Argumentos La Iliada, Odisea

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La Iliada

En la Ilíada se narran diversos acontecimientos de la Guerra de Troya. El griego Aquiles


se enfada con Agamenón, el caudillo de los griegos que habían ido a Troya a rescatar a
Helena. Los troyanos ponen en apuros a los griegos, por lo que Patroclo, amigo de
Aquiles, sale a luchar y muere a manos del troyano Héctor.
Conquista TroyaAquiles vuelve al campo de batalla para vengar la muerte de su amigo.
Mata a Héctor y se niega a devolver el cadáver a los troyanos, el anciano rey Príamo
suplica a Aquiles y le ofrece un gran botín para poder enterrar a su hijo.Aquiles cede y
permite que los troyanos se lleven el cuerpo de Héctor. Son frecuentes las  intervenciones
de los dioses en el curso de los acontecimientos. La sociedad y los personajes que
aparecen son de la época micénica, cuatro siglos anterior a la época en la que vivió
Homero.
Busca a los griegosLa OdiseaEn la Odisea se nos cuentan  las aventuras de Odiseo, un
héroe inteligente y astuto que sabe resolver las situaciones difíciles con ingenio y uno de
los héroes griegos que fue a Troya, el que planificó la toma de la ciudad con el gran
caballo de madera. Su vuelta a su patria, Ítaca, no fue fácil, tuvo numerosas aventuras en
un largo y difícil viaje en el que perdió a sus compañeros.
Identifica los pasajes de la OdiseaConocemos también la situación del palacio de Ítaca,
donde su fiel esposa Penélope lo espera. Aparece una civilización más avanzada con
numerosos elementos novelescos.  La estructura es más compleja con tres ámbitos
temáticos: 
Aventuras de Odiseo por tierras desconocidas con enfrentamientos a monstruos y
brujas.Viaje de su hijo Telémaco para averiguar el paradero de  su padre.Lucha de
Odiseo con los pretendientes de Penélope en Ítaca.

LA ILIADA

La OdiseaSi la Ilíada narra la leyenda de las guerras de los héroes micénicos, la Odisea
es la historia de un viaje, paradigma de las grandes aventuras humanas que exigen
enormes sacrificios personales y notables hazañas colectivas. El viaje de Ulises (u
Odiseo), rey de la pequeña isla de Ítaca, que ayudó con sus muchas e ingeniosas
argucias (él ideó, por ejemplo, la creación del fatídico “caballo”) al término de la larga
guerra troyana. Pero Ulises, “el astuto”, el que se disfraza, el más inteligente e ingenioso
de los monarcas griegos, sufrió como muchos otros reyes un castigo divino que le
impedía regresar en paz a su reino.
Y después de diez años de combate, anduvo errante durante otros tantos en soledad o
con algunos de sus hombres por todo el Mediterráneo, a expensas de la ira del dios
Poseidón, hasta que finalmente dio con sus heridos huesos en la isla de la ninfa Calipso.
Pudo luego llegar a tierra de los acogedores Feacios, donde narró las aventuras y
desgracias más famosas de la literatura: sus peripecias con los lotófagos (los que
provocaban el irreparable olvido), el encuentro esperanzado con el dios Eolo, su
enfrentamiento con el cíclope Polifemo (aquel de un solo ojo, engañado y cegado por
Ulises-“nadie”), la maga Circe (que convertía a los compañeros del rey en animales), su
descenso al Hades (el clásico mundo de los muertos en el que, entre las difusas almas de
los difuntos, se encontró con el adivino Tiresias), su lucha con el desesperante canto de
las sirenas y con los monstruos Escila y Caribdis, y la llegada a la isla maravillosa de
Calipso. 

Acabado el relato, Ulises consigue llegar a casa, a su ansiada Ítaca, donde aún le quedan
serios problemas por resolver: su fiel esposa Penélope confía en su llegada desde hace
20 años, pero está rodeada de nuevos y aprovechados pretendientes que invaden el
palacio real. Ulises, disfrazado de anciano gracias a las artes de su protectora Atenea,
logra entrar en su casa y acabar con los enemigos gracias a la ayuda de su hijo
Telémaco.
Aquí acaba la historia de la Odisea , poema del amor y del heroísmo, símbolo del viaje
que todo hombre debe hacer para encontrar su destino, la aventura de un héroe
esforzado que intenta regresar a su patria, a su hogar, y que pierde compañeros y años,
pero obtiene la recompensa de la fidelidad y la paz definitivas.

Argumento de La Iliada
La Iliada tiene como tema principal la guerra entre griegos (llamados aqueos o
argivos por el autor) y troyanos, aunque cuenta con un componente mitológico
aportado por la leyenda del Juicio de Paris, en el cual este príncipe troyano es
objeto de la ira de las diosas Atenea y Hera al considerar a Afrodita como la diosa
más bella.

Príamo, rey de Troya, y su esposa Hécuba tenían varios hijos, entre los cuales se
encontraba Paris, célebre por su atractivo, que fue enviado ante Menelao, rey de
Esparta, como embajador de Troya. Menelao tenía por esposa a la que estaba
considerada como la mujer más bella de Grecia, Helena.

Cuando Paris llegó a Esparta en su misión diplomática, el rey local estaba ausente
por lo que, fascinado por la belleza de su esposa y con la ayuda de Afrodita,
secuestró a Helena y se la llevó a Troya. En cuanto Menelao tuvo conocimiento
del rapto de su mujer, convocó una asamblea entre los príncipes griegos que
rendían pleitesía a Helena. Así, Agamenón, hermano de Menelao, fue elegido jefe
de la guerra que Esparta declararía a Troya para vengar la ofensa hecha al honor
del rey.

