Agricultura Incaica

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Agricultura incaica

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Andenes en el Valle Sagrado de los Incas (Písac)

La agricultura inca hace referencia al conjunto de técnicas y saberes utilizados en el territorio


del Tahuantinsuyo por los pobladores del Imperio Inca para cultivar la tierra. Al desarrollarse
en los Andesuna sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron al suelo,
venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno andino y las inclemencias
del clima. La adaptación de técnicas agrícolas que ya se empleaban con anterioridad en
distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos, tanto de
la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras
regiones. Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles sin la
fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca, así como la red vial que permitía
almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos por todo su territorio. El
desarrollo agrícola inca y las técnicas usadas fueron tan efectivas que muchos expertos
consideran que si se reutilizaran hoy en día se solucionarían los problemas de nutrición de la
gente de los Andes por muchas décadas.12 Sin embargo, hay que tener en cuenta que el
aumento de población durante más de cinco siglos y, sobre todo, la transformación de las
técnicas agrícolas y la expansión de la tierra agrícola a zonas menos pobladas y llanas, pero
más aptas, invalidarían por sí solas la especulación con el uso de técnicas ya obsoletas. No
pasa en balde un tiempo tan largo y pensar en volver a las técnicas del pasado no deja de ser
una idea romántica pero totalmente impracticable. El abandono de las tierras agrícolas
de Machu Picchu, aún en la época indígena, serían la mejor prueba de que la adaptación de la
agricultura a técnicas anticuadas no resulta factible ahora. A pesar de lo dicho anteriormente,
existen otras posturas que cuestionan la creencia de que los métodos de redistribución Inca
no funcionarían hoy en día, ya que estas afirmaciones parten de una imposibilidad de
reimaginar y reconstruir los principios del Allyu utilizando las tecnologías y los saberes que
poseemos en la actualidad. Es decir, responden a un epistemicidio, creyendo que las figuras
de organización social, económica y política traídas por los europeos, con todo y sus
falencias, son naturales e imposibles de erradicar.

Índice

 1Materiales agrícolas
o 1.1Herramientas
o 1.2Fertilizantes
o 1.3Los Andes
o 1.4Los Camellones
o 1.5Las Cochas
 2Sistemas de riego
 3Productos agrícolas
 4Referencias
 5Bibliografía
 6Véase también

Materiales agrícolas[editar]
Herramientas[editar]
Los antiguos peruanos del Cusco, al no tener yunta por la falta de animales, para realizar sus
labores agrícolas utilizaron, el arado de tracción humana que denominaban
a tajlla o chaquitaqlla, que es un palo puntiagudo, con una punta un tanto encorvada, que a
veces era de piedra o de metal. Antes de su terminal tenía esta herramienta otro palo
transversal, el agricultor apoyaba su pie para hundirlo en la tierra y luego hacer el surco. Las
herramientas manuales incas empleadas en la agricultura no han podido ser superadas, sobre
todo cuando se trata de trabajar en las laderas andinas o en ámbitos limitados.
Fertilizantes[editar]
La importancia de la agricultura llevó a los indígenas a buscar fertilizantes para sus cultivos.
La información que poseemos sobre abonos procede de la costa y manifiesta el
aprovechamiento de recursos naturales renovables. Los principales abonos empleados son
nombrados por los cronistas y fueron usados sobre todo para la producción de maíz lo cual
confirmaría la sugerencia de Murra acerca de la prioridad de este cultivo. Un primer abono
consistía en enterrar junto con los granos, pequeños peces como sardinas o anchovetas. Una
representación de este sistema estaba pintada en los muros de uno de los santuarios
de Pachacámac donde figuraba una planta de maíz germinando de unos pececitos. El
segundo abono usado era el estiércol de las aves marinas que por millares anidan en las islas
del litoral. El recurso llamado guano se formaba por las deyecciones de las aves y los
costeños tenían por costumbre extraer el guano de las islas. El tercer recurso renovable
provenía del mantillo de hojas caídas de los algarrobos y guarangos utilizadas para mejorar
los suelos.
Los Andes[editar]
Artículo principal: Andén (agricultura)

Vista de andenes incas.

