguido por Aquiles. Atenea
engaña a Héctor haciéndole creer que tiene en su ayuda a su hermano Deífobo y Héctor se
enfrenta por fin cara a cara a Aquiles, quien lo mata, ata su cadáver a su carro de combate y
subido en él da vueltas alrededor de la ciudad.
Canto XXIII: Juegos en honor de Patroclo[editar]
Artículo principal: Juegos fúnebres en honor de Patroclo
Se celebran los Juegos funerarios en honor de Patroclo con las siguientes pruebas: carrera de
carros, pugilato, lucha, carrera, combate, lanzamiento de peso, tiro con arco y lanzamiento de
jabalina.
Odisea
Para otros usos de este término, véase Odisea (desambiguación).
La Odisea
de Homero
Ilustración del Nordisk familjebok que representa
ofrece vino a Polifemo.1
Canto I[editar]
Inicio de la Odisea escrita en el dialecto griego jónico.
Canto II[editar]
Telémaco reúne en asamblea al pueblo de Ítaca. El palacio de Odiseo se encuentra
invadido por decenas de pretendientes que, creyendo que él ha muerto, buscan la mano de su
esposa: Penélope. Gracias a la ayuda de Atenea, aparecida ahora en forma de Méntor, el
joven convoca una asamblea en el ágora para expulsar a los soberbios pretendientes de su
hogar. Finalmente, Telémaco consigue una nave y emprende viaje a Pilos en busca de
noticias sobre su padre.
Canto III[editar]
Telémaco viaja a Pilos para informarse sobre su padre. La siguiente mañana, Telémaco y
Atenea, que continua en la forma de Mentor, llegan a Pilos. Allí, invitados por Néstor,
participan en una hecatombe para Poseidón. El rey Néstor les relata el regreso de otros
héroes desde Troya y la muerte de Agamenón, pero no tiene información específica de
Odiseo. Les sugiere que vayan a Esparta a hablar con Menelao, quien acaba de regresar de
largos viajes. Atenea pide a Néstor que uno de sus hijos acompañe a Telemaco a Esparta y
desaparece milagrosamente. Impresionado por que un joven esté escoltado por una diosa,
Néstor ordena el sacrificio de una vaca en honor de ella y arregla que su
hijo Pisístrato acompañe a Telémaco a Esparta.
Canto IV[editar]
Telémaco viaja a Esparta para informarse sobre su padre. Continúa el viaje hasta Esparta,
donde lo reciben Menelao yHelena. Menelao le cuenta acerca de su conversación con Proteo,
quien le informó acerca de la suerte que había corridoOdiseo, encontrándose éste en una isla
retenido por Calipso. Mientras tanto, los pretendientes, sabiendo del viaje del joven, preparan
una emboscada que le tenderán a su regreso.
Canto V[editar]
Odiseo llega a Esqueria de los feacios. En una nueva asamblea de los dioses, Zeus toma la
decisión de mandar al mensajero Hermes a la isla de Calipso para que ésta deje marchar a
Odiseo. La ninfa promete a Odiseo la inmortalidad si se queda, pero el héroe prefiere salir de
la isla. Tarda cuatro días en construir una balsa, y emprende el viaje al quinto día, pero es
hundido por Poseidón, enfadado con Odiseo desde que el griego cegó a su hijo Polifemo.
Odiseo es ayudado por la nereida Leucótea, quien le da una manta con la que debe taparse el
pecho y nadar hasta la isla de los feacios.
Canto VI[editar]
Canto VII[editar]
Odiseo en el palacio de Alcínoo. Guiado hasta allí por Atenea, Odiseo es recibido en el
palacio por Alcínoo, rey de los feacios, que lo invita al banquete que se va a celebrar. Odiseo
cuenta todo lo acaecido hasta ese momento, con lo que el rey queda impresionado y le ofrece
la mano de su hija, mas Odiseo no acepta, por lo que el rey cambia su ofrecimiento por
ayudarlo a llegar a su isla.
Canto VIII[editar]
Odiseo agasajado por los feacios. Se celebra una fiesta en el palacio en honor del huésped,
que aún no se ha presentado. Tras una competición de atletismo, en la que Odiseo asombra
al público con un gran lanzamiento de disco, comienza el banquete.
El aedo Demódoco ameniza la comida con un canto sobre la guerra de Troya. Al hablar del
episodio del caballo, Odiseo rompe a llorar. El rey manda al aedo que deje de cantar, y
pregunta al huésped sobre su verdadera identidad.
Canto IX[editar]
Odiseo cuenta sus aventuras: los cicones, los lotófagos, los cíclopes. Odiseo se
presenta, y comienza a relatar su historia desde que salió de Troya.
Primero destruyeron la ciudad de Ísmaro (donde estaban los cicones), y allí perdió a bastantes
compañeros.
Más tarde, llegaron a la isla de los lotófagos. Allí, tres compañeros comieron el loto, y
perdieron el deseo de regresar, por lo que hubo de llevárselos a la fuerza.
