Garantias Reales
Garantias Reales
Garantias Reales
La garantía real es cuando el prestatario o deudor ofrece como aval bienes personales
presentes y futuros o bienes procedentes de otra persona autorizada, para que el crédito
le pueda ser otorgado. En este tipo de garantía el acreedor tiene el derecho o poder sobre
el bien utilizado como aval y en el caso de que se incumpliese el pago por parte del
deudor, el acreedor podría realizar la venta forzosa del bien gravado para el pago de la
deuda contraída.
Las garantías reales surgieron en el Derecho Romano tras una evolución de las
cauciones que al principio no existían, bastando con la mera promesa verbal de pagar
por parte del deudor, pasando luego por el nexum como relación física entre acreedor y
deudor donde este último vendía su propio cuerpo para garantizar el cumplimiento; para
luego aparecer las garantías personales (fianza) y luego por fin la primera garantía real,
que se denominó fiducia, donde la cosa que garantizaba la deuda pasaba al acreedor en
propiedad. Finalmente surgieron la prenda y la hipoteca, instituciones que
evolucionadas, se mantienen hasta la actualidad.
Fianza Art. 2011.- El que presta fianza por una obligación, se obliga respecto al
acreedor a cumplir la misma, si no lo hiciese el deudor.
Art. 2012.- La fianza no puede constituirse sino por una obligación válida. Se puede, sin
embargo, prestar fianza por una obligación, aunque pueda ésta anularse por una
excepción puramente personal al obligado; por ejemplo, en el caso de menor edad. Art.
2013.- La fianza no puede exceder de lo que deba el deudor, ni otorgarse en condiciones
más onerosas. Puede contratarse para solamente una parte de la deuda y bajo
condiciones menos onerosas. La fianza que exceda a la deuda o que esté contratada en
condiciones más gravosas, no es nula; es únicamente reducible en proporción de la
obligación principal.
La Anticresis
La anticresis no se establece sino por escrito. El acreedor no adquiere por este contrato
sino la facultad de percibir los frutos del inmueble, con obligación de aplicarlos
anualmente a cuenta de los intereses, si los hay, y después a cuenta del capital de su
crédito. Art 2085 del Código Civil
Art. 2086.- El acreedor está obligado, si no se hubiere convenido en otra cosa, al pago
de las contribuciones y cargas anuales del inmueble que tiene en anticresis. Debe
igualmente, bajo pena de daños y perjuicios, proveer a la conservación y las
reparaciones útiles y necesarias del inmueble, deduciendo, ante todo, de los frutos, los
gastos relativos a estos diversos objetos.
Extinción de la Anticresis:
La prenda es un contrato que se constituye sobre un bien mueble, que se puede trasladar
de un lugar a otro, para responder por una obligación que se ha contraído. Los bienes
objeto de la prenda pueden permanecer en poder del constituyente o deudor, de terceros,
o del acreedor. Extinguida la deuda garantizada, se pide que se deje sin efecto la prenda
y se restituyan las cosas prendadas, si no estuvieran en poder del deudor.
La prenda establecida en el Código Civil.
Art. 2073.- La prenda confiere al acreedor el derecho de hacerse pagar sobre la cosa que
constituye su objeto, con privilegio y preferencia a los demás acreedores.
Art. 2074.- Este privilegio no puede tener lugar, sino cuando exista una escritura pública
o privada, debidamente registrada, que contengas la declaración de la suma debida, así
como también la naturaleza y especie de las cosas dadas en prenda, o un estado anexo
que indique sus cualidades, peso y medida. La redacción del acta por escrito y su
registro no se exigen, sin embargo, sino en materia cuyo valor pase de treinta pesos.
Art. 2075.- El privilegio enunciado en el artículo precedente, no se establece sobre los
muebles incorporales, tales como los créditos mobiliarios, sino por escritura pública o
privada, que haya sido también registrada y notificada al deudor del crédito dado en
prenda.