Algunos de los guerreros que lucharían en el bando griego fueron Aquiles, el


invulnerable, que es también imprescindible para la victoria y el más valiente de
las tropas griegas; Odiseo (Ulises), el más sabio y que hace la función de
consejero; Néstor, el anciano de más experiencia; Patroclo, mano derecha de
Aquiles; Áyax, el héroe semejante a Ares, etc.

Por parte de los troyanos destacan Héctor, hijo del rey y guerrero de destreza tal
que es temido por toda Grecia; Príamo, el propio rey troyano; Paris, que a pesar el
más hermoso de los mortales carece de la valentía suficiente para defender su
amor por Helena en la guerra, etc.

Aparte de la lucha que libran los mortales, los dioses del Olimpo toman parte
ayudando o impidiendo la acción según convenga al ejército que cuenta con su
favor. Así, contribuyen a la batalla dioses como Hera, Poseidón, Apolo, Ares,
Hermes, Atenea, Afrodita o incluso Zeus.

Una vez hubieron desembarcado en Troya, los espartanos sitiaron la ciudad,


aunque el dios Apolo perjudica a los griegos enviándoles una peste para vengarse
de Agamenón. Para poner fin a este castigo divino Agamenón se ve obligado a
liberar a la mujer que había raptado, pero para resarcirse manda secuestrar a la
esclava de Aquiles. Muy ofendido, el guerrero griego se retira con sus soldados
bajo la promesa de no retomar la lucha hasta que no se corrija el error cometido
por el jefe griego.

En este momento, el dios Zeus interviene para otorgar la victoria a los troyanos, a
modo de señal divina para Agamenón, que comprende que con su falta ha hecho
enfurecer a los dioses.

Viendo que los troyanos están cada vez más cerca de la victoria, Patroclo suplica
a Aquiles que cambie su obstinada actitud y guíe a Grecia hacia la victoria. Ante la
negativa de éste, le solicita sus armas y vestido con la armadura del héroe
consigue reanimar al ejército espartano y derrotar a Troya. No obstante, Patroclo
es asesinado por Héctor, lo que desata la furia de Aquiles.
Tras la muerte de su amigo, Aquiles vuelve a las armas y se lanza contra los
troyanos, dando muerte a Héctor. Para vengar el fallecimiento de Patroclo, hace
arrastrar el cadáver del príncipe troyano alrededor de la tumba de su amigo todos
los días, hasta que el rey Príamo ruega clemencia y el héroe le otorga el derecho
a recuperar los restos de su hijo.

A modo de conclusión, el cuerpo de Héctor (que se ha mantenido intacto gracias a


la protección de Apolo) es transportado a Troya, donde su muerte es honrada
como corresponde al que fuese el principal pilar de la supervivencia troyana.

Argumento de la Odisea
Tras la guerra de Troya, Ulises era el único griego que no había podido volver a su
hogar, en la isla de Ítaca. Alrededor de veinte años después de finalizar la
contienda, al ver que el héroe no regresaba y creyendo que había muerto, varios
pretendientes de su esposa, Penélope, la presionaban y se alojaban en su casa
para que se casara con ellos. No obstante, su esposa le era fiel y fue aplazando
constantemente la elección de su segundo marido. Para ello utilizaba un tapiz que,
afirmaba, una vez estuviese terminado, indicaría que había llegado el momento de
casarse de nuevo; pero cada noche deshacía lo que había tejido durante el día
para retrasar el avance de dicho tapiz.

Ante esta situación Telémaco, hijo de Ulises, viaja a los reinos de Néstor y
Menelao para buscar a su padre. En sus travesías se entera de que la ninfa
Calipso tiene a Ulises retenido en su isla y decide ir en su ayuda, pero la diosa
Atenea le persuade y consigue que regrese a Ítaca, puesto que Zeus ya había
ordenado a la ninfa liberar a Ulises. Cumpliendo el mandato del dios, Calipso
incluso cede una nave al héroe para que pueda llegar a su nación.

Sin embargo, el dios Poseidón estaba resentido con Ulises por cegar a su hijo
Polifemo, así que desvía su ruta hasta llegar a la isla de los feacios. Allí es llevado
ante el rey Alcinoo, quien le acoge y le pide que relate sus aventuras:

*        La llegada al país de los ciclones, que estaban a favor de los troyanos y
contra quienes tuvo que combatir.
*        Su estancia en el país de los cíclopes, donde Ulises engaña y ciega al
Polifemo, el ya mencionado hijo de Poseidón.

*        Su visita a la isla de Eolo, quien regala a Ulises el poder de controlar los
vientos adversos, contenidos en una ostra. No obstante, sus compañeros de viaje
la abren y provocan el naufragio de la nave.

*        El encuentro con Circe, una hechicera que convierte a sus compañeros en
cerdos, pero termina devolviéndolos a la normalidad y aconsejando a Ulises en su
travesía.

*        La parada en el reino de los muertos, donde habla con el adivino Tiresias y
tienen que enfrentarse al espíritu de su madre, Anticlea.

*        El paso por las islas de las sirenas y su ardid para evitar enloquecer con sus
hipnóticos cantos.

*        Su paso por el Estrecho de Mesina, donde habitan los monstruos Escila y
Caribdis.

*        La llegada a la isla de Calipso, que se enamora de Ulises y lo retiene


durante siete años.

Habiendo llegado al punto donde se encuentra en su relato, Alcinoo decide


ayudarle a regresar a Ítaca.

Al llegar a su patria, Ulises se disfraza de vagabundo para planear su


enfrentamiento contra los pretendientes de Penélope, pero es reconocido por su
criado, Eumeo, y su hijo Telémaco, junto a los que prepara su venganza. Su
esposa Penélope decide organizar un concurso para elegir esposo, tensando el
arco que utilizara Ulises y atravesando doce anillos con una flecha. Todos los
pretendientes fracasan a excepción de Ulises, quien participa disfrazado de
mendigo y al ganar el certamen, da muerte a todos los demás concursantes. En
ese momento, es finalmente reconocido por Penélope.