Los incas tuvieron una especial preocupación por encontrar formas para mejorar las
condiciones del suelo para la agricultura. La variedad del clima y del territorio difícil, los
llevaron a buscar soluciones diversas, y fueron muchas las formas que encontraron para
hacer frente al problema. Entre las medidas más conocidas se encuentran la construcción de
andenes, que durante el gobierno incaico se le dio una gran importancia. Aunque
demandaban movilizar grandes cantidades de mano de obra, que el estado inca podía realizar
con relativa facilidad.
Los andenes son terrazas agrícolas artificiales que sirven para obtener tierra útil para la
siembra en las laderas andinas. Permitían aprovechar mejor el agua, tanto en lluvia como en
regadío, haciéndola circular a través de los canales que comunicaban sus diversos niveles,
con esta medida evitaban al mismo tiempo la erosión hidráulica del suelo. Los andenes no
sólo servían para el cultivo del maíz, sino para el cultivo de diferentes productos agrícolas, y
aún para diferentes usos: para sembradíos, para evitar la erosión, para el lavado de la sal
mineral.
Los andenes han merecido amplias investigaciones e inclusive se trata actualmente de
reconstituirlos para beneficio de la agricultura. Ellos permiten cultivar las laderas empinadas
de las quebradas y evitar la erosión producida por las lluvias.
La tierra acarreada en los andenes después de la construcción de los muros de piedra y del
canal hidráulico que lleva el agua para el regadío desde el primer andén hasta el último, es
labrada con la chaki-taclla, típico "arado" de pie indígena que es una herramienta para
remover la tierra y para abrir huecos donde poner las semillas.
En la costa, algunos angostos andenes que carecen de agua y de canales de riego fueron
utilizados como tendederos para secar algunos productos agrícolas como el ají (Capsicum
sp.). Ejemplo de esto son los andenes que están detrás del edificio de Puruchuco en Lima.
Otros como en Carquín, cerca de Huaura, servían para secar pescado.

Los Camellones[editar]
Artículo principal: Camellón (agricultura)

Vista de un Camellón o Waru waru.

Eran terrenos artificiales construidos en las riberas del lago Titicaca. Se trataban de


montículos de tierra que permitían almacenar y aprovechar mejor el agua en lugares de
frecuentes inundaciones a causa de las lluvias. Usaron una serie de técnicas agrícolas en
los camellones, entre ellas, el trazado de surcos artificiales para dar protección a las plantas,
facilitar el drenaje durante las lluvias, inundaciones, riego, como fuentes de abono y,
especialmente, para disminuir el crudo frío nocturno en las alturas, evitando de este modo las
heladas.
En tiempos pre-hispánicos se crearon en las punas las llamadas cochas o lagunas artificiales
usadas para cultivar y para dar de beber al ganado. Estas lagunas pueden ser redondas,
alargadas o rectangulares, y están compuestas por un gran número de surcos simétricos que
recolectan el agua de las lluvias y la conducen entre los camellones de los surcos. El agua no
debe empozarse más de un día por temor a podrir los sembríos. En sus bordes crecen pastos
consumidos por el ganado que actualmente aprovechan las cochas abandonadas.
Las Cochas[editar]
Para aprovechar el territorio del altiplano y adaptar la agricultura a las condiciones climáticas
extremas que tiene esta región se crearon tanto los camellones como las lagunas artificiales
o cochas.Las cochas son concavidades compuestas por varios surcos. El agua no debe
empozarse más de un día, porque puede hacer que se pudran los cultivos. En sus bordes
crecen pastos que alimentan al ganado. Esta tecnología es usada intensamente en la
actualidad.

Sistemas de riego[editar]
Artículo principal: Hidráulica en el Imperio Inca

El acueducto de Cumbemayo es parte de esta obra hidráulica.

Detalle arquitectónico del acueducto de Cumbemayo.

Los conocimientos hidráulicos -canales y bocatomas-, permitieron la irrigación y el cultivo,


especialmente del maíz. El litoral peruano se caracteriza por sus dilatados desiertos cortados
por ríos que bajan por las serranías y cuyos caudales permiten el surgimiento de
la agricultura. Los costeños fueron los mayores ingenieros hidráulicos pues se perfeccionaron
y lograron métodos bastante sofisticados de irrigación, sobre todo los mochicas y más tarde
los chimu. En el Cuzco se canalizaron los dos riachuelos que atraviesan la ciudad,
empedrando sus cauces y estableciendo puentes peatonales. Un ejemplo de la tecnología
serrana es Cumbe Mayo, en Cajamarca, canal tallado en la piedra. La importancia de las
obras hidráulicas se manifiesta en los numerosos mitos que cuentan los orígenes de dichas
obras.