MENÚ
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Me llamo Nadie (Odisea, IX, 360-370). Narrado en la lengua original
Estaban atrapados en la cueva, pues estaba cerrada con una enorme piedra que les impedía
salir a ellos y al ganado de Polifemo. Odiseo, con su astucia, emborrachó con vino a Polifemo,
mandó afilar un palo y cegaron con él al cíclope mientras éste dormía. Ya ciego y para
asegurarse de que no escapasen los prisioneros, el cíclope tanteaba el lomo de sus reses a
medida que iban saliendo de la cueva para ir a pastar, pero cada uno de los marinos iba
vientre con vientre con una res y agarrado al vellón de ella.
Luego de escapar, Odiseo le grita su nombre a Polifemo y este le pide a su padre, Poseidón,
que castigue a Odiseo.
Canto X[editar]
La isla de Eolo. El palacio de Circe la hechicera. Odiseo sigue narrando cómo viajaron
hasta la isla de Eolo, que trató de ayudarles a viajar hasta Ítaca. Eolo entregó a Odiseo una
bolsa de piel que contenía los vientos del oeste. Al acercarse a Ítaca, sus hombres decidieron
ver lo que había en la bolsa, se escaparon así los vientos y se desencadenó una tormenta que
hizo desaparecer la esperanza del regreso al hogar. Tras seis días de navegación, llegaron a
la isla de losLestrigones, gigantes antropófagos que devoraron a casi todos los compañeros
de Odiseo. Huyendo de allí, llegaron a la isla de Circe, quien dijo al héroe que para regresar a
su casa, antes tendría que pasar por el país de los muertos. Igual que Calipso, Circe se había
enamorado de Odiseo. Pero ninguna de las dos se vio correspondida.
Canto XI[editar]
Descenso al Hades. Tras llegar al país de los Cimerios y realizar el sacrificio de varias
ovejas, Odiseo visitó la morada deHades para consultar con el adivino Tiresias, quien le
profetizó un difícil regreso a Ítaca. A su encuentro salieron todos los espectros, que quisieron
beber la sangre de los animales sacrificados. Odiseo se la dio en primer lugar a Tiresias,
luego a su madre, Anticlea, y también bebieron la sangre varias mujeres destacadas y algunos
combatientes que habían muerto durante la guerra de Troya.
Canto XII[editar]
Las sirenas. Escila y Caribdis. La Isla de Helios. Ogigia. De nuevo en ruta, Odiseo y sus
compañeros lograron escapar de las Sirenas, cuyo canto hacía enloquecer a quien las
escuchara. Para ello, siguiendo los consejos de Circe, Odiseo ordenó a sus hombres taparse
los oídos con cera exceptuándolo a él, que mandó ser atado al mástil. Escaparon también de
las peligrosas Caribdis yEscila. Consiguieron llegar a Trinacria (nombre griego de Sicilia), la
isla del Sol. Pese a las advertencias de no tocar el ganado de Helios, los compañeros
sacrificaron varias reses, lo que provocó la cólera del dios. Al hacerse de nuevo a la mar, Zeus
lanzó un rayo que destruyó y hundió la nave, y sólo sobrevivió Odiseo, que arribó a la isla de
Calipso (lugar donde se encuentra al principio de la historia).
Canto XIII[editar]
Los feacios despiden a Odiseo. Llegada a Ítaca. Cuando el héroe termina de contar su
viaje, su regreso al hogar es dispuesto por el rey. Acompañado por navegantes feacios,
Odiseo llega a Ítaca. Atenea lo disfraza de vagabundo para que no sea reconocido. Por
consejo de la diosa, Odiseo va a pedir ayuda a su porquerizo: Eumeo.
Canto XIV[editar]
Odiseo en la majada de Eumeo. Odiseo no revela su verdadera identidad a Eumeo, quien lo
recibe con comida y manta. Se encuentra con la diosa Atenea, y juntos preparan la venganza
contra los pretendientes.
Canto XV[editar]
Telémaco regresa a Ítaca. Atenea aconseja al joven Telémaco salir de Esparta y regresar a
su hogar. Le advierte que los pretendientes quieren ponerle una trampa para matarlo y le dice
que viaje de noche.
Mientras tanto, Eumeo relata su vida y sus orígenes al mendigo, y de cómo llegó al servicio de
Odiseo.
Canto XVI[editar]
Telémaco reconoce a Odiseo. Gracias a la ayuda de la diosa, el joven consigue eludir la
trampa que los pretendientes le habían preparado a la entrada de la isla. Una vez en tierra, se
dirige por consejo de la diosa a la casa de Eumeo, donde conoce al supuesto mendigo.
Cuando Eumeo marcha a casa de Penélope a darle la noticia del regreso de su hijo, Odiseo
revela su identidad a Telémaco, asegurándole que en verdad es su padre, a quien no ve
desde hace veinte años. Tras un fuerte abrazo, planean la venganza, con la ayuda de Zeus y
Atenea.
Canto XVII[editar]
Odiseo mendiga entre los pretendientes. Al día siguiente, Odiseo, de nuevo como mendigo,
se dirige a su palacio. Sólo es reconocido por su perro Argos, que, ya viejo, fallece frente a su
amo. Al pedir comida a los pretendientes, Odiseo es humillado e incluso golpeado por ellos.