Los deudos de los pretendientes intentan vengarse de Ulises, pero gracias a la


protección de la diosa Atenea, quien influyó en que el plan llegara a buen término;
vuelve a reinar la paz en Ítaca. 
Datación y autoría[editar]
Artículo principal: Cuestión Homérica

La fecha de su composición es controvertida: la opinión mayoritaria la sitúa en la segunda


mitad del siglo VIII a. C., pero hay algunos estudiosos que pretenden situarla en el siglo
VI a. C., mientras otros defienden que hay algunas partes del poema que deben ser muy
anteriores, como el catálogo de naves del canto II.

Por otro lado, la mayoría de la crítica opina que el canto X, denominado Dolonia, es una
interpolación tardía, puesto que no parece tener conexión con el resto del poema ni hay en
este canto referencias a sucesos narrados en el resto del poema. Algunos estudiosos, en
cambio, defienden su autenticidad.

Tanto la Ilíada como la Odisea se atribuyen generalmente a un mismo poeta, Homero, quien


se estima que pudo vivir en el siglo VIII a. C., en Jonia (hoy región de Turquía). No obstante,
se discute su autoría, e incluso la misma existencia deHomero, así como la posibilidad de que
ambas obras hayan sido compuestas por una misma persona. Estas discusiones se remontan
a la antigüedad grecolatina y han continuado durante la época moderna. El siglo XX no ha
cerrado ese debate, pero la datación más común remite al siglo VIII a. C.

Argumento[editar]

Primeros versos de la Ilíada

Canta, oh musa, la cólera del pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y
precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves;
cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino
Aquiles.

Este poema épico narra la cólera de Aquiles, hijo del rey Peleo y de la nereidaTetis, su causa,
su larga duración, sus consecuencias y su posterior cambio de actitud. La ira del pelida
Aquiles termina junto con el poema, cuando se reconcilia con Príamo, padre de su
enemigo Héctor, momento en que se celebran los funerales de éste.
Tetis, tras la cólera de Aquiles, suplica a Zeus para que éste permita que los troyanos adquieran
ventaja.Jean Auguste Dominique Ingres.

Canto I: La peste y la cólera[editar]


Después de nueve años de guerra entre aqueos y troyanos, una peste se desata sobre el
campamento aqueo. El adivino Calcante, consultado sobre ello, vaticina que la peste no
cesará hasta que Criseida, esclava de Agamenón, sea devuelta a su padre Crises. La cólera
de Aquiles se origina por la afrenta que le inflige Agamenón, quien al ceder a Criseida,
arrebata a Aquiles su parte del botín, la joven sacerdotisa Briseida. Al haberse producido todo
esto Aquiles se retira de la batalla, y asegura que sólo volverá a ella cuando el fuego troyano
alcance sus propias naves. Le pide a su madre Tetis, que convenza a Zeus para que ayude a
los troyanos. Este acepta, ya que Tetis lo había ayudado cuando sus hermanos divinos se le
rebelaron.

Canto II: El sueño de Agamenón y la Beocia[editar]


Zeus, inquieto por la promesa que le había hecho a Tetis, aconseja por medio de un sueño a
Agamenón que arme a sus tropas para atacar Troya. Sin embargo, Agamenón, para probar a
su ejército, propone a los aqueos regresar a sus hogares, pero la propuesta es rechazada. A
continuación se enumera el Catálogo de naves del contingente aqueo y el de las fuerzas
troyanas.

Canto III: Los juramentos y Helena en la muralla[editar]


El jefe de las tropas troyanas, Héctor, increpa a su hermano Paris por esconderse ante la
presencia de Menelao. Ante ello, Paris decide desafiar a Menelao en combate
singular. Helena, el rey Príamo y otros nobles troyanos observan la batalla desde la muralla,
donde Helena presenta a algunos de los jefes aqueos (teichoscopía). La batalla se detiene
para la celebración del duelo singular, con la promesa de que el vencedor se quedaría con
Helena y sus tesoros. Menelao está a punto de matar a Paris pero éste es salvado
por Afrodita, y es enviado junto a Helena.

Canto IV: Violación de los juramentos y revista de las


tropas[editar]
Tras una pequeña asamblea de los dioses, éstos deciden que se reanuden las hostilidades,
por lo que Atenea, disfrazada, incita a Pándaro para que rompa la tregua lanzando una flecha
que hiere a Menelao y tras la arenga de Agamenón a sus tropas, se reanuda la lucha, en la
que Ares y Apolo por una parte y Atenea, Hera y otras divinidades, ayudan respectivamente a
los troyanos y a los aqueos.

Canto V: Principalia de Diómedes[editar]


Entre los aqueos destaca en la batalla Diomedes, asistido por Atenea, que está a punto de
matar a Eneas, y llega a herir a Afrodita. Mientras, Ares y Héctor comandan a las tropas
troyanas y también destaca Sarpedón, caudillo de los licios, que mata entre otros al rey
de Rodas, Tlepólemo. Luego Diomedes, amparado nuevamente por Atenea, hiere a Ares.

Canto VI: Coloquio de Héctor y Andrómaca[editar]


Ante el empuje de los aqueos, Héleno, también hijo de Príamo y adivino, insta a Héctor a que
regrese a Troya para encargar a las mujeres troyanas que realicen ofrendas en el templo de
Atenea. Mientras en la batalla Diomedes y el licioGlauco reconocen sus lazos de hospitalidad
y se intercambian las armas amistosamente. Héctor, tras realizar el encargo de su hermano
Héleno, va en busca de Paris para increparle para que regrese a la batalla y se despide de su
esposaAndrómaca.