Productos agrícolas[editar]
Junto con la ganadería, la agricultura fue la actividad más importante que representó la base
de la economía inca. Las poblaciones que habitaron el área andina lograron domesticar y
aclimatar una gran variedad de productos a diversas condiciones, sacando provecho de
terrenos considerados más bien difíciles para la producción agrícola. El principal producto que
cultivaron era la papa, con la cual preparaban diferentes tipos de chuño; también
otros tubérculos como la mashua, el olluco y la oca. El maíz era considerado un recurso de
tipo suntuario que otorgaba prestigio y era cultivado con fines burocráticos, militares y
ceremoniales. En la costa cultivaron el camote, frijol, etc.
Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre
ellas, papas, camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, oca y quinua.

Ganadería incaica
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Los camélidos fueron un recurso esencial del Tahuantinsuyo. El Estado inca se preocupó de


abastecerse tanto de la carne como de la fibra de estos animales.

En los andes prehispánicos, los camélidos desempeñaron un papel verdaderamente


importante en la economía. Particularmente fueron la llama y la alpaca —los únicos camélidos
domesticados por el hombre andino— 1 las que, criadas en casas de gran escala, fueron
utilizadas para diferentes propósitos dentro del sistema de producción de los incas.
Igualmente, fueron utilizadas otras dos especies de camélidos sin domesticar: la vicuña y
el guanaco. Los guanacos eran cazados mediante los chacos (cacerías colectivas).
En la ganadería inca se usaron herramientas como: piedras, cuchillos o tumis, hachas que,
según los cronistas, fueron de piedra y bronce y las sogas que eran elaboradas por ellos en su
tiempo de ocio. Muchas de estas herramientas se usaron para esquilar a los camélidos, que
luego eran puestos en libertad; así se aseguraban que su cantidad se mantuviese. Los
guanacos, en cambio, eran cazados por su carne, que era muy apreciada.

Índice

 1Crianza de camélidos
o 1.1Clasificación
 1.1.1Domesticados
 1.1.2No domesticados
o 1.2Reseña del consumo
 2Crianza de otros animales
 3Véase también
 4Referencias
 5Bibliografía

Crianza de camélidos[editar]
Los camélidos conformaban una fuente valiosa de recursos. Su carne se consumía fresca o
en charqui y chalona; con su lana confeccionaban hilos y tejidos; sus huesos, cuero, grasa y
excrementos tenían aplicaciones diversas como: instrumentos musicales, calzado, medicinas
y abono respectivamente. También eran animales preferidos para los sacrificios religiosos.
Los rebaños comunales de camélidos se encontraban al cuidado de jóvenes, cuyas edades
fluctuaban entre los doce y dieciséis años.
En zonas donde los rebaños comunales eran grandes, como la región del altiplano, a donde
los pastos estaban lejos, es probable que su cuidado haya estado en manos de un
especialista a dedicación exclusiva. Los cronistas mencionan dos nombres quechuas para los
pastores: llama michi -que Garcilaso asocia con una baja condición social- y llama camayos,
que designaba al cuidador de llamas o empleado responsable de los hatos. Los pastores
estatales respondían por los animales que se encontraban a su cargo, cuya contabilidad y
supervisión eran hechas por funcionarios designados por el Estado.
Clasificación[editar]
El jesuita José de Acosta menciona que en el Antiguo Perú se realizaba la división de los
hatos de camélidos según los colores de los animales. Había blancos, negros, pardos y
moromoros, como llamaban a los de varios colores. Además, el cronista decía que los colores
se tomaban en cuenta para los diversos sacrificios, de acuerdo con sus tradiciones y
creencias. Garcilaso de la Vega añade que en los rebaños, cuando una cría salía de color
distinto, una vez crecida la enviaban al hato que le correspondía. Esta división por tonalidades
facilitaba su cuenta en los quipus, que se confeccionaban con lana del mismo color que el de
los animales que querían contabilizar. 2
Domesticados[editar]
La llama y la alpaca eran especialmente importantes en la economía andina.

Vista de llamas en la ciudadela de Machu Picchu.

