Reclutamiento Forzado

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El reclutamiento de niños y niñas por parte de las FARC, entre 1997 y 2005: una

aproximación al fenómeno a partir de los factores políticos y estructurales


María Camila Ángel1

Abstract:
El siguiente artículo analiza el fenómeno del reclutamiento, por parte de la guerrilla de las
FARC, en el periodo de 1997 y 2005. En un primer lugar busca un acercamiento al
concepto de reclutamiento en líneas generales para luego adentrarse en el fenómeno dentro
del marco del conflicto armado en Colombia y particularmente la intensidad, las
variaciones, los objetivos y la ubicación geográfica por parte de las FARC.
Keywords: Reclutamiento infantil, FARC, guerra civil, factores políticos, factores
estructurales

Introducción:
El siguiente artículo tiene una delimitación temporal definida (1997-2005) no obstante, para
fines comparativos, analiza periodos anteriores y posteriores para una comprensión más
integral del fenómeno del reclutamiento. Cada uno de estos tiene unas dinámicas políticas
propias que afectan, en menor o mayor grado, la variación del reclutamiento infantil, por
parte de los actores armados y, en especial, de la guerrilla de las FARC. Sin embargo, el
contexto político en el que se enmarca los años de estudio está transversalizado por las
negociaciones de paz entre: la guerrilla y el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), su
posterior fracaso y el desgaste a una salida negociada al conflicto que generó una
legitimidad en la política de seguridad democrática en el gobierno de Álvaro Uribe (2002 -
2010).
Por esta razón, el conflicto armado se recrudeció a finales de la década de los noventa y
principios del siglo XXI. El gobierno colombiano contaba con un arsenal tecnificado que
permitía adentrarse en territorios históricamente copados por las distintas guerrillas.
Además, desde mediados de los noventa, los grupos paramilitares se habían asentado en
sendas extensiones del territorio nacional e iniciado un proceso de expansión en zonas
igualmente ocupadas por la subversión.
El reclutamiento forzado produce un quiebre en las redes sociales y emocionales del niño y
niña, así como sus valores, pero también rompe las bases sociales de su familia y de una
comunidad (Rubio, 2011). La mayoría de los niños y niñas provenían del mundo rural,
donde el actor económico principal es la familia. Por otro lado, el reclutamiento produce
un estigma post-reclutamiento. Son rechazados socialmente quienes estuvieron en el
conflicto, rehacer sus vidas parte del hecho de haber pertenecido a la guerrilla (Fergusson,
2014). De esta manera cabe preguntar ¿Cuáles fueron las lógicas y las dinámicas políticas
1
Estudiante de Ciencia Política en la Universidad El Bosque. Trabajo en la Alcaldía Mayor de Bogotá,
Secretaria general, dentro de la Alta Consejería para los Derechos de las Victimas, la Paz y la Reconciliación
(ACDVPR). Interesada por los proyectos productivos y desarrollos endógenos de comunidades.
que subyacen al reclutamiento forzado de menores, por parte de las FARC, en el periodo de
1997-2005?
La violencia en una guerra civil no está mediada, únicamente, por la irracionalidad y la
barbarie de los actores políticos participantes (Kalyvas, 2004, 2006). Obedece al desarrollo
de la guerra (factores políticos) que se enmarcan en un contexto de desigualdad social y
poca presencia del Estado que allana el terreno para que la población sea un actor activo
dentro de un conflicto armado. El reclutamiento forzado infantil en Colombia siguió (y
sigue) dichos patrones.
Para dar respuesta a la pregunta mencionada anteriormente se realizará un ejercicio
comparativo entre el periodo de 1997-2005 y los periodos de tiempo anteriores y
posteriores, 1990-1996, 2006- 2015, con el ánimo de demostrar cómo las variaciones
propias de un contexto político, cultural, geográfico tiene una incidencia directa en la
naturaleza de la violencia, particularmente en el repertorio de violencia, reclutamiento
forzado, que busca analizar el artículo. Para esto se hará uso de los datos que ha recolectado
el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), tanto en el conflicto armado en
general, como en el accionar de las FARC y la manera cómo ha aplicado el reclutamiento
infantil. Además de esto se utilizará literatura especializada en el tema que de un derrotero
teórico al problema en cuestión.