Canto VII: Combate singular de Héctor y Áyax[editar]


Tras el debate entre Atenea y Apolo, interpretado por Héleno, Héctor desafía en duelo singular
a cualquier aqueo destacado. Los principales jefes aqueos, arengados por Néstor, aceptan el
desafío y tras echarlo a suertes, Áyax Telamonio es el elegido. El duelo singular tiene lugar
pero la llegada de la noche pone fin a la lucha entre ambos y se intercambian regalos (don y
contra-don). Héctor entrega una espada (con la que Áyax luego se suicidaría) y Áyax un
cinturón púrpura. Néstor insta a los aqueos a construir una muralla y una fosa que defienda su
campamento. Los troyanos en asamblea debaten si deben entregar a Helena y su tesoro
(postura defendida por Anténor), o sólo su tesoro (postura defendida por Paris). Príamo
ordena que se traslade a los aqueos la propuesta de Paris. La propuesta es rotundamente
rechazada, pero se acuerda una tregua para incinerar los cadáveres.

Canto VIII: Batalla interrumpida[editar]


Zeus ordena al resto de los dioses que se abstengan de intervenir en la contienda. Los
troyanos, animados por Zeus, avanzan en la batalla y hacen retroceder a los aqueos. Por
parte de los aqueos Teucro causa graves daños en las filas troyanas con sus flechas. Atenea
y Hera tratan de ayudar a los aqueos pero Iris les envía la orden de Zeus de que no
intervengan. Al llegar la noche los troyanos acampan cerca del campamento aqueo.

Canto IX: Embajada a Aquiles[editar]


Fénix, Áyax Telamonio, Odiseo y dos heraldos son enviados como embajada, por consejo de
Néstor, donde dan a Aquiles disculpas por parte de Agamenón (ofreciéndole regalos, la
devolución de Briseida y a cualquiera de sus hijas como esposa) y le suplican que regrese a la
lucha, pero éste se niega a pesar del consejo de Fénix.

Canto X: Gesta de Dolón[editar]


Diomedes y Odiseo, nuevamente por consejo de Néstor, realizan una misión de espionaje
nocturna, en la que matan al troyano Dolón, que igualmente había sido enviado en misión de
espionaje por Héctor. Luego, con la información conseguida a través de Dolón, asesinan a
soldados tracios y a su rey Reso mientras duermen y se llevan sus caballos.

Canto XI: Gesta de Agamenón[editar]


Amanece, se reanuda la batalla y los aqueos empiezan llevando la iniciativa. Destaca entre
ellos Agamenón, hasta que resulta herido por Coón y debe retirarse. Entonces toman la
iniciativa los troyanos. Los aqueos contraatacan pero Diomedes, Eurípilo y el
médico Macaón son heridos por flechas de Paris. Mientras el troyano Soco muere a manos de
Odiseo, pero consigue herirle, Patroclo es enviado por Aquiles a la tienda de Néstor para
enterarse de las noticias de la batalla.

Canto XII: Combate en la muralla[editar]


Los troyanos, siguiendo primero los consejos de Polidamante, atraviesan el foso previo al
muro de los aqueos pero luego desoyen su consejo de no asaltar el muro. El licio Sarpedón
abre una brecha en el muro que es atravesado por las tropas troyanas con Héctor a la cabeza,
a pesar de la resistencia de Áyax y Teucro.

Canto XIII: Batalla junto a las naves[editar]


Poseidón se indigna al ver el favoritismo de Zeus hacia los Troyanos y toma la forma de
Calcas para animar a los Aqueos. Se desata un combate en el que Poseidón ayuda a los
Aqueos y Zeus a los Troyanos. Poseidón acude a la batalla para animar a los aqueos a resistir
las cargas de los troyanos. Entre los aqueos se destaca Idomeneo, rey de Creta. Héleno
yDeífobo deben retirarse tras ser heridos por Menelao y Meríones. Pero Héctor prosigue en su
avance hasta que se le opone Áyax.

Canto XIV: Engaño de Zeus[editar]


Véase también: Engaño de Zeus
Hera concibe un plan para engañar a Zeus y con ayuda del cinturón de Afrodita seduce a
Zeus y con la de Hipnos lo hace dormir. Después encarga a Poseidón que intervenga en favor
de los aqueos. Áyax Telamonio hiere de gravedad a Héctor, que es retirado del combate por
sus compañeros y llevado cerca a la ciudad. A pesar de la resistencia de Polidamante y su
hermano Acamante, los aqueos toman una breve iniciativa en la batalla.

Canto XV: Nueva ofensiva desde las naves[editar]


Zeus descubre el engaño del que ha sido objeto y ordena a Poseidón a través de Iris que deje
de ayudar a los aqueos. Luego insta a Apolo a que infunda nuevas fuerzas a los troyanos.
Ares tiene el propósito de ir a combatir al lado de los aqueos para vengar la muerte de su
hijo Ascálafo pero Atenea le advierte que será objeto de la ira de Zeus. Héctor recobra las
fuerzas y los troyanos llegan combatiendo hasta las naves de los aqueos. Incluso Áyax
Telamonio tiene que retroceder.

Canto XVI: Gesta de Patroclo[editar]


Héctor logra prender fuego a una de las naves de los aqueos. Patroclo pide permiso a Aquiles
para tomar sus armas y repeler el ataque y al mando de los Mirmidones, hace huir a los
troyanos, que creen que en realidad se trata de Aquiles. Mata entre otros a Sarpedón, rey de
Licia e hijo de Zeus. Pero Apolo acude en ayuda de los troyanos y golpea a Patroclo, que
después es herido por Euforbo y rematado por Héctor.