 Llama: los recursos proporcionados por la llama fueron utilizados al máximo. Así,
su lana era hilada para transformarla en ropa para la gente de la sierra, pues los
pobladores de la costa utilizaban el algodón para confeccionar sus vestimentas. Su carne
era consumida tanto fresca como secada al sol y deshidratada (charqui); esto último
permitía su conservación y almacenamiento en los depósitos. Además, eran sangradas
por una vena de la quijada para preparar una comida especial con la sangre.
Los cueros eran utilizados para preparar cuerdas, sandalias y otros objetos, mientras que
su excremento seco era un excelente combustible, particularmente en las alturas donde
no había árboles para conseguir leña.
Tal vez uno de los usos más apreciados de la llama fue el de bestia de carga, ya que
podía acarrear hasta 40 kilos de peso y desplazarse fácilmente por las alturas más
empinadas. Las caravanas de llamas estaban conformadas principalmente por
machos. Para los viajes más largos, como entre el Collao y la costa, se prefería a
«machos nuevos» de más o menos dos años de edad. La recua viajaba desde la
madrugada hasta el mediodía, deteniéndose en lugares con agua y pastos. El
mantenimiento de los animales no era difícil, en vista de que no se les proporcionaba
otro forraje que los pastos encontrados en la ruta. Los animales se alimentaban
durante la tarde y rumiaban por la noche. Finalmente también eran sacrificadas como
ofrendas y sus órganos servían para leer los augurios.

 Alpaca: proporcionaba básicamente su lana -de calidad inferior a la de la vicuña- para


los tejidos más finos y lujosos. Los pastizales necesarios para su crianza siguieron
pautas similares a las de la tenencia de la tierra agrícola. Los ayllus disponían de
pastos para sus animales, al igual que los curacas, los grandes señores de las
macroetnias, las huacas y los pastos especiales del Inca. Tanto las investigaciones
arqueológicas como los documentos de archivos refieren la existencia de hatos de
camélidos en la costa mucho antes de la conquista inca: desde la época precerámica.
Estos debieron alimentarse en la región de lomas y en los bosques de algarrobales
que hoy se encuentran casi totalmente depredados. Cuando las lomas se secaban,
los animales se alimentaban con las vainas de los algarrobos.
No domesticados[editar]
La vicuña y el guanaco no habían sido domesticados en la época de los incas.

Vicuñas en la reserva nacional de Salinas y Aguada Blanca.

 Vicuña: los cronistas afirman que a las vicuñas nunca se les daba muerte. De ellas se
buscaba obtener su lana que era muy apreciada. La ropa del inca y la que sería
destinada a las ofrendas se confeccionaba de esta lana. Era cazada mediante los
chacos (cacerías colectivas) para ser esquiladas y luego puestas en libertad; así se
aseguraban que su cantidad se mantuviese. Los guanacos en cambio, eran cazados
por su carne, que era muy apreciada.
 Guanaco: el camélido más difundido en términos geográficos era el guanaco, pues se
le encontraba desde los ámbitos sudecuatoriales hasta la Tierra del Fuego. Sobre los
guanacos, señala el cronista Pedro Cieza de León, se cazaban para hacer charqui,
que era almacenado en los depósitos «para alimentar al ejército». Eran cazados por
su carne, al ser esta muy apreciada.
Reseña del consumo[editar]
La visita de Garci Diez de San Miguel a la provincia de Chucuito es un documento que
proporciona interesante información con relación a la riqueza ganadera de dicha región.
De aquí sabemos que un indio del común, por ejemplo, podía poseer hasta mil cabezas
de camélidos, mientras que un señor principal podía llegar a tener hasta cincuenta mil. 3 La
ganadería ciertamente constituyó una fuente importante de riqueza en los tiempos
prehispánicos.
Los cronistas señalan que se comía la carne de todos los camélidos, pero debido a las
restricciones que existían para su matanza su consumo debió haber sido todo un lujo.
Probablemente la población tenía acceso a carne fresca sólo en el ejército o en ocasiones
ceremoniales, cuando se hacía una amplia distribución de los animales sacrificados.
En la época de la Colonia, los pastos fueron desapareciendo o empobreciéndose debido
exclusivamente a la presencia masiva de los animales introducidos por los españoles y los
hábitos alimenticios que estos tenían. El ambiente andino sufrió un cambio considerable
con los animales domésticos que llegaron con la Conquista.

Crianza de otros animales[editar]


Los animales domesticados en el incanato fueron principalmente los camélidos. También
domesticaron al cuy o cobayo. Aunque no se han encontrado muestras significativas de
cuy en los Andes, por lo que se cree que su domesticación era menor o en pocas
proporciones. Actualmente el cuy forma parte de la dieta de los pueblos andinos. De igual
forma, los patos en el incanato eran criados en casa al ser muy valorado el consumo de
su carne.
Según crónica de la colonización española, los pobladores de la selva alta, llamados
entonces indios yuncas, criaban animales mansos y domésticos como los cuyesy pavos.4

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