A partir de la entrada en vigor del Código Penal, en el año 2000, el fenómeno del
reclutamiento contra niños y niñas adquirió mayor connotación a nivel nacional, gracias a
que fue tipificado específicamente2 (Martínez, 2010). Lo que ha permitido sistematizar y
hacer más rigurosas las cifras antes y después de la expedición del Código. No obstante,
aún quedan muchos vacíos en esta materia, por ejemplo, el 45% de los registrados de
reclutamiento infantil no tienen variables importantes como la motivación por la que el
niño o niña ingresaron al grupo armado. Por otro lado, en un marco de posconflicto, en el
que se busca una superación de la guerra con la guerrilla de las FARC, la comprensión del
reclutamiento infantil permite que las víctimas, los actores inmersos en el conflicto y la
sociedad en general logren y contribuyan al esclarecimiento de los hechos ocurridos en una
guerra de casi sesenta décadas. Por la complejidad y la larga duración del conflicto el
siguiente artículo buscará acotar la investigación en un periodo de tiempo en especial
(1997-2005). No obstante, estos años podrían dar luces del fenómeno por varias razones: (i)
fue el periodo donde el reclutamiento tuvo su pico máximo, (ii) los tres actores principales
en el conflicto (FARC, AUC y Fuerza Pública) tenían como objetivo principal el
copamiento de áreas donde hacían presencia los demás actores y (iii) es a partir del final de
este periodo donde el reclutamiento empieza a disminuir significativamente. Es decir, tiene
varias distintas variables que permiten estudiar el núcleo central del fenómeno: como las
variaciones, los objetivos y estrategias de los actores armados, así como las condiciones
particulares de un territorio determinan el reclutamiento infantil.
2
En la normativa anterior era denominado simplemente como secuestro agravado.
Capítulo 1: Una aproximación a la definición de reclutamiento infantil.
El reclutamiento es uno de los crímenes más repudiables dentro del marco de un conflicto
armado, supone la negación de los derechos fundamentales, y del goce de las necesidades
básicas (Galtung, 2005), negando la libertad del menor. El reclutamiento puede ser definido
como: " la vinculación de niños y niñas, menores de 18 años por parte de los grupos
armados, los cuales se valen de aquellos como instrumentos de guerra y empleándolos para
la consecución de las finalidades de la organización criminal" (Ramírez, 2010, pp. 190).
El reclutamiento infantil se inserta en un contexto estructural de pobreza y marginalidad
que deja a los menores pocas alternativas diferentes a la guerra. El reclutamiento responde
a unas causas sociales y económicas más profundas. Siguiendo los postulados de Galtung
(2005), produce una violencia estructural al generar un daño (violento) en la satisfacción de
bienestar, identidad y libertad en el menor. El reclutamiento en sí tiene connotaciones de
ser una violencia invisible, es producto de la estratificación social del país (La Parra y
Tortosa, 2003), que pone a una porción de la población menor de edad en unas condiciones
más favorables (acceso a educación, salud, recreación y posibilidades de ascenso social) y
otra en unas desfavorables. La pertenencia a uno u otro sector de la estratificación social
determina de antemano, para el niño, cuáles van a ser sus posibilidades y a qué puede
aspirar. Esta estratificación social no necesariamente incluye violencia, pero para aquellos
que sufren la inequidad social, su realidad si los hace más proclives de tener un contacto
mucho más cercano a escenarios donde la violencia directa (física, psicológica, sexual) son
inminentes (Galtung, 2005). Por ejemplo, para el año 1996, el 55% de los niños y niñas
reclutados no había terminado la primaria, el 4% era analfabeta y tan solo un 8%, antes de
su reclutamiento, cursaba el bachillerato (Pachón, 2009). La descomposición social en la
que están inmersos los niños y niñas hace mucho más probable su adhesión a uno de los
bandos de una guerra. Como señala Pachón (2009): "Los niños son reclutados dentro de los
sectores más desfavorecidos y desamparados de la comunidad, en las zonas de mayor
conflictividad y entre jóvenes carentes de familia y redes sociales de apoyo, sin
oportunidades concretas de trabajo y con un porvenir incierto" (pp. 7).