Canto XVII: Gesta de Menelao[editar]


Menelao consigue matar a Euforbo y defiende el cuerpo sin vida de Patroclo, en torno al cual
se entabla un duro combate. Los troyanos lo hacen retroceder y Héctor despoja a Patroclo de
sus armas. Después acuden refuerzos aqueos al combate y consiguen llevar su cuerpo a las
naves.

Canto XVIII: Fabricación de armas[editar]

Tetis entrega a Aquiles la armadura fabricada por Hefesto. Hidria ática de figuras negras, ca. 575–550 a.


C.

Antíloco da a Aquiles la noticia de la muerte de su amigo Patroclo, y éste decide volver a la


lucha para vengarse de la muerte de su amigo. Cae la noche y los troyanos se reúnen.
Polidamante es partidario de ir a Troya a refugiarse tras sus muros pero prevalece la opinión
de Héctor de seguir peleando en campo abierto. La nereida Tetis consigue
que Hefesto fabrique armas nuevas para su hijo Aquiles.

Canto XIX: Aquiles depone la ira[editar]


Aquiles se reconcilia con Agamenón. Éste le devuelve a Briseida junto con varios regalos,
además de hacer un juramento de que nunca estuvo con Briseida como es costumbre entre
hombres y mujeres.

Canto XX: Combate de los dioses[editar]


Zeus da permiso al resto de los dioses para que intervengan en la batalla y ayuden a quien
prefieran. Aquiles inicia un furioso ataque en el cual lucha con Eneas, el cual finalmente es
salvado por Poseidón. Mata a Polidoro, hijo de Príamo y se le enfrenta Héctor, pero Atenea
ayuda a Aquiles y Apolo aleja a Héctor del combate.

Canto XXI: Batalla junto al río[editar]


Aquiles mata, entre otros, a Licaón, hijo de Príamo y a Asteropeo, que consigue herirlo
levemente. El dios del ríoEscamandro lo rodea con sus aguas y está a punto de ahogarlo,
pero Hera acude a su hijo Hefesto para que aleje las aguas del río con las llamas. El resto de
los dioses pelean entre ellos, unos a favor de los aqueos y otros al de los troyanos. El rey
Príamo ordena abrir las puertas de Troya para que sus tropas se refugien tras sus muros.
Apolo consigue, mediante un ardid, alejar momentáneamente a Aquiles de los muros de
Troya.

Canto XXII: Muerte de Héctor[editar]

Los troyanos llevan el cuerpo de Héctor a la ciudad.

Las fuerzas troyanas se refugian en la ciudad pero Héctor queda fuera, con ánimo de pelear
contra Aquiles. Pero una vez frente a frente, Héctor huye y es perseguido por Aquiles. Atenea
engaña a Héctor haciéndole creer que tiene en su ayuda a su hermano Deífobo y Héctor se
enfrenta por fin cara a cara a Aquiles, quien lo mata, ata su cadáver a su carro de combate y
subido en él da vueltas alrededor de la ciudad.
Canto XXIII: Juegos en honor de Patroclo[editar]
Artículo principal: Juegos fúnebres en honor de Patroclo

Se celebran los Juegos funerarios en honor de Patroclo con las siguientes pruebas: carrera de
carros, pugilato, lucha, carrera, combate, lanzamiento de peso, tiro con arco y lanzamiento de
jabalina.

Canto XXIV: Rescate de Héctor[editar]


Príamo y un viejo heraldo se dirigen hacia el campamento aqueo: en el camino encuentran a
Hermes (enviado por Zeus), que los ayuda a pasar inadvertidos hasta la tienda de Aquiles.
Príamo ruega a Aquiles le entregue el cadáver de Héctor y ofrece regalos, que Aquiles
conmovido acepta. Luego Príamo pide a Aquiles un lecho para que lo acoja el sueño, y el hijo
de Peleo ordena que se dispongan dos lechos; uno para Príamo y otro para su heraldo.
Después de eso, Aquiles da, a petición del anciano Príamo, once días para los funerales de
Héctor, de modo que el duodécimo día los troyanos volverían a pelear

Odisea
Para otros usos de este término, véase Odisea (desambiguación).

La Odisea

de Homero
Ilustración del Nordisk familjebok que representa

una estatua antigua conservada en el Vaticano:

Odiseo, aquí con un píleo, un exomis y unaclámide,

ofrece vino a Polifemo.1

Género Epopeya y libro de viaje

Tema(s) Guerra de Troya

Idioma Griego homérico

Título original Ὀδύσσεια,  Odýsseia

País Época Arcaica

Texto en español La Odisea en Wikisource


Ciclo troyano

Regresos La Odisea Telegonía

[editar datos en Wikidata]

La Odisea (en griego: Ὀδύσσεια, Odýsseia) es un poema épico griegocompuesto por 24


cantos, atribuido al poeta griego Homero. Se cree que fue compuesta en el siglo VIII a. C. en
los asentamientos que tenía Grecia en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática).
Según otros autores, la Odisea se completa en el siglo VII a. C. a partir de poemas que sólo
describían partes de la obra actual. Fue originalmente escrita en lo que se ha llamado dialecto
homérico. Narra la vuelta a casa, tras la Guerra de Troya, del héroe griego Odiseo (al
modo latino, Ulises: Ὀδυσσεὺς en griego; Vlixes en latín). Además de haber estado diez años
fuera luchando, Odiseo tarda otros diez años en regresar a la isla de Ítaca, donde poseía el
título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposaPenélope han de tolerar en
su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya creían muerto a Odiseo), al
mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.
La mejor arma de Odiseo es su mētis o astucia. Gracias a su inteligencia —además de la
ayuda provista por Palas Atenea, hija de Zeus Cronida— es capaz de escapar de los
continuos problemas a los que ha de enfrentarse por designio de los dioses. Para esto, planea
diversas artimañas, bien sean físicas —como pueden ser disfraces— o con audaces y
engañosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos.
El poema es, junto a la Ilíada, uno de los primeros textos de la épica grecolatina y por tanto de
la literatura occidental. Se cree que el poema original fue transmitido por vía oral durante
siglos por aedos que recitaban el poema de memoria, alterándolo consciente o
inconscientemente. Era transmitido en dialectos de la Antigua Grecia. Ya en el siglo IX a. C.,
con la reciente aparición del alfabeto, tanto la Odisea como la Ilíada pudieron ser las primeras
obras en ser transcritas, aunque la mayoría de la crítica se inclina por datarlas en el siglo VIII
a. C. El texto homérico más antiguo que conocemos es la versión de Aristarco de
Samotracia (siglo II a. C.). El poema está escrito usando una métrica llamada hexámetro
dactílico. Cada línea de la Odisea original estaba formada por seis unidades o pies, siendo
cada pie dáctilo o espondeo.2 Los primeros cinco pies eran dáctilos y el último podía ser un
espondeo o bien un troqueo. Los distintos pies van separados por cesuras o pausas