Canto XVIII[editar]
Los pretendientes vejan a Odiseo. Aparece un mendigo real, llamado Iro, quien solía
pasarse por el palacio. Riéndose de Odiseo, lo reta a una pelea. Los pretendientes aceptan
que el ganador se junte a comer con ellos. Le dan 2 trozos de pan a Odiseo, que, tras quitarse
su manta y dejar ver sus músculos, gana fácilmente al mendigo. A pesar de la victoria, ha de
seguir soportando las vejaciones de los orgullosos pretendientes.
Canto XIX[editar]
La esclava Euriclea reconoce a Odiseo. Odiseo, ocultando su verdadera identidad,
mantiene una larga conversación con Penélope, quien ordena a su criada Euriclea que lo
bañe. Euriclea, que fue nodriza del héroe cuando era niño, reconoce una cicatriz que a
Odiseo, en su juventud, le hizo un jabalí cuando se encontraba cazando en el monte Parnaso.
La esclava, pues, reconoce a su amo, que le hace guardar silencio para no hacer fracasar los
planes de venganza.
Canto XX[editar]
La última cena de los pretendientes. Al día siguiente, Odiseo pide una señal, y Zeus lanza
un trueno en medio del cielo azul. Este gesto es entendido por uno de los sirvientes como una
señal de victoria sobre los pretendientes. Odiseo aprovecha para ver quién es fiel al
desaparecido rey y, por tanto, habrá de conservar la vida. Un profeta, amigo de Telémaco,
avisa a los pretendientes de que pronto los muros se mancharán con la sangre de ellos. A
pesar de que algunos de ellos dan crédito a la profecía y huyen, la gran mayoría de ellos se
ríe de ella.
Canto XXI[editar]
El certamen del arco. Aparece Penélope con un arco que Odiseo dejó en casa a su marcha a
Troya. Promete a los pretendientes que se casará con aquel que consiga hacer pasar la flecha
por los ojos de doce hachas alineadas. Uno tras otro, los pretendientes lo intentan, pero ni
siquiera son capaces de tensar el arco. Odiseo pide participar en la prueba, pero los
pretendientes se lo deniegan. Tras la insistencia de Telémaco, le es permitido intentarlo. Con
suma facilidad, Odiseo tensa el arco y consigue hacer pasar la flecha por los ojos de las
hachas, ante el asombro de los presentes. A la señal de su padre, Telémaco se arma,
preparándose para la lucha final.
Canto XXII[editar]
La venganza. Antínoo, jefe de los pretendientes, se encuentra bebiendo cuando Odiseo le
atraviesa la garganta con una lanza y le da así muerte. Ante las quejas de los demás, Odiseo
responde con amenazadoras palabras, y los pretendientes temen por sus vidas. Se inicia la
feroz lucha, con los numerosos pretendientes por un lado y Odiseo, su hijo y sus dos fieles
criados por otro. Melantio, infiel cabrero de Odiseo, consigue armas, pero gracias a la ayuda
de Atenea, todos aquellos que traicionaron a Odiseo van muriendo uno por uno. Las esclavas
son colgadas del cuello en el patio del palacio, mientras que Melantio es cortado en pedazos
para que se lo coman los perros. Odiseo manda a Euriclea que haga fuego y limpie el patio
con azufre. La esclava avisa a las mujeres que fueron fieles al héroe, que llegan y abrazan a
su amo.
Canto XXIII[editar]
Penélope reconoce a Odiseo. Después de matar a los pretendientes que se hospedaban en
su casa, Odiseo manda a los presentes que vistan sus mejores trajes y bailen, para que los
vecinos no sospechen lo ocurrido. Con la ayuda de Euriclea, el héroe se presenta a Penélope.
Como el aspecto de Odiseo es distinto al que conocía Penélope, que además está casi
convencida de que él ha muerto, el héroe no es reconocido por su esposa. Entonces, Odiseo
describe el lecho conyugal, y cómo lo hizo él mismo de un olivo. Penélope, convencida ya,
abraza a su esposo, que le narra sus aventuras. Finalmente le cuenta que aún tendrá que
hacer otro viaje antes de terminar su vida en una tranquila vejez.
Canto XXIV[editar]
El pacto. Las almas de los muertos viajan al Hades, donde cuentan lo ocurrido a Agamenón y
Aquiles, compañeros del héroe en la expedición de los aqueos a Troya. Odiseo marcha a casa
de su padre, Laertes, que se encuentra trabajando en la huerta. El hombre se encuentra
envejecido y apenado por la larga ausencia de su hijo. Para ser reconocido, Odiseo le muestra
la cicatriz y recuerda los árboles que en su infancia le regaló su padre.
Mientras, los familiares de los pretendientes se juntan en asamblea, y piden venganza por la
muerte de los suyos. Odiseo, su hijo y su padre, que se encuentran en la casa de éste,
aceptan el reto, y da comienzo la lucha. Laertes dispara una lanza que mata al padre de
Antínoo. Pero en ese momento cesa la lucha. Interviene la diosa Atenea, que anima a los
itacenses a llegar a un pacto, para que juntos vivan en paz durante los años venideros.