1.2 El reclutamiento infantil en el marco legal nacional e internacional:
Colombia es el cuarto país con mayor tasa de reclutamiento infantil en el mundo, después
de Congo, Ruanda y Myanmar (Springer, 2011). Solo hasta la aplicación del nuevo Código
Penal, en su artículo 162 se tipificó. Con la entrada del Código, el reclutamiento a menores
de 18 años conlleva a penas que oscilan entre los 6 a 10 años y multas entre los seiscientos
a mil salarios mínimos (Martínez, 2010).
Todo reclutamiento infantil excluye cualquier exculpación de la conducta criminal. El
consentimiento del menor, para la ley colombiana, no tiene validez a la hora de atenuar el
castigo contra el reclutador (Springer, 2011). Sin embargo, en el artículo 175 del Código
Penal se establece el principio de oportunidad, es decir, la renuncia de la investigación por
parte de la Fiscalía a menores que fueron miembros activos de cualquiera de los actores
armados, cuando cumplen ciertas condiciones: haber estado inmerso en unas condiciones
sociales, económicas y culturales que permitían considerar al niño o niña que su ingreso al
actor armado no era negativo; condiciones de pobreza, marginación social, económica y
cultura que no permitían al niño o niña tener más alternativas de vida; o cuando el niño o
niña fueron reclutados por la fuerza, amenaza o coacción por parte del grupo armado
(Pachón, 2009). No obstante, el principio de oportunidad se cancela cuando los niños o
niñas cometieron delitos de genocidio, lesa humanidad o infracciones al Derecho
Internacional Humanitario (Pachón, 2009).
Capítulo 2: Los factores políticos y estructurales del reclutamiento infantil por parte
de las FARC
Aunque todo esfuerzo que se realice a la hora de estudiar el fenómeno debe ser en busca del
esclarecimiento de la verdad -dentro de un conflicto tan prolongado como el colombiano- el
reclutamiento infantil, por parte de grupos armados ilegales, debe insertarse en un marco
analítico que dé cuenta de factores políticos, históricos y culturales de los territorios. Lo
que permite vislumbrar de un modo más próximo a la realidad (teniendo en cuenta todas
sus aristas) sus mecanismos, sus causas y su variación en el tiempo3.
En primer lugar, debe entenderse el reclutamiento como un fenómeno que no es estático ni
mucho menos homogéneo. Varía según las condiciones del territorio, la población y las
dinámicas y los momentos de la guerra, así como las políticas internas de cada grupo
armado (CNMH, 2017, Staniland, 2012).
Mientras las FARC, dentro de sus territorios históricos, cumplieron las funciones de
regulación social de un Estado (logrando que el reclutamiento voluntario tuviera un
porcentaje significativamente alto), las AUC crearon una nueva modalidad de
reclutamiento, desde mediados de la década de los noventa en la que primaba la
remuneración del reclutamiento (lo que alejaba la adhesión al grupo con una adhesión
ideológica) (CNMH, 2017). Por su parte el ELN, históricamente, fue poco efectivo en
materia de reclutamiento, por problemas de naturaleza interna, lo que devino en una
criminalización de sus estructuras por parte de los reclutas recientemente incorporados. Por
último, los métodos de reclutamiento de los Grupos Armados Posdesmovilización
(conocidos como Bacrim) son producto del legado de herencias recicladas de la guerra
(Ronderos, 2014) que retoma conocimientos y experiencias aplicadas, tanto por las AUC,
como por las guerrillas.