Canto I[editar]
Inicio de la Odisea escrita en el dialecto griego jónico.

Concilio de los dioses. Exhortación de Atenea a Telémaco. Homero comienza la Odisea


invocando a la Musa para que cuente lo sucedido a Odiseo después de destruir Troya. En una
asamblea de losdioses griegos, Atenea aboga por la vuelta del héroe a su hogar. Odiseo lleva
muchos años en la isla de la ninfa Calipso. La misma Atenea, tomando la figura de Mentes,
rey de los Tafios, aconseja a Telémaco que viaje en busca de noticias de su padre.

Canto II[editar]
Telémaco reúne en asamblea al pueblo de Ítaca. El palacio de Odiseo se encuentra
invadido por decenas de pretendientes que, creyendo que él ha muerto, buscan la mano de su
esposa: Penélope. Gracias a la ayuda de Atenea, aparecida ahora en forma de Méntor, el
joven convoca una asamblea en el ágora para expulsar a los soberbios pretendientes de su
hogar. Finalmente, Telémaco consigue una nave y emprende viaje a Pilos en busca de
noticias sobre su padre.

Canto III[editar]
Telémaco viaja a Pilos para informarse sobre su padre. La siguiente mañana, Telémaco y
Atenea, que continua en la forma de Mentor, llegan a Pilos. Allí, invitados por Néstor,
participan en una hecatombe para Poseidón. El rey Néstor les relata el regreso de otros
héroes desde Troya y la muerte de Agamenón, pero no tiene información específica de
Odiseo. Les sugiere que vayan a Esparta a hablar con Menelao, quien acaba de regresar de
largos viajes. Atenea pide a Néstor que uno de sus hijos acompañe a Telemaco a Esparta y
desaparece milagrosamente. Impresionado por que un joven esté escoltado por una diosa,
Néstor ordena el sacrificio de una vaca en honor de ella y arregla que su
hijo Pisístrato acompañe a Telémaco a Esparta.

Canto IV[editar]
Telémaco viaja a Esparta para informarse sobre su padre. Continúa el viaje hasta Esparta,
donde lo reciben Menelao yHelena. Menelao le cuenta acerca de su conversación con Proteo,
quien le informó acerca de la suerte que había corridoOdiseo, encontrándose éste en una isla
retenido por Calipso. Mientras tanto, los pretendientes, sabiendo del viaje del joven, preparan
una emboscada que le tenderán a su regreso.

Canto V[editar]
Odiseo llega a Esqueria de los feacios. En una nueva asamblea de los dioses, Zeus toma la
decisión de mandar al mensajero Hermes a la isla de Calipso para que ésta deje marchar a
Odiseo. La ninfa promete a Odiseo la inmortalidad si se queda, pero el héroe prefiere salir de
la isla. Tarda cuatro días en construir una balsa, y emprende el viaje al quinto día, pero es
hundido por Poseidón, enfadado con Odiseo desde que el griego cegó a su hijo Polifemo.
Odiseo es ayudado por la nereida Leucótea, quien le da una manta con la que debe taparse el
pecho y nadar hasta la isla de los feacios.

Canto VI[editar]

Charles Gleyre, Odiseo  y  Nausícaa.

Odiseo y Nausícaa. Atenea visita, en un sueño, a la princesa Nausícaa, hija de Alcínoo, rey


de Esqueria, y la conmina a hacerse cargo de sus responsabilidades como mujer en edad de
casarse. Al despertar, Nausícaa pide a su padre un carro con mulas para ir a lavar ropa al río.
Mientras ella y sus esclavas descansan y otras juegan a la pelota, Odiseo despierta, las ve y
pide ayuda a la princesa. Nausícaa, impresionada por su forma de hablar, acoge al héroe y le
brinda alimentos, le dice que la siga hacia la casa del rey y le indica cómo pedirle a su madre,
la reina, hospitalidad. Le señala un bosque consagrado a Atenea, situado en las afueras de la
ciudad y donde podrá descansar. Odiseo aprovecha la ocasión para implorar a la diosa que lo
reciban y lo ayuden a llegar a su isla patria.

Canto VII[editar]
Odiseo en el palacio de Alcínoo. Guiado hasta allí por Atenea, Odiseo es recibido en el
palacio por Alcínoo, rey de los feacios, que lo invita al banquete que se va a celebrar. Odiseo
cuenta todo lo acaecido hasta ese momento, con lo que el rey queda impresionado y le ofrece
la mano de su hija, mas Odiseo no acepta, por lo que el rey cambia su ofrecimiento por
ayudarlo a llegar a su isla.
Canto VIII[editar]
Odiseo agasajado por los feacios. Se celebra una fiesta en el palacio en honor del huésped,
que aún no se ha presentado. Tras una competición de atletismo, en la que Odiseo asombra
al público con un gran lanzamiento de disco, comienza el banquete.
El aedo Demódoco ameniza la comida con un canto sobre la guerra de Troya. Al hablar del
episodio del caballo, Odiseo rompe a llorar. El rey manda al aedo que deje de cantar, y
pregunta al huésped sobre su verdadera identidad.