Art. 2076.- De cualquier modo, el privilegio no subsiste sobre la prenda, sino cuando
ésta se ha puesto y ha quedado en poder del acreedor, o de un tercero en que hubieren
convenido las partes.
Art. 2077.- Puede darse la prenda por un tercero en lugar del deudor.
Art. 2078.- No puede el acreedor, por falta de pago, disponer de la prenda, sin perjuicio
de que pueda hacer ordenar en justicia se le entregue como pago hasta la debida
concurrencia, según tasación hecha por peritos, o que se venda en pública subasta.
Cualquier cláusula que autorice al acreedor para apropiarse la prenda o para disponer de
ella, sin las formalidades expresadas se considerará nula.
Art. 2079.- Hasta la expropiación del deudor, si fuere procedente, queda propietario de
la prenda, la cual no es en manos del acreedor sino un depósito que asegura el privilegio
de éste.
Art. 2080.- Es responsable el acreedor de la pérdida o deterioro de la prenda que
hubieren sobrevenido por su negligencia, según las reglas que se establece en el título
de los contratos o de las obligaciones convencionales en general. El deudor, por su
parte, debe abonar en cuenta al acreedor los gastos útiles y necesarios que haya hecho
para la conservación de la prenda.
Art. 2081.- Tratándose de un crédito dado en prenda y produciendo aquél intereses, el
acreedor imputará los mismos sobre los que puedan debérsele. Si la deuda para cuya
seguridad fue dado el crédito en prenda, no produjera interés, se hará la imputación
sobre el capital de la misma.
Art. 2082.- Excepto en el caso en que el detentador de la prenda abuse de ella, no puede
el deudor reclamar la devolución de la misma, sino después que haya pagado, no sólo el
capital, sino también los intereses y costas de la deuda, para cuya seguridad dio la
prenda. Si por falta del mismo deudor existiese a favor del mismo acreedor otra deuda
contraída posteriormente a la constitución de la prenda, y llegase aquella a poder exigir
antes de que se realizara el pago de la primera, no podrá obligarse al acreedor a que se
deshaga de la prenda antes de habérsele pagado ambas deudas, aun cuando no exista
ningún convenio afectándola al pago de la segunda.
Art. 2083.- La prenda es indivisible, sin embargo, de la divisibilidad de la deuda entre
los herederos del deudor a los del acreedor. El heredero del deudor, que paga la parte
que le correspondía en la deuda, no puede pedir la restitución de su parte en la prenda,
mientras ésta no haya sido pagada por completo. Recíprocamente, el heredero del
acreedor que haya recibido la parte que le correspondía en la deuda, no puede pedir la
restitución de su parte en la prenda, mientras ésta no haya sido pagada por completo.
Recíprocamente, el heredero del acreedor que haya recibido la parte que, en la deuda, le
correspondía, no puede entregar la prenda en perjuicio de sus coherederos que no hayan
sido pagados.
Art. 2084.- Las disposiciones antedichas no son aplicables en materia de comercio, ni a
las casas de préstamos sobre prendas autorizadas, que se rigen según las leyes y
reglamentos que les conciernen.
La Hipoteca
La hipoteca es una garantía que se constituye sobre un bien inmueble, ya sea de
propiedad del deudor o de un tercero que consiente en ello (los inmuebles son aquellos
que no pueden trasladarse de un lugar a otro, como una vivienda o una hacienda), para
responder por un préstamo en dinero u obligación, que se ha recibido o contraído,
mediante el remate del bien raíz, objeto de la garantía, en caso de incumplimiento.
Art.2114 La hipoteca es un derecho real sobre los inmuebles que están afectos al
cumplimiento de una obligación. Es por su naturaleza indivisible, y subsiste por entero
sobre todos los inmuebles afectados, sobre cada uno y sobre cada parte de los
mismos. Sigue a dichos bienes en cualesquiera manos a que pasen.
Art. 2115.- No tiene lugar la hipoteca, sino en los casos y según las formas autorizadas
por la ley.
Art. 2116.- La hipoteca es o legal, o judicial, o convencional.