Las condiciones estructurantes (particularidades del territorio más las prácticas y
tradiciones de la población) sumado a las dinámicas propias del conflicto (expansión,
repliegue, disputas territoriales, consolidación y desescalamiento) y los motivantes
subyacentes (condiciones socioeconómicas, familiares, afinidad ideológica, búsqueda
identidad, situaciones agravio o venganza, creencias alrededor poder) definen el cómo, el
dónde y el por qué del reclutamiento infantil en Colombia. A la hora de analizar el

3
Así como la estructura organizacional, los objetivos, intereses, limitaciones de un actor armado, sumado a
las condiciones socioeconómicas de un territorio, determinan el grado, la ruptura, la continuidad y la
variación en el tiempo de la violencia. En este caso el reclutamiento ejercido por las Farc en un tiempo de
tiempo determinado.
fenómeno se debe tener en cuenta tanto los factores políticos 4, los factores estructurales5,
como los factores subjetivos6.
Dicho esto, la mirada a la hora de acercarse al fenómeno reclutamiento infantil será mucho
más integral si se realiza estudiando la base social que tenga un grupo armado (Staniland,
2012; Staniland, 2014). Es decir, la relación del grupo armado con las poblaciones de un
territorio. Los lazos que comparten con campesinos, con líderes comunitarios, etc. La base
social es la que determina a un grupo armado. Y por ende como actúa dentro de un
territorio. Un grupo armado insertado en un territorio con una base social fuerte tiene un
accionar completamente distinto a uno con una base social débil.
Existen tres tipos de grupos armados según su base social: Integrados, de vanguardia y
parroquiales (Staniland, 2012). En esto se tiene en cuenta su estructura interna, así como su
relación con la población. Los grupos armados integrados tienen una estructura interna
fuerte y unos lazos con la población estables. Los de vanguardia tienden a ser foráneos al
territorio donde pretenden hacer presencia, con una estructura interna débil y unos lazos
con la población que varían con el tiempo. Por otro lado, los grupos armados parroquiales,
aunque con una estructura interna laxa, cuentan con una relación más estrecha que los
grupos de vanguardia, aunque no al nivel de los integrados (Staniland, 2012).
Los actores armados en el conflicto armado en Colombia pueden categorizarse en tres tipos
de grupos (CNMH, 2017). Las Farc como grupos integrados, el ELN de vanguardia y las
AUC como parroquiales.
 Integrados. Las FARC: Unidad de mando jerarquizado. Comandantes-mandos
medios-combatientes-población civil. Fuerte centralización. Nace del problema
agrario no resuelto, la colonización campesina en la región andina y de las
autodefensas campesinas (González, 2014). Una sinergia con las comunidades
rurales desde el inicio. Precisamente por eso, en el momento de su expansión (desde
los 80s) tuvo problemas al llegar a otras zonas, no estaban relacionados con las
luchas y los procesos que allá se vivían (CNMH, 2014)
 Vanguardia: ELN y EPL. Unidad de mando fuerte (dentro grupo), pero un dominio
débil en el territorio. Cuando se expande la expansión es irregular, sin control.
Como no hay un control efectivo en el territorio los combatientes rasos tienden a la
criminalización, producen desconfianza en las comunidades y se genera un
reclutamiento sin muchos controles. No logran construir lazos perdurables con las
poblaciones. Fraccionamiento interno, indisciplina, abusos que generan
desconfianza en comunidades

4
Carácter organizacional del grupo armado, el porcentaje de demanda que tiene el grupo de combatientes, los
filtros que aplica en el reclutamiento, el perfil del recluta, las consideraciones estratégicas del grupo, los
contextos regionales y militares (CNMH, 2017).
5
Los contextos socioculturales (que son definidos por las comunidades, el Estado y los grupos armados de
una manera dinámica a lo largo del tiempo), el grado de presencia de Estado en un territorio específico y la
calidad en la prestación de servicios públicos (Arjona, 2008; Arjona y Kalyvas, 2010).