Canto IX[editar]
Odiseo cuenta sus aventuras: los cicones, los lotófagos, los cíclopes. Odiseo se
presenta, y comienza a relatar su historia desde que salió de Troya.

Primero destruyeron la ciudad de Ísmaro (donde estaban los cicones), y allí perdió a bastantes
compañeros.

Más tarde, llegaron a la isla de los lotófagos. Allí, tres compañeros comieron el loto, y
perdieron el deseo de regresar, por lo que hubo de llevárselos a la fuerza.

Posteriormente, llegaron a la isla de los cíclopes. En una caverna se encontraron


con Polifemo, hijo de Poseidón, que se comió a varios de los compañeros de Odiseo.

MENÚ
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Me llamo Nadie (Odisea, IX, 360-370). Narrado en la lengua original

Estaban atrapados en la cueva, pues estaba cerrada con una enorme piedra que les impedía
salir a ellos y al ganado de Polifemo. Odiseo, con su astucia, emborrachó con vino a Polifemo,
mandó afilar un palo y cegaron con él al cíclope mientras éste dormía. Ya ciego y para
asegurarse de que no escapasen los prisioneros, el cíclope tanteaba el lomo de sus reses a
medida que iban saliendo de la cueva para ir a pastar, pero cada uno de los marinos iba
vientre con vientre con una res y agarrado al vellón de ella.

Luego de escapar, Odiseo le grita su nombre a Polifemo y este le pide a su padre, Poseidón,
que castigue a Odiseo.

Canto X[editar]
La isla de Eolo. El palacio de Circe la hechicera. Odiseo sigue narrando cómo viajaron
hasta la isla de Eolo, que trató de ayudarles a viajar hasta Ítaca. Eolo entregó a Odiseo una
bolsa de piel que contenía los vientos del oeste. Al acercarse a Ítaca, sus hombres decidieron
ver lo que había en la bolsa, se escaparon así los vientos y se desencadenó una tormenta que
hizo desaparecer la esperanza del regreso al hogar. Tras seis días de navegación, llegaron a
la isla de losLestrigones, gigantes antropófagos que devoraron a casi todos los compañeros
de Odiseo. Huyendo de allí, llegaron a la isla de Circe, quien dijo al héroe que para regresar a
su casa, antes tendría que pasar por el país de los muertos. Igual que Calipso, Circe se había
enamorado de Odiseo. Pero ninguna de las dos se vio correspondida.

Canto XI[editar]
Descenso al Hades. Tras llegar al país de los Cimerios y realizar el sacrificio de varias
ovejas, Odiseo visitó la morada deHades para consultar con el adivino Tiresias, quien le
profetizó un difícil regreso a Ítaca. A su encuentro salieron todos los espectros, que quisieron
beber la sangre de los animales sacrificados. Odiseo se la dio en primer lugar a Tiresias,
luego a su madre, Anticlea, y también bebieron la sangre varias mujeres destacadas y algunos
combatientes que habían muerto durante la guerra de Troya.

Canto XII[editar]

Ulises y las Sirenas en un cuadro deHerbert James Draper.

Las sirenas. Escila y Caribdis. La Isla de Helios. Ogigia. De nuevo en ruta, Odiseo y sus
compañeros lograron escapar de las Sirenas, cuyo canto hacía enloquecer a quien las
escuchara. Para ello, siguiendo los consejos de Circe, Odiseo ordenó a sus hombres taparse
los oídos con cera exceptuándolo a él, que mandó ser atado al mástil. Escaparon también de
las peligrosas Caribdis yEscila. Consiguieron llegar a Trinacria (nombre griego de Sicilia), la
isla del Sol. Pese a las advertencias de no tocar el ganado de Helios, los compañeros
sacrificaron varias reses, lo que provocó la cólera del dios. Al hacerse de nuevo a la mar, Zeus
lanzó un rayo que destruyó y hundió la nave, y sólo sobrevivió Odiseo, que arribó a la isla de
Calipso (lugar donde se encuentra al principio de la historia).
Canto XIII[editar]
Los feacios despiden a Odiseo. Llegada a Ítaca. Cuando el héroe termina de contar su
viaje, su regreso al hogar es dispuesto por el rey. Acompañado por navegantes feacios,
Odiseo llega a Ítaca. Atenea lo disfraza de vagabundo para que no sea reconocido. Por
consejo de la diosa, Odiseo va a pedir ayuda a su porquerizo: Eumeo.

Canto XIV[editar]
Odiseo en la majada de Eumeo. Odiseo no revela su verdadera identidad a Eumeo, quien lo
recibe con comida y manta. Se encuentra con la diosa Atenea, y juntos preparan la venganza
contra los pretendientes.

Canto XV[editar]
Telémaco regresa a Ítaca. Atenea aconseja al joven Telémaco salir de Esparta y regresar a
su hogar. Le advierte que los pretendientes quieren ponerle una trampa para matarlo y le dice
que viaje de noche.

Mientras tanto, Eumeo relata su vida y sus orígenes al mendigo, y de cómo llegó al servicio de
Odiseo.

Canto XVI[editar]
Telémaco reconoce a Odiseo. Gracias a la ayuda de la diosa, el joven consigue eludir la
trampa que los pretendientes le habían preparado a la entrada de la isla. Una vez en tierra, se
dirige por consejo de la diosa a la casa de Eumeo, donde conoce al supuesto mendigo.
Cuando Eumeo marcha a casa de Penélope a darle la noticia del regreso de su hijo, Odiseo
revela su identidad a Telémaco, asegurándole que en verdad es su padre, a quien no ve
desde hace veinte años. Tras un fuerte abrazo, planean la venganza, con la ayuda de Zeus y
Atenea.