6
La experiencia anterior que tiene el recluta, y su entorno social, con el actor armado, las afinidades
ideológicas del recluta con el actor armado, así como motivos subyacentes más subjetivos como la atracción
por las armas, deseos de venganza o retaliación contra otro grupo armado o deseo de poder, dinero y ascenso
social (Pachón, 2009; Kalyvas, 2004; Kalyvas, 2006).
 Parroquiales: AUC. Una línea de mando débil, pero logran de todos modos un
control social fuerte. Cada frente o bloque que conforman al grupo tienen objetivos
dispares, que atienden más a las necesidades particulares de sus miembros,
comunidades, líderes o del territorio. Las AUC era más una confederación de
grupos distribuidos a lo largo del país, que un grupo altamente jerarquizado y
coherente (Duncan, 2006, Ronderos, 2014). Sus bases sociales eran débiles como en
los grupos de vanguardia. El reclutamiento estaba mediado por la remuneración (en
las FARC no se les pagaba a combatientes). Una adhesión al grupo se daba fuera de
los motivos ideológicos o políticos.
Los objetivos de un grupo armado, en un momento particular de la guerra, serán
determinados por las estrategias y las medidas que tome el grupo. Pueden ser negociadas
como hizo, para el caso del reclutamiento, en su momento las AUC en Cesar (Barrera,
2014), voluntarias (mucha gente, debido a condiciones pobreza, consideraban que las
FARC era la única forma de subsistir, de hecho, muchos comandantes guerrilleros fueron
regalados a la guerrilla (Pachón, 2009) o coercitivas, pues el reclutamiento a partir del
rapto, fue algo que hicieron todos los grupos armados, esto tiene otras consecuencias en la
población y no solo el reclutamiento de un niño o niña. El trauma para su familia, en la
comunidad, el quiebre de los tejidos sociales o el desplazamiento de familias enteras
evitando el reclutamiento de los menores (Stoll, 2011).
El punto en el que se halla el conflicto también determina el reclutamiento. Si un territorio
está siendo actualmente disputado por dos o más actores armados, el reclutamiento tendrá
menos filtros lo que permitirá abrir la posibilidad a la criminalización de los combatientes
rasos, así como el abuso contra las comunidades (Arjona, 2010). Además, un territorio en
disputa quiebra, de alguna manera, los lazos sociales cimentados, o en construcción, lo que
le inyecta una connotación más negativa al reclutamiento por parte de los grupos armados.
Las bases sociales no solo permiten que un grupo armado tenga el poder fáctico para
reclutar, sino que cambian la concepción con la que crecen los niños en los territorios
donde hacen presencia. Afectan las categorías morales y éticas de los niños. Por esa razón
muchos de quienes se enlistaron (voluntaria o forzadamente) en un grupo armado
consideraban que era algo cotidiano pertenecer a dicho grupo, algo que tarde o temprano
-según experiencias de familiares o personas cercanas- sucedería (Stoll, 2011, Pachón,
2009).
2.2 El reclutamiento infantil en el conflicto armado en Colombia:
El Centro Nacional de Memoria Histórica registró 16 mil casos de reclutamiento desde
1960. Las guerrillas fueron los mayores reclutadores (69% casos), siendo las Farc el grupo
armado que más lo hizo (54% del total de los casos), las AUC el 27%, ELN (10%) y los
Grupos Armados Posdesmovilización un 7% (CNMH, 2017). A diferencia de otros
conflictos armados, en Colombia la mayoría de los casos de reclutamiento no fueron
forzados. El 40% de estos se dieron bajo la modalidad de la persuasión y solo un 11% por
coacción (CNMH, 2017).
Lo que la literatura ha podido comprobar es que el momento, o etapa, en el que se esté
desarrollando en la guerra determinan los repertorios de violencia, lógica que se da
igualmente en el reclutamiento:
 Después de 1990 (expansión guerrillas, surgimiento paramilitar) se dan luchas por
el control de los territorios. Las guerrillas aumentaron el reclutamiento para su
expansión, paramilitares aumentaron reclutamiento para contener expansión de las
guerrillas. Defensa o incursión dentro de los territorios obligan a los grupos
armados a engrosar sus filas (González, 2014).
 Principios del siglo XXI se presenta una disminución en el reclutamiento. Los
actores armados atraviesan una etapa de debilitamiento, producto de las luchas
territoriales que se dieron en la década de los noventa. Los efectos militares que
tuvo el Plan Colombia también determinaron este debilitamiento (González, 2014)7.
En cuanto a las condiciones geográficas, el fenómeno se presenta más en aquellos
territorios donde los actores armados han tenido una presencia histórica. P. ej. el Ariarí
Guayabero (zona histórica de las FARC), el Magdalena Medio (FARC y AUC), Urabá
(AUC, ELN) o El Caguán (FARC) (CNMH, 2017). Lo que no significa que en territorios
de reciente inserción de los actores armados no se diera el fenómeno, solo de manera
comparada, los porcentajes de reclutamiento son mayores en las zonas históricas. Las tasas
de reclutamiento en las zonas de reciente inserción se dan por varias razones: las economías
ilegales, pésimas condiciones sociales y económicas, la necesidad de un actor armado de
consolidarse en el territorio al que llega.
Por otro lado, el CNMH (2017, 2014) divide el conflicto armado en periodos que están
determinados por las lógicas y el desarrollo propio del mismo y cómo esto definió la
intensidad, la ubicación y la finalidad del reclutamiento de niños y niñas.

Tabla 1: periodización conflicto armado y efecto en el reclutamiento infantil


Periodo de Descripción reclutamiento
tiempo
1958-1978 Inicio del conflicto armado. Acercamiento de los grupos armados con la población, por
ende, niveles aun bajos de reclutamiento.
1979-1996 Inicio y desarrollo de expansión de las guerrillas, reacción de grupos de autodefensas y
paramilitares ante la avanzada subversiva. Se inicia el reclutamiento sistemático de los
grupos para conseguir estas metas y estrategias.
1997-2005 Recrudecimiento disputas territoriales. En un primer momento, las AUC también inician
una etapa de expansión, las guerrillas (principalmente las Farc), continúan con el asedio a
nuevas regiones (principalmente a regiones más integradas al centro del país, buscando
cercar Bogotá). Para lograr esto, el reclutamiento infantil aumenta significativamente, pero
en zonas de presencia histórica de los grupos (dada la imposibilidad de realizarlo
efectivamente en zonas recientemente conquistadas).
2006-2015 Descenso del reclutamiento infantil, debido a la desmovilización de las AUC, el desgaste de
las guerrillas por éxitos militares del Plan Colombia. Un repliegue a zonas históricas y
periféricas.
Elaboración propia con información de CNMH (2017) y González (2014).

2.3 El reclutamiento infantil por parte de las FARC:


7
Es decir, los picos máximos y mínimos del reclutamiento infantil convergen con los picos máximos y
mínimos de la guerra.
Con los elementos teóricos establecidos y una contextualización de cómo se ha comportado
el fenómeno del reclutamiento infantil a lo largo del conflicto armado, en la siguiente
sección se hará una descripción del reclutamiento, por parte de las Farc, en dos periodos de
tiempo particulares: uno inmediatamente anterior al tiempo estudiado (1990-1996) y los
años que competen a este artículo, 1997-2005.
2.3.1 1990-1996: expansión de la guerrilla, disputas territoriales:
A partir de la séptima conferencia de las FARC (1993) la meta de entrar a las regiones más
integradas al centro del país estaba consolidada (Duncan, 2005). Como el movimiento, en
un principio, era el desplazamiento desde zonas tradicionales a nuevas zonas, el
reclutamiento provenía principalmente de sus regiones de origen (variable geográfica).