Canto XVII[editar]
Odiseo mendiga entre los pretendientes. Al día siguiente, Odiseo, de nuevo como mendigo,
se dirige a su palacio. Sólo es reconocido por su perro Argos, que, ya viejo, fallece frente a su
amo. Al pedir comida a los pretendientes, Odiseo es humillado e incluso golpeado por ellos.

Canto XVIII[editar]
Los pretendientes vejan a Odiseo. Aparece un mendigo real, llamado Iro, quien solía
pasarse por el palacio. Riéndose de Odiseo, lo reta a una pelea. Los pretendientes aceptan
que el ganador se junte a comer con ellos. Le dan 2 trozos de pan a Odiseo, que, tras quitarse
su manta y dejar ver sus músculos, gana fácilmente al mendigo. A pesar de la victoria, ha de
seguir soportando las vejaciones de los orgullosos pretendientes.

Canto XIX[editar]
La esclava Euriclea reconoce a Odiseo. Odiseo, ocultando su verdadera identidad,
mantiene una larga conversación con Penélope, quien ordena a su criada Euriclea que lo
bañe. Euriclea, que fue nodriza del héroe cuando era niño, reconoce una cicatriz que a
Odiseo, en su juventud, le hizo un jabalí cuando se encontraba cazando en el monte Parnaso.
La esclava, pues, reconoce a su amo, que le hace guardar silencio para no hacer fracasar los
planes de venganza.

Canto XX[editar]
La última cena de los pretendientes. Al día siguiente, Odiseo pide una señal, y Zeus lanza
un trueno en medio del cielo azul. Este gesto es entendido por uno de los sirvientes como una
señal de victoria sobre los pretendientes. Odiseo aprovecha para ver quién es fiel al
desaparecido rey y, por tanto, habrá de conservar la vida. Un profeta, amigo de Telémaco,
avisa a los pretendientes de que pronto los muros se mancharán con la sangre de ellos. A
pesar de que algunos de ellos dan crédito a la profecía y huyen, la gran mayoría de ellos se
ríe de ella.

Canto XXI[editar]
El certamen del arco. Aparece Penélope con un arco que Odiseo dejó en casa a su marcha a
Troya. Promete a los pretendientes que se casará con aquel que consiga hacer pasar la flecha
por los ojos de doce hachas alineadas. Uno tras otro, los pretendientes lo intentan, pero ni
siquiera son capaces de tensar el arco. Odiseo pide participar en la prueba, pero los
pretendientes se lo deniegan. Tras la insistencia de Telémaco, le es permitido intentarlo. Con
suma facilidad, Odiseo tensa el arco y consigue hacer pasar la flecha por los ojos de las
hachas, ante el asombro de los presentes. A la señal de su padre, Telémaco se arma,
preparándose para la lucha final.

Canto XXII[editar]
La venganza. Antínoo, jefe de los pretendientes, se encuentra bebiendo cuando Odiseo le
atraviesa la garganta con una lanza y le da así muerte. Ante las quejas de los demás, Odiseo
responde con amenazadoras palabras, y los pretendientes temen por sus vidas. Se inicia la
feroz lucha, con los numerosos pretendientes por un lado y Odiseo, su hijo y sus dos fieles
criados por otro. Melantio, infiel cabrero de Odiseo, consigue armas, pero gracias a la ayuda
de Atenea, todos aquellos que traicionaron a Odiseo van muriendo uno por uno. Las esclavas
son colgadas del cuello en el patio del palacio, mientras que Melantio es cortado en pedazos
para que se lo coman los perros. Odiseo manda a Euriclea que haga fuego y limpie el patio
con azufre. La esclava avisa a las mujeres que fueron fieles al héroe, que llegan y abrazan a
su amo.

Canto XXIII[editar]
Penélope reconoce a Odiseo. Después de matar a los pretendientes que se hospedaban en
su casa, Odiseo manda a los presentes que vistan sus mejores trajes y bailen, para que los
vecinos no sospechen lo ocurrido. Con la ayuda de Euriclea, el héroe se presenta a Penélope.
Como el aspecto de Odiseo es distinto al que conocía Penélope, que además está casi
convencida de que él ha muerto, el héroe no es reconocido por su esposa. Entonces, Odiseo
describe el lecho conyugal, y cómo lo hizo él mismo de un olivo. Penélope, convencida ya,
abraza a su esposo, que le narra sus aventuras. Finalmente le cuenta que aún tendrá que
hacer otro viaje antes de terminar su vida en una tranquila vejez.

Canto XXIV[editar]
El pacto. Las almas de los muertos viajan al Hades, donde cuentan lo ocurrido a Agamenón y
Aquiles, compañeros del héroe en la expedición de los aqueos a Troya. Odiseo marcha a casa
de su padre, Laertes, que se encuentra trabajando en la huerta. El hombre se encuentra
envejecido y apenado por la larga ausencia de su hijo. Para ser reconocido, Odiseo le muestra
la cicatriz y recuerda los árboles que en su infancia le regaló su padre.

Mientras, los familiares de los pretendientes se juntan en asamblea, y piden venganza por la
muerte de los suyos. Odiseo, su hijo y su padre, que se encuentran en la casa de éste,
aceptan el reto, y da comienzo la lucha. Laertes dispara una lanza que mata al padre de
Antínoo. Pero en ese momento cesa la lucha. Interviene la diosa Atenea, que anima a los
itacenses a llegar a un pacto, para que juntos vivan en paz durante los años venideros.

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