Además, este movimiento, consolidar su plan, demandaba un brazo armado más nutrido por
lo que el reclutamiento aumentó considerablemente.
En las regiones a donde hace poco habían llegado (como Bolívar o Valle del Cauca) el
reclutamiento fue menor. Buscaron en un principio cumplir el mismo rol que en sus zonas
históricas (convertirse en el Estado) y de esta manera que el reclutamiento fuera voluntario.
No lograron insertarse de esa manera en los territorios, principalmente en las regiones con
economías poco cocaleras, donde no podían ejercer su rol de reguladores de la vida social y
económica (Barrera, 2014). Además, como el proceso de expansión territorial demandaba
reclutas, pero también recursos para mantener las incursiones y la manutención de los
combatientes, para esto se incrementó los secuestros, las extorsiones y el cobro de
"impuestos" lo que generó una desconfianza y un escepticismo en el proyecto de las Farc
en estas regiones (Barrera, 2014; Duncan, 2005).
En este periodo de tiempo el reclutamiento seguía unos parámetros establecidos en la VIII
conferencia realizada en 1993, que buscan un perfil específico del recluta:
mayoritariamente hombres8, entre los 18 y 28 años, oriundos de la región de la cual fueron
reclutados, mentalmente sanos y con un conocimiento superficial del proyecto ideológico y
político que perseguían las FARC y cómo lo implementaban, o pretendían implementar en
la población específica (CNMH, 2014). Gracias a las redes de apoyo y al brazo militar el
reclutamiento en estos años fue, relativamente, centralizado y controlado, contando con la
información necesaria a la hora de vincular a una niña o niño en el grupo armado (CNMH,
2014).
2.3.2 1997-2005, desgaste de la estructura armada, pico máximo y disminución del
reclutamiento:
Entre 1997 y 2005 se presentan más de 9 mil casos (54 % total casos) etapa donde más se
reclutan. Desde el 2003 (pico con más de 7 mil casos) hay un descenso sostenido del
reclutamiento que obedece a: la desmovilización de las AUC, el desgaste de las guerrillas,
principalmente las FARC, y un efecto de la seguridad democrática que obligó a los actores
activos a replegarse.
En un primer momento, las guerrillas y las AUC mantuvieron su proceso de expansión
(FARC) y de contención a la amenaza subversiva, (AUC) (CNMH, 2017). En este periodo

8
Aunque las FARC fue el grupo armado que más mujeres reclutó a lo largo del conflicto armado (CNMH,
2017).
de tiempo el conflicto armado se recrudeció, las disputas territoriales aumentaron, todos los
actores inmersos en la guerra (FARC, ELN, EPL, AUC, pero también el Estado) contaban
con un aumento significativo de recursos, lo que les permitía entrar a territorios copados
por otros actores (CNMH, 2017).
Duncan (2004), señala como el nivel violencia en un territorio específico está supeditado a
la presencia y control de un grupo armado o si, por el contrario, este se halla en disputa. En
el primer escenario (un control homogéneo por parte de un actor) la violencia suele
presentar tasas relativamente bajas, mientras que en el segundo escenario (disputa de dos o
más actores) la violencia tiende a aumentar. Los repertorios de violencia utilizados también
varían según el escenario en el que se halle inmersa una comunidad. En territorios donde
hay un claro dominador, la violencia suele ser más selectiva y no letal, mientras que en los
lugares donde hay una disputa activa los repertorios de violencia son más indiscriminados y
letales, incluyendo masacres u homicidios (CNMH, 2016; Gutiérrez y Wood, 2017). Por
esa razón los niveles de reclutamiento por parte de las FARC, en este periodo de tiempo,
aumentaron significativamente. La lógica de ese momento de la guerra demandaba un
aumento en el pie de fuerza de la guerrilla que sostuviera el proceso de expansión y disputa
territorial, principalmente contra las AUC (CNMH, 2017). Las FARC fue el grupo armado
que más niños y niñas reclutó en estos años, principalmente de sus zonas históricas (Ariari,
Tolima y Caguán) (CNMH, 2017).
En este periodo de tiempo persistía la idea de tomarse el poder por las armas, como se había
planteado en la VI, VII y VIII conferencia (Carroll, 2011). Uno de los objetivos principales
era sitiar Bogotá por medio de un paulatino cerco a la capital y sus municipios
circunvecinos, por esta razón el reclutamiento (por primera vez) se da en Bogotá, buscando
crear redes de apoyo civil. El reclutamiento también aumenta en el Ariarí y en el sur de
Tolima, con el ánimo de que el pie de fuerza cercano a Bogotá se fortaleciera (CNMH,
2017). Por otro lado, buscaron también llenar el vacío que dejó el ELN en zonas como el
Urabá antioqueño, Catatumbo y Arauca.
El reclutamiento infantil en esta época también es directamente afectado por el cambio que
tomó la guerra desde el 2002: el fracaso del proceso de paz en el Caguán, en el gobierno de
Andrés Pastrana. La Fuerza Pública estableció como prioridad el copamiento de las zonas
que hicieron parte de lo que se denominó la Zona de Despeje, territorios tradicionalmente
controlados por las FARC desde su fundación (González, 2014). La guerrilla desde este año
hace un viraje en sus metas y objetivos, así como su estrategia, pues desde el 2002 se
retorna a la guerra de guerrillas, por medio de pequeños grupos y la utilización de minas
antipersonal y una dependencia mayor a los informantes en los territorios (González, 2014).
Por último, la política de seguridad democrática, en el gobierno de Álvaro Uribe (2002-
2010), tuvo un efecto negativo tanto en los planes iniciales de las FARC (poco a poco se
fue abandonando la idea de una toma del poder nacional y el punto de atención se centró en
el control de territorios más reducidos), como de su poder militar. Desde el 2003 la cifra de
desmovilizados o capturados supera, por primera vez en la historia, el número de
reclutados/vinculados (CNMH, 2014).
Producto del desgaste, a diferencia del periodo anterior, los filtros a la hora de enlistar
niños o niñas se debilitaron, tanto en las zonas recientemente conquistados, como en las de
presencia histórica (CNMH, 2014). Esto generó que el control dentro de la organización se
desbordara causando malestar en la población, producto de los abusos y desmanes que
cometían los nuevos reclutas en los territorios, además de una tasa más elevada (comparada
con los periodos de tiempo anteriores) de deserción, capturas y desmovilización (CNMH,
2014). Los reclutas pasaban por menos filtros antes de ser reclutados, quienes ingresaban
tendían a una conducta criminal (movida mayoritariamente por conseguir prestigio y
ascenso social por medio de su permanencia en la guerrilla), un desgaste de las bases
sociales, que generaba fracturas con la población, así como una disminución de la
motivación política e ideológica de los reclutas.

Conclusión:
La violencia en una guerra civil tiene una lógica propia, que responde a múltiples
estructurantes. No puede hablarse de una violencia irracional, mediada únicamente por la
barbarie y la irracionalidad. Por esta razón, el reclutamiento infantil no es un fenómeno
invariable en el tiempo, independiente de las condiciones territoriales y de las
particularidades de las poblaciones, así como de las metas y estrategias de los actores
armados. Está determinado por estas variables. En el periodo de 1997-2005 existían unos
factores políticos (disputas territoriales, expansión a nuevas zonas más integradas), como
estructurales (la relación con la población, el desgaste de las estructuras armadas) que
definen el pico máximo del reclutamiento, así como su sucesiva disminución, frente a
periodos de tiempo anteriores.

Referencias
Aponte, A. (2011). Las Farc y las organizaciones sociales. Los desafíos territoriales ante
una eventual implementación de los Acuerdos de La Habana. Mimeo, Bogotá D.C.
Arjona, A. (2008). Rebelocracy: social orden in the Colombian Civil War. Cambridge
University Press
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